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Bae ~e elroy [200% 1497-30 * 2MINARIC MUL , FSCIPL IN, SOSE EMI UATYERSTOAD DE PUERTO MOFACULTAD oes NZALEZ DEPARTARVESITS CE DRAM. UNIVERSIDAG De MANIDADES RFCINTO DE Rig PIEBRAS, Riga) EL PEQUERG ORGARDS Bertolt Brecht SELECCION DE TEXTOS 1. £1 teatro consiste en representar figuraciones vivas de acontecimientos humanos ocurridos o inventados, can el fin de divertir. Esto es, cn todo ¢a50 lo que damos por supuesto en este escrito, tanto al hablar del teas tro moderno como de? antiguo. 2, Para abarear mas, podrfamos afiadir también los acontecinfentos entre hionbres y dioses: pero ya que nuestro propésito pide solo unas reglas mininas, podenos prescindir de ello. ¥ aunque admitigsemos este sonia gion, el mrecento de Ta funcién mas general de la institucién lianada “teatro” sequirfa siendo el de divertir, Es esta la funcién més noble que hemos encontrado para el teatro. 3. La tarea del teatro, como 1as de las otras artes, ha conststido siempre en divertir ala gente. Esta tarea le confiere siempre su especial dignidad. to precisa de otro requisite que de divertir: pero. desde luego, éste Te es absolutanente imprescindible. ilo se le situarfa en una posicién superior sf, por ejemplo, se le hiciese un mercado de moral. For el contrario, tendria que procurarse el no rebajarlo con esta aspiracion, 1o que ocurrirfa inmediatamente si la moral no loara- ra divertir precisanente a los sentidos (que es con To que la moral saldrfa ganando). Tampoco dsbiera proponerse el teatro la tarea da ensefiar, 0 la de ensefiar cosas mas Gtiles que el mero hecho de moverse Placenteramente tanto cornoral como cspiritualmente. El teatro debiera ser una cosa completamente superflua, siempre y cuando se dé por enten- ido que se vive para lo superfluo. ‘Las diversiones precisan de menos Justificacién que todo lo demas. 4. Esto es lo que scan Aristételes, pretendfan los anticuos con su trage- dia: nada més alto ai nada més bajo que el divertir a la gente. Cusne do se dice que el teatro tiene su origen en el culto, Io Gnico que se dice es que el teatro Iea6 a serlo mediante una seleccién: no toné de los misterios su mistén Mtirgica, sino el nlacer que procurabsn, pura y simplemente. Y la catarsis aristotélica, la purificacién me. Giante el temor y 1a piedad, o nor el tenor y Ta piedad, es un lavado gue ne.solo se festejaba placenteranente, sino con el especial pro- i ‘ivertir. Exigir mis del teatro, o concederle mas, es un objetivo inferior al que le es oropio, fando se habla de una manera elevada y una manera vulgar de divertir, se considera el arte como algo imenetrable, nues el arte desea noverse hacta arriba y hacia abajo y que se le deje en paz $i con ello divierte a 1a gente. 5. Sin embarco, hay versiones dédiles (simples) y fuertes (complejas) gue ef teatro es capaz de ofrecer, Estas dltimas, con las cuales nos encontrangs en el gran arte dranatico, alcanzan su elevacién algo ast Como Ja alcanza el anor en la cohabitactén; son mucho més complicadas, mas ricas en aspectos, més contradictorias y prefiadas de consecusrerac. entre si, segiin las maneras que los hombres tenfan de convivir. El demos dominado por los tiranos tenfa que ser divertido en los circos helénicos distintamente a la corte feudal de Luis XIV. E1 teatro tenfa que ofrecer otras representaciones de la convivencia humana, y no sclo Fepresentaciones de distinta convivencia, sino tanbién representaciones de otro género, 8. Segiin las clases de diversién, hecha posible y necesaria por 1a forma contenpordnea de convivencia humana, se tenia que construir otras ¢itua- ciones y otras persvectivas, y los personajes, con unas. proporciones diferentes. Las historias han de contarse de'modos bien diferentes si Se trata de divertir a aquellos griegos con la fnexorabilidad de las 10. nu. ig. i 4. 