You are on page 1of 134
nile Mh norbert elias la sociedad de los individuos ensayos Edicién de Michael Schroter ‘Traduccién de José Antonio Alemany ‘na yramelA cinotan Seok et Sapaavont wale $9 enol a! WA <1 Oa led cas Yar: Ediciones Peninsula Quedan viwrosamente prohbidas, in Ik auton esta AGos lures dal eCpyrghn, bal ne sacionsexteloida fe eb Lees, la roeodaccign taal parcial de et obra per culaier nado 0 provements, comprendie Is Reprograta al retain inforndti, yu datbucion 4 cemplaes de cla mediote iq © préstamos plies, ‘as como la exporcioneimporacén de eos eemplares tsbucn en Sens fonrn el bite de 1 Comunidad Ecornica Eaopes, DDisefo y eubert: Loni Grest y Tone Hovertad, Primera ediién: octubre de 1990, ‘Talo orginal: Die eselchaft der Individuen, © Norbert Elias, 1987, (© por la traducelin, fox Antonio Alemany Barbero, 1900 © de esta ediciin: cions 62 ia, Provenea 278, €008 Barcelona. Inpreso en Limptrara slay Calle dl Rio 17, Nave 3, Ripolt, ISDN; 84297-5158, Depésito legal B. 51,810-1990, A mis amigos ‘Hermann y Elke Korte La slmieate so esparce en el viento Fl sabe, on qulen lo dexbre Nota de ta edisién La Parte I de este volumen fue escrita en 1959 0 qulzs poco antes; estaba prevista su publiccién en una revista sueea, pero ste no fue posible al no llegar a buen término el proyecto, El tex se reproduce aguf segin el menuscrito original de 1959, salvo cscasas contecciones (irelevantes) y algunos aiadidos de poses distntss, Ha sido de especial ayuda para esta versign una copia del manuscrto original redacisda en sueco en 1959, que Nile Runeby (Universidad de Estocolmo) edits en 1983 aeompe- de un prilogo filoigicoistrico, a Parte II surgié al parecer en varias etapas, que logan hasta un momento todavia indeterminado (afos 1940-1950). Algunos pa- sajes de este texto constituyen una reeaboracién directa de la Parte I. Le Porte T11 fue redactada en el invierno de 1986-1987 expe- cialmente para esta edie, MictaEL ScHnéreR Prologo * Astesinete no est nada clara ta relacién de In multpiidad con el ser humano particular, el denominado «individvon, 1a relacién de la persona con Ia mutiplicidad de seres humanos, a In que damce el nombre de stociedad. Pro las personas no suc- len ser congcientes de que esto es asl, ni mucho menos de por 4ué es sf, Fs habitual el empleo de téeminos como «individuos y esociedode, el primero de Tos evales remite al ser humano parti- cular, como si éte fuera un ser que existe aislado, en af mismo, mientras que el segundo normalmente oscle entre dos concepco. nes opuestas, pero jgualmente equivaces. En este sentido, la so- sled es entendida bien como un mero edmulo, como una cooxis- tencia acumulatva y, por tanto, carente de estructura, de personas Partculeres, bien como un objeto que, de manera wn tanto inex: Plcable, existe més allé de Ins pevsonas paiiculeses, Las palabies {adas con que cuenta of hablantepardculr, los mismos eonceptos, (que contibuyen de forma decsiva a determiner ef modo de ‘pensar y las acciones de la persona criade bajo su esfera, hacen, fen iso término, que parezca como si el ser humano particular, tildado de individuo, fuera ontolgicamente distinto a le mul. tiplcidad de personas presenteda como sociedad. Este libro tra de aquello a lo que remiten los conceptos ein- dividuoy y «sociedad» es sus formas sctules, es decir, tata de determinados aspectos de los seres humanos y ofroce herramien- + La inicintva de Michel Seite labora con han echo ie a iin fete fyi een iano ‘Guero expreule ma gradciniont. Cuero tambien da at ‘us assests Rudall Kaif 7 Jan Wilem Gecrien pore Ine Sinable nade 2 Prslogo tas para la reflexion y Ia observacién de éstos. Algumas de ls hrerramientas son bastante novedosas. No es frecuente hablar de In sociedad de los individuos. Pero quizi sea proveshoso emanci- parse eel viejo y habitual uso de estos conceptos, que muchas ‘Yeces les hace eparecer como una simple pareja de opuestos. Una Ge les tareas del presente libro es liberar los mencionados eon: cxptos de esto significado y, para ello, no basa con actuat de fanera negative, con hacer ia mera extica del empleo de estos oncepies como pareja de opucstos, sino que es necesaro inten far elaborar tun modelo do Ia manera en que las persones particu- Tres eitén, en lo bueno y en To malo, unidas unas a otras en forma de multilicidad, eto es, de sociedad, “Hace ya uncs 50 acs, cuando trabajaba en mi estudio sobre EL proceso de la civilizecién,* adverti que era éste uno de los problemas fundamentales de la sociologia. De hecho, los prime: tos borradores de La sociadad de las individuos fueron conesbidos como parte de la teorfa global del segundo tomo de aque! libro. ‘Todavia poseo algunas galeradas del libro sobre ls civlizaciGn, ‘eyo contenido est en relacién eon el del texto publicado e con tinwacién como Parte 1 Cuando trabojaba en aquel visjo libro me topé uns y otra vez con el problema de la relacién entre individuo y sociedad. FEI proseso de la civilizaion se prolongs a lo largo de muchas ‘eeneraciones. Se me hizo patente gracias «los ejemplos que mos- traben una transformscién, en una diression determinada, de 1os tumbrales de preariedad y pudor. Esto sjgniicaba que Iss perso- nas de cada generaciin posterior a otra entraban en una etapa posterior del proceso de civiizackin. Como indviduos, al hacerse sayores tenfan que elaborar un nivel de pudor, de precatiedad, 4e todo el proceso social de formacién de concienci, posterior al ‘de las personas do las generaciones anteriores. El conjunto de mo- delos de autoregulacin social que el ser humano particular tene ‘que aprender y desarrolar dentto de si mismo durante su forms- ‘lin ecto individuo tnico ex espectico de cada generaciGn y, por fano, en un sentido més amplio,espectfice de ceda sociedad. Asi, ‘pues, el trabajo sobre el proceso de la civilizaciin me mostsé * Cer den Prove ser Zivisaion. Prélogo 8 smuy claramznte que algo que a0 provocaba bochoro em un glo precedente dia provocrlo en uno posterior ala Inver; 99 Sabia muy Bien que también podianpredesine eambis en tnt 4 contri, Peto, fuse eval fUew el sentido del cambio, los tjemploscjaban ver en qb tran meds el devarell personal dr cede sor mano estaba dstrminado por el lugar que te supaba deo de a corient dl proceso soc Tlgén tempo después de incedo el abajo comprend! que el probleme dela relacién dela persona particular con procsos foci emeeazaa co base el aro de libro sobre lacie Clin, a psu del eiecho contacto que exieia tare ambse cet tioes, Cirinstanlas externas apuntaben en la misma dies. libro sore la civliasin ya ea por sf miko bastante extes0, ‘Asi, pes, dt por terminado no ie! en ellos intent, 30 iniindos, por lair la relaciin ents sociedad e individu. El Asvmto me sstvaba, Si npertanie ers el extablecmieno de Ia wcilopi como ciencia sparcfa ante mls os cada vez 20 major nde, Vole! tabaar en l. At suri, en primer lug, tliexoteproduido como primer parte de ene ibe. Este texto truest Ia lie Inia do mi efrentamiento con el problema, pero {ambien muestra que It fase inilal del estudio de un problema fundamental psce valor per s, aunque despus se haya desaro- Ido la iaboren loro a xe probleme No se puode nogar que Ia reonsirucién del dessrllo de tas sofucores psterioresy cada ver mis complete de un pro bless, ayulade por documentos suiéacos de diveres capes dl proceso de investiacin, facia el acceso a as solicones de efapesconitientes. La posbilded de concer solucionesanfeo- ‘es, valve en si misma, aunque més ited, pare, mediante fate conocniento, poder sept el descrollo pogresivo que eot- Aaja ove soliones tis complies, ahora econ dsr: zo por conprendr eis alias como si hubieran sugida de la dada en la abeea do alguien, eon Independencia de fodo proceso, de todo desrll del tabu inlets. La idea gue sbyace 0 in esructu del presente Ibo es completamente distin, Las tres partes qu lo componea se han exerito en diferentes épces La primera muestra la etapa inca del erentamiento con ei problema dla elacién de las personas pariculares con la mul 1“ Prélogo plisidad de sers humaros, como seals el lo dello, Le Segunda pare es un tebjo porror sobre Ie misma cuttin; intterera ef conatide por Io, Basta shor, cline foe de tts isbor, Ene tr sformacién del modo de aproximaciéa al problema de Ia relacin entre sociedad ¢ individuo, transformacién quo se ba ido verifcand a lo largo de unos 80 af, se ralejan, sn dada, determinadas trensformaciones operades en fos propiosindividuos y sociedades humanas, y, de acuerdo con ello, también determina- das transformaciones de lo que se entiende por sociedad y, no en ‘timo término, transformaciones de la experiencia que tienen de s{ mismas las personas particulares cuya reunion forma esis so ciedades, es deci, en pocas palabras, transformaciones de Ia expe- riencia de si mismos y de los hébitos sociales de los individuos. Pero, por otra parte, se observa que también ha cambiado con siderablemente la manera global de abordar el problema. El pro- bloma se hace més conereto, la formulacién de conceptos se acer ca més a a sitacién observable de los individuor dentro de la sociedad, o cual, paradéjcament, va de la mano con la ascen- sién conceptual hacia una sinteis en un plano superior. Bsta encuentra aqui su principal expresién en e!concepto do equlibrio entre el nosotros y el yo. Este concepto apunta a que la reacién entre In identided como yo y Ia identided como nosotros que pose cada persona singular no se establece de una vez y para slempre, sino que estd sometida a transformaciones muy espect ficas, En tribus pequetss y relativamente simples este relacién 2% muy distnta a la que exste en los grandes Estados industrial- zados de nuestros dias; la que se observa en tiempos de paz es distinta Ta que se observa en las guerra actuals. Con esto se abren a Ja discusién y ala investigacién problemas de le relacién entre persona y sociedad imposbles de plantear si se considera al ser humano 7, por tanto, también ® uno mismo, como un yo carente de un nosotros. i La sociedad de los individuos (1939) ‘oda persona que escucha la palabra «sociedad» sabe a qué se ‘std aludiende o, al menos, ere seberio. Una persone trans: mite esta palabra a otra como se entrega una moneda de valor conocido, cuyo contenido no es necesario examinar, Cusndo una persona dice «sociedad» y otra Ia escucha, ambis se entienden sin mis. Pero, gncs entendemos realmente?” La sociedad —es sabido— somos todos nosotres, es Ia reu- nign de muchas personas. Pero la reunién de muchas personas forma en la India o en China un tipo de sociedad muy distinc al ‘que forma en Amésica 0 en Inglaterra; la sociedad que en ol si- slo xu formata ex Europa un conjunto de personas particulates tera distintz ala del sig xv1 o a la del siglo xx. Y, si bien es indudable que todis ests sociedades estaban y estén computes Sinicamente por un conjunto de individues partculares, es tam bien evidente que el cambio de una forma de convivencia a otra 1o fue planeado for ninguno de esos individues. Al menos, no se sabe de persona alguna que en el siglo xtt 0 en el siglo xv haya trabajado conscionto ¢ intencionadamente en la formacién de Is sociedad infustializada de nuestros dias. ZQué es esta sociedad» que fermamos todos nosotres, pero qus ninguno de hhotatoe, ni siquier todos noscros junto, hemor quordo y ple nifcado tal como hoy existe, que solo existe porque existen muchas personas y que s6lo permanece porque muchas personas part Jares quieren y hacen algo, esta wsociedad» cuya estructura, cuyas ‘grandes transformiciones histrices, es evidente que no depene den de la voluntac de personas individuals? Sise analzan ls respuestas que sueen darse hoy en dia a es tas y otras pregunas similares, © observan, hablendo vulgarmen- te, dos postures enfrentadas. Parte de la gente se aproxima a las 18 1. La sociedad de Tor invdus (1959) ormaciones hstricososales como si tas hubieran sido bosque- jada, proyectadas y ereadas por una sere de individuos o de en- tidades, tal como, en efecto, sparecen ante una mirada rettospec tiva, Las personas que mantionen esta postura pueden, en el fon- do, advertir que su tipo de respuesta no es sufciente’ —see cul ei su modo de adapta yajuster sus idoas para acomodalas a los hechos, el modelo tedrico al que éstas estén igadas es y ha sido de Ia reacién planifceda y racional de una obra, como na, realizada por personas individuales. Cuando tienen ante si determinsdes intituciones sociales, pat rentos, policies, baneos, impuesios o lo que sea, buscan expli- 3s recurtiondo a las personaldades que crearon originalmente tales instituciones. Cuando tenen que vérsclas con géneros liters- ros busean al hombre que dio el ejemplo a los ottos. Cuando st topan con formacionesdifcles de explicar de este manera, como Tengusje 0 ef Estado, proceden al menos como si estas forma- clones sociales pudieran expicarse del mismo modo que aquellas ‘tras crendar por personas individuales premeditedamente y con ‘una fnalidad determinada, AS{, por ejemplo, afirman que J fins- Tided del lengusje es el entendimiento entre las personas, o que objetivo del Estado es el mantenimiento del orden, como si en fl transeurso do a historia do 1a humanidad el lengunje Ta or- fganizacién en Estados de determinades agrupaciones humanas Inabieran sido ereados, mediante una reflexign racional, pare el ccumplimienio de esos fines determinados. Y bastante a menudo, ‘evande tropiezan con fenémenos sociles que evidentemente 00 ypoclen enplsrse mediate exe aiodslo, como, por ejemplo, Ie transformacién de los estilos arsticos 0 et proceso de la civili- 2acién, simplemente dejan de pensar en ellos. No contindan he- cigndose preguntas Los representantes de In postura anteginica desprecan este ‘modo de aproximacién a las formaciones histrices y sociales. Para Gos el individuo no desempetia papel alguno, Como mode- lo teérica Tes sirven, en primer lugar, determinadss formas de ‘obscrvacisn props de ls ciencias de la naturalea y, sobre todo, de Ia bioogis. Pero aqu, como ocurre tan e menudo, estos mo- os de pensar propios de las ciencias de la naturaleza se funden fen une tnidad con modes de pensar religiosos ¥ metafisics. Se 1. La sociedad de Jos indviduos (1959) ry Jor es un ejemplo de esto, pero en la sctvalidad pueden encon- tuarse concepeiones similares independieates de Spengler y en to- os los tonos y matices. ¥ esto ocurre incluso cuando de las expe Hlencias de nucstro tiempo no se puede inducir una teora general Gel fatal surgimiento y ceaso de las scciedades, cuando guizis Jase se presume un futuro mejor para nuestra sociedad —comin alos antagonistas enmarcados en esta postura es también el intr to por explicar ls formaciones y provescshisGricosociales a par- tir del efecto de fuerzas andoimas y supraindividuaes. Ocasio palmente, como se observa sobre todo en Hegel, so deriva de ello una especie de pantefsmo histérico: un espirtu universal, 0 Dios mismo, so encarna no en un univesso esttico, como en Spi ‘nova, sino ms bien en un wniverio mévile hiséreo, y seve paes dar explicacién al orden, la peviodcidal y la perinencia de ese tuniverso. O, como minimo, se presenta a determinadas sprupa cones sociales partculares como poscides por un eeprity; se ht- bla entonces del wespetus de Grecia o el wespiritu» de Franca. [Mientras que pera les personas do la posture opuesta las acsiones individvales oeupan el centro del inter Ios fendmenos que NO pueden ser explicados sein el modelo e algo planeado y creado Aesaparecen en cicrta medida de au borizonte vieual, aqut el interés se contra procisamente sobre aquello que no es posible ‘comprendor desde la otta perepoctiva: eles y formas culturs- fee, formas sconsmicas « institucionee. Y mientras all, en dima Instancia, queda oscuro cémo puede tenderse un puente desde las acciones 0 meias individuals hasta tales formationes sociales, aqui, tanto si se explican estas formacioncs a partir del modelo e fuerzas mecinicas y ancnimes basado en las ciencas de la na turalezs, como si se explican segin el modelo de fuerzas es tuales supraindividvales, queda no menos oscura la relaci6n entre estas fuerzas y las personas singulares los objetivos y las acciones individuaes, Fs indudable que difcultades de exo tipo no se encuentran ‘Gnicamente cuando uno se ocupa de hechos histricos y sociales, en el sentido mis restringido de la paladra. También hay que ls: 20 1. La sociedad de los individuos (1859) car contea ese tipo de difleultades cuando se busca acceder a os Seres humanos y su sociedad partiendo de ls funcionespsiguics. ‘También en las ciencias que $e ceupen con hechos de esta indole ros encontramos, por un lado, con correntes de investigaign que fratan al individeo particular como algo completamente sislodo, {gue buscaneilucidar la estructura de sus funcionespsiquicas pres- Sindiendo por completo de sus relaciones con otras persones; ¥, ‘por otro lado, encontrames cortientes de investigacign que apun- {ana la pscologa social 0 la psicologia de mases, en fas cuales no tienen cabda las funciones psiguicas del individuo. A. veoes, desde esta segunda postura, como ocurria desde 1a posicién co- trespondiente en Inv ciencias sociales ¢ histéricss, se atribuye a ‘grupaciones sociales o a un conjunto de personas un alma propia ‘Que se halla més allé de las slmas individuales, un anima collect- fia group mind. Y cuando no se va tan lejos se suclen considerar fos fendmenos psicasociales como la suma 0, o que viene a ser To ‘mismo, como el promedio de las maniestacones psiguicas de un ‘malo de individuos. As, la sociedad aparece simplemente como tum amontonemiento de muchos individuos partiulares; ef dom no estadistico de hechos psiquicos, lejos de apreciarse como una Ihetramienta necesera, se considera més bien el objetivo y el ar- jummento mis pedaroso de le investigncién pslcoldgce. Y, sea cual Sea el proceder particular de las diferentes corientes de invest- igeién de las pscologss del individuo y de las psicologas socia- fee, también aqui queda siempre més o menos sin aclarar de qué ‘modo han de relacionatse entre sf Jos objetos de estudio de am. ‘as formas de entender Ia picologo. Moy a menudo parece com” Sil psicelogia del individuo y la psicologia social fueran dos ciplinas completamente independientes. Y Iss cuestiones de ‘gue se ovupa cada una de ella esti delimiuadss de antemano de Tonera tal, que parece que también en la realidad existicra un tbismo insondable entre el individuo y la sociedad. Dondequiera que se mire, se topa uno con las mismas ant- nomi! tenemos una eierta idea habitual de Io que somos noso- tos mismos en tento individuos particulares, Y tenemos también tuna ceria nocién de lo que queremos expressr cuando desimos scociedads, Pero estas dos nocions, la conciencia de nosotros ‘ticmos en tanto sociedad y la conciencia de nosotres mismos en 1. Le sociedad de los individuos (1958) a nunca enesjan completamente Ia una en 1 ote rueds poner en duda que for individuos dan forme a Hunt sociedad, ni gue toda soceded es una sociedad de individuos, oro, cuando intentamos reproduce mentalmente 1o que vivimos Tralmente da tras dia, aperecen aqut y allé, como en un rompe- ‘abezas cayas pieras no encajaran por completo, nuevas breches Y aguieros en tuestras cadenes comnoscitves. Lo. que nos felia —reconozcdmeslo— son modelos mentales ‘yuna visién global, mediente los cuales podamos, al reflexionar, Eomprender aquello que realmente tenemos ante nosotros da tres Gia; mediante los cuales podamos comprender cémo la reunién {Ge muches personas individuals forma algo distnto, algo que es fads que la suma de muchas personas individuales, e6mo forma tuna csociededs y ofmo esa sociedad es capaz de cambiar de ma- ipera determinada,c6mo es que posse une historia cuyo curso efec- tivo no ia sido premeditado diigo ni planeado or ninguno de fos individoos que consttuyen esa sociedad. UAvsttcles fecurnié a un seneillo ejemplo para veneer una di Gcultad semejente: el ejenplo de la relacién entre fas piedras y asa, De hecho, es un sencillo modelo que muestra cémo muchos Glementosindivicusles forman, juntos, una unidad euya esructa- fa no peede comprenderee a partir de los elementos individuales fq Ta constituyen. Pues es indudable que no es posible compren- ier Ia estructura de Ta casa aislando y observando en sf misma feada una de las pledras que la componen; tampoco es posible omprenderia st se cunnidere mentalzsents fo as como ats tra- fara de una unidad acumulative, de un montén de piedras: qul- ‘is esto no sea del todo indi! para comprender Ie case en su to- falided, pero sin dada no se leparé muy lejos haciendo un inven- tario esudstco de las peticularidades de cada una de las pedras y sacendo un promedio. ‘En nuestros dias la teorfa de la Gestalt ha observado con bas- tante profundided fendmenos de est tipo. Antes que nada, nos ha feniehado a volver a prestar atencién al sencillo hecho de que un fodo es distnto« la suma de sus pares, que un fodo posee rext- Tevidades de indole propia que sunea podrén ser comprendidas 2 1. La sociedad de Jo individuos (1959) los modelos que permiten que ta relacién tnt individuo y sociedad sen mis asequible a Ia rellsin, no es de extrafatse que nuestra autoconciencia se defienda de ellos. Las Piedras quo uno allay acomoda para consrlr una cata no son ands que un medio; Ia casa es el fin, ¢Somos también nosotros, Jos sere manos individuals, ada ms que medioe qe ven ¥ aman, luchan y mueren Gnicamente en funeién ue es 4 sas aha nein del fin, gt Esta pregunia desemboca en una discisién cuyos argumentos ‘favor y en conta aon de bee amocidos, Entre as peas polemicss de nuestro tiempo se encuentra Ia deputa entre quic. nes afirman que Ia sociedad, en sus diferentes maniestaciones, formas de divisién del trabajo, organizacién estatl, ete, es tink camente un medio», euyo ein» erfa el bienestar de los scres Iie ‘manos pariculares, y quienes dicen que el ser humano individual ¢ lo «menos importantes, y que lo «més importante, el tinico fin» de la vide individual, serf el mantenimienta del conjunto social al que el individuo pertenoce como una de sus partes. ZNO = 38 tomar patio en eta polénica el buscar modelos, puntos fe partida para comprender la relacién entre individuo y socie- ad, empezando esta bisqueda por reacionss como les que exis fon ote piedasy casa, nota y melodia, parte y todo? ly en di, en la prop vida social tenemos que enfrentarnos ‘onstantemente al interrogante de si acaso —y, de ser est, cSmo— I. La sociedad de los individuos (1939) ca ‘es posible un ordenamiento de Ja convivencia aumina que per faite on mejor equlibrio entre, por un lado, las necesidades per- fonalesy Iss inclinaciones de cada uno de Jos individu, v, por lotto, todos aquellos requerimientos que planta a los individuos trabajo conjinto de muchos, el mantenimieno y el funcione Iento del toda social. No hay duda de que éte, una estruct dn de a convivencia que diora no sélo a unos pocos, sino a 10- dos fos miembros de un conjunto socal, la oportunidad de alcan- zat tal equlibrio, es el tipo de ordenamiento que deseariames si pucsras pretensiones tuvieran euflente poder sobre la realidad: fi se piensa en ello desapasionadamente no tarda en advertise ‘que wna convivencia humana libre de trastorncs y tensiones s6lo fs posible cuando en ella todos los individuos se encuentran 10 Dastante satisfechor,y que, a ru ver, une exiscaca individual se tisfactoria s6lo es posible cuando le estructura social comespon dienteesté libre de trastrnos, tensiones y lucha. Sepin pare Ta difcultad redica en que, en fs ordenamients de Ia canviven- cia que podemos observa, Ia balanza siempre se incling hacia uno Ge los dos lados, En Tas estructuras sociales fanilies a nuestra ‘experiencia parece como si para la mayoria de a gente existcra Sempre una contediccin, un siemo difcimentesalvable, entre as necesidades o inclinaciones personales y los requerimientes de In existencia social. ¥ no es difcl suponer que es aqui, en estas contrediccionss vital, donde dobemor buscar el motivo denis ‘mentales, Por 1 eciones entre Y necosdades parileutares ‘que forman parte permanente de nuestra vida. Bien consideredo, Tos programas poitices que ofrecen poner fin « las dificultades existentes parecen, ain hoy, querer obtener lo uno a costa de lo one. ‘La agudeza de las discusiones que en Ia actuslidad cuestionan constntemente toda la relacién entre individuo y sociedad man fiene nuestro pensamisnto dentro de certos limites. La excita Cin y los femores que estas discusiones despertan en quienes pprtisipan en ellas so hacen patentes por la ca:ga emocionsl que pposeen todas las palabras que sluden, directa c indirectamente, a 2% 1. La sociedad do fos fividuos (1956) sas discusiones; excitacién y emores se condensan en un aura de valoreciones que envuelve dichas palabras, haciendo que lo ‘gue éstas deben expresar, mis que aclararse, se oscurezea, Cada tuna de las Ideas que, de cerea © de lejos, alude a estar dicusio. nes, & inexorablemente entendida como un argumento a favor 0 en contra inmerso en aquella antitess permanente que conduce ppensat que el individuo es el «fins y Ia sociedad el «medion o, @ In inversa que la sociedad es lo emnésesencale. el efin supremon, Ye individuo es tan s6lo un «medio», algo «menos importantes, Ir al fondo de esta antteis 0 —aungue de momento sea s5to ‘mentalmente— romperla es visto como tgo vano. Tampoco aq Jos cuestionamientos trascienden un plano muy determinado: 10 ‘que no sirve para leitimar como fo «més importantes, como él ‘in supremo, bien a la wsociedads, bien al aindividuo», se eon- sidera banal, de poco interés e indigna de Ia labor inilectal, GPor qué, puss, si s6lo pod conseguir un mejor entendimien, to dela relacién entre individuo y sociedad cuando se rompa con sta disyuncién, cuando se deshicle ests entumeekdaantitis? Despojar de sus vestiduras el ndcleo de esta eniesis equiv ¥a.a empezar a superata. Los dos grupos enfrentados en este dis. ‘usién hablen como si hubieran recibido au saber del cilo 0 de alguns raz6n pura. Tanto st afirman que el fin supremo ela so. edad, como si sostienen que lo es el individu, ambos antagonis. {as estén procediendo mentalmente como si un ser exterior al set Jhumano, 0 incluso el representante de exe set en nuestra mente, Ja enaturaleza» y una erazény do tipo diving situeda més alld de toda experiencia, hubieran establecido de una vex y pata siempre exe fin Gtimo y'esa eseala de valores. Si se atraviesa el velo de ‘aloraciones y emociones eon que los conflictos de nucstios dies inundan todo lo referente a la relacin entre individuo y sociedad, Se obscne una visién completamente dstnta, Considerades aun nivel mis profundo, los individuos y la sociedad que ésts com forman carecen de tods fnslidad, de todo sentido, Los unos no dos en una gala YY est existencia de los individuos en la 1, La sociedad de los individu (1959) 2s sociedsd, esta exsenca sn sentido, e el tejdo sobre el que los eres humanos bordan las carbines figuras de nu sent, Se fin cs teres humans se otorzan fines sein Jo eguieran as ce unstecias, y no exsen més fines que les que ellos mismos to torn. cL scedad esl fin stime ye inivdue ado un mez Aion, «El individuo ese fn tine Ta grapacén de lor nd ids en una sociedad elo un medio para saa ees. far de los indviuose, estas dos frees son consignas de gusta proclimadst por grupos antagSicon ca eae eon ss chcane fancasactunles,con sus problemas e intreses del momento, Cad tna de cats censigas expres algo gus el grap quel procatmn esata que fora raided. Slo cuando se tarcieden ens come Signs, cuando se supera la necesdad de aboper por emo debe Ha ser, sain Tos propis deseos, In telecon eave indlvduo sociedad, slo enoncesenerge ante nicsros cos la cueston el fen, ol cdma es realnete, de manera universal Te elacion nie individ y sociedad Cina ex pole —xta Ca regu ta que mediante la exbtenciasimultnea de muchas perona, Bodlane su convvenia, ss tsiones reciprocal sofa de 4 relssiones mutuas, sre algo que ninguna de ls personas Individuals he consderdo, proyestad, premeditado’ o creado Bor sf misma, algo de lo que cads individu, quralo 6 no, es Bars, una estroctura de ‘ndvidus interdependints, una sole dc? Es muy pose que también en lo aferentew ele poble Ja, como rucede en lo referents a la naturalea, nusstrs ci. et, mesa Hcion de objetivos, nuestros panes de lo que be. is ser, sso puedan adie mayor lcier eutndo comprendames Ieor lo que verdaderament cla litnidad elemental de In fair de noc fines, la extra de ets grandes unidades que fomamos uns con otoe So enone enarenes oa eondeiones de insaurar sobre un dinético seguro el tratamiento dels fences de nuera convivial, Mientras exo no ced neo Bcederen lo que se refer In considracin de nui com avenciay sus carecis no serene fond, muy dint al de tun curandero respecio al wataminto de los nfermos: extaremos rserlendo una terapa sn ser capacts de etalec, con ate 2% 1. La sociedad de los individos (1959) riovidad e independienemente de los propio detose interes, tn digatco ela. Sy Seda de qv el ser humana individual es criado por cir yes eto anes gos 6; no kay dua de que €, come ee rape humanoy de un fodo social —tea és como aS hace adelio'y vive, Per eto no quer devi qe el et FoSras‘niiidel sea menos imartante ote Ta sociedad, ni tar dod un ino Indes cromatancos po Gio y fn, pew no ee detca a ell: generalment a primera fo- fia de eacign no ten nada en comin con Ta ote ero, eaando ve sigue ete comin pare opera» aves tn nlc Ge Tos heeropénes vlrecons sobre i easkn ere thdvidoo y sociedad, no tarda en suri otto problema. Decit el tr tumeno ladvidul e pare de foe mayor qu {bia con os sees umenos individuals es deir mucho {lino temino, eta free no cs mls que una constteion be fly evidente, ©, hablando com mis press, serfa une const: Tarlo banal depo ser pore moshes penones pain por alto {Sf onal hecho, Buona pare de Tes epnioes sobre la relax Sién entre individu y sociedad con Tes qe uno s fs acta foemc apunten, exmnades de otra, a wna conepeiéntoalmen- te opurar aE reldod —as pienan sentea fos represetan- fesde oma postura- no eit nada pared a wna sided; en fea slo exsen muchos indvidus petclares.» Y 2 aste- Tha glens, eis drlesno dejan ver el bosque, en el sen do mis east de In expresgn, Ia referencia i reacn entre pieces yeas o,en general exe pat ¥ todo, puede series de Eigen eyoda Lt afmncion de got los Indvideos son eds 8. fee qu In soredado ess queue expresién de ue Ins Pe fas que setenen eu epnin conideran a fos indvios ms imporanesy a propo qe forma, a sociedad, menos fporton- te La iden de gus en sreldady no existe na parecido « una ‘tea oso machespertonsrndvidales, die tanio como Sue.en steaidade no ene mada paresido a une cia, sino slo ‘Riche Pcdre pselaes, slo momones de pide. 1. La sociedad del Individuos (1959) ” eral algo miso meow arméeico, Sin ear, le comivencla ‘son periodos de paz, rwpluras con uniones, La convivensia hie Is palabra «totlidad» sf desperta en nosotros al menos la idea tura palpable, mds o menos evident i 8 ne F Son, vistas en conjunto, se miren, estén ablertas ef a temporal, es0 es, sbieras hacia el pasado y el futuro. J, hijos de padies, son seguides por hijos; medres son por hija. Es, de hecho, una corriente contin pea es oe oer ee en sco Nose en mee poe ae eer oe aes eee | Spe pegerionictee eee rn crear 28 1. La sociedad de los indvidos (1959) lidad, al menos no si el sentido de ésta est determinado tnics- mente pot la visiin de configursciones estéticas o cerredas en sb Iismas espacalmente, por experiencias como las que nos ofrecen Tas casas y las obras de arte, incluso los organismos. Pero la moneda tiene, sin duda, otra cara: Por lo visto, en ‘este sjetreo de personas que corren entremezclades acta, 2 pesar f Ia libertad de movimiento de cada persona individual, un ot- den cculto, un arden que no puede palparse directamente con los Sentids. Cada persona particular posee un lugar doterminado entra de exe berullo humano. Tiene une mesa a la que se sients para comer, una cama en la que duerme: incluso ls hambrientos, fneluso las personas sin hoger, son producto y parte del orden fculto que subyace a este caot, Cada ser humano que pasa por {i tiene, em sign momento y en alga lugar, una facton deter minada, unos bienes 0 un trabalo determinados, una tates de ‘gin tipo para con los demds, o quizé tambin una funcién perdi fs, bienes perdidos o un trabsio perdido. Hey dependientes de grandes almacenes y empleados de la banca, modistas y damas e Ia sociedad sin ningn trabajo en particulst; bay hombres que viven de rents, agentos de policia, brreaderos, especuladores in- ‘mobilrios arruinados, carterstas y muchachas sin oira funcién aque la de dar placer a los hombres; hay comercintes en papel y sjustdores, directores de un gran consorcio quimico y desem- plesdos. De seuerda con su funcién, cada una de estas personas tiene o tenfa unos ingresos, elevados 0 bajos, de Tos que vive 0 vivia; y eada ver que sale sa fu sos ingresos ‘van con , quizss 4 Ta vista, quiz ‘mente de una funcién a otra. Fl comerciente en papel no puede convertise de repente en ajustador, el desempleado no puede le- gar de pronto a er dirctor de une fébriea. Y a ninguno de ellos Ie es posible, aunque fo desee, convetirse en un cortessno, 0 en lero, o en un brafhmén, a no ser en un baile de disfraces de une forma muy determinada; ests obligado a observar un determinado ritual de trato con los demés y unas formas de comportamieno expecticas, muy distin- tas alas que siguon las personas de una aldea china o de una ciu- ded de artsanos de Ia Edad Media. El orden imperceptible di 1, Ls sociedad de fos indviduor (1939) 2 facluso la pos na de effgir entre las funcionss previemente dads esté més 0 mencs limitade; depende en gran medida de la posiién dentro de este tjido humano ea la que ha nacido y se ha criado, de la funcisn y Ia stuacin d= sus padres, de le educacién que, seein ‘esto, ha recibido. Y tanbién este pasado as, parte del pre- fenteinmediato de cada una de las personas que van y vienen en medio del sett de las calles de una gran cluded. Puede ser que ‘una persona particular ro conozca a ninguna de las personas €on las que se ervza, pero en algin lugar uene conocidos, amigos ¥ ‘enemigos, una familia, on efteulo al que pertenese,o, ahora soli- trio, conacides perdidos © muertos que ya sélo viven en su me- En otras palabras, exda uno de Jos sores humanos que cami- nan por las calles apurentemente sjenos e independientes de los demas ests ligndo a ets personas por un edmslo de cadenas in- visibles, ya sean éstas ealenas impuestas por el trabsjo © por pro- Bicdades, por insintoso por afecios. Funciones do la més diversa fndote lo hacen, o fo bacian, depender de otos, y a otros depen- der de &l. EI ser humano individual vive, y ha vivido desde pe quello, dentro de una red de interdependencias que él no puede ‘modiicar ni romper a veluntad sino en tanto lo permite la propia estructura de esa red; vive dentro de un tejido de relaciones mS wiles que, alms ibu de agricaltores; en una soci ‘gucrrera feudal que en la sociedad indusrializada de nuestros dias, incluse difiere sexi las distntas agrupaciones necionales se Ia propia sociedad inJustrializada, Sin embargo, este armazén x0 1. La saciadad do Tos indivdaos (1959) ‘de fonciones interdependientes, cuya estructura y cuyo esquems onfiren a uh grupo bumano su eardcter espenico, no es ni ha fd creado por individuos particslares; puce cada porsona per ticular, ineluso la mis poderos, incluso el eacique de una trib tun rey déopota oun ditador, es sélo una parte de este armsz6n, tr el fepresetante de una furcién que Unicamente se forma y s= fantiene en relacién con otras funciones, que sélo puede entea- ‘ders a partir dela estructura expectia y de las tensionesespeci ficas del contexto global. YY este movimiento circular funcional de un grupo humano, teste orden invisible a parti dol cual y en direeciGn al cual 1s {ndividuos estén consantemente establecendo fines y actuando, tampoco debe su spariién a una simple sums de ectos volunte- ‘os, a una decisién comin de muchas personas particulars. No fue gracias a una libre decisién de muchos, a un econtrat social», y sin duda tampoco gracias @ plebsctcs y elecciones, como <= transforms en Occidente, poco a poco, la cadena funcional relat YYamente simple de la alta Edad Media —en la que les personas (quedaban relacionades segin su condivién de sacerdotes, eabsle- 0s 0 slervos de la gleba—, para dar paso al complicado y dife- renciado tejido funcional de nuestros dias. En Occidente las pee tones no ee pusioron de severdo para salir de, por asi decirlo, un ‘stedo'carente de relaciones, ni hicieron una votaci6a pare, ‘guiendo la yoluntad do la mayora, di funciones sein fl esquema ectual, eto es, en comers as, agentes de polica y obrctos, sino que las votaciones y elec ones, ls euftcutaentosInerucntos entre diforntes grapoe £0 tiles fueron y son posibles como instiuciones estables dela di teccién social Gaicamonte dentro de una determinada estructura el contexto funcional de una sociedad. A cada uno de tales acu dos scumulativos subyace un contexio de relaciones personales de fndole ya no dnicamente acumlativa, sito funcional; la es tructra y las tensiones de ese conteto so expresan directa 0 in- rectamenteen los resultados de las votaciones. Y las decisiones ‘comunes de una mayora, las votaciones y elesciones slo pueden todifcar o perfecionar esa estructura funcional dentro de unos Himites determinados y més o menos estrechos. El teido de fan- clones interdependienes que ne alas personas entre sf posee un 1, La sociedad do los indviduos (1939) st propo y unt Ieyespropias que dejan un margen de actus ign tm deine aloe acurdenicruntoe y ealgier de Siién mesoriaria es en timo témino, un sewerdo iorset. Pero, Bien ev elrto qe ete conte funeional posse nes eyes propia de Tas que, Snalmens,dependetodsfjeciéa de ob- jefvor de las peronas particulars, incluso la de aquellas dec ones activa compotales en papeletarslsoa, st bien cleo que exe onteto su eestor no son Han 8 Sreadas por indvidor sls, nt tampoco por muchos indivi ios juts, tambn es verdad que este contexo funcional no txiste fuera de los individuos, Tedas esos funciones interdepen- dients, las del diector de una fabrica 0 las de un ajustador, ls de un ama de casa o las de un amigo y un padre, todas ells son fanciones que un set humano cumple para con otres seres hum ‘os, un individvo para con otros individ fo vive en constente interdependencia funcional con ota Petso- nas; es un esabén de la cadena que ata a otras personas, y cada ‘una de esas otras pertonas es —dlscta 0 indiretamente— un es Ian de la cadena que lo ata a él. Estas cadenas no son tan vsi- ‘les y palpables como las cadenas do hero; son més elstcas, ‘variables y altrabes, pero uo sox jpenos reales y, con toda cet- cuando hublames de elejes so ‘lales» no nos estamos refriendo a otra cosa que a las leyes pro- pias de las relaciones entre los seres humanos individuales, Franguear el abismo que tan a menudo parece abrirse cuando ‘ce reflesina en torno al individuo y Is sociedad 0 es ung tarea 2 1. La sociedad do los indivduos (1959) fécil, Exige un singular exfuerzo mentl; pues las diiultades con- tra les que s© tiene que luchar en toda reflexién en toro a la felacién entre individio y sociedad remiten, en tanto proceden de fa ratio, 2 determinadas costumbres del pensar que hoy por hoy centintedevia muy arraigedas en Ia conciencia de cada uno de n0- otros: hablendo en general, parece ser que, en el esado actual el pensamiento, para la mayoria de las personas sigue slendo fexirenademente diffcl comprender que algunas relaciones posean fina estructura y unas leyes propias. Estamos acostumbrados a pen far que las leyes ron algo privativo de objetos o euerpos que pue- en ser peteibidos diectamente por les sentides. Una vor interior nos induce a creer que el desarrollo de una relacion ha de expli- arse a partir de la estructura y Iss leyes de ls cuerpos, percep: fibles sensoralmente, quc constituyen la relacién, Nos parece evi- dente que el tnico camino correcta que conduce 2 1a compren én de unidades compuestas es su desmembramiento. Segin pa- rece, la reflein debe partir de las nidades menores que, al re- Iacicnsree, dan forma a la unidad mavor. Estudlar esas unidades ‘menores «en af mismas», tal como son separadas de todas sus felaciones matuas se nos muestra como el primer paso ineludibe. Tas felaciones entre estas unidades menores y, ast, también la wwnidad mayer, nos parzean, de modo involuntaro, ago posterior y suplementa Pero estas costumbres del pensar, stiles como son hasta ciet- to punto para la comprensién de nuesira experiencia de sustancias Inctes, condacen una y cra vez a ineongrdencias muy espectficas sands se trata do compronder muestra experiencia do nosotos mismos como seres humanos y como sociedad. Debido a estas cos- tumbres del pensamiento, determinados grupos humanos cuyas fdeas referentes a sus experiencias welales especiics iran en tomo a, sobre todo, Iss lees propias de las relaciones humanas se ven obligndos uns y otra vez a ozulter el hecho de que éstas son leyes de relaciones lumens. Pussio que slo son cepaces de concebir las leyes como leyes de sustancias 0 de fuerzas susian- ciales, sin proponérslo atribuyen a las leyes que observan en ls relaciones humangs une sustancia quo se encuentra més allé de Jos individvos, Debido a esas regularidades sociales especticas slo pueden concebir la sociedad como algo supraindividual. Se 1. La soca de los indviduor (1959) 3 invent un portdor de estas repuaridaes, que bin pose ser an sepia clecvn, im ergetimo coleivos , sei eles, ns efuerrate exits sates soprano, ce analog con ls foray sstacne dea atrlza, ene io extn, ha pes hams co peamitos e Sobre todo en indivi Hamano, Para clos grupos st lao fo ques outa a fon anterior. que todo aqelo que Ham. aos sestucturs y reglrdades soils» noch sino an trctrasyreulrdads de las rlcones ete personas in duals. Peo, al ful gos los eneriores,tampooo tats estn eo condiciones de pensar