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José A Castorina y Ricardo | Baquero Dialéctica y psicologia del desarrollo. slo atinente a la bisqueda de una explicacion para la formacién de los procesos cognitivos ~un problema cen tral ain no resuelto en la psicologia del desarrollo con: tempordnea-, la perspectiva dialéctica parece crucial. Este libro apunta hacia ese objetivo, intentando caracte ‘izar los rasgos del pensamiento dialético en las obras de Piaget y de Vigotsky, en el marco de la historia de Ia flosofia. Lox dos pensadores enfocan el proceso de desarrollo como una in teruccién constitutiva entre el individuo y la sociedad, entre la inte riorizaciOn y la actividad del individuo, o entre el sujeto y e objeto de conocimiento, adoptando, si no un método particular de invest sacién, una perspectiva metodoligica dialéctca para examinar la complefidad del desarrollo, asi como para elaborar la epistemolo- gia genética, por un lado, y la psicologia de los procesos psiquicos superiores, por el otto. La articulaciones dinimicas aqui esbozadas adquieren particular siguificacién en la actual coyuntura del pensamiento contempors: neo, donde predomina un fuerte escepticiamo respecto de Ia susten: tabilidad de cualquier intento de resucitar una orientacion dialéctica para lor procetoa del conocimient, de la historia ode as hachas socials. ‘Jost A. CASTORINA es Doctor en Educaciin de la Scola Pongradoacio ‘Universidade do Rio Grande do Sul, investigador independiente del CONICET y profesor regular de la Universidad de Buenos Aires RicaRDo J. BAQUERO obtavo et Diploma de Estudios Avanzados en la Facultad de Psicologia de la Universidad Autonoma de Madrid, es profesor regular de la Universidad de Buenos Aires y de la Uni venidad Nacional de Quilmes 2 A. Castorina cardo J. Baquero aléctica y psicologia \ desarrollo rsamiento de Piaget y Vigotsky Durante el siglo XX, la historia de la psicologia -en particular, de la psicologia del desarrollo cognosct- tivo- tanscurré en buena medida dentro del marco epistmico de la osofia de la escsin, heredada del ppensamiento moderno. La disociacion de los compo- nentes de la experiencia humana respecto del mun- do, originada en ese pensamiento, impacts en el mo- ddo de concebir la naturaleza de los fendmenos pst ‘quicos ~especialmente, os referidos al conocimien- to-,y em el modo de encarar su investigacion. Esta cuestin influy6 de forma mas menos eviden- teen li manera de concebir «derivaciones pricticas» de esos supuesis para ambitos como el dela educa: ‘ion, las prcticasclinicas y las psicopedagogieas. ‘Sin embargo, se fue perfilando una orientacion que, ‘al cucitionar explicitamente esas posiciones en la psicologia del desarrollo cognoscitivo, se colocé en ‘una perspectiva relacional y sistémica, capaz de inte- ‘grar en un movimiento superador los componentes disociedos, En tal sentido, se exploran en esta obra los rasgos de un modelo sistémico de explicacin, y cl rol cue juegan las dialéeticas elaboradas por Piaget Y por Vigotsky en su construccién. El texto esté orgnizado en cuatro partes. La primera fest dedicada a revisar, entre la diversidad de usos del térnino «dialéctica» regstrada en la historia de la Filosofia, aquellas versiones que, directa o indirect ‘mente, han influido en la obra de los autores que nos ‘ocupan. Asi entonces se presentan las notas carac teristicas de los pensamientos hegeliano y marxista, Ys iefluencia en la elaboracion de la obra psicols- ‘gia de Vigotsky. Asimismo, se identifican algunos rasgos de la dialctica de lo «real» en Kant y del ra cionalismo de Bachelard,relevantes para interpretar Ia estructura de la dialéctica en la obra epistemolé- ica de Piaget En la segunda parte se considera la dialéctica en la ‘obra de Piaget, siguiendo dos niveles de analiss: el (Contin ena segunda) Dialéctica y psicologia del desarrollo El pensamiento de Piaget y Vigotsky José Antonio Castorina Ricardo Baquero Amorrortu editores ‘Aires - Madrid ‘olescin Agenda Educativa. Directors: Baith Livwin Diaketia ypsiolagia del desarrollo. EI pensariento de Piaget yVigtsy, Jost Antonio Caatorina y Ricardo Baquero ‘dost Antonio Castorina y Rieardo Baquero, 2005 La reproducién total o parcial de est ibro en forma dentin o modiicada por cualquier medio mecsnio, sletednicooinformatieo, ineluyendo foto mia, grabacion, dgitalizacin o cualquier sistema de almacenaiento y Fecuperacion de informacin, sw autorizada por lo edires, vila deve thos reservados. _ Tedos las derechos de Ia edicién en castellano reservados por Amorrorta editors S.A, Paraguay 1225, 7 piso (1057) Buenos Aes www amorrortueditores.com Amorrort editores Espana SL (Can Andrés, 28- 28004 Madrid (Queda hecho el depixta que previene la ley n° 11.723 Industria angentina. Made in Argentina ISBN 950:518.892-9, Castorina, José Antonio Dialécticay psicologia del desarrollo: el pensamiento de Piaget ¥ Vigotsky por José Antonio Castarina y Ricardo Baquero 1 ed Buenos Aires :Amorrort, 2005, 286 p.25e14 cm. ~ (Agenda educativa / rigid por Raith Litwin) ISBN 950-518-882. 1, Psjologia del Desarvollo-Edueaeién, L Baquero, Ricardo, UL Title cpp 370.8 LH Impreso en los Talleres Graficos Coloe Bf, Paso 192, Avellaneda, provi cia de Buenos Aires, en abril de 2005, ‘Tirnda de esta edicin: 1.500 ojemplares A Rolando Garcia, por su contribucion «la renovacion del pensamiento dialéctico en la epistemologia constructivista TAC, A Angel Rivisre, por su sutileza y pasién al abordar el desarrollo humano, «que nos deja pensando y nos obliga a pensar RB. Indice general 13. Introduccion 21 Primera parte. La dialéetica en la historia del pensamiento 23. La dialéctica en la Antigtiedad elasica 24 La dialéctica en el pensamiento moderno 29 La dialéctica en los fundadores del pensamiento marxista Algunas discusiones en el pensamiento marxista del siglo XX 37 Las criticas a la dialéctica 39 La dialéctica en el racionalismo de Bachelard y Gonseth 44 Algunas preguntas y algunas precisiones 49 Segunda parte. La dialéctiea en Piaget 51 1, La reconstrueccin historica de las ideas y el enfoque metodolégico 51 Dialectica e historia de las ideas 56 El método dialéctico en la investigacién piagetiana 60 Algunas limitaciones 63 2. La dialéctica del sujeto y el objeto antes de Ja equilibracion 63 La relacién sujeto-objeto en la biologia y en la Psicologia 67 69 4 7 83. 87 87 o1 97 102 104 106 109 u2 nz 4 us us. 122 124 126 10 La eoncepeién representacionista del conocimiento Los métodos genético e histérico-critico Caracteristicas de la interaccién sujeto-objeto en Jas formulaciones anteriores a la déeada de 1970 La interaceién sujeto-objeto en el conocimiento social 3. La dialéctica del conocimiento en los anos de la equilibracion La equilibracién en las tiltimas formulaciones de 1970 y 1980 Las contradicciones Diferenciacién e integracién 4. Las tiltimas tesis: la dialéctica inferencial La snecesidad> dialéetiea Un estudio experimental Dialéetica, proceso inferencial y equilibracion La derivacién dialéctica en Piaget y en Marx Las modalidades de la dialéctica inferencial Los procesos intra-, inter- y trans- Lo posible y lo necesario Las modalidades inferenciales y los conocimientos sde dominio: Hacia una interpretacién renovada del desarrollo cognoscitivo 5. Los rasgos de una dialéctica no hegeliana Piaget y las leyes generales de la dialéctica Una interpretacién de la sintesis Las contradicciones en la dialéctica piagetiana El lugar subordinado de la contradiccién La oposicién real El significado epistemoldgico de las negaciones Logica y dialéctica 148 148, 49, 156 186 166 169 173 176 178 180 184 184 188 194 196 201 208 Tercera parte. La dialéctica en Vigotsky 6. La historia y la teoria psicolégicas La dialéetiea y los problemas de la construceién de una psicologia Hegel, Spinoza y las fuentes de la dialéctica vigotskiana La concepcién de dialéctica y las voces de Marx y Engels 7. Vigotsky y la ciencia psicoldgica EI problema de la ciencia psicolégica La teoria y los hechos La ciencia psicolégica y el problema practico 8. El problema de los niveles y las unidades de andlisis en el desarrollo Unidades de andlisis y perspectiva dialéctica Una perspectiva sistémica Una perspectiva genética Una perspectiva interaccionista fuerte La tension entre semiosis y actividad La teoria literaria: algo mas sobre las fuentes vigotskianas 9. Dialéctica de los procesos psicolégicos El desarrollo conceptual y el abordaje dialéetico de los procesos psicolégicos Andlisis experimental y andlisis genético Bl anélisis de la discontinuidad del desarrollo La dialéctica de la diversidad Cuarta parte. Dialéctica y explicacién psicolégica 10. Piaget y Vigotsky: una comparacion critica n 205 210 212 216 227 236 237 240 244 2 La historia de las ideas y el enfoque metodologico en las ciencias Continuidad y discontinuidad en la historia de las ideas Las contradicciones y las oposiciones La dialéetica en la explicaciin genética de inspiracion piagetiana Dialéctica y explicacién psicologica en Vigotsky IL Las explicaciones sistémicas y la dialéctica del desarrollo La metanarrativa de la escisin y la psicologia del desarrollo La insuficiencia del esquema clisico de explicacién La explicacién psicolégica y la escision epistemotégi La perspectiva sistémica Una concepeién de psicologia sistémica: los y *Dios no es el ser». Por lo tanto, la contradiccién es la unidiad de Ia identidad y la diferencia entre lo que supo- tnen los conceptos involucrados.— ‘En La fenomenologia del espiritu se reconstruyen las tapas de la autorrealizacién de Ia «idea divina» a partir fe la emergencia de la conciencia de si, como distinta del tro, y continuando por una serie de diferenciaciones pau llegar finalmente a la totalidad de las realizaciones hu: manas, incluida la cultura. De tal reconstruceién y con el propésito de ejemplificar su perspectiva dialéctica, evoca- mos dos aspectos. EI espiritu humano original, con posibi- lidades infinitas, encuentra objetos finitos que niegan su infinitud, lo que da lugar ulteriormente a su reintegracion en In conciencia que el sujeto tiene de si mismo, Se puede encontrar aqui un pasaje de un estado de indiferenciacion al de una diferenciacin e integraciin, reconocible tan- to en Piaget como en Vigotsky, aunque desde diferentes enfoques. Especialmente, queremos mencionar que la for- macién de la conciencia a la que aludimos incluye su vineulacién conflictiva a los objetos de la cultura, a los cuales aquella va integrando en si misma, En este senti- do, adquiere una significativa importancia la interaecion de la conciencia con la naturaleza transformada por el trabajo y el lenguaje. De este modo, Hegel considers que las transformaciones mentales llegan a estar implieadas cn las variaciones contingentes de la naturaleza, ¥ viee- versa, inaugurando una perspectiva que sittia la subjeti- vidad en la naturaleza y,a la vez, en el eontexto socio-cul- tural (Bronckart, 2000). Dicho enfoque relacional tendra gran trascendencia para el enfoque vigotskiano de los fendmenos psiquicos superiores. La dialéctica en los fundadores del pensamiento marxista La dialéctica hegeliana inspiré a los fundadores del marxismo, pero al precio de «ponerla de pie», como plan: tea Marx en el posfacio a la segunda edicién de B! capital: “EI hecho de que la dialéetica sufra en manos de Hegel 29 una mistificacion en modo alguno obsta para que este fil6- sofo haya sido el primero que supo exponer de modo am- plio y consciente sus formas generales de movimiento. Lo que ocurre es que la dialéctica aparece en él invertida, puesta de cabeza. No hay mas que darle Ia vuelta, mejor dicho, ponerla de pie, y enseguida se descubre bajo la cor- teza mistica la semilla racional» (Marx, 1971, Posfacio ala segunda edicién, pag. XXIV). ‘La dialéetica de Hegel es profundamente diferente de Jade Marx: cursa en el terreno del espiritu —el mundo es una de sus manifestaciones— y consiste en un proceso de autoconciencia, mientras que, para el pensamiento mar xiano, se basa en la praxis social y en las relaciones eco- némicas. Pero, sobre todo, la dialéctica hegeliana supone una unidad originaria. Se trata de la unifieacién idealista del sujeto y del objeto o de la tesis metafisiea de una idea indiferenciada, anterior al despliegue conceptual. Para que dicha unidad alcance su realizacién, se requiere la contradiccién, De modo metaférico, es como si el amor, co mo una unidad anterior a sus componentes, existiera an: tes que los seres que se aman. Pero sabemos que el amor siempre ha sido dialéctico, y al respecto la contradiccién de los amantes le es constitutiva y no un derivado de su unidad originaria (Garefa Barcels, 1971). Ademas, el des- pliegue dialéctico es, en buena medida, teleoligico.! Aho- ra bien, la mistificacién hegeliana no impide reconocer el rasgo central de su dialéetica: la unidad originaria debe negarse, con todo, contradiciéndose para aleanzar un nue- vo nivel del proceso de realizacién positiva de la concien cia o el pensamiento, Precisamente, el nticleo racional de la dialéctica hegeliana reside, para Marx, en la contradic cidn y la lucha de los opuestos como motor del proceso his- torico. 1 Esto se observa, por ejemplo, en la célebre metafora del sengendra miento-, planteada en la Fenontenologia del espiritu: El eapullo des parece al abrirse la lor y podria decirse que aquel es refutado por del mismo modo que ot fruto hace apareeer a la flor como un falso ser all de la planta, mostréndose como la verdad de esta en verde aquella Hegel, 1966, pg. 8) 30 Por lo tanto, Marx asumié que la investigacién de los procesos econémicos y del propio mundo social requioren Ja unidad de los contrarios. Este rasgo resulté esencial en Janueva dialéetica proveniente del examen cientifico de la naturaleza del capital. Dicha tarea involucré el rechazo del idealismo hegeliano de una unidad previa a las contra- dicciones, del cardcter por momentos teleologico de la dia- Iéctica, asi como de la disolucion de las contradicciones en elespiritu absoluto, En otras palabras, el autor de El capi. tal afirmé que los fenémenos socio-economicos incluyen tuna complejidad interna con tendencias opuestas, las que conforman su identidad Por ejemplo, en tanto productos del trabajo social, las mereaneias tienen dos propiedades: son valores de uso (satistacen ciertas necesidades) y son valores de cambio (son intercambiables por otros productos). Ambas propic- dades estén vinculadas internamente ya que, por ejem- plo, un producto que no se pudiera vender no actualizaria su valor de uso, Asimismo, la relacién entre el valor de uso yel de cambio es conflictiva, y, aunque en el capitalismo la segunda se impone a la primera, mas alla de este sistema social es posible el predominio de la satisfaccién igualita- ria de las necesidades por sobre la acumulacién, En la teoria de Marx, es crucial que los opuestos sean propiamente antagénicos y que eambie su hegemonia du- ante el desarrollo de los fenémenos. En términos genera- les, la dialéetica se refiere a la dinamica del desarrolio y la transformacién de las totalidades sociales, cuyo rasgo mo- tor son las contradicciones. Querriamos mencionar cuatro aspectos del enfoque dialéctico presente en El capital que, como veremos luego, resultan relevantes para el andlisis del pensamiento de Piaget y de Vigotsky. Primeramente, como ya sefialamos, Marx se opuso ala teleologia inmanente de lo espiritual propia de la dialécti- a hegeliana y la reemplaz6 por un compromiso metodol sgico con la investigacidn controlada de los procesos socia- Jes, En su obra, dio primacia a un concepto epistemoldgico de dialéetica, al punto de que usa el término como sindni- mo de «método cientifico-. Ahora bien, se puede pensar 31 con Bhaskar que ese método supone, desde el punto de vista epistemoldgico, un realismo cientifico 0, en todo ca- 0, «un realismo critico dialéctico no elaborado, que es el soporte metodoldgico ausente en su obra» (Bhaskar, 1994, pig. 130). Las relaciones entre el proceso dialéetico y el mundo real son complejas en el pensamiento de Marx; por Jo menos, no se afirma un tipo de realismo que convierta al conocimiento en una simple expresién de un mundo on- toldgicamente dialéctico. Las ideas del autor parecen su: gerir una posicién epistemolégica realista critica, en el sentido de que las formulaciones producidas por la ciencia evondmica 0 sus explicaciones (Jo que Marx llama «rela- ciones esenciales») no coinciden con los fenémenos que son su manifestacién y a los que en ocasiones se oponen. Mas atin, una ciencia seria indtil si las apariencias coinci Gieran con la esencia, si aquellos fenémenos coincidieran con las relaciones esenciales a las que pretende atrapar. Ineluso, puede decirse que los fenémenos (la manifesta- «iin de los procesos explicativos) las expresan de modo in- vertido, como su contrario (Marx, 1997). Sin embargo, Marx nunca se ocupo de argumentar filoséficamente para sostener un realismo critico ni para diferenciarlo de otras formas de realismo, En segundo lugar, y desde un punto de vista metodol6- gico, Marx empled un modo de derivacién de las eatego rias al examinar la génesis de la forma monetaria del va- ler, La forma simple del valor es un punto de partida logi- co-histérico —y no axiomatico—, que da lugar a la forma desarrollada del valor; luego, a la forma total y, finalmen: te, ala forma monetaria, Se trata de estudiar las tran cones y las deficiencias de cada forma de valor hasta le- gar al dinero, Las conexiones internas que llevan de una forma a otra son diferentes de las consecuencias logicas que derivan de axiomas, asf eomo del autoengendramien- tohegeliano de los conceptos. Segrin Marx, se trata de una consecuencia historico-necesaria «sui generis», de una sexpresién ideal» de la historia real de la constitucién del dinero. ¥ —lo que es particularmente importante para nuestro estudio— no interesan tanto las causas que lleva- 32 yon a la sustitucién historiea de una forma de valor por otra, hasta arribar a la forma monetaria, sino su génesis, interna elaborada por la coneeptualizacién. Por otra par- te, dicho proceso de derivacién genética o dialéctica no es incompatible con la derivacién matematica o logica, pre- sente en la ciencia fisica de su época. ‘Tal es el caso de la comparacién matematica entre plusvalia y tasa de ganan- cia hecha en El capital. Mas ain, esta derivacién puede ser considerada un momento del estudio genético-estruc tural (Zeleny, 1974) En tercer lugar, el tipo de explicacién de los procesos sociales en desarrollo se distingue del enfoque galileano pertinente para la fisica moderna, el cual concibe la cau- salidad en los términos mecanicista y cuantitativo. Este tipo de relaci6n causa-efecto, utilizada por Ricardo, es considerada por Marx insuficiente para dar cuenta de los procesos de autodesarrollo que caracterizan el modo de produccién capitalista. Los procesos sociales no son equi- valentes a un cristal ni a un reloj mecénico, sino a «un or- ganismo sometido constantemente a procesos de transfor- maciény. La dialéctica es un método que pone en relieve la genesis de los cambios reorganizadores de las totalidades sociales. Simulténeamente, se Ia puede considerar un principio explicativo del cambio social. Aqui se plantea la siguiente cuestién relevante: ;qué papel tiene la unidad de los contrarios en la explicacién del desarrollo de un sis- tema socio-econémico? Mientras Ricardo solo distingue la diferencia entre el valor de cambio y el valor de uso, Marx lega a establecer su oposicién interna como unidad de los contrarios, asocidndola a su concepcién del autodesarto- lo, En otras palabras, la contradiccién es inmanente a la mereancia y adopta en el proceso de la produccién mer- cantil, luego capitalista, diversas formas en cada estadio desu desarrollo. Por lo demas, tal contradiccién inmanen- te se expresa en los fenémenos del antagonismo social, en contradieciones relativamente externas, Finalmente, en un sentido figurado, las contradicciones son la causa prin- cipal (entendida como un momento activo) de un todo en desarrollo, esto es, son en su propio devenir (interaccién 38 de diversas capas de contradicciones, inmanentes y exter nas) el camino histérico de la disolucién y recomposicion n sistema social (Zeleny, 1974) Finalmente, quisiéramos subrayar que, seigin el enfo que de Marx, los cambios provocados dialécticamente en Ia sociedad no son ineluctables. Es decir, la unidad de con- trarios abre un abanico de resoluciones posibles, ninguna de las cuales deberd suceder sin apelacidn, En determi: nadas condiciones materiales o de existencia de los con- flictos, se podra realizar un proceso determinado de de- sarrollo dentro de una totalidad social, pero en otras con- diciones historieas, podria muy bien no realizarse. En este sentido, no hay un destino de efectivizacién para al de las posibilidades abiertas por las contradicciones dia- Iecticas. Por tanto, las transformaciones sociales no son provocadas por el puro azar ni se deben a la pura determi- nacién Por su parte, en Dialéctica de la naturaleza, Engels consider6 escolasticamente que es posible formular la dia. Ieetica mediante leyes v que estas abarcan la totalidad de loreal, desde la historia hasta la naturaleza: «Las leyes de ladialéetica se abstraen, por tanto, de la historia de la na: turaleza y de la historia de la sociedad humana, Dichas le- yes no son otra cosa que las leyes mas generales de estas dos fases del desarrollo historico y del mismo pensamien- to, Yse reducen en lo fundamental a tres: ley del trueque de cantidad y calidad, y viceversa; ley de la penetracion de los contrarios; finalmente, la ley de la negacién de la nega: cion» (Engels, 1961, pag. 41). En su Anti-Dithring (1973), Engels expuso la tesis de launidad y la lucha de los contrarios, en contra de la posi- cin metafisica que rechaza la contradiccién: «todo cam- bia de raiz tan pronto como queramos analizar las cosas en su movimiento, en su transformacién, en su vida, en su influencia reeiproca. Entonces caeremos inmediatamente en un ciimulo de contradicciones. Ya el movimiento es de por si una contradiccidn (. . .) ¥ el surgimiento continuo y Ia simultanea solucidn de esta contradiecién es precisa- mente Io que constituye el movimiento» (Engels, 1973, ig, 100). Cabe seftalar que Engels atribuy6 las «ley 4 dialécticas», componentes de su materialismo dialéctico, a la totalidad de la materia en movimiento. Esto no fue asumido por Mars; es dificil afirmar que este ditimo haya identificado las del desarrollo del capitalismo con las leyes dela materia en movimiento o que haya extendido la dia- Iéctica a la naturaleza. Lenin, por su parte, concibié la unidad de los contra- rios como igualdad de la accion de estos. Sobre todo, es re Tevante su tesis de que dicha unidad era sélo temporaria, condicional, mientras que la lucha o antagonismo de los contrarios mutuamente excluyentes es absoluta. Tan ab- soluta como lo son el movimiento o el desarrollo (Lenin, 1963). Ademas, este pensador acordé con la posicién epis: temolégica de Engels, segtin la cual la dialéetica del desa- rrollo del pensamiento reflejaba la dialéetica del mundo objetivo, donde se incluia basicamente la naturaleza, La teoria epistemoldgica del reflei dio origen a una serie de dificultades que resultaron insuperables para la interpre tacion del conocimiento, Esta perspectiva, sobre