1. Jas Teyes divinas, cuyo desconocimiento no les libra del castigo, oa THRE getanceses con su airoso autodominia, exigido por el cédigo pala- Fino-de los deberes impuestos a Tos grandis de la tierra, o 2 tos ingieses de 1a paca isabelina con su autoconciencia del nuevo indivi~ dualisno desatado. ¥ es necesario no perder de vista que la diversién procurada de Vaneras tan distintas anenas si dependfa del crado de semejanza de la representaci6n con lo represantado. La inexactitud o, incluso, 1a evidente inverosimilitud, molestaban poco o nada, mientras la inecace titud poseyera una clerta consistencia y 1a inverosimilitud fuese sohe- rente. Era suficiente la ilusién de un proceso necesario de 1a histos ria representada, obtenida por toda clase de medios poéticos y teatrales. También nosotros pasanos por alto y con gusto las nuncrosas ivexcetycue ges. Cuando parasitamos en las anfiticas purificaciones de Sofocles 0 on los actos de sacrificio de Racine o en las crimenes pasionales. de Shakespeare, mientras intentamos apropiarnos de los hermosos ¥ grandes Sentimientos de los protagonistas de estas historias. Porque, de la gran variedad de maneras de representacién de acontecimien- tos humanos, realizados en el teatro desde los antiques y que divire Heron a pesar de sus incorrecciones e inverosim{litudes, queda hoy todavia una cantidad asonbrosa que sigue divirtiéndonos. $1 comprobanos ahora nuestra capacidad para divertirnos con represen- faciones de éoacas tan diversas, To que seguranente les fue imposible a los hombres de aquellos tiempos poderosos, éno nos invita esto a Sospechar que todavia no hemos descubferto Tas diversiones especiales ¥ 105 entreteninientos espectficos de nuestra propia época? Cabs haberse debilitado, pues, nuestro goce del teatro en comparacién Con et de los antigquos, a nesar de que nuestra forma de convivencia $iga pareciéndose lo suficientenente a la de aquéllos como para aie. su featro siga interesandonos. ios apropianos de tas obras antiguas por medio de un procediniento relativatente nuevo: la idantificacign (Cinfuntung), para Ta que no se prestan demasiado, Por ello 1a mayor parte de nuestro foce sroviene de otras fuentes que de aquellas que se abrieron noderosamente antes de nosotros. os contentanns con Ine bellezas linaufsticas, con ta elevancia del desarrollo de la fébuia, con las situaciones que nos producen renresentaciones independientec, gn una palabra, con Tos accesorios de las obras antiguas, ‘Pero estos son precisanente Tos iredios poéticos y testralns cue ocultan las incon Qmuencias de la historia, juestros teatros ya no poseen la capacidad mi el justo para contar con claridad aquellas historias, ni siguicrs 1as que no son tan antiguas, como Tas de Shakespeare; es decir’ ds nacer {erosint| Ta concatenacién de los sucesos. Y, seain Aristotelés, y tanbin segin nuestro parecer, la fabula es ef alma deh drama. Cova Yez NOs MoJesta mas el priiaitivismo y 1a despreocupacion de las repre- Sentaciones de 1a convivencia hunana, y esto no sélo en las obras onti~ guas sino también en las actuates qu: han sido creadas ‘conforms fadelos antiguas. Todo nuestro ido de gozar empieza a hacerse inace tual. fo que reduce nuestro placer en el teatro son Jas incongruencias en Ja representacién de los acontecimientos hunanos. Y ta couse de Coto gsté en que estamos situados ante 1as cosas reoresentadas de un mee distinto al de los que nos pracedieron, Si investicamos qué clase de entretenimiento intediato, de diversién Conpresiva y total podria Procurarnos nuestro teatro con representa- Clones de 1a convivencia hunana, nos veremos oblinados a cons idsreonos semegetres mismos como: hijos de una época cientffica. ‘iuestra convi= 7Ercia camo honbres esto es: nuestra vida esté deteminada oor Ja ciencia en una proporcién completanente nuaVa. Hace algunos cientos de afios, algunas personas de diferentes pases, guncue relacionadas, empezaron a hacer experinentos encaminades fescubrir Tos secrétos de 1a naturaleza. Pertenecian a las clase de Jos artesanos de as ya poderosas ciudades: conmicaron Sus deerbei- mientos 2 gentes que supieron explotarias en ta nrdctica y que ds tas 16. 