You are on page 1of 30
El impacto territorial de la inversi6n extranjera en América Latina. Estudio comparativo de tres casos en México, Argentina y Colombia N N Ne NS NI g iM Vincent Gouéset’ Département de Géagraphie Universit de Haase Bresagne a sy Resumen Con las reformas neoliberal iniciadas a fi nales de los afios ochenta, América Latina ented en pleno proceso de globalizacién; una sglobalizacién econdmica que se caracteriza, centre otros, por tn aflujo masivo de inver- sidn extranjera, Ya se conoce un poco el impacto macroecondmico de esa inversién extranjera, pero no se conoce muy bien lo que es su impacto local, es decir, su capaci- dad para transformar el espacio y las socie- dades en los territorios afectados. Aunque todavia es temprano para medir este impac 10, sobre todo en el largo plazo, tres esta dios de caso, seleccionados en regiones relativamente periféricas de México, Argen tina y Colombia, nos permitirén plantear tun primer balance, y matizar el tema. Résumé Avec le virage néolibéral amoreé depuis la fin des années 80, PAmérique latin est entrée de plain pied dans la mondialisation de Péconomie; une mondialisation qui se caractérise notamment par une ouverture massive aux investissements étrangers. On connait déji un peu Pimpact macroécono- mique de ces investissements, mais on connait moins leur impact local, Cest-i-tire leur capacité & transformer espace et les sociétés des territoires qu'lsaffectent. Méme sil est encore un pew tOt pour mesurer cet impact, surtout & long terme, trois érudes de.cas, choisies dans des régions retativement. périphériques du Mexique, ¢’Argentine et de Colombie, nous permettent de dresser tun premier bilan, plutot nuance, str le suet. Globalizacién, IED! y desarrollo local en América Latina 2 globalizacién ha invadido el discurso | TL Siiitco nts cis ce les, y se ha impuesto como un pacadigma ncontornable para caracterizar las transfor maciones econdmicas, sociales y culturales | que afectaron a toda la América Latina y al ‘mundo en los afios ochenta y noventa. Aun- que la globalizacién no es, segiin algunos autores, nada ms que el seguimiento del proceso plurisecular de expansién del capi- talismo (Michiels y Uzundis, 1999: 9-12), yaungue el sentido de la palabra “globaliza- | ‘idn” (globalization en inglés, mondialisation en francés) tiende a diluirse a medida que su uso se df unde, el concepto inieia, que sugié en la mitad de los afios ochenta, se | refiere a una serie de cambios econémicos «que si bien tienen unas raices muy remotas cn Ia regién (toda la historia de América Latina, desde la Colonia, puede entenderse como tna sucesién de ciclos de extraversion econdémica yde intercambios desiguales con Jos actuales paises del Norte), cobran una importancia hasta hoy inédta, y que con- ‘rastan con el modelo de desarrollo econ mico que prevalecia en el periodo anterior. La inversion extranjera constituye induda- | blemente tno de los “brazos armados” del proceso actual de globalizacién econémica aque afecta a la América Latina, Histérica- mente, la inversién extranjera siempre ha tenido un rol importante en ef desarrollo econdmico regional. Sin remontar hasta la Colonia, y sin entrar en el dalle, se puede decir que la historia reciente de la IED se subdivide en tes fases succsvas | gionales favorecieron paulatinamente la TED 1. A finales del siglo XIX, y hasta la crisis de 1929, la economia latinoamericana se de sarroll6 sobre un modelo de “intercambio desigual” con los paises capitalistas centra- les, exportando materias primas e importan- | do productos industriales. El papel de la TED en este proceso era fundamental, pues cl capital doméstico era insuficiente para fi- rnanciar la produccién y la exportacién de los productos agricolas y mineros que se destinaban a los mercados del Norce, Las ‘minas, las haciendas y las plantaciones, las | ccarreteras y los ferrocarriles, las infraestruc- ‘uras portuarias..., han sido financiados por la IED procedente de Europa (de donde lle- gaba también mucha mano de obra) y de Estados Unidos. Tal vez, el ejemplo para- digmitico de este ciclo sea el caso argentino (Rapoport, 1994: 11-21). 2. Conia crisis de 1929, los intercambios eco: rnémicos con Europa y Estados Unidos en: traron en receso, y més aun los lujos de TED. | América Latina opt6 por un modelo de “de- sarrollo endégeno”, con la adopeién de unas | medidas proteccionistas que echaron las bases del famoso proceso de “industraliza cin por sustitucién de las importaciones”. Como se sabe, América Latina estuvo al ini cio relativamente cerrada a la IED, con el fin de permitir el despegue de un “capitalis- ‘mo criollo”. Luego, con el éxito muy lin tado de esta opcidn (fuera de las industrias de bienes de consumo), los gobiernos re ‘manufacturera, para atraer las EMN? y di versificar asi la base productiva local, Esta politica permitié el desarrollo de muchas IED: Inersion Exaranjors Direct, 2EMN: Emprest Multinacina | ramas industriales