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ONDA 0 LA VICTORIA DE KITCHENER EN EL SUDAN LA HISTORIA Oa MILITARY BATALLAS DE LA HISTORIA OMDURMAN 1898 LA VICTORIA DE KITCHENER EN EL SUDAN DONALD FEATHERSTONE ™ OSPREY MILITARY HISTORY QUIZ BOOK INDICE El Sudan tras la caida de Jartum 03 Tacticas de combate del Ansar 23 Los jefes enfrentados 05 La campafia de DongolaBerber 25 Los lideres del E. anglo-egipcio 05 La batalla de Firket, 7 de junio de 1896-26 Lideres mahdistas 06 Elavance a Dongola 27 Los Ejércitos enfrentados 07 Hunter toma Abu Hamed 34 EL Kjército anglo-egipcio 07 La campaiia del Atbara 42 La uniformidad de las tropas britanicas Las reacciones del Califa 42 en el Sudan 07 La batalla del Atbara, 8 de abril de 1898 43 Fusiles 09 El Sirdar se prepara para la batalla Bayonetas 09 definitiva 50 La espada de la Cab. 09 Hlavance hacia Omdurman 52 Artilleria (09 Labatalla de Omdurman 58 La Ariilleria del E. egipcio 09 Amanecer, 2 de septiembre de 1898 58 Las ametralladoras Maxim 12. Elfuego de los cafioneros salva al Cuerpo Elresurgimiento delE.egipcio «12 de Ejército de Camellos 66 a uniformidad del E. egipcio a | ‘ar aeaeen nae 15, Elultimo desafio del Califa 70 Los Batallones sudaneses en el E. egipcio 15 Gordonesvengado ____—*90 1a Fuerm Navel de Godiener 16 Loserrores militares del Califa 92 HlAnsar-el E. mahdista 1g (cual fue el resultado? 92 La onniacn del Ansa 20 Operteones de limpieza posteriores a 2 Las banderas mahdists 20 Ta caza del Califa 93 Hl deterioro del Ansar 20 Fi campo debatallahoy 95S La uniformidad del Ansar 21 iS SRN ELOE : 96 Las armas del Ansar 2 ee —_______=® El arma de Art. del Ansar OMDURMAN 1898 rom tia m santas 2 Bevan Desierto®\ de A250 infants, 100 de Cab #000 Lanestas 8 2:40 infams, 800 e Cab 500 Lancoos, 8 pez 0 Ar 1 doo intartes, 100 de Cb, 700 ancora, 4 Peas de Art 1 10 infants, S00 se cab, 1/300 Larceros, 5 Plz de At 450 intantes, 360 de Ga 11000 tancsos {indo Guarda persona ‘400 infates 2 000 ePizas de | 6 900 intanes, 400 ae Cab 1400 Laneres, 1000 lntantes, 200 de Cab, 300 Lanceros, 14500 fates, 600 de Cab 1.000 ances. 4 Plz ce 4b infants, 200 de Ca, i300 vanies, 48008 Cab, 3 Plazas de fr 1 (etijend is wopas en Dart) ‘000 intantes, 250 de Cab EL GEZIRA, The Day Grice 2 ire Towaras Krew Na han oor = madasnacairamate como getsss S, ro proporionan una gerade a r Kasghite KORDOFAN ARABIA i Fsher panrun 1 0dea Pursas avanzdos frencesesvblas 02 EL SUDAN TRAS LA CAIDA DE JARTUM Los mahdistas conseguirfan otras dos victorias en 1885 con las capturas de Kassala y Sennar, pero la primera operacién militar de importancia le- vada a cabo por cl Califa fue la guerra contra Abisinia en 1887-1889. Ambos bandos sufrieron fluctuantes cambios de fortuna que culminaron cu la batalla definitiva librada en Gallabat don- de, quizs por tiltima vez en la historia, grandes ejércitos combatieron con armas concebidas pa- ra el cuerpo a cuerpo, y en la que grandes masas de hombres enfrentados se apuiialaron y acuchi- Haron mutuamente. Entre 1886 y 1889 la defensa de la frontera egip- ciay del Suakim estuvo totalmente bajo el control del «muevo» E. egipcio, mandado por soldados briténicos. En diciembre de 1888 el cerco de Suakim por Osman Digna fue roto en Gamaiza por dos Bris. de tropas egipcio/sudanesas al man- do de Grenfell y de Kitchener, En julio de 1889 los mahdistas invadieron Egipto y ei 3 de agosto, el amir Wad al Najumi fue totalmente derrotado por cE. egipcio en Toski. Conmocionados y desmo- D> El iltimo ataque del Gral. de Bormida durante % a derrota de los italianos por los abisinios en ‘Adua, en marzo de 1896. ralizados, los mahdistas se retiraron a Suarda, si- tuada a unas 130 millas al sur de Wadi Halfa, la guarnicién egipcia mas meridional, lo que signifi- caria el comienzo del ocaso del Estado mahdista en el Sudan. En 1889-1890 hubo hambre en el Sudan. En 1891 fuc aplastada una revuclta contra cl Califa y ese mismo aiio las fuerzas de Osman Digna ame- nazaron de nuevo Suakim, siendo derrotadas el 19 de febrero en Tokar por una fuerza egipcia. Otro fracaso mahdista tendria lugar en diciem- bre de 1893, cuando un E. italiano derroté a ‘Ahmad wad-Ali en Agordat. En julio de 1894 los italianos capturaron Kassala, la ciudad ms gran- de del Sudan oriental, pero en 1896 fueron de- rrotados por los abisinios en Adua, lo que ani- mé a los vencedores a amenazar dé nuevo la 20- na del Alto Nilo. El Estado mahdista se hallaba rodeado por to- das partes: por el sur los belgas avanzaban por el Alto Nilo desde el Estado libre del Congo y en el oeste, las ambiciones coloniales habian empuja- 03 OMDURMAN 1898 do alos franceses a amenazar Bahr-c-Ghazal. Sin embargo, el gran temor que impidié al Califa comprometer a sus fuerzas para repeler estas amenazas estaba provocado por la presion que el reconstruido E. egipcio, con ayuda britanica, ejercia en el norte. En Gran Bretaiia, durante los afios que siguie- ron a la muerte de Gordon, la poblaci6n britani- ca no dejé de exigir insistentemente su vengan- za. Con esto en mente, el E. egipcio fue reforza- do y la defensa del canal de Suez y de los intere- ses briténicos fueron confiados a la Marina Real y a las tropas britinicas en Egipto. En 1895 se consideré que habia llegado el momento ade- cuado y se hicieron planes para la conquista de Dongola al afio siguiente. Coincidiendo con la decision personal del EIGD. Archibald Hunter, DSO fue ascendido a este ‘empleo junto con Kitchener tras la captura de Dongola. Hunter estaba al mando de la Division Egipcia en Omdurman. khedive de utilizar su «nuevo» E, egipcio para reconquistar la provincia de Dongola y estimu- lado por una peticién de Italia, que habia sido recientemente derrotada por los abisinios en Adowa y que ahora deseaban que se efectuara una operacin diversionaria para impedir que los mahdistas tomaran Kassala, el Gobierno bri- tanico autoriz6 la campaiia de la reconquista desde Egipto. Esta seria mandada por el gene- ral (Gral.) sir Herbert Kitchener, que habia si- do nombrado Sirdar en 1892; se crearon dos nuevos Bons. para el E. egipcio a partir de la re- serva, se envié un contingente indio para re- emplazar a la guarnicién de Suakim, y el regi- miento (Rgto.) North Staffordshire se traslado al our relevando al E. egipcio en los puestor fronterizos. GD. sir Guillermo Gatacre, CB (Caballero det Boo) DSO, jefe de la Div. de Inj. britanica durante la ‘campana de Dongola, y al mando del contingente britdnico en Omdurman. b> El Sirdar y su plana mayor cruzando el desierto. LOS JEFES ENFRENTADOS Los lideres del Ejército anglo-egipcio El comandante en jefe era el Sirdar, general de division (GD.) de 48 anos de edad ‘sir Herbert Kitchener, que habia sucedido a sir Francis Grenfell como Sirdar en 1892. De un aspecto fi- sico imponente y mas de scis pies de altura, Kitchener era un jefe severo, despiadado y mi- nucioso que no se embarcaba en ningiin ope! nn sin haberla preparado al cien por cien. Sin apenas sentido del humor, odiaba a la Prensa y no aprobaba la presencia de oficiales casados en su E.. Ambicioso y la misma esencia de Ia fruga- lidad, todo su beneficio personal en Omdur- man consistié en una suma de 30,000 libras y la dignidad de barén. Se decfa, que si Kitchener era el cerebro del E. anglo-gipcio, el GD, Archibald Hunter era su brazo armado. Era un Gral. duro y combative que habia estado en el frente de todas las batallas conociendo su valia, dejaba el control del com- bate propiamente dicho a Hunter. El jefe de la division (Div.) de Infanterfa (Inf) briténica, Tte. general (TG.) sir Guillermo Ga- tacre, conocido por sus hombres como «Backa- cher», era un jefe inquieto, enérgico e incansa- ble ye mancjaba a sus honilues cou duseza. Sus jefes de brigada (Bri.), los generales de brigada (GB.) A.G. Wauchope y N.G, Lyttelton, lo pasa- ron mal debido a que Gatacre se encargé de de- cidir hasta los mas pequenios detalles relativos a la administracién de las Bris. y los Rgtos. Quiz4 la personalidad mas sobresaliente entre todos los jefes era la del Tte. coronel (Tcol.) Archibald MacDonald, que tenia mas anos de servicio en todas las zonas, que cualquier otro en clE., Tras haber ascendido desde los empleos in- feriores, mostraba un raro talento para sacar el maximo partido de sus tropas egipcias y sudane- sas. Valiente hasta el punto de la temeridad, hizo probablemente més para asegurar la victoria en Omdurman que cualquier otro. Los otros jefes 05 OMDURMAN 1898 A Arriba: GB. Héctor ‘MacDonald, CB, DSO, que mandaba la 1" Bri. egipeia en Omdurman. Procedente de los empleos inferiores prest6 servicios distinguidos en Majuba en 1881 y en la guerra de Sudéfrica de 1899-1902, En 1903 se suicidé en un hotel de Paris a causa de un escdndato homosexual. A Abajo: Cle. honorable EJ. Montagu Stuart- Wortley, jefe de los friendlies» (amigos), la fuerza drabe irregular que participé en la expedictén de Dongola. de las unidades egipcias y sudanesas eran el Teol. J.G. Maxwell, que habia prestado servicio con el E. egipcio en todas sus anteriores victorias, y el Teol. D-F. Lewis, un inteligente soldado con una vitalidad ilimitada La Caballeria (Cab.) estaba mandada por el Teol. R.G. Broadwood, del que se decia que era un jefe de reacciones rapidas y valiente, el Gral. de Cab. ideal. El arma de Artilleria (Art.) estaba mandada por el Tcol. CJ. Long, un hombre que tenia un apasionado amor por las armas de fue- go y un profundo conocimiento de todo lo rela- tivo a ellas. Los «Friendlies», una fuerza irregular de 2.500 miembros de arabes bien dispuestos, es- taban mandados por el comandante (Cte.), ho- novable Eduardo Montagu Stuart Wortley, un ve~ terano de la abortada campaiia preparada para rescali Gordon y un excentrico arabista. Los lideres mahdistas A partir de 1885 el E. mahdista se hallaba bajo el control efectivo del Califa Abdullahi, del que se decia que aunque habia sido un organizador competente de la politica del E., con el paso del tiempo y la aparicién de tecnologia militar mas avanzada, se habia convertido en un director ina- decuado de las tacticas del Ansar. Quizas el jefe mas efectivo de la campaiia fue Osman Digna, un antiguo mercader de esclavos que contaba con muchos seguidores entre las tri- bus de la region de Suakim. Se convirtié en el Amir més prestigioso a la muerte de Abd al Rahman Mujumi, y continué disfrutando de un puesto prominente en la jerarquia mahdista has- ta Omdurman, en 1898. E] jefe del Ansar en la batalla de Atbara fue el Califa Sharif Mahmud Ahmad, que cay6 prisio- nero. Posiblemente debido al tradicional nepotismo arabe, el Califa puso a su hermanastro Yaqub al mando de la Bandera Negra, y a sut hijo Shaikh Uthman al-Din al mando de la Bandera Verde Oscura (la Muluazimiya); a éste se le consider6 un jefe inadecuado. Los principales lideres del Ansar y demas emi- res menores se detallan, junto con sus respectivas unidades, en el orden de batalla del Ansar de la pagina 28. 