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\ \ ANTOLOGIA DE CREACIONES INFANTILES | 4 f \ . \ escucta runal APNG SiBowy eoevermn | \ UGA NT Perea ] — PROV. DE BUENOS AIRES - REPUBLICA ARGENTINA s k Pe | "EDICIONES zl : BUENOS AIRES/ARGENTINA GOGICAS Noticia En la Escuela Rural N° 1 de Esteban Eche- verria, Provincia de Buenos Aires, el maestro Luis F. Iglesias que, sin sospecharlo, iba a vivir alli intensamente veinte afios de bisquedas y expe- riencias pedagégicas, inicié muy pronto los en- sayos de libre expresién de sus alumnos, a través del dibujo y del lenguaje escrito. ‘Tempranamente también, en 1942, seleccionan- do imagenes y narraciones en centenares de cua- demillos de pensamientos propios que le traian e508 nifios, compaginé la primera versién de “Vien- to de Estrellas” y, con tipica artesania escolar, se edité un cuaderno de rudimentaria factura, hec- tografiado, cosido y encuadernado por los mismos autores y dado a Ia circulacién en reducido tiraje. Pero la extraordinaria repercusién de la Anto- logia, reclamé una segunda edicién, en mejores condiciones graficas. La nueva versién de “Viento de Estrellas / Antologia de creaciones Infantiles’ —que segufa la trayectoria de su borrador mul- ticopiado— se publicé en 1950." Y con su apari cién, se repitié la acogida de los lectores comunes, los artistas, escritores y psicélogos; se sucedieron los comentarios periodisticos y, por supuesto, se ampliaron las posibilidades de nuevas experiencias dentro y fuera de la Escuela Rural N? 11. Entre los maestros, la lectura y el comentario del libro, originé una inquietud interrogante que en las formas més diversas y en diferentes lugares reclamaba una misma explicacién: cémo se hace. Por si mismo, “Viento de Estrellas” interesaba, conmovia, inquictaba, motivaba, convencia; pero muy pocos comprendian que era posible hacer, re- petir y superar aquello en cualquier clase de es- cuela comin. En las 464 paginas de “Didéctica de la libre expresién” publicada por EDICIONES PEDAGO- GICAS en 1979, Iglesias ha desarrollado deteni- daménte sus respuestas, utilizando el texto com- pleto de “Viento de Estrellas”, que se reproduce en el Capitulo If de dicha obra. Y esta nueva edicién de la Antologia, que re- produce fielmente en todos sus detalles las versio- nes anteriores desde su prélogo de 1950 hasta su vifieta final, sale ahora a la conquista de un amplio mundo de lectores, comprendidas todas las edades, aunque signadas por una misma sensibilidad. LUIS F. IGLESIAS ~ VIENTO DE -ESTBELLAS ANTOLOGIA DE CREACIONES INFANTILES Ediciin al euidado de J. JESIOT Colaboraron Néstor Mentaberry [dibujante], Lia R. Kessler [correctora], Enrique Fieiras (diagramador de tapa] Libro de edicién Argentina, autorizada por el autor y debidamente prote- sgida en todos los pafses. Hecho el depésito que previene Ia ley 11.723. © Eprcionrs Penacécteas, Buenos Aires, Argentina, ‘Todos los derechos de edicién reservados, La reproduccién total o parcial de este libro en forma idéntica o modificada, escrita a méquina, por el sistema multigrapis, mimeograph, impreso, etcétera, no autorizada por los editores, viola derechos reservados. Cualquier utilizacién debe ser previamente solicitada, Ea ediciGn del libro “VIENTO DE ESTRELLAS” se terminé de impri- ‘en el mes de marzo de 1980, en los Talleres Graficos Tirenc st. Aristébulo del Valle 1338 (C. P. 1295), Buenos Aires, Rep. Argentina LUIS F. IGLESIAS = wy ANTOLOGIA DE CREACIONES INFANTILES Recogidas en la ESCUELA RURAL N 11 DE ESTEBAN ECHEVERRIA TRISTAN SUAREZ F.C.N.G.R. | La guarda de la portada fue compuesta con dibujos de los nifios que integran esta antologia. ibujé el titulo Ricardo Troncoso (9 afios). El boceto que aparece al pie de la pagina Vill pertenece a Osvaldo Ortiz (9 afos). La viieta de la pagina XC es de Francisco Calvo (10 afios).. El titulo Viento de Estrellas corresponde al libro Pulso de Ia tierra del poeta Guillermo Etchebehere Impreso en la Argentina~Queda hecho el depésito que previene la ley. 1950—Ario del Libertador General San Martin, PROLOGO La Escuela Rural N? 11 de Esteban Echeverria se halla ubicada en pleno campo, dos leguas al Este del pueblo bonéerense Tristan Suarez. Un solo maestro esta a cargo de todos los grados, los que han ido incor- porandose lentamente al correr de los afios y van a cerrar ya el ciclo primario con el sexto y ultimo. De veinte a treinta y tantos nifios, que vienen de los cuatro vientos, colman la capacidad de la casita blanca; casi todos Iegan con sus escolaridades inéditas y se van demasiado pron- to, sin conocer otra escuela ni otro maestro, arrastrados por la corren- tada todopoderosa que les va a exigir con premura el rendimiento uti- litario de sus fuerzas nuevas. En esta antologia de dibujos y narraciones libres recogemos la expresién creadora de esos nifios que nos Hegan con una incalculable Tiqueza de formas, ritmos e imagenes, y a quienes nosotros hemos alentado fervorosamente desde sus primeros balbuceos y recibido en un clima natural y sereno, cortando de cuajo al mismo tiempo toda posi- bilidad mistificadora. En sus cuadernillos diarios nos traen desde hace diez afios todo el mundo de la infancia campesina recorrido con ojos puros de asombro y alegria; todo el campo, su verde geografia, el inmenso cielo de Hanura, las estrellas, los pajaros; toda la casa, con el perro, los gallos, la risa y los hermanos, el abuelo, los Arboles, la noche y el miedo, la lampara y el suefio; toda la aventura inesperada de los descubrimientos, de lo que se ve y se huele por primera vez con infinito jubile. No fue con este miraje fresco y candoroso de la primera infancia, bien resguarda- do, con el que Guillermo E. Hudson tendié la urdidura deliciosa de sus recuerdos? Entre los primitivos, los pueblos cazadores dejaron testimonios de un arte realista mas evolucionado', Y toda la infancia es edad de 1G, Rouma, El lenguaje grdfico del nifio, Buenos Aires, El Ateneo, 1947, pag, 418. acecho y caceria en la que el nifio corretea con los sentidos en perma- nente alerta, Avidos de imagenes y movimiento. Para encanijarle y alicortarle —usando palabras de Unamuno?