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ra horas emma itr at Hisaonbin Mica einen Mitprest Gon (imran 2) ‘ert nse 2 tn. Gea edu ei Nbr evsora- suai Ser ny AH FRECUENCIA JUPITER MARTHA RIVA PALACIO OBON reac Soe 0) nrazsasuEceoress.4arC Pages atone de, 31, renissrane crt sae melee smc ak "31.200 Cones na pas tute pasties smseooue 2 ree2 FEMareate P0777 deaconscon os ee Pmareaur soe Stojdgl pa news i Aes Paget nmr 20 es rng oy repetadeo she toons 38058 {QCONACULTA ediciones Fi] HE VISTO TRES SIMULACROS del fin del mundo. El primera fue cuando se abrié uno de los siete sellos del apocalipsis y los elefantes del circo dejaron de hablarme, Tal y como Eva habia vaticinado que sucederfa mientras rezdbamoas junto a su cama, Dicen que cuando estas en coma puedes eseuchar todo lo que sucede a tu alrededor. Al principio, en la ambulan. cia, asi era. Vefa un remoline de caras. Caras rojas y blancas dle paramédicos que gritaban que alguien estaba perdien «do mucha sangre. Tal ver yo no estaba realmente en coma, Tal vez atin no. Fero nego la luz neén en el techo del hos. pital explot6 y me suecioné hacia arriba Ahora, en esta zona, en esta réplica de una ciudad de sierta solo me llega un rumor ronco que se filtra por la en- trada de las estaciones del metro. Distrito Federal de fayuca, ;Qué poca imaginacidn tengo! Cada vez me cuesta ins recordar que mi cuerpo esté alld abajo, en una cami lla, sumorgido en el ceos de-una sala de urgencias. Abajo, enel frenesf de la ciudad real. Aqui lo Gnico que escucho esel zumbido de la sirena de niebla de la vn-76 que rebota contra los edificios vacios de mi versién personal de Calzada de Tlalpan. UVB-76. Buzzer, zumbador. Las trampetas del apocalipsis han sido reemplazadas por la ansmnisién en, linea de una estacién soviética en medio de la nada. Sirena deniebla contra nubes radioactivas. Suena a Guerra Fria. ZNo que ibas a buscar universidatles? Me quito los audifonos y miro con enojo a Irene, que estd parada junto a mi mesa — Estoy descansando. — Por qué Ultimarmente todos necesitan que les recuerde que tengo derecho a hacer lo que se me dé la gana con mi tiempo? Irene insiste, —Te dejé conectarte porque dijiste que ibas a investi- gar... No la dejo seguir. Hoy no estoy de anime. ; ~ Me lejaste conectarme porque te compré un café, soy tu cliente, —Laneta, Emilia, spor qué no buscas chamba? —Ya tengo chamba, —Traducir articulos para tu papa no cuenta. —Me paga, sno? —i Por qué no? No me aleanza. —1No te alcanza 0 no quieres que Esteban se enoje contiga? Vuelvo a ponerme los audifonos. Irene se acomoda el fleco morado detras de la oreja y mira la pantalla de la compu por encima de mi hombro. No te hartas de oir esa madre? — No tienes que ira preparar un capuchin o algo? Siextrarias a Matias, mejor hablale. Asi nose va a dar cuenta, No chingues, Subo el volumen. [ntento concentrarme en Ta transmit sién del zumbador pero no puedo, Suena el telefono. Miro de reojo que Icene contesta y toma una orden, No deberia enojare con elle, Después de todo es mi mejor amiga, Mi tiniea amiga en realicad. Pero alucino que siempre me haga sentir como una idiota, Solo porque tiene veinte, ¥ yo, diecisiete eree que puede decirme qué debo hacer. Si no fuera porque Esteban esta en uno de sus dias malos, me uigariaa mi departamento. Tengo un papa bueno y un papa malo. Cambia segiin las fases de la luna y segtin cémo salga del Salén Corona, Pero no es porque bebe, es otra cosa. Si las mejores platicas nos las hemos echado en el momento culminante de algunas de sus borracheras, Cuando sus ojos y sus mejillas brillan y en verdad parece el profeta que pensé que era cuando tenia nueve anos, Parece, nada més. Papa falso proleta Hoy no se ilumina, Hoy se siente frustrado; le pidieron que despidiera a uno de los reporteros de sui secciGn. Y tuvo que hacerlo, No porque estuviera de acuerdo sino porque le da miedo que también lo corran, No quiere que yo bus- que un trabajo de tiempo completo, Quiere que me con centre en entrar a la universidad. No entiende que wdavia no 66 qué quiero. Es nefasio que te exijan decidir en menos de un ano lo que quieres ser para el resto de tu vida, Sini iquiera s6 quién soy en este momento, Estebag, no me uses de pretexto. No qutieres moverte de tu trabajo porque tampoco tienes a donde ir. Yo no soy tu tinieo lastre ‘Yano quiero pensar en esto. Ahorita sigo en la calle de Regina, en la cafeteria instalada en el patio de mestro edi- ficio, y todavia tengo todo el verano por delante, Intent fingir que no me importa pelear con mi amiga mientras contintio escuchando la Uvs-76. Ahora estan transmitien- doen cédigo morse. ;Por qué Trane tenia que reeordarme a Matias? El esta en Chile, con su novia. Ni siquiera se aenerda de que nos besamas. Ni de que escuchamos juntos a Japiter Sonrio Tampoco es que yo me quedara esperandole, Bajo la mesa, algo papalotea entre mis piernas. Sube hasta mi mano izquierda. Mi pelo se eriza. Al voltear descubro que una mariposa negra aletea en mi regazo. Es muy grande. Se lanza contra mi. La laptop cae al piso. Grito. Me refugio tras la barra. Grito. [rene me dice que ya se fue. La mariposa. Vuela hacia arriba, Quizd se mete en uno de los departa- mentos, Puede ser el mio. Grito, Me lavo las manos. Sigo sin- tiendo que la traigo pegada, Rastro indeleble de escamas diminutas. Grito, Me pasan un vaso de agua. Dejo de gritar Irene me acaricia el pelo, lo acomoda. Ella siempre se rie de que escuche el zumbador. No en tiende por qué es tan importante para inf, Tampoco sabe que tiene que ver con més cosas que con Matias. Pero nunca se ha burlade cuando me pongo mal con las tmariposas. No debi molestarme con ella, Después del caos, reviso mi laptop. Por fortuna esta bien, Sino, Esteban me mataria Solo tiene un rayén en una orilla Dos mujeres entran a la cafeterfa, Una de ellas, merena, alta, guapa, viene hacia mf. Fs Lia, Una de las amigas de ban. Trabaja para una ONG de Derechos Humanos. $i Fou cault y una top mode! hubieran tenido tuna hija, esa seria Lia. Bs la tinica persona que conozco que puede tuitear sobre el dispositivo Pandptico al mismo tiempo que platica de lo que vvendré para la temporada Oloito-Invierne del 2045. Mi papa siempre la esté molestando porque el amazin de sus lentes es de marca. A Lia le vale, solo se encoge de hombros. “Me gustan mis lentes.” Mito a la ot1a mujer. No la conozco. Esté vestida de negro. Debe de tener como cincuenta afios 0 mas. Su mirada es dura. Nos atraviesa como si fuéramos espectros, {Qué le habra pasado? Mi pelo sigue erizado. Ya no s¢ si es por la mujer 0 por la mariposa, Lia nos saluda, Se oyen pasos y voces, Ella voltea tensa hacia el porton que da a la calle Una pareja entra y se sienta en una de las mesas de la cafe- terfa, Jalando a la otra mujer, Lia sube por las escaleras sin despedirse. Irene me mica extraiiada, — ;Quién es la senora? —Ni idea. —)Sera una fuente? No sé. Fstoy acostumbrada a que Esteban tenga reuniones con personas de las que nunca me va a hablar. Bs parte de ser periodista, dice. Pero es la primera ver que recibe a al guien aqui. Tal yez no sabe que Lia viene acompaiada, El cielo se oscurece, No pensé que ayuf hubiera clima, Tampoco que oliera a naranjas. Segura mi cuerpo en una camilla? El aroma a eftricos invade mi nariz. La icrita. Tal y como la iiltima vez que estuve en un confesionario, a los nueve, Ahi también ofa a naranjas y yo crei que Finalmente me volveria una santa; que tomar agua bendita a escondi- das habia funcionado, Que ya no iba a sentir el hueco en la panza. Que Esteban seria un profeta todas los dias, Pero cuando vi que no podia hacer ningiin milagro, decidi no rezar nunca mas. Eva dej6 de hablarme por seis meses. Aun asi, no volvia hacerlo, : Seis meses de silencio y relampagos por las noches, No sé por qué, pero parecia que en casa de mi abuela paterna las rekdmpegos se oian mas fuerte queen otros lados. Ya no eran relimpagos. Eran criaturas retorcidas, cente Heantes, que brincaban de una azotea a otra, agitaban los yidrios, clectrificaban la piel de mi espalda y mi cuero ca belludo. Siempre se iba la luz cuando estaba con Eva, Los fusibles de su casa se botaban con cualquier cambio de yoltaje, pero mi abuela lo ignoraba y tomaba las fallas eléc tricas como una mis de las seftales del Juicio Final. Por eso decidi6 hablarme de la tercera Guerra Mundial y del holo- causto nuclear, El apocalipsis [ue mi cancién de cuna. No conoci otra. Mi mamé abandoné a Esteban cuando yo tenia un ano, y como vio en mi mas de su marido que de ella, decidio abandonarme también, No es que la extrane. Es solo un fantasma. Después de que nos abandonaron, Esteban y yo nos mudamos a casa de mi abuela. Pasé muchos dias en la penumbra con Eva, Todas las noches rezdbamos hincadas junto a su cama, sin dejar de mirar la cruz que se desplegaba comp murciélago sobre la puerta del batio, A yeces mi pri- ma Karina se guedaba a dormir con nosotros, Mi abuela nunca pudo convencerla de que se quedara quieta mien tras implorabamos sobrevivir a la ita de Dios. —;4Por qué no puedes ser como Emilia! —Ie griteba Eva, y yo me encogfa, Sabia que después Karina se desqui- taria conmigo. Ninguna de las dos entendia que si yo me quedaba quieta para rezar era porque estaba asustada. Ahora que lo pienso, no sé qué me daba mas miedo: la os curidad, los reldmpagos, la cruz, el fin del mundo o Eva. Creo que Eva, El dia que mi abucla murié yo tenia diez aitos y estaba en el circo. En realidad solo murié lo que quedabo de ella, porque hacia mucho que Eva ya no estaba del todo aqui, Cuando el aiio dos mil llegé y pasé sin que ningiin jinete del Apocalipsis se dignara a aparecer por la Viaducto Piedad, ni abuela suftié una decepcién muy grande, Dejé de ir a la iglesia y comenz6 a barrer, durante todo el dia, las hojas secas de la banqueta frente a su casa. Con hojas secas y sin hojas secas, con Iluvia y sin Iluvia, Eva barria hojas secas. Karina, de catorce, se burlabe de ella, Pero yo ne. Yo solo «querfa salir corriendo, Y eso hice ese dia. Me subi al metro, me bajé en Villa de Cortés y compré un boleto para el circo. Nunca lo usé. Mientras esperaba a que comenzara la fun- cién fui aver a los elefantes, Ninguno quiso hablarme. Sus ojos estaban yidriosos y sus patas sangraban por las cadenas. Flacos, con cieatrices. Elefantes: zombis. Tiré al boleto y volvi a casa, Esteban me esperaba furioso en la entrada, La lorreta de la ambulancia iluminaba su cara. Roja, blanea roja. Detras de él habia una oruga negra sobre una camilla, No era una oruga, era Eva, iEval Un rolémpago estalla sobre el pavimento, a solo unos tne tros de mi. Asi se siente morir? Me duele el pecho. Cae otro relimpago y otro. La ciudad se sacude. Huyo por las calles vacias de ini mente. 