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Isaac Deutscher El maoismo a y la Revolucion oa Cultural China clonal iz) Serie popular E uae ‘EL MAOISMO: : SUS ORIGENES, ANTECEDENTES Y PERSPECTIVAS ‘Titulo onginal: Maoiom ite Origin end Outlook ‘The Chinese Culture! Revolution © Mis. Temara Deutscher cfo Robert Hatben. Londres ‘Traduecién: José Luis Gonsdlez Primera edicén en espafol: 1971 Segunda edicién en espafil: 1975 Doroch ' | t OTs eden eee Avena 102, México 13,'D. Fr “ Impresoy hecho en México = Printed and Made in Mexico {Qué representa el maoismo? ;Qué representa como ide politics y como corriente en él comunisino contemporé- neo? La necesidad de dilucidar estas cuestiones se ha hecho tanto mas urgente en la medida en que el maoismo compite ahiora abiertamente con otras escuelas de pensar ‘mento comunista por el reconocimiento internacional. Con todo, antes de entrar en esta competencia el maois- mo habia existido como una corriente, y luego como la tendencia dominante, del comunismo chino durante trein- tao treinta y cinco afios. Fue bajo su bandera que las principales fuerzas de la Revolucion China libraron la guerra civil més prolongada en Iz historia moderna y alcanzaron la victoria en 1949, abriendo la brecha indivi dual mis grande en el capitalismo mundial desde la Revolucion de Octubre y liberando a la Unién Soviética del aislamiento. No cabe sorprenderse, pues, de que el ‘maoismo avance por fin politicamente més alli de sus Fronteras nacionales y reclame atencién mundial para sus ideas. Lo que results sorprendente es que no lo haya hecho antes y que durante tanto tiempo haya permaneci- do encerrado en los confines de su experiencia nacional EJ maoismo presenta, en este aspecto, un marcado contraste con el leninismo. Este también existié, en un principia, como une escuela de pensamiento puramente rust, pero no por mucho tiempo. En 1915, después del colapso de le Segunda Internacional, Lenin era ya la figura central en el movimiento 2 favor de la Tercera Internacional, sv iniciador e inspirador. EI boichevismo, como facciGn del Partido Social-Demé- rata Obrero Ruse no tenia entonces mucho més de una década de edad, Antes de eso los bolcheviques, al igual que otros. socialistas rusos, habjan vivido intensamente todos los problemas del marxismo internacional, habian 9 atiorbido todas sus experiencia, habian partiipad en fodas sus controveris.y_se abian sentido ligados al (nism por indesttinesInzos de slidaridad intelectual, inoral y politica) EL maoisuo fue, desde el principio, el igual dl bolchessmo en siteidad y dinamismo revolvlo- hatios, pero. se. dstinguid de este por cleta relatva fsttechet de hotzontesy por una falts de contacto Gitecto con los acontecmentoscriticas en el marxisma ontemporineo, Vacilamos al decir, pero es cierto que In Revolucién Chins, que en sus aleances es la més grande de todas las revoluciones en la historia, fue encabeeada por el partido revolacionaia de mentaldad mis provinca ha e “insular” Esta para pone de rfove, de manera especial, la forza inherente olucion ANNE, Qué explicacion tiene tadoja’ Un_historiador observa, antes que nada, 1a total alsencia de cualquier inllusncia socilistarmaaista en China con snterioidad 1917.! Desde mediados del siglo XIX, a partir de las fueras dl opio y la rebeiin de Taiping, pasando por fs Insumecsion de los boxes, hasta et derocamiento de I dinastia mancha en 1911, China habia sido un heridero dk antinnpeiliamo y rebeiGn apraia; pero los movimien- fos yl sciedades secrets que perticiparon en. 1s levantamientos y reveltas fueron todos ellos de cariter tradicional se fundaban en antigis cults religionos. Ni figura et lieralismo y el raicaimo burgueses penetrs ron la Gran Murali hasta comienzos dl siglo actal: Sun YYaesen formul6 su programa republicno apenssen 1905 Para ese enfonces el moviiento.obrero japonés, cuyo famoso.portavor en la Intemacional Social. fue. Sen Katayama, heb abrazado oficialmente el marxismo. En Risia, a invasion de las ideas socialite gecidentales 1 La primera traducciGn ching del Monifiewo Comuniser sp ig en 1920. Fue entonces cuando Muo, a los 27 aos de edad, ley6 el Maniiewo por primera vez. Todavia el ao antetior participé en un peregsngje a la tumba de Confue ‘aunque no era creyente 10 habia comenzado a mediados del siglo XIX; y a partir de entonces el marxismo habia dominado las mentes de todos fos revolucionarios, tanto populistas como socialde- méeratas, Como dijo Lonin, el bolchevismo se alzé sobre Jos hombros de muchas. generaciones de revolucionsarios rusos que habian respirado ol aire de la filosofia y el socilismo eprope0s. El comunisme chino no tuvo tales smtepasadosLa exteoetura arcaica de la sociedad china y Ja autosuficiencis profundamente arraigada de su tradicion cultural fyeron impermeables & los fermentos ideolégicos europeos, )EI imperialismo occidental logrd socavat esa estructura y esa tradicién, pero fue incapaz de fecundar la rmentalidad china con ninguna idea liberadora, Sélo_la explosion revoluciona ecina_pero remota secudi6 a la inmenss nacion para sacatla_ de gu inerca. El ik hooniro una via de ingreso en China a través de Rusia. La enorme rapider con que to hizo después de 1917, y la firmeza con que entonces echo raices en suclo chino, constituyen la idustracion mas estupenda de la “ley de desarrollo combinado": aqui vemos a ia mas arcaica de Jas naciones absorber la mas moderna de las doctrinas revolucionarigs, Ia. tltima palabra en revolucion, y tradw cirla en accibn. Falto de antepasados marxistas de cual 4quier tipo, el comunismo chino desciende directamente del bolchevismo. Mao se alza sobre los hombros de Lenin? El hecho de que el marxismo haya Hegado a China ten