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CAPITULO X Conclusiones Los temas de los frescos y las formulas pictéricas La impresién general que se percibe del arte minoico y de Tera es que los frescos ex- hiben una innumerable variedad de temas, con lo que no se repite practicamente ninguno y que hay una impactante originalidad en cada composicin. En comparacién con el arte egipcio, donde la iconografia es redundante hasta el punto de ser tedioso, esta constatacién es totalmente cierta. Aparentemente, el artista en Creta tenia mayor libertad para crear y tenia menos constricciones fruto de arquetipos preexistentes que los pintores egipcios. Pero debian aplicar ciertas pautas “ideolégicas”. En un examen mas minucioso, uno se da cuenta primero de que en realidad los temas de los frescos eran limitados y, en se- undo lugar, de que se solapan a menudo los frescos de Creta y Tera. Todos los temas giran en torno a las festividades, los rituales y las escenas naturales. Se trata de un reper- torio limitado, dentro de un marco en el que, no obstante, podian producirse varias in- terpretaciones. La repeticion de los temas y especialmente, las semejanzas entre el arte minoico y el de Tera plantean la cuestién de la transmisién. éCémo ejercié Creta su influencia artistica? ¢Habfa artistas viajeros o manuales con patrones? Dudo acerca de la existencia de estos Liltimos. Como se ha sefialado arriba, cada composicién es Unica y es muy poco probable que se copiase de algtin manual con patrones. Una vez més, la comparacién con Egipto resulta ilustrativa porque algunas composiciones son casi idénticas alli. Esta claro por lo que respecta a los frescos de Tera, que los artistas evitaban la repeticién a toda costa me- diante la alternancia de las posiciones y la indumentaria de los personajes tanto como fuera posible. Las tentativas audaces conllevan a veces resultados no acertados, que se habrian evitado si se hubieran copiado fielmente en el caso de que hubieran existido ma- nuales con patrones. Por ejemplo, algunos personajes de Xeste 3 tienen pies que son de- masiado gruesos o manos que son demasiado largas en relacién con el resto del cuerpo. Quizds el artista se enfrenté al reto de producir una pintura original dentro del marco de la tradici6n. 2Pero cémo se transmitia el arquetipo tradicional? Es probable que hubiese artistas itinerantes pero también es presumible tambign que se ensefiaran los arquetipos con temas tradicionales, a través de los sacerdotes que encargaban las pinturas. Compa- remos con la poes{a oral para aclarar la cuestién. Al igual que los poetas y bardos de los tiempos homéricos estaban obligados a componer epopeyas tradicionales empleando un lenguaje con estructuras prefijadas, de igual modo los artistas y sus patrones podian crear nuevas composicions empleando férmulas pictéricas tradicionales. La aplicacién de este lenguaje pictérico con estructuras prefijadas les daba un marco sélido en el cual trabajar sin sacrificar su originalidad. Hay ciertas dudas sobre si las formulas prefijadas eran dictadas por la concepcién religiosa de los minoicos. Este predominio de los temas religiosos combinado con el andlisis arquitecténico me conducen a la conclusién de que el sistema de Acrotiri era teocrético. 17 Repasemos algunos de las formulas pictéricas del arte minoico y de Tera. Habiamos apuntado que ciertos motivos van conjuntamente: azucenas 0 azafranes con rocas y go- londrinas, los papiros y juncos con agua o patos, etc. (ver también img. 58). Se utilizaban convenciones para indicar elementos en cuestién. Los rios, por ejemplo, se representaban mediante unas lineas ondulantes y ganchitos, los azafranes con tres pétalos y dos grupos de estigmas, etc. El cuadro siguiente resume algunas de las observaciones sobre las for- mulas pictéricas. Cuadro 4 Signos Tipos de paisaje Animales Plantas ganchitos ros arifos, patos, gatos papiros, cafias, palmeras rocas paisajes rocosos _cabras, monos azucenas, azafranes Aunque estas asociaciones no son estrictas, tienen validez como reglas generales y pueden ser confirmadas en muchas representaciones egeas. La escena Nilética grabada sobre el pufial procedente de la Sepultura V de Micenas, por ejemplo, muestra un paisaje riberefio con gatos, patos y papiros; el rio tiene los tipicos ganchitos plasmados por inci sién. En otro pufial de la Sepultura IV, hay un leén cazando venados en un paisaje rocoso. La formula pictérica es valida por lo tanto, para una gran muestra del arte egeo. Esta constatacién merece la pena ser tenida en cuenta a la hora de tratar de establecer dife- rencias entre las obras minoicas y micénicas. Por tanto el arte era una especie de lenguaje que podia aprenderse y que transmitia la mentalidad de la gente que lo creaba. Nuestra labor es descifrar este lenguaje y com- prender su mensaje, El significado de los motivos pictéricos Toda percepcién es selectiva, con lo cual el acto de elegir ciertos motivos no carece de significacién y no es aleatorio. Vamos a tratar de interpretar el significado de algunos de los motivos que entrafian asociaciones de sentido para los minoicos y la gente de Tera, los cuales no son desconocidos. El caso més evidente es la concurrencia frencuente de azafranes y azucenas. Como se ha afirmado repetidamente, se eligieron estas plantas no solo por su belleza sino también porque eran simbolos de la regeneracién de la naturaleza en la primavera y el otofio. Lo mismo puede decirse de las golondrinas, cuya llegada anun- cia la primavera, Las asociaciones que se transmitian mediante otro ave, el pato, eran menos obvias. Sin embargo, el hecho de aparecer en el collar de la diosa (img. 49) corroboran su impor- tancia. Su significado puede ser comprendido solo bajo el prisma de los paralelos con Egipto y el Oriente Préximo. Esta claro que tanto en Egipto como en Mesopotamia, los patos