para las cuales cl capital y | Zennctorion ss PAB: Boticasde Ajuste Eseructural low how doméstico eran insuficientes (au toméviles, maquinaria eléetrca y electrOni- ca, quimica, et....). Durante este perfodo, ue duré hasta los afios ochenta, la IED se dirigié més que nada hacia las metrépolis, donde se concentraban los factores de pro- duccidn y los consumidores potenciales. La IED tambien fue importante en el see- tor minero (petrolero sobre todo) y en la construecién de grandes infraestructuras que sustentaban el proceso de industrializa- cid (carreteras, proyectos hidroeléctricos, cetc..). He aqui la lave del “milagro indus- trial brasileio”, por ejemplo (y tambien la lave de su endeudamiento externo), 3. La tercera fase esa fase actual. Durante la profuunda crisis econdmi de los aftos ochenta (la que signifi el fracaso del modelo de “de- sarrollo endégeno” (por lo menos tal como habia sido aplicado), América Latina per- id su importancia relativa en la geografia mundial de la TED. La regién ha vuelto a ser atractiva en los afios noventa, porque su economia se recuperd, hasta cierto punto, y porque los gobiernos locales han cambiado de modelo de desarrollo, dando la vuelta a Jas pautas anteriores, y adoprando una serie de reformas de corte neoliberal, que combi naron unas medidas de apertura hacia el ex- terior (adhesin al GATT; constitucién 0 reactivacién de “grupos econémicos regio- nales” ~como el Mercosur o la CAN- desmantelamiento de las trabas al comercio ‘exterior, reforma de la legislacién sobre la inversin extranjera...), yuna serie de PAE® al interno (privatizaciones, desregulacién financiera, disminucién de la intervencién del Estado en la economia...). Desde le- _g0, esta nueva coynntura ha sido muy atrac- tiva para las EMN, y provocé un aflujo stibito de TED en la zona. El volumen de inversion extranjera se mul- tiplied por 7 entre 1987 y 1996, pasando de 5 2 35,7 miles de miliones de d6lares Entre 1991 y 1996, la regién concentré el 10% de los flujos mundiales de IED, con- tra sélo el 6% entre 1984 y 1989 (United Nations, 1997). En 1996, esos flujos equi valian al 2,7% del PIB regional, al 12% de 1a Inversidn Interna Bruta, o sea cuatro ve- ces mas que en 1990 (Inter-American Development Bank, 1997: 221), Los prin- cipales beneficiarios de este flujo son, por orden respectivo: México (35% del total de Ia TED en America Latina entre 1987 y 1996), Brasil (16%), Argentina (15%), Colombia, Chile y Peni (7% cada uno). La distribucién por rama de la TED en América Latina cambié un poco de indole €en los aftos noventa ~ A raiz. del formidable movimiento de privatizaciones ocurrido en los diez. tltimos afios, buena parte de la TED se destind a la compra de servicios piiblicos y de ex em- ‘presas publicas. Las privatizaciones han sido, ‘muy atractivas para las EMN, porque esas ‘empresas operaban sobre mereados de cap: tacién, en posicidn de monopotio o de baja competencia (United Nations, 1996) Siendo ahora los mercados latinoamerica- 1nos abiertos a la competencia internacional, Ia IED se concentré mas que nada en los sectores de produccién mds competitivos, que son la produccién de materias primas y Jos productos derivados, cuyo valor agrega- do suele ser bajo. Este proceso contibuiria, segin varios autores, a un proceso de “repri- matizacidn” de las economias regionales (Treillet, 197) = Alla par (y paradéjicamente), la IED in- vadis el sector de los servicios, que tradi- cionalmente habja sido poco penetrado por las EMN: servicios financieros (gracias a la desregulacidn de la banca en la regién), i mobiliario, comercio (caso de las redes de supermercados), turismo, ete. El objetivo de la siguiente poneneia no gira | alrededor del impacto macroecondmico de 1a TED, ni sobre las estrategias de las EMN. El interés aqui consiste en indagar sobre st impacto “territorial”, @Cémo y hasta qué Punto el proceso actual de globalizacién, y mis especticamente el aflyjo actual de TED, transforma cl espacio y as sociedades locales en América Latina? Se trata de un fendmeno relativamente reciente, cuyos efectos a corto ya largo plazo no se conocen muy bien, so- ire todo en una perspectiva comparativa Ya se sabe, de manera global, que la IED refuerza la tendenciahistica ala concentra- cin de los hombres y las actividades en las mayores metrépolis (as global cities), que retinen muchas ventajas Comparativas, que permiten realizar economias de aglomeracién, yy que concentran un importante mercado sok vente. Pero no se sabe muy bien lo que pasa afvera de ls cindades primaciales,yla regio- nes menos urbanizadas y/o perifricas. Parece {que los impactos teritorales son muy di- versos en funeién dela indole de la IED y de la configuracidn de las economias regionals, | Para estudiar esto, se comparan agut tes r= sgiones no metropolitanas, seleccionadas en paises dstintos,y que tienen en comin el he- cho de haber recibido unos importantes i- | jos de IED en un pasado reciente (tabla 1) La primera region es el estado de Yacatin | (México), que recibié mucha TED debida a tun efecto de proximidad con Estados Uni- dlos, muchas veces bajo la forma de maqui- ladoras | La segunda es la regidn de Bahia Blanca, en el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires (Argentina), que ha sido muy afectada por las PAE a comienzos de los afios noventa, y ue recibié unos flujos muy selectivos de | IED. La tercera es el Departamento de Casanare (Colombia), una zona perférica poco po- blada, que conocie iiltimamente un verda- dero auge petrolero, con la legada de la | British Petroleum. | El impacto de la TED en el Yucatin (México) La TED afluyé en México a partir de la mitad de ls afos ochenta, atraida por las reformas estructurales y las privatizaciones empren | didas por los gobiernos De la Madrid (1982. 88) y Salinas de Gortari (1988-95). De 630 | millones de délares en 1982, la IED ascen- | di6 2 10.500 millones en 1994, y después de un receso debido al “efecto Tequila”, s- | bi6 a 10.800 millones en 1997 (figura 2) México ha sido, en los tikimos quince afios, 1a primera destinacién para la IED en Amé- rica Latina, y concentré la tercera parte de su volumen total | Loni 7 Yenritonri st Tanta 1 ‘CARACTERISTICAS GENERALES DE LAS REGIONES ESTUDIADAS, Region Sopericie Poblisin Peo dela Peo dels (ko?) (hab) reid en einen el ob na 9% PIB nal % sido de Yoctin (skéaico) 39M0 1.362.940 13 Sdocte de Provincia de Buenos Aires (Argentina)* 101,219 692.813 24 - Departamento se Casinare (Colombia 44400-2113 08 Le Fuentes: México: INEGI (Censo de Poblacién 1990 y Cuentas Nacionales 1993), ‘Argentina: INDEC (Censo de Poblaci6n 1991), Colombia: DANE (Censo de Poblacié y Cuenta Departamentales 1993), -Regisin conformada por los 2 partidos de la sexta circunscripciin electoral dela Provincia de Buenos Aires Ficura 2 EVOLUCION DE LA IED EN MExico (1980-1998) Fuente: Secofi,Direccién General de Inversin Extran 1998 = resultados parcial. njera (1999), Giada principal Mérida Bahia Blanes opal Fem 586819 262.151 La distribucin sectoral dela IED cn Mé «peculiar, en comparacién con el resto de ‘América Latina, con una extrema subrepre- | sentacién del sector primario (slo el 1% del valor total de la TED entre 1994 y 1998), | tuna importancia creciente de los servicios (37%), en razén de las privatizaciones y de las perspectivas promeredoras del mercado interno, y una abramadora supremacia del sector manufacturero (62%). Esta primacta | industrial se debe a la combinacién de va- rios factores: multipliacion de la fabricas maguiladoras y no maquiladoras orientadas hhacia el mercado norteamericano, y grandes consumidoras de mano de obra barat; atrac- ciones del mercado interno mexicano; ubi- cacién geogrifica de México, que permite inradiar sobre todo el mereado centeoame- ricano y de Caribe; calidad relativa de las infraestructuras de servicios colectivos y de transporte El panorama de la IED en Yucatin Yucatin es, aparte de Mérida (una ciudad aque se ha calificado de “isla de hispanidad cn tierra maya” Redfield, 1944-), un Es- | tado pertérico y relativamente pobre. Sin embargo, la regidn conocié un importante auge econémico cn los tltimos aos, impul- sado en buena parte por la TED (Gouéset, 1997), En realidad, la inversin extranjera no es un hhecho nuevo en la zona, porque a partir de finales del siglo XIX, el norte de la peninsa- | lahhabia conocido una fase de expansidin ace lerada con la produccién, la transformacién | yl exportacidn del henequén, bajo el con- trol de tna empresa extranjera, la Chicago's International Harvester. Era un caso tipico de economfa de enclave, y se ha calificado el Yacatin de este entonces de “colonia infor- imal” de la empresa norteamericana (The Economist, 22-05-93). Después de la Primera Guerra Mundial, a rafe de la competencia | internacional y de la paulatina aparicién de las fibras sintéticas, la economia del hene- | quén catré en un proceso de declive, y Yucatan volvié a ser una regién pobre, subindustrializada, y dependiente de una agricultura poco diversifcada. Durante va rias décadas, el Estado permanecié al mar gen del comercio mundial, y el Estado federal ravo que sustiuirse al capital extran- jero para subsidiar la economia del henequén, regulando la produccién y nacionalizando la industria de transformacién, con la crea: ‘in del grupo piiblico Cordemex en 1964. | Elestado de Yucatin suftié entonces, hasta finales de los afios ochenta, de una “doble | dependencia” (Ramirez, 1993): dependen: cia de una produccién que se habia vuelto antieconémica (el henequén seguia repre: sentando la tercera parte del PIB yucateco en 1980), y dependencia del sector piibl €0, que vino a ser, en ausencia de activida- des sustitutivas, el primer empleador local, con 54.000 empleados contados en el cen so econémico de 1994, 0 sea, uno de cada cinco empleos).. Los afios noventa marcaron una ruprura y el comienzo de un tercer ciclo econmico, Los gobiernos federal y local, en mala pos- tura financiera, decidieron acabar con el sub- sidio de la actividad henequenera (Programa de Reordenacién de la Zona Henequenera | Zernitonios. 