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TIMOTHY: ANNA; JAN BAZANT. CRUD) CGH et CANA) e IN EILO)UICGL cae JEAN MEYER: ALAN. KNIGHT ¥ PETER H: SMITH Capitulo 6 LA ULTIMA FASE DE LA REVOLUCION: CARDENAS “Tras el estado dela Revolucién en 1910, México viv un deceio de con- its votentos al que sigui6 oro de reconsruceion politica y econsmica, La au scvolucioara desray el antigua regimen de Potio Diaz iguid6 su sprztbe sal en el pode aun coaicin que era heterognea y, al mismo ss muy infuida por ls fueras del note y comprometiéa en lineas gene- eresrun proyecto Je consucein del Exad y de desarrollo capitis. Aun- ae eto qe se refer a estos objtvos generals, los ideresrevolucionarios {econ pecedenesporiranos, los medios que erplearon eran my distinos, aaeettrena también el entorno sociopolic en el cual actuaron. Es cierto que ie Revolucion no haba revolucionad la economia mexicana, El antguo pat ti eicumiemo epialista indigo por ls exportaciones —l lamado edsaro- ilo tani afuerar™- no habfa sofado singin cambio fundamental, Las inci- haces sactemaas dl gen enol fen econtiea, express en rsttin de 1917 provocarondspuas con Estados Unidos, per no © po- Const eta) on 1929 las neon: deca de os estonienses ui ouce fueron superiors alas de 1910, Adem, pese al descenso de a pro- ‘ett Je pews despues de 1921, In economia se fecupersy crecis, al menos mists 1927 En cambio, la Revolucin cambio fandarentalmente la vide soil rtitica de México, aunque a menudo foe de un modo no planificadoe in- 1,eato La moviizacon armada de 1910-1920 ced ante formas nuevas de Ofiesen institucional gas campesnas,sndcalos y gran nimero de patidos voltcon de ieguiedas ye Jretas, grandes y peguetos. El resultado no fue vet decorosa pelt Hiberal, come la que Francisco Madero haba propugnado Ba Ot0; peo tampoco fue un sistema stoeratico cerrado, personals, como el ‘fe Diaznabla manenio hasta el Fin La nacin politica Se habia ensanchado {Spon era quizé la mayor de América Latina; se estaba gestando una forma Je otnica de masa, agitads, «veces radical, a menodo Violeta y corupt Nas pouble generlzar cuando se habla de eta clase de politica, Formaban ere alla fos caciques locales ycaudllos regionales (muchos e ellos, pero n0 rats Gs eigen nuevo y revoluctonario; el agrrsmo radical, como en el €350 fr Morton) Tos popstarios conservadores, com en el de Chiapas: el ant srentatams cevolUeionaio y Ia acc soca catlica (por no habla del clei LAWLTIMA FASE DE LA REVOLUCION CARDENAS ast lism cunservadoreatico} un pretorianisme agresivo y ambicioso, y una inci~ pieme tecnocracia evil, ‘Una de las grandes preocupaciones del gobiemo cenral, especialmente du- rante la presidencia de Plutarco Elias Calles (1924-1928) fue el control y la ‘cooptaciin de estas facciones rivals fisiparas, Para ello Calles hizo la guerra conta la Iglesia, en el campo de batalla y en el aula; redo y profesionaliz6 el inflado ejéreit: favoreis al movimiento obreto, en especial a la Confederacion Regional Obrera Mexicana (CROM). ofcialistay encabezada por Luis N. Moro- nes: toler —a veces estimuld ticticamente— a movilizacién de los campe- bien el contol estatal de la sociedad civil aumenté asi (dada la cuasi mente podia disminuir), el Estado que ‘onstruyeron Tos lideres de Sonora (1920-1934) no era un leviatén autoriatio. ‘La tumutuasa sociedad civil de los aos veinte desafié dicho control. Los eris- teros combatieron a Calles hasta aleanzar un sangriento punto muerio; os ca- ciques y eaudillos locales se opusieron a la expansin del poder estatal: y el tjereito se rebelé dos veces. Las elites regionales, tales como la poderose plan tocracia yueatecs se resistieron alas reformas de ls que se proclamaban ealis- 'as, Los abreros los campesinos organizados optabanfrecuentemente por aiar- se con el Estado, pero sola tratase de una alianza condicional y tctca y habia ‘muchos ejemplos de disidencia