06 LOS EJERCITOS EL EJERCITO ANGLO-EGIPCIO Los Rgtos. de Inf. briténicos estaban divididos en dos batallones (Béns.) con ocho Cias. de 120 hombres cada uno; los Rgtos. de Cab. tenian cuatro escuadro- nes (Sqns.) de 160 hombres cada uno. Los Bons. de Inf. egipcios tenfan seis compaiiias (Cias.) de 150 hombres cada una; y los Sqns. de Cab. 100 hombres eada nna Tas haterias de Art. renian ge- neralmente seis piezas, cada una de ellas con 113 hom- bres; las baterfas montadas tenfan 137 hombres. Las Gias. del Cuerpo de Ejército (CE.) de Camellos esta- ban formadas por 152 hombres cada una. Era raro que las unidades tuvieran sus efectivos al completo, es pecialmente los BOns. sudaneses, debido a que éstos se encontraban constantemente en servicio activo, La uniformidad de las tropas britanicas en el Sudan Todo el personal militar vestia el uniforme de cam- iia reglamentario de color caqui con correaje ma- rrén y cartucheras blancas. Los cascos para el sol te- nian fundas de color caqui y protectores de cuello guateados. Las tinicas notas de color eran los escudos de algodén, y los distintivos regimentales sobre las fundas de los cascos, también de color caqui, que es- taban normalmente destefiidas en un tono mas pali- do debide al ardiente sol. Los colores distintivos eran. los siguientes: Parche de color verde oscuro Parche cuadrado de color amarillo Bri de Fusiles Fusileros de Lancashire Fusileros de Una banda roja en Northumberland diagonal alrededor del casco Guardias Granaderos Una escarapela roja yazul Escudo cuadrado de color blanco Escudo cuadrado de color rojo Un penacho blanco Un escudo cuadrado de color azul Rgto. Lincolnshire Rgto. Warwickshire Seaforth Highlanders Cameron Highlaftders La recién legada Bri, de Fusiles estaba equipada con velos para el sol de color azul y gafas ENFRENTADOS Cer rea cel) Gamaiza (Sudan oriental), 20 de diciembre de 1888 | Brigada 92, 108, 12° Bons. sudaneses 2? Brigada 42 Bon. egipcio 1? Sudaneses Béns. Argin/Toski (frontera egipcia), del 28 de junio al | de agosto de 1889 8. Columna répida (Cor. Woodhouse) Argin 2 de julio 9° Bén, Sudanés 4 Clas 10 Bén. Sudanés 4 Clas. 13° Bén. Sudanés 10. Sqns. CE. de Camellos 2 Cias Cab. egipcia| 2 escuadrones 2? Bia. de campafa ‘Art. egipcia 66 em Krupps 3." Bia, de guarnicion ‘Art. egipcia 2.8 em Krups Toski, 3 de agosto |! Brigada (Woodhouse) 39, 52, 72 Bons. egipcios 2 Sqns. de Cab. 1? y 22 Bias, de Art. de campania 6 caftones | Bia. de Art. de guarnicién del CE. de camellos 22 Bri, (Cor. Kitchener) 1 Escuadrén de Cab. | Divisién, cada una de Art. montada, Art. de campafia y ‘Arc. de guarnicion | Sqn. de 20 hasares también presente, mds 4 caftoneros con timén en la popa I.8, 2° Bens. egipcios Tokar (Sudan oriental), 19 de febrero de 1891 I= Bon. egipcio (unas pocas Cias) 4° Egipcios Ly 12° Bén, sudanés 2 Sqns. de Cab. 2 piezas de campafia Krupp, 2 piezas de montafia y | ametralladora Maxim La tinica unidad de Cab. briténica, el 21 de Lanceros, vestia las mismas tinicas de color caqui y cascos reglamentarios que la Inf: pantalones de montar Bedford de cordoncillo, de color beige, forzados en el interior de la pierna con cuero suave Las botas eran de color negro con espuelas de acero. Durante toda la campaiia los infantes britanicos su- 07 EE soldado britinico se 16 decepcionado con fa Los gncros eeRENTADOS mes de retroearga + ob be eee: 4.09 OMDURMAN 1898 LOS EJERCITOS ENFRENTADOS Dibujo contempordneo sacado de las paginas det The Illustrated London News, m3 Los pexc08 ENIRENTADOE at madaneses del Frito epipcio crows ie __ 19s years enmneTADOS OMDURMAN 1898 posible. El pequeiio y fragil cafionero de los dfas del Nilo ha sido reemplazado por esta majestuosa flota que manda ahora; sin embargo recordamos lo bien que él y Keppel lucharon y pilotaron su pequefia na- vye en un Nilo ereciente y decreciente, y c6mo Beatty en el Athara nos ayud6 con su bateria lanzacohetes, ¥ cémo aparecié después lleno de ardiente entusiasmo a la cabeza de los asaltantes». El honorable Tie. H.L.A. Hood, que mandaba el Nazir, llegé a almirante y perdié la vida cuando man- daba’la 3* escuadra de cruceros de batalla, en Jutlandia, el $1 de mayo de 1916. EL ANSAR - EL EJERCITO MAHDISTA Cuando comenzé la reconquista del Sudén, en 1896, el E. mahdista estaba organizado alrededor de tres 4La flotitta det Nito det Sirdar avanza rio arriba, aqui se les ve con dhows atados a sus costados, proporciondndoles asi transporte mecanizado y potencia de fuego mévil. Los tres caivoneros construidos especialmente para la expedicién de Dongola representaron un triunfo de la ingenieria naval. Los botes fueron construidos en Londres, desmontados y transportados a Alejandria y a Puerto Said; posteriormente fueron ttevados por rio y ‘ferrocarril a Kosheh, al ‘sur de Firket, donde fueron montados de ‘nuevo. Tras sufrir siet transbordos, Negaron sin que se hubiera perdido ni una sola piesa importante, y con un adelanto de mas de quince dias (sobre una tiempo previsto de construccién de sélo ocho semanas). unidades principales con base en Omdurman, que cra con mucho la zona donde aquellos tenfan sus ma- yores efectivos. Los Muluazimiya estaban mandados por el jeque Uthman al-Din, el hijo mayor del Califa y estaban compuestos por 18 rubs, cada uno de ellos formado por unos efectivos de 10.000 a 12.000 hom- bres reclutados entre antiguos jihadiyya (fusileros) procedentes de la Arabia occidental, de las montaiias de Nuba y del sur. Estos estaban armados en su ma- yor parte con fusiles Remington de retrocarga. La Bandera Negra estaba mandada por el herma- no del Califa, Yaqub, Escasamente armada se convir- tid en la base de reclutamiento de las topas irregu- lares procedentes de todas las tribus, y estaba dividi- da en unidades tacticas en vez de en rubs, cada una de ellas contaba con los efectivos que el emir pudo lograr convencer para que lucharan a su lado. Entre LOS EJERCITOS ENFRENTADOS Guerreros dervishes caracteristicos del Ansar. A la izquierda, un jihadiyya procedente del Sudan meridional, En cl centro, un soldado pertenceiente a las tropas de choque con una lanza corta para ser ulilizada cuerpo a cuerpo. Derecha, miembro de la guardia personal det Califa armado con un pesado fusil de elefante. Mustraciones de Ricardo Scollins. OMDURMAN 1898 1897-1898, después de la caida de Dongola fueron traidas a Omdurman levas tribales y fuerzas regiona- les y colocadas bajo jefes baggara y agregados a la Bandera Negra. Estos estaban armados en su mayor parte con espadas y lanzas, aunque algunos de ellos posefan Remingvons. La Bandera Verde (verde brillante y no el verde os curo de la bandera personal de Uthman al-Din) era una unidad secundaria que habia absorbido a la Bandera Roja del Califa Al-Sharif, Estaba pobremen- te armada y sus miembros procedian de las reclutas efectuadas entre las tribus mas sedentarias de la zona del Nilo Blanco La organizacién del Ansar Durante toda la vida del imperio dervishe, las fuerzas que componian cada una de las Banderas estuvieron organizadas en rubs (literalmente «cuarteles»), que contaban normalmente entre 800-1.200 hombres, aunque no tenfan un tamaio estindar y estaban di vididos en tres unidades de combate y una adminis wativa, La primera unidad de combate estaba forma- da por lanceros y dividida en «estandartes» com- puestos por tribus o secciones de tribus; a continua- Gin venia el jihadiyya (que posteriormente se con- vertirian en el Muluazimayya), fusileros organizados en estandartes de 100 hombres cada uno. Final mente estaba la unidad de Cab., normalmente bag- gara, equipada con largas lanzas 0 espadas, aunque se les proporcionaban fusiles para sus misiones de re- conocimiento o en las acciones fronterizas. Cada estandarte estaba subdividido en «centurias» al mando de un 1a’ mi’a (jefe de una centuria, un centuri6n) y a su vez se subdividia en mugaddamiyyas de 25 hombres cada una al mando de un muqaddam. Los Emires mandaban unidades mayores, y las subu- nidades mas pequeiias estaban al mando de mugad- damen o jeques locales. Ademas de éstas, estaban las guarniciones forma- as por tropas regulares con largo tiempo de servi- Gio, normalmente fusileros africanos y lanceros ira- bes, que vivian en barracas, ademas de reclutas vor luntarios procedentes de las zonas vecinas. Estas for- maciones estaban organizadas y divididas de la mis- ma manera que las ebanderas». Las banderas mahdistas Las subdivisiones del Ansar eran reconocibles por sus banderas; cada amir