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Introduccién EL TAROT DEL HISTORIADOR P. El objetivo de esta conversaci6n es tratar de identificar algunas de las tendencias que presentard el nuevo siglo que ¥ recurro a usted, historiador profesional y La te. sted Mage oat nie, Or dos razon po? rgue usted misme ha escrito que es «d j ble ¢ incluso necesario prever, dentro de ciertos limite futuro». Y que este ejercicio, la «funcién prognéstica», ha sido.conscientemente descuidado por los historiadores. Pre- ver forma parte del saber: eso también lo ha escrito usted pa- rafraseando a Auguste Comte. La segunda es que disponer de una cierta prevision del futuro no deja de ser util. Su pro- pio suegro, cuando comprendié que Austria no iba a poder evitar la anexion hitleriana, traslad6é sus actividades empre- sariales de Viena a Manchester én 1937, aunque no hubo, por desgracia, muchos mas judios vieneses que supiesen hacer las misimas previsiones. cEstaria usted de acuerdo en intentar delinear las grandes tendencias que presentard el siglo XXI, basdndose en sus co- nocimientos de historiador y partiendo de la conexién con lo 14 ENTREVISTA SOBRE EL SIGLO XXI acontecido en el siglo xx, es decir, del vinculo entre pasado y futuro? R. Todo el mundo prevé, o trata de prever, el futuro. In- terrogarse sobre el mafiana forma parte de la vida, de los negocios; todos lo intentamos hasta donde es posible. Pero el proceso de previsién del futuro debe basarse.necesaria- mente en el conocimiento del pasado. Lo qué vaya a ocu- rrir tendré forzosamente alguna relacién con Jo que ya ha ocurrido. Y este es el G co aspecto en el que el historia- neficio, en el sentido de que su oficio no consiste en in- vertir sus propios conocimientos para obtener ganancias. malizar qué aspectos tipo de problemas se 'presentan. Asi pues, dentro de cier- tos limites, nosotros ee oat un esfuerzo de predic- vertir esa prevision en — 2. Es decir, deber mos ser conscientes de que gran parte dél futuro és, por principio, o para fines practicos, totalmente imprevisible. Ello no obstante, también creo que. las cosas totalmente : imprevisi- problema. real de os historiadores es comprender ‘a al- cance o la importancia que puedan llegar a tener esos acontecimientos concretos que algunas veces pueden Ile- gar a ser importantes desde el punto de vista del andlisis histdrico, pero ‘otras, no. Pongamos un ejemplo: para una compafifa de seguros no es importante saber si esta casa en la que estamos hablan- do arderd como una tea la semana préxima. Todo lo que los aseguradores deben saber, para llevar a cabo provechosa- mente su actividad, es la probabilidad general de que se INTRODUCCION is) produzcan incendios en las casas. Por el contrario, para mi, que soy el propietario de la casa, es obviamente muy im- portante saber si sera presa de las llamas en los préximos dias. Un ejemplo més: si veinte mujeres jévenes y veinte hom- isten a un campamento de verano durante parejamientos son muy altas, aunque lo que verdaderamen- te importa, para unas y otros, es saber quién se emparejard con, quién. Pero para un historiador o un cientifico social eso es de poco interés: lo tinico que cuenta es la probabili- dad de, que los emparejamientos se produzcan. Es decir, que algunas veces los hechos pueden no tener importancia para el tipo de conjetiiras que puede hacer el historiador, pero, en cambio, otras si. Ese es el limite de la prevision. Por lo tanto, a lo largo de « esta conversacién Podemos ¢ a tay en dia, y vei tas probabilidades pueden ilegar a ser sary altas, pero tam- bién pueden ser desbaratadas por acontecimientos que aho- ra son del todo imprevisibles. Piense, por ejemplo, en lo que sucedié al bombardear la embajada china en Belgrado du- rante la guerra de Kosovo, cuya importancia histérica, que la tiene, no se podia prever en modo alguno. P. La ségunda razon por la que me dirijo a usted para pedirle una previsién sobre el siglo xXx1 esta estrechamente vinculada a su obra de historiador. Ha hecho fortuna su de- finicion del siglo xx como un «siglo corto», que nace con retraso en 1914, con la primera guerra mundial, y que mue- 14 ENTREVISTA SOBRE EL SIGLO XXI acontecido en el siglo xx, es decir, del vinculo entre