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Serie Beis woe el Bicentenario,2 © IEP Insmzur0 0s EsropI0s Pemuasos Hlracio Uneaga 694, Lima 11 Tal: (51-1) 332-6194 woriepong pe ISBN: 978-9972.51-529-3 ISSN: 2304-3830 Inmpreso en Pers Primera icin: alo de 2015, 2100 cemplares Hecho el dept eg en a Biblioteca Nacional del Pes 2015-09116 Regier del proyecto editorial «en la Biblioceca Nacional: 1150131500794 Motive decanitla:. «Estadio aleentivo pas el mur ‘La Independencia del Peet “Tempera sobre carina de Teodoro Niviex Uret. Comoe Mario Naranjo Diagramacion: Silvana Linarbe Cartule Gino Becerra Apoyo dior Maris Claudia Hacita Cuidado de eicins Odin del Pooo Probibida la reprduecon stl o paca del eta y de as caacteritcs gfe de ee lb por cualpuir mei sn perma del editor La independenca del Per cconcedida, coneguida, eocebida? ICatlos Conterss y Miguel Glave, ed. Lima, IEP, 2015 (Estudios sobre el Bicentenario, 2) 1. HISTORIA; 2, INDEPENDENCLA; 3, SIGLO XIX; 4, HISTORIOGRAFIA; 5, PERU Wyo1.04.03/8/2 Carlos Contreras / Luis Miguel Glave (cditores) LA INDEPENDENCIA DEL PERU 4Concedida, conseguida, concebida? a Contenido Estupio nerropuctOnlo..- . rt) PRIMERA PARTE El debate sobre la Independencia concedida 1. La Independencia en el Pris las palabras y ls hechos Heraclo Bonilla y Karen Spalding. : et) 2 Laseiede probabil dno dela emanipasénpesana Jorge Basadre. 25 3. Laden de independent ei herd por era “Timothy E. Anna 137 4, Env a fidelidad y la eupeua Jot A dela Puente Candam 169 5. Independencia y clases socises Alberta Flores Galindo . 193 6. El mito dela sindependenc'a concedidas: los programas politicos del siglo XVI y del remprano XIX en el Peri y Alto Peri, 1730-1814 ‘Searlere OPhelan Godejecss 209 SEGUNDA PARTE La revolucién politica y su legado 27 7. Lape comsurecionasa dvr Abc nl ert, 8061816 Brian R. Hammett. : 249 8, Fidelismo, patriotismo e independencia John B Fishers 265 10. 12. 13. M4 Fuente De 105 aricuLos No INéDITOS DE ESTE LIBRO. Guersa, politica y culeura en a génesis dela independencia andina, 1808-1815, Luis Miguel Glave De la Repablica imaginada ala Repiiblica en armas: Joxé Faustino Séncher (Carvin y la forja del republicanismo-liberl en el Pert, 1804-1824 Carmen Me Evey La revolucién socavada, La cultura politica del liberalismo hispénico en el Per, 1808-1824 Vieror Peal. 2a natn yan de a monarua piel Estado Natalia Sobrevill En ef eatto de la guerra y la revolucin. La prensa y el poder del discurso politico en los tiempos de la independencia Daniel Morén ‘Meno plata pero més papas: consecuencias econsmicas dela independencia en el Pert Carlos Coren. [RESERA SOBRE LOS AUTORES DE 10S ENSAYOS DE ESTE LIBRO... 305 355 375 399 427 453 483 485 Estudio introductorio eee | Lovereaotee libro es compendiar en un solo volumen distints vsiones ‘que los hstoriadores han vertido acerea de la independencia del Peri en el iti- mo medio siglo. Durante dich lapso hubo dos desarrollos importantes de destacar primero, entre los afios setenta y ochenta del siglo pasado, se dsplegé el debate en tomo a a tess de la vindependencta concedidas; segundo, a partir de los aos no- vena, se desarollé una nueva linea de interpretacin de la independencia, ue puso l énfsis en Jos axpectos politicos, en linea con la tess de la stevolucion ispinica», dcsplegada cn otros pales por autores como Jaime Rodeiguce, Frangois Xavier Gue- tra, Antonio Annino y Manuel Chust. La primera parte de este libro recoge las contribuciones ms imporcantes al debate acerca de la sindependencia concedidas. Como es conocido, dicha tsi fue presentada en un articulo publicado en 1972 por Heraclio Bonilla y Karen Spalding. Su tsis de que la independencia habia sido concedida alos peruanos por los ejrcitos ‘extranjeros de San Martin y Bolivar, antes que ganada por ells, atacé una de las bax ses mis sensibles del nacionalismo oficial peruano, por lo que resultS naturalmente controvertida y generé en los aos siguientes una animada polémica, en la que se ceavolvieron importantes historadores peruanos y extranjeros. Recogemos, en este libro, tanto el article polémico de BonillaSpalding, como las contribuciones al debate de Jorge Basadre, Timothy Anna, José de la Puente, Alberto Flores Galindo y Scarlett O’Phelan, que aparecisron en los afos siguientes. En los articlos de Basa- dre, Flores Galindo y O'Phelar es més expicto el afin de dar una respuesta critica @ la tesis de la independencia coacedida, mientras que los otros textos, si bien fueron ‘esctitos al calor del debate, 0 motivados por este, tuvieron también la preocupacién por desarrollar una argumentacién independiente sobre los hechos de 1821. 0 Cale Conrail Gave de libro procurarecoger as nuevas perspectiva desarolladas lcpendencia peruana, bastante inuidas por la esis que in- terpreté la independencia de las naciones ltinoamericanas como resultado de una srevolucién hispénicay inicada en la Peninsula Tbézica en la lucha contra los fran- cess en 1808. Sacudiéndose de la visién de las déeadas anteriores, de acuerdo con, ta cual las revoluciones politica debfan encarnar la conguista dl poder politico por burguesias emergentes que luchaban contra antiguas dites dominantes y sus ‘modelos politicos que frenaban su proceso de acumulacin econémica, estas nuevas visionesenfocaron la lucha por la independencia como una solucién politica aun problema politico, como fue el vaio de poder dejado por la renuncia del ey espaol su corona, en el contexto dela invasin napolednica a la Peninsula Ibérica, El trae bijo de Victor Peralta, que aqui publicamos, representa bien esta nueva perspectiva (Otros artculos de esta seccién, como los de Carmen Mc Evoy y Natalia Sobrvila, siguen también esta linea, en la medida que priorizan hechos dela lucha politica, Inclayendo entre ellos la propia accién armada, y sugieren persuasivamente cémo 4! despliegue dela guerra y a lucha por el poder fue modelando nuevos valores y sentimientos en la cultura politica de los perso. Sinteizando lo que podsian se algunos acuerdos que esta nueva historiogra hha puesto por delane, Tomés Péree Vejo seal lo siguente: Las guerrs de independencia responden a un problema de lgitimidad politica, no, ‘menos en oxigen, 2 conflicts econémicos, sociales, tmicos, et. Esto 0 quite dect 4que, una ver iniciadss, los conflictos éenicos, sociales © econémicos no tuviesen un importante papel, incluso en algunos momentos decsvon, sino que a catsa y lo que define su especificidad es un conilieto sobre quign y con base en qué principios tiene derecho a ejercer el poder! Pero mis importante ain: Las guerrs de independencia no responden 2 lo que entendemos como guerrs de li- beracién nacional, guerras en ls que una nacién lucha por independizare de otra. En sentido estrcto no son ni siquera guereas de independencia sino mis bien lo que hoy entenderlamos como guerasciviles, en las que una sociedad se ve desgarraa por la xen poy aleraseincompaes de opti eons politica? Las otras contribuciones que publicamos apuntan en direcciones historio- sgrificas similares, como por ejemplo la de la participacién popular en el proceso 1, Pees Vij 2011: 11 2 bid oy i indices 4" cemancipador y las formas dela cultura politica que se fueron creando en ese proceso ‘(Luis Miguel Glave), la consideracin de ls diferencias regionales en lareaccién de los dirigentes indigenas y criolles frente al dilema dela independencia (John Fisher), la revalorizacién del punto de vista conservador o contrarrevolucionario en Lucha por la independencia, que en e Perit cobré una fuerza importante (Brian Hane), cl papel de la opinién publica su creacidn y desarollo através de la prensa y la formactén de una nueva cultura politica (Daniel Morin) y las consideraciones eco- nnémicas ala hora de evaluat el significado y las consecuencias de la independencia (Carlos Contreras). Hemos procurado inclu en esta antologia autores que, en los iltimos afios, hhan estado entre los mis constantes en el estudio de la independencia, a a vez que hhan prescntado visiones polémicasy originales. Otro de ls criterios para la sleccidn de los textos ha sido preerir aquellos trabajos més asequibles a un piblico amplio y versitil, puesto que este libzo no se dirige solo al especialista en la historia dela eman- cipacién, cuanto primordialmente al estudiante y lector que, sin ser un profesional de la Historia, busca ampliar su informacion y enriquecer su comprensién de uno de los hitos fundamentales de nuestra tayectoria como sociedad. En este sentido aprovechamos para agradecer varios de los autores, como Vietor Perla, Carmen ‘Mc Evoy, Natalia Sobrevilla y Daniel Morin, quienes amablemente accedieron cectibir textos originales para exe libro, pensando precisamente en el objetivo de la dfasin ence un piblico amplio. La idea de publica este libro tiene que vet, de una part, con la necesidad edi- torial de poner periddicamente a aleance del lector peruano libros que compendien los descubtimientos y puntos de vista de los académicos acerca de los grandes temas nacionales, En este sentido, & oportuno recordar el ibro compilado por Heraclio Bonilla, Le independencia del Peri, que en 1972 publicé nuestro Instituto en el ‘marco de la celebracin de los 150 afios de la independencia. En dicha coyuntura, cl gobierno peruano, por entoaces en manos de las fuerzas armadas acaudilladas por cl general Juan Velasco Alvarago, impuls6 una colorida conmemoracion del ssesqui ‘centenatio» de la proclamacién de la independencia por el general San Martin en la plaza Mayor de Limas esta conmemoracién tuvo varios puntos originales, como la publicacién de una monumental coleccién de documentos, muchos de los cuales han sido la base para varios dels arciculos aqui eunidos, y la consagracin, al me- ros en el imaginario popular, de'Tipae Amaru II como el precursor més importante dela independencia del Peet 3. Morin 2007: 25-40, La Ascii de HitoradoresLatinoamercanisas Paropeospropiié una revs histoiogfieasbee lar independencas que cordinaron Manuel Chusty José Anco= to Serrano (Chis y Setsin 2007), Los ensayo om istados de bos y artclos mis © menos [| | | RB avor Corer Lai Miguel Glave ian pasado mas de cuarenta afios desde entonces, lapso durante el cua a histo- riografa ha emprendido nuevos programas de investigacién que vienen ampliando y cambiando la comprensién del significado de nuestra independencia. Este desarrollo permite que, a diferencia del libro de 1972, este tenga, para empezar, mis del doble de articulos, pero, lo mis importante, que recoja trabajos referidos especificamente a fa independencia del Peri (el libro compilado por Borilla recurrié a textos de prestigiososhistoriadore de la época, tales como Pierre Vilas, Eric Hobsbawm, Tiu- lio Halperin y Pierre Chaunu, pero referidos a la historia de toda América Latina, © a procesos de la historia mundial). Ademés, la independencia aparece aqui como tun proceso que empez6 por lo menos en 1805 y que euvo complejos y desiguales desarrollos en un gran espacio cultural comiin, que incluye aspectos y actores de regiones que ahora son parte de otros paises vecinos como Ecuador, Bolivia, Chile y Argentina. ‘A toda renovacién sigue otra. Lo nuevo se hace viejo al aparecer la sueesién de tuna imagen, una idea, un relato. La velocidad con que se han renovado las vsiones acerca del proceso hist6rico andino ha ido ereciendo, de tal forma que ahora conta- ‘mos con una cantidad estupenda de materiales para ponernos a pensar, nuevamente, lun momento crucial en el deveni histérico de nuesto pais: Ia independencia. No solo porque se vienen cumpliendo, aunque no conmemorando, los bicentenatios de os hitos principales del proceso emancipador, desde Tacna el 2011, Hunuco el 2012 y Cuzco este 2014, y pronto nos avocaremos ala celebracién del bicentenatio de la proclamacién limesa y sanmartiniana de la independencia el avo 2021 veni- dero, La conmemoracién misma puede ser motivo de reflexién histérca, es 0 seré otra mas de las que ya se han susciado en tiempos anteriores y mira a la luz de esas previas puede ayudarnos a conocer mejor la materia que se trata de incerpreta. ‘Como muy bien ha estudiado Pablo Oremberg, dentro de un complejo contex- «0 bélico, el Protectorado de San Martin: [J] impactié numerosos deretos para fundar una nueva sociedad y capeurar la sesibi- lidad patriot de sectotes heterogéncos hacia la ssanta causa de la independenca, Para ello sancioné na nueva emblemética, promovié nuevos simbolos y ricuales civics. Parte de este repetorio origiario perdurard hata el dia de hoy. Proponemos entoncee explora la dinimica de este proceso de invencién y resemantizacin de radciones en cl proceso de eeacin colesva de mitos de Is comunidad nacional peruanaal calor de Ta gueeras completo. Del Pet se ener Carlos Conrert (2007), quien abord sugida fai dels publeacén de la complain de Heracko Bol 4 Orcmberg 2014 isto de a poléica | | tudor B Los aportes de Otemberg han girado en torno a las celebraciones y la mane- ra como estas han sido parce de la formacién de imagenes nacionales. Ofrece una buena revisin de los extudios que al respecto se han hecho en América Latina. Sin ‘embargo, no menciona los razcnamientos que paralelamente ha desarrollado Tomés Petea Vejo: [ul Ja imaginacién de 1810 como el ao de Ia independencta fue, en coos los patses conceridas, el resultado de complejas negociacione histrico-pollticas sobre la memo- tia, pare del proceso de consiecin nacional y no solo una conmemoracin histérica* [Asi estos autores nos ayuan a ir entendiendo, como un programa de estudio ademds, cémo se fue construyendo un relato, una imaginacin, unos simbofos, que "usaron y canonizaton un morrento hisérico como contenedor de un programa de afirmacién nacional. En ol caso del nuevo Estado nacional peruano, la inten labor de los disigentes de 1821 logr6 constituirse, en las aeciones de sus sucesores, en la consagracién de un discurse nacional. Sin embargo, esa canonizacién no estuvo ‘xenta de polémica y debate. El camino de la ereacién de naciones y de discursos nacionals siempre ha sido sinuoso. ‘Varios estdios acerca de a celebraciin de los centenarios nos ilusran al respec to. Yaen la conmemoracién dl centenatio de Venezuela, hubo quien irrumpié dan- do visos polémicos al entendimtiento del proceso, en medio de los discusos oficiales que canonizaban una forma de entender la nacionalidad macida de esa efeméride. Fue Laureano Vallenilla Lana quien se atrevié a afirmar que la guerra de independen- cia fue en realidad una guerta civil y que mucha parte de pueblo dela region no se pleg6 a la causa de los independentistas en un primer momento Por su parte, Jorge Salvator Lara, en un libro en el que propone que la de Quito fue la primera revoluciin de independencia de Hispanoamérica, dedica un capfculo entero a refutar el libro del ex presidente ecuatoriano Manuel Maia Bo- trero, Quito: luz de América, editado en conmemoracin del sesquicentenario de la independencia.” Proponia una revisin de los sucesos, ponia en cuestién la lealtad de algunos personajes a la eavsa patriota y dejaba dudas sobre I participacién del obispo Cuero y Caicedo, que fue une las figuras de fa revolucién, La polémica, como la que se suscité nel Periien su sesquicentenario, cavo mucha prensa y el libro agit cl terreno historiogriico y se emont6 a polémicas sobre la paticipacin patriota ‘que se suscitaron ya en el siglo XIX entre pensadores ecuatorianosy los redactores de Pee Veo 2010: 8. 6 iva 200, Con humory sours, ha ratado el rut, par caso mexicano, Mauricio Tenorio “ello (2009), 7. Salvador Lara 1960 oS “ (Garde Conrr Las Mig Glave El Neogranadino en Colombia, En nuesto caso, veremos eémo la que parecié nueva ppolémica, ya habia tenido lugar un siglo antes. Siglo y medio tomé la negociacin y canonizacién de una idea de patria y nacién ‘que fueron producto de la efeméride de 1821. Por ello, son textos de gran importan- «ia los que surgieron de esa puesta en cuestin de la independencia como liberacién nacional, La oportunidad de publicar este libro obedece también a la proximidad del bicentenario de la independencia del Peri. Como lo dijera el historiador francés Pierre Vilar acerca de la conmemoracin de la publicacin del Quijote de Cervantes, Jos centenatios siren para recordasmos que los grandes hechos y las grandes obras tienen una fecha; vale decir, que respondieron a unas circunstancas histéricas spe cificas, fuera de las cuales su comprensién podria dstorsionarse. La comprensién de tales circunstancias y, as, del significado de los grandes hechos va cambiando de sgeneracin en generacin, La manera como se conmemore el bicentenatio ser for- zosimente dstinta ala de 1921 y 1971, no solo porque nuestro conocimiento sobre los hechos haya aumentado (que sera una forma positva pero limitada de apreciat «ste cambio), sino, especialmente, porque la sociedad peruana de hoy enfienta retos diferentes y atraviesa otros conflictos, que nos llevan a mirar el pasado con ottos ojos. En 1971 se percibia a la cuestién del desarrollo econémico como el problema neutilgico de pais, mientras hoy podria sero més bien el centralismo en el gobierno, la corrupcién en los agentes politics, la importancia de la ciudadania, la inclusién social o la desigualdad. Seré natural que estas preocupaciones dejen su huella en el tipo de preguntas que gulan nuestra investgacién y relexién histica. Laidea que animé el debate de 1971, sin embargo, no era nueva; la vireud de la ‘coyuncura en que se suscité fue su popularizacién y el énimo polémico con que fue defendida 0 atacada. Entre los varios trabajos historiogrifcos que Victor Peralta ha dedicado a temas y figuras de esta coyuntura, uno esté dedicado a reflexionar sobre lo que fueron los aportes de Benjamin Vicuita Mackenna.' No es que antes no se hhaya notado ef interés de la obra del historiador chileno, pero Peralta lo ubica en el proceso de creacién de un diseuso acerea de la independencia peruana. Antes de ‘Vieuta, destacaron dos obras que evaluaron a su manera la independencia como una revolucién, las Memoriasy documentos para la historia dela independencia del Peri eB Pruvonena, seudénimo de José de la Riva-Agiieno y la Historia dela revolucién ‘ispanoamericana, de Mariano Torrente, ambas cargadas de un fuerte tate subjetivo, ideoldgico y politico. Vicuia Mackenna trata de dar una visin més amplia del pro- «eso independentista peruano y recata sucess y personajes que no haban mercido atencién hasta entonees. 5 Pera 2015 | | iad ierodacorio : Vicuiha Mackenna lle cl vaio documenta con el que seencontrérecutiendo als testionios orales de algunos cviles y militares que participaron en la indepen- ddncia y ain estaban vivos: Manuel Pérez de Tadea, Francisco Javier Maritegui José Pardo de Zela, Manuel de Mendiburu, Juan Espinosa, Eduardo Carrasco, entre otros. Ademis us archivos pariculares eon eartasyflletos como los que reuni6 un Inlandés conocido como Juan Thomas, que se conservaban en la hacienda Montal- van, Com ellos dots a su relato de héroesyaccionesépicas que daban alos peruanos tuna activa partcipacion en la foja de la independencia, que los intclecruales y poli ticos dels pases vecinos les hcbian negado. Gracias a esta obra, la lucha heroica de los peruanos se cemonté ls pittotas José Manuel Ubalde y Gabriel Aguilar con st abortada revolucida en el Cuze> en 1805. Siguieron a esta, en 1808, los panes inde- pendensista concebidos por los médicos dela Universidad de San Marcos: Hipdlito ‘Unanue, José Gregorio Paredes, José Pezet y Gabino Chacaltana. Un aio despus, nla capital, xe produjo a consiracién de Mateo Silva y el tendero gallego Antonio “Mara Pardo. En 1810, ya baja influenca de larevolucién de Buenos Aitesy oin- cidiendo con la formacin de ke junta de gobierno en Chile, cramé una conspiracign ‘el mayordomo del arzbispo, Eamén Anchors, secundado por el abogado Mariano Saravia, el editor Guillermo del Ro, cl cura Cecilio Tale, los comerciantes Minon- do y Léper, el argentino José Bogui. En 1811, se produjo la primera insurreccién atmada liderada por el eacnefo Francisco Antonio de Zela, balanzatio de la cajas reales, En 1812, ocurié el alamiento de Hiudnuco y si bien no llegé a estallar en Lima, hubo tun inteneo de José Bagujano y Carillo. Bn 1813, ocurié la segunda in- surreccién en Tacna,lidrada por Enrique Pallardelle, Entre 1814 y 1815, coinciden tres hechos, la revoluciéa dl Cuzco, laconspiraci6n del coronelsalefio Saturnino Castro en el Alto Per, la conjura llamada del Namero en la fortaleza del Callao, plancada por Francisco de Paula Quités,secundado por José Pardo de Zela y los prsioneros del Alto Peré y Chile. En 1818, Vicufia Mackenna cits la conspiracién preparada por José Gmex en Lima para destiui al virrey Joaquin de a Pezuela. Por “ltimo, para 1819 destacé el complot en que participaron José de la Riva-Agtro, Eduardo Carrasco, Mansueto Mansillay el cura Cecilio Tage, en comnivencia con los emisarios de San Martin enviados desde Chile, Desde entonces, aquellos que han estudiao el proceso de la independencia han tomado en cuenta estos cruciales ‘momentos y se han abocado a segui as pistas que esa obra pionera dejé abieras.” Un certo consenso otong a construccién de una naratvavinculada con una por lograr la emancipacién de Espasa a Mariano imaginada coneiencia patti 9. Portas Barenechea (1984: 7-78) secon acetadamente que «Views Mackennareanimé para Iahistora fata tod el char proce de las conspiaconespersana dela poca de Abs y ddePerul,y dio derroterosy Ie sobre suceoey personajes que end qu lesiguse nnd se hagas hola de noes enancpacns 16 Ces Corer y Lai Miguel lave Felipe Paz Soldin en su Misoria del Pert independiente (1868 y 1874). Alli sedesdice a Views Mackenna, a quien no cita etc la opinién general dela independencia a ques loge por los jérits extanjeros yno tabaj los hechos previos a San Martin como lo hiciera el chleno. Fue rebatido por Francisco Javier Maritegui, con sus recuerdos y documentos, en 1869, aunque Mardtegui, que valida asia Viewa, no lo ciara." Asi, a polémica respecto a eémo interprecar el proceso dela indepen- dencia no se inauguré con los debates que acompafaron a la conmemoracién del sesquicentenato, nse teminaron ali, como ahora estamos viendo en el camino ala celebracion del bicentenaro, Ellibro sobre la independencia de Vieuia Mackenna de 1866 siguié siendo un seferente, Entonces, pata refutar una obra que volvia a desdecie de la participacin Peruana en la lucha por laindependencia, Luis Alberto Séncher publicé nuevamente a Vieufa en 1925. ¥ Jorge Basadre en su clisico bro La inciacn dela repiblica (1925) hizo la primera utlizacién, por parte de la historografia peruana, de La revolucn de la independencia del Peri, el libro pionezo de Vicusa sobre el proceso independensista peruano. Sin embargo, el afin por escudrifar el proceso de laindependencia, entendido como un largo camino que empexs dos décadas antes de que se consiguiera la defi nitva emancipacién, y documenta las accione y los personajes que debian adornar la naratva heroicey patridtca,eavo otros exponentes que distan mucho de cfirse al mero momento dela proclamacién sanmaztiniana de la independencia y que erie ticaron denodadamente a quienes pretendian que fueron eércitossexranjeros: los ‘que dieton la independencia al Peri ¥oco antes de que Vicuia diera alu los felletos que formarian su obra pioneras José Hipélito Hersera publics El dlbum de Ayacuch." All reproduce un documento poublicado en el Comeo Peruano, n° 796 de julio de 1847, «Relacién nominal de los patriota de la independencia nacional con espresin de los servicios que la mayor parte de los de la capital prest6 a la patra, yls pisiones, destierros y ejecuciones que impusieron los expafioles « muchos de aquellos en diferentes puntos dl Peis. Age de datos alas resefiasindividuales que el documento hace de muchos de los que de alguna manera se implicaron en acciones tenidas por patriots. Es verdaderamente ingresantedescubrir personajes cai desconocidos en la licratura posterior, como sin relaro quedaron los hechos que protagonizaron. Probablemente, provienen los datos de los que las unas de Calificacién archivaron de los expedientes que presentaron los pretendientes areconocimientos y ayuda por sus servicios y suftimientos. Ree- rencias a estas juntas deben buscarseen la documentacién; por ejemplo, en Cuzco, 10. Martegi 1869. Heres 1862, Budi inroducorio v consta su existencia y la manera como actuaron para califcar alos patriots." Asi, en su libro, Herrera puede deslzar preciosas referencias, como que Juan Bazo y Bert, el {que Fangié de et del auroritario Abascal en el proceso que se instruyé contra Mateo Silva, era llamado el «segundo Fouchés en el Diario seereto de Lima que sacé Lopea ‘Aldana (1862: 267), O, por ejemplo, la inclusién en su elenco de José Cherveches, fuslado por Ramirer. en Arequipa (1862: 272), un activo militante de sla pattiay en la revolucidn de 1814. Cherseches fue mencionado de pasida en el Diccionario cde Mendibur, que lo tiene por sargentino». Un expediente de méritos del mo- ‘queguano Bernardo Landa descubre, entre muchos informes sobre los sucesos de Moquegua, una pigina ignorad: de la revolucién, la paricipacién de Cherveches al frente de los sediciosos que tomaron la ciudad." alga la mencién de aquel desconocido actor de la tevolucién para lamar la atencin acerca del trabajo, que queda por delante a los historiadores, de documen- tar tantos personajes que solo han sido intuidos por a historiografia previa. A guisa dle ejemplo, preguntemos por lo que sabemos acerca de la biograffa de Manuel Hur- tado de Mendoza, el santafesing» 0 eportefiow que fue lider radical de la revolucién. cuzquefa y quien tomé Huamanga en 1814. Fs inadmisible que no hagamos ya una campafia por saber quiénes fueron esos lideres; précticamente de ninguno de los jefes revolucionarios tenemos datos de sus vidas, incluyendo a los hermanos Angulo, Preocupacién similar se tuvo hace mucho tiempo. Por ejemplo, guiado por la devocién familiar y siguiendo la pista de documentos particulates y testimonios personales, Remigio B. Silva hizo lo mismo que Vieufa, rescatando del olvido y documentando la accién de los hetmanos Silva." Resalts la actuacién de Remigio, hermano pequefio de Mateo, que salvé de ser desterrado por su juventud y paso varios afos en la clandestinidad hasta que se puso al servicio de las fueraas del sur {que pretendian ingresar en la capital del viereinato. Por su parte, la hetmans, dofia Brigida, que tenia un hijo realsta acuartelado donde purgaban pena varios reos de sedicién, oficié de correo y auxlio de los mismos. En las piginas de este poco difun- dido libto, desfilan las acciones de varios personajes que actuaron desde la época de las primeras confabulaciones por la independencia en 1809, pasando por las causas jndicialesy criminales que esiguieron a muchos implicados en la sucesivas de 1810 hhasta 1815. Un buen indicio dela formacién de redes en el escenario de los complots «que se sucedian en Lima, Muchos se refugian en las catacumbas sn salir, otros actian cde manera sigilosa y enmascarada, algunos caen en desgracia pero logran escapar 0 12, BISel del Cason 4, 8 de oaubre de 1825. 13, Mendbunu 1874 45 377 14, Archivo General de Indias, Lime 1021, 15, Sika 1921 1s Cre Comera Eat Mig Glave liberase sin desmayar en la Tucha por ls ideas que los animaron a embarcarse en planes sediciosos y que vuelven a actuar en otros que vinieron luego. Silva, en me- dio de su fervor familiar, euelve a la carga con el rescate de la hicha peruana por la independencia, spigando las referencias que encuentza en la bibliogafia que se iba acumulando desde las obras de Pez Son y Vicufa Mackenna. Hace un balance de Jos esalidas de sedicidn con tendencia autonomista en el Peri, retotrayéndolos ala accién del mestizo Calatayud en Cochabamba en 1730, listando todas as subleva- cones incuida desde luego la de Tpac Amaru. Algo diferente ocurre con el racnefio José Gémer, Sabemos ya mucho de é, Pero no hemos acometido un estudio sistemético de lo que significé su compleja ¢ inensa eayectoria en el proceso politico de a preparacia. de varias insurreciones. ‘Vargas Ugarte, que espigé la bibliografa existence bastante mejor que algunos de sus colega posterior, se deviene en un plan que José Geémee urdié en 1818, luego de ser indultado por su paticipaciin en el alzamiento tacnefo de 1813, esta ver entre los presos y los soldados del Callao. Se basa en los estudios que al personaje y su época dedicé Antbal Galvez, quien consults el expediente, ahora perdido, dela causa contra los sublevados. Ademds, Gémez estuvo complotando también en una conspi- racién que debié esallaren 1814 en Lima, Rémulo Cinco Vidal menciona también !a participacién de Gémez en conspiracioneslimefias por las que murs sjustciado y 4a posible traicién de Gémezen 1813, que también disculpa diciendo que debié ser ‘una maniobra de distraccién."*En esa oportunidad volviéa aparecerconspirando un conocido activist, aquel Mérida que cayé preso antes en otra intentona en ef Callao en 1811, siendo varios los que destacaron en el intento, que luego ha sido bautizado ‘como conspiracién del Conde de a Vega del Ren.” Gmea fags pero fue apresado dl enr se mntengs eh scesvas fons del ue, Pogue lo ue tree tare et nailer policy prvecadora del dct qu else dbeumena de una nvesiacién de ado 1a documentacién dea qu ahora dponemos dita mucho dea deena: da y poco ace que pion consular les investigator preceenes La responds oi dl rey Abas gra dar un sempl us rear tone present para los elas de ex pc se ence ahaa onder, mamereda fad ete olson Lira 736 y Lina 754 del civ Genel de Indias de Sevilla, abucando lv aos 1807-1816, Sea esi oden don dopo dl manda conmmincactn orginal cnserndoe cs a ir ofc sin mbiénagupados los desc por nueva numeri ivament lads amie Junta los despa, los anon sc hien frenca as eas xin igualmente flan, de mane ques a cons a covespondenciy sistant como los envaa el vie las atta de Nas did Eo es mucho mia qe los contends dela Merril vey ue pcs 22, Vine l areca edad en te volume adi imraducrio a hhace mucho. Toda esta dacumentacién est digializaday a disposicion de fos sados ene Portal de Archivos Espafoles (PARES), de forma que puede set consultada cen linea desde cualquier terminal informatica en cualquier parte del mundo, Probablemente, la figura que ata el nudo de un discurso de viejs y nuevos r- betes fue lade José Fernando de Abascl, vere del Peri. Con las Fuentes que tuvo a disposicién, fue l general Men buru el que inauguré un retrato del personaje. No abundaremos aqui eno que she dado como cierto respectoasu temperamento, hax bilidades y caréter:” Lo importante es resltar que todos coneuerdan en que se trata del verdadero fauror de la idea de que el vereinato peruano tuvo una snotoria falta de entusissmo autonomisao incependentisar. Cualquiere dels historias genetles de la independencia,o los esfuez0s por sistematizar el proceso, asi han colocado, de bulto al versinato de Lima. Anotadas las incentonas, conspiraciones o revueltss ‘como tenus, sin conesién ni pln, sin posibilidades de victoria, se salva la simplena dela ficmacidn, pero no hay dla en ese dscurso de que no hubo lucha interna en al virrinato peruano por la independencia. La documentacién que comentamos da «an material inaprecable para rebate o confirma estas aseveraciones generals Lo mismo ocurre con la co-espondencia del virey Joaquin de la Pevucla, que «empieza combinada con lade st antecesor en los legajos Lima 752 a Lima 754 del [Archivo General de Indias y continence los legajos Lira 755 y Lima 761. Elle ‘ajo Lima 762 contiene la corrssondencia de Pezuelay lade La Serna hasta junio de 1824 cuando todavia La Serna publica impreso un bando referido al trfico de plata nl teritori bajo su gobierno. Todo este material esti digitalzadoy a disposicién de profesoresy estudiantes en ctalquier parte! ‘La documentacién sobre el periodo de Peauels, primero jefe de ejécito y luego sgobernante militar del virinao, se completa con la reciente publicain de su tio de acciones bélicas en unos ais que estan todavia por explora en sus entesijos, como fueron 1813-18162" Esta publicacién se complementa con el diario de un soldado edtado por don Gunnar Mendoza Sobrevila y Otemberg, que editaon dl dlatio del vrre, han mostrado lo ensiquecedora que puede ser una visién del 23, Hl vc ol cent deals dl ancl de Brian Hart en ee ylumen, También s cup de ota figura Vicor Pens Riz (2002), Los abajor de Jan Igpaco Vag Ezqura merecen Sec meacionados en un pao de lvenigacin sobre eta époa. Ein muy bien documentar ‘So alas vos sin dominar la bibgela que al rerpecto de algunos sucess le precede ero Incerencia + espedientesorgnles, lr mayor parte del Archivo de Indi, le da densidad infor mate aula, Vargas Exguera vanes vein en dos atclos 2004 y 2011) Mis Contundent debi ser libro (210), que iene ncxaciones dls persons, com seis sobre sus Sas y epee que son dale reean qv conoceel marr, peo criosamente no cta sus Fuentes como hae en low aicule que le anteediero. Ea cuanto asu perspec es una casos alg anacrénis shagogaie de Abaca 24, Penla 2011 25. Mendon 1952, obra reditada por Plural en La Paz en 2008, 2 Cros Convery Las Miguel Glave es Bet ree rye aera tos trabajos apuntalan algunas de las ideas generales que surgen de los estu- De abe hy cuatro aves os miso menor compares. Pier, qs ai tes no fcon el orien ino el read dengue anomie ue san «on a invsignmapolncs de Espa yconlyen conf qe hey lamas nde Fendencaw- Segundo, qu no fn gue po independent sno gery is “Tecr, que culglr dels independencn dl continent american on puede se uname lana sor retina o mescnaopetuaa sine que seta de ser crop Anda ear han i filam sempo eco} eenro Solent, sc ada noise que I easier shade enna suede commonsense sonarus, como en Meio y Basen ipesian™ Pero volviendo al derrotero documental que iniciamos pirrafos atiba, digamos aque, si adem los investigadores pueden acceder a los fondos fiscos del AGI, la informacién de los legajos de correspondencia de Abascal se completa espléndida- mente con el legajo Lima 649 que contiene la correspondencia entre Madrid y el virtey,y con los fondos lamados «Expedientese instancis de partes para los fos del gobierno de Abascal entre fos egajos Lima 1012 y Lima 1018, los de Pezucla en- ‘re los legajos Lima 1019 y Lima 1023, y lo ileimos del gobierno virreinal en Lima 1024, amén de mucha ms informacion que se puede espigar de ls legajos de este archivo, Esas fueron en gran parte las fuentes con las que elaboré su libro Timothy 26, McFarlane 2014, Ocemberg 2012, Sobrvis 2010 y Maaco 2009. 27. Escala 2012. 28. Tenorio Till 201083 adi imraducorio a E, Anna (2003), libro que, auncue fue publicado mucho antes, solo ha tomado su debida relevancia cuando aparecié en espfiol en esa fecha.” En el articulo que publicamos en este volumen, Anna explora con sapacidad solo una carta de las muchas que contiene uno de los legajs de «Expedientes © insancias de partes» de laépoca de laindependencia, entre los legajos Lima 1019 y Lima 1024. Esta carta es de un sacerdote, Pedro Angel Jado, que el autor entende buen incxprete del estado de dnimo de Lim frente la proclamacién sanmartiniana dela independencia,Sacariamos muchas conclusiones haciendo un inventario de to- dos los expedientes de eso legajos. Casinasrelaciones de méritos, explicaciones de crayectoras vitales,reclamos de puestos 0 mercedes en virtd de servicios calificados hay entre esas entremezcladas hes? Es interesante notar la tayectoriae importancia del testgo elegido entonces por Anna. Se taté de un representante de los atores que coastruyeron el dscur- 50 absolutista de aquellos afios para interpretr los acontecimientos que ocurtiton desde que esalé el proceso emancipador. At, Jado de un testimonio puro y sin desperdici de los sucesos de Hudnuco en 1812." En 1824, Jado estaba en Madeid, desterrado por San Martin luego de negatse a trabajar por su caus, Habla perdido odo, pero no pidié la pensin que se daba alos emigrados en la cone, empleadoseivilesy eclsisticos que habian sldo de Amética Haba preicado un sermén impreso el af anterior en acién de gracias po la res tauracién mondrquica de Fernardo VI. Jado estaba, en marzo de 1824, vinte meses incongruo resdiendo en Madrid. En el resumen de su expediente constan algunas cosas references ad, consignada en surelaién de mérito: natural de Porugaleteen Viacaya, pas al Pert en 1790 y stuvo 33 as ally 23 de pirroco de indios, prime- roen San Juan de Ondores lego en San Juan de Huariaa, de donde passa Limaa Ja parroquia de Santa Maria del Valle. En un informe del arzabispo de 1816, consta 29. Anna 2003, 30. Pedro Ange! Jo (1971 (1812), Este documenco fue tomado del Archivo Arabispl de Lima, ‘Seceién comunkaciones ofl de curs ofcoe dives, so XIX, aos 1810-1826, Le. 2, ‘aH tl fa sto aad a miquina,probublemente por Domingo Angulo, qulenpublcé el Aloamento en 1921 (ve Anglo 1921) Hay wna pare dl documento perdi y solos ani cre dea publican de Angle. La publiacién de Anglo coalee oes documentos que ein publicados en lo anezos de one Il dela Coleen Documental dela Independencia del Psi, fol 5. 115-124, junto con otros publcdos en aioe ddicaos a ema por Antal Gaver, Tis Antonio Eguigurenyotor ores, Hay mis documentos de Jao ea el mismo AAL, misma sect de fos venoe, soe 705-1818, Leg 1. Habria qu afadios. Temple (1971: XVI [Som comenta muy prolamerte el docurent Jado es un exelent ator pra teonstri 0 ‘qu scertadamente, slgulendo +R. Guba, Gomzalo Zavala Ima la pros dl concansugene> (Gta prom del contrainourgente, Un informe sez sobre reblin de Hiainco en 1812». En Roa Emilio y ots eA de Congo de Hier y Caburg. Lima: UNMSM - Seminario de Historia Rural Andina, pr publica) e 4 Carles Conny Las Mig Glave «ue Jado ayuda as ropa eles en la insurreccién de 1812 que incluso sali con lls al campo de batalla, En la informacion qucofrce su amigo el ex odor Margués dle Castel Bravo de Rivero, entonces fiscal del Consjo de Ondenes, consta que: [ul fue Hamado por los vereyes y MLR, arzobigpo para la predicacin de diferentes ser- ‘mones que en la catedal dijo de Concepcién, fiestas del Rey nuestro seo, acid de igrcias por las victorias de sus reales armas en América y en esta peninsula y de oraciones Finebres. Que por prevencin dels virteyesescribisy publi con su elocuente pluma obras interesantes al servicio del Estado para combate las que esparcan ls revolucio- ‘narios del Pent y Chile ¥finalmente que sufté en Lima persecciones, privacién de co, ptonesyconfscatn deus bins por se ay aos st causa de SM." El mismo Castel Bravo dice haber practicado dlligencias para redimirlo del azresto que padecia en el convento de La Merced y que, luego, Jado fue desterrado [por no acceder a las ventajas yreposicin de su beneficio que, con otras propuestas, le fueron hechas por San Martin con cl que coadyuvase con la independencia. Entre la mucha documentacién que se encuentra digitalizada y accesible a los «studiosos, mencionemos a manera de ejemplo ¢ ilustracén de otro momento in- teresante del proceso emancipador que ya comentamos antes, el proceso seguido a Mateo Silva y otros «consortese en 1809. Los legajos estin en impecable estado y shan sido digitalizados