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SEL CONCEPTO DE AUTOTUTELA i Oscar Ermida Uriarte™ - B i tesizes de derecho del trabajo, y més espectficamente 3S dereebo eolectivo de trebsjo. Consist, en To ese es tendizate ~ tial, en Ja acexén de 10s propios tt Cie protecei6n de sus derechos & inteeses, sea para fataniare]corplimienio de las normas vigenes, $8 - vere oblzner U0 Progreso en e] nive} de prosecekia - atoal Se vincula, tmbién con Ta nocion de autonomt sejectiva, segin la cual, cn 30s sociedades pluralist, Sclerminades grupos sociales poscen e} poder de crear, Sentrode cieros limites, sus propias normas. Y consti » foye, oalments, une consecuencie neesara eines, ‘S2sie de Ia iberiad sindical, en evantotipica activi: dad gremia indispensable para su vigenca Teal ane En este marco, Ja huelga consis: en un institlo i sipeo de derecho eolectivo que pocura ofecivi2a 2 ‘reskamente, i antotuele labora y Jaber since Pes Eo este cenido, el derecho eplectvo labora tne ‘ ‘on estuclura triangular, cuyos tes aspects. Jes con e sindicato, la nogocicion colectva y Te heel r {La inexisiencia 0 In dfectoosidad de cualquiera de _ ios es pilares determina ol mal funetonamieato de} Gerecho eolectivo del trabajo y, consecuentemente, cl + ‘ompimieoto insoficente © ef incumplimiento de 1a foncién de avtotstele ‘La iuelga pues, en cuanto recuse col ‘ibertad sindical, 1 A. PRESUPUESTOS: de autolutela es una de Ia nociones ‘ ectiva del a= i ‘ojo con Ia Bnalided de reclamo o pretest “ ion de intereses o derechos de Tos trabajadores, ¢8 U7 retinnto de autototela colectiva, y un insirumento dee ETIMOLOGIA DELA PALABRA "BUELGA" nos de Jos caracteres de 1a huelga, las COmO sp condivign de hecho oolectivo y reivindicativo 0 de Jos ERMADA URARTE, Ose, “Apuntes sobre I cle FPostnclén de Calne Univerara®, Monteviten, 2952 PLETAIWAAAVIIITS rotese, © aprecian en 1a propia ctimologia de 12 OM Expresign que fe identifica, eargade de una importante ‘connotacién histérica. o- No nos referimos 2 Ta expresi6a castellaga, "buel- apt, qu darva de “holga”, que simplemente quisce « Be Aoscansar, tomar alientO", "estar OCiOso, 0 2 a fafa, ete. or lo cual no poses una e)acion direc y txeluyente Con ¢] sentido labore} de) término; de ehh « Goeven nuestro idioma, gramaicalmente,"auelga" 20- Peis "paro colectivo en ] trabajo de personas ¢m~ wo Speke) smo oo, spuesto ports misaas, OF Bie Torr alga Lin Socal, econdteico 0 SubNerSO. @ Patna "espacio de tiempo ch que unoesié sin trabajar" oan "recreacion, diversion". - a sentido etimokigico verdaderamente significa iene la expcesion francesa "gree", tambien Ut 5. Al especto, Cabsocilas recuerdx (ge "eibve" os el nombre que se 62 en fences 2 gy ea playa espacio ano cuye superficie esi rine Faimente formada de uijaros. ¥ ogre, eisndo 2 14 Bauvye La plaza él ayoniamicato de Paris se Namabey oa eee a Greve, pita de hue EA ‘ata un gyan terreno sin construcciones, sobre €) cull tabla acumolado e} ro gran cantidad de arena y pity habia See once nviso so nombre, acts de gye onstruyeren Tos mueles para encaveat el echo Com esl Sena. Burante mucho tiempo, Jas obreras sin taba Sereunieron en es plaza, y era afi donde Sos emp fhos ecudian a tratar con ellos a conizatarlos. Cuandga Jos obreros estaban descontentos €0n las condiciones de trabajo se oclocaban en la huelga (gréve), 10 cu quiere decir, lteralmente, en la Plaza de Greve, 2 Ya opera 6e mejores propuesia...De abi que, cvendo ‘rabajadores suspenden volunlariay colectivamente @ trabajo, se est ante una huelga (gréve)". Como S® el eardcter reivindcalivo