popular. El panorama politico era muy diferente del que exstia durante el porfiriato, on su control personalista y centralizao, su estecha politica de camarilas y su ‘rotunda negativa a que las masas paticipasen en la politica. En tiempos de Diaz se daban casos de disidenciay protesta populares, pero normalmente eran sofo~ cados con rapider; no adquirieron una forma institucional y, por supuesto, no se establecieron en el Estado porfriano mismo. Es més, en el decenio de 1920 las ‘exigencias y la retérica de los movimientos populares —y de los politicos que ‘procuraban sacar provecho de los mismos— ya mostraban un radicalismo nuevo, tuna confianza inédita en si mismos. La Revolucién habia socavado las antiguas certidumbres sociales y la deferencia que las acompaftaba. La CROM, la confe~ ‘eracidn obrera oficial dominant, no era un simple cascarGn del Estado calista bligaba a fos patronos a contar con los obreros como nunca antes. Los sindi- catos independiente, tales como el de los feroviaris y el de los petroleros (rabajadores del petrleo), se hallabansituados més ala izquerda, se resistian al abrazo de la CROM y se apoyaban en su propia fuerza industrial. De igual ma- neta el campesinado, que segua consttuyendo el grueso dela poblacion, mos- traba un talante diferente en comparacién con la época prerevolucionaria. Des puss de todo, los campesinos habian sido las fuerzas de choque de la Revolucion Es cierto que la reforma agraria oficial tard en llegar y fue gradual: en 1930 slo el 9 por 100 del valor de la tera de México se habia traspasado a propie- dades ejidales (comunales). Pero estas ciffas son engaiosas y probablemente subestiman la escala del geparto de tera; cietamente no reflejan los cambios {que la Revoluciéa introdujo en las relaciones sociales y en la mentalidad. Los terratenientes conservaban en su poder el grueso de su tierra, pero en condicio- nes diferentes, mas diffiles y onerosas. Puede que —en general— sus peonesre- sidentes siguieran siendo déciles: pero los habitants de los poblades vecinos, {que tenian derecho a pedir tera, presentaban una amenaza constante y enerva- dora, Por tanto, los terratenientes tenian que liar con un campesinado cada vez 82 HISTORIA DEMExICO ‘mis organizado y un Estado que en sus manifestaciones regionales y nacionales fn modo alguno les era tan favorable y tan fable como su predecesor porfirian. ‘Algunosteratenienes ya se habianaruinado durante la Revoluci de 1910-1920, ‘muchos tenfan que soportar ahora impuestos ms gravosos, mercados inestables 1 costes salarales més elevados. La clase terratenienteanhelaba la belle époque el porfiriato y lamentaba el surgimiento de agrarsta problemsticos y de po ticos advenedizos y demagogicos que les daban aliento. Algunos terratenientes fctuaron con prudenciay desviazon su capital hacia la industria y el comercio ur bbanos, con lo cual aceleraron la muerte dela hacienda tradicional, acaparadora fe tierras con su mano de obra barata. La clase terrateniente (que, huelga de- cirlo,variaba de una regin a otra) no fue eliminada por la Revolucién, pero results reveramente desgastada, y en algunos estados, como Morelos profun- ~ los acontesimenor eines en modo algun tnalsaton se vieron exacerbadas por el descenso dela producci6n algodonera en 1931-1932. Cuando el comunista Dionisio Encina toms la iniciativa y se puso a orgaizar alos Peon. los teratenientes respondieron con sus métodos habituales: violencia, rup- ‘ura de huelgasy formacidn de sindicatos ublancos» (popatronales) También juz garon prudenteiniciar una reforma cosmética y se efectuaron dos pequefas dota siguis siendo la consigna oficial durante un tiempo: pero posterionmente —dada Ig Nlexibilidad cas infinita del término— se coavirti6 en Sindnimo de conciliacii? social y equiibrio ence las clases. Volvi6 a ors el dis- curso de los sonorenses. El soialismo educativo, al igual