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LA ETNOBOTANIGA: res puntos de vista y una perspectiva editor ALFREDO BARRERA MANUEL MALDONADO-KOERDELL ALFREDO BARRERA Departamento de Biologia, Facultad de Ciencias UNAM EFRAIN HERNANDEZ-XOLOCOTZI JAVIER CABALLERO N. Colegio de Postgraduados, Escuela Nacional Instituto de Biologia de Agricultura UNAM nee Instituto de Investigaciones sobre Recursos Bidticos A.C. Xalapa, Ver. 1979 PRESENTACION Cada dfa cobra mayor interés la investigacién etnobiolégica en México Tal hecho encuentra su explicacién en muy diferentes motivaciones: 1a con tataci6n de que e1 conocimiento, manejo y utilizacién tradicionales de nue tros recursos biéticos estan sustentados en una sabidurfa nada despreciable; la comprobaci6n de que la aplicacién de la tecnologia cientifica moderna no siempre resuelve satisfactoriamente (por los riesgos econémicos, ecolégicos y sociales que frecuentenente implica) las neces idades, de alimentaci6n, de abrigo y de salud de nuestro pueblo; 1a conviccién de que los conocimientos etnobiol6gicos -etnobotanicos, etnozoolégicos 0 etnoecolégicos- pueden ser estudiados, desarrollados y aplicados de nuevo, tanto en sus regiones de ori gen como en otras, mediante el concurso intelectual y laboral de las comuni= dades dispuestas a experimentarlos y 1a necesidad de encontrar en la plurali. dad innegable de nuestros regionales modos de ser, de hacer y de pensar y en el respeto mismo a dicha pluralidad, una de las partes ms sanas del vinculo ideolégico de nuestra nacionalidad, son algunas de las razones aducidas para fomentar la produccién en este campo de estudio situado entre los que formal. mente comprenden por una parte, a las Ciencias Biolégicas y por otra a las Ciencias Sociales. Siendo 1a Etnobiologta una disciplina relativamente nueva, mucho se dis. cute aiin sobre su objeto y su método. Por ello y porque en el VII Congreso Mexicano de Botanica, 1levado a cabo en la ciudad de México, D. F., del 15 al 21 de octubre de 1978, fue palpable la falta que hace el contar con publi. caciones al respecto, decidimos compilar los estudios que aqui se presentan y que se refieren al concepto de Etnobiologfa en general y al de Etnobotdni- ca en particular. De los cuatro trabajos que hemos compilado en este fascfculo, s6lo uno, el del finado naturalista Manuel Maldonado-Koerdel], habfa sido ya publicado 'y ello, en una antigua revista de distribucién relativamente restringida -la Revista Mexicana de Estudios Antropol6gicos-. Los otros tres fueron presenta dos por sus respectivos autores en el Simposio de Etnoboténica que tuviera lugar en el Ex-Convento del Carmen, en México, D.F., del 25 al 27 de noviem- bre de 1976 y cuyas memorias no parecen tener visos de salir a la luz. En aquél Simposio, el trabajo de Maldonado-Koerdel1 fue anexado a la do cumentacién suministrada a los participantes; el del ingeniero Efraim Hernén dez-Xolocotzi y el del suscrito, los primeramente presentados y el Gltimo Tet do, precisamente e1 del biélogo Javier Caballero. En este orden en el que apa recen reunidos aquf. El suscrito, profesor de tiempo completo de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Auténoma de México y comisionado actualmente en el Instituto de Investigaciones sobre Recursos Biéticos, A. C., dentro de un plan de colaboracién académica entre ambas instituciones, desea agradecer al Director General del INIREB, Or. Arturo Gémez-Pompa, 1a publicacién de es tos trabajos como un primer fruto de dicha colaboracién. Alfredo Barrera Xalapa, Ver., 20 de noviembre de 1978. CONTENIDO Pig. Estudios Etnobiolégicos 1. Definicién, Re- laciones y Métodos de la Etnobiologfa .... errr 7 Manuel Naldonado-Koerdel1 El Concepto de Etnoboténica ........ she eeeeeeeeeeeeeeneeceeeseneeees 13 Efraim Hernaéndez-Xolocotzi La Etnoboténica ..........4. SSeestonss Serer aren feceeeaneeeneees -19 Alfredo Barrera Perspectivas para el Quehacer Etnobotdnico en MEXiCO .......eseeeeeee 27 Javier Caballero N. ESTUDIOS ETNOBIOLOGICOS I.DEFINICION, RELACIONES Y METODOS DE LA ETNOBIOLOGIA* Manuel Maldonado-Koerde11 La Etnobiologfa es una de las adiciones mas recientes a las ciencias an- tropolégicas. Diffcil resulta precisar su contenido y Ifmites, pues como toda disciplina nueva ni tiene deslindados sus alcances ni se han aislado sus pro- blemas, que también se plantean en otras ramas de la Biologia y de la Antropo logia. Desde e1 punto de vista etimolégico el nombre que se ha dado a la Etno biologia resulta inadecuado para el objeto de sus investigaciones. En efecto, ateniéndose estrictamente al significado de las voces, la Etnobiologfa ven- drfa a ser el estudio de 1a Biologfa de las Razas. Pero, como se verd después, en la practica de todo se ocupa esta ciencia menos de tal cuestién, que sf se considera con mayor o menor detalle en Antropologfa Ffsica, en Biologia Huma- na y en ciertos capftulos de la Etnologfa. Tal vez serfa conveniente para la precisién del lenguaje cientffico acufiar otro término que designase el conjun to de hechos y problemas analizados por la Etnobiologfa y el método sequido en su investigacién. En la distincién légica de los conocimientos, de acuerdo con RICKERT, im porta sefialar no s6lo los objetos que se tratan, sino también los métodos que se aplican. Es facil sefialar los objetos que trata 1a Etnobiologia: plantas y animales, pero ya no /195/ es tan facil definir sus métodos de trabajo, que incluyen también sus relaciones con otras clencias. iC6mo definir la Etnobio- logfa? 