en su tovalidad, Hace afos que fueron publicados por Luis Antonio Eguiguren, otro de los historiadores que jalonan la construccién de una base dacumencal para la historia de la independencia, como programa de estudio y de reflexion que llevs a una representacién del proceso en el imaginario nacional peruano.” En un centenar de perspicaces paginas, Eguiguren analizé la impresio- nante cantidad de detalles que este proceso nos deja, Hasta ahora solo hemos podido ubicarcitas de ofdas de este trabajo. Nadie se ha detenido en lo que reflexioné Fgui- sruren, ni en el material que ya entonces publi y que sigue siendo una mina inex- plotada para catar el estado de énimo de la capital y las nuevas formas de sociabilidad cen donde cizculaban las ideas y los planes para acabar coa la dominacién espaiola en el Perd, Luis Eguiguren Callirgos consigna que Eguiguren ya habla publicado su ‘primer libro sobre la guerra dela emancipacin al conmemorarse ls cen afos de la sebelidn de Ledn de Hlusinuco de 1812, Tambin fe una reco tosy ya entoncesdaba az su programa de trabajo, que levara adelante hasta 1967, cuando dio a imprenta el tercer tomo de sus Hlojas para la hisora de la emancipacién on el Peri, que haba empezado con un grueso volumen de documentos dela més BIL AGH Lima 1568 32. Eguiguren 1957 | Braid s diversa indole en 1959. EL autor procuré denodadamente rebatir alos autores vex- ttanjeross que selegaban al Pertalwltimo término en la obra dela emancipacion», mientras afinaba su método positive, renegando de aquellos que «podian explicar de una plumada la conmocién y el triunfo alcanzado por los insurgentes pattitas, sin la paciente averiguacién de Ins mil incidentes, de las zozobras y penadades que sufrieon por la causa de la Libertad. Enel legajo Lima 740 del ASI, unto ala carta de Abascal al seretatio de Estado de 18 de junio de 1810, en la que se participaba el envio de los reos Antonio Maria Pardo, que era duefio de una panaderia, Francisco Pérez.Canosa y José Antonio Gar- cla, cémplices en el delito de seicién —estos eran los iimos que quedaban para su sancin los otos ya habian sido mandados a sus destinos correspondientes—, se inser el expediente del proceso de Silva, La carta esta antes de los cuadernes que corresponden a la earea n° 51 de Abascal de 1809. 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Poe cl contratio, la persstencia de esta situactén colonial facilité y més tarde consoli- 4&6 la nueva orientacién de la economia peruana, cuando ella ingresd en el espacio dlominado por Inglaterra. La independencia po Jos fundamentos mismos de la sociedad peruana, que se habian desarrollado y cis- talizado a lo largo de 300 afos de vida colonial, En el contexto internacional, la independencia de la metrépoliespafola acele tn proceso que habia comenzado desde la seguncla mitad del siglo XVI: la dominacién efeciva de Inglaterra, la nueva ppotencia del mundo. Para el historiador, que examina el pasado para comprender yexplica el presen tey que observa el presente pars incerrogar el pasado la situacin descrita lincas ari ba invita a més de una reflexién. La cuestin principal es, precsamente, por qué la independencia no provocé un cambio realy signifcativo de la situacién colonial. Tal ‘vez una respuesta anticipada se pueda encontrar en la independencia mistna —como pproceso— que, en el caso del Peni, como es bien conocido pero pudorosamente de Espatia dej6, pes, ineactos Publicado oignamenceen Boil, Hralio comp, Le Independence ene eri Lina: Isico Ae Estudios Peuanos, 1972 y en Boni, Hera, Mee y maka dea independencia ene ‘Per, Lia: Innere de Esc Peruanos 2001, “0 Hate Bony Karen Spalding ‘encubietto, fue conseguida por los eércitos aliados de fuera. Es decir, fue una inde- ppendencia concedida més que obtenida, Nila séida organizacién defensiva impues- ‘a por el vittey Abasca, ni las conspiraciones anteriores, ni las prédicas en favor de la ‘emancipacién lanzadas por algunos ideslogos crollos pueden desmentir 0 atenuar esta afirmacién. Tanto la accién como la prédia fueron hechos de minorias, de hom- bres aislados. En estos 150 aos de vida republicana, por otra part, se a asistido al naci- ‘mienco y expansién de una nutrida bibliografia sobre la emancipacién y la inde- ppendencia. Serfa un esfuerzo vano intentar buscar en ella una respuesta ala cuestién planteada hace un momento. Toda historia responde a as inquietudes del presente Y reflcja la ideologia de quienes la escriben. Aquell historiografla, que por razones de comodidad la denominaremos en adelante tradicional, contribuyé més bien al surgimiento y ala difusién de un prodigioso mito. Este mito, montado sobre bases dleleznables, ex el que se trasmite corrientemente en los manuaes escolaresy en los textos universitarios Su funcién: legitimar el presente a través de la manipulacién del pasado; intentar fundar, napropiadamente, las bass historicas de la nacionalidad Peruana ¢ impedir a critica histérica de los problemas del presente. Pero si bien es certo que los trabajos hasta ahora existentes sobre la emancipa- cin y sobre la independencia no permiten responder preguntas que son verdade- ramente crucales, tampoco permite hacetla, salvo excepciones notables, la lectura de los documentos impresos.' La recopilacién y publicacién de estos documentos jobedecen generalmente a una inspiracién similar lade los autores de los textos. Por estas razones, el presente trabajo no pretende sino elaborar un esquema ten- ‘ati, orientado bisicamente a tratar de comprender la naturaleza de la independen-

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