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DERECHO A LA VIDA Y EUTANASIA ANGELO PAPACCHINI* ite moral 1 peoreveién del derecito a Ia nereibida embargo, es telativamente reciente el ppor los individues como una tarea prioritaria: al cerca de sui legitimidad y la controversia junidica fin y al cabo la viela constituye la condiciin de acer cee sur despenaliracién o | posibilidad para el elesarrallo de cualquier prc Resumir Ios términos de Ia controversia resulta en extiema dificil, puesto que ene! debate se entr tcl st ir de todos los demas note la posibilidael de ideraciones de caricter moral y k lewehios. A pesar de lo anterior, no es infrecuert= coms peontear resistencias y dudas a la hora de ineluir a la peliciones 1 prineipios religiosos oculturales,teorias 1) la lista de derechos, al tiempo que se presen cas accrea del sentido de la vida y de la ac. Fl todo, enmarcado en-us clin then © beligerante: ss partesenfrentadispawccenmas | nteresidas en delender sus posturasque encompren- fl der has razones del adversano. Lo que anoti Dworkin & acerce: de las campanas pro.o ea contia del aborto jf J) Serius divergenclas en cuanto a la determinacién fe su conenicio ¥ alcance, Los debates acerca del thoste y la eutanasit son na praeta de ello, fi nsayo me proponge cnfrentar unas dh Wiones aids contrevertidas relacionadas con © feieeho a Ja vida: Ja eutnasia. Uno de los temas Wiicos del pensamiento moral de Qecidente es el ‘lictud moral del suicidio, Cucstiunade restita igualmente pertinente: part cl caso cle lz eur ES nsbig: el furor ivonoclusta aniato desplegade en Tas pletas de religion parece ainimar las actuales batallas Jor muchos come ina violici6r dela ley mameal o —€n favor 9 en contra de la eutanasia @ del suicidlio Y lela voluntad diving, ha encontrada defensores ap: istcde. Quienes se oponen 2 la legilizaciéa dela Jy ylos en quienes han visto en él una expresi6n de _eutanasia cansitleran el respeto sempre mis genern~ Bes iver Idimo recurso para evadir una situacién Tigao de la viet como una de los logics nis signili- Nlolerablede deshonre o serrichimbr:, Relatvamente canvas de Ia civilizacion. que hubria que preservar this Feciente es Ja controversit seerea de ly euismasid, frente a evemuuales regresiones a la barbatle: los Wig con los adelantos de la medicna yenespecial —_paricarios de una politica cutanisicn destacan ea ly posibilidad, nunca anes vista, de adelsatar 0 cambio ka estrecha vineulacion del derecho a disponer Pesteigir by muerte, o de tansformara en un steceso ge ty propia vida y de In propia muerte con el sos tnunico, Como hen lo deste D. Gracia 2 edo de Ia ubjedvad 9 de I aulonota an Hahasin_no es un Invent de la madernicad. Sin Fv mnemg peculiar de In Modemidad—y lo consideran “ signilicativa frente a ‘a rendencia erraigada Profesor Posty Fikes y Denichos Rutanos Tniverselad a cetuar como si furse el duehe absolute icons -Lniversidad del Ville de la vida de todo individuo, 13 En. este intentaré Thosirar en qué medida «! valor superior de ti dignidad puede setvir pare justificar, en algunos easos, tin derecho 2 disponer de J propia vida, que se conereta 8 sv vez en el derecho a morir eon dignidiad y 9 decidis acerca de lz modulidad y el tiempo de la pro- pia muerte. If reconocimianto de un derecho de esta naturaicza ehioca con objeciones de cardcter juridlico y etico: si un derecho es Ja conctecion de una aspiracisn mipral que encuentra respaldo ent un sistem: positivo de derecho, imal podriamos elevar 2 Ta catego- rfa de derecho una practic tachat- ds de inmoril y suncionads por fi mayaria dé los cédigos penales como un crimen, Por esto exsondé rgunentos en favor de ls moralidad de formas de suicklio y eutanasia, a partirde un enfoqu maril centraclo en los idesles de dignicad, smitonamia y solidaridad: intentaré mostar que la decisién de seabar con la propia vida y la colaborscién de un reicero para el logro de este objetivo no sesultza eu ddeteesinadas necerarianicate inmporles,. y- que circunstimeias incluso ta cutanasia activa directa, La que despiesia Jay mayores resistencias, puede ser Gefendida de acuerdo con los més eswictos parime- (ros de moralidad, Ofreceré tambicn arguments para In despenalizacion de algunas formas de eutanasin Me he propuesto evar, en lo posible, prejuiclos pactidistas y ese espitity intolerante que ha marcado a imenudo el enfrentamiento idealégico acerca de Ia manera de enfocar las cuestones ligadas con el final de ki vida. Mi desacuerdlo con ciertus pasturas extdli- cs no implica un inespeto por quienes las propus- nan, ni me obliga a compartir de manera actitica Sy ee mmoshrae muchas de las posturas pro cuts asia, menudo igual 0 mas de dogmiiticas ¥en muchos casos daramente incompatibles con los critetins penerales que asumi- Fé eon fest de moralidad ee 1, Los términos del deba- te en laesfera ética. Mis alld de | dimensién estrictamente juridi- a, la demanda de eutanasia en- gendra serios problemas de ea ricter mora. Es moralmente Iegitima que el inclivicduo decicla acabareon suvida?zActtia morale niente el inédics que a solidatidad con el enfermo hasta 1 punto de oltecede los medios pant acabar con su video que actiia de mane directa pan cumplir con la voluntad del paciemte? Las respues- fas.a estas cuestiones de vids y muemte no resultan muda Medes, La primera dificuliad deriva del hecho de que la experiencia nos enffenta con una multiplicidad de formas de eutanasia, impulsadas por los méviles mas diversas a. Una precisacion conceptual La controversia s dificnita por el hecho de que no exis acuerdo Siquiera acerca de su definietén, lo que hice a menuclo. dificil preeisar el sentido de -a polemics y los puntos de desacuerdo, Los autores catdlicas cansideran por Jo gencral la extanasia como algo malo y,sin embargo, aceptan fortis de eutanasia inditecta 0 pasiva, Solo que en este tltine ciso prelicren eviear el témino cutanasia. Por ¢] lado contzario, quienes estin coit- prometidos con Ja reivindicacicn de alguna forma cle curanasia tatan de limitar el uso del término-a los isos en que existe cl consentimiento del paciente, ¥ en los demfs utilizan el término eatee comillas: Pare ellos resulta inapropiado considertr come unefer jlo de wutinasis el programa Hevado a cabo por Hitter; para muchos autores catélicos, por el conteario, ‘el rogmina naai pondria de relieve las consocuencias Hiiestas, pero inchidibles, ce una idea potencialmen- te perversa Se imipone por lo tanto una ackamacién termina Wowles. Lat contioversia antes mereianada supone 1s tendleneli a asumir elementos valoratives en la mist sefiniclén, to que determina de untemno la solucion olreuida en ef plano de la argumentacién mors. Por festoambas posturas sesulian insatisfactorias: ka prime- portale restringe de mancia ambitearia el uso del 1, aplicdndolo exclusivamente a los sderados moralnicnte eveptables; 1a segun- thi porque ye en ‘a delinicién inctuye raygos moral- iuipnie despectivos. 1a que prononga es una detini- Hon genetics y en lo posible: shre de valoraciones Homies. lin cl caso del suicicio, cuxindo lo definimos, Faille el cto por meelio del cual Hh pebiona pone témina « si eAblenca, no entramos a delinis oh oe thitt de una préctiea moral~ Mente ieta, © si es compatible fan) el oidenamiente juridico; 3 Mec fare dirlinir ua problema de csta Hiliralexa es necesaties entrar a evn diferentes modalidactes de suicilio. No veo por qué no pedanios obtener algo parecico 1 |) eutanasia. Ksta es mi pro- joni de definicine ableemos eenianasia ceandoalguienpro © / manera rapide e indolo- qeclin u omision, lea muer te dle otra persona, de acuerdo o os contra de la volbertead de esta favorecer los inter ie fihlima, pan pie Tha ses do lat persona a la que se Ie priv che ta viel 0 intereses ajenos. Se tata de una definicién moralncey te neutral y descriptiva, que responde al uso que se hu venido imponiendo en este ultima sighs, y pensida pert que ef tcrmino puedy sbarear un espectro muy ampiio de posibilidades: desde la prictica de extermt filo nazi hasta les formas cle eutsnasia que acepra, con obo nombre, la igesia cablica La cuestion sclativa a la moralclad de Ie eutanasia entra a jugar en canibio al analizar diferentes formas y modalidacles de conce- bir y llevar a la prictica la eutanasia be Tas variables moratmente significative. BL juiclo moral acerca ck: It eutanasia a mas com plejo que en ef caso del suicilio, en la medida en que inter sienen dos aciores ~el sujeto activa y el pasivn, ¥ se produce una accion tmnsitiva del primero que revierte en 1a muerte del segundo. Esto multiplica las variables en juego: el graclo de conseruimiento y competencia de juicio en el sujeto pasi fa clase de intereses © intenciones que ia pulsan al sujeto active, la forma oe intervencién empleada. para muerte, ete. Desde una perspectiva que ast desencadenar 1 pic lt auttonomfa com atiteriode moralidad, ex obrloque et cari fer voluntario ¢anvolumtario dela eutanasia constituye uno de dlementos mas importantes: para eyalvarla importa estublecer si esta prictica responde a una pe Uiecén conseiente de una persone Compelente, o si per el conirarie se efectiia a espaldas de ella, sin stl oonsentimiente explicito 6 inn ciusp en