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LA HISTORIA DE LOS ARABES ALBERT HOURANI ZETA CAPITULO DIECIOCHO La cultura del imperialismo y ta reforma LACULTURA DEL IMPERIALISMO- En las nuevas ciudades, y sobre todo en los pafses someridos a ta ecapacién europea, los europens y los drabes ahora se enfrentaban de adoro modo, y [as opiniones que cada uno formulaba acerca del otro canbiaron. Durance el siglo XVIII fa curiosidad de la mente europea se iuhiaampliado bajo la influencia de los viajes y el comercio, y abarcaba {mando entero. Durante el siglo XIX Ja curiosidad se aceniué y tuvo rugselementos que la alimentaron a medida que el comercio, a residen- cay laguerta llevaron a Oriente Préximo y al norte de Aftica aun nd- mero cada vez més elevado de europeos y norteamericanos; el curismo enpnizado comenzé a mediados de ese siglo, con peregrinaciones a Tie- maSanta y cruceros pot el Nilo, Lacuriosidad universal se refle}é en un nuevo génere de erudicién, que ttaté de entender el cardcter y la historia de las sociedades asidticas radiance el estudio de sus legados, tanto regis:ros escritos como artefac- tas, La primera traduccién europea del Cordn se remonta mucho més auris, a siglo XII, pero este esfuerzo temprano dejé pocas huellas, y el ‘intento sistemdtico de entender los textos bésicos de la creencia y la his- wria musulmatias comienza en realidad en el siglo XVU, con la creacién. delascdredras de drabe en las universidades de Paris, Leiden, Oxford y Cambridge, la recopilacién de manuseritos en las grandes bibliotecas ylsprimeras ediciones esmeradas de traducciones de estas obras. Hacia laépoca en que Edward Gibbon escribié su Decadencia y caida del Im- -perie' romano {1776-1788}, contaba con un cuerpo considerable de fuentes y obras eruditas utilizables. Elestudio y la ensefianza organizados de marerias drabes e isami- s yla creacién de instituciones que pecmician trasmitir los resultados —367— = de ure generacién a ote, comenzé ms tarde. En el nuev tent ténico de Bengal, sic William Jones (1746-1794) funds la Sores Asidtica para el Estudio dela Cultura Musulmana ¢ Hidden [nie ta que seguirfan muchas otras de est tipo. En Parise estadioea ange Silvestre de Sacy (1758-1838) inicié un linaje de maestros e inven dores que se prolonge, en una suctte de sucesiéu aposidlica, agua > neraciones y orcos pafses. Los estudiasos de habla alemana, en Alemse vel Impecio habsburgo, desempesaron un papel especial nel dean? lo de estatradicion, pues examinaron la religion y la cultura dele con mentesformadas en las grandes dscplinasintlecwalescontempe sineas: la historia culeural, el estudio de la continuidad del deca, hnumano de una época y un pueblo als siguientes: a lolol compe, dda, que intentaba rastrear la historia navural y ls relact ; tada, q y laciones de paren. zesco delos idiomas, asf como delas culturas y las personalidades cles civas que se expresaban en ellos; la aplicacién de métodoscrtces ak, zextos sagrads, con el propérito de revelar el desarvollotempranodeig* cradiciones religiosas. El registro y la incerpretacién de la vida, as en, uambtes y las ereencias de los pucbles de Asia y Altica, ahora incorpns, dos al Ambito de ios viajes y el dominio europeos, originaron lacing, de la antropologia. Hacia fines del siglo otto tipe de ciencia haba lee do a arrojar luz sobre el estudio de los textos: la arqueologia,el inners de descubris e interprerar las reliquias de los asentamientos humann, De este modo, el conecimiento de la historia de los paises en que vivian rabes, y especialmente de Egipto e Irak, se remont6 a.un periodo ancy fiora la aparicién del islam. La imaginacién romdntica, el culto del pasado, lejano y extrafo, tuando sobre el saber real o a