2Es una simple descripcién boténica y zool6gica de las plantas y anima les que han utilizado los distintos grupos humanos? Resulta la Etnobiologia, en realidad, un capitulo més de 1a Ecologfa Humana? iConviene que en el andi. sis de los hechos los investigadores se desentiendan del aspecto cultural dé esta nueva Ciencia? éDeben circunscribirse los etnobi6logos al punto de vista estrictamente utilitario y descuidar el matiz histOrico, ropaje por excelen- cia de la Antropologfa? éCual es, finalmente, el método'a seguir en los tra- *Conferencia sustentada ante 1a Sociedad Mexicana de Antropologfa en su sesién ordinaria del 19 de diciembre de 1940. Transcripcién del artfculo publicado originalmente en la Revista Mexicana de Estudios Antropolégicos, 4(3):195-202, 1940, bajos etnobiol6gicos? He agui una serie de preguntas que se trataré de contes tar y cuyo examen precisaran insensiblemente el concepto de Etnobiologfa y sus “ relaciones con la Antropologfa, distinguiéndola de otras ciencias y definien- do sus centros de interés. Entiéndese por los antrop6logos que la Etnobiologfa tiene a su cargo el estudio de la utilizaci6n de las plantas y animales, en una regién cualquiera, por un grupo humano definido, que la habita o viene a ella para obtenerlos. : rechamente con Ta Biolo- gfa que los estudta fas sus manifestaciones vitales, aunque la Etnobiolo gta tenga un criterio distinto, puesto que se ocupa poco o nada, por ahora, de Ja formulacién de conclusiones 0 de la aplicaci6n practica de los resultados. Obviamente siendo la Botanica y 1a Zoologia las dos ramas fundamentales de la Biologia, 1a Etnobotanica y la Etnozoologfa lo serén, a su vez, de la Etnobio logfa. Hist6ricamente han nacido por separado estas ciencias y se debe sefia- lar que la Etnoboténica (por su interés en la invenci6n de la Agricultura, ba se y cimiento de la civilizacién humana) logré atraer primeramente 1a atencién de los antropélogos. No por ello hay que desconocer las importantes contribu- ciones que ha dado también 1a Etnozoologfa, especialmente en lo que se refie- rea la domesticacién de los animales. Las plantas y animales de las diversas regiones de la Tierra /196/ han sido muy Gtiles, en distinta forma, a los grupos humanos. Sin contar su fun- cién basica como alimentos, han servido de materia prima a muchas culturas, han sido adorno y prenda de vestir tal como se les encuentra en la naturaleza © transformados, han desempefiado importante papel en mitos y tradiciones y han sido usados en ceremonias religiosas y civiles. Son las plantas y animales, en suma, objetos de alto interés para la Antropologfa. Ahora bien, no siempre las plantas y animales de una regién son usados por el grupo humano que la habita, ya porque su recoleccién, caza o pesca es diffcil o imposible, ya porque el ritual exige que deben buscarse en otro si- tio. Entonces hay que investigar las causas que determinan tales hechos (dis- tribucién de los recursos naturales y dificultad o imposibilidad de acceso a ellos) y establecer las consecuencias a que dan lugar (migraciones individua- les o de grupo, métodos de obtencién, ritual relacionado con su recoleccién, caza 0 pesca, etc.) En estos casos puede suceder: a) que los habitantes de la regién en que se encuentran tales o cuales plantas o animales no los utili cen, b) que los habitantes de otras regiones vengan a ella para obtenerlos, por exigirlo asf la tradici6n o el ritual, c) que los habitantes de una re- gi6n vayan a otra y los de ésta vengan, para Ilevarse lo que necesitan respec tivamente. Por otra parte, la utilizacién de las plantas y animales puede ha- cerse en el mismo lugar o lejos de allf, estableciéndose nuevas modalidades y usos. pre es fac: gar a una Y clasificacton de una plan tao animal, especialmente cuando por haberse extinguido /197/ 0 dispersado la especie, hay que atenerse exclusivamente a referencias de cardcter hist6ri. co; Vv. gr. ahora es casi imposible determinar la posici6n taxonémica de los famosos "perros de engorda" de los aztecas, pues las descripciones de los cro nistas son insufictentes para clasificarlos y estén, adends, totalmente extin guidos. En ocasiones e1 estudio morfolégico y taxonémico debe Ievarse al Gltimo extremo, incluyendo investigaciones experimentales, al resolver una cuest dn etnobiolégica. Como tipo de estos trabajos y modelo a la vez de memoria etno- biol6gica, debe citarse 1a monograffa de MANGELSDORF y REEVES sobre el "Ori- gen del Mafz y de sus parientes", publicada en el afio de 1939, en la cual el Problema genético y la historia cultural de dicha planta han quedado préctica mente agotados. Las descripciones atneate leatcas de plantas y animales desbordan la sim- ple relaci6n de carécter y posicién sistemética, ya que el estudio debe aten- der al valor cultural gue tengan para uno © varios grupos hunanos y a su his- toria individual en relacién con éstos. Aquf se encuentra la diferencia fun- damental entre una descripci6n botanica 0 zool6gica y una investigacién etno- biol6gica. Una vez definida 1a identidad y 1a posicién sistemdtica de una planta o de un animal, debe situarse su conocimiento y modo de utilizacién en el com- plejo cultural a que pertenece. Este es otro de los aspectos més caracterfsti. Cos de 1a Etnobiologfa. Qué valor cultural tiene tal o cual organismo? £Cémo se utiliza? He ahf la cuestion fi wier estudio e fija el fin primordial. A través del estudio del valor cultural de plantas y animales puede irse fijando el papel que han desempefiado en 1a evolucién de 1a Humanidad. Puesto que al decir de Lucien FEVBRE, "Dondequiera que el hombre y los productos na- turales se enfrentan, interviene 1a idea" resulta obvio que al etnobiélogo de ba importarle /198/ este aspecto de 1a explotacién de la naturaleza, revelada en el “cuerpo de objetivos espectficos y valores que forman un complejo cultu ral". Esto da a 1a Etnobiologfa un caracter de ciencia esencialmente cultural, ya que estudia hechos que suponen una accién cuyos m6viles psicolégicos son precisos, pues resultan