You are on page 1of 46
SALUDO DEL PROFESOR MUHAMMAD YUNUS A HASSAN BECDACH E IVONNE A-BAKI Con motivo de su visita al Ecuador los clot 2,3 y 4 de diciembre de 2007 Gor orn meena vate ny conga ts opurcncas que be sucurdo ear waop con gees pobre y fro topace Que sobre ma Wea ha too ook Fest cai de cere Lo qe ha peices Fibs seen dea pobreza yecpert moped Todos los seres humanos somos muy parecides Las dferencas que vemos entre América Latina, Asia 0 Affica son supericales Bisicamentela gente es lamisma por lo menos en un 95 por cient Por lo tanto en vez de enfocarnos fen ese cinco por ciento, trabajemos para la mayor parte dela. huaniad Si tage funciona en Asia, por qué no puede funconar en América Latina o en Europal Eso es eactamante lo que pasa con los microcrédtos. Los pobres zon siempre expuliados de las socedades en donde vven y no tienen oportunidades para slr de ese creuo vicoso, cualquiera sea el pals que habiten. La idea da los microcrédtos ha dado resuttado en todas los lugares donde se implements porque las fuerzas que deben entrentar los pobces son las misrmas. Creo frrnemente en un Ecuador ibre de pobreza pobreza no es creads por la gente, es creada por un sistema econémico y socal dsehado por 3 pobreza se da porque construimos un marco taGrica sobre premisae que fubesiman ls cpacidad humana, con conceptos muy esrechot y dsehamos insttuciones que se quedan a medio camino (como las insttucone: financieras, que deian al pobre por fuera) La pobreza exe porque falamos arivel conceptual. no por fata de capacicad dele personas Si hubigramos credo que la pobreza es inaceptble para nosotros. que ne debe pertenecer 2 un runto chilzado, habramos creado insttuciones ) polticas apropiadas para crear un mundo sn pobreza. Queramos ala Lund *y fimo a el. Queriamos comunicarmos ungs con oiros muy répidamente "por lo" que Hicinios ToE cambios ecesaros en la tecnolog’a de las comunicacicnes Logrameos lo que queremes lgrarSino lo estamos logrande ri primera nquietud recae sobre i intensda de nuestro desea de sles ese ebjetiva Creo frmemente que podemos crear un mundo sin pobreza si queremos. En ese mundo, el Gnics lugar para ver fa pobreza es en un seo. Cuando lt ‘excolares vsten el museo de pobreza se horrorizarin al ver la miseria ¢ ledignidad de ios seres hurnanos. Culparin asus antepasados por tlerar es condiciéninhumana de una manera masiva G@EEn el 2006, el Comité noruego decidié otorgar el Premio Nobel de la Paz 2 Muhammad Yunus y al Banco Grameen, por sus esfuerzos para generar desarrollo econémico y social desde abajo. Yunus, con una persistencia inagotable, ha conseguido combatir la pobreza, fortalecer la democracia y los derechos humanos, mediante microcréditos otorgados a millones de personas, no sdlo en Bangladesh sino también en muchos otros pafses. Yunus se ve a sf mismo como un ser humano til a otros seres humanos. Concede pequefias, cantidades de dinero a personas de escasos recursos, que en una entidad bancaria ‘tradicional jamés califcarfan para un crédito. Su vision a largo plazo es eliminar la pobreza en el mundo, meta que no serd alcanzada exclusivamente con el microcrédito, pero que, sin duda, contribuye con un mecanismo que jugaré un papel fundamental. Por ello, considero de vital importancia difundir estas experiencias, para que sean replicadas nacional € internacionalmente, en procura de una economia al servicio del desarrollo equitativo de la humanidad.” Hassan Becdach 6 En un mundo en que los roles de género festin siendo abolidos, los derechos humanos por fin consideran las caracteristicas propias de hombres y mujeres como factores que los distinguen, pero colocan en _ iguales condiciones de utliidad para la sociedad, el bengalf Muhammad Yunus ha encontrado los medios para apoyar a la mujer, afectada por la pobreza, en su lucha contra la marginacién econémica, en un estrato tradicionalmente machista. Lo menos que se puede sentir al leer este libro, al comprender la enorme obra solidaria que Yunus y el Banco Grameen llevan a cabo, es fascinacién. La clave para solucionar el problema més grave de la humanidad, la pobreza, bien podria hallarse en estas paginas, Las cuales no se limitan a exponer teorfa, sino que respaldan sus argumentos con hechos, acontecimientos, iniciativas de desarrollo econémico, que recorren el planeta gracias al genio de un individuo excepcional y su fratemidad, caracteristica bésica de la humanidad, que todos poseemos, pero tan pocos tienen la habilidad de traducir en accién efectiva, como lo ha hecho Muhammad Yunus!” Ivonne Bakki a INDICE Presentaci6n. La intuicién fundamental ‘Tanteos y experimentos El“purdah” Caracteristicas del sistema y requisitos para ingresar 1977: nace el proyecto Grameen. Mecanismos de reembolso El secreto: vencimientos cortos.. Grameen y los otros banco: La consolidacié: Nunca perdonar las deudas. Formacién del personal de Grameen... Grameen se convierte en Grameen Bank. Grameen Bank y el Banco Mundial. Elvértice de Washington de 1997. APENDICES Reflexiones acerca de la economt Los distintos enfoques de la politica social pAntes la formacién o el crédito? La explosién demogréfica.. {Qué nos depara el futuro?, rv 4 7 20 22 29 40 2 7 50 53 55 37 683 6 n B 76 83 86 87 88 se poneeneensenapesnenesnnsntoannanasisisstA t PRESENTACION Desde uno de los paises mas pobres del mundo, Bangladesh, nos llega un mensaje in- creiblemente positivo: la pobreza se puede ven- cer. No se trata de una propuesta brillante, sino de una experiencia consolidada: millones de paupérrimos han dejado atrés su situacién mi- serable para ingresar a un nivel de vida huma- namente digno. Este milagro ha sido posible gracias a la inte- ligencia y tenacidad de un profesor de econo- mia, Muhammad Yunus, que tuvo el valor de salir de la ciudadela amurallada de la universi- dad, para ir a aprender de la gente més pobre. E] mismo, en 1997, publicé un libro que narra esta aventura. Lo hizo con sencillez, sentido del humor y mucha eficacia. El librito que has empezado a leer es un re- sumen muy breve de la obra de Yunus; al leerlo seguramente sentirés el deseo dg buscar la obra original y de leerla en su integtidad: la puedes encontrar en la Editorial Andrés Bello (Barcelo- na, B. Aires, México, Santiago de Chile), con el titulo “Hacia un mundo sin pobreza” (traduci- da por Pablo Azocar). Este breve compendio se ha Ievado a cabo sobre la versién italiana “Il banchiere dei pove- LA TNT On EL ri” (Ed, Fetrinelli), de tal manera que las citas remiten a las paginas de aquella edicién. Para enfocar debidamente la lectura de las péginas que siguen, nada puede ser tan util co- mo leer las reflexiones que Yunus formulé des- pués de afios de sufrida experiencia, En estos parrafos est condensada tanta sabidurfa, que bastarfan por sf solos para justificar el aprecio con que el mundo rodea hoy al maestro benga- I. Se trata de un texto tan denso y elocuente, que seria injusto intentar resumirlo. Hay que reproducirlo literalmente. “Cualquiera que viaje en coche por las calles de Dhaka estd sometido sin descanso al acoso de los mendigos. Frente a tanta miseria surge esponténeo dar limos- ‘na, Cuando se acerca un leproso, com las miembros {que no son mds que mufiones, la primera reaccién és meter la mano al bolsillo y sacar una oferta que para nosotros es infima, sin importancia, pero para el que la recibe puede constituir un patrimonio, Es ‘teil esto?. En la mayoria de los casos, en mi opi- niién, no solamente no es til, sino que es realmente daiino. Da solamente, al donante, la impresién de haber hecho algo. Es un gesto que sirve para callar la con- 10 n ciencia, pero no resuelve verdaderamente el proble- ma y al contrario, nos libera de enfrentarlo en la sustancia. Dando limosna nos quitamos la preocu- Pacién. Pero, spor cudnto tiempo?. La dédiva de dinero no constituye una solucion, ni 4 corto ni a largo plazo. El mendigo pasard a otro carro, luego a otro mds, confiando para sobrevivir en un mecanismo de salida. Para enfrentar honra- damente el problema deberlamos comprometernos 4 encaminar un proceso: si el donante abriera al Puerta del carro y preguntara al mendigo cual es su Problema, cémo se lama, cudntos aftos tiene, qué sabe hacer, si necesita asistencia medica y asf por el estilo, sa seria una manera de ayudar de veras. Pero entregar una moneda significa implicitamen- te invitar al mendigo a desaparecer, es una forma de librarse cémodamente del problema, No afirmo que se deba ignorar el deber moral de ‘ayudar, 0 el instinto de socorrer a los necesitados; digo tan solo que la ayuda debe tomar una forma diferente. Desde el punto de vista del destinatario, la caridad Puede tener efectos devastadores. Quien recoge di- nero mendigando no esté motivado a mejorar; el enfermo no querrd hacerse curar, temiendo perder su fuente de ganancia, Existen, incluso, rackets de mendigos gite cogen a los recién nacidos y los encie- ran en ciertas vasijas, para hacerlos crecer defor- ses y usarles para la mendicidad, En todo caso, mendigar priva al hombre de su dig- nidad. Quitindole el incentivo de proveerse de lo necesario con el trabajo, lo hace pasivo e inctinado 2 ‘a una mentalidad parasitaria: sPara qué fatigarse, ‘cuando basta tender la mano para ganarse la vida? Cuando veo a un nif que pide limosna, debo ha- cer uns esfuerzo de voluntad para resist el impulso de dar. Y yo también, a veces, regalo un poco de di- nero: en caso de alguna enfermedad, de una madre con un nifio en riesgo de morir, o en otras situacio~ nes de extrema necesidad; pero, en lo posible, in- tento controlar este impulso. El mecanismo que actia en el nivel individual es el mismo que interviene, a una escala mayor, en el campo de las ayudas internacionales. La dependencia del socorro internacional favorece 44 aquellos gobiernos que demuestran mayor capa- cidad para atraer a su pats ingentes contribuciones. Quien defiende la necesidad de contar con sus pro- pias fuerzas adoptando una politica de austeridad ¥ trabajo, es burlado. Pero, aceptar ayudas alimen- ticias significa, por ejemplo, perpetuar la carencia de este tipo de bienes: los importadores y exporta- dores de cereales, los transportistas, los funciona- rios encargados de la biisqueda y distribucién de las provisiones, todos ellos tendrén algo que perder en la eventualidad de la autosuficiencia alimenti- En vez de dedicarse a buscar soluciones locales, se crean ast las condiciones para la instauracion de una economia distorsionada y un clima politico que favorece a los gobiernos habiles en complacer a los donantes y a los empresarios, con la correspon diente proliferacion de postulantes y funcionarios corruptos”.