tenfa la suya propia, que era el punto de reunion de sus fuerzas. Dentro de cada mando, los Amires secundarios y los ra’s mé'a’s tam- bien tenfan sus propias banderas; tanto éstas como Jos estandartes eran de forma rectangular y de apro- ximadamente cuatro por tres pies. Estaban fabrica- das en Omdurman y se guardaban en el arsenal cuando no se utilizaban. Adornadas solamente por uno de los lados, las banderas estaban. bordadas con textos religiosos, normalmente de cuatro lineas, en fondo blanco y tenian los bordes coloreados. Habia banderas con colores s6lidos (azul, rojo o verde) y con textos en rojo, azul, negro, verde 0 blanco. Los mastiles estaban adornados con bolas de lat6n, esfe- ras achatadas o medias lunas. Algunas de ellas lleva- ban adornos adicionales como colas de caballo. El deterioro del Ansar Desde su cenit, a mediados de la década de los ochen ta hasta su derrowa final, en 1898, el Ansar fue decli nando progresivamente aunque durante ese periodo fue uno de los ejércitos africanos mas poderosos, que habia derrotado a los abisinios en 1888-1889, que a su ver habian derrotado a un E. italiano en 1896. Las ra- zones de esta caida eran numerosas, no siendo la me- A Espada de empuiadura de cruz y doble filo caracteristica del Ansar, snbbah con parches de ‘formas geométricas y ‘escudo redondo (este uiltimo fue menos ‘empleado durante la década de los 90 que durante la campana de Jartum) nor de ellas la de haber subestimado al rejuvenecido E. egipcio y la moderna tecnologia militar que Kitchener tenia a su disposicién. A esto se debe afia- dir un deterioro constante en la calidad de sus armas de fuego y municiones, la constante disminuci6n del ntimero de fusileros y artilleros debidamente entre- nados, la pérdida de algunos de sus jefes mis exper- tos y mejor dotados y la comprensible carencia de un sistema efectivo de abastecimiento. La uniformidad del Ansar Desde los primeros dias de 1a marcha del mahdismo se decreté que los soldados del Ansar deberian vestit cl jibhah, 1a camisa de algadén carta y snelta utilizada por los mas pobres y los humildes del Sudan en el si- glo XIX, Llegaba hasta las rodillas y sus mangas aca- baban justo debajo del codo. Tenfa parches, origina- riamente por necesidad, pero posteriormente como adorno, que eran simétricos y del mismo color en la parte anterior y en la espalda. En el periodo que Ile- ga hasta 1885, estos parches fueron generalmente de colores rojo y azul oscuro, Mis tarde, de acuerdo con clestilo normalizado del jibbah pudieron ser negros, azules, rojos, tostados, verdes y a veces marrones. En. a época de la campana de Dongola, su confeccion se habia «profesionalizado» y los parches de formas ge- ‘ométricas iban cosidos en la parte frontal, espalda y brazos, otro tejido de color bordeaba el cuctlo, las mangas y la patte inferior de la prenda. Con esta prenda se utilizaban calzones de algodén ajustados 0 pantalones blancos (siraval), sandalias (sayidan), un ceitidor de paja (karaba), un casquete Caygiu), un turbante (imma) con una cola (aziba) que colgaba libremente detris de la oreja izquierda y un rosario (sibba). El fez nunca se utiliz6, por estar estrictamente prohibido. Algunos Emires importantes utilizaban un turbante rojo (imma) y la forma de ponérselo era un distintivo tan propio del mahdismo como la mis- ma jibbah, Iba enrollado alrededor del casquete y uno de sus extremos se dejaba libre entre los pliegues del imma detras de la oreja izquierda; el resto se enrolla- ba de manera que los pliegues formaban una uve in- vertida en la parte delantera, de forma parecida al turbante de los sikhs. EL Beja, el Bisharin y muchos Baggara vestian pan- talones de algodén blanco hasta los tobillos o taparra- bos al «estilo dhoti» alrededor de la cintura. Invariablemente estaban sucios por el polvo y la mu- gre del largo uso, en tonos piilidos de gris, tostado, 0 rojo ladrillo. Durante los primeros dias del Ansar, la pertenencia al mahdi se mostraba en ocasiones me- diante uno o dos parches cosidos sobre el tejido de co- lores rojo o azul. Llevaban el pelo largo y peinados LOS EJERCITOS ENFRENTADOS muy elaborados. Ensortijado y tieso de forma que so- bresalia seis o siete pulgadas a ambos lados de la ca- beza, después se partfa con una raya que iba por enci- ma de las orejas y alrededor de la parte posterior de la cabeza. El pelo que quedaba por debajo de la raya se cepillaba hacia abajo y hacia afuera y el que quedaba por encima, hacia arriba; finalmente se atravesaba un alfiler de madera o palillo por la parte superior del pe- Jo. Cuando los Beja empezaron a utilizar el jibbah (en. las iiltimas campafias) dejaron de utilizar sus vestidos tradicionales, se afeitaron las caberas y utilizaban cas- quetes. No hay constancia de que las tribus utilizaran sus peinados o su manera de vestir para distinguir las diferentes secciones del Beja. El Hadendowah y otros «Puz7y-Wuzzies» del Sudan Oriental no se afeitaron la cabeza ni utilizaron el jibbah. Las armas del Ansar En los primeros dias del mahdismo, durante la déca- dade los ochenta, antes de la campaiia de Jartum y de Jas victorias sobre las desmoralizadas y mal entrenadas, fuerzas egipcias, el creciente mimero de seguidores del mahdi Mohammed Ahmed se encontraban mal alimentados y deficientemente equipados. Sin embar~ GO, Sus victorias atrajeron a seguidores mas pudientes y las raciones mejoraron, al mismo tiempo que los fu- siles Remington capturados sustituian a las lanzas, es- padas y dagas, La mayor parte del Ansar estaba arma- do con lanzas de 10 pies de largo y hoja ancha, con tres lanzas mas cortas arrojadizas y con una espada recta de doble filo y empufiadura de cruz que nor malmente se Hevaba en una vaina de cuero rojo col- gada debajo del hombro izquicrdo cn cl sobaco, pe~ gada al cuerpo. La mayoria de los guerreros Hlevaba dagas cortas, curvadas 0 rectas que se guardaban en, vainas de cuero rojo colocadas en la parte superior del brazo izquierdo. Los Beja y los Bisharin llevaban también a veces terribles cuchillos curvados, con una hoja que se ensanchaba hacia la punta y unas varas curvadas de madera que lanzaban a las patas de los ca- ballos y camellos para derribarlos. Apenas se utiliza- ban escudos, a excepcidn de los Beja; éstos eran re- dondos y con un ombligo c6nico de gran tamaiio en la parte central, hechos de cuero de rinoceronte, co- codrilo o elefante y que, segtin se decia podian re- chazar una bala. Otros tipos de escudos utilizados eran los de los Baggara, de forma eliptica y con un “ombligo central y protuberante; en algunas ocasiones se vieron escudos de forma oblonga hechos de mim- bre, La malla encadenada no se utiliz6 en la batalla. Se decia que habian capturado 21.000 fusiles con su correspondiente municién, a las derrotadas fuer- zas egipcias, en su mayor parte obsoletos Remington de recamara, que habian sido un arma revoluciona- a OMDURMAN 1898 ria en 1865, cuando se comenz6 a fabricar. ELE. cio lo adopts en 1870; su recamara de bloque rodan- te era simple, fuerte y segura; se abrfa levantando el, percutor y girando el bloque de la recémara hacia atras con el dedo pulgar para poder introducir el proyectil. A continuacién, el bloque se volvia a girar hacia arriba, mientras que el percutor se mantenia levantado mediante una palanca de obturacién, y fi nalmente se cerraba la recimara. Cuando se dispara- ba el arma, el percutor golpeaba sobre la aguja situa da en el bloque de la recamara, sumando a éste su peso en el momento de la explosion. Cuanto mayor eral retroceso, mejor ajustaban las diferentes partes del arma al haberse disefiado de forma que la pre- én de la camara les obligaba a unirse mas intima- mente. Se decia que el Remington podia hacer die cisiete disparos por minuto, sin embargo su precision, se vio grandemente afectada, por la costumbre der- vishe de disparar hacia el cielo y de recortar el caiin. También se utilizaron algunas armas de percusién que se cargaban por la boca y algunos Martini-Henrys que habian conseguido entrar en el Sudan, El gue- rrero dervishe que tenfa un fusil tenfa también una bandolera, y a veces dos, fabricadas localmente con cuero coloreado y estampillado, aunque se vefan ak gunas capturadas del modelo egipcio. Se llevaban ak rededor de la cintura o sobre el hombro. Sélo dispo- nian de armas de fuego los fusileros, aunque en oca- siones también la Cab, en misiones de reconocimien- to 0 de asalto recibié fusiles. El equipo pesado del Ansar se limitaba al poco que habian capturado a los egipcios. Se cree que los dra- bes habian conseguido 4.000 fusiles Remingto co piezas de campaiia Krupp, dos cafiones Gatling, dos tubos lanzacohetes y una abundante municion en la regién de Suakim en 1884. En otros encuentros habian capturado algunos viejos obuses de montaia montados sobre pequeiias curefias tiradas por came- Hos, algunas piezas Krupp y unas pocas ametrallado- ras Nordenfelt de multiples tubos, ademas de otras armas de fuego ripido con manivela, T ponian de un puriado de viejos y desvenc res de rio. dos vapo- Elarma de Art. del Ansar n la época de Omdurman, el Ansar contaba con on- ce baterias de seis piezas cada una, manejadas por 156 artilleros que en. su mayor parte habian sido ins- truidos durante su servicio en Egipto. Los jefes de la A Una piexa dervishe abandonada y sus artilleros muertos tras la batalla de Omdurman. (ASKB) 2 Art. Ansar eran Muhammad Abd al-Rahman (egip- cio), Ali Masri (sudanés), Abd al-Aal Ahmed y Abd al- Rahmen Ramah. Todos se hallaban bajo el mando supremo de Yaqub. Almacenadas en Omdurman 0 emplazadas en fuer- tes construidos de barro a lo largo del Nilo, habia 63 piezas en total (35 piezas de bronce de montaiia, ocho caiiones