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PAUL BERGMAN LA DEFENSA EN JUICIO LA DEFENSA PENAL Y LA ORALIDAD SEGUNDA EDICION ABELEDO-PERROT BUENOS AIRES Caefruvo 1 ENFOQUE DEL LITIGIO. A. INTRODUCCION La defensa en juicio puede ser la especialidad que primero 1os atrajo hacia la profesién del derecho. Quiz, el simbolo més visible y duradero de nuestro sistema legal, el juicio es también lino de los més importantes. A través de intes y sus abogados convierten en remedios concretos los derechos abstractos concebidos por las legislaturas y los tribunales. Gran parte de Ia literatura tradicional acerca de la defensa en juicio, puede inducimos a i pieza teatral en Broadway, y duda de qué posce una bréjula ‘mental que apunte de manera certera a la debilidad de un tes- tigo tan pronto uno se acerca a repreguntar, puede decidir que, después de todo, la negociaci ‘en un centro co: mercial no es una carrera ta que sea nuestra Preparacién, siempre debemos realizar en mitad del curso ma- niobras basadas en fiictores como las respuestas imprevistas de 4 PAUL BERGMAN los testigos, las observaciones de los jueves y las miradas de los jurados. ‘Sin embargo, la importancia atribui tales y al instinto, no caracteriza con just der en el juicio, y contribuye poco a facilitar nuestra prepara- cién, La entrelinea teatral de las disputas en los casos tipicos std subsumida, tanto por las normas de la evidencia, como por Jos amplios detalles que las partes suelen ofrecer en un esfuerzo por demostrar las teorias legales. Si Shakespeare deseaba destruir a todos los abogados”, no era porque un abogado re- presentase una amenaza para sus esperanzas de conseguir el sjor dramaturgo de 1608”. Y los abogado: basan rigurosamente en el juicio intuitive pueden i acierto s6lo que sus clientes perderén el caso. Gran parte del “arte” de la defensa en juicio consiste en técnicas que pueden aprenderse del mismo modo que se apren- a los aspectos tea- Jo que suele suce- Gig aritmética y la “Regla Contra las Perpetuidac aritmética. Conocer y base para formular decisiones que haya dramal éste surgird generalmente a través de la evidencia misma, sin que sea necesario que uno ejerza dema- siada presién, B. CARACTERISTICAS PERSONALES to acerca dé la defensa en juicio El carécter del cor lo como el autor de un presenta a menudo al Fosa que someta a su volun- 8, y después manifestaré humildad y contricién la simpatfa del juzgador en beneficio del fe uno es culpable si no consiguié destacarse en el papel del “Rey Lear”, antes de ingresar en la Facultad de Derecho. in embargo, la competencia en relaci6n con la defensa en juicio no depende de que uno posea ci capaz de representar vari desarrolla un juicio, Sea c que se tenga un cardcter agres sin duda posee los instrument LA DEPENSA EN JUICIO, 15 competente. Los siguientes rasgos, que uno presumiblemente tiene o debe desarroilar si quiere tener éxito como abogado gante, concuerdan con una diversidad de tipos de la personal 1. Confianza en uno mismo La confianza en uno mismo es una caracterist tante, tanto si se es vendedor de zapatos como si se gociar hechos hist6ricos. La confianza que uno mani validez de sus reclamos puede inspirar al juez a sent confianza. Sin embargo, quiza s6lo un cierre defectuoso puede destruir esa confianza con tanta rapidez,como lo hace una sala del tribunal. Uno se acerca al empleado: del sentar una mocidn, y él le di cP mociones después de tal o cual fecha.” O, el empleado una jerga taquieréfica con la cual uno no est’ izado: “Esta €s una mocién 352?” La incomodidad que sentimos se agrava a causa de nuestra impresién de que en la sala del tribunal todos, excepto nosotros mismos, saben cual es el procedimiento exacto. Uno puede llegar a deprimirse tanto ‘eomo para preguntarse emo logré realmente v ‘mafana. El recurso para mantener la confianza en uno mismo en vista de tanta adversidad es sorprendente por lo sencillo. Es su te que uno diga: “No sé". La Tierra no cesara de rotar. Tal usted crea que al conseguir el preciado titulo de “abogado” tiene que saberlo todo, y que de ignorancia es expresiGn de incompetericia. De hecho, los procedimientos de la sala del tribunal varian tanto que uno a cada paso encontrard formas desconocidas. Pregunte al empleado eémo y cuando debe presentar los papeles, y digale que no sabe muy bien qué es una mocién 352. Por extrafio que parezea, no se lo tacharé de incompetente, iaprenderd algo! 2. Las diferentes especialidades Muchos abogados se especializan en areas por ejemplo lat financiaciGn de bienes raices, las sariales y los contratos en robable que usted se especialice en lo que fue el imo caso. Quizd un mes represente a un compra- tigante, es més tema de su 16 PAUL BERGMAN tiones relacionadas con las lesiones personales, es probable que su prdctica tenga un carécter variado, Tal vez uno atienda un caso en que la cuestién consiste en saber si un accidente es la causa del zumbido de ofdos del cliente, y otro en que se trata de aclarar si la insuficiencia renal se originé en la mala préctica quirdrgica. Pai lefensor en juicio competente, uno debe saber ia" implicada en un juicio. Sila supuesta vic- inacién por razones de edad trabajé en una planta de armado de automéviles, el abogado tendré que infor- marse acerca de las operaciones que alli se ejecutan, Para repre- sentar a la victima del zumbido de oidos, tal vez se necesite co- Aocer casi tanto como yn médico en relacién con relacién al tema. Por consiguiente, el abogado se relacionar4 con diferentes clases de personas comprometidas en actividades. Si uno puede prepararse para aprender constantemente acerca de nuevas dreas de la vida, se va acercando al éxito en el area de la defensa en juicio. 3. Sentido comin Segin las palabras del ex presidente Harry Truman, “Si tuno no tuviera sentic gal. Examinar la ley en la Facultad de Derecho, es més o menos, ‘como estudiar una gota de agua bajo un microscopio. Lo que en la superficie parece una masa estética desborda de movimiento y agitacis generalmente hay que desplazarse en direc be demostrarse a un juez que lo que puede ser de hechos se ajusta a unos pocos principios legales aplicables directamente. La utilizacién del sentido co- LA DEFENSA EN JUICIO 7 min puede ampliar cons tizar los hechos y rel: tractos, Cuando eval sadas en las expé babilidades de persuadir al 4, Integridad tes en un sistema adversativo, pu: tegridad a largo plazo i 1 cliente puede de formular un argue jue el adversario poco en las grandes reas urbanas el po! igan es reducid y las reputi iones éticas con el tribunal, con el a ¥y con los futuros y no debe comprometer sus normas personales en be- fe ningén cliente. LA VERDAD Y EL SISTEMA ADVERSATIVO Los casos generalmente van a juicio porque las parte nen versiones antagénicas de los hechos pasados. Por supus ‘50 no siempre ¢s asi. Por ejemplo, es posible que se tes coinciden en lo que sucedié, pero discre- egales pertinentes. Pero en condiciones normales uno tiene un enfoque histérico, e intenta 18 PAUL BERGMAN vez uno podré demostrar parte, las recreaciones vert ies de observi seen un poder limitado para reflejar los hechos reales. Por ejemplo, las palabras “el agua goteaba del techo", no pueden expresar todos los olores y los sentimientos que eran parte del hecho Mis atin, uno no puede deci lo que sucedi6; debe limitar la narracién sobre todo a la infor- maci6n que sea importante desde el punto de vista sustantivo. Incluso las pruebas del tipo de los documentos y las fotografias no son més que fragmentos de la realidad, y su valor probatorio, ‘a menudo, depende de las descripciones verbales. lgunos comentaristas pueden sugerir que las técnicas ad- versativas oscurecen todavia més id. Por ejemplo, puede afirmarse que cuando uno selecciona los hechos que los testigos describirén en el i utiliza las pre- guntas orientadoras para controlar el testimonio en las repre- ‘guntas, engafia al juez acerca de lo que sucedi6 realmente. Si embargo, es més probable que suceda ‘exactamente lo contrario. id objetiva es indemostrable, uno debe basarse Como ia reali vitablemente ap. que uno hace de Capfruo II ELEMENTOS DE LA NARRACION PERSUASIVA, A. EN GENERAL El aprendizaje de las técnicas aplicadas en la sala del tribu- nal cuando no se tiene idea del modo en que un juzgador pro- bablemente evaluaré la evidencia, seria como aprender a soplar