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CONTRA LAS MUJERES: POEMAS MEDIEVALES DE RECHAZO Y VITUPERIO ESTUDIO Y EDICION POR ROBERT ARCHER E ISABEL DE RIQUER —————= ——— Lor Woe a Ker eae | CONTRA LAS MUJERES. | POEMAS MEDIEVALES i DE RECHAZO Y VITUPERIO i INTRODUCCION, EDICION, TRADUCCION | Y NOTAS DE ROBERT ARCHER B ISABEL DE RIQUER j QUADERNS CREMA BARCELONA, 1998 PRIMERA EDICION: enero de 1998 Publicado por: Quaderns Crema, §, A., Sociedad Unipersonal Ferran Valls i Taberner, 8 - 08006 Barcelona Email: qcrema@mito ibernet.com Tels: 212 87 66-212 38 08 Fax: 418.23 47 © 1998 by Robert Archer e Isabel de Riguer Derechos exclusivos de edicién: ‘Quaderne Crema, S.A. 1sBN 84-7727-238-7 DEPOSITO LEGAL: B. 48.883-1997 JAUME VALLCORBA ise de la colecidn 60 BEARD Dibyjo de la cubierta vicvoR 1GUAL, s.. Composicién fotomecénica ROMANYA-VALLS -Impresin ARTE Enewademacin Bajo las sancionesestablecidas por las lees, 4quedan rigurosarsente probibidas, sin la avtorzaci6n pot eseito de los ttulaes del copyright, total parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento includes Ia reprograia y el tratamiento informatico— ‘la disteibucign de eemplares de esta edicién ‘mediante alguiler préstamo piblices, = inDICE PROLOGO INTRODUGCION LA «MALA CANSO» Gui d’Ussel, «Si be-m partetz, mala dompna, de vos» Raimbaut de Vagueiras, «Ges, si tot ma don’ et amors» Gaucelm Faidit, «Tant ai sofert longamen san afany Gaucelm Faidit, «Si ane auills hom, per aver fin coratge» Peire Vidal, «Estat ai en gran sazo» Folquet de Marselha, « Jordi de Sant Jordi, «En mal poders, fengueres en mal loch» Jordi de Sant Jordi, «Pus que tan be sabetz ‘de cambiar» ‘Ausias March, «Volgra ser nat cent anys 0 pus atrais» Ausiis March, «Vés qui sabeu de la tortra'l costum» ‘Ausias March, «Bé-m maravell com aire no svaltera» Ausiis March, «gQué m’ba calgut contemplar en amor?» Pere Joan de Masdovelles, «Dona d’onor qui viure vol honesta» Pere Joan de Masdovelles, «Temps és stat gue m’aniveu pastar> Pere Joan de Masdovelles, «Liurada'us sou a mi no per amor» Joan Berenguer de Masdovelles, «No veyrets may, d’eras anant> 204 208 214 220 224 228 232 242 246 250 254 INDICE 31. Joan Berenguer de Masdovelles, «Mos cars cossis: pus t’aymia t'a ras» 32. Joan Berenguer de Masdovelles, «Pus no-us dech res, gper qué-m dieu i que-us pach?» 33. Joan Berenguer de Masdovelles, «Voler m’enpeny, he raho m’o consent» 34, Joan Berenguer de Masdovelles, «Anuig mostrau aver i que-us vulla bér 35. Mosstn Berenguer de Vilaragut, «Lo conhort», vv. 184-193 36. Gilabert de Proixita, «Lo conhort», wv 220-227 37. Mosstn Corella, «Lo conhort», wy. 328-335 38. Fra Joan Basset, «Lo conhort», vv. 400-408 39. Mosstn Centelles, «Lo conhort», vv. 582-589 40. Joan Rofs de Corella, «Sil ferro calt refreda Ja ma casta» 41. Llufs de Vilarrasa, «L’enuig é meu ¢ vostre-l dan» 42. Anénimo, «Pus que vostre fonament/ és de reble i de terra» prorr0GRaria 260 266 272 276 278 280 282 284 286 290 294 305 PROLOGO. Los poemas que se recogen en este volumen, escritos en- tre finales del siglo xrty finales del xv, constituyen un gé- nero poco conocido cuyo valor estriba no sélo en el conte- nido literario de muchos de los textos, sino también en su relacién con dos vertientes importantes de la literatura me- dieval: la tradicién cortés y la misoginia En lo que se refiere al fenémeno cortés, la mala cansd provenzal y los poemas de acusacién y vilipendio de mu- jeres en catalin, aqu{ recopilados, ofecen la otra cara de la moneda: a mayoria expresan, con un grado variable de amargura y rencor, el sentimiento de desengaiio abso- lato hacia aquella que ha sido anteriormente amada y en- salzada. Los poemas se relacionan con la tradicién mis6- gina en cuanto toman la forma de ataque individualizado contra una mujer particular en vez de expresar desprecio hacia Ia mujer en general En el estudio introductorio se tratan los aspectos so- ciales y literarios de la mala cans6 provenzal y del maldit catalan, asf como su inclusién en las preceptivas poéticas del siglo xiv. Las especificas y contundentes acusaciones que se vierten sobre la mala dommna en algunas composicio- nes justifican que el trovador se aleje de ella o la cambie por otra dama de mejores cualidades. La novedad que su- puso hablar mal de la dama, siempre tan ensalzada, con su critica concreta y pequefia anéedota que fingfa una expe- riencia directa, generé gran expectacién y toda una serie de réplicas de apoyo o de condena durante los dos siglos de litica trovadoresca CONTRA LAS MUJERES Los poetas catalanes de la edad media continuaron con, los géneros y la lengua de la lirica trovadoresca atin en los siglos en los que la poesia europea se habia orientado hacia otros estilos y otras mentalidades. Y, en el caso concreto de la mala cans6, los poctas catalanes continuaron con este pasatiempo literario, colectivo y mis6gino, tomando para sus maldits el tema y las expresiones propias de la ruptura y la despedida violenta, adaptandolas a su lengua y a su am- biente ciudadano y burgués. Los trovadores emplearon un Ienguaje més desenfadado para hablar de Ia falta de leal- tad de la dona, pues la mala cansé permitia dirigir pala- bras insultantes, ¢ incluso groseras, a la dama, lo que, a ve- ces, le daba un cierto tono burlesco. Lenguaje grosero, incluso obsceno, y tono burlesco 0 cémico que se acentua- 4 en los maldits catalanes. Hemos dividido la antologia en dos partes. La primera laconstituyen trece ejemplos de la mala cans6: los que apa- recen con esta denominacién en las biografias de los tro- vadores provenzales, mas los que la critica romanista asi ha considerado y otros que hemos tenido en cuenta, por- que en ellos se vierten las mismas expresiones y situacio- nes. En la segunda parte se publican la gran mayorfa de los maldits catalanes conocidos, algunos de los cuales se edi- tan por primera vez. Al hacer la seleccién de los maldits hemos omitido sélo algunos poemas de los autores mas pr6- digos en el género. INTRODUCCION LA «MALA CANSO» TROVADORESCA, En un perfodo de tiempo muy corto, la diltima década del siglo x11 os primeros aiios del xrrr, un grupo de trovado- tes provenzales lanzan abiertamente sus eriticas contra la mata domna, Si en la cancién de amor, la cansd, los trova- dores alababan a la dama y le declaraban su amor, en la reala cansé proclamaban a los cuatro vientos el desamor. Se acu- saba a la dama, con insistencia, de consentir en ser corte- jada por el trovador durante muchos afios sin concederle ‘mercé alguna, es decir, sin otorgarle recompensa ni favor, c’ab bel semblan m’a tengut en fadia mais de detz ans, a lei de mal deutor c’ades promet mas re no pagaria, L...ptes con hermoso semblante me ha tenido esperando en vano nis de diez afos, a fuer de mal dendor que siempre promete pero {que nada paga. (Folquet de Marsetha, «Sitot me sui» vv. 6-8)]” de que le habia traicionado, aceptando a otro ena- morado més rico: avol soudad’a midons resseubuda. quar per aver s’es de bon pretz moguda, 1, Las canciones se citan por las primeras palabras del primer ver- 0, tal come aparecen en I. Frank, Répertoie méirique de la pose des troubadours, dos vols. Parf, 1953-1957- Se editan y traducen por M. dde Riquer, Los trouadores. Historie Ineraria 9 textos, Barcelona, 1975 ‘ysucesivas reimp. o, en su defecto, por la edici6n correspondiente. Los rnimeros en negrita remiten a los textos de esta Antologia. 6 CONTRA LAS MUJERES que, s'ieu saupes per aver fos venguda, ma soudada ne pogr’aver avuda. [Vil soldada ha recibido mi dama, pues por dinero se ha aparta- do de buen mérito, y si yo hubiese sabido que se vendia por di- nero, ella podrfa haber conseguido mi soldada. (Raimon de Mi- raval, 7, vv. 21-24)] Ambas situaciones justifican que el trovador vitupere ala dama y se aleje de ella o la cambie por otra. Por ello, Ja mala cansd, se mezcla con frecuencia con Ia cancién de despedida, el comjat, y también con la chanson de change, cancién de cambio: si ella le ha dejado por otro, él ha en- contrado otra dama mejor.* ¥ este «cambio» generaré en 2. Véaseel importante estudio de Dietmar Rieger, Gattungen und Gattungensbezeichnungen der Trobadorlyik. Untersuchungen zum alipro- ‘venzalischen Sirentes, Tubinga, Max Niemeyer Verlag, 1976, sobre todo el capitulo D. Bona canso-maia canso, Zum Abschiedslied der altpro- venzalischen Lyrik, pp. 303-38. Para E. K@hler, «Vers und Kanzo- ne» en Grundrss der Romanischen der Mittelalter, Volume Il, Les genres Iyriques, Tome I, Fascicle 3, Heidelberg, 1987, pp. 263-176, comat 1 chanson de change cuestan, a veces, de distinguir y, sin embargo, exis- ten diferencias entre ambas canciones: en el camjat el Gnico tema es el dela despedids, por parte del trovador, de la que hasta aquel momento hhabfa sido su dama; mientras que en la chanson de change ls tetaas son dls, casi nunca tratedos de forma equilibrada: Ia despedida de una dama ingrata y el comienzo de la relacién con otra. Para el estudioso alemén cexisten unos diecisiete comjats trovadorescos y unas treinta chansons de change. V. Bertolucci Pizzorusto en su estudio, «Motiv eregistri mino- ritari nella lirica d’amore galego-portoghese: la chanson de changen en cantar dos trobadores, Actas do Congreso celebrado en Santiago de Compostela entre 0s dias 26 ¢ 29 de abril de x993, Xunta de Galicia, 1993, pp. 109-120, comenta que sila posbilidad de weambion por parte dela dovina era temida y criticada por el trovador, no pod, en princi pio, ser admitida por parte del personaje masculino, vasallo y servidor ‘enamorado, y da este ejemplo de Bernat de Ventadarn: «Ew non van 4 INTRODUGCION el trovador nuevas bonas cansos a la nueva domna dentro de un ciclo ideolégico y poético perfectamente cerrado. Las expresiones bona cansé y mala cans6, que aparecen cen las Vidas y raz6s? de los trovadores, no son una inven- cién de los redactores de estos textos, sino que también, alguna vez, las emplean los trovadores en sus poemas, Mon cor € mi ¢ mas bonas chanssos ¢ tot gan sai d’avinen dir e far, conose q'icu teing, bona dompna, de vos. [Mi corazén y yo mismo, y mis buenas canciones y todo cuanto sé decir y hacer, reconozco, buena sefiora, que me vienen de vvos.(Gaucelm Faidit, «Mon cor € mi vv. 1-5)1 Bona cansé, que no expresa un juicio de valor ni desig- na una cualidad estética determinada en la composicién, indica que, en la cancién, se alaba a la dama y la buena re- lacién que existe entre ella y el trovador. Las veces que apa- rece la expresién mala cansé tampoco se trata de un juicio peyorativo en cuanto a la calidad de la cancién, sino que ‘ges chamjan] si com lax danmnas fan» (wo no voy cambiando como ha cen las sefioras»; «Lo gens tems de pascor» wy. 23-24), p, 110. En nues: 120 estudio s6lo contemplamas los textos que consideramos como mala cans6, si en ellos se increpa y acusa con duras palabras « la dama, faungue en algunos pueda haber, ademés, alusién al cambio o a la des pedida 3. Vida es la biografta, real o inventada, del trovador, y rax6 es elcomentaria que, a veces, precede, en algunos cancioneros, a una poe~ sa explicando qué circunstancias motiveron su composici6n, véase, JBoutidre, AH. Schutz e L-M. Cluzel, Biographies des troubadours “Textes provengaus des XUlle ot XIVe sigeles. Paris, Nizet, 1964 y M. de Riquer, Vidas 9 retrtos de trovadares.Textos y miniasuras del siglo XU, Barcelona, Galaxia Gutenberg, Circulo de Lectores, 1995 15 CONTRA LAS MUJERES enclla se habla mal de la dama y se la vitupera; es, pues, una cancién mordaz.* Bone chanson es una de las expresiones de elogio més frecuentes en los exordios de Ia épica francesa, cz, segnor, Dex vos croisse bonté, Li glorieus, li rois de maiesté! Bone changon plest vous a escouter Del meillor home qui ainz cretist en Dé? Crest de Guillelme, le marchis au cort nes, [;01d, sefiores, que Dios glorioso, el rey de majestad, os haga me- jores! ¢Os gustarfa escuchar un buen cantar sobre el mejor hom- bre que jamés haya creido en Dios? Es el de Guillermo, el mar- qués de la nariz corta. («Le charroi de Nimes», vw.1-5)] Y también se encuentra male chanson en los cantares de gesta. En el més antiguo, de finales del siglo xr, la Chan- son de Roland, Roldén se niega a pedir auxilio a Carlomag- no haciendo sonar su olifante, diciéndole a Oliveros, «gue matoaise cangun de nus chantet ne seit!» (aque no se cante de nosotros mala cancidn!» v.r01 4); expresién que se vuel- ve a repetir en este mismo cantar dos veces més (vv. 1466 y 1474). El significado que tiene «mala cancién» en este contexto militar, es el de aludir a las canciones denigrato- rias que podian surgir a raiz. del mal comportamiento de los guerreros en una batalla.” 4. Latraduccién de male cansé que aparece en Biograpies es: «tnor- dant, méchant, satiique, mauvaise»; aqui hemos adoptado el téemino amordaz», alterndndolo con «mala», como M. de Riquer en Vidas 9 re tratos 5. Véaselanotaalv. rox4 dela Chanson de Roland. Cantar de Rol én y el Roncesvales navaro, por M. de Riquer, Barcelona, Sirmio, 1985 16 INTRODUCCION La lirica de los trovadores provenzalles se propagaba en cfreulos aristocraticos reducidos, «la élite como piblico», enlos que, entre patrocinadores ¢ intérpretes, se daba una marcada homogeneidad de orden social, cultural e ideol6- gico. La actuacién del trovador, acontecimiento de cardc- ter semiprivado, era recibida con el maximo interés y ex- pectacién. El publico que le escuchaba reconocfa los, préstamos formales, léxicos y melédicos de canciones an- teriores, descifraba los signos y las situaciones, poéticas 0 reales, y, a la vez, era impulsor de renovaciones.” La mala cans6 trovadoresca, por la novedad que supo- fa abandonar y hablar mal de la dama, siempre tan ensal- zada, con su critica concreta y pequeiia anéedota que fingia una experiencia directa, gener6 gran expectacién y toda una serie de réplicas de apoyo o de condena. Denunciaba las dificultades sociales en la préctica de la fin’amor, po- niendo al descubierto que el ideal era ficcién y acumulan- do los aspectos negativos de la dama: lo que no debfa ser ‘una donna. En al libro de D, Rieger, Gattungen... se relaciona la male cansé con el sirventés en evanto a critica de los ideales corteses; v, para V. Berto lcci, amale cans... pud sfociace anche in aperto vituperio, con conse- fuente salzo nel genere sirventese» en «Motivi e registri..», p. r32 6. Expresién de U. Milk, Trobar clus, Trobar leu. Studien sto Dich. tungstheorie der Trobadors, Monich, 1968, p. 40. 