pasado y futuro? R. Todo el mundo prevé, o trata de prever, el futuro. In- terrogarse sobre el mafiana forma parte de la vida, de los negocios; todos lo intentamos hasta donde es posible. Pero el proceso de prevision del futuro debe basarse.necesaria- mente en el conocimiento del pasado. Lo que vaya a ocu- rrr tendra forzosamente alguna relacién con lo que ya ha en el _que el historia- dor tiene algo que decir, Al hhistoriador # no le mueve él be- neficio, en el sentido de que su oficio no consiste en in- vertir sus propios conocimientos para obtener ganancias. Lo que sf puede hacer es tratar de analizar qué aspectos del pasado son importantes, qué tendencias apuntan y qué tipo de problemas se presentan. Asi pues, dentro de cier- tos limites, nosotros debemos hacer un esfuerzo de predic- C1On, Pera si e} peligro que se corre de con vertir esa previsién cn caricatura. Es decir, debemos ser conscientes de gue gran parte del futuro es, por principio, oO para fines practicos, totalmente imprevisible. Ello no olvida Sree cance ° la impor ncia que puedan llegar a tener esos aconteci cconcretos que algunas veces pueden Ile- desde el punto de vista del andlisis Pongamos un ejemplo: para una compafifa de seguros no es importante saber si esta casa en la que estamos hablan- do arderaé como una tea la semana préxima. Todo lo que los aseguradores deben saber, para llevar a cabo provechosa- mente su actividad, es la probabilidad general de que se INTRODUCCION 15 produzcan incendios en las casas. Por el contrario, para mi, que soy el propietario de la casa, es obviamente muy im- portante saber si serd presa de las llamas en los proximos dias. Mujeres jOvenes y veinte hom- amento de verano durante I de que se produzcan em- parejamientos son muy alfas, aunque lo que verdaderamen- te importa, para unas y otros, es saber quién se emparejaré con_quién, Pero para un historiador o un cientifico social eso.es de poco interés: lo tnico que cuenta es la probabili- dad de que los emparejamientos se -produzcan. Es decir, que algunas veces los ‘hechos pueden no tener importancia para el tipo de conjeturas que puede hacer el istoriador, pero, en cambio, otras si. Ese es el limite de la prevision. _Por lo tanto, alo largo de esta conversacién podemos tra- r de an ax las proble : WMG SE TOS p } en wn dia, y ver de establecer, asf, algunas probabilidades. Es- tas probabilidades pueden liegar a ser muy altas, pero tam- bién pueden ser desbaratadas por acontecimientos que aho- ra son del todo imprevisibles. Piense, por ejemplo, en lo que sucedié al bombardear la embajada china en Belgrado du- rante la guerra de Kosovo, cuya importancia histérica, que la tiene, no se podia prever en modo alguno. P. La ségunda razon por la que me dirijo a usted para pedirle una previsién sobre el siglo xx! estdé estrechamente vinculada a su obra de historiador. Ha hecho fortuna su de- finicién del siglo xx como un «siglo corto», que nace con retraso en 1914, con la primera guerra mundial, y que mue- 16— ENTREVISTA SOBRE EL SIGLO XXI re prematuramente en 1991 con el colapso de la Unién So- viética. Si su periodizacién es acertada, resulta que vivimos desde hace diez afios en el nuevo siglo. ;Disponemos ya del mate- rial suficiente para tratar de hacer una instanténea? {Se ad- vierten ya los rasgos distintivos de una nueva era, o estamos todavia en una fase de transicién de desembocadura incierta? R. Esta es una pregunta mucho mas dificil de oe uego, pos a noche del bombardeo rez en 1992 era evidente que iba a convertirse en algo | erave y que afectaba a los intereses de los Estados Unidos de Amé- rica. Washington advirtié oficialmente a Yugoslavia de esos intereses y para que las cosas quedaran bien claras envid tropas a Macedonia. Luego todo qued6é diluido por la crisis bosnia. Pero al final de esa crisis podemos fijar de nuevo la fecha de inicio de la guerra en el comienzo de la limpieza étnica practicada por los serbios, o bien en el estallido de la revuelta armada del ejército de liberacién de Kosovo (UCK). ~ Quiero decir que establecer unas fechas no es algo que es: sdlo se trata de una conven- clara sobre el final del siglo xx INTRODUCCION 17 tica. fon una “grave cris una, depresién, en la economia de nable de