la que volveremos, tuvo influencia en la obra de Vigotsky. Algunas discusiones en el per del siglo XX samiento marxista La historia de la dialéctiea en el pensamiento de inspi- racién marxista del siglo XX se ha caracterizado por la presencia de multiples discusiones, Unas versaron acerca, de su estructura, la dindmica de sus momentos e, incluso, Ja posibilidad de atribuirle sleyes». Otras discurrieron so bre el campo de fendmenos que es posible considerar con- tenido del proceso dialéetico: la praxis humana, la meto- dologia de la investigacién social y la propia naturaleza Las polémicas involucraron cuestiones epistemolégicas, como la vinculacién entre el conocimiento y la realidad, y el tipo de relacién que se postula entre la filosofia y la cieneia A este respecto, se puede evocar muy brevemente a ciertos pensadores infl yentes en el panorama del mar- xismo anterior a la década de 1980, Galvano della Volpe limits la dialéctica al proceso metodologico que se cumple en El capital y rechaz6 la vigencia de leyes dialécticag “objetivas. Esto es, desde su perspectiva, la unificacion ra. ional de los contrarios tiene lugar tinieamente en el pro. eso de la elaboracidn cognoscitiva de la diversidad emp rica, Mas ain, al situar las contradicciones en la realidad y la unidad tinicamente en Ja razén, no se produce una sintesis en el movimiento de la realidad. En pocas palae bras, la dialéetica se vuelve antinomica: est constituida por dos términos que no son conciliables, sin resolucién 9 sintesis» (Della Volpe, 1965). Por su parte, Lucio Colletti utilizé la distincién kan- tiana entre contradiccién y oposicién real para reformular la dialéctica de los antagonismos sociales. Fundamentale mente, su tesis es que, si hubiera contradicciones real tendria que haber negaciones reales, lo que constituye un rroblema ontologico. Incluso, seria insostenible para el marsismo introdueir lo que es un rasgo del pensamiento en lo real, que es radicalmente extramental. El esfuerzo Flosofico de Colletti apunté a interpretar los antagonis- ros sociales como oposiciones reales (Colletti, 1982). En la década de 1970, desde una posicién muy influ- yente, Louis Althusser rechazé toda continuidad de la dia- lketica marxista respeeto del pensamiento de Hegel y pro- clamé una «ruptura epistemoldgica» entre ambos (Aithus- ser, 1968), Segtin su enfoque, la dialéctica no es simple, sino que esta «sobredeterminada-, en el sentido de que las contradicciones son inseparables de la estructura social y de las condiciones formales de su existencia, incluyendo las instancias que ellas gobiernan, Bsta estructura afecta lo mas profundo de su ser» la contradiccion, convir- tndola en determinante y determinada. De este modo, el demiurgo del movimiento es la metamorfasis estructural de la totalidad, uno de cuyos efectos es la contradieeion. Por su parte, en su Critica de la razén dialéetica v des de una perspectiva vinculada indirectamente a la tradi- cin marxista, pero coincidente con la de otros intérpretes no ortodoxos de los textos de Marx (como Marcuse, 194), Jean Paul Sartre seialé que la dialéetiea fo 6 toon las relaciones de los hombres eon Ia ma ign ellos ismos (Sartre, 1979). La transferencia tera eno de la historia humana ala naturaleza venta por Engels obedece, segiin Sartre, a una volun- Fra penion. pero planien muchas difeuttades; la ae cia en que las leyes fisico-quimicas, por ejemplo, ex n leyes dialécticas se basa en deduccione: ica de las ciencias y que son de originalmen' esa naturaleza metafisica. Rolando Garcia cuestion6 desde el punto de vista epis temoldgico la atribucién de la dialéetica a la naturaleza, porque se basa en la teoria del realismo por refleo, la eual ididamente insostenible. Para este autor, convertir léctica del pensamiento en un reflejo de la dialéctica que no se es di ladia del mundo natural constituye una inconsecuencia todel propio pensamiento marxista. La objetividad resul- ta considerada ingenuamente como previa al proceso mis ‘mode conocimiento y no se la construye, lo que equivale a evitar su dialectizacién. Por el eontrario, una versidn con: secuente de la dialéctica la habria extendido hacia la ob jetividad, concibiendo esta tiltima como un resultado de la propia historia cognoscitiva, Por otra parte, al darle a la dialéctica del pensamiento un estatuto ontol6gico en la naturaleza, se rechaza una exigencia que es propia del pensamiento dialéctico: el despliegue de suss momentos se ‘cumple estrictamente en el propio devenir de la mana (Garcia, 1971), praxis hu- Las criticas a la dialéctica Entre Ios mas conocidos criticos del pensamiento dia- Iéctico, es preciso mencionar a Popper, un acérrimo ene- migo de Hegel y del marxismo (Popper, 1967). Uno de los cuestionamientos de este fildsofo de la ciencia, que aqui nos interesa, reside en sostener que los pensadores dialéc- ticos han tratado de manera vaga e imprecisa las contra: dicciones. Seguin esta interpretacién, su modo de hablar los eva a confundirse y a concluir que no se pueden evi- tar las contradiceiones, con lo que rechazan el principio aristotélico de no contradiccién. En el caso de Hegel, la violacién al prineipio de no contradiccién es elevada al rango de conocimiento cientifico. En las perspectivas dia- lkctieas, segtin Popper, se desconocen los logros mas im- portantes de la ciencia, basados en el respeto de dicho principio, ‘Ahora bien, puede seftalarse que este enfoque no dis- tingue claramente la contradiccién dialéctica de la con- tradiccién légico-formal. A este respecto, cabe mencionar que Marx siempre recomends evitar las inconsistencia del pensamiento, el confundir la naturaleza de ambas contradicciones, Sobre todo, consideré que las contradic~ ciones dialécticas no se pueden evitar, ya que son intrinse- cas a la naturaleza de la mereancfa ¥ constituyen el prin: cipio de su propio despliegue. Asi, es perfectamente po- sible manejar esta contradiccién en un nivel epistemols- gtico y metodolégico, ineluso ontoldgico, y a la vez exami- nar una argumentacién exigiendo el respeto del principio deno contradiccién aristotélico. Bsta diferenciacién se en- cuentra presente en el enfoque piagetiano del conocimien- to, eomo veremos en el capitulo 3, Hacia el final del siglo pasado, la critica a la dialéctica tal como fue empleada al interpretar los hechos sociales y Ia historia adquiere tonalidades particulares en aquellos pensadores vinculados en mayor o menor grado a la tradi: cin marxista. En estos casos, se cuestionan los rasgos de apriorismo y determinismo adoptados por las interpreta- ciones dialécticas de la vida social y se pretende acentuar el carécter abierto, incierto y ereativo de los acontecimien- tos de la sociedad. Si bien, ocasionalmente, Michel Fou- cault sostiene que al analizar la constitucién de los suce- sos histéricos se debe proceder primero a su diferencia- ign y, luego, a la formulacién de los niveles y las redes a los que pertenecen. Para reconstruir los hilos de la genea- logia de los sucesos, es preciso analizarlos como relaciones, de poder, es decir, de luchas y estrategias. Desde este pun- to de vista, no hay lugar para un «sentido» de la historia La inteligibilidad de los enfrentamientoses ajena a la dia- lkctica en tanto se la entiende como un esqueleto de con- 38 tradicciones y superaciones, en la tradicion hegeliana, Es- tw formas son incapacesdeatrapar el caracter abet e imprevisible de las modificaciones de los suce - imrevisil adificaciones de los sucesos (Fou Con un espiritu semejante, Toni Negri propone la sus- titucin del pensamiento de la «mediaeién. por ol poneas miento -constitutivos. Para él, la espevifiidad, la inno. vacion y la singularidad de los acontecimientos fueron sistematizadas 0 normalizadas en la dialéctica, que los situd en el orden del devenir: «La posibilidad os ereacién Bl pensamiento de la mediacién habia reducido la ereath, vidad a norma disciplinaria, habia quitado la posibilidad en tanto libertad colectiva de producir la noveslad ontol6- sica» (Negri, 1992, pag, 43). Asi, para producir¢ interpre. tar una experiencia de pensamiento sconstitutivo- propia del hombre comin que crea historia, es preciso cuestio- nar a cualquier «mediacién- que discipline la creatividad Estos pensadores, a diferencia de nuestra interpretacion de Mars, rechazan la unidad entre contingeneia y deter Iminacin, entre proceso diléctico y condiviones de pro- La dialéctica en el racionalismo de Bacl Ladi le Bachelard y Por otra parte, a los fines de este libro, es preciso consi- derar las interpretaciones de la dialéctica del conocimien- to que, sin inspirarse principalmente en el pensamiento de Hegel y/o en el de Marx, provienen del estudio de la constitucién y las modificaciones del pensamiento cien- tifico; particularmente, de las ciencias naturales y las matemiticas, Estos enfoques son afines, como veremos, al Pensamiento de Piaget, : caso mas significativo es la propuesta dialéctica Gaston Bachelard, quien afirma bisteamente ar pe cionalidad del pensamiento cientifico se constituye por los actos que shacen ruptura» con los obstaculos epistemolé- Bioos. Estos tltimos provienen de una filosofia imaginaria 39) que Se opone a la eonstitucién del corpus tedrico y experi- mental de una ciencia y luego retorna insistentemente en su ulterior historia, impidiendo la revision conceptual Sin dar una definicién precisa de la dialéetica, en L’aeti- vité racionaliste de la physique contemporaine este autor emplea el término «dialectizacion» para referirse a la ree- tificacién y la deformacién histériea de los conceptos y de los prineipios de una teoria cientifica, ast como a la dina- mizacion reeiproca entre teoria y experimentacidn, entre b abstracto y lo conereto. En otras palabras, ante los fra- «casos de su actividad teérica o experimental, los matema- ticos y los fisicos proceden —tarde o temprano— a revisar sus teorias, a formular nuevas hipotesis, a afinar sus ex periencias, a controlar sus experimentos. De este modo, Ja raz6n tedrica 0 notimeno se va imponiendo progresiva- mente a la inmediatez del mundo, en la medida en que deriva de la actividad de los cientificos (Bachelard, 1951). Bn La filosofia del no, Bachelard rechaza la dialéeti ca.a priori elaborada por Hegel y defiende una accién po- Kimica de la razén que surge de la historia de las teoria cientificas. En el caso de la negacién, sus caracteres no se identifican con el primer momento de la =negacién de la negacién» pensada especulativamente, En cambio, la ge neralizacidn dialéetica testimonia la reorganizacién de al: unos episodios de la ciencia contempordnea: una teoria 0 tun principio niegan a otra teoria o a otro principio, pero al hacerlo incluyen lo que niegan. Ahora bien, esta negacin expres una exterioridad respecto de las afirmaciones ne- gadas, que, de ese modo, son «bordeadas» por el conjunto te6rico que las generaliza. Por ejemplo, un principio de la relatividad es no newtoniano o un espacio es no euclidia no, pero la fisica relativista incluye la fisiea newtoniana y 1h pangeometria incluye la geometria euclidiana No se podria decir, entonces, que un término «contiene su contrario 0 «es» su opuesto. Careceria de sentido, en esta perspectiva, afirmar que la fisica newtoniana «con: tienes la fisica cinsteiniana como su opuesto. A la dialée- tica a priori de Hegel, en la que la libertad del espiritu es incondicionada, se le contrapone una dialéctica « poste riori, instituida sobre la constitucién de las nociones 40 particulares del conocimiento cientifico, Asi, la geometria no euclidiana produjo la dialectizacién de la nocién de paralela, ya que «ha promovido la raz6n polémica al rang de raz6n constituyente» (Bachelard, 