54 60 en 1992; privatizacién de Cordemex en 1993), y de “desinflar” el sector piiblico (re- duciendo el empleo piiblico). La diversii- cacién de la economia yucateca fue lenta hasta los afios ochenta, porque no emergis. alguna actividad sustitutiva notable, com- parable al petréleo en Campeche, o al turis- mo en Cancin. Los censos econémicos realizados a partir de 1980 indican tna pro- gresiva diversficacién de la base productiva local, pero se trata de una diversificacién en ‘buena parte “perversa”, debida més que nada al declive de los sectores tradicionales. Las cosas cambian a partir de finales de los afios dochenta, gracias a la IED. Entre enero de 1989 y febrero de 1995, 102 millones de délares de IED han sido inver- tidos en 55 empresas (figura 2). Esta inver- sin proviene primero que todo de Estados Unidos, Inego del Reino Unido y de los paraisos fiscales del Caribe. Se concentraron en la ciudad de Mérida. La distribucién por rama de la IED se caracteriza por una subre- presentacién de los sectores primarios y se cundarios (lo que es un poco sorprendente cuando se sabe que més de 30 maquiladoras se han radicado en el Estado). Los servicios financieros representan el 40% del oral, lo que corresponde a una tendencia nacional sobre este perfodo, ya que coincide com la privatizacion y la desregulacién del sistema fincanciero mexicano, Se destaca también la hoteleria (el 359% de la IED), lo que ilustra cl proceso reciente de difusién hacia aden- tro del desarrollo turistico, alrededor de ‘Canctin. La diversidad y la riqueza del pati monio de Yucatin hizo posible esta difusign (Ramirez, 1993). Varios grupos internacio- rales han invertido en Mérida (Eolliday In, Hyatt...) y en los sitios arqueol6gicos de la zona (como Le lub Méditerranée en Uxmal). La IED también afect6 al comercio, con la legada de varias franquicias, sobre todo en lsector alimenticio (Burger King, Kentucky Fried Chicken, etc), desarrollo de Shopping Centers, y vatios proyectos de supermerca- dos en la periferia de Mérida (Price Club, Sam’s Club, Carrefour...) El caso de las maquiladoras es de peculiar interés. Inicialmente concentradas en la fron- tera norte, solamente a partir de los aifos setenta que comenzaron a difundirse hacia el interior, pero limitandose a las ciudades del norte (Durango, Monterrey) y a las metr6polis centrales (Guadalajara, México), ‘Yacatin ¢s el primer estado del sur de la Fe- deracién que llevé a cabo, a partir de 1984, tuna politica muy ofensiva (y costosa...) de ‘marketing trbain en Estados Unidos, para promover la IED. Aunque tiene 33 maquila doras y 8,000 empleos registrados en 1996, Yucatdn no representaba sino el 1,5% y el 1,19% del total nacional, respectivamente; de hecho, se ha vuelto el segundo foco maquilador afuera de la regién fronteriza, detris de Jalisco, pero delante de la regién metropolitana de México, EI bajo coste de la mano de obra, que ha sido promocionado con cierto cinismo en Estados Unidos (en unos folletos que ha- cian hincapié sobre los lower labor costs, el lower employee turnover and absenteciom,y los cary trainable employees), n0 es el tinico factor atractivo, En realidad, ante la situacién de relativa “saturacién” de los parques indus- triales de la frontera norte, Yucatin aparecta Ficus 2 ‘LA INVERSION EXTRANJERA DIRECTA EN EI ESTADO DE Yucaraw (1989-1995) Fuente: Secofi (1996). como un well kepeseret, para retomar la fr. mula de Castilla & Torres (1994: 97). En afecto, ademés de la mano de obra, Yucatan ‘cuenta con varias ventajas comparativas, como su cercania de la costa sur de Estados Unidos (se habla a veces de “frontera maritima” con se pais), la presencia de varias zonas indus- trials puiblicas, la existencia de facilidades fis- cales, la existencia de una tradicién industrial local (en el sector textil), a calidad de las inffaestructuras portuarias y aeroportuarias (en las cuales cl gobierno provincial ha in- vertido mucho), la calidad de vida para el personal americano expatriado, ete Cerca de 35 maquiladoras se habyan radicado cen Yucatin en 1996 (figura 3). La mayoria Pats de orem | son fibricas de textiles (Lee Cooper, Vogue.) pero también ls hay de otras ramasintens | vas en mano de obra poco calificada y, al re- vés, poco intensivas en capital y en alas recnologias(prétesis dental, joyera,areuios | de deporte, electrdnica.... En comparacion | con al resto de las magniladoras mexicanas (figura 3) la mano de obra yucateca es mais femenina, menos calificada y menos remu- | nerada, Son, por lo tanto, maguiladoras de “primera generaciin”, atraidasbisicamente por el costo y a flexibilidad de la mano de obra, lo cul ya no es el caso en muchas ma | quiladoras de la fromtera norte (Gonzilez, 1997). a Ficura 3 (CAnACTERISTICAS DE LA INDUSTRIA MAQUILADORA EN YUCATAN (1995) Jigenl + Fuente: Inegi (1995), Asociacién de Maquiladores de Yueatin + Castilla y Torees (1994). EL impacto territorial, econémico ‘y social de la TED Aunque es un fenémeno muy reciente, hoy se puede decir que la IED contribuyé, por su magnitud, a modificar de manera dura- dlera la base procuctiva local En la industria (maquiladora y no maquil dora), la inversién realizada se limité a la produccién de bienes de consumo: alimen- tos, bebidas (con una fabrica Pepsi-Cola que abastece toda la peninsula), textil y confec cidn (aunque los empleos ereados en este sector no lograron compensar los empleos destruidos en Cordemex). Las sola fabricas ‘maquiladoras, que comenzaron a aparecer después de 1984, habian creado 8.000 em- Aerritorion pices directos en 1996. En el ikimo censo 62 econémico disponible (1994), las maqui doras representaban entre e1 11% y el 12% de los empleos manufactureros del Estado. ‘Ademés, son fabricas recientes, modernas y productivas Pero la industria no representa sino el 12,5% del PIB yucateco, Qué pasa con los otros sectores? Parece claro que los servicios finan- cieros yel turismo han sido estimulados por la IED a comienzos de los afios noventa. El impacto parece ser menor en las otras acti- vidades, incluso para el comercio, puesto que la modernizacién de esta rama habia comen- zado bajo el impulso de empresas locales 0 nacionales (Pérez, 1994) No cabe duda de que la IED contribuyé a “extravertir” Ia base productiva regional, y ‘a modificar de manera radical la estructura del comercio exterior yucateeo, en un plazo muy corto. El volumen del comercio exte- rior auments, y su composicién cambis (fi- gura 4), Las exportaciones tradicionales (henequen y derivados, cuero, muebles, ce- ‘mento, artesanado) perdieron terreno, 2 fa- vor de nuevos productos. Las maquiladoras representan hoy el 47% del valor de las exportaciones, y también 1 29% de las im- portaciones (se trata de los insumos necesa ios a la fabricacién de los productos). En fin, si bien la IED no permitié colmar el deficit comercial de Yucatin, sf resolvi6 to- talmente el problema histérieo de desequi- librio de los intercambios, contribuyd a diversificar y a “industrializar” la base exportadora local, Es delicado estimar el niimero exacto de cempleos creados por la TED. Se conoce la Ficura 4 cifta de 8.000 empleos para la industria maguiladora en 1996, lo que equivale mis 6 menos al 15% del empleo manuficturero local, pero que no pesa mucho en el volu- | men total del empleo yucateco. No existe | tuna fuente centralizada para ls industria | entrajeras no maquiladoras, o las empresas de servicios (que concentraron el 91% de la TED local entre 1989 y 1995). Seria toda- via mis dif de estimar el empleo indirec- to derivado de la IED. Algunos estudios empiticos realizados sobre las actividades inducidas por las maquiladoras en otras re giones de México dieron resultados contra- dictotis. Elefecto parece serimportanteen ls cudadesfronterizs, donde ls maquila- doras subcontratan muchas actividades, iientras es limitado en Guadalajara oen el Bajlo (Génziler, 1997), donde las maguila CanactrRistICAs DEL COMERCIO EXTERIOR DE YucaréN (1995-1994) Bem mv Fuente: Secofi (1996), Secretaria de Desarrollo Industri GB ddoras trabajan més con la sede principal de Ja empresa, 0 con otras empresas extranje- ras, que con las pequefias y medianas em- presas (PYME) locales. En el caso de Yucatan, donde las maquiladoras son muy recientes, 1a subcontratacién de PYME locales no pa- rece ser muy frecuente. En sintesis, aunque faltarfa indagar mds al respecto, se puede decir que la IED ha crea- ddo millares de empleos directos ¢ indirectos en Yucatan, y que eso permitié compensar parte de los empleos destruidos en los see- tores tradicionales (henequén, agriculeura, administracién puiblica, etc.), y atenuar un poco los efectos de a crisis y del proceso de desindustralizacién, Se sabe acemés que las maquiladoras han ‘modificado las caracteristicas de la mano de obra, Tradicionalmente, el empleo manufac- turero era més bien masculino y urbano (aunque muchos de esos “ciudadanos” eran migrantes oriundos del campo). Si bien richos obreros tradicionales estaban desem- pleados cuando llegaron las maquiladoras, elas no los contrataron con prioridad. Las maquiladoras, en busca de una mano de cobra barata y “dé”, optaron por una mano de obra més joven, femenina al 74%, poco calificada, ms bien rural (a menudo maya), y sin tradicién sindical. Por lo tanto, la cla- ‘se obrera local cambié totalmente de perfil, yy la movilidad laboral entre Mérida, donde ‘estén ubicadas casi todas las maquiladoras, y el campo, de donde provienen. muchos ‘obreros, auumenté de manera sensible. Mu- cchas veces, son migraciones “ circulares ”, ts decir no definitas lo trabojadores i fie) | Se eee 64 Mérida, y se devuelven con regularidad a su hogar. En algunos casos, las empresas extran- jeras prefiricron radicarse en el campo, como ppas6 con la Lee Cooper, que se instal en Tzamal