sible decir cuando ha terminado un period, si sino mucho tiempo después. Por ejemplo: es posible afirmar que la economia mun- dial, entre 1945 y el inicio de la década de los setenta, estu- vo marcada por oscilaciones relativamente suaves. Mientras que, 4 part allamos de nuevo ante una fase lar, haciendo dificil establecer con precisién una fecha de paso de una edad a otra. Tambié vidente que los efectos del colapso de la Union Sov ma iba a ser muy grave, pero ahora pienso que me que- dé corto. ¥ si hoy tuviera que. escribir la la Historia del si- secuencias que ‘ha traido aparejadas rene hundimiento de la Union Soviética, esa situacién podria tardar en presentar- se todavia mucho més de cuanto preveia en mi libro. Todo esto hace muy dificil decir si hemos salido ya del siglo xx «corto». 18 ENTREVISTA SOBRE EL SIGLO XXI e ya sabemos algo sobre como ae esté ttamente claro q que el fin de los regimenes munistas de la Europa del Este sefiala una auténtica ce- sura j mundo de hoy esta condicionado por ios eects en js asoHtECititientos: Podernos, pues, tra- tar de decir algo ‘sobre esta nueva era. P. gDé dénde le viene esa confianza en la historia, que le lleva a tratar de leer en el pasado lo que nos depara el futu- ro? Quiero decir, gquiénes han sido sus maestros, con quién iudiado., quién le ensendé a amar el oficio de hi ador? R. Leer a Kari Marx ee que, por encima de cualguie 7 mundo. Me convencid su idea de que la historia puede ser vista y analizada como un todo y que tiene... no quiero de- cir leyes, porque eso se pareceria demasiado a una visién positivista al viejo estilo, pero sf una estructura y una regu- laridad, que es el relato de la evolucién de la sociedad hu- fesores no esta- i TAPS, 1 ban. interes en ‘en gia, atevias que también tienen que ver con la evolucién INTRODUCCION 19 de las sociedades, pero aprendi mucho de un profesor de Cambridge, Michael Postan, que procedia de la Europa del Este. Era el tnico que sabfa algo sobre lo que se debatfa en el continente y conocia la bibliograffia continental, el tinico que habia asimilado las lecciones de pensadores como Marx o las de los socidlogos y los historiadores rusos. Natural- mente, dada su condicién de «ruso blanco», era un antico- munista furibundo, pero sabia un montén de cosas. Nuestra generacién aprendié historia, durante jos diez afios siguientes a la guerra, en seminarios regulares que reunfan a historiadores amigos y militantes del Partido Co- munista briténico: el ilamado «grupo de historiadores comu- nistas», Christopher Hill, Maurice Dobb, Edward P. Thomp- son, el mediévalista ‘Rodney Hilton, yo y otros. Durante esa época discutfamos de historia con especialistas de otros paises, muchos de ellos franceses. Yo tuve una considerable simpatfa hacia la escuela de los «Annales» ,» pero con una di- ellos crefan en una z a que no cambi en is estructuras permanentes de Ja historia; yo cz crefan en. f@ P. Usted no ha dejado nunca de reconocer su deuda con Marx, incluso cuando el marxismo parecia asediado por los hechos o se le creia sepultado para siempre. En su opinion, a ciento cincuenta afios de distancia del Manifiesto comunista, los trabajos de Marx son de una actualidad increible, casi profética, en cuanto se refiere a la previsién de la realidad. ¢En qué consiste, en definitiva, la leccién de Marx? R. Por encima de todo en haber comprendido que una fase hist6rica determinada no es permanente, que la socie- 20 ENTREVISTA SOBRE EL SIGLO XXI lutiva ee porque pais, dotado de tantos elementos de progreso econémico y tecnolégico, previno e impidié el cambio, qué fue lo que es- tabiliz6, en vez de desestabilizar, aquella sociedad. Mientras que en Occidente el problema que hay que comprender es exactamente el contrario. He aquf por qué la historia que me interesa es analitica, que se utiliza para, analizar yno solo. para descubrir lo que sucedié. No quiero decir que sirva para comprender exactamente por qué el mundo ha evolucionado como lo ha hecho, pere ese tipe de historia pre ede explicarnos come varios elementos de una sociedad, que se relacionan entre si, actian de tal modo que Hegan a crear una dindmica his- térica, O, por el contrario, fra

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