que gran parte del pro- ‘ecto cardensta,result6 un intermedio en lugar de un milenio 31. Maray, Cuda de Mic, 31 de actu de 1935, O 37118707, A963. Durante la lucha contra Calles en 1935 se habfan registrado numerosashucl gas y una movilizacién sigaifcaiva del movimiento obreo. Ambas cosas con- Tinuaron despues dela caida de jefe maximo: en el periodo 1935-1936 ocuti6 1 hecho inslito de que las huelaas fueron mAs numerosas en México que en Estados Unis: y en 1937 (ato de creciemte iflaién) se alcana6 un punto mii ‘mo, al menos en términos de hvlgas oficiales. Durante este periodo las huelgas Bfectaron a todas las industris basicas de México —minas,compadas petro- leras,ferocamies, fbricastexiles—. asi como a los servicios del gobierno y la agricultura comercial. Al igual que en La Laguna, la protesta de los trabaj ‘dors conta las compafliasextranjeraspodia presagiar Ia imtervencin y la expro- Piaci6n por pate del gobierno, de acverdo con la doctina que en febrero de 1936, proclamé con audacia el presidente en su célebre viaje a Monterey, la ciudadela te la libre empress, ala sazén aquejada de huelgas y wn ciere patonal: si los ‘empresarios eran incapaces de evitar I pardlisis industrial, cl Estado intervendri. [Los conflicios laborales proporcionaron un instrumento contra los enclaves ex ttanjeros. Mientras tanto, la organizaci6n sindieal hizo progresos que culm raron con la formacién de la nueva central. la Confederacién de Trabajadores ‘de Mérico (CTM): y la militancia de los trabajadores contribuys a la tendencia leita de los salariog reales, Esto no hubierasucedido sn el respado oficial. que Se hizo patente por primera vez durante la crisis politica de 1935 y se mantuvo en lo sucesivo, aunque no de modo uniforme y sn rticas. No abe duda de que el gobiemo adopt una acttudintervencionista ante las relacioneslaborales (el gobierno —segin declaré Cirdenas en Monterrey— es el ébitro y el regulador {de os problemas socalesn; el arbitra pas6 a ser sistemitico (aunque n0 auto: atic) y generalmente era favorable alos tabsjadores. Con todo, hubo casos en «que huelgas importantes encontraron oposicién (destaca entre ellos la de fer varios en mayo de 1936) y, especialmente después de 1938, el gobiemo dingié sus esfueraos a evitar huelgas, or el bien de la economia, No obstante, sera un for valerse de estos casos para afitmar Ia importancia suprema de la produceiGn la conciliacin de las clases, y por ende la continuidad de una politica de masas ‘maniputadora entre Calles y Cérdenas. El significado de la intervencin, el arbi trae y la politica de masas fue diferente segin la época. ¥ bajo Cérdenas, en es- pecial antes de 1938, levaban aparejado el apoyo activo a los sindicatos contra fas empresas, tanto como el apaciguariento del conflict industrial, y rumbos nuevos y radicales en el campo del contol obrero. Una vez mis, por consi- _Buiente, el «populismo» cardenistadifere en aspectos importantes de algunos de Sus supuestos parientes polticos. El régimen nunca perié de vista las realdades econémicas. Combats fo que ‘consideraba sindcalismo iresponsable, por ejemplo, el de los petrleros. Se dio ‘cuenta de que subir Ios salarios profundizaria el mercado nacional en beneficio de algunos sectores de la industria. Sin embargo, este enfoque keynesiano no puede verse como la razén de ser de la politica labora cardensta. Algunos hhombres de negocios y banqueros inteligentes compartian este punto de visa, pero la empresa privada —sobre todo, el ndcleo de la burguesfa nacional que fenia su base en Montertey-— era abromadorament hos al eardenismo y nun- a dej6 de critcarlo, ¥ esta situacién no vari después de 1938. En 1940 pora- ‘voces del mundo empresarial todavia enticaban al gobiemo por su «fantistica pola de mejora unilateral en cumpimiento de promesas hechas al proletaia: LA ULTIMA FASE DE LA REVOLUCION: CARDENAS mm don. El nuevo impotso