(p. 31-32) 13 EL PAfs YLA FAMILIA DE YUNUS Imaginémonos que toda la poblacién de Francia, Espafia ¢ Italia esté amontonada en la costa ecuatoriana: esto darfa una densidad ma- yor a 800 habitantes por kilometro cuadrado (Ecuador tiene poca més de 40). Es la densidad poblacional de Bangladesh, pafs que, ademés, se ve asolado permanentemente por catastrofes naturales de dimensiones biblicas. Alli nacié Muhammad Yunus en 1940, en la ciudad Chittagong, puerto muy activo, con 3°000.000 de habitantes, En sus recuerdos ocupa un lugar privilegia- do Ja figura del padre Dula Mia, un musulmén uy Gbecrydnite: tantotanetpedtiestrecea fue de romeria ala Meca. Era muy conocido co- mo orfebre. ‘Yunus anoté: “Dula Mia era un padre muy tierno, nos castigaba rara vez, pero en cambio, era muy exigente en ‘cuanto a nuestra dedicacién al estudio” (p. 38) 14 a De la madre, Sufia Khutun, conservé estos recuerdos: “Era una mujer fuerte y ena de determinacién En la familia mantenta la disciplina, y cuando to- maba una decision no habla quien pudiese hacerle cambiar de opinién. De nosotros esperaba que dié~ ramos prueba de otro tanto de tenacidad y metod- cidad” (p. 38). Lamentablemente, esa mujer extraordinaria aque tuvo 14 hijos y logré criar a 9, con el pasar de los afios cayé en una forma de depresién que la fue privando gradualmente de su lucidez y del dominio de sus nervios, hasta convertirse en tuna grave preocupacin y trastornar seriamente la atmésfera hogarefia por espacio de 33 afios. ‘Apesar de todo esto, el esposo siguié tratindola con delicadeza y respeto. ‘Yanus recuerda con emocién: “Pue un marido dedicado y devoto hasta la muerte de ella. Con Ia fuerza de su ejemplo nos enseiié a ‘mantener el mismo comportamiento” (p. 45) La familia de Yanus fue desde un comienzo partidaria de la formacién de un estado musul- ‘mén, separado de la India, una vez conseguida la independencia de Inglaterra. Uno de los re- cuerdos més vivos de su nifiez fue el de los fes- tejos que se celebraron cuando nacié Pakistén, en 1947. 15 La preocupaci6n principal de su padre fue la EN ESTADOS UNIDOS de darle una buena educacién y, a pesar de te- ner muchos hijos, con esfuerzos muy grandes logré su propésito. Yunus correspondia de su arte y, a los trece afios, a través de un concur- so, logré una beca que cubria parcialmente los costos de sus estudios. ‘Allos 21 afios, encontré trabajo como profe- Cuando pudo entrar al Collegiate School de } gor en su mismo colegio Universitario, “Enseflar Chittagong, se le abrieron nuevos horizontes, } jue gustaba muchisimo”, (p. 49) recuerda Yunus, Porque el ambiente era muy cosmopolita y los | pero contemporéneamente mont6 una fabrica alumnos eran, en su mayoria, hijos de funcio- | {fe cajas de materiales de embalaje. narios del gobierno, llegados de otras regiones. Fue una iniciativa exitosa, tanto que llegé a Pero, ademés de dedicarse al estudio, Yunus | dar trabajo a unos 100 obreros. Y esto reforzs tenfa otras aficiones, como la fotografia, la pin- | sy autoestima y lo entrené para los desafios que tura, y la escultura. Sus actividades como scout deberia enfrentar més tarde. Je permitieron cruzar toda la India en tren, en 1953, para participar en la primera reuni6n na- cional pakistan. En una de las etapas del viaje pudo visitar en Agra al celebre Taj Mahal y con- moverse ante la belleza de aquel monumento. En 1965, aprovechando una beca Fulbright, pudo viajar a Boulder, en Colorado. Fue una experiencia memorable porque lo proyecté a un mundo totalmente diferente. “En Bangladesh, los estudiantes eran tan respetuo- 0s que nadie Namaba a su profesor por el nombre propio, e incluso eran pocos los que se atrevian a dirigile la palabra. Al “sefor profesor”, se hablaba siempre con gran respeto y tan solo después de ha- ber sido expresamente interrogado: En América, en cambio, los docentes eran disponibles, se considera- ban amigos de los estudiantes y se los trataba con tuna familiaridad que donde nosotros hubiera sido inconcebible. 16 | 7 ———————————____— En cuanto a la relacién con las chicas, yo era tan timido que no sabia a qué lado mirar. En la uni- versidad de Chittagong, las mujeres seguian siendo una minoria: en la poblacién global de 600 estu- diantes, solo 150 eran mujeres. Ademds, las chicas evan una vida aparte; su participaci6n en la polt- tica o las otras actividades estudiantiles les era de- cididamente limitada, Por ejemplo, cuando repre- sentdbamos una comedia, las mujeres no eran ad- mitidas como actrices: eran siempre los varones, disfrazados y maquillados, que interpretaban los papeles femeninos. Durante el tiempo libre, las chi- cas estudiantes se retiraban generalmente a su “sa la comin”, una zona reservada y protegida, donde los varones no podian entrar. Recuerdo que mis alumnas estaban afectadas por una timidez absoluta. A la hora de comienzo de las clases se reuntan todas cerca de la sala de profeso- res. Cuando el profesor salfa y, sin saludarlas ni verlas a la cara, se dirigta al aula, las chicas lo se- ‘gufan, con los libros apretados junto al pecho y los ‘jas bajos para no encontrar la mirada de los mu- chachos, El respeto a los profesores hacia que ri ‘guno de los chicos se atreviera a acercarse o dirigir | 1a palabra a las compafieras. Incluso en el aula, las mujeres se sentaban todas juntas y separadas, y por ninguna razén se mezclaban con los muchachos” (p. 49-50). Después de un verano én Boulder, pasd ala Universidad de Vanderbilt, en Tenessee. No fue fécil para él adaptarse al nuevo ambiente, con el frio terrible de los inviernos y la casi mula pre- sencia de estudiantes extranjeros. Pero tuvo la oportunidad de ser discfpulo y después colabo- 18 rador de Nicholas Georgescu - Roegen, hombre con fama de intratable, pero insuperable como profesor. 19 EL REGRESO En 1970, Yunus se casé con Vera Forostenko, El tenia mucha duda sobre la posibilidad de so- brevivencia de ese enlace, especialmente el dia que les tocara volver a Bangladesh. Efectiva- mente, cuando esto sucedi6, para Vera fue de- masiado dificil adaptarse al estilo de vida de un pafs tan diferente y, a pesar de haber hecho mu- chos esfuerzos y de haber tenido una hija con ‘Yunus, ella acabé regresando a Estados Unidos, Los dos conservaron una relacién cordial, ero no tuvieron més remedio que divorciarse. La emocién con que Yunus recuerda aquella separacién es conmovedora: “Por meses dejé la cuna, los juguetes los vestidos de la nifia exactamente donde estaban, con la espe- | ranza de que madre e hija pudieran volver, Aun- que ver sos objetos me entristecta, sin embargo no lograba separarme de ell” (p. 138). | El mismo afio de su matrimonio, estallé la guerra de liberaci6n de Bangladesh, que llevé a la separacién de Pakistan Occidental. Esto le obligé a postergar el regreso a su pais para 1977. , Dancin No bien habia llegado fue llamado a hacer arte de la Comisién Planificadora del Gobier- no “un titulo pomposo, que no correspondia a sninguna’tarea real” (p. 59). Pero su trabajo principal se desarrollaba en la Universidad de Chittagong. El ambiente no ra ficil. Muchos estudiantes habjan combatido en el Ejercito de Liberacién y seguian armados, Jo que les permitfa amenazar a los profesores y exigirles indulgencia en los examenes. A Yunus Ie tocd hacer de mediador para desactivar una situacién que se ponia peligrosa 2 EL DESCUBRIMIENTO El afio que cambi6 el rumbo de su vida fue 1974, cuando una hambruna sin precedentes se abatié sobre Bangladesh. “Muy pronto apareciaron unas figuras mas esque- leticas que humanas, en las estaciones de ferroca- rril de Dhaka, y se decia que de vez en cuando se encontraban cadéveres. Esos vagabundos que se vveian de uno en uno, se convirtieron pronto en flu- jo ininterrumpido de gente hambrienta que inva- dia Dhaka. Se los veia en todas partes, y era casi imposible dis- tinguir a los vivos de los muertos. Todos parecian iguales: hombres, mujeres y nifios. Inclusive la edad era dificil definir: los viejos parecian niftos y los miiostentan rasgos de viejos” (p. 9). El brillante profesor de economia de la Uni- versidad de Chittagong, seguro de poseer las, teorias capaces de resolver todos los problemas cuando se presentaran, improvisadamente em- pez6 “a sentir una sensacién de vacto. ;Para que servian todas esas bellas teorias, si la gente se mo- ria a lo largo de las aceras?” (p. 10), Su honradez profesional lo condujo a una crisis muy seria, hasta sentir la imperiosa necesidad de dejar la vida académica y huir. Lo que de alguna mane- 22 | | \ a lo salv6, enrumbando de una manera total- nente nueva su vida, fue la proximidad de la al- ijea de Jobra a la Universidad. EI mariscal Ayub Khan, que en 1958 habia tomado el poder, consideraba a los universita- rios un elemento peligroso por sus actitudes subversivas y habia decidido que las universida- des se ubicaran lejos de los centros urbanos. Por este motivo, la Universidad de Chittagong fue construida a unos 30 kilémetros de la ciu- dad, colindando con la aldea de Jobra. Muhammad Yunus decidié que Jobra fuera “su Universidad y los habitantes sus profesores” (p. 11). Lo importante para él serfa, de alli en adelante, entender la vida de los pobres, rom- piendo la barrera de la que la Universidad se habla rodeado, so pretexto de lograr una vision global de los problemas. ‘Asi, con otro profesor que conocfa muchas de las familias, comenzé a ir hacia las chozas més pobres para estudiar qué beneficios podria aportar. Un dia se detuvo delante de una casita total- mente destruida. Agachada en el suelo, una mujer estaba fabricando un taburete de bambu. No fue facil para Yunus y su amigo entablar conversacién con la mujer, porque “en Bangla- desh las mujeres no acostumbran hablar con los varones si no son parientes muy estrechos” (p. 23 (Re 13). En Ja parte musulmana de la aldea, un ta- + Yo le revendo los taburetes al final del Dique de bambi oculta a las mujeres de la vista, dia, asf pago mi deuda y lo que queda es de tal manera que las casadas viven préctica- mi ganancia, mente en situacién de clausura respecto al +n cudnto revende los taburetes? mundo exterior. Se trata de la costumbre mu- + Cinco taka y cinco paisa sulmana del ‘purdah’, que literalmente significa | + Asf, lo que usted gana son cinco paisa. “cortina” o “velo”, La mujer confirms cam un ademén de la cabeza. i Después de unos complicados preliminares La ganancia de un dia legaba en total a dos centa- que tranguilizaron a la mujer, siguié un didlogo vos. ‘que para Yunus fue una revelacién. 5 + s¥ no podria hacerse prestar el dinero y + “3Cémo se ama? comprar por su propia cuenta el mate- + Sufia Begum. rial? E + 3Cuéntos afios tiene? + Si, pero los que prestan quieren muchos ‘ + Veintey uno intereses. Y cuando uno se mete con ft ellos, sélo lega a ser més pobre. | No tomaba yo nota de las respuestas porque eso la + ;Cuénto quieren en general?. Ihubiera asustado; a la vuelta, pediria a sus estu- + Depende. A veces el 10% por semana; pe- diantes que lo hicieran. ro yo tengo un vecino que llega @ pagar . 10% al dia. + Total, lo que gana por estos bellisimos ta- : paid Jo coge? Duretes son en total 50 paisa?, + Locompro. + Si (p. 14-15) + W¥eudnto lo paga? + Cinco taka. Cinco taka equivalfan a 22 centavos de délar. 