que Ie relconcsmitmas pocden poset an tpo particular deestucuras 9 reglaridades en gar de con Sr Sas etsy reine cone me carte ela recone ere uniddesscmeate. palpable, Ins considean ms bien como crecteristiceesencial de ao mist ts nidades fics. De aterdo con nis expetincae intrest Sevnes, cen hal, sin proponénelo, ena ndviduo particu lar, ssdado de Ios dems, esa sustania perceptible or oe sent dos a la que se debe 1 repularided oncicncia» de los individuos petitlares, misc como punto de partida a Jos individgos, los «étomos», las «ps nis pequeflas» de la sociedad, para, partendo de éitos, recone truir menialmente sus relaciones matuas —la sociedad en ciet- ta medida como sie tatara de algo posterior. En resumen, pien- fan que los individuos son pilaes fijos entre los que sélo poste- rormente se tiende el cordsl de las relaiones. Los unos piensa on la mirada puesta en las lees propias de las relaciones huma fas, que Ia sociedad es algo anterior © independiente de los indi- Viduos; los otros, de acuerdo con Ta diferente orientacién de sus ‘ntereses, piensan en los individuos como en algo anterior e inde- * 1. ta sca do nites (1959) ros se queda sn atone dela weed, tnt unos como otros sa dcr une seve de hechos mo dtermiedos, Tanto en serena reerin ve she, de becho, wn abies lnarble S202 fo entmenos Indvdats Tos sca lrg oe Geen ce ae tee eratas Seetentoee leer erating cere pein tered Sere at eet lena oem ora nets apa Re rebar teenie eos Ce ee ans ose Tranemor como sinbolo de le rocedad a on gropo e bi Iavnes Penemos en danas cortesanes, un minué o wn rigodén, ‘Gielen ce cgmon tee eampsnes. Las pts cline Cie Tos ons movimentos deca bela en complet tmnt coins cn los de eos ballin. Observando de ‘sn noe fos blaine ea impel come 1. La sociedad de los individvce (1959) 3 render el sentido Ia funcién do sus movimientos. La manera en ‘gue actéa aquf el individuo esté determinada por les relaciones amutuas que existon entre los balance. Algo similar ceurte con @l comportamiento de ls individuos en general. Ya so enfrenten ‘como amigos 0 enemigos, como padres e hijos, como marido 9 rujer 0, también, como caballeros y vetlls, como rey y abd tes, como directors y empleados, sea cual fuere el comportemien- to de tas personss individuales, éxte esté determinado por rel. ‘jones presentes 0 pasadas con otras personas. Y esto nucede can ddo‘un ermtai se aleja de todo ser humano —ya el gesto de ale. jerse de otros es, no menos que el gesto de ecerearse a otros, un testo relacionado con otras personas. Ciertament, el individso Dede zafarse faciimente de un baile bajo determinadas citcuns fmportancia que poseen las relaciones humanas para el eaticter el individuo; dnicaments profundizando en la naturaleze ¥ Ta ‘estructura de esas relaciones es posible hacsrse una idea de cud firme y hondamente ata las personas le interdependencia de las funciones hnumanas; en pocas palabes, Gnicamente asf puede ob tenerse una imagen més nfida dele iniogracén de Jos individuos fen tna sociedad. Pero para conseguir una mayor cleidad en este sido hace falta algo més quo una mera yevisin de las costumm. bres del pensar; es necesaria una profunda revisiin de toda la ‘utoconeiencia tradicional’! 1. No er en shut snclo epear qué son las eters y ax tepid ie cunao oes bale oar so oleae ok fieopes exis de vide sail mia, con nvecennsspoucas a tho condo epic, Daido mHntosune desma hn 0 esbl bce exo age. Ten slo pordo reir los rence ani ores Y telardaer scien cones enw lito Cb don Pose er Zston (Bsa, 155 Fenian as 9. Traduca ene EI proce cele cliacon, FCE, 189) En in base de ee ca to octen, no form, is lin es gh gu on a 36 1. ta sociedad de los individuot (1959) 2 fa pare comet on pre ncnsintonent, is mayors do eas mtn an hoy un peur ito de I teas: at pinion eparié on el mundo un eet BO tana 3 et ps denis sere junto al poste. ra i cazia yo le Biblia, y todavia cae observa rem mei Age ca fon de concenla en obas varia frm neta jo Ald aparece secslsiado, cuando ae habla dl Sect prmnivor 0 del spriner pao, asce cro ao tomer tn atic, el pensar en wu orgen, vias por Teruo el Beco de que todos lo adulio hon venido al mundo Mere ice pequctce, Une y ctr te, Lo mismo e108 HOR Sec soie los engenes queen es ios, Ins parsons Seiten indcdes epnsars en el pipo exis un ex Humane Grice. un er human allo ic. Se gucdamos en el fo dels experiencia Jo Saco aque odeinos cnsatar ee el humana iia es cotse Suissa por cos sores Humans. Sean cules sean 1s vi ae ilar namano, por me qu non remontemot eel eabo'Smre os topemos con i sce roa cdema de pals pe quer su ve, ab converten en patie. Y, de eso © CBee aca aps cunenderezo por a To Sedan nda extn sdon unos em oes eb 8 St mayor Todo se human inddil nae eno deo 70 Humane gue exis entes que Ms ae: tod sex human in Ne Son natura a, gue para pode creer nena Usa posonas que exitin ants que. Uno des elementos finda dela extenca mana es a conssensia simul {Ene de atin pesnes aioe ans con os. 28, actos ds mio sobre [on ergzes como sion def > Pi smconcencl, parse her Heudelot de revise Flt waconal: uel princi, podsamos dei, no exis un hats dc, no'vros eve manos que vivian nor {feo dbus unos a orow sega y pena, co To hes 2. ‘ios, que sugieny devparecan apo en oes y tvs de bon ena upa stad sei, grande © pee Povo no hubo un ongen a pai de i naa, y no hace fata 1, La sociedad de ls individuos (1959) 7 ningin mito sobre los origenes para poder comprender Ia elemen- tal dependencia sorial de ls seres humanos individuales, su natu- tal predisposicién ¢ convivr eon ottos seres humanes. Los hechos ‘que tenemos directamente ante nosotros son sufcentes. ‘Los seres humanos individusles puoden, al nacer, ser muy dis: tiatos unos de otros en Jo referente 2 su constitucién natural, Pero fs s6lo en Ie sociedad donde el nifo pequeto, con sus funciones psiquicas fexiblesy relativamente indferenciads, se convierte en tun ser diferenciado, Solo en relaciin y mediante la relaciéa con ‘ites seres humans puede la eraturaindefensa y salvaje que vie ‘ne al mundo convertirse en un ser psfgulcamente adulto, poseedor det cardcter de un individuo y digno de ser Tamado un ser huma fo adult, Separado de tales telasiones se convertri, en ef mejor Ge fos case, en un ser semsalvae, mitad hombre y mitad bestia: puede lepat a ser un edulto fisleamente, pero su condiciéa psf- Gquica continuard sendo similar a la de un nifo pequetio. Slo Guindo se exfa en el seno de un grupo hunano, eprende ei nifio hpumano a hablar de manera aticulad. Sélo en compafiia de otros seres humanos mayores va formandose en él, poco a poco, un elerminado tipo de prevsién y de regulacién de los instintos. 'Y segin sea la historia, sein la estructors del grupo humano en que se erie y sep, finalmente, a desarrollo posicién dentro de este grupo, as sed el Iensuaje que adouira, ast serén el es ‘quema de regulacién do iestntos y l tipo de actitud adults que Gesarollar el nif, “Tampoco dentro de un mismo grupo humano son os destinos de las relaciones de dos personas, sus historias particulars, com- pletamenteiguales Cada persona parte de una posicién nica den- fro del teido de sus relaciones y atraviesa una historia nica has ta llegar al momento de st muerte, Pero las diferencias ente las historias de laa personae porticularee, entre las posiciones y fun clones relacionales que atraviesan alo largo de sus vidas, son me- ores en grupos humancs més sencillos que en scciedades muy Giferenciadas. Y, de acuerdo con esto, también es mayor en estas ‘kimas Ia individvalizacién de los adults. Dados les actuals costumbres del pensamiento, et posible que cso parezea a prime- 38 1. La sociedad de los individuos (1953) 'No bay duda de que los seres humanos también son distinos unos de atros en lo que so refer a su consttucién natural. Pero Ta consitucién con que un ser humano lega al mundo, y muy es pecialmente Is constitucion de sus funciones psfquces, es flexible En un primer momento, el recig no es més que un pro- ecto de ser humano, De aquello que percibimes en el como di ferenciador, como su consttueién particular, no surge forzosa y tinivocaments su forma adulta individual del modo como surge de una semila una planta de un po determinado, sino que esta consttucién diferensiadora del recién nacido presenta un gran abanio de posibles indivi hhace més que mostrar los limites y Ia situacién de In curva de dispensién en la que un dia podré levantarse el adulto. Cémo se desarrollar realmente esta ‘qué indole sor la forma de marcados perfil en la que poco & ‘poco se ir fijando los rasgos suaves y moldeables del recién ido, ef algo que no depende snicamente do la consttucisn natu- ral del el desarollo de sus rlacionesinterpersonaes. Sin embargo, estas relaciones, las relacfones familiares, Is re laciones entre padre, madre, hijo y hermanos, aunque pueden v3- rar mucho en los detalles, posten una estructura bésica que esté Aeterminada por la exructura de la sociedad en Ia que nace , ni reslado 4 un lect reopoco entre un sinteri® y un ceneio gue triinamenteextiran por seperao, sino fonlény sediments fiom de rlaciones y-—somo le forma de un ilo en el tid de fie ti ha de ser comprendid nianene «partir dl mismo Enclecanienco en su conjntos ss ambien el hablar db tts srl cl alec go eo eontanene wy, qu ‘us lngane, yl mimo tempo, ex producto desis acon cas pers, ee empresa ido humana ene oe ine en exe sent, el tro con otras personas precuce ene nd Yiduo ides, coniciones, fete, necesidades ress del récter. oo onaiuyen taser ns personal, su Yerdadero «70>, en les ve, al mismo tempo, enceenzaexpresén el teido de os relacions de les qv el individ a sali, en Tes que oh ivi eid entrando,y, ai ete «po est eer person, $0 oma en an continuo sitclarminto a ecrsidaes, Uh constaie desea ysatifacer dteos, en un ecpoco dat y 13 bir, Bs el orden de ene Ineestte cateazamieno sin pacpio, isto indigo gue cus el tipo y le forma fOr exit en s mano, inclso lo que sete come st tineror* es modeado por la historia de estas wlaciones por 4. La stain con que equ nos topames eto referent ala ean nies indus y sciadad pores wa cera seit co aqulla (Ge Gone, cleatado a la relaion ene et umazo Ya naturezs, ‘lamas teats voce en ar obras, Rosrdamos, yor ejemplo, loe doe poomas sgulente: Epirena / La naturales nds | Uno 3 too wha dover J Nude ext Tete soda cal fur Paslode detox fur 1 Asso ‘Spun inde [Esra y public miner. "verdad sal iatsar ela strace—» / 1h Fis coos agin ite eredar» [Ary ae hermes / ‘eros ) stents plas. / Novos pees Tear por laps / Ee 1. La sociedad de los indvidos (1855) at In estructura del tejido humano en el que, como uno de sus mir dos, crece hacia una individualidad y vive. 4 Actulimente suelo consti al ser humano como posedoe de varios compartments pigs. Se erence ene, Por eem lo, espns y salma, azo» escntinenase,econlenae &clastiosno ene yn easton, Poa honda marae Aiferenculén de ln faniones Plas uc se pone de Ba festo en eas patra no e8—dighmodo una ver mle pro dice den arn Fata cnet fence wo ne lugar en unser mano cuando xe ce en un grap, eo Unt socledad de indviduos Nose produc, como slo Be por een ioe execinien corponl, dbo aun meanisne agra Here dado, sno a eats de un entlaacnto de as earls de tchos indo, ¥ eva dferenisin sl eg ast tn ar Goda y gua como lo epesennasros trina eave de sh procto muy paulatn, de a mao de una stents fence €ién de fs propos grops hums. Es produto de un proceso histicosocil, de una tnsformacin da estucua da eom ee nen Por ota pare, Js témines con los qe ntentamos expres ota agua dferecacgn de las fuclones pqs de esa tc de masa soceded posten una Toric fede nen er Ino, etre ere pecanent fnconal de uno que lananos epiquen. «Raxco, coin, eoncecar 9 son ar poo que se uperpongan er tems unos cn O80 pot Alsintas que sean ln ens de nsrecsén ue tara en ls dl set humane, todos elon desplerean fe In dee susan ‘uel de funcione, tasters a non deslgo gue decane SS'en si mismo quc la noi dealgocanblante. Parco het {amor ene interir./ Dichoao aquel x guien cla alo / musics so cor (sea exer! / Serna aos me igo rept, / Reno de ello. pero furtivo:/ Dine mil y mil ves: / Eli todo gntoray en sundance 7 Natura no tee mien /'Ni sore. 2 1. La sociedad de los individuos (1959) referencia algo que existe de la misma manera en que existen el est6mago 0 el craneo. En realidad, se trata de funciones muy species del organismo humaro, de funciones que, a diferen Ge Tas del est6mago 0 los huescs, estén constantemente driidas ‘otras personas y cosas. Se trata de determinadas formas de la ‘awtodireccién de un ser humano en relaciGn con otras personas y cost, ‘Lo mismo vale para Jos instinos y los afectos. Incluso en a teraturs psicoanaltica se encuentran ocasionalmente enunciados ue vienen a significar que «aquellos, o fos instntos,e& inm- table si se prescinde del cambio de la direceién de los intintos. Pero, cedimo es posible prescndie de la direc cuando ee habla de algo que, como los intintos humanos, Heva en su esencia ef estar dirigido hacia otra cosa? Lo que llamamos sintintos», 0 también sinconscientes, es una forme determinads de In sutod- recein de la persona en relacién con otras persons y cosas; es, en todo caso, una forma de autodiecciGn que, evando existe una fuerte diferenciacién de las funcionespsiquicas, ya no conteibuye 4 eterminsr el comportamiento de mancra ditects, sino s6lo indirestamente, En suma, en ef corjunto del organismo humano existen dos Smabitos funcionales distintos, aunque completamente interdepen- Gientes: hay érgancs y funciones que siven al mantenimiento 8 Ja censtante reproduceiéa del organismo mismo, y hay drganos yy funciones que sirven a la elacién dol organismo con otras por sfones del mundo y a su autoditeccién en tales relaciones, Sole- ‘mos expresar la diferencia entre estos dos émbitos funsionales ‘ile manera demasiado estéicay sustancilizedora— mediante le difereneiacin entre «cuerpo» y ealma>. Lo que llamamos «alm», Jo que tlamamos «psiquico», no es en realidad mis que cl con. junto de estas funcionesrelacioneles. El ser humana no es —como ‘parece cuando se observa una determinada forms histéice de la suloconciencia humana— un eajén cerrado en si mismo, con dife- Fentes compartimientos y érgancs, no es un ser cuya organizacién natural excluya en un primer momento el contacto con otro, sino que por naturaleza esté organizado como parte de un universo mayor. Es, en cierto modo, un vector que consantcmente est ‘irigicado hacia otras personas y cosas valencas de momento s8- J. La sociedad de Jos indviduos (1959) 3s turadas y Tuepo siempre otra vez no saturadas, Su consttuctén naturales ta, que puede y debe trabarrelaciones eon tas per sonas y cosas. Y To que diferencia esta natural inmersign del set fnumeno en relaciones amistosas u hostles de Ta correspondiente fnmersién de Tos animales en diversi relaciones, lo. que real mente confere a esta autodieccién del hombre en su relaciin con ‘tras craturas —a diferencia de los lamadosinstntos animales — cl carfcter de autodireccién psiquica no es sina su gran versa lidad. su marcads capacidad para adaptarte a tiposcambiantes de telecién, estos, su especial exibilidad y capacidad de emolda- miento Esta maleaildad y esta adaptabilidad relativamente elevadas| de tas funciones relacionales de Ia persona consttuyen, por una Part, 1a condiciin bea para que la estructura de las relsciones entre seres humanos sea més flexible que la de la convivencia de Ios animales; consttuyen, en suma, la condicin bésica de Ia cesencil historicidad de ta sociedad humana. Y, por otra parte, son al mismo tiempo responsables de que ef ser humana sea un fente social de tino muy particular, es decir, un ente que depende de fa sociedad de otras personas. En los ottos animales, la autodi- feceién en Ia relacin con otras eriaturas y configuraciones esta predeterminada de forma més o menos fja por mecanismos refle- jos. Ya en los animales més cercanos al ser humano en Ta sce sin de organismos exist un cierto relajamiento en este sentido, ‘uns mayor adapibilidad a relacones camblantes, un lgero incre mento de la capacidad de autodieceién. Pero sélo en el ser hie ‘mano lesan este relajamiento y esta maleabilidad de Tas funcio- nes relscionales a ser tan grandes que Ta persone individual nece- ta que su autodiecciOn sea modelada durante aos por otras Personas. por uns socledsd, para que vance de forma més © me. nos regulada en fs relaeién con otras persons, para que asuma tuna forma diferenciada y esposifcamente humana. La parte de Aijcién heredada de Ia auiodireccén en el trato con los demas Ta que carece el ser human ha de ser reemplazada por une Sia cin social, por un modelado sociogenético de las funciones ps ‘uices. La razén de que la confgurasién do Jes funciones psiquicas de una persona no puods entenderse exclusivamente a partir de st 1. La vosledad de los individuos (1939) su consttuciSn heredads, sino Gnicemente a parti del desarrollo fctual de esa constitucin en el entrelazamiento con otras perso- ‘as, sniesmente a partir de Ja estructura del grupo humano en laque execs el individuo, se encventa, en ultimo termino, en un ‘cracteritica de la propia natualeza humana, en la relative fa Tidad con que la direccién do las relaciones umanas se desvia el sendoro del automatismo refljo, heredado. Gracies a esta Gesviaeién, cuya existncia es bastante conocida y cuya pinesis hhstriconatural slo estames empezando a intr, la direccién de Jag relaciones del ser humeno concreto, mucho més que Ie de cualquier otro animal, es susceptible de ser conformada, y precisa ferlo, por la sociedad, Gracias a esta conformacién socal la es- tructura del comportamiento, la forma de Ia autodireccin en la relacién con otres, es en los seres humanos mucho més divest 4 heterogénea que’la de todos los otros animales; gracias a ella, ia estructura él comportamiento se hace, en una palabra, «més individvalo. También por esta parte comienza a cerrerse, asi, el abiemo entre individuo y sociedad. ‘Yes éste también el punto del que parte un camino hacia el derribo do los limites arifciales mediante los cuales el penst- miento ectual desmembra al set humano en diferentes dibitos de dominio: un smbito de los psislogos, un émbito de los histo- adores y un émbito de los soc\logos. Las esructures dela psigue Inumana, las estructura de la sociedad humana y las cstructuras de le historia humana son fenémenos complementarios e inseps- tables, y s6lo pueden ser estudidos dentro de un contesto que abargue sus relaciones mutuas. En Ja realidad no existen ni se fueven por separado, como parecen indcar los tabsjes de inves ‘tgacign actules. Estos tes tipos de structures, junto con otros, consttuyen el objeto de estudio de una ciencia del ser humano, Pero, al mismo tiempo, al partir de esta visin global se hace ins honda Ie comprensin de aquel hecho fundamental dela exs- tencin humana al que aqui tanias veces se ha aludido: el hecho de que el tejdo de seres humanos posee un orden y esti sueto ‘ura regulardad: orden y regularidad que son distintos y més ppoderosos que los planes y deseos de los seres humanos indivi- ‘duales que forman este tejdo, Es el mercado desvarse Is direc- cin de las relaciones humanss del camino de los automatismos I, Le sociedad de los individeos (1959) 5s heredados, orgénices, lo que realmente despeja el camino a le scién de los mecanismos sociales de entrelszamiento. Sdlo con Is liberacisn —relaivamente dréstica— de la diroceién del com portamento del organismo de la sujecién a auromatismos hereda os, sélo con Ia paulatina y transitivatransformacién de la lama: da direccin cinstintivan del comportamiento del organisa a la Imada direccén «psiquica» del mismo, cobra toda su dimensia Ia regularidad que resulta del enrelazamiento y la interdependen- ia indisolubles de los individuos. Precisamente porque los eres Inumanos extn, en lo referene a Ta configuracicn de sus releciones smutuas y con el resto del universo, menos ligados a petrones de comportamiento prefijados orgénicamente que el resto de los an sales, en este entrelazamicnto de las actividades humanas so pro- dducen repolaidades y estructaas de eardctor propio. Es precio. tente por eso por lo que en este entelazamiento se prodvcen Aautomatismes del cambio, transformaciones histrieas que ni tie fen su origen en el aparato refleo heredado del ser humano, ‘hi —en tanto toalidad, que es como se deserrollan en la real. ad han sido queridas o planeadas por persones individuales, y ‘que, sin embargo, son cualquier cosa menos cabticas;precsamen- {te por eso, con el indisoluble entrelazamiento de acciones, nece- sidades, pensamiontos e instintos de muchos seres humanos se Droducen estructuras y cambios de estructuras cuyo orden ¥ cuya Girecién no son ni del individuo adulto no es een sf mismo» algo fajeno ala sociedad y asoclal, sino que ests desde Ia base en fune fn de aquella unidad relacional de mayores dimensiones que Senominamos «sociedad; el modo en que la persona se ve y s2 ‘dirge @ sf-misma en aus relsciones con los ottes depende tou mente de la estructura de aquel grupo 0 