de una elaboracién mental definida. En todo Proceso cultural est& incorporado un valor, reconocido y utilizado por e1 grupo racial que To aprovecha y el etnobiSlogo debe empefiarse en precisarlo. Si no logra hacerlo, sus descripciones serén meros relatos de hechos aislados sin utili- dad para la Antropologfa. Si se considera atentamente el problema de la utilizacién de ciertos or- ganismos por un grupo &tnico, pronto se caer en cuenta de que es una conse~ Cuencia de 1a invasién y ocupacién de 1a regi6n en que se encuentra, es decir, Ja, explotacién de 1a naturaleza es una fase, més general, del proceso de adap tacién al medio de los grupos humanos. En esto llega la Etnobiologfa al terre no de la Ecologia. El problema de los recolectores, cazadores y pescadores no puede explicarse si no es tomando en cuenta el ajuste de los seres humanos a la regién en que viven o en la que buscan las plantas y animales dtiles. En otras palabras, puesto que el aprovechamiento de la naturaleza por los grupos étnicos es una consecuencia de su adaptacién a las condiciones dadas con ante rioridad en las distintas regiones, la Etnobiologfa debe atender al estudio de las sutiles relaciones entre los individuos y el medio que habitan, tratando de precisar las influencias que éste haya tenido sobre el desarrolio cultural de aquéllos, sin perder de vista que los hombres son capaces de cambiar y adn de substituir por completo un cuadro natural, estableciendo nuevas condicio- nes de vida en sitios en las que faltaban por completo. Este cardcter de la Etnobiologfa no es considerado generalmente en las investigaciones particulares de los distintos problemas, aunque su importan- cia salta a la vista. Casi siempre se pasa por encima del problema ecolégico en Etnobiologfa o se le considera secundariamente o queda oculto detrés del aspecto puramente etnolégico. La adaptacién al medio y el aprovechamiento de plantas y animales son distintas facetas de 1a misma cuesti6n que la Etnobio- logfa puede y debe considerar, tal vez con /199/ mayor amplitud y con mayores frutos que otras ramas de 1a Antropologia. Puede establecerse que la adapta-- ci6n al medio condiciona el aprovechamiento de la naturaleza, adn en el caso de extrema pobreza de aquél, como lo ha revelado el estudio ‘etnobiolégico de Jos indios papagos de los desiertos de Sonora y Arizona, que sostienen esfor- zada lucha contra un medio hostil y mfsero. E1 etnobidlogo no debe limitarse al aspecto ecolégico de 1a explotacién de la naturaleza, que al igual del puramente taxonémico, es s6lo un lado del problema. £1 fendmeno de 1a adaptacién al medio en la especie humana reviste caracteres muy peculiares, que deben tenerse siempre presentes. Los hombres son los Ginicos seres en la escala zoolégica que han elaborado una cultura, es decir, que han transformado a la naturaleza, utilizndola y cambigndola para ajustarla a sus necesidades. Esta transformaci6n se manifiesta de mil modos en los productos que Togran con sus métodos de explotacién de los recursos na turales, verdaderas “creaciones perdurables" como 1as Ilama HELLPACH, resul= tantes de la utilizacién de plantas y animales en muchos casos y por’ consi- guiente, objetos de interés para la Etnobiologfa, que debe investigar su ob- tencién o fabricacién, sin extraviarse en los detalles puramente técnicos en cuanto no signifiquen algo para su conocimiento. Pero la utilizacién inmediata o tardfa de los organismos por los grupos humanos es s610 una etapa del proceso de elaboracién cultural. Aunque 1a fina lidad de 1a Etnobiologfa es el conocimiento de los métodos de utilizacion de las plantas y animales por los grupos &tnicos, el anélisis debe Ilevarse con criterio hist6rico, puesto que el desarrollo cultural es esencialmente acumu- lativo y asimilatorio. Importa, pues, que el etnobi6logo tenga presente que las actividades humanas estén reguladas por un largo y complejo proceso de acu mulacién cultural y de integracién y que para 1a Antropologia resulta funda- mental que se defina este aspecto de la explotacién de la naturaleza. No obs- tante, conviene que los investigadores se limiten a la sola descripcién de he chos, sin formular conclusiones ni leyes, inexistentes e inaplicables en eT devenir hist6rico. La Etnobiologfa al estudiar el aprovechamiento /200/ de plantas y animales por los grupos humanos, se limita a exponer la significa- ci6n que tienen en el complejo cultural respectivo y a la descripcién de he- chos particulares, cuya explicacién no puede concretarse en alguna férmula aplicable universalmente. Y con ésto se llega directamente a 1a cuesti6n del método a seguir en los trabajos etnobiolégicos. LExisten reglas én la Etnobiologia? Es indudable que las hay, si se recuerda cuanto se lleva dicho sobre su contenido y relaciones con otras ciencias. Evidentemente 1a Etnobiologfa es una ciencia de particula ridades, hist6rica en su método, que aspira a un conocimiento més fntimo deT problema de la explotacién de la naturaleza por los grupos humanos y a ar Ja i Sn eeplantas y animales, En p En el an&lisis particular de los hechos son buenos todos los procedimien tos que set ieraga los fines indicados: estudios sobre el terreno, consulta de claves taxondmicas, experimentos’ de laboratorio, referencias histéricas de cualquier género, observacién de grupos étnicos "residuales", etc., que pue- dan servir para el caso. En ocasiones unos procedimientos daran mejor resulta, do que otros, pero en la mayorfa deberan utilizarse todos, sin perder de vis- ta el carécter esencialmente sintético de la Etnobiologfa. /201/ BIBLIOGRAFIA 1, CASTETTER, E. F. y UNDERHILL, R. M., II. The Ethnobiology of the Papago In dians. University of New Mexico Bulletin. Ethnobiological Studies in the American Southwest. Whole number 275. October 15, 1935. University of New Mexico Press, Alburquerque, N. M., U.S.A. 2. FORDE, C. D. Habitat, Economy and Society, a Geographical Introduction to Ethnology. Conclusion. Harcourt Brace and Co. New York, U.S.A. (s. f.) 3. HELLPACH, W. Geopsique, el alma humana bajo el influjo de tiempo y clima, suelo y paisaje. Introduccién 3. Espasa-Calpe, S. A. Madrid, 1940, 4, MANGELSDORF, P. C. y REEVES, R. G. The Origin of Indian Corn and its Rela- tives. Bulletin 574 (monograph). Texas Agricultural Experiment Station. College Station, Texas. U.S.A. May 15, 1939. 