17, 18, 19, 20. Se relacionaban entre sf por razones de competencta, se reunieron grandes cantidades de personas Iegadas de todos 10s puntos y que ommanizadas seain un nuevo sistema, conenzaron una produccion gigantesea, Tuy pronto Ja humanidad desplegé unas fuerzas cuya intensidad ni siquiera en’ suehos Se hubiese podido imaginar. Fue como si s6lo entonces 1a hunanidad ubiese puesto manos a 1a obra, gonciente y unitariamente, para hacer habitable el planeta donde vivia. fuchos de ‘los elementos, como el carbén, el agua y el petréleo se trans- fommaron en tesoros. Se utiliz6 el vapor nara mover vehfculos; ctertas chispas y el entremecimiento de las ancas de rana denunciaron una fuerza natural capaz de producir luz y de llevar el sonido de un continente a otro, etc. El honbre miré a su alrededor con nuevos ojos y vio camo 1as Cosas, desde siempre vistas pero nunca explotadas, podian ser enpleadas gn beneficio de su conodidad. Su contorno fue transformindose decenio, despugs afio a afio, y finalmente casi dfa a dia. Yo, que escriby esto, Jo estoy haciendo con una méquina desconocida cuandd nact. "e desplazo Gon los nuevos vehfcutos a una velocidad que mi abuelo no podia ni ima ginarse; nada se movfa entonces tan répidamente. Y ouedo elevarme por jos aires, cosa que mi padre no podfa hacer. Con mi padre oude ya hablar desde un continente a otro; pero sélo con mi hijo puedo ver las ‘imagenes en movimiento de 1a explosién de Hiroshima. fungue Tas nuevas ciencias ian posibilitads un extraordinari cambio y, ante todo, Te ha dado a nuestro mundo una gran plasticidad, no por ello puede decirse que su espiritu nos lene y determine a todos. La causa Ge que Ja nueva manera de pensar y sentir no haya penetrado todavia profundamente en Tas grandes masas fiumanas, debe buscarse en el echo Ge que las ciencias, a pesar de sus Sxitos'en la explotacién » dominio de Ja naturaleza, se ven entorpecidas nor la clase burguesa (cuyo pode to se debe precisamente a las mismas Ciencias). Esta clase impide que Jas Ciencias operen en determinada zona que se mantiene ast en sombres: Ja de las relaciones de Tos hombres entre sf en cl ejercicio de ia explotacion y douiinio de 1a naturaleza. Esta actividad, de la cual dependen las dends, se cumli sin que los nuevos métodes de pensanien to gue Ja habfan posibilitado aclarasen sus relaciones recfprocas, ara- cias a las cuales existia, La nueva concenci”in de la natursiesa no se aplic6 simultaneamente a 1a sociedad. En realidad, las relaciones recforocas de los hombres se han vueltc mucho mas opacas de 10 que nunca fueron. La gigantesca empresa comin en que estén empefiados parece dividirlos cada vez més: los aumentos ¢¢ la produccién provocan aunantos de miseria, y en la exnlotacién de 1a naturaleza $610 unos nocos salen ganando, y eso deido @ que estos Pocos explotan al total de los hombres. 0 que nodrfa sionificar pro- greso para todos se convierte en ventaja de unos pucos, y una parte Cada vez mayor de Ta produccién se enplea en producir medios de dec truccién en guerras brutales. En estas guarras las madres de todas Tas naciones, mientras estrechan a sus hijos contra el necio, escrutan ates rrorizadas el cielo en busca de las mortfferas invenciones clenti ficas, Los honbres de hoy se encuentran ante sus proptas empresas cotio en los tiempos antiguos ante las incalculables catastrofes naturales La Clase burguesa, que debe a 1a clencta su nrosperidady de la que a su Vez sacé su podzrfa, al hacerse su exclusiva beneficiaria, sabe perfec fanente que si la concepcién cientfficn se aplicara a sus enpresas ello Surondrfa el fin de su poderfo. Por eso, 1a nueva ciencia que se ocupa del modo de ser la sociedad