Krupp, siete ametralladoras de diversos mo- delos, principalmente Nordenfelts y una Remington, y trece piezas de diversos modelos bajo nombres desco- nocidos y exéticos ~cinco «Sherkba», dos «Ordi>, dos «Abisinios», tres «Kuba» y un «Francés»). Dos de los tres vapores de rio del Ansar estaban ar- mados con una pieza de montaia cada uno. El Ansar solamente utilizé cinco cafianes en Ia hae talla de Omdurman; todos ellos estaban bajo el man- do del Muluazimiya y la Bandera Negra, y emplaz dos en una colina que dominaba el campo de batalla. Aparentemente su contribucién fue despreciable: doce piezas de montaiia y dos ametralladoras fueron halladas en la carretera que conducia la campo de batalla. ‘Tcticas de combate del Ansar Los factores mas importantes en la tictica del Ansar eran la sorpresa y el choque, basados a menudo en el cerco del enemigo y en asaltos desde dos direcciones diferentes, o en tin ataque sorpresa a lo largo de la li- nea de marcha enemiga, intentando desbordar al ad- versatio mediante la superioridad numérica. Era fa- ‘mosa por sus fusileros que adoptaban posiciones muy cerca del enemigo para proteger a los hombres ai mados con espadas y lanzas, al misine Gempo que procuraban debilitar al enemigo para preparar el asalto definitivo. La gran ventaja que les daba su ve- locidad permitia a los guerreros aprovechar al maxi ‘mo esta cobertura para acercarse al enemigo antes de lanzar un ataque salvaje. La naturaleza del terre- no en las zonas donde se efectuaban las operaciones permitia con frecuencia que el grueso de los guerre- ros pudiera permanecer entre la maleza sin ser de- tectado de forma que la primera indicacién de su presencia coincidia con el ataque definitive. Uti lizaban una formacién natural que no requeria ins truccién ni organizacién, Debido simplemente al he- cho de que el més valiente iba mas rapido y legaba antes al frente, sus ataques eran normalmente en una formacién en cuiia que, automaticamente, una b Infante dervishe. Mustracion de Miguel Roffe. LOS EJERCITOS ENFRENTADOS. ver que su punta habia atravesado las defensas, agran- daba la brecha. Tenjan la costumbre de situar a sus mejores hombres delante, dejando algunos de ellos en reserva para golpear al enemigo una vez rotas sus lineas. En més de una ocasién una gran hueste de gue- rreros apareceria repentina y draméticamente de en- tre la maleza o de una depresién del terreno, avan- zando en medio de una nube negra y acortando dis tancias a un ritmo tan increible que parecian caba- llos al galope. Aparentemente bien instruidos, se trasladaban en grandes falanges, cada una de ellas mandada por un emir montado sobre un soberbio caballo y asistido por su portaestandarte y sus si vientes Duirante el avance, la hueste, mantenfa el rit mo de su inercia, animada por el incesante sonido de Jos tambores a sus espaldas. De pie sobre los estribos, OMDURMAN 1898 Jos emirs hacian seiias con los brazos para que si guieran avanzando mientras aumentaban su fervor ccon frases y oraciones islimicas. Las drdenes se da- ban mediante tambores y cuernos. A finales de 1895, el E. mahdista se encontraba, en su mayor parte, concentrado en Omdurman, forma- do segiin se cree por 15.000 fusileros, 45.000 lance- ros y guerreros con espadas, 35.000 soldados de Cab. y 46 piezas de Art.. Se especula acerca del ntimero re- al de efectivos del E, dervishe presentes en Omdur- ees man los dias 1 y 2 de septiembre de 1898. Los pri- meros reconocimientos de la Cab. estimaron que het bia unos 30,000 hombres; el mismo Kitchener crey6 al principio que se trataban de 35.000, pero poste- riormente corrigié la cifra a entre 40.000 a 50.000 hombres. Después de la batalla, el informe niimero 60 del Servicio de Informaci6n del Sudan daba las si- guicntes cifras oficiales: Emirs, 86, subemirs, 376, hombres, 51.423, caballos, 5.495, fusiles,14.296. Total, 51.8 Dongola y la frontera egipcia 4.600 fusleros, 8000 soldados armados con espadas y lanza, 1.200 soldados de Cab. y diecischo caronee: 6.900 fusileros, 1.100 soldados armades con espadas y lanzas, 2150 soldados de Cab. y cuatro cariones. 6.000 fusileros, 2.500 soldados armados con espadas y lanzas, 350 soldados de Cab. y cuatro cafones. 1.800 fusileros, 4.500 soldados armados con espadas y lanzas y eres cafiones Sudin oriental Sudin occidental Sudin meridional Las estimaciones de la dispersion del Ansar tras la batalla de Frikee del 7 de junio de 1896, pero anceriormente a la reconquista de Dongola tomadas de los informes del Servicio de Informacion del Sudan son las que ae indian a continuacin. En el cistrto fronterizo més septentrional frente al E. anglo-egipcio habla probablemente unos 1.700 fusileros, compuestos por jhadiya alicanos y drabes instruidos, unos 3.000 hombres armados con ‘espadas y lanzas; 650 soldados de Cab; 500 camelleros, 8 piozas de ‘montana y | ametraladora Nordenfelt Estar efectivas extab aproximadamente dstribuidos en as siguientes dreas: ‘Abu Hamed 460 fusileros, |$00 soldados armados con espadas y lanzasineluyendo 300 jinetes, dos cafones. 1,400 fusleros, 300 jineces de Baggara, 1/500 soldados armados con espadas y lanaas, seis cafones, 320 fuslleros,|.100 soldades armados con espadas lanzas, 80 jinetes de Baggara 250 fuslieros, 100 soldados armados ‘con ospadas y lanzas, 50 jinetes de Baggara, una ametralladora Nordenfelt Puesto de Anti 30 fusileros, Posteriormente fue reforzado con 1.000 fusileros y 1.000 soldados armados con espadas y lanzas procedente de Omdurman y Debta. Dongola Hafie Kerma 4b El avance a Dongola. Remolcando al cationero ELTeb en la segunda catarata a través del Big Gate» (Puerta Grande). El barco ha sido completamente despojado de todo el peso superfluo dejando solamente ta carga de carbon necesaria. Gruesas maromas han sido atadas a un cable que alrededor de la proa del barco. Unos 500 soldados desde la orilla este tiran de las maromas y, a bordo del barco, los tripulantes controlan el curso mediante defensas y pértigas. El Cap. de Corbeta Robertson, de pie en la torre cénica se comunica con los hombres de la orilla mediante seaales a causa del gran ruido produeido por la corriente del agua. LA CAMPANA DE DONGOLA-BERBER Esta campaiia comenzé el 16 de marzo de 1896, fe- cha en que se enviaron varios Bons. egipcios a toda prisa Nilo arriba, por ferrocarril y en los vapores flu- Viales de Tomas Cook & Sons. Esta fuerza legé a Akasha el 20 de marzo sin encontrar oposicién, micntras que los mahdistas habjan preferido fortifi- carse en Firket, a unas 16 millas mas hacia el sur. levanté un campamento fortificado en Akasha para proteger la construccién del ferrocarril y para esta- blecer un depésito para los suministros que habian sido transportados por camellos siguiendo la ruta del fo, asi como para otros suministros y refuerzos que venian por el Nilo, Kitchener planeé meticulosamente cada detalle de esta campaiia y su coste (era famoso por st frugali- dad), prestando la maxima atencion al abastecimien- to de las fuerzas en su linea de comunicaciones, cada vez mayor. Planificé el aprovechamiento de todas las ventajas del transporte fluvial y el tendido del ferro- carril al mismo tiempo que avanzaba, ademas de la ilizacién de los tradicionales camellos. Desde el Cairo a Saras (situado a 55 millas al norte de Akasha), una distancia de 827 millas, se utiliz6 el transporte por ferrocarril durante las primeras 350 millas. A par- lir de aqui, las siguientes 230 millas se hicieron por va- pores fluviales, un corto trecho de seis millas rodean- do la primera catarata por ferrocarril, por vapor du- rante otras 208 millas y en ferrocarril de via estrecha Jas tiltimas 33 millas. A partir de aqui convoyes de ca- mellos protegidos por campamentos fortificados abastecerian a las tropas mientras se ampliaba el fe- rrocarvl Con la utilizacién de estos medios, el Sirdar pi tendia concentrar sus fuerzas y desalojar al enemigo del Firket, Mas tarde, cuando se produjera la crecida del Nilo, las tropas de reserva y los suministros que se habian acumulado en Firket seria transportadas mediante botes de vela hasta Dongola, siguiendo los pasos del E. Simultaneamente, los caiioneros de pe- quefio calado ayudarian a proteger el trafico fluvial y participarian en el combate cuando fuera posible. Durante los meses de abril y mayo de 1896, Kitchener consolid su posicién en Akasha, trayendo twopas y mejorando las comunicaciones. A finales de OMDURMAN 1898 gola, marzo a septiembre de 1896 mayo, la via del ferrocarril Hegaba hasta 64 millas mas alli de Wadi Halfa y se encontraba a tan slo 25 millas de Akasha. En Omdurman, el Califa era informado de todo lo que sucedia, por lo que tenia conocimiento del rapi- do avance del E. egipcio asi como de la ocupacién de Akasha. Como consecuencia de todo esto el emir Hammuda, al mando de una importante fuerza, co- menz6 a concentrarse en Firket y en otras plazas si- ANGLO: EGIP Sarras Fort Tle eared ie tuadas més al sur tn puna seas are Ws Poros de Fale Gama os Moghrat La batalla de Firket, 7 de junio de 1896 Durante la noche del 6 al 7 de junio, Kitchener envi6 un E, formado por 9,000 soldados egipcios y sudane- ses apoyados por equipos de ametralladoras briténi- cas Maxim, por las rutas fluviales y del desierto, para atacar a Uthman al-Azraq y a sus 3.000 hombres en Firket, situada a dieciséis millas de Akasha, Nilo arri- ba. Una columna formada por miembros de la Cab. y del CE. de camellos bajo el mando de Burn- Murdoch, avanzé por el interior con el fin de cortar la ruta de escape mahdista; simulténeamente el grue- Cour ' deo >] Bolan: wom Me, eeldeler JRN- MURDOCH, Bast avarade angling, fra dl erocarly aster Sarda. ts tata de ict Batalla de Firket, 7 de junio de 1896 ANGLO. EGIPCIA