conta de su volunted. S« neostumbra hablar, per consi rerdlo en los snds | id gaiente, de eutinisis counaria, no voluntare 0 involurtaria: eo tel primer caso el paciente solicita de manera -explicita que se ade- ante su muerte; en e! segundo el individuo que la padece no se encueninien cepucidad cle expre sar sui vowwntad, sea poreue ha pordidy ole manera istemediable una tal capacidad, sea porque carece de geaves ¢ insupernbles deticiencias que le impiden ha- cerlo; y en el ultimo se adelants la anuere dela persona en conira dle su. yoluntad Importante y significative re. sulta también Ia Forma empleada past Heyar a cabo ft culanasia. Se supone que esti prdetica se cartctetlza por producit una unaerte Fpl € indolora. Sin embargo, Jos medos empleados pur- dest variar significativamente: es importante estublecer silt muerte se produce de maners directs o indirect, por acciGn © por omisién. A pesar de qué algunes consideran ielevante la distincién eatre msitar y dejar snorir, crco que nugstras intuiciones morales le siguen reeonociende importancis. Quienes consideran Is dl pace significativa a nivel moral, se fan sobre feren todo en los resultados. Al fin y al cabo, tanto. la imeryencidn activa directa como la emssidn tle cules des: spropiados tienen un igual resulteclo:-en ambos cases el sujew exierno escoge, entre ly nultiplicidad de acciones posibles, aquélla que desencaclena cana resultado final l muerte del paciente, Sin negar que algunas omisiones pueden resultara menuclo igwal cle reprochables que las intervenciones diiectas, creo sin embargo que el nivel de culpabilidad no es el mis: pravocue de manera directa y doliberada la mueste de otto no pasee el mismo grado de esponsabiliad que Ja pasivicked y la remuncia a interferir con una serie ce 16 acontecimientes cayo resultado es la muerte de alguien. En ta muerte provocada de manent 2 tiva el sujeto iniea una serie de aicontecimientas. qe culminan ‘conn la eliminaci6n de otra ser; en celeaso del “dejar mori bio, el sujetose absticne de inter- ferir con una eacerns caval int pulsacla por enfermedad de oues setes humanos primer caso se viold un deber esiricto de no malevoleneia; en el segundo, tn ceber de beneficen- ‘cit y solicaridad, Resultan en fir relevanies tos fines que persi- glen Jos actores que imtervienen en kr eutarasia: promoyer los intereses del paciente (aliviar un dolor, ceviter une vielaindiggna, etc), ointereses distintos (una inpjpr uriizacign de Ins pecnises sanitarins, aeahar een una earge onaroes pari los Fiuniliares, ete.) ©. bos casos controwertides. De acuerda, cot lo anterior, ks yoluntad clel sujeto pasivo de la eutanasia, lr intencién de quien la practica y ka forma de llevaria a cabo, par seci6a ti amnisi6n, constituyen las variables significativas para el jicio mor, De manera mis especilica, desde el lado de a voluntad la cutanas paede ser voluntaria, no. yolumaria jnyoluntara; deste |e pesspeeriva de las ietenciones de quien la pprichica, puede responder a Ios iniereses del sujeco somietide 1 eutanasiu o a iniereses ajenos; ¥ desde Ia perspectiva de la modalidac suede ser pasiva, activa indirect: 0 activa. Gombinando estas. variables es posible esbozar un cuadro amplio de pasibilidades las diferentes moclalidades de cutanasia invohintania pars intereses ajenos o en interés de} paciente; las clases de eutanasia no voluntaria; la cutangsia volun- Wi) pretence maneri directa o indireta, pasivie © netiva, ete oruendo bisicoacerca de su caricier inmoral en otros Jos juicios son objeto de contraversias pi Bn alyinos dle estos casos existe una Wik einpexar, no parecen exitir dudas acoren realizada er Jo tnmoralidad de Ia eutanasia direct Contn de Ia voluntad del paciente y para fines ajenos #0 bionestar! Ei rechazo mena abarest por igusll les fiap clos woddalidlaces de euranasia involunteria ~ac~ Ws lhulinteots y pasiya— reaizaciss para fines ajenas al ileneitar de kt persona eliminaca: nadie persce dis- jiohia a clefendler a tesis sepun ta cual obplivas come Ui fitent racial © el costo social tepresentade por Wetnons imprectuctivas justifique ka elamnzersn inc feet dle cleterminaclos stjetos, 0 simplemente la de- iii) ole dejatlos morie. Exists también cero consen Me aeetea de la lieitud inoral de bus dos ultimas Hodilldhices de eutanasis voluntaria: Ia activa indixec- i) y la pusivaen incerés del paciente. Las demis cases Ranlelbjersely cantrworsia Quinds 1a rmyarhs torhaine [is Wotlalidades de eutinasit involuntiria realizedas Jil) sallpfacer wn inverss del paciente, puset que Miele michos autores inspisedos en criterioa utdita Wie tienen « scepter que of suketo es ol mclor Inlfrpicte de sus propivs inicreses: pero no faltarin {ip prrsonas dispuesias « pravilegiar el interés objet viinesite edible por encima de las preven illvilusles. Controversies anilogas despiertan fewibilidiices de eatanssia no yolluntaria, en las que *| iilele no se encuentra en condlicisin de expresair $3 is de etn luntid. En cuanto a kis restantes forsaa ii) Yoluntiri’, las opiniones se encueneran dividelas | 1) muedatidae! tue inpplementads por Hitler Bn el ease det [progriun ars, la Gnabice dey eunanasia era be pura ce i om) por lo que se puede hablar dle euranasia eugendsica FP) (aurana cle exterminio mssive de lus vies consideridas ‘ougntee ie valor" deo slreleor de 70.000 views acerca dle 90 legicimiclel moral, Part precisar el sent do del debate actual es conveniente en fin aclarar que en la valonicién moral dé fa eutanasia voluntaria se entiemezclin dos problemas distintes Ia eitud mera) de la soc6n de cuien solicits ly eutanasia, y de quien ls Geet. En el primer aspecto, el problema de la eutanasiz tiende a identificarse con e! relative a Ta legitimiclidl moral del suicidio, En el segundo, se centri en el aleance y los limites de ta solickiridad con | sufrimiento o lk dignidad ce ote. 2. Respnestas encontradas. Tas respuestas a Jos casos controvertides varian de acuerdo con el sistema de moralied asnmicdo como punto cle refe rencia, U's lo que intentaré moswar al analizar et problems de fy eutinests deste ef horizante: de los eandesesquicmas morales que-han mareado, wis que ningon otto, Ie tradicion de Occidente: Ia rete- reneia « la ley natural comp eriterio de conducts, el uiliairismo y ta ética kantiana, 3, Le conden de le entra esate a sasratt ralismo decorteroligiose. Ehaxioma bisico que inspira cota teoria es lt clea de la sacraliched de: Ja vic, «pac implice cl cassie incondicionada del precepts de no ‘maar a oro Ser itamano, « menos de que consutuya «in peligro inmminente para el inelviduo y la soctedsl Ling de los preceptas basicos dela ley natural, inserito en ls naturaleza y ea el conizdn de los hombres, seria el de respetar la vicht human, en expecta ka vicke de iin ser humano inocente. Ta tearfa se complementa eon la idca de la ne disponibilidac, por perte cel inclivichio, cle su propia vida, La doctrina tradicional de Ja iglesia nies tole, derecho del individuo a disponer su antojo de su cuerpo y de su libertad, a naturalezs violaria las gravemente puesto que una pritetien de es dictados Ge la ley natural y atenta conwa ka yokintad diviea, De acuerd con ena teor'a, la Hhenad humans se enlkenti con el deber de respetar cl orden nacuiral, que obliga a cad entea perseveraren el set, al igual que con tn obliga- cidn, igualmente sagrada, de aca tar los designios de kt voluntad divind en cunto a ta hora de salir de este mundo, Pueste que la vida humana slo le pertenece en pro. piedad al autor de la misma, ol individu que pretenca silirse de manera avbitraria del excenacia de este mundo, se atibuye un dere cha que no poste y olende la voluntad divina S. Toms offece wey argumentes contest ot sulci dio, El primera de ellos tiene que ver con el instint de coriservacion: puesto que por naturzlera todo ente Se quire a Sf misino y dence a conscrvarse en su se, agen se quit le viet viola va nclinacion arralgad cn si naturaleza y respaldada por la ley natural”, El segundo argumento axnie come punto de referenci: 1 principio relative a ia prioridad cel todo sobre las pastes, y de fa comunichiel sobre el indiviehuo: est Gllina no se pettenece a simismo, puesto que es parte denn tode mayor 4 partir del cual su exitencia ardquicte sentido, H Gllime srgumento ce de cxricter mis dircctimente religioso, puesto que subcey: pertenencia «le ka yids humana a la divina, la que tansforma al snicidlio en una usurpacisn de una propiedad ajena y del poder diving acerca de Ja vida y ht muerte. Fstos mismos argumentas pueden ser hitilizados pata descalificar moralmente las diferentes clases ce iulanasia. Desde este horizonte: tivo las diferencias entre cardcter voluntatio y na yoluntario sesultarian en titimas de escaso significado, puesto 2. Che § Temés, Semnanid Mhoolowiae, Ta, 2, «64, a06 5, p, 439, que el sujet pasive que solicita | eutanasia no tiene en realidad derecho alguno a disponer de su propia vida, y su solicitud de que se acabe com st: viet se enftenta con el cardeter sigiado & incen- dicional de fa notuna que obliga a (odos a sespetar La vid Thum mi, propia y ajena. La doctrina ams reciente de la iglesia se limi- ta a fepetr is tesis romistas con tia el suicidio®, y asume el