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Camino a la regién de los Osos Alba Shirley Tamayo Arango La meseta norte de Antioquia pasé de ser espacio deshabita- do, de montes agrestés, a lugar de explotacién y de coloniza- cidn, a partir de la incursién espafiola. Aunque en 1541 don Gaspar de Rodas y don Andrés Valdivia, a su paso hacia las auriferas tierras del nordeste, dieron noticia del altiplano del “norte, denominado Valle de los Osos por la abundancia de estos animales, fue casi un siglo despues cuando se inicié su exploracién y explotacién sistematica. En las primeras décadas del siglo xvi comenzé a dismi- nuir el resplandor de las riquezas en el cerro de Buritica’. Las técnicas de la mineria de veta habian sido efectivas para la extraccién, pero Ilegé un momento en que los filones fueron cada vez mas esquivos, y las rudimentarias técnicas resulta- ron obsoletas. Todavia a finales del siglo xvi las minas de veta permanecian inexplotadas. Entonces el gobernador de la provincia de Antioquia, en su relacién, aclaraba que “minas de beta hai muchas; especialmente conocidas en el famoso cerro de Buritica, pero ninguna se trabaja en el dia por falta de inteligente que las dirija...”. ‘Don Joseph Barén de Chaves, en su informe sobre la ex- plotacién de minas de oro en la provincia, decia que las tie- rras en la cordillera cercana a la ciudad de Antioquia habian 1. Ann Twinam, Mineros, comerciantes y labradores: las raices del espiritu em- presarial en Antioquia: 1763-1810, Paes, Medellin, 1985, p. 65. 2. Francisco Silvestre, Relacién de la provincia de Antioquia, Secretaria de Edu- cacién y Cultura de Antioquia, Medellin, 1988, p, 148. bs] + Alba Shirley Tamayo Arango CAMINO A LA REGION DE Los Osos sido abandonadas desde hacia un siglo, y que algunas gente: pasaron a otras regiones de su jurisdiccién por Mapa panordmico del Valle de los Osos es las persecuciones que padecian de los yndios chocoes, cunacus nas y carautas, pasandose a poblar a los Valles de las Hosos, minas de oro corrido, por los afios de setenta y setenta y uno _ del siglo pasado y de aqui resulté la fundacidn de la Villa de Medellin, desde cuio tiempo decayeron visiblemente las com- — beniencias de la provincia y toda ella se destiné a beneficiar el oro corrido, como mis facil aunque menos ventajoso’. Las vetas demandaban un capital mayor, del que muy pocos disponian, En el periodo colonial “como siempre se pensé que la minerfa de veta estaba asociada a grandes riesgos, no exis- tian muchos alicientes para la inversién en este tipo de minas. Los rasgos geolégicos peculiares de la regién hacian muy irre- gulares la continuidad y la riqueza de las vetas”*. La mineria de aluvién se convirtié en la alternativa que impulsé una nueva dinamica en la economia colonial. Las cuadrillas de esclavos negros, dirigidas por espaoles, comen- zaron labores en las quebradas del Valle de los Osos después de que fueron descubiertas las riquezas de los cauces en 1636, 3. Archivo General de la Nacién, seceién Colonia, Fondo Negras y Esclavos de Antioquia, legajo vu, folio 961, afio 1768, 4. Roger Brew, Ei desarrollo econémico de Antioquia, Desde la Independencia hasta 1920, Banco de la Republica, Bogota, 1977, p. 136 Escala horizontal aproximada, 110,000. Escala vertical exagertda, 3:1. Fuente: rea, Autor: Jaime Quintero. 16} a7] + Alba Shirley Tamayo Arango por don Antonio Serrano y Espejo, alcalde ordinario de ciudad de Antioquia. En su capitulacién, la regién fue ali derada desde el rio de los Osos, en la jurisdiccién de la pro- vincia, hasta las ciudades de Caceres y Zaragoza, donde ha- bia mas de cuarenta leguas despobladas y ricas en minerales de oro y plata’, De acuerdo con los datos obtenidos en los documentos de los siglos xvir y xvii sobre colonizacién de la region, se defi- ne el Valle de los Osos como la gran meseta del norte de An- tioquia, que se inicia en el Boquerén y Alto de Matasanos, y continta surcada por los cafiones de los rios Cauca y Porce, hasta llegar al extremo norte a la altura de 1,535 msnm, en Anori, Ya los 1.165 msnm, en la actual cabecera municipal de Valdivia. TIERRA DOMENADA Ann Twinam afirma que el altiplano de los Osos fue coloni- zado a mediados del siglo xvi, pues “el bajo nivel de la fun- dicién, especialmente desde 1720 hasta 1740... indica que el cambio hacia los aluviones de tierras altas atin no habia €o- menzado, a pesar de que los mineros de la capital colonial de Antioquia no estaban sino a unos pocos dias de camino de los nuevos descubrimientos auriferos de Santa Rosa”®, No ». Archivo General de la Nacién, seccién Colonia, Fondo Minas de Antioquia, legajo Ne 4, folios 990-996, aito 1636, 6, Ann Twinam, op. cit., p. 75. faa] CAMINO 4 LA REGION DE Los Osos ante, la documentaci6n colonial muestra la presencia de tamientos permanentes y explotacién de riquezas en el je de los Osos durante la primera mitad del siglo xv’. La construccién de rancherias en las orillas de los rios Chico y Grande fue una constante. La abundancia del mineral impul- 36 la exploraci6n de nuevos afluentes y mantuvo en aumento E a lacantidad de mineros que Ilegaban a la region’. Segtin Robert West, el potencial aurifero del norte fue ex- plorado de manera sistemitica en las primeras décadas del siglo xvii, ya que los mineros comenzaron a entrar a la parte norte del batolito en la década de 1630, partiendo del Valle de Aburra. [...] A mediados del siglo los mejores placeres del rio Chico, el rio Grande y posiblemente el alto Guadalupe habian sido de- nunciados y la mineria habia comenzado; el Real de Petacas (actual Belmira) también estaba ya establecido. La mayoria de los campamentos mineros de los siglos xvi y xvii, en estas alturas htiimedas y frias, fueron pequefios establecimientos, conocidos como minas 0 sitios, compuestos cada uno por unos pocos esclavos negros y un capataz blanco, Santa Rosa fue al- guna vez uno de tales campamentos y se convirtid en el siglo XVIII en centro econémico y politico de la tierra de los Osos?. 7, Véanse cuadros 1 y 2, pp. 159-163. 