medias derivado de los viajes y la cién, origind una visin de un Orierite mistetioso y seductor, al mis. mo tiempo amenazador, cuna de maravillas y cuentos Fantdsticas, que fecundé las artes. Las teadueciones de Las milyy wna nacher se comritie- ron en parte de la herencia occidental. Las imagenes extraldas dees obta y de otros libros aportaron temas sccundarios a la literauura cu, pea: Goethe compuso poemas acerca de temas islimicos, el Welle Diwan; sir Walter Scot convirtié a Saladino en epitome de fa caballerta. medieval en E/ talisman. La influencia de las artes visuales fue ain mi- yor. Los motivos iskimicos aparecieron en el disefio y la decoracién dé algunos edificios. Grandes arvistas como Ingres y Delacroix, y orrosde menor talla, practicaron un estilo sorientalista» de pintara, Ea ob de estos artistas sc repitieron ciestas imagenes: cl inte érabe como héot — 368 — “gue Isc ejercida por ac ellevas en el harén, el encanto del ade oriental, el dolor dela vida que conciniaentce fas ruinas de la gu dara. an Fsyro tema se entrecruzaba con el deseo de saber y la vocacién ima- jqatvade una misteriosa atraccidn, La derrota cala mas hondo que la ‘iieaen calma humana, Hallarse en poder de otro es una experien- speonsciente que provoca dudas acerca del orden del universo, yen enbio quienes ejercen cl poder pueden ofvidar el asunto, 0 suponer ees parte del orden natural de las cosas, ¢ inventar o adoptar ideas ejusfican el ejercicio de ese poder. Se formularon varias clases de jus- fijaciones en la Europa del siglo XIX, y sobre todo en Gran Bretahay franca, pucs etan las dos naciones comprometidas principalmence en pespetiencia de gobernar pueblos érabes. Algunos fueron expresiones, anlengaaje mds secular, de actitudes que los cristianos occidentales ha- yanadoptado frente al islam y los musulmanes desde la primera vez ghideron frente al poder musulman. Se percibis al islam como un adie, tanto moral como militar, al que era necesario oponerse. Teadu- daacéeminos seculares, esta actitud era simulténeamente una justifica- gndel dominio y una advertencia: et temor a una «revuelta iskimica», ranmovimicnto sibito de los pueblos desconocidos alos que ellos go- ternaban, estaba presence en el espiritu de los gobernantes bricénicas y fanceses. Del mismo modo, podian utilizarse los recuerdos de las Cru- sas para justificar la expansién, tras ideas se originaron en la atmésfera invelecual contempordnea. Hoosdesde la Optica dela filosofia y la historia de Hegel, los érabes per- teneclan a un momento pasado del desarrollo del espiritu humano: ha- Van cumplido su misiSn, que era preservas el pensamicnto griego, y tras psido a our0s la anrorcha de la civilizacién. Desde el punco de vista dela ilologis comparada, se crefa que los que vivian utilizando los lenguajes se- mits eran incapaces de la racionalidad y la civilizacién superior que esta- kanalalcance de losatios. Podia usarse cierca interpretacion de la teoria derviniana de la evolucién para apuntalar fa pretensién de que los que lubjan sobrevivide en la lucha por la vida eran superiores y, por lo tanto, iealan el derecho de dominar. Por ota parte, podia encenderse que el po- dérconnotaba obligaciones. La frase dla canga del Hombre Blanco» expre- staun ideal que, de un modo u otto, inspiré alos funcionarios, los mé- dcosylos misioneros, o incluso a los que desde lejos leian veutos acerca de Atay Aftica. El sentido de una responsabilidad de alcance mundial se ex- fies al principio con la ayuda a las victimas del desastre; cl dinero dona- —369— do en Europa y Estados Unidos con destino a las victimes dela guerra vil libanesa de 1860, y distribuido por los cénsules, fue uno deor meres ejemplos de casidad internacional organizada. Pre