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| gator LA INTEGRACION ECONOMICA CENTROAMERICANA JAIME DELGADO ROJAS 1a dimensién acondmica Jaime Delgado Rojas CONCEPTOS BASICOS E término “integracién” es polisémico. Literalmente hace referencia a partes que forman un todo; pero también en sociedades humanas implica la existencia o creacién de interdependencias entre tales partes que se consolidan culturalmente. Joseph Nye sefiala que esta creacién de interdependencias se manifiesta tanto en lo econdmico, como en lo social y politico (Nye, 1969: 57). Este autor define la integracién econémica como el proceso mediante el cual son abolidas las discriminaciones existentes entre unidades econémicas pertenecientes a diferentes Estados nacionales, lo que pasa por diversas etapas o niveles de profundizacién. Tales etapas habian sido destacadas por la teoria clasica de Bela Balassa (Balassa, 1964: 7), pero también se alude a ellas en diversos estudios de integracién, como el de Alfredo Guerra Borges (Guerra-Borges, 1991: 87) y el de Horacio Roberto Moavro (Moavro, 1992: 51), quien introduce una etapa mas elemental, no considerada en la teoria clasica. Asi, entonces, las etapas de la integracién econémica son: fa Zona Preferencial de. Comercio cuando los estados acuerdan levantar algunas discriminaciones en el comercio a favor de su comercio comin. La Zona de Libre Comercio que elimina 135 Integracién en Centroamérica -cuttural, social, econémica y politica aranceles y demés restricciones comerciales cuantitativas; la Unién Aduanera que establece un arancel externo comin en relacién con terceros paises; el Mercado Comin que impulsa la libre circulacién de servicios y factores de la produccién, lo que incluye capital, mano de obra, instalacién empresaria, etc., en los territorios de los estados miembros. En un nivel mas avanzado habria una Unién Econémica o Comunidad Econémica, en la que se armonizan las politicas econémicas entre los miembros y, al final, una Integracién Total en la que se observara una unificacién de politicas y el establecimiento de instituciones comunes. Si bien hay un sentido secuencial de la integracién econémica que hace que el contenido de un nivel se encuentre presente en el mas avanzado, en Balassa la integracién es definida también como un punto de llegada. En todo caso, hay autores que la destacan como un estado de cosas que se caracteriza por la ausencia de varias formas de discriminacién entre economias nacionales (Guerra-Borges, 1991: 88). ‘Se denomina discriminacién a la politica selectiva de un Estado. en perjuicio de la importacién de bienes o servicios del exterior, ya Sea por medio de tarifas aduanales o normas restrictivas no tarifarias. Hay autores que destacan el término como el arranque del proceso mediante el cual los Estados nacionales fundan instituciones juridicas comunes con compromisos mutuos, irreversibles y con beneficios compartidos; otros resaltan el resultado, cuando las partes registran cambios estructurales y una profundizacién de su interdependencia que les permita elevar su productividad y el nivel de vida de sus poblaciones. Este esfuerzo conceptual permite subrayar los elementos sustantivos de la integracién: en primer término se hace refe- rencia a un proceso iniciado y comandado por Estados nacio- nales, que trasfieren partes de su soberania a entidades juridi- cas 0 institucionales que se fundan sobre la base de los acuer- dos. Es, entonces, un proceso “por e/ cua/ dos o més actores forman un nuevo actor” (3, Galtung), 0 “mediante el cual dos 0 mds gobiernos adoptan, con el apoyo de instituciones comu- 136 nes, medidas conjuntas para intensificar_— su La dimensién econsmica Jaime Delgado Rojas interdependencia_y obtener ast beneficios comunes" (1. Cohen). No obstante, en ningin momento puede obviarse que el éxito del proceso esta marcado por la existencia, creacién y fortaleciendo de practicas econémicas, sociales y culturales de diferentes sujetos, como la existencia de voluntades y acuer- dos con perspectiva supranacional que activan o afectan el intercambio de bienes, servicios y factores productivos y la vida juridica y cultural de la sociedad entera. EI traspaso de la soberania a instancias suprana- cionales es un acto voluntario que, desde un punto de vista politico, es mas facil de aceptar cuando los Estados ejercen un control directo sobre las instancias en cuestion. Este es uno de los aspectos més atrayentes de los sistemas de integracién regional, puesto que los Estados Miembros ~incluso los mas pequefios- conservan un grado de contro! sobre las decisiones que se le quitan al Estado nacidn, (Bulmer y Kincaid, 2001: 50) Conviene también aclarar que en el particular caso que Ros ocupa, la integracién econémica centroamericana hace referencia al proceso que arrancé en la década de los afios 50 del Siglo XX en el que, no sin tropiezos, se involucraron los cinco paises -Guatémala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica- herederos de la tradicién unionista de la Capitania General de Guatemala cuya independencia formal de Espafia se realizé en 1821, que luego tuvo el nombre de Federacién Centroamericana y que hizo numerosos intentos de reeditarse durante los Siglos XIX y XX. ANTECEDENTES El proceso hacia la integracién econémica centroamericana se inicia con las negociaciones entre los Estados del istmo a partir de los afios 50. En ese periodo la ideologia dominante era la de la modernizacién: un modelo de desarrollo basado en la imitacién de la senda seguida por las economias industriali- zadas. Dentro de esa concepcién, el fendmeno del subdes- arrollo fue observado como un problema de atrasoy 37 {ntegracién en Centroamérica -cultural, social, econémica y politica econémico, debido a que los paises que !o vivian no habian podido alcanzar la fase de despegue, por obstdculos que se autoperpetian en calidad de circulos viciosos y que sdlo pueden ser superados con ayuda del ahorro externo. Mediante el endeudamiento, la ayuda financiera o las inversiones extran- jeras se busca paliar la carencia de ahorro interno para poner en marcha los planes de industrializacién que harian posible la transformacién de una economia tradicional y agricola en una economia moderna de crecimiento econémico autosostenido. Esta teoria del crecimiento centraba su atencién en tres elementos: la importancia de la industrializacién, el papel del Estado y la planificacién como elementos esenciales de la poli- tica de desarrollo y la defensa del ahorro externo, como acti- vador del proceso de crecimiento (Hidalgo Capitan, 1998: 64). No obstante, desde la Comisién Econémica para América Latina (CEPAL), fundada a finales de los 40 se agité el ideario estructuralista. La teorfa estructuralista aporta una visién de sistema como instrumento de andlisis que exige poner atencién en las diferentes partes del todo y sus relaciones reciprocas. Anota la fundamental diferencia entre crecimiento y desarrollo econémico y define ta dicotomia subdesarrollo - desarrollo en funcién de la diferente relevancia de los factores estructurales y del progreso tecnolégico. La parte subdesarrollada, la “peri- feria", es aquella en fa que el nivel tecnolégico de algunos sectores de la economia esta muy por debajo de los sectores mas avanzados y muy por debajo, a su vez, del que podria alcanzarse con la tecnologia conocida; el desarrollo econémico consiste en la introduccién de una nueva combinacién de factores de produccién que incrementa la productividad del trabajo (Hidalgo Capitén, 1998: 94).. Al igual que la teorfa del crecimiento, apuesta a favor de la intervencién estatal y la inversién extranjera, pero remarca que una decidida interven- cién gubernamental promoveria una continua transformacién estructural apoyada en el desarrollo de un sector industrial nacional diversificado que podria solucionar el problema del subdesarrollo. Su propuesta involucraba de una manera armé- nica, equilibrada y dindmica, lo econémico, lo social, lo cultural y lo tecnolégico Su definicién clave es que el desarrollo econémico: 138 La dimensién econémica Jaime Delgado Rojas es un proceso lento y costoso y en diversas partes del mundo, pese a los extraordinarios esfuerzos que se realizan no se puede alcanzar, en muchas décadas, la elevacién del nivel de vida de la poblacién, que es el objetivo del desarrofio mismo. Ei desarrollo no es mera cuestién de agregar cada affio un incremento neto de acervo de equipo y bienes de capital, sino que requiere simulténeamente la aplicacién conciente del conocimiento de 1a técnica, la explotacién e investigacién de nuevos recursos econémicos, la educacién y capacitacién de los habitantes lo mismo en su cardcter de produc- tores que de consumidores, y el mantenimiento de relaciones equilibradas entre diferentes sectores de produccién y de consumo. (R. Prebisch 1952) El contexto histérico determinante en Centroamérica fue la existencia desde el Siglo XIX de economias hacia fuera depen- dientes de pocos productos primarios de exportacion, basica~ mente café y banano y marcadas hacia adentro por las compras de bienes terminados en las economias centrales. La dependencia de los factores externos obligé a estas naciones a reorientar su modelo de desarrollo econémico. En 1951 fue creado el Comité de Cooperacién Econémica del Istmo Centroamericano con participacién de la CEPAL y heredaba la tradicién unionista del istmo que data desde el fin de la Colonia. En sus reuniones se puso de manifiesto la confrontacién de intereses y posiciones nacionales que se expresaron con el debate, entre 1956 y 1958, de dos propues- tas tendientes, una a la creacién de un mercado libre de barreras para una lista de productos centroamericanos y la otra a establecer plantas industriales regionales sobre las bases de reciprocidad y equidad. Como en cualquiera de ambos casos se verian afectados intereses particulares de Estados nacionales, en 1958 se aprobarian conjuntamente el Tratado Multilateral de Libre Comercio e Integracién y “439 Integracién en Centroamérica -cultural, social, econémica y politica Convenio sobre el Régimen Centroamericano de Industrias de Integracién. El "Multilateral" establecia un libre comercio entre tos cinco paises para una lista de productos determinada y con trato de "nacional" para cada producto en cada pais. Sefialaba que todo producto centroamericano de esa lista tendré un trato de "no menos favorable" a productos similares extranjeros, con lo que creaba una zona de proteccionismo en el istmo con estimulo al establecimiento o ampliacién de industrias _regionales instaladas en cualquiera de los palses firmantes. Pero el Convenio RII normaba la existencia de industrias nuevas o especializadas sobre bases de reciprocidad y equidad y con acceso al mercado regional; a su vez el RII indicaba que los productos de las plantas acogidos al Régimen eran libres de barreras en cualquiera de los paises y los no acogidos al régimen gozarian de rebajas anuales en sus impuestos. Como es obvio que ambos acuerdos respondian a distintos y contradictorios intereses, cuando lo que se buscaba era captar el ahorro externo, los paises del Norte se apresuraron a suscribir en 1960 el Tratado de Asoclacién Econémica o Tratado Tripartito del Norte con orientacién librecambista. La Declaracién Conjunta de los presidentes de Guatemala, EI Salvador y Honduras dice: Primero: Que ta