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MAURICE BLANCHOT Escritos politicos Blanchot, Maurice Escritos politicos - 1a ed. - Buenos Aires : Libros del Zorzal, 2006. 168 p. | 21414 om, (Mirada atenta) Traducide por: Lucas Bidon-Chanal ISBN 987-599-006-x 1. Ensayo Francés. |. Bidon-Chanal, Lucas, trad. ll. Titulo CDD 844 Trapuccion + Lucas Bipon-CHANAL FoToGRrAFiA DE TAPA * SANTIAGO PORTER (Buenos Aires, 20 be piclemere De 2001) Disefio + GriseLDA FURFARO Esta obra fue publicada con el apoyo del Centre National du Livre / Ministerio Francés a cargo de la cultura. Ouvrage publié avec le soutien du Centre National du Livre / Ministére Francais chargé de la culture. Esta obra, publicada en el marco del Programa de Ayuda a la Publicacion Victoria Ocampo, ha recibido el apoyo del Ministére des Affaires Etrangéres y del Servicio Cultural de la Embajada de Francia en la Argentina. Cet ouvra- ge, publié dans le cadre du Programme d’Aide a la Publication Victoria Ocampo, bénéficie du soutien du Ministére des Affaires Etrangéres et du Service Culture! de l‘Ambassade de France en Argentine. TITULO ORIGINAL: Ecrits politiques (1958-1993) © Editions Lignes & Manifestes, 2003 © Libros del Zorzal, 2006 Buenos Aires, Argentina ISBN 10: 987-599-006-X ISBN 13: 978-987-599-006-7 Libros del Zorzal Printed in Argentina Hecho el depésito que previene la ley 11.723 Para sugerencias o comentarios acerca del contenido de Escritos polfticos, escribanos a: info@delzorzal.com.ar www.delzorzal.com.ar indice Primera Parte Le 14 Juillet y el proyecto de Revue internationale 1958-1962...... Segunda Parte El Comité de Accién Estudiantes-Escritores Seguido de La Revista Comité Tercera Parte Heidegger, Levinas, el judaismo, Antelme 1981-1993... 149 Copyrighted material Primera parte Le 14 Juillet y el proyecto de Revue internationale 1958-1962 Copyrighted material El rechazo En 1958, Dionys Mascolo y Jean Schuster crean, con el objeto de oponerse a la forma mediante la cual Charles De Gaulle se hizo del poder, Ia revista Le 14 juillet. Tres ntineros apareceran en 1958 y 1959 (reeditados por Lignes en facsimil [Lignes, Séguier, 1990]); Maurice Blanchot colaborara en los itimeros 2 y 3. Sus colaboraciones constituirdn las primeras de cardcter “polttico” desde el final de la guerra. El texto publicado en el n° 2 se titula “El rechazo", e iba a estar precedido de una carta del autor dirigida a Dionys Mascolo: “Este pequeiio texto esta findamentalmente destinado a afirmar mi acuerdo con usted [...] El rechazo del que hablo se adormece; hace falta vincularse mediante una decisién que después no ceda mds. La tarea consiste, primero, en conducir a los intelectuales, que no estén comprometidos politicamente, al respeto de su condicién de tales, que no puede permitirles el consentimiento, ni siquiera la indiferencia: algo ha pasado. La dificultad sera sin duda impedirles ser ellos mismos, como sucede a veces cuando son Ilevados a tomar partido en los acontecimientos piiblicos [...] 12 Maurice BLANCHOT sigue siendo imprescindible entender lo que ha sucedido, asi como también el movimiento que ineluctablemente resulta de ello. El pasado no nos ilumina demasiado, hay algo diferente, una promesa de opresién nueva. Nos arriesgamos a ir hacia lo peor por cantinos extrafios, pero depende de nosotros pues todas Js vias estan cerradas por ei momento— encontrar, precisamente a partir de ahi, una salida, reluséndonos en todo momento y en todos los 6rdenes a ceder.” El texto publicado en el n° 3 se titula “La perversion esencial”. En un determinado momento, frente a los acontecimien- tos publicos, sabemos que debemos expresar nuestro recha- zo. El rechazo es absoluto, categérico. No discute ni hace escuchar sus razones. Aun cuando permanezca silencioso y solitario; incluso cuando se expresa, como se debe, con toda claridad. Los hombres que rechazan y que estan liga- dos por la fuerza del rechazo saben que todavia no estan juntos. El tiempo de la afirmacién comtin precisamente les ha sido quitado. Lo que les queda es el rechazo irreductible, Ja amistad de ese “No” convencido, inquebrantable, rigu- Toso, que los vuelve unidos y solidarios. El movimiento de rechazar es dificil, aunque resulta idéntico en cada uno de nosotros, una vez que lo hemos asido. ;Por qué dificil? Porque debemos rechazar no sdlo Jo peor, sino también una apariencia razonable, una solu- cién dirfamos feliz e incluso inesperada. En 1940, el recha- zo no tuvo que ejercerse contra la fuerza invasora (era natural no aceptarla), sino contra esta esperanza que el mariscal Pétain, con buena fe desde luego, afirmaba ser y contra todas las justificaciones a las que podia recurrir. Hoy, la exigencia del rechazo no intervino a propésito de Escritos POLITICOS 13 los acontecimientos del 13 de mayo (que se rechazan por si solos), sino frente a ese poder que pretendia reconciliarnos honorablemente con ellos, por la simple autoridad de un nombre. Lo que rechazamos no carece de valor ni de importan- cia. Es por eso que el rechazo es necesario. Hay una razon que no aceptaremos mis, una apariencia de sabiduria que nos provoca horror, hay una oferta de acuerdo y de con- ciliacién que no escucharemos. Se ha producido una rup- tura. Fuimos lIlevados a esta franqueza que no tolera mas Ja complicidad. Cuando rechazamos, lo hacemos mediante un movimiento sin desprecio, sin exaltaci6n, y an6nimo, tanto como se pueda, pues el poder de rechazar no es tealizado por nosotros mismos, ni en nuestro nombre solo, sino a partir de un comienzo muy pobre que pertenece en principio a aquellos que no pueden hablar. Se dira