Jebel Frket i Campamento de Baggara Meseta pedregasa ANSAR| 2 Column ay del desierto BURN MURDOCH. amide UTMANAL-AZRAO art 23a 26 s0 del E. compuesto por unos 7.000 hombres bajo el ando de Hunter, avanzaba Nilo arriba. (La compo- sicién de estas fuerzas puede verse en los érdenes de batalla britinicos.) En silencio, con gran sigilo y una coordinacién perfecta, sorprendieron a los mahdistas a las 5,00 ho- ras y, tras algunos duros combates, hacia las 7,30 ha- bian conseguido poner completamente en fuga a los mahdistas, ocasionandoles més de 1.000 muertos y heridos y tomando 600 prisioneros. Uthman al-Azraq con el resto de sus desorganizados supervivientes se retiré hacia el sur. Esta operaci6n fue levada a cabo casi en su totalidad por tres Bris. egipcio/sudanesas De La 18 Bri. ogipeia de Lewis despeja ta ribera ene Doe ts poms avanzados del campamento de Jahalin durante la bataila de Firket. LA CAMPARIA DE DONGOLA-BERBER con apoyo montado, con unas bajas de 22 muertos y 91 heridos. Esta confirmacién del firme avance del E. Egipcio impresion6 al corresponsal de The Times, que escribi- ria: «Ya habia observado durante el desarrollo de las, operaciones que los egipcios aguantaban bajo el fue- {g0 con toda firmeza; siempre habian tenido la repu- taci6n de hacerlo asi, pero pocos creian que poseye- ran el arrojo que demostraron en esta ocasion», Elavance a Dongola Alla espera de mas refuerzos y de la flotilla de caito- 27 D Un incidente en Firket segiin la ilustracién de Caton Wooville basada en un boceto del artista especial del The Mlustrated London News, H.C. Seppings Wright: el caballo del Cap. Fitton eae a sus pies abatido por un disparo. LA CAMPAKIA DE DONGOLA-BERBER Orden de batalla britanico en Firket, 7 de junio de 1896 La columna del rio (Hunter) 7.000 hombres 3, 4° egipeios 92, 102 sudanés 112, 128, 13° sudanés Prete egipcios 1,52, 152 egipcios (después de Firket) 22 y 32 Bias. de campata egipcias 2 cafioneras, 3 barcos armados 12 Bri, (Lewis) 22 Bri (MacDonald) 3 Bri, (Maxwell) 42 Bri, (David) ‘También se hallaban presentes 1/2 Bén. del Rgto. North Staffordshire, y | Bia. Maxim de los Rangers Connaught La columna del desierto (Burn-Murdoch) 2.700 hombres 6 Cias. del CE. de camelios 8 Sqns. de Cab. 128 sudanés (montados en camellos) | Baterfa montada de Art. (6 cafiones Krupp de 6 cm) Dos ametralladoras Maxim a ee ae me. a sal =e a G.MONTBARD- 3132 OMDURMAN 1898 Uno de los personajes participantes en los sucesos de las décadas de los 80 y los 90 en Egipto y el Sudan especialmente interesante, fue Rodolfo Slatin Pasha, austriaco y ‘antiguo Gobernador de Darfur durante la presencia de Gordon en Jartum, época en que fue ‘capturado por los mahdistas. Escapo en 1895, después de haber estado prisionero durante més de dies anos, y legs a ser un oficial de alta graduacion on el E. ipeio. Fue el subdirector expedicién de Dongola y también en época posterior. Derecha: Tras la batalla de Firket, Statin encuentra entre los muertos el cuerpo de un viejo amigo, el emir Hammuda, uno de los jefes mahdistas durante el conflicto. neros, Kitchener tuvo que hacer una pausa de tres meses, que estuvo marcada por la presencia de nu- merosas tormentas, las riadas y el colera. A primeros del mes de septiembre la Fuerza Expedicionaria de Dongola, reforzada con el Rgto. North Staffordshire, con un total de unos 13.000 hombres y con 22 piezas de Art, y cuatro caioneros estaba lista para avanzar hacia el sur en formacién de brigada (Bri.) a lo largo de la ruta del desierto y de la ribera del rio; algunas lt uly abe unidades iban en vapores fluviales protegidos por los caizoneros. Frente a ellos estaba Muhammed-vad-Bushara, con 5,000 hombres y seis piezas de montafia. E118 de sep- tiembre esta fuerza se atrincherd en Hair, situada al otro lado del Nilo frente a la ciudad de Kerma, obli- gando de esta forma al E, egipcio a cruzar el Nilo con éLfin de poder tomar Dongola, que estaba situada en la orilla opuesta a la ocupada por la fuerza de Kitchener, No deseando dejar tras el una fuerza enemiga tan numerosa, Kitchener intent6 desalojar a los mahdis- tas de su posicién mediante el fuego de la Art. y de Jos cafioneros. Observados por las tropas egipcias sentadas en la ardiente arena, siguié un bombardeo de tres horas que no consiguié su propésito, por lo que los cahoneros recibieron la orden de cruzar las defensas mahdistas y proseguir hacia Dongola. Temeroso de un ataque por la retaguardia por parte del E. egipcio, que podria cruzar el rio mas arriba de la posicion donde se encontraban, las tropas del Califa abandonaron Hafir durante la noche del 19 al 20 de septiembre y Dongola cayé sin ofrecer la me- nor resistencia el 28 de septiembre. Kitchener, el khedive y el Gobierno briténico esta- ban muy satisfechos e impresionados por la captura de mis de 450 millas del Nilo, a un coste relativa- LA CAMPAKIA DE DONGOLA BERBER ‘A La Cab. egipcia de Burn-Murdoch persigue al enemigo que huye hacia Suarda, en ta tltima parte de la batalla de Firket. mente pequeiio y con menos de 170 bajas. Los mah- distas habfan sido superados, derrotados y obligados a efectuar una retirada desordenada hacia Meta- mmeb, Berber y Atbara, pasos que conducian a Omdurman y al Califa. Hunter toma Abu Hamed Con el fin de mantener la inercia de la expedicién a Dongola, Kitchener planifie6 la construccion de un ferrocarril a través del inexplorado y seco desierto nubio, desde Wadi Halfa hasta Abu Hamed, y las pri- meras traviesas se tendieron el 1 de enero de 1897. A mediados de julio habia cubierto ya la mitad del ca- mino y se envi6 una fuerza para desalojar al enemigo de Abu Hamed. Partiendo de Merowe el 29 de julio, el Gral, Hunter dirigié una columna rapida, formada por 8.600 hombres a través de un terreno agreste € inhospito, cubierto de rocas y de arena que llegaba hasta los tobillos, recorriendo 118 millas en 7 dias y medio en la época mas calurosa del aio. Com- Le batale de Hef. La Aegina legen PC de comet ‘ripe dvcnsande oe ‘rcs prastman Abu 3738 OMDURMAN 1898 catarata Rad Halla ara) sera omental rc) ra acl ty Hi 3 lilo no ea ravegabe ene Marome y Abu Hamed. Eten {ue separa estas dos plas ra inaecuado para errocarl 29-de julio Debbal |ANGLO- \ | Barca, KITCHENER Desierto de Bayuda ANSAI w MAHMUD AHMAD (dese junio) La caida de Abu Hamed alarmé decisivamente a Zaki Uthman, el hombre del Califa en Berber. Los fuerzos prometidos no legaban, y con sus tropas a punto de amotinarse, el dia 24 de agosto evacué, Berber y se retir6 a Shendi, situada al sur del rio Atbara. Al oir estos rumores, Hunter envié cua- 100 Milas Se EnaTeaeeeraee 50 150 200Km Tokar @ ANSAR ZAKIUTHMAN Adarama igo sppse 025 sone eo Kaisala 1 renta camelleros pertenecientes a las tropas irre- gulares para investigar, y éstos ocuparon Ia ciu- lad el dia 31 de agosto. De esta forma, el punto estratégico mis importante entre Wadi Halfa y Omdurman cayé sin combatir en las manos de Kitchener. 39 El comercio sigue a ta bandera... «sir Herbert Kitchener inspecciona los articulos recién Negados después del desfile de la mariana» en Dongola; extraido de las paginas de The Mustrated London Times. Y Zafir, ef caiionero det CF. honorable C. Keppel, jefe de la flotilia, ‘reconociendo la posicién de Osman Digna en Shendi. Cuando revent6 la caldera det Zafir, el CF. Keppel trasladé su ‘ensena al Sultan. LA CAMPAKIA DE DONGOLA-BERBER LA CAMPANA DEL ATBARA pray wad anniaD UACAMIABA DEL ATEARA 48 sror OMDURMAN 1898 Mahmud, el lider mahdista, protegido por et 10° V El cuadro de Godfrey Giles After the Battle of Atbara ‘Sudanés tras la batalla del Atbara. La inscripcién es la (Después de la batalla del Atbara): El emir Mahmud es firma de Mahmud que aparece en la fotografia original. Hevado prisionero ante sir Herbert Kitchener. (ASKB) 49 LA CAMPANIA DEL ATBARA el suelo, los Camerons, Seaforths, 1 y Warwicks se desplegaron a derecha ¢ izquierda barriendo completamente la zona de la zarcba y Megando hasta las tiltimas trincheras y, atravesa do la espesa maleza, hasta el rfo que discurria otro lado. Al llegar a él se alinearon con sus ori- las, y comenzaron a disparar descargas cerradas, contra los nativos que huian intentando atravesar la zona de terreno despejado, cubierta por arena seca de un cuarto de milla, que pronto se vio cu- bierta de formas negras. Finalmente aunque no sin dificultades se consiguié que las tropas dejaran de disparar; el repentino silencio se rompio por los ruidosos estallidos de los vitores. La batalla, que dur6 45 minutos, habia termi- nado, pero habia sido una costosa victoria para cl E, anglo-egipcio, que sufrié mas de 550 bajas. Las pérdidas britanicas fueron las siguientes: 1" Bon, del Rgto. Royal Warwickshire: 2 muer- tos y 12 heridos. L.© Bon., 10° de Lincolns: 1 muerto y 16 heridos. El 72° de los Seaforth Highlanders: 7 muertos y 26 heridos. EL 79° de los Cameron Highlanders: 16 muertos y 45 heridos. Las tres Bris, egipcias habjan sufrido 57 muer- rropas sudanesas vitorean al Sirdar en abril de 1898, después de la batalla del Atbara. tos y 386 heridos, incluyendo 10 Ofs. britanicos. El E. de Mahmud habia quedado destruido y sus bajas estimadas eran de 40 emires y 1.000 gue- rreros muertos y una gran multitud de prisione- ros entre los que se inchuia el mismo Mahmud. El resto del E. se esparcié por el desierto dejando de constituir ya una parte efectiva del E. del Califa. Osman Digna conserv6 el control de unos 4.000 hombres que consiguieron hacer una retirada or- ganizada hasta Gedaref, donde se reunieron con el E. principal en Omdurman. Mahmud, el jefe del Ansar capturado, escupiria a sus captores las siguientes palabras de venganza: «Pagareis por to- do esto en Omdurman (...) ;comparado con el Califa yo s6lo soy una hoja!