La idea de la idencidad y ba igualdad humanas, mds aks de today ls diferencias, en efecto a veces se manifest6. A comienzos del siglo Goethe proclamé que «Oriente y Occidente ya no pueden separarss pero hacia fines de ese siglo la vor dominante era lade Kipling, quest tuvo que +Oriente es Oriente y Occidente es Occidences? (aunque r ver no quiso atribuira sus palabras precisamence la interpretacgn gus tos le asignaron). ELASCENSO DE LA INTELECTUALIDAD No se celebraban estas discusiones a cierea distancia de una comy. nidad que no alcanzaba a escucharlas. Hacia la segunda mitad de! glo XX, la conciencia de la fuerza de Europa que ya cxistia en la elite gobernante otomana se halsfa difundido. Se habia desarrollade une nueva clase culta que se vela ella misma y observaba al mundo con mi: rada més aguda gracias a las enseftanzas de los maestros occidentales,y que cornunicaba de distinto modo lo que veia. Salvo unas pocas excepciones, esta lace se formaba en escuclasde nuevo tipo. Las més influyentes cran las que habian creado los gobier- nos reformistas para sus propios fines. En primer lugar, habfa escuets: especializadas que formaban funcionarios, militares, médicos e ingenig- ros, en Estarnbul, El Cairo y Tiinez. Pero hacia fines de ese sig lossis- temas oficiales se habian desarrollado. Existian escuelas primatias ya cundarias en las ciudades provinciales otomanas, y la mejora de las comunicaciones posibilité que los varones pasaran de ellasa ios colegios superiores de Estambul, y después se incorporascn al servicio impetiah en Estambul también se habia fundado una universidad, En Egipto, ciertas actividades se realizaban fuera del marco oficial; El Cairo cenit tuna facultad de derecho francesa que formaba abogados destinadosal trabajo en los tribunates mixtos, y la primera universidad fue fundade gracias ala iniciativa privada. En Sudin, un colegio oficial, el Gordon College, educaba a los varones para ocupar cargos secundarios en laad- ministraci6n oficial que los necesitara. Asimismo, en Titner el apoyooh- —370— Be serulimitado: habla algunas escuelas primarias «ltancodrabess,y a- pos esis secundarios para docences; la Sadiqiyya, un colegio se- Si auio organizado segin el modelo del iy fue reorganizada por los faneesesque asumieron su control; en Ageia, a partir dela década de seo, se difundieron gradualmente las escuclas elementales, peco fue ‘aceso lento y de nivel inferior, y se cumplié contra a voluntad de preolnes, a quienes n0 encusiasmaba la posiilidad de que los musul- panes argelinos conocieran el francés y las ideas que se expresaban en Jpeidiomas Se mantuvieron tres madrazas, que ensefiaban disciplinas rodemas y tradicionales de nivel secandario; pocos argelinos ingresa- Frnen (os colegios secundarios franceses,o en las escuelas de leyes, me- gina o leeras de la Universidad de Argel, en parte porque pocos po- an acancar el nivel requerido, y en parte porque fos argelinos se seosuaban renuentes a enviara sus hijos a escuelas francesas. " Al mismo tiempo que escuelas oficiales, habia un seducido nimero deinstiutos Fandados por organismos indigenas, y un niimero mas cle- ‘ado mancenido por misiones europeas y nortcamericanas. En Libano, Siizy Egipto, algunas comunidades cristianas tenian sus propias escue- s—sobre todo los maroniras, con su antigua tradicién de educacién superior—,¥ las onganizaciones musulmanas voluntarias también fun- daron algunas escuelas medernas. Las escuclas misioneras catélicas se ex- tendicron, con el apoyo financiero y la proteccién del gobierno francés. fr 1875 los jesuitas fundaron su Universicé St-Joseph en Beirut, ala queen 1883 se anexioné una facultad de medicina, francesa. Tambien por iniciativa francesa se creé la Alianza Israeli, organiza- cin judia que funds escuelas para las comunidades judias desde Ma- acces hasta Irak. Desde principios de ese siglo el trabajo de las misio- rescatélicas se vio complementado en un sentido y desafiado en otro gore ce las misiones protestantes, que crearon una pequefia comuni- dad protestante, pero impartieron ensefianza a otros cristianos y més urde también a algunos musulmanes; en el nivel mds elevado de sus es- cuelas estaba e] Colegio Protestante Sirio de Beirut, fundado en 1866, quemés tarde se convertir(a en la Universidad Norteamericana de Bei- rut, La Sociedad Rusa Imperial de Palestina Ortodoxa también fundé exuchas cusas destinadas a miembros de la Iglesia orvodoxa oriental. En todos estos sistemas habfa escuelas para nifias, que atin no ha- Han aleanzado un nivel tan elevado como los institutos para varones, pero en todo caso difundian la alfabetizacién y educaban a mujeres que podlan ganarse la vida en unas pocas profesiones: como maestras de es- —37A— cuela y enfermeras, ya veces como periodistas 0 escritoras, escuelas oficiales, pero la mayorfa perteneciaa las inne musulmanes preferian las escuelas de monjas catdlicas, donde sea podtan aprender francés, buenos modalesy refinamientos fermen gozaban de proteccién. wy Se formé una nueva genetacién acostumbrada a lectura M lefan en lenguas exttanjetas. Hacia mediados del siglo Del francés, bia reemplazado al ialiane como la lingua franca del cometcio yin en las ciudadess en el Magreb apenas x conocfa el inglés, misal a se haba difundido menos que al fancés, La culeur bilingéecravsu, yen ciervas familias, sobre todo en El Cairo, Alejandriay Beirutel fay céso el inglés estaba remplazando al érabe en el seno de la farlia cteaba una nueva literatura para Jos que se hablan educado en un dew, do nivel en lengua drabe. Ances del siglo XIX apenas cxistfan matte innpresos en érabe, pero se difundiecon durante el sigh, sobre tode es E] Cairo y Beicut, que concinuarian siendo los centras principales de publicacién: las escuelas oficiales en El Caito y las misioneras en Beins habfan creado un pablico lector relacivamente amplio. Fuera dels ey. tos escolares, en este periodo los libros eran menos importantes que lo diarios y los periddicos, que comenzaron a tener un papel destacatl du. rante las décadas de 1860 y 1870. Encre los periédicos de ides, qu daban acceso a la cultura, lacicncia y la tecnologfa de Occidenee, hiba dos editados por libaneses cristianos de El Cairo: al-Mugicfaf de Yas Sarruf (1852-1927) y Faris Nims (1855-1951), y al-Fiilal, de Yani Zaidan (1861-1914). Una iniciativa andloga fue una enciclopedia pu. blicada por entregas, y producida por Butrus Buscani (1819-1883) y su familia; era un compendio del saber modern que mostraba lo que e sabia y entendia en Beirut y El Cairo durante el iltimo cuarto del siglo XIX. Sus artfculos de ciencia moderna y cecnologia son precisos y se a- presan con clacidad. Los articulos acerca de la hiscoria, la miologs pa literatura griegas Ilegan mucho mds lejos que lo que se sabia de ia ant- Biiedad clasica en la cultura islimica de una época anterior, es una obra compilada y escrita principalmente por arabes cristianos, y aborda los temas isldmicos con acentos que no estan desdibujadas por fa reservao el miedo. Los diatios més antiguos fueron les que se publicaron bajoe! mecenazgo oficial en Estambul, Bl Cairo y Ténee, ¢ inclufan sexosy explicaciones de las leyes y los decretos. El diario oficiosa de opinién aparecié més tarde, cuando una nueva generacién de lectores quiso st ber qué sucedia en el mundo, y el telégrafo permitié satisfacer su cotio —i72— ju, laamplivad del pablico lector yla mayor excensin del tec S ynelecrual convirtié a El Cairo en el centro de la prensa cotidiana, y Prodi relos pimeros periodists de éxivo fueron emigrantes del Lé- sonar Abram, fandedo por la familia Taqla en 1875, més tarde se # veil enel principal diario del mundo drabe. ow LA CULTURA DE LA REFORMA Los libros, los periéicos y los diarios fueron canales por los cuales ennocimiento del nuevo mundo europeo y norteamericano tlegé a los sobes. Gran parte de lo que asf se publicé fue producido 0 adaptado del francés o el inglés. El proceso de teaduccién comené en tiempos de Muhammad Ali, que necesitaba manuales para sus funcionarios y ofi- scales ytexcos peta las escuelas. Algunos de los individuos que se habfan rmado en Europa y hablan aprendido francés u otro idioma escribie- ron desctipciones de fo que habfan visto u ofdo. Ast, Rift al-Tahtawi ,/ (1901-1873), que habia sido enviado por Muhammad Ali en una mi- * én educacional a Paris, compuso una descripcién de la ciudad y sus abitances: Los parisienses se distinguen entre la gente de fa cristiandad por la agudeza de sus intelectos, la precisién de su compreasién y la consagracién de sos mentes 4 los temas profundos [...]. No son prisioneros de la tradi- ibn, y siempre desean conocer el origen de las cosas y las pruebas cortes- pondiences. Inchuso el pueblo comiin sabe leer y esctibis, y aborda como otcos fos temas importantes, cada uno de acuerdo con su capacidad Bs propio de la nacuraleza de tos franceses que sientan curiosidad y entu- siasmo acerca de lo que es nuevo, y que amen el cambio y la variacién de has cosas, sobre todo en el vestir (..]. E! cambio y el capricho también son parce de su naturaleza; pasan inmediatamente de la alegtia « la tristeza, 0 dela gravedad ala broma o viceversa, de modo que en un dia un hombre hace toda suerte de cosas contradictorias. Pero todo esto sc manifiesta en. fas cosas pequefias; en las grandes, sus opiniones pallricas no cambian; cada individuo se aferea a sus creencias y opiniones [...]. Estin mas cerca dela avaticia que de lz generosidad [...). Niegan los milagros, y creen que fo es posible infringir las leyes naturales y que las religiones existen para —373— sefilar a los hominres la necesidad de les obras buenas (..]. Pero ent creencias desagradables est la que afirma que ef intelecto y la yi sus sabios son mds importantes que la inteligencia de los profetas? ef ud de Sin embargo, con el paso del tiempo surgié un auevo tipo def. ratura en que los eseritores 4rabes erataron de expresat cn su lengua, conciencia de ellos mismos y de su lugar en el mando moderne, Up, de las principales preocupaciones de la nueva literarara fue la propis lengua ardbiga. Los que se habian formado en fa esfera de infuenciad nuevo sabery la literatura europea comenzaron a considerar de distin modo su propio pasado, Los textos de las obras érabes csicas se impr, fan en E] Cairo tanto como en Europa. Renacicron antiguos géneya, licerarios: el principal escritor libanés de esa época, Nasifal-Yaiy (1800-1871), escribié una obra al estilo dei magamat, una setie de re tacos y anécdoras acerca de un héroe de muchos recursos, natradosen refinada prosa rimada. Otros se dedicaron a adaptar la lengua, de modp que pudiera expresar nuevas ideas y nuevas formas de la sensibilidad ay. tistica, Butrus Bustani, y los que aprendieron de é, utilizaron un nie, vo tipo de prosa expositiva, sin apartarse de las normas bésicas de la gr matica drabe, pero con modos cxpresives més scncillos y nuevas palabras y diferentes giros, desarrollados a partir de los recursos dela lengua drabe 0 adaptados del inglés o el francés, Hubo también unie. nacimiento de la poesta arabe, siempre utilizando el sistema césica de metros y rimas, pero liegando gradualmente a expresar ideas y sent- mientos nuevos, Ahmad Shawai (1868-1932) puede ser considerido un poeta clésico tardio, que utilizé un lenguaje clevado para consneme- rac hechos puiblicos o expresar sentimientos nacionales, o elogiar les gobernantes; proventa de la clive 1urcoegipcia que se agrupé alrededor dela corce egipcia, Pero entre sus concempordneos, Jalil Mutran (1872- 1949) compuso una poesia en que las formasy el tenguaje tadiciondes utilizaban no por sus propios méritos, sino para conferic una expresén exacta a una realidad, fuese del mundo externo o propia delos sertimien- 10s del autor. Hafiz Ibrahim (1871-1912) expresé las ideas politicasyse- ciales de los egipcios de su tiempo con giros més usuales, y una auraccién ds general que Shawqi. También comenzaron a aparecer formas comple- tamente nuevas de la literatura: el teatro, el cuento como, fa novela. Lap mera novela importante, Zainab, de Hussein Haikal, publicadaen 1914, expresé un suevo modo de ver el campo, la vida humana arraigada ale naturaleza y las relaciones de los hombres y las mujeres. —374— lotto incerés principal de la nueva literatura tuvo que ver con el je social ¢ intelectual europeo en expansién, visto no sélo como ad- ;o sino como desaffo, y en ciertos sentidos un desaffo atractivo. El Wery 2 grandeza de Europa, la ciencia y la tecnologia moderna, las A juciones poltias de las Estados curapeos y le moral social de las so- vpdadesmodernas fueron todos remas favoritos. Este tipo de lirerarura spans un cera Fundamental cSmo podian ls drabes musulmanes, y sino podia e) Estado otomane musulmén adquirir la fuerza necesatia bacet frente a Europa y convertirse en parte del mundo moderno. {Ls primeros intentos definidos de responder a esta pregunta apa- sen enlos esctitos de funcionarios vinculados con las reformas de me~ alos de siglo en Estambal, El Cairo y Tiinez. Se escribieron algunas sbasen tureo, pero hubo unas pocas en arabe, sobre todo un erabajo efairal-Din (m. 1889), que fue el lider del dleimo intento de refor- grad gobierno tunecino antes de la ocupacién francesa. En la intro- ‘ccénasu libro, Jair al-Din explics su propésito: En primer lugar, exhortar a los que tienen entusiasmo y decisién en el canjunto de los estadiseas y hornbres de celigidn para que adopcen, hasta donde puedan, lo que sea favorable al bienestar de la comunidad islémica y desarrollo de su civilizacién, pot ejemplo, la expansién de los limites de laciencia y el saber, y la preparacion de los caminos que conducen a la ti- _queza[..]. ¥ la base de sodo esto es un buen gobierno. Segundo, advertir a ‘os desaprensivos que existen en la generalidad de los musulmanes que no deben insistir en cerrar los ojos a lo que es meritorio y lo que se ajusta a sauestra propia ley religiosa en Ia prictica de los parridarios de ocras religio ats, s6lo porque tienen en su mente la idea fija de que todos los actos y las insdtuciones de Los que no son musulmanes deben ser evicados.* ‘Ajuicio de tales autores, el Lmperio otomano debfa adquirir la fuer- udeun Estado moderno introduciendo modificaciones en las leyes, los inéodos administrativos y la organizacién militar; la relacidn entre el un y sus sibditos debla modificarse para convertirla en la que une al gibiemo maderno con el ciudadano, y la fidelidad a una familia gober- rante debja convertiese en el sentido de pertenencia a una nacién, la tadién otomana, que incluiria a musulmanes y no musulmanes, a tur- tas no turcos. Todo esto podia hacerse sin deslealtad al islam o las tra- ticiones del Impetio, con la tinica condicién de que los pasos que se dgtan e entendicsen. — 375 — Amedida que avanzé el siglo. y con elascenso delamueva dase cj! durante las décadas de 1860 y 1870, se manifesté una divisién entre] a a las que apoyaban las xeformas. Era una division de opiniones acerca dey bascs dela autoridad: si ésta deb(a asignarse los funcionaticsrespong® bles ante sa propio sentido de justica y los imereses del Impetiog, « gobierno representativo que hubiera surgido de unaselecciones, Pero fadivisin entre las generaciones era més profinda, En logy paises la segunda generacién tenfa conciencia de un problema implies en los cambios que estaban realizéndose, La reforma de es insituigne secla peligrosa si no arraigaba en cietvo tipe de solidaridad mora, Cuq debia ser ésta, y hasta donde podfa deducirsela de las enseftanzasdelig lam? Esa cuestién llegé a.ser mds apremiante cuando las nuevas escu comenzaron a producir una generacién que no se apoyaba en el sibe iskimico tradicional, y que estaba expuesta alos vientoz de docu gue soplaban de Occidente. Por supuesto, el problema no aferé a los ctistianos de habla fray de Ltbano y Siria, que desempefiaron un importante papel en la vid, incelectual de este perfodo, Para la mayorfa de ellos, la ciilizadéa oc. dental no era roralmente excrati. Podfan avanzar hacia ella sn expe. mentat la sensacién de que ean infieles a su propio ser. Pero cenfansy propio equivalente del problema. El poder de las jerarquias delas Ie sias, reconocidas y apoyadas por el Estado, podfa ser un obsticulod pensamiento y a la autoexpresién de acuerdo a la voluntad de ead, ‘uno. Algunos avanzaron en el sentido del secularisme, o del protesan- tismo, que cra todo lo que podian aproximarse al scculasismoen unase- ciedad en que la identidad se expresaba por referencia a la afiliacigna una comunidad religiosa. Sin embargo, para los musulmanes el problema era inexorable. El islam constituia su vera més profunda, Si vivir en el mundo modems exigla cambios en sus modos de organizacién social, debfan intentares mienteas permanecian fieles a ellos mismos; y eso seria posible sélosid islam era interpretado de modo que fuese compatible con Ja superi- vencia, la fuerzay el progreso en el mundo. Bsre era el punco de pasta de los que pueden merecer el nombe de «modernistas islémicos. ‘Crefan que el islam no sélo era compatible con la razén, e! progrewo yh solidaridad social, las bases de la civilizacién moderna; sie lo interpres- ba debidamente, de hecho se unfan con ellas. Estas ideas fueron foriv- ladas por Yamal al-Din al-Afgani (1839-1897), un irant cuyos eres eran oscuros, pero cuya influencia personal fue considerable y erers —376— «b 1 desarll6 de un modo més completa y claro en los escrivos de un jpdo, Mubammad Abdd (1849-1905), cuyos esritosejercerian una ‘theacaampliay duradera en todo el mundo musulmén. El propés- 7 desu vica segin él mismo lo formulé, era borat el pensamiento de las ataduras de {a imitacidn (seqlid) y compren- deca eligion sepiin la entendia la comunidad ances de que spateciese el pense; retotnar, en la adguisicion del conocimiento religioss, « las fuen- “ee primeras, ¥ ponderatlas en fa escala de Ia razén humana, creada por Dios con ef fin de impedir ef exceso 0 la adulteracién de la sdligign, de rode que pueda satisfacerse el saber de Dios y preservarse el orden del _aundo humano; y demostrar que, vista bajo esta hur, [a teligidn debe en- * eadetse como una amiga de [a ciencia, que impulsa al hombre a investigar 2 pr seeretos de Ta existencia, fo convoca a cespetar las verdades establecidas yo ineita a depender de ells en ou vide moral y sn conducra> 4m gu obra surge una distincién entre las dectrinas esenciales de islam jasensefianzas sociales y sus leyes. Las doctrinas han sido transmitidas por inatinea central de pensadores, los «antepasados piadosos» {al-ealafabalih, deshfel nombre asignado con frecuencia.a este tipo de pencamiento, xala- yp) Son sencllas —Ia fee Dios, en la tevelacién a través de una linea de pleas que termina én Mahoma, yen la responsabilidad moral y el jui- ca yesposible estructurarlas y defenderlas mediante la raz6n. En cam bo, laley y ta moral social son aplicaciones a cireurstancias particulares de cenos principios generates contenidosen el Corn y aceptables para la ra- sahumana. Cuando las circunstancias cambian también estos principios eben hacerlo; en el munde moderno, corresponde a los pensadores mu- sdmanes relacionar las cambiantes leyes y costumbres con los principios in- saab ,al proceder as imponerlos limicesy cierta orientacién. Ene enfoque del islam se convertirfa en parte integrante dela men- ulidad de muchos drabes musulmanes cultos, y de musulmanes que vi- van agran distancia del mundo drabe. Podia desarrollarse ajustindose a nds de un criterio. El partidario mds destacado de Abdu, el sitio Rashid Rida (1865-1935), en su revista a/-Manar, traté de mantenetse fiel a andes aspectos de la ensefianza de su maestro. Al defender las doctrinas imariables del islam de todos los ataques debia acercarse a ta inrerprera- sifa hanbalf de las mismas, y después al wahhabismno; en una serie de fiowas, teat6 de incorporar las leyes adecuadas al mundo moderno al natco de una sharia revisada. —377— LAAPARICION DEL NACIONALISMO. eS Tanto Abdi como Rida eran ulemas de educacién teadciony ceresados no sélo en justificar el cambio, sine también en imponeret, mites; pero pata los educados en las exeaclas modernas la atucsan concepto istimico de Abdi consist en que les permittazoepeat ly nm del Occidente moderna sin el senvimiento de que taicionban m, pio pesado, Una seve de autores, algunos de lo cule le profes delidad, comeraaton a formular nuevas idea aceea del modoenqurg sociedad y el Estado debian orgenizarse En esta gencracionh ide 4! nacionalismo lego ser explicta en los tarcos, los drabes, los egigig Tos tunecinas. Antes se habfan manifesade algunos movirentes fe toconciencia nacional, y en ia base de los mismos habfa algo misang, guo y vigoroso, el deseo de las sociedades arraigadas desde hacia muchy siempo de continuar su vida sin ineerrupeién; sin embargo, como ide orgéaica que animaba los movimientos politicos legé a ser imporang sélo en las dos iltimas décadas que precedicron a la Primera Gueys Mundial. Los diferentes movimientos nacionales surgieron en resputsta adi. tintos desafios. El nacionalisme tutco fue una reaceién ante la consane y cteciente presién europea, y ante la quiebra del ideal del nacions’ lismo otomano. A medida que los pueblos cristianos del Impeto ie separaron uno tras otro, cl nacionalisme otomane adquisié un cono mis acentuadamente islimico, pero cuando bajo Abdillhamid la alana en. tre el crono y Ja elite curca gobernante se deshizo, surgi ta idea de ung nacién tutea: ¢s decir, la idea de que el Impetio podfa sobrevive nics’ mente sobre la base dela solidaridad de una nacién unida por un ido. ma comin. : : Come hacia esta época el Imperio se habja convertido en un Esa: do principalmente turco-drabe, cualquier intento de descacar supe. macla del factor turco debia trastornar el equilibrio entre ellos ylos i bes, y asi, por la via de la reaccién, el nacionalismo arabe poco post cobré un carécter més explicito. En la primera fase fue un movimiente de sentimientos de algunos musulmanes cultos de Siria, principalmerte en Damasco, y de unos pocos escritores cristianos sirios y libaneses. Su ralces estaban en el renacimiento dela canciencia del pasado éabe en's nuevas escuelas, y en la importancia asignada por los reformadores it mices al perfodo inicial de la historia istimica, el periodo enrquelosia —378—

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