hoy que es facil rechazar, que el ejercicio de ese poder compor- ta pocos riesgos. Sin duda, es verdad para la mayoria de nosotros. Creo sin embargo que rechazar nunca es facil, que debemos aprender a rechazar y a mantener intacto, a través del rigor del pensamiento y la modestia de la expre- sidn, ese poder de rechazo que en adelante cada una de nuestras afirmaciones deberia verificar. Copyrighted material aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Escritos POLITICOS 7 malestar y el hartazgo, cuanto perjudica (en un sentido casi fisico) al pensamiento esta manera de sustraerse a los acontecimientos que lo interrogan. Un acuerdo, un desacuerdo més profundo se esconde detrés de nuestra eleccién. Y el rechazo de ver claro forma parte ya del “Si” que nos inclina y nos coerciona secretamente. * El poder resultante de los acontecimientos de mayo es de apariencia singular. El cardcter de singularidad contribuye a dificultar el juicio, como el sosiego con el que se contenta. Es un poder que lleva un nombre, el de De Gaulle; este nombre lo califica y lo cubre pero no alcanza para determi- narlo. zEs una dictadura? No. La dictadura es el poder entregado a un individuo que ha luchado por el poder y lo concentra alrededor de su persona fuertemente individual. Por cierto, esto no es bueno, pero para el pensamiento tam- poco comporta nada inquietante. La dictadura es un poder humano; el dictador es un hombre manifiesto; su régimen, el ejercicio de una fuerza sin coercién. Naturalmente, la dictadura se altera rapidamente. Los dictadores usan la magia de su persona; se hacen emperadores, dominan. Pero siempre se elevan como individuos. Son hombres. El combate contra ellos es un combate simple y sin palabras. Ninguno de estos rasgos se ajusta a De Gaulle, ni directa- mente al régimen que representa. De Gaulle no ha conquis- tado el poder; no es un hombre de accién. Antafo se poli- tizé algtin tiempo, con malestar, con torpeza, arrastrado a ese rol por la extrafia pasividad que le es propia, pero ra- pidamente se convencid de su error; por eso atacarlo recorddndole que fue antafio un hombre de partido no sig- nifica nada. No es un hombre de accion. Actuar no le aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Escritos POLITICOS 19 con alivio cobarde), que con ella no hacia nada. Es que no podia hacer nada. Pues el sentido de la autoridad que posee consiste en que ésta es demasiado alta y grande para poder ejercerla. De ahi surge esta situacién percibida poco a poco: De Gaulle puede hacer todo pero, en particu- lar, nada. Pudiendo todo, el respeto que tiene por esta omnipotencia (el sentimiento de ser ese todo que es Francia, no sdlo de representarla, sino de volverla legible y lejanamente presente en su realidad intemporal) le impi- de utilizarla para cualquier decisién politica determinada. De ahi que, aunque tuviera ideas politicas, no podria apli- carlas. El no es el hombre de una politica, sino la soberania comprensiva (“Os he comprendido”), que comprende todo y, en esa comprensi6n, satisface en todo. Soberania lejana, no compartida, siempre retraida respecto de las manifestaciones que se esperan de ella. Estamos lejos de la simple y profana dictadura. Un dictador no deja de exhibirse; no habla, grita; su palabra tiene siempre la vio- lencia del grito, del dictare, de la repeticién. De Gaulle se manifiesta, pero por deber. Incluso cuando aparece es como extrafio a su apariencia; esta retirado en si mismo; habla pero en secreto o debajo del velo de los lugares comunes majestuosos, y sus fieles viven de la exégesis de sus palabras inciertas. Verdaderamente, el hombre provi- dencial, segtin Malebranche, es incapaz de cualquier acci6n particular y no se puede manifestar sino de acuer- do con las vias ms generales. * Admito que esta perspectiva se halla un poco simplifica- da, pero no altera el caracter principal. El rasgo principal es la transformaci6n del poder politico en un poder de sal- 20 Maurice BLANCHOT vaci6n. El destino esta ahora en el poder: no el de un hom- bre histéricamente destacable, sino algtin poder que estd por sobre la persona, la fuerza de los valores mas elevados, Ja soberania, no una persona soberana, sino la soberania misma, en la que se identifica con las posibilidades reunidas de un destino. ;Qué destino? Aqui, responder es facil: es la afirmacién augusta, superior a todos sus acci- dentes histéricos, de una nacidn como destino. El pasado de De Gaulle aclara esta respuesta, que no esta necesaria- mente ligada a lo que él pueda pensar de si mismo. Antano, se lo Ilamé el Simbolo. Durante instantes graves, tuvo que representar, por encima de un vacio desastroso, la permanencia y la certeza nacionales. El fue la presencia visible de una gran nacién ausente. El la personificd. Siempre es peligroso identificar en una persona la reali- dad de un pais y, mas aun, elevar su historia idealmente por encima de la historia; pero entonces De Gaulle mismo no era nada, el hombre sin pasado, sin futuro, y el valor de su andar provenia de la firmeza de un rechazo al cual no correspondia poder alguno. Sorprendente experiencia. En cierta forma, no deja de ser pasivo; no hace nada, no puede hacer nada, a lo sumo preserva, salvaguarda por su presen- cia, mantiene con altura derechos nulos, una autoridad sin contenido, y las inmensas fuerzas activas, de las cuales no tiene mas que una parte nominal, trabajan lentamente en traducir en realidad las afirmaciones de una Idea. A partir de esta experiencia, se formé la conciencia de una soberania de excepcidn, coincidiendo, en las horas mas dramaticas del vacio, con