aquellos grupos huma- nos a los que hemos aprendido lamar «nosotros. ‘La manera més sencilla de iustrar esto hecho en tan complicado es recurit nuevamente a la funcién psiquica del Tenguaje. Por naturaleza, toda pzrsona normal viene al mundo con tm aperato fenético, que es aticuable y que Ta persone misma puede dirgit. También a este respect, el ser humano no puede fdapiaree de modo snicamente natural a Ia comunicecién con cts seres semejates, sino que necesita —por natursleea— de Ta adaptacién através de otras personas, de Ia adaplacién socal 1 direccign de esta forma de relacién que consttuyen el lengus- je y s4 aparato no esté en el ser humano limitada por automs- tismos naturales @ un abanico do posiilidades de exprsion tan reducido como en los demds animales: no esté en el ser humeno tan ligada« ls herencia como en los demds animales, Aquello que fn el ser humano viene predetcrminado por la herencis, como, ‘por ejemplo, la potencia 0 el tono de la voz, es slo el marco para ‘una infnita multplicided de posibilidades do ertculacén, Pods iscutirse cuén limitadas estin las posibilidades de artculacién ‘por dcterminadas carecterstcas heredadss, por la historia de la Sociedad de los antepasados. Sélo mediante experimentos exactos fe puede determinar, por ejemplo, si el tono de vor de un nativo Jo Africa recordara al de sus ntcpasados si éste, desde el primer dia de su vida, se eriara sin mayor contacto con personss de su sociedad natal y on una sociedad que hablara otto idioma, y si todas sus relacones instintivas —los motores cenrales del mode- ldo durante la primera infancla— fueran relaciones hacia perso- nas de esa sociedad postedora de otro idioma, y, ademis, estas ‘elacones Ie proporeonaran un grado de satlsfaccién normal 1. La sociedad de for indivduos (1959) Pa Pero, tanto si los limites de ta maleabilidad son algo mayores jgomo si son algo menores, Ia cuestién de fondo sigue siendo Ia tmisma: Ia sociedad en Ia que una persona crece es el factor que decide cusl serf el lenguaje que poco a poco iré tomanda forma en el aparato fonético de la persona, Y ls usos lingifeticos per- fonales, el estilo més o menos individual del habla, que la persona puede poseer de adult, constituyen un diferencacién en medio el Ienguaje con ef que Ta persona se ha criado; estin en funeién de fa historia individual de ta persona dentro de su grupo social y de Is historia de éste. Con toda certez, las carscteritcas here- dadas desempefan un papel en esta dfereniacién individual. Pero 5 un papel similar al que desempefien, por ejemplo, determinadas faracterstcas do una piedra sin alla —su mayor 0 menor dure 2a, su mayor o menor cantidad de vetss— en la escultura, mente articulada que el esculior labra en ella. Y algo no. muy Aistinto sucede con lo que el Ienguaje busca exorese, con el pen sar o el sentir. ¥ lo mismo ocurre con le totalidad de Ia autodi- feccign do una persona en su telaciGn con otros seres y cosas, fo mismo ocurre con su «psiques. La divisin del trabajo cientlico he propiiado que se enco- ‘miende a fa psicologfa una tarea bastaxte peculiar. El nifo pe- ‘ueno, tal como nace, es resultado del destino al mismo tiempo al de sus antopasados, destino cuyo desarrollo se ctl: estra mirada en la oscuriad de fos milenios pasados, La fatalidad con que el organismo del recéa nacido dvige los pro- 2505 internos de sus érzanes, a estructaracién y descomposiién de sus érzanos, hacia una configuracién que le viene dada como Iherencia de gencracionos patadas,y Ia medida rlatvamento rec sa en que esta eutodieccién puede eer ‘fluenciada por acontesi- ‘mientos sociales actuales, son el motive por el cual decimos de dicha autoconfiguracién que estd edeterminada por leyes natura- Jes. Clertament, también las funciones de autodirecién expect- ficas de las que se ocupa Ia psicologia hallan, en cierto modo, ‘eterminadas por leyes naturales; pero estin menos determinadas aque Tas otrs, que Ia autodirecciéa del organismo en la estrctura- iin y descomposicién de sus érgenos. La psicolopia se ocupa Precisemente de aquellas funciones de autodireccién que estin menos determinadas que todas lus ottas por procesos. pasados, 38 1. La sociedad de tos individuos (1959) por el destino de los antepasados de una persone, y que son en mayor medida susceptibles de ser determinedas por la estructura factual de la sociedad y por el destino actual de Ia persona dentro de ext sociedad, Precisamente porque esas flexibls funciones de autodireceéin no sélo pueden, sino que requieren un modelado actual y social para poder «germinar» en le autodireccién dife- tenciada de una persona adult, Is pecologla misma se encuentra ante una tara correspondientemente diferencia: por una parte, fst en sus manos investigr Ia estructura y las leyes natures de todas aquellas funciones de autodireccién del ser humsno que tin drigidas hacia otros seres y objetos, que sven a Ia rela- cidn de Ia pertona con ésios y que, debido a su natural malenbi- lidad, constituyen of material del modelado realizada a través de estas relaciones. Por otra parte, ala psicologia le compete soguit el desarrollo del proceso en el cusl, de acuerdo con na deter rminada estructura social y en el seno de la convivencia con otras personas, estas flexibles funciones de autodirecién de la persona se diferencian, ccssionando una configuracién individual, Final ‘mente, ala psicologia e corresponde dilveldar y hacer compren: sible ia estructura gonoral de estos procesos de difernciecién y tmadelado; explcar cémo funciona en la posterior convivencis on otras personas la confguracién de Ta dirccién de comports- rientos una vez que yt se ha operado en el individuo, éebido a tun determinado destino relacional, un modelado social 5 espect- fico de un wcarécters, de una consitucién psfguieaindivideal. La primera parto de estas tareas dosomboca directsmente en el ee fudio de le rogularidades fiiolégionsy blolsgleas del organiemo la otra parte eonduce directamente al estudio de las etructuras Y regulatidades histércosociales de las que dependen la direccién y forma de la diferenciacén individual? La pscologia contituye, 43. Agu ex también Ie clave para comprende Is relicidn etre te sina ya atrtes humana el poco de viene pole rset ee ue penn cn nom Se 4 costy su eplqoy, no ot tan soja por reforestation ere Unies como, por eemplo, st ges, cr pone dco I pater ‘ttclad de 'eoortinase y tatfornares gov ponen esas fancies de Sodinccién, El proces de iilnion es poo ¥ manenido en mov ‘ito por un cambio Ge lat racones humans eau aiseSn Str 1. La sociedad de los indviduos (1935) en sums, el puente ent as socials. es ciencias de ta naturaezs y ls cien- 5 Los seres humanos formemos parte den orden nsturel y de tun orden social. Las reflexiones precedentes mucstran cémo es Posible este carécter doble. El orden social, si bien no es un forden natural en el mismo sentido en que to es, por ejemple tuna earacteristca de Ia natu- taleza humana. Debe su existencia ala especial adaptabiided y Aiexbiided que diferencia 1a direceién de los comportamicntos anos dl animal Debio et teristic, ol ser wumano particular s6lo adquioro en la socieded + través de la soviedad agquello que en el animal parcular es, en mayor medie da, parte heredada de su naturaeza: un exquema fijo de direc: sign de ou comportamiento en su relacién con ottos seres y cbje- tos, Debido a esta especial caracterstica, en el encadenamiento de deseos y acciones de muchas personas entran en juego regule idades, automatismos y procesos a los que, para diferenciaros e fos orgénicosnaturales, Hamamos esotales, El propio rcle- jasniento del aparato refljo natural en lo concerniente a la direc: cin de comportamientos humanos es resultado de un largo pro- e280 histriconatural, Pero, debido a esa expecial caracerstica del ser humeno, en la convivencia humana tienen lugar procesos ¥ transformaciones que no existlan de sniemano en la naturaleza de las personas; debido a esa especial caactristcn, grupos soc Jes y, dentro de ellos. personas particulares,posesn une historia que no es la historia natural. Los seres humanos forman, dentro el contexto global de Ja naturelezs, un continuo auténomo de {indole particular, Exinten grupos humanos —piéntese, por ejemplo, en los negros de Oceania— en los que la estructura bésica de las relaciones ‘inada, por el movimiento, redo por eyes props de I red de inv dvs bamanesLnrdependicte. © 1. La sociedad de los Indivduos (1859) centre personas ha cambiado de manera apenas perceptible « to fargo de los silos, Existen ottas formas de convivencia que se ‘en empujadas de manera singular hacia transformaciones del propio modo de convivencia, sin que para esto hage falta que foervenga esusa alguna de naturaleza extrasocial. Estes socieds. des estén dirgidas hacia otras formas de relaciones © institucio not interpersonales, lo mismo sl aleanzan efectivimente es38 otras formas que si no fo hacen, Son, en el sentido més estito de la lbra, hstrias Parrett bane de ests automatsmos ytendncis soils int nndos hacia el cambio se eneventran determinadas formas de ls felaciones humenas mismas, tensiones interpersonsles de indole intensidad muy determinades. Hablando muy en general, estes fensiones se producen a partie de un determinado grado de divi. fién funcional, causa de una monopolizaciOn, trensmisibl he fediteriamente, de Bienes y valores sociales por parte de determi. hades personas 0 grupos de personas; monopolizacién de bienes Y valores de Tos que dependen las otras personss, ya sea pare oncervar Ia vida, ya sea para proteger o stisfacer su existencs social. Entre los bienes que pueden ser monopolizedos de ests manera, aquellos que sirven pata satisfocer las necesidades viteles mis ‘ementsles —por ejemplo, los qu siren para saiar el bambre— pposeen, sin lugar a dudas, una importancia especialmente gran fe, No obstante, Ie monopolizacién de este tipo de bienes es uno {de los mauchos tipos de monopolizacién. Ademés, nunca existe por Sf misma, Toda monopolizacién «econémica» de cualquier indole fst ditecta 0 indirectamente ligada a otra monopolizacin, s unt ‘monopolizacién del ejrciio det poder fisco y de sus instrumen- toss 7a zo trae, somo on Ie époee fonda, de tna monopolizacién ‘esordenada y descentralizada de las armas por parte de muchas personas, ya se trate, como en tiempos del absolutismo, de unt fmonopotizaciin centalizada del ejerccio del poder fsico pucst? fl servicio de una dnica persona. Lo que ealifcamos de entclaz> Iientos «econémicor» —aquella porcién de los entrelazamsentos ‘gue hoy en dia, y, en general, en Ia estructura de ls primera de Is indusrializacién, muy a menudo se considera una porciés separable de a historia 9 Incuso la dalea Impulsora de ote, “La stiedad de tos individuos (1959) 6 act a ak feta ss mine beens a (ee teeteeak ee ee a es ee ae Psiquico de la direccién de comportamientos humana. Par eS ee tee . Sia eer ee es ee sees ioe cement ees rates _, e 1. La soca de fox indiriduos (1939) ‘A causa del slsjamieno de lor automatics naturales en lo conehsns sn doesn del comportement des pertonas Gains motu convene os teres humenoseonsiuyen un co Sos pareular dentro del coxmos natural, constayen ua cont too Hstricosoclenel gue cada persona entra como pare— Sate‘ poi deterninade. Lo que rosa Wncua os Idd ene dee non Bumpy gl io capo, esublece lv mitgencr dentro de los gus ha do dear: Hae ta daw noe on mero reljo propo de nature, Sino I ndslubleconjncn de aut dese comportaienon fen los ée otros individ, tento vivs como muertos, en ct fo sends, Incas lndvidoos gue todevia mo ata oh Suna, e depender de otos yl qoe over dependan de) Is fancones de ues para con EL a8 propinfenciones par con throu, ast com evn depends minca su debe tnicamente Sos Insts de la persons y nen se dae dnicanete a asus Io qe, seg i perpectva dl bervador, vox x calieado de pencamiztoo presi vets 300 de spe, sno que Se Bake e una conjuncion fansioal do tos dos spect, at tein as tenons epetns ene rents grpos, que em- olan hacia la tansfomacign de la estitura de cade rp yoke Mo ase conunvo humo y hacen de este un cominte ftstdrico presntan un dble pet: desde crigen, siempre Imterieea en eas jersones —en dferenes grader tnt Pues ements «sore po come Inpaos «lg io del supers, None se pour sin la presencia de Petits tan cenena ome pate ser, pr ejemplo, el habe: Dero tampous tedvan gata apesaia de mpulos a go Plozo com por ejemplo lot quo se manifesta en el afin de Frocee ode poset mis no afin de alenzat na seguridad Pepmancnteo ua va toll eevado, de ada pole 9 supe Mipldadsobe ove, La monopoliacin de blencs 9 alte que {ven pve sacar cos muy ttafommads rogsriniats in Fulsivn xs formas sclimada del desea —en poss paths, fare sacar el humbre yoy ds supery—, junio fs mono: Polizsn de aqurll que sive para scar ol imple hambre, e+ {Eno mis importante par Ia nea de as tesiones soils cu ta mayor ea efrenicin Ge let fancies soils y, con ella 1. Le sociedad de los individuos (1938) 6 lestindar de vida normal de une sociedad por enclum dela mera eee ee STierenmane momma ee pero ena Sachem pi er Stee hee coin me | ee Eo Site ey cmc vs Se fe wn entreazamiento deterinedo se tranfortc ea on eeaide “ 1. La eso d ot dvds 1959) ba tua det iro; a prs do ote etapa, advert de Taguines yen no a reciente produced de tao ¥ Teh mej lel devs de apes dela poblacign cada vee mls Snplins Podemos apres sutomatino ls traaor Siena ln mance qc, en Occlente a resents dion fansonal condoe a que Tosartesano bres se pongan alos terrtenenes gues, en I nero en qu Ip, con lao Se ts silos, un len dnplazanioto del ogi de foras Shee guts pols de Tos principales fe do tensions San, pe tere, pupes nobles» grupos burg, y, leg, grupos pote Grey e capital y rupee no pnedores de capil —pobs de of de ens gu, adn aren planed a edo er peconas paral. Estas Ture corlivat gue blgan atch im avanzar en determinada direccién son las tes de aus alo lrg del eanscers de I tora de Osi Gent, ls cualdad consti del comportamiento humano yl corlunts de laanodressGnpeguea de ser humano yan eve Teslomdo hacia una cvlizeién, En musro propio tempo Fo- dlipos ver en scdn ete free coercive en Ia rigurosided on gus is tensioner del entlnamento de persons qu dsem tecan en la bre compstencla emplan au estecamento del tireulo de comptes y,fnsiments, a formacn de monopo- Tes cooalade. Ast ptr de fran concvas de Tos en trelsamienton, ee han preducdo y se preducen tanto las époes this puts de hstoria como ln poss de guerra 9 revel Gin, tent ls épocts de forecnieno como na de detadenca fant la expes del arte ms levado oma las de os mes Int tedors, Todos esto cambios tenen su eigen po en la nator lea de personas indie, sno el esructra de In con tencia de muchts persone, La kr e siempre la historia d= hn seceded poo sn de, de ana sociedad e ndvuc. Soa per Geeta vin de onjntos hus ompensile ‘hecho de que tansformaconts de ete tipo ~plémscse en el proso de cette divin del tabao © ene de ilaién— {2 deol durante igor, To lrgo de muchesgeneraions, Siempre en una deen y dento de un orden my determina ds, nin que el modo ea que efeivamente se dsarolan haya S580 pluneado y drencadoado por peronessngulaes. slo © 1 ba sociedad de os individuos (1959) 6 | x pactir de esta vista Je sunjumto puede comprenderse en sitimo | término emo es posible tal transformacién de los seres hum | nos sin le accidn de un motor transformador exterior a Gxtos, Ac- tualmente nuestro modo de pensar esté tedavia bastante vinct Ido a concepciones causales, as cuales no besten pare explicar Ja cuestin aqut tratada: estamos extremadamente inlinados & ‘explicar toda transformsclén operada en una configurecin dete Iainada a partir de una causa transformadora exterior a tel con “figuracin. EL misterio de los cambios especfcamente histrico- sociales solo deja de ser tal cuando se est en condiciones de com- | render gue no es necesario atribuilos ni a transformaciones de | Wenatureleza exterior al sex humano, nia tansformaciones de un “acspiritu» interior de las personas © de los pucblos. Ninguno de ‘os testimonios que poseemos apunta a que, durante los sglos de | vance civilizador de Occidente, se hayan producido transforma: | eiones de la misma envergsdura en la esfera natural, por ejemplo “en el clima 0 en la natursleza orginice de los propios sexes hu- [manos. El «medio ambiente» que ha cambiedo —por utlzar ‘eats expresin tantas veces mal empleada— es nicamente el me- © dio ambiente que los seres humanos formabin y forman unos para ltrs. Durante todos esos silos el cielo ha sido siempre préctica- ‘mente igual, Jo mismo que la naturslezs orpénica del ser humana “y ue la estructura geoldgica de la tierra. Lo que ha eambiado | én una direseién determinada ha sido tnicamente Ia forma do Ia nvivencia humana, la estructura de ls grupos humanos de Oc- “idente,y, con ell la conformacién y la forma de las funciones Priquicas del ser humano particular. Quiza daria pie a malas “Interpretaciones decir que este continuo de la sociedad humana “8 un perpetwum mobile, Clertamente, este continuo ha estado esti en constant relacin con fuerzas fisicas en todas partes | del universo. Desde un punto de vista fisico, la sociedad s6lo "representa una parte de ese més amplio y podereso cosmos nati ‘tl que, en cuanto todo, es de hecho un perpetuum mobile. Pero, fomo la corriente de un golfo en el mar, el continuo de seres “Tumanos interdependientes, aunque inmerso dentro de ese cos- "Bos més amplio y poderoso, posee un movimiento, una regula: 0 1, Ls sociedad de oe indviduos (1939) ampli y poderosos que Ia voluntad y los proyecto de un ser fine fatal ae cnet oon 6 ero side moment hemos edquido una visidn mis clara de aquelosaspcoe de Ta vida sore qse desicen con mayor nit aE cuando se esha ana cade sobre ampli amos de fa co- ‘cate hic, esto waver horas agela ote perpectiva {oe © obiene derde cf mimo ntror de esta eorene, Sepa fade den otra, cada una de estan persperivn presenta ules pelos eapecticos, Cada une de elu, tanto la vsn desde 0 Ulta somo la visida del nadador dee dentro de Ia coments, Tusa slo un eopecto determina del conunto. Coda‘. do tls hace qos se Senda a pone el scent en un aspect paca Sélo de unt conunsgn de abs perspectives result una imagen ss equlrada, ' verdd, slo con un cierto dtancianint, slo con una povergucin de los desosinmediatony de Tos pariismos perso alesse devcubre ane linvestigador el orden del cambio hist foo paral fatidad con ue el enrlazamieno de ers hmanot dadss nes tensones d= lta intensdad, seve inal Sado hacia ana mayor y mis empl itegracigno hacia tne rela- five desntzracion, hacia una victova de las fuerza centres. YY, sin dua, la pespetiva que se obtene mediante un distancie rent consents no piers nada des valor cuando se echa une Ineva oad, esta yer con ls ojos do aque que ene que tomar Ascsions ag yall, mero en la propia corns hse S6lo ln pepe mds compreteriva ya largo plaza presta Slot sept lw decones las protege fos fnpuloos inmediatos. Pero smulténeamente, esa pempeciva penordmice nesta ser equliradsy complemeatada or aquello que puede feconseiejory con mayor feed drectmente on el star imo, Si en cusigier vin lobalzadora se pone de manifesto, fobre todo, ln rigroidad con que a corn hstrica se pre Sint en una dieesion deteminads, el actuanto fmero en omens advise con mayor prose cugn diversos son mich 4 |. La sociedad de ts individuor (1939) o Soe ie tee Seer ope eerie ae ad aren serge mente ee sarees era em ae ermtnmnes oer ieee oe pence a a er amen en Seon Stora uk me oor be Sa Yi id stom hr ‘ero, sino de coeciones que Aesarolado medion props para expresar ext émbitoreqdo por Somer crenem nie Srp eae ae Ae ia historia quinds el observador en um primer momento tales hie coe eet fener er Ta gran linea de los movimientos y cambios histéricos, quien actéa See ee aes an sec cme ah e 1. La sociedad de fos individuos (1955) Pignsese, por ejemplo, en el efecto del mecanismo de compe- tencia: cuando pereonis © grupos que rivalizan libremente se en ‘entran sumidos en una Tucha eneonada, toda vez que el movi fniento. puede inverse, por ejemplo mediante alianzas de los més débiles, estas personas o grupes rivals propician, quiranlo no, un empequetiecimlento del erculo de competidores ¥, pos feriormente, la formacién de un monopolio. Hasta aqui, las accio- ‘nes de los competdores no ron, de hecho, mis que engranajes de ‘an auomatismo social, Pero, {eudl de los rivales vence, euél de tllos puede hacer suyas las oportunidades de otro y ejcutar ash fas Leyes del mecanismo de competencia? En suma: el resultado final, que para todos los participants es personalmente lo més important, no esté determinado por la estructura global del grspo implicado en la misma medida en que lo esté este mecanismo so- tial en sf mismo, El resultado final de la eompetencia puede de- pendet en gran medida de Ia energia e intligencia de persenes particulates o del equipo humano de los grupos rvales. Y lo mismo Jelo.pora muchas tar tensiones con ey resolueiin se abren amino 0 ae coneluyen cambios estructurales de grupos