1972, pag. 9). El epistemélogo francés rechaz6 decididamente que la antitesis sea la negacién hegeliana de la tesis y que am- bas se fundan en la sintesis. En la fisiea contemporinea, la tesis y la antitesis no son contradictorias, sino comple mentarias. «Una filosofia del no que sélo tienda a siste- mas yuxtapuestos, a sistemas que se colocan en relacién de complementariedad en determinado punto preciso, se cuida en primer término de no negar jams dos cosas all mismo tiempo- (Bachelard, 1973, pag. 113), Se trata, en realidad, de dos aspectos bien distintos, inconciliables res- pecto de los mismos prineipios de base, pero que resultan finalmente complementarios, no contradictorios, Asi, en Ja mecdinica clésiea, la masa se define como el cociente de Ja fuerza por la aceleracién, «plantedindose por definicién como independiente de la velocidad, como absoluta en el spacio y en el tiempo» (Bachelard, 1973, pig. 29). Con la aparicién de Ia teoria de la relatividad, se postula que la st es «una funcién complicada de la velocidad» (Bache- lard, 1973, pag, 28). Es decir, se asiste a un proceso de complicacién de un coneepto que, en su simplicidad, pare- ce dotado de un poder explicativo universal, pero que lue- go «se dialectiza», porque una nueva variable aparece Aqui intervienen las negaciones externas que menciona- ‘mos antes y que convierten a la fisica newtoniana en una parte de la relativista, mas amplia. En este sentido, son teorias complementarias. Por otra parte, hay una posicién dialéctiea crucial en el pensamiento de Bachelard, que se observa cuando desp! 2a los interrogantes filoséficos elisicos. Seguin estos, debia elegirse entre el ser o el pensamiento, la razén o la expo- riencia, lo real o el conocimiento, de modo que uno de ellos se consideraba el fundamento de su dual, Por el contrario, tun examen de la historia de la ciencia lleva a sostener la dlisolucién de las duplas epistemoldgicas como sujeto-ob- jeto, conereto-abstracto, dado-construido (Lecourt, 1970). ‘Mas auin, se va imponiendo una tilosofia dialogada», que 41 resulta de la posicién abierta del cientifico que apela a ana posiciGn y, alternativamente, a la otra, Se produce ast an desplazamiento que es equivalente a plantear los rublemas buscando una relacién dincimica y constitutiva entre los términos: a) El pensamiento cientifico es, ante todo, un ditlogo entre lo a priori y lo a posteriori, en el sentido de que la axiomatizacion no estd escindida, como se ha erefdo, de los aechos experimentales y estos solo son conocidos gracias a as categorias que desbordan la experiencia. b) Se instaura una relacién dindmiea entre lo dado y lo construido, tal como se muestra en Essai sur la connais: sance approchée: «Lo dado es relativo a la cultura, est ne- cesariamente implicado en una construceién (,..) Bs ne: cesario que el dato sea recibido, Jamas se Negara a di: sociar completamente el orden de lo dado y el método de su descripeidn (....) Hay entre estos dos términos —que representan para nosotros la oposicién minima entre el espiritu y lo real— reaceiones constantes que plantean resonancias reciprocas» (Bachelard, 1928, pag. 167). Nada esta dado por fuera de la construccién, 0 sexin su dicho célebre, «lo real no se muestra sino que se de muestr: ©) La objetividad del objeto no est al comienzo del conocimiento sino que es el resultado de las vicisitudes de la historia de la actividad de la razén tedriea y la experi- mentacién, antes mencionadas. Se trata de un objeto se- undo, precedido siempre por teorias y que se debe distin- guir del objeto-cosa del que hablan tantos filosofos. De este modo, el objeto del conocimiento cientifico no partici- pa del dualismo entre sujeto y objeto: «Por encima del su- Jeto, mas alla del objeto inmediato, la ciencia moderna se funda sobre el proyecto» (Bachelard, 1971, pag. 11) En una linea semejante a la del racionalismo dialéctico de Bachelard, el «idoneismo» de Gonseth expone la posi- cidn de un grupo de filésofos y cientificos preocupados por Jos procesos de relativizacion de las teorias cientificas, la 2 deformacién de los conceptos establecidos y la crisis de la metodologia de la investigacién.? La dialéctica del cono- cimiento cientifico se establece en un dislogo entre teo- ria y experiencia, en la apertura de las hipotesis a los cam. bios experimentales. De este modo, llega a constituir una orientacién metodolégica para la ciencia: una tesis se s0s- tiene a condicién de no ser considerada intangible, de que pueda ceder a la experiencia renovada: «BI proceso cienti- fico real no es un camino de certezas en certezas; es una marcha de evidencias provisorias y sumarias en eviden- cias provisorias y sumarias, de horizonte de realidad en horizonte de realidad» (Dialéctiea, 1, pag. 32), Aunque en ningiin texto de esta corriente se define estrictamente qué es la dialéctica, se adjetivan con ella los procesos del cambio cientifico, Los juicios cientificos que lleguen a ser coherentes con otros, adecuados a la infor: macion experimental y eficaces respecto de los fines que se persiguen, son dialécticos. Esto signifiea que son mévile dindmicos e idéneos para determinadas informaciones y necesidades, En tal perspectiva, no hay sombra alguna de Jas leyes hegelianas a priori que rigen el ser, ni de la con tradiccién como motor del desarrollo del pensamiento, De modo semejante a Bachelard, la dialéctica es para Gon- seth producto de una reflexién sobre el trabajo histérico de la ciencia: «Bl proceso dialéctico es esencialmente pro- greso y depuracién de un conocimiento bajo la presién de una experiencia con la cual eonfronta» (Dialéctica pig. 94). En sintesis, un conocimiento puede ser eonside- rado un punto de partida en tanto no sea propuesto como intangible, se lo trate seguin su relacion con los fines tra- zados y se lo considere como revisable; segtin palabras de Gonseth: «con tal que pueda ceder a la presién de la expe- riencia; de modo que los progresos de ese conocimiento se puedan inscribir en los elementos fundamentales de la instancia provisoriamente en vigor, en las reglas que ins: taura y en la filosofia que las sostiene» (Dialéctica, 1, pag. 32). Toda disciplina que se pliegue a estas exigencias se podri considerar dialéctica La revista Dialectique,editada en Zurich a partir de 1947, fue lr lo expresiin de este grupo, 43 ‘También en Gonseth hay una filosofia dialogad na priori y loa posteriori, de los hechos y la teorizacién, antes comentada; entre lo conereto y lo abstraeto, en el sentido de que las intuiciones son el resultado de una abs traccién ineonseiente, y por otra parte, el conocimiento ja- nds ge detiene sdlo en la abstraecidn, debe apoyarse en la representacidn sensible; entre el sujeto y el objeto, va que ‘no informa al otro («Ni uno ni otro son cosas aecabadas 0 dadas, Ellos estan en devenir. .. Su evolucién esta ligada al desarrollo de todos los conocimientos: {Gonseth, 1937) Este examen —por cierto sintético e incompleto— de las vieisitudes del término «dialéetica» pone seriamente en duda que sea faetible identificar un significado comin a las distintas corrientes que se proclaman dialéeti Probablemente, slo pueda afirmarse que el pensamiento Gialéetico se ocupa del movimiento y el dinamismo provo- cados por tensiones —en muchos casos, oposieiones— que requieren una superacién. Este seria el minimo denomi rador —quiza demasiado general e impreciso— compar: tido por las diferentes concepciones. ‘Tanto el método que eleva al conocimiento hacia las ideas en Platén y el auto- novimiento de los conceptos en Hegel como las tesis de Marx sobre la unidad de los eontrarios y las posiciones del rarxismo posterior son modos de pensar el dinamismo Gel mundo material, de los fenomenos sociales o de la constitucidn de su conocimiento. Otro tanto puede decirse ce las versiones vinculadas a la historia epistemologica de revisiones y reconstrucciones de los conocimientos eienti- fieos. entre Algunas preguntas y algunas precisiones Esta diversidad de significados en la historia del pen- samiento nos permite formular algunos interrogantes en relacion con las obras de Vigotsky y de Piaget. Primeramente, cabe preguntarse dentro de queé tradi ciones filosoticas o epistemoldgieas de pensamiento dia. lietico se puede situar el lengruaje intelectual y el modo de a“ analizar los problemas que enfrenté cada pensador. En in- tima conexién con lo dicho antes, la dialéctica elaborada por estos autores jes una ilustracion de la dialéetiea filo- séfica 0 se trata de una «dialectizacién» adecuada a cada materia de investigacién? En este tiltimo caso, Zqué pro- blema de la investigacién permitié a Piaget y a Vigotsky sumir un modo particular de pensamiento dialéctico? Y, mas precisamente, {sobre qué campo de conocimiento 0 respecto de qué procesos psicolégivos se realizé el estudio dialéetico? Esto es, ¢se trata de una dialéetica como meto- dologia de la investigacién, eomo‘historia de la conforma- cidn de la psicologia eientifica o de Ia génesis de los proce sos psicolégicos? ‘Ademés, la elaboracién del movimiento historico de las, ideas psicolégicas o la formacién de los sistemas y funcio- nes psicolégicas parecen adoptar una cierta estructura- cidn, Ahora bien, {se proponen leyes para organizar el pro- ceso dialéctico 0 esta dinamica es mucho més abierta? Nuestros autores utilizan un tinico modo de dialectizar procesos de los que se ocupan? Mas atin: ghasta qué punto estos pensadores han tematizado el pensamiento dialéetieo? En tercer lugar, la perspectiva que emerge de los textos examinados parece erucial para elaborar un modelo de ex- plicacién eapaz de superar las insuficiencias del modelo lésico en la psicologia del desarrollo, vinculado desde el punto de vista epistemolégico al positivismo ldgico. En efecto, las cuestiones relacionadas con la constitucién de sistemas de conocimiento y funciones psicolégicas que se pueden calificar de «novedosos» no son atrapadas por aquel modelo explicativo. Entonces, zeusiles son las conse- enencias del pensamiento dialéetico de Piaget y Vigotsky para la elaboracién de una perspectiva de explicacién sis témica para la psicologia del desarrollo? Quisiéramos formular una advertencia que es a la vez, una propuesta intelectual: tanto las earacteristieas que adopta la dialéctica en estos autores como sus conse cias para examinar los problemas de la psicologia del de- rrollo han de ser analizadas con ciertas precauciones epistemolégicas. Por esta razén, nos interesa recordar los, presnpuestos filosdfieos del dualismo y el reduccionismo, en los que insistiremos durante esta obra. Por una parte, no cualquier eritica al dualismo signi fica adoptar una posicién dialéctica, Asi, hay que distin- gir con Valsiner (1998a) esa critica a la escision entre in- dividuo y sociedad o entre sujeto y objeto, del rechazo for: mulado por algunos representantes de una perspectiva contextualista (Matusoy, 1998). En este caso, se elimi teda diferenciacién u oposicién entre aquellos dado que se los considera términos de! discurso, es decir, lugares en una argumentacién, En cambio, la posicién dialéctica re. conoce la dualidad de los términos que se oponen, los que se sostienen mutuamente, integrdndose en una totaliza. cisn (digamos, sla unidad de la identidad y la diferencia», en sentido hegeliano). Por otra parte, no cualquier apelacién a la «dialéctica para interpretar los procesos es aceptable sin mais ni ga- rentiza la superacién de la escisién filoséfica. En ocasio- nes, justamente se desconoce que hay diferenciacién u oposicién entre los términos, y se reclama la existencia de -interaccién» entre ellos. De este modo, el lenguaje dialée- tico puede encubrir