estaban conectados con la fertilidad porque abundan en los pantanales y las zonas. acuaticas. En ambas civilizaciones eran las aguas de los rios y los pantanales los que eran responsables de la fertilidad del suelo. A diferencia de Creta, donde el despertar de la 1s. naturaleza dependia de las temperaturas templadas la lluvia, en Egipto era la crecida del Nilo lo que fertilizaba la tierra. En consecuencia, se cre6 una simbologia visual y con- ceptual que abarcaba las zonas acuaticas y los pantanos. La presencia de patos, papiros, cafiaverales y palmeras evocaba el agua y la fertilidad en las mentes de los egipcios. No es casual que las cacerias en los pantanales es uno de los temas preferidos en las pinturas de las tumbas de Egipto desde el Viejo Reino (img. 50). En Mesopotamia, las plantas y 'os animales que estaban asociados al agua conllevaban casi las mismas connotaciones. Una metéfora mesopotamica consiste en comparar el dios de la fertilidad o el rey con una “palmera datilera plantada a la vera de una corriente de agua. Un cedro enraizado cerca de unas aguas...” (H. Frankfort, Kingship and the Gods, p. 311). En Id'literatura mesopotémica hay una conexién explicita entre los patos y la fertilidad. El triangulo Pubico de la fertilidad de la diosa Inanna se compara a “un campo de rastrojos en el cual se han soltado los patos para ser cebados...” (Th. Jacobsen, The Treasures of Darkness, p. 45), Volviendo al mundo minoico y de Tera, aunque las aguas podian ser no tan importantes en Creta como en Oriente, adquirian el mismo significado bajo el influjo de las civiliza- clones de Oriente. Por ello se explica que un pantanal esté representado en el programa pictérico de la habitacién 3 en la planta superior de Xeste 3 (img. 44), como que los patos Yas libélulas decorasen el collar de la diosa y que los papiros aparecieran en el santuario de la Casa de las Damas. El orden social y el orden natural En los capitulos precedentes, se ha defendido que la sociedad de Acrotiri estaba or- ganizada a través de un sistema de santuarios con una jerarquia definida entre ellos y que estos estarian encabezados por una clase dirigente que deberia de tener estatuto sacerdotal. Las actividades econémicas, religiosas y cotidianas estaban entremezcladas hasta tal punto que distinguir entre lo laico y lo religioso resulta irrelevante y artificial. La oposicién entre lo sagrado y lo profano es un constructo mental aplicable a nuestros tiem- Pos y culturas, por lo que los intentos de imponerlo en otra cultura tan diferente oscure- Cen nuestro juicio e impiden la comprensién, La jerarquia social de Acrotiri esté reflejada en el arte. La diferenciacién a través de la vestimenta, el peinado y la posicidn en el campo visual son marcas de nivel e importancia social. Se ha explicado que las faldas recias, las tUnicas, los vestidos peludos y la desnudez en los hombres eran indicativos de la posicién social, juventud y funcién (cap. IV). Faldas con vuelo largas 0 cortas, un vestido a modo de sari y diferentes peinados sefialan carac- teristicas similares en el caso de las mujeres (cap. Vy Vi). El orden social estaba basado en el orden natural. Una relacién harmoniosa entre ambos era crucial y se lograba mediante una serie de festividades. En estas, se celebraba el resurgir de la naturaleza en conexién con los eventos de importancia social, como una victoria, y la creacién de nuevos papeles (cap. V y VI). De este modo, el orden social estaba integrado en el orden eterno de la naturaleza. Como H. Frankfort ha afirmado, era lo per- petuo y lo recurrente lo que impresionaba a los antiguos, no lo efimero y transitorio. Los ug eventos hist6ricos que implicaban singularidad carecian de importancia en la medida en que eran desviaciones del camino de la normalidad, Pero si forman parte de un sistema conceptual preexistente, como la victoria sobre el caos, se podian incorporar mediante los festivales. No es fortuito que los eventos historicos estan ausentes del arte minoico y de Tera y que la historia politica sea irrelevante. No hay retratos ni lideres que posen. Las. pocas caras presentes en los sellos que se identificaron con supuestos principes o caci- ques, ahora son vistas por J. Betts como tipos de fisionomias que representan sacerdotes. En esta categoria estaria incluido también el lider de la flota procedente del friso de la pared sur, el de los barcos en la Casa Oeste (img. 36). Es interesante comparar el arte minoico y de Tera con el de los griegos. Estos inven- taron la historia, y no es casualidad que se centraran en el andlisis del fenmeno del cam- bio, como se puede constatar cuando se estudia alos fildsofos jénicos del periodo arcaico. Los hechos singulares y las figuras individuales atraian la atencién de los griegos mucho més que a los minoicos (aunque no tanto como nos atrae a nosotros) y esto quizds se debe a que desarrollaron la narrativa, el arte, la literatura y por Ultimo, el arte dramatico. El teatro en verdad esté fuera de lugar en un mundo donde lo perpetuo y lo recurrente es lo que importa. Se ha apuntado que el potencial momento dramatico del fresco del adyton procedente de Xeste 3 (img, 43) se diluye porque la tragedia de la muchacha esta minimizada y porque la escena carece de unidad teatral. Asimismo, las escenas de saltos sobre el toro de los frescos de Cnosés fiojean en cuanto a impacto dramatico porque el espectador recibe la impresién de que es un hecho recurrente, un ritual, donde los par- ticipantes individuales no importan. Para concluir, el arte de Tera y el minoico reflejan el orden social y natural. En nuestro mundo de cambios répidos e inestabilidad, resulta llamativo y reconfortante echar una mirada, aunque sea inapropiada, a una tradicién donde la estabilidad y la repeticién eran el marco de la existencia humana

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