— para hacerlo décil a una sociedad que ya no tiene ni el fervor ni la intre- pidez de su hora ascensional, la gente adulta se adelanta a organizarle el escenario y la trama con un criterio descolorido y ramplén de hom- bres que ya no saben ver ni ofr como vieron y oyeron “alld lejos y hace tiempo”. Pero el nifio no se deja atrapar facilmente; el programa y el maestro pueden sefialarle tema, texto, pagina y parrafo: él prefiere ir saltando de aqui para all4 como un grillo, movido por su vehemente curiosidad de asomarse cuanto antes a lo desconocido, Entonces nos lo dice impaciente: jHay tantas cosas para ver! Eso ya lo vi Y en su defensa acude Bernard Shaw con uno de sus famosos pré- logos, diciendo para atemperar el presumible desconcierto académico: “La simple contemplacién de las cosas y el maravillarse ante ellas es vna parte importante de la educacién del nifio...”3 En esa hora en la que tiene los sentidos tensos, arde en imagenes que le pertenecen como su propia sangre, y lo importante es avivar, reco- ger y gustar las suyas, no atosigarlo trasvasandole las nuestras, ¢Qué pedagogia sin rubor prefiere ignorar o rechazar tanta frescura recién descubierta, para imponer al nifio atribulado de vaciedad retérica los eternos temas-cepos, la hojarasca literaria, la fabula samaniega, cuando él mismo ya se da un temario de insospechados filones, crea su literatu- ra de historias que se inventa y cuenta con inefable gracia, y vive sus fabulas con milagrosa naturalidad? Es a esa sorda pedagogia a la que Jaime Vingtras responde en clase de composicién con su protesta, su desaliento y su fraudulenta salida, siguiendo un proceso que los maestros primarios y secundarios de nuestros dias saben repetido en sus cursos hasta el cansancio: “jSiempre generales, reyes y reinas! jPero a los catorce afios no sé qué digan Anibal, Caracalla ni Torcuato! "No, no sé qué atribuirles. No hago mas que buscar adverbios y adjetivos en el Gradus y copiar Jo que encuentro en el Alejandro” 4. Presionarlo desde sus primeros dias escolares para arrancarle frases y composiciones a tirabuzén, amontonando sobre él giros o figuras 2 Unamuno, Vida de don Quijote y Sancho. Espasa Calpe, 1943, pag. 149. 3.G.B. Shaw. “Padres € hijos”; en Matrimonio desigual, Buenos Aires-Méxlco, Espasa Calpe, 1947, pag. 88. 4 Julio Vallés. El nifio. Madrid, Raggio, 1917, pag. 230. wv mas © menos cotizables, es proceder a la inversa, de afuera hacia aden- tro totalmente y no de adentro hacia afuera, como reclama mucho mas de la mitad del hecho pedagégico para ser verdadero. Comuin- mente se trata asi de hacer surgir ideas y sentimientos con el solo uso o-la invocacién de las palabras que los representan. La escuela que ensefia a componer frases brillantes, ambiciosas, de prestado, esté con- vencida de-que el nifio siente y piensa todo cuanto se le sugiere o dicta. Pero esto es falso, dramaticamente falso. Y en su clima viciado se for- man las vidas que van a expresarse siempre con ese instrumental fallido, de estructura generalmente cursi y ampulosa, divorciado de las mas intimas necesidades y aspiraciones del ser. Por el contrario, nosotros lo vimos entregar a sus cuadernillos el riquisimo. temario personalmente cosechado, con su franca actitud de juego, riendo y divagando en alta voz; y luego hablar apasionadamente de cuanto habia escrito y dibujado, gozando de sus recientes creaciones y convidando a compartir su goce y su alegria. Entonces comprendi- mos que nos Ilevaba de la mano al buen camino, a su camino. Nos invitaba a comenzar por lo sustantivo, por lo que sus sentidos ven, palpan y huelen todos los dias —“‘que nada hay mas Ileno de espiritu que los sentidos” “, por la realidad ambiente con su cortejo nutrido de fabula y fantasia, por lo que él ha ofdo narrar a la gente sencilla que cuenta sucesos sin intencién didactica, por las aventuras, inventos y suefios que quiere comunicarnos con urgencia. Nos ha demostrado documentalmente que dejandolo contar con naturalidad todo lo que puede y quiere contarnos, él conquista su personalisima expresién y adquiere un manejo cada vez mds gil y mejor cefiido a todo su ser. Para él se confirma asi la importancia fundamental de las técnicas instrumentales que esté ensayando, ya que las siente con sus raices hundidas en cuanto le es bien conocido, le interesa y quiere; y si con un respeto insobornable hacia su infantil manera expresiva, acercamos nuestra ayuda cuando presentimos ape- tencia de ella, en la medida en que se enriquece su temario, pule y fija su lenguaje. _Luego, frente a cualquier exigencia del programa escolar, sin esfuerzos entorpecedores conduce su desarrollo sobre un decir rico, jugoso y firme, que ya no pertenece al libro de texto y es entrafiablemente suyo. Vale la pena meditar en el nacimiento de esta justeza y veracidad entre el lenguaje y la vida, opuesto a la experien- cia tan lamentable como repetida del nifio Vingtras. 5 Juan Ramén Jiménez. Vida y poesia. Conferencias pronunciadas en Buenos Aires, agosto de 1948, A Jos esfuerzos gastados impunemente para atorniquetear el alma del nifio e introducir en ella pretenciosas voces que él nunca asimi- lara con pasién, a la usurpacién que se le hace a su mundo con una literatura sensiblera, gazmofia, grandilocua, contraponemos este sen- tir y decir naturalmente las cosas de todos los dias, su ventura de tono menor y el eterno trascurrir familiar, que colman el célido cuen- co donde han bebido las literaturas perdurables de todos los puebl Este nifio, narrador autobiogréfico por excelencia, nos abre de par en par las puertas de su individualidad; nunca conoceremos tanto de él por otro camino, ni existe otro instrumento més eficaz para concluir con los grados escolares cortados a guillotina, mudos, sordos y parejos como paralelepipedos. Sélo la escuela que acoge y alienta ‘con optimismo cada intento de afirmacién personal eleva el clima de su pedagogia donde son posibles los milagros y donde el maestro Hega a ser el amigo mas querido y mejor