principal preocupacién de los tres Gobiernos es impulsar el desarrollo econd- mico de sus respectivas paises, con el propdsito de mejorar las condiciones de vida de sus habi- tantes. Segundo: Que para lograr esta meta es necesa- rio, entre otras cosas: a) Aumentar las fuentes de ocupacién; 6) Aprovechar mejor el potencial humano y los recursos naturales; ©) Promover el desarrollo industrial y tecnificar Ja agricultura; a) Incrementar fa productividad y reducir 140 costos para beneficio de los consumidores La dimensién econémica Jaime Delgado Rojas e) Estimular /a inversion de capitales nacionales y extranjeros en la regién y facilitar el acceso a fas diversas fuentes de crédito, y ) Aumentar el nimero de consumidores y ef poder adquisitivo de los mismos. Tercero: Que para este efecto es indispensable aumentar el consumo de articulos producidos en la region, facilitar su intercambio por ta via det libre comercio y acelerar el Programa de Integra- cién Econémica de Centro América. Sexto: Que la realizacién de tales propdsitos requiere del esfuerzo conjunto para ampliar ef bre comercio, atenuar los desajustes que pudieran surgir y crear una infraestructura que permita el desarrollo econdémico equilibrado de Jos tres paises. En este tratado se garantizaba "/a fibre circulacién de personas, bienes y capitales entre sus territorios" y se exten- dia “el tratamiento nacional a las inversiones de capital de las personas naturales o furidicas nacionales de los otros Estados Signatarios, asf como al derecho de organizar y administrar empresas y de participar en fas mismas". Se activaba un proceso de integracién econémica en cuanto se normaba que los "productos naturales originarios de los territorios de las Partes Contratantes y los manufacturados en ellas... gozardn de libre comercio inmediato (...) y quedarén exentos de toda clase de gravémenes, inclusive los derechos consulares”. Esa doctrina econémica presioné a los gobiernos de Nica- ragua y Costa Rica a tal punto que en diciembre de! mismo afio en Managua se suscribiré el Tratado General de Integracién Econémica Centroamericana que creaba el Mercado Comin del Istmo (MERCOMUN) y la Secretaria Permanente de la Integracién Econémica Centroamericana (SIECA) y el 141 Integracién en Centroamérica -cultural, social, econdmica y politica Convenio Constitutivo del Banco Centroamericano de Inte- gracién Econémica {BCIE), sin 1a participacién de los costarricenses, cuyo Estiado se adhiere dos afios después. En el Tratado General se estableceré un libre comercio “Para todos los productos originarios de sus respectivos terri- torios (de los Estados signatarios) (...)”, con \as limitaciones establecidas, en cuanto sdlo beneficiaba a un listado anexado de productos locales, el que supuestamente se iria ampliando. Dird que: Las mercanclas originarias del territorio de los Estados signatarios gozardn de tratamiento nacional en todos ellos y estardn exentas de toda restriccién 0 medida de cardcter cuantitativo, con excepcién de las medidas de control que sean legalmente aplicables en los territorios de los Estados contratantes por razones de sanidad, seguridad o de policia. Se creé en el TIECA una particular Unién Aduanera, la primera en América Latina, cuya funcién basica fue desviar el comercio al reemplazar importaciones extraregionales que seguian siendo més baratas, por importaciones més caras de un pafs miembro. Antes de esta unién el comercio intraregional era poco significativo, lo mismo que la industria, ademas de que no se mostraban rasgos de competencia en la produccién entre los paises (Bulmer-Thomas, 1997). Con la unién hubo intercambio de productos amparados a la proteccién dada a la industria de integracién y un Banco financiero que actuaba “como instrumento de financlamiento y promocién del creci- miento econdémico integrado sobre una base de equilibrio regional", para los proyectos de infraestructura con alcance regional y en perspectiva a compensar las disparidades del desarrollo de los diferentes paises. Posteriormente sera esta- blecido un sistema de aforos especiales que alternarfa con los beneficios de las industrias acogidas al Convenio RII y que tendié a ser su sustituto operativo, con lo que se consolidaria la zona de libre comercio dentro de los lineamientos 1.42 librecambistas. En todo caso, ya el ambiente ideolégico La dimensién econémica Jaime Delgado Rojas en el continente estaba muy marcado por los signos de la guerra fria. El entusiasmo creado por la revolucién cubana en Latinoa- mérica hizo que los estrategas norteamericanos en politica hemisférica impulsaran la Alianza para el Progrese que mas que un paquete de ayudas con ideologia desarrollista fue una estrategia de contrainsurgencia. Sin embargo, su promesa estuvo marcada en los programas de reforma agraria que nunca se Impulsaron con seriedad, de reforma fiscal frustrados y de reforma electoral y democratica que perennemente se postergaron: estas tres reformas violentaban los intereses histéricamente consolidados de los grupos mas poderosos del continente, En Centroamérica esto no fue excepcién. A lo largo de la década 60-69 se impulsé la “industrializa- cién por sustitucién de importaciones” (ISI), que pretendié en todo momento desarrollar el mercado interno centroamericano. Durante ese periodo estas naciones recibieron capitales extranjeros, fundamentalmente norteamericanos, en calidad de préstamos publics, donaciones e inversiones privadas direc- tas. Se estima que el flujo de dinero importado en esos diez afios alcanz6 los 1,600 millones de délares. El capital pliblico representé el 45% del total de las inversiones estadounidenses en la regién y seré mayor aqui que en cualquier otra