Harvard Business Review
América Latina
Propésito estratégico
por Gary Hamel y C.K. Prahalad
Julio 2005
ReimpresiGn RosO7N=Hace 16 afios, cuando Gary Hamel, entonces profesor en London Business
School, y C.K. Prahalad, profesor de University of Michigan, escribieron *Pro-
pésitoestratégico’ el articulo sefalé la legada de una importante nueva
fuerza al management.
Hamel y Prahalad sostienen que las empresas occidentales se enfocan en
reducir sus ambiciones para adecuarse asus recursos y, como resultado, s6lo
buscan las ventajas que pueden sustentar. En contraste, las empresas japone-
sas potencian sus recursos acelerando el ritmo de aprendizaje organizacional
yy tratan de alcanzar metas aparentemente imposibles. Estas empresas fomen-
‘tan entre sus empleados el deseo de triunfar y lo mantienen propagando la
visi6n de un liderazgo global. As fue como Canon buscé “derrotar a Xerox" y
Komatsu se propuso “rodear a Caterpillar”.
Este propésito estratégico usualmente incorpora objetivas ambiciosos, que
obligan a las empresas a competir de maneras Innovadoras. En este articulo,
ganador del premio McKinsey, Hamel y Prahalad describen cuatro técnica
uusadas por las empresas japonesas: la construccién de capas de ventaja, la
bisqueda de brechas, el cambio de las reglas del juego y la competencia me-
diante la colaboracién.
Propésito estratégico
por Gary Hamel y C.K. Prahalad
La mayoria de las
empresas lideres a nive!
global comenzaron con
ambiciones que superaban
con creces sus recursos y
capacidades. Pero creaton
una obsesién por ganar
en todos los niveles de la
organizacion
y mantuvieron esa
obsesién por décadas
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‘opi B2005 Harvard Basins School Publishing Corporation. Al hs sere Too os derechos ese 3Props
estrategico
mente son sorprendides por los nuevos
logros de sus rivales.
Para estos ejecutivos y sus empresas,
recuperar la competitividad implicaré
repeusar muchos de los conceptos bi
sicos de estrategia A medida que la
“estrategia” ha florecido, la competi-
tividad de las empresas occidentales
se ha marchitado. Esto podria ser una
coincidencia, pero nosotros pensamos
ue no. Creemos que la aplicacién de
conceptos tales como “calce estrat&
sco” (entre recursos y oportunidades),
“estrategias genéricas” (bajo costo ver.
sus diferenciacién versus focalizacién)
y “Jerarquia estratégica”(objetivos, es-
trategias y tieticas) ha precipitado a
menudo el proceso de declinacign com-
petitiva, Los nuevos competidores glo-
bales abordan Ia estrategia desde una
perspectiva fundamentalmente dis
tinta de la que subyace al pensamiento
‘occidental de gestién. Ante tales com-
petidores 1s ajustes marginales a las
orlodoxias del presente no tlenen mas
probabilidades de revitalizar la compe
titividad que las mejoras marginalesen
Ia eficiencia operacional (el recuadro
“Rehacer la estrategia” describe nues
tra investigacién y resume los dos en
foques oputestos que observamos en las
erandes multinacionales).
Pocas empresas occidentales tienen
an hisorial envidiable en cuanto a an-
ticipar las movidas de los nuevos com-
petidores globales, Por qué? La expli-
cacign comienza con la forma en que la
mayorfa de las empresas ha abordado
cl andlisis de los competidores, Por lo
general, éste se enfoea en los recursos
existentes (humanos, técnieos y finan
cieros) de los competidores actuals. Las
Ximicas empresas que son vistas como
tna amenaza son aquellas que cuentan
com los recursos para erosionar los mar
Gary Hamel es profesor vsitante en Lon
ddon Business Schoo y presidente de Sta
tego, una consultora internacional con
sede en Chicago. CK. Prahalad es Harvey
. Fruchauf Professor de Administracién
de Empresas y profesor de estrateia cor-
poratva y comercio internacional en Ste-
hen M. Ross School of Business de Uni-
versity of Michigan, en Ann Arbor.
4
genes y la participacin de mereado en
€l siguiente periodo de planificacin
Rara vez se toman en cuenta la ¢
cidad para generar recursos y el ritmo
al cual se construyen nuevas ventajas,
competitvas.
