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puede dejar que coma de boca en boca por su cuenta, desints- fesindose de sl se convirmard y como. Tarea del profeta es dar ‘Yor a sus visiones y después olidaas. Vittorin, en cambio, presenta una figura tolaimente moderna de profeta que vive lz E "de sus imigenes. La historia de la comeccién de ber elegido como imagen de convivencia humana a uns! coma ‘idad-aislada que wuelve a empezar desde cero reviste un sig- hifieado’¥ tuna responsabilidad en el marco de los modelos ctuales J fitros: equivale a seguir evadiéndose del verdedero ‘entra d2 la cuetion, ef eagul y ahonb» de la sociedad industrial Svanzada, sus potenclalidades de iberacién general que quedan pisotendas 7 trcionadas. Pero he aqui que el profets corre tras Tr profeca, llega a lempo para volver a afermar la imagen mien- fies esti ain en pleno vuslo y la corige, In cambia de signo. Vittorint Hama ahora ia ateacion del lector sobre la metr6pol: ‘tude a el solamente; mitindose a sugerir que las nuevas ¥ ‘in no definidas imégenes de Uberacion han de nacer de abl; ‘de ahi venen ¥ a estdn impacientes por volver sis arcingeles- Dartisanos, tl Yez mensajes solamente de una busqueda y de ‘na espera. ‘Ente signo de movimiento constituye el verdadero «testa: ‘menton de Vittoria: las imdgenes, los nombres, 1s significados Sserdn los que nosotros queramos dares. Ya hay nuevas imige- bes que se van acumulando et ia experiencia del mundo que Vittorini no ha podide conocer; surgen nuevas pregunta; vejas palabras cobran nuevos significados. Un didlogo que siempre ha Estado abierto es intl tatar de fjalo en el punto en que fue fntemumpido. Mas permanove claro el metodo a seguir, fa linea fn ln que Vittorint we be movide siempre: In primacia de Ia ex- Derlensia de la imaginacién sobre la absolutizacion ontol6xics, noscol6elca, mordisa o esteticsta; poesia, cienca, tecnologia, Sociologia o politica como experiencia e maginacin. En esto 18. Side el sentido de un trabajo que tende a desplazarse de la pro- fea al proyecto sin quo su fuerza visionaria y aley6rica se pierda; que busca el nombre del futuro no para cistalizarto sino oraue el nombre verdadero es slo aquel que cuando se en- ‘uentra suscta In necosidad de buscar oto ain mds verdadero, ¥ ast susesivamente 170 Filosofia y literatura ds ae do an protons por i canes ns Ce Pn La relaciéa cate losfiay titertura consiye una tach, ‘La mirada de los fldsofosstraviess a opacidad del mundo, st- era su espesor camoso, reduce la variodad de lo existent & toa telaraha de relscones entre concepios generals y fj ls elas del juogo por las que un numero Anko de peones quo se Iucven sobre un tablero de jeder agota tin nmero tl vee infito de combinaciones. Legan Tos esrtores,y ls absractas Piezas del secre, os reyes, las teins, los cabullosy las tores Son sostiudas con un nombre, una fora. determinada, un onjunto de atributos reales 0 equinos y en cl lugar det tablero Ss extienden polvorientos campos de batalla © mares agtados: ¥ 5 as relas del juego sllan por los aie y un orden distinto fel de fos Mgsofos se va abviendo. camino’ palatinamente. Es deci, quien descubre elas nuevas regs del juego son neve ‘meni los fldsofos, que se toman la revancha demostrando que {in operacién Hlevada # cabo por los exedtores es reducible a na m operscién propia, y que is tores y 1s alles no eran més que ‘oneeptos penerates distazados, "Yast sigue ia cisputa. Cada una de tas pares esté conven ida de haber dado un paso adelante en la conguista de la ver- 4d, ol menos de una verdad, pero al mismo tiempo es cons- tiente de que ia materia prima de las construcciones propias es farmisma que la de las sjonas, es decir, palabras. Pero las pala- ‘bas, como los cristales, tenen earasy ees de rotaciOn con Dro- Diedades distinss de forma, en las que ls Tuz se reflea de dis- {into modo, segin