marco del jusnatmalisma clisico paca condenarla cutansisia como per- versi6n de los iceales de libertad ¥ Solichricad, 4 pesar de este aparente tigorismo, la doctrina de la iglesia es menos cstncta de lo que aparenta ser. En realidad, lo qae cuestiona come inmoral ess eutinasia activa directa, pero no la pasiva ni Ie activa indirecta, Bl Gnlasis en la obligacicn de ecoperse slower aati y kip Uevertius de prope, por parte dela divinidad, sobre ka viday el destina de cada uno de los seres humanos, deja un espacio para la ivemupcion de tatamienlos mecicos “antficiales’, “extaurdinarios” y “no naturales”, que en.tfltimas slo aeabarian per eatorpecer el curso natural de los acontecimientos y de la enfermedad, y la realizacién de |; voluatid divina. Por esto la iglesia asume sin problemas las cenuncias del “eneamizamiento torapéa tico” y cemparte la moralicad de la denominad adista- esia (interupeisn de cvielados y sopartes vitiles) o de ciertas lous cle eotanasia pasiva Fn und evaioacién critica de esta postura, os convenient diferenciar los argumentos de carter esirictamerte religioso, en principio convincentes slo 5, Hlecwgetio de daoxda, od Poulims, Boponi, 1998, 149 Juier quienes compartin determinadas ereencias ooren de lt divinidad, de los de eareter propia- jueple mor y ractonalmente contovertibles, Eo Auinto a los primeros, me limite a élestacar, con Hume, lus clificukades con his que se enfienta el Jntento de precisar la voluntad divina y la selativa iniedadl en Ia intexpretacion de los signos de Michi yoluntad, 9 lo que se aftade la extratia asin Jicion cle las relaciones entre hombre ¥ divinidad a nies entre senor y siervo, cl supueste ile part concebit el acto de quitare: Ia Vidi Como uns apropiaci6n indebida de una propie- sid ajena, Merece en cambio nn endlisis mas dete- Hide el fuguenente centado en ta ley natural, que {hicluitia cnure sus preceptos basicos el de respetar for ine! la vida ajena y la nuestra. Fste argimento Huapltwia rszenable y convinceate en ciso de que 2emos de signos inequivocos para descifrar plonide de esta normatividad supnestamente Wifalpgicha on ol orden de ka naluraleza, Un t4pides siillnis de aquéllo que dicintay genen Hunslderado nacural o adceuado a la ley Wicienie para mostrarnos La inseguridad y la Falta dle consenso al respecto, Definiy cl comenidy se fo que vale ‘pornaruraleza’” results Igual de diffel! que Meseifnir el contenido de ta yountad diving, y les resultan en extreio divididlas: no existe eyninione plctica, institicion © privilegio que ne Aaya logra- Hy obtener alguna vez el status de norma natural, Pini el caso especifico relative. a la obligacién {ngondicional de conservar la propia viel, es sufi Slenle tecordar que los estoteos no consideraban in Yiolicion eel orden césmico la decisiin de Ih vida en determinadas circunstncias. Asi quia Ge, nels aeptarde que en 1a naturalezs se sncucntte la lave pasa descitrar el sentido del ebrar inne, queda ia ambigdedsel acerca del cesriunte ye se despronden de este orden naru- struietua deber cree poder encomirar en I 19 de tas pulsiones presentes en la naturaleza humana una gula confiable paca determinar el contenido de lasobligaciones humanas. Sinembargo, una argumen: Tacién de esta nalualeza puede ser Ficilmente cues~ instinto, tionada, destacanclo ta presencia, al Lock ce de viel, ce una pulsidn de muerte, iqualmente pode: rosé, que muestra sv poder y eficacis peecisamente en el caso de} homicidio, Sin mencionar el peligro de filacka neruralista presente en esia pretension de dlerivar un deber see de nin ser b. det posteere utiitarssta, Con ol enfoque utili sta, los erterios para valorar ‘a moralidael de la Gatanasia ¥a no son la apelacion «un arden natural, sing cl principio de Ia mayor felicidad ¢ del interés Para un utlliarsis no existe una nortia autonoma que nos obligue a conseevar fa vids y nas proatha «quitarte Ia vido a otro see Sia embargo, ef hecher de que ta 1, constiluye a primera vista un argumento fuerte contra Jp posibulidad de-acebar con elit. De auuersto con ee enfoquic la via humana piertie ese halo de sacralidad tan acentuado en [a cosmovision iusmaturalista de conte teligioso, pero sigue siendo algo valioso, pot las posibilidades de gratificacién que olla depara. vivir es alga baeno, peste que constiuye le -condicion de fosibilidsd para In felicidad particular y general, Ia autorrealizacién personal, ¢l desarrollo de li sitono= To que cambit frente al enfoque ético vide es la vondicién de posibilidad de Ia felic mika, ete ha vida la anterior vs el hecho de que el valor atribuido, ‘65 sGlo instrumental. Por consiguiente, conser: vido se transforma én una obligacién hipotética, Lo quczimplica la pesibiitdad de aeabar con tna existen: carante de gratificaciones. Results asi comprens! ble que autores como Lume, Bentham y Mill bayan clo la condena del suicidio; y que muchos de Ips autores contemporincos (ue se lnspiran en sus is asuman una posturs favorable a kt eutanasia To que decide aeerea de kt moralidad de un acto rojwen cuanto © imeresea de los direetanente tides. lin ¢| caso de la euranaain élicho balance no ici, puesto que las diferctes versiones cel unite tarismo sugieren distintos ceierios. pars: sapesir eb interés de felicilad inckvidual con el interés colectivo, © para iomir en cuenta intereses cistintes de lt meta felicidad, englobados a menue en ki nocion de calidad de vida" De today formas, cusndo une existencia se ha anstormado en una curgt pesada part el propio sujeto, los furiliares y la sociedad, la ‘opeién de Ip cutenasia paréce apropincks paca acl con un sufrimiento indtil, En este caso el precepto positive de buscar la felicidad deja el campo sl otro ~iiiis modesto en sus aspiraciones, perc igualmeive obligume-, de evitar eon tades los medics ¢] doles Come bien lo destiex Lume, cuiind los suftiraien ilginean nivelen intolerables, lo amas pruclente parece ser abanilooat Yoluntariamnente este escenaiio de do- Jor’, un el ciso espectico ee la eutanisi ef calcule se complica, puesta’ que entean en juego factores distintos com li intervencién de una tercera persona, Cl clercivio de la profesion médica, -2 confianza en las instituciones mélicas, eventuales alusas, ete, La pos tura de Rachels, sustertacky en una version del uulita riswo que subraya fi meximizacion de jas intereses, resume muy bien Ja actitud utilitirista frente 4 bi cutanasit: “si una accion promueve les, intereses cle 4 Poot el flsof inglés tl stiilio no vests ncionsatente eon’ Tnszeglas de sagaeidad y pnidlencia elhomve estuary snaipuler as leyes de fa nanursiezs para 6. presio bane lo. Quien clecicle rediase ile ke video pertaten ra osiedie a) a los demas. 4 ln sera deja de proclurirls en ben. Powe sesultaes toxin uces abssnla ta obliga ke soll stone un 0s, ala faces a la soeiedael un pequeno bic ffan an pant mi Sobre ef sulci y oir en Eelanvial. Mec, O83, p. 128. todoe oe die estin implicadas, entonce’s aquella accién ¢5 inoralmente ceptable. Por lo menos obivie que se desconoce el valor fnirirseco de ki vide humina, degradada a simple medlr. Algunas ductas podrian sungr on aquellos casos en que la conducts eutandsien parecetia orien- Lada ala proteccién y defenst de tos intereses del individuo, cuando alguien podria razonablemente ar- gumentis que una persona consciente y ricional acabaria por elegit la muette jnmeddiata antes que: umes existencia sin sentido, Sin embargo, este pretensién de decidir acerca de los intereses “racionales y *vereladeros” de terceros puede msultar peigrosa yarbstraria. En Ne fous ogo exten ke endeneta «ransfonn lie 1) to de herosino supucstans ve Dion ag exiare de esta forts un aparente acto. foster salto acaba poe prabor ung vex ada el vi divide enpaa ee snoulsaeel serlvim2n0 Se presentan casos Nctdios plenamente Heche vhualibtaioe se nos aparezcan pooo coheren- les y, que no resistin un examen seyero de ricionalidad, Una equivecaci6n en el aso instru mental o pragmitico de la razon no es sin embargo, suficiente pam descalificar moralmente una determinsda. conehicta, part lo que se necesita probat adem violacién de deberes hacia los demas o hach muestea persons Lo anterior non antoriza a jon de anticinar Sena luir que le decis iu propia muerte no resulta nece- sirkumente incompatible con los mas rlgurosos parimetros de moraliclad. Quizs no es inucho lo que hemos lograclo; pero és suficiente para preparar el cemino hacia el paso siguiente, que es posibilicad de justiicar kn decisién del pacienie termi nad de anticipar su propia awerte En Las condigiones generaimente asociadas con Ih prictica eutandsice parecerian existir razones tcl cionales para justilicar la decisién del individuo de nnticipar cl tempo ée su muctte. El individuo que padece una enfermedad irreversible ¢ incurable: se éneuentma ya en I cercania de ln muerte, ante la de una existencia sin gratiticaciones y-de perspectiv tune agonéa lenta y doloross, a peor todavia ante la poribilichl de una pérdida progeesiva de sus capaci encia quedaria stancias ladles intelect reducicla a mera vida biolgica con lo que su ext a esas circu parecerian existir razones adicionales para justifiear une decis.in de anticipar la muerte, tat posibilicad de adclantar