5. RICKERT, H. Ciencia Cultural y Ciencia Natural, cap. III. Calpe. Madrid, 1922. EL CONCEPTO DE ETNOBOTANICA* Efratm Hernéndez-Xolocotzi** Colegio de Postgraduados , ENA. Chapingo, Méx. 1. INTRODUCCION La etnoboténica es el campo cientffico que estudia las interrelaciones que se establecen entre el hombre y las plantas, a través del tiempo y en di- ferentes ambientes. En México este fen6meno se inicia a partir de la invasién de su territorio por poblaciones humanas asiaticas con conocimientos anterio- res de recolecta y de caza adquiridos en otros Ambitos; acusa un perfodo lar- go de relaciones primarias de recolecta y de cacerfa; inicia los procesos con ducentes a la utilizacién de los recursos por medio de la agricultura ya la domesticacién de numerosas especies de plantas y algunas especies animales; culmina en una etapa agricola y urbanista al momento de la conquista espafiola; acusa fuertes impactos de infiltracién cultural durante el perfodo colonial; y desemboca en e] cuadro actual en el cual intervienen, la persistencia de uti- lizaciones tradicionales de los recursos, el inicio y expansién de la llamada “revolucién verde", la ampliacién de las infraestructuras necesarias para con figurar una unidad socio-econémica nacional, el impulso a las actividades in dustriales, y la formacién de centros urbanos con alta concentracién de pobla ciones humanas. Los elementos de las interrelaciones hombre-planta, motivo de estudio de la etnobotanica, estén determinados por dos factores: a) el medio (las condi- ciones ecolégicas) y b) por la cultura. Al estudiar dichos factores a través de la dimensién tiempo, se puede apreciar, que éstos cambian cuanti y cualita tivamente: e] medio por modificaciones en los componentes de dicho ambiente y por la accién del hombre y la cultura por 1a acumulaci6n, y a veces por la pérdida, del conocimiento humano. ‘Trabajo presentado en e1 Simposio de Etnobotanica organizado por el Departa- mento de Etnologfa y Antropologfa Social (INAH-SEP) y el Departamento de Bio- logia de 1a Facultad de Ciencias (UNAM) en la Ciudad de México, D. F., del 25 al 27 de noviembre de 1976. **Profesor-investigador, Rama de Botanica TI, FACTOR AMBIENTE El estudio del factor medio en s{ conduce al entendimiento de que éste esté caracterizado por: la Geolog{a (estudio de la secuencia formativa de la tierra; los procesos dindmicos de modificaciones terrestres y marinas; las resultantes de dichos procesos); 1a Geograffa (estudio de la configuraci6n ac tual de la capa terrestre y el fondo marino; las relaciones actuales entre tierra y agua; las relaciones altitudinales; los escurrimientos superficia- les); 1a Climatologfa (el estudio de la dindmica en tiempo y espacio de los movimientos atmosféricos; las tendencias de los fenémenos térmicos, precipi- taciones, evaporacién en tiempo y espacio; el estudio de las tendencias cf- clicas y causas de dichos fenémenos) 1a Pedologfa (el estudio de la génesis de los suelos y su relacién con los materiales primarios disponibles, con el clima prevalente, con los micro y macroorganismos a través del tiempo; el es- tdi de las caracterfsticas del suelo y su relaci6n con procesos de utiliza- cién). Estos factores ffsicos del medio tienen relacién y son afectados por los factores bidticos constitufdos por flora y fauna. La importancia de la flora reside en su capacidad de utilizar la energfa solar para producir materiales organicos, de intervenir en los procesos de formacién del suelo, y de partici par en el ciclo hidrolégico de las superficies terrestres. La fauna participa en las mGltiples cadenas tr6ficas de consumo, juega un papel variable en la reproduccién y distribucién de propégulos vegetativos, y junto con las plan- tas constituyen los degradadores microorgénicos importantes en los ciclos de energfa, de materiales y de minerales en los ecosistemas. II]. FACTOR CULTURAL E1 factor cultural se origina y se define por las caracter{sticas funcio nales que el hombre, como organismo altamente organizado, ha heredado y desa- rrollado a n grado: a) locomocién bipeda y amplia habilidad manual; b) coordinacién cerebral conducente a 1a capacidad de memoria y de conju gacién de las experiencias registradas; c) alta capacidad de intercomunicacién incluyendo el uso de gestos, soni dos especialmente vocales, representacién pictogréfica y sinb6lica; ~ intercomunicacién, por ende, limitada a espacios estrechos o sin ia necesidad de la presencia de los intercomunicantes, limitada a simul- taneidad de tiempo o sin Ifmites temporales; d largo perfodo de aprendizaje; dado por las modificaciones éseas resul tantes del habito bfpedo lo cual obliga el desprendimiento de la crfa antes de su pleno desarrollo morfolégico y funcional; esto redunda en un perfodo de varios afios de relaci6n fntima madre-crfa, perfodo duran te el cual ocurren los procesos basicos de aculturaci6n; en la actua- lidad este proceso continda en las instituciones educativas; 15 e) alta capacidad de organizaci6n social; aparentemente basada en la ca- racterfstica fisiolégica de Homo de poder efectuar el contacto sexual en cualquier época reduciendo los efectos del perfodo de celo durante los cuales afloran actividades