tarde y en la forma del bolchevismo fue el resultado de dos factores: Ia primera Gueera Mundial, que puso de 2 Aqof podria establocerse un pacleismo cntie ta suerte gorda por el marsismo y Ia revolucign en Europa y Asia Asi como fn Europa el marximo geri al principio en b Alemania indastial, tambn pimeros seguidosst umerosor’ en. el Japdn industrial prusia del Lejno. Oriente". Pero en ninguno de estos dos paises “avanzados™ fue el marsiemo mis ali de la propaganda ¥ la agitacion. En ambos. continentes cocrespondié. alas grandes naciones “atrasadae™ Hover a cabo Ia tevoluclon, n manifiesto y agrevé al maximo las contradicciones inter ras del imperialismo occidental, lo desprestigio 2 los ojos, del oriente, intensificd los fermentos sociopoliticos en China, “maduré” 2 China para Ia revolucién y la hizo extraordinariamente receptiva para las ideas revolucions: Flas; en tanto que el leninismo, con su énfasis original y Faigoroso en el antimperialismo y el problema agrario, dio al marxismo, por primera vez en la historia, una pertinen- cia directa y urgente respecto a las necesidades y los empefios de los pueblos coloniales y_semicoloniales. En cierto sentido, China tuvo que “saltar” la fase prebolche- vigue del marxismo pars poder responder de alguna manera al marxismo. Con todo, el impacto del leninismo puro en China fue muy breve. Duré solo los primeros aflos de la década de los 20 hasta el comienzo de fe revolucién “nacional” en 1925, Solo una pequefia élite de 1a jntelectualidad radical se familiarizd con el programa del leninismo y lo adopt6. (En el Congreso Constituyente del Partido Comunista Ghino en 1921 sélo estuvieron presentes 21 delegados Mao Tse-tung fue uno de ellos que representaban una ‘matrigula total de cincuenta y siete miembros. En el IL Congteso, efectuado el siguiente afio, el mismo nimero apostélico de delegados se refirié a una mateicula de 123 miembros. Los miembros del partido en toda China no ppasaban de 900 a comienzos de 1925, poco antes de que fos comunistas se hallaran a la cabeza de millones de insurgentes.)* En estos primeros circulos de propaganda eomunista dejaron una fuerte impresion las ideas basicas el leninismo, Pese 2 todo lo que hizo posteriormente Ia Comintern stalinizada para confundir la mentalidad del ‘comunismo chino, el germen del leninismo sobrevivid, creci6 y se transformé en el maoismo. El leninismo oftecid a sus adeptos chinos unas cuantas 3 Ho Kanshih, A Hiory of the Modem Chinese Revolution Pekin, 1959, pp. 40, 45,63 y 84 12 verdades grandes y sencillas més bien que una estrategia claramente definida o férmulas ticticas precisas. Les ense- que China sélo podria lograr su emancipacién a través de Ia revolucién desde abajo, por Ia cusl debian trabajar tan infatigable, indomable y esperanzadamonte como he- bian trabajado fos bolcheviques por su revolucién; que debian desconiiar de todo reformismo burgués y abando- nar toda esperanza de acomodo con cualquiera de las Potencias que mantenian subyugada a China; que contra ‘esas potencias debian hacer causa connin con los elemen- tos patridticos de la burguesia china, pero que debian desconfiar de todo sliado burgués provisional y esperar su traicién en cualquier momento; que el comunismo chino debia buscar apoyo en las masas desamparadas del campe- sinado y apoyarlas a su vez inquebrantablemente en sus luchas contra los, caudillos militares, los terratenientes y Jos prestamistasy@que la pequetia clase obrera urbana de China era la tinicd fuerza consecuentemente revolucionaria y potencialmente mas dinémica de la sociedad, Ia tnica fuerza capaz de ejercer la direceién (la “hegemonia”) en Ja Icha de Ia nacidn por su_emancipacién; que la revolucion “democritico-burguess” china era parte de una revolucién “ininterrumpida” 0 “permanente”, parte de una transformacién revolucionaria global en la que el socialismo estaba destinado 2 derrotar al imperialismo, el capitalismo, el feudalismo y toda forma de sociedad ‘oriental areaica; que os pueblos oprimidos de oriente debian contar con la solidaridad de Is Union Soviética y de las clases trabajadoras occidentales; que el partido ‘comunista, actusndo como la vanguardia del movimiento, nunca debia perder contacto con ta masa de obreros ¥ campesinos, sino ir siempre por delante de ellas; y, por iltimo$ que debian preservar celosamente la total indepen- dencia’ del partido en cuanto a la lines politica y Ia 41 Il Congreso de Ix Internacional Comunista, en 1920, se ‘ocupé especialmente de Tos problemas de fos pales cotoniates 13 Sedo les emis partidos. Esa eran ants de eal organizacion respecto det So orrente. especial 08 “eames Hee pone algunas dels ics ae ano tte ter omange en su conformacion politics mncierne, éstos fueron todavia Fue solo durante la revolu- (6 a anunciarse; y solo Jet principal inprador de es ¥, semleloine, Lor ge aun. Vous Latin, Obrs (3 Tos mslacones ecbre rus), Mosel, 1936, vo. 42 4 ttt | ee " Las siguientes influencias formativas fueron la revolucién misma y la traumitica conmocion de sv derrets Las star de 1925-27 produjeron la erpcion de todar lar contradic Giones nacionales ¢ internacionales que habfan deaarado 2 China y Ia erupcin fue asombrost por Io aibitaspor 90 Tagnitud y's fuera, Todas ls lass sviales "todos las potencias afectadas~ se comportaron como lo hibia predicho el leninstmo, Peo el rasgo mis tobrealente ae los acontecimientos un rasgo que no habvia de poner lt Siguiente Revolucion China y que, en comecusnsie, so otvide-o se ignora con frecuencia” fue la sewlactn, de extrordinario.diaamismo. pol a pequeia clase brent de China Los pritpals cotton de eeorlactee eStuvieron Tocalizados en las ciudades industriales y co roeriles de las costs. dl pais, especialmente Cangon 9 Shangai. Las organicacones ins actives fueron los sndica tes (que se habian convertido, casi de la ‘noche ‘le mafana, en un grin movimiento. de mesis), Hucgis generals, enormes manifestacionescalleeras¢insurecce es obrerat fueron los acontecimientos principales y los Puntos eritioos de la revolucion mientns eet fue ee tscenso. [a conmociGn apraria en el tasfondo, generalicn day profunds, to oh “imucho més i 5 Mao da ta clfra de dos miiones de obreros industiles chines, fempleados en empresas en gran excala. Habia alrededor de dice millones de coolies, rkshas, ote. Mao Tse tung, Jsbranmye roizvedeniya. Mosc, 1952, vo. I, pp. 2425. Mao explica el papel décisvo de los obrerot en la rovol ign en razén de sw aio grado de concentracon en las grandes fries, ws condiciones. de extrsoidinania opresion y" at ‘excepcional militancis. Rusia no tenin mis de tes millones de ‘obreros empleados en la Industria moderna en st momento de ba revolucion, y Trotsky explien su papel decivo mas 0 menos en Tos mismes tGemninos progujo en forma dispersa sobre areas inmensas y su desarrollo fue desigual en tempo e intensidad. Dio a la accién del proletariado urbano una resonancia en escala nacional, pero no pudo afectar los acontecimientos tan directa y draméticamonte como aquella accién. No hay peligro de exageracion al afirmar que en 1925-27 la clase fobrera de China dospleg6 la. misma energia, iniciativa politica y capacidad de direcci6n que los obreros de Rusia fen 1905, Para China, gsos afios fueron lo que para Rusia Jos de 1905 y 1906°in ensayo general de ta tevolucion, con Ta diferencia, sin embargo, de que en China el partido de la revolucién extrajo del ensayo conclusiones muy diferentes de las que se habian exttafdo en Rus) Este hecho, en combinacin con otros factores objetivos, que examinaremos més adelante, hubo de reflejarse en. las diferencias entre los alineamientos sociopoliticos en fa China de 1949 y la Rusia de 1917. En el momento del “ensayo” chino, el Mosed oficial reaccionaba ya contra sus propias grandes esperanzas y las sspiraciones revohicionarias intemacionales de la era de Lenin: acababa de proclamar el “socialismo en un solo pais” como su doctsina. La faccion stalinista y Ia bujar: nista, que atin compartian el poder, vieron con escepticis: ‘mo las posibilidades dol comunismo chino, se dejaron ganar por el temor & las “complicaciones” internacionales ¥ decidiexon moverse en terreno seguro. Para no desafiar a las potencias occidentales ni antagonizar 2 le burguesia china, Stalin y Bujarin reconocieron al Kuomintang como cl jefe Iegitimo de la revolucién, cultivaron 1a “amistad” de Chiang Kaishek, proclamaron Ia necesidad de un “bloque de cuatro clases” ea China y le ordenaron al partido comunista que ingresara en el Kuomintang y se sometiera a su orientacién y disciplina, Ideologieamente, esta politica se justificabs sobre Is base de que la Revolucion China era de caricter burgués y debia ser rmantenida dentro ée fos limites de una revolucién burgue- sa. La dictadura del proletariado no estab, por lo tanto, 16 seat cen la orden del dia: slo una “dictadura democrética de Jos obreros y campesinos”, una consigna vega y contradic- toria que Lenin habia formulado en 1905, cuando ain sostenfa que la Revolucién Rusa slo seria “democriti- co-burguess”” Para seguir esta Linea, los comunistas chinos tenian que rentunciar a easi todos Ios principios que Moseii les habia inewleado muy poco antes. Como partido, tenian que Tenunciar 2 su independencia y libertad de movimientos. Tenion que renunciat, en los hechos si no en las palabras, la aspiracién de direcci6n proletaria y aceptar en lugar e ésta le direccién burguesa. Tenian que confiar en sus aliados burgueses. Para organizar y conservar el “bloque de Jas cuatro clases”, tenian que frenar Ia militancia de los trabajadores urbanos y el espititu de rebeldia del campesinado, que amenazaban constantemente con destruit el bloque. Tenian que abandonar Ia idea de la tevolucién continua (0 permanente), pues tenian gue ““interrumpir” la tevolucién cada vez que ésta tendia a deshordar los ‘margenes de seguridad de un orden burgués, y eso suced; constantemente. Tenian que quebrantar el impulso prole tio socialista del movimiento, o de lo contrario Mosca los \denuneisria como adeptos del trotskismo. El “socialismo en un solo pais”, en la URSS, significaba la imposibilidad del socialismo en China En ese momento el comunismo chino fue vietima tanto de sus propias debilidades como del oportunismo y 1 egoismo nacional de Mosc, Careciendo de una tradi cin marxista propia en la cual apoyarse, dependiendo de Mosci en Jo relativo 2 inspiracion, ideas y los recursos para mantener su actividad, hallindose sobrepasados por acontecimientos de vertiginosa subitaneidad desde la oseu- ‘dad de un pequeiio circulo de propaganda a la jefatura 6 ewe mi desaptin een soem n The Prophet armed op. e38, vray, st pf dewmatoB Barat ise pp SES, 7 ——————— de millones de insurrectos, faltos de experiencia politica y confianca en sf mismos, bombsrdeados por una intermina ble serie de ordenes catexéricas, instrucciones y reconven- ciones de Mosei, sometidos a 12 persuasién, las amenazas y el chantaje por los emisarios de Stalin y de la Comin- tern, desconcertados y confundidos, los precursores del ccomunismo chino cedieron. Habienda aprendido todo sv Jeninismo de Mosed, no podian obligarse a decir, ni siquiera a pensar, que Moseii se equivocaba cuando tos instaba desaprenderto. Aun en las mejores circunstan- cias, les habria sido muy dificil ponerse a la altura de su tarea y habrian necesitado un asesoramiento firme, claro y absolutamente inequivoco. El ssesoramiento que les dio Moscit fue inequivoco sélo en cuanto que los instaba a ser ‘equivocos, a eludir sus responsabilidades y a abdicar. Ellos xno sabian que la Oposicion trotskista estaba desafiando la “Linea General” de Stalin y Bujarin, y que el propio ‘Trotsky se oponia a Ia idea de que el partido chino debia ingreser en el Kuomintang y aceptar sus dictados. (No ‘enian contacto con la Oposicion y Trotsky estaba criti- cando la “amistad” de Stalin y Bujarin con Chiang Kaishek en In intimidad del Polithur6.) Para los chinos, por consiguiente, Stalin y Bujarin hablaban con la vor del bolchevismo en general Fue en ese momento, ef momento de la capitulacion ante el Kuomintang, cuando Mao hizo constar por prime- 1a vez. su disentimicnto. La expresin de ese disentimiento fue sblo indirecta, pero dentro de sus términos fue firme y categérica. En la segunda mitad de 1925 y a principios @e 1926, Mao pasd mucho tiempo en su provincia natal de Hunan, organizando rebeliones campesinas, y participé ‘en las actividades comunistas en Canton y Shangai, repte- sentando al partido en el seno de algunos de lor érganos de direccién del Kuomintang. Su experiencia lo lew a ‘examinar los alineamientos sociale, especialmente la lucha de clases en las regiones curales, en dos ensayes (Las clases de ta sociedad china, escrito en marzo de 1926, y 18 Un estudio sobre el movimiento eampesino en la provincia de Hunan, de marzo de 1927). No intent6 analizar la estructura social de China 2 forido ni eriticar Ia Linea del partido en general; pero hizo su examen en términos que chocaban implicita e inreconciliablemente con cada una de ‘as premisas de la politica del partida y de la Comintern, “No ha habido una sola revolucion en la historia ~escribié en marzo de 1926~, que no haya suftido la Gerrota cuando su partido Ja “condyjo por el camino equivocado. Para sentimos seguros de que no conduciremos la revolucién por el camino equivocado [...] debe. ‘mos tener el cuidado de unir a questros amigos genuinos ¥ de golpear @ nuestros enemigos genuinos [.. J debemos set capaces de distinguir a nuestros genuinos amigos de nuestros genuinos enemigos [...]” Los “genuinos amigos” del proletariado revolucionario eran los campesinos pobres ¥ los elementos semiproletarios en las aldeas; los “genui- hnos enemigos” eran fos terratenientes, los’ campesinos ricos, la burguesia, el ala derecha del Kuomintang. Mao caracterizd el comportamiento. de todas estas clases y ‘gtupos con tal falta absoluta de ilusidn y tal claridad y determinacién, que, a la luz de fo que habia dicho, ef “bloque de tas cuatro clases”, el sometimiento del partido al Kuomintang y fa idea de contenet a la revolucion dentro de los limites burgueses, apatecian como otros tantos absurdos suicidas para el partido y para la revolu. ida. Mao no estaba volviendo atin fa mirada de la ciudad al campo, como habria de hacerlo andando el. tiempo, aunque ya respondia con mayor sensibilidad y plenitud ¢ los sentimientos y las acciones de los campesinos que al movimiento odrero. Pero todavia insistia, en buen estilo leninista, en la primacia de tos obreros en la revolucisn: y su énfasis en esto reflejaba la relacién eal entre los obreros y los campesinos en los acontecimientos de aquel pesiodo, Para aquel entonces, sélo los trotskistas y los zinovie- vistas hablaban ain ese lenguaje en a Union Sovistica. 19 Ea Mao era una especie de Jourdain “trotskista”” que no tenfe conciencis de la clase de prosa que usaba.” Su papel en el partido no era lo suficientemente prominente para gue 1a Comintem observara su herejia; pero ya en 1926 Mao estaba en conflicto con el Comité Central chino y con Chen Turhsiu, el jefe indiscutido del partido y antafio guia intelectual y politico del propio Mao. En el Estudio sobre el movimiento campesino de Hunan, escrito poco antes del golpe de Estado de Chiang Kaishek, Mao oxpresé su indignacién contra aquellos citigentes del Kuomintang y aquellos “camaradas dentro del partido comunista”” que trataban de domefar al campesinado y detener Ia revolucién agraria. “Muy obviamente les asest6—, éste es un razonamiento digno de la clase terrateniente (. ..|, un razonamiento contrarrevelucionario, Ni un solo camarada deberia tepetir esta insensatez. Quien sustente concepciones revolucionarias definidas y tonga la oportunidad de pasar en el campo aungue sea un corto tiempo, tendri que regocijarse al ver como los muchos 7 Una comparaciéa entre tos documentos contenidos en Lor problemas de ls Revolucion Ornate Tioiey, os ners 4% Mio cowrespondienis a 192627, pone ae amie ie ompletaideicscion de si opiniones sche estoy puntos Tio Kani op. eit (que ess version ofial mania deta Revol ‘Chin ots inolutananent muster ero ciemplos de esa idemtircacién. As, por employ relate ques Prinapios de 1926 Miso protest contra deci del parte Shine’ de volar en favor det eleciin de Chiang Kaisha Comité Tecutvo det. Kuomintang ¥ de spayas su conde tura al puesto de comanndunte en jefe dela Tareas sna Aliso tienpe, aproximadamente, Troisty preter an Mosc conta In eleeion de Chiang como miembto honerase 4:1 Hecuivo dele Comintem Ff histeiaior maoistacalpa Snicamente a Chen Tu-slu por la polities “oportinsta, fingcndo igiorar awe Chen som de" es manery Sawin Sderes de Moved ¥ que Chiang era el candidat de Stalin st Duesto de comandanto en jle El hecho de que Chiang foert fnimbro: honorario del Eleeutne dey Comintern rmenciona sgulra en ta ork moist 20 i t I millones de campesinos esclavizados estén ajustando euen- tas con sus peores enemigos [...] Todos los camaradas, deberfan comprender que nuestra revolucidn nacional exige una gran transformscién en el campo [...] y todos deberian apoyar esa transformacién. De otra suerte se encontrarin