Eneste sentido, el andlsis tradicional
de Ia competencia es como una foto-
grafla de un autom6vil en movimiento:
en sf misma, la fotografia entrega poca
informacién acerca de la velocidad o di-
reccin del autom6uil no dice siel con
ductor esté dando un paseo dominical 0
siesté preparindose para el Grand Prix.
Pero muchos ejecutivos han aprendido
de penosas experiencias que la dotacion,
de recursos inicial de una empresa (sea
abundant o magra) noes un indicador
confiable de su éxito global futuro,
Recordemos: en 1970, pocas empresss
Japonesas posefan la base de recursos,
el volumen de fabricaciin o la habili-
dad téeniea de os liceres industriales
estadounidenses y europeos. Komatsu
no legaba a 35% del tamaiio de Caterpi
lar (medido en ventas), casino tenfa re-
presentacion fuera de Japn yla mayor
parte de sus ingresos dependia de una
sola linea de productos: las excavado.
ras pequefas. Honda era més pequetia
‘que American Motors y atin no habia
comenzado a exportar autos a EE.UU
{Los primeros pasos de Canon enel nego
cio de la reproduceidn grifica parecian
lastimosamente pequetios comparados
con el poderfo de US$ 4.000 millones
de Xerox.
Silos ejecutivos oxcidentales hubie-
sen amplindo su andlisis de Ia compe
tencla para incluir a estas empresas,
s6lo habrian subrayado cus radicales
eran las diserepancias de recursos que
las separaban. Sin embargo, para 1985,
Komatsu era una empresa de US$ 2.800
millones con un Ambito de productos
‘que abarcaba tn amplio rango de equi-
os ée movimiento de tierra, robots in-
ddustriales y semiconductores. En 1987,
Honda fabricaba casi tantos autos en
todo e] mundo como Chrysler. Canon
habia igualado la partiipacién de mer-
cado global de Xerox.
La leecign es clara: evaluar las venta
jn tdcticas actuales de los competidores
conocidos no ayudar a comprener Ia
determinacion, energia & inventiva de
los competidores potenciales. Sun-tzu,
lun estratega militar chino, lo planted
hace 3.000 alos: “Todos los hombres
pueden verlas tetas de mi eonguist
ceseribi6,*perolo que ninguno puede ver
sla estrategia de la que nace una gran.
victoria"
Las empresas que han aleanzado el
liderazgo global en los titimos 20 aiios
comenzaron, invariablemente, con
ambiciones que estaban fuera de toda
proporcién respecto de sus recursos y
capacidades. Pero crearon una obsesién,
por ganar en todos los niveles dela oF
ganizacién y luego mantuvieron esa
‘obsesidn durante ls 106 20 aos de su
biisqueda de liderazgo global. Nosotros
lamamos a esta obsesisn “propSsto es
‘ratégioo”
Por unt lado, el propesto estratégicn
imagina una posicin deseada de lide
razgo y establec cl riterio que la orga
nlzacin usaré para trazar su progreso,
Komatsu se propuso *rodear a Caterpi
lar”. Canon buseé “derrotar a Xerox’
Honda se esforz6 por convertirse en
‘una segunda Ford, una pionera del sec
‘torautomotor. Todas son expresiones de
ropssito estratégic.
Al mismo tiempo, el propssito stra
‘€gico es mas que simplemente una am
Dicidn desbocada (muchas empresas tie
nen tn ambicioso propssitoestratépico
‘pero no logran aleanzar sus metas).
concepto tambign abarca un activo pro
ceso de gestin que incluye enfocar la
atencin de la organizaciGn en la
cia de ganar, motivar aa gente com:
«cando e valor de! objetivo, dejar espacio
para las contribuciones individuales y
‘de equipo, mantener el entusiasmo pro
porcionando nuevas definiciones ope
rasionales cuando las circunstancias
cambian y emplear el propésito consis
‘tentemente para guia la asignaciones
de recursos.
EI propésito estratégico captura la
cesencia de ganar. programa Apollo
evar un hombre la Luna antes que los
rusos- se mantuvo tan completamente
enfocado como la campaiia de Komatsu.