y antodefensivo de a hve fesde su esencia, y se remonta a ls propios origenes €& so dencminaciGn, « e EVOLUCION HISTORICA THSTORICA DE. LAMUELGA La cvolucign histérica de 1a muelga, ¥en particular, ‘so evolucisn hisirico-juridica, es particularmente-no- table, porque como bien dice José Martins Cathatino, “no puede haber en el campo del derecho una evolv- cin més espectacular: determinaco hecho social, con- ‘siderado delictivo, con el correr del tiempo pasa a ser ‘una garenifa consitucional’, En efecto, tal espectaco- Jar evolucign, sélo comparable s is experimentada por €l sindicato, a pasado por Tas siguientes ctepas: 1) la ‘nuelga como delito; 2) Ja huelge como iicto civil 3) Ja huelge como derecho individual y 4) J hwelga ‘como derecho colectivo. Esta ¢s Ja sistematizacion efectuads por Eduardo J. Coviure y Américo Pl Ro- ceriguez en su monogratia de 195% sobce "La huelga en ‘el derecho umvguayo", también publicada, en sucesivas ‘entroges, en los Nros. 27 a 29 de Ja revista Derecho Labora: ‘Una sistematizaciOn diferente, pero no incempati- ble, es ta recientemente efectuada por Octavio Bueno © ‘Magano, quien sefiala que el andlisis histGrioo-juriaico doa huelga, revela que éste ba pasado por tres grandes, celapas, a saber: 1) Ja de su calificacién como deli; 2) 1a de Su mora permisividad, periodo en el cua) se 12 reconoce como unit libertad de} individuo; y, 3) Ja de ‘80 expreso reconocimiento como derecho, en algunos 280s a nivel constitucional. SIGNIFICACION JURIDICO-POLITICA DEL RECONOCIMIENTO DEL "DERECHO DE HUELGA" Federico Durén™™? . E] papel central que asume el "conflicio” cn Ja dind- mica. Gel sistema industrial, es un dato fundamental © incontestable en cualquier reflexiéa sobre Jas institu clones basicas de] Derecho Sindical. ‘Ovando el objeto de Ja reflexién sea, como en el ‘aso presente, bajo uno v otro de sus miélliples aspec- tos, €1 de los medios de Jucha reconocides a las partes de} conilicto social para la defensa de sus respectivos y contrapuestos intereses, tal dato es de constante y De ‘esata presencia en el razonamiento para mantener las ‘minimas exigencias de eficacia que han de concurrit ‘on toa soconstruecin juridic, El confliio de clases informe ain de manera funde- ‘mental a las modernas sociedades de capitalismo mi duro; y.n0 s6lo ello, sing que, sus manifestaciones se {ntensifican. La Optice corporativa de "superaci6n” del ‘conflcto de clases, es ya generalmente aceptada como absolutamente inadecuada para el anéiisis de Ja reali- dad social, al mismo tiempo que parece claro su caréc~ ter instrumental en orden a Ja supresi6n de los m de autotutela de la clase wabajadora: desaparecido el *eonfiicio", que es su rez6n de ser, se proscriben Tas Iibertades sindicales ~por tanto el "sindicato” en cuan- to organizaciGn de la clase y centro de eleboracién de ‘una politica antagonista a Ja de} capitai~ y a buelga, en. ‘cuanto medio de defensa de los intereses de Jos taba jadores, 529, DURAN FEDERICO, “Haelgny Tegalzaie el Conic fc hon? ibleacener dels Uabesasde Sete SO 5 9 pg 17-2 345, En uno y otro caso, por tanto, conflicts subsisie, variando s6lo € grado de percepciés del mismo: ys sea, pues, evistiendo Ja forma externa de un "aséptico ‘contlicto industria! ya abiertamente manifestado co- ‘mo "sanguigna Jota di classe" tal conflicto revela c6- ‘mo, por encima de] aparcnte pluralismo social de Jos agregados politices y de las ideologias, subsiste, en toda su amplitud, la "fracture" que atraviesa horizon- falmente ja sociedad. Fractura que ve alinearse & uno y ‘iro lado del horizonte