hutana, y que fue fundada hace unos cise alos, surgié de 1a lucha de Tos oprimidos contra los opresores. cece entonces, algo del espfritu cientifico ha Negado a las profundidaces Gon 1a nueva clase de los trabajadores, cuyo ambiente vital es lo pro- duceian: desde su punto de vista, as grandes catastrofes se presentan como obras de los dominadores. La ciencia y el arte coincivlen en que anbas existen para facilitar la vida de los hombres: a orimera en cuanto les mantiene, Ta segunda en Guanto les ontretiene. fn la era que se anuncta, el arte extrsera Te diversién de la nueva productividad, 1a cual puede mejorar enormenente nuestro nantentmiento y ouede, si nada se to inpide, Tegar a ser In mayor de todas las diversiones. 21, 22, 23. 24. 25, he Si queremos entregarnos a esta gran pasiéa de producir, icémo dederén ofrecerse nuestras representactones de 1a convivencia fumana?, icual es Ja actitud productiva frente a la naturaleza y frente a la sociedad, que nosotros, hijos de una era cientffica, debemos adoptar placente- ramente en nuestros teatros? lluestra actitud habra de ser critica. Si se trata de un rfo, 1a acti- tud consistira en requlario: si es un arbol frutal. en hacerle injertos; si se trata de los desplazamientos, construyendo vehiculos para la tierra ¥ el aire, si se trata de 1a sociedad, revoluciondndola. luestras res presentaciones de ta convivencia humana estan destinadas a Tos construc- tores de diques, a los cultivadorns de arboles, a los constructores de vehiculos, a los revolucionarios de 1a sociedad, a quienes traemos a Muestros teatros y a quicnes rogamos que no olviden, cuando estén con nosotros, sus joviales intereses, con el fin de confiar el mundo a sus cerebros y a sus corazones para que lo transformen segin su criterio. El teatro sélo podra adoptar una actitud tan libre si se entrega a jas corrientes mas répidas de 1a sociedad y se alia con aquellos que nis ansiosos estan de que se produzcan grandes cambios. Y si no hay otra Cosa mejor, el mero deseo de que nuestro arte se desenvuelva conforne a los tiempos actuales, hace va que el teatro de 1a época cientifica Megue en seguida a los suburbios, conde, sin dificultades, por decirlo asf, se ponga al servicio de las grandes nasas (que producen mucho y viven diffcilmente). Y estas masas veran reflejados en el teatro sus grandes problenas y podran divertirse asimismo. Es posible que les Gueste pagar nuestro arte y que no entiendan sin més la nueva especie de entretenimiento; y que nos sea preciso aprender a encontrar, en muchos casos, 10 que necesitan y como lo necesitan. Pero de su interés Podemos estar seguros. Estos honbres, que parecen estar tan alejados de las ciencias naturales, sélo 10 estén porque se les mantiene alejados, ¥ para poder apropiarse esas ciencias tienen que desarrollar antes una nueva ciencia de la sociedad y ponerla en oractica. Ve esta manera, son ellos Tos verdaderos hijos de la era cientifica, y su teatro no Se pondra en movimiento si ellos mismos no lo mueven. Un teatro que hace de la productividad la fuente principal de diversién, tendra que tomar a 1a misma productividad como tema, y esto, con celo especial actualmente, cuando el lionbre se ve impedilo por todas partes y otros hombres de producirse a sf mismo, es decir, de conquistar su sustento, de divertirse y de que le diviertan. £1 teatro tiene que comprometerse Gon,ta realidad a fin do extrazr representaciones realnente eficaces ella. fora bien, esto invita al teatro a apoyarse del mejor modo posible en los estudios tedricos y otras clases de investigaciones. Porque, si bien no se le puede entorpecer con toda clase de materias cionti- ficas, con las cuales no conseguiria divertir, Te queda en canbio la via libre para divertirse con el estudio y la investigacién. Produce entonces representaciones practicas de 1a sociedad, capaces de influirlas Yzcono en un juego, muestra a los