comprendido. Cuando recibimos sus primeras narraciones, acuarelas 0 dibujos logrados,“nos invade un célido respeto por su persona, ignorada hasta entonces; y muy a menudo alli donde parecia hallarse un escolar a la manera clasica, los cuadernillos nos denunciaron ‘la presencia viva de un nifio de carne y hueso, bien dotado y distinto. ‘Aun al més pudoroso de ellos lo desnuda su estilo, que casi siem- pre Ilega con una asombrosa expresién de unidad y autonomia. Pero la nuestra nunca puede ser una apreciacién formalista, ajena a las vivencias y al mundo de cada nifio. Cuantos buscan en sus creaciones graficas, plasticas o literarias exclusivamente los altos valores y las lineas generales del arte universal, quieren ver al nifio ya mistificado, cegando la oportunidad de conocerlo tal como él es, sencillamente na- tural y libre, nifio. Hay para nosotros una valorizacién propia de esta edad, que re- tiene en sus mallas lo esencial y especificamente infantil, la infinita gracia, el enfoque audaz, la construccién inesperada, el asombro, el desarrollo irigenuo del tema, la ternura manantial: todo lo propio ¢ inimitable que traen las formas creadoras del nifio, y que para los mas serios artistas siempre ha sido cantera codiciada y prédiga. Cuando el nifio se detiene en la contemplacién y estudio del mun- do que lo rodea, es porque los elementos o sucesos de ese mundo ciertamente le interesan; entonces no titubea en “entregarse a ese exa- vi men profundo, mudo y acabado que distingue a la infancia”*, como certeramente apunta Balzac cuando su desolado Smuke irrumpe en una kabitacién con nifios, Semejantes incursiones fructuosas y decisivas le dan las primeras imagenes simples ‘y fuertes de las cosas, y esas imAgenes las va a manejar durante algunos afios con maestria impar, aunque sin dudar de su autenticidad representativa, ni volver a confrontarlas con la realidad originaria. : La extorsién con la copia de dibujos modelos, la interferencia del adulto con su concepcién notablemente diferente y su critica de exi- gencias formalistas, tienden a desvirtuar la esencia infantil, enturbian- do los perfodos de mayor efervescencia grafica creadora del nifio, Es comin ver cuadernos escolares con imagenes mal copiadas, no com- prendidas ni sentidas como necesidad expresiva; y ver mérgenes o tapas de esos mismos cuadernos desbordando monigotes y dibujos animados por una sorprendente vivacidad. Alli es donde comprende- mos que él tiene su técnica de composicién, su perspectiva, su estilo y su gran audacia para resolver todos los problemas del lenguaje con cgilidad segura y fresca. Cuando la escuela recoja todo esto en su intima estructura y se nutra con la gracia creadora del nifio en su total organismo funcional, tendré al nifio con ella, natural y definitivamente; por ahora, aunque se diga hecha a su medida, en verdad esta copada por un nifio tedrico, impersonal, descolorido, de cuya auténtica existen- cia ningtin maestro ha logrado dar cuenta, hasta nuestros dias. Demasiado breve, aunque profunda y seria es la edad venturosa de los descubrimientos, del jubilo y del equilibrio; a medida que el rifio gana en desarrollo mental y agudeza, la espontanea gracia cede a Ia lucha insegura y todo su mundo se vuelca ambicioso en el agitado combate. Nosotros conocemos ese trinsito, porque hemos sorprendido mu- chas veces al nifio perplejo en la coyuntura inevitable. Entonces los cielos serenos de sus acuarelas se empefian en una desesperada biis- queda de tonos, los troncos de los arboles, planos hasta alli, se retuer- cen acusando una tortura interior, y las erguidas casitas se achaparran y convierten en ranchos afiosos donde verdaderamente estan viviendo las familias de los hombres. Y ya no escribe palabras por el simple 6 Balzac. El primo Pons. Buenos Aires, Ed. Caliope, 1946, pag. 641. vit gozo de nombrarlas y recrearlas, sino que ambiciona apresar el ru- mor que siente despierto por dentro, el timido fruto que se esté ges- ‘tando con ansias de hallar eco mas alla de las propias fronteras. Asi lo tendriamos siempre, maduro y vigoroso a tiempo, si lo oyé- ramos y lo esperéramos confiada y pacientemente desde nuestro pri- mer encuentro, Por ahora todo en él es desconfianza, indiferencia, en- deblez, porque va pasando, por las aulas siguiendo el ritmo que a su escuela le impone la sociedad en que vive, premiosa en la exigencia de energias intactas. El es un recipiente que hay que llenar en tiempo record como las botellitas que andan por Ja cadena tayloriana: aqui lavado, alli Ienado,‘etiqueta, corcho. isto para el consumo! Ver- tiginosamente es Ievado de una clase a otra, sin ser ofdo, sin hallar remansos de maduracién, abrumado por una avalancha de temas que acaban por enemistarlo, tal vez para siempre, con todos los procesos del conocimiento y la cultura. ‘A veces una inesperada dadivosidad de los mayores abre de impro- viso un claro de ternura del que el nifio se aprovecha, se nutre, respira: crea, y es él plenamente. Los hombres bien pronto se cobran ese pa- réntesis —ese descuido— y en cuanto presienten que jugando se les va el nifio, cifien el cerco y lo acorralan. ‘A ese paréntesis corresponden los documentos de nuestros nifios agrupados en esta antologia, e Nos importa mucho repetir que casi todos ellos conocieron el len- guaje grafico y escrito como instrumento en nuestra escuela desde el primerisimo trazo, y que son estas expresiones, en su mayoria, los en- sayos iniciales; de aht lo anecdético, lo narrativo, lo simple y cristalino. Mucho les queda por andar atin en condiciones de nifios, muchas zonas necesitan explorar y conquistar todavia. Pero lo cierto, lo que en de- finitiva queremos decir con este cuaderno, es que por aqui se llega, si realmente se quiere Iegar alguna vez a alguna parte. . LBL ABEL S. AGUIRRE Observador concienzudo, serio y realista. Su lapiz seguro obedece a los mas finos matices y es agil captador del movimiento. Abel crecié en el campo y lo vive en plenitud, asombrado y dichoso. “| Tiene los ojos de su madre campesina, redon- dos, claros, como de miel. El