divisor, alas “fuerzas del trabe- jo” ya ls "fuerzas de} privilegio econémico". a estas coordenadas ha de considerarse Ja huclg2, cen cuanto medio de Jucha de las “fuerzas de trabajo", de Ja clase trabajadora, como principal arma a su al ‘cance para la defensa de sus intereses inmediates y ‘para Ta lucha por Ja modificacién de las condiciones sociales que configuran, en el orden estructural, su posicidn en el proceso productive. Frente a ella, pues, 1a posicién de} "ordenemionto. jpridico® dependeré de Ta votuntad normativa de Jes instancias. del poder politico que, por encima de otras, pposibles identificeciones, responden a la defensa de ‘uno de Jos das esmpos con que nos encontramos inevi- tablemente como consecvencia de Ia ya resofada "frac- tura horizontal” de la sociedad yyy YVR y re? 1 eke ee ER RD Gino Giugni™> De Ia colocaciéa del derecho de huetga entre 30s. derechos piblicos de libertad se deriven interesantes ‘mplicaciones acerca de Ja direccidn hacia le que se ‘orienta Ja operalividad de tal derecho. Considerar este derecho como derecho de libertad significa, ante todo, individualizare] émblto de aptica- ‘cia de Jas nocmas en Ja relacién entre e) Estado y el ‘Giudadano, en el sentido de establecer netamente el que ‘no pueda emanarse ninguna ley, o provideacia legisla tiva de ningin tipo, que contraste con el derecho de Invelge (Calamandrei). Sin embargo, el derecho de huelga desarrola tam- bio susefectes on las elaciones intersubjetive priva- as, inbibiendo en el empleador Ia posibitidad de lever ‘cabo, ea a gestion de las relaciones de trabajo, actos 28 del eerciio de tal Gerecho. Esiaexpli- ‘cacitn, obstaculizads por Ja dogmatic escisin entre ‘erecho piblico ~al que pertenece el derecho constitu- ‘ional y derecto prvado, ha sido reconocida en un ‘primer momento bajo el impulso de Ja doctrine (Mor- tai, Nach), y después ba encontrado explicia contic- ‘macién en fa legislaciéo, En efecto, lat 40 de a Ley 'No. 604, de 1966, declara nolo el despic "determing- 0... por Ja panicipacién en actividedes sindicales" y portant, ldgicamente por lo menos pars nuestro orde~ amieato, !ambién por la particjpacién en wna huelga, ‘sia norma ha sido posterionmente extendi¢a por Ja Ley No. 300 de 1970, especto de toda discriminacion Tevada 8 eabo en éabo del trabafador, a causa de su partcipacién en le huelga ars. 15 y 16), y embién fespecto de cualquier comporiamienio del empleador tncaiozdo a impedir oJmitar el ejercici del derecho Se huelga (ar. 28). By ark. d0o, de la Constitucion adquiere uni impor= tancia particular también respecto del art. 390, La ine terdependencia entre ambas normas ha sido # menudo aflrmada por la docttina, haciendo cerivar de ela, por ejemplo, Ja necesidad de que Ta huelgs fucse proclama- a por los sindicatos, 0a egitimiced de fs misma sdto ‘ovando est en relaci6a con la estipulacién de contra tos colectives (Mazzoni). Por el contrat, se puede sestencr gue tal conexi6a tiene un significado distioto: 1a previsin de Ja avelga, situéndola enue articulo para lft sola, y Is atrbucidn del derecho de Iuelge a los trabsjadores, y oa sus organtzaciones es una garantie de Ia efectividad de Ja libertad sindical (art. 380, pf0. 