Origenes Del Urbanismo Moderno PDF

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MWR ae recy 6004250674483 Origenes del Urbanismo Moderno L.BENEVOLO as os LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) 1. LAS UTOPIAS DEL SIGLO XIX Owen y el movimiento cooperativista inglés Robert Owen (1771-1858) comenz6 a ganarse la vida a los diez afios como empleado de comercio en Londres; en 1789 establecié una pequefia industria textil, y logré tanto éxito, que diez afios mas tarde, con algunos socios, pudo adquirir las hilanderias de New Lanark, en Escocia. En 1793 era miembro de la Sociedad Literaria y Filosé- fica de Manchester, donde conocié a Dalton y probable- mente estuvo bajo la influencia del doctor Perceval, uno de los primeros promotores de la legislacién fabril. También se ha supuesto que asimilé las ensefianzas de Thomas Spence (1750-1814), uno de los filésofos radica- les perseguidos por el gobierno durante el periodo de la reaccién antijacobina. Pero sus convicciones, basadas en la experiencia directa lograda como operatio y luego como empresario industrial, tienen un acento original, que produce un vivo impacto en el ambiente contempora- neo; advierte que el se/f-made man teorizado por los economistas y aceptado por la opinién comin, no es mas que una abstraccién, dado que las condiciones del ambiente determinan de forma preponderante la suerte de los individuos. Para mejorar esa suerte, entonces, es preciso partir del ambiente, que debe ser teconstruido al servicio del hombre, antes de pensar en otro beneficio econdmico, individual o colectivo. Owen puso muy pronto en practica estas ideas en 61 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO las hilanderias de New Lanark, en las cuales introdujo una serie de mejoras en el trato a los obreros: mejor paga, horarios reducidos, viviendas dignas y, en 1816, un singular centro denominado Institucién para la For- macién del Caracter. La Institucién —dice el propio Owen en el discurso inaugu- ral— estd destinada sobre todo a recibir a los nifios desde los primeros afios, a partir del momento en que se encuentran en condiciones de caminar. La zona central de la planta baja les pertenece, y en ella pueden jugar y divertirse durante el mal tiempo. Cuando haga buen.tiempo, en cambio, podrén ocupar la sala delantera del edificio. Poco a poco irin crecien- do, se distribuirdn por las habitaciones de la izquierda y laderecha, donde seran instruidos regularmente en los prime- ros rudimentos del saber, a fin de que antes de los seis afios estén en disposicién de recibir una ensefianza més com- pleta. Después de haber pasado por estos cursos regulares seran acogidos en las zonas en que ahora nos encontramos (utilizables también como capilla) que, con las habitaciones circundantes, funcionaran como escucla general, para leer, escribir, hacer cuentas, cocinar y tejer; todo ello, segtin el plano en que deba ser realizado, se hata con considerable amplitud hasta la edad de diez afios, antes de la cual ningtin nifio podra ser admitido en el trabajo, Para beneficio de la salud y del espiritu, nifios y nifias recibiran lecciones de danza, y los varones haran ejercicios militares; los que tengan buena voz aprenderan canto, y los que posean ofdo musical aprenderan a tocar algtin instru- mento musical. De hecho, se ha pensado posibilitar tantos tipos de distracciones inocentes como permitan las circunstan- cias locales de las instalaciones. Las habitaciones del este y del oeste de la planta baja también estardn destinadas, durante el mal tiempo, a la distrac- cién y los juegos, para los alumnos de la escuela regular. De este modo la institucion estard ocupada de dia durante la mala estacién. En verano se entiende que los nifios recorre- rén con frecuencia los alrededores, con los maestros, para 62 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) instruirse, en el lugar, sobre las cosas naturales y artificiales, Después de las horas de ensefianza para los nifios demasiado Pequefios para trabajar, los locales seran aseados, ventilados, y en invierno iluminados, caldeados, de modo que siempre resulten cémodos para recibir a otros sectores de la poblacién. En esta planta los locales serin frecuentados por jévenes de ambos sexos que, dedicados al trabajo durante el dia, deseen perfeccionarse en la lectura, escritura, calculos, cocina © tejido, o inclusive aprender algun arte util; para ensefiarles dispondran todas las tardes, durante dos horas, de maestras y maestros especializados. Los