3Usa dinero suyo para pagar? + No, melos hago dar por el paikar. + GPor el revendedor? :Y cudles son sus acuerdos? La usura es una practica comin, en Bangla- desh como en muchisimos paises. Muchas veces la tierra que se da en garantia, acaba en manos del usurero. Es evidente que hasta que no se vyenza esta lacra, todos los programas econémi- cos de ayuda estén destinados al fracaso. ‘Yunus hizo sus reflexiones: en sus cursos universitarios hablaba tranquilamente de billo- 3Es suyo el bambi que usa para trabajar? | 1 i nes, pero ahora tenfa delante de sf a una joven mujer, con sus tres hijos, cuya vida y muerte de- pendfan de la ganancia diaria de dos centavos de délar. Concluyé: “Evidentemente habria algo equivocado, mis clases no reflejaban la realidad de la vida. Estaba furioso conmigo mismo, furioso con el mundo por su ind. ferencia”(p. 16). Lo que més le molestaba era constatar que aquella mujer no era desprovista de cualidades, tanto que lograba sobrevivir en circunstancias tan adversas. Y entonces spor qué no podia salir de ese circulo infernal que nunca le permitiria abandonar su miseria?. “Nosotros crecemos al lado de pobres, pero no nos Preguntamos nunca por qué lo son. Pero me pare- ia evidente que el sistema econdrico vigente man- tendria a Sufia en un nivel salarial tan bajo, que no le permitirfa nunca ahorrar um centavo para ampliar su base econémica. ‘Nunca hubiera pensado que alguien pudiera pade- cer miseria por faltarle 22 centavos. Un hecho de este tipo me parecia absurdo, inconcebible, ‘Me pregunté si era justo saéar de mi bolsillo la su- ‘ma irrisoria que le hacia falta y darsela, Seria sin duda la solucién mas faci - Bor qué mi universidad, mi departamento de eco- noma, todos los departamentos de economia de la 26 tierra y los miles de profesores de economfa que hay en el mundo, con toda su inteligencia, nunca hablan intentado comprender a esa gente y dedi- arse a ayudar a los mds necesitados?” (p. 16-17). Segin la Declaraci6n de los DDH, a nadie se je puede negar la salud y el bienestar, tanto para sicomo para sus familiares, as{ como el derecho alalimento, la casa, la asistencia médica. La mayoria de los paises del mundo han fir- mado esta declaraci6n, pero se trata de afirma- ciones retéricas, porque a los pobres, que son la mayoria, les son negados estos derechos en su totalidad. En el caso de Sufia, qué salida se podria en- contrar? Ella no disponta de dinero y por lo tanto, debfa peditlo prestado. El comerciante no solamente se lo ofrecia a un precio altisimo, sino que después compraba dl preducto poniendo él las condiciones. Todo esto mantenia a la mujer en un estado de real esclavitud, disponiendo del minimo de los re- cursos para seguir con vida y seguir trabajando. ‘A Yunus le parecié que el circulo se podria romper dandole un crédito inicial, para vender su producto en el mercado libre y obtener una ganancia més sustanciosa, Inmediatamente pidié a una estudiante, Maimuna, que recopilara una lista de personas que en la ladea acudian a los usureros. Al cabo 27 de una semana, el trabajo estaba terminado: 42 nombres, 42 familias que correspondian a me- nos de 27 délares (850 takas). “{No es posible exclamd Junus. Cuarenta y dos fax milias que sufren hambre, y todo por una cifra de 27 délares!” (p. 18). Entreg6 esa suma a Maimuna, para que la distribuyera entre las familias de la lista, asf que pudieran reembolsar al comerciante y vender sus productos a quien los pagara mejor. La con- signa era que no se les cobrara interés y que lo devolvieran apenas les fuera posible. Pero una persona como Yunus no podia quedarse satisfecha con esta solucién momen- t4nea: trataba de encontrar una salida para tan- tos pobres, que no tenjan sino gana de trabajar, pero cafan en manos de los usureros por la total desidia de las instituciones oficiales que debe- rian otorgar créditos. ie ROMPER EL YUGO DE LAGARANTIA Entones Yunus empez6 a estudiar la vida de Jos més desposeidos, los que no tenian ni bienes ni tierra: si lo que los esclavizaba era la depen- dencia de prestamistas, lo primero que se le ocurrié fue acudir a un banco: en fin de cuen- tas, es una institucién que ha sido inventada exactamente para esto: para prestar dinero. En Jobra existia una agencia del banco esta- tal Janata, uno de los mayores del pais. Yunus se ditigié a la oficina y pidi6 hablar con el titular. Vale la pena transcribir el didlogo, tal como lo relaté el mismo Yunus: “Quisiera que diera unos préstamos a los pobres de Jobra. Se trataria de una sua irisoria, Ya lo hice ‘yo mismo; presté 27 délares a 42 personas; pero hay mucha gente que para poder trabajar necesita dinero: dinero para la materia prima, para las provision. Bueno... algunos fabrican taburétes de bambd, otros trenzan esters 0 Hevan riksh... si pudieran tener unos préstamos del banco con las tasas co- ‘merciales, lograrian vender libremente su mercade- ria en el mercado y sacar un provecho suficiente para vivir con dignidad. + Es posible. + Tal como van las cosas, en cambio, estén obligados a trabajar toda la vida como es- clavos, sin nunca lograr sustraerse al yu- g0 de los mayoristas “paikar’, que le pres- tan dinero con tasas de usureros. + Si, conozco el problema de los usureros. + Por eso me acerqué a usted, para pedirle que conceda préstamos a esas personas. El director queda un instante boquiabierto, luego se repone y dice con tono divertido: Esto no puedo hacerlo, + ¥ por que? + Pues... refunfufia, no sabiendo con cudl objecién comenzar, “primeramente, esa suma irrisoria de la cual habla, ni siquie- ra cubriria los gastos de todo el trimite, y el banco, por supuesto, no va a perder el tiempo en tales insignificancias. + qInsignificancias? ; Para lo pobres son su- ‘mas importantes! ~—_ ce + Ademés, toda esa gente es analfabeta. No sabrian ni siquiera lenar los formillarios. + En un pafs en el que el 75% de la gente no sabe ni leer ni escribir la obligacion de compilar formularios es ridicula. + Todos los bancos del pais adoptan la re- gla. + Claro. Esto es muy significativo, zno le parece? + Inclusive, cuando una persona trae dine- ro para depositarlo, le pedimos que mar- 30 hacer creer que es. { que la cifra en una papeleta, + spor que? + 4Cémo, por qué? + ,Cémo asi un banco no puede tomar el dinero y emitir un recibo que dice “Reci- bo la suma tal del sefior tal”? ;Por qué tiene que ser el cliente él que escribe, y el banco no puede hacerlo? + Pero cémo se pude llevar un banco tra- tando con gente que no sabe leer y escri- Fa + ¥ qué pasa cuando uno quiere secar di- nero? + Nolo sé... pero un método simple debe existir: la persona podrfa presentar el re- cibo del préstamo al cajero, y este devol- verle el dinero. Todo lo que tiene que ver con la contabilidad es tarea del banco. El director sacude la cabeza, derrotado. + Me parece que su sistema bancario esta hecho adrede para excluir a los iletrados. Ahora el director de la sucursal parece irritado. Profesor, hacer funcionar un banco no es tan senci- Io como Ua. cree. + Puede ser, pero estoy seguro de que tam- poco es tan complicado como Ud. quiere Mire: la verdad es que en cualquier ban- co, en cualquier parte del mundo, el que quiere un préstamo debe llenar unos pa- eles. 31 —$— — — + Esti bien, digo yo, concordando en este, que es un hecho. Entonces puedo encar- gar a alguno de mis estudiantes que lene 1 formulario para ellos; eso no deberia crear problemas. + Ud. no entiende: nosotros no podemos absolutamente conceder prestamos a per- sonas que no poscen nada. + Por qué Yo intento quedarme sereno, Nuestro intercambio tiene algo de surreal; por la sonrisa que mantiene en la cara, el director parece querer decir que sabe ‘que me estoy burlando de él. ¥ realmente la con- versacign es ridicula, mejor dicho absurda, mas alld de todo lo que pueda imaginarse. Pero yo lo | ‘miro con absoluta seriedad, + Porque no ofrecen garantias, declara por fin el director, pregunténdose si soy real- | mente un idiota o si finjo serlo, pero pen- sando poner término con tales palabras a Ja discusién. + ;Por qué necesitan Uds. una’, jno les bas- ta recuperar el dinero? + Es justamente porque queremos que se nos devuelva el dinero que pedimos una demostracién de solvencia. + Esta es la cosa més completamente absur- da, Los més pobres de los pobres trabajan doce haras diarias; para ganarse el ali- mento deben vender sus productos. No hay raz6n para pensar que no les van a reembolsar, sobre todo si quieren otro 32 préstamo que les permita resistir un dia més. Es la mejor garantfa que pueden ustedes tener: es la vida. Usted es un idealista, sefior, suspira el di- rector. “Pasa demasiado tiempo con los libros. Pero si estan seguros que el préstamo sera reembolsado, spor qué necesitan garan- ‘fas? Por que ésta es la regla Entonces, s6lo quien puede ofrecer ga- rantias puede hacerse prestar dinero. Asies. Es una regla estipida que hace que se preste dinero solo a los ricos. No soy yo quien hago las reglas, es el banco. En todo caso, yo pienso que las reglas de- berfan ser cambiadas. De todas maneras nosotros, aqui, no po- demos coriceder préstamos. yDe veras? Si, la agencia recibe solamente los depési- tos de las Universidades y de los profeso- res. Crefa que Jos bancos funcionaban espe- cialmente gracias a las actividades de cré- dito. Los préstamos pueden ser concedi- dos solo por la sede central. Nosotros es- tamos aqu{ para recoger los depésitos de las Universidades y de su personal... Quiere decir que si yo viniera a pedirle un préstamo, usted no pudiera encami- nar mi trémite. 