8, Véase grafico, p. 27. ’ 9. Robert West C., La mineria de alucvridn en Colombia durante el periado calo- [9] + Alba Shirley Tamayo Arango+ Entre los pioneros de la mineria de aluvién, que se dedica- Ton al cateo y que introdujeron cuadrillas en la regién,-s encuentran el capitan Pedro Martin de Mora, don Diego Al- varez del Pino, don Gregorio Cerrantes, don Miguel Martinez Vibanco, el capitan Pedro Fernandez Ortiz, don Juan Garcta de Ordas, don Pheliphe Garcia de Ordas, el capitan Fernan- do de Montoya, el capitan Pedro de Herrera, el capitan Felipe de Herrera, el capitan Joan Gémez de Salazar, el capitan Fer- nando de Toro Zapata, el vicario y juez eclesiastico don Fa- cundo Ramirez, el alférez don Alonso Guetaria, don Laureano de Piedrahita, y don Antonio del Pino y Villa Padierna, todos vecinos de la capital de Ja provincia, algunos de los cuales residian en el Valle de Aburra?®. Si bien fue en la segunda mitad del siglo xvi, cuando se hizo mas rapido y significativo el aumento poblacional, por la migracidn de gentes de diversos lugares de la provincia, es importante tener en cuenta que en el siglo xvit hubo movili- dad y aumento permanente de las cuadrillas, asi como am- nial, Imprenta Nacional, Bogota, 1972, p. 42. West afirmé que los minerales de Gua- dalupe fueron denunciados a mediados del siglo xvrt; en efecto, la zana del orien- te ya habia sido explorada y sus rlos cateados. Archivo Histético de Antioquia, Fondo de Mortuorias, tomo 252, documento 5509, folio 22, ato 1661. A los cam- Pamentos mineros que se refiere West se les denomin6 rancherias, y desde el siglo vu, algunas explotaciones mineras recibieron el titulo de Reales de Minas. 19. Archivo Historice de Antioquia, Fonde Mortuorias, tomo 252, documento 5509, documento 5507; tomo 196, documento 4828; tomo 223, documente 5196, Luis Roberto Jaramillo y Luis Javier Villegas. “Indice del Fondo de Escribanos de Antioquia, aos 1700-1750", mecanografiado, inédito. [20] CAMINO A LA REGION DE Los Osos Jiacin continua de las fronteras agricola y ganadera. De uerdo con James Parsons, la ereccién de los curatos de los ‘Osos y Santo Domingo en 1659, “indica que la ocupacién de Hequellas altiplanicies era muy buena en aquel tiempo”". Loslinderos designados para los nuevos curatos fueron, para Jos Osos, todo lo que toca a los Osos, desde el primer rio de la otra banda hasta la ultima mina de este descubrimiento””, y Santo Domingo “ha de tener por jurisdiccién el ato del sefior gobernador. El ato del capitan Mateo de Castrillon, los negros del capitan Juan Jaramillo, lo cual todo pertenece al dicho beneficio de Santo Domingo”, Aclara estos sintéticos linde- ros el hecho de saber que los actuales territorios de Belmira, Entrerrios y San Pedro pertenecian a Santo Domingo, y los de Yarumal, Don Matias y Carolina, a los Osos. La ereccién pa- rroquial de estos curatos se hizo como doctrinas de negros esclavos de minas de oro, de hates de ganado y estancias“. Antes de la conquista espanola, entre los montes espesos del altiplano, vivian los indigenas nutabaes o nutabes, y tahamies, asentados sobre todo en valles y vertientes, 1. James Parsons, La colonizacién antioqueha en el occidente de Colombia, Carlas Valencia Editores, Bagot, 1979, p. 71. 12, Javier Piedrahita E, (Pbro.), Historia eclesidstien de Antioquia (Colonia e In- dependencia) 1545-1828, doctanentos y estudios, Editorial Gran América, Medellin, 1973, p. 267. 1g. Ibid, p. 249. 14. Ibid., pp. 266-267. 7 15. Neyla Castillo Espitia, Las sociedades indigenas prehispanicas. Historia de Antioquia, Suramericana de Seguros, Medellin, 1991, p. 38 (a) CAMINO A LA REGION DE Los Osos Etapas de colonizacién del Valle de los Osos recer, cuando don Andrés Valdivia y don Gaspar de netraron por primera vez las selvas del Valle de los | mediados del siglo xvt (1541), todavia se hallaban in- 4s en la regin'®. Sin embargo, de ellos apenas queda- s huellas, pues los grupos poblacionales habian recido para los siglos xv y xvi, cuando fue explora- a] altiplano. Por tal raz6n, en 1651 el capitan Felipe de He- yecino de la ciudad de Antioquia, después de descubrir e seguir en el rio Chiquito, abrié camino e hizo rancherias mm asistencia de diez indios pagados que llevé del poblado le Nuestra Sefiora del Sopetran, ademas de diez esclavos para ar el rio”, - “Lanacién nutabe vivia en la parte comprendida entre el Caucay el Porce ...los nutabes contaban en el Valle de Aburrd, y en otras partes, los pueblos de Bitagtii, ‘And, Niquia, Sinifand, Titiribi, Ehégico, Anori, Cuerquia, Caruquia, Oseta, Omagg, Tiguiri, Cuerquisi, Ueda”. Manuel Uribe Angel, Compendia histérico del depar- tamento de Antioquia en la Republica de Colombia, Imprenta Republicana, Mede- lin, 1887, p. 8. 