parte de Latinoamérica lo que denotaba la decisién politica norteameri- cana hacia el Istmo. Seguin la SIECA en los inicios de la inte- gracién, entre 1960 y 1965, el boom inversionista norteameri- cano a la industria recayé en Guatemala, El Salvador y Costa Rica. Gracias al proteccionismo estatal y a la liberacién de barreras aduanales al comercio de productos manufacturados, las industrias mas importantes fueron establecidas en los paises de mayor desarrollo relativo, dejando a los paises de mayor retraso en condiciones de consumidores de manufactu- ras y proveedores de materias primas. Esto permitid que a finales de 1970, hubiera 283 empresas manufactureras en Centroamérica, financiadas total o parcialmente por capital fordneo, de las cuales 84 estaban en Guatemala, 65 en El Salvador, 36 en Honduras, 28 en Nicaragua y 70 en Costa Rica; cerca de la mitad tenian participacién local, la mayoria de las veces minoritaria. La proporcién de las empresas que teniong 43 Integracién en Centroamérica -cultural, social, econdmica y politica participacién local era del 51% para Guatemala, del 57.1% para Honduras y del 44.7% para Costa Rica. Ademés, mientras las empresas de capital nacional eran, en su gran mayoria plantas de menos de 30 empleados, las de capita! extranjero sobrepasaban este numero. Con esto que se destaca no sélo la importancia de la inversién forénea, sino las naciones del istmo en las que se concentré (Delgado, 1986). La integracin de los 60 activé el mercado regional y el transporte y estimulé la manufactura de corte terminal. El comercio pasé de 3% a 23% para el istmo centroamericano en su conjunto; de todo este comercio las manufacturas tendran los montos més relevantes de intercambio regional, gracias a los incentivos fiscales y la eliminacién de las barreras aduana- les para la importacién de materiales intermedios, insumos y bienes de capital. Pero el entusiasmo por el proceso fue vivido de manera diferente y diversa por los distintos grupos sociales nacionales; entre los grupos econémicamente poderosos habla quienes le tenian serias reservas a la industrializacién regional. Siempre se apelé a un Estado como fa entidad activadora y dindmica, no obstante que cada vez mds se plegaba a los intereses de las empresas transnacionales y dejaba a la intemperie a los grupos nacionales y con algun poder de decisién local. El resultado fue una modernizacion de empresas y una mejora en el comercio. Sin embargo ia burguesia industrial nacional se replegd a la presién del capital foréneo lo que repercutié en Estados con un papel mas condescendiente con el inversionista extranjero. Su Papel fue decisivo aunque nacionalmente débil para atenuar los conflictos intergrupales, la persistencia de las estructuras arcaicas, los intereses del capital extranjero y las prioridades de cada pais en tal proceso integracionista. En todo caso el proceso de crecimiento, ta industrializacién y la modernizacién de a economia fue subsidiado abiertamente por el proteccionismo estatal. El proceso de industrializacién aceleré e! crecimiento econémico de la regién, activé los sectores productivos de manufactura, comercio y servicios y no diezmé ta produccion 144 agropecuaria que siguid siendo la mayor proveedora de La dimension econémica Jaime Delgado Rojas excedente; activé el mercado intraregional al multiplicar diez veces su movimiento, pero mantuvo y reprodujo los desequili- brios existentes entre las naciones y su desigualdad. Al final, el desarrollo impulsado fue “aditivo” en cuanto sobrepuso los ingredientes de! progreso econémico y técnico a jas estructuras tradicionales vigentes sin modificarlas sustan- clalmente. Empero, en las condiciones politicas en que se impulsé este desarrollo en la regién y dentro de las presiones y correlaciones de poder existentes ningin programa podia haber distribuido los beneficios entre las distintas naciones ni haber- los retribuido a as mayorias. Al terminar la década, los desa- rrollos desiguales se exhibieron de la forma mas violenta, con una guerra entre El Salvador y Honduras que practicamente provocé la ruptura del MERCOMUN. A este conflicto le seguird una década de profundas contradicciones sociales y politicas, de ascenso y consolidacién de regimenes militares, de consolidacién de grupos insurgentes que demandaban parti- cipacién en el poder y los beneficios del desarrollo y de poster- gacidn del proyecto de equilibrio cepalino, por la urgencia de paz, democracia, libertad y desarrollo. De la guerra a Ia paz En los afios 80 hubo guerra en practicamente todo el istmo, al lado de déficits fiscales galopantes e incremento de la deuda externa de los Estados; los recursos econdémicos necesarios para enfrentar algunas de las muchas necesidades nacionales fueron logrados mediante aportes condicionados de los organismos del Bretton Woods que impusieron ajustes estructurales, reingenierias productivas, apertura a los merca- dos mundiales, mayores endeudamientos e indirectamente un colaboracionismo geoestratégicos. Todo ello impacté drastica- mente el desarrollo econdmico de la regidn, la estabilidad de sus Estados y el bienestar social. Los acuerdos de paz que se impulsaron en esos ajios, en el marco del Proceso de Esquipu- las, sentarfan las bases politicas para la reconstruccién econ6- mica. La endeble base material seria diagnosticada en las listas de demandas de cooperacidn internacional elaboradas para el “Didlogo de San José” de cooperacién europea de apoyo a la pacificacién, democratizacién e integracién regional, e145 Integracién en Centroamérica -cultural, social, econémica y politica la “Comisién Internacional para la Recuperacién y el Desarrollo de Centroamérica”, conocida como Comisién Sanford, de respaldo internacional al proceso de Esquipulas al abrigo del Senador Norteamericano Terry Sanford, en el “Plan de Accién Econémico de Centroamérica” (PAECA) elaborado por la CEPAL y aprobado por los presidentes en junio de 1990 en la cumbre de Antigua Guatemala y, en octubre de 1994 en la “Conferen- cia Internacional para la Paz y el Desarrollo en Centroamérica”. Para 1990 el pais con mejores condiciones de desarrollo era Costa Rica con un PIB per cdpita de US$ 1.688, seguido de El Salvador con US$ 1.059. En el otro extremo, el PIB por nicaragense no Ilegaba a la tercera parte del tico. Con un noveno de su poblacién, el producto manufacturero de Costa Rica alcanzaba la quinta parte del total regional, mientras el producto hondurefio apenas alcanzaba el 15%, con el 20% de la poblacién regional. La relacién con el PIB costarricense de sus importaciones y exportaciones totales fue mayor, en cada caso, al 40%, Mientras para Guatemala, pafs que habia sido el de més alto desarrollo relativo en los 60s, para 1990 sus compras eran un poco més de la quinta parte de su PIB y las ventas al exterior el 18.2%, con lo cual el peso de su comercio exterior no representaba ni la mitad del costarricense. El Salvador tenia la segunda planta industrial mas productiva, con una importacién equivalente a un cuarto de su PIB y una exportacién poco superior a un quinto de su produccién. De hecho, las situaciones mas lamentables eran las de Honduras y Nicaragua (véase cuadro N° 2 anexo). Este panorama heredado por la guerra se expresaba de manera transparente en los flujos comerciales intrarregionales que no alcanzaran el comer- cio intrazonal de 1965 (23%), pues en 1990 las exportaciones solo llegaron a 17.6% del total y en 1994 a 22.56% (véase cuadro N° 5 anexo). LA INTEGRACION EN LOS 90 En el primer quinquenio de los afios 90 los gobernantes se mostraron sumamente anuentes a fortalecer la institucionali- dad regional y profundizar la integracién. Los temas de los documentos firmados destacaban la importancia de la 146 La dimensién econémica Jalme Delgado Rojas, relacién ambiente y desarrollo, el endeudamiento y las necesi- dades de inversién. Los lineamientos de paz, libertad, desarro- lo y democracia se constituyeron en pilares del sistema de la integracién regional. Tal y como se habia pensado en la década anterior, la Centroamérica de los 90 no podia reconstruirse econémica, politica y socialmente al margen de su integracién. Por este motivo, desde muy iniciado este proceso de recons- truccién regional, se demandé el replanteamiento del tema de la integracién econémica y la modificacién del Tratado General de 1960. Para ese entonces, el comercio con Estados Unidos habia sido activado por la Iniciativa de la Cuenca del Caribe concesién unilateral otorgada en et contexto de la guerra, como beneficio de buen comportamiento geopolitico. La Unién Europea habia prometido su Sistema de Preferencias Generalizado como una promesa de apoyo a la pacificacién y el desarrollo. La estrategia esbozada en este contexto de los 80 habia sido la de diversificar las exportaciones y estimular la produc- cién de bienes no tradicionales para el mercado mundial. En la medida en que Costa Rica fue siendo exitoso en su apertura, gan6 una situacién de privilegio y de independencia con el mercado centroamericano; su comercio con la regién en 1990 no Hegé al 10% de su exportacién total. Distinta fue ta situa- cién de El Salvador y Guatemala: en uno su comercio regional representé el 30.36% en 1990 y el 41.81% en 1994; en el otro caso pasé de un 24.78% en 1990 a un 31.61% en el 94. Nica~ ragua también dependia en gran medida del comercio regional. Por su parte, la circulacién de bienes y servicios procedentes de Costa Rica en la regién llegé a ser 1a quinta parte de los movimientos regionales, mientras que para El Salvador eran la cuarta parte y para Guatemala casi la mitad (ver cuadro NO 5 anexo). El comercio tico en el istmo se concentraba en El Salvador y Guatemala, sin embargo el grueso del comercio del istmo se daba entre estas dos naciones del Tridngulo del Norte (ver cuadro N° 3 anexo). Esto fundamenta materialmente la tendencia que marca la integracién econémica regional: en primer término las naciones que van a empujar el proceso, desde el punto de vista econémico, van a ser las del Norte del istmo; en segundo término, el pais mds renuente a los procesos regionales va a ser Costa Rica, que abrira ef fueso1 47 Integracién en Centroamérica -cultural, social, econémica y politica hacia negoclaciones extraregionales y, en tercer término, la presién se va a expresar en las tentaciones del mercado norteamericano. La institucionalidad de 1a integracién El interés por la integracién econdémica se va a plasmar como compromisos estatales en el Protocolo de Guatemala, firmado en Guatemala el 29 de octubre de 1993, mediante el cual se derogan en lo que se le oponian el Tratado Multilateral y el Régimen de Industrias de Integracién de 1958 y el TIECA de 1960. Su objetivo era alcanzar “de manera voluntaria, gradual, complementaria y progresiva” una “Unién Econémica Centroamericana”. (Articulo 1). Sus avances estarian marcados por las necesidades de los paises, la maximizacién de las ‘opciones de desarrollo, la gradualidad, complementariedad y flexibilidad de las voluntades politicas; asi como la coordina- cién, armonizacién y convergencia en politicas econémicas, en negociaciones extraregionales y en su encuadre dentro del ordenamiento establecido en el Sistema de la Integracién Centroamericano, creado mediante el Protocolo de Teguci- galpa de 1991, EI Protocolo econémico ahonda en los distintos niveles de la integracién regional y define sus particulares etapas: una zona de libre comercio mediante la que se "eliminardn gradualmente todas las barreras arancelarias y no arancelarias a! comercio intrarregional, eliminando toda restriccién de carécter cuantitativo y cualquier otra medida de efecto equivalente” (Art. 7); un compromiso de perfeccionamiento del Arancel Externo Comin (Art. 11); una Unién Aduanera con el propésito de dar libertad de transito a las mercancias independientemente del origen de las mismas, previa nacionalizacién en alguno de los Estados Miembros, de los productos procedentes de terceros paises. Dicha Unién Aduanera (advierte) se alcanzaré de manera gradual y progresiva, sobre la base de programas que se estableceran al efecto, aprobados por consenso” 14g At 15). La dimensién econémica Jaime Delgado Rojas Sefialan, ademés, una integracién monetaria y financiera a realizar progresivamente, que “propiciard la armonizacién de las politicas macroeconémicas, especialmente la monetaria y fiscal, para asegurar, alcanzar y mantener la estabilidad interna y externa de las economias” (Art. 19), con lo que reestructuran conceptualmente el sentido de la integracién. Las acciones politicas de esta integracién sera 4) Mantener una irrestricta libertad de pagos dentro de la zona y permitiré el uso de diferentes medios de pago; b) Promover el uso de las monedas nacionales de los Estados Parte en los pagos intrarregionales y facilitar su libre negociacién; ©) Facilitar la libre transferencia de capitales y promover el desarrollo y fortalecimiento del mercado de capitales centroamericano; d) Promover la integracién financiera y de los mercados de capitales de los Estados Parte faci- litando el establecimiento y operacién de bancos y aseguradoras, sucursales, subsidiarias y otras entidades financieras nacionales entre los Esta- dos Parte y la vinculacién de las bolsas de valo- res; e) Prevenir y contrarrestar movimientos finan- cieros de carécter especulativo; y ) Actuar coordinadamente en las relaciones monetarias internacionales y fomentar la coope- racién financiera con otras entidades regionales e internacionales. (Art. 19) Sin embargo, la dindmica de concrecién de tales compro- misos vivid el ritmo de los flujos comerciales regionales. Cuando se percibié alguna solidez y seguridad para profundizar la integracién Guatemala, El Salvador y Honduras impulsaron el Tridngulo del Norte al que se adhirié posteriormente Nicara- gua, por cuando Costa Rica, sobre la base de las fortalezas de su comercio exterior, habla negociado el libre comercio con México casi simulténeamente con la firma del Protocolo dey AQ ntegracién en Centroamérica -cuitural, social, econémica y politica Guatemala. Pero lo destacable es la negociacién del “Convenio Marco para el Establecimiento de una Unién Aduanera entre los Territorios de la Repdblica de El Salvador y la Repiblica de Guatemala” que se inicia en 1996 y culmina con la firma en noviembre del 2002; el propésito de esta unién es dar libertad a la circulacién de bienes y presta- cién de servicios asociados al Comercio de bienes, independientemente del origen de los mismos, previa nacionalizacién en cualquiera de los Estados Contratantes de los bienes prove- nientes de terceros Paises (att. 2) orientarse exclusivamente a facilitar el Comercio entre los Territorios constitutivos de la Union y no erigir mayores obstaculos al Comercio que los Estados Contratantes realicen con terceros Paises” (art. 3). Un discurso oficial Esta lista no exhaustiva de buenas intenciones en funcién de la integracién econémica choca con un contexto econémico internacional muy dinémico y con actores privados muy agresi- vos. En 1994 culminé el largo proceso de negociaciones de la Ronda Uruguay del GATT (Acuerdo General de Tarifas y Comer- cio) y fue firmada en Marrakesh, Marruecos, el acta constitu- tiva de la Organizacién Mundial de Comercio. La OMC marca las reglas de juego del comercio internacional lo que desata la euforia por negociaciones de libre comercio (TLC) y el movimiento de las inversiones. Los gobiernos estrechan lazos diplomaticos con diversos naciones latinoamericanos: se inician conversaciones con Venezuela y Colombia hacia la firma de un convenio de Comercio e Inversiones que se alcanza en 1993; entra en vigencia el Tratado de Libre Comercio de Costa Rica con México en 1994 que se habia adelantado a cualquier negociacién regional de apertura de fronteras hacia los paises firmantes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigencia a partir de 1995; se negocia 150 &@ tatede con Repablica Dominicana y su ingreso al La dimensién econémica Jaime Delgado Rojas SICA, asi como con Panamé, con cuya nacidén se dificultan las negociaciones de libre intercambio por su particular estilo de desarrollo econémico, La marcha acelerada de acuerdos econé- micos y comerciales involucraron al MERCOSUR y al CARICOM. En diciembre de 1994 fueron convocados en Miami todos los gobiernos, llamados “democraticos” de América a una cumbre hemisférica, donde 34 mandatarios del continente, excluido el cubano, acordaron iniciar las negociaciones para la creacién de un Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que iniciaria en el 2005. Esta fue la promesa que mas desmovilizé la dindmica de la integracién regional en Centroamérica, pues las cupulas politi- cas se ilusionaron con el libre acceso al mercado norteameri- cano, muy inviable en aquel entonces con Estados Unidos, y arrancaron las conversaciones con Canada, para abrir, junto con México, las puertas del recién creado TLCAN. Los requerimientos de apertura, reingenieria y sanidad fiscal desembocaron la politica estatal hacia posiciones orto- doxas. En el fondo, la ideologia del proceso estuvo marcada por los teéricos neoclésicos y hegemonizada por los organis- mos econémicos y de comercio internacionales que estimularon la reforma estructural para orientar el modelo de desarrollo hacia el libre mercado, reduccién del Estado, la liberalizacién del comercio internacional y la promocién de las exportaciones. Esta concepcién en lo internacional se estampé en lo que se Namé “Consenso de Washington" que diagnostic la crisis de los paises latinoamericanos como si hubiera sido causada por un excesivo crecimiento del Estado, el proteccionismo, la regulacién y el peso de las empresas piblicas, por su nimero y poca eficiencia y un marcado “populismo econémico” que llevé a los gobiernos a una incapacidad para controlar el déficit piblico por las demandas de aumentos salariales del sector piblico y del sector privado. Los aspectos centrales de la concepcién eran {a eliminacién de barreras arancelarias y no arancelarias, la atraccién de inversiones extranjeras, la privati- zacién de empresas puiblicas, la desregulacién de las activida- des econémicas y la garantia del derecho de propiedad. El supuesto de fondo es que al resolverse la estabilizacién, 454 Integracién en Centroamérica -cultural, social, econémica y politica liberalizacién y la privatizacién, se retomaria la senda del desarrollo (Hidalgo Capitan, 1998: 181-182). La vida econémica dentro de desastres naturales En el diagnéstico de la realidad econémica centroameri- cana también deben contemplarse las facetas negativas natu- rales, politicas y sociales. Los desastres naturales sumaron sus efectos a las secuelas de las confrontaciones pasadas e impactaron draméticamente a los paises més empobrecidos del 4rea lo que acentué las asimetrias regionales. Esto ha cimen- tado el lento proceso de recuperacién econémica que se ha expresado en el ritmo del comercio intraregional, con exporta- ciones que pasaron entre 1990 y 1997 de 17% a 21% del total vendido y en compras que oscilaron entre el 10% y el 13% del total importado, durante el mismo periodo. El pais con menos participacién en las exportaciones totales de la regién siguié siendo Nicaragua, pero Honduras y El Salvador ven una merma drastica.de sus ventas globales y regionales. Al contrario, los costarricenses incrementaron sus exportaciones cuyo valor superara el doble de las exportaciones guatemaltecas, acapa- rando en uno de esos afios (1999) mas de la mitad de las ventas totales con un repunte de 2 a 1 en sus entregas al resto del mundo. También los costarricenses son el mas importante comprador centroamericano en tanto consumen la tercera parte de las importaciones regionales. Puede constatarse desde esta perspectiva que la integra- cién econémica reflejaba practicamente las mismas asimetrias del pasado: Costa Rica dejé de mirar a sus vecinos cercanos para venderle mas al mundo (del 34.60% en 1990 a 54.32% en el 99). Nicaragua con ventas fuera de la regién de apenas un 6.94% al inicio de la década y un 4.38% del total regional, 10 afios después. Honduras vendiendo hacia afuera una cantidad significativamente mayor a El Salvador, cuyas ventas no le significan mas de! 10% de la exportacién total centroamericana y el doble de Nicaragua, aunque el monto de venta de esta economia no sea mayor al 6% del total de ventas centroameri- canas (ver cuadro N° 5 anexo). 152 La dimensién econémica Jaime Delgado Rojas 2Otro discurso? La retérica oficial no sdto estuvo marcada por el lenguaje de la ortodoxia. En la Alianza para el Desarrollo Sostenible firmada por los presidentes en 1994 se formulé un programa regional en un estilo de desarrollo con visién largoplacista y contenido social, El tema era el desarrollo sostenible como . un proceso de cambio progresivo en Ia call- dad de vida del ser humano, que lo coloca como centro y sufeto primordial del desarrollo, por medio del crecimiento econémico con equidad social y la transformacién de los métodos de produccién y de los patrones de consumo y que se sustenta en el equilibrio ecoldgico y el soporte vital de la regién. Este proceso implica el respeto a /a diversidad étnica y cultural regional, nacional y local, asi como ef fortalecimiento y la plena participacién cludadana, en convivencia pacifica y en armonia con la naturaleza, sin comprometer y garantizar la calidad de vida de las generaciones futuras (ALIDES, 1994). Esta visién del desarrollo marcaré la retérica oficial a partir del 94 e impregnard todos los documentos desde enton- ces. Los siete principios de a ALIDES responden a una légica del desarrollo diferente: centran su atencién el respeto a la vida en todas sus manifestaciones, el mejoramiento de la cali- dad de la vida humana, el respeto y aprovechamiento de la vitalidad y diversidad de la tierra de manera sostenible, la promocién de la paz y la democracia como formas basicas de convivencia humana, el respeto a la pluriculturalidad y diversi- dad étnica de la regién, el logro de mayores grados de integra- cién econémica entre los paises de la regién y de éstos con el resto del mundo y fa responsabilidad intergeneracional con el desarrollo sostenible. Pero la ruta de este proyecto queda truncada a pocos pasos. Si bien la ALIDES fue firmada en octubre de 1994, ya en ese mismo periodo alcanza ofertas de cooperacién por parte de los Estados Unidos que se concretan en un convenio que 153 Integracién en Centroamérica -cultural, social, econémica y politica firmado dos meses después. Las bases de {a Alianza serian trocadas con la cooperacién norteamericana suscrita en el Convenio Centroamérica USA firmado con William Clinton en el contexto de la Cumbre de las Américas en Miami en 1994. Las prioridades de esta cooperacién regional seran: energia, biodiversidad, educacién ambiental y economia ecolégica, marginando los principios de cardcter social, cultural y politico de la ALIDES. EI mismo contenido queda estampado en la propuesta de “Agenda para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible”, segiin el informe que presentaran a los mandatarios del istmo el Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarro- lo Sostenible del INCAE y el Instituto para el Desarrollo Inter- nacional de la Universidad de Harvard (Centroamérica del Siglo XXI). En esta propuesta se formula como ndcleo clave de la productividad los “clusters” 0 conglomerados empresa- riales asociados por su cercania geografica y actividad produc- tiva que operan un campo empresarial particular, dentro de cuatro reas principales: el turismo, los agronegocios, los textiles y prendas de vestir y los servicios electrénicos y de software que buscan generar divisas sobre la base del paisaje natural y la mano de obra barata. Para remate los intereses externos finalmente dentro del marco de la cooperacién mexicana impulsaron los proyectos integrados del Plan Puebla Panama estén determinados por la posicién geogrdfica de la regién, su forma, el paisaje natural y el bajo valor de la mano de obra, los que determinan marca- damente una especial divisién del trabajo regional cémoda hacia la construccién del ALCA. PERSPECTIVAS Las expectativas para Centroamérica en los inicios del III milenio no pasan de percibirla como una regién que pone la mano para pedir ayudas para su recuperacién econémica y amortiguamiento de los problemas sociales y politicos. Esto se expresa en la retérica del CONCAUSA, se matiza en la Agenda de la competitividad y sigue marcando el discurso oficial 154 de la regién: sostenibilidad, integracién econémica, La dimensién econémica Jaime Delgado Rojas energia, paisaje, engalanados por mano de obra barata en la industria manufacturera enfocada al mercado mundial. De ahi que la apertura sea un dogma y el libre comercio parte del ritual. Por ello crearon resistencias las propuestas de profundi- zacién de la integracién regional con una Unién Aduanera efectiva y en vigencia en todos los paises y las estrategias de negociacién conjuntas 0 coordinadas. La primera advertencia se dio desde la Unién Europea en el contexto de la Cumbre Iberoamericana y en perspectiva a la negociacién de acuerdos comerciales entre ambos esquemas de integracién. La segunda se presentd propicia a raiz de la aceptacién del inicio de las negociaciones de un acuerdo de libre intercambio con Estados Unidos y Centroamérica. Sin embargo, en uno u otro esquema, los problemas planteados son evidentes: dentro de las expectativas de desarrollo, el comercio mundial se torna imprescindible y, en ese sentido la apertura de amplios mercados de las naciones més industriali- zadas se muestran como una gran oportunidad. Durante los 90 se hicieron esfuerzos en abrir trechos para un flujo comercial continental mas Agil. En este cometido se ubicaron los acuerdos con las naciones del GTRES, México, Colombia y Venezuela, con Chile, el MERCOSUR, y el CARICOM. La cumbre de las Américas que abrié las negociaciones hacia el ALCA cimenté las expectativas de un comercio mas seguro, dgil y con potencial acumulativo: el mercado norteamericano no s6lo es el mas desarrollado a escala global, sino que hacia el mismo se dirigen las cuotas mas importantes de las exporta- ciones regionales. Empero, la ilusién comercial hacia el Norte que se abrié con México y Canadé se coronaria con este esfuerzo negociador con los Estados Unidos, con cuya nacién se superarian las incertidumbres de los tratos unilaterales del Sistema General de Preferencias o en particular de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe. Para Estados Unidos la posibilidad de abrir su mercado a los productos centroamericanos dentro de una negociacién de libre comercio, le crea la posibilidad de estructurar un building block hacia el ALCA, cuando se perciben a corto plazo resisten- clas hacia el bloque continental, por parte de Venezuela 455 Integracién en Centroamérica -cultural, social, econémica y politica sobre todo de Brasil, la economia latinoamericana més pode- rosa. A su vez copar los espacios de inversién centroamerica- nos con mano de obra barata y cémoda, previo a similares expansiones de inversionistas de otras latitudes. En este sentido, avanzar en el libre comercio con los paises centroa- mericanos, no solo acorrala en sus posiciones politicas a las economias fuertes de Sur América y el resto del mundo, sino también en sus pretensiones comerciales y de inversién. De nuevo, con estas expectativas, la profundizacién de ta integracién regional, con acuerdos no meramente comerciales 0 de libre cambio, irla a postergarse e, incluso, sus prioridades en resolucién de diferencias, unidad aduanal y adecuacién macroeconémica y politica debia realizarse en el contexto de estas expectativas de apertura continental. 156 Bibliografia y anexos BIBLIOGRAFIA ACHUGAR, Hugo (s.f.). “Territorios y memorias versus légica del mercado (A propésito de cartografias y de shoppings malls)"; en El mundo de la diferencia: notas sobre globalizacin y _periferia; en Iniversenuniverse.de/forum/marcpol/s mo: m ACUERDO GENERAL SOBRE ARANCELES ADUANEROS Y COMERCIO, GATT-OMC (1994). ACUMIA ORTEGA, Victor H. (1993). “Nota preliminar” Historia General de Centroamérica. Las Repiéblicas Agroexportadoras. Tomo IV. Madrid: Ediciones Siruela. ADELANTADO, José, José NOGUERA, Xavier RAMBLA y Lluis SAENZ,. GQulio 1999)'Las_relaciones entre politica social y estructura social”. 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