7. ML. Meneghetti, I! pubblico dei trovatori, Turin, Einaudi. 1992, 2" ed. cap. IL. 7 CONTRA LAS MUJERES LA MALA DOMNA» Cuando el trovador Gui d’Ussel dirigié, en una cancién, duras palabras a su dama porque ésta le habfa rechazado (2), se revolvia abiertamente contra una actitud poética, ya famosa, hacia Ia dama ingrata: la de ela lauzeta». A Ber- nart de Ventadorn Ia falta de piedad de su dama Je impe- dia componer y cantar y le abocaba al silencio literario y al silencio social, Pus ab midons nom pot valer precs ni merces nil dreihz qu’eu ai, nia leis no ven a plazer qu'eu Pam, ja mais no-lh dirai. Aissixm part de leis em recre; mort m’a, ¢ per mort Ii respon, vau m’en, pus ilh no'm rete, chaitius, en issilh, no sai on. Tristans, ges no'n auretz de me, qu'eu m’en vau, chaitivs, no sai De chantar me gic e-m recre, ¢ de joi e d’amor m'escon. [Ya que con mi sefiora no me valen ruegos ni compasién, ni mi propio derecho, y a ella no le agrada que la ame, nunca se lo vol- vveré a decir. Asi me alejo de ella y me aparto; me ha muerto y como muerto le respondo, me voy--ya que no me retiene—des- dichado, al exilio, no sé a dénde. Tristan, no tendréis nada de mi, porque me voy, desdicha do, no sé a dénde, Renuncio y desisto de cantar, y rchiiyo Ia ale- aria y el amor. («Can vei la lauzeta moverm, w.49-60)] 18 INTRODUCCION A Gui d’Ussel, en cambio, el que la dama le hubiera sustitufdo por otro le impulsaba al gozo y al canto, Si berm partetz, mala dompna, de vos, non es razos q’ieu me parta de chan ni de solatz, car faria semblan ‘que fos iratz de so don sui joios. [Si bien me apartais, mala dama, de vos, no es razén para que me aparte de canto ni de solaz, pues daria a entender estar triste de lo que estoy contento, (r, ww.1-4)] Quizé fue esto, romper con el principio ventadorniano canto porque amo, lo que le hizo creer a nuestro trova- dor que su cancién no tendria éxito, Mala dompna, faich m’avetz enojos ¢ maldizen, don non agra talan, guiicu conose ben ¢’a mal m’o tornaran que meins n’er prezada ma chanssos. [Mala sefiora, me habéis hecho enojoso y maldiciente, de lo que no tenia intencién, y sé bien que me lo tomarén a mal y que mi cancién sera menos celebrada (vv. 25-28).] En esto se equivocaba el trovador: sus ataques a una mala dompna no s6lo fueron conocidos, y apoyados o criti- cados en los efrculos literarios que frecuentaba, sino que fueron citados varias veces pot poetas catalanes muy pos- teriores," y la mala cansé se convirtié en una modalidad 8. La mala cansé de Gui d’Ussel se ha transmitido en veinte ma inuseritos, la melodia se ha conservado en el cancionero G, su estrofis: 19) CONTRA LAS MUJERES poética que duré varios siglos y dio origen a Jos «maldits» catalanes, algunos recopilados en la seceién II, en los que podremos observar cémo, también dentro de un cfrculo li- teratio, se lanzan las mismas acusaciones a la dama, con Jas pérdidas y las aportaciones propias de una época y de un ambiente social diferente. Gui d’Ussel era candnigo de Briuda y pertenecia a una familia de trovadores. Como se dice en su Vida, «Gui tro- bava bonas cansos», («Gui componta buenas canciones»), (el subrayado es mfo). Estas bonas cansos estaban dedicadas a damas lemosinas. Gui d’Ussel ya haba entablado un debate poético, una ‘mo y #08 rimas se siguieton en sirventeses, debates y eoblas de impor ‘antes trovadores posteriores, véase el Annexe II Un médel et ses imi- tations» en Angelica Rieger, «La mala consé de Gui d'Ussel, un exet pled" inccrtextualité de pointe", en Contacts de langues, de civilisations et intertextualité, tome TI, Montpellier, 1992, pp. 1071-1088 y D. Billy, Contrafacturs de modétestroubadouresques dans la poésecatalane (XIV* sidcle), (en prensa) En los wv. 32608-32614 del Breviarid’Amor de Matfre d’Ermen gaud se cita [a estrofa V de la mala cansd. También aparece insertada esta misma estrofa en Ramon Vidal de Besalé en So fo el ems, vv. 422- 4445, (ed. H. Field, Ramon Vidal de Besahi, Obra podtica, II, Barcelona, Carial, 1991, pp. 62 y63): ven Francese dela Via, Procésde la Senyora de Valorcontra En Bertran de Tudela, vv. 2217-2224, sin dale otra att brucién que «an trobedor» (ed. A. Pacheco, Barcelona, 1963). Para las inserciones de tia trovadorescaen[a literatura catalana medieval, vase ‘J.Mass6 i Torrents, «La cang6 provencal en le literatura catalana», en ‘Mizcetlnia Prat dela Riba, I, Barcelona, 1922, pp. 341-468 eT. de Ri- quer, «Poemascatalanes con citas de trovadores provenzales y de poetas deotraslenguas», en O cantar dos trobadores, (ase n. 2) pp. 289-314 ‘A.J. Brea Hemandet en we eu podessedesamar, de Pero da Ponte sum exemplo de mala cansé na lirica galego-portuguesa?» en O cantar dos trobadores, pp. 353-372, estada las relaciones formals y teméticas que cexisten entre lacantiga de Pero da Ponte y algunas de les malas cansos provenzales INTRODUCCION tens6, con su primo Elias d’Ussel en el que ambos trovado- res debian clegir entre si era mejor ser el amante (drutz), el marido de una dama. Gui d’Ussel escogié ser el amante: per dompna vai bos pretz enan per moiller pert hom valor, e per domnei de dompna es hom grazitz ¢ per dompnei de moiller escarnitz [Por dama el buen mérito va adelante y por esposa se pierde el valor, y por cortejar a la dama uno es alabado y por cortejar a la esposa escarnecido.]* La razé que explica las circunstancias que suscitaron el debate inventa una historia en la que, a grandes rasgos, se dice que una dama, Na Gidas de Mondus, ala que Gui d’Us- sel «Longament I’amet e la servi e fetz mantas bonas char- 30s d’ella...»'* («Largamente la amé y la sirvié y le dedicé muchas buenas canciones»), no quiso tenerle como amante porque no era caballero. Finaliza la razé diciendo que ante el rechazo de esta dama Gui d’Ussel «fetz la mala chanson, pois que ac facha la tenson. E la mala chanson ge fetz poiz ditz: ‘‘Si be’m partetz, mala dompna de vos""» (chizo Ia cancién mordaz después de haber hecho el debate. Y la can- cidn mordaz que hizo luego, dice asi: “Si bien me apartais, mala dama de vos”»). ‘Su hermano Peire d’Ussel, también trovador, le dirige una cobla con tornada que sigue el mismo esquema métri- 9. «Arm digatz vostre semblan», Los trovadores, I, pp. 1012; 1116, wv, 21-24. Para Gui d’Ussely los demés trovadores de su fami lis, véanse Los trovadores, II, pp. 1009-1023. x0. Biographies, pp. 205-207. CONTRA LAS MUJERES co y las mismas rimas que la mala cansé, aludiendo a esta composicién: En Gui d'Ussel, bem plai vostra cangos, car disetz mal lei ge Iauzes antan; sell dizetz mal, ella noi a null dan ge cavalier deu meill amar ge vos. [Gui d’Usscl, me gusta vuestra cancién en la que decis mal de quella que alabasteis antafo; ella no ha hecho nada malo para que digéis mal, puesto que debe de amar a un caballero mejor que vos.]"" La razé que precede a esta cobla también llama mala cansé al pocma de Gui d’Ussel, del que ya hemos hablado: «Pois que Gui d’Ussel ac facha la mala chanson... “Sibem partetz, mala dompna de vos”, en la qal el blasmet so ge havia lausat...» («Después de que Gui d’Ussel hubo hecho la mordaz cancién “Si bien me apartdis, mala dama, de vos”, en la cual vituperé lo que habia alabado...»). Gui d’Ussel pertenecfa, junto con Bertran de Born, el Monje de Montaudon, Pons de Capduelh y Gaucelm Fai- dit, entre otros, al grupo de trovadores que se reunieron, en torno a la vizcondesa de Ventadorn y a la que dedica- ron algunas de sus canciones. Su corte, como otras del me~ diodfa de Francia, disfrutaba con estos pasatiempos cultos, cen los que todos participaban como protagonistas o como piiblico. Pero Marfa de Ventadorn no se limits a proteger 11, «En Gui d’Ussel, be-m plai vostras eangos», Los rovadores, Il, p. 1017, wv. 1-4; D. Billy, en Contrafactures, p. 7, dice que esta cobla fue el wpremier élément d'une longue série de dix contrafacta qui vont se succéder tout au long du x11 sitces. ; INTRODUCCION alos trovadores sino que fue también Hrobairitz, y se pro- nuncié sobre cinco temas de casufstica amorosa en varios debates en los que intervinieron Elfas y Gui d’Ussel, Gau- celm Faidit y Uc de Sant Circ, entre otros. De todos estos trovadores es con Gui d’Ussel, quizé, con el que Maria de Ventadorn establecié mayor relacién literaria."* Enestos mismos afios, finales del siglo xr, el trovador Raimbaut de Vaqueiras habia compuesto «Ges, si tob> (2), cancién en la que se lamentaba de la deslealtad de su dama ala que lamaba «una fals’ab cor truan» (v. 27) (ouna falsa de corazén engafiador»), pues se habia entregado a otro, Las relaciones de métrica, rimas, melodia e intertextuales gue se advierten entre la cancién de este trovador y la mala cansé de Gui d’Ussel no debieron de pasar inadvertidas al piblico de la corte de Marfa de Ventadorn, donde se esta ba al dfa en todo lo referente a la Iitica de los trovadores, Es entonces cuando la vizcondesa de Ventadorn, como robairitz, suscita el debate poético con Gui d’Ussel, en cuya raz6 se dice que ella ya conocia la mala cansé de este trova dor y el motivo por el que habia dejado de cantar, lo que habfa entristecido «a todas las damas principales de aque- Ia regién... y a mi sefiora Maria mas que todas...». ¥ como Gui d’Ussel estaba en la corte de Maria de Ventadorn, ella, para devolverle el gusto por el canto ya alegria, le propu- so la senson que empieza, «Gui d’Ussel be-m pesa de vos» («Gui d’Ussel lo siento por vos»)."* El debate esté compuesto con el mismo esquema que 12, Véase, A. Rieger, La male consde,.n. 13.) 295)1 = 194,95 Biographies, pp. 212-213 23 CONTRA LAS MUJERES Ja cancién contra «la fals'ab cor traan» de Raimbaut de Va- queiras, Todo ello podrfa significar que, ante la corte de Ventadorn, Marfa y Gui d’Ussel compusieron, con la me- lodfa de la cancién de Raimbaut de Vaqueiras y la métrica de la mala cansé de Gui d’Ussel, el debate «Gui d’Ussel berm pesa de vos» que alude a esta composicién del trova- dot lemosin y en el que Maria hace una leve critica ala mala cansé."* No termina aqui la discusién literaria en torno a «Si bem partetz, mala dompna, de vos». El mismo Gui d’Us- sel la continta, de manera muy clara y con cierto orgullo por la polémica que ha suscitado, en sus tres pastorelas. Los “pastores” que dialogan con él, le reconocen como el, trovador que ha hablado mal de las damas y aluden @ mo- mentos de la historia amorosa y literaria de nuestro trova- dor: al debate con Maria de Ventadorn y a la cancién que presagiaba la mala cansd, «Ja non cugei quem desplagues, amots», en Ia que renunciaba al amor, v. 8, y, denuncian- do a las damas «que camjon plus soven amadors» («que cam- bian con frecuencia de amantes» v. 20), avisaba que se con- tenfa en sus palabras, v. 34. E ditz: «Mout ai gran feunia, Quar vos aug castiador, Vos que dig avetz manh dia Mal de domnas ¢ d’amor, Per qu‘eu sui en gran error: ‘Ar sai que ver ditz Maria, ‘Quand ilh dis que cantador Son leugier e camjadory 14, La comparacién del esquema de rimas de las tres canciones lo presenta A. Rieger, «La mala cansdo, pp. 1074 y 1076 24 INTRODUCCION [¥ dijo fel pastor): Tengo una gran tristeza cuando ogo que me amonestéis, vos que tantas veces habeis hablado mal de las da- mas y del amor, por esto estoy confuso: ahora sé que Marfa dijo la verdad cuando dijo que los cantores son ligeros ¢ inconstan- tes. (aLautre jor, cost’ una via», wv. 25-30)] En «L’autre jorn per ventura», el trovador es increpa- do pot la pastora por haber hablado mal de la dama, vv. 16- 17, llamandole «fol mal dizen truan>, (anecio truhdn mal- diciente», v.43) y, en tono de burla, Je amonesta a que, ‘ya que «mintié cantando, deje de calumniatlay, vy. 59-60. Y en «L’auttier cavalcava», es el trovador el que declara a Ja pastora que renuncia a «una deschauzida» («una ingrata») que le ha dejado por otro, vy. 37-45, por lo que va en bus- ca de «dona ses enjan» (adama que no engaiie» v. 64)."” Casi al mismo tiempo y sin salir de este grupo de trova- dores y de patrocinadores, el trovador Gaucelm Faidit, que ya habfa intercambiado coblas con Elias d’Ussel, después de haber dedicado trece canciones a Marfa de Ventadorn se despide de ella para empezar, poéticamente siempre, una relacién con N’Audiatdz por medio de la cancién «Tant ai soferts (3)."* En esta cancién Gaucelm Faidit se lamen- 15. Véase, E. Kabler, «La pastourelle dans la poésie des troube- douse, en Etudes de langue et de littérature du Moyen dge offerts @ Felix Lecoy parses collegues, ss leves et ses amis, Paris, 1973, PP. 279-292: (M., Calzolasi, ePastorie poet. Osservazioni su alcune pastorelle del xitt secolo», Boletin dela Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, XLIV, [1993-1994], 1995, pp. 5-364 y Los trovadores, Il, pp. 021-1025. 16. La re26 dice que después de haber cortejado a Marfa de Ven: tadorn durante siete afios, sin éxito, una amiga de la dama aconseja al afligido Gaucelm que componga una cancién, erancurant vos d’ela corte- zanten diguatz, pucis qu’ela no “us vol, que Segretz autra via e que vos 25 CONTRA LAS MUJERES ta de la traicién de su mala dompna (v. 20) y le pide a Dios que le ayude a encontrar «dompna ses cor truan» (v. 44) (adama sin corazén engaiiador»), expresi6n que ya hemos encontrado en Raimbaut de Vaqueiras. Posterior a esta cancién es, con toda seguridad, otra de Gaucelm Faidit, «Si anc nuills hom» (4). Segtin la razé que la encabeza,"” Gaucelm Faidit después de irse de la corte de Ventadorn fue traicionado por una dama, «don el fes, per aquesta razo una mala chanso, Ia cals comensa: “Si anc nuls hom per aver fin coratge””... Et aquesta fo la derreira chanso qu’el fes.» («por este motivo compuso una cancién ‘mala, que empieza “Si nunca un hombre por tener fiel co- tazén”... Y esta fue la iltima cancién que hizo». Pero en esta cancién no encontramos el tono de critica a la dama y las acusaciones propias de la mala cansé hasta la estrofa VI, QVieu-n sai una q’es de tant franc usatge ane non gardet honor sotz sa centura— sieus es lo tortz s'ieu en dic vilanatge;— ‘ge, senes geing ¢ senes cobertura, fai a totz verer cum poing en se deschazer— E dompna ’ab tans s'essaia non cuich ja que m’alezer, ue ja de lieis ben retraia, nirm vuoill ge-m deia eschazer. vets trobade autra dona franca e valene lial e gentil, que vos retenta franchamen (aguejdndoos de ella con cortesta;y le divéis que ya que ella ng 08 quiere, seguiréis otro camino, y que habéis encontrado otra dama sincera, valiosa, leal y noble, que os retendré sin reserva»), Biographies, pp. 170-273. 