fuertemente disruptivas de la organiza cin social, y las ventajas b&sicas psicol6gicas de las actividades conjuntas y las ventajas de las actividades de grupo en los procesos de supervivencia y de produccién. IV. RESULTANTES DE LA INTERACCION HOMBRE- AMBIENTE EN LA DIMENSION TIEMPO. Se establece que la interrelacién hombre-planta se inicia desde el momen to en que los factores establecen contacto; también se establece que dichas interrelaciones cambian en calidad y en cantidad; se amplfan y se pueden redu cir a través del tiempo. Para facilidad de exposici6n, subdividimos estas in- terrelaciones en torno a los dos polos fundamentales - el] hombre y e] ambien- te. A. Resultados de 1a Dimensi6n Cultura. Sugerimos que la dimensién cultura se refleja y puede estudiarse en tor- no a los siguientes fendmenos: 1, Generacién y acumulacién de conocimientos - desde las fases en que predominaron los sistemas empfricos, hasta el presente en el cual se considera que la ciencia y su metodologfa constituyen el Organum 0 el proceso més poderoso al alcance del hombre para la adquisicion de nuevos conocimientos. 2. Implementos, su invenci6n y su mejoramiento - 1a conciencia del hom- bre para explorar formas de resolver problemas fisicos, aunado a su capacidad manual y el desarrollo de dicha capacidad, se refleja en implenentos; las caracterfsticas de dichos implementos a través del tiempo muestran cada vez mayores habilidades, el uso de técnicas més refinadas, el uso de nuevos materiales, una mayor abstraccién en di- sefio y ejecucién; los implementos también reflejan cambios en la ca- pacidad del hombre de modificar 8u ambiente. 3. Amplitud y profundidad en la capacidad de manipulacién del ambiente- un bosquejo de esta fase de desarrollo cultural nos conlleva a los siguientes aspectos: a) recolecta y caza y sus repercusiones sobre Jas poblaciones y 1a genética de las especies; b) nuevas técnicas en los procesos de transformaci6n de las materias primas disponibles lo cual amplfa la gama de productos posibles de consumo humano; c) pro- cesos de degradacién y de mejoramiento de los recursos. 4. Definicién del proceso agrfcola y la domesticacién de plantas y ani- males, 5. Desarrollo del urbanismo, 6. Desarrollo del proceso industrial. 7. Definicién y ampliaci6n del proceso educativo formal. 8. Ampliaci6n de los procesos de organizacién socioeconémica, 9, Ampliaci6n y restricciones territoriales. 10. Relaciones imperialistas y colonialistas. B. Resultados de la Dimensién Ambiente. Enfocando nuestra atencién al polo ambiente, se pueden sugerir los si-- guientes aspectos: 1. Cambios en las dimensiones territoriales. 2. Intensidad en la utilizacién de los componentes biéticos. 3. Intensidad en el uso de los recursos en general. 4. Calidad y cantidad de las repercusiones en el uso de los recursos. 5. Extensién socio-econémica en el uso del ambiente territorial propio del grupo humano bajo estudio y del ambiente extraterritorial. £1 estudio conjugado de las interrelaciones hombre-planta a través de la dimensi6n tiempo, nos indica que el campo etnoboténico involucra claramente procesos dialécticos, por lo que la metodologfa por aplicarse debe correspon- der a dicha caracterfstica de los procesos en estudio. oma i Para ejemplificar el marco de referencia aquf propuesto para los estudios etnobotanicos, sugerimos que las siguientes interrogantes quedarfan dentro del campo cientffico de la etnobotanica. 2C6mo acumula el hombre conocimiento del ambiente? Cémo transmite dichos conocimientos? 4Cémo genera tecnologia para utilizar los recursos? 4Cémo precondiciona plantas y animales para su domesticacién? 4Cémo selecciona bajo domesticacién a las especies domesticadas? 2Cémo genera los conocimientos de las interrelaciones ambiente y produc- cién de las especies domesticadas? 4Qué relaciones se generan entre los procesos de preparacién de alimen-- tos y la amplitud e intensidad en el uso de los recursos? 2Qué interrelaciones se generan entre recursos alimenticios utilizados y 7 stanying oyuaiwierag Vemnyins—uprsus wip *(e2}upz0qouz3 OL seuLWas “9/61 ‘*X zap -upusay °3) ‘odwey3 [ap sgae4z e eunzino e, € oLpau Lap Ug}oUNy ue (eo,upzoqouz9) equejd-aiquoy ug}oelad e| ap eLouadaya4 ap ODuell [3 qdwiany upsuent ae oot 92 0009 sou) av oooz Banyyn16y owsiuequry euysnipul oipaw ‘wou las caracterfsticas del hombre en lo individual y en su organizacién so cio-econémica? eCudles son los efectos de la infiltraci6n cultural sobre 1a relacién hombre-planta? eCudles son las relaciones etnobotdnicas a nivel de uso tradicional de Jos recursos con la ciencia de la genética; con los estudios de mejora~ miento agronmico; con los trabajos de mejoramiento genético de las es- pectes domesticadas? Cua] es el impacto de la ciencia y la tecnologia cientffica, sobre la relacién hombre-planta? Cudl es el impacto de la revoluci6n industrial? Las practicas tradicionales del manejo de recursos vegetales han sido y son frecuentemente menospreciadas. Al etnobiélogo le interesa su estudio jus~ tamente porque representan el resultado de un conocimiento empfrico, a veces probado a través de muchos siglos y cuya asociacién a précticas mAgicas y re- 7en este sentido la Boténica Econémica, como la entiende la ciencta occiden- tal, se distingue de la Etnoboténica por su despreocupacién, en general, del fenémeno cultural. N. del E. 23 ligiosas, relacionadas a su vez con la agricultura y 1a medicina, ha contribuf do precisamente a su conservaci6n, E1 etnobi6logo, sin embargo, a riesgo de no ser consecuente consigo mismo y de presentar una estatica visién de lo que es el one mismo de su estudio, debe tomar en consideracién los procesos de acul turaci6n. Definido el campo que abarca 1a Etnobotanica, es conveniente ahora distin guir algunas de las