3No estaba en un hospital? Los truenos se mezclan con el aullide de la sirena de niebla, Mi pelo se enrosca, is la misma sensacion que tuve cuando a los cinco aiios mi prima y su amiga me encerraron en el dléset de mi abuela, Ese eldset oscuro en el que invariable mente habfa una mariposa negra. Tal vez Eva las guardaba ahi de repueste. Recuerdo el chasquido del segura y las ri- sas del otro lado de la puerta. Yo me quedé paralizada en medio de la oscuridad. La mariposa estaba darmida en una esquina arriba de mi, No queria despertarla, pero mi pelo emperé a erizarse, y se cargé de electrostatica. Transtor- mado en un tentéculo negro y largo, lanzé contra la mari posa una descarga que la despertd. Rozando los abrigos de mni abuela, la mariposa papalotes electrificada. Fn cada batir de alas, una explosion de rekimpages en miniatura, Resplandor azul neon de mariposa negra. Se lanzé contra mi, Grité y sacudi las manos para alejarla de mi rostre, Siempre tratan de alcanzarte la eara y meterse en tu boca, La mariposa se hundié en mi pelo, como si qui siera hacer un nido. Grité hasta quedarme sin aire. Comencé a asfixiarme. Cuando Eva abrié la puerta del cliset me en contré en el piso con el rostro azul y con la mariposa ence dada en él pelo. Tenia las alas desyarradas. Fue mi primer ataque de asma, Corro por calzscia de Tlalpan. No, correceion: corto por mi versidn de calzada de Tlalpan. No debo olvidar que ti cuerpo cota abajo, en Urgencias, gn una camilla? Tengo que volver. No puedo quedarme aqui. ;Realmente estoy en wn hospi- tal? Me siento confunndicl, Los relimpagos se uislenen He Ks “10 mi pelo sigue electrificado. No entiendo como, bste coma) en el que estoy alrapada hay algo més, Siento su presencia aunque no pueda verla, El miedo se enrosca en mii garganta. : {Cémo llegé la mariposa hasta aqui? Hole. 4 MOTHER SKY”, de Can, para una tarde ventosa deca dentemente retro. Estamos en el departamento de Luisa, la novia de Irene. Esti tomando un curso de chocolateria y, Iiteralmente, nos estamos comiendo su tarea. Los chocolates rellenos de mole han sido los més taquilleros, Luisa dice que debemos probarlos con mezcal. Le creo. Aunque el mevcal es veneno para mi. Por la ventana se ve la plaza de Santo Domingo. iecargada en los cojines del piso, intento caleular a cndnta gente habrin guemado alld abajo. "La lu: juria fernenina es el origen de la brujerfa”. No s€ came llegd tuna copia del Malleus Maleficarum a nuestra casa cuando yo tena die? afios, Tal vez Esteban buscaba consejos sobre como tratar a la broja miniscula que vivia con él. Cnando le pregunté a Eva siclla era lujuriosa me dio una cachetada, + Fue laGnica vez que mi abuela me peg6. Claro, a nadie le gusta que le digan bruja —2Y eudindo vuelve tu papa? —pregunta lrene mientras Je acaricia el pelo a Luisa, que esté recostada en su regazo, Me gusta Luisa. Quisiera tener ojos de gato como ella Ni idea, Me hablé hoy para avisar que se-van a quedar mas tiempo por Tapachula, —2Y no te dijo por qué? No, no me dijo. —gEstard realmente en Chiapas? —Me da lo mismo. : — Te da lo mismo o lo dices nomas porque también va Lia? Me encojo de hombros, me recuesto molesta en los coji- nes y tomo otro chocolate. Esti relleno de anis. ;Qué asco! Me choca aceptarlo, pero también estoy preocupada. Dos dias después de la visita de Lia y Is otra mujer, Esteban me avis6 que habia pedido vacaciones en el periddico y que iba asalir de viaje, Eso fue hace mis de tres semanas donde vas? —le pregunté sorprendida. —Por Tapachula —4Puedo ir? No. Voy de trabajo. —2De qué? Trabajo. —3Va Lia? er —Ya veo. |No empieces! Le voy a ayudar con una historia sobre Giudades rurales. Aji. Giudades rurales. ;Si, como no! Para que Esteban haya pedido vacaciones, algo grueso debe de estar pasando, Lo suficientemente grueso como para sacarlo de la esclerosis en la que hia estado desele que Jo conozco. Tampoco Hugo, el editor de la seecién de poll tica, se la traga. Hoy en la manana hablo al departamento. —oye, Emilia, gqué anda haciendo tu papa? — {No te dijo? Se fue de vacaciones. — {A donde? —No s6, con surnovia. Por algiin motivo no me dieron ganas de decirle lo de ‘Tapachala. —1Y por qué no te llevaron? Pues tit por qué crees, Hugo? Vin de la conversacién. Se fio, pero no me engafia, Sé {que le molest6 no sacarme nada, ¢Por qué le preocupa tan- {o? Tal vez le preocupa que le quiten la exclusiva. Vuelvo a pensar en la sefiora que venia con Lia. Hay algo en ella que feconozco pero no sé qué es. Lo tengo en la punta de la len ua pero no puedo decitlo. Irene tiene razén, No solo me inolesta que Esteban no me diga nada sobre qué esté ha Ciendo en el sur, sino que intente ocultarme que se esti ocostande con Lia. Luisa saca otra bandeja de chocolates de la cocina. Me la ofrece. {Quieres —No. Gracias. Sonrie, Sonrio. jBueno! Mas relajada, dejo que el chocolate se dervita en mi hoca mientras intento calcular de nuevo cudntas brujas se transmutaron involuntariamente en cenizas frente a este edificio, Cambio de pista, Ahora suena “She Brings the Rain", Filla trae fa Tuva Mi segundo simulacro del fin del mundo fue cuando las sibanas de la cama se convirtieron en casearones de hue- vo. Vacias, rotas, hianedas. EI, en el baito, y yo poniéndo- me de nuevo mis jeans en el cuarto, Despeinada, pisando Ja envoltura vacta de un conddn, sin querer mirar la carna: enel centro tiene una mariposa roja Queria que mi primera vez fuera con Matias, Pero fue con Ricardo. El tinico novio que he tenido, aunque nunca lo llevé a mi casa. Sébanas rasposas de motel. Su mano sit dorosa subiendo por mi pierna. Dije que siempre no queria. No. No lo dij. Solo lo pensé. Alguien nos abservaba mientras Jo hactamos. (z0 eso fue después?) Salvo por el dolor al principio, no senti nada, Mirando una grieta en el techo y con mi nariz saturada por el olor a citricos, esperé a que apareciera Dios, — ,Dios huele a naranjas? —preguaté la tiltima vez que me confesé. No —me contesté el padre Ignacio Y le cre porque me caia bien, Que hubiera sido compa ero de Eva en la primaria lo hacia especial. Me asombraba que ese hombre gigantesco y eon una natiz como zanahoria hubiera jugado en el recreo con mi abuela, EI simple hecho de que Eva hubiera jugado alguna ver en su vida ya me pa recia sobrenatural, Temblando, pegué la boca a la vendija para que nada mas me escuchara ol sacerdote. —Entonces, gel diablo es el que huele a naranjas? —su sursé nerviosa Me habian dicho que para aleanzar la santi- dad tenias que ver al demonio. A los nueve, yo queria ser santa, pero sin encuentros demoniacos. —Ven aqui, Emilia —comestd él y se rio Sabanas como cascarones. Al dfa siguiente Ricardo les conté a todos sus amigos que nos habiamos acostado, Les dijo todo, salvo que yo me habia quedado esperéndolo aburrida mientras que, sobre ii, 6! hacfa un brevisimo viaje de ida y vuelta, bl problema no es coger, sito que los demds lo descubran. Mas de la mitad de las chayas de mi salén se habian acostado con al guien, pero segufan jugando a ser inmaculadas. No me im portaba tanto que me dijeran puta, sino que Esteban se enterara. Por eso le dije que si queria que siguiera estu. diando, debia dejarme hacer la prepa abierta. Que el siste ma tradicional no iba conmigo, No sé si me crey6 ole dio flojera obligarme a seguir en la misma escuela, pero estuvo dle acuerdo. A cambio, elaro, de que yo terminara antes de dos anos, No me angustié {a presién extra, Lo que me an- gustiaba era que se enterara de cémo perdi la virginidad. ‘Aunque solo yo cumpla con mi parte, un pacto es un pacto, Lin este estado de animacién suspendida en el que me en. cuentro, las noches son frenéticas. No duermo, no sueno No hay estrellas ni luna, Solo luces neén deslumbrantes, alucinantes, que cruzan el cielo como auroras boreales. Or hito a su alrededor hasta que se apagan y es nuevamente de dia, Las voces dentro de las estaciones del metro se oyen mas claramente por momentos. La sirena de niebla les sirve como acompaiiamiento, Parece que abajo hubo al: guien a puntode morir la noche anteriar. Alguien a quien luvieron que eoneciar a un respirador artificial, No sé qué hace una sala de urgencias en el subterrdneo, Tal ver es por si nos bombardean, © por si aparece la mariposa, Oiga su aleteo detras de mi mientras camino por esta ciudad vacia ytd jugamdo comm Volten, Volteo. No hay nada. Sigo caminando, Mi pelo se eriza Un, dos, tres... ;calabaza! Volieo. Nada. Pero sigue aqui, Su presencia invade cada uno de mis cabellos. Crea tanta interferencia en mi eabeza que ya ni siquiera recuerdo eémo llegué asta ciudad desierta. Campo miagnético de lepidéptera oscura, Genera tanta clectrostética comp Jdipiter, Tal vez también pucda oitla en aM. Lastima que no tenga un radio para comprobarlo. Matias fue el que me conté que se puede escuchar a Jt piter en la frecuencia AM. Me Io dijo cuando nos coneci- mos durante la primera fiesta que hizo Esteban en nuestro depariamento de Regina. Acababamos de mudarnos. Yo tenia doce afios. Alrededor de mi papa, como siempre, ha- bia muchas senoras dispuestas a jugar a la casita conmigo. Aburrida, me eseapé a la azotea. Las fiestas de Esteban siempre me parecieron pésimas. Sentada junto a los tan- ques de gas, busqué la constelacién de Orién. Ya no queria ser santa sino astrénoma; algiin dia lograrfa atrapar todas Jas estrellas y etiquetarlas. Como hacia Karina con sus in sectos. Llevaba un rato vigilando el cielo cuando noté que alguicn me observaba, Ali estaba, parado entre los tina cos. Delgado, con su pelo chino a la altura de la mejilla, Matias, de trece, con su playera de Superman. —; Vives aqui? —preguntd sin moverse de su lugar Si, gy tii? —respondi sin moverme del mio. No. Vine con mi papa. Fs la fiesta de un amigo suya. Dice que si vengo con él no se aburre tanto. —La fiesta es de mi paps. Y no es aburrida. —-Lo barré y segui mirando el cielo, Nadie puede decir que las fiestas de Esteban son malas. Solo yo. Matias bajé de los tinacos y sesenté a mi lado, —;Sabfas que puedes escuchar a jipiter por