> EI Sirdar se prepara para la batalla definitiva La victoriosa fuerza de Kitchener inicié su marcha hacia el norte en direccién a los cuarteles de vera- no de Fuerte Atbara y a los situados a lo largo del Nilo, donde se mantuvieron durante cuatro meses, a la espera de refuerzos y de la crecida del rio, OMDURMAN 1896 Sargento Mayor Hustracion de Miguel Roffe. ANGLO. - EoIPCIO KITCHENER as 2526 ces debe! Royan Trepon regutre wre dar oage och oo 282020, Noch 39 oe agesto 10 Milas del 21 de Lanceros. Oficial det Rgto. Lincolnshire, vistiendo el uniforme caracteristico de camparia; su espada es el modelo 1895 0 1897 de Inf Wusteacion de Miguel Roffe. EL AVANCE HACIA OMDURMAN A mediados de agosto, el E. de Kitchener se ha- aba concentrado en el extremo norte de la sex- ta catarata, y contaba con un depésito avanzado de abastecimientos en la cercana isla Nasti. Aqui, durante los meses de julio y agosto, el E. habia si- do reforzado por una nueva Bri, britanica forma- da con el 1." Bén. de Guardias Granaderos (pro- cedente de Gibraltar), el 1.~ Bén, de Fusileros de Northumberland y el 2° Bon, de Fusileros de Lancashire procedentes de El Cairo, y el 2° Bon. de la Bri. de Fusiles procedente de Malta; el 21° de Lanceros llegé también procedente de Egipto. Ademés de éstos, contaba con més Art., por lo que los efectivos totales de Kitchener en estas fe- chas eran de unos 22.000 hombres, 44 piezas de Y Un caitonero del Nilo lanza un cable a través del rio después de que la batatta del Atbara hhubiera dejado el camino Bibre, Art,, 20 ametralladoras Maxim, y una flota de ca- foneros, diez de los cuales estaban blindados. E124 de agosto, en divisiones consecutivas pre- cedidas el CE. de Cab. y camellos, y en forma- cién con un frente de dos Bris. preparadas para repeler cualquier ataque repentino, la fuerza ini- cid la marcha. Las acampadas realizadas durante la marcha fueron las siguiente 24 de agosto Wad Hamed 25 de agosto Jebel Royan 28 de agosto ‘Wady el Abid 30 de agosto Sayal 31 de agosto Sururab (6 millas al norte de la sierra de Kerreri) 1de septiembre Egeiga El dia 31 Ilegaron a la cima de una colina, desde donde podfan ver, extendiéndose ante ellos, la ciu- ‘una amplia ona de casas de sedis de wansporte fueron sinados esta a tumb del Mahe nformarle de que is ‘de cla rentradasen el extre- ide fuerzasenemigas salian fda be Surg aE dena al completo, fener pets Societe tee ra Spier eae tarde nists exploradores no- ‘enemigo se habia etenidoy mis sss OMDURMAN 1898 Un guerrero Hademdowah, armado con una espada de empuitadura de crus y un escudo, y guerrero (montado) Tashi de la tribu Baggara. Hustraciin de Miguel Roffe. 55 tarde se observs que estaba preparando vivaques fogatas. Recibimos la informacién de que cl Califa tenfa la intencién de efectuar un ataque nocturno contra nuestra posicién, por lo que re- alizamos los preparativos para repelerle; al mis- mo tiempo, enviamos a algunos pobladores de Egeiga en direccién al campamento enemigo con él fin de que nos consiguieran informacion y haciéndoles creer que planeabamos realizar un ataque nocturno; cuando esta informaci6n lego al conocimiento del Califa, éste decidi6 perme necer en su posicion, y consecuentemente pasa- mos la noche en la zareba sin ser molestados. »Mientras tanto los cafioneros que, al mando del CF, Keppel habfan acribillado el campamen- to avanzado dervishe préximo a Kerreri el 31 de agosto, siguieron durante el dia 1 de septiembre remoleando a la Bateria de obuses hasta la orilla derecha, desde donde continuaron su avance ha cia el sur junto a los Irregulares al mando del Cte. Swart Wortley, Tras destruir dos fuertes y dos aldeas desalojadas valientemente por los Irregulares, los obuses fueron desembarcados en una buena posicién situada en la orilla derecha, desde donde se abrié un efectivo fuego sobre Omdurman y, después de algunas descargas, la LA CAMPARIA DEL ATBARA, prominente ctipula construida sobre la tumba del Mahdi quedé parcialmente demolida, mien- tras que los cafioneros rodeando la ciudad bom- bardeaban también los fuertes, que replicaron con un denso aunque mal dirigido fuego» La noche del 1 al 2 de septiembre de 1896 es grificamente descrita por Bennet Burleigh, co- rresponsal de guerra del Daily Telegraph de Londres, en su reportaje en dicho periddico: «La tormenta y las nubes habjan pasado. La lu- na salié pronto la noche del 1 de septiembre. Tuminaba brillantemente encima y alrededor de nuestro vivac, al sur de la ciudad de Kerreri o, se~ giin los cartégrafos, cerca de Umm Matragan. El extremo norte de la linea de nuestro campa- mento se aproximaba hasta el rio, a tan solo 900 yardas al sur del ruinoso reducto dervishe de Kerreri. Se habian apostado centinelas a lo largo del tringulo irregular 0, mejor atin, semicirculo abierto, dentro del cual estaba el E.. Los solda- Y Enel interior de ta sareba, en Egeiga, durante la noche anterior @ la batalla de Omdurman. Aqui se ve uno de los sectores del perimetro controlado por los ‘egipcios en ef que se ha construido una linea defensiva con un seto hecho de ramas 0 mimosa cortada. OMDURMAN 1898 dos de guardia tenfan un amplio campo de vi- sion frente a ellos y los hombres de vigilancia ocupaban también los tejados de las pocas cho- zas nativas de adobe situadas en la esquina suro- este del campamento, Se enviaron cuatro explo- radores Jaalines a la colina Surgham, situada en- tre nosotros y el enemigo, para escuchar y avisar a las tropas de cualquier movimiento por parte del E. del Califa. Otros aliados se encontraban esparcidos en el exterior, escuchando vigilantes, para avisarnos de cualquier intento de sorpren- der la zareba por parte del enemigo. Los centi- nelas recibieron la orden de abatir a cualquier hombre que se acercara a ellos y de disparar so- bre cualquier grupo numeroso que avanzara a paso ligero. Sin embargo, si los hombres llega- ban corriendo en parejas serfan interpelados 0 se les dejaria pasar sin disparar contra ellos. Estas eran las simples pero amplias disposiciones. Como si hubiera estado previsto, sucedié que ha- cia medianoche se produjeron algunos disparos y los cuatro hombres Jaalin, «oledores de peligro yde dervishes», que habian sido enviados a Jebel Surgham, aparecieron corriendo los cuatro jun- tos, saltando de un brinco el ancho seto dé mi- mosa cortada, apilado delante de las lineas de la division Gatacre. El poco tiempo que tardaron rompid todos los récords. »El campamento se extendia a lo largo del rio y desde el extremo norte hasta el extremo sur tenia, aproximadamente, una milla de largo, su anchu- ra mayor era de unas 1.200 yardas, Tenfa algunas cabaiias de adobe en el interior del espacio rodea- do por mimosa y por una doble linea de zanjas su- perficiales. Se habfan apilado arbustos cortados delante de las tropas briténicas que miraban a Omdurman, al sur; las zanjas cubrian los accesos desde el oeste y desde el norte, donde las tropas de Khedival se mantenian en guardia. Ninguno de los dos extremos de las lineas de defensa de la zareba y de la trinchera legaban hasta el mismo rio, ya que se habjan dejado unas aberturas de unas treinta a cincuenta yardas. Ademis de éstas, habia otros pequeiios pasos que se dejaban abier- tos durante el dia y se cerraban por la noche. En las proximidades del rio en el lado sur, el terreno era aspero y habia varias cabaiias, por lo que la se- guridad del campamento no estaba en peligro, por el hecho de que ni el seto ni las zanjas lega- ban hasta la orilla del Nilo. La Bri. de Lyttelton es- taba emplazada a la izquierda del frente sur, los hombres de Wauchope continuaban la linea ha- cia la derecha. En la brecha sur se encontraban tres Cias. del 2° Bén. de la Bri. de Fusiles, cuyo flanco izquierdo descansaba en el rio. Inme- diatamente a su derecha estaban tres baterias, la 39" Bateria de Campaiia de caitones de 15 libras, al mando del Cte. Williams, dos Bias, de montana MaximNordenfelt, de 12 libras y media, respecti- vamente mandadas por los Caps. Stewart y de Rougemont, y seis Maxims al mando del Cap. Smeaton, Posteriormente durante la primera par- te de la batalla (ya que la accion se dividi6 en dos partes antes de que terminara el combate), estos cafiones y Maxims fueron transportados rodando hasta una posicién desde la que disparaban casi perpendicularmente a la linea de la zareba, A la derecha de los caftones, se hallaban consecutiva- mente el resto del Rgto. de Fusiles, los Fusileros de Lancashire, los Fusileros de Northumberland y los Guardias Granaderos. En el intervalo existen- te entre la Bri. del Gral. Lyttelton y la del Gral. ‘Wauchope, que estaba cerca de aquélla, habia em- plazadas dos Maxims. A continuacién venian los Warwicks, Camerons, Seaforths y Lincolns, y a la derecha de éstos, donde comenzaban las trinche- ras y donde la linea se orientaba casi al oeste, se encontraba la Bri, del Cor, Maxwell. Entre las Bris, de Wauchope y Maxwell habia dos Maxims, y, creo que durante cierto tiempo, en el primer ataque realizado por los dervishes, las dos baterias de dos piezas de 6 cms tiradas por mulas Krupp. Para completar la cuenta de piezas disponibles para la defensa del campamenio, estaba la Bia. del Cte. Lawrie, de Maxim-Nordenfelt, situada a la dere- cha de la Bri. de Maxwell, proxima a la de MacDonalds, y en el lado norte, cerca de la dere- cha de la posicién y mirando al oeste, la Bia. del Cte. Peake. de Maxim-Nordenfelts. Estas. piezas habjan sido tan efectivas en Atbara que el Sirdar répidamente increment6 su Art, afiadiendo tres Bias, de este tipo. La Bri. de Maxwell estaba com- puesta por tres Béns. sudaneses y uno egipcio, a saber: el 8° Egipcio y los 12°, 13" y 14° Sudaneses. Mas