17. Biograpbies, pp. 180-181 26 INTRODUCCION [Yo sé de una (dama) que es de costumbres tan liberales que no preservé el honor por debajo de su cinturén,—suya cs Ie culpa si digo esta vileza—pues sin ingenio ni secreto hace ver a todos como se esfuerza en su rebajamiento, Y deuna dama que lo prueba con tantos no creo que me guste decir nada bueno de ella ni creo «que me convenga (vv. 51-60).]"* Sefialemos que el vituperio de Gaucelm Faidit en esta cobla, y sélo en ésta, esta expuesto con un lenguaje més directo y crudo que el que hemos encontrado en las com- posiciones de los trovadores anteriores y que alude a una falta concreta: Ia de entregarse a todos los hombres. Este motivo y el empleo de un lenguaje grosero en las criticas a una dona concreta los volveremos a encontrar en algu- nas de las canciones trovadorescas posteriores y en los «mal- dits> catalanes. La cancién de Raimon de Miraval, «S'ieu en chantar soven» va encabezada en uno de los cancioneros que la re- cogen, pot una larga razé que alude a las anteriores rela- ciones de este trovador con Loba de Pegnautier, dama can- tada por muchos trovadores, que habia fingido amarle durante algiin tiempo y que luego se habfa entregado al con- de de Foix."” Este hecho lend de consternacién a todo el Carcasés y «Peire Vidals n’avia faita una mala chanso dela: «Estat ai en gran sazo», en la cal el dis en una cobla: 18, Esta umala cobla», sl warece en el cancionero H, que la da ‘como andnim, véase, en la edicién de J. Mouzat p. 339. Bl redactor dela razé parece que se fijé mis en esia cobla denigratoria que en el esto de la cancién para calificarla como mala cansé; véase, D. Ricget, Gattungen, pp. 314-345. 19. Biographies, pp. 384-386. 27 CONTRA LAS MUJERES Molt aii mon cor felo Per leis, que mala fo; Que per un comte ros M’a gitat a band. Ben par gue Loba es, Quant ab comte s'enpres E's part d’emperador C’a faita sa lauzor Per tot lo mon saber; Mas qui men non ditz ver. [Peite Vidal habfa hecho una cancién mordaz sobre ella: «Fle es- tado durante mucho tiempo...» en la que dice en una copla: «Ten- go el coraz6n indignado por ella que fue mala, cuando se ha pren- dado de un conde pelirrojo, Bien se ve que ¢s una Loba cuando se ha entregado a un conde y se separa de un emperador que ha hecho divulgar su fama por todo el mundo: pero quien miente no dice la verdado.] Enesta cobla que la razé de Ramon de Miraval designa como mala cans6, la quinta de nuestro Texto 5, el trova- dor llama mala (v. 42) ala dama que le ha abandonado por otro. También, como en la cancién de Gaucelm Faidit an- tes aludida, «Si anc nuills hom», sélo en una cobla aparece el tono de la mala cansd, y el resto del poema son clogios a la nueva dama. Hacia 1190-1192 Folquet de Marselha compuso «Greu fera nuls hom falhensa» (6), calificada como mala cansé,”° 20, N©XIIIdelaed. de. Strosiski, Le troubadour Folguet de Mar seille, Cracovia, 1910, rprint. 1968. Las relaciones entre ls canciones con los temas de la slarga esperar y de ta edama que se vende» se estu dian en la edicién de Stronski,p. 52° n.r y han sido ampliadas dltima- mente por J. Gruber, Die Dialeksik des Trobar, Tubinga, 1983, que re 28 INTRODUCCION pues la dama, que fue rogada durante tanto tiempo, no hace caso al trovador y se va con otro, Folquet critica a los cor- tejadores pertinaces a los que hace merecedores de todo mal cyth suefran Jo turmen qui fan, per fol’atendensa, ans del peceat penedensa. Lay aquellos, que por necia espera hacen penitencia antes de pe- cat, soportarén tormento (vv. 25-27).1 y abandona a la dama injuridndola: «qu’om vos sol dar, ar vos ven (v. 43), («si antes se os daba, ahora se os vende>). Le contesta Peire Vidal en «Pus tornatz sui en Proen- sa» poema que llama gaia cansé (v. 3). Tomando la primera ima (ensa) de la cancién de Folquet de Marselha, defien- de la larga espera del cortejador, apoysndose con un ejem- plo histérico, E sel qui long’atendensa bblasma, fai gran faillizo quar an Artus li Breto, ‘on avion lor plevensa. LY quien maldice la larga espera comete gran error; pues ahora los bretones tienen a Artis, en quien tenfan su confianza (vv. 10-14).] fuerza la dependencia de las canciones de F. de Marselba y de P. Vidal ‘con la comparacién de ambas melodias y con otras analogias. Véase tam: bign, M. L. Meneghetti, I pubblico, pp. 97-101: es esta romanista la aque califiea de mala cansd esta composicién de F. de Marselha, 29 CONTRA LAS MUJERES Y contimia jactindose de haber hecho penitencia an- tes de pecar (vv. 28-29) y de que él pertenece a una dama gue puede hacer con él lo que quiera, «sui seus per vendre per dar» («soy suyo para dar y vender») (v. 41), expresion que recuerda los versos de Folquet de Marselha arriba alu- didos.”* Folquet de Marsetha repite en otro poema sus eriticas ala dama que consiente durante més de diez. afios las sipli- cas del trovador, sin otorgarle sus favores, cab bel semblan m’a tengut en fadia mais de detz ans, a lei de mal deutor c’ades promet mas re no pagaria, L...pues con hermoso semblante me ha tenido esperando en vano ids de diez afos, a fuer de mal deudor que siempre promete pero que nada paga. («Sitot me suis, vv. 6-8).] por lo que rompe definitivamente con ella, ‘mas eu m’en part e segrai autra via sos mal pagatz, g'estiers no m’en partria; [Pero yo me aparto y seguiré otro camino—[yo,] su mal pagado, pues de otro modo no me separarfa (wv. 13-14).]" Esta cancién tiene tres tornadas de envio a tres trova- dores distintos interpelados con un semhal, Uno de ellos, «Totztemps», es el trovador Raimon de Miraval, que en «Chansoneta farai, Vencut» (7), dice que, ante la traicién 21. Los trovadores, II, pp. 890-896. 22, «Sitot me sui, Los trovadores, I, pp. 396-598. 30 INTRODUCCION pot dinero de su dama, buscaré otro amor més gratifican- te. Esta cancién, «semiseria mala canso» segtin Meneghet- ti, cuya primera rime en ~uf secuerda la del poema de Fol- quet que acabamos de comentar («Vencuiv; «aperceubstz») se la ditige Miraval a este trovador, llaméndole con el sen- al «Plas Liab» y proponiéndole, «scherzosamente»,** que se dedique a su antigua dama que le gusta tanto el dinero Chanso, vai t’en @ mon Plus Lial rendre, diguas li qu’ien sai dona a vendre. [Cancidn, ve a encontrar a mi Més Leal, y dile que sé de una dama en venta (vv. 49-30).] Expresién esta tiltima, «dama en venta», que alude, otra vez, a la cancién de Folquet de Marsetha «Gren fera» (6, wy. 41-43) Otros trovadores, algunos relacionados con los ya alu- didos, componen también alguna mala cans6 repitiendo las mismas acusaciones a la dama. Entre 1192 y 1196 el trovador Perdigon, que tuvo re- lacién literaria con Raimbaut de Vaqueiras, Gaucelm Fai- dit y el Dalfin d’Alvernha, compone una cancién, «lr'e pe- ats» (8), para despedirse de su dama, y aunque le dirige graves reproches, «dompna ses merce»,(v. 1), «mala domp- na»,(v. 15), decide no alejarse de ella (vv. 7-8) ni cambiarla por otra (v. 30). Guilhem Ademaz, que mantuvo un debate poético con Ellas d’Ussel, y cuya actividad trovadoresca se dio entre 25. _Las frases entre comillas son de M.L. Meneghetti, I{pubblico, p. ror, También es llamada mala cansé en Los rovadores, pp. 53 ¥ 988. 3 CONTRA LAS MUJERES 1195 y 1217, lanza sus invectivas a su antigua dama que Je hizo prolongar su sdplicas durante mucho tiempo, lla- méndola na Mala Merce (v. 23), en Ia cancién «Non pot es ser...» (9). Podria ser Guillem de Saint Didier, (1165-1195...) el autor de «S'eu tot me soi...» (x0), cancién que podrfa- mos calificar de sarcéstica ya que desea para su amiga un sinffn de amantes, pues su afin por el dinero le hace entre- zgatse a cualquicra, incluso a soldados de otros pafses, por Jo que el trovador le lanza grosetos insultos."* ‘La cancién de Peire de Barjac, «Tot francamen» (rr), lleva la riébrica de comjat en uno de los once manuseritos, ten que nos ha sido transmitida (el L de la B. Vaticana), ya que empieza y acaba despidéndose de la dama: «pente com- jat> (v. 2) y «prendetz. comjat de mi qu’eu'l pren de vos» (v. 52). Pero también puede ser considerada como una mala cans6,** pues la increpa llamandola «mala domna» (v. 41), porque se ha entregado aun amante vil, «drutz que us fara decazet® (v. 26), hecho que el trovador va a divulgar pa- blicamente, En la obra poética de los trovadores tardios se han visto reflejados muchos de los esquemas métricos, combinacio- nes de rimas y motivos de los trovadores de la época clési- ca, Uc de Sant Cire (...1217-1253...), también se vuelve contra su donna en algunas de las canciones que pertene- 29. D. Rieger, Gattungen, p. 172, ve la canci6n de Marcabri Lan- quan fuelbon li boscatge como una mala cansd. Aqui no se ha consider ddo porque no hay vituperio ni declaraciéa rotunda de separacin; es una chanson de change en la que el trovader se consuela de la dama insen ble a sus requerimientos, ww. 22-31, con otra que ha descubietto, es piada, v.32, que tiene todas las cualidades para un amor fiel, we.32-42 35 CONTRA LAS MUJERES cen al grupo que ha sido considerado pot Ia critica como roman d'anouro Liebesroman, y que desarrollan novelfsti- camente las razés que las encabezan.°* En este grupo de canciones del trovador caorsino encontramos los motivos tan repetidos a propésito de la mala dompna, en los cien afios, ya, de lirica trovadoresea, Con tono melancélico de- rnuncia Uc de Sant Cire la larga e infructuosa espera 0 la imposibilidad de abandonar a la dama falsa, alternéndolo con una perspectiva més optimista por haber hallado otra dama mejor, Estat ai fort longamen ‘Vas lieis q’es falsa leials, Et ai escerchatz mos mals; Per so n’ai pres maint turmen; [Durante mucho tiempo he sido fiel a aquella que es falsa, y he buscado mi propio mal ello me ha hecho soportar muchos tor- mentos. («Estat air, vv. 1-4).] Per ge'm fora fort bon, si iew pogues, Que m'en partis, mas per Deus non porria, {[Serfa muy bueno para mi, si pudiera, alejarme de ella, pero ipor Dios! no podria. («Nuills hom», wv. 15-16).] Amors m’a dat alhor Onrat entendemen 30. Podsies de Ue de Saint-Cire, ed. de A Jeanroy y J.J. Salverda ide Grave, Tolosa, 1913 y D. Rieger, «Bona domna und mala domna, Zom eroman d'amour des Trobadors Uc de Saint-Circ», Vox Romani- ea 31 (1972), PP. 76-97 36 4 INTRODUCCION De belh cors gay plazen; Per que mos cors s’estranha De la falsa de lay; [Amor me ha dado en otz0 lugar noble relacién con un bello cuer- po complaciente; por lo gue me alejo de Ia falsa de alli. («Ben fain, wv. 36-40) ‘Y como es habitual en estas canciones de despecho, Uc de Sant Cire no silencia la mala reputacién de la dama infiel, E pois domna es dissenduda Per blasme de faillimen, No ia mais revenimen, Conors de loing Ja saluda; IY cuando una dama queda rebajada al haber sido vituperada por cometer faltas, ya no tiene remedio, pues Honor la saluda desde lejos. («Longamen», wv. 41-44)-1 Y subiendo més el tono de sus invectivas alude a su con- ducta por medio de groseras metéforas, ‘Mas se de rausel biais Vol ge bes lei eschaia, ‘Tenga'l si g’el no ¢aia. 51, V. Bertolucci Pizzorusso observa que «il motive del cambio della donna da paste dall’uomo non ricambiato nel suo servizio d'amo- re comincia ad emergere presto nella canzone....trovando poi nella pro- durione amorosa di Uc de Saint-Cire la pit nota utilizzazione; tanto che propio con riferimento ad alcune canzoni di questo trovatore si & parlato, forse per la prima volta, di chanson de change, «Motive regis- tris, p. r44, y envia a la edicién de Jeanroy-Salverda, p. XXX. 37 CONTRA LAS MUJERES [Peto si quiere recibir algiin bien de une eafa torcida habré de cogetla de tal modo que no caiga, (, vv. 22-24).] Enel cancionero de Peire Videl podemos encontrar va- rios ejemplos de esta ligazén entre el universo feudal con el amoroso, ‘Tornarai Vir’ en conor E virarai m’en alhors, Quar sens es e grans valors, Qui de brau senhor felo Se lonba ses mal resso, [Convertiré la tristeza en consuelo y me ditigiré hacia otra, pues ccs sensato y de muy gran valor quien de seiior duro y traidor se aleja sin ruido. («Atressiv, vv. 27-30).1 Vostr’om sui be, que ges nom tenh per meu, ‘Mas be laiss’om a mal senhor son feus [Soy yuestro vasallo, no me pertenezco en absoluto, pero de ‘buen grado se abandona el feudo de un mal seiior. («Anc no», vy. 13-16).] El trovador Guilhem de la Tor pasa de exponer en la primera estrofa de su sirventés una situacién injusta entre sefior y vasallo a compararla con su relacién amorosa, 36. Como en uno de les x3 manuscritos esta cancién se atribuye aun tal Gauselm, J. Mouzat la inclaye entre las composiciones dudosas del trovador Gaveelm Faidit, pp. 583-589. 44 INTRODUCCION Per gu’ew o teing plus @ mal aissament a la falsa non feie’a autres cent del failliment pero nulz hom tant servir non poitia, sel servia malvatz seignor avar, «gue ian pogues hom guazardon cobrat. [De la misma manera yo considero peor en una falsa [dama] que cn otras cien, una mala accién...pero nadie que sirviera a un mal sefior avaro, podrfa servirle tanto que pudiera, al final, obtener recompensa, («Quant hom», vv. 10-18).] Estas mismas quejas y expresiones también las hemos encontrado en las malas cansés de Gaucelm Faidit (3 wv. 34, 45) y en Bernart de Ventadorn (13 wv. 36-40).” ¥ ‘también en el espléndido senhal con el que Bertran de Born designa a su dama: Mon mal Bel-Seinbor.* DE 4FEMINA NULLA BONA» A &FEMNAS VILS, AN NATURA DE VIBRES» Desde los primeros hasta los tltimos, los trovadores fue ron mezclando las alabanzas tiernas y delicadas a la sefiora, fiel y benevolente con los ataques ¢ insultos a las mujeres 37. E. Kabler resume su tesis con un claro esquema: bona cansé— bona donna—bon seignor, male cansé—mala donna—mal seignor, véanse los ejemplos que aporta este estudioso en el art, del Grundris, pp. 173-176 (véase, n.2) 38. «Rassa, tan creis e monta e poyas v. 62, Los rovadores, 1, pp. 722-726. 45 CONTRA LAS MUJERES en general, y de éstas a una domina en particular que se ha- bia mostrado infiel o dura con él No es aqui el lugar de hacer un recorrido por los poe- mas trovadorescos que atacan a las mujeres en general. Los motivos pudieran ser varios: destacar las cualidades de la domna clegida, enfrentandola a todas las demés; trasladar situaciones reales a un contexto socio-poético; 0 una mues- tra més del misoginismo que refleja toda la literatura me- dieval, didactica o de entretenimiento, en prosa o en ver so, en latin 0 en lengua vulgar. Hacia 1186, en la corte de Marfa de Champaiia, hija de Leonor de Aquitania y, por lo tanto, biznieta de Guil- hem de Peitieu, el primero de los trovadores conocidos, a la que tanto le gustaba acoger a poetas y escritores famo- sos, Andrés el Capellin escribe De Amore, una especie de manual de amor cortés, en el que los dilogos ocupan una parte muy importante del libro. Andrés, al escribir su tra- tado, tiene presente la polémica iniciada en el émbito de la literatura vulgar sobre algunos aspectos referentes al amor cortés y a las sutilezas de la fin’amor (puro amor) trovado- resca que se exponian por medio de confrontaciones dia- lécticas. En estos debates sobre temas amorosos y que expresa el Capellan a través de modelos retéricos, se advierten, ade- mis de una fuerte dosis de la tradicién misdgina medieval, los conceptos tan peculiares expuestos por los trovadores;, y, entre ellos, los mis polémicos en torno al comportamiento de las damas y que motivaron una serie de malas cansés. Si es reprochado en el De amore el enamorado que quiere conseguir répidamente los favores de la dama (I, VI, G, p. 185), también lo es Ia dama que se muestra inconstante 46 INTRODUCCION y frfvola en el amor (I, VI, p. 315), 0 Ja que se niege a concederle lo que tanto tiempo habia esperado (IT, VI, p. 321), 0 la de espiritu soberbio (III, pp. 399 y 403). Un amplio apartado dedica el Capellén a las mujeres que se en tregan por dinero, De amore per pecuniam acquisito (I, IX, pp. 270-277), volviendo a insistir en ello més adelante, (IIL, p. 407) y, condendndolas con duras palabras, conclu- ye con la sentencia de Salomén, «Femina nulla bona», «No hay mujer buena», p.409)-” También los trovadores mezclaron concepciones éticas y teligiosas con aspectos de la vida cotidiana para quejarse del comportamiento de las mujeres. Junto al lenguaje y la simbologia feudal, elevados y restringidos, un desenfada- do léxico coloquial, proverbios, frases hechas y compara- ciones con el registro mas bajo de la lengua sirven para cri- ticarlas. Yan los violentos y malhumorados versos de Marca- bré, son tachadas de mentirosas, ‘(ane pos la serps baissa lo ram no foron tant enganaiciz Ludesde que la serpiente bajé de la rama jamas hubo tantas en- ‘gaiiadoras... («Amic(s) Marchabruno, vv. 7-8).] de promiscuas, de mil amicx es cazada de mil senhors amia 39. Andrea Capellani, De Amore. Tratado sobre el amor, por Inés Creixell Vidal-Quadras, Barcelona, Sirmio, 1985, 47 CONTRA LAS MUJERES L..dispone de mil amigos y es amiga de mil sefiores...(, wv. 38-59)] xy de muchas cosas més, lo que le hace exclamar en la mis- ‘ma composicién, «Va! ben es fols qui s'i fial», v. 26). ‘Y como muestra de que estas manifestaciones hacia las mujeres en general también se encuentran en los dltimos trovadores, quizé baste con la elocuente ribrica de Cerve- 1f de Girona, «Lo vers de la falsa femna» («El poema de Ja mujer falsa»), en el que cada estrofa acaba con dos ver- 50s en los que declara que nada hay més peligtoso que el amor de la mujer vil y lo dificil que es conocer sus maias, yarterfas. En el pocma «Mig vers cat e vil» («Medio verso caro y vil»), este mismo trovador, dice «tot hom se deu de vil femna guarder...car femnas vils an natura de vibres» (cel hombre debe guardarse de vil mujer...porque las mujeres, viles tienen naturaleza de viboras» wv. x y 4); y «En mal punk fon creada» («En mala hora fue creada») pone de ma- nifiesto los vicios de las malas mujeres contraponiéndolos a las virtudes de las buenas, y éste fue un tema que le gus- t6 tanto que lo volvié a repetir més extensamente en el poe ma narrative Maldit bendit.*° De Peire de Bussinhae se dice en su Vida: «Trobaire fo de bons sirventes, de rependre las domnas que fazian mal...» («Fue trovador de buenos sirventeses para censurar a las damas que se comportaban mal»). Estos sirventeses 40. M.deRiquer, Obras completa del trovador Cerveride Girona, Barcelona, Instituto Espaiol de Estudios Mediterréneos, 1947 48 . INTRODUGGION dice la riibrica que son dos." En uno de ellos critica a su dama, en tono marcabruniano, por entregarse a un hom- bre rico, como hacen todas, Sirventes © chansos lais E tot guan suelh far ni dire, Que ja non parlarai mais; Quar des que fui natz, Mi sui trebalhatz ‘Cum pogues mi dons defendre Dels manens malvatzs ‘Mas tot es niens, Que Paurs e l'argens, E’l vis e'l fromens Fai ves si atraire Dona de mal aire, [Deyjo los sirventeses y las canciones y todo cuanto solia hacer y decir, pues ya no voy a hablar més, porque desde que nacf me he esforzado cn cémo podeia proteger a mi sefiora de los ricos alvados. Pero todo es initil, pues el oro y la plata, el vino y el trigo atraen hacia sf a la dama de mala condicién. («Sirven tes», vv. 1-12).] Y en el otro hace a lus mujeres eapaces de toda clase de engafios y de mentiras, y acaba amenazandolas, 41. Contempordneo de Bertran de Born, son pocas las noticias que se tienen de él, J.Audiau y R. Lavand, Nowoelle antbologie des trouba- dours, Patis, 928, pp. 273-176; véase, también P. Bec, Burlesque, pp. 61-65; Biographies, p. x45. En ambas composiciones ha utilizado el es- _quema métzicoy el rimatio de dos cansé-siventés de Giraut de Botneth: 242, 43 y 242, 36 49 CONTRA LAS MUJERES Donas, pois castiar Novus voletz de falhir, ‘Amtas e dans Vos a’aven a suftir [Sefioras, ya que no queréis corregitos de obrar mal, tendréis que soportar la deshonta y los males. («Quan Io dous temps», vv. 67-70) Ya hemos visto que la queja mas frecuente por parte de los trovadores de malas cansés es la de la «larga espera» que, la que mas tarde seré la dame sans merci, le hace so portar al trovador. Ejemplos de trovadores de todas las épo- cas nos lo confirman, ‘Mas totz hom fai folia et enfansa qui longamen vol servir en perdos, pos non lirn es rendutz lo guazardos; [Cualquier hombre que quiere servir durante mucho tiempo gra- tuitamente hace tonteria y nfierfa, pues no se le ha entregedo Ja recompensa. (Albertet de Sisteron, «Gaucelm», vw. 22-28). J Queja que con mucha frecuencia lanza Bernart de Ven- tadorn, Be deuri’om domna blasmar, can trop vai son amic tarzan, que lonja paraula d’amar cs grans enois ¢ par d’enjan. [Bien se deberfa censurar a Ia dama que retrasa demasiado [que sea] su amigo, pues hablar mucho tiempo de amor es muy triste y parece engafio. («Quan l'erba», vv. 49-52).] 50 INTRODUCCION Qui trop fai son amie preyar, dreihz es c’amics li sofranha. [Quien hace rogar demasiado a su amigo es justo que el amigo le falte, (eEstat ain, vv. 39-40)-1 Grans enois es e grans nauza tot jorn de merce clamar; [Produce gran dispusto y querella pedir merced cada dia. («Amors, e que us», wv. 41-42).] La insistencia en este tema a lo largo de los doscientos afios de lirica trovadoresca, del que se pudieran presentar muchos més ejemplos, hizo que se recogiera y ampliara en una de las novas de Ramon Vidal de Besali. En «So fo el tems c’om era jays» («Era en el tiempo en que habfa ale- ‘grfa») un caballero pobre, después de largo y fiel servicio ala dama le pide set su amante y ésta le rechaza violenta- mente. Esto da lugar a un largo debate sobre el amor. El escritor catalén no sélo noveliza uno de los temas més re- currentes de la lirica trovadoresca, sino que subraya mo- mentos destacados de la historia de amor y ruptura con ci- tas de trovadores, como autoridades en comportamiento amoroso. Entre las 4o citas esti la estrofa IV de la mala cansé de Gui d’Ussel (x) y otros fragmentos escogidos para insistir en la volubilidad de las damas y su afici6n a los ri- cos extrafdos del cancionero de Bernart de Ventadorn «Bel mes qu’eu» (v. 35) y de Raimon de Miraval «Aissi com», vy. 28-36), entre otros. 42. Ramon Vidal de Besal, Obnapoética Ty Obra podtica Il, acura de Hugh Field, véase n. 35 el listado con las citas de los trovadores y on CONTRA LAS MUJERES LAS MALAS COBLAS Las razés de los cancioneros calificaron de mala cansé el poema de Gui d’Ussel «Si be'm partetz> (x), pero también el de Gaucelm Faidit, «Si anc nuls hom»(5) y el de Peite Vidal, «Estat ai en gran 276» (5), en los que, como hemos visto, sélo en una estrofa, una mala cobla, aparecia la re- probacién de la conducta de una mujer concreta. Nada di- cen de los otros poemas que hemos tenido en cuenta, algu- nos de ellos considerados también malas cansos por la critica, ya que st contenido se atiene a los motivos que aqui se han considerado, Pero la mala cobla, esparsa o dentro de una cancién, no era tan infrecuente como parece. Para una cobla en la que maldice violentamente a la dama, Uc de Sant Cire eché mano de las mismas rimas -arga, -omba, -om, y -esta de la famosa cancién de Arnaut Daniel, «Si-m fos amors de joi donar tan larga» copiada nada ‘menos que en veintidés manuscritos e imitada por Bertran, de Born y por Guilhem Durfort. La critica cree que se tra- ta de un fragmento de una cancién més larga; pero po- defa tratatse tan s6lo una cobla (12), porque en los ocho versos se contraen todos los motivos que aparecen en las, su identificacin estén en el vol, pp. 126-119. Véase también, M. L. Meneghetti, ! pubblico, pp. 140-145. 43. _E. Kohler, Grundriss,p. 172; esta cobla del trovador caorsi- ‘no coincide com la descripcién que da A. Rieger de la cobla exparsa: econ serve les caractéristiques formelles du dialogue, c'est-i-dire, 'emprunt du schéma métrique, des rimes et de la musique & des poésies connues tet une certaine prédilection pour des times recherchées et rates (rin cary ten, La cobla esparsa anonyine, Phénoménologie d'un genre troubadoures- (que, Actes du XVIITe Congres International de Linguistigque et de Pbitola- fie Romenes, Teéveris 1986, Tubings, 1988, t. VI, pp. 202-218. 52 INTRODUCCION ‘malas cansos. Uc de Sant Cire compuso unas diecinueve co- blas, sueltas o en intercambio, y su cancionero revela la in- fluencia de los trovadores clésicos, muchos de ellos los auto- res de las malas cansés que hemos visto. Apropiarse de las dificiles rimas arnaldianas para lanzar su contundente mal- dicién a la dama de la que estuvo enamorado, cuya mala reputacién va de boca en boca, y despedirse de ella porque ya tiene otra, tuvo que ser algo Ilamativo y de gran impac- to. Aunque no encontré, o no quiso encontrar, més rimas en omba ni om ni esta.** Y un sirventés de Amords dau Luc que da cuenta de importantes y reales momentos politicos que tnvieron hi- gar en las primeras décadas del siglo x11r, y en el que no se alude en ningtin momento a ninguna dama, la tornada es una auténtica mala cobla, pues contiene algunos de los, requisitos que hemos ido destacando: Bona domna mala, mala-uz ai visa cet eu n’ai nom, «Q'en-mala-fos», ‘car non auves ne mini mas chanzos ce car crezetz lauzengiers d’avol guisa [Buena sefiora mala, mala os he visto, y mi nombre es «El que ‘en mala hora nacié», pues no me escuchdis ni a mi ni mis cancio- 44. Elsirventés de Bertran de Born, Non puose mudar un chan- tar non esparjt» (eNo puedo evitar de propagar un cantar») tiene cinco cestrofas, y en una tornada confiesa abiertamente «que novi tzob plus ‘omba ni om ni estan (aque ya no encuentro mas [simas] en -oveba, -o7 ¥ -ciao), clara elusi6n alas vimas arnaldianas. Véase, Araut Daniel, poe- slas, pot M, de Riquer, Barcelona, Sirmio, Quaderns Crema, 1994: el sirventés de Bertran de Born también se publica en M. de Riquer, Los trovadores, I, p. 727 9 8s 3 CONTRA LAS MUJERES nes y creéis a los aduladores de mala condicién. («En Chanta- relp, vv. 43-44)) “Las estrofas mas famosas, o por lo menos las més divul- gadas, en que observamos el paso de hablar de las mujeres, cen general a hablar de la domna en particular, o al revés, son las de la cancién de la lauzeta» de Bernart de Venta- dorn, tantas veces copiada en los cancioneros** y tantas, veces citada pot los poetas catalanes de la edad media, en las que en medio de su desesperacién por la volubilidad de as damas, acusa de ello a la suya, laméndola femma, en dos estrofas de tono violento que contrastan con la delica- da emotividad de la cancién: 25 De las dompnas me dezesper; ja mais en lor me fiarais aissi com las solh chaptener, enaissi las deschaptenra. ois vei c'una pro no m’en te 30. vas leis que-m destrui e"m cofon, totas las dopr’e las mescre, car be sai c’atretals se son. Diaisso-s fa be femma parer ma domna, per qu’elh o retrai 35. car no vol so c’om deu voler, € so c’om li deveda, fai. Chautz sui en mala merce, 45. OSchulez-Gora, Provenzalischen Studien, IL, Berlin y Lepzig, 1921, pp. 119-139. 46. Véase, A. Ferrari, Vite ¢ fortuna d'un testo lirico provenae: Bemart de Ventador: «Can vei la lauzeta movers (Bdt,70, 43), Roma, Bagatto Libri, r988 34 Ll. INTRODUCCION et ai be faih cor fols en pons € no sai per que m’esdeve, 40° mas car trop puyei contra mon. [De las damas me desesperos nunca mas confiaré en ellas; asf como las solia defender, asf las atacaré; pues veo que ni una sola me ayuda para con aquella que me destruye y confunde; dudo de to- das, en ninguna creo, porque sé que todas son iguales. En eso parece mujer mi sefiore, y se lo reprocho, pues no quie~ re lo que se debe querer y hace lo que se le prohtbe. He caido cen desgracia y hago como el loco en el puente; no sé por qué me ‘curre, sino porque subt demasiado alto.}"” Y en la tltima estrofa (VID) y en Ja tornada Ia acusa de quebrantar una de las normas del derecho feudal: la re- ciprocidad en la relacién (eYa que con mi sefiora no me valen,....ni mi propio derecho», vv. 49-50), por lo que el trovador alejdndose de ella, renuncia a su servicio y al canto. De estas dos malas coblas en las que Bernart de Venta- dor ditige tan duras palabras a su sefiora no aparece nin- gtin comentario en los cancioneros. ‘Tampoco dicen nada de cuatro estrofas de otra cancién de Bernart de Ventadorn en la que aparecen violentos ata- ‘ques a una mujer determinada, que coinciden con los que se vietten en las Hamadas malas cansds, por lo que hemos crefdo que podfa integrarse en esta Antologia. Son las es- trofas IV, V, VIy VIL, es decir, més de la mitad de la can- 47. Los trovadores, 1, pp. 384-387. 35 CONTRA LAS MUJERES cidn, de «La doutz votz ai auzida/ del rosinholet salvat- ge» (13). Los dos iltimos versos de la estrofa IH] anuncian Tactftica piblica a la dama: v. 345 («tuvo conmigo cora- z6n mudables), «es tan vas me falhida v. 41 («tanto me ha defraudado»); el trovador se aparta de ella, con las pa- abras del vasallo que deja a su sefior: «aisi lais son senho- ratge,/ eno volh que'm si’aizida/ ni ja mais parlar no-n quer» wv. 42-44 (adejo su sefiorfo y no quiero tenerla como inti- ma ni pretendo hablar nunca més con ella»). 48. Enos manuscritos DIK, capiados en la regisn véneta, se eli iminan precisamente estas extzofas en que «Bernart sicongeda dalla sua dama sans merci con wh tono insolitamente brusco e poco cortese. C'e motivo di pensare che il taglio si sia prodotto in rapione delle possibili perplessita di un pubblico provinciale davanti a quest'almeno apparen- fe stonaturay, Meneghetti, ! pubblico, p. 34. 149. La cancién del «euisefiorcllo» de Bernart de Ventadorn tuvo gran éxito, pues originé un pequeo ciclo de canciones sobre algunos aspectos dé la fin'amor en el que intervinieron importentes trovadores y trowveres, amapliando el debate poético # la lengua y al tertitorio de la Iicica de oil; véase, J. Gruber, Die Dialeksit, pp. 242-255 y MR. Jung, «A propos de la poésie lyrique courtoise doc et d’oile, en Roma nica Vulearia, Quaderti 8/9, 1986, pp. 5-36. 56 INTRODUCCION DE LA &MALA CANSO» AL «MALDIT» La trascendencia de esta poesfa lirica, la extraordinaria per- sonalidad poética y real de muchos de los trovadores, la movilidad que tuvieron las canciones al ser levadas por los juglares a as cortes mas importantes ¢ influyentes de Europa y su fijacin en los cancioneros con Ia bellisima prosa de las Vidas y de las razds hicieron que se convirtiera en el mo- delo de la poesfa amorosa posterior En Catalusia no fue dificil porque la lirica provenzal se haba difundido ampliamente. Una veintena de poetas de lengua materna catalana la relegaron conscientemente para componer sus poesias, casi doscientas, en un correcto provenzal. La extraordinaria personalidad de algunos de ellos, Guillem de Bergueda, Guillem de Cabestany y Cer- ver{ de Girona, y Ia influencia poética de los trovadores provenzales que visitaron las cortes catalano-aragonesas més, importantes hicieron que la lengua, los temas y las formas estroficas perduraran en la poesia catalana hasta el siglo xv, lo que no ocurtié ni en Francia ni en Italia.” Los can- cioneros copiados en Catalufia con canciones de trovado- res clisicos, incluso en el siglo xv, las citas de trovadores insertadas en preceptivas, poemas y narraciones de escri- tores catalanes, la presencia de cancioneros en los inventa- rios de las bibliotecas de los reyes, pero también en los de Ja burguesfa y el comercio catalén, muestran que la presti- giosa poética trovadoresca era familiar ¢ intelegible para los escritores y para el piblico: 50. M.de Riquer, Histaria de la literatura catalana. Part antiga, 3 vols. Barcelona: Ariel, 1964 y sucesivas reimp.), a partir de ahora, TLL.G, Para los trovadores catalanes, véase el vol. Ty en Los travadores 37 CONTRA LAS MUJERES Los poctas catalanes de los siglos xrv y xv, conocidos © anénimos, tomaron con frecuencia la estructura estrofi- cay las rimas de los trovadores provenzales en su empeiio en componer, en un provenzal cada vez més catalanizado, canciones de amor, albas, dansas o salutz d’amor como los, que se copian en el Cangoneret de Ripoll, en el cancionero Vega-Aguilé o en el del Ateneo Barcelonés.” Y en el caso cconereto de la mala cansé también se puede seguir, casi paso 1 paso, como se convierte en maldit, no sélo desde una pers- pectiva lingiifstica y Iéxica sino en el tono gue se hace més jocoso y menos trascendente: En los dos folios, felizmente recuperados,** que cons- 51. L-Badia, Poesia catalana del segle xrv. Eidici6 i estudi det Ca soneret de Ripoll, Barcelona, Quaderns Crema, 1983. F. Valls i Ta- bberner, El Cangoner del XV® segle de l'Ateneu Barcelonés, Barcelona, sin afo (publicaciéa interrumpida que llega hasta el folio 79, compo- sicidn 44) y T. de Riquer, «Cancién de cruzads del siglo xv», Actas del IIT Congreso de la Asociacién Hispinica de Literatura Medieval, 1 Salamanca, 1994, pp. 869-876. P. Bohigas, Lirica robadoresca del segle xv, Instivut de Filologia Valenciana. Publicacions de I'Aba- dia de Montserrat, 1988; M. de Riquer, «Alba trovadoresce de autor atalino, Revista de Filologi espaiola, XXXIV, 1950 y en Los trov doves, Ml, pp. 2698-1701 y I de Riquer, «Alba trovadoresca inédi ta», Studia in bonorem prof. M. de Riquer, TI, 1987, pp. 595-607 P. Meyer, «Nouvelles catalanes inédites», II, Romania, XX, r89x5 J. Ors, Els saluts d'amor provengals: extudi i edicié del salu-li del codex cde Carpentrds,tesis doctoral inédita, 1985; L. de Riquer, «Jaufré Ru- ely los Prechs d’amor», Medioevo y Literatura, Actas del V Congreso de la AHLM, Granada, 1995, pp. 151-164. ¥ el artéeulo de D-Billy citado en la'n. 8 S52. Véase H, Anglés, La musica a Catalunya fins el segle XI, Bar celona, 1935 G. A, Bond, «The Last Unpublished Troubadour Song», Speculum, 60]4, «985, pp. 827-849; ¥ en prensa, Les cangons de Sant Joan de les Abadeztes (Barcelona, Biblioteca de Catalunya, 3872). Edi- cié floldgica i musical de I. de Riguer i M. C. Gémez Muntané, 58 INTRODUCCION tituyen el cancionero de Sant Joan de les Abadesses que es, a excepcién de las Cantigas, el més antiguo hispénico con notacién musical, se copian cuatro canciones en len- gua provenzal. Una de ellas es una dansa por su forma es- tréfica y una mala cansé por su contenido. S'ane vos ame, era-us vau desaman; € ai razo que no’i trob mas enjan. 1 Enjan i trob per mitad veramen, per q’eu novus deg tener negun coven, vos avetz fait lo major falimen (ane amiga fedes vas son aman. TL Mas no-m teniatz per vostre servidor: de vos mi part e vir mon cor ailor; sane m’en lausei,ara'n porti clamor del vostre cors fals, lausenjer, truan. IIL Ja norm tenretz mais en vostre poder, ‘axi vos veg baxar e decader; cen altr’ai mes mon sen ¢ mon saber, joveneta ge non a pel ferran. [Si os amé alguna vez, ahora he dejado de amaros; y con razén, puesto que no encuentro més que engafo I. Encuentro engafio por [vuestra] parte, en verdad, pot lo que no 0s debo mantener ninguna promesa; vos habéis hecho la mayor falta gue una amiga hiciera con su enamorado. IL, |Yano me tengdis més como servidor vuestro! Me alejo de vos y mi corazén se dirige hacia otra parte; si antes me alaba- ba por ello ahora os denuncio por vuestro corazén falso, entre- metido y embaucador. 39 CONTRA LAS MUJERES ILL Yano me tendréis més en vuestro poder, pues veo que 0s rebajdis y 0s destruis; he puesto mi juicio y mi saber en otra ‘en una jovencita que no tiene el pelo gtis.»] ¥ en el cancionero Vega-Aguilé, del primer cuarto del siglo xv, se copia una cobla esparsa, como se dice en la ri- brica, que no sélo es una mala cobla por los conceptos que se vierten contra la dompna, presumiblente infiel, de ma- neta violenta y contundente sino que vemos que ésta es la intencién expresa de su andnimo autor al utilizar la estruc- ‘uta estréfica y las rimas nada menos gue de la mala cansé de Gui d’Ussel, Si be'm partetz, mala dompna de vos. Esparga ‘Mala dompna, fals vos suy e ginyés ‘© monsonger, ez am-vos ab engan, ¢ jur-vos Dieu el baré sant Joan qu’anch non amey autra dona ne vés; ¢ qui vos dix qu’yeu vos fos ben volen, per Déu vos jur que per Ia gola ment, quanch novus amey nivn fuy enamoratz. Ben se pot far me’n fos affesendatz.** [Mala sefora, os soy falso y astuto y mentiroso y os amo con en: satio; y juro por Dios y por san Juan gue nunca amé a otra mujer nia vos; y quien os diga que os demostré benevolencia, 08 juro, 53. Biblioteca de Catalunya, ms, 7, fol. XXXVIL, (pg. 20 segtin Jn numeracin a lip), p39, XXIH setn a edicién de P. Boi- us, Lice trobadoresea;p. 87. La transeripelén es muestra. Parramon, 5,80 "20071, V8 afferents, DOVE afsenar. 60 ~ INTRODUCCION por Dios, que miente por la garganta, pues nunca os amé ni es- tuve enamorado (Estarfa bueno que me hubiera afanado en ello!) Siguieron, pues, los poetas catalanes de la edad media con este pasatiempo literario y tomaron pata sus maldits el tema y las expresiones propias de la ruptura y la despe- dida violenta, adaptandolas a su lengua y a su ambiente ciudadano y burgués. Algunos de ellos parecen ser divul- gados dentro de un ambiente literario cerrado, que siem- pre se ha dado, y ser fruto de una apuesta o de un reto de ingenio, pues no parece tener otra intencién el poema 31 de nuestra Antologfa, una cobla con rimas -ras, -res, “tis, -ros, -pachs, -pechs, -pichs, pochs; 0 el 32, de seis, estrofas de ocho versos con timas en -ach, -ech, -ich, -och, och, -ich, -ech, -ach, Algunas ribricas nos lo advierten (x) y es facil imaginar el momento de Ia lectura, entre bromas y comentarios, tratando de adivinar qué mujer de Barcelona o de Valencia se escondfa detras de los sembals de las «protagonistas» de los maldits; 0 quign decia la gro- seria més refinada o escogia las rimas més diftciles en un juego jactancioso de habilidad versificatoria y de agudo misoginismo. EL &MALDIT» CATALAN ‘Al pasar a considerar los maldits escritos por poetas cata- lanes y valencianos desde finales del siglo x1v hasta casi cien afios después, es forzoso tener en cuenta el periodo literatio del gai saber occitano, el renacimiento trovado- 6 CONTRA LAS MUJERES resco del x1v. Aunque no nos ha llegado mala cansé alguna de esta época, es entonces cuando se redactan las tres ver- siones de las Flors del Gay Saber (también conocidas como Leys d’Amor), un manual poético y retérico en una de cu- yas partes se comenta el género que estudiamos.* Se pue- de apreciar la importancia de esta preceptiva poética por el hecho de que Lluis d’Avergé, uno de los dos hombres, encargados por el rey Juan I de establecer en 1393 un con- sistori barcelonés para fomentar el arte de la gaya cidncia enel Reino de Aragén, adapts y tradujo al catalan las Flors para uso de los poctas catalanes. Una de las secciones de las Flors que d’ Avergé incorporé a su inmenso libro, el Tor- cimany, es la del maldit; también ahade observaciones pro- pias sobre el género.”” No deja de ser importante que el otro fundador del consistori de Barcelona fuera Jaume March, tfo de Ausias March: parece facil que Ausis hu- biera tenido conocimiento directo del libro de d’Aversé, a pesar de su divulgacién manuscrita aparentemente esca- sa. Otra versign de origen catalén de las Flors es el Com- pendi de la coneixenga dels vicis en els dictats del Gai Sa- 54. La-versién més large de la obra consiste en cinco libros en pro- sa, con frecuentes citas en verso; esta es Flors del Gay Saber esters di- chas Leys d’Amor, 3 vals., ed. M. Gatien-Arnoult (Paris-Toulouse, 1841-43). Una versién més corta, redactada en prose y verso consiste cen ttes libros: Las Leys d’Amors, 4 vols, ed. Joseph Anglade (Toulouse: Privat, 1919-20). La tercera vetsign, en 7.500 versos, ¢5 la del ma nusetite 239 de la Biblioteca de Catalunya, y fue publicado por Joseph Anglade en Romania, 45 (r919), 161-78. Gitamos de la versign més larga ‘55. Luis d’Averg6: Torcimany, 2 vol., ed. José Marfa Casas Homs, Barcelona: CSIC, 1956 56, Véase Riquet, H.L.C., 11, 60. Fl Toreimany existe en un solo manusetito, autdgrafo, en la biblioteca de El Escorial. 62 INTRODUCCION ber de Joan de Castellnou; aguf también se habla del malditz.” “Todas estas obras estén de acuerdo en condenar el maldit como vicio poético inexcusable. Una actitud de censura pa- recida debié de provocar, dos siglos antes, la queja de Gui dUssel de que, mal dizen, su poema seria mal recibido (vv. 25-28). En las Flors (y en la versin de Castellnou) la ob- jecién principal es que este tipo de sirventés es especials, es decir, que va ditigido a un individuo concreto, lo que supone no sélo ofender innecesariamente, sino también adoptar una téctica ineficaz en cuanto al impacto moral del, poema. Es suficiente escribir un sirventés que ataque a un grupo social por sus defectos: reyes, mercaderes, abogados, etc. Los miembros de estos grupos sabrin si son ellos los individuos aludidos en 1a denuncia del poeta sin que sea necesatio mencionar sus nombres. Mientras la critica que encierra el poema se limite a esta forma general, el mal dig es no sélo permisible sino deseable, y los que se quejan de que los poetas escriban ataques generales seguramente se molestan porque saben que son ellos los malvados aludidos: DE MAL DIG ESPECIAL. Mal digz especials es cant hom en Sirventes o en autre dictat ditz mal dalquna certa perso- na. quar hom en sos dietatz no deu especificar lunha per- sona ni deu dir paraulas tals. per quom certa persona en- tenda. can en son dictat pauza algun mal dig. No dizem ges quom no puesca retrayre algun mal dig dalgunas per- sonas en general mas que certa persona no sia nomnada. ni dezignada. coma de renoyers de mercadiers. de borgue- 57. Joan de Castellnon, sgle x1¥. Obres en prosa, ed. Josep Ma- via Casas Homs, Barcelona: Fundacié Salvador Vives Casajuana, 1969, 63 CONTRA LAS MUJERES zes. de comtes. vescomtes. de reys. de princeps. de jutges. davocatz. et en ayssi de trops autres. Et en aquest cas de- gus no se deu mal tener si hom pauza algun mal dig en son dictat del uffici don aquel es. quar aytals mal digz ha horn acostumatz de dire. per eastier. ¢ no per eveia ni per de- tractio ni per far ni dir enjuria ad home, Quar aquel que soteno a mal. se reddo colpables e nalechos. en aysso. quar trop se levo. mays que li altre. quar so dita catos ques hom {que se sen nalechos. ades se pessa quom parle del. Quar los mal digz pauza hom e ditz. per los malvatz. € non ges ppet los bos. perque aquil que soteno a mal. fan part am los alvatz et aysso pot hom haver per aquestz verset2: Degus mal dig especial. No pauze. mas en general. Pot hom dir alqus falhimens. Per castiar dalgunas gens.”* [sonre et MALDIG PARTICULAR. Maldig particular es cuando alguien habla mal de una determinada persona en un sirventés ‘en otra composicidn, ya que nadie debe referirse @ una persona especificamente, ni decir palabras por las cuales sea identifica- da, cuando en su composicién incluye algsin maldig. No decimos, cen absoluto, que no se pueda recitar un maldig de un grupo de ‘personas, en general, sin que se nombre 0 mencione ninguna con- eretamente, como si se habla de usureros, mercaderes, burgue- ses, condes, vizcondes, reyes, principes, jueces, abogados ¢ igual- mente de otros muchos. Nadie debe enojarse si alguien incluye en su composicién un malig sobre el oficio al que pertenece, por- que este maldig acostumbra a decirse para instruir y no por en 58. Flore del Gay Saber, Il, 124-26. El apartado sobre el maldig ‘en de Joan Castellnon, sigue casi exactamente el apartado sobre el mal dig de Flors. 64 INTRODUCCION vvidia o desprecio ni para hacer o decir injuria a nadie. Aquellos que se enojan se reconocen culpables al turbarse mucho més que los otros, porque, segiin dice Catdn, aquél que se considera cul- pable siempre piensa que hablan de él. Los maldigs se escriben yy se dicen para los malvados y no para los buenos, por lo cual ‘aquellos que se enojan forman parte de los malvados. ¥ esto se puede aprender mediante estos versos: «Que nadie haga maldig particular, aunque se pueden decir los defectos en general para instruccién de algunas personas».] “Llufs d’ Avereé amplia estas ideas para insistir en la inex- cusable descortesfa del que compone un maldig especial, el cual s6lo le puede acarrear el menosprecio de los demés y la incomodidad de vivir bajo la amenaza del maldit que po- drfan escribir sobre él: DEL VICI APELHAT MALDIG ESPECIAL. De aquest viei de maldig especial se tracta en las Flors del gay saber, en lo e2- pitol CCVIIIL, per la forma segtient: 1. Maldig especial no diga TL Qui no vol eser deceubutz IIL. En sos dictatz ¢ malvolgutz. IV. Peré cant es en general V. Sosten hom Io coma leyal. VI. Per xastier dalgunas jens. D'aquest irreparable viei de maldig especial se deu gordar ascii trobador, co és, que especialment negi trobador en los dictatz procehens desta seiéncia no deu dir mal de ne- guna persona, ne maldient denotar algii mal o vici o difa- altre, com aguest mal dir especialment ret lo seu autor disolut e descortés, con ab veritat gran dissolucié & 65 CONTRA LAS MUJERES decortesia fa aquelh trobador qui especialment maldin de nag, ne algé vii que alguna persona haja especialment posa cen sas obtas. E dew-se’n gordar cascti trobador, per go com bbé leu en Jo maldient sera lo vici del qual elh rependra al tre ol ne maldira, E d’altra part, que tal maldit ret lo mal- ditor descortés e desloable e ab minvament de preu ¢ de benestar. Per que d’aquest viei se deu gordar tot hom qui prew vulha haver en esta scitneia, com vici és al qual no “s pot fer escusa bastant, per go com aquest vici é de tot posat cen senténcia, e ax com destis he dit, a tort se poden escu- sar los vieis qui cajen en senténcia. E ab veritat per tota persona de bé e qui sia en aquesta scitncia entenent, tots ictatz en los quals aquest viei de maldig especial sia vist, s6n fort menyspreatz e tengutz pet greument viciata Perd bé permet aquesta seiéncia gaya que ’s pot dir mal sgeneralment de pobles o de senyots 0 de clergues 0 de re- sridors o de qual se vol altre estament de gentz, e aquest ‘mal dir generalment és permés, per tal que aquelhas perso- nas qui d'aquelh mal se sintran culpables, ne prengen co- rreccié e esmena. E per tot acd demunt dit se defén a dir mal en especial de negsi, ¢ en general se permet.” [sonRE BL VICIO LLAMADO «MALDIG» PARTICULAR. Sobre el vicio del maldig particular se trata en el capftulo 209 de las Flors del gay saber, de ln siguiente forma: «Que no diga maldig particu- lar en sus composiciones quien no quiera ser corrompido ni abo- rrecido, Pero, sies en general, se sostiene de forma legitima, pare Ia insteuccién de algunas personas». De este irreparable vicio se debe guardar todo trovador; es decir, que en las composiciones que proceden de esta ciencia nin- ‘in trovador debe hablar mal de una persona en particular ni 59. Torcimany, I, 123-24. 66 INTRODUCCION cexpresar algsin mal, vicio 0 difamacién de otto, dado que esta aecién convierte a su autor en disoluto y discortés, pues cierta- mente gran disolucién y discortesfa hace aquel trovador que exi- tica particularmente a alguien, o incluye en sus obras algtin vicio de una persona en conereto, Debe guardarse de ello todo trova- dor, porque tal vez en el maldiciente se hallaré el vicio por el ‘que reprenders o vituperard a otro. Ademés, este maldig convierte al maldiciente en descortés ¢ indigno de alabanza, y con mengua de valor y perfeceién Por ello, cualquier hombre que quiera obtener valor en esta ciencia se debe guardar de este vicio, del que no puede excusarse suficientemente, pues esté del todo condenado y, as{ como antes he dicho, falsamente pueden excusarse los vieios condenados. Y, ‘en verdad, todas las composiciones en que aparezca este vicio son despreciadas y tomadas por viciadas en extremo por toda per- sona de bien y entendida en esta ciencia. Abora bien, esta gaya ciencia permite que se hable mal en general de pueblos, sefiores, clérigos, regidores o cualquier otro cestamento. Este malig general est permitido a fin de que aque- llas personas que se sientan culpables de aquel mal lo corrijan y ‘enmienden. Por todo lo dicho se prohibe hablar mal de alguien cen particular y se permite en general.] EL MALDIT»: DEFINICIONES La preceptiva occitana no menciona especificamente a las, mujeres como objeto del maldecir, y no ha pervivido ningtin, ejemplo de mal digs especials contra una mujer. En efecto, cena poesfa escrita en el Reino de Aragén en los siglos x1v y xv, el maldit particular, practicado con asiduidad 2 des- pecho de los preceptistas, podia eseribirse tanto contra mu- jeres como contra hombres. 67 CONTRA LAS MUJERES ‘Sin embargo, destacan por su ntimero, al menos entre los ejemplos existentes, los maldits dirigidos a una mujer, cen los cuales prevalece el marco de una relacién amorosa de rasgos més 0 menos corteses. El maldit contra una mu- jer tiene la misma particularidad que un poema de amor: ella es el sinico blanco del vituperio, al igual que es el dni- co objeto del amor del poeta, tal como aparece en las malas canséds provenzales. La misma catacter{stica de particularidad distingue es- tos maldits de las obras de misoginia general, como ya he- ‘mos visto en el Maldit Bendit de Cerveri de Girona, al que podrfamos afiadir «Pert se qui femna xastia» del Capella de Bolquera, L’Espill de Jacme Roig, Lo conhort de Fran- cesc Ferrer (en parte compuesto a base de citas de maldits), 6, en lengua castellana, las famosas «Coplas de las calida- des de las donas» de Pere Torroella, poeta sobre quien pesa de manera importante la tradicién catalana. ‘Acesta caracterfstica del maldit contra mujeres hay que aiadir otra que lo distingue de la queja amorosa: Ia actitud expresada hacia la mujer vilipendiada es, la majoria de las, veces, la de un rechazo absoluto y definitive. Sélo desde el rechazo logra el poeta pasar de la simple rectiminacién en espera de un mejor trato por parte de la dama, tipica de la poesfa amorosa, al pleno vituperio. El maldit es casi siempre un acto de desvineulacién sentimental, de plena inversién de sentimientos. De ahi que sea muy acertado el término de «maldit-comiat» que emplea Martin de Ri- ‘quer con referencia a estos poemas, es decir, el de «malde- cir-despedida».° 60. Marti de Riguer, H.LC., Il, p. 490 68 INTRODUCCION EL CORPUS DE LOS «MALDITS> De acuerdo con esta definicién del maldit, hemos omitido de la antalogia algunos poemas a los que la tradici6n ma- nuscrita o la erftica han dado este titulo. Este es el caso de uno de los poemas de fra Joan Basset que llevan la ri- rica maldit en el Cangoner Vega-Aguilé, y un poema de Blai de Seselles al que la critica ha calificado de maldit; am- bos poemas desarrollan una queja de amor no correspond do, sin vituperio ni rechazo de la dama."" Deberia excluir- se el poema de Bernat de Palaol, «Cercats duymay...» porque, en realidad, es un consiat, término con que Fran- cesc Ferrer alude a este poema en Lo conbort (v. 434), ¥ porque carece del elemento vituperativo.® Lo hemos to- mado en consideracién, sin embargo, por su fuerte vincu- Jo con Ia tradiciOn del maldit, y como ejemplo del comiat propiamente dicho; por el mismo motivo afiadimos el co- iat inédito de Lluis de Vilarrasa. Incluimos también, para ampliar la perspectiva de la Antologfa, dos poemas de Ausis, March (25 y 26) que estén a caballo entre el maldit y la misoginia general. Descontando estos pocos casos, suman treinta y dos los, poemas que pueden denominarse maldits con propiedad, 6x, Fra Joan Basset, «Yeu vos requir, (mi) Na ladria malvaday; aparece en el ms. 7 dela Biblioteca de Catalunya en los fols. 189¥-90 (edicién de Bohigas, Lirica trobadoresca, pp. 78-79). Blai de Seselles, «Per a tos temps he cremat l'inventari», BN Paris, Esp. 225. fol. 115 62. Francesc Ferer. Obra completa. Edicién de Jaume Auferil, «Els Nostres Clissics», Barcelona: Barcino, 1989, p. 229. Segtinel editor, Lo conbort se habri compuesto entre 1448 y 14.49 (op. cit p.93). Véase también, J. Auferil, «Vocabulari de Francesc Ferrer», Llengua & Litera- tura, 6, 1994-1995, PP. 311-385. 69 CONTRA LAS MUJERES No cabe duda de que varios maldits se han perdido. De esto podemos estar seguros ya que, en Lo conbort, Francesc Fe- rrer cita estrofas aisladas de siete poemas perdidos, cinco de los cuales, al juzgar por los fragmentos citados, eran mal- dits en el sentido en que lo hemos definido. CIRCUNSTANCIAS DE COMPOSICION DE LOS «MALDITS> De casi todos los maldits se desprende la existencia de una relacién amorosa anterior o actual entre el poeta y la dama, relacién que muchas veces se declara abiertamente. ‘Tipica seria, por ejemplo, la situacién descrita por Pere de Queralt: Sens pus tardar me ve de vos partir Na fals'amor, pus que vey la falsia del vostre cors fals, ple de tritxeria, qui tot lo mon vol en color tenir; d’on heu maldich lo jorn el punt ¢ l'ora ‘quitn hay a vos mon cors abendonat; richa d’engan, paubre de leyaltat sots tal tot pus amarga que tora. [Sin més tardar quiero alejarme de vos, Dofia Falso Amor, pues veo la falsedad de yuestro corazén falso, lleno de engafio, que todo el mundo quiere tener engafiado, pot lo que yo maldigo el dia, el momento y Ia hora en que os entregué mi corazén; sois rica de engaiio, pobre de lealtad y en todo més amarga que el acénito (15, vv. 1-8) 70 INTRODUCCION La traicién de que el poeta cree haber sido victima, al relacionarse la dama con otro hombre, le impulsa a decla- rarle por escrito su sentimiento de desengaiio y, frecuen- temente, de repulsién u odio, y a dar por terminada la re- Jacién. En algunos poemas es evidente que Ia dama habia apalabrado el matrimonio con el poeta; este el caso de los tres maldits de Guillem de Masdovelles: Car gert trenguat m’avets lo segremen quem fes entany, d’on visch ab gran dolor, quant me prengues per marit he senyor, jurant sus sans he baysan dolgamen. Porque ciertamente me habéis roto el juramento que me habéis, hecho este ao, por lo que vivo en gran dolor, cuando me tomas- tis por marido y sefor, jurando sobre los santos y besindofme] dulcemente.J* Es de suponer que maldits como estos, y varios més en los que el contexto aparente es el del amor en un marco cortés, pero carentes de alusiones a promesas de matrimo- nio, corresponden a una realidad concreta en la que el poe- ta estaba envuelto. Sin embargo, no siempre el uso de la primera persona corresponde a motivos personales. En su maldit «Pus havets bondat despesa>, Joan Basset denun- cia a la dama por lo que él considera su maldad general, 63. Guillem de Masdovelles, «Pus m’avets ffayt a tan gran falli- men», vv. 25-28, Cangoner dels Masdovelles, pp. 126-28. También el tema aparece en un poems de Joan Berenguer de Masdovelles, «Ara co- rnech sso que no conexian, Cangoner dels Masdovelles, pp. 182-83: «even mpd covenenga 1 sageament quem ft de vosts ma) sobre los sans...» (vw. 20-22). CONTRA LAS MUJERES a cual perjudica, segtin el poeta, a toda la ciudad. No hace alusién alguna a una relacién amorosa con ella us havets bondat despesa, fora, fora, cautelosa! No vegam pus vostr-aulesa Dins Ia ciutat valarosa. Incessantment de vés brulha malvestats, ab tal cautela que tots vents girats [a vela pus encontrets quivus aculha [Pues habéis prodigado Ia bondad, ;fuera, fuera, taimada! No vea- ‘mos mas vuestra bajeza en la valerosa ciudad. Sin cesar brotan de vos maldades, con tal propésito que girdis Ia vela hacia todos los vientos, pues encontrais quien os acoja (18, wv. 1-8) ‘Mas impoztante es constatar que en algunos poemas las, circunstancias declaradamente autobiogréficas no tienen base alguna en la realidad. Por ejemplo, en los siguientes vversos de Joan Berenguer de Masdovelles, facilmente cree- ‘famos que el poeta se queja de una ofensa contra él mismo: Un poch de vos ssospit'e congebuda, fe veus perque axi ves vos jorm moch, ‘¢ dupte-m ffort que no hagau dit «Och» a qualqu'eymant qui us haga prop tenguda; car be conech que gens tal abstinenga avi'en vos, d’estar menys de servent, pero si y hes, norm sera desplasent, ans de bon grat pertre la benvolencs. 12 INTRODUCCION [He concebido hacia vos algo de sospecha, y he aqui porque me muevo de esta manera hacia vos, y tengo la fuerte duda de gue no haydis dicho «Sty a cualquier amante que se os haya acercado; porque sé bien que no habia en vos nada de tal abstinencia—la de renunciar a que os sirvan—, pero si la hay, no me serd desa- sgradable, sino que perderé mi amor [por vos] de buen grado.1 Todo el poema esté escrito en primera persona. Sin em- bargo, sabemos que Joan Berenguer redacté este maldit no por razones directamente personales, sino porque se lo ha- bia pedido un primo suyo, como nos explica en la ribrica ‘que precede a este y otros poemas que versan sobre la mis- ma mujer en el cancionero que Joan Berenguer escribié o hizo escribir. El primo le habia escrito, preguant-me lifes un maldit sobre lo dit eas; he fiu-ne dos, gui sén dejis scrits; la hu de compis fort stret, qui va per vocals; laltre, de rims unisonans, [cogéndome que le hiciese un maldit sobre este caso; e hice dos, que estin escritos abajo: uno de rima muy dificil, que va por vo- cales; el otro, de rimas unisonantes.] Al redactar los maldits para su primo, Joan Berenguer se adhieze a la convencién gue requiere que el maldit se escriba en primera persona del singular, cuando en reali- dad no hay relacién directa alguna entre el poeta y la dama vilipendiada. De hecho, el interés principal de Joan Beren: guer al componer estos poemas parece haber sido de indo- le métzica, sobre todo en el caso del poema de «compas fort 64, Joan Berenguer de Masdovelles, «Molt vos sou tart, dona, re- guonegucdan, wv. 25-52, Cangoner dels Masdovelles, pp. 120-21 2B CONTRA LAS MUJERES stret», «Pus no us dech res, gper que'm dien que us pach?