la indeterminacién de los términos cu: ye Separacién se ha rechazado, ya se trate de la persona ten su contexto o del individuo en la sociedad. Ademés, al no analizar las formas precisas que adoptan | dialécticas respecto de los procesos especificos en conside- racién, es facil convertirlas en atributos de los objetos o en centidades», como muestra Valsiner. Aqui, ef marco epi témico sigue siendo sel split» a pesar de las declaraciones en contrario, Por nuestra parte, rechazamos decididamente cual- qvier pretension —reiterada tantas veces en Ia «psicolo- gia marxista-— de convertir Ia posicidn dialéctica en una invitacién para sustituir los estudios empiricos del desa- rrullo cognoscitivo por la especulacién filoséfica 0 en una teatacién para evitar la elucidacién de las dificultades emergentes de la investigacién del desarrollo. En cambio, coasideramos la dialéctica un instrumento legitimo para pensar los problemas especificos de la reorganizacién de los conocimientos y la constitucién de los procesos psiqui: relaciones 46 cos superiores, En tal sentido, entendemos que no todo problema de investigacién del desarrollo requiere un pro- cedimiento dialéetico, va que se formulan hipétesis que exigen verificacién empirica o se realizan andlisis acerca de la consistencia de los eonceptos. En cuanto a la propia teorizacién de las relaciones dialécticas y a su grado de adecuacién respecto de su objeto, ambas deben revalidar sus titulos. Es decir, deben ser sometidas a evaluacién ya eventual revision, El estudio que sigue se orienta, enton. ces, hacia una interpretacion de la dialéetica que esta in- trinsecamente abierta a la critiea y a la reformulaci6n, Segunda parte. La dialéctica en Piaget Si consideramos la multiplicidad de las investigacio: pes empiricas y la elaboracisn epistemologica de la obra Piagetiana, es posible plantear al menos dos niveles de andlisis de la dialéetica del conocimiento en ella Por un lado, la epistemologia «interna» de las ciencias, ces decir, la critica realizada a los modelos de aproximacién ala resolucién de los problemas cientifieos oa los métodos nds generales de investigacion (Piaget, 1967a). En efecto, la reconstruccién histérica de las categorias y los enfoques metodolégicos empleados en la biologia, las disciplinas sociales y la psicologia del conocimiento fue interpreta a explicitamente por Piaget como un proceso dialéctico Ademés, ineluimos aqui con cierta libertad el proceso dialéetico con el que se configuré Ia mayor parte de la produccisn intelectual de este autor, sobre Ja cual él mis. 0 no tematizs, Por otro lado, en sus estudios de epistemologia genéti- ca 0 «derivadar, realizados entre 1955 y comienzos de la década de 1970, Piaget postul6 una construccin dialée- tisa del sujeto y del objeto en la formacién del conocimien- te individual y en la historia de la ciencia. Posteriormen. te, a partir de sus estudios sobre el mecanismo funcional de la adquisicién de los conocimientos, situé la dialéctica en la equilibracién de los sistemas de conocimiento. Apo- yada en los trabajos de investigacion empirica, la cate- gorfa aleanza entonces su mayor grado de elaboracién Los capitulos incluidos en esta segunda parte tratan, precisamente, estas cuestiones. 1. La reconstruccién histérica de las ideas y dlenfoque metodolégico En este capitulo, como se anticipé, se presenta, en pri- mer lugar, el enfoque de la dialéctica de las ideas cientifi. fas que culmina en la constitucidn del enfoque metodols. fico de las -totalidades relacionales» en las diseiplinas {Que investig6, en segundo lugar, se explora la dialéetica de Ja propia produccion cientifica de Piaget, hasta el método ‘nico de exploracion; finalmente, se hacen algunos co- mentarios sobre ciertas inconsecuencias de su pensa. miento dialéctio. Dialéctica e historia de las ideas Sogiin Piaget, al considerar la historia de las ideas bio- logicas emerge «el caracter dialéctico de la marcha hacia la objetividad en el conocimiento» (Piaget, 1967b, pag. 85). ‘Asi, la idea de sautorregulacién o totalidad relacional» de Jos procesos biolégicos puede ser considerada el resultado de una evolucién de los enfoques de la investigacién. En lugar de constituir un felos previo al propio desarrollo de las ideas, la totalidad definida en la teoria biol6gica pro- viene, segin Piaget, de una construccién inacabada de conceptos. En este sentido, la objetividad del concepto de totalidad es producto de la elaboracién historica y, por tanto, un punto de legada relativo. De modo semejante a Bachelard, el valor epistemologico de la objetividad no re- side para nuestro autor en estar ya dada antes del con: cimiento, Su naturaleza esta en el despliegue trabajoso de interacciones teérico-experimentales que van reestructu- rando y relativizando los conceptos. La dindmica de este proceso es la dialéctica, La primera posicidn identificada en Ia historia de Iq biologia es la totalidad trascendente, defendida por gh aristotelismo y cuya influencia ha sido significativa en log avatares de Ia biologia vitalista. A esta se le opuso histé. ricamente el atomismo, que explica el todo de la vida por dlementos aislables. Por ultimo, se han formulado esbozog de una teoria de las stotalidades relacionales», vinculada & mecanismos de autorregulacion, Esto vale para las con. ‘cepciones referidas tanto al sistema genético como a la evolucién de las especies y al organismo individual. En cualquier caso, Piaget considers en términos dia- cos e] movimiento totalizador de las ideas: estas se re forian en un inicio a rasgos psicomorficos; atendieron, lue g, con exclusividad, a los rasgos fisicos atomisticos y con formaron ulteriormente sintesis superadoras de las dos primeras concepeiones. Por ejemplo, la explicacién del desarrollo del organismo por fuerzas vitales y la explica- ion fisieo-quimica en términos de los elementos constitu- tivos son superadas —en el plano genealégico— por las explicaciones que apelan a la auto-organizacion o a la equilibracién, En esta iiltima, se renueva el planteo de los problemas, ya que, en los procesos de autorregulacién, llega a integrar los procesos fisico-quimicos con las totali- dades. Piaget postul6 un fuerte paralelismo entre la historia de las investigaciones biolégicas y la historia de las pers- poctivas metodolégicas en psicologia del conocimiento, Asi, el finalismo! anterior a la teoria de la evolucién pro. piamente dicha se puede homologar al estructuralismo de la psicologia de la Gestalt? En ambos casos, se postulan "En la biologia preevolucionista, el finals supone una arn pmestablecida y no lograda de medio. E ido gradual entre cl organism ¥ el lugar de series eausales entre estos términos, se alirma si annonia establecida de ante o. Por ejemplo, hay drganos visuales porque el ojo esta hecho para ver. El vitalismo, und al finaismo, pro porciona el prineipio interao que se ajusta de modo hereditario tad situaciones del media, Respecta de la tert Gestalt, kas formas que se imponen a la conciencia son isomorfas a las gestalt nerviosas. Alora bien, tales for. ‘mas esti ya dadas y se organizan segin leyes de un equilibrio que con independenci onganizaciones ya dada de an Ee yolucién a la modificacion al azar de los étomos ei ea intervencin dela selecién natural 2 vineulado al asociacionismo psicoligio originado en el je XVI y al empirismo filosofico.* En estos enfoques se sido XY conta de los cambios produidos en un des por dentro o por el exterior al organismo, pero én cambio, la biologia de la autorre- rroll sin apelar una est sis sin estructura. E 4 tor slacign y a psicologfa genética pueden ser consideradas ailguperacon de las versiones anteriores. Bl fer Consiste en postular el caraeter inseparable de la génesis, ¥laestructura dentifcando tanto es bolo como on ia psicologia de la inteligencia, estructuras orgiinicas o del aapeclinjento que son el producto y Ia condicién de Ia gé- se explica por un mecanismo de equilibracion Metre organism y medio, entre sujetoy objet, De este modo se pone de relieve un camino no lineal hacia la obje- tividad sconstruida» de los conocimientos cientificos en su historia. Se trata de la conquista progresiva de una sinte- sis en las teorias psicoldgicas y biolégieas, un producto de Ia articulacién progresiva de la tesis y 1a antitesis. En las ciencias sociales, se constata un proceso seme- jante respecto del concepto de totalidad social. Por una ‘onstrifien al sujcto come al onganisino, sin permitie ni una autentica setividad, ni ningun desarrollo o génesi. Em el easo del mutacionismo, se trata de explicar la evolucién por tas mtaciones al azar que se producen en el materi genético, pens i jaan Iuego de producida la génesis, en tores del medio externo, Bsto I selecei6n natural. Esta perspectiva ha olvidado las estructuraciones| internas del material genético osu ory cin de toda transmision hereditaria wionismo psiologiene -xiones intelectuales por la imposicion de variaciones en elo dticaciin de las cone ten de los cetimaloe enone suponen la pasividad del nae, que rity rgitear aque orden es dei, no hay un ett psi Tagen que de significa a lo estimulon. ta perspectiv Ps Corespone con el empirsm rosea, pra el eu hay una et ra dirveta de la experiencia, sin reestructuracion por parte del sujeto, perte, la tesis rousseauniana de un individuo cuya natu. raleza humana es anterior a las relaciones sociales con. vierte a las instituciones en un fenémeno derivado de lag propiedades «naturales». Por la otra, el todo social de Durkheim impone a los individuos una serie de propieda- des que no estin en ellos, de modo que la explicacién sociologica se basa en la historia de las totalidades indi- es. Aqui, la conciencia colectiva asume algunos ras- ges de la conciencia individual y se sobrepone a los ine dividuos, En cambio, Ia sociologia conereta afirma que Ia sociedad esta constituida por interacciones —desde la téenica hasta el derecho— que presentan alguna orga- nizacién. Ahora bien, tales interacciones se deben estu- diar en la condueta de los individuos a los que modifican: La relacién social eonstituye una totalidad en si misma que produce nuevos caracteres que transforman al indivi- duo en su estructura mental (Piaget, 1975, vol. IIL, pag. 13). En otras palabras, dicha totalidad no es una suma- toria de individuos ni es una realidad que se les impone, sino un sistema de interacciones que modifican a estos liltimos» (Piaget, 1975, vol. III, pag. 174) En todas las distiplinas examinadas, se puede ver la historia de su constitueiéin como la adopeién de un método relacional que involucra la superacién de las «intuiciones de totalidad» y de las composiciones atomistieas. Dicho mitodo «consiste en la construecién de relaciones, cada una de las cuales ya es totalizante, las que culminaran en estructuras de conjunto» (Piaget, 1967c, pag. 1234), Para Piaget, «el método dialéctico —tesis, antites es una forma del método relacional y bajo su forma gene- ralizada se confunde con él» (Piaget, 1967e, pag. 1235). De esta forma, se busca colocar en interaccién los elementos opuestos, sostener la totalizacién como un proceso, final: mente, asumir el rechazo de cualquier conceptualizacion estatica. En este tiltimo sentido, toda conceptualizacion estructural o toda conceptualizacion genética es decir, latotalizacién y la historia— es negada en términos de su sintesis —el constructivismo relacional o dialéctico— en las ciencias biolégicas, las sociales y la psicologia. Piaget utiliza aqui la terminologia de la tesis, la antitesis y la sintesis ba srtium) que ha sido atribuida a Hegel por los Hitoriadores dc la flosofia. En estos andlisis metodolog ‘nuestro autor mantiene tn espiritu hegeliano