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EL PREAMBULO DE LA CONSTITUCION COLOMBIANA JOSE ALBENDEA PABON. Profesor de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de la Universidad de la Sabana EL PREUUBLLO De 14 consrrrucrON covoMeuANA 1, SU NATURALEZA. Marco, derrotero, gufa, propésito, ideal. Todo esto y mas es el Preambulo de una Constitucién Politica, En efecto, en muchos casos es un texto solemne, unos renglones declarativos de la voluntad del constituyente, una breve ex- posicién de propésitos del legislador extraordinario, pero en otros casos (como los de Andorra, Cuba, Nicaragua, Alba- nia, Irlanda, Perd) incluye ef Preémbulo un recuento mas 0 menos pormenorizada del proceso histérico de la ereacién del E sto es particularmente frecuente cuando se expide una Constitucién después de un cambio politico cau- sado por una revolueién o un golpe de Estado, o después de la emancipacién de Ia metrépoli. En estos casos es légico que los personeros del nuevo orden deban justificar el naci- miento de las instituciones nuevas aduciendo razones de orden histérieo, patristico, ete. ado, Predmbulo tuvo la Constitucién norteamericana de 1787, y de esta fecha en adelante suelen tenerlo muchas Cartas Politicas, aunque en mayor nimero las de Latinoamérica que las de Europa. u {JOSE ALBENDEA HON Podemos afirmar que el Preémbulo es intencién constitu- yente y sintesis constitucional. Vale decir, que es prélogo y epflogo de la Carta. 2. PODER VINCULANTE Dado que el fin general de una ley es imperar y no el enun- ciar o declarar, los constitucionalistas se han preguntado a menudo: ztiene cardcter normativo el Preémbulo de una Carta Polftica? Cudl es su fuerza vinculante? ;Hasta qué punto obliga a los asociados? ;Es mas bien una fuente de interpre~ tacién del articulado constitucional? Veamos. George Burdeau considera que las declaraciones del Preambulo constitucional no dan pie a los gobernados para exigir prestaciones al gobernante ni para oponerse determinados actos del mismo. La jurisprudencia de la Su- prema Corte de los Estados Unidos conceptué alguna vez que, aunque “el Predmbulo indica el propésito general que el pueblo tuvo al ordenar y establecer la Constitucién, nun- ca ese Predmbulo ha sido considerado como fuente de nin- giin poder sustantivo conferido al gobierno de los Es Unidos”. He tomado la cita anterior de la obra “Teorfa cons- titucional e instituciones politicas” del doctor Vladimiro Na- ranjo Mesa. tados Por su parte, nuestra Corte Suprema de Justicia, en sen- teneia del aio 1988, con salvamento de voto de algunos ma- gistrados que luego habrian de integrar la Corte Constitu- cional, consideré que “el Predmbulo de la Constitucién no es una norma juridica ni un conjunto de normas de ese gé- nero, sino la expresién de los prineipios y valores que la R FL PREABLLD De 14 CoxsrITuCION coLmURiANs comunidad profesa en una determinada etapa de su vida so- cio-cultural, razén por la cual, siendo el de consti tucionalidad un proceso en el que se comparan disposicio- nes de grado inferior con normas de superior jerarquia, mal se puede determinar la constitucionalidad de un precepto legal por comparacién con un principio o valor de género diverso”. tea es la posividn de lx Corte Constitueional al respeeto, En sentencia de constitucionalidad niimero 479 de agosto 13 de 1992, afirma: “El predmbulo da sentido a los precep- tos constitucionales y s cuales debe orientar su accién, el rumbo de las institucio- nes juridicas. Lejos de ser ajeno a la Constitueiéa, el predm bulo hace parte integrante de ella”. Y, después de algunas consideraciones sobre el valor fundante y cob Ja normativa constitucional que el proemio tiene, aiade en forma terminante: “Juzga la Corte Constitueional que el preambulo goza de poder vinculante en cuanto sustento del orden que la Corte instaura y, por tanto, toda norma -sea de indole