la muerte para evitar una. vide degradunte se inscribe en cl imperative ético que nos obliga a lichar por una existencia digna, més que por la preservacion «le Ta vida si En casos exceprio- ‘ante la imposibilidad material de realizar este nales cometido, podria resultar razona- ble optar por el mal menor. Cuan do la vide se agota en tina expe- iencia de dulor_@ en la mera sibsistencia biol6gica, no ppare= cenexistir nizones para negirle al indivieluo la posibilidad de poner téemino, con un acto de libertad, una existencia que ya no mere- ce este nombre, redueida a un instiumento pasivo en manos de Ja naturaleza, de ia enlermedad 0 albedriv de otros! de EH] oiro emgumentis pani jus tifiear la solicitud de muerte anti- cipads por parte de un paciente nestado terminal, o 6a conlicie- nes de sufrimionto intolercble y sin perspectivas de tecuperacion, © el valor que ha venido cobran- ly en ja modernidad fa autonomia dividual, una dimension imprescindible de Ja dignidad de las per senas. De acuerda con el reconocimienco cel valor casi sagrado cc esa pretrogitiva, el individuo se siente aucorizado a decielir en qué casos su existencia merece ser vivid y en qué condiciones le esté perwi- ido acabar can ella: les demas podein aconsejaiio 0 disaadiclo, pore en ningdén momento interiert con sus decisignes autGnormas, a menos de que existan indie ios mequivoces de: graves deticiencits meniales y dle pérdida insevocable de la cipacidad de aulocontrot™” Desicuerdo eon este enfoque mortl, parecer inapro- 16 *Agunus descr ete anos DepEKIN porepue a0 quieeen Mivinon a iniat moners que lex quects abicie”. BY comico fa vider Asal, Barcelons, 1994, j.233 Fn etre agentes morales tenemos cevechos rl votteolne y detwminar el cuse de nuests vila. Cle Ml. Choe eswont # 32 piado seguir recormenttando una Conducta de espera pusiva frente alo enfermedad y a la muerte. Parece mis conforme con el pa taclign moral de la mocernidad I actitidl de quien se pregunta seriamente acerca de kis opeie nes de vida que: le quedan y esti dlispuesto a iciuar eonforne con los dictados desu concieneia. Yor Cerio, no deja de ser paradojica ‘einguietante la idea de ana liber tad que se mmaterializa en la auto- destruccién, Por esto es impor- Tante que sea una dedsién énticamente ex:6nema, sin : y que cl Sule ya Hepado a elli thts una immdlura reflexion, después de ha- bberle consultado con meédicas, familiares y amigos. No faltan qhienes s# eponen a esta ampliacién de la autonomia, arggumnentancle que ka vida es un bien indisponible Sin embargo, resulta algo extrfio reconecerle al indi- viduo la posibiidad de cxpresar sus upiniones acerca de la politica, de essipular contratos 0 disponer desu petrimonio, y negirel: par un asunto de tanta trascendencia cond es Io relative «1 las dleeisianes ele fin de viel b. La actuacion de quiew practica la eutanasiea puede ser compatible con Fa digpidedd rymeana, 1a conduicta ce quien pide la muene puede scrasimiladt a una clive de suicdio, na practica que tia venide giinands reconnciméento en la mocierniclad, a medic: en que se ha consiliclido et derecho 1 In autocleter- Petia dela ona 4 Ailoowoy choke bistica ww wie ssciod ‘wvosake, Donzelli ccnore, Rona, 1995, p. 3. win Lat achuacion dle low sujetos activos de Ia eilanvole parece Gpilicar en cambio una forma ee howicidio, en principio mas ditiet de jusufieay, ante fh [i eafora juridica como en ef plana estrictamente Wonal Lo que complica en este caso el asunto es el Heel de una accion tensitiva, que produce de H/AeH Intencional la muene de otra persona, Qaitar He Ii Sis a itlguien patece a todas Iuces un actos de Niolencla, puesta que te quita a kt persona uno de sus Wenor mas preciados, condicion de posibilidad para §yice le los demas bienes, derechos y libertades, y Piece violar el precept que proclama ta sacrali- Aide inyjolabitidad de ha vidi humana. (is breve mirada histéries: a la evoluetin @ ierpretacion de este precepio nos muestra, sin em- Tipe sjue i obligacién de no matar ha side siempre Hinicebichi en términos selectivos: no mates al amigo, W Whbeente, a quien no te hace dake. La ampliacién, He Ii clise de sujetos cuya vida merece ser resp Sie neibe porabarcar de maners iiseriminada w los Withrow sin mis, supane smegablemente un progre Wi Howl frente a Ia insexpretacién en ténninos aclee We del deber de no mata, perc ne implica que e: PINLEPIO en cuestidn no pueda tener exceprcianes. | 8) ove dle una resccién en legitins defense freate a Alemencion viclenta, que:no le dep al sujeto que Pi puilece opeion clstines (3te la de defenderse de una Wisner que puede resutar mio HA) Pane) agresor. Colaborar con Pe Wileipacion cle In mucree de 99) petona configura, < mi ju Hp li aie orca excepeién mo- Hinehle justiicable al preeepto titty Fo aparieacia, cl ieelera la muerte mere ulifieade, con més ra ios, Como Una mani felon de violencia, Sin enibarg, para que s¢ configure de verdad una con ducts Volenta no ex suficiente que el sujelo produxcs, on su intervenci6n, lesiones objetivamente medibles nel cuerpa de oro, Hs nevescrio ademuis que dlicha intervencién esté impulsada por una veluntad eviden- fe de perjudicarlo, pisotear sus derechos y arrelatarie sv dignill. kin el caso en cuestion, por el cantratio, lo que impulsa al médico a acinar es un sentimiento de simpatia con el dolor ajeno 0 con el afin de evitar nt existerick incigna de un sajeto que. pide, como extrema medida, que se le ayude a morir, Resultarin en extseayo srbitrario asimilar una conducta solickiria son el destino ajeno con Jay manifestaciones. mis desalmadlas de una clega voluntad de poder que se ensaga con sevicla contri sus victims. 1a repugnancia € indigeac.6n pioducidss por estas U.tumas contrasten on los sentinientos de simpatia y aprobaciéa que despierta la primera, Lo malo del homicidio no esta en el hecho de quitarte la vida a alguien, sino en el hecho «le hacetlo en contra de su veluntcd, en ef quire le vide sin su consentimiento, De esta forma el sticicio zaciona! y el henvicidio de quien cansiente entien on la esfera protegida de kt autoncmia, «an princinio que ha venido adquiriende en li modern Gai an valor absolte, Alguien podiia objetar que resubaric en extrema peligeoso confiar demasiado en las buemis intencio- nies y descuidar ciestos: patrones morales ebjetivos, que no debe- ningtin mo: tian ser viokaddos en mento. ALEn yal cabo los peores desmanes: hn side perpetracess on buent conciencia y con las Insjoces intenciones. Kn muchos isos de intervencion ea una prlcties ce cusmasia voluntaria es posible, sin embargo, que ka rectitud de la intencisn del sujeto activo cuente adenvis con el re: puildo de criterios moriles que resisten cl examen mas esirieto y excxente. Alandlizarlssdiferentes clases de eatanasia involuntarias y no-volumanas, fil exalicito a alirimar le snmstalidad de las mis- de eventunles inten Giones aluistas alepadas por cquienes se atreven a aplicarla. Lo que en el caso de Ia euranasia voluntaria tnazea dle werdad Ia el ferencia es el beeno de que aqui jucga un yalor moral ésencial, como ¢s el 1espeto por elderechs de autocleterminacin le tap sona en cuanto a te forma de llevar su vida y tomar decisiones acerca de su muerte, Quien actia en respuesta a una sobieitud de cesta niuralezi simplemente te- conoce que En este caso espe fica su deber de solidatidad con la dignidad y aute- nnontia del cten pest mis que st abligaeidn de ahste~ ‘ntervencién que predazea Ta nerse de cualquier rruerte de un ser hum 1 o de sntervanit part conte. |. Cuando esta Intervene dn esti buira su supervivenei impulsickt por un auténtico espirity ee sotidaridad ante unas condiciones iniuamamas de dolor y degra dacion, y-se efectia en el pleno respeto de a autono- mia del otro y de st valor intrinseca coma persona, no hay razones valedcras para considerctla come inmoral Sise dan estas condiciones, resulta volativamente inelevante que el papel desemperiado por In tereera persona asuima la forma dle una intervenci6n directa © indicia, se limite a no interferir con un proceso pataldgion, Heilmente cureble, que procuce sin emn- argo la muerte, 6 La provoque de manees inmediata con algun ingeccion fetal, Estas dtimas dis- tinclones parecen tener mis seti- ido para justificar fa acracion de tuna persona frente 2 los tr:buna- les y salvar su tesponsibilidad por actos consideratlos erimina- les por la mayoris de los c6vligos penales del munde, Por lo ante~ Mor, fiendlo a ereer queen el-caso de la eutanasia veluntaria lo que establece ei limite entre las for mas moralmeate sceptables y [a ue tepudiamos no reside tanto enlaforma de levarla a cabo ~de manera clirects.9 Indirecta, pasiva 0 activa sino en otros fclores prontarias como la voluntane- dad explicitamente comprobcla de Ja solicituel y la intencién de respeloy solidaridad por parte de quien [a ejecuta Al mismo temps as condiciones para que Ia acticin de quien practica la eutanasia voluntari supere el test de moralidad resultin en. extreme exigentes, puesto que est de por medio ‘a vide y el destino cle otra persona. Antes de proceder a realizarla se requiere un ditgndstico ctendible ce [4 enfermedad ¥ una certeza razonablemente bien sustentacla acerca dle la