16. Manuel Uribe Angel, Geografia general y compendio histérico del Estado de Antioquia en Colombia, Imprenta de Victor Goupy y Jourdan, Paris, 1885, p. 212. “A finales de agosto de 1541 los espaftoles salieron de Aburrd, cruzaron el llano de Ovejas, y volvieron al Cauca...”. Jorge Orlando Melo, La Conquista. Historia de Antioquia, Suramericana de Seguros, Medellin, 191, p. 45. 17. Archivo General de la Nacién, seccidn Colonia, Fondo Minas de Antioquia y Cundinamarca, legajo tnico, folio 301, ao 1672, En este tiempo ya estaba bien diferenciada la divisiGn de trabajos en la sociedad colonial, “centrada en la explo- tacién de oro con mano de obra negra y en la actividad agricola basada en el tra bajo indigena”, Jorge Orlando Melo, ibid., p. 41. Entre los rasgos culturales indigenas que entraron a formar parte, durante la Colonia, dela cultura mestiza antioquefa, se cuentan: “... el empleo del maiz y la yuca, las técnicas de explotaci6n minera, algunas tecnologfas en la construccién od Huellas indigenas, [23] + Alba Shirley Tamayo Arango Entre la poblacién que ocupé el Valle de los Osos no fue | comin encontrar indigenas; s6lo en el padrdn de 1801, de la jarisdiccién de Carolina del Principe, fueron contados tres solteros'®, Por log demas, unas cuantas referencias dan cuenta de la ocupacién del espacio y de su cultura. Al finalizar el siglo xvin, el visitador Mon y Velarde declaraba que Santa Rosa de Osos “por todas partes esta rodeado de barrancas, que han trabajado los indios para buscar el oro, y se encuentran hoy en dia muchos fragmentos de sus utensilios, y algunos hue- cos en las cuevas que se hundieron; pues mirando por deba- jo no tenian suficiente consistencia””. Aunque la guaqueria no fue una actividad consuetudina- ria entre los habitantes del Valle de los Osos, hay algunas noticias acerca de hallazgos a lo largo del siglo xrx. En 1811 don Francisco Antonio Vélez, vecino de Medellin y residente en el sitio de Santa Rosa, ante el teniente de gobernador y con testigos, probaba que tenia una mina de oro corrido en la quebrada de Oro Bajo, denominada asi por la sepulturas de vivienda. Poco a poco la cultura antioquefia fue una cultura fundamentalmen- te hispdnica, catélica, occidental, en la cual se incorporaron, én posicién subordi- nada, elementos variables de origen indigena y africano”. Ibid., p. 42. 18. Archivo Histérico de Antioquia, Fondo Estadisticas y Censas, serie: Padrén General de Carolina del Principe, tamo 440, documento 8337, afto 1801, folios 6 al 23, 19. Emilio Robledo, Bosquejo biogndfico del seior vider wan Antonio Mon y Ve- larde, visitador de Antioquia, 1785-1788, Banco de la Republica, Bogota, 1954, tomo 1, p. 306, [2a] CAMINO A LA REGION DE Los Osos de indios que se habian encontrado en las cuchillas**. En Angostura, en 1825, “... también se ha adquirido razén el que algunos pobres han explotado en sepultura de indigenas an- tiguos 16 onzas reducidas a oro de ley’. declaraba el alcalde en el padrén de esa parroquia. Por otra parte, la Comisién Corografica, al recorrer la regién en 1853, informé que: Cerca de Yarumal a 1.825 metros, se encontré una especie de templo subterraneo en la loma de Pajarito, con entrada al Oriente, formando en el centro como un gran salén, con mul- titud de nichos més o menos profundos. Se hallaron diferen- tes imagenes o idolos, varios adornos de oro que representa- ban una grande Aguila con varios sapos; figuras humanas en diversas actitudes, vasos grandes, instrumentos, lamparas, incensarios, candelabros y también moldes de yeso para las piezas de oro que debian fundir™. Entre los principales legados indigenas estan las técnicas mineras para extraer el aluvién. Estas duraron hasta el siglo xx, pues algunos campesinos de la meseta del norte de Antio- 20. Archivo Judicial de Santa Rosa de Osos, cuadernillo suelta, con 11 folios, aio 1811, 21. Archivo Historico de Antioquia, Fondo Estadisticas y Censos, tamo 335, da- cumenta 6406, afi 1825. 22, Felipe Pérez, Jeografia fisica i politica de los Estados Unidos de Calombia, ¢s- crita de orden del Gobierna Jeneral (sic), Imprenta de la Nacién, tomo 1, 1862; to~ Mo 2, 1863 (éste incluye el Estado de Antioquia), pp. 203-204. [25] + Alba Shirley Tamayo Arango quia todavia las utilizaban para lavar los oros que quedaban ¢ jas arenas desechadas por las empresas mineras, que desdi siglo x1x se aplicaron a la explotacién de las minas de mediante técnicas tan avanzadas como la del molino de pisones BENEFICIO DEL ORO CORRIDO. Durante el siglo xvm se consolidé la actividad minera en altiplano. Los cateos aumentaron de manera progresiva, pues los mineros comenzaron a situarse cada vez mas hacia el inte. rior de la regién, en busqueda de nuevos rios y quebradas. A pesar de que la Corona no se preocupé por contar ni llevar con rigor la actualizacién de las minas en labor, de acuer- do con la documentacién colonial, es claro el aumento pro- gresivo de los cateos y de la explotacién de minas, desde me- diados del siglo xvi hasta finales del siglo xvii. Segtin los datos que se tienen sobre denuncios de minas, el promedio anual de registros entre 1739 y 1749 fue de uno, mientras que entre 1783 y 1793 fue de 533, La produccién aurifera aumentaba en el altiplano. Robert West afirma que a finales del siglo xvi se decia que los mi-- neros del Valle de los Osos sostenfan a la provincia de An- tioquia, y que la produccién de las zonas altas era la columna 23. José Maria