Técnicas de tratamiento de un texto: subrayado, resumen y esquema.

Subrayar un texto consiste en remarcar únicamente las palabras y frases imprescindibles para condensar las
ideas fundamentales.
• No subrayes la información secundaria.
• Conviene que subrayes de forma que el texto siga manteniendo sentido si se lee solamente lo destacado.
• Así, no será necesario releerlo entero.
• Será de utilidad identificar especialmente las palabras-clave que son las que identifican el contenido
general de cada párrafo o de una parte del texto.

Resumir un texto consiste en redactarlo con tus propias palabras, procurando no utilizar frases literales
copiadas.
• Asegúrate de que en él aparecen solamente contenidos que están en el texto original.
• No se han de añadir ideas de tu propia cosecha ni tampoco valoraciones personales.
• Tu resumen ha de ser breve, pero también hace falta que sea coherente y claro; de modo que,
reduciendo el contenido, se exponga su información fundamental con el fin de ahorrar tiempo y esfuerzo
a quien lo lea.
• El tamaño del resumen debería oscilar entre un tercio y un cuarto de la extensión del texto que se resume.
• No emplees la primera persona gramatical.
• No empieces aportando información prescindible ajena al contenido del texto como la autoría, el título,
la fuente, la fecha…

Un esquema consiste en una técnica de disposición gráfica que facilita la comprensión de la información de un
texto en un golpe de vista, a través de la aplicación previa de procedimientos de análisis destinados a descubrir
la asociación y relación de las ideas de ese texto, agrupándolas y estableciendo categorías.
• Debes conseguir una representación gráfica de las ideas del texto ordenándolas desde el primer nivel
de lo más general hasta el nivel más inferior de lo más específico.
• Tienes que formular un título que enuncie el tema general del texto.
• Luego, has de secuenciar unos apartados que condensen las ideas principales y más generales:
− Las ideas secundarias, son explicaciones que complementan a las ideas principales.
− Los detalles relevantes, son explicaciones que complementan a las ideas secundarias.
• Después procede definir la estructura del texto, disponiendo las diferentes partes en las que el texto
se divide (por ejemplo: introducción, concepto, características, etc.)
• Enuncia cada idea con precisión y claridad, usando frases breves sin predicado y empleando tus propias
palabras.
− Debes localizar en el texto la palabra clave que define cada idea o buscar por tu cuenta una
palabra adecuada.
• Finalmente, puedes elegir el formato gráfico de esquema que te convenga: