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Ni cierto mado al sistema tas E Naclonee Unidas descansa en une paredoj, En focto, to forman una serie do organizaciones compucstas 2 8 ver exclusivamente por Estadas que, entre Dts objets, ean fjado ede dofendor its derechos huranos frente a fs gobir- fnos_de esos mismos Estados, De este todo so vano atecenocer que al fin etna fe cuantos detentan el poder pubeo debe fer siempre a protecl6n del lado y de todos foe grupos humanos, sn dlscmina- fon de ningun nero. La aclén que las Naciones Unidas em prendieron tre la Segunda Guerra Mundial nel bmbito’ de los. derechos, humanos Gebia abarcer ‘ves objeiven fundamen ‘aos versal de Derechos Humenos entendida jeal comin por et que todos los pueblos y todes las naciones deben esfor ‘entrd en vigor al 3 de enero de 1976; et ‘segundo y su Protocolo ol 23 de marzo del ‘mismo ao (*). Los derechos que la Declaracion Univer- sal estatuye pertenecen a ambas catego rigs: derechos chiles y polticos, por un lado, y derechos econémicos, sociales y culturales, por otto. Pues blen, cabe pre- ‘guntarsa ‘sila evolucién reciente de las Sociedades humanas no exige que se ela- ote una tercera categorla de derechos humanos, la de los que el Director General de la Unesco ha calificado de “derechos hhumanos de la tercera generaci6n’. Mien- tras los derechos de la primera generacion {cviles y poticas) se basan en el derecho a ‘ponerse al Estado y los de la segunda ‘generacion (econémicos, sociales y cultu- Toles) en ol derecho a exigir al Estado, los ‘derechos humanos da a tercera generscién que ahora se proponen a la comunidad internacional son los derechos de la sofida- ‘dod. La larga lucha por los derechos humanos Por Karel Vasak — la elaboracién de uno 0 varios Pactos internacionales de derechos humanos con fuorza de ley para todos los Estados partes; la creacién de érganos encargados de vigilar el eumplimionto de los Pactos. En lo que atate al primer punto, la Asam blea General de las Naciones Unidas pro- clamé efectivamente, el 10 de diciembre He 1848, ta Declaracién Universal de Derechos Humanos. En cambio, los otros dos objet vos solo se alcanzaron 18 affos después, texactamente el 16 de diciembre de 1966, ai aprobarse los dos Pasctos de derechos hhumanos, el relativo alos derechos econé- imicos, sociales y culturales y el relative a los derechos civies y polices, completado con un Protocolo Facultative. £1 primera RAREL VASAK, jin fants, sige ls Din de Int Dmachor Hamoncey dla Par ie Unesce ie talabred con os paca urs dev Dect ‘nar! one abe el fancde Rend Casa He 00 Drocoron is Universted Inemaconel ce Derechos ‘famanas ge La Haya yen ots unveriedes (Sige Dor Banghak. Maro eta). Selo sebon namsrasss ‘ries ¥puieacones Inspiréndose como se inspiran en una cierta concepcién de la vida humana en comunidad, tales derechos (derecho al desarrollo, derecho @ un medio ambiente sano y ecolégicamente equilbrado, dore- ‘cho ea paz, derecho de propiedad sobre el patrimonio comin de la humanidad) s6lo pueden ponerse en préctica gracias al ‘esfuerzo conjunto de codes: desde los ind viduos y los Estados hasta las entidades y brgan0s piiblicos y privados. Igual que la Declaracién francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano do 1789, a Declaraci6n Universal de Derechos Humanos ha ejercido en todo el mundo una prodigioss influencia desde sui adoocion, Este complamento mademo del Nuevo TTestamento 0 Magna Carte de la humani- dad, como so la ha llamado, es hoy una fuente de inspiracién constante para el legislador nacional e internacional, para los obiernos y para los jueces. iP) Hama octave pasado hablo ried a acto aloe, DerechosEconicon, Socidae 0 eheida ad 60 Estados Miembros 17) el Fost temscoel ge Docks es Inqumerables son las Constituciones nnacionales que se han inspirado on la Deciaracion y que hasta se han limitado a Incorporar @ su texto sus disposiciones. Innumerables también las leyes modifica: das 0 elaboradas para recoger esta 0 quella disposicién o simplemente el esp fitu de la Declaracién. E innumerables as mismo los jueces que, cts 0 explicit: than recurtido a ia Declaracién como ‘eicefutable argumento. Incontables hombres y mujeres se han batido y han sutido en nombre de la Declaracion En el &mbita internacional, la Declara- cién Universal se ha convertido en la base de las normas mundiales y regionales para la. proteccién de los. derechos humanos. Ello autoriza a preguntarse por su fuerza legal. Naturalmente, no siendo, como no fs, un tratado y, por tanto. un instrume juridico obiigatorio, “Ia Declaracién no parece a primera vista tener otro valor que el de una recomendacién, en cierto modo ‘eforzade, de I Asemblea General de las Naciones Unidas. Pero la evolucién observada en fos iti: ‘mos afios ha restado mucha importancia, al ‘menos en lo que toca a la Declaraci6n Uni versal, a la dstincion entre los textos obli- ‘gatorios los que por su esencia misma no To son, Hay autores que consideran que la Declaracién vincula lisa y Hanamente a los Estados Miembros. Otros ven en ella un Conjunto de rormas que se han vuelto con- ‘suetudinarias. Otros, por dltimo, la consi= eran parte de un derecho comtn de la humanidad. Quizé ninguna de estas tesis exprese exactamente la verdad. En todo caso, 1o ‘esencial 96 quo hoy se reconozca en el mundo entero a la Declarecién ol cardctor de documento vivo, como varlas genera- clones se lo reconocieron a la Declaracion francesa de 1789, La aprobacion de la Dectaracion Univer- ‘sal el 10 do diciembre de 1948 constituyo et punto de partida de toda una serio de tex- ‘0s de valor juridico variable. Actualmente, lo que podtlamos lamer derecho intorna- ional do,los derechos. humsnos.abarca tunas quince dectaraciones relativas a los rmismos, la més importante de ia cuales es | Dedlaracién sobre la concecién de la Independencia a los patses y aueblos colo- es, aprobada por la Asamblca General el 14.de diciembre de 1960. Hay adomis unos cincuenta tratados ‘que vienen a constitu una protongacién fen ol marco @ con los auspicios de las Naciones Unidas © do sus Organismos. Especializados, en particular la Organiza- clén Internacional del Trabajo y la Unesco. tres, como la Convencién Europea de Derechos Humans do 4 de noviembre de 1950 y la Convencion Americana de Dere- chos Humanos de 22 de noviembre de 1969, so hallan geogréficamente imitados a tuna organizacion regional como el Consejo de Europa o la Organizacién de Estados ‘Americanos, Poro hoy cia, més que de elaborer nue- vvos textos, se tata de aplicar y hacer respe- tar los ya oxistentes. Tal es Ia tarea de tos organismos. internacionales de derechos 29 LA LARGA LUCHA POR LOS DERECHOS HUMANOS Wiene de la pdgina 29) humanos que, a o largo de os aos, se han vuelto ceda vez més numerosos. Formada por representantes de los Esta- dos Miembros, 1a Comision de Derechos Humanos de las Naciones Unidas lleve a cabo una labor muy positiva en lo que atafo a la elaboracion de las normas intor- nacionsles referentes a los derechos huma- El sistoma de organismos de las Nacio- res Unidas relatives a los derechos huma- nos se ha ampliado grandemente con la entrada en vigor de los Pactos de derechos hhumanos. £1 Comité de Derechos Huma- nos establecida en el Pacto de Derechos Chiles y Politicos Uesempetians un papel cada vez mas importante a medida que ‘aumente el nimero de Estados que acep- ten ol Protocolo Facultative en el que 82 establece ol derecho de los individuos a presentar denuncias (*). ‘A su ver, la accién de los Organismas Especializados de las Naciones Unidas se orienta en general a garantizar el forento y la protecci6n de un determinado derecho hhumano, Sefiaiemos dos _Organismos Especializados que desempefian un papel particular en esta materia : la Organizacién Internacional del Trabajo (O17) y la Unesco. Le Organizacién Internacional del Traba- Jo, que consagra enteramente sus esfuer- 208 ala protecclén de los derechos sociales del hombre, ha elaborado varias conven clones que figuran entre las més importan- tes relativas a los derechos humanos. Esas Cconvenciones tienen por objeto el trabajo forzado, el derecho sindical y la ibertad sin- ical, etc. Pero, sobre todo, a OIT ha esta blecido una serie de procedimientos con Vistas 2 conseguir que los Estados Miom- bbros respeten los derechos humenos. De estos procedimientos ef més importante es fl relative a la proteccién internacional de los derechos sindicales ; su érgano princ pal es el Comité de Libertad Sindical del Consejo de Administracion de la OIT, el ‘cual ha recibido més de mil denuncias pro- venientes de organizaciones sindicales. Por su parte, la Unesco se esfuerza en generalizar la educacién, la ciencia, la cul- {ura y la informacién haciendo de ellas derechos garantizados @ todo hombre y a toda mujer, al mismo tiempo que procura ofjentar 1a ensefianza segin el espiritu de los derechos humanos y de Iss libertades fundamontalos. €s pues naturat quo la Unesco haya dado prioriiad a la lucha con- ua la discriminacién en la esfera de la (0) Hasta octubre 28 pales habin weinado ol proce: 32 fensefianza, con vistas a la cual elabord hhace ya afios una convencién. EI derecho de todos a fa educacion esta definido en el articulo 13 del Pacto Interna clonal de Derechos Econémicos, Sociales y Culturales. £1 derecho a la educacién ha sido desarrollado por una serie de instru- mentos de la Unesco, por ejemplo, la Reco- mendacién relativa @ Ja educacién para la ‘comprensién, la cooperacién y a paz inter~ nacionales y‘a la educacién relativa a los derechos humanos y las libertades funda- mentales (1974) Si nos preguntamos por el lugar que los derechos cufturafes ocupan en Ios instru- mentos internacionales, leaamos a estas ‘dos conclusianes tn tanto sorprendentes ¢ ‘los derechos culturales van asociados, bien a los derechos civiles y politicos, bien a los derechos econémicos y sociales ; a veces incluso se reparten entre las. dos ccategorlas. de derechos en of seno de ba misma organizacién ; * los derechos culturales se formulan siem- pre juridicamente en términos de derechos Individuales, siondo asi que la culture es ppor esencia'un bien colective y que, para ser "verdadera", debe llevar en si ‘cierto ‘contenido comunitario y ser puesta a dis posicion de la colectividad. STA incertidumbre en ‘cuanto al lugar que co rresponde a los derechos cuiturales nos obliga jus- tamente a atimmar su Guricter especiiici, en {uanto que son al mismo tiempo derechos colectivos ; y en este sentido se orienta la ‘accién de fa Unesco. La participacién on fa vida cultural y el goce de los beneficios del progresa cients- fico s6lo son posibles si existe une protec- cién efieaz del derecho de autor. Los inte- reses materiales y morales sobre ia produc- cién intelectual estén protegides, entre ‘otros instrumentos internacionales, por la Convencién Universal sobre Derecho de Autor de 1952, revisada en Paris en 1971. Respecto de la:proteccién de loe bien cuiturales, la Unesco ha prestado atencion especial a la preservacién de determinados monumentos, lugares, edifcios, manuscri- tos y colecciones de ‘ibros © archivos en caso de conflicto armada, asi como contra 21 r0b9, el saqueo o el vandalsmo. ‘Aunque ya el articulo 27 de la Declara- cién Universal establecie el derecho de todos a participarlibremente en la vida cul- tural de la colectivided, s6to reciontemente se han elaborado las normas que determi: ‘nen le manera de poner on préstica tol dere- ‘cho. La Unesco ha organizado varias con- forencias intorgubernamentales en cistintas partes del mundo (Venecia, 1970 ; Helsinki, 1972 ; Yogyakar, 1973) como resultado de las cuales la Conferencia General de la Organizacién aprobé el 26 de noviembre de 1976, en su 19a, reunién celebrada en Nai robi, la Recomendacion relativa a le partici pacién y a contribucién de las masas popu- Tares en la vida cultural. En la bertad de expresién que define el articulo 19 dela Declarecién Universal y del acto Internacional de Derechos Civiles y Politcos se incluye Ja libertad de buscar, recibir y difundir informacion e ideas de todo tipo independientemente de las fron- ‘eras ¥ por cualesquiera medios. La Mbre iculacion de las informaciones ha tenido ‘siempre gran importancia para la Unesco, cuyo enfoque del problema se ha ido ensanchando progresivamente con vistas a hacer frente al volumen cada vez mayor de les comunicaciones © intorcambios de informacién internacionales en un mundo ‘gravemonte desoquilibrado en lo que toca e Jos medios y les estructuras de transmisi6n ¥ recepcién de noticias e ideas. La Organizacion ha adoptado una serie de instrumentos internacionales on la mate. fio, 8 comonzar por el Acuordo dostinado faciitar 1a circulacién internacional de materiales audiovisuales de carécter educa- tivo, cientfico o cultural, probado el 10 de diciembre de 1948. E1 15 de noviembre de 1972, tras un cuidadoso estudio del asunto, 1 Conferencia General aprobé la Declara- cién sobre los principios rectores del empleo de las transmisiones por satéite para la libre ciculacion de la informacion, ta difusion de fa educacién y la intensiicacton de los intercambios culturaes. Este répido examen de la labor de la Unesco en la esfera de los derechos huma- ‘nos quederia incompleto si no menciondr ‘nos la delicada cuestion de la tramitacion que debe darso a las comunicaciones que los. individuos o las organizaciones no ubernamentales dirigen a la Organizacién para denunciar la violacion de aquellos derechos humanos que entran en la esfera de competencia de la Unesco. El mismo problema se plantea alas Naciones Unidas, ‘que anualmente reciben varias decenas de millares de comunicaciones de ese tipo, Ena Unesco la materia esta regulada por una decisi6n de su Consejo Ejecutivo, en virtud de Ia cual las comunicaciones dirigh- das a la Unesco serén examinadas por un Comité del Consejo. Este esté examinando actualmente el procedimiento | seguido hasta ahora con el fin da hacerlo "mas efi- eaz" a efectos de la proteccion del indivi ‘duo y de los grupos humanos.. Karel Vasak

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