legislativa o de otro nivel- que desconozea o quebrante cualquiera de los fines en él senialados, lesiona la C cién porque traiciona sus principios”. ala al Estado las metas hacia las jionador de Alguno de nuestros tratadistas de Derecho Politico, el pro- fesor Luis Carlos Séchica, adopta sobre el particular una postura ecléctica, porque sostiene que el predmbulo no es simplemente un texto declarativo, sino que tiene fuerza de decisisn que condiciona el ejercicio del poder reformador y de los poderes constituidos, aunque no tiene expresién nor- mativa. En conelusi Ma dos en tanto que es parte de la misma Constitueién, al ti la parte de las Cartas Politicas que suele se Predmbulo tiene fuerza vinculante para los asocia~ 13 JOSE suns POV po que es hilo conductor de su articulado y sintesis del mis- mo, al menos en su parte dogmatica, 3. CONTENIDO DEL PREAMBULO DE LA CARTA DE 1991. En primer (érmino afirma que esta Constitucién fue de- cretada, sancionada y promulgada por la Asamblea Nacio- nal Constituyente en representacién del pueblo de Colom- hia. ¥ asi fue, pues en plebiscito-eleccidn celebrado el 9 de diciembre de 1990, el pueblo de Colombia convocé una Asamblea Constitucional y design6 sus integrantes. Es ne- cesuria reflejo de este hecho la soberanfa popular consagra- da en el articulo 3°, 3.1. Luego, el Constituyente invoca la proteceién de Dios, Jo que es muy comtin en el constitucionalismo latinoameri= cano. No asf en Europa, donde, de treinta y cineo Constitu- ciones que hemos revisado, apenas cinco contienen alguna alusién a lo sobrenatural en el Preambulo. En efecto, las de Grecia e Irlanda fueron expedidas en nombre de la Santfsi- ma Trinidad, la de la antigua Reptiblica Federal de Alema- nia se expidié siendo consciente el pueblo alemén “de su responsabilidad ante Dios y ante los hombres”, la de Ando- rea en el nombre de Nuestro Sefor Jesueristo, y fi lade Suiza en el nombre de Dios Todopoderoso, almente El Constituyente colombiano con la invocaci6n de La pro- teecién divina, consagré la libertad religiosa en los articu- los 18 y 19, posteriormente reglamentados por la Ley 133 de 1994. El integrante de la Asamblea, Alberto Zalamea, en su po~ nencia a la Comisin sobre “Predmbulo y principios”, expli- “ L PREAWBLLD DE 18 CONSTITVEION coLOMBIANA 6 que se invocaba la proteccién de Dios “sin pretender asu- mir su vocerfa, pero recordéndolo, sf, como fundamento de la dignidad humana y fuente de vida y autoridad para el comin”. Vale la pena decir aqui que cuando el Constituyen- te de 1886 estampé en el Preémbulo que expedia la Carta Politica de ese afio “en nombre de Dios, fuente suprema de toda autoridad”, no lo hacfa asumiendo la vocerfa de El, sino recordando aquella doetrina paulina sobre el origen divino de toda autoridad: “Nihil potestas nisi a Deo” (Rom. 13, 1). A continuacién, en el Preambulo se incluye una serie de valores en cuyo andlisis nos detendremos. Son sintesis to- dos ellos de algunos principios fundamentales del Estado colombiano de ciertos derechos consagrados en favor de los asociados, de que tratan los dos primeros Titulos de la Carta Pol 3.2. Rera el Preémbulo que la Constitucién se expide para fortalecer la unidad de la nacién, es decis, de la pobla colombiana, La variacién sobre el Preémbulo de la anterior Carta esté en que la de 1886 hablaba de la unidad nacional y la de 1991 se refiere a la unidad de la nacién. El Consejo Nacional de Delegatarios tuvo motivos para usar esa expre- in, pues el propésito de la Carta era reconstituir la Repti- blica unitaria de 1843. No obstante la Asamblea Nacional Constituyente, eiento cinco afos después, se sintié en la obligacién de aclarar que Colombia es un Estado organizado en forma de Republica unitaria, aunque descentralizada y con autonomia de sus entidades territoriales (art. 1°). No esta por demas recordar aquf que en los considerandos de los Decretos Legislativos 927 y 1926 de 1990, que hicie~ ron posible La convoeatoria de una Asamblea Nacional Cons- jenen una clara referencia a la divisién de la tituyente, ¢ poblacién colombiana, a la posibilidad de que la expedicién 15 JOSE AUBENDEA mAB08 de una nueva Carta con el concurso de todas las fuerzas po- Iiticas, sociales y regionales del pats afianzara una paz es- table y duradera entre los colombianos. A su turno, la Corte Suprema de Justicia, que era en ese entonces el organismo competente, en sendos fallos de constitucionalidad de las citadas disposiciones, también abundé, en la parte motiva de las sentencias, en consideraciones similares. De ahi que al Constituyente no le faltara razén para fijar como uno de los fines de la nueva Carta el de fortalecer la unidad de la nacién. 3.3. Otro de los fines de Ja Constitucién de 1991 que pre~ cisa el Preémbulo es el asegurar a los integrantes de la na- cién colombiana unos bienes, entre los cuales enuncia en el primer lugar el de la vida. Evidentemente el derecho a la vida es el primero de los derechos naturales del hombre, En el andlisis de é1 no voy a detenerme, pues maestros tiene en el tema el Claustro de profesores de la Facultad, que lo tra- tardn con la profundidad y la propiedad que a ellos caracte- riza. Baste decir que el artfculo 11 de la Carta prevé que “el derecho a la vida es inviolable” y que “no habré pena de muerte”. Y afiadiremos que la vida del no nacido esté prote- gida, desde su concepcién, por el artfenlo 4° de la Conve cién Americana de Derechos Humanos o Pacto de San Jose de Costa Rica, de 1969, No obstante, en estas fechas se cier- ne un peligro sobre la comunidad internacional representa- do en la declaracién que aprobaré la Conferencia Interna- cional sobre Poblacion y Desarrollo que se reuniré el mes préximo en la ciudad de El Cairo, convocada por las Nacio- nes Unidas. Parece que son dos paises altamente indus- trializados y los que mayores aportes econémicos hacen a la Organizacién de las Naciones Unidas -Estados Unidos de Norteamérica y Japén- los que tienen un mayor interés en la aprobacién de un documento final de esa eonferencia en cuyo proyecto, después de alusiones reiteradas e imprecisas al 6 [AL PREAMPULO DE 1A CONSTITUCIOW EMLOMBUANA derecho de opeién en materia sexual, a los derechos reproductivos, a la salud reproductiva, a la salud sexual, se determina “eliminar todas las barreras legales en el campo de la salud reproductiva”, determinaeién que puede Hevar implicita la total legulizacién del erimen del abort, 3.4. Otro de los bienes que se asegura a través de la expe~ dicién de la Constitucién es el de la convivencia, el cual también es nuevo, puesto que no figuraba en el Preémbulo anterior, Aunque no con este mismo vocablo, el derecho a una conviveneia pactfica est garantizado en la Constitucién, dirceta 0 indirectamente, entre otros por los articulos 13 (de~ recho a la no diseriminacién), 18 (libertad de conciencia y de ereencias), 19 (libertad de cultos), 27 (libertad de ense~ anza, aprendizaje, investigacién y eatedra), 40 (derecho de participacién politica), 47 (proteceién a los disminuidos ff- sicos, sensoriales y psiquicos), 79 (derecho al medi biente sano y ceolégicamente equilibrade) y 83 (principio de la buena fe). El trabajo es otro de los principios para cuya vigen- cia se expidié la Constitucién. Tampoco figuraba en el Pream- bulo de la Constitucién de 1886. El articulo 25 de la actual consagra el derecho de toda persona al trabajo en condic nes dignas y justas. Pero es el articulo 53 el que, al enun- ciar el contenido del estatuto del trabajo que se ordena al Congreso expedir, viene a explicitar qué entendis el Consti- tuyente por condiciones laborales dignas y justas: la igual- dad de oportunidades, la remuneracién minima vital y m6- vil, la estabilidad laboral, la favorabilidad al trabajador en la interpretacisn de la ley laboral, ete. No obstante, nues- tros legisladores habian expedido unos meses antes de la promulgacién de la nueva Constitucién la Ley 30 de 1990 que contradice lo anterior. Ademds ni se ha expedido el es- tucional la tatuto del trabajo, ni se ha declarado ineons JOSE AURENDEA PABON mencionada Ley, con excepeién de alguna expresién secun~ daria de su articulo 99. 