tres locales inferiores, que en invierno serén también iluminados y caldeados, estaran reservados a la poblacién adulta, que encontrar todos los medios para aprender a leer, escribir, calcular, cocinar, 0 aun para jugar, conversar y pasear. Dos tardes por semana se tocara miisica y se bailara, pero se adoptarin todas las precauciones para permitir que quien asi lo desee estudie 0 continie las ocupaciones propias de otras tardes. Una de las secciones sera asimismo utilizada en ocasiones para impartir ensefianzas a los habitantes de mas edad, Este conjunto de beneficios podria en teoria dispensarse universalmente, en habitats pequefios; pero es preciso comen- zara actuat en algun lugar, y una combinacién de aconteci- mientos particulares ha fijado ese punto en nuestro estableci- miento. Sin embargo, siguiendo el principio anunciado, he pensado siempre que cuando la institucién haya sido comple- tada podra recibir, no sdlo a los hijos de los habitantes de este lugar; todos los que vivan en Lanark o en las vecinda- des y no se sientan en condiciones de educar a sus hijos en su casa, podran enviarlos aqui, mencionando simplemente su deseo, y ellos seran objeto del mismo tratamiento que los que pertenecen al establecimiento.10 10 R. Owen, An Address to the Inhabitants of New Lanark, Delivered on Opening the Institution for the Formation of Character, on the ist of January 1816 (en A New View of Society and Other Writings, Londres, 1927, pigs. 98-101. 63 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO Ciertamente resulta dificil sustraerse a la fascinacién de este discurso de 1816 en el cual, por primera vez, una empresa filantrépica se concteta en una organizacion educativa estable y, partiendo de la educacion, tiende a abarcar la vida de toda la comunidad, completando el trabajo en la fabrica con el estudio y el tiempo libre, y destinando a cada funcién un espacio y un tiempo proporcionados. La economia capitalista y la nueva técnica del trabajo fabril han desquiciado las antiguas formas de construc- cién, produciendo los males y miserias que se comprue- ban en toda Inglaterra. Pero la misma técnica y la misma capacidad de previsién pueden ser llevadas del trabajo a las demas funciones de la vida, de la fabrica a la ciudad, lo cual permite entrever una posible desaparicion del actual proceso desintegrador, a consecuencia de una aplicacién unilateral de los mismos principios. La Institucién y los otros servicios establecidos por Owen en New Lanark funcionaron magnificamente du- tante algunos afios. Pero, por su naturaleza, la propuesta de Owen tenia que ser generalizada, y al afio siguiente, en un informe relacionado con una investigacién parla- mentaria sobre la ley de Pobres, presenté su utopia como remedio universal para el problema de la indigen- cia, 1 Por qué —se pregunta— existe la desocupacién? Al final de la guerra Inglaterra poseia «una fuerza productiva con la misma capacidad que si su poblacién fuese efectivamente aumentada en quince veces». Pero terminada la produccién de guerra, «las riquezas del’ mundo resultaron insuficientes para adquirir lo queprodu- MR. Owen, Report to the Committee for the Relief of the Manufactering Poor, March 1817 (en A New View of Society and Other Writings, pags. 157-164). 64 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) cia una fuerza de efectos tan prodigiosos; la consecuencia de ello fue disminucién de la demanda. Cuando debido a ello fue necesario reducir las fuentes de abastecimiento, quedé muy pronto demostrado que la fuerza mecanica era mucho més barata que el trabajo humano. A conse- cuencia de ello la primera fue mantenida, y el segundo suspendido, y entonces pudo ser obtenido a un precio bastante inferior al absolutamente necesario para el man- tenimiento del individuo a un nivel de vida mediocre». Por consiguiente, como la mano de obra humana y Jas maquinas son consideradas en el mismo plano, «las clases obreras no poseen medios adecuados para luchar contra la fuerza mecénica. Por lo tanto puede suceder una de las cosas siguientes: 1. El empleo de la energia mecanica debe ser en gran medida disminuido; o 2. Millones de seres humanos moriran de hambre para permitir que continue el actual nivel productivo; o 3, Sera preciso encontrar una ocupacién ventajosa para los pobres y desocupados, a los cuales debera sub- ordinarse el trabajo mecdnico, en lugar de encontrarse orientado, como ocurte ahora, a sustituitlo». Owen demuestra que la tercera alternativa es la unica