lanposibilidiid «le recuperacion. E) profesional de lia saliad ticpe que asegutarse del hecho de que la Solicitud responels @ Ia voluntadl autintics de! pacien= fe, mds que a una solicitud desesperada inexivadla por luna crisis o depresion pasajer: ¥ que dicha decision supongi un conocimiento adecuado, por parte del paciente, del estado de sa enfermedad y de las perspectivas acerea de su desammlly y desenlace. lis Wiiportante también que et méclico sepa deseifrar el senile autentico ee hy soticiuud de eutanasia del jigiente, que esconde a memuca una demeanda de Suh, asistencia y comprension especial pact que se Ji siyuudee a sobrellevar una coneieion que engendea silriniontos y angustiss. Quien se apresta a practicar Mioutinasia dleberin tambicn asegurame de que waliciel del paciente no influyen factors extraiios, {Gamo Ih presidn de los lamiliares © del mismo perso- pil encargado cle fa asistencia méche, y ceberia por Jp desestimar un pedico ce eararcisia mtivads por 9) Wialestar producide en el paciente por el hecho oe Vivir Ww existencia como una carga pesack. para los omits. Bn fin, cl medica que se atreve @ practicar is Pylinasa deberta contr con ince cctiest razonabse ei) Ue los motives que lo impulsan a proceder de Joti form, que no ceberian ser otros que Ia simpatia fai el dolor y malestar de la persona a su cargo, y el deseo de selidardad con la voluntad de una perso flue experimenta kt supervivene i conto una aimenaza para su Aigitxt Soba tambien aclararque el ilico tiene, al igual que-si pa derecho a elercer sit nia responsable y even= sr ol pedicles dhe recht eptanasia. Br esce mismo: orden fh hess, br asunci6n ce: ta-amco= wna y li clignickael como ritex His de Valoracion :noral sugiere Wi)t lacion uiterior a ts orcicti- file bi eutinasia. Si el pacente five ht sohieita cuents con las po- siilidades: para realizar por st Wienw sy cometido, ne existen Piliones paca obtigra ott oersc- AH efeeutir un acto de toxtas formas penoso y dificil, que le provoearit en cualquier caso dilemas moriles o remordimientos, Es innegable que muchas solicitudes de eutinasia ponen de mani Fissto el deseo, miso menos conseienie, der descargar de una decision viel y de en otros hi tesponsabili uaa chee de actas quie el sujeto se reskte 4 asumir directamente. Por le tanto, tiendlo a creer que las tres formas eke cxtanasia yolunmaria en benedicio del pa n ser aceptachs como moralmente jus clente debs tificables en aquellos casos en los que: el sejeto ha perdido It capsicidad de llevar a cal por sf solo, 0 on la asistenta 0 asesaria cle tercetos, li decision de poner fin a st) vida, La solidaridad entre sujeto pasivo y activo de la eutanasia deberia ser en este caso de Goble: vitsla pasona que esta en condivién de hacetio porsfnisina ceberia tratar de: evitarle al otro la carga de una decision en todo ease dolatosa 6, La dimension juridica. 4 pesar de que un ndmero crecience de personas i= chean para que se les reeonozca la bhereid de elegir au propia muer- te, puesto que consicleran inscoi sike que su liberticl de eleaciGn sulfa reconiesen un riomient ere Cial de su existencia, los sistemas norinatives pareren pote Sensik a esta chise dy reivindieacio Iies nes, La conciencia siempre mis geneualizada cle ua derecho del individno a decidir acesea de la modilichd y el tiempo de su pro- pia muerte, y la prosién cweiente de grupos orpanizados, no ban teniclo hasta cl momento mayor cto, puesto que la eutamasia St ue Sienlo asintitads a una con- duets eriminal por la easitotalidadl dels eddiges penales vigentes a. Los principalesargamentes contra ta legalize Gili do ka ewtemasia, Quicnes apelin a rtzones juri- dicas para oponesse a la legalizacion de la eutenasia ‘opinar: quae el orcleremiento juridico sapone ti toma cn serio del derecho a la vida, concebido en términes positives ~no come “un dereclio a la mneite"=y como tun derecho absolate © indisponible para uno nrisena y pant os demas. La legalizacién de una priictic Ih eutanasia, on la que el sujet dispone libremente de su derecho « la vida o le confiere a otro la fucultad de disponer de ella, violn isicos del ordenainiento jutieico y pondifa cn entre- 1 une de los axiomas dicho una de las obligaciones prioritatias del Estacke de derecho: ln proteccidn eficaz de la vida humnna, inghiso en contra de las pulbioies de muerie de los propios indivictuos. En las argumentaciones en contra de la cutanasia se apeli tembién a la posibilidad de que en este terreno ~al igual queen todas las cuestiones controvertielas de viel y mueste~ tendlrian un caricter ineversible, is muy factible que tia decisiGn de comin acuerdo entre médico y aciente acerca de ia eutanasia se tomea partirde tin ciones des. abusos ¥ etrore: diggndstico equivocude. Tguales prescups pierta kr posibilidad de que una ley de despenaliza n acabe por fomentar sbsises, en un terreno en el ue muy sete, in en bango, veeptar un argumento de esta naturaleaa x * ae . sign:fearia en 1a, practica renun- chica cualquier derecho a ka ma- youfa de edad, puesto que Sem pre cxistinis cl peligro, ands 0 menos evidente, de condiciones destavorables v de abisticulos, in- temas 9 externos, part una con duc mente auténoma. Max wale aceptar la idea de un inckwviduo plenamente cansciente autéatica ¥ responsible como un ideal re- gultio, al que deberia poder aspirar todo sujet Humane con- creo, a pesar de los eondlicions mientos imtemosy exteros que parecerian a menudo, hansformar su posibilidad de autonomia en puro, espejismo 0 en un Sueno irtealizabyle, Ee otras pal bras, no parece razonable limitat el goce cle ta auton nomfa 2 los pocos privileglacos que gozan de las condiciones ideales -cultura, perlecta salucl fsica y ‘mental, condiciones econémicas adecundas, etc part gjercerla y-aprovecharla al maximo. Por el con trario, kt autonomia hay que reconocerla inclusey em las condiciones agarentemente més precarias, es decir ‘en aijetos coneretcs de carne y hueso cuya conducta nos parece poco o nada razonable, marcados porlos menuile incapaces de enfiene prejtticios del medio, lar y orientar sus impulsos. Exo no signifies desechar sin més In objeci6n, sino simplemente extromar las medidas de control para evitar que una decision de vidi y muerte sca el fruto de Una peesion externe, inclebichi 9 de sin estado pasajero de depresion, Conviene tambien ackiar que ht auionornia no tiene por que ‘dentificarse con una eetslad individualist o Solipsista: por el contratio, la astonomis responsable; exige que la persona confronte con los demas sus y principios ele eonducta, Ta faneidn del Estado mo: demo, ne comprometide con inguin ideal especitica de vida buena y respetuaso cle kis opcio nes mis varischis cr cuanto a ideales y estilos de vida, es Ix de limitarse a castigar aqquellas con evetas que resu'ten perjueliciales para las ibertaddes y los derechos de los demis. Las leyes de un Lstado laico y pluralista no debe. Han sellejar una determinads Concepe ign ética, sino cue debe- Flan actuar como Un tastumenta de cosxistencit. entre diferentes ined dle vidkt buena que conyiven en el reweeladl, Por Consiguicnre, lt tenclery por su presunta maldad ‘ne 0) # penaalizar una conducs InineeR es el Knetice ineeprivoeo cle wna, actitud WIROIFA © intolerante, de parte de un poder que piefencle imponer un lererninado régimen de mora- Iu). in el aso concreto de Ia eutanasia, es evidente: sie iiuelns modalidacles arriba analizedlas constitu~ Ye Wit wiolei6n directa © una amenaza para la Hejl y el derecho a la vida de los demds.. Sin Siilhine, hemos también puesto de manifieste que Hie Medlalicheles de ta misma no solamente no fis Inecompattbles con el ejercicto dle los derechos Hitiens, sino que constityyen una desivacisn directa Hel ipete de fos inisiness: la eutanasia consenticls ¥ Phidieil) sobre individuos competentes y plnamen- 16 Comeicnies, no constituye un peruicio para cllos, Jie que responce: a un interés objerivamiente: com- [iuliable y valora una subjetinidad que se expres de Hise inequivoca y solicita que se adelante su Heite Pars evitar un dolor insulrible o una eondicién, Hiligns de un ser humane, En aiguaos casos ¢s la dice de un deber de solidaridad con quien sulre, Hs Hie fa eespuesta apropiada a su solicitad, 1a que rnsidemet come vielenta y perusliciol a idea Whioce oe Jb Joe intereses viales del otra, $i aceprames He {hie 0 veces In cutanasia constiruye fa mejor manera fii defender nuestra dignided y © Pijiid de la vida, no teme sentido que el Estalo Johils: yaancione esta clase de conducta, Parece mdi fivenible pensar, con Dworkin, cue vna decision Gualecerca de la vida y le muerte, querieen manos fe ly) periona misma y de su decision axcnoma™ 1 We woth detenctetss en este rao coincide asi-com las 5993, seb ign cel Esc ce press Aoctewe ebujseies por. Serweresa c vee jy veritas que la bh fer yelaencuenna Un limite cn la valvntsel del sujsea casos Fjeitiplos de aetituel intolerante, en lay que el Estado se identifica con \ina determinada concepcién de vic, buena y trata de imponerla por medio de estinulas sanciones, abunden en tos regimenes fundamentalis- cas isKimicos, Igualmente intolerame y excluyerte resulta ka actitud del papa Juan Pablo 1, cu reivindica ¢! monopolio de la verdad moral acer Ins cvestiones ligadas con el aborto © el fin ck li vica, y ckva la extiana pretension de que las normas ositivas de los diferentes Estados se adecuen, so pena le carecer de valley, 1 los preceptos morales de la ws caben ser protegicos, “El eleber del serentenices compatible con Emacs de protager Is vida debe el negpere 4 Ia digniiae hun persanaiche Pos ello a Gone considers que Irene ls fnfea terninales que excedmeatia ineenses sutrimientos, este dleber estual cede feats al conseocinieato informda del pacionte que doses mori en forma dina. Corte Cons fucional, Senteneia N2 6.239 de 1997, Mesece un breve ‘ccmenvario el salyamenia de yoto eV Nezanjo, EL magiste do empieza por Costarae 1 exisuencia ds limites calrasquer Joes par lafibertad umsna, para deviearde elo a ergacién de tm eleehe lel inci a gponer de su papi vie. “La vide muSI, on StL coneHPEHA omWlogIeR, esto es, em cin el rising ser de! vieienge -anow ol nagisimudon, 10 es denims por e hombiet..) La mucne inexorublemerte yal Mee clesarese cle fa Tce aed aoe Parameter mee enone tsitida por él” Ete hecho see aifilente pars cusiinae ka legis del deroshe 1 dispance sly nuestra, vile eivin icarlo signitienfs “ir en contin de Ie promt naurstex humana’. La argumenecon parece confuundlr Ly imaostt- dal fsict con & inpasiilidad inoral. de ls impos de centiolarelorigen de nuesia evisencti 0 de evita Is mueste pposiende clesva ia imposibildad mor ele sleeniones que ‘essin en nucstas pdler, oma & modalided ye) ternpe dela niece. Se hie» aqutevidente al peLaro de filacix nau fo" Ib seseripesce, the unos lites en cuant@ @ nuestra pessibildad de clea. sinven come argunnentos para pasetlenr ‘um presune mposibilicael mort pea searellar win deter mina ele de conduct, ley natueal oportunamente desciftadh o interprctada por la misma autorcdad eclesidstica”, Tas Considericionss anteriores nos ofrecer tam Temmamientas para evaluar un tikimo seguimen to, exgelaido on ol mviente debate acenar dle hy vacida de la exttanasia ca el seno de la Corte bide deape Constitwetonal: el proyecto. de ryodificacion dela Jeg shiciGn existente no sera conyeniente, presto que desalia los dictacos de i moralictac social comparticet por ft gran trayoria del pueblo colombiano, que coincide en tiltimas con la mocal cristian. EL magis- trad que silva si voto en cl fallo mencionads sosticne que él derecho no puede quediar iasensible a las indicaciones de ht moral, y en este caso de inoralichel concreta: impregnatla de prineiains cristke- nos. Se trata de una Sosturs respetable, que resulta in embargo excluyente y algo iiolerante pare aque las directrices los sindadaaos que ao compa moriles trizicas por ¢l Crstianisno. No trata, con lo amerion, de desechar cualquier clase de retacion entre moral ¥ derecho, sino, simplemente, de ascevr a horvente moral mas abierto vy no exeluyente. La moralidad implicita en la teorks de los derechos, que fha sida también ratificada por la nucea Constitucicn, cumple «imi juicio com ese requisito y oftece ua nicleo de principios morales con lo que deberia ser cortnistich toxa nomuatividad positiva Uh, La desfenalizacion del suickdtio, tin camino a seguir, Antafio los estados castigaban 2 los suicidas, 21. Sustener cq las eyes conmarias ak ley natal exeoen de legitmicad y strbulse al mismo dempo d- monopalis he mmenéutico de eset lepalidee antural consti: wn ulteria seri. agnor cststal ya espe ele co lay levi nes dermctiticts. Lt hylosis panseeria ausiomse asi em ‘gendarme moral de ft hermaniduh Biersagalia ded via, Sl ch, 2. 168 supaewtamente culpables de ariebstirle de manera Hauetulemast 1 godsromminedto un vida valiosa para 1 tabajo oka guerra, Se wasala, en umes, de ha metimorfoss de una teora muy aeraigada, segan la al la vids no le pertenecs al individuo, sino-a Diok: igual que la divinickad, tombicn el Pstado reivind aba plenos derechos sobrela vida de sus ciudzdanos, castigands severimente una prictiea que supuestt- mente atentsly! contra Sus pertenencias y bienes. Ba ly moderniclad se ha venido imponicade una acted compren= distinta, en ke que peiman la comp: sién frente al suicida, mis que nn deseo de venganza: La despenalizacion del suieidio se ha venido impo= niends de manera progrsiva graciss a la acelin desplegada por os intelectuales de la. Thvstracign, quienes asumen una aetitad mas bumantaria, de piedad o simpatta, pot la persona que lege a tomar luna decision de esta naturale, En la actualidad, se ha impuesto la tesis fivorible a ls despenalizacion del suicidlis, justifieada decliferemes: manerus“, Se sigue cistigando, en cambio, en Ia mayorts de los paises, ta instigacidn ul euieidio y la eyude ofrecida para llovarles a cabo. Siev embargo, una actituct de esta natursleza tuchos penal os igen peraiiida gue el awicldlo conainuye tina ate dieito Sin embarge, por momen de vomveniencia founwritet, eeresntigado per Ialey. Keobvieg pir quien llecide quitare In vida ce pooes 0, naca sirven ameaazis d ‘astigos paca dletenetlo, pat Io que conlianva en ba eficieta de wnecigse epresivas de ests naturleza cesultavia infunclila Y absurd Cuos avtoms consideran of sulci coma una combirta firdiciméee ladgerente, puesto que 0 alecta bicnes.a derechos dy erceus ¥ no faltn quienes rev ncican dle manera expresa ls Unenac y el derecho de snicidawse, Bn este ditcecion st Girigin también fa argumentacon cle Fem, -gunage attambs cic el teres que posee to seciesk idk ele lng eoexiadas debe coder Feue la vo.untad del indvicue que qk nell 1 poner fina ls eclacon oe peniencncta Whi) Alper era, prrestin qa el miele no constituye uns sip aintiuridiea, ne hay ra rant que to ne be eke quten, piyibirye, Con sus conocimicn- Pld! que el Inciviclio lieve a Tie por wu cuenta este acto de la Hitch Anas indolora, capita y cig Piece extrano penalizar a al- por el simple hecho de ay si ejeteer sus derechos flemis, el Estaclo que Defallzn el suiciio pero castiga a a persona del sujeto active de te | chia de manera diserminaroda Jujuellos sujetos que se encuentran en hy impose wiea de quitaese la vida por sty cuenta + tlderecho a morir dignameate. Para algu- el lewecho a una muerte digna significa simple- echo del individue a que to cejen morir de pin el encarnizamientes terspétitica y hien lejos i yWiguinas de tortor encque se han sansfonnade lay le cuidados intensives, en candiciones apres iy dle intimidad y ea Jo posible libre de esas Sypigaiones convulsivas tle dolor que hacen generil= Wille poco atractvo-e) espectacula de la muene. Sia Wilhio, eh derectio a una muerte eign no se agora Hooley abarea por igual el derecio a poder definir Wiidilidad y ef tiempo de la propia mueze, inclu ‘Yorule ie ayuda solieavia de tercetos cuando cl sujeto Wy enewertre en la imposibilidacd fisiea de lograr por A) ejenti su cometide. La Iuncién de este ttuevo Hherlio es la de brindaele al inclividuo ta posibilictad A quimir una posicin propia frente asx mucrte, y Siow el tiempo y ta modalidad she la mvsma de Joinilo con sa propia eoncepeids del bien. ‘Todo sleiwelo humanw tesponde wiana rsivindiencion ligaela Foi lomanclas dé libertad y dignided, y se exotesa en uunn potestas, un pocter acer y set ihre de trabas externas: a liber tad abre perspectivas le clesarros lo personal, al tempo. que la ilignidad indlica Jos exces entre ‘oscualesel poderde eleceién le desarvollar sin menosca- | respeto debido a nuestra persona ¥ el reconoeimiento del lor intrinseco de los dens. kl denamiento juridigs precisa a su vez los limites para el poder uleseada ewal y el uso de la ber pero no de miners arbitraria: todo limite debe ser cade en funci6n ley proteccign de los derechos tjenos 6 del bien comin, En el exso tle! derecho « una inuerte digna, el indiviclno reivindica el derecho a ejercer su libertad y tomar decisiones sayténomas sara él desarrollo del neta ‘inal que pone térming a su cxistencia. $i la libertad! es lo que define el sentido de una vila, no se ‘entionde que el indlivielio tenga que renunciar well en tin momento toa importants dela miss Cualequier Timitacién tendria que Ser justificida a partir de los inicos limites ruzmables y legitimos: el goce de les derechos de los demas, exigencias fundadas de interés general puns imposibilidic ontolbgics o fistea, Fin case en Cuesti6n, :10 existe una lmposibilita ontolé= ica. puesto que et individue carece sin duda dle la posibilidad de elegir las conciciones y Ia fecha del inicio de su aventura como ser hutwano, pero no de J posibilidad de determinar el tiempo a las condicio- nes dé si fins no puede aspirara-evitar l muerte, pero sin determinar kis modalidades de lz misma, kn cuanto a la imposibilidad moral, la cleceion respon- sable de una modilidad de muerte ¢ consistente con el csiterio restsctivo de la dignicad debicia + nuestra persima y del respete que aos mer Incluso en algunos casos una opcién de esta natura zea eeaba por ser la mis apropiada para defender, precisumente, ¢l valor inminseco yelresscto merecide, por una existencia auténticamente humana. Y en cuanto a las exigencias Tigudas cen el bien comin, ne resulta a primera vista evidente que una elescién ponsable acerca del tin de In vida perjuclique el interés general: <5 cierto que la sogiedid