33 Algunos dias después Yunus se dirigié a la | oficina del director regional del Banco Janata en Chittagong, Sr. Howladar. El dialogo que tuvieron fue muy parecido al de los dias anteriores en Jobra. Ademés, el fun- cionario formul6 una serie de observaciones que ponian de relieve los estereotipos presentes enla visién que los ricos tienen de los pobres: Exactamente, me dice riendo. Es evidente que hacfa mucho tiempo que no se diver- tia tanto. Ast, cuando en nuestra aulas ensefiamos que los bancos prestan dinero, ;decimos una mentira? Dije solamente que para un préstamo de- be dirigirse a la sede central; les toca a ellos decidir en uno 0 en otro sentido. Si entendi bien, es mejor que me dirija a sus superiores. Si, serfa una buena idea” (p. 75-79) “Los pobres deben recibir un adiestra- miento especifico antes de poder em- prender alguna actividad productora de ganancia; El crédito, por sf solo, no sirve de nada: debe ser necesariamente acompafiado por instruccin, tecnologia, una red de distribucién y transportes; Los pobres no saben economizar; consu- men enseguida todo lo que pueden, por- que sus necesidades son apremiantes; 34 al Los pobres no son capaces de trabajar en 05 eee! crénica tiene un efecto dele- terio en el espiritu y las aspiraciones de Jos pobres: un ave que ha pasado toda la vida en la jaula, cuando abrimos la porte- ucla no desea volar; Las mujeres de los sectores més pobres no tienen ningén tipo de preparacién, por tanto, es intitil intentar incorporarlas en los proyectos; Los pobres son demasiado hambrientos y desesperados para tomar decisiones ra- cionales; Los pobres tienen una visién muy limita- da de la vida, y no les interesa nada lo que podria levarles a un cambi La religion y la costumbre tiene una in- fluencia tan grande en los pobres (y espe- Galmente en la mujeres pobres), que pa- ralizan completamente su libertad de ac- cién; En las realidades rurales, las estructuras de poder son demasiado poderosas y es- tan demasiado arraigadas para que un programa de crédito pueda tener éxito; El crédito a los pobres es contrarevolu- cionario: mata en los pobres el espfritu de rebeldia, induciéndolos a aceptar la realidad existente; El crédito es una manera inteligente para instigar a los pobres contra los ricos y destruir el orden social en vigencia; 35 + Las mujeres no logran conservar el dine. ro del préstamo o las ganancias de su tra- bajo: los maridos las torturan a muerte, si es necesario, para extorsionarles el nero; + Los pobres aman cuidar a los amos en vez de cuidarse a si mismos; + El crédito a los pobres es contraprodu- cente: impone el peso de las deudas a los frégiles hombros del pobre, quien, para intentar pagarlas, empeora siempre més su condici6n; + Alentar a los pobres a emprender una ac- tividad independiente provocara carencia de mano de obra asalariada. Por consi- guiente, los salarios subirén a las nubes, aumentarin los costos de produccién, se crear4 inflaci6n y la productividad en el campo agricola resultaré afectadas + Laextensién de crédito a las mujeres pro- vocard un terremoto en el papel tradicio- nal de la mujer dentro de la familia, y su relacién con el varén. + El crédito puede ser momenténeamente una ayuda, pero no es una solucién a la go plazo y no Ileva a una justa reorgai zacién de la sociedad” (p. 80-81). No se puede decir que estas observaciones carezcan de fundamento, pero hay que afiadir que no valen exclusivamente para los pobres y, sobre todo, se las usa como pretexto para no conceder los préstamos. 36 _., De todas maneras, el Sr. Howladar no quiso oncluir el didlogo cerrando todas las puertas y “Ghadi6 que, si alguna persona pudiente de la al- ‘ea hubiera asumido la garantia, él no habria * egado el préstamo. ‘Yunus no acepté el offecimiento porque le ‘jgalté la duda de que el garante pudiera aprove- ‘charse de su posicién y convertirse en explota- Gor. Se oftecié entonces a hacer él mismo de ga- ronte. La suma pactada fue de 300 délares. Des- pués del apretén de mano que sell6 el trato, Yu- nus advirtio que, si alguno de los beneficiarios ‘no reembolsaba, él no cubrirfa la deuda. “BI Director regional me mira con expresién de in- comodidad; no comprende por qué yo deba seguir credndole problemas. + Siendo Ud. el garante, nosotros podria- mos obligarle a pagar. + ¥cémo me obligarian?” + Podrfamos demandarle”. + “Bueno, vamos a ver”. + {Un garante que no garantiza! El director a estas alturas tiene claramente la impre- sién de que soy un loco. Pero este es pre~ cisamente mi propésito; quiero que surja tun poco de panico en este absurdo siste- ma. + Quiero ser el granito de arena que trabe esta maquina injusta e infernal. 37 Profesor Yunus, usted sabe perfectamente! que nunca llevarfamos a los tribunales a] jefe de un departamento universitario gue se hace personalmente garante de un pobre muy pobre: el dinero que podria. mos recuperar no compensaria la mala publicidad. En todo caso, el préstamo es! ‘una cosa tan infima que ni siquiera val- drfa la pena enfrentar todos los gastos le- gales y administrativos de un proceso, Bueno, el banco son ustedes ¥ les toca a ustedes.evaluar costos y beneficios. Se. an, en todo caso, que si hay insolvencia, ‘yo no pagaré. Ud. dificulta las cosas, profesor Yunus Lo siento de veras. Pero el Banco dificulta las cosas a un montén de gente... espe- cialmente a los que no poseen nada. ‘Yo estoy intentando ayudarle. Lo entiendo y no le reprocho nada perso- nalmente; mi contencioso es con las re- glas del Banco. A este punto no puedo hacer més que apoyar su propuesta con mis superiores en la Sede de Dhaka, Vamos a ver lo que dicen. Yo pensaba que, como director regional, usted estuviera autorizado a tomar per- sonalmente la decisi6n... En efecto asf es, pero este asunto es de- masiado poco ortodoxo para que yo lo maneje solo. Debo pedir la autorizacién arriba. 38 Hicieron falta seis meses de cartas y documentos ‘antes que mi proyecto fuera aprobado. Por fin, en diciembre de 1976, logré obtener del Banco Janata tuna apertura de crédito a favor de los pobres de Jo- bra” (p. 83-84). ‘Allo largo de todo 1977, Yunus tuvo que fir- - mar cada una de las solicitudes de préstamo. El panco queria tratar solo con el garante y no queria ningtin trato con los beneficiarios. gn este periodo, Yunus se afirmé definitiva- mente en su conviccién de que todo sistema de “rédito gira alrededor de un solo principio. “Mientras mds se tiene, mds facil es obtener; si no Je tiene nada, nada se obtiene” (p. 84-85). Pero, a medida que fue recorriendo el cami- no en contramano, se sorprendié al constatar que la devolucién de los prestamos sin garantia es mas segura que los prestamos garantizados “De hecho, el porcentaje de reembolso de nuestros prestamsos es del 9896; porque los pobres saben que esa es su sinica oportunidad, mas alld de la ‘cual no hay alternativas” (p. 85). 39 TANTEOS Y EXPERIMENTOS sPor qué prestar alas mujeres.? En Bangladesh, los bancos no suelen prestar a una mujer. Evidentemente aceptan sus depé- sitos: pero, si se trata de un préstamo, atin tra- tandose de una mujer rica, preguntan inmedia. | tamente si el marido est de acuerdo. Ante la respuesta afirmativa, la invitan a regresar con a. ‘También en esto Yunus comenz6 a ir contra corriente y Ia experiencia le fue ensefiando que cuando el crédito es administrado por mujeres, produce cambios més répidos. Es que la mujer | vive més de cerca el problema de la pobreza. “Si en una familia alguien tiene que pasar hambre, serd seguramente la mujer” (p. 92). Estas son sus anotaciones: “Bn nuestra sociedad, la mujer pobre vive en la in- seguridad mas total. Estd insegura en la casa del marido, de la cual puede ser sacada en cualquier momento: el marido pude divorciarse simplemente repisiendo tres veces la formula: “Yo te repudio”, No sabe ni leer ni escribir y, en general, no le esta ermitido salir de la casa para ganarse la vida, ni 40 siquiera silo desea, Estd insegura en la familia del ‘marido, asi como lo estaba en la suya, radi espera otra cosa sino poderla alejar, para ser menes en la comparticion de la comida. Si, una vez repudiada, > yuelvea la casa de los padres, serd considerada un | peso para la familia y una vergiienza para los veci- os. Por poco que se le ofrezca la oportunidad, la mujer estard ansiosa de conseguir una seguridad, y, antes que nada, una seguridad econémica La prictica nos ha demostrado que las mujeres se adaptan mejor y més répidamente que los varones al proceso de autoasistencia. Son mds cuidadosas, se preocupan de construir un futuro mejor para sus hijos, demuestra mayor constancia en el trabajo. EI dinero confiado a una mujer para la adminis- tracién familiar rinde mds que cuando pasa por las manos del varén. Por otra parte, el hombre tiene una distinta escala de valores, dentro de la cual la prioridad no va a ser primero la familia: cuando el varén pobre dis- ‘pone de una renta mayor a lo indispensable para la sobrevivencia, piensa primeramente en satisfacer sus exigencias personales” (p. 92-93). Para orientar los créditos preferiblemente hacia las mujeres, Yunus tuvo que superar enor- mes obstéculos. 4 EL PURDAH Una de las primeras dificultades es la reli- gin. En Bangladesh la mayoria de la poblaci6n es musulmana y las reglas del “purdah” hacen | muy dificil entrar a la casa de la mujer. El “purdah” incluye una cantidad de regla- mentaciones relacionadas con la orden del Co- rn de proteger el recato de las mujeres. Esto las | leva a ocultarse a la vista de los hombres, a menos que sean los familiares més intimos. El } mullah de cada aldea, considerado y temido por todos como autoridad religiosa, se encarga de hacer observar tales reglas. Estando asf las cosas, si Yunus queria hablar con una mujer, no podia evidentemente ir a golpear a su puerta. “Més bien, dice él, me colocaba en una plazuela ara ser visible y de manera tal que todos pudieran observar mi comportamiento. Me colocaba alli y esperaba. Sobre todo para que supieran que respe- taba su privacidad y la regla de la decencia. No pe- dia una silla, ni otra demostracin de respeto... ‘Me quedaba de pie en ese espacio abierto y charla- ba de la manera més informal” (p. 96). 42 |, Muchas veces se hacia acompafiar por una gtudiante © por una nifia del pueblo: ellas le frajan las preguntas de las mujeres y volvian a atrar, levando la respuesta. El tener que usar mensajeras hacia perder mucho tiempo, pero no habfa alternativas. A jjces salian los maridos y reclamaban que se les iera el préstamo directamente a ellos. Poco a poco Yunus fue rompiendo el hielo y la comu- FicaciOn se volvié més fluida. Pero permane- ‘cian las objeciones. + “El dinero lo tuvo siempre en sus manos elmarido... + Elpréstamo déselo a mi marido, yo nun- ca toqué una moneda en mi vida y me gusta ast + Yono sabria qué hacer con tanta plata. + jAh, no! Ya tuvimos bastantes molestias por el pago de la dote, no queremos otros problemas con nuestros maridos...” (p. 99). En ese ambiente, la violencia conyugal era cosa de todos los dias; los hombres tenfan solo a las mujeres para desahogar sus frustraciones. Superar el miedo y la desconfianza fue lo més dificil, pero Yunus, con su grupo de estudiantes, no se desanimé. He aqui una historia entre mil, que él relata para ilustrar tanto las dificultades, como los progresos. 43 “Hejeera Begitm, nacié en 1959 en Kirati Kapos en el Monohardi, en una zona de la provincia de Dhaka. Su padre, un jornalero agricola que pro! vela con muchas fatigas el sustento de sus seis hijas’ Ta dio como esposa a un ciego, por el motivo que é tno pedia dote. Cuando la conacimos, Hejeera y sy marido sobrevivian con lo paco que ella ganaby haciendo limpieza a domicilio. Pero esa escasa ren 4a no bastaba para dar de comer a sus tres hijos Hejeera pidié, pues, al marido el permiso para ad. herir a Grameen, pero él, habiendo ofdo decir que se trataba de una organizacién cristiana destinada 4 alla destruccién del Islam, amenazé con repudiar ¢ la esposa, en caso de que se involucrara con la mis. ma, Sin decir nada a nadie, Hejeera fue a la aldea cer. ‘cana para participar a las reuniones informativas en las cuales los empleados de Grameen ilustraban Jos principios del banco. La primera vez que los miembros del grupo la so- metieron al examen oral destinado a verificar su conocimiento de las reglas del Grameen, Hejeera estaba tan agitada que no logr6 contestar las pre- guntas. “Durante toda la vida habia ofdo repetirme que | era-una buena para nada”, nos conté en confianza un tiempo después. “Mis padres decian que, siendo hembra, yo era una desgracia para ellos, y que mi Jamilia no podria pagar la dote. A menudo of a mi | madre decir que hubiera tenido que matarme cuando nact. No crefa merecer un préstamo; no ‘Pensaba que serta capaz de reembolsarlo”. 44 ‘sin el apoyo de los miembros del grupo, Hejeera hhabria renunciado. Cuando recibié el préstamo de 2000 taka (50 délares), no pudo dejar de lorar. El grupo la convencié a utilizar el préstamo para comprar un ternero de engorde y arroz para lim- | piar. Cuando su padre lev6 al ternero, su marido fue tan entusiasmado que olvidé que habia ame- | riazado con repudiarla, Al afio, Hejeed habia reembolsado el primer prés- tamo y habia tomado otro para alquilar un terreno en el cual plants sesenta bananos. Gon el resto del dinero, compré un terreno. Hoy " posee un campo de arroz hipotecado y cabras, po- *. Mlosy patos.” (p. 101-102) "Ser mujer y trabajar para las mujeres Las dificultades no se presentaban solo para "Jos beneficiarios, sino también para las colabo- - radoras. Ellas debfan desplazarse solas hacia las aldeas y muchos padres pensaban que esto era inconveniente, tanto més que su trabajo no se _ desarrollaba en una oficina, sino al aire libre. "Las colaboradoras generalmente eran mu- | chachas que acababan de terminar sus estudios. El hecho de tener un empleo les facilitaba la ta- "rea de encontrar marido, pero esto creaba ense- guida otro inconveniente: una vez celebrado el matrimonio, los parientes presionaban para que la esposa dejara el trabajo y quedara en ca- sa: yCémo podfa una joven arruinar su reputa- cién dando “vueltas por los pueblos”? 45 Cuando iban con algtin funcionario o algun amigo de Yunus para que les ayudara a encon- trar soluciones a problemas, podia desarrollarse un didlogo como este: + “jBse hombre es su esposo? + No, es solamente un colega. + 2¥ por qué viene a vernos con un hombre que no es su esposo?” (p. 106). CARACTERISTICAS DEL SISTEMA Y REQUISITOS _ PARA INGRESAR AL PROYECTO Hasta enero de 1977, Yunus ain no tenfa idea de cémo manejar un banco para los po- bres. Su aprendizaje consistié en observar como otros manejaban sus instituciones y sacar lec- ciones de sus errores. Por ejemplo: los bancos tradicionales acos- tumbran pedir la devolucién en una entrega nica, Yunus pens6 hacer exactamente lo con- trario. El motivo es sicolégico. El devolver toda Ja suma reunida hace que el deudor se resista y postergue el hecho, porque le duele separase de toda esa cantidad. Es preferible que la cuotas de reembolso sean tan bajas que el cliente casi las pague sin darse cuenta; la devolucién esta al al- cance de todos. En un comienzo establecié que el préstamo debera durar un afio y que fuera devuelto en cuotas diarias. Otro descubrimiento fue constatar que era indispensable trabajar Gnicamente en grupos. “Cuando un pobre se encuentra actuando solito, tiene la sensacién de estar expuesto a toda clase de riesgos; en cambio, el hecho de pertenecer a un gru. po le da sentido de seguridad. Las personas soitas tienden a ser impredecibles e indecisas; con el apo- {yo y el estimulo del grupo su comportamiento ad- quiere estabilidad y por consiguiente se hace més confiable. La presién, mds o menos discreta, ejercida por el grupo sirve para mantener a sus miembros en la i | nea de los objetivos generales del programa, La competencia que se instaura entre los grupos ¢ interiormente a cada grupo impulsa a cada cual a hacer lo mejor que puede. Es dificil controlar la evoluci6n de la situacién de cada cliente, pero sies- te hace parte de un grupo, las dificultades son mu- cho menores. Confiar al grupo algunos aspectos de control significa acrecentar su autonomia y dismi- nuir el trabajo de los empleados. Ademds, ya que el ‘grupo es llamado a aprobar el pedido de crédito de cada uno de los miembros, todos se sienten moral- mente implicados en garantizar su reembolso: y si alguien se halla en dificultades, los otros general- mente se movilizan para ayudarle, A cada persona que pedia un préstamo, le pedia- ‘mos, por tanto, que constituyese un grupo, que no ineluyera a otros miembros de la familia, cuyos componentes fueran afines por aspiraciones y si- ‘uacién econdmica y social. Sin embargo el présta- ‘mo era individual y cada uno respondia por é, of- cialmente en primera persona. Preferiamos que el grupo se constituyera autnomamente en vez de formarse con nuestra ayuda, porque el hecho de 48 haberse agregado espontineamente crearia entre los miembros lazos de solidaridad mas fuertes. Formar sn grupo no es una cosa sencilla: el aspi- ante cliente debe encontrar a otra persona (fuera de su familia) que esté interesada en este proyecto, explicarle el funcionamiento del banco y finalmen- te convencerla a adherir” (p. 109). Finalmente, Yunus aprendié que todos los aspirantes a clientes deben someterse a una ins- truccién detallada, para entender perfectamen- telo que acaban de hacer. La experiencia le ensefié también que era importante constituir un fondo de reserva, para ayudar a los clientes en casos de emergencia, Pronto se decidié que el 5% de cada présta- mo fuera depositado en lo que fue llamado “Fondo del Grupo” 49 1977 NACE EL PROYECTO GRAMEEN Hasta 1977, Yunus habia seguido como ga- rante de todos los préstamos que el banco Jana- ta otorgaba a los pobres, pero la situacién se volvia cada vez més complicada, especialmente a causa de sus numerosos viajes al exterior. ‘Un encuentro casual en Dhaka con el Sr. Anisuzzuman, gerente del Banco Agricola, ace- Jer6 un cambio sustancial. El encuentro comenz6 con una dura requisi- : ‘0 com una equi toria del funcionario contra los intelectuales, que iba dirigida también a Yunus. “Los intelectuales son una manga de traidores, se sustraen al rol social que les corresponde. Y no ha~ Blemos de los bancos: estin podridos hasta la mé- ula: millones de taka desaparecen cada afio de es- te banco sin dejar huella; lo sé muy bien yo que soy el gerente. Nadie debe dar cuenta de nada a nadie, Y ustedes con sus cémodos empleos y sus agrada- bles viajes de instruccién, son una banda de iniiti- les incapaces. Initiles, si sefor; Estoy disgustado por lo que en eta oiedad Ca cus pensa en mismo, no importa si los pobres se hunden siempre mds en la 50 miseria, nadie mueve un dedo para ayudarles, Er cuanto a mi banco, no es mejor que otros. Le digo aque este paises una vergienza, y los problemas que tiene son solamente los que se merece”(p. 127). Yunus es manifest6 conforme con todo lo que acababa de escuchar y concluyé que esto le alentaba para hacer una propuesta. Se trataba de algo muy simple: hacer que el Banco Agricola abriera una filial en Jobra y la dejara a disposicién de Yunus: él reclutarfa el personal y estaria autorizado a conceder présta- ‘mos hasta un millén de taka. La propuesta en principio fue aceptada y Yu- nus pidi6 que, en lugar de llamarse Krishi (agri- cola) se lamara Grameen (rural). Este pequefio cambio seria significativo, porque al lamarse “rural’, extenderia los bene- ficios no solamente a los agricultores, sino a to- dos los que trabajan en las aldeas: artesanos, pe- quefios comerciantes, vendedores a domicilio. Surgieron todavia algunas dificultades. El consejo de administracién del Banco Agricola hizo notar que no se podia delegar plenos po- deres a una persona extrafia a la institucién y entonces Amisuzzman propuso a Yunus dejar la docencia y set nombrado gerente de la filial. Pe~ ro Yunus amaba la ensefianza y no deseaba abandonarla. Se convino oficialmente que el je- fe de la filial fuera el director regional, pero de 51 Nee EEE hecho, las decisiones las tomaria c¢ 5 la fa con el tot respaldo del gerente general. La denominacen fue Agencia Experimental Gi iene ental Grameen del Banco MECANISMOS DE REEMBOLSO, Con el pasar de los afios, los sistemas de reembolso se han perfeccionado, hasta llegar a Ja practica actual: + Préstamos con una duracién de un afio; + Inicio de la devolucién: una semana des- pués del otorgamiento del préstamo; + Tasa de interés: 20%. + Cuota de reembolso: 2% por semana, du- rante 50 semanas. Un requisito fundamental es trabajar sobre la confianza. Desde el comienzo se decidié que nunca se acudiria a los tribunales, ni a la poli- cia. “Hasta la fecha, anota Yunus, para recupe- rar nuestros créditos nunca nos servimos de abogados ni de profesionales externos al Banco” (p. 112). “Para este sistema, la suposicion previa es que los deudores son honrados.” La palabra “Créditos”, - observa Yunus, significa precisantente confianza, En el sistema bancario tradicional, sin embargo, esté en vigencia solamente la desconfianza recipro- ca. Hoy en dia, los bancos tienden a sospechar que cada deudor medite fugar con el dinero” (p. 112). 52 53 ‘Al contrario, los insolventes de Grameen re- presentan el 1% de los clientes. Sera mucho més caro pagar a los abogados, que aceptar una falta de reembolso del 0.5%. 54 EL SECRETO: VENCIMIENTOS CORTOS Como se dijo, en un comienzo las devolu- ciones eran diarias, pero la experiencia ensefié que, para facilitar la contabilidad, era mejor pensar en devoluciones semanales. ‘Yunus hace estas interesantes acotaciones “En Bangladesh, los ricos que toman dinero presta- do de los bancos, tienen la costumbre de no reen- bolsar. Esta grotesca parodia que tiene lugar en el sistema bancario sigue suscitando mi asustado ‘asombro: a través de los bancos, privados y guber- namentales, ingentes capitales de propiedad puibli- a se ponen en circulacién para ser utilizados por personas que no devuelven el dinero. En mi pais, a cada cambio de gobierno, la gente es- pera que la primera providencia sea la amnistia por los delitos de insolvencia. De hecho, los politi- cos la prometen abiertamente durante las campa~ fias electorales: “Si votan por nosotras, borraremos sus deudas”. Y si un partido promete, el otro no puede quedar atrds; ast se crea la certeza de que, ‘cualquiera que sea el resultado del voto, el que tie- ne deudas las verd anuladas. Luego se podré empe- zar todo de nuevo, hasta nuevas elecciones, 55 Al contrario, los insolventes de Grameen re- presentan el 196 de los clientes. Serfa mucho ms caro pagar a los abogados, que aceptar tna falta de reembolso del 0.5%. 34 EL SECRETO: VENCIMIENTOS, CORTOS Como se dijo, en un comienzo las devolu- ciones eran diarias, pero la experiencia ensefis que, para facilitar la contabilidad, era mejor pensar en devoluciones semanales. ‘Yunus hace estas interesantes acotaciones “En Bangladesh, los ricos que toman dinero presta- do de los bancos, tienen la costumbre de no reem- bolsar. Esta grotesca parodia que tiene lugar en el sistema bancario sigue suscitando mi asustado ‘asombro: a través de los bancos, privados y guber- namentales, ingentes capitales de propiedad piibli- ca se ponen en circulacién para ser utilizados por personas que no devuelven el dinero. En mi pats, a cada cambio de gobierno, la gente es- era que la primera providencia sea la amnistia ppor los delitos de insolvencia, De hecho, los politi- cos la prometen abiertamente durante las campa- fas electorales: “Si votan por nosotres, borraremos sus deudas”. Y si un partido promete, el otro no Puede quedar atras; as{ se crea la certeza de que, cualquiera que sea el resultado del voto, el que tie~ ne deudas las verd anuladas. Luego se podrd empe- zar todo de nuevo, hasta nuevas elecciones. 