areas particulares comprendidas en 61: Una de las més interesantes, es 1a que se refiere a la percepcién, denomi naci6n y ordenamiento de las discontinuidades propias del universo vegetal con el que Se relacionan los miembros de una determinada comunidad cultural; esta Grea, que se puede denominar como Etnoboténica Taxonémica, esté fntimamente 11 gada a otra a la que interesa el estudio de la filosoffa del ordenamiento y de Jas relaciones atribufdas a los elementos de la flora; esta otra rea corres- ponde a la que podrfamos denominar Etnoboténica Sistemética. E1 estudio particular de la significaci6n, o sea de los valores cultura- les de los elementos de la flora, incluyendo tanto los no utilitarios (como el cognoscitivo, el m&gico y el religioso) como los utilitarios (como el ali- menticio, el medicinal, el artesanal, etc.) y de sus relaciones entre sf, pue de identificarse como un Grea que toca el de la Axiologfa. Aunque hemos hecho notar que la investigaci6n etnoboténica tiene que plan tearse como parte de un proceso en el que los conocimientos y los conceptos cambian y con mucha frecuencia se mezclan por fenémenos de aculturacién; en otras palabras, que no pueden desligarse de consideraciones historicas, el] es tudio particular de la naturaleza de dichos cambios tanto en culturas desapa- recidas como en las actuales, puede distinguirse como el drea de la Etnobotd- nica Hist6rica. Separadas s6lo por razones didicticas, las dreas mencionadas se interre- lacionan entre sf de tal modo que resulta diffcil separarlas en la préctica. Un interesante y nuevo enfoque, que cada dfa tiene m&s importancia, es el de 1a Etnobotanica Comparada; sta, a través de cuyo ejercicio es posible des cubrir principios generales capaces de dar explicacién a las particularidades de diferentes contextos culturales, lleva a la Etnoboténica a pasar de su ac- tual condicién, predominantemente etnografica, a otra més comprehensiva de ca racter etnolégico. Hasta aqui hemos hablado fundamentalmente de los propédsitos y objetos de estudio de 1a Etnoboténica; pero a una ciencia se le conoce también por sus métodos. Sin insistir en lo que otros autores, entre ellos Hernandez Xolocot- zi (1970) y Martinez Alfaro tisvep yc) han dicho al respecto, s6lo queremos enunciar aqui el carécter interdisciplinario de 1a metodologfa etnobotanica que es tanto antropolégica como boténica. En efecto, en 1a delimitaci6n geograéfica, biogeografica, ecolégica e his- t6rico-cultural del rea; en la seleccién de la comunidad o comunidades a es- tudiar y su clasificacién por grados de influencia de otros patrones cultura-- les; en la técnica para establecer el contacto con dicha comunidad y en el es- cogimiento de los informantes tomando en cuenta su categorfa social y su ocupa. ci6n, edad y sexo, entre otras caracterfsticas, se mezclan los procedimientos 24 que usan el bidlogo y el etnélogo. Tales trabajos previos, conducen a la for- macién de la lista etnoflorfstica, apoyada en ejemplares de herbario adecua- damente documentados y ambos, lista y coleccién, constituyen la base de cual- quier otra etapa de la investigaci6n etnoboténica en que siguen incidiendo los procederes del bi6logo ~del botdnico si se quiere- y del antrop6logo -del etn6logo en tal caso. Pudiera ser, por ejemplo, que el estudio fuese de {ndole terminolégica, lingufstica y filolégicas que éste condujers Tuego a la estimacién del cono- cimiento taxonémico, a la de la significacién cultural de las especies de la lista etnoflorfstica o al modo en que se transmite, conserva y se modifica el conocimiento boténico a través del tiempo y ante los procesos de mestizaje cultural; pudiera también dirigirse el estudio hacia las particularidades del uso y manejo de los recursos vegetales; de todos modos, los procedimien- tos -con excepcién de los relativos a la indispensable identificacién boténi- ca de los materiales recolectados- serfan mixtos. S6lo se pasa de tal hibridaci6n metodolégica a otra unidireccional, cuan do la exploracién etnoboténica sirve como base a investigaciones utilitarias © aplicativas en las que los datos obtenidos en dicha exploracién son utiliza dos sin importar ya mayormente el contexto cultural del que se han extrafdo. Ast, cuando Hernandez Xolocotzi (toc. cit.) dice que "la funcién de la explo- racién etnoboténica y por ende del explorador etnobotdnico consiste primero, en registrar, ordenar, escudrifar, hilvanar y publicar 1a informacién en el mismo marco de Ja cultura ..." tiene raz6n al calificar su actividad de etno- botnica; en cambio cuando prosigue diciendo "... segundo, reunir con cuidado e inteligencia el material de propagaci6n de interés inmediato y mediato a los problemas urgentes de la investigacién agronémica, bioqufmica y botdnica..." no To mantiene en su papel de etnobotanico, aunque asf pretende, sino en todo caso, en el de trabajador de 1a Boténica Econémica y Basica, de modo respecti_ vo. BIBLIOGRAFIA HERNANDEZ X., E, 1970. Exploracién Etnobotanica y su Metodologfa. Chapingo, Méx., Colegio de Postgraduados de la Escuela Nacional de Agricultura, SAG., 69 pags. JONES, V. H. 1941, The Nature and Status of Ethnobotany. Chron. Bot., 6:219- 221, MALDONADO-KOERDELL, M. 1940, Estudios Etnobiolégicos I. Rev. Mex. Est. Antro- pol. 4(3):195-202. MARTINEZ~ALFARO, M. A. 1976a. Comunicaci6n personal. » 1976b. Historia de las exploraciones etnobotdnicas en plantas medicinales. Estado Actual del Conocimiento en Plantas Medicina- les Mexicanas. Instituto Mexicano para el Estudio de las Plantas Medici- males, A, C, México, D. F., pags. 71-96, . 1976c. Posible metodologia a seguir en el estudio de jas plantas medicinales mexicanas. Estudios sobre Etnobotanica y Antro- pologfa Médica. C, Viesca Trevifio Ed, Instituto Mexicano para el Estu- dio de las Plantas Medicinales, A. C., México, D.F. pags. 75-83. ROSAS, C, 1975. Comunicacién personal. SCHULTES, R. E. 1941. La Etnobotanica: su alcance y sus objetos. Caldasia, 3:7. 