vidrio cuando uno no conoce las funciones de los articulos que estd produciendo. Para evitar el gasto equivocado de energia, se necesita saber cudles son las cualidades que determinan que los relatos sean persuasivos, 0 que los objetos de vidrio sean ttiles. Por desgracia, hemos avanzado mucho més en nuestra comprensién del disefio del vidrio que en nuestro conocimiento de los procesos del razonamiento humano. Las propiedades fisi- fundido son de tal nica produci >. Pero predecir de qué modo un juzgador evaluard la prueba, 0 incluso qué prueba evaluaré, puede ser peligroso. Un rasgo que en un contexto o ante un juzgador de- termina que un relato sea persuasivo, en otro contexto o en pre- sencia de un juzgador distinto puede arrojar resultado diferente. Por ejemplo, la capacidad de un testigo para suministrar detalles puede ser considerada como la prueba de que el extraordinaria capacidad de observacién, o de que el t inventando los detalles. Una tercera posibili dor concentre la atencién en otros rasgos de la hi caracteristicas personales del testigo, desenter completo de los detalles. ‘A buscar explicaciones para el proceso de investigacién, algunos comentaristas se refugian en la polémica. Por ejemplo, “si uno es rico, triunfa”. Otros se refugian en Ia pedante- ria, y sugieren que los jurados deben tener conciencia de los 20 PAUL BERGMAN én matemética basados en la . Como tienden a ocupar el punto nen las int litigantes a menudo las ‘El juicio es siempre un juego de Este capitulo examina la investigacién a partir de una cuarta perspectiva, que concibe la investigaci6n misma como un proceso arraigado en las experiencias cotidianas de la gente. Su respuesta al polemista es que, por lo menos en a mayoria de los casos, el juzgador intenta delinear los hechos verdaderos de una disputa, como contrapuestos a la aplicacion de ester ceulturales 0 raciales. Su respuesta al pedante es qu ‘momento en que puedan mantenerse calcul lmente, su respuesta a formada mediante el Que uno de jos roles primarios del abogado es el de narra dor de historias, constituye un elemento ignorado ficlimente en Su pensamiento acerca de los juicios por referencia a los princi- ios legales, las normas de a evidencia, las pruebas y los testigos Secuencia y configaran la narracion general Gel eiente. Aunque adopten Ia forma de-preguntas y respuestas, y sea evidente que atenci6n especial a los datos mas destacados desde el fencito, por ejem- modo de la narracién mal puede sorprender. Los relatos nto basico del bio de informacién en nues- 1d. Tanto si uno le dijo a un amigo lo que sucedié cuando estuvo cenando en un restaurante elegante, 0 a un juez LA DEFENSA EN JUICIO ia sugiere y la investigacién en confirma, que los prese las partes. Otras veces agrupan las historias contrati sen sun proplas versiones compuestas de “Io que sucedis referencia a la narracin, y que evalie los principios juridicos por referencia a esa comprensiGn. Asi, las posibilidades de éxito en den de la fuerza persuasiva de la narracién general. El abogado no debe enredarse en tecnicismos, a tal extremo que pierda de vista esa sencilla verdad. Uno debe.reunir detalles, satisfacer las normas de la evidencia, y aportar pruebas en el marco de los elementos legales discretos. Pero, cuando uno se prepara para debe apartarse del microscopio y considerar su histo- general. La claridad y la credibilidad de esta hist. representardn probablemente un papel tan considerable en el resultado Gomo un hecho tal cualquiera o un elemento “fundamental” de prueba. icio. a menudo depen- C. PROPOSICIONES FACTICAS: LA CONFLUENCIA DE LOS RELATOS Y LAS TEORIAS JURIDICAS 1. La distancia entre las narraciones las conelusiones legales i bien la meta final en el juicio puede ser probar o refutar fas juridicas, éstas son abstracciones que casi siempre sos de la evidence ciertas estin distanciadas un par de lugar, la mayoria de las teoria de elementos. Por ejemplo, la id grupos -gal del “robo” onsite en “mediante la fuerza o el otros elementos la “conduct 22 PAUL BERGMAN puede extraer de la evidencia. En general, los testigos no pueden i fio de tos elementos. Por ejem- fue la causa y més bien pueden super- ponerse @ un mimer . El resultado es una distancia entre el test De un lado es- t4n los relatos, desprovistos de conclusiones juridicas; del otro, las teorfas y los elementos, desprovistos del contenido féctico especifico. Las proposiciones fécticas son un modo de salvar esa distancia. 2, La divisi6n de las teorias juridicas ‘en los elementos componentes Para comprender el proceso de conversién de las teorfas legales en proposiciones coneretas, supongamos que la narra- én general de Patrick Knaplund, como demandante en un jui- cio por fraude, adopta esta forma: Patrick deseaba comprar una coleccién de ilustraciones de béisbol como regalo de graduacién a su hija a la Gran Exposicién Anual de Tarjetas de Béisbol y a la Muestra de Gastronomia Mexicana en el Hotel Sheraday Hilton, del centro de la ciudad. Uno de los comerci instalados en la-muestra era el Zurdo O’Righty, un beisbo- ido. Patrick le dijo al Zurdo que deseaba un con- de tarjetas para hacer un regalo aficionada de toda la vida al béi Zurdo le dijo a Patri primeras ediciones de de “jugadores zurdos importantes de I que se convirtieron en fisicos nucleares’ muy destacadas de Cleveland”, que todas las tarjetas eran Patrick pagé 7.000 délares por la Patrick, sometié las colecciones al ju ¥ supo que todas las tarjetas eran reproducciones, que Valian a lo sumo unos pocos centenares de délares. Patrick LA DEFENSA EN JUICIO B reclama dafios indemnizatorios y punitorios, y también reparacién por el dafio moral. los elementos de cada teoria legal qui Por ejemplo, los elementos de “frau 1) una representa (2) la epresentacién; (3) el dolo; (4) la confianza razonable; y (5) los datos. mentos a la hi 3. Reformular Ios elementos como proposiciones facticas Una proposiciéa féctica es una afirmacién de hecho que satisface un elemento legal. Es decir, una proy in elemento reformulado en de las propos Aqui tenemos algunas de las proposiciones facticas que puede formular sobre la base de la narracién de Patrick scion Zurdo O'Righty le 3! que el propio : Formulacién de una repres fictica 1: El 26 de agosto, dijo a Patrick que todas las tarjetas de ténticas, \d de la representacién Proposicién fictica 2: Las tarjetas de béisbol que e! Zurdo le vendié a Patrick eran reproducciones. que todas sus tarjetas eran originales y auténticas, que tarjetas contenidas (en las tres colecciones) eran reproduc- nes, 24 PAUL BERGMAN LA DEFENSA EN JUICIO 25 Obsérvese que, a menudo, una historia se bifurca en milti- ‘menoscabo para nuestra perspectiva de los juicios. En ples proposiciones fiicticas correspondientes a uno 0 mas ele los demandados e itarse al mero hecho de proyecta Mentos, Por ejemplo, si el Zurdo formulé a Patti das sobre la evi 3s demandantes. Tat formulacién errénea, uno tendré miltiples proposiciones féeti- demandados traten de probar proposiciones eas para el elemento 1. -mplo, en ta hi Las proposiciones facticas eliminan la distancia entre ta podria aportar pruebas en apoyo de una proposi historia y la teoria legal. Nos dicen cudles son exactamente las. fensiva ndimero 2 en el sentido de que: “Las ta conclusiones fécticas a las cuales debe llegar un juzgador para vendidas a P resolver la disputa en favor de Patrick. Pero solo durante la de- proposicisn féctica que puede tratar de demostrar un Jocatario claracién de apertura y la argumentacién de cierre uno puede demandado a quien se le atribuye haber violado una cléusula de loca d licitamente cudles son esas conclusiones fécticas. Por sta: “E] sublocador propuesto era financiera- te, un hecho que isma importancia es que ‘tamente, uno intenta demostrar una propo- las proposiciones facticas también nos dicen cudles son las prue- siciéa féctiea incluso cuando ésta e5.sélo, a_reformulacién bas que debemos aportar en el examen directo y las repreguntas. iva de una proposicién del demandante. Por ejemplo, en En una seneilla forma de diagrama, los nexos éntre la e una accién por puede una narraci6n, las proposiciones fcticas y una teoria juridica de dos elementos, se muestra como sigue: Evidencia Evidencia Evidoncia Sin embargo, uno puede considerar una diferencia que tre los demandantes y los acusados en el contexto de las 