al norte, a la derecha de los hombres del Cor. Maxwell, estaba la Bri. de Lewis Bey de tropas egipcias, los Bons. 8°, 4°, 7° y 15°. Este iiltimo era una buena unidad formada en su mayor parte por reservistas. En la parte mas extrema, hacia ¢l nor- te y el oeste del protegido campamento, estaba la famosa y experimentada Bri. de combate del Cor. MacDonald, compuesta por el 9, 10® y 11! Sudaneses junto con los fieles hombres del 2° Egipcio. En el interior del seto de las trincheras de la armada Inf, se hallaba otra Bri, de reserva, la 4" Khedival, mandada por el Cte. Collinson, que estaba formada por los Bons. egipcios 1°, 5°, 17° y 18°, Estos dos tiltimos cran Rgtos. rclativa- mente recién creados, pero formiados por fellahee- nes con aspecto de buenos soldados», LA BATALLA DE OMDURMAN Amanecer, 2 de septiembre de 1898 El parte oficial de Kitchener reanuda la historia: «Al amanecer de la mafana siguiente (2 de septiembre), nuestras patrullas montadas infor- maron de que el enemigo avanzaba dispuesto a atacar, y a las 6.30 horas la Cab. egipeia que ha bia sido obligada a retroceder tomo posicion al lado de la Art. Montada, el CE. de camellos y de cuatro Maxims en las estribaciones de Kerreri en nuestro flanco derecho. »A las 6.40 se hicieron audibles los gritos de los soldados del E. dervishe en su avance, y algunos minutos mas tarde sus banderas aparecieron so- bre el terreno, formando un semicirculo alrede- dor de nuestras lineas frontal ¢ izquierda». La siguiente narracién esta sacada del reporta- je de un corresponsal de guerra: «Primeramente peer erer er eee et DIVISION DE INF. BRITANICA (Gatacre) 1. Bri. (Wauchope) 1.” Reto. Royal Warwickshire (Cor. Jones) > Reto. Lincolnshire (Tol. Louth): 1.” Seafort Highlanders (Cor. Murray) |.er Cameron Highlanders (jefe desconocido) 6 ametralladoras Maxim manejadas por la 16 Cia. de la Div. Eastern de la Art. Real Un destacamento de Ingenieros Reales 2. Bri. (Lyttelton) |.? Guardias Granaderos (Cor. Hatton), 1.® (52) Fusileros Northumberland (Tcol. Money), 2. (20.") fusileros Lancashire (Tcol. Collinwood), 2.* Bri. de fusiles (Cor. Hayward) 4 ametralladoras Maxim manejadas por los Fusileros Reales Inlandeses | destacamento de Ingenieros Reales DIVISION EGIPCIA (Huncer) 2 Bri, (MacDonald) 2. de egipcios (Pink) 9° sudanés (Walter), 10° sudanés (Nason), 11° sudanés Jackson) 22 Bri, (Maxwell) 8° egipcio (Kiloussi Bey) 122 sudanés (Townshend), 13:° (Collinson Smith-Dorrien), 142 (Shekleton) 3." Bri, (Lewis) 3° egipcio (Silern), 4.° (Sparkes), 7° (Fathy Bey), 15° (Hiekman) {reds Rgras, egipcics) 42 Bri. (Collinson) egipcio I.* (Doran), 5.° (Burhan Bey), | 172 (Bunbery), 18. (Matchett), Cab. (Burn-Murdoch) aparecieron unas cuantas banderas sobre la cres- ta, seguidas por masas compactas de lanceros y fusileros precedidas por emires montados a ca- ballo. El ruido sordo de una gran multitud lege ba hasta los oidos del E. anglo-egipcio que se mantenia a la espera, mientras los dervishes se esparcian formando un gigantesco semicireula alrededor de la parte frontal e izquierda de nues- tra posicién». E] parte oficial describe el primer ataque: «Los caiiones de la 32° Bateria de Campaii abrieron fuego a las 6.45 a una distancia de dos mil ochocientas yardas, mientras que los dervis- hes, continuando rapidamente su avance, se lan- zaron al ataque con su acostumbrada rapidez y va- lentia. Al poco tiempo, las tropas y los Maxims del frente izquierdo y delantero se hallaban enzarza- dos en un violento combate mientras que los fu- era ry 21. de lanceros, 4 Sqns. (Martin) Cab. egipcia 9 Sqns. (Broadwood) 8 Clas. del Cuerpo de camellos ‘ARTILLERIA (Long) 32" Ba. de campafa de la Art. Real (8 cafones) 37 Bia. de campata de Ia Are Real (6 obuses Sin) 1 Bla. montada egipca (6 canoes Krupp de 6 cm: Maxims) 22,34, 42, 5° Bias. de campataegipea (cada una de elas 6 Maxim-Nordenfelts, 2 Maxims) FUERZAS NAVALES ‘Tres cafioneros de hélice de la clase 1889 biindados (cada uno de ellos con 2 caffones Nordenfelt, | de tire rapido de 12 libras, | obts, y 4 ametralladoras Maxim). Tres cafioneros blindados de la clase 1896 con hélice en la ppopa (cada uno de ellos con una pieza de tiro répido de 12 libras, 2 de 6 libras y 4 ametralladoras Maxim), ‘Cuatro eafioneros con hélice en popa biindados del tipo antiguo (cada uno de ellos con un cafién de !2pdr y 2 Maxim-Nordenfelts). 8.200 briténicos 17.600 egipcios/sudaneses 44 cafiones, 20 Maxims 36 cafiones, 24 Maxims Efectivos totales de la fuerza En tierra En el rio Bandera Negra (AbAayy2 At Zorg) andi pr Taq ibe terse” ape —Tasss Alb homes 9.460 e162 Jebel Surgham al CALA timan abDin (Bandera Verde Oncur) Al so Ut (Dardore Vode < Eitan) (5.000) ea eae ei eden ‘Ataque iniciallanzado por los mahdistas contra la zareba ‘anglo-egipcia, hacia las 6.45, del 2 de septiembre de 1898. o.o8 LASATALLA SE OMOURMAN EL fuego de ls catoneros salva al CE. de camellon m2 LA BATALLA DE OMDURMAN MacDonald, a media manana del 2 de septiembre de 1898 m4 OMDURMAN 1898 «Mientras tanto, yo habia dado la orden al E. de que les siguiera en formacién de Bris. desde el la- do izquierdo. A las 9.30 habiendo Megado las pri- meras Bris., al borde arenoso que corria desde el extremo occidental de Jebel Surgham hasta el rfo, se ordené un alto para permitir a las Bris. de la re- taguardia ponerse en posicién; entonces recibi la informacion de que el Califa se encontraba con su fuerza en las laderas a la izquierda de Surgham, por lo que se dio la orden de efectuar un cambio de frente de unos cuarenta y cinco gra- dos a las tres Bris. de vanguardia, y fue durante es ta maniobra cuando la Bri. de MacDonald se vio envuelta en un violento ataque mientras adopta- ba su posicién a la derecha de la formacién. »Informado por el Gral. Hunter, que se en- contraba con la Bri. de MacDonald, de que éste seguramente necesitarfa refuerzos, envié ala Bri. de Wauchope en su ayuda y ordené a las restan- tes Bris, que giraran otros cuarenta y cinco gra- dos a la derechay. Es posible que Kitchener desconociera que en su frente derecho, escondido detras de Jebel Surgham se encontraba el E. de la Bandera Negra al mando mismo del Califa, con 17.000 hombres. La maniobra fue lenta; la %* Bri, Britanica “4 BI Sirdar dirige et atague en Omdurman. (ASKB) avanzaba a lo largo del rio y la 1* Bri, Briténica quedaba detras y a su derecha. A continuacién venian las Bris. Egipcias de Maxwell, Lewis y MacDonald, con Collinson de refuerzo. La 1* Bri, de Wauchope intent6 adelantar a la 2 Bri. de Lyttelton con el resultado de que la 2* Bri. Egipcia de Maxwell se qued6 bastante distancia- da. Este intent6 acortar la distancia que le sepa- raba de Wauchope, mientras Lewis se apresuraba para reducir el intervalo entre su fuerza y la de Maxwell lo que hizo que MacDonald, que habia completado ya su maniobra hacia el oeste, que- dara a casi una milla de Lewis. El parte oficial nos dice lo que sucedié a con- timuacion: «No bien habfa repelido MacDonald el violento ataque dervishe, cuando la fuerza, que se habia retirado detrés de las colinas Kerreri, emergié en a llanura y avanz6 rapidamente para atacarlo una, vez més, lo que hizo preciso efectuar un nuevo cambio de frente de su Bri, hacia la derecha. Esta maniobra fue ejecutada, y ahora, apoyada por una parte de la Bri. de Wauchope, por la derecha, y por la Bri. de Lewis, que enfilaba el ataque por la izquierda, aplasté totalmente esta segunda y mas peligrosa carga de los dervishes 1 D Arriba: Tambor, 1” Bon. del Rgto. Lincolnshire. Su tiniea arma es Ia espada del modelo Tambor de 1895. Itustracién de Pierre Turner. Pb Abajo: Soldado, Le Bén, del Queen's Own Cameron Highlanders; eatd ataviado con ol equipo Slade-Wallace. Tlustracién de Pierre Turner. LA BATALLA DE OMDURMAN 8 Jebel Surgham Tolinas de Kerreri jacién a dltima hora de la mafana: el E. anglo- repele los ataques del Ansar y despeja la ruta hacia Omdurman, 2 de septiembre de 1898. F E la ea a a cna del Call a tr dl "tes Bons pra nidanésy caso. < OMDURMAN 1898 »Grandes cantidades de municién, pélvora, unas sesenta piezas de Art. de diferentes clases, ademés de grandes cantidades de fusiles, espa- das, lanzas, estandartes, tambores y otro material de guerra, fueron capturados en el campo de ba- talla y en Omdurman. »El resultado de esta batalla ha sido la practica aniquilacion del E. del Califa, la consecuente ex- tincién del mahdismo en el Sudan y el someti- miento de todo el territorio que anteriormente habia estado gobernado por la autoridad egip- cia, Ha vuelto a abrir grandes territorios al bene- ficio de la paz, la civilizaci6n y el buen gobierno. »El 4 de septiembre las banderas britanica y egipcia fueron izadas ceremoniosamente en las, iiutallas del palaciv eu :uintas de Jai lus, cerca del lugar donde habia caido el Gial. Gordon, y este acontecimiento ha sido considerado por los jubilosos habitantes como el comienzo de una nueva era de paz y prosperidad para su infortu- nado pais». Este parte oficial del Sirdar fue remitido al TG. sir Francis Grenfell, Cte. en jefe en Egipto, que a su vez lo envié a Gran Bretatia acompaiado por su propio y lisonjero parte: «CG., El Cairo, 16 de septiembre de 1898, »Sefior: 1. Tengo el honor de remitirle el des- pacho del GD. sir H. Kitchener, KCB, Sirdar, en el que describe las iiltimas fases de la campaiia del Sudan y la accién definitiva del 2 de septiembre. »2. El Sirdar, en este parte, relata en términos simples y brevemente los acontecimientos de la koe 21 de Lanceros Le" Bén, de Guards Gramderos |" Ban, del 5° Fuileros cde Northumberland Le Ben, del 6° de Royal Warwieks Ly Ban. del 10° Lincoln 22° Bon. del 20° Fulerot de Lancashire 72" de Seaforth Highanders 179 de Cameron Highlanders 