la presencia esencial del destino nacional. Lo caracteristico alli es la manifestacién de ese vacio: en la década de 1940, nada mas patético y Escritos POLITICOS 21 evidente; alli donde estaba Francia no habia mas que vacio y, mas alla de ese vacio de historia, la afirmacién casi visi- ble, casi sensible, en un hombre en si mismo desconocido y sin rostro, de Francia como Destino persistente, como la profecia incluso de su salvaci6n. De ese vacio De Gaulle ha conservado la familiaridad, pero también el conocimiento intimo y el sentimiento de su necesidad. La incluy6 en la Constituci6n. La volvié de alguna manera legal. Para que Francia se alce como Destino y para que el poder que la representa se convierta en una soberania de salvacién, es necesario que tome conciencia de ese vacio que, a causa de sus instituciones y sus divisiones, no deja de amenazarla. En 1946, De Gaulle se retira bruscamente para que el pais, descubriendo su vacio, alcance las decisiones que asegu- Tarian su integridad, pero el pais no ve nada, la operacién fracasa. En 1958, la operacién triunfa de manera magistral. Frente a los problemas de una guerra disparatada y en la desesperaci6n, transformada en agitacién, que provocan los problemas de esta guerra, la duda se organiza (y es organizada). El vacio se hace presentir, mientras se aproxima, bajo la apariencia del hombre del destino, la esencia de la Soberania nacional que aquél Ilenar4. Ahora bien, es asombroso que, apenas De Gaulle esta en el poder, sdlo quedan (aparentemente) él y el vacio. Las fuerzas politicas se derrumban. Las fuerzas sociales se retiran. Todo se calla. Es como un misterioso reflejo condiciona- do. Incluso los hombres, capaces de oponerse por fuertes Tazones interiores, permanecen silenciosos y como au- sentes. No hay que perturbar al vacio. El “Si” del referén- dum no es sino la palabra desmesurada de ese vacio. Y el vacio hace su obra: consagrar en poder de salvacién la aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Escritos POLITICOS 23 potencia de salvaci6n, constituyen un mismo fenédmeno, de sentido inestable, pero tinico, y en cuanto tal, grave. Una de las consecuencias es que el régimen no es el que parece, constantemente ocupado por fuerzas diferentes que trabajan para realizarse en él y a las cuales no puede distinguir sin marcar su apariencia. En primer plano, tenemos la Presencia soberana, que afirma un poder no politico sino de esencia religiosa, y que pone en juego los valores groseramente pervertidos de lo sagrado (el desti- no privilegiado de un hombre, su aparicién predestinada: nos ha salvado una vez, nos salvard dos veces, es el sal- vador; es la patria eterna; cada vez que la patria esta en peligro, ella se encarna en este hombre, depositario de las decisiones providenciales). En la medida en que el sobresalto colonialista es un movimiento de desesperacién (como la presi6n nacionalista es una forma de desamparo), desesperacién colectiva, reunido en una agitacién colectiva que da lugar a movimientos de efervescencia a los que podemos llamar tacistas o fascistas, vemos bien c6mo el Destino de Salvacién simbolizado por De Gaulle constituy6 una respuesta apropiada. La efervescencia tiene necesidad de slogans, de palabras-fetiches (pronunciemos la palabra “integracién”, y la paz sera hecha, el bello pasado recobra- do); ella precisa satisfacciones violentas, empresas espec- taculares, ejecuciones, operaciones guerreras 0, en su defecto, conjuraciones clandestinas (el secreto y el espec- taculo son igualmente necesarios para tales movimientos), y esta forma de afirmacién desordenada no corresponde a a soberania soberbia, que esta muy alejada de esa vulgari- dad, no quiere identificarse con ella, pero tampoco puede aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Escritos POLITICOS 25 visa, y decide segtin las necesidades de la organizacién capitalista moderna * Considero que las fuerzas estan divididas, que se com- baten secretamente y que las contradicciones violentas, lejos de haberse apaciguado tras la noble fachada de la unidad, se han instalado en el poder, intentando, por intermedio del nacionalismo simple y estrecho al estilo Debré, traducir cada una a su manera el himno a la Soberanja. Esta lucha recién comienza. Nos encontramos en el inicio de un proceso en el cual la guerra, una guerra insensata, privada de sentido como privada de resultado, sigue siendo el factor determinante. ,Qué resultara entonces? No quiero profetizar, sdlo constato que rara vez el régimen fue mas falso, no por la falsedad de los hom- bres, sino por la alteracién esencial del poder politico: régimen autoritario, pero sin autoridad; bajo la figura de Ja unidad, la mds dividida; bajo la apariencia del poder activo, incapaz de definirse y de elegir; pretendiendo la responsabilidad y la designaci6n personales y cubriendo con el nombre de una persona la multiplicidad de acciones irresponsables, asi como la supremacia de fuerzas econémicas impersonales. Régimen extrafo, his- toria grave, y no sélo grave, sino penosa, donde todo se pervierte en una confusién desgraciada, donde vemos a los adversarios de De Gaulle poner toda su esperanza en él, a sus seguidores profanarlo (la blasfemia forma parte de la religién) y a sus amigos mds cercanos, aquellos que él mismo establecié en el gobierno, no hacer sino arruinar lo que él quisiera representar. A partir de lo cual a veces aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Escritos POLITICOS 29 Para los argelinos, la lucha, continuada por medios militares 0 por medios diplomaticos, no comporta ningtin equivoco. Es una guerra de independencia nacional. Pero para los franceses, gcudl es su naturaleza? No es una guerra extranjera. El territorio francés jamds ha estado amenazado. Y hay mas: dicha guerra se lleva adelante contra hombres a los que el Estado en apariencia considera franceses, pero que precisamente luchan por dejar de serlo. No alcanzaria siquiera con decir que se trata de una guerra de conquista, guerra imperialista, acompafiada por un aumento del racismo. Algo de eso hay en toda guerra, y el equivoco persiste. De hecho, por una decisién que constituia un abuso fundamental, el Estado primero ha movilizado clases enteras de ciudadanos con el solo fin de cumplir aquello que él mismo designaba como una tarea de policia contra una poblacién oprimida, la cual se sublevd sélo por una cuestién de dignidad elemental, puesto que exige ser reconocida como comunidad independiente. Ni guerra de conquista, ni guerra de “defensa nacional”, la guerra de Argelia se convirtid casi en una acci6n propia del ejército y de una casta que se niega a ceder ante un sublevamiento en el cual incluso el poder civil, dandose cuenta del derrumbamiento general de los imperios coloniales, parece preparado para reconocer su sentido. Es hoy principalmente la voluntad del ejército la que mantiene ese combate criminal y absurdo, y este ejército, por el rol politico que muchos de sus altos representantes le hacen jugar, actuando a veces abierta y violentamente fuera de toda legalidad, traicionando los fines que el con- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Aclaracién Las reflexiones de Michel Cournot sobre la Declaracion de Jos 121 llaman a algunas observaciones. Cournot critica la forma de la Declaracién. La lama “burguesa”, y le parece demasiado sutil para poder ser entendida por “proletarios”. Dejemos de lado la especie de menosprecio por la inteligencia proletaria que presenta tal juicio. Y no nos embarquemos en la critica que exige el Tecurso a ese viejo vocabulario: estilo burgués, estilo pro- letario, este ultimo conveniente s6lo cuando queremos hablar al pueblo. Tan slo queremos sefialar que el texto de la Declaracién ha sido redactado en forma colectiva por intelectuales de origen y de formacién diversos. Estos se expresaron segtin sus medios, en un lenguaje que Cournot juzga demasiado sutil, que otros juzgaron demasiado tajante, y que se esfuerza primero en analizar convenien- temente una situacién, y después en juzgar y en decidir. Cada frase ha sido discutida, sopesada y meditada. Nunca se trat6 de cuestiones de btisqueda estilistica, sino por el aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Quisiera decir en primer lugar... Esta entrevista fue otorgada por Maurice Blanchot a Madeleine Chapsal para el semanario L’Express. Este tiltino la rechaz6, pero finalmente fue publicada (justo con otras de algunos de los firmantes de la “Declaracién”) en “El derecho a la insumision (dossier de los ‘121’)”, Cahiers libres, Francois Maspero, n° 14, enero de 1961. (Por qué firmé esta Declaracién? Quisiera decir, en primer lugar, que esta Declaracién es un acto grave que se basta a si mismo; todo comentario par- ticular corre el riesgo de debilitarla, de apaciguarla o inclu- so de retirarle su cardcter colectivo, que es uno de sus ras- gos importantes. Hechas estas reservas, responderé que he firmado el texto en calidad de escritor, no como escritor politico, ni siquiera como ciudadano comprometido en las luchas politicas, sino en tanto escritor no politico y con- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You 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Escritos POLITICOS 89 los trabajadores y por los intelectuales, no cesaron de vivir en estado de guerra, en disidencia con la falsa ley impues- ta, introducida hace diez afos por un golpe militar, y man- tenida en ese momento por la fuerza del ejército. Que la inmensa coercién sufrida consciente e incons- cientemente por las fuerzas nuevas —aquellas de la juven- tud obrera y estudiantil- haya dado lugar con una rapidez prodigiosa, a ese momento de sublevacién, era factible, aunque no estuviéramos en condiciones, desde luego, de preverlo exactamente; movimiento de un dinamismo, de una potencia de invencién politica extraordinaria, movimiento a la vez de libertad y de rechazo. No ha llega- do el momento de designar sus caracteres, de nombrarlo, es decir, de restringirlo privandolo de su fuerza de presen- cia. Pero aquello que debemos recordar a nuestros amigos del Este es que constituye un movimiento global de tespuesta a la sociedad burguesa; significa, en primer lugar, una ruptura con el poder y la sociedad gaullistas que ha afirmado de manera estruendosa. De ahi también que uno de sus primeros caracteres sea el de ser antina- cionalista, reanudando la practica internacionalista y afir- mando o reafirmando el alcance esencial de la exigencia internacional, desgraciadamente desconocido desde hace décadas por los partidos comunistas tradicionales. Este movimiento es una corriente de ruptura radical, violenta por cierto, pero de una violencia muy contenida y, en su finalidad, comunista, que pone en cuestién, por una dis- cusi6n incesante, el poder y todas las formas de poder. Aparece, entonces, esencialmente como un movimiento de rechazo, que evita toda afirmacién o programa pre- maturos, porque presiente que, en toda afirmacién tal que aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Copyrighted material aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Afirmar la ruptura 1. El objetivo ultimo, es decir, también inmediato, evi- dente, es decir, escondido, directo-indirecto: afirmar la tuptura. Afirmarla: organizarla volviéndola cada vez mas real y mas radical. (Qué ruptura? La ruptura con el poder, por tanto, con la nocién de poder, en todos los lugares donde predomina un poder. Eso vale ciertamente para la Universidad, para la idea de saber, para la relacién de palabra docente, dirigente y quizas para toda palabra, etc., pero eso vale incluso para nuestra concepcién incluso de la oposicién al poder, cada vez que esta oposicién se constituye en partido de poder. 2. Afirmar radicalmente la ruptura: eso equivale a decir (es el primer sentido) que estamos en estado de guerra contra aquello que, en todo lugar y siempre, sdlo se telaciona con una ley que no reconocemos, con una sociedad cuyos valores, verdades, cuyo ideal, cuyos privi- legios nos son extraios; y que, por ende, slo se relaciona aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Escritos POLITICOS 107 patriotismo (como atin muestran las penosas declara- ciones: “estoy casado con Francia”). Todo lo que arraiga a los hombres por medio de valores, sentimientos, en un tiempo, una historia, un lenguaje, es el principio de alie- naci6n que constituye al hombre como privilegiado que es (francés, la preciosa sangre francesa), que lo encierra en el contentamiento de su realidad y que lo conduce a pro- ponerla como ejemplo o a imponerla como afirmacién conquistadora. Marx dijo con sereno vigor: el fin de la alienacién sdlo comienza si el hombre acepta salir de si mismo (de todo lo que lo instituye como interioridad): salir de la religion, de la familia, del Estado. El llamamien- to al exterior, un exterior que no sea ni otro mundo, ni un mundo pasado, no hay otro movimiento para oponer a todas las formas de patriotismo, cualesquiera que sean. 0 El patriotismo es el mas prodigioso poder de inte- gracion, es decir que, en la intimidad del pensamiento, en la practica cotidiana, en el movimiento politico, trabaja para reconciliarlo todo, las obras, los hombres, las clases, para impedir toda lucha de clase, fundar la unidad en nombre de los valores que particularizan (el particularis- mo nacional promovido como universal) y evitar la divisién necesaria, la de una destrucci6n infinita. El dia en que, por astucia practica, el comunismo internacional acepté servir a la comunidad nacional, tuvo vergiienza de ser tomado como el partido del extranjero, perdié aquello que Lenin llamaba su alma. Hablar de “patria de la revolu- cién”, de “patria del socialismo”, es la metadfora menos feliz, la mas apropiada para despertar la necesidad de someterse al Padre, a la ley del Padre, a la bendicién del aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Escritos POLITICOS 113 tamente: movimiento de un dinamismo, de un extraordi- nario poder de invencién politica, movimiento a la vez de libertad y de rechazo. No ha llegado el momento de des- ignar los caracteres, es decir, de restringirlo privandolo de su fuerza de presencia. Sin embargo, es preciso recordar, y en particular recordarlo a nuestros amigos del Este, que constituye un movimiento global de contestacién a la sociedad burguesa; es, en primer lugar, la ruptura con el poder y la sociedad gaullistas que afirma de manera estrepitosa y que prosigue, y proseguird por todos los medios. De ahi también que uno de sus primeros carac- teres sea el de ser anti-nacionalista, reanudando la practi- ca internacionalista y afirmando o reafirmando la impor- tancia esencial de la exigencia internacional, desgraciada- mente desconocida desde hace décadas por los partidos comunistas tradicionales. Este movimiento es un mo- vimiento de ruptura radical, ciertamente violenta, pero de una violencia muy contenida y, en su finalidad, comu- nista, que pone en juego, por una contestacién incesante, el poder y todas las formas de poder. Aparece, entonces, esencialmente como un movimiento de rechazo, que se abstiene de cualquier afirmacién o programa prematuros, porque presiente que en toda afirmacién que pueda expresar un discurso necesariamente alienado o falseado existe el riesgo de que sea recuperada por un sistema establecido (el de las sociedades capitalistas industriales), sistema que lo integra todo, incluso la cultura, aunque sea de “vanguardia”. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 118 Maurice BLANCHOT Para el camarada Castro Dejemos de lado los sentimientos, tratemos de pensar fuera del espacio moral que sigue siendo, lo queramos o no, el espacio de nuestros habitos y de nuestra dependen- cia, y busquemos, con otros, lo que debemos concluir de la intervenci6n militar en Checoslovaquia. 1. Ni la exigencia comunista ni la razén revolu- cionaria estan en absoluto implicadas en esta llana mani- festacién de fuerzas, tan politicamente insoportable como ideologicamente desplazada. El hecho de que Castro la apruebe s6lo muestra que Castro, aun cuando piense hacerlo en nombre del Partido Comunista, es capaz de hablar contra la revolucién cubana, es decir, de dejarse engafar por una falsa concepci6n de la internacionalidad 2. Las fronteras violadas, la soberania desconocida, las instituciones desmanteladas, no es eso lo que opera en contra del movimiento internacional, sino esta pretension perfectamente inconveniente de que la exigencia interna- cional pueda ser represiva y de que los ejércitos nacionales, la mas brutal afirmacién del nacionalismo guerrero, puedan invocar la necesidad revolucionaria, tal como la supone el proceso comunista mundial. Sélo la palabra —e incluso una palabra que nunca se dio sino que debe crearse— puede llevar la razon internacional a partir de estructuras que la hagan posible. La practica interna- cional es la de un lenguaje que busca, a veces violenta- mente, su espacio comtin desde que las fuerzas producti- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Escritos POLITICOS 123 algo completamente distinto lo que esta en juego: un movimiento desmesurado, irreprimible, incesante, el impulso de una palabra de agravio, de una palabra que siempre habla mas alla, sobrepasa, desborda y asi ame- naza todo lo que bordea y lo que limita; la palabra misma que transgrede. Esta tiltima no es en absoluto asimilable al procedimien- to del “didlogo” que la estupidez o la hipocresia liberal propone como el fin del fin del poder libre, mientras que el didlogo, en su estructura binaria, destinado a la conve- niencia de un intercambio de compromiso, tiende a igualar en la indiferencia una palabra de pluralidad que siempre debe permanecer diferente, y hablar a partir de la diferencia, y aun de Ja ruptura, sin detenerse, siempre de nuevo. Los resistentes checoslovacos dijeron que, durante los dias en que no tuvieran mas ley que el poder militar enemi- go, nunca serian mds libres, por la palabra, por la escritura. * Leer a Marx En Marx, y siempre provenientes de Marx, vemos tomar fuerza y forma tres clases de palabras"!, las cuales son necesarias, pero estén separadas y, mds que opuestas, yuxtapuestas. El disparate que las mantiene juntas de- 10 “Leer a Marx” es el tinico de los textos escritos por Maurice Blanchot para el Comité que seria luego retomado por él: en L’Amitié, con el titulo de “Tres lecturas de Marx” (Paris, Gallimard, 1971). 11 E] término utilizado aqui por Blanchot es parole (palabra oral), dife- tente de mot (palabra escrita). [N. del T.] aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Sobre el movimiento Luego de la disolucién del Comité de accién de Escritores- Estudiantes, Maurice Nadeau y Les Lettres nouvelles publi- caron cinco textos —ninguno firmado- con el titulo conjunto: “Un atio después, el Comité de accién Escritores-Estudiantes” (junio-julio de 1969). Lino de esos textos pertenece a Marguerite Duras; otros tres fueron escritos por Dionys Mascolo. Reaparecieron en A la recherche d'un communisme de pen- sée (D. Mascolo, op. cit., pp. 324-363). El tiltimo pertenece a Maurice Blanchot. Si bien fue publicado en junio-julio de 1969, fue fechado por su autor en diciembre de 1968. Mayo, revolucién por Ia idea, el deseo y la imaginacién, riesgo de convertirse en puro acontecimiento ideal e imaginario, si esta revolucién no da lugar, renunciando a si misma, a una organizaci6n y a una estrategia nuevas. Dicho de otro modo, el “movimiento” (en la medida en que ese término tiene un sentido y no disimula una inmovilidad agitada), en lugar de resguardarse en la con- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Escritos POLITICOS 131 lo saben: no hay mas Universidad, hay un gran y venera- ble agujero, apenas camuflado, un juego de ceremonias, atravesado de fuerzas a veces salvajes, a veces de un salva- jismo también ritual y espectacular. Rectores, decanos, pro- fesores, estudiantes, contestatarios, contra-contestatarios, todo eso se agita para cubrir la nada, una nada regida por las reglas de un tiempo muerto. 4. El hecho de que Mayo haya tenido lugar, cum- pliendo su obra, es aquello que debe ser interrogado y lo que crea, para el movimiento mismo, las mas grandes difi- cultades, ademas: una especie de imposibilidad cotidiana que esta cargada de peligros (quizas de promesas). De esos peligros, no anunciaré mas que algunos, dejando al cuidado de otros proseguir o contradecir el andlisis: a) La tentacién de repetir el Mayo, como si no hubiera ocurrido, 0 como si hubiera fracasado, y a fin de que algtin dia tenga éxito. Asi vemos intentar de nuevo, pobre y penosamente, los mismos procedimientos de agitacién que tuvieron su sentido y su efecto en febrero- marzo-abril. b) La tentacién de continuar el Mayo, sin percibir que toda la fuerza de originalidad de esta revolucién es la de no proporcionar ningtin precedente, ninguna base, ni siquiera la de su propio éxito, puesto que ella misma se volvié imposible como tal, sin dejar mas que este rastro que, al modo del relampago, divisa todo, cielo y tierra. Ya NADA SERA COMO ANTES. Pensar, actuar, organizar, desorga- nizar: todo se plantea en otros términos, y no sdlo los problemas son nuevos, sino que la problematica misma ha cambiado. En particular, todos los problemas de la lucha aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 136 Maurice BLANCHOT facerse con una respuesta, a ponerse lenta, pacientemente en cuestién frente a la pregunta perdida que no es la misma y que lo desvia de si mismo? La literatura compro- metida: me parece que me encuentro treinta afos atras, cuando Sartre, por desafio polémico (desafio que se dirigia al escritor clasico que él pensaba que era) mas que por convicci6n tedrica, dio a esta expresién un estrépito que la volvié indiscutible, es decir, la puso fuera de toda discusién. De manera general, casi todos los escritores, pienso en los escritores de izquierda, se oponian a ella y se irritaban, se trate de André Breton, de Georges Bataille, de Roland Barthes (si estA permitido hacer hablar a los muertos -por muy vivos que estén en nosotros-). Para atenerme a la historia que conozco, Sartre mismo se sor- prendis cuando la decisidn mas importante de la post- guerra y que mas pesé sobre los acontecimientos (antes del Mayo del 68), es decir, la “Declaraci6n de los 121” sobre el derecho a la insumisi6n en la guerra de Argelia, parecio ser la obra de escritores que podian pasar por no comprometidos y que sin embargo no podian mas que afirmar, y no sin riesgo, una exigencia de rechazo, cuan- do el poder tendia a una forma detestable de opresién. Por lo demas, él se sum6 enseguida, con la autoridad que le era propia, pero creo que fue llevado (me lo dijo) a poner en cuestién las férmulas demasiado simples a través de las cuales queria enfrentar (y con raz6n) a la buena conciencia literaria. Qué mas puedo agregar? Hay, quizds, un poder cul- tural; pero se trata de un poder ambiguo, que siempre corre el riesgo, al perder esta ambigiiedad, de ponerse al aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Escritos POLITICOS 141 miso politico de 1933 a 1934 (una “tonteria”, nada mas!*). Ahora bien, se sabe por un testimonio de Karl Léwith’” que en 1936 (dos afios antes de su dimisién del rectorado), afirmé su misma fe en Hitler, la misma certeza de que “el nacionalsocialismo era la via justa para Alemania”. Valdria la pena citar este testimonio abrumador, testimo- nio de un hombre cuya probidad intelectual y moral no podria ser puesta en duda (discipulo, por otro lado, de Heidegger 0 mas exactamente su alumno, su pariente, puesto que muy a menudo habia cuidado a sus hijos). Mientras Heidegger se encontraba en Roma para dictar su conferencia sobre Hélderlin, Karl Léwith, que estaba refu- giado alli, en una residencia miserable y casi sin libros (un hecho que emocioné a Heidegger —no, éste no quemaba los libros, como sugiere Farias-), aprovech6 un paseo para intentar preguntarle acerca del tema candente que hasta ese entonces todos evitaban. Cito: “Llevé la conversacién hacia la controversia de la Neue Ziircher Zeitung y le dije que no estaba de acuerdo ni con la manera en que Karl Barth lo ata- 16 Para ser justo, o para tratar de serlo, hay que tener en cuenta ciertas reservas de las cuales se sirvié (aunque veléndolas) para atenuar la glorificacién del nacionalsocialismo. Como escribi hace tiempo en L'entretien infini, es innegable que los cursos sobre Nietzsche, pro- nunciados durante el nacionalsocialismo triunfante, constituyen una critica cada vez més agresiva a la manera grosera en que la “filoso- fia oficial” pretendia utilizar a Nietzsche. 17 K. Léwith, Ma vie en Allemagne avant et aprés 1933. El texto sobre Heidegger y Husserl, intitulado: “La derniére fois que j'ai vu Husser] en 1933 et Heidegger & Rome en 1936”, fue escrito en 1940 sin la idea de publicarlo, como un “informe” privado. La tardia publicacién en 1986 en una editorial de Stuttgart fue decidida por la Sra. Léwith. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Escritos POLITICOS 145 (y no Farias) reproduce un texto terrible que cuesta re- escribir. gQué dice ese texto? “La agricultura es ahora una industria alimentaria motorizada; en cuanto a su esencia, lo mismo que la fabricacién de caddveres en las cémaras de gas y Jos campos de exterminio, lo mismo que los bloqueos y la reduc- ci6n de pais al hambre, lo mismo que la fabricacién de bombas de hidrégeno”. He ahi, dice Lacoue-Labarthe, una frase escan- dalosamente insuficiente, porque no retiene del Extermi- nio mas que cierto uso de la técnica y que no menciona el nombre ni la suerte de los judios. Es verdad que, en Auschwitz y en otros lugares, los judios fueron tratados como se trata los residuos industriales, y que se los con- sideraba los deshechos de Alemania y de Europa (en eso, la responsabilidad de cada uno de nosotros esté compro- metida). Lo que hubo de impensable y de imperdonable en el acontecimiento de Auschwitz, esa cesura absoluta, se enfrenté al silencio determinado de Heidegger; o bien, la unica vez que, en mi conocimiento, él habla al respecto, lo hace a la manera de los “revisionistas” y pone en un mismo plano la destruccién de los alemanes del Este asesinados en el curso de la guerra y la de los judios asesinados también en el curso de la guerra: que se reem- place, dice, la palabra “judios” por “alemanes del Este” y eso hard el recuento”%. Que los judios que no habian cometido otra falta que ser judios fueran condenados a la exterminio final, he ahi, dice Lacoue-Labarthe, lo que no tiene ninguna respuesta en la historia. Y agrega: “Murié en 22 En una carta a Herbert Marcuse, carta solicitada y recibida por él Pero Marcuse no reproduce la carta, los términos no son entonces seguros. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 152 Maurice BLANCHOT Todos conocen, creo yo, mi deuda con Emmanuel Levinas, hoy mi mAs viejo amigo, el tinico que me autoriza a que lo tutee. También se sabe que nos conocimos en la Universidad de Strasbourg en 1926, donde tantos grandes maestros no nos daban la filosofia mediocre. {Este encuen- tro fue producto del azar? Se podria decir que si. Pero la amistad no fue azarosa ni fortuita. Algo profundo nos acercaba el uno al otro. Ya no dirfa que fue el judaismo, sino, mas alla de su alegria, cierta manera grave y bella de pensar la vida, profundizdndola sin la menor pedanteria. Al mismo tiempo, le debo la aproximacién a Husserl e incluso a Heidegger, cuyos cursos él habia seguido en Alemania, donde ya se levantaban movimientos politicos perversos. Dejamos casi al mismo tiempo Strasbourg por Paris; no obstante, si bien el contacto nunca se rompié, hizo falta la desgracia de una guerra desastrosa para que nuestra amistad, que hubiera podido distenderse, se estrechara, tanto mas cuanto que, prisionero primero en Francia, él me confiara, mediante un pedido en cierta forma secreto, el encargo de velar por sus seres queridos, desgraciadamente amenazados por los peligros de una politica detestable. No iré