ene un interésen que las personas sigan viylenda, pero sobre todo cn que Jo hagan en condiciones de libertad, felicidad! y dignicladd Goncebido de esta form el derecho a morie Ignameentc se eafieria con la opinion de quienes siguen peasanido que fy vidano ¢s un bien disponible, y que la eventual acepracion de un derecho de esta faturaleza seria inconpauible con el carieter absolute © inalienable del derecho s Ia vidi, De acuerdo con sta concepeién el individue ne estarh autotizad a tritar su vida como si luese un bien disponible cualquier, un bien o una propiedsd exteina. TI dezctho a la vide (endeia aclemis un cardeter inviok- ble e inalienable, 1o que implicariz para ef Estido la obligacin de nitelario, y pars el inelivicloo el deber Aein dle 69 existencia, a fa renunciae. BL eoalticto de lchat para la conser que ne esticia autorizade 4 entre derecho ¢ la viela y el derecho a la autononaia debetia resolverse en favor del primero: el iacividua yel lstado tendrfan un compromise ineluditie con ka salvaguarda det derecho ak yida, una abligacion pHloriaria Hen a cualquier otra consideracion ce pledadl 0 solidericad, que se impondr'a incluso pon encima de lt volinitd explicit de un sujeto que desease Ja muerte. En estos casas la aceiéin de los individuos © del cuerpo comin deberia teatar de tafelar el bien de la vida y hacer ctso omiso de otras demandis © exigencia: et inter’s objetivo de Ia periona, ta conservacion de st via, deberia perseguide: inclnso en contra dle una explicita volun 44 tad dle respaldar est postura se acostemlea insistie earseter imepazable dela pérelida dela vida, a menudo impulsidhs por un estado de depresion passjer, y ea, Ja necesidad cle quc el interés objetivo tenga prioniclad, frente a una peticicn a menudo inconsistente © irri Slomal. Tir contia de est solucion se han levantada SiN embargo las prowstas de quienes consideran inaproptade empecinarse en proteger y tutelar un derecho en conti de ti yolntad expiicita del titular del mismo y denuncian esta prictica como una actinad paternalista, inconsistente con los axioms relatives a la clgniclac! y atstonomia sobre los que se constraye Ja teoria modemna de los derechos y del Rstido. Por Ini parte, comparto estas lhimas apreciaciones y liendo @ creer que las obligaciones del Estado y de fercetos en relacién con ta inviolsbilidad ce ta vieh son absolutes y no admiten excepeicnes, sempre y cuando preexista ta volintid del sujete de: seguir W Ia que debe ser valorada, Como argumentos adiciona muerte viviendo. Us esta volunta ineluse por encima de ou bienestar, $i cs que la aulonomifa signifiea algo, estonzos obligadas a respsetar y teaturfa-veluntad delatro ineluse en acjucllos casos en los gue su decision nos parezca incongruente © ieacional. Tin derecho subjerivo results aclemas bien exttano si ¢l poder que me confiere no me permite Tener clerté intluencia sobre ly iastancia encargeda de hocer cumplir las obligiciones corvespondicntes, La tension enire derecho ala viet y derecho a una muctte digaa implica para terecros, individuos o fistady, un conflicto entre distintas clases de obligiciones: el deber de respetir Ia vida choea en este caso con el deber de solidaridad sara con quien pide que se le ayude a morie, Cuando faltan incicaciones desde las re‘erencias del propio sujeto, se imponc por defecto el derecho at fa vida por encinm de cuslquier ona consileraci6n; cuando en cambio es el propia sujet de au escala de el que offece indicaciones valores y de ln ponderaeién que € mismo realiza de ten: Famenie que no {inp cliferentes clereclos, su elecei6n deber ‘hihi menos de que su conducts resulte c iinucional o el sujeto escoja la tinier apeid uuece compatible con su calidad de sujete de dese- Wo fei renuncia as Nbertadl. lderecho a la viek es universal, imprescriprible, ynitlo -en ol sentido de que posee «an valor intein- Jeto frente a los demas 6 frente at Rstada@ invioka- 1 tanto no S translorme en ina la vidi de los demas. tin (ile, por lo menos hi pena pam el denecho a inalienable: si lo que vale-es le libestad, Wile que le vids, no es mpenssble o absurda una ehubcla a. exe derecho par distintas sazones: solida- fide con ottos, evitar una vila indigna, ete. Inaliena- bles son it libertad y ta dignicad: e! individu puede fenuinciar 1 elas, pers a condicin de renuncitr a \iuello que le confiere sentido. Si aeeptamos que el sje del ordenamiento jurtdieo son la Mbertad y Ja queel respeto por Ia vid, una soluicién za vesuilta mais que legit: fs hancidn los valores superiores roma lh dignidad yk los contornos de los ipnisiad, ma Ibert es Is de dete indament vobre tode le de sugenr iciones a eventuales conflictios entre derechos bisicos 0 fundinuentales Hasta el momenco hemos considerida ia tensiéa sho ala vida y el derecho a una muerte ntre derechos. Sin liga come un ease de contlicte enbarge, una redefinicién cla desecho a la vida a la Iyecke los principins de dignidad y autonomfa abe fa Joubilidad de concebir los detechos aparentemente enfrentadas come dos expresiones del derecia baisieo unt vide digns. Lo que cuenta de verdad no es fa ubsisencia hiokigica sino una existenca con sentido, ue implica ly oosibilidad de organizar la peopia vida le acuerdo con parimetros de autonemia, desde el momento en el que el individuo puede ssumir hi 45 defensa en primera perscna de sus intereses vitales, H derecho a una muerte digna aparece asi como la aplicacidn particular de-un derecho mis general: ta interte no es lo contrario cle Ia viela, sino un memento, en extremo importante, de la misms. Le que expres este nuevo derecho es que la dignidad y Ia autonomia impregnen también este acts final, pare integral de Ja vicky st cocena Finsil que: resume su sentido”, 8. Una alternativa al debate entre sacratidad de la vida versus calidad de vida, Quieses defen. denla sccralidad de le vida asumen como incondlicic- nado el deher de respetar la vids huniana, cue abaeca por igual ln oblignciéin por parte del individue de no poner término de manera voluntaria a su existencia Relvindicae la saeralidad dle la vida buesana signitica seumir resticciones fueriesal uso que se pueda hacer de ella: Ia no violencia contra ta vida humana se transforma en um que por ninguna rizon deberma ser viokido, Encuantoa la manera ce justificar esta sicralidid, se insisie menudo en el cardcter sagrado dela orden de respettr fa vida, divectamente vinculido con la fuente de lo sagrado, es decir de ta divinicad misina; otras veces $e subra de la viel misma, que participa de lo sagrido, puesto que es obra de Dios; y no faltan quienes relacionan Ia sceralidad de la vid con su pertenencia a la divinidad, Un enioque distinto es el de quienes insis- fen en ta calidad de vida, una variable que deberta jugde un pagel importime 9 la hort de determinar el respeto y cuichdo debidos a determinadas foemas de A diferencia de quienes destacan el cacieter vada. perenterio de] respeto debido a todo ser humano, los 25. Il ileal de lignidad sive en thn paca da. iminy la ies en fl eleecien cel derecho a una maiene diana: fe ajerce of Inebbdenee vnaelepore com une nite responsible corse mismo y eon los tems. Hs wn dened otis rey purl ker entreyoelo la escaeesia ce obs. particlrios de la calidad de viela recomiendan unit aetind mas sealista, que signifies en la prictica la neeesilad de panderar el precepte prinsa facte de respetar una vida humana cualquists con censilera- » Socitl, el empleo sacional clones relativas al bienes Y equitativo de los recursos disponibles y «l bhicnestar de Is persona hnpliaels. Rs evidente! sabor ulilitarista de esta postura, que nos invite arespetar la vic humana pero de manera responsable, es decir con especial atenci6n a las consecuencias de auestaas acciones. Susentar el respeto de ia vice humana a partie del caracter sagrado te Ia misma se entienta con una sere de diffeultades. La objecion rads seria tiene que wer cont le impasibilidad de usar esta clase de argo mentos con sujetos que no estén dispuestos a partir a concepei6n cristiana de ta vidi, o que fayan fenunciada, de manera mis ridies a onalgier clase: de coumavision religion. Ta pretensidin de validex, universal de Un principio moral s6lo scnulta plausible en kr medida en que, pars Jostiicarle, sca suficiente apelar a Is capacielad racional de cack cul, y 10 3 bt astineiOn de determinadas creviscias impuestes porun credo rcligioso especifico. Ta reivindieaciin de la suiononia. deka oral frente: a los diferentes enesias religivsos es la condicién indispensable para una ética universal en la que puedan teconocerse toxlos las setes humanes en cusnto sujetexs meiomiles. Mas all objecionde fondo, lhanan también kt xenein cierlas inconsisteneias en la pastura de quienes relvin: dican jn sacralidad de fa vid, Una defensa en texmings a vide fuumana dle ests ‘upurentemiente san niliczles del vilor de deberia concretarse en prolubiciones italien pe lorias para respetarls, Prexuce do" lo tanto cieito asm bro desenbri que las panticarios de la sacralidltel dea Vila ne oponen al abevte desde eb nacimienta, peio a6 ala pena de muerte; o que en la prietica, sracias a untimaas como la ceoria del doble efecto, acaban por justificar muchas formas de