humaxos. {Es linea por la que mucven tensiones de un tipo determinado, la ditecegn en que Estas se extienden sobre es linea y la extruct ra general hacia la que tienden estin claramente delimitadas, tanto si la direccién apunta hacia una «decadencie», hecia uns ddescomposicin de las estructras existentes, como si apunta bi fia una integracién més fuerte con otros cjes de tensin. Per on toda certeza, Ja forma, los caminos y el ritmo en que se dese ‘rollan esos conictos y tansformsciones no estin predetermine dos con la misma rigidez con que lo estin Ia gran linea por le {que se mueve un continuo social y Ia direcién en que sus ejes de tensisn fo empujan hacia su propis superacién, “Todo tejido humano grande y diferenciado es, de hecho, ambes cosas: muy rigido y, al mismo tiempo, muy elistico, Dentro de GL siempre se estén abriendo alos seres humanos paticlsres nue Yor margenes pare la determinscién individual. Se les oftecen ‘portunidades que pueden aprovechar © desperdiciar. Se les pre ‘Sentan encrucijadas en las que tenen que eegir, y de su elecciGn pueden depende, sojin la posiciGn social de cada uno, su destino personel inmedisto 0 tal vez el de toda su familia y, en algunos I Ta sociedad de los individuos (1935) e ‘casos, incluso el destino inmediato de naciones enteras 0 de de terminades capas funcionles de éstas. De esa devsign puede de fender el que un eje do tensin sen superado en esta generaciGn ‘On una genecacién venidera. De ella puede depender qué perso- fas o grupos en pugna dentro ds un determinado sstoma en ten in s© conviertn en ls ejecutores dela transformacign ala que fmpujaba esa tensidn, y donde descansarin lot oentros de las fnuevss formas ce integracion a las que, debido a sus tersones, fapuntaban las antiguss, Pero las posibilidades entre les que una persona ha de realizar tal eleccién no las ha planteado la persona, misma. Esas posibilidades estin dadas y limitadas por la estruct- ta especfica de la sociedad a la que pertenece lz persona y POF fl caricter de ls funciones que la persona posce dentro de esa Ie persona pase a entrecjerse con las acciones de otos, desatando tlteriores cadenss de acciones, cuya direccién y efectos momen- ténece ya no dependen de la persona, sino del eparto de poderes y de la estructura de tensiones del conjunto de este tejido huma- fe movil Ningin ser humano particular, por muy poderoso que sea, por muy grande que sear fuerza de voluntad y aguda su inteligenca, 5 capaz de romper las leyes propias dl tejido humano del que procede y en el que acsée. Ninguna personalidad, por muy fuerte {ue a, puede, como por ejemplo el emperador germano de una fran reign feudal de economia puramente natural, controlar inde- Finidamente las tendencias centrifugns que corresponden a fexersiin de us tertorioe; no puode transformar de modo ins: fantnco la seceded en una sociedad absolutista © en una socie- dad industil: no puede con un simple acto de voluntad levar 8 efecto la ampli distribu del trabajo, Ia constitucion de un tjércto, Ia monetsrzaciény la radical transformaciGn del sistema de propiedades necesrias para el establecimiento de wna institu. én central duradera. Estd y esatd siempre sujeto a ls Iyes de las tensiones ene servos y sores feudales, entre seiores feuda- Tes competidores y senores de poder cenirl. Es posible encontrar Drocesosinevitables muy semejantes a éste —si se buscan extruc- turas anélogas @ I historia contempordnea— en el deserrllo de los Estados Unidos de América, También agut estamos ante una 0 1. La sociedad de los individuos (1958) ‘unidad de gobierno especiaimenteextensa. También aqut se obser- van, por una pert, unas tendencies lentamente creciontes cia el cantcalismo, y, por otra, unas fuerzas especialmente inensas opuce tas a un centalismo més sido, Como antes en el enorme trite rio del Imperio alemén medieval, tambien en el de Estados Uni- dos —a pesar dela mucho mayor divsign funcional— [as tenslo- ‘es entre ls intereses centrifugos y los centripetor han sido ex- ttaordinatiamente grandes a lo largo d= su histori, y siguen signdolo. La continua pugna entre los Estados particulars la ‘AdiinistrsciGn Central dela federacién la laren y victorices lucha de los numerosos bences y de los monapolios privados contra el ‘stablecimiento de un banco federal central, el ooupamiento tem poral de les posicones centales por los propios inereses cen ‘nifugos, Ia lucha entre plata y oro, junto elas ianumerales er- sis relacionadas con estas tensiones, todo esto es bastante cono- ido. da sido una especial incapacidad lo que ha impedido du ante tanto tiempo que los estadistas norteamericancs ereen en ‘su pals insituciones centrles controladas por la opinign pablice tan fuerte y esables como las qe existen en Europa? Cuslquiera que se encuentre dentro de tales entrelszamientes, cualquiera que haya estudiado detalladamente le historia de Estados Unidos lo sabe mejor que nadie. Todos quienes han sido elevados por 1os diversos mesanismos de selecidn a posisiones cantrales en Esta- dos Unidos se han visio irremisiblemente envuelios en tensiones de un tipo y de una intensidad que los estadstas europede —de scverdo con Ia més antigua integracin y Ia relativa pequetee de los teritorios de dominio europeos— ya no tienen que superar, si bien oe sito quo fa intnsidad do Ia teiones ifernas del tut torio de dominio de Estados Unidos ha estado y esté compenseda por Is intensided de las tensiones de los diferentes territories de dominio europeos. Tanto si se teta, como en la épcca de Jefe: son y Hamilton, de grandes personalidades que representaban los distints polos de este ej de tensiGn, como si se tate de persons- jes de menor tala, siempre ha sido la particular intensidad de fst tensionesintemnas de su sociedad Jo que ha dictado a oe cstadiniss norteamericanos la ley de su actuaciGn. Y a esto, a la pertcular intensidad de los intereses contefugos, y no a uns pecu- liar incapacidad de los estadstas norteamericanos, se dabe el que 1 La sociedad de los indivis (1939) n + alls intereses centripetos hayan tardado més que en Furcpa en ‘psa sobre el desarrollo dela dvisién funcional, Ninguna persc- | alidad, por grande que fuese, era capaz de romper Ia ley propia e ese tmplio tejido humano. Dentro do dl el estadiste particular s6lo pose, segin su tall, un mayor o menor margen de aci6n Pero si tambin en ese caso, como en todos, se abrian ¥ abren smérgenes de accion para la decisién individual dentro del tjido Social, no existe una formula general valida para todas las etapas e la historia y todos los tpos de sociedad que indique las dimen Hones de os limites de decision individval. Carecterietico de la posicién del individuo dentro de sa sociedad es precisamente esto, ‘el que también el tipo y la dimensin del margen de decsign que | se abre ante el individuo dependen de la estructura y la coyuntura | Bistrica det grupo humano en el que ése vive y sctia, Ningin “tipo de sociedad carese por completo de este margen individual " Incluso la funcin social del esclavo establece unos limites para “Ins deciioncs particulares, por esiechos que éstos scan, Y en el | caso opuesto: la posiilidad que tienen un rey o un general para | Getcrminar, debido a sus cualidades personales, su propio destino | y.el destino de otras persons, es, en cirunstancias normales, “Incomparablemente, mayor que la que poscen los indviduos de " menor tla socal de st sociedad, El aleance de las decisiones que ecmpeten a ines directrices adquiere, en de- " terminadas dimensiones enormes, Yoon ee | as decisiones cabo alterar considerablemente, segin el talento | personal de Ia persona pare esta funcién y segin su talla, la forme "5 la extensién del margen de decisién individual, EL margen de | decislin de qulenes cletsen funciones drecriees no slo emis Aamplio, sino también més eldstico; pero nunca es ilmitado. Tam: Bign en el ejericio de tales funciones directrices, como en el de as de ua vulgar esclayo el alcance do las decisones y las dimen jones del margen de decision estin deterainados por el carécter e la integracidn debido ala cual estas funciones, junto con otras, ‘0 produjeron y estan siempre reproduciéndose cada corto perfodo de tiempo, El ser humano individual siempre esté atado de um ‘modo muy determinado por su interdependencia con otros. Pero sl margin de decisén individual difre de una socieded a otra 4, dentro de una misma sociedad, de una époce a otra y de una n 1. La sociedad de los indviduos (1953) 4 otra, Enel fondo, lo que lamamos «poder» no fs més a én, algo més rigide y monos diferencia, Gel especial aleence del margen de decision propio do determine: 4s posciones sociales, una expresién d= una posibilidad parti- tularmente grande de fnilluir sobre Te autodircccién de otras per- fonas y de partcipar en la determinacién de su destino Si. digamos, la fuerza social de personas 0 grupos del mismo espacio social es extraordineriamente devigval, si eapas sociales ‘muy débiles, por tanto d= menor rang, y sin apenas posiilidades de clevarse socialmente, conviven con otras que monopclizan y ‘isponen de oportunidades incomparablemente meyores de creer presionts sociales, l margen de decisin individual de las perso nas de los grupos socllmente més débiles seré mucho menor; Genie las potsonae de este capas eocialmente més débiles no podrin acuiarse talentes extraordinari, grandes personalidades fucrtementeindividvalizadas, 0, en todo cas, slo podrén hacerlo fen un sentida que, contemplado dasde la perspectiva de la e= fructura socal existent, serd neceseriamente censiderado «as0- ciale, Aa por ejemplo, muchas vees, para personas pertencien tes @ cates campasinas sosialmente mis débiles y que viven al horde del hembre, Ia nica salida y, al mismo tempo, el ginico modo de ascender residen en el abondono de sus tierras y en ‘converte en whandoleross; la posicién mis clevada 2 a que se puede acceder aqui, a de jefe de la banda o «capitin de ban- didoss, ofrece a nica posibilidad de desarroller una iniciativa personal de dimensiones algo més amplias. En el marco de su Vida social normal, Ta persona perteneciente a esas clases cam pesinas pobres y hambrientas slo le queda un margen muy pe- ‘Guefo en el que deserrllar una iniciativa personal. Y, con toda terteza, dada una desgualdad tan radical en la distribucién de Tos instrumentos de poder social, le situacién social y el destino de una de estas capas campesinas no podrén ser transformados ‘inicamente por la especial grandezay energfa de uno de sus miem- bros, puesto al frente del grupo. 1a situacién es distinta si, dentro de una comunidad de per sonas, los principles polos de los ejes de tensén estin constitu os por grupos poseedores de herramientas de poder menos dest fuales inclito aproximadamente iguaes. En este caso muy bien I, La sociedad de los indviduos (1955) * puede depender de la frmeza y de la tala de unos euantos el (ee, cn un momento propicio, el equilibrio se desplae hacia uno otro lado. En un entrelazamiento asf configured, el mergen de Gecisiin de quienes ejercen funciones directrices es, bajo ciertas lrcunstacias, enorme, Pero, sea mayor o menor el margen de Gecisin de la persona, sea como sea que ésta decda, al hacerlo fe estd vinculendo con unos y slsjando o enemistando con otros. La porsona esié —en grande como en pequefio— eujeta al reper de poder, a Ia estructura de las dependencias y tensiones internas de su grupo. Los posibles caminos entre los que decide extin ya trazados por In estructura del radio de cccién y los entslaza- “ mmientos de la persona. Y, segin cuil sea la decision que tome 1 individuo, el propio peso de estos entrelezamientos aetuard a Tavor o en contra de él, Hoy en dia es frecuente Ia discusiGn sobre i la historia la realizan las grandes personalidades o si todos ls seres humanos fon roomplazables y Ia individualided careee de importancia para desarrollo dela historia. Pero discutir sobre estos dos polos 20 8 mucho més que discutir en el air. Falta en gran medida ef finico elemento que permite poner punto nal a tea polémica en toro al ser humano y sus procesos: el contacto constante com It experiencia, Para una cucstiin de esta indole no existe una res- Dpussta que sea un simple caf» o wn simple «nos, También los facies de aquellas personas a quienes estamos acostumbeados a fonsiderar los grandes personajes de Ia historia tenian lugar den- fro de un medio, safan de un medio y se dirgfan a ese mismo ‘medio, formado éste por as personas y sus products, sus hechos, sus ideas y su idioms. El tipo espectico de su convivencia, ‘eon ottas personas proporcionsbs, ¥ proporciona, a la accin de tales personsies, como a la de fodos los seres humans, unos Iimi- tes determinados y un margen de actuacia, El efecto de una per sona scbre otras persons, su impertanca para ctras, puede set particularmente grande —pero les leyes propias del fo en el que esa persons ects son y serén siempre mucho més poderosie que él. La creencia en un poder ilimitado de. per- fonas particulars a To largo del transcurso de la historia slo es ‘un ilusién. 'No menos ajena a Ia realidad es la ceencia opuesta, la idea ” 1. La sociedad de los individuos (1959) de que todas las personss poseen Ie misma importancia para el desarrollo de Ia Métorie, quo los individvos son rcomplazablos y {que la persona no es més que el vehiculo pasivo de una maqui- naria social. La observacin mas superficie permite advertir que {ndividuos dietintos poseen distinteimportencie pata el desarrollo do fos fendmenos histricos, que, en determinedas situaciones 4 desde determinadas posciones sociales, el eatdcter individual y {a decisién personal pueden ejereer una notable inluencia sobre el — centre los acres humanos. Pero esta diferenciacién heredada bio- Tgleamente no es igual a esa diferenciaciGn, en la forma y la estructura, de Ia autodireccién psfquica de los adultos que express: tot mediante el término «individualidads. Un ser humeno cf do fuera de una soctedal de seres humanos adgulere esa lndividus- Tidad, digdmoslo una vez més, en la misma escasa medida en que Ja adguiere un animal, Slo mediante un largo y arduo cinceledo malcables funciones psiquicas, realizado en ol tato con otras personas, adguiere le direccién de los comportamientos de tan ser humano aquells cuslidad constitutive Gnica que earacte riza a. una individualiéad humana especiica. Slo mediante un smodelado socal se forman en l,en el marco de determinados ca racteres tipicos de le sociedad, también aquellos caracteres y modos de comportamiento que fo diferencian de todas las otras enone det sociedad La ida noe nicamente ucla 1 lo tpifcador, sino también lo individualizador. El distinto Peein tusuetsciene racale seeae eae a diferentes grupos y capas sociales es una muesta clara de esto, CCuanto més diferenciada es la estructura funcional de un grupo © de una capa de este grupo, més marcado ser elcontraste entre eualidedes psiquicas consttutivas de las personas partculeres eriadas en ese grupo 0 capa. Pero, por mucho que pueda variar al grado de individualizacin, entre lat personas que crecen y viven dentro de une sociedad ao existe un grado cero de indi- vidualizacién, En mayer 0 menor medida, todos los seres hi ‘manos de todos Tos grupos que conocemos son indviduale, esto 5, dstntos unos de otro en Ia eulidad constitutivay en la orien- ‘cin dela dresei6n de su comportamiento,y, al mismo tiempo, todos son especificos de su sociedad, es decir, son moldeados y estin etados por funciones de un determinado con‘exto funcional, por un detcrminado tipo de convivencia con ofres, que al mismo tiempo moldea y vincule a esos otros. Aquello que sucle sepa. arse mentalmente como i fueren doe sustanci apos distintas del ser human, «individualidad» y cionamiento secial», no son en realidad més que dos distintas fun- ciones de los sores humanos en sus relaciones mutuas, funciones ‘que no pueden exist la una sn Ia otra: som expresiones para 1. La sociedad de los indviduos (1959) a ignar el actuar espectico de la persone individual en su rela. ffm con sus congéneres, y su maleabildad, su catdcter susceptible Ge ser inluenciado por el actuar de otros, para designer Ia depen: “dencia de otros respecto a €l y le dependencia de él rexpecto & Sotros, son expresiones para designar su funcién de culo y su funcion de moneda. z Silos seres humanos no fueran, en lo que se relire a la diree- tin de su comportamiento, por naturalezs mucho més fxibles y ‘maleables que les animales, su reunién no daria forma a wn con: invo sccal autdnomo, a-una sociedad, ni poseerfan cada uno de cellos una indivduslided, Los grupos de animales no poseen més Astoria que una historia natural; y los animales particulares “pertenesentes a uno de esos grupos no se diferencian unos de ‘tres, en cuanto a la dizeecién de su comportamiento, en la mis- ‘ma medida en que se diferencian los seres humanos,'n0 son tan individvalizables como los seres humans. [Ahora bien, puesto que los seres humenos partculares son en “tal grado susceptibles de ser coordinados a y por ott, y puesto ue, ademés, precisan de ese modelado social, el teido fermado Por sus relaciones, su sociedad, no puedo ser comprendido tnice Imente » partir de eres bumanos individvaes, como si eada uno e ellos constituyera un cosmos por sf mismo. A la inversa, el individvo s6lo puede ser comprendido a parti y dentro de’ su fonvivencia con otros. La estructura y Ja cuaidad consitutiva de Ia direccién del comportamionto de un individuo dependen de Tn estructura de las relaciones entre individuos, Todas las malas interpretaciones en torno a la relacion entre individuo y eeciedad ‘adican en que la sociedtd, en qus las relaciones entre las perso- has poseen cieriamente una estructura y unas regulaidades de | Indole propia, que no pueden ser comprendidas a partir de los Individios pariulares, pero no poseen un cuerpo, una siustane Gia» extrior a Tos individuos. Estas ideas pueden resultarffcles 0 diffeiles de comprender, "pero los hechos a los que aluden son bastante eenills: el set 2 1. La sociedad de los indviduos (1833) hhumano particular sSlo es capaz de decir eyo» porque y si es al mismo tiempo eapaz de decie y cella», como «nosotros», «vO50: ellos» y «ella, son interdependientes. Ninguna de ellas Tas ots, ¥'la «funcién-norotros» inclaye dentro de todas las dems. Comparado con lo que éta designa, sf misma tedo «yor, incluso todo lo que pueda ser llamado evosotros», ‘cllos» 0 celles, es aélo una parte. 'Y esa inexorable inclusiGn de todo «yo» dentro de wn enoso- tros» hace que, finalmente, pueda también comprenderse por qué ‘en el encadcnamiento de ls aclanes, los planes y Ios fines de mu- thos «yes surge una y otra vez algo que, tal como es y ser, no ‘ha sido planeado, perseguido ni realizado por ninguna persone individual. Como’ es sabido, fue Hegel el primero en dar uns intexpreiaclgn histGricoflossiica de esta imagen de In vida social sociedad de los indivduos (1959) & cexplisé como un eardid de Ia razén», Pero no ee treta de un grdid ni de un producto de la raxén, En comparacén con la multi- ficdad de los objtivos y deseosindividuales en el conjunto de f tejido humano y, tanto més, en comparacién con el continuade lzzamiento de acciones y objetivos individuales a to largo muchas genercionos, la viein a Targo plezo y los planes del ‘humano individual son siempre extremadamente limitados. El sjimiento yla reciprocidad de las acciones, fines y proyectos ‘muchas personas no son algo premeditado ni algo planesd: son, en dliino término, algo suscepible de set proyectado ‘de Ia razin» —sta es una expresiGn urdida @ tents, so- io despierto, para significar que las leyes propias de To que ‘erconas pueden llamar «noretroe» eon més poderoeae que los es ¥ I fjacén de objetivo de cualquier yo individual. El irclazamiento de las necesidades y deseos de muchos somete = tno de estes muchos a su decurso inexorable, qe ninguno fe ellos a proyectado. Los hechos y las obras de las personas, tedos en el tejido social, adoptan una y otra vez un expecta ‘no habia sido pensado de antemano. Asi, los seres humanos fnfrentan una y otra vez ante el resultado do sus propias ac- ‘como fo estaba el aprendiz de brojo ante los espeitus que ey006 y que, una vez conjurados, eseaparon a su control: conte con asombro los gros y desarrollos dela comientehistrica Te que ellos nismos forman parte, sin poder controlarla. Esto es vido también para las formas de relaciém més sen- ‘que las interpesonales. Asi, por ejemplo, si dos personas dis- ‘aspiran a una y la misma peropactive social, ya co tate do n mismo trozo de terreno, de una misma metcancia, de un no mercado 9 de una misma posiién social, este hecho con- ‘algo que ninguno de los dos habia premeditado estado: una relacidn de competencia de regularidades especticas fegin el caso, un descenso 0 un aumento de los precios. De la manera, el entrelazamiento de meros deseos y planes de chos individvos hace que se pongan en marche mecenismos de Monopolizacién en distintas exferas. Asi, por ejemplo, dl desor- | enado monopotio del pode, dela libre eompetencia de toda una de sefores feudales, surgié lentamente, en el transcurso de figlos, un menopolio central del ejericio del poder, primero & 1. La scciedad de Jos indvduos (1958) privado y hereditario, Gnalmente controlable por ampli efrew fos, coma centro de tn aparato estatal. Lo mismo puede decirse te a eretente divisiGn de las funciones. Una mirada retrospeciva permite apreciar que, con toda eerteza, tampoco esta divisién de Tas funciones, verifcada a lo largo de es sglos en una continu ttansformacién de Tas relaiones humanas ea una direccién deter- fminada, fue premeditada o planeada por una persona singular fi por an conjunto de personas. Probablemente todos ls instru- ‘mentos ¢ insttuiones sociales particulaes que a lo largo de tal proceso, sin ser proyectados, fueron adquiriendo paulatinamente Contomes mis definides —asentamientos urbanos, méquinas, et ‘cetera empezaron desde un momento determinado a ser inclu dos en la fjacién de cbjetivos y planes de las personas pa laves. ¥. fectivamente, durante el transcurso de la historia occ ental la porcign planifcable de las sosiedudes se hace cada ver ‘mayor. Sin embargo, peso a ser asf ineluidos en Tos objetivos = orto plazo de mumeroeas personas singulares y grupos, todos fstos insrumentos e insitelones sociales, considerados con le [perpectva de largos perfodos de tempo siempre han avanzado en tina direceién que ninguna persona ni grupo alguno ée personss ha {eseado premeditad realmente. Del mismo modo, alo largo det transcurso dela historia so ha ceminado y se eamina, con muchos ‘vances y retroceos, hacia una progresiva transformacién del com: pporiamiento humano dirgida hacia una mayor civilizaién. Tam- bign en este andar cada uno de Tos pasos ha estado determinado [por personas y grupos de personas; mas, sin duda, lo que ha sur Eldolhasta hoy de este wines, nuetro modelo do condusta y aves fra estructura animiea, no han sido premeditados o plancados por personas singolares, Y_ est se mueve la sociedad humana en si onjunto, asf tenia y tene lugar todo el devenir hstérico de la Inumanidad: NNacido de planes, pero no planeado Movido por fines, pero sin un fin, roblemas de la autoconciencia de la concepcidn del ser humano 1940-1950) .)