10), Puesto que el sindicato nace del conficto indus- S30. GIUGN!, Gino "Derecho Sadie” ed Servicios de Pubic ‘Scoe dl Minktero de Tmbsjoy Sepanaed Socal Marie, 1983 ple. 222-232. NATURALEZA JURIDICA DE LA HUELGA tcia} (Kahn-Fround), el derecho de buelga, entendido como derecho al conflicie, puede estimarse como el substralo de! mismo derecho de ceganizacién sindical. ‘La definicién de Ja naturaleza jurfdica de la huelga ‘viene condieionada por la solucién previa que hays de huclga se podria configurar, no como un derecho pO- testalivo, Sino como una potssiad, o sta, como un poder airibuido para la stisfacci6n de un interés ajeno, 8 decir, el interés el grupo profesional (un ejemplo esta "posicién subjetiva es la palia poestad). En realidad, sila huolga bace referencia a un interés indi- ‘vidual del sujeto agente, no pucde estimarse que sea ‘exacta Ja equiparacicn entre e) actuar on funcién dé un interés ajeno y ¢1 actuar en fugcién de up interés de grupodentro del que el sujeto agente estdinsertado. EL {Eabajador que petticipa en la huelga tiene conciencia de tuchar para Is satisfaccién de un interés propio: precisamcole tal icemificacién ia que supone Ja justif- cacién social, psicol6gica, y mediatamente, jurtdica de {a actividad cokctiva, Si ial identificacion falta, el trabajadcr no tomaria parte en ja huelga. Querer con ‘raponer los dos moménios de! interés individual y €} interés coleclivo, o¢e grupo, enestelogar, significa no tener en cventa esta realidad. El problema dela detnicin de I atorsieza jure ‘ca de la huolga se simplifica, notablemente, conside- ‘éndola camo un sopuesto de Comportamientorelevan- te como simple hecho juriico. Cualquier abstenciGn de trabajo, en tanto en cuanto sea conctrtade por un ‘grupo de trobajadores y tenga por objetivo fa satistoc- Gién de un interés colectivo, tiene reievancia, no por la eclaracién de volunias que pueda estar conteniéa en lla, sino como puro comportamiento; ese? hecho de Ta absienciéa del trabajo por pane de Yes trabajadores, ‘can el objetivo de una defensa de interés cobetivo, 10 queel ordenamiento asume como relevant, yal que-¢) mismo ordenamiznio dota del efecto juridica de la suspensin cela relacién de trabajo. La hotige, asi, puede ser definide como “un com portamienlo que consiste cn la no realizacién de una prestacién de trabajo" (Mengoni). Al amparo de tat construcciGn es factible resolver el problema de la relacién que exist entre cl tratajador y la esociacién sindicel: no es necesaria la proclamacin de Ja huelga por parte de esta dltima; Is proclamacién asume, en fecio, el significado exclusivo de una invitacién a realizar a huelga. Es, pues, suficiente que un grupo de trabajadores se abstenga de trabajar, para que nos en- ‘contremes ante un legitime ejercicio det derecho de hhuelge, La thutaridad de} derecho de huelga corresponde at ltabajador individualmente consideraco, aunque su ejercicio se haya de. realizar colectivamente, puesto {ue ta derecho se reconoce para ia tuteleeomtin de uo interés coleciva. 367 Pusde darse pecfectamenle ci caso de que el nimeio e wabajadores que se pongea en huelgs sea extrema amente exiguo respecio al nimero de trabajadores ‘ocupades en une empresa. Para determicar si a sus- pensiGn realizada por poces trabajadores sea ono con- siderable como ebstencién conoertada, concretable on ‘uns huelga, no es necesario consigcrar Ia cantidad nu- mérica de los que suspendca su propia actividad Tabo- ral ~en realidad, un acto puede considerarst Como oo- Jeativo aungue sea sealizado s6l0 por dos perscnas-, sino ea Ja funciéa de Ia buelga, que ¢s vn medio ce ‘resi6n para conseguir un interés colectivo, La cxisten- ia de tl interés éolectivo puede detectarse, sin duda, ‘cuando exista proclemaciéa sindigal: ser4 uelge, por tanto, Ja abstenci6n, incluso cuanS sea realizada pot ‘un solo trabajador, que haya sido el nico en adherirse 2 lal proclamaci6n. Por el conttario, una ploraligad de trabajadores, aunque