1 fiicticas. A falta de estipulaciones, los demaidan- cada elemento de un reclamo de indemni- zacisn, y por lo tanto, contarén con props Sepa radas para cada elemento. Los demandados a menudo refutan iertos elementos, pero no otros. Asf, los demandados pueden Proposicion(es) féctica(s) formular proposiciones fécticas s6lo por referencia a Jos ele- mentos que cuestionan. (Elemento) (Elemento 2) — a D. ELABORACION DE RELATOS QUE CONFIRMAN LAS PROPOSICIONES FACTICAS “Teorajcica : Este diagrama (adaptado del cuaderno de 1938 de los Chi- ‘eago Bears) destaca que lo que el juzgador ve y oye es evidencia; irmar px todo el resto es una elaboracién meni para cada elemento de una Observacin para los abogados defensores: la referencia a juridica (en cambio, los demandados pueden tener éxito las “proposiciones facticas probatorias” de ningin modo implica afirmando una proposicién factica para cualquier elemento de 26 PAUL BERGMAN pel is Que son legales, verosimiles y persuasivas ge- neralmente incluyen los siguientes tipos de evidencia: 1. Evidencia afirmati La evidencia afirmativa consiste en los hechos que tienden ‘a demostrar la exactitud de una proposiciGn factica. Por ejemplo, ‘con respecto al reclamo de Patrick contra el Zurdo, remitase de nuevo a la proposicidn factica nimero 1, “el 26 de agosto, el Zurdo le dijo a Patrick que todas las tarjetas de béisbol que aquél le estaba vendiendo eran originales y auténticas”. La prueba afirmativa incluiria el testimonio de Patrick en el sentido de que el 26 de agosto asistis a una exposicin de béisbol, de que habl6 con el Zurdo, y de que éste das las tarjetas que tengo en venta son of 1a 0 mas proposiciones facticas, y por con- te, aportard asimismo evidencia afirmativa. Por ejemplo, refutar el elem sedad de la represer le que el Zurdo intente demos ‘que supuestamente, sucedié algo que es sig punto de vista legal. Por ejemplo, en un mom tiempo, el Zurdo fe supuestamente se aduefié de cierta propiedad “mediante la fuerza o la intimidacién”; Sue Emall supuestamente “acept6” un o de articulos; y Rex Karrs supuestamente “manejé desa- rrollando una velocida: nable”. Pero la evidencia afir tiva generalmente, no fa.a los momentos fundamen mente decisivos del tiempo. Para demostrar una propos fctica, es tipico que uno incluya una evidencia afirmativa rela- cionada con hechos que sucedieron antes (“el apostador de Les, «exigié 5.000 délares la vispera del robo”) y después (“un dia des- LA DBFENSA EN JUICIO 27 pués de recibir los articulos, Sue dijo a un cliente que la compa- fifa a la cual ella perteneca comenzarfa a armar un producto acabado”) de los hechos fundamentales y decisivos. 2. Evidencia de refutacién El relato afirmativo que nosotros formulamos se contradice con el de un adversario. Por consigui puede concebir su propia narracién afirmativa como cin de la narracién del adversario, y viceversa. Ademés de ofrecer evidencia afirmativa para apoyar las proposiciones fécti- cas que uno formula, es tipico que también proponga, pr para la “refutacién”. La evidencia de refutacién tiende a debili- far la prueba afirmativa del adversario, aunque no es parte de nuestra narraci6n afirmativa. Por ejemplo, supongamos que estamos acusando de robo a Uno recusa a Sarah mencionando una condena anterior por perjurio. La prueba de esta condena es la evidencia clésica orientada hacia la refutaci6n, Debilita la narracién afirmativa del acusado, pero no es una prueba acusatoria afirmativa que relacione a Adam con el robo. st dos formas de evidencia’para la “reconocer y explicar”. La prueba regacidn” pide al juzgador que descrea de la evi- por la contraparte. La prueba de la condena de ‘Sarah por perjurio es un ejemplo de refutacién por via de nega- ign, pues se la propone con la esperanza de que el juzgador descrea del testimonio que ella aporta. Uno puede refutar por via de la férmula “reconocer y ex- plicar” cuando la contraparte offece una evidencia circunstan- 28 PAUL BERGMAN eran reproducciones) Patrick propone una evidencia en el senti- do de que el Zurdo “murmuré” cuando dijo a Patrick que las urd porque no queria que nadie salvo Patrick oyese su afirma- urmuré, porque rye una refutacién del Reconoce que el testimonio de murmullo es exacto, y aporta otra evidencia con la esperanza de persuadir al juzgador de que no debe extraer la inferencia que le propone Patrick. 3, Evidencia de credibilidad La evidencia acerca de la credibilidad afecta la verosi inclina automa ida con las proposiciones fécticas, la que se refiere a la credibilidad puede tener cardc- tet afirmativo o de refutacién. Por ejemplo, la evidencia repre- sentada por los antecedentes que afitman que Patrick es un eje- cutivo de una corporacién, constituye una evidencia afirmativa de la credibilidad si un juzgador cree que los ejecutivos empresarios tienden a merecer confianza. En cambio, Ia evidencia propuesta por el Zurdo en el sentido suele usar un ara oft mejor, pero no lo La evidencia explicativa es una forma de prueba afin que indica a un juzgador por qué los hechos de una historia cedieron co fue el caso. Vivimos en una cul- tura racior gente generalmente cree en la re LA DBFENSA EN JUICIO 29 lacién de causa-efecto. Asf, un informe en el sentido de que “el indice Dow Jones se elevo puntos hoy” mal puede ser li ‘El gobierno anuncié que la tase por cuarto mes consecutive”. Por lo iva tiende a apoyar las proposiciones fécticas al suministrar razones que explican por qué los hechos sucedieron como uno afirma. ‘Como ilustracién, supongamos que se acusa dé robo a Ber- nard. Bernard aporta una coartada, y en ella declara que estaba en su casa, durmiendo, cuando sucedié el robo. El robo fue al- rededor de las 20:00 horas, un momento en que la,mayoria de la gente est despierta: “Yo dormia porque sufri un ataque alér- gico a hora mds temprana, y el medicamento que tomé me ador- meci6”; y presenta la factura de una farmacia que ju: Ja compra del medicamento. Esta evidencia explica por qué el acusado estaba durmiend hora desusada, y tiende a con- firmar la proposiign fdcea: “Bernard estabe durmiendo cuan- 5. La evidencia emocional La prueba emocional es una forma de evidencia afiémat de refutacién que apela tanto al coraz6n como a fa m ta, pero nuestros senti nes fécticas que extract ia el cliente, 0 de desagrado por la Pero, por lo menos, en un nivel subconsciente tales pueden determinar cual es el relato més verosimil en la opinion del juzgador. Por ejemplo, en el hipotético robo, la prueba de que el la- drén abusd brutaimente de la vietima puede determinar que el juzgador adopte una actitud hostil hacia el acusado, lo cual’a su Vez determina su incredulidad frente a la narraci6n del mismo. Igualmente, en el caso de las tarjetas de béisbol, la prueba de que Patrick compré las tarjetas como regalo sorpresa de gra- duaci6n’a su hija puede mejorar la credibilidad del testimonio del propio Patrick. 30 PAUL BERGMAN E. ANALISIS DE LA EVIDENCIA CIRCUNSTANCIAL 1, Evidencia directa y circunstancial Como es sabido, la evidencia circunstancial demuestra una proposicién féctica por intermedio de una o més inferencias. La evidencia directa demuestra una proposicin féctica sin necesi- dad de que haya una inferencia. Por ejemplo, supongamos que dos elementos testimoniales que uno ofrece para apoyar la pro- posicién fictica ndimero 1 (“El Zurdo dijo a Patrick que las tar- i les y auténticas”) son (1) de acuerdo “Todas las tarjetas que yo vendo son originales y auténticas”; y (2) de acuerdo ‘con la versién de otro cliente, el Zurdo le formuié la misma declaracién en otra ocasisn. a El rubro ntimero So es la evidencia directa. Demuestea la jente para demostrar la proposicién, el concepto de la prueba directa es un mito. Pero, épor qué debemos permitir que los cinicos arruinen una buena dicotomta?’ En ca evidencia de que el Zurdo formulé una declaraci lente en otro momento no demuestra que é! form dlaraci6n a’ Patrick, a menos que el juzgador extraiga ut rencia. El juzgador tendria que inferir que el Zurdo realiz6 las as afirmaciones cliente antes de extraer una inferencia de ese carécter). ‘Como por definicién la creencia de un juzgador en relacién con la evidencia directa demuestra una proposicién f4« {inica preocupacién que nos corresponde alentar en rela la prueba directa es su credibilidad. El modelo de cre descrito en la seccién F, més al inferencia. Como la mayor parte de la evidencia que uno apor- LA DBFENSA EN JUICIO 31 tard para apoyar las proposiciones fécticas seré circunstancial, es necesario comprender el proceso inferencial de razona- miento. Casualmente, ése es el tema de la seccidn siguiente, 2. Generalizaciones: La base del razonamiento inferencial Una inferencia es un nexo mental entre un elemento de prueba y una conclusién, Las inferencias de ningin modo son elementos especificos del litigio. Si en la infancia uno se estre- meci6 cuando sus padres le dijeron que “vendra gente a cenar”, quizé la reacci6n respondié al hecho de que tno infirié, a partir de esa afirmacién, que tendria que comer tarde, ser callado du- rante la cena, prescindir de la televisién, eteétera. Uno extrac ‘constantemente inferencias, pero en la vida social rara vez nece- sita analizarlas como lo hace en relaci6n con un juicio. En el curso del andlisis, uno advierte que extrae (y pide al juegador que extraiga) inferencias adoptando generalizaciones implicitas acerca del comportamiento de las personas y las sas. Estas generalizaciones derivan, no de un “saber jt especializado, sino del sentido comin y la experiencis Por ejemplo, cuando uno ve que alguien llora, puede inferir que cesté triste. La generalizacién que sirve de base a esta tiene aproximadamente este aspecto: “Es probable que la gente que Hora esté triste”, y la exactitud de la generalizacin se i tras experiencias personales. ismo, las generalizaciones no te, sobre la base de la infor- te puede extraer una inferencia adoptando una generalizacién diferente. ahora uno llega a ver que llora, puede’ aceptar la generalizacién siguiente: ‘menudo llora cusndo experimé fetir que la persona que llora 4 La inferencia que uno ex la evidencia de que una persona estuvo lorando a menudo depende en parte de Ia gene- Talizacién que nuestra experiencia sugiere que tiene més proba- bilidades de set exacta. Pero también puede depender de la ge- neralizacién que armoniza més con otra evid relacionada con una generalizacién puede del cerla. Por ejemplo, la evidencia de que la persona que ora acaba de aprobar el examen para ser aceptado en el foro con- ‘Como lo imy 32 solidard la generaliza raba de alegria, y debili Revisemos estos pri cunstancial ofrecida por Patrick en el sentido de que el jo a otto cliente, en otra ocasi cin segtin la cual “es probable gue los vendedores describan del mismo modo sus articulos a todos los presuntos compradores, el abogado de Patrick puede pedir al juzgador que infiera que el Zurdo formulé la misma de- claracién a Patrick”, Por otra parte, el abogado de! Zurdo puede adoptar una gener del tipo de “es probable que los vendedores modifiquen el modo de describir sus cuando tratan con distintos clientes en diferent i otro cliente, Ademés, cada abogado puede utilizar pruebas afi- nes para consolidar su propia generalizacién o debilitar la del adversario, Por ejemplo, la prueba de que el Zurdo formulé la in a tres clientes més. puede fortalecer la pri- 1 ¥ en cambio la evi completamente nuevo ta de Patrick, puede debi La discusién resefiada mds arriba examina las misma declara -nte no puede recordar qué tarjetas de béis- bol deseaba comprar al Zurdo. El abogado del Zurdo puede adoptar dos generalizaciones: “las personas que quieren com- prar tarjetas de béisbol probablemente recordardn qué tarjetas quieren adquirir”, y “las personas que no pueden recordar qué tarjetas pensaban adquirir probablemente no recordarén exac- tamente lo que dijo el vendedor”. Sobre la base de estas genera- lizaciones el abogado del Zurdo puede pedir al juzgador que no crea en el testimonio del otro cliente durante el interrogatorio. directo. gador en la determinacién de Ia propos {fécticas puede elevar nuestro concepto del significado del juicio LA DEFENSA EN JUICIO 33, “por los pares.” Cuanto més se parecen las experiencias del juz~ gador a las del cliente, més receptivo puede mostrarse aquél ‘cuando llega el momento de extraer las inferencias que uno per- sigue. 3, Estructuraci6n de las generalizaciones para relacionar Ia evidencia con las proposiciones fécticas En general, las generalizaciones sobre las cuales basamos las inferencias tienen un cardcter implicito. Es decir, « partir de in formular expresamente una genera- iga que: “Las personas qué loran probablemente in embargo, la estructuracién explicita de las ge~ neralizaciones sobre las cuales nosotros. nos basamos o se besa puede ayudar a demostrar o refutar las pro- posiciones facticas, de varios modos: a) Durante el alegato final, y a menudo también en la de- claracién de apertura, uno puede comunicar las generalizaciones al juzgador. Esa actitud nos permite defender la exactitud de nuestras generalizaciones, y sefialar los defectos en lai adversario. (Obsérvese que uno puede formular una generaliza- cin sin temor a formular impropiamente “la evidencia al mar- aunque generalmente ningan testigo haya de- con el comportamiento de las personas o los objetos en general. Las afirmaciones extraidas de la experiencia a son elementos propios de la argumentacién). )_ La estructuracisn de generalizaciones puede ayudarnos fa calcular la fuerza probatoria de la evi circunstancial. Por desgracia.la complejidad de las exper ‘que nos per juzgador extraeré una inferencia, esté de los terremotos. Pero la formul: una gene in puede permitirnos pensar en qué medida armoniza comin. Cuanto més ca nite en general pre- fiere pagar impuestos ms de lo que debe” no seré muy persua- 34 PAUL BERGMAN , Pues tenemos una experiencia universal de sentido contra En cambio, ina generalizacién como “es probable que la gente salude a otros basada en la errénea creencia de que los Conoce” puede ser persuasiva, pues la mayoria de la gente ha pasado por esa experiencia, ©) (La estructuracién de generalizaciones puede ayudar- nos a identificar Ja evidencia que tiende a confirmar aquéllas oa debilitarlas, y de ese modo puede contribuir al contenido del interrogatorio directo y las repreguntas. El agregado de las palabra ici6n puede el agregado términos “excepto cuando” puede originar una evidencia debilitadora. Por ejemplo, supongamos que et abogado de Patrick quie- re que el juzgador acepte esta generalizacién: “Es probable que los vendedores describan sus articulos del mismo. modo a todos los presuntos compradores”. Esta generalizacién puede ser vilida, “especialmente cuando”, por ejemplo, se formulan dos a corta distancia temporal unos de otros, 0 el vendedor no sabe nada de los articulos, excepto lo que se le of- den6 decir. El abogado del Zurdo puede aceprar que la generali zaciGn, quiz sea valida, “excepto cuando”, por ejemplo, ‘vendedor acaba de empezar a trabajar en el ramo,o los compra- dores estén interesados en articulos muy © se ha titicado al vendedor porque formulé la dectaracién a un com: prador anterior. Si cualqui los abogados revelase esa evi- dencia confirmatoria litante, podria traerla a colacién durante el interrogatorio directo o las repreguntas, segin con- venga. A su vez, incorporaria la prueba a su argumentacion acerca de la exactitud o la inexactitud de la generalizacin, 4) Las generalizaciones estructuradas pueden ayudarnos celegir preguntas referidas a los presuntos jurados durante el voir dire (examen preliminar). Por ejemplo, supongamos que en su carécter de abogado de Patrick, ust te en la exactitud de la generalizacién siguiente: “Es probable que los vendedores describan sus articulos del mismo modo a la totalidad de los presuntos compradores”. Uno puede preguntar a los presuntos jurados acerca de cuestiones como sus experiencias con las téc~ nicas de venta, y si han realizado la experiencia de escuchar a un LA DEFENSA EN JUICIO 35 vendedor pronunciar el mismo discurso de venta en diferentes ocasiones, FLA NARRACION DE HISTORIAS VEROSIMILES EN ELJUICIO Hasta aqui, la narracin ha destacado el contenido sustan- tivo de los relatos. Mediante la formulacién de proposiciones fécticas, el anélisis de Ja evidencia circunstancial y el ofreci- miento de evidencias afirmativas, de refutacién, explicativas y emoc ‘uno puede crear relatos que destacan los datos i tes desde el punto de vista, fy Esta seccién concentra la atencién en el aspecto restante vos: la credibilidad. Aceptamos que Ja generalmente no es algo que uno agrega a un relato, como le podria agregar sal a la sopa. La na- rraci6n a menudo mezcla la prueba sustantiva con la evidencia de la eredibilidad, de modo que uno no puede distinguir fécil- mente dénde una forma desaparece e ingresa la otra. Por ejems plo, supongamos que Patrick atestigua que estaba a sélo un me~ tro y medio de distancia del Zurdo cuando éste “murmurs” que las tarjetas de béisbol eran originales y auténticas. Uno puede considerar la prueba representada por las palabras “a slo un metro y medio de distancia” como parte de la evidencia afirma- tiva de Patrick, 0 como prueba que confirma la credibilidad de de Patrick. Ia narracién afirmat puede incluir cn un relato la prueba que habria o biera limitado su pensamiento al contenido sustanti ismo, que uno considere que la evidencia influye Imente sobre la sustancia 0 sobre la credibilidad puede modificar el punto de la narracién en que tno trae a colacién la prueba, y el modo de organizar el alegato fi Aqui estan los factores que tipicamente influyen sobre la credibilidad. 