> (52) donde el autor se plantea el reto de escribir cincuenta yy dos versos con las rimas en -ac, -ec, -ic, -0¢. abe plantearse la posibilidad de que otros maldits se hayan escrito a peticién de algdn amigo. Tal es quizés el caso del ejemplo més conocido de este género de Ausias March, En su maldit, el gran poeta valenciano, vituperan- do a una mujer nombrada (Na Monbod) y a su amante Ex Joan, le quita ala desafortunada sefiora toda virtud feme- nina, al negat que ella sirva para cualquiera de los papeles que la sociedad le destina a la mujer: viuda, madre, nodri- zay prostituta, Solo le deja el oficio de alcahueta, afirmando que él mismo puede avalar a Na Monbobi para este oficio. Es s6lo al final del poema cuando se establece este vinculo personal entre dama y poeta: Quant oireu «Alcavota provadal», responeu tost, que per vés ho diran. E puis per nom propi vos eridaran, 36 ja no us mostreu en Poir empatxada, centerrogant, «Amics, ce qué voleu? En deet d’amor voleu res que fer pusca? ‘Tracte semblant jamés me trobi cusca. 40. Presta seré a quant demanarcu>. Tornada Tots los qui torb, © cungament volrew en fets d’amor, emprau Na Monbot Ella us fard tot lo que féu a mi 44 No°s pot saber Vendreg que hi trobareu! 74 INTRODUCCION is «alcahueta probadal», no tardéis en responder, ya que lo dirén por vos. Y ya que os estardn llamando por vues- tro nombre propio, no pretendais tener problemas de ofdo y pre- guntad «Amigos, ey qué queréis? ¢En asuntos de amor queréis algo que yo pueda hacer? En tratos semejantes nunca se me ha visto perezosa. Estaré lista para todo lo que me pidéisy Envio. Todos los que [el amor] ya trastorne, 0 los que bus- {quen quien os arregle un asunto amoroso, usad los servicios de Na Monbot. Ella os hard todo lo que me hizo a mi. No os figa- réis qué arreglo encontraréis! (24, vv. 33-44)] Se trata de un maldit que se va transformando, siem- pre con el propésito de maldecir, en una alabanza ala alca- hhueta (comparese con las del Libro de Buen Amory de La Celestina). Aunque esta téctica en el vituperio puede ocul- tar una realidad biogréfica muy diferente de la que se des- ptende del poema, lo importante es que March se esfuerza en demostrar que no ha habido ninguna relacién amorosa entre él y la mujer que describe. LOS TEMAS DEL «MALDIT> ‘Todos los poemas del género giran en torno a un tema prin- cipal: el comportamiento traicionero e inmoral de la dama objeto del acto de «maldir>. Esta acusacién suele ir acom- paiiada de otras, referentes a varios defectos del cardcter, ya veces del cuerpo, a través de las que el poeta hace hin- capié en Ia fealdad moral de la acusada Es frecuente Ia acusacién de que la dama ha dejado pa- tente su inherente inferioridad al relacionarse con un hom- 1 CONTRA LAS MUJERES bre que pertenece a una clase social que el poeta considera por debajo de la de ella. La disposicién de la dama hacia un inferior, en detrimento del caballero-poeta, sirve para poner en evidencia su verdadera qualita, la de una villana: Vilana sou, ple de modortia; al natural tires la quelitat, [Villana sois, ena de torpeza, [y] vuestra condicién os lleva a [seguir] el instinto natural (54, vv. 7-8).] En cuanto al nuevo amante, se le achaca que es un vil, tun bom irregular, o un mercader.** Esta tiltima categoria tiene un especial interés en poemas escritos desde el con- texto urbano del siglo xv, ya que es precisamente la clase de los mercaderes la que predomina en la vida de grandes, ciudades como Barcelona y Valencia, mientras que la clase de los caballeros, ala que pertenece In mayoria de los auto- res de maldits, deja de ejercer la influencia que cree que le corresponde en la vida civica.® Es frecuente la acusacién de que la dama tiene poco seso, poch seny, defecto clave de su cardcter al que se atribuyen otros aspectos de su comportamiento: Dona de mal, en res lo cor nom racha en vos lexar, que, quant mays pens e-us mir, 65. Joan Berenguer de Masdovelles, 30 (eibrica); Franei Guerau, 17, v. 20; Pere Joan de Masdovelles, 28, wv. 27-28; Ausiis March, 24, ww. 11-12, “66. Para este contexto social del maldit, véase Robert Archer, ‘«Ausias March i els mereaderss, BRABLB, 42 (1989-90), 209-19, 76 INTRODUCCION hhon pus vos trop de bondat e seyn flacha, e d’alea mays que poria ben dir." [Sefiora malvada: en absoluto el corazdn se me derrama (en Hlan- to] por dejaros, porque, cuanto més pienso en vos y os miro, més 1s encuentro débil en bondad y prudencia, y en otras cosas que bien podrfa contar.] Se buscan otras explicaciones de su conducta en la mala educacién, como cuando Joan Berenguer de Masdovelles acusa a la dama de ser «mal nodrida».** Con estas alusio- nes a la mujer vilipendiada, el poeta se reviste ante ella de una superioridad moral, y asf evita asignarse el humillante papel de amante herido que conlleva su confesién de ha- ber sido engafiado 0 abandonado por la dama. Otra tactica que los poctas usan al mismo efecto es afirmar que han ejer- cido la contencién fisica en los momentos de més intimi- dad. De este modo, Guillem de Masdovelles lamenta que su propio sentido moral le haya impedido consumar su amor por Ia dama que ahora critica: Per vos ssospir, Na Mondina, tot dia, pensant lo temps que-us solia baysar los pits tots nutz e les cuxes palpar: planch com no ffiu tot sso gue far podia [Por vos suspiro, Dofia Mondina, todos los dias, pensando en el tiempo en que os solfa beser los pechos completamente desnu- 67. Joan Berenguer de Masdovelles, «Tan me pinet, dona, ppusch puss, vw. 42-44, Cangoner dels Masdoveles, pp. 27-28. 68, «Ara conech sso.que noconexias, v.16, Canganer dels Masdo- elles, pp. 182-83 7 CONTRA LAS MUJERES dos y palpar los muslos; lamento que no hiciera todo Io que po- dia haber hecho.) En otro poema reconoce que ha merecido que le acu- sen de descortesia ¢ incluso de vilania por revelar intimida- des como la siguiente: rmaylaltes vetz lay bayseda, del sieu cors ay vist lo bell escull, nutz en Io lit hon de nuyt se recull [muchas veces la he besada, y de ella he visto el bello arrecife de sa cuerpo, desnuda en el lecho donde por la noche se recoge.]"" En otro maldit, Joan Berenguer afirma que no ha que- rido aprovecharse de todo lo que la dama le ofrecia de sf misma, por temor a que la mujer que la atendia, la cual era « Siel nombte que March pregona en estos versos correspon- de a una persona real, ha ido mucho més lejos que otros autores de maldits al transgredir un limite en el vituperio, que los demés respetan. A este punto ético se habia veni- do a reducir la proscripeién general que los manuales poé- ticos vigentes hacfan del mal digz especials, como hemos vis~ to. Es una actitud general que recoge Sueto de Ribera (siglo xv) en su poema «Respuesta en defensin de las donas». Para Suero, el vituperio particular no es digno de hombres, nobles, y todo maldecir debe hacerse de modo general 0, mejor, no debe hacerse: Sostener cosa tan mala, que nasce de vil corage, a hombre de buen linage 84 INTRODUCCION es tacha, jsi Dios me vala! Por cierto, mejor seria razonar 2 la comune sin dezir mal de ninguna usando de cortesfa, Por lo qual es grand vileza dezir mal de las leales; por otras baxas, non tales, que callar es gentileza.” Varios de los autores de maldits aluden a la dimensién ética del género que cultivan, Lamentan tener que decir mal de la dama, pero explican que se ven obligados a ha- cerlo en consideracién al bien comiin y al deber civico, Por ejemplo, Franci Guerau, después de acusar a la dama de centregarse a «mortal carnatge» con un hombre de bajo rango social, afirma que lamenta tener que recurrir a la clase de palabras que usa en su poema: Dona sens fe, novus puch maniffestar vostres bondats ab pus cortés lengatge; novus sia greu, car vés sobre guiatge me fés tal joch que no y gos gens pensar. [Sefiora sin fe, no os puedo manifestar vuestras bondades con Tenguaje més cortés; no lo lamentéis, pues vuestro salvocondue- to me hizo tal jugada que no me atrevo ni a pensar en ello (17, w. 4n-4ahd 74-, Suero de Ribera, «Respuesta en defensién de las donaso, en Poesia femenina en los eancioneros. Edicién de Miguel Angel Pérez Prie ‘20, Madrid: Castalia/ Instituto de la Mujer, 1990, pp. x42-44 as CONTRA LAS MUJERES Joan Berenguer, quizd por su prodigalidad en el género, ‘muestra una actitud variable, Por una parte, reconoce en, algunos de sus maldits que, s6lo con escribirlos, peca con- tra las normas de la poesfa cortés: Grew me sap molt, he vinch en punt gue pech en parlar mal, he que fortment vos pich. [Me sabe muy mal, y por poco no peco en hablar mal y que os pique recio (32, vv. 2-3).] Por otra parte, rechaza los argumentos 2 favor del maldir ya que estd por ver que el maldit sea eficaz. como modo de reformar a la dama, como afirma en la siguiente esparsa: Norm ffera gens vostra descortesia maldir de vos, dona desconexent, si be m’aven trencat lo sagrament ‘que'm fes poch a, ab gran baretaria, car per esser vos falga desonesta, gens per tot sso jo no-n dech mal perlar, ue ffer no's deu; per sso men vull callar, ‘que mon dir mal sse no-us fari’onesta.”” [Wuestra descortesia no me haré decir mal alguno de vos, sefiora desagradecida, a pesar de que, con gran falsedad, me habéis roto el juramento que me hicisteis hace poco, porque, por muy falsa xy deshonesta que sedis, yo no deberia hablar mal de nada de ello, ‘ya que no se debe hacer; por eso, me callo, porque sé que el que yo dijera mal de vos no os harfa honesta.] 75. Cangoner dels Masdovelles, p. 134. 86 INTRODUCCION En otros poemas, Joan Berenguer vacila entre el disgusto de verse obligado a decir mal de ella y el pleno disfrute del maldir: mon voler en mal dir se reffrescha.”* [mi voluntad se refresca en el maldecir.] El tema tiene su punto culminante en su poema «Voler m’enpeny, he raho m’o consent» (3 3), que empieza con un, debate ético en torno a lajustificacién de lo que quiere es- eribir sobre Ia dama. Después de vacilar entre el manda- miento de la Raz6n y la Voluntad de que se haga piblico el mal que ella ha hecho y la contrapropuesta de Cortesia y Seny de que lo silencie, acaba decidiendo que no hay més, remedio que escribir su maldit. Guillem de Masdovelles, por su parte, afirma que, al decir mal de la dama, podré ayudarle a reformarse y asf me- jorar sus posibilidades de ganar el cielo: Pus m’avets ffayt a tan gran fallimen, rompen, trencan, los mandamens d’amor, poblicar wull la vostea desonor, per tal que's Iluyn de vos tota la gens car, esguardant vas me, qui's vol que sia, poran vazer com saubets enguanar. E dich-vos cert, que pens Parma selvar, mostran los mals que ges hom no sabia.”” 76. Joan Berenguet de Masdovelles, «Per que"xi car, dona, ves mi tenin?», v. 44, Cangoner dels Masdovells, pp. 45-47. 77- Guillem de Masdovelles, aPus m'avets ffayt a tan gran fall mens, vv. 1-8, Cangoner dels Masdovelles, pp. 126-28. 87 CONTRA LAS MUJERES [Puesto que me habéis hecho falta tan grande, rompiendo y que- brantando los mandamientos de amor, quiero publicar vuestro deshonor, para que todo el mundo se aleje de vos; porque todos los que miren mi caso podrén ver cémo sabéis engafiar, ¥ os digo de verdad que pienso salvarfos] el alma, poniendo de manifiesto los males que la gente ignoraba del todo.] De una manera parecida, Francesc Ferrer pone en boca del, poeta Corella, las siguientes palabras sobre las malas mujeres: Qué farien si {éssem muts corns stiguéssim de maldit? [:Qué harfan si nos calléramos y desistiéramos de maldecir?]* De Jordi de Sant Jordi nos ha llegado un malditen el que elelemento vituperativo no se declara abiertamente en nin- gin momento, de tal modo que la critica moderna no se ha dado cuenta desu verdadero sentido hasta hace pocos afios. ‘Aunque Jordi de Sant Jordi escribe al menos un poema don- dese declara abiertamente el propésitode vilipendio, y donde califica a la dama de evils, plena de tritxarian (21, wv. 6), al escribir otro poema (22) con la misma intencién, escoge el medio de la metéfora oscura. Esta obraes, de acuerdocon Ja interpretacién que le da Francesc Ferrer en pleno siglo xv, un maldit, y sin duda deberfamos relacionar la alegoria del cambiador con el otro maldit, donde el poeta acusa ala dama de que «per mots se cambia» (21, v. 42).”" 78. Vv Mala domna, pus me fezetz gelos, non amiey re contra‘! vostre plazer; quar anc gellos non ac sen ni saber, ni ren no sap gilos que ditz ni fai, ni hom no sap los mals que gelos trai, a ni patz non a gelos maiti ni ser, ni en nulh Joc gelos no pot caber, per que no-us deu plazer quar m’en partrai? Quar trop es miels a selhs que son lebros, que ges sivals tug non son enojos. 50 Fe que-m devetz, si bem sui aziros prendetz comjat dona, qurel prene de vos. 52 41: En cuatro mss. Bora donna, 45-50: _ Una de las raras veces en queen lalitic trovadoresca hay tna expecie de reflexiones sobre los clos; véase el articulo de E. K@h- Jeren lan, 25 de la Introduccién 166 11, PEIRE DE BARJAC V. Mala sefiora, pues me hicisteis celoso, no hice nada que no 0s placiera; pero el celoso no tiene juicio ni sabiduria, ni sabe nada el celoso de lo que dice y de lo que hace, ni nadie sabe el smal que sufre el celoso, ni tiene paz dia y noche el celoso, ni hay lugar para el celoso; epor qué no os complace que yo me vaya? Pues es mejor para aquellos que son leprosos, que por lo menos todos no les son indiferentes. VI. Por la fe que me debéis, aunque estoy enojado, despe- dios de mi pues yo lo hago de vos. 167 12. UC DE SANT CIRC De vos me sui partitz; mals focs vos arga; C’autra n’am mais que vos non amiei anc, E ges non es loinc de mi un trat d’arc 4 E val d’aitals una gran plena comba. Cil lauzengier non sabon ges son nom; Per ge neguns no m’en pot dan tener; E ja per vos non sarai mais soffrens, 8 Ans vos prezai ben d’aigels de la festa. Uede Saint-Cie, «De vos me sui partita; mals foes vos arga», 457.70. + ms. Cobla de rimas estramps, las mismas que de Arnaut Daniel, 29,17, Frank, 879:5. Texto: A. Jeanroy y J-J. Salverda de Grave, Podsies de Ue de Saint Cire, Tolosa, Privat, 1913, Poema XXV, pp. 103 ¥ 203, 168 x2, UC DE SANT CIRC Me he ido de vuestro lado, ique un mal fuego os abrase!, y amo # otra como nunca os amé a vos; no ests més lejos de mf que un tiro de arco y vale tanto como un gran valle leno [de mu- jeres?]