que construyen 1a sociedad las expe- riencias vividas por las sociedades (tanto las antiguas como las actua- les), de tal manera que puedan "disfrutar® con las sensaciones, cono- cimentos e impulsos que los més apasionados, los mas sabios y los mas activos de entre nosotros, han experitientado a hase de los aconteci- uilentos de cada dis y de cada siglo. Ellos se divertirén con 1a sabidue rfa nacida de la sabidurfa nacida de 1a solucién de los prodlemas, con Ja ira en que puede transfornarse Gtilmente Ta compasién hacia los opri- midos, con el respeta hacia 1o que hay de respetable en el hombre, es decir, con To que es digno de ser anado en el honbre; en una palabra, con tode aquello que divierte a los que producen. Y esto permitira también al teatro que los espectacores disfruten con la moralidad especffica de su época, surgida de la productividad. La critica, 5 decir, el gran método de 1a produccién, al hacerse slacer no obliga al teatro a acer nada en el terreno ue fa moral, pero le permite muchas cosas, La sociedad puede incluso extraer placer do 10 asocial, siempre que se presente con vitalidad y grandeza, norque 10 asocial, de esta manera, muestra con frecuencia una inteligencia y unas capacidades de autentico valor, aunque enpleados en forma destruce tiv. | ba sociedad también puede disfrutar librenente en toda su gran- deza de los desiordamtentos catastroficos, siempre y cuando sea capaz de dominarlos: s6lo entonces son suyos. 26. as 28. 30. a. Para semejante tarea, naturalmente, no podenos valernos del teatro tal como nos 10 hemos encontrado hecho. Yayamos a uno de esos locales y observemos el efecto producido sobre los espectadores. ‘los veremos rodeados de seres inmdviles en un oxtrafio estado: parecen contraer con gran esfuerzo todos sus miisculos, 0 Tos tienen relajados como en un gran debilitamiento. épenas si existe comunicacién entre ellos; parece una reunién de cent que duemme, pero con suefios inquietos, por= que, como dice el refran popular, las cesadillas vienen cuando se duerme cara arriba. Tienen, claro esta, los ojos abiertos, pero mas que mirar estan como hinnotizados. y mas que escuchar, son todo ofdos. iran como "hechizados" el escenario (expresién de 1a Edad liedia, énoca de brujas). “tirar y ofr son actividades, a veces, divertidas. pero esta gente no parece estar alli para hacer algo, sino nara que se hara algo con ella. Su estado de rapto en el que se abandonan a sensaciones imprecisas pero poderosas, es tanto mayor cuanto mejor trabajan 10s actores; por Io que nosotros, a quienes este estado no nos qusta, desea- rfamos que los actores fuesen nésimos. Por lo que se refiere al mundo mismo, det cual se han tomado diferentes aspectos para producir estas emociones y estados de dnimo, se representa alli con tan escasos y mezquinos elementos (como el cartén, un poco de mimica y otro poco de texto), que hay oue admirar a 1a gente de teatro Por su capacidad de conmover tan profundanente los sentimientos de sus ya predispuestos espectadores con una calcomanfa tan miserable, y con mayor intensidad que 1o que e1 mismo rundo consigue. Pero debigranos excusar a la gente de teatro porqua, de todas modos, ni podrfan plasmar con mis exactas renroducciones del mundo las diver- Siones que vendsn a canbio de dinero y de gloria, ni lograrian ofrecer de manera menos magica esas inexactas reproducciones. fs bien conocida Su capacidad para representar los personajes de cualquier ohra teatral: los personajes que encarnan a la canalla y las ficuras secundarias dejan bien patente el conocimiento que 1a gente de teatro tiene de la natura- leza humana, y se distinquen unos de otros; pero se mantiene en cambio a los personajes centrales en el plano genérico, con el fin de que el espectador se pueda identificar fécituente con elles y, sobre todo, se hace que sus rasgos estén tonados de aquel ambito estricto en el cual Cualquiera