«contra Caterpillar. HI programa espacial
se convirtié en el blero de control de
la carrera tecnol6gica de EE.UU. contraJa Uni6n Sovidtica. En elturbulento see: mejor posicién para explotar la conver’ comunicaciones” como su propésito.
tor de las tecnologia de informacién, _gencia de la computacidn y las teleco- Para Coca-Cola, el propdsitoestratégico
cra eiffel seleccionar a un solo compe- maunicaciones. Otros observadores del ha sido poner su producto “al alcance
tidor como blanco, por lo que e! props sector previeroneestaconvergencia,pero de 1a mano” de cada consumidor en e!
sito estratégico de NEC, establecido a s6lo NEC la convirtié en la gufa para mundo,
comienz0s de los afi0s 70, fue adquirir sus decisiones estratégicas posteriores, El propésito estratégico es estable
las tecnologias que la ubicaran en la adoptando el tema de “computacién y en el tiempo, Ex la batalla por el lide.
Rehacer la estrategia
En os thtimos diez aos, nuestra investigacién
de a competencia global, dels alianzasinter-
nacionales de la getién de multinacionales
‘nos permit acercarnos a altos ejecutives en EEUU,
Europa yJapén.A medida que intentabarnos develar las
razones de it y del racasoen los mercados clobales,
crea nuestra sospecha de que las eecutivos de empre
sas occidentalesy orientalessolian operar bajo concep-
clones muy diferentes de fa estrtegia competiiva. Com
prender estas diferencias podria ayudarnos a explicar el
‘comportamientoy resultado dels batallas competitvas,
para el ascenso de Japén ya d
CComenzamos trazando un mapa de los modelos est
‘gicos implitos de los ejecutivos que participaron en
‘nuestra Investigacion, Luego, elaborams una crénica
etallada de una selecién de batallas cornpetitvas. Bus
catnosevidencia de a exstencia de visones dvergentes
Ge a estrategi, cela ventajacompetitivay
petidores: el traslado de
ls fabricacén al exterior,
latercerizacién ola
instauracin de programas ce calidad Rare
‘ver los ejecutives occidentale aprecaron la
{otal magnitud dela amenaza competitva:
las multiples apas de venta la expansion
entre segmentos de productos relacionados,
desarrollo de posiciones de marca globa-
les La imitacion de las tctcesactualmente
vsibles de sus rvaes leva las empresas
‘ccidentales a una trampa perpetua de
alcanzar al rival. Una por ung, las empresas
perdieronbatallasy empezaronaver que
laderrota era inevitable La derota no era
inevitable, por supuesto, pero el ataque ue
forcuestado de manera tal que escondla las
intencionesuimasy evitaba ls confronta-
ciéndirecta,futuras. En los alos 70, varias empresas
estadounidenses ereyeron que la elec-
trénca de consumo se habfa vuelto una
industria madura. Qué podria superar
altelevisorcolor?,se preguntaban. RCA
y GE, disraidas por oportunidades en
sectores més atractivos" como el de las
computadoras centrales, dejaron a los
productores japoneses con un virtual
monopolio de las videograbadoras,
videocémaras y teproductores de CD.
Irénicamente, el negocio de los tele-
visores, que alguna vez se considers
maduro, est en el umbral de un rena-
cimiento espectacular. Un negocio de
US$ 20.000 millones al aio se crear
cuando la televisién de alta definicion,
sea laneada en Estados Unidos. Pero
ls pioneros de Ia televisién podtrian
capturar slo una pequefa fraccién de
esta bonanza,
a mayorfa de las herramientas de
analisis estratégco se enfocan en lo do-
-méstco. Pocas obligan a los ejecutivos
aconsiderar oportunidades y amenazas,
flobales. Por ejemplo, la planifcacion
e portafolio retrat las opciones de in-
version de la alta direccién como una
coleccign de negocios, més que como
ana selecein de mercados geogréficos.
El resultado es predecible: cuando los
negocios son atacados por competidores
extranjeros la empresa intenta abando:
narlos y entrar a otras dreas donde las
fuerzas de la competencia global ain
no son tant grandes. Eu el corto plazo,
sta podria ser una respuesta apropiada
ante una competitividad menguada,
pero cada vez existen menos negocios
onde las empresas orientadas al mer-
ado intemo pueden refugiarse, Rara
ver ofmos a estas empresas pregun-
tase: