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BPEORECITAS DE LA VIDA DE. L. RABLE MADRE HARTA DE SaudS CHAPPUIS F DEL INSTITUTO DE LA VISITACION fallecida en Troyes ex olor de santidad © 4 de Octubre ato 1875. CASAS DE LOS OBLATOS DE SAN FRANCISCO DE SALES f DONT 1080024745 CARTA pe SU GRANDEZA MONSENOR Ob de Bai de B. Mr quexipo Amico. Felicito cordialmente a V. por la publicaci opusculo de propaganda titulado Froxaciras, Por el hace V. conocer fa Venerable Madre Maria de Sales Chapputs, 9 faci as vias de santidad ya trazadas por S. Eran Sales, delcual ha sido su mas fitl imagen, Como obispo de Ia Diocesis que ha tenido In gloria de ser Ma cuna de 11 Venerable Madre, hago volos para que esta felt; elecciin de hermosos ra velados de sublimes samicntos, contribuyan i poner d todos vuestros lectores, 0. el encanto de Ia Ilustre Sierva de untdos con todos los a han conocido mas heroicas y amables virtudes. Os bendigo muy pate 0S Soleure, 19 de Abril de 1854. IMPRIMATUR Vary WALLY Irceis, mensis Martii die trigesima 28 94. L..BRISSON, Sup. ¢. FLORECITAS DE LA ‘VIDA DE LA VENERABLE MADRE MARIA DE SALES CHAPPUIS 2 por el Padre Luis Brisson. Para componer un ramillete, no 4 cla tamilletera Glycera » que tan propiamente sabia cion y mescla de las flores; basté tomar, ha sido necesario imi variar Ja co ‘ es; mo nos los ha dado el Confesor de la S d I. — Bautismo de Teresa Ghappuis. Dios, los hermosos rasgos que revelan la gran santidad de a lustre Visilandina. Asi, estas pequenas florecitas han La Venerable Madre Maria de Sales nacié en consery ; : Suiza en Soyhiéres, Diocesis de Bale el 16 de Junio Algunos sencil i de 1793 y fallecié en cl Monasterio de la Visitacion royes, el 7 de Octubre de 1875 de edad de ochenta y dos afios, habiendo pasado sesenta de verdadera dad. 5 en los Monasterios de Fribourg, Paris, Metz y an p 2 é imitadora : c 7: tan per a ES giosa, u perfume y encanto 4 Sales, traen tambien Pl : : net Troyes. dir el buen * ' j Que santa tan amable y cautivadora la Madre tierra, durante su vi i i Maria de les Chappuis! Decia Sales Segur, que no se ve otra sem anos, ee ee aes Maria Teresa fué la septima hija de una familia EeROrid pt a profundamente cristiana. Cuando nacid era tan Bae gona acs rela i debil que todos creyeron no podria vivir sino utoridad pi nana woe e algunas horas. Su madre aquien Dios habia dado e C s un presentimiento particular, asegurd que el santo bautismo daria 4 su nifia la fuerza necesaria para vivir, y pidid que se lo administrasen lo mas pronto posible, mas la dificultad era grande. En 1793, reinaba con furor la persecucién religiosa y no habia Sacerdotes en Soyhiéres. Uno de los herma- nos del Seftor Chappuis tomé una resolucion que no dejaba de ser peligrosa para El, pero que demostraba la vivacidad de su fe : « Voy, dijo 4 Petit Lucelle 4 hacer bautizar 4 mi sobrina. » Petit Lucelle es un pueblo situado 4 dos leguas 4- de Soyhiéres, y para llegar 4 el es preci una escarpada montafa que separa los dos pueblos. Esta montafia servia entonce de frontera entre los paises que la Francia se habia apoderado, y el que quedaba a la Suiza. EI Tio puso 4 su sobrinita en un cesto de vendi- mia, cubriendole con una servilleta, y echando sobre sus hombros tan precioso fardo, fue a Petit Lucelle por un camino apartado, atravesando zarzales y rocas para no despertar sospechas al gobierno; masal llegar 4 la cumbre de la montana, tuvo el desagradable encuentro de un empleado de la;Aduana Francesa, el cual le intimé que declarase lo que Mevaba en’su cesto. « ; Ah! contesté el Tio, es una buena. mercancia. » — « Pues bien, dijo el aduanero, sigue tu camino ciudadano, » y no instd mas. El viajero siguio su camino sin mas contratiempo y la pequeia Teresa fué bautizada el mismo dia de su nacimiento y volvié 4 su casa blanca y sourosada la que antes estaba completamente negra. LO QUE HACE SANTOS Para dar verdaderamente gloria 4 Dios, y reconoc miento al Salvador, debemos dejarle hacer en nosotros todo lo que sea de su divino agrado. Esto es lo que h los Santos. Los Santos son Santos por haber dejado al Sa reinar en ellos. v. LA ORACION ¥ BL CORAZON DE JES Nuestro Seftor quiere que diga que no puede concebir Ja inteligencia del hombre la iniluencia que tiene la oracic sobre el Corazon de Dios. Cuando Mega 4 su Corazén cambia su ita en benevo- lencia Cuando un objeto es agradable 4 Dios, desarma st colera. Jamas se creeria cain facil es el corazon de Dios en dejarse mover cuando se le busca. La oracién tiene mas, fuerza sobre sn Corazén que el pacado, La oracién tiene “ah ado no e: inidad, (¥. M. Cu.).. e divino en Nuestro Sefor, el’ pe del hom ar de que ultraja dla Il, — Primera Misa. Cuatro afios solamente tenia Teresa y ya le gustaban todas las pequehas devociones que su Madre mandaba hacer a sus hermanos mayore Habiendo notado algo misterioso en los ejercicio dé piedad que se practicaban en la familia, fue adonde estaba su Madre y abrazandola le dijo : «¢ Madre mia, que es lo que hacen duranté la noche? Mis hermanos se levantan y les 0: con mucho silencio de casa g Adonde van? > Su Madre le hizo observar primeramente que no debia dejarse levar de la curiosidad y ana « Si me prometes no decir nada te llamaré 4 media noche. » Ante la promesa de Teresa de guardar secreto Ja despertaron 4 las doce de la noche siguiente. Grande fué su admiracién cuando vid en un cuarto, un altar lleno de as encendidas, y un Sacerdoté revestido con los ornamentos sagrados al que reconocio ser un tio suyo que vivia escon- dido en una casita situada en el fondo del huerto paterno. Postrados todos, oraban delante del altar. Al principio le parecié que esas cosas extraordin tias debian tener algo escondido é incomprensible para su espititu ; pero en el momento de la eleva- én se sintié’ repentinamente iluminada. « Com- prendi todo, dijo ella despues ; Dios se reveld 4 mi, que este era el sacrificio del Salvador y recibi una impresién de Iuces que me han quedado siempre presentes. Despues de esta gracia, no nos admiraremos de que la Santa Misa haya sido el principal ejercicio de la buena Madre durante toda su vida. Alli era donde principalmente comprendia el misterio de Ja Redencién. El Calvario le habia sido revelado, Ge no solo para recojer al pi¢ de la Cruz las violetas de la humildad y mortificacion sino que elevada hastael Corazon de Jesus Salvador ofreciend r la salvacién del género humano ejo de su amor y A la distribu- eién de las gracias que dimanan de sus divinas lagas, EL DESEO DEL CRIADOR El deseo del Criador ha sido hacerlo todo el hombre afin de que viviese feliz, Dios obraba y ordenaba todo, y el hombre debia vivir sin inquietnd, con d dando continuamente gracias 4 Dios, comunicandos mente con Dios, mirando siempre 4 Dios, y haciendo Dios su unica dicha. ‘Aunque rodeado de los bienes de Dios, el hombre que daba unido @ Dios, sin dividir su corazén con ninguna cosa, porque su corazén era recto y amaba a su Criador. No entraba el engaio en su corazon, porque el ita del aba y dirigi: ELS compla tratar con el hombre, porque su Coraz6n Jo habia o 4 su agrado. La comunicacion eta agradable 4 Dios y al hombre, este era el fin de la Creacio’ Despues del pecado, todo ha cambiado, mas Ia necesidad ha quedado en el Corazén de Dios y en lo profundo de corazén del hombre. A SENAL DE LA CRUZ Y EL SANTO NOM: Me ha venido al pensa menester bacer 4 1 Santo ar mi e faltas rqne ios quiere una disposicidn habitual unicacién La virtud ser dada ¢ al de la Griz 'y al Santo Nombre de Jes (V.M Cu. rm lil. — Pequefia mensagera de los sacerdotes escondidos. La fidelidad 4 la gracia en Tere: ba acomp flada de un raro juicio. Bien lo sabia su Madre, y 7 asi no temia confiarle los cargos mas delicados. Aunque no contaba mas que seis afios, la Sefiora Cieppiis le mandaba llevar las provisiones y comi- das que se preparaban en la Casa 4 los Sacerdotes escondidos en una de las haciendas de la familia, 4 cierta distancia de Soyhiéres. Llevaba Teresa su canastillo con un aire tan sencillo y seguro que alejaba toda sospecha. Un dia, sin embargo vid venir muchos hombres, cuya figonomia y trajes anunciaban ser revolucio- narios. Sin turbarse, se senté 4 la orilla del camino sobre su cestito, y mientras pasaban, se entretuvo en cojer las florecii as que.alli habia. Este dia llegé la comida con algunos minutos de retraso, y Teresa dio su explicacién 4 los buenos Sacerdotes. as. i n 1 encia que brillaba en tan tierna Nina : FELICIDAD EN DEJAR ODRAR A DI Quisiera decir en todos los sucesos : < Senor, sino felicidad en todo lo que haceis, ni h. sa: nada me agrada mas que vuestra A ILUSION DEL CORAZON recuencia el corazén se ha ta Dios, se b a 42 S. que hace y donde esta; ea rodeos inutiles, y en refle: ni ‘i na que es superior 4 4 libre de estos rodeos, porque el conocimi: lidad, hace que no se admire de malas; cuando las vé, se aleja Dios. : > aando uno 1 ,» porque como ofuscado, sufre de ve querer aceptar la gs es verdaderamente abyeccion delante de Dios: y el defecto de no querer ser nada, hace que uno se vuelva una ver- dadera nada y aun menos que nada. (V. M. Cu). + — La Lomita de las resoluciones generosas, LaSantita del Seftor Chappuis, como se lellamaba Soyhi¢res se aproximaba 4 los ocho aiios de su edad. Sus disposiciones excepcionales y el fervor de su piedad habian ido creciendo desde el dia que asistiendo por primera vez 4 la Santa Misa, recibié las mas vivas y penetrantes luces sobre la Euca- ristia. Por esto, apesar de su tierna edad, juzgaron que era capaz de hacer la primera Comunién. A los doce afios, enviaron a Teresa, al Pensio- nado del Monasterio de la Visitacion de Fri- bourg. Bajo una apariencia tranquila, poseia una volun- tad enérgica y un entusiasmo que tenia algo de caballeresco cuando se trataba de emprenderel bien Hay en el jardin de Fribourg una pequena loma que se hizo celebre en la historia del Convento. Durante el recreo, las Educandas se entretenian en subirla. Un dia que se proponian 4 ver quien Megaria primero, les dijo la Maestra : « La que lo consiga, que se comprometa 4 no hacer la menor falta al reglamento, durante su permanencia en el Pensionado. » Sin acabar de oirlo, Teresa estaba ya en lo alto de la loma. Las demas nifias se que- daron inmoviles y estupefact Se sefialé el lugar donde lego Teresa, y mas tarde se edificd en eluna Capillita 4 la cual van a orar durante sus retiros las Educandas que ha tomado una generosa resolucion de hacer lo que Dios les pide. EL REINO DE JESUS POR MARIA aqueria Nuestro Seftor, sind atraer todos hombres al amor de su Eterno, Padre Banga ¢ Y que desea la Santisima Virgen, sino atraer al amor de su Divino Hijoelamor de esos mismos corazones, afin de que El reine sobre las afecciones, de todos los hambres y triunfe la Cruz de Jesus sobre la cnal se sacrificed por la salvacién del genero humano? V. M. Cu.). . — Teresa y Francisco, Entre los hermanos de Teresa, habia uno al cual tenia mas afecto; era Francisco. Este se parecia mas 4 ella por su edad y su caracter : tenia una naturaléza suave y delicada y inclinada A la piedad; su debil salud necesitaba cuidados y afecciones; asi Teresa y Francisco eran insepa tables. No hablaban mas que de Dios, y del deseo que sentian de hacerse grandes Santos, Oraban Juntos, y juntos hacian sus pequefias peregrina- ciones ; y entre los dos, construian sus Celdas bajo los arboles del jardin para vivir como Solitarios fin de poderir al Paraiso. Despues de estos entre- se ponian de rodillas y oraban por sus Padres y por toda su numerosa y unida familia. : Con frecuencia iban los dos nifos al santuario de Nuestra Sefiora de Vorburg. Su Madre les man- daba pedir 4 la Santisima Virgen la curacién de un Hermanito, la salud del buén Tio, y para su Padre, el valor y fuerza necesaria para cumplir sus Cargos en aquellos tiempos de prueba, En estas peregrinaciones, no seguia Teresa sola- mente los sentimientos de una devocin sensible sind que practicaba penitencias proporcionadas 2 su edad. Los miercoles y los viernes decia 4 s hermano : « Hoy es necesario poner piedrecitas en nuestro calzado pata subir A Nuestra Senora de Vorburg » y los dos Nifios lo hacian asi. Cuando mas tarde dejé Teresa el Pensionado, y volvio 4 la casa paterna, se sintid mas vivamente unida 4 Francisco. Este, por una imprudencia, habia adquirido una enfermedad de languidéz que 2 — 10 — le conducia al sepulcro Desde entonces, gustaba mas a Francisco ir ila Capilla de Nuestra Sefiora de los Difuntos, y Nevaba consigo 4 Teresa, que era la tnica confidente de sus pensamientos- « Vamos 4 orar por los muertos. , decia, tambien pedir por mi »; y los dos ninos llegaban fatigados 4 la Capillita. Despues de rezar las oraciones de costumbre, se sentaban sobre una piedra. ¢ Que decian entonces? Primero hablaba Francisco de su estado y de cansancio del camino; y despues expresaba Teresa la dicha que tendria do este mundo donde tanto sufria para ir ver 4 Dios que ya se le revelaba de una manera luminosa y por un se miento inefable. Teresa enternecida, escuchaba 4 su hermano y le decia que tambien ella seria muy feliz en ver 4 su Dios en el Cielo y cuanto le agra- daba pensar en este Dios 4 quien veia en toda partes, y que tanto se hacia sentir 4 ella. Los dos nifios yolvian 4 casa con el corazin eno de una piadosa emocion y del perfume de la Oracion. Enfin, se acercaba el momento de Ja separacion tas dos almas tan unidas 4 Dios y entr po cter. El valor no falté ni al uno, otro, Teresa fué la primera en prevenir a mano que no le quedaba mas que algun ara verse en la tierra. Le recomendo no la ase en el Cielo. € insistié le obtuyiese la ¢ ener jamas otro afecto que 4 la vol divina, y no vivir sind para su santo amor, i ie rometid, recibié los Santos Sacr él Senor. sae su muerte, su rostro tomé una jee y los habitantes de Soyhiéres Es un Angel que ha vuelto para Dios. » EL DIYINO QUERER untad constituye 1a cidad del hombre ados en el Shy = Cielo, El Cielo es la voluatad de Dios y su volunt. Paraiso. cha del hombre esta en la voluntad de Dios no tiene . — Entrada de Teresa en el monasterio de la Visitacion de Fribourg. A losveinte y dos afi separaba Teresa de las afecciones de su familia y dejaba para siempre su delicioso Soyhiéres. Fiel al lamamiento de Dio: entré en la Visitacion de Fribourg. A fin de cuidar su delicada saltid, le dieron una telda en el sitio mas ventilado y elevado d Monasterio, Desde esta oe se vé el curso della rina que precipitandose se pierde detras de las rocas para xeapa ecer luego mas tran- al través de una verde y tan ‘transparente que facil- n la vista todas las ondulaciones. del r = y se oyen los rui dos del Sarina, las aves, y el s insectos dad de Poetas y a alli todo embellece el pensamiento. aen su Célda se dié cuenta asar los dias de su vi templ6 las bellezas dela naturaleza, y dir: 4 Dios le dijo : « ; Dios mio, os doy gracias porque no me habeis quitado nada » y enseguida bajé la vista y cerr6 los ojos ante este espectaculo verda- deramente delicioso. Acababa de tomar la resolu- cién de no yolver amirar nada de lo que habia en su Celda ni fuera de ella. Después de seseata afios de ausencia, cuando volvié 4 entrar en la Celda que habia ocupado, dijo 4 Ja hermana que le acompanaba: « Mirad jamas he otra cosa que este escabel : en este lugar me hablé Dios: por primera vez en Fri canto de Es una sole- eva el alma y bourg. » En efecto, alli habia tenido con ella el Salvador las mas intimas comunicaciones, revelan- dole la via que tendria que seguir y las obras que debi EL MILAGRO En la Eterni ° reconocera el precio de la nega- cién de si mismo, pués que un solo acto vale mas que hacer milagros La renuacia de si mismo, hace la union con Dios. Y. M. Cu VII, — La profesion religiosa. Teresa, llamada ya Hs Maria Francisca de Sales fué admitida 4 la santa Profesién, el g de Junio del ano 1810. Monsefior Yenny consagrado dbispo hacia poco tiempo, quiso examinar 4 la Novicia y presidir la ceremonia. Despues del examen hizo llamar 4 la’ Superiora y le dijo : « Bsta joven novicia sera una de las religiosas mas emi- nentes de. yuestra Orden; quiero que sea mi hija primogenita. » Es de piadosa creencia en la Visitacion, el que Dios concede todo lo que le pide la nueva Profesa mientras esta debajo del pafio mortuorio. Nuestra querida hermana no olvidé 4 ninguno de los que Ya habian conocido y amado, que eran muchos ; mas para ella solo pidio @ Dios no ser jam amada humanamente por nadie. Hay en esta peticion de la Madre Maria de Sales, un acto heroico, y el mas generoso que podia hacer su corazon, Consentia en sacrificar para siempre lo que hubiera podido indemnizarla de lo que dejaba en su familia de quien habia sido tan querida y apreciada. Mas con este acto de valor fundaba la obra de sanctificacién aque Dios la llamaba personalmente. y, como ha dicho des- pués, daba a su apostolado el fundamento y carac- ey ter que debia tener. <« No trabajar sino por Dios; no solicitar las almas sind 4 su santo amor. » EL CAMINO MAS CORTO — E RETO DE LA PERFECCION s preciso ir al Salvador por el amor’ es el camino mas corto, El gran cecreto de la perfeccién es unirse en todo con amor voluntad de Dios. V. M. Cx). ACTOS DE AMOR DB DIOS Derante el hacer may amenudo actos de amor 4 Dios, porque inflaman y reaniman el corazén. Un acto de amor 4 Dios, rer con frecuencia dd vigor al alma aun cuando lo h entimiento sen. (V. M. Cu). EL CONTENTO DE D Poco importa que no estemos contentose! tal que Dios halle su contento en nosotros. VIII. — La obra del Apostolado. ¢Cual era esta obra del Apostolado que Nuestro Senor habia mostrado a la Madre Maria de Sales desde su Noviciado ? Esta obra, que debia ocupar toda su vida religiosa, le hacia decir siendo atin recien Profesa: « Debo hacer la mision de Apdstol. » Monsefor Haas, obispo de Bale, lo explica en pocas lineas. Despues de recordar los instrumentos de miseri- cordia que en el curso de los siglos escogié Dios en el seno de la vida religiosa para que vengan en ayuda de su Iglesia en los momentos de peligro ; despues de haber nombrado Franci Sales, 4 Santa Teresa, 4 la Beata Margarita Maria ‘Alacoque, el venerable Escritor afade : « He aqui otro, es un instrumento activo de Nuestro Salva- dor: lo encontramos y admiramos en la Venerabie Madre Maria de Sales Chappuis. i « Esta circunstancia es precisamente la que d una importancia particular 4 la vida de esta alma privilegiada «Elespiritu del Siglo xx tiene por rasgo dis- tintivo, hacer del hombre, tomado en particular, el fin mismo y el punto central de su vida. El propio juicio, la propia voluntad, la fuerza individual y ol nterés personal, son los ejes sobre los cuales gira vida de muchos hombres... « En oposi de esta doctrina, Nuestro Sefior levanta otro estandarte deciendo : « El que quiera venir en pos de mi, nieguese d si mismo... Apren- ded de mi que soy manso y humilde de corazén y hallareis descanso para vuestras almas. » « Espareir en el mundo esta nueva palabra de vida; oponer 4 la propia suficiencia Ja confesion de su nada y una confianza de nino en Nuestro Sefor, 4 la orgullosa independencia una obediencia abso- juta: 4 la adoracion de si mismo, el completo abandono en el Salyador,... tal fué el camino de Venerable Madre Maria de Sales; yt plimiento de su mi ion favorecio el Salvador con extraordinatias graci « Debia observar completa j ctamente lo que yo Ilamaria, el programa del Salvador para Ella, porque fué particularmente llamada 4 renovar clespiritu de la negacion de smo en el Insti- tuto de la Visitacion, al que pertenecia por una especial yoluntad de Dios; y 4 desarrollar y esten- der este espiritu de renunciamiento hasta la mas magnifica florescencia. « Pero no debia quedarse ahi; la voluntad del Senor era que fundase Congregaciones que por su infinencia en el mundo, tendrian los medios de hacer penetrar, lo mas profundamente po ble, este espiritu en la Sociedad « Por 1a fundacion de los Sacerdotes de la Con- gregacion de Oblatos de S. Francisco de. Sales, realizo el fin de la Mision que le habia man festado el Salvador al principio de su vida religiosa atura tenga ne das las cosas; y esta no cumple su inuamente 4 Di ja luz que Criador se pone en las menor er as; el am A. PROVIDENCIA ia se com 0, todo lo que ti La Providencia ayuda y satist provistos de medios humanos, y 4 10 sit insufi¢iencia; porque estes ay IX. — Bs lo que yo queria Dio Un afio despues de su Profesion, fué enviada la He Maria de Sales 4 Metz para traba 1 res= tablecimicnto del Monasterio dela Visitacion; pero no permitiendole su salud continuar esta mis la volvieron A llamar sus Superiores para Fri- donde fué nombrada Maestra de Novicias. ,la pidieron en el Monasterio de Troyes para Superiora. En Troyes, como en Frib Metz, la vida religiosa de la buena Madre con todas las virtudes propias de su vocacion. Animadas las Hermanas por su Madre, hacian grandes progresos en la practica de la observas Cia religiosa y esto era un inmenso consuelo para Ella. Pero no dejaba Dios de pedir 4 su fiel esposa tes- timonios de amor 4 su santa voluntad y de con- fianza en El. i Varias Religiosas, de las mas notables, se iban muy jovenes 4 las nupcias eternas del Cordero, 6 adornadas de todas las virtudes de sus Exposas mas amadas Una de estas fué la‘H* Maria de Chantal, que no vié prolongarse su destierro mas que dos afios despues de su Profesion Religiosa, Se acercaba 4 la muerte, sin que se apercibiesen. Dios habia ocultado este sacrificio 4 la buena Madre. Cuando yinieron 4 decirle que la Ht Maria de Chantal acababa de espirar, se volvid ha el altar, y con las lagrimas en los ojos dijo : « Si Dios mio; yo lo quiero porque Vos lo quereis. » ‘ : La perdida de esta joven Hen quien Ja buena Madre fundaba las mas halaguefias esperanzas para el porvenir, fué un motivo para confiar en Dios mas que nunca. Hizo numeros y repetidos actos de sumisién y mas tarde, tuvo varias veces ocasion de decir : « Es necesario que el Salv: se encargue de nosotras, puesto que nos lo ha qui- tado todo. » PARA MI MAYOR BIEN Nuestro Seftor me ha hecho comprender que todos cimientos que me sobrevengan seran para mi m (V. M. Cx DEJAR LA ELECCION AL SENOR Dios hace bien todas las cosas. Este pensar hace dejarlo todo al Salvador. Yo no quisiera hace thas pequeiia eleccién en nada. Cuando se escoge cosa no se conoce 4 Dios porque este conocimiento hi Senor. (V. M. Cu). PLACITO DIVINO enor, de esperaros; mi felicidad con- sterme 4 placito : tanto me gusta ar privada de lo que deseo, como tenerlo, todo mi bien sta en cumplir vuestra voluntad La posesion de lo que deseo no es apet 4 mi cora- z6n sino la precede vuestro agrado. — Retrato de la buena Madre. Ssta actitud habitual para con Dios y su santa yoluntad, hizo trazar el siguiente retrato de la buena Madre 4 un docto Jesuita, el R. P. Bohl: « No vivir mas que en Jesus y por Jesus, tal era el unico pensamiento y como la vida de esta admi- rable Salesiana. Tan perfecto era su abandono ala yoluntad del Divino Maestro, que verdaderamente podia decir como el gran Apdstol: Vivo jam non ego : vivit vero in me Christus.» ‘Como la esclava, de quien habla el Santo Rey Profeta, tiene los ojos fijos en las manos de su Sefiora, 4 fin de obedecer al menor signo de su voluntad, asi esta fiel Sierva del Sefior parece espiar los menores deseos de su divino Maestro, para ejecutarlos exactamente, sin permitirse hacer ni mas ni menos que su adorable yoluntad, ¢ Es de admirar que el Sefior, que se complace en hacer la yoluntad de los que le temen, haya puesto, encierto modo su Potestad al servicio de una alma tan apasionada de la obediencia y de la fidelidad ? De ahi, esas ir icaciones, esa union inefable, esas luces 2 tias, esa seguridad de doctrina, esa sabiduria sobrehumana, en la direccion de las almas, leyendo como en un libro abierto, los pliegues y repliegues mas secre- tos de las conciencias, y trazando 4 cada una el camino que debia seguir. DILATAR EL CORAZON DR JESUS ; Cuantos bienes inefables! ;Que fuente de misericor- dia! Disponerse 4 recibir de un Dios liberal es la accion que mejor puede dilatar el Corazén de Aquel que no piensa, ni desea, ni hace lo que hace sino por contentar deseo de dar. jCuantas veces se angue pnede hacerlo con tanta frecu e ¥ puede; mas nosotro enemos y obligamos 4 guar- dar lo que nos tenia destinado, (Y. M, Cu,). 3 XI. — La Reconstruccion del segundo Monasterio de Paris. La Madre Maria de Sales fué Superiora en el segundo Monasterio de Paris desde 1838 4 1844. En esta época recibié una prueba insigne de la proteccidn del Salvador en recompensa de su con- fianza en El y de lo que esperaba en su bondad en las circunstancias desesperadas. Un dia se oyeron en toda la casa estallidos pro- longados que indicaban que se agrietaban las paredes principales del Monasterio. e era viejo y de una construccién poco solida. Vinieron Arqui- tectos, los cuales declararon que corrian gran peli- gro, Debian salir ; Pero adonde? ¢ Donde recoge- Tian 4 una Comunidad de cien personas proxima- mente ?2 Que resultaria para el espiritu religioso ? zPereceria todo lo que habia hecho la buena Madre? Esta se puso en oracidn pidid consejo 4 Dios y recibié la respuesta de no abandonar la Casa, Continudn desplomandose las paredes y comien- zan 4 hundirse algunas partes del Monasterio, pero la Madre Maria de Sales asegura que es la volun- tad de Dios que no salgan de la Casa, y las Her- manas permanecen tranquilas, Entretanto los Arquitectos toman las medidas necesarias de pru- dencia apuntalando las partes mas amenazadas y con gran actividad se ponen 4 consolidar el Mona terio. No sobrevino el menor accidente en este genero de trabajo tan peligroso. Unos meses bas- taron ; todo peligro habia desaparecido. Hablando un dia la buena Madre con una reli- giosa sobre la inquebrantable confianza que habia tenido en Dios, en medio del peligro que acababa de correr la Comunidad, le cont confidencialmente como el Salyador se habia mostrado 4 Ella, indi- candole con una viva luz los lugares en que el peligro amenazaba mas, eSs1g Un gran Te Deum, siguio 4 estas reparaciones, La Madre Maria de Sales establecié una procesion anual para perpetuar en la Comunidad la memoria de una proteccion de Dios tan visible. Despues de los seis afios de superioridad en Paris, volvié 4 Troyes en 1844. Encontro por Con- fesor de la Comunidad, al R. P. Brisson, aquien Dios habia escogido para ser el Fundador de los Oblatos de S. Francisco de Sales. Durante 35 afios fué testigo de las maravillosas gracias que Dios obraba en el alma de la buena Madre, 4 la que debia ayudar en la Mision de que iba 4 ocuparse. LA SEGURIDAD EN DIOS Dejemonos en las manos de Dios. El hari lo que nos sea mejor. Digamos de todo corazin : « Pstoy segura de Dios. » Ha cuanto 4 mi, estoy segura de El. Salgo por fiadora suya, Quiero que mi seguridad vaya 4 su Cor