en 1996. Otro tema de reflexin es el impacto que ha tenido la TED sobre la “gobernabilidad” (governance) local. Ms precisamente, el in terds se centra en ver cual ha sido su inci dencia sobre las formas de administracién empresarial, sobre el medio empresarial yucateco, y sobre el juego politico local. En realidad, la mayoria de las empresas extran- jeras se mantienen al margen de los asuntos locales, y no aparecen como un vector de cambio en los modos de regulacién del tra- bajo 0 en el manejo de los asuntos pibli- cos, sino més bien como un factor de inmovilismo: ~ Sobre el modo de organizacién del traba- jo dentro de las empresas, as empresas ex- tranjeras no realizan muchos cambios 0 innovaciones, ¢ ignoran las pricticas sindi cales que existian en las grandes empresas locales (sobre todo Cordemex). = No contribuyeron a mejorar el sistema lo cal de educacin profesional, Ninguna for- macién especifica habla sido abierta hasta 1996, y 6se que quiz hubiera podido ser el «aso en la confeccida, que emplea el 7296 del personal ocupado en las maquiladoras. La capacitacién técnica de la mano de obra ¢s tun asunto que se maneja dentro de las em presas ~ Vuelve a pasar lo que ya habfa ocusrido en Ia frontera norte en cuanto a la clase empre- sarial, que a menudo adopta una acticud especulativa y rentista. Muchos empresarios yyucatecos tratan de asociarse con los inversio histas extranjeros (para ello, a veces no vaci- lan en movilizar el capital productivo de sus ‘empresas de origen), con el fin de sacar una renta répida y a menor riesgo. En fin, las empresas extranjeras se mantie- rien al margen del juego politico local, aun sil juego politico local no las ignora (y trata de “instrumentalizarlas”). Concreta- mente, la politica de promocién de la IED cs una iniciativa, desde 1984, del gobierno de la Provincia (PRI), en colaboracién con el medio empresarial local, yen contra del gobierno municipal (PAN). Desde luego, las autoridades estatales invocan la IED como un logro suyo que legitima su poli tica y, en 1996, trataban de orientar esta inversién fuera de la ciudad de Mérida, en ‘unos municipios que les sean favorables. Pa- ralelamente, algunas voces se evantaron en 12 oposicién para denunciar el desplfarro del dinero provincial en una costossima politica de promocién de la inversién ex- tranjera (marketing wrbain, gastos de infra- estructura...) ~ Para termina, la IED ha tenido, desde un punto de vista espacial, un efecto netamente concentrador en Yucatin, pues ha aumenta- do el desequilbrio territorial que existiaen- tre Mérida y el resto del Estado. La ciudad de Mérida presenta muchas ventajas com parativas, por su poblacién (que representa aa vex una fuente de mano de obra y de clientes), y por las mumerosas atracciones ue offece: un aeropuerto internacional, un puerto maritimo a una distancia de 40 km (Progreso), varios parques industriales, | infraestructuras de transporte y de servicios piiblicos, etc. Sin embargo, esta légica de aglomeraciGn no es ninguna especificidad de la IED. La polarizacién urbana es una ter dencia de largo plazo, y las empresas extran- jeras se radican en Mérida por las mismas razones que lo hacen las empresas nacionales. | El impacto de la IDE en el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires (Argentina) Hist6ricamente, el desarrollo econémico de 1a Argentina, a finales del siglo XIX y a co- ‘micnzos del siglo XX, fue estrechamente vin- culado con la inversién (y la inmigracién) cextranjera. Luego la IED disminuy6, y los flujos eran limitados en los afios setenta y ‘ochenta, a causa de las incertidumbres poli ticas (a pesar de la legislacién favorable ala inversin extranjera adoptada por la Junta Militar en 1976) y econdmicas (fuerte intervencionismo estatal, inestabilidad fi- nanciera, alto grado de endeudamiento ex- temo, hiperinflacién...). La Argentina s6lo recibié un promedio de 600 millones de délares al aho entre 1984 y 1989, y el pais ya no tenia sino el 13,79% del stock toral de TED en América Latina en 1990, contra el 18,2% en 1980. Elafo 1991 constituyé una rupeura, con el Plan de Convertibilidad del gobierno Menem, y con la serie de PAE neoliberales que éte desencadend: ajustes y austeridad financiera, desregulacidn, privatizaciones, apertura comercial, etc.... Argentina adhi- | 16 en 1991 al “Acuerdo Multilateral de Ga- rant sobre la TED", y vord en 1993 uma Zenadtonion 6s AerAorior | ruente: ME y OSP - Direccién Nacional de Cucntas Internacionales (1998). 6 nueva ley de inversién extranjera, mis permisiva que la ley de 1976 (en particular sobre las posibilidades de repatriar los capi tales invertidos y los beneficios realizados). El aflujo de TED desde esta fecha es especta- cular (figura. 