3.6, También, segtin el Predmbulo, la Constitueién se ex- pide para asegurar a los asociados la just prerrequisito de la paz, en cuanto valor vigente en una so- ciedad, no encuentra desarrollo en el cuerpo de la Cons '6n sino como funcién de la rama judicial del poder publi co, Ni siquiera en el Titulo XII que trata “Del régimen eco- némico y de la Hacienda Pablica” se encuentra una sola vez el término, aunque sf hay varias referencias a lo que en la divisién clasica de la justicia se conoce como justicia distributiva; por ejemplo en el articulo 333 se estab funeién social de la empresa; en el mismo artfeulo la prevalencia del interés social sobre la libertad econémica: en el artieulo 334: la intervencién del Estado para la pro- duceién, distribucién, utilizacién y consumo de los bienes, en la distribucién equitativa de oportunidades y los benefi- cios del desarrollo, y para dar pleno empleo a los humanos; en el articulo 335 la democratizacién del crédito, ete. Sin embargo, como en todas estas materias se ha hecho la reserva de ley, para su vigencia es necesario el desarrollo legal, que hasta donde sabemos no se ha hecho después de es afios de vigencia de la nueva Carta. Es archisabida la n universal de Ia justicia, tomada del “suum euique tribuere” romano: “dar o atribuir a cada uno lo suyo”. Tal vex en esto reside la demora de nuestros legisladores, en su perplejidad sobre lo que deba ser considerado como “suyo” en cada uno, De ahi que de esta correcta definieién forma- lista de la justicia derivemos a una vigencia formal de la justicia en nnestro ordenamiento juridic a. Esta, que es ece la En todo caso este bien de la justicia no es nuevo en el Predmbulo de la Constitucién vigente. Pueda ser que, ahora si, algun dia tenga el adecuado desarrollo legal, 18 FL PREAWBLUO DE 1a cossnrTvcrON coomBunns 3.7. La igualdad es otro de los condicionantes de la Carta de 1991, No estaba en Ja anterior. Si queremos saber su ver~ dadero contenido, hemos de rastrear el yocablo en el a lado. Lo encontramos en el articulo 13, que usando si res términos a los del articulo 1° de la Deelaracién de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, establece que “to- das las personas nacen libres ¢ iguales ante Ia ley. articulo 43 que declara la igualdad de derechos y oportuni- dades entre la mujer y el hombre, en el artfeulo 70 que afir- ma la igualdad de oportunidades de todos, lo que prevé la interveneién del Estado para conseguir la igualdad de opor- tunidades, aunque aquf volvemos a tropezar con el principio de la reserva de ley y, por consiguiente, con la realidad de su no vigencia. “yenel Sobre este bien de la igualdad de oportunidades béstenos afiadir que es cl meollo de la democracia en su expresion politica, social, eeonémiea y cultural. 3.8. También es nuevo en el Preambulo el beneficio del nto, pero si tiene un amplio desarrollo constitu cional. Equivale ciertamente a educacién, a instruccié: informacién El articulo 67 define la educacién como un derecho y al mismo tiempo como un servicio pablico con funcién social (:Habré algin servicio piblico sin funeién social’). En el mismo artfeulo se prevé que la educacién es medio para ac- ceder al conocimiento, que es responsabilidad del Estado, Ia sociedad y la familia, que es obligatoria entre los cinco y los quince afios, debiendo cursar toda persona como minimo un aio de preescolar y nueve de educacién hasiea. Todos estos preceptos constitucionales han sido ampliamente de- sarrollados en la Ley General de Edueacién, que es la 115 de 1994. Ademés el artfeulo 68 se refiere a la actividad de los particulares en orden a satisfacer la necesidad de edu- 19 JOSE AUMENDEA PAO cacién, a la codireceién de las instituciones de educacién por parte de profesores, alumnos y padres de éstos, a la for- macién de los integrantes de los grupos étnicos que debe respetar y desarrollar la identidad cultural de ellos, a la erradicacién del analfabetismo, El articulo 69 garantiza la autonomfa universitaria y precisa su al dades de educacién superior: dar tatutos, de acuerdo eon la Ley, que mente en los articulos 70, 7 de la cultura, de La ciencia y de la tecnologia y la proteceién del patrimonio cultural de la nacisn son tareas del Estado. nce para las enti- sus directivas y sus es~ la 30 de 1992. Final- y 72 precisa que la promocién 3.9. El Predmbulo habla, por dltimo, de la libertad y la paz como algo que debe ascgurarse # los nacionales. Con el de la justicia eran los dnicos bienes que la Constitueién an- terior pretendié asegurar a todos los colombianos. Incluso en 1886 no fueron nuevos estos abjetivos, pues desde la p mera Constitucién Nacional, la de 1821, se pretendié ase- gurar estos bienes a la poblacién. Naturalmente que allt, al uso de la époea, se inclufa también la seguridad y la propie~ dad. La libertad esta presente en casi todo el articulada del ‘Titulo Il, especialmente en el capitulo [, De los derechos fundamentales. Serd, por tanto, el bien de la paz, tan esquivo hoy en Co- lombia y en muchas otras partes de este planeta, el que dis- traiga la atencién de ustedes, por un momento mas. Después de casi media centuria de Estado de Sitio, precisamente por que estaba turbada la paz, después de los fallidos Pactos de Paz del ano 1985, tres Didlogos de Paz convocados 0 prohijados por el Gobierno Nacional 0 por ONG’s que labo- ran por la paz y por la vigencia de los derechos humanos, después, incluso, de la convocatoria de la Constituyente, cuyo fin principal era el de aleanzar la tan anhelada paz, ¥ de la expedicidn de nuestra flamante Carta Magna, segui- 20 EL PREAWHULO DE LA CONSTETUCHDY COLOMBIANA mos desafortunadamente en conflieto. ,Por qué? Y para con- testarnos, debemos repreguntar: jes la nuestra una sociedad justa? ZE] mundo en que vivimos es justo? ;Esté vigente en nuestro pafs la justicia social y en las relaciones entre todos los pueblos de la tierra la justicia social internacional? En la respuesta a estos interrogantes, quiz encontremos el por qué del conflicto, de la guerra. El Constituyente consagré en el articulo 22 la paz como un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento. Se en- tiende que es un deber de los particulares y también de las autoridades piblicas. Pues bien, el Estado se ha esmerado en el disefto de la medicina curativa de la violencia, pero no de la preventiva: la Ley estatutaria 137 de 1994, por la cual se regulan los estados de excepeisn en Colombia, tiene 59 articulos, mientras que, por ejemplo, el Estatuto del trabajo © una ley antimonopolio o la limitacién de la libertad eco- némica no han merecido hasta el momento la atencidn del Congreso. 4. CONTENIDO ORGANICO DEL PREAMBULO En el Preambulo se distingue claramente una parte de declaraciones que pre-anuncian la parte dogmética de la Carta, de otra que, basada en la anterior, apunta al modo de organizacién del Estado. La primera, ya se ha analizado con todo lo anteriormente dicho. 