caminero, Huberto y yo acarreamos tierra para los a (7 afios) Una paloma viene a comer maiz a mi casa. \ (7 afios) ( Yo desgrano maiz. (8 afios) + Junté moras con mamé y Huberto. (8 afios) x iu ve 2 " yy bye if] par Paoli! : Un hombre le tiré a un pajaro; el pajaro pegé un salto y se quedé donde estaba. Le tiré Mito, pero hizo las mismas cuarenta a El domingo el vigilante corria a un cazador; el otro disparaba para su rancho, pero el vigilante corria mucho. (8 anos) C7 Mamé da de comer a las gallinas. (8 afios) El caballo de Rey se ha atravesado en el alambre. (8 afos) Patin se va a la zanja y cucharea. SX (8 ates) eee Mama fue a juntar paja al otro campo. (@ afios) Una mariposita da vueltas alrededor del farol. (8 afios) xi DIARIO DEL JUEVES 15 Me levanté, les di de comer a los caballos. Me lavé la cara. Después tomé la leche, solté las gallinas y fui al pueblo. Vine y cuidé los caballos. Pinté mis dibujos y preparé la cartera, Después comi. Vino el maestro con la chatita y fuimos a la escuela. Volvimos, tomamos la leche y luego juntamos abono Yo junté los huevos. Le di la racién a los caballos y le saqué los morrales. Después nos lavamos, cenamos, nos fuimos a la pieza, hicimos los de- beres y nos fuimos a dormir. (8 afos} Por el camino de los Vasquitos pasé un arreo. Iban dos reseros y muchos perros. {9 aftos) El aromo de mi casa es grande y duermen muchos pajaros en él. (9 afos) Fui a lavar la jaula donde estén los pollitos y se me escaparon. (3 afos) Hoy le dije a mi perro: —Vamos de caza, Fiel (8 afos) V2 La sefora del polaco Basilio tiene loca a la vaca: la lleva, la trae, se va, viene, la saca a la calle, la encierra en el campo, y asi anda todo el dia (9 afos) Yo lo llevé a Patin a la zanja, a bafarse. . {9 afos) Lig mat xu xv | | | HUBERTO B. AGUIRRE & f a Es de apariencia dura, casi siempre dominante y aspera, con arre- hatos y rebeldias filosas. Pero sus cuadernillos nos lo revelaron tierno, hermosamente sensible y bueno. ¢ “Me gusta —escribe— criar conejos y mucho mds, criar chanchitos : de la India”. | Tiene temporadas creadoras, y entonces, con un torrente de actia- : relas, dibujos y narraciones, viené traspasado de ansiedad, yo lo rasqueteaba. (40 afios) Yo antes le daba azUcar al Pibe. Pero ahora le digo: —iSe acabd! (10 afios) Fuimos a cazar y no cazamos nada (9 afios) ioe, 7 : Don Juan le puso nombre a su casa: “El Rastrillo” Para que no digan “lo de Don Juan” y digan: “El Rastrillo”’ (11 afos) La perra de Dondo tiene cuatro perritos (11 afos) El gallo del vecino viene a mi casa a comerse el m: (11 aos) Hoy un gorrién casi se zambulle en el agua (11 afos) Patin duerme al lado de la puerta de la pieza y-cuando pasa alguno por el camino hace: —Cué, cud, cud (11 anos) Los gorriones le sacaron la casita a un hornero. Y cuando el hornerito Ileg6, lo picaron cuatro gorriones. (11 afos) xv Un chingolo se paré en la planta que yo estaba plantando y cantaba. Casi lo agarro con und mano. fi. Y para donde iba yo, iba él, siguiéndome. Yo le decia —Vos querés que te dé de comer... | (12 afios) A Patin lo bafiamos en la pileta de la bomba. (12 aos) om Ba Nosotros preparamos el San Juan. Cuando ya se nos b minaba, vimos a los chicos de Belardi que también indian. Y entonces prendimos iluminarias. (12 afos) Una vez encontré un aromito. Lo planté y era chiquito. Ahora esté mas grande que yo. (12 aos) Hel6 y se alz6 la helada. Se levanté viento frio’y todos iban con sobretodos. ’ (12° afios) Diario del 17 de noviembre Bm: i Me levanté y le di de comer a los caballos. Fuimos a buscar la leche al tambo de Belardi, con | Abel. | Fuimos al pueblo, volvimos y desaté la petisa. | Comimos y nos echamos debajo de la aroma, a leer. / Después nos fuimos a jugar con el perro: y el perro me mordi6 la oreja. El no quiere que me acerque a | su casilla; cuando me acerco, me torea y me muerde. A la tarde trabajamos en la quinta. Mama hacia los surcos y yo ponia el cebollin. (11 aos) G es wm . TERESA AGUIRRE De su breve paso recogemos la serena sencillez de esta pagina auto- biogréfica, testimonio tajante y de primeras aguas para la historia social de imestra tierra... i Cuando yo era chica, pap y mamé salian a juntar maiz a una estancia de Huetel; teniamos que ir. desde Pirovano, desde donde habia unas 22 le- guas. Nosotros ibamos en una jardinera tirada por dos caballos; mi papa manejaba y mi mama me Ilevaba en brazos. Donde nos alcanzaba la noche, alli formaban una carpa contra 1a misma jardinera; al otro dia cargaban y seguiamos el viaje. Llegabamos a Bolivar y nos quedébamos un dia para descanso de los animales. Tardébamos tres, cuatro y hasta siete dias cuando llovia. En Huetel, mi papa y mi mamé cortaban chala para el toldo. Primero ha- cian cuatro hoyos, colocaban postes bien fuertes y después ponian el techo de chapas; luego ponian dos hileras de alambre y por ultimo quin- . chaban con las chalas que habian cortado; si las chalas eran bajas tar- daban tres dias, y si no, do Luego ibamos a juntar maiz. Mi mamé me Ilevaba en un cajén, adelante de ella; cuando se iba haciendo de noche, yo empezaba a Morar: enton- ces tenfa unos ocho meses. En el afio 1933 ibamos a juntar maiz y en una alcantarilla la jardinera volc6. Mama cayé sentada en el agua y decia: “jSilvano, toma ta nena, a ver si le pasé algo!” Pero no nos pasé nada; slo nos bafamos en kerosene, porque Ilevabamos una damajuana de 10 litros y se rompid. Unos cinco afios viajamos asi; después nacié Huberto, mi pap se en- fermé y vendimos la jardinera. Cuando mi papd se sand, nos fuimos a Del Valle con una chata. Hubo afios en los que nos fbamos a La Riestra, hasta donde habia unas 40 leguas. Dejamos de ir a Huetel y salimos para el lado de Patricios; tardamos siete dias en llegar. Yo llegué agarrotada de frio, y decia: —iTengo fritio! —y tenia tres frazadas. Cuando yo tenia unos ocho afios, me quedaba en el toldo para hacer la comida y atender a Huberto, Después nacié Abel y cuando tenia un afio, mi mamé, con tantas mojaduras, sintié el reumatismo y no juntamos mas. maiz, aC 5 5 [Dibujo de Abel! OSCAR CABANA Llegé con retraso y nos dio sus dos primeros afios de vida escolar. Venia henchido de imdgenes recién recogidas y entonces, su ingente laconismo literario, se_resol- vid en lenguaje grdfico, tan claro, tan pleno de gracia, como firme y asombroso es su estilo. Mi hermano lleva las vacas por la callecita. (9 aids) 7 a { Mi mamé lav6 la tropa (8 afios) EI carro de mi casa lleva la leche al pueblo (8 afios) Mi tio subié un potro. {9 anos) Yo juego a la pelota. (10. anos) El tractor arregla la calle (10 anos! Las vacas estan en la chala {10 afos| El tren que pasa por Canning. (10 afos) Llegan los patrones. (10 afios) El colectivo que va a Liniers. sind : (10 afios) ’ El cazador. (10 afos) Un chico perdié la gorra. ! (10 afios) Cuidando el asado. . ane (10 afios) Enlazando (10 afos) Cargando pasto. (10 afos) Oo XXIL Vino el veterinario a curar una vaca. (10 aos) 4 , 4 / / ' Yo voy a la casa de mi tio (10 afios) FRANCISCO CALVO Ignorando su pobreza deshilachada, Iegaba todos los dias por él ancho camino tropero, nutri- do de humor fresco y jugueton. En los ojos picaros tenia tras la risa toda la esperanza, como su guindo en flor. Pero su. des- tino proletario lo Ilevé del tercer grado, sin tran- sicién y sin piedad, al callején amurallado del peo- nazgo, donde el recuerdo de su mundo con péjaros y promesas, ahora bailard al viento como un ba- rrilete acribillado. Las agujas del reloj dan vueltas y fo se cansan. (8 afios) ee ~ jQué hermoso es Platero! (8 afios) Yo tengo dos pichoncitos de paloma. (8 fos) jTodos los pichones son lindos, pero cuando son grandes, se van! (@ fos) También el tren camina y no se cansa. xxi Los pajaritos son muy chiquitos pero cantan muy lindo. (10 afos) = Hoy agarré un gorrién, le di de comer y después lo largué. (10 afios) La pampa es muy grande. A mi me lo dijo un pajarito. (10 afios) es Una rama con tres guindas, una rama con una y otra sin nada. Pero ella tiene la esperanza. (10 aos) En mi casa habia una acacia que estaba seca... iY broté de nuevol (49 anos) x xxv in es muy vivo, pero si le pegan un tiro, igual S El go cae como los otros. > (10 afios) wv 1 a os Las abejas entran solas en la colmena. (40 afios) Un gorrioncito esté muy solito tomando agua en Gn Be, charquito; legan sus compaieritos y se van juntitos. (40 afios) Yo tenia un canario y lo regalé porque comia mucho alpiste. (10 afios) Hoy le puse una trampera a un lefiatero. ;Pobrecito lefiatero! : (10 afios) La caja de acuarelas es mi compafiera. El mar es hondo y el que no sabe nadar, se va al fondo... (40 aos) Cuando un gaucho tiene penas, las canta al viento, y el viento se las leva. (410 aitos) BO Ayer yo me puse un “Muy Bien" y José me dijo: —iQuién te puso ese Muy Bien? Y yo le dije: —Es de fabricacién casera .. Paginas 4 y 5 del libro “Historia de la madera”. (14 aos) (11 ahos) En el campo de Julién hay muchos mosquitos. (11 afos) Bafandose en la laguna. NARDO CALVO Como su hermano Francisco, abandoné prema- turamente familia y escuela —con dolor, con pro- fundo dolor— para hacerse boyero. Y asi la gruesa vida, torpe y codiciosa, se lo Ilevo consigo. ‘Queda en nuestras manos con su coleccion de acuarelas, el testimonio de la pérdida inconsolable de un artista que veia con realismo poético de ri- quisimos matices, el paisaje de lanura donde ha- hia crecido, los eucaliptos de troncos poderosos y hojas bailarinas, el inmenso cielo pampeano, las ca- sitas anidadas en montes y lejanias. Sus apuntes y sentencias, ya maduros en bre- vedad esquemdtica, son claros exponentes de la evo- lucién creadora del nifio que va hacia la gravidez de la adolescencia por su camino natural, jugoso @ insobornable. (Dibujo de Francisco) MUERTO A Ha dado vida, antes de morir él. A? (12 afios) TORTUGA Marcha siempre pesada, pero llegard. (12. afios) Jf! son IY, ee I i, Vas lejos, muy lejos, pero cuales AE L / XXvIL ee OAL SAUCE LLORON Lava su melena, después de tanto Ilorar. (43 aftos) Los LIBROS Los libros hablan y piensan en silencio. El libro siembra; el que lee, cosecha. (13 afos) PAJARO ENJAULADO Nadie sabe si llora o canta. (13 afios) xxv DELVA E. GARCIA — La llamamos Beba y tiene las mejillas redondas,,_ con hoyuelos. Es ta gracia jubilosa, enamorada del inéditow. ' acontecer de cada dia. 7 Volviendo al milagro de su alegria, decisiva- mente enraizada en la vida de nuestra escuela, sa- bremos siempre qué alcance posee la actitud peda- gégica respetuosa y sensible hacia el nifio que llega envuelto en su venturosa pasion de juego. 2Yo soy linda.o soy fea? (7 afios) Albor llora porque tiene que bombear. (7 afios) Este es el avidn a “chorro”, pero no de agua... (7 afios) Hoy yo me lastimé y dije: —iSocorro! jSocorro! ;Socorro! {Que me muero, mue- | ro, muero... me mori...! (7 afios) Albor esté enfermo. (7 afios) | Se volaron los pichones. (7 ajios) Yo inventé un baile. {8 afios) iQué lindo es “El patito feo"! (8 afios) | El domingo estrené el tapado. ' (8 afios) Yo le doy de comer a las gallinas. Y mi mama me dice: —Decile a las gallinas que coman mucho maiz. (8 ajios) Los horneros aprovechan ahora porque hay barro. (8 afios) ~ de Belardi esta reverdecido i ~~ se le cae la melena. | El pato de mi casa esté rengo. (8 afios) {8 afios) paban casi hasta la cabeza. | | | | | | El otro dia yo entré en un campo y los yuyos me ta- | i oo (9 afios) | | i | | | do ALBOR J. GARCIA ~Esencialmente tierno y bueno, Observador y razonador sereno, de inieligencia bien dotada, mds profunda que rdpida. Es lector inagotable, sagaz y entusiasta, que ha hecho ya, a los diez afios, el Robinson, el Tom Saw- yer, el Robin Hood, el Mosquetero... Su infancia corre feliz, sustanciosa, y se enri- quece y colorea como una vifia de prometedora ma- durez. Cuando ibamos a la escuelita mi perro Bambi corria ala chatita. Después yo iba contando los palos de los \ alambrados. Y conté 256 palos. vs G (7 afios) Radil caz6 un bichito de luz y me decfa: —iEs una linterna. ..! \ (7 afios) CoO 2 Hoy estaba hablando en la cama y d —No tengo més ganas de hablar: se me acabo la bateria. (8 afios) En la sombra me veo sin pelos, y en el espejo me veo como una nena. (8 afios) El tiempo esté loco: Ilueve, truena y hace sol. (8 afos) XXXL of 2K —_. Remontamos un barrilete, se corté el hilo y se fue al demonio. (8 ajios) Ayer jugamos a que yo era un bandido. {9 afios) PREGUNTAS SIN RESPUESTAS 2Ciil es el ultimo némero? ° wun firme crecimiento sin violencias, pudorosamente sentido y res- uN guardado. v Y cuando sus formas iniciales, casi grabadas en el papel para re- lenar de colores primarios, conquistan soltura y ritmo pldsticos; y cuando su tierna narrativa de tono menor intenta ahondar el surco para beber en el torrente profundo, irrumpe la realidad cercenadora, nuestra enemiga: porque la nifa tiene 12 afios y la vida campesina esid ala puerta reclamdndola y se la lleva. Ayer junté-un ramo de flores blancas en el campo, y parecia que traia una paloma. 