sais benficiosexraoeiais era weep de “taltaiao hieriano»." Si Cen save ala burguesia mexicana del re “olin o del derumbamiet ual parece dados) la brguesia no mess rma grat “Tambien es cieno qu a pois labor de Cres, l igual qe so agar mmo, va spect teat tan ma antl Hamedo eas popes Er presdeme ona con a marin gral dea claetabyjadors como eo “ida organiza onc, resposal: Greate, con el de que su impor tania numérica conte; unfcads par qe su feeza nose dpe en achas facia; y responsable pas ae to cxgese demasiado una econo si Cesaallada que acaba de sr dea reteatn (Gorse, on cso canoes trois jars seran os pincpals pecan), Desde campata le tral de 1934 hasta loci de sped de 1940, po ano ema cons tate Crd fo srpazm, gel que de Lenn La opis oe tial apoyo activo del Endo, peo seria unex vr ene na manplaion Sina prcbs comin inermpia Cals yn CROM 2 Mig ‘emda lo eactranse el decelo de 1940 Calitado hoy en la Se eam Ca aren, en realidad Cardenas cncbi os onoes y Gases orice en tl campo econdmico como las sts del pois, As meer gran Sa Continue desu poyero radical ra un cee tbadora posers, oa ‘ada a formacién deta CTM, lon experiments com ol contd ober ed Coctn soils yia ethoruiGn conn seryan a una visa sna opéms- oe dormer vera qu is cmp as tide corel aaj. Sedo, patio, sbi, a esponsabiad ye patois, Esa em ‘oes oa met ccs lo paca de Clon ‘Gero gad de tl cs er ezrin pone ceacion de ma cone ders ator ni repesnibs una area formidable yer improbable qe Se proj expontioanete. Tas loc de a CROM el pleura s mow. tla conve pa lgmentata Sin eer, a colonia Go a cae ona Cais con on pd epoca econGniea bind I porta de ‘Capper EI Comte Naceal pri Dena del Poca, gue Lombardo ‘ied pre combaira Calle y ln CROM, bio las vrs de nln de lanai tM gor fundare en feito de 1996, ei a vars sna nds lve gu chan deacado arnt hs bigs sees (erviionnneoe 3 mealrgicos, elects, pografosy aaron. al como als antiguas Zontederctones les de a CROM, le CGOCM. de Lombardo y i CSUM co imu: La CTM, gue afimaba tenet 3594 sina fliados y 946.000 mien trot empequccie mio a resiualConfderacin General do Trbyjlores (Gt), design atarcosindals, como sin CROM, aunque éta sobre {cguae de is fla en calidad Ge sineaos Manos) devia pacar coors ta hegemona dela CTM, ayers emplesdo a lnc en clenas re fons indetias (por je a ex, Ota ds ters que siren fa fegemonia de la CIM las eng el Esta: el indica de funconnnog ia Fe ‘etc de Sindaos de Traore en el Servic del Estado (STE) a ue 32 Ree, Ciudad de Mico, 3d enero de 1940, FO 37128217, A547; Hamiton, Linde of Sar Autonomy 1 { x0 HISTORIA BE MEXICO Se le impidi6 aliarse (el asunto de los derechos sindicales de los funcionarios dio origen a intensos debates que culminaron con leyes especiales); y factor mis importante. se protegi al campesinado del abrazo de la CTM, a pesar de que ya se habfa efectuado una signficativa labor de captacdn, principalmente en regio- nes de agricultura comercial. La organizacién de los campesinos siguissiendo prerogativa del PNR. Aunque la CTM conservé cierta influencia residual en el ‘campo, sus lideres no pudivon hacer nada contra la decisis oficial La deologia de la CTM experiment6 una ripida mutacin. Durante la lucha y México debi em: tex even a Per ao eu rg, so 180, CTM gu adopr so ster postr favor dela gra y cone fascism, 10 TTS ost mejor a su att en a pol inten, ya comienzos de 1941 ata ya promt toda ln ayuda mata y nl cot el fascism 9 expe- Sica exert qe ls eaooniese patra.” Al proce tanec Shean Unido Soviica, ef PEM seu lente democrtico patitico, Cayo nomer de miembros compet grasa a Pat Harbor. Sia tequed Pay comnts principio we tclinab y nego se vole hci el anda Se ceca, naturdlment isin, Groporconservadores y fascists, tales ei Acid Nacional Union Nacional Siugua (UNS), se decataron de la paca, hacindose eco de las negaciones de cominismo de Cdenas¢ ingens: loses para hacer suyo el ereiene sentimento anticomnist, a psar del 2po- yo del FCM su candidatura. Se previno a los tabajadores conta la miliancla Y se les aconse6 que protgieran lo que ya haban conqustado, se angulizd @ los pequetios propietarios: se alab los hombres de negocios de Montzrtey di clendo de ellos que eran fos que suefiany trazan planes para la prospendad y la aandera de México» Tambien en Jo referee ala educacign (que segs sien do un asuntopapitane) se most Avila Camacho paridario de a moderaion ta recociacn chaz ls teorasdocrnriasy abogs por el respeto a laf mila, la eligdny fa ultra nacional; e observ que era ecbido cordalmen- tex en Los Altos, viejo cleo dels crsteros”¥ en septiembre de 1940, ya clegido, dela en tono vibrant su fe: «Yo soy exeynten, Durante toda la cai af su retrica —que hacia hincapié en la beta, la democracia (que ahora se contapona con feeuenia al comunismo) y, sore toda, la unidad™~ comtass con el pugnz radicalismo de Cirdenas seis as antes. Pronto se vo laamente ue Avila Camacho estaba «poco a poco negando Ia conimuidad cardenista expe Sada en el Plan Sexenal." A pesr de ello, la CTM. la principal progenitors de tho pln comin respaldanda al anata isn hacnde eco de 8 soporieossofismas ‘As pues, Avila Camacho tenia algo ue offecer a todo el mundo y apoyaba 2s dea CTM ya os esters aot aad os capitalists is que en el caso de Cardenas seis aos antes, habia aq un aractivo totalmente popu- lista ene cual tas diferencias de credo y de clase socal quedaban inmersas en ‘na glatinosaunidad nacional. Las cicuastancias de 1940 eran propicias y lacs ‘emg dio buenos resultados, hasta ceno punto. La burgueta de Monterey hizo ‘pucstas compensators. conforme al procedimient cisco de lo grandes em resaros respond positivamente ala propvestas de Avila Camacho, lo cual le ‘roporcion ceria infueniaenel seno del partido ofl pero también alr. ind a su principal rival etic, el PAN (y quid también ala UNS) El PAN vi ‘i momentos de angusta tratando de deci si debi espaldar ala oposcin 9 como probablemente preferan sus amas de Monterey — adoptas una attud nis prudent y absteners. Finalmente pai resolv apoyar ala oposcin de forma muy condicional lo cul epresentaba lo peor de ambas opciones Lo dees inugustas ambi oem vel al vento rechaan 2 Al ‘maziny, persuaddos por Alemn, recomendafn la absencon: una prveba mds de a cent dvson ene alos yun segs alee que I eon ‘el ider poplsta Salvador Abascal en 1941 acentu Los utubcos del PAN y de la UNS divdieron todavia més a una oposiién 4a diviida La plétora de parudos, grupos y posiblescandidatos conservadores aba tesimonio de a ampli de lo sentimienos con el gobierno per tm. Std, pp 155-586. ‘7. Rees Cad de México, 9 de febrero de 1940, FO 371728217, AGS 58. Medina, Del cndentomd a aviacamechimo. pe. 8295 LA ULTIMA FASE DE LA REVOLLICION: CARDENAS aon sie difletaba la coperacin conta epeigo comin. El PAN y la UNS —el be iteletual ye! misclo poplar ela ees cle bron manips ‘Sony marinados Owos grupos servi os ineresespesonalisas de caudilos (eds el Freme Constitstonal Democrico Menicano (FCDM) apoyaba Spe oparnitay optmte gener Rafe Sancher Tapia; el PRAC, co aan por ws eles cals cmo Manel Pte Trevi, espa a Ama eter ceano ta canidatra de exe enpe at mal (su imagen de super 1 Fe oleto de ua epoca pecriana ya peiiada oer inguna ada 32 eMenicas par el agresio manifiso con que abi su campata), el FRAC ede mala areas tasladar apoyo al principal consincams, Amazin. Berges foe Amazin, respaado por una coalcion vaipina, quien se eigié Teen pimp advro de Ala Camacho. Dotado de experencia pot, 3 i caelaba wea foruna Je cinco millones de peso) ¥ mis Iso que Minar bia demosrado poser oun alone noble para el engao yas eas» ‘arane s aceldetada nyc evluclonara, yea demastoo as para septa Cel en 193), latin posi extesos nse en Nuevo Leon Seestota su mando military Jone grab de buenas felaciones cone grupo la rebelin tenfa que