sea muy numerosa, qut se une f8n una abstenexin de tabejo originada por una soma de reivindicaciones individuales, sin conexién entre las, no constituye una huelga. Hay que afiadir, ademas, que el reconceimiento del erecho de huslga implica, necesariamente, e1 recono- ccimiento de la posibilidad de reatizar todos aquellos ccomportamienics que se constituyan como instrumen- tales respecto de la huelga misma, EL ordenamiento jurfdico, en e] momento en que reconocs, segin bemos visio, el derecho de buelga pata faciitar alos vabajadoces wn instrumento eficaz de participacién en las relaciones exonGmico-sociales, ho puede, so pena de desmentirse a s{ mismo, neger su proteccidn a aquellos comparlamienlos que Ja expe- Fiencia histrica nos nvesira como estrechiamente lign- dos con le postbilidad reat y efectiva de cjercicio de ‘aguel derecho. iénsese, por ejemplo, en Jas actividades de propa- ‘ganda para caplar en una huciga a todes Jos _compo- rentes de} gropo profesional impficado en la accién sindical (actividad que, por otra parte, ya encuentra su pprolecciGn en e} ar. 140. det Estatuto); © bion on las ‘manifestaciones pablicas ~frecuentes en ia préctica sindical- tendentes a indacir a la opinién publica a solidarizar con los hueguistas;o incluso en Jos pique- les, siempre que estos no se traduzcan en comporia~ smientos penalmente relevantes, y asi sucesivemente. ‘También ha sido a menudo considerada, por si mis- ma, violenta, en e} semtido de] an. 610 del Cédigo Penal (Casac. pen. 1 octubre 1979, nim. 7.704), 1a formacién de las denominadas "barreras bumanas" pot parte de Jos piqueles que, con sus cuerpos compacta ‘mente unides, impiden e) acceso al establecimicato ea. ‘euestiSn, formando una barrera s6I0 superable con e} uso de Ia fuerza, >, 1 y y SUT EF TTY ee wr eer ekE | feneses nee atest ae ae en Osear Ermida Uriarte™>! (Culminada esta evolucién, es decir, aribeda Ia eta pe moderns en Ia que Ta huclgs se reconoce como Sececho, y en ia que, €n muchas casos, slo protege ‘como derecho, 0 s0'Ja promueve como derecho, & claro que la‘huclga se conforma como tun instituto de futotutea, de avloprotecciGn colective. Pero, 8 parti de esle concepto, es explicada por 4s distintes autores ‘con variantes. Todos estén de acuerdo en que és up {petitulo de autotutela ~de esto no cabe duca~ pero cuando procuran precisér wn poco més $3 naturaieza avdica, apsrecen explicaciones que ese variants, Junge parien lords dei supuesto ode ie manifestacion expresa de que est fenémeno de auiotutela. ‘Ast por ejemplo, De buen habla de Ja funcion equie Iibradota de la huelga, que es una manera distinia de hablar de la autolwlele, Dice que tanto ) sindicato ‘como €] convenio colectivo, como Ia huelga, tienen Ia ‘nalidad de consttvir un determinado poder que ten- Ge accequibrar Tas fucrzas ce Jas partes sociales (reba- jasores y empleadores), @ producir un equilib que ‘habia sido altlerado por €) poder econémico de} empre- sero. De Ja misma forma que la sindicalizacicn opone Ja Tovrea Gel ndmaro al poder econtmica de} empresa rio, Ja boelga ackla de manera parecida, Es deci, que Ja huelga consiste en Te abstenciGn colectiva do aba Jer, como ferma de equiparar de cierta manera, 1 po- {er que naturelmente, esd el puntode vista econdm- 0 7 soci tiene ol empresario, pore provocar alguna nejora que se procura, 0 alguna negociacion a lz que se quiere eget, el6, Esto se viacule con ne detecminada concepeicn de Je huciga y del conflicio social. Obsérvese que es inte~ resante qbe determinado sector de le doctrina bable de "funcioa equibradora