9 Dy, _ (9 aos) wy *oleu , | 1 N V4 | Como los dias son lindos, han venido muchas ti- jeretas. : (8. anod) En una hoja de acacia encontré una vaquita de San Anton. (9 afios) Al patio de la escuela viene un pajarity y se mira en el espejo. (4 ast Todas tas noches, debajo de la cama de Coco canta un grillo. Coco mira para todos los lados y dice —Me chilla una oreja El grillo sigue su cancién y yo digo que es la can- cién de cuna jy cémo se enoja Coco! (9 aos) a Mi maestro dice que tengo aserrin en la‘cabeza y por eso soy rubia. (OLN © sis) (aE, \ ( iQué frio hace hoy, sefior! (8 aos) Mi pap tiene un reloj con la cadena de plata. (11 afios) EI otro dia encontramos: un carpintero en su nido. (11 afos) Las gallinas de mi casa cuentan muy ligero cuando comen maiz y hacen tic, tic (10 aos) KAU En verano, cuando salen las estrellas, parece que jugasen alrededor de la luna. La luna acompafa a las estrellas y las estrellas acompafan a la luna, fermando rondas. (10 aos) Las palomas cuando vuelan se pegan unas alas con- tra otras y parece que golpean las manos. “Ye Los carolinos de mi casa no son mellizos pero tie- nen la misma edad. Dejan que los péjaros aniden, duerman y canten sobre ellos, y los pdjaros son duefios de sus ramas. (10 afios) Yo cuido las ovejas del sefior Birnes. (10. afos} Mi hermanito preguntaba qué tenia en un dedo. Y le decia a mi mama: —Me duele depacito. . (11 aos) Se me perdié el color mas querido.. . (11 aftos) NY = LAS HOJAS AMARILLAS: Los drboles del montecito de la estancia parecen naranjales y yo digo que ya estén maduras las na- ranjas. , O- (1 aio OS 4 | LA MUERTE DEL SAUCE Antes habfan plantado un sauce Ilordn en mi casa. Su tronco era torcido, pero igual lo queriamos porque nos daba sombra. Cuando los afios ya llegaron a sus pies, también la muerte se acercé/a él y murié; el pobre qued6 seco y no dijo ni siquiera amén. Después se movia igual que cuando estaba vivo, pero ya no era tan alegre. Su corazén se habia hecho de plomo, cuando murid. Hasta que vino un ciclén y lo volteé hacia la tierra. (12 afios) El perro de mi casa se llama Capitan. Y entonces nosotros le decimos: —Sefior capitdn de navio... (12 afos) Nuestra escuelita se ve desde lejos y parece una paloma en un monte (12 aos) Pas6é una bandada de gaviotas y las palomas vola- ron, los teros comenzaron a gritar y las gallinas asustadas dispararon hacia mi casa Anoche cuando salia la luna, parecia que se incen- diaba la casa de Goiii. Los sauces estaban ya llenos de hojitas nuevas. Vino un viento fuerte y jadiés hojitas de sauces Ilorones! (12 afios) aa El'mburuéuyé de mi casa llega hasta arriba del techo Ha dado muchas flores y muchos frutos. : Lo trajo mi hermana del molino de la estancia. Era chiquito y parecia la mano de un nifio recién nacido (12 anos) Yo vi en el monte tres dlamos dormidos, cansados | de vivir, (12. aos) \\ La flor de sapo florece a la tardecita ... (12 afios) VICTORIO A. JAUREGUIBER Son escasos sus cuadernillos de apuntes, nerviosos e inconclusos; en cambio, nos dio innumerables pai- sajes a la acuardla, obstinadamente, iluminados por densos cielos rojizos. Es reservado, gusta hablar poco, pero tiene filo; y todo él tiende a la picardia. Posee un nutrido historial aventurero con perros, gallos, gatos y pdjaros laguneros, que los mds chicos nunca se cansarian de oirle contar. Pero es que él, él es ya un hombre hecho al campo y de a caballo. En mi casa hay dos gallos hermanos. Duermen en la c cocina, en un rincén. A la mafiana cuando el menor canta, el mds viejo le pega. Ahora el menor se convencié y duerme en otro lugar. (12 afios) LA GENTE MENUDA Coco, Betti, Delia y mi hermanito més chico, de dia Corren a los gatos y de noche les tienen miedo. Yo también los corro, pero de noche no les tengo miedo (12 afios) Fijense si el centro de cada una de nuestras orejas no parece la provincia de Tucuman (12. afios) Ayer Betti, Coco, Luis y Delia estaban jugando a los colores. Yo los miré y me reia: no jugaron més (12 afios) Anoche, cuando veniamos de la estan los horne- ritos gritaban en el monte y el corazén me hacia: tiqui, tiqui, tiqui (12 afios) aA Ke Ne WFR Los teros ponen los huevos punta con punta para que el pichén que pica primero, pique a la vez el cascarén de otro compafero. Yo los pongo costado con costado y al otro dia cuando vuelvo, estén punta con punta La tera, cuando yo voy, se queda calladita; y cuando me bajo a ver el nido, sé tira al suelo y aletea (13 ates) En la alfalfa de mi casa hay un nido de patos silvestres que tenia doce huevos, Cada vez que {a pata se levanta para comer, dos chimangos almuerzan uno cada uno. Todavia hay seis huevos. Julian dice: —Si yo tuviera una escopeta (12 afios) Ayer habia dos gallos peledndose. Julién los fue a separar con un cu- chillo y le sacé la cresta limpita a uno. El gallo corcoveaba en el suelo y Julian le echaba agua en la cabeza y decia —Se muere Julian estaba mas asustado y colorado que si lo hubiera corrido la policia. Yo le decia: —iColorin, colorado, este cuento se ha acabado! (12 aos) JULIAN JAUREGUIBER Cuando sali de tercer grado, a los 11 aitos, ya era boyero. Boyero: tremenda escuela de aplanamiento, cruel y embrutecedora, que recoge al nifio tiernisimo en nuestros campos y lo devuelve adolescente