22° Bon. del Bri. de Fuses Ejercto egicio Total: Rgtoe. briténicos 2 Bajas totals: a Rgtos. eipcios y sudaneses Bais toules 10 a 20 ofialesy 271 hombres “iltima fase de una de las mas brillantes campa- fias jamas conducidas por un general briténico conira un salvaje enemigo, que ha tenido como resultado la captura de Omdurman, la destruc- cién del poder dervishe en el Sudan y la reaper- tura del trafico a las Provincias Ecuatoriales. »8. La concentracién del E. en el Atbara fue llevada a cabo puntualmente y las disposiciones para el transporte de la fuerza hasta las inmedia- ciones del campo de batalla fueron realizadas por al Sirdar y su Estado Mayor con una consumada destreza. Todas las dificultades fueron previstas tomandose las medidas necesarias desde el co- mienzo de la campafa hasta su final en Omdurman; las operaciones han sido conduci- das cou uita precision y minuciosidad que estan por encima de todo elogio, y la pericia demostra- da en el avance es equiparable a la destreza con que el E. fue mandado en el campo de batalla. »La admirable disposicién de las fuerzas del Sirdar, el preciso fuego de la Art. y los Maxims, y la firme disciplina de fuego de la Inf., ayudados por los cafioneros, le permitieron destruir al enemigo desde larga distancia antes de que el grueso de las fuerzas britdnica y egipcia se vieran sometidas al denso fuego de los fusiles y a esta causa debe atribuirse la comparativamente pe- quefia lista de bajas. Nunca resultados tan gran- des fueron conseguidos a un coste tan pequeio. »4, La terrible pérdida en muertos y heridos del 21° de Lanceros fue lamentable. Pero la car- ga, conira una fuerza superior de hombres ar- mados con lanzas y espadas en un terreno dificil, y en condiciones desfavorables fue digna de las mejores tradiciones de la Cab. briténica. »5. En lo concerniente a la fuerza empleada, puedo decir en verdad que nunca durante mis afios de servicio he visto mejores tropas que las del contingente britanico de Cab., Art, Inge- nieros ¢ Inf. puestas a disposicién del Sirdar, en todo lo concerniente al fisico, uniformidad y as- pecto militar. La calidad de estos hombres dice mucho del actual departamento de reclutamien- toy ha sido una fuente de orgullo para los ingle- ses que les vieron. »Envio este despacho con mi ayudante de cam- po, el Tie. H. Grenfell, del 1° de Life Guards, que actu6 como oficial de érdenes del GB. el ho- norable N.G. Lyttelton, C.B., que tuvo el mando de la 2 Bri, Briténica en el Sudan. »Francis Grenfell, TG., Cte. en Egipto». Las bajas estimadas en el lado mahdista fueron de 10.000 muertos, 15,000 heridos y 5.000 prisio- neros; muchos mahdistas murieron posteriormen- te debido al deficiente cuidado de sus heridas. GORDON ES VENGADO Aunque la estrategia militar, las tacticas y el Gral. en jefe fueron britinicos, no seria totalmente cierto decir que la batalla de Omdurman fue una victoria briténica, ya que los Bons. egipcios y sudaneses puede decirse que soportaron la parte mas dura del combate. La carga mahdista inicial, dirigida principal- mente contra las Bris. britinicas, acab6 delante de la Bri. egipcio-sudanesa de Maxwell. El ataque principal, el primero realizado por la Bandera Negra seguido a continuacién por las dos Banderas Verdes, fue dirigido contra los Bons. egipcios y especialmente contra la Bri. egipcio- sudanesa de MacDonald. Esta formacién fue la responsable, en su mayor parte, de mantenerlos @ raya con un pequeno apoyo de los Lincolns. La Cab. egipcia, el Cuerpo de Camellos, la Ba- terfa Montada y los «Maxims galopantes», lleva- ron a cabo todos los reconocimientos y fueron muy efectivos en Omdurman acabando con las YY Los «Guardias» entran en la ciudad de Omdurman después dela batalla. (ASKB) fuerzas de Shaokh al-Din y Ali Wad Ullu. Esta ad- mitido que el GE. de camellos, lento de movi- mientos, estuvo a punto de ser derrotado ante la movilidad superior del Ansar, y no es descabella- do decir que toda el arma montada podria haber sido totalmente superada, de no haber sido por Ja intervencién de los cafoneros, Sin embargo, al final de la batalla la Cab. egipcia y el CE. de ¢: mellos todavia tuvieron fuerzas para intentar la persecucién del Califa en su huida, La misi6n de realizar esta persecucién o de im- pedir la huida del Califa, fue asignada al 21° de Lanceros, pero su innecesaria carga les dejé in- capacitados durante todo el dia para realizar cualquier otra operacién, Teniendo en cuenta que no salié de El Cairo hasta s6lo un mes antes de la batalla, podria concluirse que el 21° de Lanceros fue una unidad totalmente superflua. Se ha dicho retrospectivamente (por el autor AB. Theobald en The Mahadiya, publicado en Londres en 1951), que: «La linea de defensa de Kitchener en la posicion de Egeiga fue muy arries gada; que la orden dada a Broadwood estaba ca- EL CAMPO DE BATALLA HOY Después de transcurrido casi un siglo, equé es lo que queda? Existe una descendiente llanura de arena estéril surcada ocasionalmente por algiin arroyuelo, salpicado con macizos de mimosa y al- gunos afloramientos entre rocas esparcidos por doquier, basicamente planos, sin ningtin acciden- te orografico e imponente en su desolacién. Hoy dia es una zona especifica de defensa y sus insta- laciones militares impiden la presencia de turistas y de inquisitivos historiadores militares, En el rio Nilo, cerca de Egeiga, donde Kitchener tenia su zareba, hay un aerédromo militar, El campo sobre el que la Bandera Negra efectud su ataque alber- ga una anticuada posicién antiaérea, y Jebel Surgham contiene una instalacion radar construi- da por los rusos. Esta solitaria elevacion se erige bruscamente en el desierto a unos tres cuartos de milla del Nilo, a mitad de camino entre las colinas de Kerreri y la ciudad de Omdurman, Desde el Jebel, unas elevaciones se dirigen hacia el noroes- te introduciéndose en el desierto y privando a los, espectadores que se hallen en las colinas Kerreri de la visién de la amplia zona de tierra situada en- tre Jebel Surgham y Omdurman. Dominando to- do, el ancho ¥ grisiceo Nilo discurre majestuosa- mente a la izquierda de este panorama. No puede considerarse como un lugar de pe- regrinaje, a no ser para aquellos que hayan leido algiin libro como éste, aunque Kitchener y el Califa lo reconocerian inmediatamente. (El autor queda muy agradecido a Douglas Johnson por esta informacion) 4 Epitogo: La fuerza de Kitchener llega a Fashoda, @-unas 400 millas al sur de Omdurman, para hacer frente a los franceses, debido a que la fuersa expedicionaria del Cte. Marchand habia ‘penetrado hasta un punto peligrosamente cercano a las fuentes del Nilo. Como consecuencia de esto, se definen y acuerdan tas respectivas esferas de influencia de las dos potencias, evitando asi tuna guerra que habia estado muy préxima. CRONOLOGIA 1885 26 de enero: Caida de Jartum. Gordon muere y Jos mahdistas toman Kassala y Sennar. 31 de diciembre: Batalla de Ginnis. 1887 Comienza la guerra mahdista con Abisinia. 1888 20 de diciembre: Grenfell derrota a Osman Digna en Gamaiza y termina con el cerco de Suakim. 1889 Aito de hambre Julio: Invasion mahdista de Egipto. 3 de agosto: Los mahdistas son derrotados en la batalla de Tos 1891 19 de febrero: Las fuerzas egipcias derrotan alos mahdistas en Tokar. Es aplastada la revuelta contra el Califa. 1892 Febrero: Grenfell dimite como Sirdar. Marzo: Kitchener es designado Sirdar. 1893 Diciembre: Los italianos derrotan a una fuerza mahdista al mando de Ahmad wad-Ali en Agordat. 1394 Julio: Los italianos eapmiran Kassala. 1895 Slatin Pasha consigue escaparse del Califa. 1896 1 de marzo: Los abisinios derrotan a los italianos en Adowa. 15: Hunter ocupa Akasha. 7 de junio: Batalla de Firket. 19 de septiembre: Bombardeo de Halir desde el rio. 28: El E, anglo-egipcio entra en Dongola. 1897 1 de enero: Se tienden las primeras traviesas del ferrocarril que va desde Wadi Halfa a Abu Hamed. Junio: El Califa envia a Mahmud ya su E. del oes te a Metammeh. 7 de agosto: La fuerza de Hunter ataca a Abu Hamed. 21: Los mahdistas abandonan Berber tras el amo- tinamienwo de la guarnicion, 31: Kitchener ocupa Berber. 31 de octubre: El ferrocarril llega a Abu Hamed. 25 de diciembre: Kassala es entregada por los ita- lianos al E. Egipcio. 31: El Sirdar pide refuerzos de tropas briténicas. 1898 26 de febrero: La Bri. briténica parte para el frente desde Abu Dis. 3 de marzo: La Bri. britdnica llega a Dibeika, mas alla de Berber. 15: El Sirdar abandona Berber. 16: Concentracién en Kenur. 20: EI E. marcha Atbara arriba. 21: Primer contacto con la Cab. dervishe. 27: Shendi es asaltada y destruida. 30: El Gral. Hunter reconoce la zareba de Mah- mud, 4 de abril: Segundo reconocimiento: accién de Ia Cab, delante de la zareba de Mahmud. 8: Batalla de Atbara. 11: Entrada iunfal del Sirdar en Berber. 18: El extremo del ferrocarril llega hasta Abei- dich: comienza la construccién de nuevos cafio- neros. Mediados de junio: El ferrocarril llega a fuerte Atbara. Primeros de julio: La Bri. de Lewis sale de Atbara hacia el sur. 3-17 de agosto: La 2* Bri. britanica llega a Atbara. 13: El sirdar abandona Atbara para el frente. 18: Las Gltimas tropas abandonan Atbara. 28: Concentracién definitiva en Jebel Royan. 29: Marcha desde Jebel Royan a Wady Abid (ocho millas). 30: Marcha de Wady el Abid a Sayal (diez milla). 31; Marcha desde Sayal a Sururab (ocho millas) 31: Kerreri es reconocido y ametrallado. 1 de septiembre: Marcha a Egeiga (seis millas); Omdurman es reconocido y sus fuertes anula- dos. 2: Batalla y toma de Omdurman. 4: Funeral de Gordon. 9: El Sirdar sale para Fashoda. 22: Batalla de Gedaref. 24: El Sirdar regresa de Fashoda.

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