radio? —No es cierto. —;Claro que sil Su campo magnético es tan poderoso que puede captarse por la frecuencia AM. Si nos acercéra- mos a él, nos freiria en un segundo. —2Quién te dijo eso? —Mi papa. Pues te mintié. —Me levanté y caminé hacia las esca- eras sin mirar hacia atras, Pero en el fondo, mientras baja ba para volver a la peor fiesta que ha habido en nuestro departamento, ya no pude sacar ni a Jitpiter ni a Matias de ini cabeza. Los dos siguen orbitando abi, atrayéndome hacia ollos con su gigamtesca [uerza de gravedad. Ese ata Matias y yo pasamos juntas muchos fines de semana. El Ministe io de Relaciones Exteriores de Chile acababa de trasladar jv Ladeo, su papa, al Distrito Federal, y, salvo por Esteban, ho conocia a nadie en México. Ademas Julia, la mama de Matias, habia decidido quedarse en Santiago para conti huar buscando a su padre, perdido en la Antartica chilena. Isla Dawson. LLabuelo de Matias tue detenido durante uno de Los tastrillajes de Pinochet. Su esposa, que entonces tenia sole dos meses de embarazo, intents localizarlo sin éxito, Le lle- garon algunos rumores de que su marido estaba en Punta Arenas, pero nunca pado confirmarlo, Asi, el papa de Julia w perdid en la brura de las noches polares sin que pudie- ran enterrarlo, Aunque el faniasma de su abuelo lo obsesiona, Matias cast nunca habla de él. No importa. Nosotros solo habla: mos de lo que nos distrae. Como del proyecto Perimeter o Ja maquinaria del fin del munco. Se dice que previendo un alaque nuclear por parte de Estados Unidos, la Unién So. viética disené un dispositivo capaz de lanzar autormatica- mente un contraalaque en caso de que no quedara ningun sobreviviemte tras el bombardeo enemigo. El holocauste nuclear servido por la mano de un muerts. Todo el munda std invitado. Algunas leyendas urbanas aseguran que este aparato si gue funcionando y que la Wansinisién de la uv8-76 tiene algo que ver con él, Salvo por algunos ¢asos esparsdicos en los que se han transmitido mensajes de voz, el contenide de la sefial de veinticinen tonos por minuto no se altera De todas las transmisiones del zumbador, la que mas me intriga es la del primero de septiembre de 2010. A las 22:25 horas se corté la transmisién para reproducir un fragmento de £1 lago de los cisnes, de Tehaikovsky, mezclade con un mensaje en cddigo morse. Cuando no puedo dormir intento encontrar la telacién entre ese ballet y la KGN. Sigo sin encontrar la respuesta, pero intentarlo ine relaja. No es cl fin del mundo lo que measusta, sino el hecho de no saber cémo se va a acabas. Matias dice que oft la sirena de niebla que suena a través de Internet regularmente, sin fallar, lo ayuda a continuar. A mi también. Matias, de dieciséis. Con su pelo chino en coleta y sin querer reconocer que también trac a cuestas @ su abuelo, Ni que tiene miedo de desaparecer. Tal vez. por eso siempre deja en los muros de la ciudad un rastro de estampas que ‘A mismo disena, Hace tres anos que no nos vemos en per- sona. Solo encuentros a medias por Skype. Else fue de M& xico después de pelearse con su papa a causa de Julia. Siempre se pelean a causa de ella, Tadeo no soporta que su exmujer trate de arrastrar a Matias al estrecho de Magalla- nes en busca de una tumba inexistente. Tampoco yo se lo perdono. Nos vimos una noche antes de que él regresara a Santiago. Después de intentarlo por anos, de improyisar antenas cada vez més largas y de reciclar radios abandonados que encontrabamos, habfamos logrado sintonizar a Jupiter Sentados entre los tinacos de mi edificio, eseuchando los pulsos mezdlados con electrostatica que salfan de las bocinas viejas de un radio que habfa tirado uno de los vecinos, mira~ mos uno de los punto mas brillantes en el cielo después de Ja Luna. Jipiter. Luminoso como un foco de cien watts; con mis de se- senta y tres Iunas orbitindolo come polillas, Matias estaba tan cerca de mf que podia sentir su calor impregnéndose en todo mi lado izquierdo. Su olor a playa y @ otza cosa, Comenzamos a besarnos; su boca. Espiritrompa. Con ella la mariposas chupan. Anocheee otra ver en el limbo. Se apaga la sirena de niebla y el zumbido de las voees que salen de! metro, Ya no quiero jugar a las escondidillas con la mariposa. Agotada de deambular por estas calles vacias que no me dicea nada, miro hacia arriba y alvido mi nom bire. Una luna verde iluorescente se expande sobre las an- tenas de los edificios, Me jala hacia ella. Vuelo plenilunio cenun cielo de finde mundo. meta conten stream, terantullsm, repeater, russian, radio, software radio, software defined redio, sdr hem" ="Uve-76, buzzer, live EL PUNTO ES QUE tengo que orbitar eorrigienda cons- tantemente la trayectoria para no caer en espiral. Cruzar la linea significe combustion instanténes, Estoy atrapada en un, hhalo de luz verde iridiscente, ;Cada cudntos segundes debo cambrar mi angulo de vuelo para compensar la fuerza de gra- vedad de este cuerpo gigantesco que llena mi cabeza de ruido? Quin eres tie {Quién soy yor —|Bmilia! [Te estoy hablando! |Me lleval Rajo cortienda las escaloras del edificio sin voltear hacia artiba, Secdndome las légrimas, salgo a la calle sin mirar a Esteban, que me grita desde nuestro departamento, Regrosé hace un mes de su viaje a Chiapas, Trajo dulees y una mirada que me asusta, Desde que valvié se la ha pasado trabajando en su oficina y haciendo salidas relimpago a lugares de los que no me dice nada, Cuando le pregunta qué esta investi ganlo me responde fastidiado que ya mne ha dicho mil yeces que tiene que ver con el proyecto de ciudades rurales. 'Si, cémo no! Aunque nunca se ha airevido a decirmelo dinecta mente, sé que no confiaen mi, Dejé de hacerlo el dia de mi primer simulaero del fin del mundo. Estoy acostumbrada a que, salvo por las traducciones gue me pasa, no me hable sobre su trabajo; pero le que me molesta es que esta ver ni siquiera finge, Es como si invirtiera toda su energia en ocultarme lo que esta haciendo. Hoy, como siempre, nos peleamos por una estupidez Estaba grabando la transmisién de la vys-76 en mi cuarto cuando Esteban entré gritando que no poilia concentrarse por calpa del ruido. ;Alucino que se mete a mi cuarto sin tocar la puerta y lo sabel —jEstoy grabando! —protesté y bajé la pantalla de la computadora para que no la viera —2Qué grabas? —Nada —No, dime. Quiero saber. —Solo lo dices para burlarte. [Carajo! Si te estoy preguntando es porque me interesa —Es dela UVB-76, quiero hacer una mezcla... jOWidalo! jeQue?t —Vi la cara que pusiste, Siempre haces eso cuando te estoy hablando. —(No hice nada, carajo! Me fastidié, tomé mi chamarea y salf de mi euarto con éldetras gh dénde vas? —Atuera, Esteban, Dio un manotazo en La puerta. Casi la rompe. No puedes salir ast! — 2 Desde cudndo no? ‘js que no te das cuenta de cémo estan las cosas? Sime doy cuenta, Esteban, Sé que cuando gritas es porqme tienes miedo. Pero estoy harta de preguritar @ qué. Por eso sali corriendo del edificio aunque me gritaste que volviera. No es lo que haces lo que me enoja, es lo que ne haces 2 Respirando hondo, doy la vuelta en la esquina para alejarme de ty de tus gritos, Matias me espera en la calle de Donceles, ;Otro eon el que estoy enojada! Pens6 que no iba a descubrir que estaba en México desde hace un mes. Se contid, Pensé que la memoria «le las paredes del centro era vorta, No esperaba que la noche (ue veniamos de regreso del departamento de Luisa, Irene descubriera el rostio de un. cfclope pegado en un muro. —,Quién los haré? —pregunté sefialande la estampa Mire sorprenciida el ojoentrecerrado y la sonrisa burlona con un par de colmillos de fuera. (jipiter! Saqusé una pleura de mi bolsa, pinté todo el ojo de negro y segué caminando, Tu cidlope ya no va a poder espiarme, Matias, —,Por qué hiciste eso? —pregunté trene cuando me aleanz6, Me encogi de hombros y segui caminando. Al cruzar el porton de nuestro edificio, Irene, sin dejarde hablar, aceler’ cl paso, Senti un cosquilleo en la nuca y me detuve, Irene me jal6 hacia las escaleras. No voltees. Volteé. Pogada en el techo, con las alas negras muy extendidas, estaba una mariposa, Se lanzé contra nosotras. Gritando, corrimos escaleras arriba. Un efclope y tuna lepidéptera en una nisma noche EB sputnik_2012 asec veyager. NASA. http: //voyager. jpl.nasa.qov/science/ jupiter -htnl Jupiter http://radiojove.gsfe.nasa.gov/ observing/sample data.ntn >> FIN DEL MUNDO 00110010 SIAULACION >> 00000010 Al principio no establecimos ninguna conexién entre los skyquakes (cielomotos) y los tres objetos detectados por la NASA entre Saturno y Japiter. Cuando empezaron a llegar reportes de sonidos exiratios provenientes del cielo, lo to- mamos como si fuera un fenémeno atmostérico aislado, Estos sonidos de la iondsfera en acasiones eran estallidos similares a los de un trueno; pero, en otras, mas bien se- mejaban wn zumbido 0 una sirena de niebla, Varios gru- pos religiosos comenzaron a decir que se trataba de las trompetas del Apocalipsis. Intentamos desmentir los rumores de que el cielo se estaba convulsivnando, pero en Internet aumentaban los testimo- nios en audio y video de este fendmeno. La poblacién civil comenzé a inquietarse, Varios investigadores recomenda: ron suspender los experimenios realizados por el HARE (Programa de Investigacién de Aurora Activa de Alta Fre: cuencia). Se desechd esta sugerencia porque se consideré que no habia una relacién estadisticamente significativa enire los Hamados skyquakes y las pruebas atmosféricas del HAARP, Debimos haber suspeniido todo. Pero enionces ho nos dimos cuenta de lo que estibamos atrayendo. No entendimos la magaitud del problema. Nadie lo hizo, Enviamos hacia el interior del cosmos la sefial equivo- cada. Hablamos iniciado la cuenta regresiva de nuestra propia destruccién. Cuando los radares de la NASA y de las otras agencias espaciales perdieron contacto con los abje tos no identificados en el cinturdn de asteroides, se creyé que estos habian sido desintegrados. Las convulsiones at- mosféricas, sin embargo, se valvieron cada vez més inten- sas. Aun cuando el sal no presentaba eyecciones de masa coronal y no se habia registrado ¢! contacto de plasma so- Jar con nuestra atmésfera, Hlegaron a verse auroras a nivel del Ecuador eada noche. Las palomillas fueron las prime ras en presentar cambios en su comportamiento, Enjam- bres gigantescos invadieron las ciudades, asfixiaron a sus pobladores. Después fueron las hormigas, las mariposas y las moseas de la fruta. Algo estaba alterando a todos los in seetos de nuestro planeta sin que pudiéramos evitarlo. Las plagas acabaron con las casechas y obligaron a mi Hones de personas a desplazarse de un dia para otro. El sis tema econémico ¥ politico colpasé. Se declaré un estado de excepeién en todo ef mundo. Los tres objetos no identi- ficados reaparecieron de improviso en nuestros radares. Habian Negado a la Tierra, La Estacién Espacial Internacio- nal fue destruida antes de que pudieran enviarnos la infor- macién que habian logrado tecabar sobre los invasore Intentamos establecer contacto con las naves alienigenas para negociar una tregua, pero no obluvimos respuesta. No nos dimos cuenta de que su respuesta era generar un crecimiento exponencial cn la poblacién de insectos en nuestro planeta. Que ellos tienen tanto interés en dialogar a con nosotros tanto como nosotros con wna hormiga. O al Ienos como nosotros con las hormigas antes de que nos desplazaran Eso fue hace un aio Nunca establecimos contacto con los seres en el interior dle las naves. Los pocas que quedamos huimos hacia el sur, hacia la Antértica. Esperamos que el fifo extremo nos pro: Leja de los insectos. Sialguien ands ha sobrevivido, puede encontrarnos en las siguientes coordenadas: 7755 16640" |7.B5'S 166.667 "C. Repetimos, nuesiras coordenadas son: 7751'S 166'40t 77.85" 166.667 °F Esta es nuestra cltima teansmisién de radio. Dehemos apagar nuestro equipo para evitar ser rastreados por los enjambres blancos que patrullan el planeta. Esperamos poder eyolucionar, adaptarnos a este nuevo mundo en el que so mos criaturas rarginaudes, Hasta ahora entendemos que para los invasores solo somos un experimento que fracasé. >> 00000011 Gkyquakes. Kigh Frequency Active Auroral Research Program. HAARP. Rlaska. —@ sputnik 2012 ah B De #patadeperro con @callejero Medianoche. Luna Hlena, Gorremos pot las calles. La ciudad se desenrosca frente a nosotros, Mafana va a ser otra dad, Semiceulios en sus muros dejamos una estela de per sonajes diminutos que transforman el espacio y lo vuelven, parte de una historia. Nuestra historia, Nuestra ciudad. Bajo el tunel de Circuito [nterior y Juan Fscutia dejamos un ovni que vuela sobre tres vaeas mindsculas. A estas o- ras no dice nada en especial. Pero a las cuatro de la tarde, cuando los rayos de! sol se reflejen en ese rineén, parecera que el ovni est abduciendo a una de las vacas. Ahora Luisa ¢ [rene ayudan a los otros a decorar las ventanas de un edi ficio desabuciado, Manana tendr macetas, tendederos y una nifia asomada por una de sus ventanas tapiadas. Aga- rrados de la mano, Matias y yo eruzamos la calle. Saca de su chamarra un sobre con estampas y me las muestra. Soy yo, parada con los brazos cruzados, mirando hacia arriba. Emilia multicolor en alto contraste. Emilia como una Ma rilyn alestilo Warhol. Te gusta? Sonrio, La idea de que mi rostro esté por todos lados me pone nervinsa, Pero también me emociona. Que todos me Mirenit 14 [una y ka adrenalina me ponen eutorica, No. Es Maitix el que provoea todo. Matias, del que no voy a ena moraine, Las hice cuando regresé de la isla. uDe donde sacaste la foi? —pregunto y le devuelyo el sobre. Me sé tu cara de memoria No inventes! Reimos, De Facebook. Facebook omnipresente, para bien o para mal. Matias me pasa una estampa. {Ddnde te ponemos? Miro alrededor. Hay tantas posibilidades! Noes pagar por pegat, es poner la estarnpa donde tenga sentido, Final mente decido ponerla dentro de una caseta telefénica. En tuna esquiina junto al teléfono para que me descubran espidin- dolos en medio de una conversacién. Si, Me gusta escuchar. —¢A qué le tienes miedo? —me pregunta Matias mie tras me pego en mi rincon, ‘A muchas cosas. —Pero zeonmigo? —A muchas cosas, —aPor qué? eT no tienes miedo? —Si. Pero yo pregunté primero. — jCutdndo regresas a Chile? No 96, Estuve hablando con mi papé, Quiero cambiar- me de carrera, Quiero estudiar cine. El dice que me apoya —2Y dénde estudiarias? —Nosé. —Por eso tengo miedo. —No tiene nada que ver. ;Podemos estar en cualquier parte! Si, el mundo esta afuera, Esperindonos. Lugar eomdin, ‘Yo no sé qué quiero, Matias. Mucho menos sé.a donde quiero ir. —Y eneste momento, quieres estar conmigo? —;Clarol ~Pues empecemos por ahi. Asiento. Nos besamos, Me acarieia y siento ganas de estar 1 un cuarto a solas eon él. Peto no se lo digo, Me aguanto. Ain tengo miedo. Y no es porque él esté dividido entre dos hemisferios, Es por lo que pasé en mi segundo simulaero del fin del mundo, g¥ si estande com Matias las s4banas también se transiorman en cascarones y tampoco siento nada? No podria quedarme acostada oliendo a naranjas mientras él va y viene. No con él, De solo pensarlo, me quedo sinaire, —sDénde estas, Emilia? —Aqui —No es certo Irene y los demas nos aleanzan. ‘aVames por unos tacos? Vames. ‘Tres de la manana. Subo corriendo por las escaleras después de evadir a la mariposa negra que se ha vuelto el centinela del portén, Lepidéptera-Cancerbero. No quiero verla, pero no dudaria que también tuviera tres cabezas. E1 eonserje traté de abu yentarla pero siempre vuelve, Eva decia que las mariposas hnogras eran esptritus que aparecian para anunciar desgra cias. Tal vez por eso ella tenia a esa mariposa encerrada en su eldset. Tal vez queria asegurarse de que el apocelipsis no pasaria de largp, olvickindose de ella, Suena mi celular. Es Matias. Me manda una foto de mi estampa pegade en la entrada de su edifici. Vuelvo a pensar en la pequefia Emilia escondida on un teléfono publico y decido éejar de sentir miedo. Al menos 49 con Matias. Que la primera vex fuera mala no quiere decir que la segunda tenga que serlo también. De toes modos, no hay prisa. 20 si? Abro la puerta del departamento. Todo est apagado, no hay rastros de Esteban. Debe ce es: tar dormido. O con Lia. Paso por el estudio, Me detenga dudando. La compu de Esteban esté sobre el eseritorio. De: cido que es el momento de hacer preguntas. Me siento frente a ella. La enciendo. Fl resplandor azul eléctrica de la pantalla se mezcla eon la penumbra del estudio, un relam- pago congelado, Yuelvo a ver la oruga en la camilla y los elefantes-zombis del cireo. Sensacidn de cataclismo, Mico alrededor con nervins. En noches com esta todavia tengo miedo de que se me aparezca el fantasma de Eva “Los fantasmas te dicen que hagas cosas que no quie- res’, me dijo Esteban una ver. Venia de vuelia de una Fiesta del periédico, Tenfa los ojas rojos y esa mirada que atravie a paredes. No recuerdo qué le respondi, pero desde enton ces, siempre me he preguntado qué tipo de espectros rondan por la eabeza de mi papa. Coma sea, Espero que siga sin hacerles caso. Tecleo la eontrasena de su computadora. Password: emiliavy Invalid Password. {Cuando la cambid? El cursor espera, vuelvo a teclear: Password: emilia estebang7 Invalid Password. No me gusta la alternativa, pero intento recordar euaintos anos tiene ella. Tecleo enojada Password: liago Invalid Password. Password: lia25, Invalid Password, Password: liaSo Invalid Password. Password: iayesteban Invalid Password. Password: emiliaodiaalia Invalid Password. Password: iaodiaaemilia Invalid Password. Password: soyunpes Invalid Password. Password: nochingues Invalid Password. {Cuantos intentos tengo antes de bloquearla? Sonrio. Habia olvidado que Esteban siempre se adelanta a mi cum pleanos: Password: emiliar8 Inwalid Password. JPor qué tanta seguridad? sQué es lo que no quieres ‘que yea, Esteban? Apago la computadora. Voy a salir pero me delengo, Sienio una corazonada, regreso y vuelvo aen conder la Japtop. No pierdo nada con tatar, Password: emilian $Uv876 El monitor se ihumina y despliega el escritorio con varios archivos, :Quién lo dirfa, Esteban? Nunca pensé que ceal mente escucharas lo que te platico. Reviso los nombres de os documentos en el escritorio. No veo nada fuera de lo comin, Claro que no tendrias algo importante a la vista. Paso de un f6ldera ote. Me interno en el laberinto del dis, co duro, Finalmente, en un rineén perdido encuentro un, folder sin titulo, Casi parectera que se ered por accidente. Alabrirlo, despliega otros félders con nombres dle los estados dela Reptiblica, Abro uno tras otro. Mi pelo electeificado comienza a erizarse y me doy cuenta de que a veces es mejor no hacer preguntas. Dictémenes médicos forenses, frag- mentos de noticias, testimonios y fotos. Imigenes de cer pos inutilados, violados, de nifias y mujeres, Una ciudad de arena con eruces rosas. Pero ya no se trata de une sola ciudad, sino de muchas. Quiero dejar de ver, peroalgo en mi esta trabado. El estudio se reduce. Falta el wopadre aire. Sin poder contenerme, salto de un expediente a otro, —iNo! Algo frio y hiimedo sube por mis piernas enrescindose —jMe lleval Pensé que podia confiar en ti Tejo frases aisladas. Tit nunca has confiado en mi Mitad calavera, mitad adolescente. Eseapo del estudio y me encierro en mi cuarto, Tomo La corrieme la llev6 rio abajo. ini iPod y ine pongo los audifonos. Repase las grabaciones Fraciuras miltiples ue he hecho de la uvb-76. Respiro con dificultad, HI aullido Rastro de humo en los pulmones. Ge la sirena de niebla casi logra borrar las imagenes que ta ‘Tres paros cardiacos seguides, ladran mi cerebro. {Como provocas tres paros cardiacos al hilo? Tal vee el Ca Céndor, con su mirada iridiscente repleta de auroras, po- ria decirmelo, Aparece el quinto sello del Apocalipsis Pero atin: no es el fin del mundo. Ni siquiera su sinulacro, Me pierdo en esta ciudad desierta que se enrosca en si mis- Elsello sigue cerrado, Continuo hilyanando palabras en es ma, Sus calles son como filamentos de ana kimpara gigan- piral. Recorro frenética las oraciones casi sin darme cuenta lesca que me deslumbra, Dicen que las maripesas utilizan de lo que leo. a Luna come punto de referencia para orientarse durante La reconocieron por sus registios dentales. sus travesias nocturnas, Par eso, cuando pasan cerca de un Metamorfosis en noventa y seis bits. Reacomedo el co- foco se desorientan y vuelan una y otra vez a su alrededor digo binario. Creo mi propia historia. Muertas no dichas intentando corregir su curso. Es una danza de evasion, no que suplican a un gigante que las manda a la fosa conuin, de fascinaci6n. Ahora soy yo la que intenta eseapar de la Ahi las noches siempre son blancas. Enroscadas en st