5). En un primer periodo, las inversiones han sido atraidas mas que nada por las privatizaciones: petrdleo, gas, agua yy saneamiento, electricidad, transportes, co ‘municaciones, Entre 1990 y 1993, la Ar gentina captd el 48% de los flajos de LED en América del Sur (un réeord histérico), y sobre este total, la mitad ha sido invertida én las privatizaciones (United Nations, 1997; DNCI, 1998). Se considera que en- tre 1990 y 1995, el 60% de los capitales in- vertidos en las empresas privatizadas provenian del extranjero (Ferrer, 1997: 94), A partir de 1994, con el desacclere de! ritmo de las privatizaciones, la IED ha venido Aiversiticindose, dirigiéndose hacia el sector bancario (controlado al 40% por el capital Figura § La TED EN AncEvniNa (1992-1997) 3 extranjero) y la industria: sector agroali ‘menticio, quimica y petroquimica, indus tria auromotriz. Fl comercio, através de las cadenas de hipermercados, y las comunica- ciones (telefonia celular, medios de comu nicacién...} también han sido afectados por este movimiento. El caso de Babia Blanca y del sudoeste de la Provincia de Buenos Aires El puerto de Bahia Blanca y el sudoeste de Ja Provincia de Buenos Aires conforman una region cuya economia es muy exteaverida, desde finales del siglo XIX. El hinterland bbonaerense de Bahia Blanca hace parte del conjunto agroldgico de la Pampa, y como taltiene una vocacién agroexportadora muy mareada:trigo, cereals, oleaginosas, gana- deria. Bahia Blanca es el quinto puerto exportador argentino (es el primero para los cereals, y uno de los primeros para el pe- trdleo y los productos derivados). La cuar- ta parte de la produccién industrial local (agroalimenticia y petroquimica sobre todo) cs exportada, lo que hace de Bahia Blanca la cuarta de Argentina por su “grado de aper- ‘ura industrial” (Polatian, 1996; 86). El sector piblico tiene una responsabilidad histdrica en el cardcter extravertido de la eco- rnomia regional (Gouéset, 1998: 109-110). A finales de los afios setenta, el Estado ha- ba decidido hacer de Bahia Blanca uno de los principales puertos petroquimicos de! pais, ¢ invirtié masivamente en este sentido entre 1981 y 1988 (Palo Petrogutmic, Polisur, Indupa, YPE), Es el gobierno (0 més bien, | los tres niveles de gobierno: federal, pro: vincial y municipal) quien planifis la cons truccién de una red val yferroviaria centrada sobre el puerto de Bahia Blanca, También es el Estado quien regulaba, hasta una fecha reciente, el comercio de la came y del gra- GURA 6 LENPORTACIONES DEL PUERTO DE Bastia BLANCA, EN VOLUMEN (1995) | a) no, y que garantizaba un precio minimo para | las materias primas agefcolas, Es el gobier: ‘no, por fin, quien administraba el puerto | de Bahia Blanca, a través de la Administra- cién General del Puerto de Bahia Blanca | (AGP) | En fin, la economia regional padecfa, como Yucatén, de una doble herencia: una alta ependencia del sector pico, yuna espe- | cializaciOn productiva demasiado alta, ae- | dedor de comodidades vulnerables a los | altibajos de la coyuntura internacional, que | sse deterioré en la tiltima década (figura 6). Lasituacién econdmica regional puido man- tenerse micntras el Estado lograba asumir sus prerrogativas, y mientras los precios in- | temacionales de las comosdidades eran altos. Ese sistema econémigo fanconé inciso | | durante la hiperinflacién, gracias la estab lidad inteinseca del valor de la produccién local sobre el mereao mundial. Acomienzos | de los aiios noventa, el cquilibrio precario que cxistia entre la alta espe- cializacin productiva y | el control piblico se rompid, Primero, por- | | que los precios inter- nacionales bajaron, | Segundo, porgue el Es- tado, muy endeudado y | poco efciente en el ma- | tts tapas nejo econdmico, priva or ee tiz6 la mayoria de las | | gas empresas puiblicas na- | | aa | cionales y regionales Fuente: Consorcio de Gestién del Puerto de Bahia Blanca (1997). = (petréleo y gas, energia eléctrica, ferrocarriles, Zennrtonion 0 @ teléfono, administracién del puerto, Junta Nacional de Granos, Junta Nacional de Car nes, empresas del polo petroguimico...), y porque las barreras aduaneras y el sistema de garantia puiblica de los precios han sido ddesmantelados. En consecuencia, las venta- jas comparativas de la regién | riamente afectadas (Sili, 1998). Las consecuencias locales de esos cambios hhan sido muy graves en Bahia Blanca y su hinterland. En el campo, donde los empleos piblicos ¢ industrials eran pocos, la crisis afecté basi- camente al sector agropecuario, Suftieron los campesinos (fue el caso en toda la Pam- pa argentina, pero el impacto social ha sido ‘mayor en el sudoeste bonaerense, donde tra- dicionalmente dominaban los “chacareros”, es decir los campesinos medios y pequeiios); sufrieron las cooperativas (que eran muy importantes en esta zona); suftieron fos in- termediarios; sufrieron las industrias de transformacién (molinos, mataderos...) En Bahfa Blanca, el golpe ha sido mayor todavia. La tasa de desempleo, que se habfa ‘mantenido cerca del promedio nacional has- ta 1992 (més 0 menos el 10%), subi répi- damente, para estabilizarse, a partirde 1994, hacia el 20%, Esta degradacién del contex- to laboral est ligada a las