como estén cortadas y_superpuestas. La ‘oposicén entre itesturs y filosofla‘n0 exige una solucién sino ‘te, por el contraria, s6lo si ln consideremos permanente Slempre nueva, nos dari la garantia de que la estlerosis de las palabras no se’clera sobre nosotros como un estuche de hielo. "Es una guerra en la que los dos contendientes nunca deben perderse do vista, pero tampoco deben mantener relaciones de- ‘uslade préximas. El eseitor que. quiere competi con el f6- ‘ofa dejando.a sus personajes on diteraciones profundas, acaba, fn el mejor de los casos, por hacer habliables, persuasives ¥ com {idianos los vérigos dei pensamiento, sin que tengamos que respirar el aire de las grandes alfuras. De todos modes, este tipo 4e esertor pertencce & los primeros decenios de nuestro siglo, @ 1s Gpoca del raconslizante teatro de Pirandello y de los didogos Intelectuales de las novelas de Huxley, por lo que ahora n0s fe- ‘Sulla algo lejano. Tambien Ia novela intelectual, la noveledis fusién ha detapareeido; quien hoy tuviera que volver eserbir tuna nueva Monala mdgiea, 0 un nuevo I hombre sin atibutos ya no eseribirla una ‘novela sino un ensayo de historia de las Ideas 0 de sociologia de 1a culture 'Y esimismo, la flosofa excesivamente cubierta de came hu ‘mana, demasiado sensible a lo inmedisto ¥ a 10 vvido, const- fuye un desaffo para la literatura menos excitante que’ In abs- Itaccién de la metafisica o de la logics pura. La fenomenclogia ¥ el existenciallsmo lindan eon la literatura por medio de from feras no siempre bien definidas, (Puede ol filsofo escritor echar Sobre el mundo una nueve mirada floséfica que sea al mismo tiempo una ueva mirada literaria? Por un momento, cuando el protagonista de Le ndusea observa su rost cn el espelo, esto Puode resultar posible, pero en ia mayor parte de su obra el f- Kesofo-sertor se muestra como un fdsofo que tiene 2 su ser m vicio a un escritor verstl hasta el ecteticiso. La tterstura ‘istencnista ya no'tlene futuro porque no consiguié: mante- er un rigor Iieraro propo. Solo cuando ol cocitor essbe an ‘ex que el f6sofo que to interpreta, el rigor iteaio servird do odio al igor flosdhco, incluso co el eavo de quo escior y flgsofo convivan en ta misma persona, ESO e9 vlido no 2610 gare Dostievas para Raha so ube para Came 9 para ‘Los nombres de Dostoiewsi y de Katka representan los dos rméximos eemplos en los que la autordad del escrito (es doe, poder de transmit un tense inconfundle por medio de ‘ina especial enfonacion dal lenguaic y de una copeial defor ‘macion de la figura humana y de las stuaiones) coincide con In auoridad del ponsador al mis alto nivel, Lo cual quiere decir también que el hombre. de. Dostolewskiy wel hombre de Kafka» han cambiado I imagen del hombre incluso pars gue es no tengan una expecta ncinacién por la flosota que (nds 6 menos expliitamente) se halls tras esa topresentacin. El es Stor de nuesto tempo que podemos situa al mismo nivel de ‘utordad: que estos dos escntores es Samuel Beckett La ine: {en gue nosotros nos bacemes hey del hombre no puede pres indi de ia absolute nepatividnd del hombre de Becket "iy aue reconocer que el hecho de poner cigusts fos «asa los estitores aut es Hemingway? un bebavionty qué {5 Robbe-Griers un Slgsofo analco) es un jucgo de sosedad ‘uya incosistenca podria toner na disculpa sion el caso de fue fuere muy patios, pero n0 lo es ICalntas veces se ha fempleado el nombre de’ Witgenstin pera reere a escutores fe To tico que tenian em comin con él ers el hecho de no {ener ningin parecido con Wittgenstein! Decide quienes ele {tor dl postviamo lopico podria resltar un buen fema para iin congreo interacial del Pen Clb. En euanto al extucto Talismo, despues de ios beilantes resultados obtenidos en distin- {os eamipes, es mejor esperar a que lepue a eear tanto una fe Tosofis como tina Iterture props, I campo tradicional pare abrazo entre flosofia y iter tura es la tic O dicho de olro mode: la tea ha constiuido ‘asi siempre la coartada pare que la Mlosofia y la iterstura no Se miraen drectamente a la Sausechas de po- fer estar Ticlimente de acuerdo en la comin trea de ensehar a 13 ‘virtua a los hombres, Est ha sido ol mal camino litecaro de las Blosofas prictieas, sobre todo del marxismor arrastar tas de st ‘usa Ktceatura Hlusrativa y exhortaiva que tends presentar ‘come natural y conforme a los sentimientos espontineos su Vie Sidn floséfea del mundo, De esta Torma se plerde et verdadero Yalor evolucionario de una fosofla, que consiste en trastocar Sentido comin los seatimientes, y en violentar todas las fo ‘mas del pensar natura La definieiin do escitor maruista quiz4 sblo le corresponda f Brecht, que, en contrast con la tlcay la esttica oficiales del ‘omunismo, no contemplaba la superficie del arealismo» sino la {gia del mecensmo interior de las relaciones humanas, la sub- versién de los valores, offeciendo una pedagogia antivituosa. Hoy (en Alemania, on Talla y también un poco en Francis) en la Iteratura de la snueva izquierde» que se acoge al marss- ‘mo rechazando sv postura «relist y-pedagdeica, existe una Corrente que sigue considerando como maestro a Brecht, por- fue ést era didascalico de forma paradojica y provocadora, Para ftta corente en eambio, el marsiamo es y debe ser solamente fonclenca del iflero en el que vivimos, y quien pretenda in- Sicar vias de sla restaré fuerza a esia concienca; Ia liteatu ‘evolucionaria es, en esto caso, solamente In de la negacion ab- soluia, "AI mismo tiempo parece estar ya bastante claro que, si bien ‘es Gerto. que los Msofos después de, haber interpretado el ‘undo deven cambiarlo, no es monos cierto que, si dejan de {ntepretario por un instante, no conseguirin cambiar Fa nada. I dogmatismo ha perdido terreno, la expecativa de descubrir falguna verdad oculta en ots ideologies es hoy motivo de union {de ex sectatios y nevextremistas Ena situacién se extlonde en toro al punto de su mayor re- sistenein El hecho de que la Iiteratura vuelva a interesarse por In filosofia es sblo sintoma de un Yoraz sclectcismo. Hay eser- {ores de corte tadicional que obtienen inspracidn de lecturas flosbficas puesta al da sin que Ia superficie monocolor y uni- forme de mt mundo se fesquebraje. La literatura floséfiea del ‘mundo puede servi tanto para confimar como para poner en ‘Stuacion de crisis 10 que sa stbomos, Independieatemente de la ‘losofia que fa inspire. Todo depende de la forma en que el es ttitor penstre bajo la costa de las cosas: Joyee se planteaba en 14 luna playa desierta las preguntas teoldeicas y ontoldgicas apren- fidas ei escuela y muy aenas a las preocupaciones presentes, pero cada cosa que tocaba, zapatos rotor, huevas ee pescado, Bullaros, apareciaalterada hasta en su tia sustanci, ‘Este andisisestraligriico de la realidad se ha Visto seguido hoy por escritores provistos de los instrumentos cultureles episiemoldgicos mis modernos y rigurosos. Me limitaré 4 eitat e'Michel Butor y-a Uwe Johnson. Este tltimo legs & poner ‘uestiéano s6lo el mundo (que seria pora cosa) sino la esencia misma de la obra litraria, Son resgos que hay que estar dist ‘Duestos a corer si se desea seguir ese camino, I clima hoy predominante entre los escitores jovenes ex ‘nds filosbfico que nunca, pero se trata de tna flosofie que extd entro del acto mismo de escribir. En Francia el grupo de Tel Quel, con Philippe Sollers a la cabeza, se concentra en una on- tologia det lengua, de la escitura, dal «ios, ¥ ba tenido et profeta en Mallarmé: en Kala, la funcién dostructiva de la es ‘titura parece ecupar un puesto central; en Alemania a aificul- {ad de escribir la verdad constituye el toma rind: Sea como fuere, fos caracteres comunes predominan en la situacion gene ral de estos tes paises. La Uteratura nde a presentarse como tuna actividad especulativa sobria © impasibo, tan ljana Ge los ‘tos de a tragedia como de las muses de ia felicidad: no evaca ftros colores otras imigenes que el blanco de las piginas W alinescion de las rayas negras “Quiere decir esto que mi razonamiento de antes ya no se ‘tiene en pie? Desde que la literatura parece merodear en forn0 1 las posiciones de la Mlosala parece imposible un chogue fom. {al entre 10s dos mundos, pues la iteretara se ha encorrado e na feraeza fain qe puede soxtenete con pfs auto En realidad, si pretendo que mi exposicién pueda valer no sélo para el ey, sino tambien para el msBana, tengo que fa. ‘luir un elemento que he deseuidado hasta shore. Lo que e3- faba descrbiendo como un matrimonio de. cames soparadas debe verse como un ménage d tol flosoia,Iteratura ¥ cen ‘ia, La ciencia se encuentra con problemas semejantes los de in iteratur; construye modelos dal mundo que continuamente son puesios en cueston, alfernando el méiodo inductivo con el Seductive, tratando siempre de estar sobre aviso para no tomar vs por leyes objetivas sus propias convenciones lingtistcss. Solo Habel na cultura a ia altura de le stuaciéa cuando la proble- sitica de la clenca, la de la filosofia y In de la literatura se pongan en crisis continua y reiprocamente, En espers de ese momento solo nos queda detenernos sobre Jos ejemplos que tenemos a nuesta disposicion de una itera- ‘tra que respira filosofia y clencla, pero mantenlendo las distan- as, disclviendo con un ligero soplo tanto las abstracciones te6- Fleas como la aparente conerecion de la realidad. Me refiero ful a esa extaordinaria e indefinible pario de la imagioacion Hbumana de la que ban salido las obras de Lewis Caroll, de Queneau y de Borges. Pero antes debo hacer constar un simple hecho sobre el que no pretendo. consteuir ninguna. conclusion general: mientras ‘Que la relacién entre literatura y religion, desde Esquilo a Dos- {wievski, se establece bao el signo de la tagedia, la Telacién con la flosofla te hace explcita por primera vez en Ia comedia de ‘Aristéfanes 7 ‘actuando tras el escudo de la comicidad, ‘den ionia'y del umor. No en vano fos que en el siglo XV ‘se lamaron Contes pllosophiques no eran en realidad més que ‘legres venganzas contra in losofia levadas a cabo a. eaves de Ia imaginacion Uterara, Pero en Voltaire y en Diderot la imaginacién esté gober- ‘ada por una concretaintencién didasciliea y polémica: el tor sabe ya de partida todo lo que quiere decir. {Sabe 0 cree stber? La sonrisa de Swift y de Sterne esté lena de sombras. CContemporineamente al conte philosophigue 0, poco después, al ‘conte fantastique ¥ a 1a gosle novel, se desencadenan as Visio- res obsetivas’ del subconsciente, {Dende est la verdadera re- plica a la Mlosofia? Zen le ronfa Hilda, en los sutimientos de {a razin? (Nosotros, 1s italianos, pensamos enseguida en los didlogos de Leopardi.) {Ea la transparencia de le inteligencia? (os tranceses enseguida piensen en Monsieur Teste) £0 en fevocat a los fantasmas que acostumbran hanter nuestzas casas ‘Huminades? "Ambas tradicones siguen hoy diftndidas entre nosotros. El cesettor phidosophe al esto del siglo XV! tiene ea. Alemania sus ‘nds brlantes reencamaciones en Enzensberger como poeta, en ‘Peter Weiss con su MararSade, como autor teat, y en GUnter Grass como novelists. Por otra part, la literatura fantastique fae 176 revitalizada por el surealismo en su combate para romper las bbareras entre 1o racional y lo iracional en iteraturs, Con la formula hasand objectit Broton desautoriza Ia fracionalidad det fzar: Ias asociaciones de palabras y de imégenes responden tuna lgica oculta no menos autorizada que lo que viene lamén ‘dose cominmente wel pensamientoy "A decir verdad, el huevo horizonte se abrié cuando un ci rigo estudioso de lgica y matemétca se puso a inventar las his Vorias de