_Deseos y temores en ta imagen los seres humanos tienen de si mismos no individuos y como sociedad * 41, Toda persons que escuchs 1a palabra «sociedad sabe @ qué se cat aludiendo con clla 0, al mene, ree saberlo, Una ge- cidn transmite esta palabra a otra como se entrega una mone- de valor conocido, euy0 contenido ya no hace falta examinar. Cuando una persona dice «sociedad» y otra lo escucha, ambas ‘entienden sin més. Pero, nos entendemos realmente? La «sociedad, como es sebigo, somos todos nosotros, es le mién de muchas persona. Pero Ta reuriém de muchas personas ‘ola India 0 en China un tipo de sociedad muy distinto a que forms en América o en Ingsterra; Ie sociedad que muchas ‘personas singulees formaben en Europa en el siglo xu era ditin- fla det siglo Wt 0a Ja del siglo Xx Y, st bien es indudable todas esas socedades esteban y estén compuestas Gnicamente er muchos individuos particulare, es también evidente que e=2 io de una forma de convivencia a cera no fue plancado por 0 de eros individuos. Al menos, mo se tiene constancia de persona alguna del siglo x11 0 del siglo xv1 haya trabsjado enacinte ¢ intencionademente en la formacién de las sociedades de nuestros dias que tienen Ia forma de Estados nscionales emi- emente urbanos ¥ muy industrializadcs, ZQué tipo de forma- que formamor todos nosotros pero que ‘iquiers todos novaros juntos, hemos que- do y planificado tal como es hoy, que sso exste porque existen has personas y que s6lo permanece porque MUMETOESS PESO; * Aigunos patie del sgviete tet, sobre to al into de fox par. vA consent rear is I nr pt Ge {88 TL, Problemas de In sutoconclncia del ser humano (19401950) as quieren y hacen alg, esta ssoredady ora estructura, cons [panded tmiformacioneshitren, ex evidente que no dependen fin volntad de un conjnto de personas? ise observa las respucras qu auelen dare hoy @ estas y céraspregants preldas, te observan, heblando vulgarment, dos fpontura efrentade. Una parte de ls gente se aproxia alas fr- Traconeshistricosocials como si tas hubiern sido bosque fe, proyctades yereadas por una serie de inividus o deen fades, tl como en efecto aparecen ante una mirada revospctva. Reprseianes priculaer de ela ostura pucden, ex el fondo, Evertr gue su tipo de respuesta no es sufiente samo quira ue adaptny austen ss ides para acomodaras los hechos, el fhodelo tical que aquéls extn lgndos cy suid siendo el A la erect planifcadny racional de una obra, como un edi- fio o una maquina, eliza por inivduos.Cucndoflenen ante st dsterminadasinsttlones scale, palaments, plc, die {opus oso lo qe ea, scan explcar Eas reurien- {0 a les perecnalidades que eonbicrn oxginalment I idea de ines instclons, o que fueron las primeras en eval Ta pric: tien, Cuando tenon que vcls congeners iterarios busca. el hhombre que dio el eemplo a los ros. Cuando s topan con for Imacionc sociales dif de explcar do esta mencra, como el Tenguaje o el Esiado,proceden al menos como sl ests formaco- nes pudieran explicarae del mismo modo que aquells otra cer das por pesones premediadementey con una fnalided determi tata, Pueden, por emplo, pensar que an expiado sufient- iment a existnci dl lenguaje en los eres bumanoe mediante I ‘omprcbacin de que el fn del lengua es el entendimieno en- tre las personas, ola exsencia dl Estado mediate la explca thin de que el fin de los Estados ex ef manteimiento del orden, fomo sien el traacuro de la historia dela bumasided el eo- une ola crgniacén de persones en un Fstado fublean sido Cretdos,dcbido a sefleionesraionales, para el cumplimiento de fon fi. dterminadon, ¥ bastnto « menudo, cuando enccr- tran fenimenos scale que evidentemente n0 pueden see expr edos mediante ete model, como, pa ejemplo, fe wenformacén ele estos arsticos oe procera de a civilzacié, simplemen te deen de pensar en ells. No siuen preguntando, “Ay Dewos y temores en In imagen de Tos seres humanos 69 ‘Los representantes de Ia posturaantagénica swslen dspreiar este mado de aproximacign a ls formacioneshistricasy socaes Para ctor el individuo no desempeta prétcamente papel sg to. Cano modelo tesrco les siven, en primer gar, determina- dss formas de observacdn y do explcacin recogida de Tas ciew tias de la naturlezn pura 0 eplcadas. Pero aqui como oourre tan a menudo cuando se viertin modelos de pensamiento de un “camo a oto, esos modelos propies de as ciencias dela naure- ‘ezastelen presenta un carter meafsico que, sepia le pele. fencles y las neceidades de cada lnvesgadcr,edgulere un rest bo bien reliidnracional bien a erencia mises, En general, se disinguen dor conients principales dento de esta post ‘Comin a sias ese intento por expliar las formacionesy pro- _cesorhistricososals como resultado inexorable de le sccm de fuerza andnimss y supraindviduales que cecapen préctcemente por completo de les manos humanas. Peo los representantes de “ina de estas corinter subrayan el eiero retorno de To gual 8 5 sciedas, mientras quo los de In ota ponen el acento en la fereowable tansformocin, en una diecign deteminade, delat ‘ociedades —o de In tciedad humana on gener os primeros conciben generlmento los process sociales como cicls incvtabes que se epiten do forma mis 0 menos ato mia, Sus modclos trices proceden, por lo general, dele bio. “ogi. Consideran Ie seiedad mis o menos como una enidad oF nica soprandividal que inevitablementeatreviea une javen oda ade yuna vee, pra ego moi ay conmoogs Aecines do Spengler y Toynbse ton sjemplos de extn soncepcion “Gila Pero tambign han hallado mucho eco slganes formas mo: Aifcadas de esa concepisa extacionara de la eatidad social st Drsinividual; revestidas de les més diversos ropajes y matic, ‘Stas 20 se eneuentan tnicamente en, digamos, libros expecil. “tates, sino también en ct pensaiento popule. Revusrdee tan “sélo aqella habitual miners de hablar que —sin que uno soa sempre consented ello— despiert i idea de que ciertos gr os scales esti postidos por un expire supaindvigeal comin © Que, ao largo de los sigls, se manifesta una y ora ver de idén- “fica anera —los antigus grezos, por el eespiitu» de Grecia; dos franceses, por el cespiitiy de Fratsi. © pilose en la any 90 I, Problemas de ts autoconcencia del ser humano (19401850) tes my dfundid creecia de que el loner de age y de {Gives eons ol ero aero Sepa gs ean exe Sven rn tal Ge br ose fe cao amo Set hombre no pod eer infuenl lgna nt medians pr ftnducign enol conocinint dens casas al moan la x fncrnentnas posblidades de excazamieno. Tee reprecetantes de tt orient pica de ets pot tura pre tainde laden de un one sol goede tars de manra stein nevi, Pero os ion co Gus eat curso lnevinbl de oe asntecnietos real on una Ecco. Ingen smo rept dente de un devs (etameie diigo y sialon. Ven aie elon una epee de nd traneportora por a ue eada producto ve die auton tcamente heen u detn, oa etpece de calle Je dieridn fae por le gue tio mundo es cbleda ¢aessar sare xia tune dec, aceon como potde vere sabe todo eo Hegel, ee modo de pensar ce pasos en ine expcie de pateino hse: Sn expe univer Dios mismo, encarta no en un nie: {exc como en Spinozs, sine mle Benen un enveso mi hiss, ysve par dr explains orden, peidsad la perincaia do xe vnvern ‘ice maestan un vivo nts por tjar de i conatlign celeste de ls metafsic y convert In vin del procera socal eenmioed tnoitablenants en una anecelin en slg pos iments comprobsble. Conte y Mars, cada uno a 3 taner, son ‘psa tempranor det fers Su vis ca pando, taro todvi fas mid de camino ere elo In dor, Sm Sige ew seni ota na etrinada wuz deme dos de penar del hombre, a etender hades a clave pra omprender la sti hsticossa. Ea todo os dle da Fentunienoy ls assign humnon, expen Comte, pueden deren are on muchos puntos do tani eitereclones— tes ‘Statist eeveshamesteligadon, que el segundo procede nec Sramente del primero, ye esto el segundos Un ena am. tropoctticeligin, ea cl cil experanasy tenes manos hala ton Getrminnda creel tol so condense eo expan Uatechores o punidvs; un etalo metfstniloseo, ea el & : i‘ é ‘A) Deseos y terres en la imagen de los sores humanos ot que conepios sstractos como enatutlerae,erane 0 «esp fu» dan forma 1 otr pated de enidades metafiscm, . fa mente, un estado fiscopesitve, ene ua todas lar ica, todos Ips conc 9 er ton dog, ceils mene fnvestigaciin sisemética comprobubles por la apicacén pede fe, Marx dg su tenon hata une sutsn,coniered ins ‘itble de las lacioneseconémices, la cual representa para Principal motor de dssralloHisricosocal Ta clave para com fender éste, Dutant ete desarloautomdtico de hs relacones foci, expice Marx, en gropo cada vee mis pequeo de roe Pistarios de los medios de produceiSn se encueta fente& un Bupo cade ver mayor de despoweidos, hate que, names, dr Duis de una predzcible sre de ieviablesexploince soils, Tos pobrs despsos sdgucren in supremacia, Ames, Cems 4 Marx, sation mds que Ia maria dese predecesre fle. fics 2 una sete de hesos observables y comprcbabes, Peso Ambos pecan as de una sabremedidagenerlizacion y dew en Bor hallr en & doves histércosocal un caret inexorable, cs generalizacons muchas veces exceden en Gemma es He hos, Soin Yer en las estes aseublr a su oben lo Aqucllo que quicen ver, x0 que queren ver Io expican come Doss Se dnueten st lene © enn demearen, Gue el dsarllahistrcosocal tee cblittorameate que fe Tinarse en a diesién en qu ells desean que se reac. Insertan Acontecinintos icinles paris, ectiamente cbveblc, den trode una osads imagen global del desarrobo pesado Y future de Is humanidd, que rela la dreecén do sus femores y epean- “as Yo mis puede ders do toda esa legion ge prcleme fo s6lo un progso parcel (qos en muchos mbites purde ees: ramen cera sno un develo wus date én le deen de un progres contanie —y también cabe Aimar lo misne de aguas que expican el rtm de age y ca da de ls socednds humenes (que realmente se observa age y all como una iy inexorable de la historia de humanidad, Todos clos hablan dele sociedad humana como de tna ented giana» caer ees abun somes, np, as bres de su pac, como somos etn lo gies la ‘Voluntad inexorable del destino. re 52 11, Problemas de Ia astoconelenca del ser humano (19404950) ‘Mientras para las personas de la postura opuesta las aeciones individuals se encuentran en el centro del interés, mientras los {enGmenos que no pueden ser explicados segin el modelo de algo planeado y ereado desaparecen en cieria medida del cireulo visual Ue ccas personas, aqul el interés se centra precisamente sobre quello que difsimente puede ser comprendido desde Ia otra perpectiva: formas de pensamiento, estilos, formes econé 2 insitusiones, Y mientras alli en el fondo queda oscuro cSmo pede tenderee un puente desde las ecciones o metas de las per- fonas singulares asta tales formaciones sociales, qu, tanto si s© txplican estas formaciones e partir del modelo de fuerzas mecé- tices y andnimas basado en le cincias de la naturaleza, como st fe explican segtin ef modelo de fuerzas espritusles supraindivi Goals, queda no menos oscuro edmo puede construirse un puente desde estas fuerzas hasta las personas singulare, hasta os obje- tivos y accones individusles. Bs indudable que difcultedes de este tipo no se encuentran Gnicamente cuando uno se ecupa de hechos histricos y sociales, fen el sentido més restringido de la palabra. También hay que Ii. char contra este tipo de difcltades cuando se busce scceder @ Jos seres humanos y su sociedad partiendo de tas funciones ps ‘quicesTambign en lee clonelae que te oewpan con hechos de esta {indole nos topamat, por un lado, eon cortentes de investiacién {que talan al individuo particular como algo completamente ais- Tada, Estes teoris buscan dilucidar Ia estructura de las fnciones poiguicas del ser humano individual prescindiendo por completo Ge sus relaciones con todas las demés personas, y se esfuerzan por explicar fenémenos socisles, sistemas estatales y econémicos, idiomas, spor de families y de modos de pensar, o lo que se8, tomo si se tratara de una especie de mosaico formado por las ac- tones, por las funciones psiquieas de seres humanos individu Tes. Y, por otro lado, existen corrientes de investigacién socio- peicoldgieas eujoe problemas y teorfss no pueden armonizer con os de aquellas psicologias que se orintan hacia los indviduos particulars. A veces desde esta segunda posture, como ecurt fn a postura correspondiente en las otras ciencas socisles, se tlbuye a agrupaciones sociales o a una masa de personas un ‘alma propia que se eneventra mis allé de las almss individuales, 1) Dace» tno nen de tert mine i we ith asin ve ta f salen consierer lr lendmence pisos tomas se is oo neste winiacy ate g eae ra ess de on cin de nic, Ast soaeee peer ae psn sare ec cstiocuanon cs ucaow meena Sts coaucarat minnosas cokos paaacee Ic netstintiar cortical scearagpiore | pla mis ben con oevo'y el mio podsassrpments Se viene icesigns tre charexettite vat eae fr ctw vad tonics br alee Ibis det Ino yds ns pelplr socal tans ngl Si tyes arcs Coaster erence TS joc co nies formas co entre og Mey Bio eres soa yc dt aio sea Bo cae oy tacts cunseecnein cpio So stera coor tees Geenenrterine ae cis etre Se pr nln oo i scales data ye I ec eins Poni! exes wn ca toss abel ous Sit ner noe or nie rane ¥en Sn i bar otemeneenen ts wae aucune Dresar cuando decimos stcredidr, Pero esas dos neon, Ta cca to wens sncrescaneh arent eee Gieocn de noscrosmismoe en tanto que indviuos, mea ence: OO recrste rcvoae tie tutes aorareone Bic tose rls cera vite eve caress amen te lndu yvaead. Tol txiead mans end oapoess Bie ntnstens petty ts dts tense tage ge Serene noma so camo ends « stan «aba I cr ne eset ps te sens ea Becton ions an nce es anata fei, Sian wrodachctines is cera sce sf cecteceaiens cry ss orrenennaaee caret saccedtetpese bo maar aoa vay opis tnanes acnci ape pan Sy ececbasts aeoetey ‘94 TE. Problemas dela sutoconclenci del ser humano (19401950) 1 ceetmncrieniet subuersorieeocehat eee aco ee Sette lee Soe eee tas fonts; soctdades la las cuales el indivi no posta Se a 2, Cuando un médico examina «personas ciyos stones sc codon acorn, lope ao ne oe or que tus ponsanientorvaguen den fado a otro, inetando Rectan alr de os conctmlnton que be agua basta ee Trament, qué tipo de explinién son posts en tales cats Oud omuce ea logue we refer »nueto problems? E70 sid qe ns clade alld pare conepur unt mejor amo Sim ce las concecines dominate de los res humanos eee Indvdacey de os seres tance como scldadralquen en Ia iuaere 2 lecucdn, en acon onl, en que os sees i tans cn soldads sean objeto de veexia humana? LO eco Ie ese dees dicaltaes se encunza ens formas depen ‘Bien ue habitsimente mpleames para dsciferos a nos- fos misos como ober deena Fels? Podria ser gue han tvern alg qu ver con la snglrdad de Ia stun e= Als lox sees humunc en wcedad oc enfentan af mismos como Sie dena releign, Durante Ia trensicén dead ls mosoe de nso yolncrvr mis {ony mene cargos de precio en el Tmt doe nourleza inert, carsterstices dal conccmento Gln de a naturra en open al magia, a tals todo do pene y observa is foe y meno argdos de Destos y temores en Ia imagen de tos sores humencs 95 juiiosen el émbito del univer humm, dems, yor ax io, acnder 4 un nosvo nivel de atoconlencia cTenen Ta difcltadee con que uno se tops en muchos sopcon de relexén sobre les protlemsr del univer humane algo Que tercon qe Is rescucign do tales problemas imps locscucen formas usuels de asaconiens, de inégenesfemisre queids a nusro yo? ZGuardan ests difealades slguna ro Tesin on cl hecho do qe la soperacén de eos problema on. “fen ls rex somo en a price, require une profund re Yi de ness conceplin de sr human? Dice mucho el que ls diferents modo de vide do fos Esta inades de coneebir al ser humano y de autoconcienciain- vidual, formas que se diferencian muy claramente de la eutc- eiencia, modelada sccialmente, propia de otros grupos sociales 5 que surgen cuando se reflexiona sobre ‘elaciGn entre individuo y sociedad estén vinculadas a mods Je vida especticos de estos grupos sociales determinados? ZY que onmas de concebir al ser humano en las que se refeja ol estado Ja avtoconciencia humana en sociedadee estaales eminente- te urbanas y diferenciadas no correspondan en absoluto #10 realmente somos como sees humanos que viven en sociedad? Cieriamente, en soccdades eststales diferenciadas Ie inn: de modos de pensar y comportamientos consolidados con el o de las ciencas de Is naturaleza en el trato de los fenéme- naturales inertes se ha extendido mucho més allé de su &mbi- orignal. Pero tl vez los modos de pensar y los camporiamicn- Jot de este tipo no sean suficientes para resolver cuetiones como de la relacidn entre persona individvsly sociedad. De scr as, ‘muy posible que Ia insuciencia del pensamiento segin las mcias de la naturaleza clisicas reforzara la tendencia del ser mano a buscar un agradable refugio en concepciones prosien- ss mégicomiticas, de si mismo. Quizi sea algo més diel para el ser humeno observarse y icarse a si mismo direstament, sin el obstéculo de sus pro Aeseos y temores, que descorrer el velo de as relaciones es eidas en a naturaleza inete.Esté muy bien que los sofos 96 I. Problemas de Ia autoconccnsia del ser humano (19401950) nos ineepen a wané de os sige: «iConéet ati mismo!» Per, Shade pnt evte defo, In mayria delegate acsoses- fay pense’ ania no queremosseberl> * parte, también es posible que nuestra capacidad pars estates aniguisdoras de vida 7 seo pera reduce los dacs que nus personas cra " Sa'pecmes precindt dels gueride fanaa con que Wadii- tain fre uso sD beso, even ae arn Mort bummnn como los pesjeree’ de am ten que corre hs ye mi po, sin condor sin ponbldad de ser con lads prs vs nate be ac de el le ocd cr el primo choae, al qos puede hae para controlar ejorer ue, tAcaso nutes copuedad de digits nowt imo con es fume gue vie oh ed eh ee Somente porque ns es exreridamente fl atavesst ln ‘ifarasproetoran con que nos curios —méscaresnacder eden jtomorer™—y vernon tal como somos realmente? Y, £00 os le Ts capeciad do srevesar ena fonann protestors tan le porque ranbien es pobre nes capaciad para conilar Eipeluto constance gus alo argo de historia dela humane, Snes grupos Humans epresentan para otros grupos humanos? Aces nes estan dif spar de nuestra relxion sobre el st fitoano os tstimenton de nucreconmocin, noes imdgene= fucidas de dosos y temore, presente porque todavia e+ ‘pos indefomse ane lon pelpen ue, de thaw ota forma, los ores humans represetan unos para tes, y porque made pode iibemos de stow pls, nad pode hacet que sportemos nas tia propia infesion ante el dvuro pleno de catistfes de a sora ummna, excepto el oct dees pegs, su d= flame de nvsa convcncia?¥, dno sontelbue ee erliamiento for telos ments, en lon git les resulades de obseracones fuses le oltad son tion eon ios de isdn, aque 20 itor capcce de conolar en mayor medida fa iiennnable Akseccion de grupos humants por pare de ts grupos hi Tes slaiones ene el conteido de fantasia y el conene de ralidad dean conspcions humanas ye grado do conl ds 'A) Deseos y temores en la imagen de los eres humanct 97 fmbito de ls exstenca al que remiten esas concepeiones no son mada nuevo. Anteriormente, el modo de percibir del hombre tam- blén era poco ajutado a la ralided en Jo concerniente a 1s fe- nos naturales, y éstos eran también menos controlables. Y¥ tampoco en ese caso una de esas dos cosas era la causa y Is cl efecto. También entonces existia un constante movimiento Pignsese en el empleo de Is magia. Como forma de pensemien- oy de accién, sirve para que las personas imaginen que inflayen bre fenémencs en los que realmente apenas pueden Intervent, 0, por ejemplo, campos y rebafos que medran o se echan epidemias y otros fendmenos natureles que tan profundamente sus i ante penssmientos y actos cargados de Tantei, ible de una situacién en la que, como nifics peguefoe, los ‘humanos estén expuests a peligos misterosos ¢ incontro- es. Fémmulas y prictices migicas hacen que sea posible octl- ary desterrar de Ia conciencia los temores que produce esa si- in, la total insegurdad y la vulprabilidad que conleva, el ipresente horizonte de dolor y muerte. Proparcionan a quie- es s sven de ella la sensacin de que conocen tas conexiones re Tas cosas y tienen poder sobre su curso. Y si, como suele eeder, la ereencia en la eficacia de férmulas y précticas mégicas {© compartida por Ia gran mayoria de las personas de un determi- grupo social, éta adquere una frmeza muy difel de que- Asi pues, esta ligazén del pensamiento y la accion eon formas de percepcisn mégico-miticas hace que sea muy dill para seres humanos —y a menudo impesible— atenat con ajuda ie formas de conocimiento y actuscién més ajustadas la reali dad la constante amenaza que ejercen sobre ellos los fenémenos ales incontrolables, asi como adquirr un mayor dominio so- re éto8. [No hace falta discutr aqui e6mo pudo el sr humano romper tenazas del mencionado eltulo vicioro en este émbito de si en su relaciGn con los fendmenos de la naturleza fisica, te decir que este problema consttuye uno de los puntos claves el deserrollo de una teorfa del conocimiento en la que se re ny equiibran las dos principales corsentes —Ia teora 98 Ii, Problemas de Ia sutoconcensia del ser humano (1940-1950) el conocimiento eléscs, ilosica, y ia toria socioligea del co SGovimfento--, ¥ que al plantearse sus problemas considere tanto Ie adgulsiegn de conccimientos sobre contextos fhumanos, en la forma de ciencias sociales, come la adqusicién de conccimientos foferetes a contextos naturales extrahumanos, en 1a forma de ‘ence de la naturaleza, Le forma fundamental, el circuo vicio- fo, ae encuentra en Jor dot émbitos. Pero en el de la exstencia fnumano social se encuentra, por asi deiro, en oto nivel que en fl dmbito de los conteros naturales extrahumanos, o, més ex {amentc, encuentra en otf nivel que la situacién de los seres fhumencs actuantes y pensantes en relaién con este émbito natu- tal extrahumeno —por lo menos en sociedades industrializadas Uiferencadas, en las que el contenido de fantasia del penssmiento enecal sobre fendmenos naturales es relativamente escaso y la Expacided de controlar estos fendmenos es relstivemente gran dd, El carécter inexorable del viejo efrculo vicicto se hace may pelpsble en Te consideracién de los problemas de la convivencis bhumana y en el manejo de tales problems: en exte émbito la ca- pacidad para controlar Jos fenémenos es menor; el pensamiento ‘ene un mayor contenido de emociones y de fantasas: y es mis dified plantear y resolver los problemas de manera relativamente Imparcial o, como suele decirse, «racional>. Ta tradicional concepciéa de una rincipo existian Gnicemente individuos particule elias in soidad qu, en isto modo, so poe jormente traberon relaciones y se reunieron en o 3B y erupos En fn, Io que se entionde por sindividuon y por «sociedad» “todavia depence en gran medida de la forma de aqucllo que las personas descany temen; esté todavia muy determinado por idea- Aes y antidealts cargados de sentimicntos positivas y negatives, ‘espectivament. Las personas sienten que «in ‘dad» son algo separado y, bastante a menudo, sino porque estas palabras esti asociadas Sentimlentos y valores afeetivos dstintesy, muchas Yoses, opues- ‘os. Fsios patrones emocionals se interponen ante los ojos de ‘mente como pautas do seleccin; determinan ea buen parte hhechos se consideran esencialesy cusles ocupan un plano 2=- feundario cuanco se reflexiona acerea de los eeves humane partic Y Tes agrupaciones sociales que éstos forman; y cuando, sucede 1 la actualidad, este mecanismo de selecelén fun. 8 de tl modo que los aspecos individualesy los aspectes, de las personas son perebidos y valorados como algo dis- cs dil que se Tes tvuye une expec de existence lar, une ecistencia dstnts 4. En a paxis cotidana, ene tato directo con las persons, resultar cbvio que estes diferentes aspects do los seres hu. 5 son inseparables. Se encuentra my natural que wn hom- eterminado sea ese persona ica lamada Hans Heinz Weber 3c, al mismo tiempo, sea alemin, bévaro, muniqués, catdlico, easado y padre de tes hijo. Es posible enfocar Ia Tene de fa atenciéa a mayor o menor distancia; podemos divgitla ia aquello que permite que una persona dostague sobre lat como algo nico y que lo diferencia de todas Its otras per 5; podemct dirigsla a lo que une a esa persona con otras, a 109 11, Problems de Ia autooonciencia del ser humano (1940-1950) ss rdacone sus dependencias reps de ons persons See os ambos yectturayepectos del feo sola ral que oe eneventa Ia pons. E Tor leno us exe dl dear Htc 6 ert paso cul geerlnents os publ alfa mane Gissasexpresones lor dvercr plano efocedesdede ls die rete poncone el ene Sempre so as mismas pesos Entocaes, peo dade won oslo del let sels ve como Sirus: dade ors, como ude sain mds pests © més frandss como fon, como acioneso aul también como tne eons sions prefsionlsy apts eile Gon punto de porn hava a poblemiea‘e carton, eo feu bane senclo; yx fers pose seg ena prokems- {es como obsrvadorsjeno y ditaniado, se peda ain mis tees ‘ ‘Sin embargo, en el transcurso de las tensiones y luchas por el poder ene quis sistentan els soles opts ls onc sind y sce adgiren ambien el siicndo A: sinbolos emocionaes. La preguni en tino a qué tipo de Teac ens realmente ere aquelo gue oe denomin end haley aque que rece el sie de ceils queda ree fade un egg plano orl eestn de sun aspect os mis {Sporante que ol ot. , posto queen In plaice normale fr econede mayor vas ior eles que os ove tno SS conler us fs uno on posts jn oe Megas, este tos expos, cindvduon eotedat, non wllasdas como si fe rare de ds enldades dias 0 dos persones distin. Se able de sindvideon y soled de Ta biome manera en jc hable de say pnieta odo pare y made. Se pense y fie manejndo dot nnnoe mediante loses fenemenes ho trans de dor plans de observe inseparable sn, en gener Claas cmos etter Je dos enidads dts, apace ds exis lo una sina ote, Est, la cncepei dela eistenca Shoat de ate, de ndvgoos qv, de ages med, exisian fis al de Ie writad, 0 de sedan gun, de algin modo, {xian mi al de lo indus, x, de Beco, uno dels pre Sipuestos trios que compares los antagonists enfeiads ex in'ponica ets sindidualtaty y slecvisase —o como ‘A) Deswos y temores en la imagen de lo seret humsnos 107 quiet llsmerse. Fs uno de los funéamentos no probedos nt dlsutdos de ext pole ee Tomado como punto de pari prs a discus acerca deta estén de ofmo ex resimente I reac ene Tes topecten Inde Woe! y socal de los eres humanos, eae empleo dele palabras tindiidvony ecedadsconduce anay ott eral personne “facia el calej6n sin aida de los false problemas Hreluble, “Ya idea que dsperta eta wtlzacin dels trios, a imegen 1 dos enidades cnintos separadat por tn hondo ablamo © i clso por una oposicisn isavabe sex gran medida responsable [ie las infin tacusions en torso a cll de los dos furs pr fiero: cl «indvido» ola saccedade —varaciones sobre el jo "ema ds! hucvoy a alina, o de las dicunone sobre le ora oestn, la de quén condiciona «gui: «zSe dee parte de os Findividuos” para comprender In “socsia es", ode fs fndme. sociales para expat lot fexdnenc individuals?» Tomda fundameato indiscusdo de Invesigaiones cients, esta oncercidn contibuye a ocuter a le divin de las ccncias . ony en oi que ‘ocupan de las soiedadesno ef sno ina etapa de la dato. dela labor clentcn que tarde 0 tmpran tendrd que com Aci sfsionesy sitesi; contibye soeuter gue ext vst Tas ciencis humanasencuenita su uifccn en Ia existent iar de los propos objeto estudio. Hace mds intrincado problema den ctncias dela histori aPovene ol impale os cambios Hsien de grandes eronalidade © de forza esiales imperonales?» Aqui, con ots pelarat, tenemos un io plc de Ia manera en que diveencis on ls vloaclo. émocioneligadas a distin aserono fancioncs do une ts palabras corespondien ‘sen entdades.Gstina. ales cooioversias uno muy a menudo so Ye lipulsado a atribuir una mayor reaidad 2 aqiell ao que cede un valor mayor y por lo qus ste emiones mis Pest Wives, sc termina desemtocando en diseisions que reeuerdan las Tos escolcos en tomo al elidad de los concopon «(Son telacioes sociales la verdaderarealuady los indivduss tan lo un prods del medio social?» «Son los tndviuos ia ver 108 11, Problemas de 1 auoconciencia del ser human (1940-1950) dadera realidad y las sociedades tnicamente un flatum vocis?» 1G tomo son emabos igualmente reales y guardan entre si una reciprocidad?» ‘Cuando se dice estoy se toma clara conciensia de lo que se ‘std diciendo, no resulta dificil comprender que iodss las formas fe pensar y hablar que conducen a que los términos «individuo» {y ssociedads sean utilizados como si se estuvira frente a dos Uniidades separndas e independientes Ia una de la otra —y entre (tas formas de pensamiento, y 20 en titimo término, también 1a {den de su areciprosidad»— son ain bastante torpes y no muy sjustadas a la realidad. Y, si se recure a los conocimientos his- tGricos sobre sociedades europeas de épocas pasedss o al conoci fmienio que se tiene de rocledades contemporineas con un grado menor de desarollo, no resulta nada difiell advertir que Ia ides 4 tales separacién y oporicign entre «individuon y «sociedad, fentre el «yor y los cotrss, tal como existe hoy en dia, no es en ‘modo alguno tna idea evidente y comin a todos los sees hume- for, no es un tipo de sutopercepcidn del ser humano que hays prevalocido en todas las épocas. ‘Sin embargo, insufiientes ccmo son para comprendet el ests do real de las cores, estos modos de pensar y hablar son perfee- tamente legitimes y veaces como medio de expresion de la expe- { mismas que poseen las personas de una determinada poca histrica, los miembros de los grupos humanos actusles ids diferenciados e individuallados. Y por mucho que puedan falir a Ia uz hechos a los que cabria sludir para demostrar que tetas formas de percepeidn ¥ la correspondiente formulscién de foncepice no s¢ajusten mucho a la realidad, ejereen aquells sc ‘bre muchas personas tal poder de conviecén, que difcimente s2 Jes puede hacer tambslear aludiendo a he Tos usos lingistioos y mentales predominantesotorgan a étcs| {ya muchos otros téeminosreferentes al universo humano un am lio margen para Ia intervencién de cargas emocionaes. Por 1o fanto, normalmente su significado es més sintomtico deta situa ign animica de los hablantes que de aquello de lo que hablan Pero esta carga emocional relativamente intensa que poseen cl ‘penser y el hablar cuando giren en toro a scontecimientos del tunivers mano no et indicio de algin defecto de aquelo que, [Ay Dees y temores en la imagen de los seres humanos 109 ‘ambién de forma algo objetvante, algo metafsica, denominamos "centendimiento» 0 erazén>. EI problema que aqut se plantea que- ea menudo oculto por la idea, ye mensionada, de que ese hu “ano posee por ntureleza tn eentendimiento» que —como la juz de un faro— ilumina por si mismo y de forma pareja todos os imbitos de la vida, siempre y cuando no surjan arrebetos de ‘emociin que, como nubes pataras, lo cubran. El problema sélo faperece en toda su magnitud evando se considera Ia particularidad structural elemental dela situacin humane de Ia que se hablaba “antes, esto ex el circu funcional que sta el desarrollo de contro- “Jes socisles sobre um émbito de la vida humana al desarrollo del fuiocontrol sobre el pensamiento en tomo a ese émbito, y vice- “yerse El esténdar social de fos controles sobre el émbito de equelo “que llamamos «fenémenos naturales» es hoy relativamente elev. ido en los Estados industralzados, y lo mismo puede decrse det “de los autocontroles sobre el pensamiento y Ia observacién en ‘este dmbite, Aqui les amenazas y In insegurided de los sees hu manos se han reducido ostnsiblemente durente lo tims silos, {7s represion de deseosy temores en la reflesin y la formulssién ‘de conceptos se ha incremeatado consderablemente, Sin embargo, fn lo referente @ amplios sectores del universo humano, y en e Devil asus tensiones y conflicts, el grado de los controlessocia- fas sobre fos acontecimientos es todavia considerablemente me- ‘or, lo mismo que el autocontrolecbre el pensar en torno a étos. TEI mutuo peligro que las personas, y en especial las comunidades tates, epresentan unas para otra, y It inseguridad que este | peligro conlleva son todavia bastante ‘grandes: y It represién do “Tas emociones en el pensemiento es en este dmbito, en compara “eidn con le que normalmente existe frente a fendmenos naturals, “felatvamente escasa” TE] hesho de que en discuslones puramente neutras aosrea de 4. La parla do In stuncign en I cal ol gro de raional. adh pr wet eing hesitant levado en ol pentamiento area 1 Ge fecshenos atures y comparavamente cca en et pesamieno ser 1G de Tencpenos humanos soils, sto so hace completamente cowsciento (Gando re dj de lado ln eomoda idea de que ela diferencia est fendada, or an dosti, en la natralar don cows, ens propedades eels 110 11, Problems de ls eutoconelonca del ser humano (1340-1950) tn slacin ene elndviduo» y esocedade intervengan ideals y ‘aloraclonesorginados en Jas luchas de poder de grposhumancs [vsen yr de acuerdo con eso, poscedorcs de uns carga cmetonsl ‘eladvamcneIntens, x uno de los muchos ejemplos de ete tipo de proceso reactvo, Ente ese lculo viciwo, éiae a tampa en Gr oo encuentra el hombre: seré muy dif elvar el rado de Suosontol el gredo de represion de deseo y temores en la Inbor ‘de ralleaiony observaci dirigida hacia el universo humano —¥, on esto, taubién el grado de ajustamiento a la realidad de refe- ions y ebservaconss—, mientas el peligro que las penonas re Dretenan pra las personas, micaze las tensions y 1s eonfcos Interpersonles de todo tipo sean relatvamente grandes y Is copa tldad del hombre para controlron sca relaivamente pewet Ser muy dificil hacer més asequiles al control humano tales tensionesy conficts intepenonales mientras en exe émbito la anga emotional del pensaiento de la percepin sea relative fnente elevada y su ajstamiznto a la realidad bastante excaso La ereencia de que ideis, pensemientos, pueden basar come ‘unio de partia par romper este crculo viioo y excepar fina Irene dela tops, resuerda un tanto al cuenio del buen. baréa de Munchhausen, quien, com es sabido, salié del pantano tran do de sa propia trenza, Pues nose trata de lo que pueda pensar {al o cual persona en particular. Por atrevida y rica que pueds fer la imagnaeion de uom persons, 6 jamés podré ajar de- Tusiado del estindarcontempordneo del pensar y el babar. Ys fl hecho de tener a eu daposcién unos instrumentos lingtistcos eos dos chcton en eto, Macs ves ste ullent con I idea As que ce selniverente seco obverare invests fendmenos naturales foutereldnd 7 Trad con om alto grado de stoconol—, poaue, iceman, ls movencs fusunes extn menos tplieedas eet f= ‘Dmenow Sin embargo, olvch con harafacldad ge Ios sees humanos {irdoon muchos sigs ante de poder peosar en ls fenémenes naturales ‘demaneracrconan, esto, sa deja que inerviisen diectamente eo if rmulaclen de concetos sus proplas emoeons, as tmore 7 a8 de gered Disaorang, Frakfurt/M ACjo'y eta, (Exite uedcn csteliann: Norbex Ext, Compromi { dinanconieto, Bacon, Petia, 1950) ‘A) Descos y temores en la imagen de los eres humanos 111 eterminados lo encadenaré a ese esténdar. Si en alain momento fempicza a utlizar estos instrumentos lingisticos de manera de- ‘maiisdo inusual, demasiado alejada de los usos lingisticos y ‘mentales dominantes, dejard de ser comprendido. Sus palabras ‘perderin su funcién principal, la de ser instrumentos de comuni- faci entre personas, El potencal que poscen las palabras de ser tatiicadas por los individuos puede ser muy considerable, pero slenpre es linitado. Pues los pensamientos que dejan de ser trans- Iminibes pierden lo sigufcado, Ast, lo que aqui se ha dicho 20- bre el ciculo vicioso se refiere, en primer término, al estado social del pensar y el hablar. Es ée, junto con el estado social de lo toxtoles sobre el &mbito de le vida correspondiente, el que da forma a una especie de circulo funcional. Mientras éste sea rela- tivamente escaso y aquél se halle infestado por emociones y sea relativamente poco ajustado a Ia realidad, ambos se reforzarén Imtuamente une y otra vez, Y la tendencla's mantenerse as hace "gu: sea extremadamente dificil poner en movimiento uno sin, al mismo tiempo, empujar al otro en Ia direccién correspondiente, ‘A pesar 6 todo, en algo puede ayudar la relex6n, | 1. Mucha veces se observa que las discusiones en toro @ relaciGn ene individuo y sociedad tienen como base, impliita ‘explicit, unt idea que puede resumirse de Ia siguiente manera: o que realmente se puede ver son seres humanos particulares, soviedades no ee pioden ver. No se las puede percibir con los ids. Por tanto, no cabe decie de elas que existen y son "ret "en el mismo sentido o en la misma medida en que se puede decir de los sres humanos particulares que las componen. Todo o que pueda decirse sobre formaciones sociales remite, en sltimo 0, setes humancs particulares y e sus manifestaciones o le base, mucha gente llega al las afirmaciones sobre fendmenos ciales son, mel fondo, generalzaciones hechas a partir de ob- srvaciones de individuos; y de tanto en tanto se deja ofr que no as afirmaciones sobre tales fendmenos, sino también los fe- smisnos, las socledades y todas las formaciones sociales ares como tales son Gnicamente abstreciones. «Esté muy podria decirse— ropresentar las formaciones soceles sim- como relaciones entre sores humanos pariculares. Pero, ‘en general?» ‘Aa, pues al considerar uno de los problemes fundamentales fe es ciences sociales se nos plantean preguntas que guatden un parentisco con problemas de Ia teoriaclésica del conoci- Pr 114, Problemes de la eutoconlonsla dl ser humano (1940-1950) rieato, En ambos eto, la reflexién tene como punto de partide {a iden de que todos nuestros conocimientos son primeriamente ‘conocimientos referentes a cuerpos particulres o, en todo caso, & endmenos corporales percepibles por los sentidos. Uno de os problemas fundamentals que se plantean aqui es la cuestién de mo adguirimos nuestros conocimientos referentes a todas las {elociones, no perceptbles por los sentidos, eate los cuerpos pat~ ticulares. En el primer caso, esta pregunta apunta al origen de ‘nuesito conocimienta en torto a relaciones entre personas pert- ules; en el segundo, al oxigen de nuestro conocimiento acerca de objetos extrahumanos y eu8 transformaciones, por ejemplo, st ‘elcidn como causa y efecto. ‘La similitud en el planteamiento de estos problemas no es ex ‘modo alguno casual, En uno y otro caso est: planteamiento es fn relacién con unt forma particular de Ia autoconsiencia y de Ja concepeién que s tene del ser humano, Pero normalmente no sees conscente de que éta es una forma, un tipo particular de Ia foncieneia de uno mismo y de otras personas. La mayoria de las ‘Yeces esta forma particular de conciencia se presenta ante el ob- fervador sencillameate como algo natural y humano, como le for fe de autcconciencia humana, como la concepcign que los sere Inumanos tienen de sf mismos siempre y en todo lugar. Es posible que al mismo tempo se sepa que ha habido y hay ‘otros tpos de percepeién de uno mismo y de los dems. ES posi ble que se sepa que la forma de la autoconciencia y de Ia concep- cin det ser humeno que nos es propia y familiar no surgié hasta ‘muy tarde en 1a historia de Ia humanidad, que surgié primero, entamente y por un tiempo relaivamente breve, en circulos lim tados de Ia Antgiedad, y lego, desde of amado Renacimiento, tn Ins sociedades occidentale. No obstante, generalmente parece tomo si fuera la nica manera realmente normal y sana de peri- birse a uno mismo y a otras personas, la manera que, a diferncio de otres, no requere explicacién, An hoy parece hasta tal punto falgo evident, que resulta muy eiffel exepar de su enratzamiento fn