co- mariposa, pero ella siempre termina reyoloteando a mis, meta, las sanguijaclas negras cle la morgue césmiea recitan espaldas sin dejar que la vea. ¢Quién atrae a quién? Siento cddigos de barras. Pasan lista, Lo siento, ya paso tn nom- de pronto una punzada en el abdomen, como si me hubie- bre. No puedo invocarlo, quedé sepultado bajo el polvo de ran clayado algo, Intento respirar, me recargo en una cabi una polilla transiticida. Silencio. |. camara vigila sombria na telefonica. Enel interior, junto al teléfono, esta pegada mientras cavo mi tumba rosa. Asfixia, Una mano baja de la estampa de una chava en alto contraste que me espia golpe la pantalla de la laptop. Caigo en picada nuevamente Quiéa la puso ahi? alestudio. Volico. Esteban me mira con furia, Me levanto. Me aparto de 61. No puedo verlo a los ojos. jeQué chingados estas ha Acostada bocarriba, con el pelo rodeado de un halo de elec- —Solo queria ver qué estabas investigando. trostatica, miro el techo sin poder moverme. ¢En qué mo- —|Te dije lo que necesitabas saber! mento lo pintaron de negro? El concreto se transformia en iMe mentiste! un agua turbia que se agita cada vez con mas fuerza. Una Intento salir. Me intercepta, Me obliga a verlo a la eara. ola tras otra eruzan de un lado al otro de la habitacion, Se —{.Qué querias? ¢Las descripciones detalladas de lo oye un siseo suave, como el de una television sin sefial, Un que les hicieron? ,Es0 es lb que quieres? pedazo de techo cae sobre mi estémago, Camina hacia mi pecho. Cae otro y otro, Intento gritar pero no puedo. Lo que se mece encima de mi no es agua, Es un enjambre de mariposas, Las mariposas llueven, cubren todo mi cuerpo. Se acerca a ini eara, Lloro, Intento cerrar la boca con fuerza, Pero ellas logran entreabrir mis labios con sus patas frias como acero. La mas grande de todas introduce su cabeza, + abalanza de golpe haeia adentro. Grito. Me siento en la cama, Aun traigo los audifonos puestos. Jalo aire, No aleanza. Todavia siento ka mariposa atorada en la garganta. Toso para sacarla, Lloro, Me ahogo. Estehan entra corriendo, De! buré saca mi inhalador, |Ya ni me acordaba de que estaba ahi! Me lo llevo a la boca, disparo, Espero. Vuelvo a disparar, Poco a poco pasa el ata- que de asma, Pere la angustia sigue. Esteban me acomoda el pelo. — Por qué lo hacen, papa? Nos mitamos. Con la voz ronca de rabia, él me responde después dle dos minutos y una eternidad Porque quieren jugar a ser Dios Temblando, encojo las piernas. Sigo sintiendo esa pre- sencia friay himeda sobre ellas, ME OBSESIONA esta sensacidn en las piernas que no me deja. Me siento como cuando estoy a punto de vomitar y me resisto, pero en ol fondo sé que terminaré haciéndolo, Me da miedo estar sola en el departamento. Esteban esta fuera, De nuevo. El viernes se reporté enfermo y se fue de viaje, Con Lfa, claro, Parece que encontraron @ alguien que les vaa pasar informacién sobre el asesinato de Aurora, Al menos aliora sé sir nombre, También sé parte de su historia: su hija estuvo desaparecida mas de un ano antes de que encontraran su cackiver en una cueva. Entre los expedientes que leé hace dos semanas, estaba el suyo. Aurora logré que detuvieran a uno de los responsable, pero lo dejaron libre por falta de pruebas: fueron devoradas por el agujero negro de un archivero. Domingo de néuseas y peste, Tenemos una plaga de mariposas negras en el edificio, Aungue fumigaron, siguen apareciendo. Hace una semana un enjambre atacd a los clientes de la cafeteria. Irene estd furiosa porque muchos aprovecharon pare irse sin pagar. Antier me despertaron los gritos de uno de los hijos de la vecina de arriba, Resulta que el nifto encontré una mariposa dentro de la lata de chocolate en polvo, Se le pogd en la cara, Ayer Luisa tena una en la espalda. Quiéa sabe cuanto tiempo estuvo abi. Nos dimos cuenta hasta que se pad de la barra y fue al baiio, Hoy me tocé a mi mientras buscaba un foeo para reempha zar el del baiio, Al abrir uno de los cajones del mueble de laentrada senti algo suave que rozaba mi muiieca. Quité la mano al tiempo que la mariposa se lanzaba contra mi, Grité, tila se pege en la ventana. Me escondi tras el silldn., Llamé a Irene para que viniera a rescatarme. En cuanto entré con la lave que le dimos para casos de emergencia, la mariposa empezé a revolotear por Ia sala y salié por la puerta. [rene volled a verme enojada, jNo manches, Emilia! —22Y0 qué?! {Miralal ;Lo hizo a proposito! Estas bien pinche loca —me dijo antes de volver a la cafeterta Pero la verdad es que las mariposas nos estin desqui ciando a todos, no solo a mi. El supuesto experto en con- trol de plagas nos dijo que son especimenes de Ascelphata Odorata. Se supone que solo se encuentra en los cemente- rios; chupa el néctar de las flores en las tumbas, Aunque vivimos en el centro, Tal vez abajo de nuestro edificio hay enterrado un tzompantli, Suena el teléfono. Es Irene, para avisarme que ya volvieron a fumigar. Pero hoy prefiero no salir, Suena el teléfono cle nuevo, Hablando de plagas, es Hugo, Ha estado Hlamando todo el fin de semana, —,Ddnde esta tu papa, Emilia? —Ya te dije que con en el doctor, Hugo. —:En dorningo? — je digo que Hamaste? Ota vex Me cuelga, Desde que se enterd (no sé cdma) de que Es- teban y Lia hacen una inyestigacién sobre feminicidios, se la ha pasado fregando, Pal vez. le dio coraje que le gana- ran la noticia. Aunque segtin yo, a él solo le interes reco- rrer cantinas y otros lugares en busca de una exclusiva y algo més, El jueves en la noche nos cayé de sorpresa mien- tras cendbamos y empez6 a reganar a Esteban frente a 1, |Déjalot Esteban solo se encogié de hombros. —Dejar qué, Hugo? Me dijeron que estuviste por el sur. i, las cascadas de Agua Azul son impresionantes —No te hagas pendejo. Pensé que Esteban iba a golpearlo, pero solo volted a verme y sonri6, Emilia, {no ibaa con Irene? No sé qué le dijo a su companero después de que me fui, pero media hora después Hugo salié del edificio como silo persiguiera el diablo, Esteban es terrible cuando se enoja. Tal vez después de todo, si es un verdadero profeta Reviso las ventanas para asegurarme de que no pueda en lear ninguna mariposa. Mi pelo sigue eleetrificado, ast que aunque el portero ¢ Irene digan que ya no hay nada, yo sé que no es cierto. PP callejero SJ Asputnik_2012 => Evangelion Las néuseas aumentan. No sé sies por la peste de lepidép- toras, los cacahuates con Miguelito, las imagenes del in fierno que tengo tatuadas en la mente © por Matias, que viene al rato. Vamos a hacer un maratén de Neon Genesis Evangelion. Dice que es una serie clasica del mecha y que no puedo seguir viviendo sin verla, Cuando se trata de ant me y manga, a veces intensea. Pero algo me dice que no va- mos a ver todo Evangelion como planeamos. Al menos no si estamos solos. Aumenta el frio en mis piernas. Busco mi jhalador, por si acaso. ; Estaré yendo demasiado ripido? Pero bueno, nos conocemos desde hace cine anos y he mos escuchado juntos a [tipiter. zNo cuenta? Suena la sirena de niebla mezclada con. Jl lago de los tin bote de basura lleno de polillas atravesadas con alfileres cisnes? Estoy sentada en un columpio del parque en el que y las alas rotas. : Qué sentido tenia capturarlas entonces? he estado dando vueltas, cn un intento por escapar de la Una tarde que no estaba ninguna de sus amigas de la cus mariposa, Decido meterme en la primera estacién que en. dira, Karina me dejé acompanaria al parque a buscar mari- cuentre, Pero no quicro que ella one siga, Meciéndame, re- posas. Durante dos horas no vimos nada, y ella comenz6 a cuerdo de pronto una de las tantas transmisiones que decir que era mi culpa, que yo las estaba asustando. grabé del zurmbador: “0v8-76, vn 76. 75-59-7559. 39 52-53- -|Quéslate aqui! Ya no me sigos —me ordené y se alejé 58. 5-5-2-5, Konstantin -1-9-0.9-0-8-9-8- Tatiana Oksana-An entre los arbustos, Eastidiada, me fui a los columpios. El na-Elena-Pavel-Schuka. Konstantin 8-4..9-755.9-Tationa, sol estaba'a punto de ponerse cuando ella vols frente a mi Anna Larisa Uliyana-9-4-1-4-3-4-5". Repito ahora los nom- Negra con matices tornasolados en las alas. Bajé de mil co: bres en vozalta, Tatiana, Oksana, Anna, Elena, Larisa. Uliya- lumpio y me ace-qué a la mariposa, que chupaba con su na. Una de ellas se llama como mi madre, Al ver los lirios lengua €l centro de unos de los lirios junto a la fuente. Su que crecen frente alos juegos, me paro en seco. Déjd-vu. ojo estaba fijo en mi mientras lamia el néctar. Me acerqué ‘Ya estuve aqui antes. En este parque y en este mismo co: inas. Le ensené mi lengua. Ella comenz6 a chupar mas ré- lumpio. ¥ con estos Lirias pido. Sonres. Un relimpago blanco cay entre nosotras, ¢Me habré conducide la mariposa hasta aqui? Dicen Con la mariposa dentro de un frasco, mi prima corrié a su que cuando quieres poner a una hormiga en tu mano, solo casa. Yo la seguf sin decir nada. lienes que perseguirla con la otra, Este juego de las escon. Karina puso a su presa sobre el escritoriv, luego sacé su didillas cobra de pronto otro significado. Me mezo bajo el equipo de diseccién. Cansada de revolotear sin encontrar cielo verde fluorescente. ;Qué medicamentos me estarn la salida, la mariposa tanteaba el vidrio con su espisittompa. moetiendo alld ahajo para que aqui se produzean estos to Debi haber abierto la tapa, Pero no pude. No querfa que mi nos tan alucinantes? Me columpio con fuerza preguntén prima me pegara, 0 tal vez también tenfa cusiosidad. Kari- dome si las maripases ven a colores. na entreabrio el frasco, Luego de echar al interior un algo Cuando cumpl siete anos, internaron a Eva en Urgen- don con éter volvis a cerratlo. cias para quitarle un rifién, Como Esteban se encontraba —Mira —me orclené de viaje de trabajo, tuve que quedarme dos semanas en No recuerdo qué hizo la mariposa. Si siguié chupando casa de Karina. Fue uno de los peores veranos de mi vida. el vidrio 0 no. Solo recuerdo su oje fijo en mi, como sisi Mi prima s¢ la pesé haciéndome llorar cada vex. que podia, guiéramos en el parque. Dentro del oo compuesto de una Solo cuando eazaba insecios me dejaba en paz. Su cuarto Tapidéptera hay millares de ojos diminutos llamados ome- estaba lleno de cuadros con mariposas que ella misina ha- tidios. Mientras la mariposa agonizaba en su camara letal, bia atrapado. Cada vex que entraba ahi, mi pelo se erizaba ghabra visto a través del vidrio miles cle Emilias espiaindo- Cuesta mucho montarlas sin que se les rompan las la en caleidescopio? Mil ojos para nada, Mi tia nos Hlamé a alas, Por eso practiqué primero con muchas polillas, —Me cenar, Karina sacudié el fraseo, La mariposa ya no se movia. presumia, mostrandome su mariposarie en animacion sus- ‘Mi prima quité la tapa y la sacé, pendida. Y yo solo la miraba asustada mientras imaginaba —2Se murid? 58 9 Que si. —{Movié la lengua! — {Noes cierio! Si la movid! {No la toques! jLa vas a romper! Mi prima me empujé y puso la mariposa en la tabla de montaje con las alas extendidas, colocé un trozo dirninuta: de algodén en su abdomen y le clavé un alfiler, Con un rte lo debajo y el metal fifo atravesdndola, la mariposa siguid mirandome Eras ti, gverdad? Si, (.) Pucliste verlo? Que? HI momento preciso en que mueres. No. No, no creo. Segura? iNosél fo) (2) Dilo. No. Dil, No. Dito. Noo. BDilodilodilodilo. Nononononenonono. (No! jgOUR LO DIGASHH! Tedavia estahas viva. St @Por eso estis aqui? {Mit qué crees? gPor qué te escondles? Ma vas a dejar que me meta en tu boca? iyi Noll! Entonces, spara qué quieres verme? Me bajo del columpio, me alejo del parque. Ella aletea detras de nif, Reanudamos la persecueidn. Pero abora s8 que es parte del juego. Que huyendo es como voy a encon- trar la salida correcta, Mariposa guia para una Emilia en coma. Liegamos a Viaducto, Rio Piedad en tierra de nadie. Mi corazén se acelera. 4£L0 habré visto realmente? Jse instante en el que alguien, muere? {(Aleteo) Matias y yo nos besamos en mi cama. Tal y como predije, no llegamos ni al cuarto episodio de Evangelion. Por el mo- mento los angeles que vienen adestruir nuestro planeta se quedarin en pausa. Empezamos despecio, platieando du- rante el primer episodio, Me dice que Esteban Hamé a su papa en ls manana —.¥ de qué hablaron’? le pregunto sorprendida, Salvo por las teuniones en las que coineiden, tiltimamente es muy raro que platiquen. —No sé. Pero cuando colgé, mi papa se vefa muy pteo- cupado. ‘Tal ver Esteban presintié lo que hariamos mientras él andaba fuera y quiso advertirle a Tadeo, No sirvié, EL se- gundo episodio lo vimos a medias nada més, Solo una que otra escena mientras saliamos a tomar aire a la superficie. Encl tercer episodio, el sillon de la sala nos qued6 chico. Me agarro de su espalda mientras él besa mi cuello, Me sostengo con fuerza, coma si asi evitara la desintegracion. de todo a mi alrededor. Desde que abri la caja de Pandora en la compu de Esteban, parece que las paredes de este de- parlamento y de mi vida estuyieran deienidas solo con cinta adhesiva, Dicent que la tercera generacion siempre re- pite la historia de la primera, Isla Dawson, Matias, de mirada blanca, flotando bajo el hielo, Por qué pienso en esto mientras él me desabrocha la blusa? Algo eruje. Ain nb. Intento ahuyentar los espectros. No quiere pensar en ellos ahorita, Ni en Esteban, ni en Eva, ni en las mariposas. Ni en el asma, para el caso. Ahora me falta el aire, pero sé que es porque siento su mano subienda por mi pierna. Le quito la playera. Me besa en el cuello. Acaticia mis pechos Un momento de susto, —Traes condén? —Si, En la Kimpara de! techo veo rellejada la Via Lactea, AS- cendemos como bolidos hacia ella pero no pasa nada, Algo nos jala de vuelta, Abro los ojos. Desde el pasillo, Esteban me mira, igCudnto tienspo lleva ahi?! Apofie. Asteroide. 2036 /yww.nasa.gov/mission pages/ astoroide /news /astereid20130110. html >> FIN DEL MUNDO 00110011 SIMULACION >> 00000010 Apofis. Dios egipcio del caos y de la oscuridad. Apep. Ene- igo de la luz y de Ma’at, la verdad, Serpiente del Nilo con, cabeza de pedernal, Su cuerpo de quince metros.de largo se enrosca asfixiando los rios subterraneos. Todas las no- ches injenta hipnetizar con su mirada a Ra, el Sol, para de- vorarlo, Los sacerdotes se lo impiden con sus rexes. No podia llamause de otro modo, Apotis. Asteroide del fin del mundo. Para que se estre- Hara contra la Tierra debia cruzar por el ojo de una aguja, Nuestros calculos demostraron que la probabilidad de que esto pasara era pricticamente nula, Dueies del cosmos, domadores de la naturaleza. Eliminamos el caos de nue tras plegarias. En cl 2029 detenainos tres bombos atémicas en el centro de Apolis para desviar su trayectoria, No era necesario, Pero queriamos demostrar que éramos capaces de alterar la orbita de un asteroide, El caos tiene sus reglas y con frecuencia nos toman en, cuenta, Predicen cual va a ser nuestra reaccion ante la incer- tidumbre. Saben que nos gusta el control, La detonacién fue mas fuerte de lo calculado, Apofis se quebr6, Sus frag 8 mentos se précipitaron sobre nosotros. Destruyeron siete ciuidacles y partieron en dos el Mar Muerto. Los escombros salieron proyectados hacia la estrast6sfera, lo que generd un invierno nuclear. Las particulas en la atmosfera se car- garon de clectrostitica y provocaron tormentas elécticas que duraron meses. Por la noche ya no podemos ver la Luna ni las estrellas, solo rastros fluorescentes de reldmpa- gos. Nuestra piel se ha erizado y nuestro pelo flota en el aire con un resplandor fluorescente, Pero sobrevivimos, Pensamnos que lo peor ya habia pasado, pero nos equi- vocamos: en cada fragmenta de Apofis habia trillones de esporas mietoscépicas. Suponemos que los minerales en los meteorites les sirvieron como escuuto al ingresar en nuestra atmosfera y que por eso no se incineraron. Esel ano 2036. Las esporas se mezclaron con la vegetacién de la Tierra y el resultado fue un ser hibrido: una especie de arbol que crece hacia el interior de la tierra, Decimos que son arboles porque no tenemos otra palabra que los deseriha mejor. Vistos desde la superficie parecen un capullo. Pero con nuestros radares hemos podido ver que sus ramas se estiran, perforan la roca ¢ incluso provocan movimientos tehiticos y flujos magmaticos. Como sucedié en México, pueden al- canzar el manto en medio ano, $i permitimes que sigan creciendo, eventualmente alcanzaran el centro de nuestro planeta. Lo hardin estallar. Estos seres subterraneos producen infrasonidos que pr vocan desorientacién en las pocas aves migratorias que quedan. Han erradicado nurerosas especies animales y vegetales. Entre ellas, las rosas. Quedaba una pero se la co mié un cordero, Observando su comportamiento, hemos llegado a la conclusién de que no es aleatoria. La manera en que estos entes avanzan consiruyendo timeles y bove- das bajo tierra demuestra inteligencia, Saben que los estamos observando. Si nos acercamos a ellos, lanzan seftales ullrasénicas distintas a las que emiten cuando estan solos. Cuianclo los matamos, no opanen resis tencia, Pero cuando nos deshacemos de uno de ellos, otros siete comienzan a crecer exponencialmente en otro punto del planeta. Comp sila criatura que destruimos les hubiera pasado toda su energia. Nos hemos vuelto jardineros de nucsto plancta. No podemos hacer otra cosa mas que po dar estos Arboles subtervneos (que se han vuelto nuestra fuente casi exclusiva de alimento) y excavar en busea de sus semillas para destruirias antes de que germinen, Pero son demasiadas, No podemos encontrarlas todas. Las semillas de Apofis terminardn devorando la Tierra. >> 00000011 ‘TEMBLANDO, pegué la boca a la vendija para que nada mis me escuchara el Sacerdote al otro lado, —Entonces, gel diablo es el que huele a naranjas? —su- surré nerviosa, Ven aqui, Emilia —contesté él y se rio. Fui, Me sento en sus piernas. —¢Por qué piensas que se te puede aparecer el diablo? ine pregunto y puso su mano fria y sudorosa sobre mi rodilla —Dicen que para ser santa tienes que ver al diablo —le dije intentande ignorar esa mano hiimeda que comenzaba a reptar picrna arriba, —¢¥ Ui quieres ser santa? —5i. —Tii nunea vas a serlo —susurré él. Bajo mi falda, un caracol viscoso intentaba escurrirse debajo de mi ropa interior. —2Has visto peliculas con gente desnuda? —No—menti. Pasos, Alguien tosid, La mano huy6 pierna abajo. Yo co- rf hacia la calle, Ya no supe quién ronda cuando huele a naranjas, si Dios o el diablo. Padre Ignacio, detector de santas falsas. glabra tratado de hacer lo mismo con Eva cuando iban juntos en primaria? La tercera generacién, Mi abuela ¢ Ignacio atin-no-padre escondidos bajo las escaleras desu escucla, Ele alza la falda y... Emilia, ;te estoy hablando! Volteo a ver a Esteban, que me mira con furia, (Yo de- beria ser la ofendidal En especial después de que conrié a Matias del depariamento, Amablemente, pero lo corrid, —{No hicimos nada! jNo mientas! —Ya no soy un nina. Sé lo que hago. Pues no parece! No me engana. Sé que lo que le enoja es que rompa su pacto, no que pueda embarazarme. —Tti vas con Lia y no digo nada. Esdiferente. —4Por qué? Ti eres mi hija. —Y teres mi papa. — No quiero que arruines tu vida! —jNo soy mi mamé! De dénde salié eso? ¢Por qué lo dije? Ahora si se me va armar. Pero Esteban solo sale del departamento dando un portazo. Suena el teléfono. No contesto, Me acuesto en mi cama en posicién fetal. Miro las grietas en la pared pero ya no espero que nadie se asome por ellss. Vuelve a sonar el telefono. Una y otra vez, jCémo friegas, Hugo! ¢O sera que alguien lo estd presionando para que hable con Esteban? Alguien que quiere saber qué esté haciendo exaciamente mi paps. éQuién? Pienso en Aurora. Sonrie a la edmara, nadie va a Nenir, Las sombras en les esqinas de mi cuarto se oscurecen Lloro, Esteban, regresa por favor. Tenias razén, Es mejor no saber, Y no recordar. El teléfono sigue sonando. Disparo mi inhalador Nauseas transmutadas en asfixia. Avanzo por Viaducto, La mariposa me ahuyenta, me conduce hacia el centro de la ciudad. La sirena de niebla s ha interrumpido dejando el limbo en silencio. Me encue iro de pronto frente a la casa de Eva. Esta tal y como estaba antes de que mi tia nos obligara a venderla. Después del funeral de mi abuela, Esteban y su herma- na dejaron de hablarse, Desde entonces, Karina y yo no nos hemos vuelto a ver, ni siquiera por las redes sociales, Y no es que me duela mucho. Mi tia Yolanda jusaba que Eva era millonaria; que en su casa tenfa escondidos cente- narios de oro, esmeraldas y no se qué otros tesoros. A los dos dias de haber enterrado a mi abuela, ya estaba esear bando en los cldsets, lo cual a Esteban y a mi nos parecié pésimo. kn realidad la matnd de Karina tenfa razdn: Eva si tenia tesoros escondidos, pero no eran como su hija