Mesa Jaramillo, Minas de Antioquia. Catdlogo de tas que se han fitulado en 161 afios, desde 1739 hasta 1900, Imprenta Oficial, Medellin, 1906. (Véa- 8€ grilfico 1 sabre denuncios de minas en el Valle de los Osos). [26] CAMINO A LA REGION DE Los Osos suncios de minas en el Valle de Los Osos, 1739-1799 1750 - 1759 1760 - 1769 1770 - 1779 1780 - 1789 1790 - 1799 Fuente: José Maria Mesa Jaramillo, Minas de Antiaguia. Catéilogo de las que se han denunciado en 161 aitos, dese 1739 hasta 1900, Imprenta Departamental, Medellin, 1906 (Blaborado con base en los manuscritos que se conservan en el a1). vertebral de su economia™. Sin embargo, la Corona no tenia informacién real sobre las explotaciones. Por tal razén, en 1780, el visitador Gutiérrez de Pineres ordend el registro de la produccion de los mazamorreros, con el fin de obtener datos mis certeros y en adelante poder cobrar impuestos. 24, Robert West Cop. cits p. 42- [27] + Alba Shirley Tamayo Arango La atraccién por el oro increment la poblacion en el Vz de los Osos y, por tanto, el nimero de asentamientos, q eran permanentes o provisionales, de acuerdo con las exp! taciones. No obstante, el proceso para el estableciento de bores requeria la mayoria de las veces un tiempo consid ble. En 1779, don Miguel de Restrepo, vecino del Valle de Osos, declaraba respecto de una mina en Santa Rosa: “oe puse a hacer estancos, dar cuelga y abrir canelones, y pasé 4 correr la agua que consegui con mucha dificultad costo y travajo, y en el lavoreo de la cuelga y algunos joyos que heché para ayuda de algunos peones, y mantencion, y luego me pusse con el agua a travajar en cuyo beneficio ocupe quince meses de buen travajo y asistencia”, La mineria de aluvién exigia mas movilidad que sedenta- rismo, pues en la medida en que se agotaban los yacimientos, eran abandonados. La movilidad requerida por la busqueda del metal tenia ciertas variaciones, segtin la puesta en mar- cha de los trabajos. Las explotaciones mas complejas, como las cortadas de los rios o quebradas, demandaban asentamientos con periodos mas prolongados. Desde el siglo xvi se hacia la llamada cuelga de las minas, que implicaba el trazado de ace- 25. Universidad Nacional de Medellin, caja 180, cuadernillo suelto, con 29 fo- lios, documento 3602, ao 1709. “Un minera decia que a él le habia tamado cuatro afias empezar a producir, mientras otro decia que habia perdido seis aitos en tales preparativos”. Ann Twi- nam, op. cit., p. 82. [28] a CAMINO A LA REGION DE LOS Osos yla construccién de canalones para lavar los oros. Esta ica continué en aumento hacia el siglo xvmr*, ,, en lugar de los ranchos temporales, se levantaba la ran- , que era el lugar de llegada de las cuadrillas después del jo diario, 0 de los desplazamientos a lo largo de las co- tes, durante los llamados tiempos muertos 0 de baja pro- ién. Los asentamientos temporales fueron aquellos que daban en lugares apartados, donde se construia un rancho , mientras la cuadrilla se adentraba para hacer los cateos, Juego dejar la mina sefalada, lo que se llamo mina en estaca. ~ La duracién de los asentamientos también dependia de los “yeneros, que mostraban una produccién de corto tiempo, y de Jas rudimentarias técnicas extractivas, que obligaban al rapido abandono de los lugares trabajados después de haberlos dado por agotados. Ademis, la variabilidad del clima impulsaba a desplazarse con la cuadrilla mientras la mina no pudiera ser explotada, ya que el propdsito era mantener a los esclavos en actividad, puesto que de otro modo no resultaban rentables. Con regularidad, el conjunto de ranchos era abandonado después de que la extraccién de mineral hubiera bajado has- ta los limites del agotamiento. En algunas explotaciones el abandono de la mina era periddico, ya que las labores depen- dian del régimen de lluvias de la zona. “Muchas veces, al lle- 26, Don Hilarién de Tamayo declaraba en 1697 que ya habia colgado una mina que tenia en Las Petacas, del rio Chiquito, Escribanos de Antioquia, folios 10-13, afio 1697. (29] * LA REGION DE Los Osos + Alba Shirley Tamayo Arango: Cassa A gar la época de Iluvias, se perdian las obras hechas, coy ocurria en la mina de Las Petacas (Valle de los Osos), end de las aguas cada ano se levaban la cuelga”?7, Entre las construcciones mas completas en el Valle de Ie Osos, estuvieron las de don Laureano de Piedrahita, qui Herramientas utilizadas en Ia labor de minas de aluvion finales del siglo xvir dejé entre los bienes testados, en el de Las Petacas, la parte de mina que tenia como derecho, | mitad de una casa con 60 pies de largo, cobijada de paja, en: seres varios, la parte de iglesia que le tocaba por haberla he- cho en compafiia con el setor alcalde, don Antonio del Pin y Villapadierna, de 40 pies de largo y envarada nueva, asi como dos ranchos de 20 pies de largo cobijados de paja, en que vivian los negros*, Quienes tenian mayores posibilidades de inversion cons- truian en los nuevos territorios las rancherias, que les permi- tian un lugar para los negros, para las herramientas, para el minero y alternativamente para el duefio de la mina. Algunas rancherias se volvieron “sitios” ¥ unos cuantos tuvieron au- toridades nombradas por los cabildos. A finales del siglo xvi el aumento de la poblacién habia Tae 1. (2) La batea, (2) los cachos, (3) el jagdero, (4) el szadén ancho, (5) Ja sido tal que, en 1786, el oidor visitador Mon y Velarde ordené barra y (6) la pala. a don Pedro Rodriguez de Zea, teniente de gobernador del Valle de los Osos, que inspeccionase las tierras que habia en +7. Beatri2 Patino Millin, Riqueza, pobreza y diferenciacién social en la Antio- quia del siglo xvi, Universidad de Antioquia, Medellin, 1985, vol. 2, p.335 28. Escribanos de Antioquia, folio TIE, aiio 1699. [30] {31} iceman + Alba Shirley Tamayo Arango CAMINO 4 LA REGION DE Los Osos Los aventaderos su jurisdiccin, senalara las de mayor fertilidad y dijera dén- de podian establecerse nuevos colonos, para “por medios sua- yes inclinar algunos labradores honrados que den principio al nuevo establecimient el clima, aguas, tierras, minas y demas”. formandose el plan exacto de todo RaNCHER{AS EN LOS Osos La construccién de las rancherias® fue la consecuencia de cateos afortunados en las corrientes del frio altiplano. Fue asi como los espacios de vida de los mineros aparecieron en- tre la vegetacién agreste de los montes, a medida que eran exploradas las riquezas. Un ejemplo de ello fue El capitan Felipe de Herrera, vecino y dueno de minas y quadrilla [...] aviendo entrado a descubrir minas-de oro y catear lavores de mina en las tierras de los Osos por el aio pasado de mil y seiscientos y cincuenta y uno, descubri en el rio que llaman Chiquito, oro de seguir, colgando y edificando uno 0 dos saltos [...] Luego ynmediato hize muchos costos en abrir caminos y hazer rancherias asi para mi como para el 29. Archivo Judicial de Santa Rosa de Osos, cuadernillo suelto, con 89 folios, - ato 1787. =) es 30. Segtin West, rancherles, minas o ranchos fueron nombres que los campa- Fata 3. En primer plano, las aventaderos de las minas de aluvion. Al fondo, en mentos de la mineria de aluvign recibieron en Antioquia yen el Valle del Cauca, * Ja montana, se ve la entrada a una mina de veta (Malambo, Santa Rosa de Osos, nla época colonial. En regiones como el Chocd se llamaron “Reales de Minas”. 1997). Robert West, op. cit., p. 92. (32) (33) + Alba Shirley Tamayo Arango sefior gobernador Joan Gémez de Salazar, para quien descu- bri en el mismo rio Chiquito, otro salto”, A mediados del siglo xv1, las perspectivas de larga produc- cién propercionadas por los criaderos, cercanos a los cami- nos de descenso hacia la ciudad de Antioquia y hacia el Valle: de Aburra, dieron pie para que alli se levantaran las primeras. viviendas que albergaron a los laboriadores de las nuevas mi- nas, En el sitio de Las Petacas y mina de la Santisima Trinidad de la jurisdiccién de Antioquia, el capitin Juan Jaramillo de Andrade hizo el inventario de los bienes de don Francisco de Villa, hijo y heredero del capitan don Toribio de Villa y Posa- da, entre los cuales conté un pedazo de labor que habia en dicha mina, de dos cuadras mas 0 menos de largo y de ancho, la mina colgada con algunos relejes en distintas partes de la- bor, y la rancheria, que tenia cinco ranchos viejos**. El rio Chico se convirtié en el eje central de las explotacio- nes durante esta primera etapa. En su cauce madre y en sus afluentes, desde sus cabeceras hasta su desemboque en el rio Grande, se localizaron varias rancherias. Fue el primero en ser explotado de manera intensiva, y le siguieron el rio Gran- de, el rio San Andrés, el rio Guadalupe y el rio Tenche. u. Archivo General de la Nacién, seccién Colonia, Fondo Minas de Antioquia y Cundinamarca, legajo tinico, folio 301, ano 1672. 32. Escribanos de Antioquia”, folio 115, afo 1699. (34] CAMINO ALA REGION DE Los Osos En el siglo xviu el rio Chico fue también la frontera del curato, pues en 1753, Francisco Javier Gonzalez expresé “que en el rio que Ilaman rio Chico, lindero de mi curato, se esta fundando una nueva poblacién de rancherias de negros es- elavos de don Sancho Londofo en el sitio que llaman de San ! Jacinto, la cual rancheria la han fundado de la Banda de los Qsos y por tanto se halla en los términos de mi curato..."5, La construccién de viviendas préximas a los lugares de la- bor permitia disminuir pérdidas de tiempo en largos despla- Zamientos por caminos apenas abiertos, y en medio de un ‘ambiente hostil que se manifestaba con toda clase de riesgos. Todavia en las ultimas décadas del siglo xvu1, don Plicido Misas y don Joaquin Barrientos afirmaban que “con peones libres y esclavos, a nuestra costa, nos derrotamos buscando Minerales en las montanas de los Osos para adentro, y abrien- do camino cuatro dias, los dos primeros por trocha que tenia- mos hecha en cabalgaduras y los restantes de a pie, rompien- do y trochando montes bravos, hasta que encontramos un rio caudaloso, el cual cateamos y le hallamos oro de seguir”. A lo largo del siglo xviii se mantuvo la costumbre de edifi- €ar las rancherias junto a las minas, es decir, en las riberas de los rios y quebradas, o en sus cercanias®’. Igual criterio se 33. Javier Piedrahita E. (Pbro.), op. cit., p. 267. 34. Archivo Judicial de Santa Rosa de Osos, cuadernillo suelta, con nueve fo- lios, aio 1798. 35. Para referirse al sitio de localizacién de la rancheria, las duefios sefalaban ®0mo punto de referencia la mina en la cual se encontraba la construccién, De [3s] + Alba Shirley Tamaya Arango tuvo en los finales del siglo para el establecimiento de las nue- vas colonias*, pues era la extraccién del oro la actividad prin cipal y alrededor de la cual giraban los demds intereses y que haceres de la vida diaria. q La rancheria fue el sitio de vivienda de las cuadrillas. En los ranchos, los esclavos compartian un espacio durante el tiempo del descanso, después de la labor diaria en el agua, donde permanecian la mayor parte del dia. En los inventarios de bienes de finales del siglo xv, aparecen bien diferencia- das ia rancheria y la casa. La rancheria era el conjunto de barracas de los negros-y mulatos esclavos, donde también se guardaba la herramienta de roza y de mina. La casa, por lo general, la habitaba el minero y, en ocasiones, el duefio. Las construcciones de la regién, durante el siglo xvu y la mayor parte del xvi, eran con paredes de embarrado y te- cho pajizo. En algunas explotaciones, tal vez de menos en- vergadura, sélo se construia una casa?’ . acuerdo con West, el campamento estaba “localizado junto a una corriente 0 so- bre los cascajas auriferos de un interfluvio...”. Robert West, op. cit, p. 92. 36. El oidor visitador Mon y Velarde mandé a don Pedro Rodriguez de Zea, te- niente de gobernador, administrador de la Real Hacienda del Valle de Los Osos y nuevas poblaciones, para que inspeccionara las tierras que habia en su jurisdic- cidn, demarcara las de mayor fertilidad y dijera dénde pudicran establecetse nuc- vos colons, haciendo una relacidn de las minas encontradas en ellas. Archivo Ju- dicial Santa Rosa de Osos, cuadernillo suelto, con 89 folios, afto 1786. Véase Emi- lio Rabledo, op. cit, p. 11. 37. En el inventario de bienes del capitén Antonio de Guzman, vecino de la cludad de Antioquia, hecho en 1692 en la mina de San Antonio, habia tres ma- trimonios de esclavos, con el avio de herramientas y “una casa de treinta y cinco [36] CAMINO ALA REGION DE Los Osos. En muchas ocasiones, los duefios de mina residian en los isos y estaban presentes durante los procesos de la cuelga. necesidad de controlar la produccién involucré a los fa- iJiares mas allegados en compafiias para la extraccién. En 1698, el capitén don Toribio de Villa y Posada, vecino de la dad de Antioquia, declar6é entre sus bienes “una quebrada ‘en el sitio de Las Petacas en que he estado sacando oro, item. Mas dos pedasos de labor en el sitio de la Concepcion, de mina de oro y el uno de ellos es de compaiiia con el Alférez. Real Pedro de Celada mi hermano”. LAS CUADRILLAS DE ESCLAVOS La cuadrilla de mina estaba regida por un orden jerarquico. En Ja extraccién de los minerales los esclavos mantenian la disciplina impartida por el capitin de cuadrilla, cargo que te- hia por lo general un esclavo destacado y con cierta capaci- pies cubierta de paja”, Escribanos de Antioquia, folia so, aio 1692. Par otra lado, «l contador don Laureano de Piedrahita, vecino de la misma, tenia en el sitio de 1as Petacas: “... la mitad de una casa de 60 pies de largo cobijada de paja, dos ran- thos en que viven los negras, de veinte pies de largo cada uno cobijado de paja, la Parte de iglesia que le toca por haberla hecho en compaiiia con el sefior alcalde Antonio del Pino y Villapadierna, de 40 pies de largo, cobijada de paja envarada Escribanos de Antioquia, folio 71r, afio 1699. En 1699, se contaron entre fos bienes que dofa Laura Vasquez tenia en el Valle de los Osos, “tres casas de embarrado cubiertas de paja viejas, una capilla donde se dice misa, de embarrado Subicrta de paja, y techo maltratado”, Escribanos de Antioquia, folio 185v, aio 2699. 38. Ibid, folio 7¥, afta 1698. [37] * Alba Shirley Tamayo Arangar dad para imponer autoridad, El capitan de cuadrilla debia su. pervisar la realizaci6n de las labores sefialadas por el miner que bien podia ser blanco o mestizos Las cuadrillas de esclavos estaban divididas de acuerdo cor los trabajos requeridos, En las rancherias, dos cuadrillas in: tegraban los grupos de negros y mulatos esclavos: la de mina y la de roceria, Esta ultima ejecutaba el proceso completo di desmonte de la alta vegetacién de los montes, la quema del rastrojo —que por lo regular se dejaba una o dos semanas sobre el suelo antes de ser quemado-, la siembra y la co- secha, Entre los esclavos habia especializacién en distintos oficios. relacionados con la labor de mina, por ejemplo, los capitanes: de cuadrilla los esclavos de barra; estos ultimos eran exper- tos en la utilizacién de esa herramienta y en la construcci6n: de los canalones. Otros oficios eran desempenados por unos pocos. En 1695, dofia Jerénima Vasquez Guadramiros decla- raba que tenia entre la cuadrilla de 30 negros, a uno llamado Nicolas, cuyo oficio era la herreria®®. Ser esclavo de mina era un oficio especializado, bastante apreciado en la época. Du- rante el siglo xvi, un buen esclavo, joven, con estado fisico apropiado para las exigencias de las labores, con conocimiento 39. Escribanos de Antioquia, folio 42, afo 1695. Otros esclavos centraban su trabajo en los oficios domésticos, casi siempre desempefiados por mujeres. En las documentos coloniales también se encugntra el “chasqui” o mensajero. [a] CAMINO A LA REGION DE Los Osos Jos quehaceres en una mina, podia costar entre doscien- y doscientos cincuenta pesos de oro. Los esclavos recién llegados a América tenian costos mas jjos por la falta de conocimientos de las labores. En 1704, el re José de Herrera, de la Compania de Jesus, declaré que capitan Felipe de Herrera, su padre, le habia acomodado al capitan Hilarién de Tamayo, catorce esclavos “., en la dicha mina, y como estos no eran diestros por ser bozales y re- cién venidos de la tierra, los ocupé en retar las cargas de la dicha su mina.:."4°. Igual sucedia con quienes sufrian alguna deficiencia, o tenian avanzada edad, pues llegaban a costar sélo 100 pesos. . Los precios eran similares para hombres y mujeres*!, pues- to que ambos eran titiles y necesarios en las labores de mine- ria. En las cuadrillas de mina habia hombres*, mujeres, ni- 40. Ibid, folios uv y 121, aio 1704. 41. Enel siglo xvi, los precios de los esclavos y de las esclavas variaban en un Tango similar. Por ejemplo, entre las esclavos de don Bernardo de Castro (1793), tna m de 23afos costaba 200 pesos, y un hombre de 27 anos la misma can- tidad; entre los menores, una mujer de 6 afios castaba 40 pesos, y un hombre de la misma edad costaba 35 pesos. Archivo Judicial de Santa Rosa de Osos, cuader- nillo suelto, con 136 folios, aio 1793. A lo largo del siglo xvim los precios de los €sclavos no tuvieron variaciones significativas. Archivo Histérico de Antioquia, Seccién Mortuorias, tomo 196 documento 4828, tomo 228, documento 51754 tomo 225, documento 5195-96; toma 252, documento 5507 y 5509; tomo 241, documento 5401, Los precios de los esclavos se encuentran en los avalos de les bienes, 42. En 1698 el capitin Miguel Gémez Sandi tenia en la mina de San Pedro ‘SDce esclavos, de los cuales ocho eran varones. Escribanos de Antioquia, ato 1698, folio 1, 39) + Alba Shirley Tamayo Arango CAMINO A LA REGION DE 10s Osos fos® y ancianos#. Todos participaban de las labores, pues ina de una cuadra de ancho por una de largo, adicionados mano de obra se reproducia en el oficio, y los saberes pa gunos relejes**. ' ban de una generacion a otra por contacto directo con lo Los ancianos, las mujeres y los ninos participaban en los métodos de extraccién aurifera. En 1782, don Francisco oficios de la mina con tareas especificas, y de acuerdo con gel de la Calle declaré haber laboreado una mina en el Va 5 capacidades tenfan un grado de dificultad menor, en com- de los Osos con cuadrilla de esclavos, mozos en su mayoria, paracién con las labores realizadas por los hombres jévenes. habiles, nacidos y criados en el beneficio de minas*. En las operaciones de canalén la tarea de las mujeres era En la mayorfa de las cuadrillas habia grupos familiares in= habitualmente raspar el canal con el almocafre y lavar el ma- tegrados por los padres y los hijos. Estas familias convivian | terial con la batea, mientras que el trabajo pesado con la ba- con los esclavos solteros, a veces recién llegados de otros lu- fra, se dejaba a los hombres”*”. gares de la provincia o de Africa. Al finalizar el siglo xvi, en Las mujeres dividian su trabajo entre las labores domés- el sitio de Las Petacas, en la mina de la Santisima Trinidad, la cuadrilla que habia dejado don Toribio de Villa estaba con- formada por el negro capitan de 50 afos con su familia (inte- ticas, como la atencién de la cocina, y la participacién en. Jas extracciones*. Su presencia, como la de los menores, apor- taba mano de obra necesaria para aligerar parte de los pro- grada por su mujer de 25 afios y tres hijos menores), una ne- cesos. Debido a la facilidad practica de los métodos de extraccion del oro con el uso de la batea, y a la costumbre adquirida gra de 60 aiios, dos negras de 50 anos, una negra de 25 aos, una negra de 15, un negro de 20 y otro de 12, un mulato de 25 y otro de 20 afios. Todos habian trabajado en la cuelga de una durante las jornadas de labor, algunas mujeres después de conseguir su libertad’se dedicaron al oficio del mazamorreo®. 43. En 1698, el contador don Laureana de Piedrahita tenia en la mina de Las Petacas 15 piezas de esclavos entre grandes y chicos. Ibid, folies z1v y 72r, afte 1698, 44. Enel Real de Minas de San Andrés, el doctor don Luis de Echavarria tenia esclavos de las siguientes edades: entre uno y diez aftos: 5 nifios y 8 nifias; entre once y veinte aiios, 5 hombres y 2 mujeres; entre 21-y 30 afios, dos hombres y das mujeres; entre 31 ¥ 40 afios, dos hombres y dos mujeres; entre 40 y 50 altos, un hombre y una mujer; de mas de 50 anos habia dos hombres y das mujeres. Archivo Judicial de Santa Rosa de Osos, cuadernillo suelto, con 97 folios, af 1787. 45. Archivo General de la Nacién, seecién Colonia, Fondo Minas de Antioquia, legaja 6, folio 927, aio 1782-1783. 46, Escribanas de Antioquia, folio 1277, afto 1699. 47. Robert West, op. cit, p. 84. 48. En el corregimiento de Oro Bajo (Sabanalarga), las mujeres hacen toda- via a finales del siglo xx la misma divisién de labores. 49. Maria Dolores Chavarria (procesada por homicidio) declaré ser natural del partido de Tierradentro, mulata, soltera, de 28 aftos, trabajadora de mina y liberta. Archivo General dela Nacién, seccién Colonia, Fondo Negros y Esclavos, Grupo Antioquia, legajo 2, folios 383-505, afio 1799. {4o] [al + Alba Shirley Tamayo Arango El trabajo en las minas de aluvién exigia fortaleza y tencia fisica. Por lo general, se preferia a los esclavos jéver para realizar las labores mds complejas. Pero la lenta duccién de la mano de obra esclava no permitia el rapi remplazo de los viejos. Las deficientes condiciones fisicas d los esclavos mas ancianos tornaban onerosas las labores mi. neras con cuadrilla, lo cual incidia en la produccién. Para finales del siglo xvi, en el Valle de los Osos se encontraba cuadrillas con un niimero considerable de esclavos viejos, como en el Real de Minas de Espiritu Santo de rio Chico. A entraron