Quiero que esta seguridad le diga en gran¢ teres : < Yocuento con Vos, stn saber como, pero cuento con Vos. » CONFIANZ Mirad al Salvador y decidle TE 0 UN SALVADOR x ae suceda digamos : « Tengo (v. AMADOS DE DIOS Los que se hacen como ninos, son Dios. XI. — La buena Madre en el Pensionado. La Madre Maria de Sales ejercia una muy grande influencia en las Educandas del Monasterio. Su visita al Pensionado era una fiesta; una sola 201 = palabra suya era un recuerdo que no se olvida nunca. Despues de las mas santas lecturas, sus instrucciones eran las mas estimadas El buen Dios era el que hablaba por Nuestra Madre se le comprendia, 0 al menos se le sentia siempre, Era de ver este auditorio de nifias de 7 4 18 afios. Las mayores respetuosas y conmoyidas la escuchaban con una veneracién y atencién que no les permitia perder una sola palabra. Las peque- fas contenian la respiracién y seguian con los Ojos todos sus movimientos. No sabian bien lo que habia dicho pero comprendian que era necesario Ser piadosas y formales, y que las que cumplieran bien los que les habia recomendado, irian con Ella al Cielo. s animaba al trabajo manual y algunas veces lo honraba con su presencia, Recomendaba los trabajos serios que pueden servir a las necesidades de la C. , al alivio de los pobres, y al adorno de las Iglesias. Apreciaba poco Jas labores de distraccién 6 fantasia, y no queria verlos, 4 no ser que fuesen por agradar 4 los Padres 6 d otras personas 4 quienes debiesen agra decimiento. Las alentaba al trabajo con sit ejemplo, y decia que era Ja manera mejor de imitar 4 Jésus en la Casa de Nazaret y de participar de la vida intima de Jesus, Maria, y José, La buena Madre estendia sus cuidados 4 todo lo que tocaba a sus queridas nifias. Cuando alguna habia perdido un rosario una medalla, 6 una joya, iba 4 contarle detenidamente su pena’ La carifioss Madre la escuchaba seriamente, se recojia un momento, y mirandola con bondad le decia : « No, no esta perdida tu meda! a tal sitio, que alli esta. » La nifia corria prontamente sin dudz ry volvia con el objeto que creia perdido. Sucedié varias veces que las Hermanas y las Educandas por no molestarla, buscaban dias ente- ros lo que habian perdido, con la firme resolucion de no decirle nada; pero era inutil su empefio ; nada se encontraba, Al fin, cansadas de buscar, decian 4 la buena Madre que habian querido pasar sin su socorro pero que no lo habia logrado. La bondadosa Madre ba el sitio donde hallarian lo que buscaban, y sucedié algunas veces, que el objeto perdido estaba 4 los piés de la que lo bus- caba y mostrandoselo con el dedo decia ; « Vedle, no esta lejos. » Muchas veces, sus oraciones alcanzaban de Dies cosas verdaderamente notables, Una Educanda, C... D..., babia caido gravemente enferma y el Medico reconocia una enfermedad contagiosa : el Tabardillo. Mandé que se separase 4 la enferma de todo contacto con las personas de la Casa, porque era peligroso acercarse 4 Ella, Dos Hermanos se ofrecieron 4 asistirla; una por eldia y otra por la noche. Bien pronto se desesper) de salvarla, pero alli estaba la Madre Maria de Sales orando por ella. Apesar del peligro que corria, vino una mafiana 4 darle su bendicién, y he ahi que dlas tres de la tarde, el medico la encon- tro casi enteramente sana : « Las cosas que pasan aqui, no suceden en otras partes », dijo 4 las Her- manas Enfermeras. 1A ORACION DE Accrox Hacer de buen corazén por Dios, todo lo que se hace, es una oracién activa, (V. M. Ca.). LA COMPLACENCIA Divina Cuando Dios encuentra una alma que hace su voluntad y Se aplica 4 seguirla en todo, El se complace en ella y hace lo que ella quiere. (V. M. Cu.) HUMILDAD Y CONFIANZA decir 4 Dios soy demasiado pequefa, no veo nada, no puedo nada, pero estoy segura de Vos.” (V. M. Cit)

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