en el campo de la contrarrevolucién.” Esta actitud le costé a Mao su puesto en el Comité Central Habria de tecuperarlo un alo mis tarde, pero Ia vets de radicalismo 0 de “leninismo pristino” sobrevivieta en él, incluso debajo de muchas adiciones posteriores, y le acartearia 1a acusacin de trotskismo, .. treinta 'y seis afios mas tarde, au at Sin embargo, fue en la derrota de a revolucion donde el maoismo tuvo su origen propiamente dicho y de donde adquirid aquellos rasgos que 10 distinguen de todas las demas corrientes en el comunismo. .. y del leninismno. La detrota fue motivo de abundantes eximenes de conciencia entre los comunistas chinos, especialmente después de que se enteraron de la verdad sobre Ia lucha que, en relacion con China, se habia desarrallado en el Politburo ruso. Chen Tushsiu reconoeié en actitud conte- ta que habia orientado exroneamente 2 su partido, pero alego que él mismo ¢y el Comité Central) habian sido mal dorientados por Moseil. Revelando dramaticamente la histo- ria interna de la revolucién, relatando los numerosos actos de presién y chantaje a que Io habia sometido Mosca, reconocié que Trotsky habia tenido le razén en todo momento en lo tocante a China, Por decir eso fue expulsado det partido, calumniado y perseguido tanto por el Kuomintang como por la Comintera® Chen Tu-hsiu y sus escasos amigos, que argumentaban a partir de una B La suerte corrida por Chon Tes —denuneiade vomo “tal ‘dor" por Ia Comintern, encarclado y asesinado por la poicia ‘el Kuomintang fue una tersble advortencia para Mao, quisa 2 partir de entonces evitd cualquier rornpimiento abiert0 con Is ortodoxia.talinata, incluso mientras estavo. en confit won sus sucosivor representantes chinos. Mao nunca estuvo Aispuesto 2 coerer el riesgo de un coaflicto con Stalin y Chang Katshok a la vez. Sa actitud eautelosa y ambigua froate al stalinismo roflsjaba ceria sensacién de debifdad y de Aependencia, on iktime término, respocto det apoyo sovietica ‘que habia lievido a Chen Tuhsiu 2 aceptat lar dictados do alin Bujarin en 1925-27, Pero a diferencia de Chen, Mao, pese a toda su deferencia formal por Stalin, nunce remuncié 2 fs propias opiniones sobre los asuntos exinos mi se dese do ‘0 propio curso de accion n ! noe analogia con la Revolucion Rusa (y aceptaban Ia orienta- cidn de Trotsky), veian por delante un periodo de stancamiente politico, un intervalo entre dos revolucio- hes; y propusieran actuar como habjan actuado los bol cheviques durante el intervalo entre 1907 y 1917: reple- pindose, atrincherandose y resistiendo principalmente en- tre los obreros industriales; reconquistando y creando bastiones en las cludades, que serian los centros més importantes de la siguiente revolucién; combinando el trabajo clandestino con Ja propaganda y la agitacion abjertas; luchando por “demandas parciales”, mejores sala rios y libertades democriticas; presionando en favor de fa uunificacién de China y la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente; apoyando tas luchas del eampesi- nado: aprovechando todos los descontentos contra la dictadura de Chiang Kaishek a fin de ganar fuerzas para Ia siguiente revolucién, que seria por fin la revolueién ininterrampida que Lenin y Trotsky habfan predicade. Esto era, tedricamente cuando menos, una perspective abarcadora y un programa de accion coherente. Lo que la Comintem oftecia a través de sus dirigentes nombrados, Li Lisan y Wang Ming, era una combinacién totalmente ineoherente de oportunismo basico y ticticss ultraizquier sistas, concebida para justificar la politica de 1925-27 y salvar 2 Stalin del desprestigio. Se postul6 la concepcién. de que Ia siguiente revolucion también seria s6lo “demo: critico-burguesa”: coneepcion que podria usarse en el futuro para justificar la reamudacién de una politica favorable al Kuomintang y un nuevo “bloque de las ‘cuatro clases” (Stalin siempre mantuvo esa politica en reserva, incluso durante sus més desenfrenados zigzags ultrsizquierdistas). Mientras tanto la Comintern, negando que la Revolucion China hubiese suftido ninguna derrota, alent6 al partido chino a Mevar a cabo golpes y levantay mientos armados que no tenian posibilidad alguna de éxito. Feta téctica, iniciada con fa insurteccién armada de Cantén en diciembre de 1927, eneajaba en Ia nueva B “Linea General” de la Comintern, que consistfa en un vaticinio de revolucién iaminente’ tanto en el oriente como en al occidente, un llamado 2 la “lucha directa por ti poder”, el rechaz0 de cualquier frente unido socialis tacomunista en Europa, la negativa a defender las liberta des democraticss, consignas sobre el socialfascismo, ete. En Alemania esta politica condujo al desastre de 1933. En China, los levantamientos, golpes y otras aventuras insensatas y condenadas al fracaso desmoralizaron y desor- gimizaron lo que habia quedado del movimiento obrero chino después de Ia dersota de 1927. ‘Todo esto fue ol trasfondo dol nacimiento del maois- mo. Aufique sus historiadores oficiales (y el propio Mao) nunca lo admiten, Mao compartia la opinién de Chen ‘Twhsiu de que la revolucion iba en retirada y el futuro edieto. seria un periodo de calma. Rechazaba las ticticas ultraizquierdistas de la Comintern, que empezaron con ef levantamiento de Canton y terminaton con tes diversas versiones del “Ilsanismo”. Sostenia, sin embargo, fque el comonismo ao tendria 1a oportunidad, durante largo tiempo, de reatrincherarse en lus ciudades y recon- ‘quistar posiciones de fuerza en la clase obrere: asf de Profunds era, a su juicio, a débdcle moral que sigui6 a ls tapitulaciones de 1925-27, Ain no renunciaba a le espe ramiza de que, a Ia larga, el proletariado urbano volveria a levantar cabeza: pero volvia sus ojos completamente hacia 1 campesinado, que no habia dejado de luchar y de alzare en revueltas, Lo que supuestamente era tan sdlo el “geompanamiento” agrario de la revolucién en las ciude- des todavia podia escucharse, resonante y huracanado, después que las ciudades habian sido reducidss al silencio, {Seria posible -se preguntaba Mao— que aquello no fuera tin mero “acompafiamiento™? {Seria posible que las rerueltas de los campesinos no fueran tan s6lo la reseca de la marea revolucionaria en reflujo, sino el comienzo de ‘otra revolucién cuyo teatro principal seria 1a China reral? Un historiador del maoismo puede seguir las suliles ey gradaciones mediante las cuales Mao lleg6 a la respuesta positiva a estas preguntas. Aqui bastard recordar que a Fines de 1927, después de. sa dispata con el Comité Contral, Mao se retro a su Hunan natal; a continuaci6n, después de le derrota del Levantamiento de le Cosechs de O1o%o, se intemd, a la cabeza de pequerios contingentes armados, en Jas montafias de In frontera de Hunan y Kiangsi; y desde alli exhort6 al Comité Central a “sacar al partidor en su conjunto”, sus coarteles generales y sus cuadios, “de las ciudades’al campo”. Las libros de texto oficiales chinos le atribuyen actualmente a Mio haber coneebido ya entonces, en 1927-28, la estrategia de largo flcace que habria de producir la victoria veinte afos més tarde, Los eseritos contemporineos de Mao sugieren que ste, en un principio, pensd en la “retirada al campo” ‘como una medida provisional y posiblemente como un albur, pero no un albus tan desesperado como Tos intentos del partido de llevar nuevamente a los obreros urbanos a 1a accion insurreccional. Mao argument6 una y otra vez que Ja “Base Roja que 61 y Chu Teh habtan establecido cn Tas montafas de Hunan-Kiangsi era s6lo un “refugio provisional” para las fuerzas de It revolucién’ Con todo, esta medida intetina y provisional apuntaba ya a la futura tstrategia maoista, Los jefes del partido, tanto los “opor tonistas” como los “ultraradieales”, rechazaron el consejo de Mao, sosteniendo que equivalia @ un rompimiento con @ Ieninismo, Y, en efecto, ;quién podia imaginarse a Lenin, después de la derrota de 1905, “sacando al patti do" de Petersburgo y Mosoi e internindose, a la cabeza de pequefios contingentes armados, en las agrestes regio= nes’ del Ciuzaso, los Urales 0 Siberia? La tradiciGn rmarxista, en Ja que Ta idea de fa supremacta de la ciudad «n Ja zevolucién moderna ocupaba un lugar central, estaba demasiado arraigada en el socialismo ruso para que ningiin, ‘grupo socialista ruso acometiera semejante aventura, Ni 9 Mao, op. ei, WoL I pp. 994110, 117 ¥ ss Siquiera a les socialrevolucionarios, deseendientes de tos parodniki, populistas y socilistas agrarios, se les ocurrié algo parecido. | i Mao cobré conciencia gradvalmente de las implicaciones de su accion y, al justificar la “retirada de las ciudades”, reconocis cada vez mis explicitamente al campesinado como a Unica fuerza acti de ta revoluei6n, hasta que, «en todo sentido prictico, le volvié Ia espalda a la clase fobrera irbana, Considerd sx nueva “via al sociaismo” como un “fenémeno exclusivamente chino”, posible sélo en un pais que ni era independiente ni estaba gobernado por una sola potencia imperialists, que ere objeto de una intensa rivalidad entre varias potencies, cada una de Jas cuales poxeia su propia zona de influencia, sus “compra ddores” y sus peleles. Esa rivolidad, argumentaba Mao, le hacia imposible 2 China aleanzar 1a integracién nacio- nal; el Kuomintang no seria més capaz de lograrle, y de establecer una administracin nacional cohesive, que los gobiernos anteriores. Chiang Kaishek podia destrur con unos euantos golpes militares fa fuerza concentrada de Tos obreres urbanos, pero no podria hacer Jo mismo con el campesinado, que, hallindose disperso, era menos vulnera- ble al terror blanco y podia continuar Iuchando durante muchos afios. Siempre, por consiguiente, deberian exitir “bolilos” en la China rural donde fas fuerzas de la revolucidn pudieran sobsevivis, eever y ganar Fucrzas. Al renunciar ala posibilidad de un resurgimiento revolucions™ sio en las eiudades, ef maoismo puso su fe en la perma. , nencia de la revolucién agraria Mao supuso, en efecto, un estancamiento de la Icha centro la revolucién urbana derrotada y una contrarrevolu ciGn paraitica, un equilibrio prolongado inestable entre los imperialismos divididos, la impotente burguesia det Kuomintang y ta apitica clase obrera. El estancamiento de la lucha le permitiria al campesinado desplegar sus ener- ‘pias revolucionarias y apoyar a los comunistas y @ sus 27 eee Bases Rojas como islas dispersas de un nuevo régimen, De este supuesto derivé (en 1930) la siguiente amplia genera- lizacién sobre las perspectivas internacionales del comunis- Si bien [...] las fuerzas subjetivas de la Revolucion China son débites en ta ctualidad, también Io son las clases gobernantes reaccionarias y su organizaci6n [. ..] basada en un sistema socioeconémico atrasado e inesta- bie [...] En Europe occidental [. .] las fuerzas subjeti vas de la revolucién tal vez. sean més fuertes en la actuslidad que en China; pero la revolucién no puede imponerse inmediatamente alli porque en Europa las fuerzas de las clases gobernantes reaccionatias son muchas veces mis poderosas que on China [...] La revolucion se desneadenari, indudablemente, ‘mucho ‘antes en China que en Europa occidental. (Cursivas de |. Dye Esta suposicion, tan caracteristica del maoismo, no era del todo original: habia aparecido fugazmente en algunos, de los razonamientos de Lenin. Trotsky, Zinoviev y Stalin vuna década antes.!! Pero Mao hizo de ella la piedra angular de su estrategia ex un momento en que ninguna otra escuela de pensamiento comunista estaba preparada para hacerlo. Retrospectivarente, los acontecimientos lo hhan justificado en forz emplis. Pero si ne juzgamos retrospectivamente la orientacién ¥ [a accién mavistas, sino sobre el fondo historico de los temas afios de la Aéeada de los veinte ¥ los primeros dla de los uteinta, tal vez no parezcan tan impecables come parecen ahora Podria argumentarse que la superceded de las “clases gobernantes reaccionarias” en Europ axcidental no ha bria sido tan abrumadora, ¥ que tal vez incluso se habria 10 Mao, tid, p. 196. Il Véase Te Propher Armed zp. S818 3 The Prophet Outest, p. 6. (Trotks. el proveis armanio, Ed, Fra. Meo. 1970, pp. 416-417. v Tonks. el protic desterado, Ed. Erk, México, 1969, pp. 67-68.] 