en un jo, al caracterizar una cierta oposicién entre les y su superacién ulterior por una teo- sintesis (0 te sentido ampli dos teorias inicial ore integradora que conserva rasgos de aquellas; Freeuentemente, Piaget fue considerado un pensador Haléetico que sostenia tesis estructuralistas, vincula an \Seionalismo kantiano o aun a las ideas de Durk- heim, Io cual lo habria Hlevado a pensar de modo conti- puista y universalista los sistemas intelectuales (véase, 3 ejemplo, Markova, 2003), Por mbargo, en el eontesto del debate en el pensa- miento francés de los anos "70, Piaget adopts claramente tuna posicidn de rechazo ala postura estructuralista se- ggin la cual las ciencias del hombre estudiaban los siste mas «de signos» con independencia de su modo de produe- tién historica (Piaget, 1968). Para él, la condicién de po- sibilidad de esas ciencias residia en establecer leyes de transformacién de las estrueturas y en sostener un lazo constitutivo entre estructuras y funcidn, entre génesis € historia. En contra de Lévi-Strauss, en Le structuralisme sostuvo que en el conocimiento cientifico —muy especial- mente, en los estudios psicogenéticos— «una genesis es el pasaje de una estructura a otra; este pasaje expliea a la Segunda al mismo tiempo que el conocimiento de ambas, estructuras es necesario para la comprensién del pasaje en tanto transformacién» (Piaget, 1968, pag. 108). Al me- nos, en tanto posicion de principio, nuestro autor sostuvo la inseparabilidad metodolégica de ambas aproximacio nes, un modo de enfocar uno de los andlisis que remite al otro para producir el conocimiento de los procesos de transformacion. El método dialéctico en la investigacion anilisis del metodo se puede extender, incluso, ala propia produccon intleetual de Pingel en afi haber utilizado de forma espontinea una dialéctica en su propia obra (Piaget, 197), Segsin creemos, cuando defini is trminos centres de tora, Piaget chaz de didamente el procedimiento de elaboracién tipico de la psicologia de su tiempo, que consistia en tratar de modo rigido las propiedades. ; Masao rina de ss relacones, ls paiclogn soslayaban el diffell problema de earacterizar las conexio- nesentre les fenimenos Piaget, en caine as distin ts instance obra, ee a separ ls fend nos que esti y los concepts queelaboraba, Por el contraro, esti los aspects dl conecimento en sus te lacionesconstituivns, caracterizndolos en su interac sin reiproca, Cuando abordaba un problema tei, trataba de articular la dicotomfa 0 heterogencidad iniia ene as pried preicadas, Emperor int cir un corte w oposicién entre rasgos 0 propiedades del fe amend cnosctvn 3 ante fox esgos de nconsisoncia que esto comportaba, procedia a vineular sistematica elas dos términos, Dl eofuerzo por asia sldaianente en una nidad diferenciada de modo diniimico a una serie de categorias cs evidente, Entre estas catogorias se encuentran la asi milacién y la acomodacién, el sujeto y el abjeto de conoci niento, la abstraccién empiriea y la abstraceién reflexio nante, los aspectos estructurales y los funcionales, el co- tient fp ye ie, os apts entrctras y hs aspects de procdiminto de la reslucén de proble ras. Frente a situaciones problematieas que inclufan los clementos heterogéneos 1 opuestos mencionados, el pro- cedimiento principal consistié en integrarlos paso a paso ajar abstractamente y lin Hog ete modo cosa entra ney cn exclur In consideraion de los opocstes; Engels, por su parte ‘sli come Ant: Dahring de smeafcic durante la reconstruecién del dinamismo de la formacién de los conocimientos. De este modo, la «unidad conerety de las determinaciones» aleanzada en la investigacion pat cogenctica se distingue nitidamente de las polaridades «metafisicas» o absolutas, y de su mezela eclectica, Asi, en una obra temprana como El criterio moral en el iho (Piaget, 1995a), Piaget articula sisteméiticamente el exocentrismo cognoscitivo y las relaciones con la autor- dad adulta, eljuicio auténomo y las relaciones soviales de cooperacién. En el caso de El nacimiento de lainteligencia en el nifio (Piaget, 1969), la argumentacién va esborwndo una relaciGn constitutiva entre las eategorias opuestas de asimilacién y acomodacién para dar cuenta del proceso seroscitivo. En La psicologia de la inteligencia (Piaget, 19704), por su parte, esboza una definieién gonetica de I inteligencia que integra dindmicamente el cardeter ex: tructuralo discontinuo de la actividad y su funcionamien to-continuo a través de las diferentes estructuraeianes ° Nowinski (1967) puso de relieve un rasgo metodologico que va en la misma direecién. Las invariantes funcionsles de la acomodacién y la asimilacién no fueron claboradas por Piaget al margen de Ia genesis conereta de los compor, tamientos copmoscitivos, ya que sus formas u -érganos varian a lo largo del desarrollo, Aquellas invariants no Son abstracciones vacias hacia las que tiende la investiga. cién por medio de generalizaciones. Mas bien, el métedo Benético parece conducir a Piaget a una busqueda de las relaciones de asimilacién y acomodacion mas elements. Hes, y de ahi ala de las nuevas modalidades que alemman En el estudio tedrico y empirico de la formacion de la inteligencia, se cruzan y articulan la generalizacion de los datos de investigacién con la deduccién de sus caracterts, ficas, Una consecuencia interesante de lo dicho es que ni JL dinléetica presente en La psicologta dela inteligencia es evoeada ters aiien Goldmann de este modo: -De dos conas una: por consigeicn {6.0 bien uno se contentard con una definiién funcionel, soma a ‘esto do abarcar la totaidad de las estructuras copnoschives o aan ‘Seokerd come eitrio una estrctura particular; peo ta elecion ree ‘anece convencional y arriesga descuidar la continuidad rea (Cen, ‘Mann, 1947, pig. 16), cién ni el de acomadacion resultan aL neto e ics erpisin ddan, “tno que tam une contrucidn tera que iting dos apts crnestaclausulade que cada uno de os poe existe in depenentemente del or stan ante a unidad di tempo acmodacton,yvceversay somodac ei posible sn alguna variaion de esquema de asian (Nowinal, 1967, pig. 877), Esta referencia muta de lo conoepos pues como la de aomodacin a dea milan ola de estructura ala de funein-—es una dees claves sue iron posible expen a formacion de as tructuras de conocimiento nuevas respecto de otras vroFpn uno de us iltimos trabajos, escrito en eaaboracin con Inhelde, Procdimientos yestructurs labeler y Ping, 1979 se utc el concept de unidad bipolar a esta, drante una investi de as etre de cfén de problemas en los nifios, la uni a Ue bs terminan opucston en este caso os bree y las estructuras de conocimiento. la actividad cognoscitiva de los sujetos? En otras palabras, geudl sera el significado de una dialéetica del conocimiento cuando este se produce en condiciones inéditas para las investigaciones clasicas cen- tradas en la «génesis natural» de los conocimientos? En este capitulo hemos presentado los aspectos dialée- ticos de la reconstruccién de la historia metodologica de las ciencias y de la propia elaboracién de la obra cientifica piagetiana, Ahora se trata de examinar la dialéetica de la teorfa del conocimiento en los términos de la relacién sux jeto y objeto, con anterioridad a las obras donde se formu- 16 una explicacidn de la génesis de los conocimientos. 62 2. La dialéctica del sujeto y el y el objeto de la equilibracién Mo antes La relaci6n sujeto-objeto en la biologia y en la la biol ci logia y En la perspectiva pingetiana de los anos ‘50 y % epistemologia derivado genctiea pretendia lac cone de la posibilidad del conocimiento en un sentido bastante diferente del de la filosofia ckisica. Se trataba de indagar ¢ proceso de reciente valides de los conocimientos a par. tir de la resonstruceion de la psengencsis yd a historia Ahora bien, al estudiar la constitucién de cualquier: ma cognoscitiva, quedaba inmediatamente combromeen da la relacidn entre sujeto y objeto, lo que plantesha este Interrogante central: oul ese ol que juga cada uno de ellos en una ciencia o un conocimiento particular? (Pin 1967; 1967). Dicha pregunta prolonya, para Pore cuestin de la adaptacién de la inteligencia en biologia y en psicologia. Esto es asi porque las rolaciones entre sue toy objeto estan en linea con las que sostienen el organis. mo el medio, En ambos easos, se propone una triads fun, damental, que resulta de I c la historia las perspective anteriores. ances A fines del siglo XVIII, encontramos la tesis de que el medio se impone al organismo, la cual da lugar a la «he- tencia de lo adquirido» en la perspectiva lamarekiana. Ulteriormente, se postulé la hiptesis de una produccién de cambios genéticos en el organismo por completo inde Pendiente del medio, Esta posicién fue tipica del mutacio. Bismo evolutivo, examinado en el capitulo anterior desde {LPunto de vista de la epistemologta interna. Respecto de ' oposicion tajante entre el oryanismo y el medio, Piaget 63. yan a la totalidad relacional yave rompen ae mia. En. -onocimiento, plantea una sintes Igo ae ee povada, sin embargo, en oe eee Scan elime, Piaget, 19676), ow cieecs ‘. moe Piaget planteé a la biologia aes B Ey ca a las insuficiencias y contradic tions r tesis central es la autorregulacién de +5 Ae sos biotogieos » su continuidad en los procesos de aie fee ‘as de conocimiento.! Su enfoque ic i Foe funcional en- oe utr con la tess dea cntnuiad Fanon aplacin ogani 0a la evolucién y las teoria: ilégicas de la inteligencia; funda eee cao no conductista y la perspectiva que i rman -contribuciones de la eo ie massa aaa 1c Waddington (1975) y_ rs carts fe vaca dene sho fend deed la bing, aun difiere, como se vera en detalle tan Ten apes imperial ple issn se Maturaay V 7); Ia biologia constructivista de Le 91s perspective ad 1a centrada en los siste- (00) erspectiva «sistémica» contextualista zen lot mae gh od i$ Se caracterizan por ms lot en ear Tn te wearer imac enc again mi yr canst ing Gime dl esos intra eat l la nurtura, odel ong de la natura rersus texto vane, 1989 64 Clon. Particularmente, la sintosis dialéctiea operada en la biologia de la autorregnalacign queda asociada con su psi. cologia genética, La eoncepeién representacionista del conocimiento 4a continuidad funcional entre Procesos vital to A AOS 8€ extionde a las conceptions del conocimien: io. a este respecto, os central mencine Ja ruptura de la ol ennloBia constructivista piagetinny on la eseisin ‘el Sujeto y el objeto heredada de filosofia moderna, Pedriamos decir que los filosoltes modernos se ocupa- me busca Ia certeza examinande ae representacio. hes, independientemente dle lo que representaban, Porn,» Ia ¥ez, 8 preguntaron emo tales ike Se correspondian soften mndo. Una parte significative actividad filo. sofica residia en la bisqueda de. ingumentos que justifica. capes SoFFespondencia entre estos plane Esta es la con- cio mes due Subyace al dualismo cartesiene de la sustan- cia mental y la sustancia materia) Se puede considerar que este mateo e Fuca el empirismo, se prolonga en vista de la ciencia: en la 4 SY cog Pistemolégico, en n la versién neopositi- tisoviaciin del sujeto y el objeto fl la ciencia, no silo en el ambita i las ciencias natura- £28; sino tambien en las sociales; on la contraposicion en. ire la teoria y la lectura direets a experiencia; en el dualismo de ios enunciades analiticos de la matematiea y 10s enunciados sintéticos a pos vriori de dese Come en la dstincisn tajante de he contextos de descubrimiento yde justifiencha, in nuestros dias, pade- (20s hablar decididamente de una fllosofia de la escisiin Csplit-), que es comin ala formulacién de las tesis episte, mologieas del racionalismo y del en Pirismo, incluido el enfoque neopositivista, Las tesis epistemoligicas erepn Sentacionistas» yo] dualismo ontologico influyeron en modo decisive en la constitucién de la psicologia contemporainea del desarro. las cieneias empi s sefialar los in- lo cognoscitivo.