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Radheas y ibs peal Educacién sexual infantil / juvenil e trata de un tema com: Plejo que no se agota en ¢l andlisis desde una sola perspectiva, Le compete en primer lugar a la familia y en segundo lugar a las instituciones socializadoras de segundo orden, como la escusla y otras organi zaciones de la sociedad civil como clubes, my stituciones £ de recreacién, iglesias y, en general, todos aquellos luga res donde se retinen personas periédicamente @ realizar tareas comunes, En todas esté presente la sexualidad, porque una dimensién de lo humano y, Maxrua Weiss* por accién 0 por omisién, todas transmiten contenidos referidos a la | sexualidad. Pero no son las dnicas. Hay todo un rango de informacion y vivencias que ppodriamos llamar no formales -como las que proven los medios masivos de comunicacién o las charlas y juegos de los amigos. Esos conteni: dos podrian clasificar se en informativos y formativos. Y en ambos casos Hlegan al no por diversas via. El sexo es un hecho inicialmente biol6gico, pero la sexualidad, ha corse varén, hacerse mujer, es un proceso que se cons: truye a fo largo de la vida y en el que inciden tanto las experiencias familiares como las que brinda el medio éPorqué educacién sexual en la escuela? Hay autores, como Juan Peralta, que hhablan de escenarios (procesos de interaccién en context) en donde se espliega la sexualidad de las perso: ‘as y propanen analizarlos desde dos ejes: el de las derechos huma hos y el de las emociones. El prime: oes de orden social y el segundo individual, La escuela es uno de esos escena: rios donde se va desplegando el pro: cces0 de crecimiento que incluye la sexuacién de un nifio y, por lo tanto, rho puede permanecer ajena a él, pues lo que se haga o se deje de ha. cer en ella tendré algdin tipo de efec: toen dl Se trata de acompafiar su proceso, no de dirigirlo, Las experiencias sexuales de fas per: sonas adquieren un sentido u otro egtin los sistemas de roles y vinew- los, © sea, la trama social en la que ‘curren, segéin los recuerdos, mitos yy ereencias que traemos de nuestra experiencia pasada y segin cémo cconsideremos que esas experiencias de la sexualidad se integran a nues. tro proyecto de vida, Esto esta presente como telén de fondo en las actitudes que esume cada adulto en la escuela, ya sea para brindar informacién precisa, a > 65 pertinente y actualizada 0 para re solver “episodios disonantes” que suelen darse en el transcurso de la ‘actividad escolar y que, si no est prevista una linea de accién para su abordaje en el marco del proyecto institucional, probablemente sean resueltos segin el propio sistema de creencias y valores que cada persona posee, sin la garantia de que se esté trabajando en una linea de respeto Por los derechos humanos y de cui dado en el plano emociotal Los escenarios de la sexualidad son ‘iiltiples y variados y esa variedad es resultado de la complejidad de factores personales y sociales y tam: bién de las circunstancias y oportu: ridades que la vida nos presenta o no nos presenta, El modo de vivir la sexualidad puede ‘ser ocasién de alegria, placer y sen- timientos de autorrealizacién, pero puede también ser causa de dolor y ito y tener costos sanita rins y sociales muy graves, Todo ‘esto es posible en la politacética y compleja sexualidad humana, sutri $e trata de la construccién de actitu- des hacia la vida, hacia el cuerpo y hacia las relaciones afectivas con el resto de las personas. Por lo tanto, tiene que ver con los sistemas de creencias y valores que gufan las acciones de las personas y también on la mayor 0 tenor cantided y ca- ided de informacion que se pose 66 « Queda claro, entonces, que no es un ‘tema *sanitario’, aunque los profe: sionales de la salud tienen bastante informacién para aportar. Pero tam. bién tienen elementos para aportar la antropologia, Ia sociologta, las ciencias de la educacién. Se trata de la construccién de actitu des hacia la vida, hacia el cuerpo y hacia las relaciones afectivas con el resto de las personas, Por lo tanto, tiene que ver con los sistemas de ereencias y valores que guian las ac- ciones de las personas y también on la mayor 0 menor cantidad y ca- lidad de informacién que se posea. La diferencia quizas esta en cugndo y cémo se brinda esa informacién a los nifios segin la capacidad de su Procesamiento que poseen, de acu: eto con st desarrollo gsiecseNia, Una cosa es reconocer la necesidad de trabajar estos aspectos desde la escuela y otra muy distinta es encon- {rar una forma cuidadosa y razona- ble de hacerlo, tratandu uy no gene- Tar efectos no deseados y de ayudar ® construir formas més cuidadosas de vivir. C6mo hacerlo? Luis Parrilla, que dirigié durante 30 afios la experiencia més antigua de educacién sexual sistematica que hhubo en la Argentina desde jardin de Ensayos y Expentencias N* 38 Infantes hasta 7° grado, sefala, en su Manual de educacién sexual para docentes, que, a lo largo de la infan- cia, hay tres Intereses que estén siempre presentes, aunque con ma- yor énfasis en una etapa que en otra, y éstos son: 4 Interés por el cuerpo -hasta los 5/6 aos 4 Interés por los roles sociales (que incluyen los sexuales) -entre los | INO aos. 4 Interés por la trascendencia (en el sentido de continuidad de la histo Tia, del dejar huella de sf del acto sexual -11/ 14 aftos-. Las preguntas sobre coi ‘0, embarazo y parto en 1 lardin dp ictanten sie, ‘nen como eje al propio nifio, esté averiguando sobre su historia, de donde viene él, en cambio ias + ‘mas preguntas a los 11, 12 tan vinculadas con su proy como persona que maduraré protagonista de esa historia. Es muy importante tener estos aspectos, tanto ala disponerse a desarrollar un ma sistemético de educat fen una escuela como al elaborar una modalidad de de las situaciones que af a tuna resolucién concreta y en el mo- mento apropiado. La falta de informacién produce an- gustia y puede generar comporta: rmientos de riesgo, pero el exceso de informacién, sobre todo cuando no hay posibilidad de procesarla, pro: ‘duce un caos que puede tener los rmismos efectos. GR Es por eso que otro au tor argentino, Rolando Martifé, recornienda cevaluar las acciones que se realizan, no tan. to por las intenciones ‘con que fueron pensadas sino por los efectos que producen. En esta linea de pensamiento quizés rno padamos decir con exactitud “qué hay que hacer" (ello dependeré fuertemente de los objetivos que se plantee la institucion educativa con ‘estos proyectos), pero si podemos decir que hay dos o tres cosas que inv conviene hacer on la tarea peda: ‘26eica de educaci sexual No conwiene: « responder sin repreguntar para tubicar la pregunta en el contexto adecuado; «responder desde el propio sistema de creencias y valores (y no desde lo que se haya consensuado como proyecto institucional); a oe es nit, esté verieando sobre su historia, de viene ton cambio, las mis- 11, 12 affos es- ««juzgar apresuradamente una acti tud, déndole un valor negativo; « considerar “enemigo” al que no piensa igual; ‘sno incorporar a los padres en el proceso, Esta es una época en la que la diver: sidad se manifiesta en todos los 6 denes y, por eso, la escuela deberia intentar ser respetuosa del principio de no exclusion. El gran desatfo estriba en cémo _awuinpaftemos el proceso de sexu ‘ci6n de nuestros chicos, en un mbi- to de respeto por las diferencias y de afirmacién del propio sistema de creencias y valores, sin dafiarnos ni producir dato. No hay duda de que los docentes, para poder cumplir con su funcién de “acompariantes” del proceso de sexuacién de sus alumnos y para desempefiar con coherencia su rol poseps nos oN s8< ‘ pedagbaico respecto de los conten: dos curriculares pertnentes, requ ren cierto tipo y calidad de informa cin confable acerca de estos te mas. Pero para que esa informacién se incluya en un contexto que la vuelva significatva, es neceserio también que se dispongan a trabejar aspects de la salud institucional Para ello se hace necesario poner al alcance de los docentes materiales que les permitan reflexionar sobre ef rmismos (si lo desean) y los ayuden a elaborar propuestas destinadas, por un lado, @ generar aprendizajes es pecificos respecto de le sexualidad humana y, por atro, a generar apren: dizajes mas globales, que organicen la experiencia escolar de un modo que la transforme en un escenario mas saludable para todos los Involucrados en ella, Como un aporte en ese sentido, in cluimos la siguiente lista de biblio: gratia que creemos puede constituir Lune importante “vallja de recursos para la accién conereta”: Peralta, Juan, Los escenario dls (hacia ‘canevetin duns atin, Buenos Nes, (a tie, 1990. Weis, Marta, Greco, Mra Bat, Chane ebro mesa sessed (on fess ceo, Buenos os, Toa, 1995, Mari, Rolando, Eula oy hacia na cults de ‘aida, Buen fies, Goma, 1837 Dna, Femanda, Ea pas que 0 sn hires, Bustos Aes, Bon, 1398, Martin, Rolando, .Qv8 hacen con a chicos? {avescién cone. Un programs pars acts, Buenos Ries, Bonu, 1598, Martins, Rolando (aes) y oles, gras SER THUMANO, sve de pusteatoneselaboradas or un eouipo praeionl, Banos Aires, ‘rogue, 198, Sehendt, , La ecu d s nil um proyecto ‘tua, aly coms), Buenos Aes, tte Novecades toveaas, 1997 * Profesra Espedaista en Fermaclon de ormacares ene rn Ge slusyacucel6n, CCogntiara oven ant Eaubo de Salud de {a Ex Essa de capaciacisn Doce des Muntcpaidad de Buenos Aes (octal CEPAS Gola Secretaria de Eaucacen es Galemo de {i Cade) dltando Cursos de Eaueston sal para docentes y aesorando en Proc {os Insttuconles ea misma temlten. ae Sara de Equpos de Salud ae los spies, les Serta Tena y Naru Lonee vweissmartna@hntmal.com usr: ot de Cacia Pastors

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