puede decir: Es verdad, as cosas son asf. Porque el espec- tador desea entrar en posesién de deteminadas sensaciones, como 10 quiere el nifio cuando se sienta en el caballo de madera de un tfovivo: Ja sensacién de orulio de noder montar un caballo y da que éste sea suyo; e] placer de dar vueltas delante de otros nifos; eT suefio aven- turero de verseguir, etc. Para todas estas vivencias el hecho de que el vehfculo de madera se parezca a un caballo no tiene mucha importan= cia, ni_la tiene el hecho ce que 1a cabaloada esté limitada a un pe- Quefio cfrculo. Lo que interesa a los espectadores de estos teatros es poder realizar el engafioso cambio de un mundo contradictorio por otro de ensueiios, Asi es el teatro que nos hemos encontrado echo y con el cual quere- mos realizar nuestra tarea. Y ha side perfectamente apto para convertir a nuestros confiados amigos (a Tos cuales hemos Manado hijos de 1a era cientifica), en una masa atemorizada, crédula y "hechizada.” Es cierto que desde hace aproximadamente medio siglo los espectadores han tenido ocasién de ver representaciones bastante fieles de la convi- yencia humana, asi como personajes que se rebelaban contra ciertos ma- les sociales o incluso contra la total estructura de la sociedad. ¥ muy grande debia ser su interés para soportar décilmente 1a increfble reduccién en Ta lenoua, en la fébrica y en los horizontes espirituales que allf se les daban, ya que la brisa de espiritu cientifico casi marchitaba los acostumbrados encantos. Pero el sacrificio apenas si valfa la pena. La mayor fidelidad de 1a representacién perjudicaba a la diversién, sin poner otra en su lugar. El camno de las relaciones humanas se hizo mis visible, pero no mas transparente. Las sensaciones, Consaguidas segiin las formas (magicas) antiguas, seguian siendo anti- cuadas. Entonces, como después, Tos sistemas de diversién teatral pertenecfan @ una clase interesada en mantener 21 espfritu cient{fico dedicado exclusivanente al ambito de la naturaleza, sin atreverse a aplicarlo al ambito de las relaciones humans. La exigua parte proletaria del 32. a9, 35. 36. 69. 7, <= pablico, fortalecida de un modo inseguro e insufictente por Tos traha~ Jadores intelectuales apdstatas, necesitaban todavia 1a antigua forma de diversién que le hacfa més llevadera su esclavizada manera de vivir. Y sin enbargo, imanos a 1a obra! io hay que desanimarse! os hemos metido en la lucha ivamos, pues, a luchar! dito hemos visto cémo la jncredulidad mueve montafias? ilo es suficiente con que liayamos descu- bierto que se nos oculta algo? Delants de éstas y aquellas cosas cuelga un telén...ipues, Tevantémosto! El teatro que ya encontramos hecho muestra 1a estructura de 1a sociedad (representada en Ja escena) como no influenciable por la sociedad (1a que se sicnta en Tas butacas del teatro). Edipo, que pecd contra al~ gunos principios en que se sustentaba 1a sociedad de su tiempo, es castigado por los dioses, a quienes no se puede criticar. Los grandes personajes de Shakesteare, que Tevan la estrella de su destino en el Pecho, cumplen su irremediable y mortal trayectoria, y se matan; la vida, y no la muerte, resulta escena de su derrota, ya que la catés- trofe no es criticable. iPor todas partes victimas humanas! iPSrbaros entretenimientos! Sabemos cue los Lirbaros voseen un arte. iHaqamos nosotros otro distinto! tHasta cudndo tendran nuestras alias que abandonar, al anaro de 1a oscuridad de la sala, sus "pesados" cuerpos para penetrar en el ensuefo del escenario con el fin de participar en sus arrehatos, que "de otro modo" nos son negados? LPor qué va a ser esto una liberacién si al final de todos estos dramas Final feliz para ol espfritu de los tiempos: Ja providencia adnitida, e1 ordenamiento de 1a tranquilidad vivinos a ejecucién ilusoria que castiga los raptos como si fuesen desérdenes? En el Edipo nuestra actitud es atin rastrera porque