36 PAUL BERGMAN Modelo de credibitidad Credibilidad det testimonio Consecuencia con la experiencia comin Consecuencia interna ‘Consecuencia con los hechos conocidos Detalle Credibilidad de los testigos Conocimiento experto Comportamiento (incluso atraccién fisicay estilo personal) Jerarqufa o status socio-econémico Dos advertencias en relacién con el modelo. En primer lu- gar, no se afirma que el modelo sefale factores que los juzgado- res deberian contemplar. QuizA es injusto que un juzgador crea ‘que una persona pobremente educada merece menos crédito que una persona bien educada, o que un agente de me- Tece més crédito que el beneficiario de la ayuda social. Pero el abogado que partici fa como €s, no como é! quisiera que fuese, Admitamos que tales consi raciones pueden representar un papel en el resultado de un cio, ¢ intentemos aprovecharlas 0 contrarrestarlas. En segundo lugar, preparé un recurso mnemotécnico para ayudar al lector a recordar los diferentes factores, pero Io dese- ché después de torcerme la lengua en tres lugares en el esfuerzo Por pronunciarlo. 1. Credibilidad del testimonio 4. Consecuencia con la experiencia comtin Syd atestigua que conoce a su mej ciales; no sabe qué representan esas gue mientras se detuvo en una bocacalle,esperando el cam la luz del seméforo, vio y puede recordar el ntimero-de licen- cia de un automévil q ibié un giro a la izquierda y pass it il igua lo que sucedié LA DEFENSA EN IUICIO 37 textos a los cuales corresponclen esos elem lector probablemente puede juzgar que Estas expectativas son el resultado de la experiencia de una vida entera. Uno adquiere el sentido del modo en que las-cosas suelen desarrollarse. Uno sabe cémo es, probable que se com- acontecimientos son més significativos que otros, qué sucede cuando uno ingresa en un restauirante, etcétera. Es e uno evalie las versiones de los hechos suministrados: tigos compardndolas con sus propias experiencias, Ui consierar verosimiles las versiones que armonizan con est ex- tradicen. de razonamiento tan poderoso juzgadores a menudo evaldan la decl: ‘de sus propias experiencias. fisiamente no se haya quejado ni ‘ome de adaptacién al abuso Ia evidencia, es posible que el ido a un par de nif inmediatamente, 38 PAUL BERGMAN experto a causa del mediocre comportamiento de este sltimo mies igua. En cualquier caso el los argumentos acerca de la credibilidad que se presentan bajo nombres més especificos son sencillamente aplicaciones conocidas del razonamiento a la luz de la experien- personal. Por ejemplo, supongamos que un progenitor ates. tigua que un nifio estaba durmiendo en el hogar en el momento en que, segiin otros testigos, el nifio estaba en la escena de un robo. Que el juzgador descrea del testimonio “tendencioso” de- penderd en parte de las experiencias que haya realizado acerca de los padres que mienten en beneficio de sus hi Asimismo, la credibilidad puede basarse en el juicio de un juzgador acorea de Ia "capacidad para pereibi” de un waign Por ejemplo, un testigo que en el caso mencionado més arriba al ntiio en Ia escena del robo puede haber bebido dos mar- media hora antes. O quizds el testigo estaba a unos veinte metros de distancia, en una noche de luna. Es probable que el juzgador evalde 1a credibilidad de la identificacién de acuerdo 16s especificas de la expe- puede argiir que dado el niimero de arrestos que un policia realiz6 alrededor del mo- mento en que arresté al acusado, es improbable que puede re- cordar detalles relacionados con dicho acusado. © bien puede arghirse que, dado el tiempo que transcurrié entre un episodio y un testigo no puede recordar todos los detalles que asegura tener en la memoria. En cada caso, la “memoria” es una denominacién taquigrétfica de los argumentos basados en la experiencia cotidiana, ‘Como las experi tuna subcultura a otra e incluso en el émbito de una cultura, no debemos inferir autométicamente que la reaccién de un juzga- dor frente a un relato serd equiparable a la nuestra. Una tecni usual es provocar la reacci6n de un amigo o un colega a quien juno narra.una historia. Asimismo, corresponde al abogado tra- tar de aprender algo acerca de las experiencias importantes de un juzgador, y en Ia medida de lo posible elegir un juzgador cu- ‘yas experiencias sean compatibles con determinada narracién. las no son uniformes, ciertamente de LA DEFENSA EN JUICIO 39 A pesar de toda su ubicuidad, la experiencia puede lievar a Ja injusticia. Aunque es posible que un juzgador tenga un sen- tido preciso del modo en que las cosas suelen suceder, en una si- tuaci6n espectfica lo desusado puede ser Ia verdad. Las alarmas antirrobo de los automéviles a veces funcionan bien; de tanto en tanto uo acer onl fla que se dspara més épamente ea ‘el supermercado, El juzgador cuya experiencia cotidiana lo lleva 2 desoreet de lo desusedo puede formular un veredicto que no atine a reflejar lo que sucedié realmente. nlo, y después con la argumentaci6n, subraye por qué en este Caso espeticn, os hechos sucedieron de dgtino nibdo que Io gue el juzgador esperar normalmente, Un zgador puede es tar dispuesto a desechar las leociones de la experiencia si usted Ie ofrece motivos para proceder mejor amigo, s6lo por | juzgador se entere de ralizacién P: éConoce al sefior Cooper por otro nombre que no sea las letras “J.B”? R: No. P: éJamés le pregunt6 qué signifiean las letras “I.B."? R: No, nunca lo hice, inos, des usual que se men- les? No mucha gente isa sdl seis amigos a quienes conozco sélo por Quizé usted quiera profundizar et interrogatorio. Confia en que tales preguntas por lo menos i que el juzgador re- chace sin més tramite fa declaracién del testigo. 40 PAUL BERGMAN Asimismo, suponga que en un caso por negligenci iente, que supuestamente se desplazaba en su automévil a gran lleg6 tarde a una cita importante. Sobre la base de la idiana, es probable que el niones importantes a menudo imprimen a su vehfculo més velo- cidad que la ’. También aqui intente ofrecer un test ic que demuestre por qué lo que a menudo puede ser ci es en este caso: P: Cuando comenz6 usted nos dijo que llegaba tarde a la reunién, 2Es0 afect6 su modo de manejar? R: No. Yo habia dicho a la secretaria de Samantha que podia llegar tarde, de modo que eso no me preocupaba. Asimismo, una reunién que yo habla programado para un momento ulterior del mismo dia quedé cancelada, de mpo no me apremiaba para terminar a modo que cierta hora. que el juzgador no acepte la tiva”" del testigo. Pero por lo menos, uno su- gador una base para creer que lo que puede ser imente no lo es en este caso. b. Consecuencia interna ‘Cuando usamos la experiencia, evaluamos u ferencia a lo que sabemos acerca ‘modo usual es evaluar “internamen creer en la historia que “exhibe cierta armonfa” y tiene lgica interna. Juzgamos con dureza a las que son contradictorias. Es probable que juzguemos al testigo que se muestra poco sincero, indivi i iroso, oun reptil. Por 1onia interna se basa en i itradicciones internas probablemente perjudiquen la credibilidad de un relato. Quiz, por extrato que parezca, muchas veces uno tendré conciencia de una contradic- ‘cin interna en el relato directo de un testigo. En tal caso, la re- pregunta puede consistir sencillamente en pedir al testigo que LA DEFENSA EN JUICIO at repita las partes contra: Capftulo IV, acerca de las técnicas sug ejemplo del modo en que los relatos