55 Con nosotros todo eso no sucede. ;Por qué? :Cuél es nuestro secreto? El dinero es una sustancia adhesiva, se pega al que lo posee. Si el reembolso debe realizarse después de seis meses 0 después de un afto desde la concesién del préstamo, incluso si tiene dinero en su boli, el deudor sentird inevitablemente cierta pena para separarse del mismo. EL secreto consiste en los vencimientos cortos” (p, 14-115). El hecho de establecer un ritmo de devolu- cién semanal tiene también otra ventaja: si al- guien no est4 cumpliendo con sus deberes es fa- «il notarlo inmediatamente, sin esperar que de- saparezca 0 que su situacién econémica se vuel- va insostenible. Ademés, es evidente que si una persona ha logrado cumplir con sus obligacio- nes por varios meses, adquiriré autoestima y se sentiré impulsada a seguir pagando el resto. Después de 20 afios de existencia, en 1997 Gra- ‘meen Bank tenfa 1086 agencias y 12.000 depen- dientes que visitaban 2 2.200.000 clientes cada semana. Mensualmente, el monto de sus crédi- tos superaba los 35°000.000 de délares. 56 GRAMEEN Y LOS OTROS BANCOS Alguien a veces pregunta a Yunus: ;Cémo llegé usted a inventar el Grameen? El contesta: *Miramos como funcionan los demas bancos € hicimos lo contrario”. Parece una broma, pero es la verdad. Yunus explica todo esto con mucha gracia. “Los bancos convencionales piden a la gente que vaya a sus oficinas. Para un pobre ~y ademas analfabeto— una oficina es un lugar amenazador, terrorffico. Es una forma mds para interponer una distancia, Por eso se nos ocurrié que debiamos ser nosotros que fhamos a las casas. Todo el sistema Grameen esté basado en el principio de que no de- ben ser los clientes los que van al banco, sino el barco que debe ir alos clientes, y esto desde del co- ‘No se trata de un truco promocional sino de un as- ‘pecto determinante de nuestra politica convencio- nal. En las agencias del banco Grameen en Bangla- desh, nurtca hay colas en las ventanillas. Podré ha- ber excepcionalmente alguien, que trabaje, pero originariamente, en todas nuestras sedes, colgamos un letrero: “La presencia en la oficina de cualquier ‘miembro del personal debe considerarse una viola- 37 cin de las reglas del banco Grameen”. Viendo el aviso, nuestros empleados nuevos normalmente mostraban asombro: “Pero entonces gdénde debe. rlarios estar, sino agud? Vayan a dénde quieran, Recuéstense a dormir de- bajo de un érbol, vayan a charlar delante de un Kiosco de te, pero no se hagan ver en la oficina, Alguien se quejaba: “Pero el personal necesita ir a la oficina para hacer las cuentas, depositar la pla- “Entonces, indiquen un horario de abertura. En ese horario esperaremos, pero fuera del mismo, ust- edes tendrén sanciones. Nosotros les pagamos no ara estar en la oficina, sino para estar en medio dela gente” (p. 121-122). Para un banco comercial la escala de refe- rencia va en este orden: 1, El mercado; 2. Elproducto; 3. Elcliente. Los empleados rara vez dejan la oficina y se ocupan en estudiar porcentajes, costos, solven- cia, garantias. Para Grameen Bank, esto estd prohibido. Los clientes no deben demostrar su riqueza y solvencia, sino su pobreza. En un banco convencional, los gerentes res- ponden solo a los accionistas, que esperan el maximo de ganancias. En el Grameen, los ac- cionistas son los clientes: la mejor ganancia que 58 © se puede evaluar con ellos, son los cambio posi- | tivos en sus vidas, aunque no siempre sea posi- ble repartir dividendos. Un banco comin y corriente, al momento del préstamo, se asegura que este esté cubierto por una garantia y después se olvida del cliente, hasta el momento del vencimiento. En cambio, con visitas a los domicilios de los clientes cada semana, Grameen se entera continuamente de la situacién de sus beneficia- rios y hace lo posible para que ellos rebasen pronto el umbral de la pobreza. Esto en Bangla- desh significa: + Poseer una casa cuyo techo resista la Ilu- vias + Disponer de servicios sanitarioss + Disponer de agua potable limpia; + Tener la capacidad de reembolsar 300 ta- ka (8 délares) por semanas + Que todos los nifios en edad escolar va~ yan ala escuela; + Que toda la familia tenga tres comidas diarias; + Que toda la familia se someta a controles médicos regulares. Vale la pena reproducir el dialogo de Yunus con un amigo banquero. + “Claro que definirles a ustedes un banco es bastante dificil... rrarfa los gastos de evaluaci6n previos, el salario de los empleados, de los técnicos, de los planificadores, de los abogados... Todo serfa ahorrar. No tendrian ustedes todos esos montones de papeles, y los gastos generales serfan poquisimos: con las justas, el costo del helicéptero y de las comunicaciones. Esta irénica propuesta hace alusién a la dis- tinta actitud que las instituciones adoptan fren- te a los ricos y frente a los pobres. En nuestro pats, en vez de reembolsar sus deudas, los ricos imploran: “Por favor, dennos més dinero”. In- cluso han legado al punto de constituir una Asociacién de los no solventes que tutela sus derechos y defiende sus intereses. Y ya que los no solventes son sus amigos, sus parientes, sus sostenedores politicos, sus finan- ciadores — en pocas palabras, el espinazo de la clase dirigente — los responsables del gobierno estén indecisos ala hora de encerrarlos a todos en la cércel. Sin duda no estuvieran indecisos si fueran pobres y sin influencia”.(p. 125-126). 62 LA CONSOLIDACION En 1978, Yunus seguia en la Universidad de Chittagong como docente a tiempo completo. Ia filial de Jobra marchaba satisfactoriamente, pero se trataba atin de una experiencia muy li- mitada. Esto se lo hicieron notar unos banqueros durante un seminario organizado por el Banco Central de Bangladesh, con los auspicios de la USAID. El tema era “Financiar a los pobres en ambiente rural”, Los expertos sostenfan que era necesario dificultar el acceso al crédito, para atraer solo a clientes del todo solventes. “En cambio yo, sostuvo Yunus, a los campesinos les daria una tasa de interés negativo. Si en un prés- tamo de 100 taka me devolvieron 90 los otros se los regalarta; porque el problema con los campesi- nos es el de hacerse devolver el capital, no el de hhacerse pagar los intereses” (p. 144). Para apoyar sus afirmaciones adujo la expe- ia de Jobra, en la que se daba una recupe- racién del 100%. Fue a este punto que los ban- queros le desafiaron diciéndole que, si deseaba ser crefble, debia salir de la aldea y comenzar a trabajar en una escala por lo menos provincial. 63 Ellos estaban seguros de que sii modelo no funcionarfa en un ambiente mds amplio, aleja- do de su lugar de origen, donde todos le cono- cfan como prestigioso profesor universitario y le respetaban. No tuvo mas que aceptar el desafio: pidie dos aftos de licencia y dejé que los directores de los bancos gubernamentales escogieran el lugar de su destino. Fue elegida la provincia de Tangail y el 6 de junio de 1979 Yunus asumié la responsabilidad de establecer allé el Proyecto Grameen. Segyin la Propuesta que fue aceptada, toda banca nacio- nal debfa poner a su disposicién al menos tres agencias. La apuesta era exigente. La region de Tangail estaba al borde de la guerra civil. La Armada del Pueblo, un movimiento marxista clandestino, difundia el terror por doquiera, sembrando de cadaveres la regiGn. Todavia circulaba una gran cantidad de armas, que habian quedado desde el tiempo de la guerra de independencia. La mayorfa de los j6venes simpatizaba por la iz~ quierda y podian ser enrolados en la guerrilla. La miseria era omnipresente, la sequia no acababa nunca y los bancos locales estaban mo- estos con la presencia de Grameen, que au- mentaba su trabajo. Como su antipatia se con- virtié pronto en boicot, fue necesario préscindir del personal de los bancos y emplear a los jéve- 64 nes guerrilleros, con la sola condicién de que dejaran los armas. Ellos resultaron excelentes colaboradores. En el fondo eran jévenes serios, con un gran deseo de mejorar la situacién de los pobres. Lo importante era canalizar sus faerzas hacia algo més constructivo que el te- rrorismo. El cuartel general fue establecido en un cuartito sin servicios, en un edificio en cons- truccién, En 1980, Yunus se volvié a casar con Afrozi, una bengali investigadora de fisica avan- zada que trabajaba en la Universidad de Man- chester y después de algiin tiempo los dos fue- ron a vivir en un departamento ubicado en el mismo inmueble en que se encontraba la ofi- cina, La ampliacién de Grameen fue gradual, pero imparable. Fue la experiencia la que sugirié el ritmo més apropiado y que llegé a ser la norma. En el primer afio, ninguna agencia debe tener més de 100 socios. Cuando estos 100 han reembolsado totalmente el capital, se pude pensar en la ex- pansin. Para crear una nueva filial es indispensable que un funcionario de‘Grameen, acompafiado por un ayudante, visite la aldea. La condicién del éxito es que este funcionario no tenga una oficina, ni un lugar donde vivir, ni contactos previos. Su tarea es conocer el lugar y descubrir sus necesidades. Con esta forma de proceder se establece una marcada diferencia con los personajes oficiales, quienes, cuando Megan a las aldeas, son recibi- dos por las autoridades, se alojan en departa- mentos cémodos y son agasajados con suculen- tos almuerzos. El funcionario de Grameen debe buscar po- sada en un cuartito alquilado, en un hospicio 0 en una casa abandonada. Debe rehusar las invi- taciones a almorzar y servirse “una comida tan espartana que hard asombrar incluso a los habi- tantes de la aldea” (p. 150) Esto, al comienzo, despierta asombro y hasta desconfianza. “jCémo es posible que un banco no tenga oficina ni personal? z¥ como asi el fuuncio- nario de un banco vive como un jornalero, coci- ndndose solito sus comtidas”? (p-150). Pero al poco tiempo, todos se dan cuenta de que los recién legados tienen un titulo, son doctores, y no solo se resignan a llevar esa vida, sino que aman de veras su trabajo, Esto acaba despertando admiracién y carifio: en efecto, la gente recuerda que, si por casualidad alguien del lugar habia terminado la Universidad, jamés habia regresado. Es casi automético que muy pronto las personas afectadas, usureros y jefes religiosos, comiencen a hacer circular chismes e insinuaciones. 