en el inventario once esclavos, de los cuales cinco eran mujeres, tres de ellas tenian edades de 40, 50 y 60 aios; entre los hombres habia tres que tenian mas de 40 afios, y sdlo habia un menor de edad de 6 afios*’. De acuerdo con la interpretacién de los documentos colo- niales del siglo xvi, en el Valle de los Osos el ntimero de esclavos por cuadrilla se mantenia en un rango de diez a veinte personas. Por ejemplo, el capitan Miguel Gomez Sandi, veci- no de Antioquia, tenia en la mina de San Pedro once piezas de esclavos; el capitén Ignacio Guzman, vecino de la misma, dejé en su mina de San Antonio, en los Osos, nueve piezas de esclavos*; don Francisco José de Cardenas, habitante de Ja nueva colonia de“San Luis de Géngora, tenia sdlo cinco 50. Escribanos de Antioquia, folio 57, aho 1697. si. Ibid., folio, s. n., afio 1698. 52. Ibid., folio 50, alto 1692. {a2] CAMING 4 LA REGION DE LOS Osos 53, En 1786, Francisco Silvestre afirmaba que los es- s que componian una cuadrilla eran cinco o seis*, ntre el total de esclavos que aparecian en los inventarios contaban los de roceria. Algunas veces el trabajo en las mi- se hacia con menos de los cinco esclavos que, segtin las anzas de Don Gaspar de Rodas, componian una cua- . Fue el caso del capitan Felipe de Herrera, vecino de la judad de Antioquia, que para colgar la mina de Las Petacas Hevé cuatro piezas de esclavos de los mejores que tenia...”». Sélo unos cuantos duefos de minas tuvieron cuadrillas e superaban los veinte esclavos, como el capitan Felipe de rea, que tenia una mina con cuarenta esclavos y otra diez y ocho*; o como el doctor don Luis Echavarria, que fa en su mina de San Andrés una cuadrilla con 35 escla- vos*’. Para los duefios de mina, la manutencién de las familias de esclavos resultaba poco rentable, sobre todo en las épocas de escasez"*, La improductividad temporal de las minas en las 53. Archivo Judicial de Santa Rosa de Osos, cuadernillo suelto, con 29 folios, aiio 1796. 54, Francisco Silvestre, op. cit. p. 155. 55. Escribanos de Antioquia, folios 11 y 12, ao 1704, 56. Escribanos de Antioquia, folios 13 al 20, aio 1704. 57. Archivo Judicial de Santa Rosa de Osos, cuadernillo suelto, con 97 folios, ano 1787. 58, De acuerdo con James Parsons, “el hambre, resultado de la corta visién po- litica de sus duenios en la provisién de alimentas, fue otra causa de decadencia de la poblacién esclava”. James Parsons, op. cit., p74. las] + Alba Shirley Tamayo Arango CARaNO A LA REGION DE Los Osos tierras altas no permitia sostener una economia consta En 1692, el capitan Ignacio de Guzman, heredero de los b nes de su hermano, declaré que “los pocos negros del di : mi hermano son mios, han estado en los Osos en el benefi Jerarquias en las minas de aluvién del Valle de los Osos Dueno de mina” T de labor de oro, como no ha habido mina apenas han saca Minera. (administrador de mina)*) Capitan de cuadrilla®| | Cuadrilla Cuadrilla de mineria“| de roceri para sustentarse, lo cual es libre y notorio el desvio en el g han estado”. Ademas de que los costos se incremental en los tiempos de bajos resultados, las técnicas rudimenta no permitian incursionar en nuevas explotaciones, cuyos querimientos eran mas complejos. Algunos de los proble: técnicos permanecieron sin solucién desde el siglo xv11, Pp sando por el xvin hasta el xrx. En 1822 el rio Grande, rico e1 minerales, ofrecia “el obstaculo de algunos saltos, algunos cos- tosos por sus durezas y no se le puede sacar el oro”®°. 61. De clase blanca, En los finales del siglo xvir y principios del xvi, fueron en su mayoria espafioles o criollos. Eran quienes ponian el capital y establecian compaitias, 62, Era el experto en la explatacién, Por lo regular era un blance pobre, aun- que también hubo en este cargo algunos mestizos, En algunos casos éstos entra ron también en las compafiias. Cuando murié don Laureano de Piedrahita, la mi- na de Las Petacas y los bienes contenidos en ella fueron depositados en don Francisco de Montoya, minero, quien debia dar cuenta del oro que sacase. Escri- banos de Antioquia, folio 71, afte 1699. 63. Se acostumbraba elegir a un negro esclavo, al cual se le tuviera confianza, para el manejo de la disciplina dentro de la cuadrilla y para la distribucién de las raciones. Este debia tener cierta autoridad frente a los demas. En 1699 se declara- ban entre los bienes del difunto don Laureano de Piedrahita “., el negro capitan, que se llama Felipe, de 30 afios mas o menos, criollo...”. Escribanos de Antioquia, fo 1699, folio zur, En 1704, don Hilarion de Tamayo, en la mina de San Miguel, en a jurisdiccién del sitio de Las Petacas, tenia 4o piezas de esclavas y dos capitanes de Suadrilla, Escribanos de Antioquia, aio 1704, folio 131. En el mismo ano, fue decla- rado entre los bienes que don Toribio de Villa tenia en la mina de la Santisima Trinidad en Las Petacas, “el negro capitan llamado Domingo Mina de 50 anos mas © menos...”, Escribanos de Antioquia, ao 1699, folio 1271. 64, Conformada por los esclavos especializados en el laboreo de minas. 65. Conformada por esclavos usados en roceria y establecimiento de semen- teras, En ambas cuadrillas trabajaban hombres y mujeres. 59, Escribanos de Antioquia, folio 50, afio 1692. 60. Archivo Histérico de Antioquia, Fondo Estadisticas y Censos, tomo 343, documento 6533, folios 1 y 2, alto 1822, [aa] [45]

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