espe- raba, Vaciar los cuartos nos lev6 toda une semana, Fue como hacer tna excavacién arqueolégiea. En uno de tantos armuarios, encontramos una montana de bolsas de mano, Cada bolsa, ademas, tenia algo adentro, Termémetros, Ha- ves, frijoles rojos, angelitos de resina, botones, quinientos rosarins, pilas con los quimicos de fuera, caramelos, figuras de pacimiento momificadas con papel de bao, una mune cacon el rostra leno de hongos y un ojo chueco. Toda una vida reducida a veinta balsas de basura. Pero el mejor de Jos tesoras estaba en un joyero en el buré junto a la carna de mi abuela, Al verlo, mi tia se abalanz6 sobre él sin dejar que lo to- cdramos. —\Carajo, Yolanda! ;Ni que te lo fuera a robar! —| Esteban. —, Qué? Mi mama siempre dijo que este era mio. Humedeciendo sus labios, mi tia abrié el pequeno cofre, Descubrié una petla, la tomé con cuidado y la observé de cerca, Lucgo arrugé la nariz, grité y aventé la joya al suelo. En realidad no era una perla sino un diente postizo. Y no grito 9 ra cl Ginico. En ese joyero, mezclado con unos cuantos co llares de cuentas, estaban todos los dientes postizos que habia usado mi abuela durante los ditimos veinte afios. Molares, premolares, incisivos, caninos, frontales, Dos den- taduras y media en fragmentos. Mi tia salié corriendo del cuarto hecha una furia. jOlvidaste tu herencia! —le grits Esteban entre carca jadas Su hermana no respondié, Desde ese dia solo negocia rona través de abogados. Tal yez.si yo no hubiera abando- nado a Eva por ir al eirco, también me habria reido junto con Esteban. Pero después ¢e un simulacro del fin del mundo no te quedan ganas de nada. Al menos no por un tiempo Ahf fue cuando empecé a sentir curiosidad sobre como es ese instante en el que todo desaparece y dejas de existir. A ‘veces imagino que es como ese momento en que vas en el metro sobre la superficie y, de pronto, se sumerge bajo tie ra, Ese segundo en que la luz neén se intensifica sacando cosas que no estaban ahi Pero no fue suficionte. No. Tres meses despues, Esteban y yo tuvimos que mudarnos. Mi tia se negé a que le compraramos su parte de la casa Prefirié vendérsela a una inmobitiaria que la tird para construir un edificio de departamentos. La tarde antes de Ja mudanza, yo estaba sentada en la tereaza del cuatto de mi abuela cuando senti un cosquillea en ol dorso de la mano Era una hormiga negra, miniiscula, Prizero jugué con ella La hice pasar de una mano a otra, luego la obligué a saltar de hoja en hoja. La puse en la jardinera, Caminé hacia una esquina (ereia que estaba sola), adonde estaba su hormi- guero. Tomé la lata de inseeticida, lo rocié, Las hortnigas intentaron escapar, pero yo volvi a rociarlas. No solté la 70 valvula sino hasta que la lata quedé casi vacta, zDénde habia quedado la hormiga que habia seguido? La que habia pro- vocado la aniquilacién, Ya no estaba. Por mi culpa. Escondi la masacte bajo tierra y tiré la lata de insecticida a la basura, aor qué to hiciste? Nolo sé. @sputnik_2012 7h 18 afios, #fiesta Bailo en la azotea, “Sub Ze’, de Rick Mitchells, Todo el edi cio estd invitado a mi fiesta de campleafins, Nadie le dice que no a Luisa, El que solo estén ocupados cuatro departa- mentos no le quita mérito. Bailo porque no quiero pensar en lo que pas6 hace una semana, Esteban esta oficialmente desempleado, Aunque extraoficialmente es otra cosa, No era Iugo el que Hlamaba la otra noche. Era el director del periédico. Al parecer ese dia salié un articulo distorsionando de manera malinien cionada unas declaraciones del embajador de China en México, Esteban dice que él nunca aprobé esa nota, pero es su palabra contra la de todos los demas. Y como no qui- so entrar en detalles sobre por qué falt6 un dia al trabajo, loecharon. 2Y qué van a hacer? —le pregunté mientras comiamos el lunes pasado. Listeban y yo no camiames juntos entre semana desde que yo tenia trece. Pero ahora todo esté al revés, Incluso parece haber olvidado la pelea que tuvimos elotro dia, Ni siquicra parece recordar lo que dije sobre mi madre {Pues qué puodo hacer? Seguir. Cuando acepté ayudar ‘a Lia no sabia bien lo que tha a pasar, Emilia. No alcancé a a ver la magnitud de esta situacién, De la gente que esta invo lucrada. Pero debo continuar. Aunque no quiera —gA quién van a darlelo que han encontrado? Eneso estamos. Porque si van a publicarlo, gverded? Esteban no me respondid, Volvi a pensar en el director del periddico y en todos los demas. En esas personas sin cara que lo ven todo. Me desespera sentir que estoy al mar- gen. Ver involuerado a mi papé en algo tan grande y no poder hacer nada. Esteban. —eQue? —Quiero ayudar. —Ahorita me ayudas cuidandote, —No es suficiente. —Ya te tocard hacer algo después. —Yo no quiero después. Yo quiero ahora Me tomé la mano. —Antes de la universidad, estuve de viaje seis meses por Sudamérica. —Ya sé, ahiconociste a Tadeo Si, Tal ver seria bueno que ti también To hicieras. Quité la mano con molestia. Vieja? ii {Por qué no quieres que esté aqui? —No empieces. —Acaban de corerte, gy quieres mandarme de vacacio- nes? ZO no quieres que tenga novio? —eMatias yt —Supongo. jgSupones?! —iNo me cambies el tema, Esteban! —|Me lleva, Emilia! (Parece que ni me conoces! Qué esta pasando? Estchan se levanté, recogié los platos y comenzé a lavar los en silencio, Por eso hablaste eon Tadeo, zverdad? Como supiste? 2Pues cémo crees? Matias me contd. Dice que una amiga suya puede recibirte con gusto. Yo tengo algo ahorrade y van a darme mi liquidacién. El mundo al revés. Ahora que Matias esta en México, soy yo ala que quieren mandar a Chile. Me paré junto a Esteban, pero él siguié lavando trastes sin mirarme. —2Y euindo quieres mandarme para all? —No es que quiera —Odio que me muevan de un lado a otro sin preguntar- me. —De todos mados el cambio te va a servir, No puedes seguir encerrada. Tu construiste la burbuja, Esteban. ¢Recuerdas? Cerré las Haves del agua, Ahora si volted a verme, —sTienes miedo? —le pregunté Pausa y tres segundos. —Mucho. Hour of the Wolf: La hora del lobo, Bailo sin detenerme, como queriendo entrar en trance. El vodka con agua quina ayuda, Dentro de dos dias cum plo dieciocho anos. “usa”, de Shogun, y mi ritmo es otro No me importa quign esi a mi lade, Ni que sea luna llena © no, Mi cuerpo es una extensidn de la plaza de Santo Do mingo, que se extiende allé abajo. En mi ombligo también han hecho autos de fe, Pienso en Esteban miréndome an- gustiado junto al fregadero y me pregunto qué diria si le contara por qué nunca pudo convencerme de hacer la pri- mera comunién, Pero no puedo. Secreto de confesién, paps “skydrop”. Volteo. Matias esti frente a mi, —Feliz campleatios. —4No que llegabas a las once? —Irene me pas6 mal el niimero del edificio. irene! Volteo enojada a ver @ mi amiga, Pero ella sigue bailando eon Luisa sin mirarme. Ceguera selectiva. —Me hubieras marcado, —lo hice. Nos alejamos de la flesta, Observainos desde una esqui na de la azotea el antiguo Palacio de Ja Inquisicién, Tiene Jogica que luego se volviera la escucla de Medicina, Miro el punto brillante junto ala luna Te quedaste ti con el radio? —Te lo quedaste ti —No mientas Nos vemos Esteban quiere que me yaya un tiempo, Creo que lo estan amenazando. —gEstds segura? Por qué le entré la prisa de que me vaya, entonces? Y ga dénde quicre enviarte? —A Chile, Sonrfe. También capta la ironia, Por eso hablé con mi papa, gverdad? Si. Sivoy, :vendrias a verme? Se queda callado. La pausa se estira demasiado. Me alejo molest, ‘Olvidalo, Regreso a la fiesta. The Optical Illusion: Ilusién éptiea Lo siento, Matias. Ya no soy una Emilia bidimensional con. Ja que puedes evadirte cuando no quieres pensar en tu ma- dre y sus fantasmas, Bailo, Medusa. Una pausa.’Te miro de reojo mientras platico con Tene y Luisa. Sigues donde te dejé. No te asusta que vayamos rapido. Te asusta que repita la historia de tu abuelo, Se busca Imposible”, de Hocico. Me rio, No recuerdo bien e6mo va cl chiste que estoy contando. Ellas se dan eucnta, pero fin jo que no pasa nada. Volieo. Ya no estas, “Sirius’, de Mika Kuisma, Bailo nuevamente. El vodka esta haciendo efecto. Ni siquiera es seguro que vaya a Chile. Tengo todo un mundo para mi, pro, Matias? “Fireflies”: Luciérmagas. No me importa estar sola, Me diluyo, “Good Day Today’, de Lynch, para terminar. Hoy fue un buen dia, Desaparecida, “Mundo ConTINUO POR VIADUGTO. £1 aleteo de la mariposa lo llena todo. Aumenta de volumen, se transforma en el ru gido del metro atravesando las visceras de esta ciudad fan- tasma, Siento una punzada en el estémago. Gomo si me hubieran dado un punetazo. Me doblo adolorida. Palpo algo himedo en mi camis6n, Yeo mi mano: estd pirpura. Bajo el concreto, las tuberfas comienzan a vibrar con fuerza Se sacuden al ritmo del yuelo de la lepidéptera. Estallan li- berando un tsunami de aguas negras. Fl Rio de la Piedad me arrastra hacia el centro. Ruge una marejada naranja. Se abren las puertas. — (Emilia! ;Apirate! ‘Vhateloleo. Zumba la alarma dentro del vagén, Reacciono. Salto al interior justo antes de que se cierren las puertas. Me siento junto a Irene y Luisa, que se adelantaron y han logrado apartar tres lugares. 