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S: 1a socologia es el estudio de I sociedad humana, que pone el acento en las ‘generallzaiones sobre su estructura, y la historia es ef ‘estudio de las sociedades humanas, que destaca las Aiereniasexistents entre ells y los cambios producios a lo largo del tiempo, ls enfoques de ambas diciplins resulta complementaros. Sin embargo, socilogos« hstriadores no slempre se comportan logo de lotr en trminos ‘estereotipades. El propisito de SOCIOLOGIA E HISTORIA es acortar las distancias entre ambas los historiadores un sentido mis otra y alas socilogos un sentido ‘mis agudo del cambio, Tras examinar cimo se Acsarrollaron y diferenciaron estas dos discipinas y ‘imo convergea ahora, PETER BURKE dedica gran parte de su estudio a exponer algunos de los principales 1 a antropologia social de forma ineligible a los historiadres, asi como a seialar Tos posibles uss de estos conceptos en el estudio del pasado, Finalmente, a obra expone algunas de las Aebilidades de los actuals modelos de cambio social y el posible valor de algunas monografias sobre historia cn la construccin de un futuro modelo de cambio sca El libro de bolsillo Alianza Editorial Alianza Editorial para Zev SEN cae, 5A, Mol | BibT ta ir ere A Prefacio Este es un libro de dos direcciones orientado en dos sentido al mismo tiempo, porque se ha escrito tanto para los sociélogos como pars los historiadores, ademas de tratar de ambos. Por esta razéa he intentado dar muy cas cosas por supuests. El lector debe tendencia profesional del autor. Yo estudié historia y todavia me dedico a ella, concentrindome en la historia cultural y socal de Europa en los sighs XVI y XV Fue al plantearme escribir historia social cuando entré en con- ‘acto con la sociologia y con la antropologia social, una disciplina que en este ensayo juegs un papel mae impor- tante de lo que sugiere su titulo. Teago una deuda importante con los socidlogosy los antroplogos sociales de la Universidad de Sussex y de otras instcuciones, que me han ayudado a entender algo de lo que hacen y por qué lo hacen, y también con otros historiadores que han cvolucionado en la misma direcciSn por razones simila- res, especialmente Asa Briggs, Alan Macfarlane, Raphael Samuel y Keith Thomas. También me gustaria agradecer 2 John Barnes, Tom Bottomore, Stefan Collin y Keith Hopkins sus observaciones sobre el borrador, Este libro «std dedieado al socislogo de quien mis he aprendido, 1 Socidlogos e historiadores Un dislogo de sordos Los historiadores y los sociélogos no son siempre buenos vecinos, Sin duda son vecinos intelectuales en el sentido de que ambas disciplins, junto con la antropolo- ia social, estudian las sociedades en conjunto y todos los tipos de comportamiento humano. La sociologia puede definirse como el estudio de a sociedad humana, ponien: do el acento en las generalizaciones sobre su estructura, La historia puede definirse como el estudio de las socie~ clades humanas, destacando las diferencias que hay entre tllas y los cambios que se han producido en cada wna alo largo del tiempo. Los dos enfoques son claramente com plementaris. El cambio esti estruccurado, y las estructu~ ras cambian, Sélo comparando una sociedad determinada con otras podemos descubrir en qué aspectos esa socie~ dad es tinica, ‘Cada disciplina puede ayudar ala otra librarse de una cierta limitacién, Los historiadores corren este riesgo en tun sentido més litera. Al especializarse en un ambito ¥ tun periodo determinados, pueden llegar a considerar su campo» como territorio nico, mis que como una com- binaciéa énica de elementos con paralelos en otros émbi tos. Los socidlogos estin limitados en un sentido mas metaforico: la suya es una limitaci6n de época, més que de espacio, siempre que generalizan sobre la «sociedad» basindose nicamente en la experiencia contemporinea, ‘o explican el cambio social tomando un periodo de treinta, aaios, por ejemplo, sin observar los procesos a largo plazo, Tanto los socidlogos como los historiadores ven la paja, en el ojo de su vecino. Por desgracia, cada grupo tiende a percibir al otro en términos estereotipados. En Gran Bretafa al menos, muchos historiadores todavia conside ran a os socidlagos como personas que exponen lo obvio fen una jerga barbara y abstracta, que carecen del sentido del tiempo y del lugar, aprisionan 2 los individuos en categoria rigidas y, para colmo, creen que estas activida- des son «cientifias», Por su parte, los socidlogos ven a los historiadores como miopes aficionados que recogen datos sin método, cuya vaguedad s6lo es comparable a su incapacidad para analizarlos. En resumen, a pesar de la texistencia de algunos bilingies, cuya obra se mencionari en las paginas siguientes, los socidlogos y los historiado- res no hablan la misma lengua. Su dislogo, como ha sefalado el historiador francés Fernand Braudel, suele ser tun «dislogo de sordos» Puede ser siti observar a los historiadores y a los sociélogos desde el punto de vista sociol6gico, verles no sélo como distintas profesiones, sino también como dis tintas subculturas, con sus propios lenguajes, valores y formas de pensar, reforzados por sus respectivos proce: sos de aprendizaje 0 «socializacién».. Los sociélogos aprenden a acudir a las tablas y las cifras, mientras que muchos historiadores las evitan e intentan exponer sus conclusiones en palabras. Los socislogos aprenden a observar las pautas y con frecuencia ocultan las excepcio~ nes, mientras que los historiadores aprenden 2 observar el detalle y a menudo son incapaces de ver las tendencias sgenerales. Un contraste similar se ha establecido entre la tribu de los historiadores y la de los antropslogos' Desde un punto de vista histérico, esté claro que las dos partes sufren de anacronismo. Parece que los sociélo- 05 piensan que la historia todavia esti en la fase de Ranke, narrativa sin andlisis; mientras que para los histo- rladores es como si la sociélogia todavia estuviera en la fase de Comte, grandes generalizaciones sin investigacién cempirica, Ambas disciplinas han cambiado en gran medi dda desde mediados del siglo xix. {Como y por qué se desarrollaron las dos subculeuras? La cuestién es histories y en la siguiente seccién intentaré darle una respuesta historica. Serd una respuesta provisional, puesto que to- davia no se ha escrito una historia verdaderamente histé- rica de la sociologia?. La diferenciacion de la historia y la sociologia En el siglo xvitt no habia disputas entre los socidlogos y los historiadores por una razén simple y obvia: la Sociologia no existia como disciplina separada. Desde tentonces, los sociélogos han reivindicado a Montesquieu, a Adam Ferguson y a John Millar; realmente, algunas veces se los describe como los «padres fundadores» de la sociologia. Esta etiqueta puede ser equivoca (como cuan- Ado se aplca a Marx, a Durkheim 0 a Weber), porque da la Cohn, 1962; Erikson, 1970; Dening, 1971-3. 2 Dara la parte britinica de la hstona, véase Burrow, 19665 Collni, 1978 impresin de que esos hombres intentaban encontrar una nueva diseiplina. Ellos nunca expresaron esa intencién. odia ser menos equivoco deseribir a Montesquieu, 2 Ferguson y a Millar como te6ricos sociales, porque El cspirtu de las leyes (1748), el Ensayo sobre la historia de la sociedad ceil (1767) y Observations on the Distinction of Ranks («Observaciones sobre la distinein de rangos») (171) son obras comparativas, analiticas y no se ocu: pan tanto dela teoria politica como de la social, ela fi losofia de la sociedad» como la denominé Millar. No obstante, tambien se les podria considerar historiadores analitcos o, usando el término del siglo xvtt,historiado- res afilos6ficos». Los tres tomaron sus ejemplos de la his toria y escribieron monograias historias: Montesquiew sobre la grandeza y la decadencia de Roma, Ferguson sobre el desarrollo y fin de la Repablica Romana», y Millar sobre la relaci6n entre el gobierno y la sociedad desde la época de los anglosajones hasta el reinado de Isabel I. En su generacién, una serie de escritores estaban volviendo la espalda a la politica y a la guerra, el tema tradicional de la historia, para interesarse por las leyes y las costumbres («modos» como ellos las llamaban), el comercio y las artes. Pof ejemplo, el Ensayo sobre las costumbres (1756) de Voltaire trataba de la vida social en Europa desde la época de Carlomagno. El ensayo de Voltaire no estaba basado directamente en las fuentes, pero era una sintesis original y atrevida. Por el contrari, Ia History of Osnabriick (cHistoria de Osnabriick») (1768) de Justus Moser no era sino una historia local erudita, eserita a partir de documentos originales. No obstante, Miser también habia leido a Montesquieu y esto le indujo a relacionar las insttuciones de Westfalia, con su entorno en uno de los primeros ejemplos de la conteibucién de la teoria socal a la investigacin histéri- ca, Decline and Fall («Decadencia y caida») (el primer volumen publicado en 177) de Gibbon er una historia Youu sdemis de potica del Imperio Romano que debe ‘jo Adam Ferguson y + Adam Sith, Cen afos mis tarde los tdrcos sociales todavia seyuan proximos ala historia, Mare analiza frecuete ‘tine y con detninieno, cemplos histrcos en El Ciptayon vas cores iene que Ens ecb una tenors sobre la Gus de lov Campesinos Alemancs Se 158, Su monogralia no esaba basa en una invest piree Seigeagn compe eye 9 ele] Sigs Regen le Revluan Prensa de Toogueile, Geos ana histor senna basada en oe archivon, at So una imporante contibucén 4 la tors socal ‘Auague Auguste Comte etsba mucho menos ineres- doen el estudio de siuacioneshistries concreas que ‘Tocqueril, Marx o Engel su obra podria describe como ilosofa de lahisoracn el sentido de queintetaba ienufcr lv principales tendencias del pasado, que & diva en res Epos la dad dela eligi acd del mnctafisia la edad de la eiencia, Comte crea que I Torts solo, en sus propias palabra chiora sn los aombres defo individuos oincleo sn los nombres de los pueblos, ea indspeneable para clesado de To gue dl fvelprinero en denominarcovilégn, Herbert Speocer loses cl procs de: evolu social con I Roria del ang Eppto, Gres, Roma, Rusa bajo Pedro el Grande y ai sucsiamene” El «méiodo compa: fatvor praceado por Mart Com, Spence algunos Ge tus contempordncos es un metodo hitco eh sentido de que colociba a cada sociedad incluso a cada toutunbre artefact, en una sere temporal que cond cis dede la sburbriy ala seiiizacione? > Nise, 1969, capitulo 6. “ ever Burke Por otra parte, en 1850 los historiadores se comaban la historia social menos en serio que en 1750. E! historiador ‘més respetado del periodo fue Leopold von Ranke. Ran- ke no era contrario ala historia social, pero los libros que escrbid, que fueron muchos, se centraban en el Estado y dejaban poco espacio para la sociedad. En su época y bajo su influencia, [a historia politica volvi6 a su antigua posicién de predominancia, ‘Habia varias razones para este alejamiento de lo social La evolucidn historia asociada con Ranke fue una revo- Jucién en el método que implicaba el intento de escribir tuna historia mis objetiva o «cientfica» basada en docu- rmentos oficiales. Los historiadores elaboraron un conjunto de técnicas sofisticadas para evaluar la fabilidad de esos documentos. Sabian eémo organizar su material cuando lo encontraban. Habia un lugar para cada dato y Cada dao estaba en vulgar en secaenca conoloyis Por el contrari, la obra de los historiadores sociales parecfa poco profesional. En realidad, «historia social» es tun término demasiado preciso para lo que en la prictica cera una categoria residual que G. M. Trevelyan definiria bastante expliciamente como «historia sin politica». El famoso tercer capitulo sobre la sociedad de finales del siglo XVI en la History of England («Historia de Inglate- ra») (1848) de Macaulay fue descrito por un critico contemporaneo con crueldad, pero no del todo injusta- mente, como una «tienda de curiosidades», debido a que los diferentes temas —carreteras, matrimonio, periédi- cos, etc.— se sucedian sin ningtin orden aparente. Civili- zation of the Renaissance in Italy («La Civilizacién del Renacimiento en lala») (1860) de Burckhardt, posterior- ‘mente consideradz-una obra clisicayno fue un exito.enl momento de su publicacién, probablemente porque era tun ensayo impresionista basado en fuentes literarias que “utilizaba-poce-tos-documentos_oficiales. Cuando J. R. Sociologia hiroria v Green publicd su Shore History of the English People (Breve Historia del Pueblo Inglés») (1874), que se con- tentraba en la vida diaria a expensas de las batallas y los tratados, se dice que su anciguo tutor E. A. Freeman coment que si Green hubiera dejado fuera todo aquel Sinaterial social», podria haber escrito una buena historia Ge Inglaterra. El caso del historiador francés Fustel de Coulanges, cuyo libro La Ciudad Antigua (1860) estaba dedicado en gran parte ala historia de la familia en Grecia y Roma fue relativamente excepcional, pues sus colegas profesionales le romaron en serio, aunque creia que la Fistoria era la ciencia de los hechos sociales, la verdadera sociologia, En resumen, la evoluciéa historica de Ranke tuvo una, consecuencia imprevista pero imporante. Como el méto~ do «documentale daba mejores resultados para la historia, politica tradicional, su adopcidn hizo a los historiadores del siglo x1 mas limitados e incluso, en cierto sentido, mas anticuados que a sus predecesores del siglo XVIII en la cleccién del tema, Rechazaron la historia social porque ro era lo suficientemente «cientfica» Por otra parte, muchos historiadores rechazaron la sociologia porque era demasiado cienifica, en el sentido de que era abstracta y reduccionista, de que no tenia en cuenta la singularidad de los individuos y los aconteci- mientos. Este rechazo se hizo explicito en la obra de algunos filésofos alemanes de finales del siglo x1x, como Dilthey y Windelband. Dilthey, que era historiador de la cultura ademas de fil6sofo, consideraba pseudocientfica a la sociologia de Comte y Spencer y traz6 Ia famosa distincion entre las ciencias, que intentan explicar desde fuera (erkléren) y las humanidades, incluyendo la histo- ria, cuyo objetivo es comprender desde~dentro_(vers= teben) (Dilthey, 1883). Windelband traz6 la division ente famosa entre la historia «idiogréficar, que Petr Burke trata de lo Gnico, y la ciencia natural «nomotética», que intenta establecer leyes generales'. El principal defensor inglés de este punto de vista, el fil6sofo-historiador R. G. Collingwood, formulé la distincién entre el historiador y el cientifico en los términos siguientes (1935): Cuando un cientifico pregunta, «Por qué se ha vuelto rosa ese papel de tornasol®, quiere decir «En qué ocasiones se vuelve rosa el papel de tomasol?» Cuando un historiador pregunta, =:Por qué apuialé Beato a César, quire decir, «zQue pensar ba Bruto que le hizo apuialar a César? Segiin esta idea, la sociologia es necesariamente una pseudociencia, pues estudia al hombre con métodos que sélo son apropiados para el estudio de la naturaleza y no hhay lugar para la historia social en el mapa del conoci- miento. Sin embargo, la reaccién hostl a la historia social no puede explicarse en términos intelectuales énicamente. La predominancia de la historia politica en el siglo XIX (mas fexactamente, su vuelta a la predominancia) exige un anilisis en términos sociolégicos. Aqui hay que hacer dos observaciones evidentes. Aunque «historiador» es un rol social con una larga historia que se remonta a Herodoto, 1X, cuando se fundaron los primeros institutos de inves- tigacion, revistas especializadas y departamentos en las uuniversidades. Fue entonces cuando el gremio de los historiadores rechaz6 la historia social (como la rechaza- ria el gremio de los sociélogos una generacisn mis tarde) por ser incompatible con las nuevas pautas profesionales. La segunda es que los gobiernos consideraban ala histo- ria como un medio de promover la unidad nacional, de + Windelband, 1994, sino antes, la disciplina sélo se profesionalizé en el siglo | Seciloi hioria » educacién para la ciudadania 0, como otro observador ‘hens benevolo podria haber dicho, como propaganda nun momento én que los nuevos estados de Alemania e tala (© inclso eades mis aniguos como Francia y Espaia)estaban divididos por tradciones locales, laense- ere nko paso! ons ecu y sues des cumplia una funcin de integracién social El tipo de historia que los gobiernos estaban dispuestos a pagar fa, logicamente Ia historia del, Estado, Los vinculos eavre Ia historia los gobieros eran particularmente | fuertes en Alemania" Por su parte los tebricos sociales siguieron estudiando historia, pero no tenan muy buena opinin de los histo- adores. Comte, por ejemplo, aludia con despreco alos ‘detalles insgnficanes reunidos tan puerilmente por la ‘ariosidad irracional de ciegos compiladores de anécdotas | estériles»®. Herbert Spencer declar6 que la posicion de la | Sociologia respecto ala historia era «muy parecida ala de Un edifiio respecto a los montones de piedras y larillos | gue hay alrededors. Y que «El servicio mas elevado que el Historiador puede hacer es el de narrar ls vidas de las naciones a fin de proporcionar materiales para una Socio logia Comparativar. Estamos muy lejos de la coopera~ cio del igo XVI entre los hstoradoresfilosficosy los fl6sofos de la sociedad, En el mejor de los casos, los historiadores eran considerados como reopiaores de | material para los socislogos. En el peor, eran totalmente irelevantes porque siguieaaplaban lupo de adeilo alecado. Cran a Spencer ou es sas biogas de los monarcas (y nvestros bijos aprenden poco ms) ape- tas arfojan alguna lz sobre la iencia de fa sociedad” ¥ Gilbert, 1968; Moses, 1975 2» Peter Burke ‘A principios del siglo xx los principales teéricos soc les todavia tomaban en serio a la historia, independiente mente de lo que pensaran de los historiadores. Como Comte y Spencer antes que ellos, parece que Emile Durkheim pensaba que gran parte del trabajo histérico realmente era «vana erudicién». No obstante, también creia que el pasado podia ser de uilided para la sociologia ¥ se inspir6 en la obra de Fustel de Coulanges, con quien studi en la Ecole Normale, para sus libros La Division del Trabajo (1893) y Las Formas Elementales de la Vida Religiosa (1912). El propio Durkheim escribié una histo- ria de la educacion en Francia, En su revista, el Année sociologique, incluia habitualmente resefias de libros de historia, siempre que no trataran de lo que denominaba la historia «superficial» de los acontecimientos. Es muy posible que hubiera estado de acuerdo con historiadores franceses como Lucien Febvre y Mare Bloch, que una generacin mis tarde rechazaron la historia de los En cuanto a Max Weber, la amplitud y la profundidad de sus conocimientos historicos eran realmente impresio- nantes. Escribié libros sobre las compatifas comerciales de la Edad Media y sobre la historia agraria de Roma antes de su famoso estudio de la ética protestante y el cspiritu del capitalismo. El gran estudioso clisico Theo- dor Mommsen consideraba a Weber un digno sucesor. Cuando se dedicé a la teoria de la organizacién social y econdmica, Weber no abandoné el estudio del pasado. Empleé materiales de la historia y conceptos de los historiadores, como «estado patrimonial» © «carisma>, tun término que tomé de una descripcién de la iglesia primitiva del istoriador eclesiéstico Rudolph Sohm y al "Bella, 1959; Momigliano, 1970: Lukes, 1973, cap. 2. U5 hintoriitas de ls grandes socilogos provinieran de no se consideraba a si mismo un sociélogo. Al final de su Fila, cuando acept6 una edtedra de la especialdad en socidlogo de acuerdo con mi nombramiento»*. shares cera series 7 Benin, 1960: Momsen, 1974: Roth, 1976 2 Pee Burke | El antropélogo formado en Gran Bretaia Bronislaw | Malinowski descubrié yproclam6 la importancia del | strabajo de campos, como él lo denomind; en otras palabras, la observacién participante. Dicha observacié partcipante no era completamente nueva; desde 1886 | ‘Boas habia hecho largs visitas alos kwakiuel y Radcliffe Brown vivié los aos 1906-8 en las islas Andamén. Lo ruevo era la insistencia de Malinowski en el trabajo de campo como el método antropologico per excellence. «El sntropélogo>, declaré, «debe renunciar a su conforuble | posicion en a mecedora del porche>. El trabajo de campo Se convirtié en una fase necesaria de la formacién de cada antropélogo. El nuevo método, como la historia de Ran- kk, era més cientifico; una forma mas segura de estudiar las sociedades tribales contemporineas que la historia, cevolutiva, en gran medida conjerural, que le habia prece- dido. Sin embargo, a0 podia aplicarse al pasado, Los socidlogos también empezaron a tomar cada vez mis datos de la sociedad contemporines, tanto si utiliza | ban las estadisticas oficiales como si realizaban sus pro- | pias encuestas. El Suicidio (1897) de Durkheim es un | ejemplo del primero de estos métodos; la obra de la escuela de Chicago en la década de 1920 ilustra el segun- do. Los miembros del departamento de sociologia de la. | Universidad de Chicago estudiaron la ciudad, especial- | ‘mente sus suburbios, in situ, como si fueran antropologos sociales. Los directores del proyecto, Robert Park y | Emest Burgess, estaban emulando conscientemente 2 Franz Boas. Su método pronto fue imitado por otros socidlogos. Habia varias razones para este giro fundamental hacia atestudio del presente a expensas del pasado. Una razén cra de indole prictica. Como los historiadores no habian proporcionado a los socidlogos el material que necesita = ban,-los-soci6logos-se-vieron-obligados- fabricar sus= Peay fueron rustuidas por explicaiones de la funci6n | enterrado», y sélo importaba la imagen del pasado, por~ dque esta imagen formaba parte de «la realidad psicologica de hoy=". Empleando por un momento el lenguaje fun ‘onalista se podria decir que el funcionalismo «se ajusta~ ba bien» a los nuevos métodos del trabajo de campo. La auevaovientacin se exendi de [a antropologi sl Sociologia y lleg6 a dominarla, particularmente en Esta- ds Unidos. Elintento de conver ls sciologia.on ung ‘ciencia de la conducta», —usando un término americano demo en os aos 3 en. una ciplina qu contabsy smedia siempre que era posible (y algunas veces, uno se ene tentalo 2 aadir,euando-no lo era}-slo auments Ia distancia entre los soci6logos y los historiadores. 1 Malinowski, 1946, capita 3 Peter Br No hubo ningsin momento en que los socislogos deja ran de eeu I histori completamente En los aos por ejemplo, la sociologia del conocimiento de Karl Mannheim empleaba un método histérico. En los aos} 30, Robert Merton investig6 la relacin entre el puritanis| ‘mo y Ia ciencia en la Inglaterra del siglo XVU, un estudiol ‘monogrifico en la tradicion de Max Weber, mientras que Norbert Elias, un seguidor de Mannheim, escribia gran estudio The Civilising Process («El Proceso Civiliza-| dor), un libro que quizé pueda deseribirse mejor como tuna interpretacin sociol6gica de la historia europea des-| de la Edad Media en adelane, En 1941 George Homans} publicé un libro titulado English Villagers of the Thi teenth Century («Los Caropesinos Ingleses en el Siglo} Xlll). Todos estos estudios fueron importantes, pero sus | autores estaban nadando contra la corrente | TrSnicamente los soci6logos perdieron el interés por el pasado cuando los historiadores estaban empezando a! producir algo como la «historial narural de la sociedad» | que Spencer habia propugnado, El desarrollo de la historia socal ! Al inal del siglo x0, algunos historiadres profesiona- les no estaban satisfechos eon el predominio de lo polit co. Uno de lo mis elocuentes fue Karl Lamprecht, que criti al establishment bistéricoalemin por su énfasis en Iahistora politica yen la historia defo grandes hombres, | Y propugnaba una «historia colectiva» que tomara sus | conceptos de otras disciplina. Eras disciplina incluan | la psicologia social de Wande (con quien estudiaron ato | Darke como Malinowski y ls «geografia humanay de Ravel, ambos compaeros de Lamprecht en la Universi dad de Leipzig: Ls historian, dela: Lampredht son 4 alemanes no se planteaban ir Sociologia itoria 2s did caren ss prinipalente una clei Socio-psicoldgica». Llevé a la prictica este enfoque socio- paicologico en su History of Germany («Historia de Klemaniae) (1891-1909) de varios volimenes, que fue comentadafavorablemente en el Année sooogtgue de Durkheim, pero que fue no tanto criticada como ridiculi- zada por los historiadores alemanes ortodoxos, a causa de Sus inexactitudes (que, de hecho, eran numerosas) y por fas supuestos «materialismo» y «reduccionismo». Las formulaciones a veces burdas de Lampreche realmente cstaban abiertas ala critica. No obstante, la violencia de la Scontroversia de Lamprecht», como se la lamé, sugiere | Ge su verdadero problema era haber puesto la historia FEnkcana en ela de julio. El hisvoriador de a adrinistra- “Be Oro Hine fw so nial por a mime fempo que hizo eritiasespeciicas a Lamprecht, acy dlgo de historia que defend considersndolo una =~ persiin de Ranker, pues en0 slo debemos conocer as Esrilerasy la ia sino ambign la base de las monta- fas, no meamente ls altara las profandidades dela ‘oper sino toda la mata continental" Mirededor de 1900, Ia mayors de los historidores alli de Ranke, Cuando Mat Weber exabs eseribendo su estudio dl provesan- {mo ye captalsmo, pudo basarse ena obra de algunos ‘oleaslemanes que se interesaban por problemas simi- ites pero quiz sea significative que Tos mis importantes | deellos, Werner Sombart y Ernst Trocltsch, no ocepaban, citedras de historia, sino de economia y teologa Lamprehs rca en Alemania, pro en Estados Uni dos y en Francia la campaia por la historia social tuo ‘mas éxito. El historiador americano Frederick Jackson Hintze 1397.—— % Perr Burke i ‘Tumer lanzé un ataque contra el predominio de la histo- | ria politica en la decada de 1890. «Deben tenerse en | cuenta todas las esferas de la actividad del hombre», escribi6. «Ningiin ambito de la vida social puede com- prenders aslado de los demas.» Como Lamprecht, Tur her estaba influido por la geograia humana de Ratzel. Su | ensayo «E] significado dela frontera en la historia ameri cana» fue una interpretacién controvertida, pero qu ‘marco un hito, de las insttuciones americanas como fespuesta a un entorno geogrifico y social determinado. Eno db tami lsimporanca enone ame | cana de lo que denominé «secciones, en otras palabras, regiones, como Nueva Inglaterra o el Medio Oeste, con | sus propios intereses econdmicos y recursos" ‘Un contemporineo de Turner, James Harvey Robin- son, era otro defensorelocuente de lo que denomind «la nnueva historia», una historia que se ocupara de las ren- ddencias sociales y abiera alas ciencas sociales El amigo de Robinson, Charles Beard, se inspiré en Turner —y en Marx— para escribir su famosa y también controvertida Eeonamt Inerpreaton of the Constion ofthe United | States («Interpretacién Econémica de la Constitucién de los Estados Unidos») (1913), en la que sostenia que «la linea divisoria entre los que estaban a favor y en contra de la constitucién se encontraba entre los intereses de las grandes personalidades por un lado y los intereses de los pequetios agricultores y los deudores por otro». El que la historia social haya tenido un lugar establecido en Esta- dos Unidos desde los atios 20, lo sugiere la History of American Life («Historia de la Vida Americana») de varios-volimenes, editada por Arthur Schlesinger, Snr, que empezé a publicarla en 1927. | eal Sociologia historia ‘También en Francia hubo una confrontacién entre los historiadores y los cientifios sociales a principios de siglo cuando un economista, Frangois Simiand, lanz6 un | ataque a lo que denomin6 los tres widolos de latribu» de | os historiadores, el idolo de la politica, el idolo de lo individual y el idolo de la cronologia, y denuncié particu~ | Jarmente el énfasis tradicional en Ia historia de los aconte- cdimientos (histoire événementielle, como la llam6 con certo desprecio)", Le respondié Charles Seignobos, quién declaré que «la historia es la ciencia de lo nico» histoire es la science de ce qui n’arrive qu'une fois); la ‘unin del énfasis en la ciencia y el rechazo de la generali zacion es caracteristca de los historiadores de este peri do. No obstante, los principales miembros de la siguiente sgeneracién de historiadores franceses tomaron en serio | as ideas de Simiand. En los afos 20 e inicié un movimiento favorable a «un revo tipo de historia» dirigido por dos profesores de la Universidad de Estrasburgo, Lucien Febvre y Mare Bloch, que fundaron un periddico para promover su tipo de historia y lo denominaron Annales d’bistoire économi- ‘que et sociale, Como a Lamprecht y a Turner, a Febvre y 2 Bloch no les agradaba la predominancia de a historia politica, Deseaban sustitutla por una «historia mas am- play mas humana», una historia que incluyera todas las actividades humanas y que se ocupara menos de la narra- ci6n de los acontecimientos que del analisis de las «es- tructurase, un término que desde entonces se ha converti- do en uno de los favoritos de los historiadores franceses. Febvre y Bloch deseaban que los historiadores aprendie- ran de las disciplinas prOximas. Febvre, como Lamprecht, «estaba particularmente interesado en la psicologia social y Simiand, 19 ” Pave Burke cen la geografia humana, aunque no era determinista. Leyé a Ratzel, pero prefirié el enfoque més voluntarista del gran ge6grafo francés Vidal de la Blanche. Bolch estaba is interesado en a sociologia de Durkheim y compart su interés por I solidaridad social y las erepresentaciones| colectivas» (véase pig. 93 més adelante), y su compromi so con un método comparativo, Bloch murié a manos de} los alemanes en 1944, pero Febvre sobrevivie ala Segun- dda Guerra Mundial para tomar la direccién del eae ‘ment histrico francés y también del establishment de la Ciencia social como presidente de la recién fundada Ecole} ddes Hautes Erudes en Sciences Sociales" | Febyre tuvo si sucesor en Fernand Braudel, un histo-| riador que cree que la historia y Ia sociologa deben estar} particularmente pr6ximas porque los que practican am-| bas disciplinas intentan, o deberian ineenar, ver la expe-| riencia humana como un todo". EI mundo mediterraneo} cn la epoca de Felipe [1 (1949) de Braudel, una «historia total» (bstireglobele) que trata de geogralia, sociedad y politica, con estueturas y acontecimientos, tiene derecho| 2 ser considerada como la obra de historia mas impdrtan-| te de est siglo (vase la pig 129 mis adelante). Surlacion | con la Ecole des Hauves Erodes, fundada en 1948, permi-| 16 el didlogo entre los socislogos, los antropélogosy los} historiadores franceses en un momento en que esto era] diffi en otros paises, En cualquier caso, parece que los} historiadoresfranceses, al contrario que sus coleges ame-| Ficanos, han aprendido mucho mis de los gedgrafos que de los socislogos" | =o i ™ Sobre Ia «Escuela de Annales, véase Hughes, 196, parte | Tyger, 1975, cpio t peaudel, 1958 i ° Planhol, 1972. | Sociologia istoria » Francia y Estados Unidos son dos paises donde la historia social se ha tomado en serio durante un periodo de tiempo relativamente largo y donde las relaciones entce [a sociologia y Ia historia han sido particularmente tstrechas. Esto no significa que en otros sitios no haya ‘eurrido algo parecido. Los japoneses, por ejemplo, tie> pen una importante tradicién de historial social. Eijiro Honjo, por mencionar un historiador que ha publicado cen inglés, en los aiios 30 trabajé en la historia social del Jepn Tokugawa. En Brasil estaba Gilberto Freyre, un anfibio que igual se puede considerar como socislogo que como historiador. El estudio de Freyre The Masters and the Slaves («Los Sefores y los Esclavos») (1933), sobre la sociedad de las plantaciones del noreste de su pais, se ha convertido en un clisico. En Gran Bretafa, la historia social leg6 a las universidades a remolque de la historia ‘condmica ¥ ni siquiera ahora esté completamente acep- tada, pero el importante estudio de J. L. y Barbara Hammond, The Village Labourer (El trabajador del campos) por citar s6lo un ejemplo, es de 1911. En sus dis- tintos departamentos, algunos estudiosos clisicos (espe- ‘ialmente Jane Harrison) se basaron en las ideas de so- cidlogos y antropélogos como Durkheim y Frazer para reinterpretar [a historia de la cultura griega. En esta breve descripcién del desarrollo de a historia social, se ha omitido deliberadamente un nombre obvio: Marx. A pesar de su interés por la historia, ya menciona- do, no parece que el marxismo haya tenido un impacto serio en la escritura de la historia en Occidente hasta los aos 50 (estoy exclayendo los desarrollos de la URS). A pesar de similitudes obvias entre sus intereses hist6ricos y Jos de ellos, en la historia total y en las relaciones entre las ‘structuras y Jor acontecimientos, Marx-no-parece haber sido tomado en serio por Febvre, Bloch o incluso por Braudel cuando eseribia El Mediterrneo y el mundo x Peer Bur sediterrineo. En la primera mitad del siglo Xx hab poc0s historiadores marxistas, entre ellos Halvdan Koby cuyo libro sobre ls revueltascampesinas en Noruega fe publicado en 1926, y Jan Romein, cuya historia social los Paises Bajos apareié en 1934 La convergencia de lasociologiay la historia acumulado un corpus considerable de historia social, qu los socislogos podrian haber utilizado si hubieran queri do, Sin embargo, sélo fue en los aos 50, y més claramen- teen los 69, cuando la sociologéa y la historia empezaron a converger. En 1954 dos socidlogos americanos funds: | Esti claro que para mediados del siglo xx se = ron un comité para «el estudio sociol6gico de documen: tos historicos». Esto se debié a que su interés por | historia les habia dejado, en sus propias palabras, «solos y aislados» entre sus colegas profesionales'”. No escuvieron aislados mucho tiempo. Talcott Parsons, que una ver habia preguntado «{Quién lee a Spencer ahora?», empez6| 2 interesarse por un modelo evolutivo del cambio social Dos de las mejores monogralias sobre historia escrital por socidlogos americanos se originaron como tesis bajol fu supervision: Tokugawa Religion («La Religidn Toke} gawar) (1957) de Robert Bellab, una investigacién del equivalentejaponés aa ética protestant, y Social Changel in the Industrial Revolution («Cambio Social en la Revo- lucin Industrial») (1959) de Neil Smelser, que trata de la estructura de la familia y las condiciones de trabajo de los; tejedores de Lancashire a principios del siglo XIX. Las obras de sociologia histrica,escasas en los afos| roduecién, Cahnman y Boskoff, 1964, i | pero los rapidos cambios soso hia a $0, ahora se mulipican, The Fist New Nation (La Pera Noeva Nacons) (1963) de 8; M, Lipsey, La Vendée (oLa Vandeae) (1968) de Charles ily, Socal Ones of Dicutorhip an Democracy (Los Origenes Socales dela Ditaursy Ia Democrat) (1966) de Bat lagton Moore y The Modem World System (El Sist- ti Mondial Moderno) (1974) de Immanuel Wallerstein tin eels aportacionessmericanas mis famosas. At fanos snropSloges seine han evoluconado en it sr ieccbn, Peasant Wars ( feudal, aunque se «sforz6 por subrayar la diferencia entre las obligaciones bilaterales entre el sefor y el vasallo en. Europa, y-las Obligaciones unilaterales que nian al samurai a. su sein” ® Coll ingwood, 1935; Elon, 1967, pigs. 23 y s. io en Roth, 1976, pig. 307. Durkheim, 1895 -eap- 6 — Bloch, 1923, 1928, 1939-40, libro 3. Peer Bui Un estudio comparativo mis ambicioso, pero mus tmenosstsfacoro, eel exenso Study of History (oy tudio dela historian) (1935-61) de Amold}. Toynbes, tragedia de este hersio intento de historia comparstva escala Universal al menos en mi opinion, que Toy Garece de un aporto conceptual adecuado. Tétn sniversaley sproleariado externor tienen vei peo han resutad insfcieats para esa tren. Si Toya bee hubieraleido a Max Weber. pero parece que Web no vo cho iat Iga no as 20) 3 igunoshistoriadores RH. Tawney por ejemplo, com cian a Weber como el ator dean ensayo estimulane aunque precipita, sobre la ica provesantey el exp del capitalsmo, pero no paree que sus principales sb frm coca, parents RC ‘wood, como Toynbee, no estaba famlarizado com trabajo de Weber,» pear desu elevancia para uy Collingwood teorizé sobre la historia como el estudio d lo nico, come sila historia conmparativa, a historia soc ¢incus la historia econdmica, detain mis larga; exisiran en su da, Despues de todo, los historndore econémicos sociales generlizan con frecuencia, Incl evando no comparan tna sociedad con ura, hacen af Ising sor lates conc eh moment cores. Intentanexplist por qué subieron lon prov én Espaa en el siglo XV, por qué iban los hombres Parlamento en a Inglaterra Gel siglo XV, ete, Com socislogos, tiizan modelos y tipos Historia, modelos y tipos Podemos definir un «modelo» en términos simple ‘como-una construceién intelectual que simplifica la reali dad a fin de destcar lo recurrente, lo constante y I Selon eisoria “ tipco, que dicho modelo presenta en conjuntos de rasgos po aributos. En otras palabras, «modelos» y «tipos» se fonsideran sindnimos. Los historiadores tradicionales a snenudo niegan que tengan alguna relacin con los mode- fon peo en la pritea muchoe de clos wran modelos como M, Jourdain usaba la prosa, sin darse cuenta. Sin tmbargo, 2 pesar de que eviten lt palabra «modelo», se peraen azar térninos gerd come sfevdaingor ¥ «capitalismo>, «Renacimiento» e «llustracién», o ha- bar sobre la forma xclésica o «de libro de texto» de un fenbmeno social como la manor (casa seioral) medieval. Elutilizar modelos de esta forma, sin ser conscientes de su estats ldgico, a veces ha llevado a los historiadores a dificultades innecesaris, Algunos debates muy conoci- dos dentro de la profesién se han originado porque un historiador no ha interpretado correctamente el modelo de oto historiador. Un ejemplo de este malentendido es la conocida con- teoversia entre Sir Paul Vinogradoff y W. Maitland sobre la manor medieval inglesa. VinogradofF® sugirié que: Laestructura dela manor cortiente siempre esl misma, Bajo la auoridad del seiorencontramos dos nivles de poblaciéa —loe siervos y los freeboldes (poseedores de feudo franco) y el teritorio ocupado se divide conforme a esto en Ia tierra del sefior y la stieratibutarias..Toda la poblaciéa se agrupa en la comunidad de la aldea que se centrs en tomo al conscjo manorial que s tanto el gobierno como el tribunal, Mi invest picidn se conformard necesariamente& esta organizacion tipca Esta es la manor medieval «clisica» tal como se ha dibujado en numerosas pizarras. En un deseructivo anéli- sis igualmente clisico, Maitland sostuvo que «describir » Vinogradoff, 1892, pigs. 223-4 ies 2 Peer Bae un manerum pico es imposibles y demostd qu uno de los asgos del grapo identifica por Vinograd flab en otros casos: Aguas manors no tienen ero owas no" denen frecholdes, otas no tienen tetra Parse que Vinograd no estaba seguro del st logic de sus generaiaciones (observese el cambio ssiempres en fa primera ase itada a sipicas en Shima). Si hubier sido. mis coscente de’ que eval usando un modelo, podria haber hecho afimaciones mi cautas y también podria haber dao una respussta con vincence 2 Mailand Convieneditinguir dor cpos de modelo segin lo esterios que se establezcan pars pertenecer al grupo entidades en est aso lt manor, 2 las que phi modelo. En este cto, la jerga & ineviable, Debema dixingict n up emonstico» deena a srupo spoliteicon: Un grupo monotéico > un Bre ‘eindo deforma qu a potesion de un conju tne de atibutos es condcion sufciente 7 necsare par pertenecer a exe grupon. Por oto lado, en un grup politico ningn ntibuto es nf necesaro ni suftie ra perteneceral grupo. El grupo se define en funeion tn conjunto de atibtor, de forma que cada end posee la mayora de los stributos y cada xibuto o ompario por la mayoria dela enidads). Esta segun da staan es aque deseribis Witgenstin en un fame. so pase sobre los epareidos familar», Las madre ios ios fos hermanos y las hermanas se parcen anos otto, pero estos parecidos nose pueden reducir ning ta catcterisin csc Las objecones de Maitland a Vinogradoff paran de ® Maitland, 1997, % Clarke, 1968, pig. 37. Secoogie isola o Inbase de que Vinogradoff estaba hablando de todas las, arr odfiniendo manor sper con referencia nun apo monotético. Vinogradoff podria haber contestado, Ffubiera dispueso del concepto, que su modelo era politico. Entonces hubiera tenido que mostrar que cada ‘ino de los atributos de su grupo era compartido por la ayoria de las manors. Esto no puede hacerse para toda Inglaterra, pero cuando un historiador ruso estudiaba las ranors del siglo xtt en Cambridgeshire y los condados recinos, descubri6 que mas del 50 por ciento eran lo que Aldenomninaba el «tipo As, com la tierra del efor, la tierra gue cultivaban los siervos y la terra de los freeholders en auras palabras, el tipo de Vinogradof® ‘Como los socidlogos, los historiadores sociales no pueden prescindir del concepto de lo «tipico». Cuando construyen sus tipologias, ambos grupos estin siguiendo el ejemplo de los cientificos naturales. Estin haciendo taxonomia» y distinguiendo «especies», igual que Lin- neo habia hecho con las plantas. Pero las distintas espe cies de manor medieval son menos visibles que, por sjemplo las distntas especies de eucalipo. Para deseubrir situn caso dado es «representativor o no, y, silo es, de qué grupo es tipico, el historiador social necesita hacer lo que los socidlogos denominan «andlisis de encuestas» Andlisis de encuestas El andisis de eneuestas es y no es lo que los historiado- res sociales hacen en todo momento sin que necesaria- mente sean conscientes de ello. La Cémara de los Comu- nes inglesa y el Senado romano se han estudiado a través > Kosminksy, 1935. “ Pere Burke de as biograias de sus miembros, «la biografia colectivas © «prosopograian, como algunas veces se denomina 2 este método. En estos casos, todo el grupo 0, como dian los socidlogos, la Thompion, 1975, pigs. Secilogiseisoria « ero en las encuestashistricas de personas muertas surge see recuencael problema del mucseo El etudio dela burocracia de Carlos {realizado por Gerald Aylmer vata de aprosimadamence 900 hombres estudiados a partir de una muestra de 194, Su estudio de la burocracia de la Re- piblica Inglesa abarca alrededor de 1.180 funcionarios partir de una muestra sleatoria de 284. En este caso, las fifras que se manejaban hicieron inadecuada una proso- pogralia total para un estudio individualzado. Lawrence Stone pudo estudiar a todos los nobles ingleses entre 1558 1641 porque sdlo habia 382; Gerald Aylmer, que tenia mis de 2.000 funcionarios, se vio obligado a hacer un Una encuesta social del pasado, como una encuesta social del presente, plantea dos problemas difciles de teatar, El problema de la fabilidad de la evidencia 0 «datose,y el problema de eategorizarlos. El problema eseacial de la fiabilidad que se le plantea 2 todo el que utilice métodos cuanttativos consiste en la conocida diferencia entre datos «duros» (precsos, men~ surables) y datos «blandos» que son lo contrario. «Con demasiada frecuencia los datos blandos son los valiosos y los duros los que son relaivamente fies de obtener» Camo los socislogos, os historiadores necesitan encon- tear «datos duros que sirvan de indices fiables de los Blandos». Un «indice» puede definirse como algo mensu- nnble que varia (sco-varian) rxpecto a algo que no lo es. En los aos 30, por ejemplo, os socidlogos americanos deseubrieron que el tipo de casa en que viva una familia, incluso el mobilario desu cuarto de estar, Se correspon dia bien con sus ingresos y su ocupacion, y por lo tanto % Aylmer, 1961, 1973: Stone, 1965. ® Wootton, 1989, pig. 311 “ Peter Br dia considerarse un indice del status socal dela familia Enlesexaladel caro decnars un loss unsal Por ejemplo, puntuaban muy alto +8), mientras que tr , camprmsndlo mt omer ener, Los {ocidlogos en este sentido, Todos wsamos eateoriey 5 dls no podviamos lege ninguna conclusion. Todos % Les Bras, 1955-6; Wilson, 1966 » Vovelle, 1973 “ Peer Boe saison ehinovin ° tenemos que comprimir los datos alguna vez, por mucho ue intentemos construir eategorias que los respeten la méximo posible al tiempo que nos permitan llegar 2 conclusiones. Los métodos cuantitaivos del andisis de encuestas no han introducido las categorias; simplemente hhacen la tarea de clasifcacion mis consciente. El ordena- dor slo acepta un «sio 0 un «no» directo por respuesta, Si un historiador desea usar un ordenador o clasificador de tarjetas, tiene que codificar los datos de forma que se puedan perforar en tarjetas IBM o en cinta, Mi propio trabajo sobre la biografia colectiva de 600 antistas y escrtores que trabajaron en la Italia renacentista, ¢s un buen ejemplo de los tipos de problemas relaciona- dos con la codiiacin dela evidencia historia, No me basé ni en la poblacidn ereativa total (que hubiera sido imposible de definir), ni en una muestra aleatoria, sino que seleccioné los 609 nombres més conocidos en sus campos respectivos tomandolos de obras modernas s- tindar de referencia, Se podria argumentar que hubiera sido mejor selecionar alas 609 personas més famosas en su época, en vex dea las 600 més conocidas actualmente; en otras palabras, mis abogados candnicos y tedlogos, y menos pintores. Sin embargo, esta opeién hubiera sido inadecuada dado el problema original, que era explicar el extrordinario florecimiento del talento en lo que deno- ‘minamos el Renacimiento italiano. El enfoque cuantitati- vo simplemente me obligé a hacer expictos los erierios de seleccion implicitos de otros historiadores modernos. Después de seleccionar los nombres, el siguiente paso fue recoger informacin sobre cada individuo y grabarla en Jas tarjetas, El wercer paso fue codifiar la informaciény es la abandoné exactamente por ese Bae «Nacido en * Aunque los cambios tecnolégicos lo etan dando atrasa- do, la mejor introduccion a este tema sigue siendo Shorter, 9H, cap. 2. 7 Burke, 1972, «ap: Peter Burl Estructura y funcién Las dos palabras cave dl vocabulrio de os soci tas (guise warin fos dos terminos indatnameen ‘elie a una entidad compueca de panes meen, dependientes. Al hablar de a «estructura socials de Tl terra en el siglo XVI, por ejempl a Denies instant (ey, Iles paramena el ilos, menor ete) yes principales gaps de Lil (nobler, gentry yeomen,aesanos ere) deperdig Siero sentido el Risvorador no debeta eestor, extra en eta ide; los historiadoren come Ios ca tiempo, Segin esa defini, lfunclon ied pn soca manner el odo Ymancine rece varlo en «quiron. Eso es lo que signin deeescese Imus. La Hen de egulibiotampoct eh cocghent ne “nul boner oa i gg sual de Edvard Gibbon. Ceando dagrostee sobs Imperio Romano como resultado dese spades derada» exaba pensado en terior de deceit Pero ls sedges y los antopologos nose hou ilar as imsgnes de errata y Suis Caan sacle hinoria 3 tas que hacen y las respuestas que les dan estin —o lo Sraban hasta hace relatiramente poco definidas en tscos términos. Por ejemplo, Malinowski, uno de los pioneros de la orientacion funcionalista, consideraba los ftos principalmente, i no exclusivamente, como histo- fis con una funcién social. Un mito, sugirié Malinowski, ts una historia sobre el pasado que sirve, como él lo expres6, como una «titulo»; es decir, cumple la funcién de justificar alguna instituciéa del presente y, de esta forma, mantenerla viva. Probablemente no s6lo pensaba co sus habitantes dela islas Teobriand, sino también en ba Carta Magna? Uno de los anlisis mas brillantes de estos temas apare- ce en un libro cuyo autor evita deliberadamente los téeminos sestructura» y sfuncione, un libro escrito por tn antropélogo social sobre el Arica tribal, pero que tiene implicaciones mucho més amplias. Max Gluckman destaca que el enfogue funcionalista, muy lejos de expo- ne lo obvio, como se podria pensar, es realmente para- dojco, La funcidn del feudo, por ejemplo, no es amens- zar a 1a paz, sino mantenerla, porque su conflicto de leatades hace que cada individuo estéinteresado en man- tener la cohesion social. Gluckman también argumenta que «las rebeliones, lejos de destrirel orden establecido, acrian de tal forma que incluso lo refuerzans; es decir, su funcion es mantener este orden actuando como valvula de «scape, De nuevo, al analizar los ritos zulies de inversién mantiene que la supresion anual de los tabies habituales ssirve para acentuarloss”. En otras palabras, las palabras de un importante socidlogo americano, la funcién «laten- © Malinowski, 1926 Gluckman, 1955. —_——_ 8 Peer Buk te» de una institucién funcién «manifiesta»** puede no ser la misma que sy Se pueden hacer objecionesobvias esta orienta estructural, pro antes de considerar sus pune ac les conviene observar sus venajs ress, Desde co] Perspeciva se enende mas iellmente como pace fe sistr una estructura social mienuas que lo idiveg| 4ue la componen en un momento deteminado cane continuamente. Hace mis inteligbles ‘lertos min reencias yrinules. Tomemos un famoso ejemplo def histo medieval el de ls «Donaion de Consureiooree decir, la historia Seg Ia cul el emperador Consent dio terrax al papado en recompense cuando al Pap Silvestre le cuté dels lpa a Danson de Conan & una historia que cjempifica fa inerpretacsn dc Mek nowski del mito como'un stiulos "La fancioe dc b historia era justia la exstenciade los Estados Pasclen ¢! poder temporal del papado. Como cienple oe funcién social dels ereencs se podvia tomar i broers nla Inglaterra Tudor y Estuardo, Segin un histor actual del tema, I ereecia en la brjets seni oe mantener el tipo tadicional de coopersién y corked entre los vecinas dea leas nglesus porque ls secone tis zoe temian que lor més pobres les malditeay mbrajaran sles echaban con ls manos vaca" Respes t0 al ritual, dos socilogosanalizaron a cononacion fe tina Isabel I en terminos de lafuncion soca depres ¥ teforzar el consenso moral de la sociedad britanica®. Noes dificil imaginare6mo podrananalizar los hse, Merton, 1948, Thomas, 1971 Shilsy-Young1953. Secoogie sora ° dorescoronaciones anteriores w otros rtuales en térmi- 0s similares, y algunos lo han hecho”. En este punto puede ser itil un ejemplo algo mis amplio de a aplicacin de una perspecivafuncionalista& tna sociedad pasads, Ia Republics Veneciana. En los Sglos XVI y XVII Venecia era muy admirada por los txranjeros a causa de la estabilida de su sistema social y ico. Los propios venecianos explicaban su estab {Ed seruyendla cosine» oseglibra diy, en la que el dux representaba el elemento real, el Senado el aristocritico, y el Gran Consejo el democrat co, Sin embargo, en 12 prictica, los tres elementos no estaban equilibrados de forma tan proporcional. El dux tenia. un status elevado, pero poco poder. Como dijo un veneciano del siglo v1, el dux no era mis que un ssimbolo de taberna>. El Gran Consejo tenia mis poder, pero no era dominante. En la prictia, Venecia estaba gobernada por una oligarquia de unos 260 nobles impor- tantes, conocidos como fos grand, que acaparaban los puestos politicos clave. Podria decrse que el mito de la democracia y la igualdad de los nobles, como el mito asociado de la consttacién equilibrada, servin para man- tener el sistema como era, incluyendo las desigualdades y los desequilibros. Siempre exsta el peligro de conficto entre los grandi y los nobles menores, pero el conflicto s6lo es visible taramente en los documentos. Una de estas ocasiones fue «n 1625, cuando el nuevo dux, Zuan Corner, que favore- <6 sus familiares mis de lo que era habitual, fue atacado por Renier Zen, que se hizo el portavor de los nobles menores. Se decia que Zen queria destituir a Corner y tno de los hijos de Comer intent asesinar este eitico © Nelson, 1975. Persistente, Sin embargo, Zen fue elevado ala oligarqug dirigente, Corner muri6, el conflicto se calmé y se llegé, lun compromiso, ¢Cémo se logré esto? Una respuesg posible es recordar la explicacién de Gluckman de en el feudor y sugerir que también en Venecia las leah des conflictivas sivieron para reforzar la cohesién social La solidaridad de grupo y la hostilidad a los grande] nobles empujaba a los nobles menores en una direccién} pero los Iszos de proteccién que les unian como indi duos a los grandi individuales tiraban de ellos en lj direccién opuesta (véase pag. 89 y ss.). Atrapados en es contficto, tenian que llegar a un compromiso. El grupo mas articulado de plebeyos que podria habe ‘cuestionado a la oligarquia veneciana eran los ciudadanos| un grupo relativamente pequeio de unos 2.000 6 3.000 hombres adultos. Disfrutaban de ciertos privilegios que les compensaban por su exclusién del Gran Consejo, Ciertos cargos en la administracién estaban reservados para ellos, sus hijas a veces se casaban con nobles, ierts fraternidades religiosas asociaban a los nobles con los siudadanos. Podria decirse que estos privilegios tenian li fancidn de hacer sentir a los ciudadanos que eran impor. fantes para los nobles y, de esta forma, separarlos de los demés plebeyos. Todavia tenemos que considerar a la mayoria de ls poblacién de Venecia, unas 150.000 personas. Algunos contemporineos atribuian la ausencia de conflictos entre los nobles y los demas venecianos al cereal barato, que era subvencionado por el gobierno para mantener al pueblo ‘anquilo. El hombre no vive silo de pan, pero el gobier- ‘no veneciano también ofrecia «circos»; es decir, espléndi ddos-rituales puiblicos. Estos rituales inclufan la Boda del ‘Mar en el Dia de la Ascensién y el Carnaval, un ritual de inversién en el que se podia criticar a las autoridades con impunidad, una vilvula de escape como los rituales-2u- 8 seco ino i én, el pescador purticipaba en un sistema politico del que en realidad era historiadores, aunque es dificil plantear una objecién. Jo que esté ocurriendo. Lo que parece una funcién «laten- ia veneciana se mantenia en el poder. Sin sus comenta- habria sido mucho mis dificil. La teoria a Ja valvula de Burke, 1974 Ps PeerBate fa del vapor dela metifora. Richard Lassels, un observa: dor inglés de un carnaval romano del siglo XVI declag que stodo esto se les permite a los italianos para que puedan desahogarse un poco después de haber sido aca. liados durante todo el ano y si no estarian embargados por la gravedad y la melancoliae. Pero en lo que respecta a la validez de este tipo de explicacin, realmente no es importante silos contempo- rineos eran conscientes 0 no de la Funciones sociales de sus costumbres e instituciones. Tenian sus motivos para actuar asi, que el historiador debe tener en cuenta al narrar los acontecimientos a corto plazo; pero para ver ‘cémo se mantiene la estructura social a largo plazo, es necesario recurs a explicaciones funcionales. Como di- ria un socidlogo, la explicaciones basadas en las motiva- cionesindividuales pueden ser eficaces en el micronivel, el nivel dela interaccidn personal, pero no explican lo que ‘curre en el macro-nivel, el nivel de toda la sociedad. Al hablar en términos de funciones sociales se corre el riesgo de cosificar o personificar a esta «sociedads, pero el peligro puede evitarse, La metéfora es una abreviacién Sul pars lo que no puede explicarse en terminos de lor individuos y sus intenciones* ‘Una objecién més significaiva al enfoque funcionalista que preguntar dénde estin las personas es sefalar que pPresupone un consenso social o moral que en la prictica ‘es extremadamente cuestionable. Volviendo por un mo- mento ala coronacién de la reina Isabel I: sehainterpre- tado como un ritual de afirmacién de un consenso y por Jo tanto, que contribuye a mantener la estructura social, 2 integrar_ la sociedad, a preservar la cohesién y el equilibrio®. Pero realmente compattan los mismos va- © CE, Bendix, 1967, © Shs y Young, 1953 Sociologia historia » lores bisicos los dstintos grupos socials en Inglaterra en los aos 50? Se ha argumentado que no, y este argumento jenera una interpretacién distinta de la coronacion como Sr ritual anacronico que mucha gente no se toms en serio. Se pueden plantear cuestiones similares sobre el consenso, o la fats de consenso, en la Venecia del siglo XVII y la funcién de la Boda del Mar. Obviamente, en Gada nueva stuacin se tendrian que plantear otra ver uestiones como éstas. Todo lo que puede decirse gui es que 0 se debe suponer que los valores de la chase dominance son compartidos por los demas grupos. Aun- que no deja de ser posible. Por otro lado, los distntos {upos que paricipan en el ritual podrianinterprearlo de disanea forma. El ritual podria no tanto afirmar el con- senso como servir para crearlo, Un cinico podria inter- pretar el proceso como los no venecianos solian interpre- tar los ritualesvenecianos, como un ingeniosointento de Indlitedicigente de manipular al resto por medio del mito del consenso. No obstante el proceso actuaria indepen- dentemente de que la dite fuera consciente de ello 6 no. (Gua objecién ala orientacién funcionalista se centra en la nocion de equilibrio y el problema del cambio. Desde luego, «equilbrio social» es una metsfora mecini- ca, ue arajo particularmente al sociélogo Villedo Pare ‘© quiz’ porque estudi6 ingeniera. Igual que «sociedad» 6s Un término que se presta a la cosficacién. También sel ha critcado a esta nocién el ser demasiado esttca. Las _verdaderas sociedades nunca pueden estar en ‘qulbrios®, En un reciente estado sobre a Revolucion Tnglesa, Lawrence Stone ha sugerido que en Inglaterra entre 1529 y 1629 el crecimiento econémico y el cambio 2 Birnbaum, 1955 % Leach, 1954, introduccién, social condujeron al desequlibrio» entre los sis social y politico, y que ls medidas destinadas «ese €l equlbrio, de hecho, Io akeraon todavia ea rexcién de un ertco fe pregunta c-Cuindo hub of eauilibrio®, y conclur que el concepo et ener cuando se aplicaba ala Europa de finales def Pag ‘Media y principios de la época moderna», Toda estas rts son tn poco exageradas. Volvend 2 Pareto, él no ven las socedaden en ténincn deeg equilib 0 exit, sino mis bien os cr nr de un equliio sdinimicon,dfinio como, oa estado tal qu ise somece arificiimente a slgues noan fcacién...iameditamente se produce una recebn ey siende a rexaurario a su estado normal vedadesoeee ey ingén caso se debe equiparat el equa ale ooeaea de conf, aa pz, sno simplemente al manning de la estructura social Ala pregunta de Rocnintenne +=:Cuindo hbo un eqilbrot™ se le podia apn, sen oglaterra del siglo xv. A pesar dela Gace aera Rosas, no hubo ningin cambio importante en cove "3 social en esta epoca. Dela misma fora, en Vorceg en ls sigor xvty Xvit hubo gues endl eaeser conflicts interno, pero la soiedadyeletalo error Sieron en calaivo equilibria Independientemente de los posiblespeligros del témi- no equlibrion,frecuentemente se le Ie ceteste a anilss funcional por ser demasiado exitiee. Contes &n lo que sire para mantener la estructura socal ey olvidar el cambio. Estz et una erica sts al mee funcionlsa como se ha practicado habtusimenee Conn © Stone, 1972; Koenigsberger, 1974, % Pareto, 1916, secion 2068, % Ch, Lander, 1969, secon E los no ay ninguna ran para que se sempre) pero < (eesadores 0 los sociSlogos no estudien las ceeci, [Sheraton os ron gene prada na cic Soal derma pa promoe ea SE'E posible deca mios due ean cambio -dqve mits que justfian el sats quo. Un ejemplo TBeérico evidence es el «mito de la Carta Magna, como a orale denomi. Este documento de as conceriones ‘enol Rey Juana us barones fe interpretado de Eins muy dis por gees Pos trpevaimente en el sglo Xvi, extasinterpreacones ian unsfuncin sot, lade jastiaro legitmars el Cambio presemtindolo basado en el precedente, Calin La cerca en brea ngtra Tudor ruardo tambien st ha deserito como +an medio de Jerar 2 cabo.un cambio socal profundow, el paso de I sonia sen pc saa snc tn lisa, Algonos de ls aldeanoe mas cos justifiaban ft nyativasayedar« as vieja: pobres devebindola como bra i Resumiendo, El concept de , en la que los hijos casados permanecen bajo el techo del padre; la «familia de una linea de descendencia» (famille souche) en 4a que slo permanece un hijo casados y finalmente la sinestable», ahora denominada familia «nuclear» 0 «con- yugals, en'la que todos los hijos se marchan tras el © CfQ. Bell, 1961 “Le Play, 1871 TTT ~ Pete Be dela vvienda, que a menudo puede descubrirse ral do los datos de censos y otras fuentes oficiales, Esta crientacién asociada con el Grupo de Cambridge rent Historia de la Poblacion y ln Pousors Soe particular con Peter Laslett, que distingue sree Prncipales de vivienda familie. Est la sviviends fant Simple», que consta de una sunidad familiar conyugas como una pareja casada o una viuda y sus hios | «vivienda familiar ampliadas (una unidad familiar conv gal «con la adicién de uno o mis paientes que no seal bijot»)iyfinalment,laevvienda familia mileiples, qos incluye «dos o mis unidades familiares conyugales roa sionadas por parentesco por matrimonion® El enfoque dela viviends familiares maravllosamene Presiso, pero'iene sus peligros. En primer lugan, pusde curr que las diferencias ence las viviendae deve como «milkple», «ampliada» o «simples no representes nada mis que fases del ciclo de desarrollo del mismo srupo doméstco, que se amplia mientras la pareja joven ene hijos, y se contrae de nuevo cuando lor hijos se catan y se tsladan. Este punto, que fue plameade Primero por los antropélogos sociales, ha quedade de ‘ostrado claramente en un estudio sobre la familia came pesina en Austria en el siglo Xvit?® ‘Una segunda objecién al watado del tamaio y a CE. Bailyn, 1960. » Schochet, 1973 Sociologia € historia ° era eae eee Ceara ee eee reesei oe ee ee ee ee eee eae er eciecrranca nm eal 7 Sime goose rau een meando Seat ae en merge ane ep ees Brecon eee ees ele is Teles rena ci de frtnmncer an osela cares ca Tiepaie comet pots omnes ome c. aoe eee Toghe seconds rhe eee waren cmt Sema mci dee fe eee ae eae eee ipa cas earn ne pbc roe ace ae enn Suter ai Tina pomee mes heey nampa oe a ee Saeed erreur eee Ser clgaer rasan ee seria Peters tecie meker ea See can io ® Bourdieu, 1972; Bourdiew y Passeron; 1977 francés o del britinico, © mejor, del sistema de aprend 2aje, escrita en esos términos. Cuando se haya eserta historia, sera mis facil juzgar las ventajas y los pun débiles del enfoque de Bourdieu. Lo mismo ocurre con estimulante y controvertido andlisis que hace Basil Ber tein de la socializacin en cédigos de habla elaborado ¥ stestringidos»”, Pero la linguistica retrospectiva apen acaba de empezar. Lo mas parecido que tenemos 1 anilisis de la «violencia simbolica» en el pasado quiz’ sl ts obra recent sobre los ataques del clero dela Conta rreforma en el siglo XVI ala religion popular y el proce por el que se persuadié a los campesinos para que vien| su cultura tradicional como «supersticiosas ¢ sidélatra} incluso «diabdlicas, y cambiaran sus normas””. ; Desde luego, no siempre se observan las normas. Li sdesviacién», el término sociolégico para el comport: ‘miento que viola las normas de un sistema social dad iene la ventaja de facta a comprenion de ay setae hostiles hacia grupos tan distintos en los demas sentido como los locos, los criminales, los misioneros y lor revolucionarios. «Desviacién» implica un consenso del que algunas personas se desvian, pero el término ao coincide con la aceptacién de una concepciéa consensv de la sociedad opuestaa una concepcidn conflictiva, Seb sugerido que «los grupos sociales crean la. desviacién estableciendo las reglas cuya infraccion constituye b desviaci6n, y aplicando esas reglas a personas conereta | ctiquetindolas como extrafios»”*. La conclusién seria que la desviacién debe verse en términos de un choque ent dos grupos sociales con intereses y valores distintos, los % Bernstein, 1970 ” Delumeau, 1971; Muchembled, 1978 ™ Becker, 1963, eiqudores (qe teen el poder) y los igutados (os "Lateoria de la «etiquetacin»ofreceria otra perspectva sa para la brujeria tratada aneriormente (pigs. 53, 58) ea terminos de sfuncidn», Parece que no hay duda de que las autoridades, en particular los inquisidores, crearon la brajeriaen la Baja Edad Media deseribiendo alas muje- sessabias y a otras personas como herfticasy haciéndoles confesar que estaban aliadas con el diablo. Esto no signi Se eo te peo nae near dar oa sonas por medios sobrenaturaes, sino s6lo que los mafia de eat ipo eran dnicamente un clement del cstereotipo de la bruja”, La ventaja de analizar a caza de bruja en los siglos x¥1 1X0 en términos de la eiquetacin de los desviados es gue essiula alos hstoriadores a preguntarse qutn esta atiquetando y por qué. De ls misma forma, parece til estudiar el problema de los supuestos «mendigos de constitucin fuerte» (aurdy beggars) de la Inglaterra iabelina en téminos de los etiquetadores asi como de los iquetados, y preguntarse por qué la clase dirgenceveia 4s vagabundos sanos, que posteriormente serian deseri- 105 como «desempleados», simplemente como holgaza- aes. En su famoso libro sobre la historia de la locura, Michel Foucault tambien ha estudiado la locura desde un punto de vista parecido. Foucaule interpreta lo que él denomina el «Gran Confinamienton, Ia fundacion en Paris en 1656 del Fdpital Général pata pobres y demen~ 1, seguida de la fundacion de hospitals similares en las provincia, como «un ejemplo de orden, del orden mo- rquico y burgués que se estaba organizando en Francia durante este perfodos, los primeros anos de Luis XIV®. ® Cohn, 1975 "Foucault, 1961, “a Peter Burl La idea de que las autoridades crean la desviacién ey una idea socioldgica chocante que puede ser itl 2 la historiadores. Orra es la sugerencia de que «Algune estructuras sociales ejercen una clara presi6n sobre cienay esonas de a sociedad para que tengan una conduca no conformista, en vez de conformistas"', Sabemos que eal ‘mundo mediterrineo de finales del siglo xvt, el bandidae era corriente y que entre los bandidos habia un nimen sustancial de nobles™. En esta parte del mundo en een gpoca, los nobles no podian trabajar sin perder su hone ‘También se avergonzaban de mendigar. Por lo tanto, uy noble empobreeklo:no tenia més alternativa que robe, Para no morirse de hambre. En este sentido, estake Socializado en la desviaci6n. La paradoja nos recuerda Peligro de suponer que las normas de una sociedad dada son completamente coherentes, En cualquier caso, la desviacin se castiga y la confor midad se premia, un proceso que los sociélogos devon, nan frecuentemente «control social», refiriéndove al con, trol que la «sociedad» ejerce sobre los individuos, H concepto de «control social» no es distinto del de sop nidn piblicar, que los historiadores conocen desde hece tiempo. Puede definirse en términos de consenso y equi librio. El control social es la imposicion del consenso so. bre las normas y el mecanismo para el restablecimienta del equilibrio social que amenazan los desviados. Desde |uego, la pregunta que plantea este lenguaje es zquin ese sociedad»? O gquién es el «publica»? Si una sociedad esti unida y en armonia, este lenguaje puede ser stil; sy Por otra parte, una sociedad se compone de grupot Sociales en conflicto, cada uno con sus propios valores: el © Merton, 1949. ' Braudel, 1949, pigs, 743-54 lL mn Socogi hors n témino «control social» necesariamente llevari a conchu- Donde este término parece mis stiles en el énalisis de siuaciones de confrontaciOn directa, donde el no confor. mista se enfrenta a la comunidad, como en los casos, dliscos de la sociologia, del trabajador que excede lov rimos de produccidn en la fibrica o del soldado que halaga 2 los oficiales™, Para un historiador de la Europa preindustrial, una de las formas mis asombrosas de con- two socal es la cencerrada. El hombre viejo que se casaba con una joven o el marido que permitia que su mujer le solpeara habfan transgredido las normas de a comunidad y los enmascarados le castigaban en nombre de la comunidad. Incluso aqui no esté claro quiénes son «la comunidad»; geualquier persona del pueblo o simple- mente los jévenes que organizaban la cencerrada? ;Veian Ios vigjos o las mujeres Ia situacin de la misma forma? ‘Un estudio reciente sobre la confesi6n en el siglo Xv la deseribia como «un instrumento de conteol sociale" Exo es un poco peligroso. Si los seglares definian la desviacién (sel pecado») de la misma forma que el clero, de acuerdo; pero no podemos estar seguros de que esto fuera asien el siglo XV. Deseribir la confesién como un instrumento de «violencia simbélica»significaria suponer lo contrario y seria igualmente peligroso, dado el estado de la evidencia. Es todavia mis peligeoso analizar le relacin entre un terrateniente inglés del siglo XVI y sus arrendatarios en términos de control social, cuando el terrateniente no estaba cumpliendo las normas de la comunidad (realmente, al castigar a los cazadores furi~ 1 Roethlisberger y Dickson, 1941; Stouffer et a, 1949, Mi Davis, 1971; E.P. Thompson, 1972 “Tentler, 1974, ” Peer Bua 0s, podria estar transgrediéndolas), sino mas bien ejen ciendo el poder en su propio interés 0, en el mejor del casos, cumpliendo unas normas rivales, las normas dl gobierno central y de su propia clase"® | No obstante, «clase» plantea algunos de los problemas conceptuales mis complicados del conjunto de la historia social y la sociologia, Clase social y estratificacién social La estraificacién social es un area donde los histori: dores corren particularmente el peligro de utilizar termic ‘ROS como «casta», «movilidads, etc, sin ser conscientes de todos los problemas que implican y de ls distinciones, que han trazado los sociélogos. El concepto de «clases, en particular, es tan ambiguo como indispensable. En ls ‘mayoria de ls sociedades, sino en todas, hay desigualds- des en la distribucin de la riqueza y otras ventajas como el status y el poder. No obstante, a menudo es difil identificar los principios que gobiernan esta distribucién © describir las relaciones sociales que surgen de esis ddesigualdades. Estas relaciones inclayen la solidaridad dentro de un grupo determinado, su sentido dela diferen- cia (y posiblemente de contlicto) respecto a otros grupos, y el sentido de Ia jerarquia, de una posicin relative respecto a los demas. Al describir relaciones de este tipo parece imposible escapar a la metifora tanto si hablamos de la «escala» como de la «pirimide» social o preferimas la imagen geol6gica de la . Para la Europa preindustral,habria buenas rhzones para escoger el modelo de «estado» 0 «grupo de statuss, como lo definié Max Weber. de algunas lineas seguidas de Ia nota «aqui se interruny al manuscrito>. Los demas ert de Mary permed reconstruir el capitulo que falta como un puzzle™ Para Marx, una clase es un grupo social con ung fancin concreta en el proceso de produccion. Los po pietaris de la tera, los propietatios del capital ye trabajadores que no poseen mas que sus manos son la, tres grandes clases sociales, que eorresponden a los te factores de la produccién de la economia clasica, la tie cl trabajo y el capital. Las distintas funciones de ea clases les dan interesesconflictvos, y hacen que tiendany pensar y a actuar de dstinta forma, Por esto, la historia In historia del conflicto de clases. La critica que se dirige mas frecuentemente 2 es modelo tambien es Ia mas injusta: que simplifica. Le funcién de un modelo es la de simplificar para hacer mis ineligible el mundo rel vase pig, M0) El stor social de Gran Bretaha en el siglo XIX, por ejemplo, que trabaja con documentos oficiales como el cens, ence tra que la poblacin se describe en un nimero asombroso de categorias ocupacionales, Para hacer afirmaciones mis sgenerales sobre la sociedad britinica es necesario articular sas categorias en otras més amplias. Marx oftece historiador social unas categorias amplias junto con unt explicacin de su eleccin, En este sentido, proporcions Ja historia social exactamente la vespina, dorsale que siempre ha necesitado. Marx descata las diferencias entre sus tres grupos 2 expensas de las diferencias dentro de ellos y omite casos marginaes, como el del trabajador por cuenta propia, que no encajan en ninguna de sus te categorias; pero, después de todo, tales simplifcaciones son de esperar en un modelo. Bendix y Lipsey, 1953; Dabrendort, 1957, pigs, 918 EP. Thompson, 1963, 1975; Perkin, 1969. Pevr8 Weber distinguis las sclases, definidas como gra de personas cuyas oportunidades en la vida (Lebensche cen) estaban determinadas por la sicuacion del mer de los westados» (Seinde),cuyo destino estaba determined do por ats honor (indiche Ere) qu ek ilustraba. El status de los slkimos grupos se adguiria sacimieno,defndo legalmente, y podia leet cones Poder y prvilegio. Un status elevado estaba marcado pr | lo que el socislogo americano Thorstein Veblen ha deny, ‘minado «consumo conspicuo»”. Donde Marx definio na clases en términos de produccién, Weber definiS suf estados en términos de consumo. En este sentido, seclgo american que ide ls saa del cnr de stay (véase pags. 45, 46) para medi el satus estaba en din de Weve Noobs ps Weber a node los de consumo no son siempre indices fibles de status Weber era consciente de posibles discrepancias en I distribucién de los distints tips de privilegios. A large plazo, sugirid, la propiedad confiere status, pero a conn blazo sano ls personas con Bropicdades como as ie ho las tienen pueden pertenecer al mismo Seand.?! 1 Emde de Weber se rs como ant eran le Marx y, a su vez, los marxstas respondieron 2 Weber sefalando, por ejemplo, que valores come von fus» no son tanto la expresin de un consenso en usa sociedad determinada como valores impuestos pot lt habla ded eh clase porgue cect endl que Leiglesis Is meds 7 Son, 16 one ia 0 . P. Thompson, 1963, 1978. 1S Hobsbawwm, 1971 a oT Peter Bake Movilidad social Como slate» «movildad socials «5 un temino muy conocido pars ios hitoridores igual que ls famorg imagen deste ermino de]. A. Schumpetet los estratn superiors de a sciedad son como hotles que sempre esti lenos de gene, pero gente que cambis conse ments. Els dkimos afos sean dedvado conereneay Y ediciones especiales de revisas a tema de ls mova Social ens historia, No abstant,esnecsarioenablecer Giertasdisincionesy evtr algunos peligros, ay ts disincones que partcenparicolarmene ies, pk mera ep entre movldadstendente cla esela sock Iovidad descendente aunque es difell encontrar et, dios sobre la movildad descendent, La segunda distin cin es ene movilidad dentro de una vis individu (-insageneraionals) y movildad a To largo de var «Eero nrg) La een dint & entre movldad individual y movildad de grupo, una distinciom que a veces no se ha establecido en ls famost Controversia de lo aos 50 sobre supuesto ascenso de la gentry en Inglaera entre 1549 ) 1640, Convene isting elascenso dee gentry en relcin ors srupos sole del asco a nobles de inn Pertenecientes 3 Is gentry, y del ascenso ala gentry de Suro indiiduos. La movlidad de gropo en sentido ee txcto supone un cambio en Ia estructura soca ago com aadir varias habaiones al hotel de Schumpeter Como ha seflado un partipante en una confeenea sobre vd soi lov hioriadors de toon Periods precenreentce de a impuracion de que eats Sociedad entice insisten en considera ida ‘abiera 0 «mévile. Quizé ninguna sociedad estates dase ha enconrado-nuncs en'un estado de movida cero lo que sigiiaria que todos los nitosdsfutaron © idiom eemomeeosstine ini Secologi«hisors ss solrieron) la misma riqueza, status y poder que sus padres. Sin duda, la cuestin crucial « preguntarse sobre Prmovilidad social en una sociedad cs relativa. Era el nivel de movilidad mas ato en la Inglaterra del siglo XVIE or ejemplo) que en Inglaterra en el siglo XV, en Francia ee Selo en Japon en sg Xe Prztcamete fe impone un enfoque comparativo ¥ cuantitativo. En el Gio de as soiedades industries del siglo 20% ya se he esto en prdctica esta perspectiva, concluyendo que a per delénasis american ena iguldad de oporcnida dss, en Europa no ha habido menos movilidad social que en Estados Unidos", Seria fascinante tener un Lipset y Bendix para las sociedades preindustrales, si se pueden citar los peligros de la comparacién. Un ejemplo de estos peligros lo proporciona un estu- dio sobre China en los periodos Ming y Ch’ing (1368- 1911), donde se sostenia que la sociedad china era mucho mis abierta que la europea en el mismo periodo'®. La tvidencia del alto nivel de movilidad social en China la onstitufan las listas de los candidatos admitidos en los tximenes para funcionaros, listas que proporcionaban informacidn sobre el origen social de los candidatos. Sin embargo, como un ertico sefalé répidamente, «los datos, sobre el origen social de una clase dominante no consti- tuyen datos sobre la movilidad total o sobre la esperanza de vida de las personas de la clase bajar Por qué no? Porque también es necesario tener en cuenta el tamatio relativo de la élite, su proporciOn respecto al resto de la poblacién, y los mandazines chinos eran, como son las lites, un grupo reducido'™. "= Lipset y Bendix, 1959 Ping Ti, 1958-9. Dibble, 1960+1 ee Paver Burke Las formas de movilidad social son otro tema fascinan- te de la historia comparativa. Los chinos tenian su sistema de eximenes desde finales dl siglo Vi hasta comienzos del XX. En la sociedad occidental, un extranjero cuyo status fuera desconocido se le preguntaria quién era su padre, pero en China se le preguntaba cusntos eximenes habia aprobado. El Imperio Otomano tenia su «tributo de niioss, un sistema por el que las éites military adminis- trativa se reclutaban entre la poblacién cristiana sometida, Los reclutados eran seleccionados por su capacidad, se les dividia, se les daba una educacién completa y se les empleaba como funcionarios o soldados. También se les convertia al Islam, separindoles de esta forma de sus raices culturales y hacigndoles mas dependientes del sul- tin, pero también garantizando que los hijos no podian suceder asus padres en el cargo™, En euanto ala Europa preindustrial, estaba la Iglesia, pues era més fécil hacer luna carrera abierta al talento en negro que en escarlata, Entre los ejemplos ingleses estan William de Wykeham, Obispo de Winchester, cuyo lema era «Las maneras» (no el nacimiento) «hacen al hombre»; Thomas Cranmer, hijo de un yeoman que legs a ser el Arzobispo de Canterbury; William Laud, hijo de un paiero de Rea- ding, otro Arzobispo de Canterbury; y Richard Neile, hijo de un velero, Obispo de Ducham, que era (como Winchester) una de las sedes més ricas de Inglaterra. Seria interesante tener un estudio comparativo de las distintas ‘oportunidades para la movilidad social que ha proporcio= nado la iglesia en distineas regiones y en distintos perio- dos. Otro camino bien conocido para la movilidad social en la Europa preindustrial era el derecho, Se ha sefalado su importancia en Inglaterra en el siglo XV, en Alemania "0 Parry, 1969, sd oa » ane XU en Franca ene Xt, Durant os silos X¥1y Sa Burops se pean abogados para cubs we cela eresene buocaca ex Los padres meets pnian asus hijs a etiar derecho para que sroeperarea ca ‘el mundo, en el ejercicio privado 0 al meer dl gobierno, Exo cro que desebs el pare de Fonsna'y de Lutro yl de Calvino, aunque fs wes Tecltrondecepionados. Tampoco hay gue olvidar ott ‘Elinor orodons hace comb Un ilo ba “A Jadocermen como forma de moviiad soc para see i cxcludos de ora formas de ga a Fees ropos come los irlandeses los faianos en Este dos Unidos a comienzos del siglo xx"*. La burocracia ee ee eee cena rao deermiado le htriado- secemlrone e gie srs eee sc Eee ee eee nome leer Eas gag fone "06D, Bell, 1953, 8 Peter Bate £0 es aquel que administran funcionarios empleados en jornada completa, nombrados mediante procedimientos formales (como exmenes), preparados especialmente pa- 12 su trabajo, organizados en una jerarquia formal, wt zando documentos escrtos y actuando en ireas fis de jurisdiccin E sistema parimonial puede definirse como lo conteario de todo esto, con funcionarios 4 tiempo parcial, una organizacin informal, instrucciones oraes, jurisdiccionesconfusas, y poca dstincin enre lo publica Ylo prvado, Weber consideraba el sistema burocritico sracional» en oposicin al «tradicional» y creia que el proceso de burocratizacién era una de las tendencis principales en la historia del capitalismo de tipo occiden- fal, con el que estaba relacionado"™” Seré obvio que las reformas administrativas de Gran Bretafaen el siglo x1X, como abrir concurs los puestot de a administracién y la abolicin del patronazgo, supo- ren un avance hacia lo que Weber denominé el modelo «burocritico». Bao la influencia de Weber, algunos his- ‘oriadores de Ia administracion han estado haciendo re- cientemente preguntas més sociol6gicas los historiadores de Prusia en particular, lo que es ldgico puesto que el sistema prusiano, como el chino, era una de las burocrs cias mis famosas del mundo y'sin duda influyd en l tipologia de Weber. Asi, un reciente estudio de la buto cracia prusiana «en crisis a mediados del siglo XIX dopa ‘una perspec weberians, cetrndose en fos modelos de reclutamiento y preparacién, y en el desarro- lo de eformas de pensnntato ada vex ms raconalesy funcionaless,relacionando la modemizacin de la buro- cracia prusiana con la industrializacion y la urbanizacion Sosiloga «historia » que estan teniondo lugar en Alemania al mismo Tin pregunus de Weber tmbin se han plameado respecto a la administracién de la Europa preindustrial, tepecialmente sobre Prusia en el siglo XVilI y sobre Inglaterra en el XVI. Con esto se ve que habia una tendencia a largo plazo hacia un sistema burocrico, pero también que el cambio era muy lento. La Francia de siglo xv, la Francia de Richelieu y Colbert, de Le Tellier y Louvois era, de acuerdo con los criterios de Weber, uno de los etados més burocriticos de Europa, pero perssian ‘muchas practicas patrimoniales. Richelieu, por ejemplo, ‘consideraba los documentos oficiales como su propiedad privada y en el testamento dejé muchos de ellos a su Sobrina, Escogiaa sus subordinados por rzzones persona les, mis que impersonales; es devi, no buscaba los hom- bres mas capaces para cubrir un puesto, sino que intenta- ba colocar a sus seguidores, sus clientes, sus scriaturas», como decian en el siglo XVI! "°, Sino hubiera actuado de tsta forma no habria sobrevivido politcamente. Necesi- taba subordinados en los que pudiera confiary, aparte de los parientes, sdlo podia confiar en sus criaturas, igual que los principes s6lo podtan confiar en sus favoritos {véase la pag. 161). Por eso, ls historiadores del gobierno de la Europa preindustrial no solo deben mostrar cuando y por qué surgié la burocracia, sino también analizar ‘émo funcionabs el sistema patrimonial. En este drea, los antrop6logos sociales, que estin muy interesados en el funcionamiento del patronazgo y la faccién, pueden ser © Gills, 1971 "0 Rosenberg, 1958; Aylmer, 1961, 1973. "e-Ranum, 1963. %° Per Burke de mis ayuda 4 los historiadores que Weber, que se deruvo en la fase descriptiva Patrones, clientes y facciones El patronazgo puede definirse como un sistema polit ‘co basado en las relaciones personales entre desiguales, ‘entre los lideres (patrones) y sus seguidores (clientes) Los clientes ofrecen a los patrones su apoyo leal y su defensa, que se expresan en miltiples formas simbélicas. Por su parte, los patrones ofrecen a sus clientes protec- cién contra las demandas de otros patrones asi como favores més positivos, desde la hospitalidad a empleos Enel trabajo de Fredrik Barth sobre los pathans de Swat cencontramos una brillante descripeién combinada con un andlsis penetrante de funcionamiento del sistema en una sociedad de mediados del siglo Xx. En esta sociedad los lideres o khans, compiten por la terra y los seguidores, Gastan su riqueza en regalos y hospitalidad a fin de consolida un grupo de seguidores. La autoridad de cada kthan es personal, consiste en lo que puede «arrancar» 4 cada uno de sus seguidores. «Los seguidores buscan alos lideres que les ofrecen las ventajas mas grandes y la mayor seguridad». El apoyo de los clientes da a los khans su grupo de seguidores y asi les confiere honor (izat) y poder de humillar a sus rivales y de hacer favores a sus clientes a cambio de su leatad. Por otra parte, la neces dad de mantener la lealtad de sus seguidores obliga alos lideres 2 competir entre ellos. En la sociedad pathan, donde la «reputacién» es importante, un kabn en apuros aumentara su hospitaidad, aunque sus ingresos dismi- nnuyanry-tengan que vender tierra parx-alimentars ls visitantes. Como uno de ellos coments al antropélog? Sociologia historia ” que le visits, «Sélo esta constante demostracién de fuerza tantiene alejados a los buires»!"", La existencia de relaciones patrén-cliente en la vida politica no es nueva para los historiadores de la Europa moderna. Hace treinta aos J. E. Neale describié la eseena politica isabelina en términos de la rivalidad entre grandes hombres como Leicester y Norfolk, Essex y Cecils, cada uno de ellos el centro de una red de patronazgo™. Las luchas politicas de comienzos de la Europa moderna se suelen describir en términos de «fac~ cine, donde faccién significa lo mismo que para los antropélogos, un grupo de clientes agrupados en torno a un patrén, un grupo unido no por una ideologia comtin, sino por una relacién comin con un lider. Donde el anilisis que hace Barth de los pathans puede ser Geil para los historiadores es en su énfssis en un orden subyacente aldesorden aparente y en las presiones sobre cada uno de los actores, tanto sobre los lideres como sobre los segui- dores, para que sigan desempefiando su rol Sivolvemos ala Inglaterra del siglo XV, especialmente a East Anglia como se describe en las’ Paston Letters, fncontramos una sociedad que en cieros aspectos no es distinta de la de los pathans. En East Anglia como en Swat, la competencia por la tierra a veces tomaba forma siolenta, como en el caso de la apropiacién por parte de Lord Moleyn de la manor Gresham de John Paston. Hay tna rlacién desigual entre los lideres («seiores» o «due- fos») y sus seguidores (camigos» o «los que le quieren bien»). Los seguidores coreejan alos lideres con deferen- Sia e incluso con regalos; como observa un corresponsal, los hombres no atraen a los halcones con las manos M8 Barth, 1959, cap-7. -— "2 YUE, Nee, 1948, os Peer Burke vvaciase. Los pequetios necesitan el «buen gobierno» de Jos grandes, Por otra parte, los lideres necesitan seguido- res para conservar su honor o «respeto» (que equivale al ‘zat, y por lo tanto dan hospitalidad y mantienen su casa abierta. Este era el sistema que los historiadores ingleses han denominado «feudalismo bastardo»'. Volviendo 2 Ia descripcién de Lawrence Stone de la nobleza isabelina vemos que destaca su gasto en hospitalidad, pero lo atribuye «simplemente para justificarlaexistencia de sals con eco y suntuosos apartamentos oficiales, y para man- tener alejada la melancolia y la soledad de una mansién medio vaciae'™, Una lectura de Fredrik Barth sugiere fora explicacién posible, como el famoso estudio de Marcel Mauss sobre el regalo en las sociedades arcaica, tun estudio donde sefiala que en estas sociedades no existe algo como el regalo «libre», Hay una obligacién de dar, ‘una obligacién de recibir y una obligacion de correspon- dder con el que da", :Podrian haber existido las redes de patronazgo isabelino descritas por Neale sin la hospital- dad condenada por Scone? Si algunos nobles mantenian su casa abierta cuando apenas podian permitirselo, quizd estaban actuando por los mismos motivos que el khan {que intentaba asi mantener 2 los buitres a distancia. Mentalidad ideologia ‘Como hemos visto el sistema patrén-cliente se basa eo cl deseo del honor y el temor a la vergiienza. El sistem burocritico también depende de un ethos particular. Ex HS McFarlane, 163-5 184 Seone, 1965. Véanse especialmente las pgs. 555-62, 8 Maus, 1925. Sociologia historia * ambos casos es imposible comprender cémo funciona el Sistema sino se comprenden los valores de los participan- tes, En otras palabras, no puede haber historia social sin historia dels ideas, siempre que esa expresin se entien- da como la historia de las ideas de todos y no de las ideas de los pensadores mas originales de una época determina- 4a. Silos historiadores se interesan por las actitudes y los valores comunes en una sociedad determinada, hay dos conceptos que probablemente resultarin ities en su in- vestigacin: mentaidad e ideologfa El enfoque de las mentalidades es esencialmente el tnfoque de Durkheim a las ideas, aunque el término favorito del propio Durkheim era «representaciones co- lkctivase, mientras que los sociélogos y los antropélogos cenemporineos utlizan trmines como sistemas de creencias», «formas de pensamiento» o «mapas cogniti- srr El objeto de todos estos concepts es destacar el hecho de que las personas de distintas sociedades piensan de distinta forma; es decir, parten de supuestos diferentes yutilzan eategorias dstintas para interpreta la experien- Gia. Esto no significa que no haya diferencias de opinion Imporeantes dentro de una sociedad determinada. El estu- i dels smentalidads colecivasn, ulizando el rm 10 de los historiadores franceses para este enfoque, si | plemente se centra en las actitudes que tienen en comin los miembros de esa sociedad. Los historiadores de las ‘entalidades se ocupan del cambio, pero sélo del cambio ‘largo plazo, pues las sociedades tardan en cambiar sus formas de pensar" El estudio precursor de la historia de las mentalidades fue la obra de Mare Bloch, que investigé la creencia en el Poder milagroso atribuido a los reyes de Francia Ingla- © Le Goff, 1974 o” Petr Bue terra, el poder de curar una enfermedad de la piel (a eserdfula) tocando al enfermo. Esta creencia se mancuvo durante siglos a pesar del hecho de que las curas esperadas no llegaban a producise. La explicacién que dio Bloch festa persistencia fue que como la gente esperaba un rmilagro se convencieron de que éste se debia haber producido'”. El siguiente estudio importante de este tipo también fue francés, Se trata del libro de Lucien Febwre sobre la religidn de Rabelais, donde sostenia que el ateismo era imposible en el siglo XVI debido a que la mentalidad o «equipo mental» del periodo no lo permit; y continuaba enumerando los elementos més importantes de ese equipo, como las concepciones de causalidad, espacio y tempo, lo comtin y lo maravilloso™. ‘La historia de las mentaidades ha atraido relativamente tarde alos historiadores britanicos y ha legado a ellos por un camino relativamente indirecto. El antropélogo bri nico Edward Evans-Pritchard estaba interesado en las srepresentaciones colectivas» de Durkheim y sus sexu ores, y adopt6 una perspectiva similar en su estudio el sistema de creencias de los azande, un pueblo de Arica central. Evans-Pritchard desta el eardeter autoconi- matorio de la creencia azande en sus oriculos contra d veneno de una forma reminiscente a cémo explica Bol (@ quign también habia leido) el toque real. «En esta rama decreencias, cada hilo depende de los demas, y un azande no puede salir de su red porque es el nico mundo qe Sonoces'®. La antropologia social de Evans-Pritchard y sus discipulos (especialmente Mary Douglas) ha despert do un interés por las formas de pensamientoo sistemas de. Bloch, 1923 Febvre, 1942, ° Bvans-Pritchard, 1937. Sacilogi historia 98 cqcencas que est empezando a influr en la orientacin de los historiadores britinicos ance remas como la bruje- fla magia y la eligi en la Inglaterra de los siglos XV1 yon®, Igual que Durkheim, Bloch y Febvre estudiaron los sales, como el toque real que curaba la escrbula, y las txpresiones verbales de los valores comunales. Actul- inente, la historia de los rituales publics es un campo en txpansiGn en la investigacin histérica tanto en Gran Bieta como en Franca. Por ejemplo, un estudio de Coventry finals de la Edad Media destaca la importan- «ia en la vida ciudadana de las procesiones anuales del Corpus Chris’ y dl di de San Juan, y de la representa- cin del Flock Tuesday’, argumentando que esos rituales simbolizaban y conteibuian a sostener la estructura social dela ciudad!™_ Dos libros franceses recientes descrben los nuevos festivales que sustituyeron alos rituales catéli- cos tradicionales después de 1789 y cémo esas formas avevas expresaban actitudes y valores nuevos! Ete interés en las atinudescolectivasy en los ritules piblicos es uno de los desarollos mis importantes del Erudio de la historia en los dltimos aos y la ver esté muy lejos de haberse agotado. No obstante, esta orienta- Gin de las «meneaidaes» tiene sus peligro y dificult des, dos en particular. Una es que el éxito al explicar la ensstencia de las acttudes tradicionales tiene su precio, "2 Thomas, 1971; Bossy, 1975. "2 Phythian-Adams, 1972, "2 Ozout, 1976; Vorell, 1976, * IN. del T, Hock Tuesday Play, representacin que tenia lu- ‘aren Coventry (Inglaterra) cl-segundo-marte-de Pascua para ‘elbrar la victoria del ey Etelredo sobre los daneses en 1002, Fue prohibida por el obispo de Worcester en 1480 % Petr Bake la dificultad de explicar el cambio. zCémo luchan las personas por liberarse del «entramado de creencas?s. Sia ateismo es lteralmenteimpensable en un periodo,:cémo es posible en el siguiente? La segunda dificultad es que esta orientacin, de acuerdo con su origen durkheimniana supone un consenso en a sociedad y muestra poco interés porel confit. Fbvee camino alegremane sk tudes de «los franceses del siglo XVtl> como si las varia ciones entre los grupos sociales no fueran importantes, Bolch no se preguntaba si favorecia a algiin gropo de a Francia medieval el que la gente creyera que el rey podia hhacer milagros. Los riuales piblicos expresan los valores oficiales, pero siempre merece Is pena preguntarse sen misma época pueden coexistir extraolicialmente valores opuestos, Sin duda, este tipo de preguntas son bisicas para el analisis maraista de las creencias en términos de la ideolo sia. «Ideologia» es una palabra con muchas defnicions, pero normalmente se utiliza en dos sentidos. El primero 5 para sugerir que un conjunto de ideas concepciones determinadas estin asociadas con una clase social deter tminada, con la implicacién de que Febvre estaba equivo- cado al analizar «la» mentalidad del francés del siglo XV y deberia haber distinguido entre las actitudes de a nableza, por-ejemplo,-las dels burguesia: Esoes lo que Karl Mannheim denominé la concepcién «totale de ideologia, La alternativa, que denominé la concepcién «particular» de la ideologia, es la nocin de que las ideas pueden usarse para justifcar 0 «legitimar» y, de ext forma, mantener un orden social determinado. Con le que volvemos a la nocién de «violencia simbdlicas™ (vease lt pig. 168). 22 Chel ailsis dete coronacin ei pag: 6 ® Mannheim, 1936; Bourdieu, 1972 Secologi historia ” Un ejemplo de andliss hist6rico que utiliza la perspec diva «total» es la interpretacién que da Lucien Goldmann al jansenismo como la ideologia de la noblesse de robe francesa en el siglo xVul. Goldmann se centra en el rechazo del mundo de escritores jansenistas como Pascal yexplica el atractivo de esta idea para los abogados y fancionarios franceses argumentando que estaban atrapa- dos en un dilema irresoluble, enfrentados a la corona y dependiendo de la corona, por lo que el rechazo del mundo parecia la tnica salida!®. Como ejemplo del afoque «particular» respecto a la ideologia podemos ‘omar un andliss reciente del derecho criminal en Inglate- ‘man el siglo XVI, puesto que un sistema juridico es la insitucionalizacin de ls ideas sobre lo bueno y lo malo, Seha argumentado que la gentry, ala que perteneeian los ‘magistrados, manipulaba el cOdigo penal en beneficio propio, pero también que eran conscientes de que su posicin dependia de que otras personas creyeran en la inticia, asf como en la fuerza de su gobierno; es decir, que creyeran en Ia legitimidad de su autoridad!™®, ‘Un correctivo valioso a la idea del consenso comanal, elconcepto de idcologia ambien tiene sus peligros. Indu ce sus usuarios 2 difuminar ciertas distinciones que conviene hacer. ¢Esté una perspectiva o concepcién del ‘mundo~determinada~asociada”weeesariamente ‘con una else social determinada, o simplemente es la opinion que tiene Ia mayoria de sus miembros en un periodo determi- tado? Si estin asociadas necesariamente zc6mo cambian las actitudes de esa clase? Puede compartir una clase dominance un conjunto de valores sin disidencia? :Mani- Pulan sus miembros a otros grupos sociales consciente © Golden 1955; © Hay, 1975 inconscientemente? zAcepta la clase dominant limitcio. nes juridies o religiosas a su propio comportamiento) {Todas las ideas de una sociedad dada sirven para justi. ar el orden social o algunas de las ideas (la cientfics, ‘quizd, o las estéicas) som auténomas? El problems del Concepto de ideologia es que, aunque no la exige,inducea una forma elemental de reduccionismo en Ia que la reli tdn, el derecho ¥ otras formas de cultura se consideran Simplemente como un mecanismo para mantener a lise dominate en el poder. Es para evitar este reduccionismo por lo que algunos te6ricos han susttwido el concepto de ideologia por el de shegemonia» cultural, un término utlizado por el mar isa itallano Antonio Gramsci para referirse ala acepte cin por pare de las clases subordinadas de a cultura de laclase dominant, sin que los gobernantes o los gobera- dos sean necesariamente conscientes de las conseeuencias o de las funciones politcas de su aceptacin, «Lo desis or, explica Raymond Williams en su exposicion de concept0, «n0 es s6lo el sistema consciente de ideas y ereencas, sino el conjunto del proceso social ivdo organizado pricticamente por sgnificados y valores espe- cilicos y dominantes», organizado de tl forma que chs presioes y lo limites de lo que en ikimo tmino puede Considerarse como un sistema econémico, politico y cl tural especfico nos parezca a la mayoria de nosotros como ls presionesy los limites de la simple experiencay el sentido comin". TL idea de hegemonia cultural es el punto de conver- gencia entre los historiadores que trabajan con una per pectiva de las «mentalidades> y los historiadores que Piensan en términos de ideologia. Entre los hstoriadore © Williams, 1977, pigs. 108-14 we actualmente intentan combinar lo que es mis valioso, dr os dos enfoques estin dos franceses, George Duby y Michel Vovelle. Duby, un medievalista que debe macho a Marc Bloch y algo a Louis Althusser, ha hecho un estudio, de los «tres estados» (los que rezan, los que luchan y los {que tabajan) como parte de la ideologia de la sociedad tnedieval en vez de como una descripcion detalada de su estructura. En particular, estéinteresado en la coexisten- Gia de distintos «sistemas de representaciones» en la mnsma sociedad, en el problema de cémo llegan a existir los nuevos, y en la forma en que los modelos culeurales descienden en la escala social. Vovelle ha investigado ls acttudes religiosas de la Provenza en el siglo XVIII y lis acttudes ante la muerte en particular. Presenta sus coaclusiones como una contribucién a la historia de las meatalidades, pero no generaliza sobre «lo provenzal del siglo Xvitl, Por el contrario, su meticuloso estudio sxaistico de decenas de miles de testamentos ha revela- do importantes variaciones en las acttudes ante la mucr- te, variaciones entre distintas partes de la Provenza, pero también entre distintos grupos sociales. Asimismo, se produjeron cambios signifcativos en el transcurso del Sigh Una devocién «barroca», ostentos, va sueedida de tun comportamiento reigioso que cirtamente era menos ostentoso y posiblemente menos devoto, menos crstia- no. En este caso, como en la Edad Media de Duby, se puede ver como fos models extras desinden en la scala social! El problema de Ia difusién cultural conduce natural= mente 2 la cuestin del cambio social. Las herramientas conceptuales presentadas en este capitulo se han analiza % Duby, 1968, 1978 © Vovelle, 1973 ever Burke 120 lemas histéricos coneretos, pero 5 oo i = al cambio en el tiem- on rlauvamente pocs eferencia Se prablemat de conceptalizr el cambio, el am= stenting re eet en pareul, son el tema del Siguiente capi. Elcapitulo anterior, dedicado ala estructura, ha puesto de relieve lo que los historiadores pueden aprender de la sociologia. Aqui se pondré el acento en lo que los socié- logos pueden aprender de la historia. Puede decirse que los historiadores tienen dos contribuciones que hacer a la ‘eoria del cambio social, una negativa y una positiva La contribuci6n negativa consiste en que el historiador éspecifique cémo un modelo concreto de cambio social, {principio capaz de abarcarlo todo, en la prictica no se sjustaa «su sociedad concreta y en qué aspectos hay que modificarlo. Este ¢s un proceso de trabajo hacia dentro, de lo general alo particular, con el historiador desmenu- zando las generlizaciones como un escultor ataca un bloque de mérmol. En la contribucién positiva el historiador modela més que esculpe, construye més que elimina, trabaja hacia fuera, de lo particular a lo general, descri- biendo el proceso de cambio de una sociedad que podria : , «evo- luciéne, «enfermedad» «decadencia», o ponen el acento en los factores externos y utilizan términos como «dif siOne, «préstamo» e «imitacién». A comienzos de este siglo eran populares los modelos difusionistas. No s6lo los preferfan los arqueslogos y los antropélogos, sino también los socislogos como Gabriel Tarde, cuyo libro The Laws of Imitation («Las Leyes de la Imitacién) (1890) le llev6 a una controversia con Durkheim, y ‘Thorstein Veblen, cuyo estudio Imperial Germany and the Industrial Revolution’ («La Alemania Imperial y la Revolucién Industrial») (1915) se centraba en el concepro de =préstamo». Como actualmente se condena con fre ‘uencia al difusionismo, por considerarlo una teoria su- © Ginsberg 1958 Sociologia «historia 103 perficial y mecéniea, puede ser conveniente destacar el hecho de que en manos de Tarde y Veblen no fue ninguna de estas dos cosas. Ambos estaban interesados en las diferencias de receptvidad a la innovacion, Veblen, por ejemplo, examiné la «propensin al préstamo» especial de los alemanes, los escandinavos y los japoneses. No obstante, en un breve capitulo probablemente sea mejor que nos limitemos 2 desmenuzar los dos modelos principales de cambio social que se usan actualment, el modelo del conflicto y el de la modernizacién, Marx Spencer El modelo de Spencer «Spencer» es una abreviarura conveniente para el mo- delo de «modernizacién», que pone de relieve su interés por la sevoluciéns social. La evolucién social podria 4efinirse como el cambio social gradual y acumulativo (cevolucidn» opuesta a «revolucién»); esencialmente de- terminado desde dentro (zendégeno» opuesto a «exdge- 10»); y que implica lo que frecuentemente se denomina sdiferenciaciGn estructural», el cambio desde lo simple, {genético c informal alo complejo, especializado y formal, © en las propias palabras de Spencer, desde la shomoge- seidad incoherente» a la sheterogeneidad coherente>, En términos generales, éste es el modelo de cambio social empleado por Durkheim y Weber. Durkheim, que no estaba de acuerdo con Spencer en muchos puntos, si le seguia en su descripeidn del cambio social en términos esencialmente evolutivos, Lo interpre- taba como la sustitucién gradual de fa simple «solidatidad ‘mecinica» (la solidaridad de lo similar) por la compleja «solidaridad orginica» (la solidaridad de lo complemen- ‘ario), gracias 3 fa ereciente-division-del trabajo en la ATT nc vo Peer Burke sociedad", Por otra parte, Weber tendia a evitar bk palabra sevoluciGne, pero en todo caso interpretaba la Fistoria universal en términos de la tendencia gradual pero irreversible hacia formas mis racionales, complejas trmpersonales de organizaién social como el capitalism ¥ la burocracia. Por lo tanto, no es dificil hacer una Sintesis de Weber y Durkheim en cuanto al cambio socal, Y esto es precisamente lo que an hecho te6ricoscontem- porineos de la modernizacién como Talcott Parsons Seria injusto presentar su teora de forma simpliicaday después crtiarla por simplificacion. Parsons ha distin~ guido cinco tipos de sociedad en una secuenciaevolutiva desde la aprimitivan, pasando por la «primitiva avanza- ddan, earcaica e «intermedia avanzada, hasta la «moder- nar®#, Pero no sera injusto decir que los tedricos de Ja modernizacin han tendido a presentar la «sociedad tradicional» y la «sociedad moderna» como dos tipor nttéicos en las lineas siguientes. En la «sociedad tad Gna la jerarquia socal se basa en el nacimiento («ads Cripeign),y la movilidad social es baja. Por el conrario, en la «sociedad moderna», la jerarquia se basa en el logo y la moviidad es alta. En la sociedad tradicional cada Zino ive en una comunidad personaizada (Gemeine haji). Después de la modernizacién, todos viven en una Sociedad impersonal (Gesellchaft) y la vida socal et Grganieada formando ua vated de asoiacion: vo Tuntaria para fines espcticos. En la sociedad tradicional tas personas no son conscentes dl cambio o son hoses 2a y las acciones se legtiman en virtd de la costumbre BY Durkheim, 1893; ef. Zukes, 1973, cap. 7 "3 Parsons, 1966. > Comparese la ditincién entre sestados»y sclases», pi ys —— Sociologia hioria 10s y el precedente. En la sociedad moderna, las personas son muy conscientes del eambio y as aeciones se legitiman en vireud del progeeso, A estas distinciones basicas se han afadido todo tipo de contrastes. Algunos socidlogos han sugerido que la cultura de la sociedad tradicional es oral, relgiosa y magica, mientras que la cultura de la sociedad moderna es escrta, secular y cientifica, y que la familia ampliada es la dominance en el primer tipo de sociedad, mientras que la nuclear es dominante en el segundo. El proceso por el que ls sociedades del primer tipo han dado paso a las sociedades del segundo se suele ver como un proceso de desarrollo desde dentro en el que el ‘entorno exterior s6lo acta para proporcionar el estimulo dis cadaptaciOue El cambio sols resume en trminos de urbanizacién, secularizacin y diferenciacin estructu- ral. No obstante, se reconoce que los distintos sectores de la sociedad no cambian al mismo ritmo. Como la socie- dad estd compuesta de partes mutuamente dependientes, un cambio en un sector requiere cambios en los otros, hasta que cos cambios tienen lngar hay un dessjute © sdesfase culeural» temporal!™. Las conexiones entre este modelo de cambio socal y los rodelos actuales de crecimiento econémico y desarrollo politico estan suficientemente claras. Los tebricos del cre~ Cimiento econsmico han destacado el «despegue desde tha sociedad preindusil exicaa una sociedad dndmica en la que al crecimiento es el estado normal y «el interés compuesto se incorpora, por asi decirlo, asus insbitos y es- tructura institucional», Los tericos del desarollo politico bservan el aumento de «partcipacién» politica (0, usando tun término més pasado de moda, de =democracia»), asi como el aumento de la burocracia estudiado por Weber. "3+ Ogbuen, 1923, pigs. 200+1 * Rostow, 1960. on 196 Peter Bathe Los historiadores no son los ‘inicos que ven defectos en este modelo, pero los historiadores de las sociedades tradicionales complejas como la Roma imperial, la China Ming y la Francia borbénica suelen sentirse particular mente incémodos con «Spencer». El modelo se elabors cen [os afios 50 con referencia especial al cambio en los paises «subdesarrollados» (como se les lamaba en aquel momento) y con alguna referencia a la industializacion del siglo XIX, pero prestando poca atencién ala historia anterior a 1800, «La sociedad tradicional» era una especie dde categoria residual, definida como lo contrario de la sociedad en la que vivia el socidlogo. No es extrato que los historiadores de la Europa preindustrial hayan viso que el modelo no es adecuado para las sociedades que cstudian. En particular, han expresado tres tipos de du- das: sobre la diceccién, la dinamica y Ia expicacin del cambio social de acuerdo con ese modelo. En primer lugar, el cambio social no siempre es un movimiento desde la simplicidad a la complejidad. La historia no es «una calle de una direccién»"*, Desde la Revolucién Industral las tendencias sociales suelen ser tendencias hacia la complejidad, pero seria errOneo basar tuna teoria universal simplemente en dos siglos de la historia del mundo, Los especialsts en periodos anterio- res no tienen dificultades para sefalar cambios en el sentido opuesto. Los historiadores de la dltima época de, Imperio romano y de ls «invasiones birbaras» general- mente analizan el cambio social en términos de la deca- dencia de as ciudades, las descentralizaciOn o el colaps0 del gobierno, y la susttucion de actitudes seculares por ‘otras misteas, que es lo contrario del modelo de lt modernizacion. Los historiadores de Espaia e Italia en Sone, 1977, pig. 6 secolgi € historia ‘or los siglos xvi y XVIl han sugerido que estas sociedades cada vez eran menos moviles, pasando del logro a la sdscripcin en vez de al contrario. Los historiadores de Furopa Oriental en el mismo. periodo observan una decadencia més que un auge de las ciudades, el comercio y la burguesia. En resumen, el hecho de que +urbaniza- idm», «secularizacion» y, sobre todo, «diferenciacion estructural» sean términos de procesos sin sus contrarios nos dice mas sobre los supuestos de los socislogos que sobre la naturaleza del cambio social El término emodernizacién» sugiere un proceso lineal pero los historiadores inteleceuales son muy conscientes de que la palabra «moderno» (que ya se usaba en el periodo que denominamos la «Edad Media) ha tenido Signifieados muy diferentes en distintos momentos. La forma en que Ranke y Burckhardt que creian que la modernizacién («la historia moderna») empezé en el siglo xv, emplearon el concepto, hoy parece curiosamen- te anticuada, Ranke destacaba la construccién de los estados y Burckhardt el individualismos ninguno de los dos tiene nada que decir sobre la induitrializacién. Ha~ biendo heredado esta tradicin, los historiadores del siglo 10% se han visto obligados a acuar el término contradic~ torio de «moderno temprano» para referirse al periodo entre el final de la Edad Media y el comienzo de la Revolucién Industral. El problema de la modernidad es que cambia constantemente. ‘Una critica mas precisa a algunas versiones del modelo de Spencer se centra en su interpretacién de la historia de 1a familia, especialmente en Europa, vista como la historia dela contraccién gradual desde el «clan» (en el sentido de ‘un grupo numeroso del mismo lina) a principios de la Edad Media, pasando por la familia indivisa o unida de la época moderna, hasta la familia conyugal o nuclear carac- veristica de la sociedad industrial. La teoria dela «nucles Heme ae ene eee 18 Peter Bake rizacién progeesivar ha sido puesta en tela de juicio por los bistoriadores, especialmente por Peter Laslett, que ha sefalado que el tamaio de la vivienda familiar en Inglate- ra apenas varié de una media de 4,75 entre los siglos xvt Yy XV, y que, en general, las viviendas de este tamaio ‘eran caracteristicas de la mayor parte de Europa y Japéa desde hacia tiempo!” El amas de la vivienda familiar no es la nica forma dde medir las unidades familiares (véase pig, 166) y La- ‘wrence Stone ha propuesto para Inglaterra una version revisada de la teoria de Ia nuclearizaciOn, seg la cual la «familia de linaje abierta» dominante a finales del siglo xv Y principios del Xt fue sustituida primero por la «familia rniclear patiaral restringida» y después, en el siglo XVi, por la «familia nuclear doméstica cerrada>™. Pero esta opinién ha sido cuestionada por Alan Macfarlane, que sostiene que no solo la familia nuclear, sino también el trabajo asalariado y la propiedad individual, ya existian en Inglaterra en el siglo Xi; en otras palabras, que la Inglaterra medieval era «una economia captalsta de mer- cado sin fabricas»"™”. Esta conclusion sugiere que no debemos pensar tanto en términos de las consecuencias de la industrializacién para la sociedad, como del ajuste centre la estructura social y la industrilizacin, Parece que las estructuras sociales tradicionales han sido mas varia- das y también mis resistentes al cambio de lo que permite «el modelo de la modernizacin. En segundo lugar, ante este modelo, los historiadores han expresado dudas sobre la dinimica del cambio social , hasta «la edad del consumo ‘masivo», es un ejemplo inusualmente explicico del mode lo de la escalera automitica. Puede compararse con el ‘enfoque del historiador econémico Alexander Gershen- kron. En su famoso ensayo sobre «Retraso econémico en la perspectiva hist6ricas, Gershenkron sostiene que los Sltimos paises en industrializarse, como Rusia, no encaja~ ban en el modelo de los que se industrializaron primero como Gran Bretaia. En los iltimos el papel de! Estado fue mis importante y la motivacién del beneficio menor. Los altimos en llegar no podian seguir el modelo de los primeros precisamente porque eran los altimos, y tenian prisa por alcanzar a los primeros en industralizarse'®. De nuevo, en su modelo de modernizacién basado en las comunicaciones, una variante de Spencer, Daniel Ler- net ha afirmado'*! que: En todas pares..lacrecente wrbanizacin ha tendido a aumen- tar la alfabetizacin; el aumento de la alfabeizaci6n ha tendido 2 inerementar el acceso 2 los medios de comunicacion; el ‘recente acceso alos medios de comunicacién ha sido con» una pattcipacisn econdmica (rena per cipita) y politica (votacio= €- Gershenkran, 1951; Rostow, 196 MD. Zerner, 1958, pig. 46 no Peter Burke nes) més amplia.el mismo modelo bisico vuelve a aparecer peivtcamente en todas las sociedades cuando se moderizan Fs una listima que esta hipétesis, que Lerner ilustra desde la Edad Media hasta el siglo XX, no haya sido recogida y puesta a prueba por los historiadores. Hay mis de un caso en Europa que no se ajusta a este modelo. Nipoles en el siglo XVM, con una poblacién de medio mllén era un caso de urbanizacin sin mucha alfabetiza- ibn o «participacién». Por otra parte, Suecia en el siglo ‘XVII, tenia un 90 por ciento de la poblacién alfabetizada sin urbanizacin, La dinimica de la modemizacién debe ser mas compleja de lo que Lerner sugere. ‘Como E. A. Wrigley ha sefalado, si la indusrializa- ci6n se considera la variable clave del proceso de moder. nizacion surgen problemas similares. A mediados del siglo xvi, parte dela Repablica de Flolanda era moderna (en el sentido de diferenciacin estructural») sin ser industrial (en el sentido de tener ciudades y fabricas) El Veluwe era un rea rural cuya poblacién trabajaba en la fabricacién de productos textiles y papel, asi como en la agricultura. Por el coatrari, en el norte de Inglaterra a principios del siglo xIX habia industrializacién sin mo- Gernizacién, en el sentido de que las fabricas y las ciuda~ ides coexistian con el analfabetismo y un fuerte sentido comunitario™. El cambio social parece ser multilineal ‘mis que unilieal, Hay més de un camino hacia la moder- nizacion. Este camino tampoco es regular necesariamen~ te. Francia desde 1789 y Rusia desde 1917 son dos casos evidentes en los que es dificil describir el proceso de Cambio social sin utilizar el término «crisis» para referitse alcolapso de la sociedad tradicional y de las estructuras Sociologia historia m golitias bajo el impacto de los acontecimientos revel ‘En cercer lugar, los historadores tienen sus dudas sobre la explicacin del cambio social incorporada en el modelo de Spencer. Este modelo sugiere que el cambio es Easicamente interno en un sistema social. Representa el desarrollo de un potencial, el creimiento de un drbol tamificado. Sin embargo, los historiadores pueden citar faekmente ejemplos de cambio Socal en el pasado que no se ajustan a este modelo interalista. Las conquistas, por tjemplo. La Conquista Normanda se ha descrito como ‘al ejemplo clisico en Is historia europea de la destruc- ‘én de un orden social por la introduccién repentina de tna teenologia militar exerior»"®. Fuera de Europa, la conguista espafola de Méjico y Peri, y la conquista titania dela India son ejemplos igualmente clisicos de cambio social introducido desde fuera, Las epidemias ilustran un tipo distinto de penetracin desde el exterior. En 1384, por ejemplo, la Peste Negra invadio Europa desde Asia y mat6 aproximadamente a-un tercio de la poblacién. La escater subsiguiente de mano de obra fondujo 2 cambios importantes de largo aleance en Ia estructura social europea. En estos casos, el impacto Violento de fuerzas exteriores a a sociedad en cuestin hace inapropiado analizarlo en términos de meros est- rmulos ala adaptaciGn, que es la tnica funcin asignada a Ios factoresexternos en el modelo de Spencer. ‘ara ser justos, es necesario aiadir que algunos rdricos de a modernizacin son conscientes de estos problemas y han reconstruido 0 «modernizado» el modelo a fin de resolver las objeciones.S. N. Eisenstadt deja espacio en $u version del modelo tanto paa las «presiones externas» \ White, 1962, pig. 38 un Peter Burke gomo para Is scegreson 2 Ik desenraiacion'™ Es incluso mas importante afadir que, mucho antes de la moda de la teoria de la modernizacién en los aos 89, Norbert Elias habia publicado un estudio de lo que ddenoming la «sociogénesis de la civilizacin occidental, pproponiendo una teoria del cambio social que debe algoa la adcign Spencer, pro gut noe lea objeciones que acabamos de exponer. Elias distinguia, ssdos direcciones principales en los cambios estructuales gla sociedad... las que tienden hacia una mayor dferen- ‘icin ¢ integracin y las que tienden hacia una menor di- fencers, Ela pos mashes mica del cambio, observando, por ejemplo, que la integra- cin social era una consecuencia imprevista de la compe tencia por el poder entre los estados pequefos en la Edad ‘Media. $i bien analiz6 el desarollo social en términos esen- . cialmente internos, lo observaba a escala europea y era onscente del impacto de una region sobre as otras El modelo de Spencer no es necesarimenteanthistor- coy seria una perdida real sila profesion hisorica rechazara todas sus versiones sin observar las ideas que incorporan y ls eonexiones que sugieren. De hecho, ex los uhimos afios a algunos historiadores ls ha resultado aii este modelo, Un estdio sobre el Imperio Romano, por ejemplo, analiza el surgimiento paalelo del soldado profesional, el abogado profesional yel maesteo profesor Bal como. res aspector del proceso de diferenciacion errs Unionidae andes dee €l Gran Hiambre esta organizada en torno al concepto de ‘roca detinidoontrmins de uns mayor gu HF Bigenstade, 1965, 1973 18 Blia, 1939. © Hopkins, 1978, pigs. 74.96, sexislgi eisoria 1 dad de oportnidades, esperando que este término «re- {oltard inmune a las estrechas preocupaciones implicitas ex conesposiualmente elsos ym ematines cme ‘lizacion y anglificacidn. En este caso, la perspectiva paratia ée la sctlogi permite ver lo general en lo fpurticulat!”. Los historiadores alemanes han 2cudido al frodelo de la modernizacién para conceptvalizar los eam- bios sociales que se produjeron en los estados alemanes a finales del siglo XVilly principios det XIX. El desarrollo de asociaciones voluntarias durante este periodo, creadas con distintos objetivos muy especificos, se ha interpreta do como parte del proceso general de cambio de una “sociedad de estados» tradicional a una «sociedad de Gases» moderna, democritica ¢ individualista"®, En el fltimo caso verios una especie de circulo conceptual, puesto que Weber formulé la distincién entre «estados» y olaseso basindose en la historia social de Alemania, ¥ Gua distincién se incorporé més tarde a la teoria de la thodernizaciOn. No obstante, puede ser fructifero estu- diar no sélo las asociaciones alemanas, sino también las fraternidades y las sociedades de bebedores francesas, ¥ los sindieatos y sociedades de amistad inglesas, como parte de un proceso de diferenciacion estructural. El modelo de Mars «Marx», como «Spencers, es una abrevitura que ust- remos para referimos a un modelo de cambio social al fque Engels Lenin, Luckdes y Gramsci (entre otros) han echo aportaciones. En una fase puede describirse como Lee, 1979 8 Nipperdey, 1972. sociales») derivadas de los modos de ctién deli de ese sh vv wed yl ca cluye la idea de una secuencia de formas de socedn} lismo y el capitalismo, las formaciones sociales que aoa han analizado, virrualmente se definen ene fs sgl que holed taionl yh mote Coy versiones al menos, el modelo de Marx supera las tr 5 + del cambio en la direccidn serrénea-, el cambio que describe como scefeudaliacine 0, ast te se denarllo del sabdesarolls. Lor mands han ane lead con feuenca el hecho de que soge de erguesiay las ciudades en Europ ocidental deranee silo XU no solo sonido con Ia decndenca | pura yes cadade n Europa rinsing x reali lo proj & uy lao del Ebel ge pitalsmo; al oro, lo que Engels denomind ia segunda ve De hecho, las dos secuencias fu a plementaris. El desrrolio de un iea exportando bien Imanulatrados, dependa del ssubdesarolon del ove que ahora se concentraba en la exportacion de materiag primas. Fue un caso de division del trabajo!”. 7 En segundo logar, Mare estd mucho mis interesalo \ Wallerstein, 1974; ef, Frank, 1967 a sosologaehiora u x en la dinémica del eambio social, especial J caso de la transicin del feudalismo al eapita~ bio se analiza en términos dialécicos: es 1 acento en el conflict y en las conse jo son impreviss, sino opuestas alo She se pretendia. Las eelacones de produceion que uns EE fberaron las fuerzas productivas «ze convierten en Sy cadenasy, La burguesia cava su propia comba creando proleariado. Las estucturas no cambian automatic sant, como parece que ocurre en el modelo de Spencers por el contrari, los acontecimients politicos, especil- ent las revoluciones, on parte del proceso de cambio. Sabre a cuestion del desarrollo unilineal versus mali teil hay divergencias. El propio Marx consideraba el taquema tiba-eslavsta-feudal-cpitalstaapicable Gn Gamnente ala historia europea. No esperaba que Rusia, € Sfcluso la Indi, sigicran el camino occidental, aunque fo dijo que eaminos experaba que comaran. Algunos tseritores actuales dela tradicion de Marx son claramente trulilineals, Barrington Moore distingue tres vas histé- Teas principales hacia el mundo modero: la revolucion burguesa, como en Inglaterra, Francia o USA (la «vine dlisca) la revolucion conservadora, como en los casos de Prusiay Japon; y la revoluién campesina, como en Rusia yen China, Perry Anderson tambign destaca la variedad {Je caminos posibles hacia la modemidad excogiendo la tnetifora de strayecroria» en vez de la de «evoluci6n> y Tlamando a sus dos volimenes «transciones» de ls ant- aieda al feudalismo y «linajese del estado absolutsta™. En tercero y sltimo lugar, en Marx hay lugar para explicaciones sex6genas» del cambio socal. Enel caso de Oceidente, ese lugar generalmente se considera subordi- aque Spencs iments en l fimo, El camt decir, poniendo el cuencias que no sél 1 Moote, 1966; Anderson, 1974 19746. 6 Peer Bake nado. En la famosa controversia de los ais 50 entre og marxistas sobre la transicién del feudalismo al capita mo, la explicacin de Paul Sweezy de la decadencis da] feudalismo atribuyéndola a factores externos como i reapertura del Mediterréneo y el consiguiente desarella del comercio y las ciudades encontrs un rechary generalizado!™, Por otra part, el propio Marx cris que |a sociedad asidtica carecia de mecanismos internos de cambio. La funci6n o, como él lo expres6, a «misione de los briténicos en la India era destruie el marco socal tradicional para hacer posible el cambio™™. Donde Spen- cer presenta la modernizaci6n como una serie de desaro. los paralelos en distintas éreas, Marx ofrece una explic ion mas global que pone de relieve las conexiones entre los cambios en una sociedad y los cambios en ls demés!®* El modelo de Marx parece que supera las crticas de los ~ historiadores mejor que el de Spencer, Esto no es 301 prendente, Este modelo ha sido muy conocido para los historiadores durante largo tiempo y muchos de ellos lo hhan modificado. No es dificil mencionar clisicos de la historia construidos en un marco marxista, como Making of the English Working Class («La formacién de la clase tbrera inglesa») (1963) de E. P. Thompson o The Rept blic in the Village («La repiblica en la aldea») (1970) de Maurice Agulhon, un estudio de la Provenza oriental en | primera mitad del siglo xix, © Capitalism in the Country side (*E capitalismo en el campon) (1974) de Emilio Sereni, un estudio de Italia en la generacién pos. terior ala unificacién, Puede que no sea coincidencia que estos tres libros, y a 2 Hileon, 1976 8 Aviner, 1968, Frank, 1967; Wallerstein, 1974 7 % coogi isoria Td asennad mer conc Ie SAE ral eis comen i ts mes dane ee aes rane eee se dd nia de Mar i cmb sss prendre it Taegan helenae) 2 foe ts igen ecpeiod ess eee aman ‘| conflicto como "5 Hobsbawm, 19714; E, P. Thompson, 1978 o Daur Bae nos en «la formacin del mundo modemos es una dee crpcin fundamentalmente marist, peo contaniech por a tcora de la moderizaion, ys pentane 5 faa de pureza El aniguo dicipulo de Moe See ies Tilly, es un ejemplo de convergencia de ey Tad Ty eo un smederizadors ri canadien, <7 mayors dele erieas que los martisar hacen eet tnfoque y conscient, en partular, del neerdad de telacona los cambios dento de ura soxiedad dada cog losamboren vin dena vcard 'No obsans, incluso aunque fuera posible sn conta diccones, una sitesi de Marx y Spencer no resales todat la obecones que se han plamendo hans shore Los dot modsos tienen srs lntaciones de pepe va. Amboststan de explcarpeincpalmente linda _ lini y sus contecurcas sot me ecces esas hacen eo exactament Son mucho menos sataaconct cuando desciben los cambios anteriores a edie de Siglo XVI, La ssoccdadteadionals de Spent yi sociedad etl de Mar son eacorin roan tmundos espejo en los que ls principales carters de Iawocedad snoderas © saphalitas spree inven das. Exo no es diiel de tender “ls personas 4 menudo intrpretan lo stron como lo opus elit Isms peo eto no contibuye a u sedis relia {el mundo preindus Desde Ingo, ningin modelo de cambio social va « saishcer nunca completamente 2 los hitoradores,« causa de a iners profesional en la vaiedad, En ese sentido, como dice Ronsld Dove, «no ae pueden hace tolls socilipics sin romper signos hacros his "5 Tilly, 1964, 1975; Moore, 196. = secologi historia us oer feria prefabrcada del cambio socal» cealmente es fin ataque 2 todas las teorfas, a todos los modelos™. Jidad de trabajar hacia fuera a partir de varias | ‘monografias Cuatro monografias en busea de una teoria Los cuatro libros que se van a analizartratan proble- mas del cambio social en sociedades coneretasy de forma Consciente y explicita. Los cuatro se ocupan de a historia de Europa 0 de europeos fuera de Europa 2 comienzos del periodo modemo; pero se podrian haber excogido igualmente ejemplos lisicos, medievalesw orientale ‘La mis antigua y mas famosa de estas cuatro monogra- fis es el estudio de Fernand Braudel El Meditersinco y el ‘Mundo Mediterraneo en la époce de Felipe IT. Lo que mis 6 Hexeer, 1955, © Jones, 1976. v2 Pes ue Ie interesba a Braudel en este exten libro no era Fel Tht siguera el Medsrnco sin Is maeclen tempo. Braudel sugiere que los cambios tienen gars disints eloidads y gue convine disingur dt estas velocidades en pasclar, Desi una sein dese libro a cada una. Ext el tempo que transcurre rp, mete elo sonics, toma def ht narrativa traicional (histoire énementiele) lem dos sistemas econsmicos,estados socedades y Sf (histoire conjncureles y,fnalmentey a hse de hombre en elacon as entorno, una historia cuyo pate escasi imperceptible. una historia derepetcgn conan, te de clos recurrentese (histoire struc) La primera pare del libro, dediada a historia del nromo (-gcohistori, como la deormina Braudel lg sas veces) e5 la mas revolusionai, pero es Ta segunda parte la que ms nos ineresa aqui, pues tata desl Sistemas econémicos, lor estadon as soviedades yl Giiiacionese. «Sa exprsion no se hubiers desvago de su signficado>, esrb Braudel, se ln podria lamar bistora sociale. Historia social en el mas tmpio de lor dos semidos de cambio socal examinadosateiormente (pig. 101) En esa parte desu libro Braudel tata de explosin de poblaciony a revolucin dels pesos del siglo x0. Analiza las enructurs pols, ugiendo que en est periodo, a diferencia del que le precedisy dl que I sguid le historia favoecis unidades poicas grams como los inperios Otomano y.Habsburgo, Tambien trata dela dftsin dl acy las as, y de ln estonia Ia ifuson, como la resistencia del mondo mediternce al prtetantsmo. Una secon del bye es dedieada cambio scale l sentido exc del trio, con tora de lr noblez, ia burguesiay los pobre, La tsi Basia de Braudel esque la dani social ene los os Secloasbiore a los pobres estaba aumentando en este peiodo, En Tada parce del siglo Xv, tanto ene imperio Otomano saree Habsburgo, sla sociedad tends 3 polaraarse sor ana parte enna nobleza sca y fuerte que se habia rns en dna poserose gue ein ners edad. por otra, ena gran masa cada Ver mis Earmerosa de pobres y desheredados I sltino pasje puede reordar + Mart, por quien Braue iene coil spo pero hay wadleren Gs importame entre sus opiniones sobre el siglo XVI Braudel no piensa en trminos del asenso de la Burgue- Sia, Pore conario, ests interesado en To que denomina in edefeccon dea burguesian, ou sbancarot Galite te ls bourguevs), En est prio los comeriates del tuo meieringo ecuemenete bandon elo Iercio,adgurian verre comporeaban como nobles ¥ 3 veces Comprabantulos de nobler En trminos de la teorn dels movdernizaci, et priodo fue menos =m0- emnor que el que le precedio, De hecho, Braeliende a pensar en términos de progreso, sino de cclos, la emnancia de ass de expansion y de fcs de coneac~ Sion fases Av y sfases Be utizando el lenguaie de Frangoi Simiandy un economst-hisoriador de princi ios del siglo 50 que hacenido en Francia una inf luencia Considerable, Si El Meditersneo usta alguna teoria socilogia del cambio es lade Parco, cuyaecirculacion Gas cites» implicaba In alerancia de sespeuladores> ” pian hibtoriador, una dels creas nis obvias ya mismo tempo mis fundamentales dels modelos socio Tegicos del cambio esque son demasiado superiiales, en al sentido de que ponen demasiado efi en fos process Sicomo plaso, una generaion, meramente unos trina ios A pear de su interes oficial pr elvenado de Felipe TT (1386.98) Is obra de Braudel eve ibeosmisimporante 122 Peter Burke a situar en el otro lado de la escala. Le acompafa un breve articulo en el que Braudel hace explicitas sus opiniones sobre la importancia del proceso a largo plazo (la longue dans), tnenta asic'un dig con las lenis William H. MeNeill también se ha inceresado por la historia del Imperio Otomano, pero desde un punto de vista algo distinto, concentrindose en lo que denomina «la frontera esteparia de Europa». McNeill admira mucho a Braudel, pero su libro’ tiene al menos la misma deuda con un predecesor americano, Frederick Jackson Turner (véase las pags. 25-6). Puede que no sea casualidad que el autor del libro fuera del Medio Oeste. EL tema principal de McNeill es la relaci6n cambiante entre el centro y la periferia del Imperio Otomano y en este marco construye su modelo de cambio social. Sutesis es que el centro podia sostener un poder militar organi- zado a gran escala durante un periodo de tiempo prolon- -gado solo con la rapifia de las comunidades periférias, al mismo tiempo que mantenia una base seguras. Exo significaba que el imperio estaba obligado a la conquista continua. El botin obtenido evitaba que el régimen opri- miera al campesinado de las provinctas centrales, Adems aunque MeNeill podria destacar este punto algo més— el denominado «tributo de nifios» que se recogia de la po- blacién cristiana sometida permit el funcionamiento de tun sistema centralizado de meritocraca (véase la pig. 85) 'No obsans, en algin punto tena que cerarse I frontera y detenerse la conquista, aunque s6lo fuera por razones logisticas. «El tnico limite efectivo a la expansion del poder turco», sugiere McNeill, era la distancia ala que "58 Braudel, 1958, 59 MeNeil 1964 nn Sociologia e historia al ejércico del sultan podia llegar desde los cuarteles de invierno en la época de campafa, Pero en el siglo XV el tquilibrio de poder entre los imperios Oromano y Hiabs- burgo produjo una stuacién de bloqueo. La zona fronte- tian entte los imperios era saqueada por ambas partes, fon el resultado de que «las mismas operaciones de los tjercitos de tera turcs tendian..a crear condiciones en {Limite desu radio de accién eectivo que les impedia it ins all. Cuando la expansin se devo, el sistema