mas lejos en los rodeos biograficos, cuyo recuerdo tengo muy presente. Evidentemente, fue la per- secucién nazi (se ejercid desde el comienzo, contraria- mente a aquello de lo cual quisieran persuadirnos ciertos profesores de filosofia, para hacernos creer que en 1933, cuando Heidegger adhirié a él, el nacionalsocialismo todavia era una doctrina aceptable, que no merecia conde- na) lo que nos hizo sentir que los judios eran nuestros her- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 156 Maurice BLANCHOT problemas en relacién con su pensamiento mismo. ;Se traté de una decisién que los acontecimientos le impu- sieron, sin que aquel que habia escrito Sein und Zeit se haya reconocido en ella, quedando asi intacto su pen- samiento? Ahora bien, sobre este punto esencial Heidegger tespondi6 claramente a Karl Léwith en 1936, dos aos después de haber dimitido del Rectorado. Y cual fue esa Tespuesta (no tratada en el libro de Farias): “Fue mi concep- to de la historialidad [Geschichtlichkeit] (0 se puede hablar mas simplemente de Ia historicidad) el fundamento [die Grundlage] del compromiso [Einsatz]’”. Agrego: compro- miso tan politico como filoséfico. En esta conversacién, Karl Lowith no interroga mas a quien ha sido su maestro. Se puede suponer que, segtin el manejo de la lengua ale- mana que le es propio, la historialidad no es la simple sucesién del tiempo, sino que constituye una respuesta a un llamado del destino, y segtin se responda 0 no a ese Ila- mado, se contribuye o no a un cambio radical de época. Heidegger mismo, en el testamento pdstumo del Spiegel, Teconocfa que con la llegada de Hitler habia saludado la grandeza y el esplendor de un comienzo. Lo que comien- Za es siempre para él lo mas importante: es el surgimiento de una renovaci6n absoluta, la interrupcién que suspende nuestra relacién con las leyes y los valores establecidos, y quizds con los “dioses”. En un sentido, fue verdadero. Pero esta interrupcién que era para Heidegger la promesa de una Alemania heredera de la excelencia griega y, a titu- lo de tal, cualquiera fuera el precio, Hamada a esclarecer el mundo domindndolo, fue también para nosotros y en primer lugar para los judios el interregno en que cesaba todo derecho, todo recurso, en que la amistad se volvia aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 160 Maurice BLANCHOT la autenticidad de ninguna raiz primera, sino de esta tinica deuda de una amnesia primera. Reminiscencia, recuerdo de la Ley que sélo es olvidada si el tiempo no concuerda con estudiarla y actuar de manera tal que no me sienta nunca liberado de mi responsabilidad respecto del prdjimo, donde se descubre el rastro de aquel que nunca esta ahi, que siempre ha pasado ya: Dios quizds, pero no el Dios del poder, de la promesa y de la salvacién cuya retirada es marcada por Auschwitz. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 166 Maurice BLANCHOT Pero, dije, hablando, no hablando, nosotros olvi- damos? —"Si, ustedes olvidan; tanto mas olvidan cuanto més se acuerdan. Su recuerdo no les impide vivir, sobre- vivir, ni siquiera amarme. Pero no se ama a un muerto, porque entonces ustedes omiten el sentido, la imposibili- dad de sentido, el no-ser y la imposibilidad de no-ser”. Cuando releo estas lineas, sé que ya he perdido de vista a Robert Antelme, al amigo incomparable que conoci. El era tan simple y al mismo tiempo tan rico de un saber ausente en los grandes espiritus. En esa experiencia de la servidumbre como fue la suya, aun cuando la haya compartido con otros, guard6é Ja verdad humana, de la cual supo no excluir siquiera a aquellos que lo oprimian. Pero fue aun mas lejos: al no reconocer en el Revier a un compafiero que é] habia ido a ver (K.) y que seguia vivo, comprendi6 que incluso en la vida existe la nada, un vacio insondable del cual es preciso defenderse, aunque se admita su proximidad. Debemos aprender a vivir con ese vacio. Mantendremos la plenitud aun en la nada. Por ese motivo, Robert, todavia tengo mi lugar junto a usted. Y esta “noche vigilada”, en que usted viene a verme, no es una ilusi6n en la cual todo desaparece, sino mi derecho a hacer que usted viva hasta en la nada, cuya proximidad presiento. Noviembre de 1993 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. EQue es el civismo cuando, en ciertas circunstancias, se convierte en sumision vergonzosa? {No hay casos en que la negativa a servir constituye un deber sagrado, en que la “traicion” significa el respeto valiente por lo verdadero? Y cuando, por la voluntad de esos que lo utilizan como ins- trumento de dominaci6n racista 0 ideologica, el ejército se afirma en estado de revuelta abierta o latente contra las instituciones democraticas, gla revuelta contra el ejército no cobra un sentido nuevo?” La trascendencia de la obra critica y literaria de Maurice Blanchot esta fuera de toda duda. Su pensamiento politico, sin embargo, es menos conocido: los textos y declaraciones reunidos aqui por primera vez fueron escritos para revistas efimeras o incluso confidenciales y aparecieron firmados por muchas personas (para dar cuenta de un movimiento colec- tivo) o por nadie (para que todos pudieran sentirse respon- sables). Si la caracteristica que recorre todos estos textos es el rechazo (tal como se titula el primero de ellos), no es menos cierto que los articulos revisten una de las formas mas elevadas de la afirmacion: el intento de pensar en comun, de reflexionar de modo comunitario la posibilidad de una nueva experiencia politica. libros del {Ki ll. Zorzal 9N'78987511990067!

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