* En particular, ee ke npr enee eed arrollo apelando o bien a fa = snteroe por eompa ies pocece maduretivos),o ben tore erternns la ealimlacin sao las deermina. ones sil), o bien a una sumatoria amis le de explicacionc yr una asociacién de variables sone tal distin jane ene extero nero 1 pardon jor el racionalismo: eee contrario, segtin lo sugerido px eo fais dialéctico de Bachelard (1951), la eer invica dele nist ciencia habria consumado la sn suas de ns duplayepistemologieas ave sina ae de lo abstracto, la teoria de la Gee va o el mujeto . ‘| objeto, interpretandolos por fuera de os cia con esa y otras ssa ta sta wera del consent, Prt dene que elma epi ately re : csntaconistas da Togera las sera emit ‘mln is dl sent: ato Jer propio one internoelconocmienta se fn cnperoncla extema ogni intuon de ‘eres A Pigot conde gue eta cneepene eieadas sre ain do cmpnente del anaemia encontraban: eee hap Seah ytoni los problemas cas contempo- rodent been suladas a la accién y a la exit ie sombras las vivencias vine a acelin y sa ing ae ce aa ‘se ha producide une in cea yent Some ae a con el mundo; inicialmente ne bento de ect enlace ont dig idee’ alias exes a desvinculacién o filoso fadeiacs jin llev6 a una eleccidn excluyent ¢ ke component aed genal dualismo ontologico de mente y cue po, sta Hosta ee ek emoligicos; por ejemplo, en ssomoyelennane d westigacion psicoldgien atempertaa de| desarrollo la heredé — Peo ra del va amo gio a la creencia en la vam 1 firmar el inductivismo y en 36 Ha posicion dialéctica o constructivista consiste, por el sentrario, en su principio mismo, en considerar el conoci- F que some vinculado a una aecién que modingg el objeto # due no lo alcanza sino a través de las transformaciones Introducidas por esta accién» (Piaget, 1 STe, pag. 1244), En otras palabras, el sujeto y e cados en un mismo plano, e mente ! objeto debian ser colo- ™ tanto se construyen integral. £2.81 telacion reciproca, a partir dela neces signi. fcativa sobre el mundo que estructinn el «objeto cognos- ible». El sujeto se prolonga por sua instrumentos en e] objeto y reactiia sobre este enriqueciéndolo con las pro- Piedades provenientes de su accion esquematiz explicacién considera el desarrollo once un s nee de orBaniza como un proceso de tea nes de una totalidad que articula xe titutivamente los crotjen Bes! Bn lugar de estar eseindidos ct tieto y S$) objeto son mutuamente relatives ay diversas escalas de construccidn ontogenéticn o en diversas escalas de ob- fia Ane interpretacién tedrica en la histone delacien- nimatas atin, en algunos textos Piaget tran como siné- page TONE constructivista y a diattetnn (19676, ag. 1244), Los métodos genético © hist6rico-critico ‘Retomando las ideas de Piaget, para comprender Ia maeuraleza de la relacion entre sujeto y objeto de conoci- covertga preciso adoptar los metodos pometioy © histori. 1 aprepiados para reconstruirla consti, tation de dicha relaciin. Sin embargo, sector impor. tante de los filésofos del conocimicnt, considers —y ain carder Tos logros del conocimiento den tiempo —in- Sluido el saber de sentido comin —engecs fuera definiti- Yo. Al identficar el conocimiento indicat con el saber {Hacia ol final de este libro examin Blicacion que seria adecuada ‘ional haremos la cuestin del tipo de ex ara una perspectiva d dialéctica y rel, Sobre el desarrollo cosnossitivs adulto disponible, la historia de formacién del conoci- miento era irrelevante para el anslisis epistemolégico del conocimiento, De este modo, es0s fildsofos enfrentaron a tun sujeto estaitico con un objeto «ya dado», situsindolos en planos heterogéneos. De ahi que buscaran la adecuacién centre conocimiento y mundo por medio de la impronta de uno sobre otro o bien por una armonia preestablecida de- bida a un acto de la divinidad, algo como «los ojos de Dios», seguin Putnam (1975). En «Las corrientes de la epistemologia cientifiea con- tempordneam, Piaget presenta la propia perspectiva dia léctica como una instancia muy peculiar de la historia de las relaciones epistemoldgicas entre sujeto y objeto, como un momento en que se han desdibujado sus fronteras. Ahora bien, desde su punto de vista, Ia oscilacién entre los términos constitutivos de esta relacion ha provocado par- cialidad en ciertas concepciones (Piaget, 1967). Por un lado, la dialéctica de la naturaleza de Engels esta centrada en el objeto, «sin percibir que ello equivalta a proyectar en el objeto los procesos inspirados por las ac- ciones humanas» (1967c, pag. 1245), Bn cambio, la micro- fisica contemporanea muestra que la abjetividad es un. proceso interactivo, «una objetividad construida y no de- ducida more dialectico» (1967¢, pag. 1245), gracias a los intercambios entre el experimentador y la realidad. Esta criticas a la dialéetica de la na- turaleza antes eomentadas. Por otro lado, el constructivismo idealista de Bruns: chvieg (Brunschvicg, 1912) afirma una actividad creadora de la conciencia en la historia de la ciencia: el devenir de la matematica y la fisica es radical porque hay creaciones, continuas del sujeto, El objeto es reelaborado continua- mente, pero permanece inaccesible como tal. A pesar de que el sujeto y el objeto son relativos a los niveles de elabo- racién, el sujeto aparece abstraido de sus bases biolégi- cas 0 de la psicogénesis de la actividad. Solo estas le hu: bieran permitido vineular su accién a lo real, evitando el idealism A este respecto, vale la pena seflalar que, entre las condiciones de senraizamiento del sujeto en el mundo, 68 Piaget no mencion: la epi ciona especialmente en «La & sees eB cientitica contemporinan errentes de Sociales y las ideologias, oranea las pliamente examine ge 88 Xe, sin emby inadas en s| Ngo, fueron am. Bet, 1995). Dien SUS escritos ™ Sociolégicos (Pig. mundo emanada: de |, Famente la formacién del nig ae (Piaget y Garcia, 1981). n Caracteristicas de la i acteristicas de la interaccion Sujeto-objeto on °s anteriores a la década de 1979 Segiin Piaget, derive Piel posi dak caracteriza, mniento constructive, mismo pl tca.en a eps rss en sentido extriain pa entre sujetos y objet eet aso per ea dversencioe ae ae zotas principales eon «Las corrientes de mologia los en un *ealas de interaccion, La movimiento, mencionadas on la epistemologi: 2, 0m las siguicnt eB ientica comtommonge neo a peracionesintemas, organizan, toate a la vez que ve noc seronesa supe ge I -apaiién connate Dig 1260) Are ae Rte a efotars Pinger Mee tialcticg del one 8250 profunda dele dike Hento es la existencia del objeto ect le las ciencias, eat’ a met Sujetol, suministrando ia a ma macion crecientes (Pi get, 19670, pag, a oa cualquier realismo del reflejo— vullcne ay Shee tuilibrios que nacen de las diferentes nec rvacion, de la inadecuacién en tre h ches entre esquemas de Conocimiento cr 6 + Porque las construecio. Pricticas tribuye en diversas escalas (desde las actividades neu- rolégicas hasta el pensamiento abstracto), cada una de las cuales es relativa a un tipo de interaccién con el objeto. Este sujeto «se transforma a medida que modifica los obje- tos o construye nuevos instrumentos ligico-matematicos- Piaget, 1967c, pg. 1260), b) De lo dicho se puede inferir que, aunque el objeto en tanto existente perdure més alla del eonocimiento, «el objeto conocido y el sujeto estan implicados en funcién de acciones eada ver. mas complejas ejercidas sobre lo real y de las coordinaciones que ellas suponen, en un doble mo- vimiento de objetivacidn y de interiorizacin» (Piaget, 1967c, pag. 1262). Aquella objetivacién es la conquista de lo real y la interiorizacién es el proceso de elaboracién de la accién practica en los términos de su representacién conceptual; esto ultimo, debido a la activacién de las abs- tracciones formadoras de los sistemas de operaciones, ©) La objetivacién y la interiorizacién que se cumplen en el proceso del eonacimiento cientifico producen un do- ble movimiento: por un lado, una conquista progresiva e inacabada del objeto (cuando se formulan teorias sobre los fenémenos o se abren nuevos campos de experiencia); por otro, una reorganizacin reflexiva de los principios del eo- nocimiento cientifico (en contra de las simples generaliza- ciones). En este texto, Piaget habla «del cuadruple aspecto de la dialéetica»: las objetivaciones ¢ interiorizaciones, las progresiones y las reorganizaciones, en el desarrollo del saber; esto «confiere al circulo del sujeto y del objeto una muy diferente significacién que en las doctrinas cldsicas» Piaget, 1967e, pig. 1264). El enfoque dialéetico del fundador de la epistemologia genética se aproximé a la posicién de Marx, en buena me dida como resultado de su encuentro con Lucien Gold- mann en 1950, En el volumen III de la Introduceién a la epistemologia genética, cita un texto de El capital men- cionado por el filésofo franeés (Goldmann, 1947) en su ine tento de vincular el pensamiento de Marx y la concepeida epistemologica de Piaget. Apoyandose en dicho texto, Pite get afirma que la modificacién mutua de sujeto y objeto 70 dol conocimiente Wcimiento, por los proces i sumergtimiente, por los procesos de asimilacisn y g ‘odacén se podia considerarefecvamerta on, 2 Seoasres ttt Feferida ala relacion mutuaentiectee fe ca preg.) a naturaleza: «El trabajo-es,en primer ee cl que el nent hombre y la naturaleza,un proces Solus @l hombre media, regula y controle su peace vrecen aa naturaleza ...)Al operar por mediode ee rms sobre Is natralezaextenr tans lt vez su propia naturaleza» (Mame fo ranstirma al uiraleza» (Mars, Bi Biel tomo Pag. 215, en Piaget, 1975, pay. 174) Shae ct tiva 0 praxis con la creulo ded eet naturaleza es un cire que cata 8 0tresponde con la actin epistomelen ura la relacion de eada individ, objeto gue estructura ‘duo con el objeto Cabe consignar: abe consignar que la misma cit a eudicassuperiores, para testimoniarel pele co sobre la conducta involucrado en Inve Seeetimulosatitciaes, de naerasconenonee aes Fes tate de ta tzanstormacion activa el hombre, que cnsttuye la hase histor ana Y presupone un imprescindibl mana ype n le cambio activo tran del hombre>(Vigotsky,1995a, pay. 83) Cons secon terDretacién de la daléctica entre nara tumana efectuada desde un enfaque prone ‘até poner de relie. Mances ued rollo de las funcio. cere. raleza de toda la historia hu- er conexines b ie ¥,a traves del Bet inten ProPio cuerpo» (Vigotsky, 1895 pag So) Gee Galen ett l texto de Mars principaimenteconn 2 dea teora del anacmientay Veter mo una dialéctica de la ay eee ta @ adaptacion activa del hombre al Este texto proviene de la traduce ee ee rds deP Sern ars, era m el texto utilizado por Gold a ‘que corresponde a la traduc Sane im ci francesa de Kauteky, te cl propio Goldmann en omsentaros eleetuados po el propio Goldmann en eee pastante el aleance de la dialctica de lac xiv en Plage a Pri tenis sre Feerboch Marx habi na ruptura con el pensamiento Marx habia realizado una rup arent de 6 fando una perspeetiva monist Maen Gpoctmiear Nosotros sostendremos de modo ona dindmica que eada accion generadons ia conceptos u Berens implica su contrarios Piaget 1982, pag. 52), resin Megiamente a una cierta interpretacta la one sac hegeliana, no puede decirse que neat concept sem idéntico a su contrario ni que le Promueva al mar Bin de la genuina actividad de un sujers ue lo produce. Un concepto no da lugar porsi misma, contrario en la aceién unidad de fario de Hegel, no diremos | Esto timo no eupome desconocer 6s de los estudios dialécticos restine dos Dor Ia Filosofia hegelians isicogénesis; tampoco, como diria Bachelard para el cono- sonore er un pe pin Se puede afirmar que cada concepto u operacién impl = parte de un sistema de relaciones necesarias (en ae logico): la posibilidad de su operacién inversa, que del Una interpretacién de la sintesis En cuanto al concepto de sintesis diatéctiea, hemos mencionado varias veces en el capitulo 1 que la conforma €6n historica de las teorias cientificas en la biologfa y las Gencias sociales involuera un fertium o «sintesisr. Esto quiere decir que una teoria superadora ineluye los aapec: tos enfatizados por las teorias opuestas (por ejemplo, hin dividualismo y el objetivismo sociol6g3 cs), pero los refor nula (por ejemplo, el relacionismo sociol6gico} "Agu auras ear que gon pt dea radia interpretativa de la dialéctica de Hegel, aceptada por Pia- get, Bachelardly muchos pensadores marxistas, presenta suestructura através dela triada de stesis,vanttesis>y wsintesis», Sin embargo, el fildsofo aleman no us6 nunca lenguaje para referirse a su método y ademés tal ca- ‘acterizacin conribaye a simpliicarlo demasiado, si Pas estereotiparlo, desdefiando la riqueza extraordinaria de muchos de sus andlisis (Sisto, 1998) hs Ahora bien, cuando Piaget y otros pensadores han apelado a esta figura triddica, han atrapado un aspecto sustancial del pensamiento hegeliano: la sintesis eonser- va aspectos de los opuestos, pero, principalmente 10 pera, enriqueciéndolos o innovando respecto de el he Sin duda, como ya fue aclarado, esto no significa que la esi sea negada en sentido hegeliano por la antitesis, que la te sis «se convierta en su antitesis. 