ser un asunto profesional y no una quijtesca epeticién de 1910: el régimen del PRM no era el ‘égimen de Porfio, Sobre todo, el descontent politico no entrafaba compromiso ‘revolucionario. Mucha gente dela derecka (sobre todo el grupo de Monterrey) ‘se do por satisfecha con asestarle un sopapo en las narices al regimen. para que fen lo sucesivo fuera més prudente, De igual modo, los sindicatos industrials, a flinear con Almazin, no se comprometieron mis con la rebelin armada que con populism conservador, aunque se conviteron en blanco de Ia administraciGn tntrante, que no olvid6 su deserein. AS{ pues, més que una revolucién manque. 1940 fue un réquiem por etcardenismo:revel6 que las esperanzas de una suce- sin democriiea eran susoras; que el respaldo electoral del régimen tenfa que Fa- bricarse;y que las reformas cardenistas, si bien creaban ciertas cliemelas leales {algunas eran leales por conviecidn; otras por cooplacin), también habian dado ‘origen a adversaros formidables que ahora esperaban pasar a la olensiva Avila Camacho se presents candidato la presidencia recaleando ta conc liaciény la unidad nacional, y echazando el comunismo y la lucha de clases.” ‘Yast continus después de 1940, con la retérica reforzada por el trauma electo- v 6. Gonale, Los das de reside Cérdena, pp 902-30: El Universal 8 jlo de Sai; Rees, Cadbd de Mexia 2 de jude 1940, FO 37V/24217, A2619 y anes, ‘5. Medin, Meloy pro poic, p22 166. Reet Cada de México, 9 e febrero de 1940, FO 37124217, AISA {67 Davidson Cladad ce México, 9 ge enero de 1940, FO S7724217, AIO: Prewett Reportage om Mexico pp 919 221 i | | 1 ral de aguel afto. por la ereciente panicipacién de México en la guera y por la ‘Uependencia econémica y militar de Estados Unidos fomentada por la contenda, El presidente cabalero» hizo lamamientossistemiticos ala Unidad con el fin {e producir,exportar e industilizar el pais ai como olrcer resistencia a fas ‘ism, [a inflacion y el comunismo, Durane este proceso gran parte dela de- ‘cha disidente de 1940 se incorpors a la politica oficial (aunque no colonizara al PRM, acept las rela del juego, come también las aceptaron los lderes del PAN e incluso los de la UNS). La izguierd mientras tanto, se encontraba ha- ciendo de instrumento —o de vietima—en lugar de dirigi la politica. No pudo © no quiso detener el movimiento hacia la derecha que la retrica del consenso isimulaba: el decive dela forma agraria, la limitacion del contol obreo, un nfasisrenovado en la empresa privada y Ia agricultura comercial, el crecimen- {io dinamico de las inversiones privadas y extranjeras(y de los beneficios a cos ta de los salarios), el acuerdo con la Igesiay la eliminacin de la educacién socialist El acereamiento a Estados Unidos ya estaba en marcha cuando Avila Cama- ho subié al poder. Los acontecimientos de 1941-1942, que motivason la entra- dda en guerra tanto de Estados Unidos como de México, srvieron para acelerar festa tendencia. A raz del atague contra Pearl Harbor. México romp sus rola- ‘News por Estados Unidos. que consdraban gue la pacipacion mexicana Sha ecntajsa con respect al yesto de América Latina las futurasrelcines vcxiano otemrianas, Por consiguee, se selecioné una escadil de (Boras aceasta fos mero 201, despus eso prepara, la Civil ene de Pato, adonde eg sta para combat en la primavera “Teg un gst simboic importante y forunato desde el pnt de vist det eon gest mbit F el pont de vista lem nenque paricipron slo cureia ocho Jucines nes, todas elas ‘Sena: por profesor as decaf a cuesion del evo rt (Stone revel else qo abate el compromiso ofa con I era ee Terent ol host popular Nose envaon elt al fet, pero 2a noveacs a sugun anuipata Que despetaba el servicio mar. el proble- snow compl cundo cadence mexicans gus resin nore dea ont [Yaron maces a Seven el telo de Eados Unidos. (Condonads po un

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