eutanasi, Crit 11 posstura de quienes detienclen la sacra- lidacl cle la vida no implics, sin embargo, tener que asuittic le de quignes reivindican la calidad de la vida como criterio pura sustentar y medir la obligseian de respetar una existencis humana determinada, Por el conlsatio, este teorks despierta por iytil inquictudes ¥ preocupaciones, Resulta antes que todo ptoblemyic tico definie los cviterios gar medir la calidad de vida, is abjeciones serias se presenran en el plano, Pero Is esteictamente moral, en relaci6n con, sespetar In vida humana. Fr este aspecro espec ba oria de la calidad de vida puede absrear tesis muy distintas: 3) elrespeto por Ih vida ajena tleberia quedar condlicionado a un niinime de calictael de vik, por debajo del cual no deberis hablarse de yida bumana en sentido esrieto ¥ por consiguiente resuitaria mo- ralmente licilo deshacerse de ella; b) mas «la de un, respeto minimo por foc existenci humana, la obi: gpici6n positiva de asistencia deberia tener cierto ‘grado de proporclonalidad con las posibitidades que le-quedan al indlviclao en cuanto 2 una vida humana aceptible; Gel sujeto est moralmerte autotizado a dispener Rhrements de su existencia en conliciones desesperickis, en las que su existencia ha decaéslo a niveles tan bajos de sufrimientes y carcneias que ya no snerece ser vivida. En citso de aceptar la ptimera inerpretacion, nes meteriamas por un sender que nos Hevarfa huista lt aceptaciin de la posibilidad de climinaraquellas existencias que ka Sovieclael conside- fe carentes de vitor, no dignas de ser vividas. La segunda interpretacion garantizaria al mndividuo frente al peligeo de-ser olininado en contea ce su volontad, pero resulta igualmente cuestionable: sopesar k-ayu= da de acuerdo con ly calidad de vida —eclisla aon critering dlstintos— es una buena desctipeién de la practice ubilizada por los diferentes sistemas de asis- HnHli piddlicd, Peto no coinclile necesitiamente con Aiettun intuiciones morales, cue parecerian sugeri, jel contrario, In necesidad de destigar las formas Uittencia de itn eflewla ce esta naturaleza, que jele teuultar a menudo mexquino y of¢nsive, Por Miivlente, slo queda ta tercera interpretacion, en gue ol suieto utiliza libremente determinados erite- slo solidi cle vida par tom decisiones acerca He viel y de su mueme. Sin embargo, ca este tiltime sesulbufa mas conveniente hablar ce una teorta ysenivia en ta dignidad y en ta auronemi, Ay {ile ly caliclael de viela juegs un papel subor- Jp frente 3 fa libre decision cet sajeto de seguit stencla Hine &) stencién ef intenio teclizads por Dwer ‘Jin Ponelllar estas posturas antagdnicas, A juicio eamericano, os Landay enfrentados Hei en realidad ciertas creencias comparticlas ‘lel vilorintrinseco y no instrumental ée la vida. Wi) liberiles ¥ conservacores comparten esta Herida acerca de ta santidad de li vida, ys filin en Lo selativo a la manera cle concebie y ier e) respeto sagrido por la vida humana: HOH consideran que el respeta por el valor no inuinentil cle Ia vies supone un no tisante a ctl. J posibilidad de cisponer de ella; otros, por el Wille, consiclerin que ka eecisiGn libre de acabar “i Hh existencia que ta venido perdicnde su Willies de: humans es Is maners was apmpitda THY Meticer su valor intrinsceo. Al aeentuae este Wiel bono sicerca del valor intrinseco ¥ no dent Vl) He hy vids humana, ef teorico tiberal nomteame- Wy) parecena reconocer el valor de uno de los Aelailis binicos defendidos por los partidaries de ta Pelli! de la vida: Sin embargo, Dworkin na Piel) 4 su credo Wheral, La distincién entre el Wihkipio telativ a la sueratidad de ta vida y las Hien de exnresadlo le permite relacionar direct ihente estis dltimas con las ereencias y principios ioriles 0 religiosos ce cada cual: ante las cliversas y encontracas formasde concebir el respeto por el valor intrinseco de la vida humana, el tribunal en ultima instaneia signe siendh la concieneia de cata cual “Ampamido en tp texto canstitucional que sanciana la ibertad reliiosa y le impone al Ustad la obligaeién de nevtrelicad frente a los ciferentes cretlos religions, Dworkin puede concliir que la solucin mis adeca- dit a Jus directrices ‘nserieas en |a constitucion nortea- meticana es una legislacén permisiva, respetucna en principio -cs deetr, en 1s medicls en que se vulneren derechos y libertades ajenas—de la auitonomia de: las ‘personas y de su derecho legitimo de materializar el respeto clelalo a 1s viet humana en concordancia con Sus principios éticos y religiosos, lay que reoonecerle a Eworkin una movida abil y atrevida: ef filosofo liberal det derecno apela ala sacraliclad de la vida ¥ se apropat ast de fa banclera e quienes militan en cl terreno opuesto al Uberalismo pan mostiar que sus aparentes enemigos comparten en reali, con él y con la mayorfa de la opinién piblier de tas sociedades avanzucas, ie conviccion acerea del valor sagrida de tela vida humana, Al inismo tiempo explota hiblimente é! carieter supues- tamente seligioso de las convicciones sobre aborto y eutanasia pir exigir und legislacidn peanisiva, acor- de con Ta primera enmitada de lar Gonstivucidin de su pats. Sin embargo, lo que permite esta ingeniosu estrategia aagumentativa, que deberia dear satisfechas iJ partes enlrascadas en divas polemicis, € € uso cuanto menos Vago del térming “Sagrado”, que desig- nade manera indiscriminada 2 la via humana y a las convicciones prolundas acerca del sentido de la vida, y que a menudo es utlizado como: sinénimo de Sinviolable” © “poscedlor de valor intrinseco”. Fsta vaguedad permite hacer phiusible la tes's relatives al consenso biisieo entre las partes enfrentaclas, y sobre todo jueza un papel fundamental a la hora de justific Lina medicia liberal a partir de ura apareme concesién il bancls enomigo. Ia estriteyis de Dworkin, ingenio, svy brillante, no aporta mucho a la golucién del Fentamicoto entre Jos bandos enemigos y slo resulta convincente en fa medida en que se asuma de ea ele valor antemano la postura Hbertl-kantiana de la autononiia individual. Fn cuanto al pemerpunto, la concepcisn de Io sagrade clejara sini duds insatiste- chos a quienes tienen una clea més compares cle lo sagraclo, al tiempo que muchos liberales se sentria incémodos con esta concesiéin innecesaria a los ad versarios, y con la idea de que las convieciones acerca del aborto y de la cutanasia sor un astunto de caricter eminentemente religioso. Las primeros considerarin incongruente defender al snisma tiempo la sacralidad de kt vida, que supone maticciones Inertes, con Ia despenalizci6a de peficticas que stentan vontna ell pnecesario el a los ojos de los segunelos resulta rodcu por la sacraicdad de la vida, que poco o nada Je anadea las conclusiones liberites a las que pretende llegar e! autor. EL rodeo tendrfa tina fiincibn eminen- temente reiGriew: no Seria mAs qué Un tecurse habih mente utilizado por el tdrico liberal para cunvencer a los partidarios de une politica de penalizacén del abort y de bt cutanasia de que en reslickad él com- parte muchas de sus convieciones bésieas acera de la sacraliclad de la vida. dems, de la tesis relativa a Lino intervencién del Estado tamente religicsas, como his decisiones de yida y eupues- mere, deberfa desivasse no solamente li probibicion de penalizar la eutanasia y el abort, sino también | renuneia del Estido a seglamentarlos y regularlos, 48 ee i lignidlad hu ion inmanente del aamentn desce: la oprics jostf ajena, sin necosicladl de Acts hace posible ur rexpeto “eagreds” por la vide acudira una cosmovisién religiosa cquc otros poxlrian no compartir. Al mismo tempo permite justificar, en determinados casos, at decisidn aui6noma dean sujefo convencidlo de que su existencia ya no es digna de ser vivielu y que apta libremente por una manera digna de acabar con su existencia. Esta coneepcion del valor de la vida hurana pose todas 1s de x postura de kx stcralidad de la vida y resulta incluse mas riguiost y estrcta en cuano al earieter incondlicionadlo de! deber de respetar la vida ajena, Deje abierta, sin embargo, la posibilidad de que el inciviehio pueda disponer de manera responsable aeera de sv existencla, incluyendo el momento fie: de ln misma, Desde el horizonte cle In sat la viela una opeiGn de esta naturaleza reaulta p mftica, en la medida en sus partiderios vender a eusanchar ¢! sentido dé yp sagrado, hasta concebitlo on terminos de pertenencia a la divinidad, De manera andloga, Ia unica interpretacion moraimente legitima de tworfa telativa a la calidad de Ia vida queda ya englobada en el ideal de dignidad y autonomia moral. Consiclero, en fin, innecesario tener que acuelir a. una revolucion copernicana de la ética, como pretende Singer, para poder encontrar tespuestas razonables aestosdilemias mores. Fs sufieiente que apliqnemos iginacion estes principios Gtisos de la mpderniclicl relatives a la dyniclad, autonomy solidaridad, que no han perdido sa vigencia y pueden offecernos todavia titects'ces atendlibles para resolver con clerta in cuestiones controvestidas, i derrumbro de 2, 1997, p18 DAP Singer, Reports ta vide y la maser iseites sien menbifosral, Rails, Wareele 202.

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