existen los tabies ¥ porque 1a ignorancia no protege contra el castigo, En el otelo, Porque los celos dan muciio que hacer » todo depende de la posesign. En el Wallenstein, porque tenemos que’ ser libres para 1a lucha compe- titiva, y sor leales; de lo contrario, 1a lucha termina, También obras como Espectros y tos tejedores fomentan estas costumbres deionfacas, Porque en ellas la sociedad se presenta al menos como "ambiente" pro- blemitico. Pero ya que las sensaciones, las ideas y 10s impulsos de Jos protagonistas nos son impuestos, no podemos obtener otra cosa, por To que a la sociedad se refiere, que Io que procura el “ambiente”. Necesitamos un teatro que no sélo procure sensaciones, ideas e impul sos, facilitado por el correspondiente campo histérico de las relacio- nes humanas que ticnen lugar en la accién, sino que aplique v produzca aquellos pensamientos y sentimientos que jueaan un aran napel en la transformecién del misino canpo histérico. Este campo ce las relaciones humanas debe ser caracterizado en su relatividad histérica. Esto significa que hay cue ronner con el ndbito de ocultar las diferencias de las distintas estructuras sociales de Jas Goocas pasadas, con el fin de que se parezcan a nuestra estructura, con lo que ésta resulta ser algo que ha existido sienpre, es decir, es eterna. iosotros, en cambio, queremos tener presente esas diferencia- clones, asi com su cardcter transitoris, con el fin le que tanbien nuestra época pueda ser comprendida como transitoria. (En este punto, naturalmente de nada sirven el colorismo y el folklore que nuestros teatros emplean, precisamente, para mostrar més acentuddamente las semejanzas en el comportamiento hunano de las distintas épocas. :l4s adelante hablaremos de los medios teatrales. Todo nuevo avance, toda emancipacién de 1a naturaleza en el proceso g2 1a produccién, conducen a una transformacién de 1a sociedad, Todos los experimentos que 1a humanidad realiza en una nueva direccién, con el fin de mejorar su suerte, nos procuran (lo refiejan las literaturas como Exitos 0 como fracasos) una auténtica sensacién de triunfo y de confianza, y nos proporcionan el placer de admirar las posibilidades de cambio de todas las cosas. Esto es lo que piensa Galileo cuando ‘Ami opinion, 1a Tierra es algo muy noble y muy digno de ad= miracién, ya que se suceden en elias tantas y tan diversas transforma ciones y generaciones.” La princival tarea del teatro consiste en la interpretacién de 1a fa- bula y en montarla mediante los efectos de distanciamiento que le corresponden. Claro esté que el actor no es auien debe hacerlo todo, A. Px 73. Pe aunque nada se nara sin relacionarlo con é1. La interpretacién, mon= taje y presentacién de 1a "faoula" correra a cargo del teatro en su totalidad: actores, escendsrafos, silisicos, coredarafos, especialistas gn méscaras y vestuario. Todos ellos reuniran sus diferentes artes en i comin tarea, aunque ninguno tenga que perder nor ello su independen= cia. Las intervenciones musicales que se diricen al piislico acentiian Tas canciones, y son el gesto general que acomnafia siemnre a 10 que se Quiere mostrar de un modo especial. Por eso, no debieran pasar los actores a ollas “sin transiciéa", sina, vor el contrario, «iferencian- dolas claranente. Esto se consigue afin vejor con Ta ayuda de los medios teatrales, coo el cambio de luces 0 con titulares. La misica, Por su parte, se resistiré a tode coordinacién con el texto, esa coor dinacién que siempre se da por suptesta y que hace de la misica una sirvienta sin iniciativas. Su tarea 10 ha de ser la de “aconpafar’, ni siquiera 1a de conentar. ‘lo se contentar con "exoresarse", paten- tizando simvlemente 21 ambiente emocional qu2 la sobrecose a 1a vista ée los hechos. Tendr§ que hacerse de otro modo: Eisler, por ejeriplo, ina atendido a ta concatenacién irisma de los hechos al comoner, para Ja mascarada de los