28 derrumbado, si las Lineas politicas negativas del stalinismo y Ta socialdemocracia (Ia. pasividad frente al nazismo en ascenso y los fraudes de los Frentes Populares) no hubie- sen ayudado a preservarla y fortalecerla. Podria argumen- ‘arse ademas que Ia via maoista de la Revolucién China no fue necesatiamente predeterminada por el alineamiento objetivo de las fuerzas sociales, que la clase obrera china podria haber resurgido politicamente si la Comintern no hhubiese ilapidado irresponsablemente su fuerza y si el partido chino no se hubiese “retirado de Ins ciudades”, abandonando a los obreros, en un momento en que éstos, necesitaban_ su otientacién més que nunca. Como sucede con tanta frecuencia en. la historia, en este caso también los factores objetivos y los subjetivos estin tan mezclados y, entrelazados después de los acontecimientos, que es iniposible separarios y determinar su importancia relativa, Debe observarse, ademés, que el periodo de mediados de Ia década de los treinta fue sumamente critico para al rmaoismo; sus premisas capitales fueron puestas en entsedi cho y casi refutadas por los acontecimientos. En el sur de China, el. éfea a que se habia limitado la accidn de Mao hasta 1935, el campesinado se hallaba completamente agotado™ pot sus muchas revueltas y aplastado por Las expediciones punitivas de Chiang Kaishek. Las Bases Rojas de Hunan y Kiangsi, después de resstr las “campa- figs de exterminio” de Chiang durante varios afies,estaban 4 punto de sucumbir a causa del bloqueo y ef desgast Mao y Chu Teh apenas lograron sacar a los guerilleros de Ja trampa y comenzar la Large Matcha. Asi reconocieron su derrota en aquella parte de China, que habia sido el principal teatro de sus operaciones. Parecia que ia contra rrevolucion, lejos de ser impotente en el campo, habie demostrado su fuerza superior alli y habia ganado una ventaja decisiva. Mientras tanto, los obreros de Shangai y otras ciudades costeras habian lanzado un nuevo desafio y Hlevado 2 cabo huclgas y manifestacionés turbuleritas. Pero, debido a su carencia de una diteccién competente y 29 oo de organizacién, fueron derrotados una y otra vez. Los historiadores maoistas tienden un velo de oscuridad sobre este capitulo del movimiento en Iss ciudades, precisamen- te porque, el mismo plantea Ia interrogante de si esas fuchas de los obreros urbanos, en caso de haber contado con una orientacién efectiva, no habrian abierto una nueva situacién revolucionatia mucho antes de lo que podia hacerse desde el campo.” Era inevitable que et intervalo entre las dos revoluciones no durara diez aftos, como en Rusia, sino més del doble de ese tiempo? :0 tuvo -algo que ver con ello la retirada maoista de las ciudades? Sea cual fuere la verdad —el historiador puede plantear Ia interrogante, pero no dale respuesta, hacia 1935 Ia estrategia maoista estaba al borde del colspso y casi en bancarrota. No recordamos estos hechos aqui con intencién polémica, sino porque ellos conducen a una conclusiéa de cierta pertinencia en relacién con el tera {que nos ocupa, a saber, que el meoismo como estrategia de la revolucion debe si justificacin, en iitima instancia, f-un conjunto de circunstancias extraordinariamente com piejas y en gran medida imprevisibles. En 1935 Mao logré salir lucliando del impasse por medio de la Larga Marcha, que desde entonces ha venido 1 ser la leyenda heroica del comunismo chino. Con todo, al témino de la Larga Marcha, Mao tenia bajo sus Ordenes s610 una décima parte de la fuerza con que contaba antes de la Marcha: 30000 guerrlleros de una fuerza original de 300.000." Lo que salv6 al maoismo y contribuy6 decisivamente a su ulterior evolucién fueron, paste de su propia heroics decision de sobrevivit, dos acontecimientos o series de acontecimientos capitals: la ‘invasion japonesa y la deliberads desindustializacién de ‘yc as regiones costeras de China por el invasot. La conguista 12 tio Kanchih, op. ct, p. 270. H1 autor aisbuye le responsibil dad de estas perdidas dosastrosas ¢ los “ultvazquiordistas” om ‘el partido y ol getite, 30 japonesa intensificé las contradicciones entxe tas potencias imperialistas e interrumpié Ia unificacién de China bajo el Kuomintang, teproducienda asi la impotencia de ta clase gobernante reaccionaria en que Mao habia fundado sus calculos. Bl norte de China se hallaba en erupciéa, y el Kuomintang era incapaz. de afiemar alli su control militar © impedir el surgimiento y la consolidacién de los “‘so- viets” del norte. El maoismo extrsjo nuevas fuerzas de la incapacidad del Kuomintang para lograr Ja independencia de Ia nacién y de su propia lucha pattiético-revohiciona- ria, Sjacobina", contra Japén. Por otra parte, con la sistefntica desindustrilizacion de las regiones costeras de China, la pequefia clase obrera fue expulsada del escena. tio. A medida que los japoneses desmantelaron las plantas industriales en Shangai y otras ciudades, los obreros se dispersaron, se desclasaron o desaparecieron en el cam- po.'? Este hecho le confiere al maoismo una especie de justificacién retcoactiva: De entonces en adelante nadie pudo contar con el surgimiento de una nueva “ola proletaria” en las ciudades. No podia haber esperanza de ‘que los alineamientos clasistas de. 1925-27 reaparecieran en la siguiente revolucidn. El esquema marxistaleninista de Ia lucha de clases se volvié inaplicable a China. Los campesinos eran Ia Gnica fuerza que luchaba por subvertir al antiguo orden; y el partido de Mao concentrd y armé todas sus energias rebeldes. Fus entonces, en los iltimos afios de Ia década de los treinta, cuando Mao formulé finalmente el principio bisico y més original de su estrategia: “La Revolucion China, a diferencia de otras fevolucones, tendrd que ser fevada det campo a la 13 Una desrpcin sumamenteinseustiva de este proceso de ats Stele polcs puede ats tno sonepenioce de isn Tudidu con Trotsky (The Totaly. Archies") etal eo Ths Prophet Oucas, pp, 424424. [Totiy, el projets dextoradey op. cit., pp. 382-383.) - 14 De fo" gue llevamos dicho s desprenée cturmente que 1k - 3 — 32 validez del método revolucionario| manista es necesartsmente Timitata Et propio Mao, en lor primeros tempos de la lucha ferries, sia svbray ar ast: hablaba del “eardcterexcepeio- Flmente chino” de las condiciones en que podia aplinese ‘todo, Sélo en paises primitives, donde & vida politica no hha logrado Ia intogeacion nacional (o donde se ha desintegra- 0) ¥ donde no existe una busgucsia capar de qjercer ts ircceién nacional, pueden los guerrillros que goran det fapoyo det cempesinade Tevar Ts sevalucién del campo a Is hoded; enfances depende de bs “Hzatogia" de los revolucion fon 7 de las conexiones internacionales el que Estos puedan impart un impulko socialists a su revoluciGn. Un aniisis de fos alinemientoe sociales ena Revolucién’ Cubana y I argelina, y en olrot movimizntos afroestiticos, puede revelar fen gue medida y con que sarlaciones se han reproducido © n0 Tas Condiciones “chinss” en csos palses. Los Jefes victoriosos dein movimiento guerileto se inelinan, por supuesto, feclamar para so experiencia tng valider mis general de fa que {herentemente poste. As. por ejemplo, Che Guevara, en su ensayo sobre ls guerra de. guerrilla, recomend fa estrategla festrsta a los revoliclonaries de toda América Latins. Sin fmbargo, en aquellos paises ainoantericanos donde el régimen burguss cuenta con wna base mds ampli, nteprada y central Zada que la que existia en Cubs bajo Batista Ia recomend ‘Gn del Che, en caso. de ser puesta en prdctica, puede fondle a galpes abortados. Tn este punto pademos mencionar, como wa curioidad rotesca, due. tos jefes de la contrarevolucién francesa en Seelia, Tos coroneles de Is OAS, también crataron de “aplicar algunas Ieecouee del maoismo". Meo es indudablemente. une fran autoridad en los aspectosraitares dela guetra de guemilss, pero ef seereio prinipal del éxito de su estate reside en Esttecha combination de fsta con a revolucion agraria, Es Simposile aclcat ss formulas railtares sin su estrategia vial, ‘com han aprendida para su despracia ls jefes de la OAS. al La relacién entre el maoismo y el stalinismo fue ambigua desde el principio. Las motivos que Hevaron al maoismo a adoptar al color protector de Ia ostodoxia stalinista son muy obvics. En los iiltimos affos de la década de los treinta, Mao y sus colegas estaban conscientes del peso de la influencia en los asuntos chinos que el gobierno de Stalin ejerceria como consecuencia de Is segunda Guerra Mundial, y temian que fuera a ejercerla en una forma estrechamente egoisin y tan oportunists como en 1925-21, Conocian su dependencia de 1a buena voluntad, de Moseti, pero estaban resueltos ao pesmitir que Mosci los utiizara a ellos como habia utilizado a Chen Tu-hsiu, i Lisan y Wang Ming. Estaban decididos a impedir otro aborto de Ia Revolucion China. Se entregaron, por consi guiente, 2 un juego sumamente intrincado, siguiendo sv cestrategia independiente sin suscitar la suspicacia y la ira de Stalin, Stalin no puede haber ignorado esto del todo. Sin embargo, fa Comintern ni aprob6 ni condené la estrategia “ac-marxista” y “nodeninista” de Mao. Stalin, no habria tolerado nada parecido a la herejia maoista en ringém partido comunista situado en una esfera de Is politica mundial que l considerara més vital para sus ‘ntereses, Peto el maoismo habia iniciado st carrera en lo que & Stalin Ie parecia una periferia remota; y Mao se comport del mismo modo que se habian comportado algunos herejes en la Iglesia catdlica: desafiando a su ‘obispo o a su cardenal local, pero evitarido cuidadosamen- te cualquier choque con el Papa. Mas tarde, cuando el maoismo se acered mis al centro de la politica china, ya estaba demasiado fuertemente atrincherado ~y sin embar- {g0 segtvia siendo Lo suficientemente sumiso en apariencia~ para hacerle pensar a Stalin que excomulger a Mao era tan arriesgado como innecesario, Stalin no creia, ni siquiera 33 cen fecha tan avanzada como 1948, que los guerrilleros d¢ Mao pudieran alguna vez conquistar a toda China y llevar 4 cabo una revoluci6n; estaba dispuesto a utilizarlas como mesa de regateo 0 como instrumento dé presion contra ‘Chiang Karshek, a quien volvié @ considerer como su ncipal aliado en Asia En la Comintem, los. aftos siguientes a 1935 fueron ‘oira vez un periods’ de “moderacién”, el periodo de los Frentes Populares. Traducida a términos chinos, le polit 4 de Jos Frentes Populares significa el restablecimiento el “bloque de las cuatro clases” y de la “amistad” entre el Kourintang y los comunistas, esta vez en un frente uunido contra

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