66 Pero los funcionarios de Grameen ya estén preparados para afrontar estos problemas y co- mienzan a recorrer cada dia muchos kiléme- tros, a visitar las casas, a hablar con la gente, ver Jas necesidades. En un segundo momento, el empleado puede organizar un encuentro al cual invita a toda la poblacién. En 1981, el Banco Central invit6 a los diree- tores de los bancos gubernamentales para eva- Juar la experiencia de Grameen. Las apreciacio- nes fueron sorprendentes: “Sf, Grameen funcio- naa las mil maravillas, pero eso se debe al hecho de que el profesor Yunus y su equipo le dedican tun tiempo descomunal’: “En todo caso, Grameen no es un auténtico banco. Los empleados van de puerta en puerta, como los scouts, no se quedan en las oficinas segiin ciertos horarios”. “Lo que hace Grameen nosotros nunca podremos hacerlo. Es imposible transplantar ese modelo, Esta demasiado ligado a la personalidad del profesor Yunus. No podemos tener a un Yunus en cada agencia” (p. 153). El hecho es que en 1982 Grameen ya tenia 28.000 miembros. , Lo que sucedia era que su estilo cuestionaba la manera de ser de los demas bancos. En Tan- gail pronto hubo miles de clientes de Grameen con cientos de actividades. Los demas bancos 67 prefieren prestar millones a un solo cliente: esto pide menos esfuerzos, en solo tres afios. De todas maneras, para superar la objecién de que todo el éxito se debia a la personalidad de Yunus y no al método en sf, él lanzé un nue- vo desafio: “;Por qué no intentan instalar nues- fra estructura en una drea geogréfica muy am- plia?. Escojan los lugares peores y cuiden de que estén tan distantes el uno del otro, que yo no pue- da estar contempordneamente presente en todas artes, Ast estardn seguros de que mi personali- dad tendré un impacto limitado.” (p. 154). Para dar una garantia a su plan de expan- sién, Yunus acudié a la Fundacién Ford. Le so- licité 800.000 délares, que fueran depositados en un banco de Londres: en los plazos estableci- dos, Grameen fue retirando los intereses, pero nunca tocé el capital: su sola existencia era sufi- ciente para dar seguridad. De igual manera solicité al IAD (Depen- dencia de la Fao) un préstamo de 3°400.000 d6- lares, para financiar un programa de expansién en cinco provincias, a lo largo de tres afios. 68 ® NUNCA PERDONAR LAS DEUDAS Bangladesh es el pais de las catdstrofes natu- rales y lo més probable es que un cliente de Grameen alo largo de un afio, o varias veces en el afio, sea victima de una de ellas. “Pero cualquier calamidad, desastre meteorolégico, sragedia personal que afecta a una persona, no im- pide que nuestra filosofa sea siempre que esa per- sona logre pagar su deuda, aun a costa de diluirla ‘en cuotas de medio penny por semana El propésito es el de reforzar en nuestros miembros el orgullo, la confianza en sf mismos y la conciencia de contar con sus propias capacidades. Perdonar una deuda signifiea producir el resultado exactamente contra- rioy echar a perder el dificil trabajo de afios. (Cuando una inundacion 0 una carestia diezman a una aldea y destruyen la cosecha o el ganado de una cliente, le prestamos de inmediato’otro dinero ara que vuelva a empezar. No borramos la vieja eat pero la corvertinos en a deuda de l= _guisimo plazo, intentando obtener, aunque sea len~ zamente, el reembolso. En el caso extremo de que el cliente se muera, en- ‘regamos a la familia lo mds pronto posible, la in- demnizacién del Fondo Central de emergencia 69 EERE Luego pedimos al grupo o al centro que sustituya a la persona fallecida con otro miembro de la misma familia” (163-164), En esto Yunus lucha contra una mentalidad inveterada, que constituye un enorme freno pa- ra una cambio positivo. Siendo las catdstrofes tan frecuentes, muchos se han convencido de que en Bangladesh no se puede sobrevivir sin ayudas internacionales. Cuando las catéstrofes sobrevienen, el gobierno distribuye donaciones, valiéndose de fondos internacionales, cancela las deudas o concede créditos sin intereses. Esto hace sumamente dificil para Grameen recupe- Tar sus prestamos y asegurar su sobrevivencia, Pero esta manera de proceder del gobierno es perniciosa, porque interrumpe un dificil proce- so educativo y hace retroceder al estado de mendigos a personas que ya habfan adquirido cierto nivel de conciencia y autoestima. 70 FORMACION DEL PERSONAL DE GRAMEEN El punto de partida es contar con personas jévenes, que posiblemente no hayan tenido otras experiencias de trabajo: cuando han ad- quirido ciertas costumbres, les resulta dificil en- trar en las perspectivas de Grameen. Sobre to- do, nunca se utiliza personal que haya trabajado ‘en bancos convencionales, porque se necesita- Han mayores esfuerzos para reeducarlo, que Pa- ra formarlo desde cero. “yQué hace la diferencia entre un empleado 0 un funcionario de Grameen y otros jovenes, aparte del hecho de trabajar en condiciones dificilest Nuestra formacién es sencilla, pero muy rigurosa. Es sencilla porque esencialmente consiste en una autoformacin: no existen libros, no existe material para leer, nos parece que en las aldeas de Bangla- desh hay para los j6venes mds cosas que aprender acerca de la vida que todas las que se puedan ha- lar ent las pdginas de cualquier libro” (p. 169). Los candidatos que se presentan atraidos por un aviso en el periédico son seleccionados en base a un coloquio. Los escogidos participan en un seminario de dos dias, durante los cuales 7 se les informa acerca del proceso de prepara- cién, luego son enviados a diferentes agencias donde se quedan unos seis meses, con la consig- na de observar todo, para después montar una agencia mejor que la que han visto. Los practi- cantes son invitados: “a formular criticas, a pre- Parar modificaciones 0 mejoras en los métodos de trabajo y a presentarlas a los otros candidatos cuando meses después se retinan para una verifi- cacién en el instituto de formacién en nuestras oficinas de Dhaka” (p. 170). “En general, los jOvenes, muchachos y muchachas de Bangladesh, tienen mucho sentido de responsa- bilidad social. Los estudiantes siempre estuvieron en la vanguardia de los movimientos sociales y po- los Parscparon en la primera linea de nuestra uerra de Liberacin y aiin hoy siguen sacrificin- deen favor delas casas naconaiee Grameen brinda a estos jévenes la posibilidad de ejercer plenamente su sentido de responsabilidad cont el apoyo de una estructura flexible y tolerante, Contrariamente al personal de otros bancos, nises- tros funcionarios se presentan especialmente como Profesores. Y lo som en el sentido de que enseftan a nuestros clientes a desarrollar plenamente su po- tencial, a descubrir sus propios puntos de fuerza, a ampliar sus horizontes y capacidades en unas for- ‘mas hasta ese momento inéditas. Nosotros damos a nuestros funcionarios la posibilidad de utilizar to- da la sabidurta, la fantasia de que disponen para convertirse en auténticos maestros. Hacer de direc- tor de una agencia nuestra es una aventura, un re- 40 personal” (p. 171). 72 EL PROYECTO GRAMEEN SE CONVIERTE EN GRAMEEN BANK En la época de su estadfa en EEUU, Yunus habia conocido al Sr. Munith, secretario de la embajada pakistani en Washington. Tiempos después se habfan vuelto a encontrar y Munith se habia convertido en entusiasta admirador de Grameen.a A raiz de un golpe de estado en 1982, que puso a los militares en el poder, él fue nombra- do Ministro de Finanzas y Yunus aproveché pa- ra proponerle el proyect6 de hacer de Grameen ‘una entidad independiente. Munith no solo aprobé la idea, sino que la apoyé con todas sus fuerzas. Pero las cosas no resultaron tan sencillas. Cuando se trataba de elaborar el proyecto, el experto encargado de la tarea, sugiri6 que, por estatuto, el Banco fuera en un 60% de los clientes y un 40% del gobier- not era el tinico camino para esperar la aproba- cidn. Yunus, que sofiaba con un banco 100% de los clientes, acepté a regaftadientes. Pasaron ‘unos meses y a finales de septiembre de 1983, el presidente firmé el documente que creaba al 73 i i eee Grameen Bank. La alegrfa fue grande, pero dy. 16 poco. Al tener en sus manos el decreto de creacién, Yunus se dio cuenta de que los por. centajes habfan sido invertidos: 60% para el go. bierno y el 40% de los clientes. Se sintié traicio. nado y se quejé amargamente con el Ministro de Finanzas, pero esté le hizo notar que no exis. tia otra opcién: el Consejo de Ministros nunca habria aceptado un porcentaje diferente. Era mejor conformarse con lo obtenido y comenzar a trabajar para cambiar la estructura del capital: Yunus se resigné y asf, el 2 de octubre de 1983, nacié el Banco Grameen. Todo el personal, que hasta ese momento habfa sido contratado de forma provisional, fue confirmado en forma es- table. Tres afios més tarde fue posible modificar la repartici6n del capital: 75% a los clientes y 25% al Estado, al Sonali Bank y ala Krishi Bank. Quedaba un problema por resolver: lograr que el nombramiento del Gerente no fuera pre- rrogativa del Gobierno, sino del Consejo Admi- nistrativo. El forcejeo fue bastante largo pero Yunus logré finalmente que el Parlamento aprobara esta modificacién, exactamente antes de que el gobierno fuera tumbado por una in- surreccién popular. Desde 1986, Grameen comenzé a salir de Bangladesh hacia otros continentes. Evidente- mente, las caracterfsticas que lo habian marca- do a causa del ambiente de origen sufrieron al- 74 .dificaciones, para poderse adaptar a | Sutvas realidades, Pero la filosofia de base y los métodos originales son fundamentalmente los : fnismos. Hoy, Grameen se encuentra en mas de 50 paises, de los cinco continentes. El haberse | daptado a las realidades de Africa y de otras / Tegiones asidticas puede no despertar sorpresa, "pero llama la atencién que haya azraigado en paises como Francia, Noruega y Holanda, en Frudades como Chicago y en zonas como el Cir- culo Polar Artico. il Clinton conocié las actividades de Gra- green desde que ea gobernador de hans en 1985, invité a Yunus a su estado, para estu- diar la posibilidad de implementar allé el pro yecto. Durante la campafia presidencial de 1992, Clinton explicé a los jefes de servicio de un pe- riddico su intencién de adoptar los modelos de Grameen. La propuesta de utilizar una tecnolo- gia de un pais del tercer mundo desperté poco entusiasmo entre las élites de los EEUU, pero, después de su eleccién, Clinton continué inte- resindose personalmente por los avances y los métodos del Banco Bengali. 