pueden eal ciones internas, examine esta brevisima historia ienda de comestibles cierre. Of un grito ienda. Al mirar hacia los corre- “Yo estaba cerca del fondo de I de la esquina alrededor “Dése prisa, o le dispa \wichese y permanezca a la puerta. Imaginé que el ladrn habfa tienda, de modo que me incorporé para ver cOmo est empleado. AI hacerlo, pude ver al ladrén. Lo vi muy bien; dirfa que media 1,75 metros, pesaba unos 80 kilogramos, y tenia piel blanca. Me parecié que cojeaba un poco”. incluye contradicciones. El testigo primero des- \drn como “corpulento”. Pero cuando aporta detalles adicionales, nos habla de una persona de contextura m metros y poco més de 80 kilogramos—. Las contrad nes internas a menudo se destizan en los relatos de los te los cuales por supi ‘extensos que el que 3s a menudo se con- es admisible una declaraci tiende a vi 42 PAUL BERGMAN cando sushi y repollitos”, un juzgador bien puede contradiccién y (b) suponer que el testigo vive en California, Por lo menos en los casos civiles, las dec fuent usual de enunciados previos contradictorios. Y el ‘o de que la transcripcién de una declaracién puede ‘como recurso de recusacién influye sobre el inte- rrogatorio por referencia a la declaracién. El valor probatorio de la impugnacisn probablemente aumentaré si uno obtiene una dectaracién testimonial breve y clara. Por ejemplo, supongamos que uno se dispone a recusar a un testigo que declaré ante el tribunal: “Cuando el Chevy comenzé a virar hacia la izquier- da, Ia Tuz era verde”. Comparense las posiblidades de impug- naciGn sobre la base de los siguientes fragmentos de la decls. racién: Transcripcién A de la dectaracién: P: ZY qué sucedié después? R: El Chevy legs a la bocacalle y comenz6 a virar hacia Ja iequierda, P: 6Y de qué color era la luz en ese momento? R: Era roja. Transcripcion B de la dectaracién: P: ZY qué sucedi desp R: El Chevy lleg6 a la interseceién y comenz6 a virar hacia ia izquierda, P: iCusnto habia avanzado hacia la bocacalle ese Chevy cuando comenz6 a virar hacia la izquierda? R: Yo diria que estaba en la mitad de la boeacalle. P: GY usted vio el color de la luz en el momento mismo en que el Chevy habia llegado a la mitad de la bocacalle y se disponia a virar hacia la izquierda? R: Si, Ja habia visto. La luz estaba frénte a mi, P: De qué color era la Juz en el momento en que el ‘Chevy comenz6 a virar hacia la izquierda? R: La luz era roja, LA DEFENSA BN JUICIO 43 El testimonio de ambas transcripciones parece contrade- ise con la dectaracién del testigo ante el tribunal. Pero el po- ipcién A por referencia a i Chevy entré en la bocacalle, cuando comenzé a virar hacia la iz- quierda, o cuando ya habfa completado la maniobra? La pre- gunta es tan imprecisa que el testigo fécilmente puede evitar el intento de impugnaci6n. Enfrentado con el testimonio de la de- claracién previa, el testigo puede responder: “Interpreté mal la regunta. Pensé que usted se referia a la situacién despues que el Chevy habia virado hacia la izquierda. $é muy bien que ‘cuando comenz6 a virar hacia Ia izquierda Ia luz era verde” La transcripcién B no deja lugar al malentendido, y permite obte- ner una recusacién més eficaz. Obsérvese que una declaracién previa no necesita contra: riar directamente el testimonio para afectar la credibilidad. Si el inico modo de que el abogado pueda recusar el testimoni Juz era roja” es apelando a una declaracién previa, segtn la cual “la luz era verde”, lo mas probable es que se vea en graves difi- cultades para llegar a algin tipo de impugnacién. Mientras una declaraci6n previa se contradiga en efecto t io ajo se contradice con “El primer plato de comida estaba demasiado caliente”. 1. “Habia un plato de comida sobre la mesa.” 2. “Yo estaba tan atareado que no tuve tiempo para comer.” Después que se recusé a un testigo ia contradictoria, uno puede igo ofeciendo cualqui vutilizando una declara- tar de rehabilitar la de las formas de io de refutacién. Es decir, el puede negar que formuls la declaracién previa (“jamé: ") 0 puede ofrecer una explicacién (“lo dije pero... estaba nervioso”; 0 “me equive- qué porque no tuve posibilidades de pensar en lo que habla st cedido”, etc) 44 PAUL BERGMAN ¢. Consecuencia con los hechos establecidos 10 modo que elegir el lugar donde cenaremos es ero decidimos que deseamos, por ejemy también para el juzgador es més ff diferencias fécticas si considera comprobados ciertos hechos. Los hechos comprobados pueden convertirse facilmente en piedra de toque que el juzgador utiliza para evaluar otras evi- dencias. Un juzgador tiende a creer en el testimonio que coin- ‘cide con los hechos establecidas, y a descreer en lo que no coincide. Asi, uno puede elevar el valor probatorio de un relato al persuadir a un juzgador de que considere como hecho demos- trado la evidencia favorable, y a que juzgue Ia exactitud de las narraciones competidoras de acuerdo con su armonia con el he- al juzga- hecho para una comprensin exacta de lo que sucedié. Por ejemplo, supongamos que en una viola- cin de la aceién contractual, nuestro cliente intenta persua juzgador de que se concerté un contrato durante cierta reunién. En el juicio, las partes estipulan que se estrecharon las manos al finalizar el encuentro. Como hecho comprobado, uno puede subrayar durante la declaracién, de apertura y el alegato final la importancia de ese hecho como prueba de que se concerté un cor Aparte de los hechos ‘mente uno tiene que convene prueba como un hecho estab una pregunta con las pala como hecho comprobad. I que afrontamos es persua: jos y observados judicial- 3. Es evidente que comenzar is: “Testigo, permitame seftalarle no producira ese efecto. Sin em- bargo, uno puede persuadir al juzgador de que considere hechos probados las formulaciones incluidas en los documentos y la de- laracién originada en testigos muy verosimiles. Por ejemplo, en la violacién de la accién niegue el testimoni estrecharon las manos”. Uno puede exhortar al juzgador a considerar como un hecho establecido la declaracién de un tes tigo que no coincide con la del cliente y que también atestigua LA DEFENSA EN JUICIO 45 s, uno puede in- tentar conscientemente obtener un testimonio que coincida con los hechos establecidos, y durante las repreguntas puede. trater de obtener un testimonio que los contradiga. @ Detalle : La experiencia nos ensefia que sihemids participado en un hecho o le prestamos atencidn, podemos recordar una serie de detalles pertinentes. Asimismo, podemos haber recogido ierta impresisn en el sentido de que es dificil decir una mentira detallada. Hasta cierto punto, el detalle tiende a convencer al Juzgador de que una historia es verosimil. Eso es vilido sobre todo si ios detalles son sobremanera importantes o ejemplo: “El cuchillo que me apuntaba tenia. po it ros de lor Asimismo, los deta id cuando un testigo ofrece lca cién por haber recordado determinado detalle. (Por ejempl “Noté inmediatamente que el tupé era falso porque el de siempre se inclinaba exactamente del mismo modo”). incluso si los propios detalles tienen escasa importancia fundamental, ayudan a persuadir al juzgador.de que cierto testigo es un ob- servador sincero, con tina memoria clara. Ademds, aportar de- talles acerca de ciertos hechos pero no de otros puede ayudar a persuadir a un juzgador de que los hechos detallados tienen una importancia particular. ‘Sin embargo, la experiencia también ensefia que nuestra capacidad para observar y recordar detalles es limitada. El tes- timonio acerca del color de los cabellos de una persona y los rasgos faciales generales puede ser verosimil; el testimonio acerca del numero de pecas que tiene una persona pone a prueba la credibilidad. Més atin, el exceso de detalle puede de- terminar que la atenciGn del juzgador derive del testigo a pen- samientos acerca de experiencias mds agradables. 46 PAUL BERGMAN Pero en general, la inexperiencia puede inducirnos a utili- zar un némero muy reducido y no muy elevado de detalles. (Quiz4 porque una historia nos parece muy familiar cuando lega el momento del juicio, o porque es tipico que la sociedad afirme. que la persona que aporta detalles es “aburrida”, uno puede contentarse con las descripciones finales de los hechos. El hecho mismo de conocer esta tendencia puede ayudarnos a decidir que es necesario aportar detalles adecuados. 