de Ta huclga"; obsérvese. qué Gcintn os pasta deste ¢] punto de vista meramente ‘semfntioo hablar de funcién equilibradra de Ta huel- ft, 2 plantearlo como una forma ~como Jo plantean Sires aulores~ de violencia privads, o de viclencia tolerada, 0 legiimads por el derecho. “Tanto ja palabra funciGn (que da Ta idea de algo funcional, de algo arménico 0 combinado en su con onto) como Ia idea de equilibrar,tendrizn poco que Yer 0 Ielativamente poco que vet~ con Ja idea de ‘violencia 0 de enfrentarniento. Sin embargo, ea esta oncepcién se parte de ba idea de que el conficio, fafentamiepto, es natural aa sociedad, Como ustedes saben, pueden haber dos grandes formas de ver a 12 Sociedad en general, aJa sociedad global. En un cierto enfogue, 1a sociedad global es percibida como un todo ‘rgénico y lineal, en el cual cualquier conlMicto es fnlerpretado como uns sitvacién anormal, y que Por ccnsiguiente debe desaparecer; bay que reguletlo para Si, ERMIDA URIARTE, Oscar, “Apuntes sobe In ele, pigs 12. cancel ape 00 #8 0 para que desaparazea Io ane AEs, en nto maniesacion puoligic, por oc Pencién del derecho sera a de ever confictos vasage elmineres répidamente Una ver que surg eee vie més comple, mls dinémice, mals dig a ee socedad, se entiende que el eonlcio & Mates OG orgue ia sociedad No o8 UN Toco orginga “Emnpuesto deportes exaciamente igutes ni perfect compuesto canine gee a sovicnd ga Fives compoesta por grupos stints: nay abel gt Ter bay empresaroe ny estosianes bay profesor Tee diversi, obreros y empleedos: pay ioguin Veronica; hay indus, Ghancistas y comigy te ci. © inevablemente, en evan tots soci Ser Guise compone de grupos dstinos, are ote Sano surgen cist tipos de ontlicto: Por 1 Eieia segunda visién ce 1a sociedad, el Social ya bo s0 ve coma algo palokgico, sino ol Sei alge nocd, Por supuesto ue no podemos vg a een cofieo, pamae ce Sapegtn gh ‘Secedads pore Se recnaza a vision contri, abso gt Sfente convari, de que el conflict es smpre pale Geo, No; el conlicto es normal; por Jo menos de Ge circ Hts. « "suede enlaces gue slums conics Son fy copaten pedea toner una funeién cesar dents farrociedsd. Por ejemplo, resablecet, como ice ‘Bean respecte eb huelge, uo equlibio aerado. gy ‘En esta misma linea es interesante constatar GF genes ofos autores, como Martins Catarina jy ejemplo, dioen: por qué hay que pensar siempre & huelga o en el sindicoto como algo que esté en cc Al de} gobierno, o en contra del Estado, sean cuales & fen un momento historico dun pats ciceminaelt gobierno y e) Estado? Siempre que uno piensa oa fbuelga, s la vinoula 2 algo que el gobierno 90 41 ‘que e gobiemo enfrenta, Y ese avtor efecuba, ¢ ahtematve a ese especie de prejuiclo, un plenieo gia 0, pero totalmente admisible. El dice: {por aug {que pensar en esos (érminos? jPor qué no se od tn vn singicato, © en una vega, 8 39 Estado gobiemno apoya, como forma de propio Bslado o 2) propio gobierno? zPor que Mt Suelga para hacer cumplir Jas norms, frente 2 terminado incumplimicnto, no importa de quiéo, Fe palronal, de un determinado grupo econémico, -~ Festa visién de que] canflicio en si puede slit ‘ional, vine justamente a dervar de esta dca oo en definitive, €}conflicio es normal, os relatv ‘normal ea una sociedad pluralisia, en Une SO/giy integrada por grupos sociales distinios. - “¥ Js conflicios, a huelge entre ellos, puede gy a plir una funci6n equilibradora, restableceéers ‘equilibrio alterado. 348 Lak PETES ESESUTTETEPER LE TEES! (tra de las expticaciones que se dan de J@ hve}ge,

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