. Los calumniadores no saben su nombre, por lo que nii guno no me puede perjudicar por ello; y ya por vuestra causa no soportaré nada més, sino que. 169 13. BERNART DE VENTADORN 1 La dousa votz ai auzida del rosinholet salvatge, et es m’ins el cor salhida si que tot lo cosirer 4 els mals traihz qu’amors me dona, m’adousa e m’asazona; et auriasm be mester Pautrui jois al meu damnatge. 8 11 Ben es totz om d’avol vida c’ab joi non a son estatge € qui vas amor no guida so cor € so deziriers 2 car tot can es s’abandona vvas joi e refrim’e sona: prat e deves e verger, lanas e pla e boschatge. 6 Bernart de Ventadorn, «La dousa votz ai autida», 70,23. 8 mss. Siete ‘coblas wnissonans y una tomada de cuatro versos. Frank, 460:1, Texto: Los trovadores, I, 403-405 x70 13. BERNART DE VENTADORN I. He ofdo la dulce vor del ruiseforcillo salvaje, y me ha sal- tado en el coraz6n de tal manera, que toda la pesadumbre y las penas que amor me da me endulaa y me mitiga; y necesitarfa en verdad la alegria ajena en mi desgracia, II. Mala es la vida de quién con alegria no tiene su morada, y la del que no gufa hacia amor su corazén y su deseo; que todo cuanto es se abandona hacia alegrfa y retumba y suena: prados y dehesas y vergeles, landas y lanuras y bosques. Wt LA ¢MALA CANSO» mm Eu, las! cui Amors oblida, que sui fors del dreih viatge, agra de joi ma partida, mas irarm fai destorber; 20 € no sai on me repona pus mo joi me desazona; ¢ no-m tenhatz per leuger s’eu dic alcu vilanatge. M4 Iv Una fausa deschauzida trairitz de mal linhatge m’a trait—et es traida, e colh lo ram ab que's fer 8 ¢ can autre P’arazona, deus lo seu tort Pochaizona; et an ne mais le derrer qu’eu, qui n'ai faih lone badatge. 3 Vv Mout I’avia gen servida tro ac vas mi cor volatge; e pus ilh no m’es cobida, mout sui fols, si mais la ser. 36 Servirs c’om no gazardona et esperansa bretona fai de senhor escuder per costum e per uzatge. ° 58: Alusién a la legendaria espera de los bretones, segin los eua- les el rey Arturo de Bretafia, no muerto, volverfa a reinar sobre ellos. ‘Son muchos los trovadores que aluden a esta legendaria creencia. 12 15. BERNART DE VENTADORN IIL. Yo, cuitado, a quien Amor olvida, pues estoy fuera del buen camino, tendria mi parte de alegrfa, pero la tristeza me lo impide; no sé dénde esconderme, porque mi alegria me turba, y mo me tengéis por ligero si digo alguna cosa grosera IV. Una falsa ingrata, traidora de mal linaje, me ha traicio- nado—y se ha traicionado, y coge el vergajo con que se hiere—; y cuando otro le razona, lo culpa de su propia injusticia; y obtie- rnen mis los wltimos que yo, que he hecho larga espera. V. Mucho la habia servido gentilmente hasta que tuvo con- migo corazén mudable; y puesto que no me ha sido destinada, muy loco soy sila sirvo mas. Servicio que no se galardona y espe- ranza bretona hacen de sefior escudero, por costumbre y por uso. 2B LA «MALA CANSO» VI Pois es tan vas me falhida, aisi lais so senhoratge, € no volh que-m si’aizida ni ja mais parlar no-n quer. ‘Mas pero qui m’en razona, Ia paraula m’en es bona, ¢ m’en esjau volonter erm alegre mon coratge. vil Deus li do mal’escharida qui porta mauvais mesatge, qu’eu agra amor jauzida, si no foso lauzenger. Fols es qui ab sidons tensona, qu'e'lh perdo s’ela-m perdona, tuih cilh son mesonger quem n’an faih dire folatge! vit Lo vers mi porta, Corona, 56 39 lai a midons de Narbona, gue tuih sei faih son enter, com non-n pot dire folatge. Corona es el nombre de un juglar 44 48 3 36 60 Podria tratarse de Ia vizcondesa Ermengarda de Narbona 174 25. BERNART DE VENTADORN VI. Ya que tanto me ha defraudado, dejo su sefiorfo, y no quiero tenerla intima ni pretendo hablar nunca més de ella. No obstante, me es grata la palabra de quien de ella me habla, y dis fruto de buena gana y se alegra mi corazén. VIL. Mala ventura dé Dios al que trae mal mensaje, porque yo hubiera gozado de! amor, sino fuera por os maldicientes. Ne cio es quien debate con su dama, pero yo la perdono si me perdo- zna, y son mentirosos cuantos me han hecho decir necedades, VILL. Corona, lleva mi verso a Narbona, a mi dama, cuyos hechos todos son integros, [tanto] que no se pueden decir nece- dades al tratar de ella 15 Il «MALDITS» 14. BERNAT DE PALAOL 1 Cercats d’uymay, jarn siatz belha y proz, quils vostres pretz vos laus e'l ris plasens, car vengut es li temps quem hauretz menys: no-m alciura vostre sguar amoros 4 ne la semblanca gaya, car trobat n’ay qui-m play sol qu’a luy playa: autra ses vos, perqu’ieu li-n volray be, don tench en car s’amor, qu’axi's cové. 8 11 Lonch temps m’avets fayt star cossiros, pet vostros torts viure fels rependens, mas garitz suy de totz vostres turments: ja no-m fara vostra semblan gelos. a D'uymay quicus vulhavus haia: ffayts ho-m desfayts com qui-us play e-us desplaya, car ges d’uymay nous rependray de re: vorl m'antendets sim havets fayt de que. 16 Bernat de Palaol, «Gercats d’uymay, jan siatz belha y proz». Cinco co- bles unisonants de ocho versos, Edicién de Martin de Riques, «Contti- bucin al estudio de los poetas catalanes que concurrieron a la justas de Tolosa», BSCC, 26 (1950), 280-3 10 (pp. 297-99). La primera es- trofa se cita, con leeciones variantes, en los wv. 436-45 de Lo conbort donde se atribuye a «Lo mercader mallorquine; también aparecen los vv. 2-7 al Procés de la Senyora de Valor contre en Bertran de Tudela, vs. 2038-43 (Francesc dela Via. Obres, ed. Arseni Pacheco (Barcelona: Bi- blioteca d’Obres Antigues, 1968), I, 116-17). Hemos corregido el texto de Riquer con el manuscrito tinico del poema completo: Biblioteca de 178 14, BERNAT DE PALAOL I, Buscad de ahora en adelante, ya que sois bella y noble, quien alabe vuestro mérito y la agradable sonrisa, porque ya ha Iegado el momento en que no me tendréis: no me mataré vues- tra amorosa mirada ni vuestro alegre aspecto porque he encon- trado quien me gusta sélo con tal que a ella le guste: otra gue 1no sois vos, por lo que la querré pues estimo su amor, y asf con- II, Durante mucho tiempo me habéis tenido preocupedo, por ‘vuestros errores viviré tristes arrepentimientos, pero me he eu- rado de todos vuestros tormentos: vuestro aspecto no me dard celos. A partir de ahore que quien os quiera os tenga; hacedlo I] deshacedlo como os plazca o desplazca, pues a partir de ahora no 0s acusaré de nada; quiero que me eseuchéis sobre lo que ha- béis hecho. Catalunya, ms. 7, fols. 133-133v. Verso 3: ms. cam vengut ex. Nétese due en a versién de Lo conhort se lee la misma leceién que sugerimos: ‘car vengutes; en la versin del Procés se lee que vergut es. Riguer propo: re las correcciones editorials: can sengut er mens; 4 ms. Nok: Riguer corrige en: no'ms 26 ms. camat, 3x ms. cruel: Riguer transcribe: cr vel, ms. nos; 38 quautre: Riquer quantre. Al manuserito (fol. 223¥) hay ‘una laguna donde seguramente tenta que copiarse Ia rornada del poema. Enel Repertori metric dela poesia catalena medieval de Jordi Parramon i Blasco (Barcelons, Curial/ Publicacions de I'Abadia de Montserrat, 1992), se asigna a este poema el niimero de repertorio 121,6 y a st essen meson el de 200:56. De ul n adelante indian as ref rencias a esta obra con «Parramons y el némero del repertorio seguido del ndmero del esqueme métrico. ee 79 | MALDITS» 14, BERNART DE PALAOL I Tots los secrets qui foren entre.mbdos TIL, Todos los secretos que hubo entre nosotros los habéis havets retretz a tots mos mals volents, divulgado a todos los que me quieren mal y habéis hecho esto ez havetz fayt co que sab Deus e gens, «que [s6lo] sabe Dios y nadie més; y yo nunca os hice mal ni os perjudiqué. Por lo que os atafe, quien renuncia @ amar a una mu- jer que quiere a dos, lo comprueba. Por esto me aparto de vos y me iré y no perderé mérito (servicio) ni buena fe. gu’yew hane novus fuy malmirens ne dampnos. 20 Per que-us tany c’om que c’estraya de don’aymar qui-n vol dos 0 ensaya; per qu’yeu me part de vos em partire: TV. Me acuerdo bien de todas las disputas que me impulsa- ja no-n perdray servir ne bona fe. 24 ron ala despedida, y me acuerdo de todas las faltas y me acuerdo de todo lo que ya no es, por lo que os toca que sea divulgado, IV Bem remembren totes les contengos ‘mentirosa de amor, que nunca fuisteis veraz. Bien ciego esté quien que mi mogues al comgat departens, 1no os ve como una criba y dos veces mas quien cree en vuestro em remembren tots los desfalhiments, amor. em membre tot ¢o que ja no fos; 28 | perque-us tany c'om retraye, V. Encomiendo a Dios vuestras bella facciones, vuestro dul- ce rostro, agradable a todo el mundo; encomiendo a Dios vues- tras buenas costumbres; encomiendo a Dios vuestras nobles pa- | labras, pues el recuetdo me turba al pensar que otro, contra mi, ‘0s tenga; con frecuencia me sucede y estoy a punto de morirme, pero un nuevo amor me reconforta y sostiene. tritxa d’amor, que may no-m fon veraya; mas ben es orb qui per crivel no-us ve, ¢ dos tants mays qui en vostr’amor cre 32 VA Deus coman vostres belhas faysos, | vostra dole vis, grasit a totes gens; a Deu coman vostres belhs noyriments; a Deu coman vostras susaus:raysos; 36 que'l pensamen m’esmaya | com pens de vos qu’autre contra mi-us haya; pet pauch nom lays morir sovin m’ave, mas nov’amors me restaur’e-m soste. 40 (Tornada perdidal 180 181 15. PERE DE QUERALT 1 Sens pus tardar me ve de vos partir Na fals’amor, pus que vey la falsia del vostre cors fals, ple de tritxeria, qui tot lo mon vol en color tenir; 4 on heu maldich lo jorn el punt e ora qui-n hay a vos mon cors abandonat; richa d’engan, paubre de leyaltat sots ¢ tal tot pus amarga que tota. 8 1 On prench comiat sens far major demora, vull sapiats que null temps d’erenan me trasirets ab vostre bell semblan nem retendrets, pus una vets soy fora 1" del vostre lag qui m’ha lonch temps tengut pres ¢ Hliat ab mant sobrer oltratge, d’on heu vos ret mantinen vostre gatge, car no'l vull mays teni, si Dieu m’ajut. 6 Pere de Queralt, «Sens pus tardar me ve de vos partir. Cinco cables capeaudades; Parramon 1 42,4 = 2192413. Texto: Biblioteca de Cata- lunya, ms. 10, fols. xx6-117, enedicién de Martin de Riguer, «Misce- linea de poesia medieval catalanav, BRABLB, XXVI (1954-1956), 354-185 (pp. 157-159); el poema esté traducido en las pp. 158-59. Verso 16, tabasta: sbaticola» o egruperan, es decir, la larga corzea suje- twa lasilla que para por debajo de la cola de caballo; metafora obscena, 182 15. PERE DE QUERALT 1. Sin més tardar quiero alejarme de vos, Dosa Falso Amor, pues veo la falsedad de vuestro corazén falso, leno de engaiio, gue todo el mando quiere tener engafiado, por lo que yo meldigo el dia, el momento y la hora en que os entregué mi corazén; sois rica de engafio, pobre de lealtad y en todo més amarga que el acénito. TI. Me despido sin demorarlo més y quiero que sepdis que nnunea a partir de ahora me traicionaréis con vuestro bello aspec: toni me retendeéis, pues una vez.que estoy fuera de wuestro lazo, que me ha tenido durante mucho tiempo cogido y atado con ex- cesivos ultrajes, os devuelvo al instante vuestra prenda porque no Ia quiero més, asi Dios me valga 183 | «MALDITS» IK Si-s pogues far que tot quant n’ay hagut eu vos tornas, volenters ho rendera; mas no's pot far, go sap vostra cambrera qui nostre fayt ha vist tot e sabut. Per qu’eu me’n call e dich-vos que prou basta nostr’amistat, € no pensets d’uymay eu can per vos cango, danga ne lay, pus de tal tros havets fayta rabasta. IV. Be dix vertat cell que dix: «No es casta ne's ha valor dompna que fay simbell a mays d’un sols de son gay cos ysnell ne quan sofer que null autre la tasta.» Vostres resposts son aysi gracios que tot aygo gu’autra dona denegua quan disets «No» vos ne tenits per pegua: To cor havets d'etorgar piados. Vv Noi cal estar lonch temps de jenollos cell cap cor ferm la vostr’amor demana, car tost Paura, si tot ¢’es obra vana, que may no-n viu anar hun fadigos; mas be ay vist, per vostra gran fallenga, que’s en hun jorn mudavets tres aymans, d’on tinch per foll cell qui es desirans de vostr'amor ne y da ferma creenga. Tornada v1 Al dieu d’amor sopley ab reverenca qu’en brew de temps siats pus freyturans de servidors, que vos no-n sots bastans, no trobets qui-us aport benvolenca. 384 24 28 32 36 2 15, PERE DE QUERALT IIL Sipudiera devolveros todo lo que he tenido, muy a gusto os lo entregarfa, pero no es posible y esto lo sabe vuestra camare- ra que ha visto y sabe todos vuesttos actos. Por esto me callo y os digo que basta ya de nuestra amistad, y a partir de ahora no penséis que canto para vos canciones, danzas ni lays pues de tal retal habéis hecho baticola IV. Dice verdad quien dice:«No es casta ni vale la mujer que ticnde trampa a més de uno con su alegre y esbelto cuerpo y cuan- do no acepta que ningtin otro la cater. Vuestras respuestas son tan graciosas que todo aquello que otra mujer niega, cuando de- «fs «No», vos lo considerdis una tonterfa: tenéis el coranén mise- icordioso en regalar. V._Noesnecesatio estar mucho tiempo atrodiltedo quien con firme intencién pide vuestro amor, porque pronto lo tended; y es tarea instil, porque munca vi que nadie se fuera rechazado, sino que he visto que, debido a vuestro gran defecto, en un mis- mo dia cambidbais tres amantes, por lo que tengo por loco a aquel ‘que est deseoso de vuestro amor y cree en él firmemente. VL. Envio: Al dios de amor suplico con reverencia que en breve estéis menos provista de servidores, pues no podéis con todos ellos, y no encontréis quien os dé amor. 16. PAU DE BELLVIURE 1 Dompna gentil, vos m'enculpats a tort, e si m’ait Deus, sots-ne mal informada, car pet Tristany no fon sa don’amada mils ne tant ferm ne pus leal ne fort, ‘ que n’es per mi la dona qu’es leyal cant yeu vey cert que'n vol hu a cabal; mas quant eu vey dos pardals en Pespiga, renech d’amor e dich-vos que no liga; 8 11 perque no preu lo valent d’una ffiga dona del mon, ne val poyrida malla, que'n Puyll d’alcri veu Ia patita palla, ez en lo seu no veu la grossa biga; Fa ans la preu menys que fanch ne podrit fems, vall-la mal com mariner mal temps, e crey que Deu sia causa-nujosa dompna vestir Ia pell de Ia rabosa. 16 Pau de Bellviure,

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