14 Por otra parte, Piaget daba a dicha figura un sentido imiis laxo —por ejemplo, en los estudios elasicos sobre is aeeauanesis del numero natural a partir de los agrapa, panos de clases y relaciones—que el atribuido a Herel En el caso de la formalizacion de dicha genesis paicologe ca Se mostro que el ntimero «no se deduce de los age. pamientos, sino que se construye por una sintesis en un sentido cuasi-hegeliano» (Piaget, 1967d, pag. 410), Lo de “cuasthegeliano» quizé tenga que ver con que los arn Pamientos de clases y de relaciones no se oponen ni se nie gan en ningtin sentido, sin que eso impida que, al elimi, parse los postulados limitativos de cada uno, se fundanen un sistema «superador» Por ultimo, Piaget defendié un tipo de sintesis en la constitucion de Ia teoria matemiitica, donde una con truccion paroce contradecir a otras elabaraciones ante, sews, aunque termina por englobarlas en un sistema de Conjunto, Tal seria el caso de las geometrias no enclidaa, nas respecto de Ia geometria euclidiana, las que se inele yon en una pangeometria (Piaget, 1967e, pig. 595), Keto rodo de entender la negacion, caracteristca de la fen. jhidel ono: de Bachelard, se diferencia dela newacién ain liaada por Hegel, lo que se precisar algunos pardgrafos mis adelante Las contradicciones en la dialéctica piagetiana Queda por considerar el significado de las contradiecio- nes, Como hemos visto supra, las contradieciones shat, [les no se confunden en Piaget con las contradicch ree logicas y cumplen un papel relevantecen la explicacidn dea desarrollo psicogenético, En las investigacioncs presen. {aes en Investigaciones sobre la contradiccidn, las ean tradleciones no constituyen un hecho necesario del pom: guiplento, en el sentido de sungir de una dinamiea interns te los conceptos, de su autogeneracidn, como en ln eine hegeliana. Segtin los datos de la investigacion psicoge- nétiea, las eontradieciones parecen depender de contin ca icticas os decir, de que los esquems nie ts ehoquen con los observables ode que haya ins i corinasion de i aos By rest de as enaeianad eto de conocimiento 0 entre el sujeto ye objeto de ber aquellas que in- 5 gnoscitivas, a Ga de equilibracién de un sistema cognosci ey desequilibrios (o la provoeadas espeeificamente por lo bool Filta de compensaci6n) entre afimmaciones y ne cones os dese -slo deserpenan una fncioa deson- Gad de superarls, dicho de otro modo, de salir de Cinget, 1878, pg. 10) El hecho dea eta nn nen esncenante del pro cnstrutvo no disminuye en vada su Ja toma de conciencia de ida su papel esencial, porque la toms nein de para el proceso de reequilibracion. Bs decir, sin los con tbe no se ponen en marcha las instrumentos deg ra 2acién constructiva y abstracci6n reflexionante que d agar a las «superaciones»2 sitouno te ee aspect de a itenpagetiana he si Beas bos temas de la discusién eontempordnea ste os meea educativos para promorer el eambio conceptual en fos stumnos Divers xno bre cambio cnepta han clo un lugar significativo a los eonflictos va Sunguessignfead su leance par cl prendiea ertemente cuestionados a partir Ae eras in remente eve rir dirt in éagaciones empirieas (Posner, 1982; Carretero, os que han exten mostra sa inte nar, entre puede menciota ren Tos nifos (Per * Por otra parte, una variedad de = rién de los conocimientos, ce m de la lecto-eser ee 5 sociales, como la autor its aoa de aaa soins sie taltica (pr ejemplo, Castavna y Aisenborg. 6 [pafuse la intervencion de las contradivionesasociadas a tay berturbaciones de los sistemas de represeniarneee Sido reeonocida eon limitaciones por psicdloges muy dis. tantes de Ia perspectiva piagetiana, como Corey (1999) 0 Baillargeon (2000), En el caso de Carey, de diferenciacion progr hemos citado su tesis del proceso esiva de la nocién infantil de ser prepil partir de Ia nocion global e indiferenciada de Propiedades del ser vivo, activo y re: cuatro afios dice: «Rs divertido: las cco Te ne bademos verlas». Interrogada acerea de por que oso le resultaba sdivertidos, contests: -Bien Mi abuelo murid y esto se puede mostrar porque (Carey, 1999, pag. 306), al. Asi, una nitia de estatuas no estiin vie no podlemos verlon Aqui no hay distinciones mis 0 wer reap eis entre las propiedades de estar mucite ny mien ser no existenteoinactivo, que afeetan el pesca, iento sobre las propiedades de la vstatua, Py tas estatuas no son reales, en el sentido dene sentaciones, y tampoco son activa. E de ser que sean existentes y esten pr la contradiccién proviene de | propiedades de estar mi tora, dicha inconsistencia es una motiv sujetos elaboren una teoria que dife, muerto del concepio de no vivo. Pe librio no expliea la formacién del renciado y progr En nuestr ala nina, ‘on repre. intonces, Zeomo pue rentes? Como se ve, la indiferenciacién de las tuerto y ser inanimado. P; ra la aue acion para que los rencie el concepto de 0 semejante desequi- I sistema conceptual dife- sivamente integrado, "4 opini6n, la ausencia de articulacion entre jas Propiedades es la base de las contradiction natura. les de que hablaba Piaget. Ademis, el pase de dicha in. diferenciacion a su diferenciaciin es compara see late ral on fa de a intervencisn de la contradiceion nate ral en dicha transformacidn. lgualmente, ec ‘eptable la conclusion de Carey segiin la cual suficiente para explicar el cambio de | Sin embargo, en la propia version piagetiana lnveca die. Sie fn tipo de desequilibrio cognoscitive que forma reli Proceso mas amplio de equilibracion, elena {Reluye actividades de reequilibraciin, tales come bec ‘racclon reflexionante, lageneralizacién constructive yt, ontradiccién no es las Leorias infantiles, tematizacién. El valor de las contradicciones, Co eR dicho, depende de dicho proceso a conju Barlade cién con una explicacion del desarrollo de los conocimien- explicacion sistémica de la a aie : teeién n a e jue esta no es una infe- rencia constructiva, sino su disparador 0 odie ae Le stbilidad. Bn todo caso, no hay razones para considera r desde el punto de vista epistemoldgico que las inferen El lugar subordinado de la contradiccion Bl pensador marita Lucien Sve (1999) nega quo pensaniontopiagotiano soa auténticamente dinléte, basicamente prac lt cantradiceién no spares como sa g2tvidad no ine una presncia eevanie dentro de los aspectos positivos del eonocimiento, Bn eect, eomo he rms mostrado, el origen de una contradiocion natural ied side en las dificultades de los sujetos para considerar los 118 multiples aspectos de un fenémeno, en concebir los aspee- fos Rewativos necesarios para pensar los problemas logien, jauematicos. En las conclusiones de Investigaciones eed 'econtradiceisn, Piaget dioe que una de las tasones dca, raaatadicciones reside en el descuido de las negaciones Ins que solo al final relativo de un proceso constructive lhe gan a ser solidarias (en su consistencia) de las aceiones aie &« dirigen a un objetivo positivo. Entre otros muches clemplos, recordamos que, para pensar el acercamienta e tn objetivo, es preciso comprender el alejamiento sim Léneo del punto de partida, que un trayecto inveluers otro. Es evidente, entonces, que la contradiccisn piagetiana 2 sesiste on el «trabajo efectivo de la negaciém» presen ree ta tllrmacién, como en la concepcion de raigarabne hegeliana. Mas bien, la carencia (de lo negativo) deve ne arf 8 deseauilibracién del juego de las affrmacione, donde se originan las contradieciones. No hay tal trabajo de lo negativo desde la propia afirmacién, justanen, poniue opera s6lo cuando se construye, no esta ya dado en Ia afirmacién ni strabaja» (su articulacion con lo pouty ere ame antes de ser elaborado activamente por el pructe. Bn palabras de Piaget: «Hay que considerar tare bien Ia negacién como resultantede una construccien an, creerla preformada en toda accién o en todo pensamicne to, To que de hecho seria antidialécticos (Piaget, 1989, aig 195), Dicho de otro modo, para Piaget solo hay sunidad de compare: cuando se articulan una accién directa y la {ombrensién de la accidn contraria o su negacién, pere ex, ta tltima resulta de una laboriosa eonstruccién, A ears connect, tiene razén Lucien Seve cuando dice que un case coe g) mencionado —el del movimiento hacia un objet Fino Pasa de ser una oposicion sin contradiceién. Una “pestcidn que Kant lam6 seontradiecién real», porque no involucra la identidad de los eontrarios, en el seneide fee te de Ia versién hegeliana, ¥, para Seve, esta ultima song una condicion necesaria para que pudiiera hablarse de. Ia GGutradiccion dialéctica tomada en su sentido verdadero, (Sove, 1999, pag. 125), 119 Porsi lo dicho no fuera suficiente, Seve subraya la dife- rencia decisiva entre la tesis hegeliana segtin la cual «lo que mueve al mundo es la contradiccién» y la tesis piage- tiana segtin la cual la contradiecién eognoscitiva es la ex- presién del proceso de equilibracion del conocimiento. Por nuestra parte, hemos mostrado que para Piaget es jus- tamente la ausencia de articulacidn entre los contrarios Ja que da lugar a las eontradicciones, como wausencia de equilibrio entre afirmaciones y negaciones», Ahora bien, {por qué seria inaceptable hablar de con- tradiecién dialéctica en et sentido piagetiano? Segtin S8- ve, la contradiceién se debe interpretar como «unidad de contrarios~ con el consecuente «trabajo de lo negativos (por ejemplo, la eontradiceion entre la identidad y la dife- rencia). Por supuesto, esta interpretacién de la dialéetica supone la expurgacién que hizo Marx del finalismo idea- lista propio de la version hegeliana de la dialéctiea, ejem- plificada en la formacién de la flor a partir del eapullo en la Fenomenologia del espiritu (Hegel, 1966). Para el pensador francés, el enfoque resultante es el vinico modo legitimo de caracterizar la dialéctica, por lo cual es un abuso de lenguaje hablar de dialéetiea en el pensamiento de Piaget. En su opinién se puede considerar que Piaget se equivocé al recurrir a las expresiones «superaciones»,

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