75 GRAMEEN BANK YEL BANCO MUNDIAL La relaciones entre Grameen y el Banco Mundial fueron siempre tirantes. El motivo de esta dificultad se debe esencialmente a Ja mane- a radicalmente opuesta con que las dos entida. des afrontaban el problema de la pobreza. Para ilustrar el hecho, Yunus cita el ejemplo de la isla Negros, una de las mas pobres del ar- chipiélago filipino, En 1993, las autoridades lo- cales se dirigieron al FIDA, pidiendo una ayuda econémica. El interés del organismo fue inme- diato, tanto que “envié nada menos que cuatro misiones, gastando miles de délares en pasajes aé- eos, honorarios y vidticos diarios” (p. 22), Pero a las cajas del proyecto én la isla no lle- 86 nada. En base a un acuerdo logrado, 37°000.000 de délares debian destinarse a incre. mentar los programas de micro — crédito, pero hasta la fecha de publicacién del libro, nada se habia movido, Cinco afios de gastos, viajes, in- ‘vestigaciones... spara qué? “Hoy, concluye Yunus, cuando se me anuncia la Negada de un experto, me viene de antemano una sensacién de fastidio. Ya sé e6mo serd la cosa: des- 76 pués de haber fingido escuchar, escribird un relato en el cual nos ilustrard lo que ya pensdbamos hax zr, pero formulado en forma tal que nos pareceré que ofmos hablar de eso por vez primera. O bien ‘peor atin ~ hard un largo relato que no tendré na- dda que ver con nuestro trabajo. No se preocupard en saber quiénes somos, cuél es nuestra forma de interven; pretenderd dar Srdenes sin asumir nin~ guna responsabilidad. A veces los consultores me arecen entrenadores de fiitbol que nunca vieron tuna pelota ni miraron un partido en toda su vida y conocen cuando mas las reglas del baloncesto. 1a excesiva proliferacin de los servicios de consul- tora ha desviado gravemente lot organismos de ayuda, Con eso de recurrir sistemdticamente a =e de asesoramiento, se ha instalado la con- cepcién de que el pais beneficiario debe ser guiado ‘paso a paso en todas las etapas de seleccién, prepa- raci6n y realizacién del proyecto. Se afirma asl por parte de asesores y donantes, una actitud arrogante hacia los beneficiarios. Sobre las ideas y las iniciativas de los patses benefi- ciarios, los asesores tienen casi invariablemente un efecto paralizante, porque las autoridades politcas ¥y académicas se cifien ciegamente a los datos que estén en los documentos de los donantes, a pesar de ser considerados inexactos (p. 23). ‘Las relaciones entraron en una fase més po- sitiva cuando un amigo de Yunus lo lamé en 1993 para ofrecerle la posibilidad de apoyarle en la campafia de recoleccién de 100 millones de délares a favor del Grameen Trust. Esta ins- tancia habja nacido 4 afios antes, para adiestrar 77 SS Se al personal tanto de Grameen como de otras instituciones similares, y también para financiar iniciativas paralelas. Este amigo, Ismail Serageldin, era vicepresi- dente del Banco Mundial. Su intencién era la de proporcionar a Yunus los 100 millones en for- ma de préstamo blando. Esto no legé a concre- tarse, porque Yunus no se sintié en condicién de asumir esa deuda en dolares, sabiendo que las devoluciones en monedas locales podian di- ficultar enormemente la recuperacién del ca- pital. Pero las reuniones y reflexiones que se reali- zaron con ocasién de la propuesta llevaron ala constitucién del “Grupo Consultivo para la asistencia a los ms pobres’, cuya base de opera- ciones se establecié exactamente en Washington D.C, enla sede del Banco Mundial. 78 EL VERTICE DE WASHINGTON ‘Una vez obtenido que el Banco Mundial abriera una “tercera ventana” para las donacio- nes, San Deley - Harris, concibié la idea de una gran asamblea, que Hamariala atenci6n mun- dial sobre el micro-crédito. De acuerdo con Yu- ius, se fij6 el objetivo de otorgar un crédito a 100 millones de familias, entre 1996 y 2005. Este vértice mundial del microcrédito se ce- lebré en Washington, del 2 al 4 de febrero de 1997. Los participantes, de 137 paises, fueron casi 3000. La presidencia fue confiada a Hillary Clin- ton, la Reina Sofia y el ex primer Ministro Japo- nés Tsutumo Hata. Participaron también la sheika Hosine, primera Ministra de Bangla- desh, el Presidente de Peri, Alberto Fujimori, el Presidente de Uganda Y. K. Museveni y muchi- simas otras personalidades, como el secretario general de la UNESCO, Federico Mayor. Entre otras cosas Yunus dijo: “Este vértice festeja el éxito de millones de mujeres decididas, que se han levantado de la pobreza ex- frema a una autosuficiencia lena de dignidad. Nos 79 roponemos ofrecer a cien millones de familias en- tre las mds pobres, la posibilidad de seguir sus hue- as. Opinamos que en una sociedad humana y civiliza- da no hay lugar para la pobreza. Con este vértice retendemos relegar la pobreza a los museos, EL hombre ha ido ala luna tan solo en 65 afios des- ués del vuelo de doce segundos de los hermanos Wrihgt. Em cincuenta y cinco aflos nosotros tam- bién aleanzaremos nuestra luna: tendremos un mundo sin pobreza. Con la energia que percibo en esta sala me siento més optimista que nunca. Seftoras y sefiores, com- Prometdémonos todos para realizar este espléndido objerivo"(284-285). APENDICE 81 Reflexiones acerca de la economia Grandes industrias y trabajo independiente Hoy, la desocupacién es uno de los mayores pro- blemas, atin de los paises més desarrollados. Para re- solverlo, los gobiernos acuden a todos los ardides con el fin de atraer a las grandes industrias. Pero tampoco ésta es la solucién ideal. Cuando no en- cuentran condiciones para altas ganancias, las gran- des instalaciones tienden a migrar, dejando otra vez ala gente en la desocupacién. Ademés, su impacto sobre el ambiente suele ser altamente negativo. De todas maneras, sin negar la importancia de las industrias, no hay que pensar que solo el trabajo asalariado pueda convertirse en locomotora del de- sarrollo. También el trabajo independiente tiene sus ventajas. + Tiene horarios flexibles y conviene a quien no tiene una preparacién especifica. + Permite trabajar también a quienes no se i sienten capaces de someterse a la disciplina dela dependencia. . + Puede ser el complemento de un trabajo asa- lariado. + Permite generar el sustento también de quien no encuentra ocupacién a causa de discrimi- naciones raciales. ae ee Su creacién cuesta decenas de veces menos ue la de un puesto de trabajo asalariado, “No es el trabajo que salva a los pobres, opina Yu. ‘us, sino el capital ligado al trabajo. En la mayoria de los casos, pudiendo disponer del capital, se limi, nna la pobreza con un costo minimo o nulo para los contribuyentes*(p. 224), Los distintos enfoques de la politica social Cuando estudiante, Yunus simpatizaba por las teorias econdmicas del marxismo y por lo tanto opi naba que el gobierno debfa hacerse cargo de todo, En EE.UU. descubrié las ventajas de la economia de mercado, sin que pasara para él desapercibido el hecho de que el mercado opera siempre a favor de los poderosos “Otro camino, es dejar que las empresas acumulen ga ‘nancias, que serén sometidas a impuestos por el gobier. 1, y con lo recaudado construir escuela, hospitalesy 19. dos los servicios necesarios. Sin embargo, es raro que las xsasfurcionen de esta forme: en la prctcd, os impucs. tos sirven solamente para pagar la burocracia estara, ‘que guarda el dinero y a los pobres les distribuye muy oto, Ademds, la buroeracia, no teniendo el incentivo de a ganancia, no esti motivada a aumentar su eficiencia, Funciona, mds bien, como desincentivo e hecho de que el gobierno no puede dismiruir los fondos de avstencia sin que se ale de la sociedad un grito de protesta; as, ef ‘monstruo, sintiéndose en terreno firme, sigue, dia tras a, machacando su cega ineficiencia” (p. 226227), Yunus estd firmemente convencido de que “el liz bre mercado, tal como esta organizado actualmente, nto es la panacea de todos los males sociales (p. 227) 84 Pero afiade: “Sin embargo, yo creo que el mercado, al menos en su forma actual, debe liberarse casi total- mente (excepto en los ministerios de la justicia, la de- {fensa y la politica exterior) dejando al sector privado — ‘un sector privado “ grameenizado, es decir, uiado por elempefio social ~la facultad de asurir sus funciones” (ibid). Las criticas a este enfoque Ilueven de todos los lados. Un profesor comunista dijo a Yunus: “En rea~ lidad mo hacen mds que dar a los pobres unas migas de opi, ast no se dejan involucrar en cuestiones poiticas mayores. Con sus micro-nada, los ponen a dormir’ (ibid), Los dirigentes musulmanes conservadores lo acusan de querer destruir la tradicién y la religién, ‘Yunus no se deja involucrar en discusiones tedricas. “zy profane come ude in pobre tas ace goles wana cho ses we ts rar rons dr onto tus fanenn Dn pte on Sued ro ie Morac ot si fie ota I mrs mtd opie de ey te dette repo a mimo bind see fof de Grameen en el abanico de las ideologias politicas? zA. te deca Alaura elcome Groen de ten mor rein po pol ea, mor Sin da gue dade ec line Pree Siren enamel merce roma st tscone gee crea a Seon Se pre er to tle dec Grameen lucha para la conguista de objetivas sociales: climinar la pobreza, dar instrucci6n, asistencia sanita- ria, oportunidad de trabajo a todos, quiere legar a la aridad de los sexos reforzando el poder de la mujer, y 85 arantizar el bienestar de los ancianos. Gramecit su ‘con un mundo sin pobresy sn limosnas, x Grameen dsaprucha la marca institucional éxs clonal existe condena a as empresas baadas en la codicia. Quiere de "roar en un plan de eomipetencia tales empresas, ean. do empresas eficintes,guada por el enpeio social, Grameen no cree en el “liberalismo” salvaje y desea tna intervenci6n social sin injerencia del estado en las indus- trias y los servicios pide que la accién del estado consista tinicamente en implementar medidas que impulsen alas ‘empresas a comprometerse en el terreno social. Estas caracteristcas tenderian a calificar Grameen como una organizaci6n de izquierda” (p. 228-230). aPrimero la formacién 0 el crédito Casi todas las agencias de desarrollo, sean ellas gubernamentales 0 no, inician su lucha a la pobreza con amplios programas da formacién, porque par- ten del presupuesto que los pobres no tienen ningu- na capacidad ni preparacién. A menudo todo esto requiere de inversiones impresionantes. Yunus ob- serva que los pobres rio son tales porque les falta competencia, sino porque “no logran conservar el Provecho de su trabajo” (p. 234) y esto se da porque no controlan el capital: en efecto al nacer no here- dan capital alguno y més tarde nadie los considera dignos de confianza. ‘Muchos pobres aceptan los cursos de formacién, como se acepta pagar un peaje, para acceder al eré- dito. A veces hasta se les paga para asistir. Los cur- 808, en lugar de partir de las capacidades existentes, inculean nuevas competencias y, a menudo, lo ha- 86 cen tratando a los pobres como perfectos ignorantes. Los cursos en si son muy ttiles pero al ser impuestos pueden volverse trauméticos. Més que en la obliga- toriedad de la formacién habria que poner Ia aten- cién en crear un ambiente tal que los pobres sientan su necesidad y la pidan. “Entonces estardn dispuestos hasta a pagar para obtenerla y pagardn para obtener lo que realmente desean” (p. 235). Un ambito irre- nunciable de la formacién ¢s el de la alfabetizaci6n. Generalmente es la primera cosa que los pobres re- claman. La explosion demogrifica Cada vez que nace un nuevo ser humano sobre la tierra aparece un problema mds, porque se trata de otro consumidor que lega a disputar los limita- dos recursos del planeta, Pero el asunto puede verse también desde la perspectiva opuesta: ese nuevo ser podria convertirse en un actor que produzca solu-

You might also like