Alicia. Desde ese momento sabemos que Ia 122m floss (que «cuando ducrme produce monstruom) puede te- nef, con los ojos ablerios, suefos bellisimos y totalmente dignos de sus mis altos momenios especulativos. De Lewis Carroll en adelante so establece una nueva rela: ci6n entie filosofia y literatura, y nacen los grandes depustado- res de fllosofia como estimulo ‘para la imaginacion. Quenes, Borges y Arno Schmidt mantienen distintas relaciones com dis: tintat flosoflas cultivindo ‘varladsimos mundos visionsrios lingiisticos. Es comiin a todos ellos el habito de esconder las cavtas de fora que as referencias flosficas #60 se sae ‘an a través do Ia alusion a los grandes textos, la geometria me- {afisica y la crudicién. A cada instante esperamos que fl srana seereta del universo esté a punto de aparecérsenos en toda Su transparencia; pero, inevitblemente, eta expectativa resulta “Un carnctriatca de este tipo de estore ela acid de culivar las mis comprometidas pasiones especulativas y eruditas sin tomarlas nunca plenamente en serio. Dentro de los limites de este reino se encuentran: Becket, que constiluye un caso parte, hasta tal punto que su mueca aoe cs vista, n0 36 si con scirto, como trigiea y religioa a la vez; Gadda, dividico entre in spacdn por ‘exit sempre una Historia Natural deat nero humano y el furor que una y otra vez To congestions hasta hacesle dejar interrumpidos sus bros a medias; Combrowicz, dividio entre una ligereza funambulesea (el duelo espiendido entre un sintetizador y ua analista) y la concenteicion devors- ‘dora de Eros. Erotizar la cultura es un juego entre signos y signiicados, entre milos e ideas, que puede entreabrir jardines de delicas vi Sonatas, pero que’ debe hacerse con una suprema distancia. Es ‘portuno citar agui un libro que ha salido hace pocos meses en i Francia: Vendred!, de Michel Toumier, que consiste en un, re- ‘medo de Robinson Crusoe muy nultide de alusiones a ls «iene ‘Gas humanaey y donde Robinson hace sl amor (Uteralmente) fon te isla. "Robinson Crusoe fue una novela Ailoséfica sin saberlo su a tor, ¥ antes 1o fueron Don Quote y Hamer, estableciendo una hnubva relacdn entre la ligereza fantasmal de las ideas yn pe antes dsl mundo, Cuando te habla de las felaciones entre I lic feratura y ln flosofla no se dobe olvidar que es ahi donde em- pieza nussta historia. 18 Definiciones de territorios: lo cémico beuui pes ed ats Gees seke Ee ree too an io eprcaido oi ‘Bor’ Vomorio™ ene Come Fl elemento literaio de lo wemico» tiene para mi muchi- sima importancia, pero también reconozco que la stra no es ‘sénero con el que tenga més ainidad En Ja stra hay un elemento de morslismo y un elemento de burla. Yo descaria que ambos elementos me fueran ajenos, Sobre todo porque no los estimo en los demas. El que serce de moralista cree ser mejor que los dems y el que se burla se considera mas astuto 0, mejor dieho, cree que las cosas son sal sencs ¢o omo as Yen ls des De tos rads, a sire excluye una actitud We interropacion y de andl fue no excluye, en cambio, es una fuerte dosis de smbivales sla, es decir, una mezela de atraccién y de repulsion que todo Vetdadero satiric siente hacia el objeto de su sdtira Fsta amy. bivalencia, si por ua lado'contribuye a dar a Ia sitira una ck mensién psicoldgica mis rice, no consigue converte en tn {nstrumento de conocimiento'pottico mis dictil; debido a la ‘epulsién el satrico se ve incapacitado para comprender mejor 1 mundo por el que se siente atraido, mientras que ia strac- ion le obliga por otra parte @ ocuparse de un mundo que le repele. ‘Lo que busco en ls transmutacién emia, itnics, grotesea © de caricatura es una forma de sali de la limiacion ¥ de la lunivocidad de tode representacion ¥ de todo julcio, Una cose se puede decir por lo menos de dos formas: une consiste ea do- 19

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