posible, y formula de esta manera el objetivo de la inevitable accién reformadora: «encontrar un empleo ventajoso para todos los trabajadores, en un sistema que permita continuar el progreso mecanico de forma ilimitada», Establecida esta premisa politica —que coincide con el comienzo del socialismo moderno—, Owen describe del siguiente modo su plan: Todo programa destinado a mejorar la situacién de los trabajadores debe comprender medios para impedir que sus hijos adquieran malos habitos y para imbuirlos de buenas 65 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO costumbres; debe prever para ellos una ensefianza y un adies- tramiento oportunos; ofrecer un trabajo adecuado a los adul- tos; dirigir su trabajo de manera que produzcan los maximos beneficios para ellos y para la sociedad: ponerlos en condicio- nes que les alejen de las tentaciones inutiles, y que unan estrechamente sus intereses y sus deberes. Estos beneficios no pueden ser ofrecidos a los individuos y alas familias por separado, ni a masas demasiado numerosas. En cambio, es posible ponerlos en prdctica reuniendo en una sola organizacién un grupo compuesto por 500 a 1.500 personas, o un promedio de 1.200 [...] El dibujo muestra, en primer plano, uno de esos ordena- mientos, con sus anexos y una proporcién correspondiente de terreno, y en el fondo otras aldeas del mismo tipo. Cada aldea comprende un cuadrado de edificios con capaci- dad para alojar a 1.200 personas, circundado por un terreno de 1.000 a 1.500 acres. Dentro del cuadrado se encuentran ubicados los edificios publicos, que lo dividen en sectores. El edificio central contiene la cocina publica, los depdsitos y todos los servicios necesarios para cocinar y recalentar en forma eficiente. A la derecha hay un edificio con la escuela 66 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) de los nifios mas pequefios en la planta baja, una sala de lectura y un lugar de oraciones en el primer piso. El edificio de la derecha comprende, en la planta baja, la escuela para los nifios mayores y una sala de reuniones ; attiba, la biblioteca y los locales para los adultos. En el espacio desocupado dentro del cuadrado se hallan distribuidos los lugares para ejercicios fisicos y recreacién, los cuales se debe suponer que estén arbolados. Tres de los lados del perimetro estan destinados a las viviendas, sobre todo para las personas casadas, compuestas cada una de cuatro casas. El cuarto lado esta reservado a los dormitorios para los nifios que superan el nimero de dos por familia o que tengan mas de tres afios. En el centro de este lado estén los alojamientos para los encargados del dormitorio, en un extremo la enfermeria y en el otro un alojamiento para visitantes. En el centro de otros lados hay viviendas para el superintendente general, el sacerdote, el maestro, etc., y en el tercer lado los depésitos para las cosas necesarias para la aldea. Fuera y detras de las casas, en derredor, jardines circundados por caminos. Un poco mas atras, en un lado, los edificios pata las instalaciones mecdnicas y productivas, las caballerizas, el matadero, etc., separados por plantaciones; en el otto lado, el lavadeto, ctc., y a una mayor distancia los edificios rurales, con las instalaciones necesarias pata la fabricacién de malta, de cerve- za, y pata la molienda de cereales; alrededor se encuentran campos cultivados, los prados, etc., cuyos cercados estan plantados de frutales En los edificios del perimetro, todos los alojamientos deben albergar a un hombre, su esposa y dos hijos de edad inferior a los tres afios, y tener caracteristicas tales, que les aseguren la maxima comodidad que ofrecen los alojamientos populares corrientes. Se entiende que los nifios de mas de tres afios asisten a la escuela, comen y duermen en comtn (por supuesto, los padres podran verlos y conversar con ellos durante las comidas, y en otras ocasiones oportunas); que antes de aban- donar la escuela habran tenido una instruccién completa 67 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO. en lo referente a todos los conocimientos utiles y necesarios; que se dedicaran todos los cuidados a impedir que adquieran los malos habitos comunes en sus padres u otros mayores; que no se ahortaran esfuerzos para inculcarles las costumbres y las disposiciones aptas para una vida feliz, y para convertir- los en miembros utiles y valiosos de la comunidad a la que pertenecen, Se propone que las mujeres se ocupen: —antes que nada, del cuidado de sus hijos y de tener sus casas en orden; —en segundo lugar, del cultivo de sus jardines y la produc- cién de las hortalizas necesarias para la alimentacién comin; —en tercer lugar, del trabajo en los sectores de la indus- tria que se adapten a sus caracteristicas, pero no mas de cuatro o cinco horas diarias; —en cuarto lugar de la preparacién de la ropa para los habitantes de la comunidad; —en quinto lugar, trabajando periddicamente, por turno en Ja cocina comtin, en el servicio de comedores y en los dormitorios; y ademas, si estan convenientemente instruidas, dirigiendo una parte de la educacién de los nifios en Ia escuela. Se propone que los nifios mayores sean adiestrados como ayudantes en los trabajos de jardineria o en las ocupaciones industriales, durante una parte del dia, seguin sus capacidades, y que todos los hombres se ocupen de las labores agricolas, industriales u otros trabajos utiles para la comunidad. La ignorancia de los pobres, su mala educacién y su falta de un aptendizaje racional hacen necesario que los hombres de esta generacién estén regular y activamente ocupados durante todo el dia en alguna labor subalterna, aunque de manera que el trabajo sea sano y productivo. El plan descrito lo permitira del modo mas amplio. Para dar una idea concreta de las inversiones necesarias para fundar una comunidad como ésta, para 1.200 personas, 68 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) se ofrece a continuacién un célculo (inclusive para el caso de que el terreno deba ser comprado): 1.200 acres de terreno, a 30 liras por acre liras 36.000 alojamiento para 1.200 personas » — 17.000 ttes edificios publicos dentro de la plaza » — 11,000 talleres, matadero y lavadero » 8.000 muebles para los 300 alojamientos, a 8 liras cada uno » 2.400 muebles pata la cocina, la escuela y dormito- trios » 3.000 dos fabricas, con molino y anexos para la malta y la cerveza » 5.000 sistematizacién de la parte interior del cuadra- do y de los caminos » 3.000 implementos para las labores agricolas » 4.000 imprevistos y gastos accesorios » 6.600 liras 96.000 Esta suma, dividida por 1.200, da una inversién de capital de 80 liras por cabeza, es decir, al 5 por ciento, una renta de 4 liras. Este plan fue ilustrado en forma mas amplia en una presentacién a las autoridades del distrito de Lanark, en 1820. 12 La primera parte del documento esta dedicada a un largo razonamiento econdmico, que parte de las siguien- tes premisas: 1. El trabajo manual, bien dirigido, es el origen de todas jas riquezas y de la prosperidad nacional. 2. Sies bien dirigido, el trabajo manual rinde a la comuni- dad més de lo necesatio para mantener al trabajador en un nivel de vida considerable. 12 R. Owen, Report to the Country of Lanark, Ist of May, 1820 (en A New View of Society and Other Writings, pag. 276). 69 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO 3. Es posible hacer que el trabajo manual, bien dirigido, conserve sus valores en cualquier parte del mundo, con cual- quier crecimiento de la poblacién, todavia durante muchos siglos. 4. Con una adecuada organizacién del trabajo manual, In- glaterra puede encontrarse en condiciones de sostener un incalculable crecimiento de la poblacién, en la forma mas ventajosa para sus habitantes. 5. Cuando el trabajo se organice de esta manera, se compro- bara que ‘no es posible estimular a la poblacién, durante muchos afios, 2 aumentar, en la medida en que resultaria deseable para el bien comun. Por consiguiente, si existe miseria y desocupacion, «es preciso que haya surgido un grave obstaculo artificial, que hace vano el mejoramiento natural de la sociedad». Dicho obstaculo no depende de la naturaleza, sino de la velocidad de las transformaciones en curso: «la falta de trabajo remunerativo para las clases trabajadoras y la consiguiente incomodidad publica derivan del rapido crecimiento de los medios productivos, para cuya venta- josa aplicacién la sociedad ha omitido realizar los cambios organizativos necesarios», Una tesis similar, que destruye el razonamiento malthu- siano hasta entonces generalmente aceptado, se precisa en términos estrictamente econdmicos: 1. Mientras la productividad del trabajo humano es acre- centada por los medios técnicos y cientificos, las necesidades fundamentales del hombre siguen siendo las mismas; sdlo depende cada vez menos de su fuerza fisica y de las contingen- cias vinculadas con ello, 2. El efecto directo de todos los progresos técnicos o cientificos es un aumento de la riqueza; la causa inmediata de la desocupacién actual debe buscarse, pues, en un exceso de produccién de riquezas de todo tipo, que no pueden absorber todos los mercados del mundo, con la actual organi- zacion comercial. 70 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) 3, Si se encontrasen mercados, la riqueza de la sociedad podria crecer en proporciones incalculables, teniendo en cuen- ta el ntimero de personas que buscan trabajo y el nimero atin mayor de aquéllas que, por ignorancia, estan mal emplea- das, pero sobre todo teniendo en cuenta los medios que poseemos para aumentar en medida ilimitada los instrumentos cientificos de la produccién. 4. La falta de ocupacién no depende de la carencia de capitales, o de los medios para aumentar en grado considera- ble aquellos de que ahora se dispone, sino de un defecto en la distribucién de ese extraordinario aumento de los capita- les en la sociedad, o sea, hablando en términos comerciales, de la falta de mercados y de medios de cambio que tengan la misma amplitud que los medios de produccién. De aqui derivan los dos puntos principales del progra- ma econémico de Owen: la adopcion del trabajo humano como medida de los intercambios y la creacién de un mercado interno dentro del propio aparato productivo, con el aumento de la retribucién de los trabajadores para convertirlos en consumidores de los bienes produci- dos, y no solo instrumentos de produccién. Para ello son necesarios varios cambios organizativos; antes que nada en el cultivo del suelo, que Owen desearia que se realizara con la azada antes que con el arado y que fuese ubicado como ocupacién basica de toda la poblacién; el interrogante siguiente —que lleva el tazonamiento al campo urbanistico— es el que pregunta «Cémo pueden ser distribuidos estos nuevos cultivadores en el territorio, y vinculados entre si, para que sus esfuer- zos produzcan los resultados més beneficiosos para ellos y para la comunidad». ° Owen establece, siempre en forma de puntos sucesivos, Jas caracteristicas del nuevo ordenamiento: 1, El ntimero de personas que deben asociarse para constituir el nticleo elemental de la nueva sociedad tendra 71 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO que oscilar entre un minimo de 300 y un maximo de 2.000, y mejor atin entre 800 y 1.200. 2. El terreno cultivable perteneciente a la comunidad «tiene que oscilar entre medio acre y uno y medio por cabeza; de tal manera una asociacién de 1.200 personas necesitard de 600 a 1.800 acres». 3. La descripcién del nucleo residencial es andloga a la de 1817; todos los edificios estaran reunidos en una gran plaza, en forma de paralelogramo. Los cuatro lados estaran ocupados por las habitaciones pata los adultos, por los dormitorios comunes para los nifios, los depésitos, los albergues y la enfermeria; el edificio central comprendera la iglesia, la escuela, la cocina y el comedor. Como es esencial que exista abundancia de espacio dentro del perimetro de las habitaciones privadas, el paralelogramo tendra que ser cada vez més extenso,, sea que el numero de habitantes se acerque al maximo o al minimo previsto. Para alojar a mas o menos habitantes, las casas podrin tener uno, dos, tres 0 cuatro pisos, y por consiguiente se modificara la distribucién interna, que sin embargo ser4 muy sencilla. No seran necesarias cocinas, que se remplazaran por el refectorio colectivo. Las habitaciones serdn bien ventiladas, y si es necesario calefaccionadas o refrigeradas segun el siste- ma fecientemente introducido en la enfermeria de Derby. Para caldear, tefrescar y ventilar los alojamientos bastard con abrir o cerrar dos postigos o valvulas, en cada habitacién, cuyo ambiente sera siempre puro y templado gracias a ese sencillo dispositivo. Una estufa de dimensiones cgnvenientes, ubicada en forma racional, bastard para muchos alojamientos, con pocos incon- venientes y reducidos gastos, si su instalacién es prevista en la construccion [...]. Dormitorios abiertos sobre jardines, hacia el campo, y viviendas de dimensiones convenientes, dirigidas hacia el espacio interno, proporcionaran a los culti- vadores asociados todas las comodidades deseables. 72 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) Para la educacién de los hijos, Owen establece esta vez «una escuela primaria para los nifios de dos a seis afios, y una secundaria para los de seis a doce afios». Los jardines, como se ha indicado, estaran ubicados en la parte exterior del paralelogramo, «y més alla de ellos, lo bastante distantes como para estar protegidos por una zona arbolada, se instalaran los talleres y las industrias». El propio Owen compara su paralelogramo con una maquina, y concluye: «Si la invencién de tantas maquinas ha multiplicado el rendimiento del trabajo en muchos terrenos, para beneficio inmediato de algunos hombres, a la vez que empeoraba la situacidn de muchos otros, ésta es una maquina para multiplicar la eficiencia fisica y el:bienestar mental de toda la sociedad en forma ilimita- da, sin perjudicar a nadie por r4pida que sea su difu- sidn». 18 Esta proposicién de Owen constituye el primer plan urbanistico moderno desarrollado en todas sus partes, desde las premisas politico-econémicas hasta el programa constructivo y el presupuesto financiero. La opinién publica se mostré interesada, pero sobre todo se sintiéd estupefacta y desconcertada ante el plan de Owen. El mismo publicé en 1817 algunos articulos de explicacién en el «London Newspaper»,!4 y expuso su programa en dos reuniones publicas realizadas en Lon- dres, en agosto del mismo afio. Recibiéd mucho estimulo por parte del gobierno y de los periddicos, y aun la aprobacidén de economistas como Ricardo, pero fue obje- to de criticas de la mayor parte de los especialistas, entre ellos Malthus, Cobbett y Place. Peacock hizo una caricatura de Owen, con el nombre 18 Op. cit., pags. 285-286. 14 «London Newspaper del 30 de julio, 15 de agosto, 19 de agos- to, 22 de agosto, 10 de septiembre de 1817. 73 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO de Mr. Toogood, «el cooperativista [...] que desea dividir el mundo en cuadrados, como un tablero de ajedrez, con una comunidad en cada uno, en la cual todas las cosas sean producidas una por la otra, y una gran maqui- na de vapor en el medio, como una criada para todo servicio». 18 Lo que muy pronto puso fuera de toda duda sus razonamientos entre los competidores de entonces fue el derrumbe de los términos econdédmicos conocidos, y por lo tanto, precisamente, el concepto de Ja maquina de vapor como «criada para todo servicio» antes que como instrumento para aumentat la produccién indus- trial. Para nosotros el plan de Owen aparece como importan- te precisamente porque entrevé por primera vez los pro blemas organizativos impuestos por el progreso mecani- co, y porque sefiala el comienzo de la nueva linea de pensamiento de la cual partira, poco a poco, la experiencia urbanistica moderna. En cambio nos parece defectuoso ya que nos encontramos en condiciones de medir la inmensa distancia que existe entre su formulacién esque- miatica y la problematica tanto més rica que hacen surgir a la luz los sucesivos desarrollos. En particular, Owen se muestta tan entusiasmado por delinear el nuevo orde- namiento social y espacial, y por predicar el abandono de los vinculos provenientes del ordenamiento antiguo, que deja totalmente en segundo plano el problema de la autoridad frente a la libertad de los individuos. Cuando debe sugerir a las autoridades del distrito de Lanark el método para realizar los paralclogramos, Owen se limita a decir: «Estas nuevas unidades producti- vas pueden set promovidas por uno o varios propietarios de tierras o grandes capitalistas; por sociedades constitui- 15 Citado en B. Russell, Historia de as ideas del siglo XIX (1934). 74 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) das, que tengan fuertes capitales pata invertir en obras filantrépicas y publicas; por las autoridades locales que deseen sustraerse a la carga del impuesto de pobres; o bien por asociaciones de burgueses o de trabajadores de la agricultura, de la industria y el comercio, que quieran eludir los males del actual sistema. Las nuevas comunidades se mantendrdn sujetas al gobierno central del pais, pagarin los impuestos en moneda legal (a la vez que comerciaran entre si en la nueva moneda-trabajo) y proporcionaran soldados en caso de guerra. En cambio, no constituirian una carga para la justicia del pais, pues, como habrian logrado una perfecta armonia, podrian ptescindir de los tribunales y las carceles». 16 La tentativa de pasar de la teorfa a la practica pone muy pronto en claro la debilidad del plan de Owen. Presenté sus proposiciones a todos los grandes personajes de su época: al futuro zar Nicolas 1, de visita en New Lanark; a Napoleon I, confinado en la isla de Elba; al emperador de Rusia, Alejandro I, durante el congreso de Aquisgran, aparte de los gobernantes de su pais.1” Pero el fracaso sucesivo de sus intentos lo convencid de que debia hacer la experiencia por su propia cuenta. En 1825 adquirid a una secta protestante un terreno de 30.000 acres en Indiana, donde en 1826 se establecié con la familia y un grupo de unos 800 seguidores, dis- puestos a realizar inmediatamente la armonia universal. La decisién de establecerse en Norteamérica proviene de la costumbre europea, de considerar el Nuevo Mundo como el campo abierto a las experiencias que resultaban imposibles en Europa; se vincula, ademas, con las recien- tes experiencias de los veteranos napoleénicos, que des- pués de Waterloo habian construido en Norteamérica 16 Report to the Country of New Lanark, op. cit., pag. 295. 17 B. Russell, op. cit., pag. 209. 75 ORIGENES DEL URBANISMO MODERNO. el Champ d’Asyle, y de los reformadores religiosos alema- nes, entre ellos George Rapp, que precisamente habia fundado la aldea de Harmony, adquirida por Owen. 18 La aldea, rebautizada’ New Harmony, estaba trazada en damero, con una plaza en el centro circundada por grandes edificios de ladrillo. El duque de Sajonia-Wei- mar, que visito el lugar en 1826, relata: Mr. Owen se alegr6 de mi visita, y se ofrecié a explicarmelo todo. Como el plano calculado por la sociedad de los rappitas no podia adaptarse al de Owen, fue necesario introducir muchos cambios. Todas las casas de troncos de arboles que aun se encontraban en pie tuvieron que ser detribadas, dejan- do sdlo los edificios de mamposteria. Aparte de todas las cercas de los jardines privados, resulté preciso eliminar las que ya existian, ademas de las que habia a los lados de los caminos principales que atraviesan el territorio. El conjun- to debia asemejarse a un parque, en el cual las casas estuviesen dispersas. 19 Owen atrajo a muchos hombres de cultura norteameri- canos, entre los cuales un grupo de cientificos y educado- res llegados de Pittsburg a bordo de un barco experimen- tal, construido por William Maclure y llamado Boatload of Knowledge. A ellos se agtego Frances Wright, una escocesa amiga de Lafayette que en 1825 habia fundado la colonia antiesclavista de Nashoba, cerca de Memphis. 18 R. W. Leopold, Robert Owen, a Biography, Cambridge, 1940, pag. 25, se refiere a un himno que cantaban los seguidotes de Owen en 1825, y que comenzaba asi: Land of the West, we fly to thee Sick of the old world’s sophistry. 19 Bernhard, Duke of Saxe-Weimar-Bisenach, Travels through North America during the Years 1825 and 1826, Filadelfia, 1828, vol. II, pag. 108. 76 LA EPOCA DE LAS GRANDES ESPERANZAS (1815-1848) Se Ilevaron a cabo importantes experiencias, sobre todo en la organizacion escolastica, pero las dificultades econdmicas y las discordias internas deterioraron muy pronto la iniciativa. Uno de los seguidores de Owen establecié en su ausencia una destileria clandestina de whisky, en tanto qu¢ Maclure fundé muy pronto una comunidad disidente, Macluria, poco después imitada por otros, hasta que en 1828 Owen se vio obligado a vender la propiedad. Luego traté de exponer la teoria de los paralelogramos al presidente Jackson y al general mexicano Santa Anna, pero sin resultado. 20 Sélo entonces Owen, que habia regresado a su patria empobrecido, encontré el verdadero ptiblico para sus teorias: la clase obrera y las nacientes organizaciones sindicales de ésta. En 1824 fue derogada la ley que prohibia las asociacio- nes de clase y en los afios posteriores se formaron nume- tosas asociaciones obreras. El movimiento cooperativista —iniciado ya a fines del siglo xvi1t?! y ultimamente vuel- toa proponet pot George Mudie?2— fue promovido en forma activa por William King, quien publicé de 1828 a 1830 el periddico «The Co-operator», y por un grupo londinense orientado por William Lovett y Henry Hether- 20 En la época del experimento de New Harmony, otros seguido- res de Owen intentaron andlogas experiencias en Orbiston, Escocia, en 1826, y en Ralahine, Irlanda, en 1831. También ellas fracasaron en poco tiempo, 21 Las primeras cooperativas de molinos fueron fundadas en Wool- wich y en Chatham, hacia 1760; las primeras cooperativas de consu- mo se constituyeron en Escocia: en 1769 la Fenwich Weaver's Society y en 1777 la Govan Victualling Society; en Birmingham se fundé en 1777 una cooperativa de sastres y en 1795 se abrid el primer comercio cooperativo, la Oldham Cooperative Supply. 22 Mudie fund6 en 1821 la London Cooperative and Economical Society, cuyos miembros vivian en comin, y publicd, de 1821 a 1824, el primer periddico cooperative, el «Economist». 77

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