25 7 PERPECTIVAS PARA EL QUEHACER ETNOBOTANICO EN MEXICO* Javier Caballero N. Instituto de Biologfa ‘UNAM Los violentos procesos de transculturacién que sirvieron de marco a la apropiacién de saqueo de los recursos por los colonizadores, el genocidio y la explotaci6n de los colonizados durante los tres siglos de sistema colonial en México y 1a marcha forzada de las minorfas étnicas supervivientes hacia una sociedad nacional capitalista y occidental muestran un hecho muy comin, la pretensi6n de que s6lo existe una cultura y una civilizacién verdadera, 1a de las sociedades y las clases dominantes. Al respecto, André Gorz (1976) ha sefialado que, "para definir lo que es y lo que no-es cientifico, nuestra sociedad aplica criterios implfcitos bas- tante particulares; denomina cientfficos a todas aquéllas capacidades y cono- cimientos susceptibles de ser sistematizados e incorporados dentro de la cul- tura académica de 1a clase dominante y denomina no cientfficos a todas las ha bilidades y conocimientos que pertenecen a una cultura popular en vfas de de- saparicion", En este contexto, 1a etnoboténica aparece como uno de los elementos més débiles de la estructura académica creada por la clase dominante, en cuanto que, en la practica concreta, revela la exiStencia de més de una ciencia. En efecto, las investigaciones etnoboténicas y atin aquéllas que preten-- diendo serlo, no deberfan ser consideradas precisamente como tales, invaria-- blemente muestran que el margen de la cultura y las ciencias occidentales, los niicleos campesinos y sobre todo las minorfas étnicas, que no primitivas, sino menospreciadas y explotadas, poseen un enorme acervo de conocimientos acerca de los ecosistemas naturales y de sus elementos e interacciones el cual ha si do transmitido, enriquecido,. modificado y en ocasiones deformado a través deT tiempo, pero que ha sido obtenido con métodos y procedimientos en gran medida *Trabajo presentado en el Simposio de Etnoboténica, organizado por el Depar- tamento de Etnologia y Antropologfa Social (INAH-SEP) y el Departamento de Biologia de la Facultad de Ciencias (UNAM) en la Ciudad de México, D.F., del 25 al 27 de noviembre de 1976, 28 equivalentes a los de la ciencia moderna, constituyendo de ésta manera una ver dadera ciencia popular o ciencia de lo concreto. El reconocer Ta existencia de una ciencia o ciencias populares y en Giti- ma instancia, el reconocer algdn valor en las manifestaciones del conocimiento popular, puede hacer aparecer de hecho a la etnoboténica, como una disciplina radical y a los etnoboténicos como elementos altamente cuestionadores de la rea lidad social; no obstante, en la préctica los hechos se muestran bastante dife rentes. Si para nuestra sociedad son cientfficos s6lo aquéllos conocimientos, ca- pacidades 0 especialidades que estn integrados a las relaciones de produccién capitalista, es decir, que poseen algiin valor en tanto que son Gtiles al siste ma (Gorz, 1976), independientemente de que sean inmediatamente aplicables o no, Podemos reconocer entonces a la etnoboténica y especialmente a las investiga- ciones utilitaristas de interés etnoboténico, como un instrumento més de domi- nacién, ya que como parte del aparato cientffico, su funcién dltima es extraer aquélla parte del conocimiento boténico tradicional que puede tener algiin va~ lor dentro del modo de produccién dominante, para adecuarlo y convertirio en nuevas formas que hagan més expeditos los procesos de explotacién y acuTtura- cién. Tal vez uno de los casos que mejor pueden ilustrar lo anterior, es el de la investigacién sobre los usos medicinales de las plantas con la que la infor maci6n "recuperada" en los niicleos indfgenas y campesinos es apropiada por eT. aparato cientifico, difundida por los medios cient{ficos propios, seleccionada e incorporada a la cultura académica. Esta informacién regresa después a las comunidades de donde ha sido extrafda, pero ya en forma de medicamentos fabri- cados por los grandes monopolios farmacéuticos extranjeros o nacionales para ser empleados como sustitutos de los recursos de la medicina popular. Se esta- blece asf un flujo unidireccional de informacién que va de un modo de produc- cidn subordinado representado por las comunidades campesinas e indfgenas, ha- cia el modo de produccién dominante a través del informante o bot&nico subordi_ nado y el etnoboténico o botaénico dominante, cuyo resultado final ser& la inte gracién, la transformacién y la asimilaci6n de los remanentes sociales y cultu rales tradicionales al sistema capitalista moderno o en otros términos, la ast milacién o la adecuacién y reproducci6n de los modos de produccién subordina- dos al modo de produccién dominante para el mejor desarrollo de éste. De tal manera estas investigaciones cumplen una funcién expoliadora tfpicamente colo- nialista. En el mejor de los casos, las investigaciones etnoboténicas, en tanto que se interesan no s6lo de los aspectos utilitarios, sino del saber botanico tra- dicional en general se ubican dentro de la estructura cientffica dominante, en cuanto que sus resultados van a formar parte de una cultura académica que los ve como asuntos de fndole meraiente folklorista, sin mds sentido que su contri. buci6n a la produccién institucional de conocimientos précticamente indtiles al sistema, pero que sostienen el mito burgués de la ciencia neutra y pura. Cualquiera que sea el caso, se trate de intereses utilitaristas 0 cultu- ristas y folkloristas, esta identidad explotadora y colonialista ha sido la de muchas, sino la mayorfa de las investigaciones etnoboténicas