escu- rridizo, entumecido, agotado. Julién, nuestro Julianito menudo y heroico, se resistio entablando un pausado didlogo con la dspera realidad de todos sus dias, a la que intent mellarle su perfil filoso. Asi nos llegaron sus monigotes invero- similes y sus narraciones de aparente intrascendencia. Y ya fuera de la escuela’ —nunca admitid estarlo definitivamente— siguid envidndonos sus paginas, a las que pertenece Diario de un dia de octubre, acta de acusadora frustracién y conmovedora despedida. ¥ Yo miraba cémo pasaban los patitos de campo por el cielo. Se acompafaban todos, como amigos, e iban para la laguna. (10 aos) “CARRERA ENDIABLADA Mi mamé me corrié y yo disparé para el campo. (10 ajios) Victorio tiene un gato que se sube al techo de casa y grita de noche. (10 afios) Anteanoche se murié una gallineta. Se murié porque era vieja y se le acabé la respiracién. (10 afios) En el invierno, el viento desnuda los arboles. (40 afios) vu Ayer mamd les dio maiz a las gallinas y las palomas aprovechaban. (10 aos) Hoy una gallina habia puesto un huevo, y el gallo cantaba como si hubiera sido él . —iSefor gallo, compadron! (10 afos) Andaba con las vacas entre un matorral de marga- ritas silvestres ‘y corté un ramo, (10 afos) Cuando ibamos a la escuela, por la calle ancha ve- nia un linyera; se lade para que pasara un camién iy Victorio disparé para mi casa! ‘ (10 afios) Victorio tiene dos bolitas; una la encontré en una cueva de ratones. (10 afios) Antes de salir el sol, hoy una calandria empezé a zantar una milonga (10 aos} Todos los pensamientos que escribo, salen de mi coraz6n, Por eso son mios estos pensamientos. (20 afios} Dominco iTuve que quedarme solo en casa, porque Victorio no quiso quedarse conmigo! (10 aftos) Esta mafiana cuando fui a buscar las vacas, me es- ' carché porque hacia frio (10 afios) Luu Hizo tres dias de mucho calor y tanto sol que nos hacia volver locos. (11 afios) En la laguna habia seis patitos y estaban de gran conversacién. (11 afios) Cuando va a salir el sol, todos los dias hace mucho frio. ‘ (10 aos) En la casa del vecino, los perales estan tapados con flores blancas que tienen dos 0 tres pétalos colo- rados. El viejito dice: —jEste afio vamos a comer muchas peras! —iQuién sabe! —digo yo. {40 afos) La vaca bala porque no sabe hablar para pedir que le suelten el ternero. (14 afos) EL VENTARRON ‘A la tarde empez6 a tronar y a refucilar; al rato se levanté tierra, y luego vino la piedra. Los pa- jaros no sabian dénde meterse Cuando pasaron el agua y la piedra, Victorio y Ma- ria salieron a buscar pajaros y encontraron una go- rriona, un lefiatero, una urraca y un renegrido. (11 afios) Para los hombres que no tienen reloj, cantan los gallos. Y también a la par de los gallos, cantan los pavos. (11 afios) Todas las mafianas cuando voy a echar las vacas, la chancha esta comiendo pasto verde, con la fresca. (11 afios) Fueron las gitanas a mi casa y pedian pan, leche, huevos, panceta... Mi mama les dijo “que se fue- @ ran a llevar esa pobre criatura a las carpas, alla al reparo..." * (11 afos) EL LAZO El pedn me corrié a caballo y no me alcanz6 porque me dio ventaja. Después quiso enlazar a un perro, y mi mama le dijo: —El perro es un animal muy picaro para enlazarlo (11 afios) DIARIO DE UN DIA DE OCTUBRE Me levanté y estaba lloviendo. Me puse un saco y fui a buscar las vacas. Por el camino las lechuzas me chillaban, -y como yo las imitaba, més. se enojaban. Volvi al corral y apoyé; una vaca, cuando la estaba maneando me tiré una patada y le pegé a su ternerito. Después, cuando largamos el tambo, traje los caballos, “A la tafde le saqué las cepas a la alfalfita. Enseguida fui a trasplantar repollitos. Me subs a la planta de mimbre y corté una varita. Cuando sa- caba las vacas del monte, una perdiz silbaba lejos y a mi me parecia que estaba al lado mio. Al oscurecer miré hacia mi escuelita y me parecié una calandria volando en tiempo de primavera. 5 | (12 afios) i ESTHER LATORRE Candida criatura, feliz y luminosa, Uena de canciones. Se fue a los 9 afios, cuando ya sus miniaturas a todo color adquirian asombrosa seguridad expresiva. Enriguecis la vida de nuestra escuela con el milagro de su ritmo dichoso, que siempre es el milagro del nifto salvado a tiempo. Ms ” Una gallina tenia siete pollitos, se le perdieron cua- tro y parecia que lloraba. (8 afios) Por la mafiana vi un pajarito raro y me puse a mi- 1 rarlo. Iba volando y se cay6 al suelo. Fui corriendo, By, \ volé y yo me mojé los pies. Sey : (8 aos! op be de TP Estaba lloviendo y el peén cantaba. {8 afios) Vino a buscar la leche Ricardo a caballo. (8 aiios) Estaba nublado y yo andaba jugando. En eso se vino el agua, y yo disparé para la cocina, Mamita me pre- gunta: Qué te pasa? Y yo digo: —IEsté lloviendoj a (8 afiosy Anoche nos pusimos a leer los “Cuentos" de Tolstoi con el peén. Cenamos y nos fuimos a dormir.- 7 (8 aos) Sie? DIARIO DEL 5 DE ABRIL DE 1944 Por la tarde le di de comer a una gallina con pollitos; después entré lefia a la cocina y me senté en un picador para cuidar los pollos; los encerré y me puse | a cantar, sentada en una silla, en el patio. Después vi a Natalia que corria por el monte con el Capitan, el Fox y el Leén. (8 afos) En mi casa hay una gallinita ciega y todos los dias le doy de comer. (9 acs) Las manos de mi mamita me acarician con ternura ... y suavidad (9 afos) Mi papé no durmié la siesta y fue a buscar plantas de mburucuya. Vino y las plantamos al lado del, pozo. Papé, cavando encontré muchos ladrillos y yo le grité al peon —iUn tesoro! {Un tesoro! —Y el pedn vino corriendo y pregunté: —{Qué es? Cuando yo le dije que era un ladrillo, se enoj6. Y Hlegé ia noche i (9 afios) El otro dia en el corral andaba una calandria con una patita rota, y venia a tomar leche. (8 efios) La noche no viene sola. Viene con las estrellas y la luna. Las estrellas de noche parece que tuvieran suehio y parpadean. Por eso a mi me dan lastima y digo: —iSi yo pudiera cantarles una cancién de cuna! (2 afos) Hoy, cuando veniamos por la calle, Natalia dijo —Parece que la escuela nos