grenios en ia zscena del camaval de Galileo, una fisica triunfal y anenazadora que explica el giro susersivo dado nor el bajo pueblo a las teorfas astrondmicas del sabio. Je manera sene- Jante, en El cfrculo de tiza caucasiano 1a fria e inpasible melodia del cantor, que describe 1a salvacién del nifio por 1a sirvienta, re- presantada mediante una oantorftia en el escenario, pone al descibierto Jos horrores de un tion en que la matervidad puede Mecar a ser una debilidad suicida. "si que la miisica nuede, de muchas maneras, y con- pletanente, establecerse por su cuenta, y a su modo tonar posicién frente a los tenas. Sin enbarco, tarbi4n nuede servir nara dar varie- dad a Ta diversion, Be la misma wanera que cl misico recohra su libertad al no tener que crear anbientes enocionales que faciliten al pihlico el entregarse pasiva- frente a Tos jiechos mostrados en el escenario, taubién el escendqrafo Ja recebra cuando, en la construccién de escenas, ya no tiene que Crear ilusiones do espacio o ve lugar. Son suficientes las insinua- ciones, aunque éstas deben expresar lo que es interesante historic? y socialnente, con mayor claridad que To que consigue 1a actual ati- bientacién. En el teatro hedreo de 'loseii se distanciaba el Key Lear wediante una construccién aue recorlaba un taberndculo medieval; ‘ieher Duso a Calileo sobre un fondo de proyecciones de mapas, docunentos y bras de arte del xenactifento; en el teatro de Piscator, Heartficld utiliz6 para ilaitang despierta un trasfondo de banderas giratorias con inscripciones, que indicavan el canbio de la situacién nolitica, des- conocida a veces por 10s iismos personajes en escena. También 1a coreografia recupera sus tareas de estilo realista. Es un error de los tiempos actuales ¢1 creer que este arte nada tiene cus ver con las resresentaciones de “los hombres tal como son en realidad". Cuando e1 arte refleja la vida lo liace con reflejos especiales. £1 arte no se liace irrealista nor alterar las proporciones, sino cuando Jas cambia de tal manera que el piblico, al utilizar las renresentaciones practicamente coro inspiraciones e impulsos, fracas? en la realidad. Es desde luego necesario que la estilizactén no anule lo natural sino que Jo acreciente. En todo caso, un tentro que Io basa todo en el sesto no puede prescindir de la coreocrafia. La misma elegancia de un movimiento o el encanto de una figura de danza sirven ya para distanciar, y los hallazgos de 12 nantorina contribuyen a realzar 1a fabula. Si se invita aqui a estas artes hormanas del arte teatral no es para conseguir una obra total en cuando cada una de ellas se entreca y se diluye en el conjunto, sino en cuanto, unidas al arte teatral, activan Ja tarea conjunta, cada una en su modo esnecifico, y su relacién mutua consiste en distanciarse reciprocanente. Y deve recordarse una vez més quo la tarea del teatro consiste en divertir a los horbres de la era cientifica, y esto esnecialmente por Tos sentidos v con alegrfa. Esto es alco que nosotros los alemanes, nunca nos revetiremos bastante, porque esta en nuestra manera de ser que todo se nos deslice con facilidad hacia Io incorsdreo y Io difuso, B= Jo que nos Neva a hablar de una concepctén de1 mundo cuando el miso mundo se nos ha evaporado. £1 misao materialisno no es para nosotros Mucho mas que una idea. Entre nosotros, e? placer sexual se transforma inmediatanente en deberes matrinoniales: el placer artisties se pone al servicio de la cultura, y por aprender no entenderios un alegre conocer, Sino una penosa oblisacion. ‘iuestra actividad nada tiene que ver con gl aleore reconocimiento de1 mindo y, oara justificamos, no hablancs dol placer que hemos tenido en algo, sino del sudor que nos ha costado. 29 de octubre de 1975 Fr 2MINARIC MUL AWISCIPLIN, 5 10 GONZALEZ ein MS De HUMANIDADES Ge SIDAD DE PUERTC Ail UNIT BE RIO PIEDRAS

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