4.1. Vamos, por tanto, a afladir algo sobre la otra parte. Prevé un Estado de Derecho, con las palabras “dentro de un marco jurfdico”. Como es bien sabido el Estado de Derecho es el Estado sometido al derecho, regulado por normas juri- dicas. Una expresi6n sinénima es la del principio de legali- da 21 JOSE ausenons Pend André Hauriou le atribuye estas earacteristicas: a) Ex un poder politico (de intervenir, de arbitrar), no pa- irimonial, ni derivado de dominio econdmico. bh) Es un poder civil al qué le esta subordinado el poder militar, c) Es un poder temporal (terreno) que no tiene jurisdie- cién sobre lo espiritual. d) El Estado es el vinico titular de la coercidn militar, y ademas sélo él puede administrar justicia. ©) Es soberano internamente (no hay ningiin poder sobre él) y enel plano internacional (esta en pie de igualdad. con Jos demas Estados) En el articulado constitucional las referencias al Estado de Derecho son miltiples: - el articulo 1": “Colombia es un Estado... de Derecho” - el articulo 4°, que consagra la supremaefa de la Gonsti- tucién: “La Constitucién es norma de normas”. ~ el artieulo 95: “Toda persona esté obligada a cumplir la Constitucién y las leyes", - el articulo 121: “Ninguna autoridad del Estado podré ejercer funciones distintas de las que le atribuye la Consti- tueién y la ley”. ~ el articule 123; “Los servidores piblicos... ejercerdn sus funciones en la forma prevista por la Constitueién, la ley y el reglamento”, 22 FL PREdBLID De 14 coNsTITEXON coLamBLANA - el articulo 242 sobre control jurisdiecional 4.2. Agrega el Preambulo que el marco de la nacién ha de ser “democratico y participativo”. Mas adecuado hubiera sido eseribir democratico-participativo, ya que todo régimen participativo es necesariamente demacratico, Son varios los preceptos del articulade que ponen de pre- sente que el Constituyente quiso para Colombia una demo- eracia participativa: - el articulo 3° en cuanto que hace residir la soberanfa exclusivamente en el pueblo. - el articulo 103 desarrollado por la Ley 134 de 1994, en cuanto enumera los mecanismos de partieipacién ciudadana en el ejercicio de su soberanfa, entre los que ineluye el referéndum, la iniciativa legislativa y la revoeatoria del ato - el artfeulo 133 en cuanto prevé la responsabilidad poli- tica del elegido frente a sus electores. + el articulo 257 en cuanto le da al voto el caréeter de derecho y deber del ciudadano, mientras que la Constitu- cién anterior lo caracterizé como una funcién constitucio- nal, - el articulo 259, reglamentado por la Ley 131 de 1994, en cuanto preceptiia el voto programstico para la eleccién de alealdes y gobernadores como medio para conferir a ellos un mandato imperative y no el meramente representativo, como ocurria bajo la vigencia de la Carta anterior, 4.3. El Preémbulo también preceptiia que la democracia participativa ha de garantizar la vigencia en Colombia de un 28 086 auneses mind orden politico, econémico y social justo. Sobre este particu- lar, nos remitimos a lo expresado en 3.6. 4.4. Por tiltimo, el Predmbulo compromete al pueblo de Colombia a impulsar la integracién de la comunidad Lati- noamericana, Este compromiso encuentra su desarrollo en el articulo 9° constitucional (“la politica exterior de Colom- hia se orientaré hacia la integracién latinoamerieana y del Caribe”) y en el articulo 227, en el que el pueblo de Colom- bia manda (el verbo esté en modo imperative) al Estado, pero concretamente al Gobierno, representado por el Presidente de la Repiblica quien tiene a su cargo la direccién de las relaciones internacionales (art. 189-2), promover la integra- cién econémica, social y politica con los pafses de América Latina y del Caribe, inclusive conformar una comunidad la~ tinoamericana de naciones. Evidentemente, no sélo tiene un destino comin Latinoamérica, sino que sus habitantes tienen conciencia de ese destino comtin, principalmente por los cinco siglos de historia compartida, Y dentro de ess historia eompartida ests la lengua, Anota Uslar Pietri que cuando Bello acomete la redaccién de su Gramdtica de la Lengua Castellana no lo hace tanto por la satisfaceisin propia del erudito, cuando por su preocupacién de que se conserve la unidad lingtfstiea. Ojala esté proximo el dia de la integracién que sonara Bolivar. 24

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