Ia propia coneiencia, ponerse, por as{ deciro, frente a lla ¥ verla como algo nuevo y sorprendente. Por otta pare, mientras no se pueda hacer esto, se corre el peligro de cacr en difcultades insuperables en ln resolucén de B) Lae estatuse pensantes Fy ‘exestiones tanto prcticas como tevicas, tanto en el actu como fn el penser. Ciertamente, la critica de la autoconciencia, la de- “manda de una revisién de formas fundamentales dela experiencia ‘el propio yo y del yo sjeno que prevalesen en la sosiedad propia despiertan, por buenas razones, una oposicién. El esquema bisico de la concepciOn que se tene de uno mismo y de otras personas es “tuna de las condiciones mis elementales para que uno pueda ctiem ‘arse entre personas y, al menos en el circulo de la sociedad ‘propia, entenderse con personas. Cuando este esquema es puesto ‘en enttedicho, In seguridad propia se ve amenazads, Lo que era ‘ierio se convierte en inciero. Uno se siente como alguien que de ‘pronto ha caldo al mar y no tene tierra firme ala Vista. Suposi- ones evidentes, ideas fundamentales del pensamiento, que se “aiumnen sin mayor reflexién con las palabras del lenguaje propio, forman parts de los imprestindibles medios de orientacién sin ‘es cuales se pierde todo sostén, del mismo modo que se pierde la ‘posibilidad de orientarse en el espacio si les sefales claves habi- les que determinan nuestras expzctativas de observacén resul- ser inseguras y engaflses. Pero sin arresgarse un tiempo en ‘mar dela inseguridad no se puede escapar de las contradiccio- e insufiiencias de une certeza engaioes, __ Puede ayudar a proyectar una luz més cara sobre Le singule- de Ia concepcién propia del yo y del ser humano el miar ta retrospectivamente en el espeo de la concepcién dl yo y del thumaro que ha estado una y otra vez, através de los sigs, Ia base de las disputas en torno a la solveién del problema del pcimiento, Picnsese, por ejemplo, en el primer hombre que planteS, de ra paradigmética, el problems del saber y del conocimiento ‘© menos en Ia forma en que se ha conservado hasta nuestros en Descartes. Es muy conocida Ja frase que suole ir Hgada a ‘Hombre: «Pienso, luego existo.» Pero esta frase s6lo da una pilida y mal entendida de la concepcién del yo y del ser hu ‘que subyace alas meditaelones eartesianas, Para compren- esta concepcidn es necesario recordar, por 1o menos a gran- rasgos, algo del proceso del pensamicnto, del periodo de int idumbre y duda que atraveso Descartes antes de volver & lear firme en la nueva certeza de que el hecho indudable de su 116 11, Problems de la autoconcioncla dl ser humano (1940-1950) propia reflexién dejaba también fuera de toda duda Is exstencia {de su proplo yo. ‘Descartes se pregunt6 en primer lugar si acaso exitia algo de ‘Jo que ae tuviera la certeza absoluta de que no podi ser puesto tn dade bajo ninguna cizcunstanca, En la vida social, consat6, ‘debia de haber muchas ideas que eran eaalquier cose menos cies- ts, peo que se presentaban como algo tan cierto como los Evan- police Ast. deidi6. dedicarse @ buscar Io absolutamente cierto, {ejando de lado todss las concepciones sobre las que pudizra coer ia menor sombra de duda, «Todo lo que he aprendido —dects—, todo lo que s6, lo he aprendido de 0 a través de percepciones fensoriale, Pero, gs6 pede realmente confar en los sentidos? {Puedo estar seguro de que estoy aqul, sentado junto sla este Caliate, envuelto en mi camisén y sosteniendo este trozo de po pelieon ia mano? ZPuedo estar completamente seguro de que tas fon mis manos y éste es mi cuerpo? Es cierto, veo mis manos; Sento mi cuerpo. Pero —dljo la vor discordante de Ia duda— {acoso no exsten potsonae que se ereen reyes cuando en realidad ‘Son mendiges? ZNO hay acaso gente que est convencida de que ‘abera es de lra y sv cuerpo de cristal? ZNo es posible que Dios Ihaya dispuesta ls cosas de manera tal, que yo crea que Yeo él Cielo y la terra y crea que poseo un cuerpo tridimensional, cuan- do en realidad nada de exo existe? ©, si Dios no ha hecho tal cosa, ino es al vez posible que un espirita maligno me esté en- fgefando con ilusiones falsas, y que yo sienta, ven y olga todas fatas cosas cuando en realidad no existen? No es posible —se Gijo descartar esta posiblided.» Y, sintiéndose ast impulsedo « teehazar por dudosae insegura toda idea sobre sf mismo y sobre e! ‘mundo, eay6 finimente, como otras personas sometidas al inso- portable peso de la duda, en una oscura desesperaién, Le parecia {Que en este mundo no exists nada seguro, nada de lo que no se pudiera dudar. “Asi, puts —eseribi6—, debo considera la posibilidad de que cl cielo y la tierra, todas fas formas del espacio, no sean nade tis que ilusiones” y fantaias que un espirity maligno tiende ‘como tramps para mi fe. Imaginaré que yo mismo no posto ojos Y manos, ni eatme, sangre o seaidos, pero que errSneamente creo ‘poser todo eso.» ©) Las estatuae pensantes a7 ‘Sélo después de haber errado un tiempo por el tnel de Ia in ‘certidumbre y de haber sometido todas sas experiencas ala pruc- ba de fuego de eus radcales dudss, vio Gnalmente un destllo de Tx. Por mucho que la duda lo royera y amenazara destrur toda ‘erieza, habia algo, un hecho, del que nc se podia dudar: «_Seria _esible —se dijo que finaimente me eonvenclera de que yo ‘ismo no exis? No, yo exist. Pues puedo convencerme de que soy capaz de pensar y de dudar de algo» Agu reside el ndcleo de eta form particular de autocon ‘ccncia: las percepciones eensorales, y Dor consigiente ef saber teferente a entidades corpoales, incluido el propio cuerpo, pueden {eet alga dudoro y engafador. Pero de le que no se puede dudar, | Goncluiyé Descartes, es de que se duda. «2s imposible que yo pien- “$e que no pienso. ¥ es imposible que yo piense sin que exsta» ‘La concepeién del yo humano con que aqut nos topamos y el ‘modo de plantcar problemas que éta entre son mucho més que gos mentales de un fiésofo sslado. Son en gran medida ct tactersticos dela transicién, que se hizo perceptible en Ia época ie Descartes, desde concepciones del ser humano y sui mundo de fucrteraigambre religiosa hacia concepciones més seclarizadas. YY, con toda certeza, esta seculaizacién del pensamiento y de Ia én humans no fe obra de una o unas personss. Se opens en lcién con transfermaciones especfcar del eonjunto de as con- nes de vide y relaciones de poder dentro de ls agrupeciones “foriales de Ocsidente, A un nivel individual les reflviones de Descartes consituyen un paso caracteriico en esa direccin. Se- “Galan de forma paradigmstica los singulres problemas eon que se neontraron fos sees humanos al reflsionar sobze sf mismos y Ta certeza de Ia imagen que tenfan de si mismos cuando et quema bésico eoesiaticasligiso de a percepcién del yo y del io ae abrié a las dudas y perdié su cardter evidente. Este "esquzme bisio, la concepein en la que el set humano se vela a "'s{ mismo como parte de un universo creado por Dios, no desepe- pero perdis su posicién central y dominanie en el pensar hombre, Mientras mantuo esa poset, aquello que Its per- pereibfan por fos sentidos, aguelle que se podia comprobar ante Ia reflexiGn y la observacién, dsempen6, en el mejor de ‘Tos casos, un papel eecundario en los interogantes, en los pensa- 118 IL, Problems de Ia autoconciencia del ser humano (1940-1950) rientos y percepciones de los seres humanos. Los interrogantes ‘que més preocupaban los corazones apuntaban hacia algo Impo- ible de descubrie mediante observaciones hechas con ayuda de los Grganos sensoriales y reexiones apoyadas en la Informacién ‘roporeionada por el empleo metédico de los ojos y oidos, como, por ejemplo, el destino del alma o la finalided de los seresvivos fn el marco de la creacin divina. Las personas slo podian hallar Fespucstas a pregunias de este tipo con ayuda de renombradas sutoridades de una u otra indole, con ayuda de eseritos sagrados 9 de hombres piadosoe —en suma, mediante una revelacién di- recta o indiecte, Las observaciones individuales ayudabsn en ‘uy escasa medida, y la reflexin individual ayudaba sélo en tan- fo que servia para interpretar a una u otra autoridad reveladora YY, Coufune a ey, los vers manos también se perelbian a si mismos como part de un invisible reino del espirtu. Podien sen. tire inmersos en una jearguia de seres, cuyo nivel més bajo lo consttuian las plantas y los animale, mientras los éngeles se en contraban en el nivel més elevado y Dios mismo ocspaba la cis, © quiz se percibfan a si mismos como una especie de microcos. mos, cuyo devenir estaba ligado al del macrocosmos de In eres- cin. Fuese cual fuese a forma particular en que se manifesara, el esquema bisico de esta concepeién del fer humano y del ‘neo conor gue agua que pada we prio wns ialmonte alo adg cia sentido a través de algo qua to podla ser ballad y eonfimado ai or la resin india ni por ebserveciones individuales, El pensamiento de Descartes tuvo como condisién previa un cierto relajamienio y pérdida de poder de las agrupaciones socia- les e insituciones que sustentaban este modo de pensar tradicic- nal. En el pensamienio de Descartes se reflja el grado creciente fen que le gents do su tempo empezaba a advertir que el ser ‘humano es caper de explicar contextos naturales utiizatlos con fines fnumanos, sin recusie a autoridades de la Antigiedad © de a Iglesia, empleando tnicamente las propias observaciones y ap- titudes intelectuales. ¥ este descubrimiento, o, en vista de ia Is- bor previa y Ia ayuda prestada por pensadores de Ia Antigiedad lisic, este redescubrimiento del propio yo como un ser capaz de ‘adguirc certezas sobre relaciones fenoménicas sin necssided de ro- 1B) Las extatuas pensantes 119 ‘curtir a autoridades, empleando snicamente le reflexién y la ob- {ervacién propias, empujé al primer plano de Ia concepcién que gs seres humancs tenlan de sf mismos a su propla eapacidad de ‘pensumicnto —llamada, de manera objetvante,«inteligencia»— _¥ a sus proplas posibilidades de pereepeién —los wsentidor, | 2. Quits hoy, cuando todas esas ideas se han convertido en “algo absolutsmente cotdiano, no resulte sencillo ponerse en aque- Ils situacién, cuando estos descubrimientee empezaban lentamen- “te, y sin duda no sin fuerte oposicién, a manifestarse como algo ‘puevo en la actividad intelectual del ser humano. Pero retroceder als époce en Ia cual To que hoy es casi evidente posefa ain el brillo y Ia frescura de lo inusual puede verte, “eon mayor laridad y nitider algunas particu smuceras jas concepeiones furdamentales del universo y do nosotros Imismos, los setes humancs, concepciones que hoy, puesto que es ‘tamos tan acostumbrados a elles, generalmente se quedan en el “umbral de Ia cl de la conciencia el hecho de que la imagen que hoy en dia fienen de si mismes, sobre todo, los sores humans de ls soe aes pioneras europeo-americanas —por cemplo, en tanto que ‘consderan ellos mismos y a los sees humanos en general como fetes que Gnicamente pueden Megara la comprensién del conjunto de fencmenos mediante Is actividad intelectual perconal, median- “tela observacién y la relexén individual—no es en modo alguno ‘una imagen del hombre que sea evidente en si misma, que, por fst desilo,exista a prior No es algo que pueda entendese de alslads, independiontemente del contexto social de expo- ncias, de Is sitacién global de aquellos que se perciben a si os de esa mancra. Se formé como sintoma y como factor de ‘cambio especiico que, como en todos los casos similares, afec- al mismo tiempo el contexto funcional de lo tres agentes coor- dinadores fundamentales de la vida humana: el carder y la po- ‘icin del ser humano particular dentro de su grupo social Ituctura de este grupo secial y la relacién de los seres humanos “sociales con los fenémencs del universo extrshumano. Ea una mirada retrospestiva puede apreciarse con mayor clardad euén ‘estrechamente ligada estwo esta transiciGn desde un pensar tods- 420, Problemae de Ia sutoconlenea dl see humano (184041850) ‘via prineipelmente basado en autoridades hacia un penser més tuténome —curndo menos en To eferente« los fenémenos natu- ‘ales al ereciente empule del individualismo en 1a Europa de fos siglo xy, xV1 xvi. Paralelamente se desarolls Ia transcin desde un modo de formacién de la conciencia més dependiente fe sutoridades externas» cia uno més utGnomo ¢ «indivi. dual», En una mirada retrospectiva puede apreciarse con mayor nitder cud estrecbamente ligada estuvo esta nueva forma de futoconciencia a Ia creciente comercializacén y formacién de Es- tados, al ascenso de capas corteeanas y burguesas més vias, y, no cen dimo término, también al poder, cada vex mayor, de los seres Ihumsnos sobre el curso de acontcsimlentos naturales extahs- De hecho, al hacer cada vez més descubrimientos sobre los {enmenos naturales, os seres humanos descubrieron también mue- vas cosas sobre sf mismos. No sélo aprendieron cada vez més a adouiir cetezas respecto a contextos naturales utilizando le re- flerién ¥ observacién metédicas; también empezaron a verse a sf rmismos cada vez mis como seres cepsces de adquiir tales cete- 1238 por medio do Ie reflexién y observacié propiase individules. La imagen que tenfan del universo se transform, y se transfor. smé ssimismo Ta imagen que tenfan de s, su concepcién del ser Ihumeno; también en lo referente 9 s{ mismos estaban menos in- clinados aceptar Ia concepcién tradicional postulada por las ‘utoridades. Se examinaron con mayor profundidad en el espeo de su concienia, e observaron, reflexionaron sobre el ser huma- ‘no de manera més consciente y metédica. En suma, accedieron 2 ‘un nuevo nivel de autoconcioncia. Ambos conjuntes do cambios, Jos de su imagen del wniverso extrshumeno ¥ los de su propia imagen, estavieron muy estrechamenteligados. Y el problema car tesiano, el problema de la etcoria del conocimiento» en general. no era més que una forma de manifestarse esta nueva imagen del hombre. 3. Esto no significa que las personas inmersas en los men- ‘ionados cambios tuvieran conciencia de esas transormaciones en {mismo sentido en que podemos tenerla hoy en di, viéndoas = distancia. Que se exté en condiciones de edverir mo —aproxi- 1) Lae eta pensanton 12 rmadamente a parti del Renscimiento— se formé y fue, poco [oco, sclidificéndose en algo evidente el esquema bésico de Ie Autoconcienca y de la concepeién del ser humano que todavia pre yalece en miestos das, que sea posible volver a escapar de ese c ricfer evidente y contemplar esa forma de autoconciencia que ahora parece evident, est concepein del ser humano que ahora parece universal y eterna, como algo que sea formado y se forma dentro de una sucesin determinada, en conexién con ol més am- plo contexto social de experiencia, es ya indice del lento avance hacia un nuevo nivel de autcconciencia. ‘Los veres humanos de las eociedades europeas estaban, desde 1 Renscimiento, en condiciones de alcanzar un nivel més ele- vado de autoconciencia en comparacién con el de sus antecesores medicvales. Y la creciente eapacidad para verse a s{ mismos, por asf decitlo, desde lejos, tomando el sol como centro del universo, fn lugar de considerar ingenuamente y sin cuestionarlo que le tierra, y con éta también ellos mismos, era el centro del universo en una palabra, 1a erevolucin copemicana»—, fue no menos sintomética del nuevo nivel de autoconciencia al que eses perso- nas estaban accediendo Ientamente. imagen en el espejo de la autoconciencia, pero también, y al mismo tiempo, en otro espejo més amplio y més distancido. Como antes el auge de las ciencias de la maturaleza, asf también ahora el répido desarollo de éstas y el auge de las ciencas sociales y humanas sonal mismo tiempo motor y sintoma ae este combi CCiertamente seria preferible poder hablar simplemente de un ‘ensanchamiento del saber del hombre respecto 2 s{ mismo. Pero, aunque no es incorrecto, este modo de formular Ia cuestién no resulta sufleiente; no se ajusta del todo a los hechos, El proceso de adguisicién de conocimientos, el continuo incremento de los ‘eonosimientos humanos fundados en heckos, la mayor eproxima- ‘ign de ls concepciones y procedimientos humancs « aqullo que la observacin critica muestra como real, toda la trensformacign de las formes de percepcién humanas a io largo de generaciones ‘—y, por tanto, tembién alo largo de le vida de las persones parte 122 IL Problems de I autoconciencla del ser humano (1940-1950) ceulares— no es en todos los casos simplemente un ensanchamiento Yun aumento unidimensional, por decilo as No se trata Gnica- Iente de una ereciente acumlacién de conocimientos empircos, ‘dees o métodos del pensamiento y la investigacin que, digamos, se encuentran en un mismo plano, como patatas sobre un plato Existen tambign diferentes planos de observacién —comp bles, por elemplo, a las diferentes perspectives que tenemos de ls ‘gente que camina por la calle septin estemos paseando entre ells ‘Is contemplemos desde el primer piso de un edifico, desde el ‘uno plso 0 desde un avidn. De vez en cuando, por ejemplo ‘finales de la Edad Media 0 en nuestra propia époce, desde fina- Jes del siglo xvi, y, de manera anélogs, también en sosiedades contempordness do Asia o Africa, se puede observar, junto a un fonstante ensanchamiento del saber sovial y un transiormacion expectca de la vida social, el descubrimiento de una vsién més amplia 0 més elevada (como se prefiera), una visi caracteristica de un nuevo plano de conclenc a especial difcutad que esta circunstancia opone a la com- proasién y la descripcién radia en que la vsiones propies de los otros planos de conciencia no desaparecen sin mis ni més. La com ‘paraiéin con las perspectivas del paseante y del aviador no es del fodo correcta. Los eeres humeact estin constituidas de tal mane- 1a, que —para seguir con la metéfora— pueden percibirse diree- tamente a fmismos y a otros como paseantes¥, al mismo tempo, también pueden ver desde este 0 aquel piso de un edifiio ofmo ellos mismos y otros van y vienen paseando por Ia call; y tal vex también sean cepaces, y al mismo tiempo, de ver dee Ia pors- pectiva del aviador ls formas y figuras que ellos mismos forman junto con ottos al pesear por la calle y al asomarse por la vents- nas de los eificis. ‘Socledades més simples —y, slempre, ninos de todas las so- cledades— oftecen ain hoy ejemplos de sees humanos que tods- ‘via no poseen la capacidad de verse a s{ mismos y a sus compa- Feros de grupo desde lejos, como espectadores ascmedos a la ventana de un edifice, al mismo tiempo que, por asi deci, estén actuando en la calle, Ciertament, también ells poseen concien- cia de sf mismos y de otras personas, pero atin viven y actéan irectamente en el tzato y la relacién con los otros. Todavia no B) Lay estauss penssntes ws tienen acceso a una forma de expeienca ya um mundo conceptual ‘que hace posible que el sce humano tenga tambign concencia de 1 mismo como algo exterior ¢ independiente do su propio spo, “como une persona hesta certo punto enfrentade a su propio gr ‘po. No son sindividualizados» en el sentido que puede asumir Gata palabre cuando se alude a personas de sociedades més com- plies. Podrianos ester tentados de decir que son conscientes sin fer autoconscientes Pero, si bien esta férmuls hace blanco en un “tspecio imporiante dela realidad aqui tated, en un sentido es- {cto no es en modo alguno sufcient. Pues, segtn parece, todos “os grupos socsles que han sobrevivido en un estado poco com " pleo hasta nuestros dies poscen vocabularios que inluyen, junto "al concepto de «nosotros, concepios que se corresponden con Iiuestos syue y side; ye debe wusiderer, wad menos Cm “TipStsis, la psibilidad de que algina vez existeren grupos hu- “mancs en los que tampoco los edulis podian realizar el sto de sutodstanciamiento naceario para refere a uno mismo como “ayor y © oftes como «tiv. Por otra parte, es muy posible que personas de muchas comunidades contempordncas més simples, € incluso de alginas algo més compleje, no sean capac de reali tar el scio de distanciamiento necesario pera percibise a uno ‘smo no silo como eyo, sino también como posible «iis pare otras personas que, # ot vez, pueden referie & sf misma ome «yor. ejemplo ms sencillo de las numerosas capes que posee la conciencia en el otro extremo del desarrollo humano se encuentra fen detcrminades émbitos de Ie literatura. Piésese, por ejemplo, fe la evolucién de la novcla desde la segunda mitad del siglo Xx En los escrtosen pros de selos anteriores —y sin duda no slo nos escrtos en prosi— la atencin del escitr se dirge sobre " todo 8 relatar al lector fo que hacen determinadas persons, fo {que sucede, Poco poco, la stencién empieza a concentrasc no slo en el relso de To que sucede, sino también en cémo viven | los scontecimientos personas que se encuentran inmersas ea ellos ‘Asi, por ejemplo, desriben un paisa y, al mismo tiempo, des- ¢riben también el lamado «passe interior», en el sentido esricto © amplio de la palabra —le paysage intérieur, Desciben en- uentzos de personss y, al mismo tiempo, también Ia wcortiente

You might also like