2. Credibilidad de los testigos a. En general Sabemos por la experiencia cotidiana que el modo de reac- cionar frente a la informacién en parte esté influido por fo que sabemos acerca de su fuente. Por ejemplo, nuestra reaccién frente a un discurso politico tiende a verse influida por la posi- Dilidad de que el orador parezca compartir ‘que noso- tros afirmamos. Asimismo, nuestra creencia en la i que hace un tercero de los datos enviados por el de la NASA probablemente estaré determinada dentes cientificos de la persona en cuestiGn. En general, la investigacién en cienci el efecto de los atributos personales del los mensajes. Por ejemplo, en un tipo de a los grupos de oyentes en los audito- escuchen.un discurso acerca de las indica a algunos grupos que el ora- dor pertenece a un grupo con respecto al cual la mayorfa de los negativos (por ejemplo, ef Partido Se dice a otros grupos que el orador per- ‘al que adhiere la mayoria de los ‘Cémara de Comercio; la Liga de inque todos los grupos escuchan el cciones de la gente varian mucho segin syen al orador. ra capacidad para controlar 2 los testigos trata de elegir entre Eleanor Roosevelt, Albert Einstein y'la Comadreja, usted ya sabe quién es el que proba- blemente se desempefiarg como un testigo sagaz en beneficio de Ja causa que usted representa. Asimismo, las reglas de la prueba LA DBFENSA EN JUICIO 47 restringen nuestra posibilidad de ofrecer una evi tiva acerca del buen cardcter de un cliente o un testigo. Quizas s6lo como parte de la seleccién de un testigo experto uno puede elegi conscientemente sobre la base de los antecedentes perso- rales. De todos modlos, a usted le corresponde comprender los factores que tienden a gravitar sobre la reacci6n del juzgador frente a los testigos. A veces, uno puede decidir que no convo- card a un posible testigo porque a su juicio la contribucién que hard resultaré sobradamente compensada por el efecto personal ‘negativo. En otras ocasiones, uno puede tratar de superar lo que cree seré la reaccién negativa del juzgador enfrenténdola cons- jente mediante la evidencia y durante el alegato. Por ejemplo, supongamos que un adversario atacaré la credibilidad de Ia declaracién de un testigo con el argumento de que el tes- tigo es una persona tendenciosa. Si uno incluye conscientemente en Ia declaracién del testigo un elemento o no favorecen a su cliente, puede arguir que el rando honestamente, y que esté dispuesto a ir que su de- claracion desembogué en el reutado que naturalmente le co- rresponde. b, Evidencia acerca de la credibilidad espectfica versus la credibilidad generat significa. tuna determinada parte de la narraci6n. se encuentra en una posi dente, con respecto al sobre otras partes. La casi © general, aunque sumam cde tener consecuencias imonio. En su forma tipica, idad general, asi como otros vertida por der. tantes para la organi uno presenta pruebas de la cr 48 PAUL BERGMAN a los antecedentes a de entrar a la historia propiamente ico que uno yuxtaponga la evidencia la parte de la historia que la misma testimonios referi racién de un t dicha. En caml acerca de la tiende a reforzar. Por consiguiente, es I6gico que uno aporte prueba en el sentido de que tn testigo tuvo una oportunidad ex- elente de observar un incidente y lo haga en el punto de la his- toria en que uno arrima pruebas del incidente. . Conocimiento experto Et juzgador probablemente creeré a los testigos que poseen ‘un conceimiento especial del tema de st testimonio. En el caso de algunos lectores, la mencién del “conocimiento experto” connota la imagen de personas que visten chaquetas blancas y tienen estetoscopios en el bolsillo. Otros lectores pueden pensar ‘Sin embargo, tenemos una imagen més exacta nto experto en Ia frase de Will Rogers: “Todos ios, excepto que en reas diferentes”. Si es impor- cia al contenido de un juicio, la expe wales de cada persona puede aportar conoci- juzgador. igos pueden suministrar conocimi sin que 3 ario que se los califique formal peritos. En relacidn con el tema de la sobriedad de una persona, tin barman puede trasmitir conocimiento experto. Asimismo, en fracaso de una cosecha del nabo, un ién de la cai 10 experto cuando dese Incluso al margen de los antecedentes, la proximidad de un testigo a los hechos puede aportar conocimiento experto. Por ‘ejemplo, un juzgador puede considerar que un testigo que escu- ‘ché una conversaci6n acerca del mismo modelo de automévil {ue él se propone comprar como una persona que es experta en relacién con lo que se dijo. La prueba que en otras condiciones seria inadmisible por- que implicarfa un juicio acer sible para comprobar el conoci testigo. Por ejemplo, supongamos que uno igo: “éCudnto tiempo hace que vive en el vec spuesta nada LA DEFENSA EN JUICIO 49 uede considerdrsela tiene que ver con, un tema en discusiés iuicio acerca del ca- una evidencia objetable que lleva a ei récter, con el argumento de que la residencia protongada muestra Gnicamente la estabilidad de una persona. Pero si la familiari- dad del testigo cor idario revela un conocimiento experto por referencia a un incidente que sucedié en el mismo vecinda- rio, la pregunta en general serd considerada pertinente. d. Motivo Las motivaciones que un juzgador probablemente conside- rar cuando evalda la credibilidad son conocidas por todos los. que estin familiarizados con Aristételes, Shakespeare o la serie “Dinastia”. Todos sabemos que la deciaracién de un testigo puede estar tenida por aspectos como el dinero, el amor, ia amistad, el dinero, los celos, el odio y el dinero. Quizé en unas ‘pocas ocasiones uno incluso percibi6 su propia inclinacién (por jempre contenida) a manipular un poco las cosas en cau En cambio, uno puede apreciar a un testigo in el mismo éxtasis con que un botdnico apreciz rosa de belleza sin igual. ? ae “Aungue los abogados aportan. ta motivacion para atacar la credi inariamente evidencia de y evidencia de la new lorea sus percepciones desde el comienzo, de modo que su declaracién es honesta, pero esta equivocada? Generalmente, ‘a menos que la motivacién pueda imputarse a determinado in- cidente, o ha desembocado en un cambio dramético del relato, Jos abogados se satisfacen arguyendo imprecisamente que “la declaracién de Bruce es producto de su interés financiero en ‘Al mismo importancia 9. Pues fa mayo- tla de los testigos estén expuestos a imputaciones relacionadas con el motivo: 50 PAUL BERGMAN 1. Como Ia mayoria pasa Ta parte principal de su tiempo con personas con las cuales mantiene una alu ‘ocupacional, se deduce que cuando los hechos originan el el caudal de posibles testigos tiende a incluir a muchas relacio- nes personales. 2. Se paga su tiempo a los peritos, y la ocupacién futura del individuo como perito puede depender de Ja fuerza de sus con- ‘lusfones como experto. 3. Es posible que un empleador no tenga un interés finan- ciero-directo en que un trabajador lesionado cobre indemniza- ion; pero las fatuas primas del seguro de desocupaién pueden leado tiene éxito. 3s “neutrales” 2 menudo estén comprometidos psicolgicamente por Io que inicialmente dijeron acerca de lo {que sucedié, referencias a las cuales quizé recuerden més que a Jos hechos mismos. Y una vez. que la narraciGn inicial los alinea ‘con una parte més que con otra, es posible que simpaticen natu- ralmente con esa parte, estrechamente vinculada con ellos, més que con un ‘“demandante” o un “demandado” abstractos. "Ast, con la mayorfa de los testigos potencialmente sujetos a reclamos referidos a la motivacién, puede suceder que los juz- gadores en general ignoren todas las motivaciones, salvo las que son especialmente intensas, y que determinan evidentes pro- blemas testimoniales. ‘Supongamos que usted est seguro de que un adversario se propone presentar evidencia de motivaci6n en las repreguntas @ supuesto, los pr dees. {Con quiénes supone usted que puede estar un pequefio de seis meses de edad?” O bien uno puede tratar de “suavizar el filo de las repreguntas”. En otras palabras, uno puede referirse a fa evidencia motivacional durante el voir dire (examen prelimi- nar del jurado), la declaracin inaugural, el alegato final o abor- dar el tema en el interrogatorio directo. De ese modo, no e su significado. Por ejemplo, aqui gador incluye la evidencia del interés financiero del testigo en el resultado de un caso durante el interrogatorio directo al testigo: LA DEFENSA EN JUICIO 51 P: Dirija su atencién hacia el ericuentro en que Claire, Ia socia solidaria, revelé los derechos de privilegio sobre la propiedad Orange, y por favor describa lo que sucedi6. RR: Bien, comenz6 distribuyendo un a por su abogado. Dijo que los socios comandi ‘que aportar otros 200.000 délares si deseaban conservar la Propiedad. Dijo que ella estaba completamente excedida, y no estaba obligada a contribuir con més recursos finan- cieros. P: 2Usted era socia comanditaria en el acuerdo dela propiedad Orange? : i R:No. eee P: éCémo llegs a participar en esa reunién? R: Bien, yo participaba en una sociedad comanditaria afin, la propiedad Lemon. Claire era también la socia soli- daria en esa propiedad, y yo sabia que lo que sucediera con la asociacién Orange me afectaria. P: GAhora usted esté litigando con Claire acerca de la propiedad Lemon? R:Si : éSu testimonio se ve afectado por el hecho de que lo que suceda con Claire en este caso pueda influir sobre el resultado del litigio por la propiedad Lemon? R: Puedo negarlo sinceramente. Por supuesto, no de- seo perder mi dinero, pero al intervenir comprendf que la inversién era bastante especulativa, de modo que a decir verdad no puse una suma muy elevada. Ademas, ésta es tuna disputa comercial, pero Claire y yo aGn somos amigos. P: Muy bien. Regresemos por un momento a ese en~ ‘cuentro. Después que Claire distribuy6 el andlisis de su abogado... ‘Aqui, las preguntas subrayan el posible motivo financiero que modifica el testimonio de tal modo que tiende 2 minimi- zarlo. En el interrogatorio directo, a diferencia quizé de las re- preguntas, el testigo puede su interés financiero minimo 'y su amistad. Asimismo, la insercién del testimonio acerca del 32 PAUL BERGMAN en el contexto de la reunién puede limitar su posible La investigacién de las ciencias sociales sugiere que el ‘efecto del motivo disminuye cuando un oyente escucha informa- ci6n antes de saber de la motivacién. e. Comportamiento iportamiento es la reuni6n de rasgos fisicos y ele iinerdticos que tienden a aumentar o disminuir la |. Por ejemplo, los juzgadores tienden a desconfiar de que declaran con vacilaciones o con mucho nervio- sismo; que son fisicamente “inestables”, que parecen poco atractivos 0 desalifiados; o que tienen cierto aire de “falsedad”. Las personas que exhiben los rasgos contrarios pueden gozar de mucha credibilidad. Uno puede tratar de influir sobre el comportamiento de sus propios testigos. Por ejemplo, uno puede pedir. a un te que identifique y explique una prueba; mucha gente se més cémoda y confiada cuando puede aferrar y describir obje- tos. O puede impartir una serie de instruceiones antes del juicio, por ejemplo acerca del modo de ponder a las preguntas (brevement aportar informacién) y del modo de fj rados). Pero es posible que ese consejo aporte escasos resultados. El comport en su forma tipica es una suma total {gos y apari se cambia uno cualquiera, puede influirse negativamente sobre Ia credibilidad. La recomendacién en el sentido de mantener el contacto ocular puede ser contraprodu- cente si un testigo mira constantemente al juez mientras declara. El testigo que viste desordenadamente y habla con i ido puede perder credibilidad cuando se ve co: el atuendo “correcto” y las normas gramaticales. se siente nervioso porque no sabe si podré recordar su propia declaracién puede sentirse todavia més nervioso cuando intenta recordar las instrucciones del abogado. De todos modos, la responsabilidad profesional frente al ge que uno intente que sus testigos proyecten el com- fo mas veros{mil que sea posible. Tal vez el abogado jue estas sugerencias son itiles: TA DEFENSA EN JUICIO 33 1. Excursiones al drea, Antes de declarar, lleve a los testigos ala sala del tribunal, invitelos a ver parte de un juicio, y sugié- rales que formulen preguntas. Trate de que confien en usted, y vite formular preguntas como “EQuién es esa persona ataviada con una tdnica negra?” 2. Ensayo. Repase el interrogatorio directo y las repregun- tas ajustadas al desarrollo previsto. Formule en su despacho las preguntas ajustandose al mismo esquema que utilizard en el tri- bunal. Cuando un abogado se queja de que “el testigo cambi6 su actitud conmigo”, la razén puede consistir en que el abogado comenz6 cambiando su propia actitud frente al testigo. Por éjemplo, el comportamiento casual en el estudio y el interroga- torio en estilo coloquial pueden chocar con el-comportamiento formal en la sala del tribunal y con la sirtaxis apropiada para un andlisis doctoral de la poesia de Keats. Usted es el profesional, adaptese a sus testigos, antes que esperar que ellos se adapten a usted. 3. Alegato. Por lo menos parte de las reacciones de un juz ‘gador frente a los rasgos de comportamiento negatives puede ser inconsciente y rechazada si se lama la atencién de! juzgador sobre el tema. Por ejemplo, usted puede argiir: “El abogado de la parte contraria puede sostener que Kevin no es verosimil, porque estaba nervioso, y quizé no vestia como una persona que comparece todos los dias ante el tribunal. Afirmo que, por razones que examinaré en un momento, el test de Kevin fue estremadamente ve- rostmil, y.que su atuendo y su comprensible nerviosismo no deben representar ningdn papel en vuestra decisién, Era presumible que s¢ sentiria nervioso...”. Este tipo de argumento no sélo pide al juzgador que fe- cchace una base irracional de decisién, sino que ademés presenta al adversario como el defensor de la argumentaci6n irracional. 4. Instrucciones en la sala del tribunal, Por lo menos durante el interrogatorio de los testigos legos, muchos jueces concederdn rto margen de maniobra al abogado. Usted puede decir aun ‘Célmese, est desempeiiindo- se muy bien. Limitese a escuchar lo que le preguntan, y conteste Jo mejor que pueda”. El abogado puede decir al ya mirada esté clavada en aquél: “Bien, por favor, mire directa- 34 ‘PAUL BERGMAN mente a los jurados y digales si usted..", 0 “Por favor, repita el juramento, esta vez sin tener los dedos cruzados”. ff Status socio-econdmico Esta categoria cubre una coleccién de fiictores de credibili- dad, cuya mejor denominacién es quiz4 “el prejuicio”. Los jéve- nes’y Jos viejos. Los ricos y los pobres. Los propietarios y los inquilinos. Los grupos raciales, En nuestra sociedad poliglota, todos gozan de la paz mental que proviene de saber que perte- necen a grupos que provocan la antipatfa de los miembros de otros grupos. En el juicio, la antipatia puede convertirse en incredulidad. Inversamente, los juzgadores pueden creer en la declaracién de los testigos que tienen un stafus anlogo al suyo propio. ‘Cuando los factores socio-econémicos representan un pa- pel, es posible que enfrentarlos sea especialmente dificil. Nada tienen que ver con Ia historia de un testigo, o con sus atributos, personales y su comportamiento. Mas bien cabe afirmar que un testigo se ve disminuido (o elevado) a causa de las cualidades percibidas de un grupo amorfo. Un andlisis detallado de la investigacién influida por el sta- ‘tus socio-econémico excede el alcance de este manual. Pero en _ general, las respuestas del abogado probablemente correspon- deran a uno de dos tipos: 1. Arguya explicitamente la cuestién. Mucha gente se resiste a examinar los sentimientos relacionados con el prejuicio y los y puede avergonzarse ante la perspectiva de reco- ala la posibilidad de que 1d de acuerdo con el sta: inracional, \dor puede rechazar co comportamiento. Aunque la intencién consciente tal vez no eli- mine el prejuicio subconsciente, durante un breve instante puede contrarrestarlo. 2. Aporte prueba individualizadora. Este enfoque no implica rechazar de frente un estereotipo, y més bien se basa en la evi dencia para sugerir que el estereotipo no se aplica al testigo LA DEFENSA EN JUICIO, 38 siguiente no cree en el ino puede proponer y subrayar la evidencia de la responsal fe este testigo especitico. El juzgador puede mantener su prejuicio, pero uno puede alcanzar tun veredicto favorable. G. CONCLUSION Este capitulo ha explorado los factores que probablemente afectardn el proceso de la investigaci6n en el juicio. Los capitu- los siguientes anlizan las técnicas que pueden permitir que uno persuada al juzgador sndo de qué modo esos factores se combinan en favor del cliente. 5

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