sigue... (9 afns) q th RAUL J. OTERO _ Ni tan romdntico como Tom Sawyer, ni tan libre como Huck, tiene como ellos dgil ingenio para resolver activamente su. imagine- ria audaz, en medio de la achaparrada quietud del pueblito donde vive con su abuela. Rodeado de una popularidad creciente, encuentra entre todas las edades amigos de confiar y enemigos irreconciliables. Es irascible y enérgico, impresionable y apasionado. Cuando intenta escribir sus aventuras, se precipita y entrevera; pero sabe narrarlas de viva voz con agudeza y admirable teatralidad. Sus dibujos, de cristalina concepcidn infantil, llevan detalles de obser vador perspicaz. Su ambi jin legendaria e irreductible: poseer un petiso. Yo fui al tambo del vecino. (3 afios) El perro corre a las vacas. (9 afcs El carro de la leche. (8 afios) Ayer me fui a dormir a las diez. 5 (9 aos) Lxu & Pe ace Yo domé un palo de escoba y Rolando decfa: —iPingo! jPingo! ..: Va a salir bueno para las sor tijas... (8 afios) Stee Yo tengo palomas y no son mias: vinieron solas. {9 afios) BQ. agarraba la cabeza. ’ | A mi abuelita se le cayé una fuente de crema y se | 1 (9 afios) Una gallina que hay en mi casa tiene un bulto y mi abuelita dijo: —Hay que operar... (9 afios) Este es el petiso de Ricardo. Estd gordo, y algunas veces lo voltea... (9 afios) A mi abuelita le canta una calandria todas las ma- fianas. Cuando la calandria canta, ella se acuerda de Espafa. (9 afios) vay Hoy Ilueve, no puedo ir a la escuela. (10 afios) Ayer dijo abuelita: —Rail y Albor, vayan a buscar pan. Y Albor decia: —Yo no voy Entonces yo le dije: —Si no vas, dormis afuera. (0 afios) EI gallo de mi casa es bataréz, ;Y es de malo! Uste- des no saben qué malo es. jDios mio, algun dia lo voy a matar! Una vez mi abuelita maté un gallo para comer y duré. cuatro dias. Mi tio decia: —iCuéndo se acaba este gallo? Y sin embargo, estaba rico. (40 afios) Hoy cacé un pajaro y Rolando me dijo: —iSos malo como los gitanos! (10 afios) Algunas veces Ricardo trae el tostado. Cuando vamos a salir de la escuela, tiene que tenér- selo Arrarés porque es muy majiero. Casi todas las veces que lo trae, se le dispara. Y dice: —jPero qué porqueria! (40 afins) En mi casa hay una gallina que tiene ocho pollitos y todos son peladitos. (10 afios). Hoy el Colorado del vecino se me arrastré a cor- covear. (10 afios) Yo junto maiz. Me llené un tarro de treinta litros. (10 afios) Miren qué caballo se eché el sefior Ratil J. Otero. Hay pocos de estos pingos (10 anos) 4Saben cémo aprendi a bailar? Aprendi a bailar con los ojos. D {Qué quiero decir ...? ) Quiero decir que aprendi mirando. ly (10 afos) EI polaco Basilio habia ido’ al pueblo a comprar unas : cosas y encontré a su amigo que se llama Victor. Victor estaba borracho en el suelo y Basilio le decia: —iVamos Victor, que ya es tarde! Y Victor hacia movimientos con las manos y decia: —la-la ' (10. afios) : ISMAEL PISSACO Los ojitos redondos, saltones, el rostro salpica- do de pecas y el cuerpo tan menudo que se lo con- fundia con los pequefios de inferior. Y era un manantial inagotable de éxperiencia campesina, prédigo, ingenioso, reposado. En la pieza donde duermo hay un sapo y yo le digo que le voy a cobrar el alquiler. . \ (13 afos) ip En mi casa hay una gallina chiquita y coqueta; otra yes gallina que pone huevos azules, y un pato compa- drén que levanta una pata y hace: pat, pat, pat. (13. afios) Yo sé donde hay un nido de tero en el campo. La ‘ fra me corre cuando voy a ver si salen los teritos. (13 afios) NN aN } ; ji : Poon” f Yo cuereo los lagartos y cuando acabo de cuerearlos, los lagartos se mueven como si estuvieran vivos. PO mcs eeandnel (13: ates) Ayer me quedé dormido debajo de un arbol y un gallo ; me picaba un pie; y yo seguia durmiendo. (13 aos) En mi casa hay un ciruelo. Cuando yo era chico, era chico él también. Dio frutas y las comimos, dio sombra y nos sentamos a su sombra. Dio lefia e hicimos fuego con la lefia de sus brazos. Los pajaros cantaban en sus ramajes y hacian sus nidos. Ahora es un Arbol viejo y est triste. (13. aos) A mi perro le digo: | —Venga, sefior —y el perro viene al lado mio y se BY echa. | | | IRMA PISSACO Llegs a los 11 anos, timida, llo- rosa y ya fundida en los moldes de una ‘ritina escolar de proverbial chatura .y exigencia. Pero en su breve irdnsito por nuestra escuela, reencontré la alegria nifia en el de- seniumecimiento de st expresin liberadora. Y era torrente cuando Cuando yo hago los deberes mi patito hace de inspector. (12 afios) poem El 23 de octubre pasaron los gitanos por la escuela. | sone Una gitana iba fumando en una pipa larga. = (12 afios) Ismael me dijo: —iSabés qué sofié anoche, Irma? —{Qué sofiaste? —Que yo tenia una vaca y una casa (12 aftos) —Cuénta verdura que tiene, don Juan! Y la vende? Dijo: —La regalo a los vecinos y la'vendo a la gente des- uxt & NATALIA STEPANIUK ~Los padres la trajeron al campo, velando por la salud amenazada de la hija tinica. ¥ todos los dias el caserén de la estancia que cuidaban, se despertaba con la alegria mafianera de Natacha, porque ella corria como una liebre alborotando el monte y los corrales. En la escuela iluminé con su frescura y su lucidez muchas -horas de trabajo, Sus compaferos aprendieron con ella antiguas rondas, oyeron sus cuentos y la: siguieron mientras jugaba hilvanando caprichosas fantasias. En el sereno equilibrio de sus acuarelas, ricas en colorido, brillaba la limpida correntada de su infancia interior. . El gallo despierta a todas las aves a la majiana. (10 afos) EI belfo del caballo cuando come cardos se pincha iy al caballo no le duele! DIARIO DEL 30 DE JUNIO DE 1944 Me levanté muy apurada para cortar unas pocas vio- letas. Arranqué muy pocas, pero, zy mis ples? gd6n- de estén? :ya'no los tengo? ... Los tenia, pero como se me congelaron, no los sentia mas. Subi al mirador de la estancia. Desde alli veia todo lo més lindo, ofa los gritos de la gente y para no quedarme callada yo también gri- taba: —iMe tiro abajo y me rompo el coco! Ay, Dios, qué alto...

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