realizadas hasta ahora, aGn las realizadas por algunos ilustres colonizadores, pues parafrasean do a Warman (1970) cuando se refiere al desarrollo hist6rico de la Antropologfa 2 puede decirse = la_tradici6n etnoboténica en este caso, " ina de las nece sidades derivadas del carécter expansionista de Occidente.. ‘es un auxiliar cientifico de la expansién blanca. Contribuye a ésta con informacién sobre otras culturas y cifra su accién en hacer mas satisfactoria la relaci6n de do minio, menos conflictiva y més redituable". Los planteamientos hasta aqui expuestos, no pretenden negar el valor que tienen las investigaciones con fines utilitarios y menos afin, las que se inte. resen por el conocimiento botanico tradicional en general. Lo que se quiere sefialar, es que lejos de ser uno més de los elementos de ia estructura cientt. fica dominante, deben constituirse en una actividad cuestionadora de la cultu ra académica e inscribirse en la perspectiva del cambio social. Si la etnobo- tanica por sf misma constituye un elemento débil de esa estructura cientffica dominante debe entonces ser desarrollada dentro del adecuado marco ideol6gico y constituirse en una disciplina radical. Independientemente de que consideremos a la etnoboténica como el estudio de 10s usos tradicionales de las plantas, o en un sentido mis correcto, como el estudio de las sabidurfas botdnicas tradicionales, ésta debe dejar ‘de ser un auxiliar cientffico de la explotacién o un puro ejercicio académico y debe ponerse al servicio de las propias comunidades indfgenas y campesinas en la que es practicada. Si se adopta tal actitud, Zhacia dinde debe dirigirse 1a practica etnobo tanica? Sin duda los que mejor nos lo pueden sefialar son los propios indfge- nas y campesinos cuando como en los acuerdos del Congreso de Chiapas declaran: "Queremos que 1a medicina antigua no se pierda. Es necesario conocer 1as plantas medicinales para usarlas en bien de todos" (Proyecto Marandd, 975). 0 como en el manifiesto Tiahuanacu, cuando sefialan: "Los campesinos que- remos el desarrollo econémico de nuestros propios valores. No queremos perder nuestras nobles virtudes ancestrales en aras de un seudo desarro- Vo. Tememos a ese falso desarrollismo que se importa desde afuera, por- que es ficticio y no respeta nuestros profundos valores. Queremos que se Superen trasnochados paternalismos y que se deje de considerarnos como ciudadanos de segunda clase". "Los campesinos estamos convencidos de que solamente habré desarrollo en el campo y en todo el pats, cuando nosotros seamos los autores de nues- tro proceso y duefios de nuestro propio destino" (Proyecto Marandd, 1975). Yo creo que en estos términos, la practica etnoboténica que se aboca al estudio e interpretacién del conotimiento, significacién cultural, manejo y usos tradicionales, de los elementos de 1a flora, tendré como algunas funcio- nes principales: - Contribuir junto con la Antropologfa, a reestructurar 1a imagen distor- cionada que 1a sociedad nacional tiene de los pueblos indfgenas y desen mascarar su car&cter ideol6gico colonialista, ayudando a generar asf una nueva conciencia mexicana que reconozca nuestra diversidad cultural y que se fundamente en el més profundo respeto a los valores culturales de los ndcleos indfgenas y campesinos. 30 ~ El rescatar todo el conocimiento botdnico en vfas de desaparici6n y re- vertirlo de alguna forma a las peoples comunidades como una contribu- “ ci6n a su autoevoluci6n cultural. Por otra parte, el estilo de desarrollo que sigue el pafs determina el im placable y aparentemente inevitable exterminio de los ecosistemas naturales; — las formas tradicionales del manejo de los recursos vegetales que aun subsis- ten, son progresivamente desplazados por formas modernas altamente destructo- ras, orientadas hacia la producci6n para el mercado capitalista. Es en este contexto, en el que la pnuesbtgacisn. etnobotanica, orientada hacia el conocimiento, manejo y uso tradicionales de los recursos, puede desem pefiar funciones de gran importancia como: - Recopilar informaci6n acerca de todos los usos posibles de las plantas como una contribucién para el disefio de nuevas formas de explotacién de los ecosistemas, que se opongan a las formas destructivas vigentes. Practicas que retomen los conocimientos y las tecnologfas tradicionales ¥ que enriquecidas por el conocimiento cientffico occidental, las re- creen y las desarrollen hasta sus Gltimas consecuencias, tanto a nivel local de las comunidades estudiadas, como a niveles més amplios dentro de programas regionales de ecodesarrollo, entendiendo éste no s6lo como un nuevo estilo de desarrollo més racional, ecolégicamente hablando, si no fundamentalmente como parte de una estrategia polftica para el cam- bio social. E1 quehacer etnoboténico asf concebido, diffcilmente podré ser desempefia- do por cientfficos que se identifiquen con ja ideologfa dominante; por el con- trario, debera ser funcién de aquéllos que no s6lo sean expertos botanicos y etnélogos, sino ante todo, individuos identificados con la clase explotada que ubiquen sus investigaciones en el logro del bien colectivo, pues a final de cuentas el conocimiento, como todo lo dems, no tiene valor si no se garanti- za que seré un bien comin (Gorz, 1976). RECONOCIMIENTO Varias de las ideas basicas discutidas en este trabajo, fueron sugeridas por el M. en C. Victor M. Toledo. REFERENCIAS GORZ, A. 1976. El cardcter de clase de la ciencia y de los trabajadores cientf- ficos. Foro Universitario 2:5-10, PROYECTO MARANDU. 1975. Por la liberacién del indfgena. Buenos Aires. WARMAN, A. 1970. Todos Santos y Todos Difuntos. En: De eso que Llaman Antropo- logfa Mexicana. Nuestro Tiempo. México. 9-38.

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