privatizaciones y los ajustes consecutivos, que destruyeron cerca de 4,000 empleos entre 1990 y 1994 (Gorenstein, Cerioni y Scudelati, 1995). Pero las privatizaciones no son las tinicas responsables. Muchas PYME vinculadas a la actividad agroexportadora, 0 que eran polo petroquimico y del puerto (como las subcontratisas de las empresas puiblicas del | | elrolespecifico de la IED? Desdichadamen- empresas frigorificas),suftieron muchas pér- didas, y algunas se quebraron. Ademés, muchas de las industrias “sustitutivas”(ali- ‘mentacién, textl, industrias mecénicas, edi- cién...), que habjan prosperado en el periodo anterior (al amparo de la compe- tencia internacional), entraron en crisis, por 1a politica de apertura econémica Un buen ejemplo de ello es el del Grupo Gatic, una empresa familiar de calzado, oriunda del cono urbano de Buenos Aires, que supo negociar en Jos afios sesenta un acuerdo de exclusividad con el grupo ale- min Adidas y el italiano Vibram para pro cis, bajo licencia, un niimero creciente de marcas curopeas (Adidas, Arena, New Ba- lance, Benetton, Bata, Le Coq Sportif...) Gracias al costo prohibitivo de los aranceles aduaneros sobre los calzados importados, y a1su posicidn hegeménica sobre el mereado interno, el grupo Gatie prosper, abriendo 19 fabricas en el pais y creando més de 6.000 empleos. La regién de Bahia Blanca contaba con 4 fabricas y 2.000 empleos. Desde luego, con la apertura econémica, centrd una competencia extranjera muy agre- siva (con marcas como Nike 0 Reebok), y el ‘grupo Gatic entré, 2 partir de 1992, en una fase de crisis profanda, que atin no ha ter- minado. En 1997, ninguna fabrica habia cerrado todavia, pero todas tuvieron que comprimir su masa laboral. EL impacto especifico de la IED sobre el desarrollo local &Cudl sen este contexto poco alentador, te, por escasez de fuentes estadisticas, no se puede saber cual ha sido el monto exacto de Ja TED een el sudocste de la Provincia de Buenos Aires. Se sabe que afluyé en la re- gidn a partir de 1990, a rate de ls privati- zaciones y de la reestructuracién de los sectores agroalimenticios y petroguimicos | (por no hablar de las atracciones del Mer: cosur, que incitaron algunas EMN a inwver- | tiren los puertos argentinos o en su entorno cereano). Se pueden mencionar los ejem- plos dela Shelly la Eso para el petro, del italiano Camuzsi para el gas, de la Dow, Chemical y la Solvay para la petroquimica, cla Telefnicaespafiola, de Cargill y Glonore _yToepfer paral grano, de Blrama-Canadian | “Matting (brasletio) y Nordom (francés) para Ja maleriay la cerveaa, etc Por supuesto sera abusivoecharke solamente a la IED Ia culpa de la dificultades econ6- micas regionales. Buena parte de las reestrac- turaciones consecutivas alas privatizaciones cran inevitables, y cabe sefialar que las em- presas que quedaron en manos argentinas (como el ferrocarril) han sido reestructura- | das de la misma manera. 1.0s cambios ob- servados en la regién se inscriben en un proceso general, en el cual la TED slo es un simple eslabén. Sin embargo, podemos sa- «ar varias conclusiones sobre el impacto re- sional de la TED: = Bl aflujo de la IED desde 1990 es estre- chamente ligada a las PAE que han sido rea~ lizadas en esta época: sin una transformacién | radical del modelo de desarrollo de la eco- nomi argentina, la [ED no hubiera tenido semejante magnitud, ~ Lo contrat también es cierto, Muchos ajustesestctuales no hubieran sido pos | bles sin fa inyeccion de eapitaes exranje. tos. De hecho, no son muchas as empresas pablias que han sido compradas por gr | pos nicionales (como! Grupo Moreno para las oleaginosa,o Techint para el transporte ferroviato) ~Precisamente, en la regis de Bahia Blan cals gran mayoria dela TED ha ido a para | en a compra de empresas precrstentes, ¥ casi no ha creado actividades 0 empleot nuevos (fiera de unos casos muy contades, | sobre todo en el sector agroalimentaro, om la malterfaabierta en Pun porel con. sorcio Birama-Canadian Mating). Es muy impactant a diferencia con ls maguiladorss yuestees: en un cis ln TED es sindnimo de reestructuraciones y de destruceién de mpleos, mientras en el otro a TED sign. fica la creacion de empresas nuevas, que ge nan miles de empleo. = La compra de muchas empresas puiblicas | Por grupos extranjeros permitio moderni zat cl aparato prouctivo local, en un es fuerzo de “aggiornamienta técnico y estratégico” (Ferer, 1997) que, si proba- bementeecha las bases de'un crecimiento sano y duraderoa largo plazo, al contario ha tendo un elec devastador sobre empleo a coro plazo Hay completa evidencia de que las deste- gulacones ¥ las privatizaciones quitaron 2 Jos gobierno locales buena parte desu po der de intervencin sobre I economia. | gional. Con cierto fatalismo y mucho Inives faire, el Estado no intevino en la reestructuracién de las ex empresas publi: | Zerratoriog 4 «as, y no hubo ninguna negociacién con los inversionistas extranjeros para limitar los

You might also like