litico comenzé a desintegrase y Ia estructura social Rhee gue cambiar Los soldads se aentron en el exmpo J sa tendencia la sucesin hereditaria adquirié fuerza nue la dlte militar del imperio». Se podefa afadir que el Suministro de nifios cristianos para reclutar la élite proba~ Blemente decay6. En cualquier e280, los hijos empezaron 1 suceder a los padres en la dlite civil asi como en la militar Surgieron notables locales y el sistema politico se hizo menos centralzao, Los impuestossustinyeron a iia como la principal fuente de ingresos, por lo que ‘Rimentaron ls cargos del campesinado, En ese punto parece que McNeill esti describiendo algunos de los fenémenos que toca Braudel en su andlsis de lapolariza- Cioa dela sociedad mediterinea, pro ofrece una explica- Ci6n diferente, menos econémica y mis politica. TL modelo de MeNeill podria describirse como un modelo autodestructivo de cambio social. En cierto sent do, dicho modelo estéimplicto en rodas las concepciones ticlcas ‘de la historia, desde Polibio a Toynbee. Sin embargo, en exe libro se hace explicito, lo que propor- Giona una descripcién paricularmence clara de la dinémi- a del cambio. Cada fase de desarrollo se origina en la Smterior. Probablemente, este modelo centro-peiferiafa- Sitar lanl dels clos de vida de otros imperios al de fos ngoni de Fort Jameson, por ejemplo. Sabemos queen el glo XK los ngontedependin en gran media inset i i a Pasa de I efcacia desu erin pra el abastecimiento cont tuo de cautves en los que se baabs la fuerza yh txistenia del Estado. Sepin aumentaba de tamat® cjerstongon,leresutaba ms fl capturara mas gem, por lo que se cre6 lo que podemos desrbir como une txpiral inflaconista de poblacin, El Estado ngoni er cio ual levees eu seine ava erpujandos. Sin embargo, ext imperio tambien se derramba'™ fore inpeso an El dicipulo ms brillant de Braudel, Emmanuel Le Roy Ladutie, ha estudado el cambio soca arg plazo en una repién mediterrnes ena bro The Peasems of Languedoc («Lox Campesinos del Languedoc). Como Braudel, Le Rey Ladue et fascinado por Ia geograi (ha exerio na historia del lima) y por fo que denomina sla historia rin movimiento» (Phere immobile). No sant, seria mt exact. describir este igo, come ‘ecohintorian que como sgcohistoray, debido a que + centra en la historia de grupos sociales en relacién a su coro LeRoy Lar ans fase Brel br movimientos de poblaién, En su modelo, que debe algo TMsthory» Riedy sia amopolog seal cone porinen, ex sobre tod dl cambio demogrifco, provoce So. por factores cconémicos (y sambien por facore colar, como lst mentaldades), Io que conduce 3 lr ambos en la extrocara svi El estudio de Le Roy Ladurie del Languedoc sinmé- wily slo en elsemido de que la provincia mas 0 menos tolviés su punto de para al final de lo que cl autor denomina «un gran ciclo agrario, que duro desde finales de siglo XV basta el comienzo del Xvi, El modelo bisioo de ete perodo er de erevimieno sequido de un sevilogs eho 2s declive, En la fase A, la fase de expansi6n, hubo una explosion de poblacin, seguida del desbrozo de tierra, in tubdivsion de las granjas, una subida de precios y una sictoria del benefiio, lo que signifies la victoria de la Use que vivia del beneficio, los empresarios, a costa tamto dela renta como de ls Salarios. Sin embargo, en el Siglo XVi la productividad dela agricultura toes techo y fe invirieron las principales tendencias en un ejemplo tlsico de fase B. Cuando la poblacion empez6 a presio- far sobre los medios de subsitenca, se detavo su eres mento, y a finales del siglo XVIL empez6 a declinar, debido al hamb, las plagas, la emigracion y, posterior: tment, el matrimonio. El beneficio fue derrotado por Ia fenta, el especulador (utlizando el lenguaje de Pareto) por el rentista, Las posesiones que se habian fragmentado ‘on una vex mis, Tomando el periodo en conjun- to esti claro que el Languedoc actu6 como un «ecosiste- sma homeosttico» En este modelo fundamentalmente ecologico-demo- grifico también hay un lugar para a culcura, Como lo fxplica Le Roy Ladurie, «la fuerzas que primero redu- jeron la expansin, después la frenaron y por sltimo Ie interrumpieron no sélo eran econémicas en sentido estrcto, sino también culturales» en un sentido amplio aque incluye elas costumbres, el modo de vida, la mentali- dd de un pueblo». Las costumbres de la herencia, por tjemplo. En el Languedoc no habia primogenitura, por lo gue al erecimiento de la poblacin necesariament levaba onsigo la divisiGn de las propiedades. Respecto a las ‘entalidades, el autor analiza I dfusion de la alfabetiza- Gon y el protestantismo en el Languedoc, con alguna teferenca la esis de Weber sobre ainterdependencia de protestantismo y capitalismo, Tn este modelo también hay lugar para la historia de gs integrados en la des- dos acontecimientos, que Hl seit 26 Peter Bake ctipcién de Le Roy Ladutie del cambio social que en lade Braudel. Le Roy Ladurie se centea en el conflict Social y en la protesta social para mostrar cémo percibian log contemporineos el cambio social y cémo reaccionaban ante éste. En la fase A, la fase de expansion, habla dels camnavales en la ciudad de Romans, en Dauphing, el aio 1580, durante los cuales los artesanos y los campesinos declararon que «los ricos de su pueblo se habian enrique ido a costa de los pobrese. En la fase B, la fase de contraccidn, Le Roy Ladusie analiza la revuelea de Viva. rais en 1670, con la consigna tradicional de «Larga vida al rey, abajo los cobradores de impuestoss, como «una reaccién instintiva mas que racional a la crisis rural, ‘No nos quedamos con la impresin de que esas protes- tas tuvieran un impacto apreciable en el curso del cambio social. No obstante, en un analiss de un libro sobre la politica del Sarthe (una regién noroccidental francesa que vota a la derecha mientras sus vecinos votan ala izquie. da), Le Roy Ladure seiala que los acontecimientos,en exe aso la contrarrevolucién local de 1793, pueden destuir las estructuras tradicionales y crear otras nuevas que petsistn durante sgls, El aconrecimiento puede ser una Si hay una leccidn general a extraer del libro sobre Languedoc, es que en las sociedades preindustiles factor mas importante en el cambio social es el crcimien- to 0 descenso de la poblacién. Esta es una conclusin hacia la que han evolucionado un grupo de historiadores franceses, incluyendo marxstas como Pieree Vile y Guy Bois!®, El valor del libro de Le Roy Ladurie sobre Languedoc, como el estudio de Postan sobre la Inglater2 _16 P. Bois, 1969; Le Roy Ladurie, 1972. : © Vilar, 1962; G. Bois, 1976. Seco itora wy medieval, radica en su presentacion de un modelo de tambio social en el que la poblacién desempefa una parte vial. El cuanto y slime estudio monogréfico 2 examinar aquitambién es francés, Los vencidos, los indios del Perd fene a la conquita espatola, de Nathan Wachtel, Este tnilsis de la conguista espaiola del Pera trata de la terisis provocada por a conquistas y el proceso de Gambio social en Per entre 1530 y 1580. Los términos ive del modelo de Wachtel son sdesestructuracions y saculturacion> Por «desestructuraciéns se entiende la ruptura de los vinculos que unvan a as distinas pares del sistema social tradicional en un todo. Algunas instivuciones y costum- bres sociales sobrevivieron después de 1530, pero la vieja estructura se desintege6. El tributo sobrevivio, por ejem= plo, pero sin el antiguo sistema de redistibucién por el Exado del que habia formado parte. Los jees locales sobrevivieron, pero su relacion con el gobierno central ya to era Ia que habia sido en los dias de los incas. La ‘eligin tradicional sobrevivid, pero se convirié en un calto no oficial, en realidad un culo clandestino, que los tisioneros espafoles consideraban una «idolatriae e hi- Geron todo lo posible por desarraigarlo, {Cima reaccionaron los incas ante este proceso de Jesestrcturacién? Wachtel analiza sus respuestas en tér- minos de «aculeuracién>, que él define (en un artculo que hace su modelo mis explicto) como el contacto de culturas en una situacion en la que una sociedad es dominantey Ia ota subordinada". Algunos indios acep- taron los valores de sus conquistadores, aunque la acepta- 2% Postan, 1972 Wacheel 1974: us Pee Bae ci6a aparente algunas veces cubre la persistene sienteo inconsciente, de las formas taicionales dee saminto El cronsta Guaman Poma de Ayala pore Plo, inseré una gran cantidad de informacién occidene en su descripcién de Peri, pero las categorias fundanees tales de su pensamient, tales como su concepcion st espacio y el tiempo, siguieron siendoindigenss Ln ft Borate pu 0 sl eel conacoobivo decal tn elemento subjetivo,colectivamente subjeive desi ta imagen que la cultura subordiada tine dee culture dels conquistadores la evision de los vencides como la ama Wachtel. También es necesario destacar I, Yasiedad de reaccones ante ls espatoles yu cules guros indiosasimilaron la cultura espaiela, mieney ie oto esieron «le acurcin con I rerolg Gomo el easo de los que pariciparon en el movimiens milenario de Tagut Ongo en defenss de los dses «Glos. Otros cambiaron para poder seguir igual, como los araucanos, que adopraron el caballo para poder hacer ent mejor alos espasoles que lo habianintroduid, sabitie pareerextaio proponer que lo soilogosy ls antropslogos uailicen el modelo de aculturscian de ‘ache puesto gue el eminowaculturacon fae eu. lo originalmente por los antropslogos (en Estados Uni. dos, finales dl siglo XIX) y la mayortade ellos ya nolo ae seriamente'“*, No obstante, Wachtel es mis 4ue simplemente un caso interesante de desfase dscp aro. Como ocurre con frecuencia en ls casos de cons tacto entre disipina, asi como entre cultura, los histo. riadores han transformado lo qu tomaron. Wachtel net tn simple difusionisa. Su interés por el conteato sovil 7 sna excep, ne Foi 1960, texan ‘elas consecuencias de la conquista espafola. - logic historia » tico del contacto cultural (basindose en la teoria de Gramsci de la hegemonfa cultura), su distincion entre forma culeural(categorias, modelos) y contenido (infor~ fnacion),y ss interés por las formas en que los miembros de dos culturas se perciben reciprocamente dan nuevas bildades al antiguo modelo de acultuacién. ‘a obra de Wachtel converge con la de otros antrop6- logos ¢ historiadores. Walter Neale y Bernard Cohn han dzstacado la repercusiGn de la incapacidad britinia para omprender Ia navuralea dela sociedad india tradicional fen el proceso de cambio social en la India del siglo X0x Los zamindars, por ejemplo, en certo sentido cobradores deimpuestos, eran considerados y tatados como terrate- ientes porque los miembros de la Compaiia de las Indias Orientales pensaban en términos del sistema briti- tio de erratenients y arrendatarios. Este malentendido sobre la estructura social condujo necesariamente al cam- bio en éta, dado el elemento subjetivo dela estructura social y Ia posicia dominante de los brtinicos"™. ‘Una reciente aportacin de inerés es la adapracin del modelo de aculturacién por los historiadoresfranceses para analizar su propia sociedad. Robert Muchembled ha ‘studiado la «aculturacién del mundo rural» en el noreste francés finales del siglo XVI, observando que la persecu- cién de las bruja coinidi con el ataque de la Contrare- forma a la «idolatry y con el aumento de la alfbetiza- cidn en el campo. El centro estaba intentando convertir a Ia perifeta, los gobernantes itentaban cambiar los valo- res de los gobernados. En ese sentido, no hay mucha diferencia entre Peri y el Cambrsis!™”. En The Peasants af Languedoc («Los Campesinos del Languedoc») se Ws WC, Neale, 1957; Cok, ' Muchembled, 1978 130 Para describia de forma parecida larevuelta del i los protestantes de Cevenes a comienaos del siglo XVII come sea oe festa contra la adescultaracio'*, En su interetpor lesesructuracin y a reestructuracion, parece que Le Roy Ladurie y Wathtl muestra ia influcnels del soos logo italiano Vieorio Lanternari®™ a Estos ltimos ejemplos pueden contribuir a mostrar 4qe cuando los historiadoresrechazan los modelos for, tmulados por Marx y Spencer de cambio social por con derarlor demasiado «internals al menon algunos de ellos tienen una alternativa positiva en mente. Este capitulose desarrolé hacia lo conereto a pari de los problemas de los modelos aceuales de cambio social y continu hacia lo general desde varios studios monogré. ficos. Es posible que los leetores todavia crean que los fos Sineles no se han encontrado. Estarian en lo certo. No {soy ofresindo un nuevo modelo de cambio sci sino simplemente algunos argumentos que se podria tenet en ucts en tro mole usar sry de. tar tes de estos puntos 2 modo de conclusién, Todos estin relacionados con la dversidad de los eambios en la sociedad, una diveridad que se manifesta rpidamente cuando se considera un periodo més largo que el tlkimo = 80 4 1 _Elprimer punto se refiere alas distintas drecciones del cambio. Si el movimiento en direccion a la complejdad, Ja especializacion y la centralizacion se define como hacia adelante», entonces el teGrico también debe tenet én cuenta los mevimints hacia ais. Es neces en contrar en el modelo un lugar para los movimientos cilios ademas de para los movintnts en nes reve “Le Roy Ladurie, 1966 Lanternari, 1960, 1966 Sosolog hiner bt Realmente, e& probable que en las sociedades preindus- tales el cambio social sea ciclico generalmente. No es forprendente que antes de finales del siglo Xvi las pessonas no creyeran en el progreso, sino que esperaran ue la historia se repitera. Tampoco deberos suponer gue después de la Revolucin Industrial el eambio socal hizo lineal y acummulaivo exclusivamente. Es de espe- ‘ar que un futuro modelo pueda especificaren qué tipos Ge Stuactn se producen el cambio ine el efcieo respectivamente TH segundo punto es sobre las causas del cambio, Una cexplicacion del predominio del eambio ciclco en el mun- do preindusrial es su dependencia de los movimientos de Japoblacin que eran cilios, por las razones que explics ‘Malthus. Un futuro modelo de cambio social deberia dar {his importanca la demografia que el de Marx o Spen- Cer, para distinguir las situaciones en las que es un factor dominante de aquellas en las que es subordinado. Oura conclusion que se desprende de estos estudios, y mis partcularmente del slkimo, es la insufiiencia de un mo~ feo de cambio donde no haya un lugar para los factores gaternos 2 la sociedad que Se est investigando. No se puede volver al difusionismo; pero es de esperar que un faruro modelo pueda abordar el «ajste» entre los facto- res internos y los externos, y analzar cuales la causa de que algunas sociedades sean relativamente abiertas (0 Vulnerables) a las influencias exteriores, mientras que tras sociedades pueden resiselas mejor —realmente, Son incapaces de hacer otra cosa. ;Qué es lo que determi- hala asimilacign oelrechazo dels invasores extranjeros, Ia tecnologia extranjra, las ideas exranjeras?””? El tercer punto se refiere a la dinimica del cambio PCE. Onenberg, 19597 Schneider, 1959. ma Pea soci la importancia de os acontsimientos los indie duos 0 more waste» entre los acomtecinentoc hr indviduos por us lado y la rendencias a argo place pot otro, ¢En gue circunstancas y en que formas wo ky estrcturas Sociales vulnerables al impacto de los scone, Gimienos? En qu formas lo esiten? Algunosevtedcs rcs igen ae ney oa es cn temeneactian como aeleradorsprecipitando! canto social mis que incandlo, Pr ese mov, algunas eee tenen efectos opuestos en ditinas regiones En Geog Bretafia se supone que la Guerra de 191418 condo sta sconfusins dela ditinconesocales:en Alemania sop agudizaion".Tambign parce qu a guerra entre Gras Bretaa y Francia a finale del siglo ‘Il scented ig direc qu xsin ete os do esa, hacendos I monaruia francesa todavia mis sabsolutar pero rac ciendo el poder del ey britnico De nuevo, a volvcion + delos precios el siglo vt favoress el desarolo le a Giudadesy el final de la servidumibre en Europa Occ dental, pero condujo a la decadencia de las ciudades y 4 lareimposcion dela servidumbre en Europa Oriental in que formas puede ni las desis nid les sobre el desareallo socal? Es obvio qu los goberan. so pueden deter! cambio soil como Canto m0 puudo detene las os. Algunos gobernantes lohan inter tado, En el siglo Xv el regimen Tokugawa iments cambiar la estructura soil de Japon por desrto, del rando que los cuatro principales grupos socials ve onde: trian dela forma siguiente: os samt lon campesinos, los angsnos yon mercies Bl dee no tps avelot comercane eo loraran un tats man toque tuchos samurai. Dorel contaroy la abolcion de los Marwick, 1965; Rocks, 1973, swine hor S rai por el régimen Meiji después de 1868 fe un Se Pot oecinas Gcaeneas socal: Muchos eESonurt se ddicaron alos negocios un aera cerraa Slo rome ova porate ci encasimprevinas de as decisions de los gobemantes “De maevor Iz amilacon que hemos tstado” unos parafos mis aris no se debe considera un proceso aatomitco, Sele se el resultado de un gran esferzo. En 2 redo, puede ser Gul pensar en términos de «ges ns del cambio social, Donde el rgimen Tokugawa faesiorel Mei vo éxito. En El Gatpardo, la pene ‘Bane novela de Lampedue brea Sc el siglo 08, Miaringerta le dice otro: «Para mantener todo tl cans tnemon gue comb oes, Pace au STgunas astra (espesiaiment a riiic) ban tn Geis apacidad de cambiar pars no cambiar de adaparse Sas nacre ercunstanis, de hace sacrifictos en beneti- Shoe au supervivencia Toda estas stvidades nen 8 Tagaren un modelo de cambio social. No obsane, x de GGperar qu el mnodelo tambien pueda especifis los pos so Sesion en que eta polite ine alguna posbiidad de exto. Agu se pueden citar dos extudio independien- te, pero comvergente, del comporamisntoaistoriico te’ Inglteres del siglo XIX y el Rajasthan dl 3 Bron xaos daca cdi en cle donna teeneedl grupo superior que era més favorable al eambio yun grape inferior que tnia mis que perder Tadicio- Talments el grupo inferior se guiab pore speror. En tata sitscim, el grupo que tenia mi que perder por el ambi fue incapar de onganiar la resistencia la polica de vadaptacigns de los arstourtascuvo éxito y el eambio Social se produjo sin volencia™ 2 F, M. L. Thompson, 1963; Rudolph y Rudolph, 1968. En resumen, os historiadores pueden hacer una cont bucién a un foruro modelo de cambio soil gue tarea ims en cuenta la dvesiad y ls tendenes a argo pine Aue los modelos anteriorey y que especfcarta vig alternatives y las coesiones mis claramente que ann Tal modelo, que pemiters la aernancia o.-0.- peg tambien advrders que et.entonces mst Gl & le Isordore ao itentan compen vce co siones mens inexactas Tal modelo sera ect sentido de que romaria lo elementos mis valiosoy cea Proposer minamte cna. Avan Fo dor "modelo sun objetivo primordia Bibliografia Anderson, P. Passages fom Antiquity to Fondation, Londtes, "o7ee (Elcom espaol: Tronicones de le atigedad al feudalsmo, Siglo XI, 988) Aaderson:P Linages ofthe Abo State, Londres, 1974. 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