2.Qué tienes? —_me pregunta Luisa Niego. Estoy fastidiada de hablar de mi, De tener que explicar. Nada. —als por lo de Chile? [rene, a veces quisiera que no me conocieras tanto, Es todo. Matias, Esteban. De qué sirve ser mayor de edad, giiey? Un hombre con un portafolio viejo de piel se sienta al otro lade del pasillo. Suda, se acomeda los lentes de vidrio verdoso. El metro es la dimension desconocida y en ella encuentras de toclo. No me gusta emo os mira pero intento ignorarlo. Guerrero, Un minuto o menos para conectarme alared, callejero im #amistadesvirtualesmasimportantes@ sputnik_2012 ED sputnik_2012 dsec #cosasqueanadieleimportan @callejero Luisa, que esté a mi lado, me espia. —Dale chance. .Quéesperabas que dijera —1Yo no espero nada! —proiesto mientras escondo el celular. —Aja. —Solo le pregunté si irfa a visitarme. A ustedes tam- bign les pregunté y dijeron ques, Pues si. Pero no es lo mismie —dice Irene y se pone brillo en los labios. —Yo no tengo alla una mamé loca a la que no quiero ver —remata Luisa. Dos contra uno, Asi no puedo. Guardamos silencio. El hombre vuelve a acomodarse los lentes. Bl pelo en tni muca se eriza, Huele raro, Un tren en sentido contrario pasa jun. to a nosotros. Truena, Me sobresalto. Irene me toma del brazo. —jEstis bien? Asiento. Ya no quiero seguir con este psicoanilisis de yagan, Nos detenemos, Hidalgo. Entaa un niiio con el torso desnudo y la espalda llena de cicatrices. Se cierran las puertas, Retormamos la marcha. E nino extiende una manta cubierta de vidrios, Habla. No entiendo bien qué dice. No hablo chemo, Se tira de espaldas contra los cristales rotos. Come fondo, la mezcla de cumbias de moda que viene ofreciendo un yendedor en otro vagon. Juarez, El pequeno faquir se levanta y pide su pago. Le damos cinco pesos. El nifio pasa al siguiente vagén. El hombre sigue yiendonos, Luisa e Irene ya lo notaron tam: bién, Preferimos no hablar. Cuento las estaciones que fal- lan para poder subir de nuevo a la superficie. Irene me mnira preocupada, En el fondo tiene miedo de que me vaya a quebrar, No voy a hacerlo, Balderas. Al nenos no ahora, Es solo que siento que tengo menos chance de hacer lo que quiero, de ser yo. Y nv, no espero que Matias vaya al fin del mundo conmigo. ;Claro que no! gPor qué pensé que haber escuchado juntos a [Gpiter nos hacia especiales? Qué idiotal Nifios Héroes. Vuelvo a recordar exe domingo en m enarto y olvido que estoy en el inframundo, Hasta que veo de reojo que el hombre de los lentes saca una hoja de su portafolio y la pone al frente, Volteo aunque no quiero. Es ja foto de una chava come de mi edad. Mira fijamente a la cémara, Tiene una especie de babero hecho de gasa, Como siestuviera en el dentista, El babero tiene manchas de san- gre. Su cara esta cortada, golpeada. La maquillaron como lun payaso, Su mirada, Es como si un chorro de agua [ria me golpeara en el estomago. Un zumbido, Un relampago blanco. Se abren y eierran las puertas. Hospital General, El hombre ya no esta. El metro avanza. No pudo ser. No en medio de toda esa gente. Centro Méd co, No. No con todos mirando. Etiopia. Bajamos del metro. n Hlandén ests vacto. - Lo viste? —me pregunta Irene. Apenas la escucho, Nos miramos asustadas. Asiento, Si, vamonos —dice Luisa. sta llorando? Corremas escaleras arriba, En la superficie, caninamos como zombis por las calles. La Virgen del Transito nos vi- gila. Fs curioso, Irene y Luisa parecen mas alteradas que yo. {Qué me pasa? {Sera que me estoy acostumbrando? {Anos de entrenamiento viendo las portadas de EI Crifico me han inmunizado? Nos desviamos mucho, Revisamos la direccién. Debimos haber bajado en la estacién que seguia. Cruzamos un eje vial. Ye no sé si quiero ira la fiesta, Subo. a la banqueta. Algo cruje. Una descarga recorre mi espina dorsal mientras siento cémo el caracol estalla bajo la suela demi sandalia, Levanto el pie y ruego que no sea lo que sé que fue. Veo embarrada en la banqueta la pulpa ascura. Los fragmentos de la concha. El crujido que suena una y otra vez en mis oF os. Es como un grito. Cruje como huesos, Y¥ la cara maqui- ada, la gasa cubierta de sangre, Cruje. Cruje. Cruje. Grito para dejar de oir el crujido, Luisa e Irene intentan tranqui- lizarme. Trato de calmarme, pero no puedo. De pronto, todo cobra significado. Yano me parece una buena idea que mi retrato en alto contraste eaté pegado por toda la ciudad, Comienza a parecerse demasiado a los cientos de pésters en las paredes del metro. Se busca, Desaparecida, é cémo logré salir del rio de aguas negras. Por encima del puente peatonal en el que me he refugiado, revolotea la mariposa, Ya céllate! eYa vas a dejar que me meta en tua boca? iNo! Entorices no me catio, Comienza a hacer mas ruido para provocarme. Por eso 6s mejor no discutir con las mariposas. La ignoro. Camino sin fijarme en si me sigue o no, Yano la necesito, Final- mente sé cual estacién del metro es la correcta, Aunque no me guste tener que oft de nuevo el crujido de un caracol estallando hajo mis pies Nunca habia visto u Esteban entrar en painieo, Cuando Irene, Luisa y yo le contamos por qué volvimos tan temprano, se puso blanco y me abraz tan fuerte que me sac el aire. — Me estas lastimando! —protesté con nerviasismo. No lo dijo, pero sé que piensa que lo estan amenazandlo, que me sefalaron. Lo que me hace sentir peor es que Lia y Ase peleen por mi culpa, Esteban le llamé despues de ha blar con nosotras y le dijo que era urgente que viniera. Sentadas en la cocina, tomando una tila, volveros @ con- tar una vez mas qué sucedi6. Lia nos interrumpe, nos pide qque describamos con detalle al sujeto. —No creo que sea una amenaza —dice cuando termi- names. Yolteo a ver a Esteban. No parece muy convencido. Lia insiste. Es terrible, es una agresion y se tiene que denunciar, Pero no es una amonaza. Es una horrible coineideneia. Esteban, recargado en el fregadero, niega con molestia. —Las coincidencias no existen, Esta gente no hace estas cosas, Si quieren lastimar a alguien, lo hacen y ya. ‘Irene me toma de la mano por debajo de la mesa, Le doy un apretén en respuesta, —2Y eso debe tranquilizarme? Tit sabes a qué me refiero, Lia, No puedo, Esteban! —Estoy fuera, Todas volteamos a verlo sorprendidas, Lia va hacia él Baja la voz, pero aun esi escuchamios todo, —aCrees que yo no tengo miedo? Pero si nos echamos atrds ahora, se va.a perder mucho, jNo podemos dejar que nos intimiden! —Usa todo lo que he conseguide, Rubén quiere el aa terial aunque no venga mi nombre Sis lo que quieres. ‘Se miran. Irene, Luisa y yo dudamos si sulir ono. Pero preferimos quedarnos sentacas y fingir que somos invisibles —Lo siento, Lia. —#sté bien. Ella se va. Lleva prisa, Esteban se queda frente a noso tras, lleno de miedo. ;Por qué pensé que esta vez seria di- ferente? Soy yo la que corre detras de Lia, La aleanzo a la mitad de las esealeras, —Lia, jesperal Se detiene. Me paro frente a ella. —Yo nole pedi que lo dejara, —No te sientas mal. Asf es mejor. Nos vemos pronto, En serio? Se va. Regreso al depariamento, Irene y Luisa vienen de salida, No quieren quedarse otra rato? —No. ¢Vas a estar bien? —ie pregunta Irene. —Si, ay ustedes? —Creo que si —responde Luisa, Bajan las escaleras. Las amo. Irene, Luisa, —Voltean, Lia tiene razdn. Esto fue otra cosa, No tiene que ver con ellos, Irene hace un gesio de desconfianza, Y aun asi, la foto es real. Tiene razén, gCual de todos los rostros en les pizarro nes del metro coincide con ella? Vuelvo a la cocina, Me siento junto a Esteban, que cambid el té por tequila, Cono- ciéndolo, debe de estar en su cuarto caballito. —No me uses de pretexto, Esteban, £1 voltea coma si le hubiera dado una patada en la espi- uilla, Pero no puedo detenerme. Ni siquiera sabiendo que puedo provocar la reaparicicn de mi papé-malo. —iLe que Lfa y to estin haciendo os importante! |Y no ¢s justo que digas que vas a detenerte por mi! Se toma ozo eaballite — gSabes lo que es que te torturen? No. Solo sé ce confesionarios. Otro caballitoy me mira — {No soy un pinche hévoe! {Tt tampoco! —me grit, Se lleva la botella, se encierra en el estudio, Me lo imagino sentado junto al teléfono, Cinco tequilas mis para hacer la Hamada que sospecho que tiene que hacer. Tal vez, mien- bas espera que contesien, vuelva a pensar en Lia. Y en que tal ver ella no querré seguir acostandose con un fracasado, No contestan, Cuelga, Ouro tequila. Vuelve a marcar. Tal vex ahora piensa en mi mientras espera. Tal vez me imagina en la cocina. Pensando en él, Imagino que finalmente con testan del otro fade de fa linea, Hugo, ye no yoy a salir de viaje iY ami qué? —Diles que dejen en paz a mi hija. —Pinche Esteban, ya no chupes tanto. Cuclgan. Tal vez. Hugo se ria y siga viendo la tele. O no, Tal vex yuelva a tomar el telétono. No sé. Hasta ahi llega mi imaginacién, Tienes razén, Esteban. Tampoco soy una heroina. ‘Tamiki Kara. Flores de verano. Proludio a 1a aniquilacién. Hiroshima. http: //www.pef.city.hiroshima.jp/ cop_e-html, >> FIN DEL MUNDO 00110100 SIMULACION >> 00000010 Fue un resplandor mis intenso que la luz de mil soles b Nando juntos lo que nos quemé, no [a onda de ehoque. Emtergimos de los escombros. La ciudad habia desaparecido, Solo quedaban tres edificios en pie. (La mariposa revoloted acercdindose a los litios.) En las paredes derruidas cerca del epicentro, vimos di- bujadas las siluetas de las personas que se evaporaron abi, Fusién nuclear. (Los senisores de la computadora se cargaron dee trostatiea) Semihumanos de caras negras. Ya no recordamos nuestro nombre. (Cransparente. Insignificante, La mariposa venia de los bosques purpura que crecen en los antiguos campos ra- diactivos en el centro del continente. Se habia alimentado. con el veneno regedo por los cientos de pruebas nucleares realizacas ahi hace un siglo.) Seguimaos sintiendo sed. E] rio esta en llamas. Los peces saltan en ua intento de escapar, No tenemos opcién, Bebe mos e! agua que escurte por las tuberias rolas. (El sistema fallé. Comenz6 a registrar cambios en la temperatura y en la presion atmosferica. Sus sensores in diearon que los niveles radiactivos en el ambiente estaban peligrosamente alios, Dedujo que la causa era un ataque nuclear fulminante. Lanz6 misiles balisticos interconti nentales. Del tio lado del nar, la mano de otro muerto respondié con sus propios misiles. Intercambio termonu- clear entre especiros.) No tenemos adénde ir. En las noches atin se ven hongos Mluorescentes que centellean y se extinguen en el horizonte, El bombardeo continda. Y ni siquiera sabemos por qué. (Alotro lado del mundo, ella se alejé aleteando sin saber que era la causa de todo.) >> 00000011 Proyecto Perineter. Maquinaria del fin del mundo. http: //wwa.wired.com/magazine/2011/09/ £f_vw16/ ELOLOR DE LA FRUTA sirve como seiuelo para atrapar insectos. Acostada en mi cama, esperando que la Via Lictea vuelve a cruzar por la kimpara del techo, imagino al cazador de mariposas sentado en una banca del parque. El padre Ignacio le ayuda colocando gajos de naranja cerea de los columpios. Nymphats, nintas. Vuelan las Lolitas alrededor del Gran Inquisidor de las lepidépteras, El quiere hacer un articulo sobre sit aparato reproductor. Las atrapa con su red y las revisa con una lupa, Luego les arranca las alas y se las come vivas, sputnik_2012 im ¥insomnio e callejero 3sec “sputnik 2012: #insomnio” => +1 Hospital General, Solo espero que no haya una réplica del hombre del poriafolio esperindome en el subterraneo del limbo, La mariposa ha desaparecido. Por las escaleras de la estacién: sube el rumor de un altavoz, No aleanzo a escuchar el nombre del médico que debe reportarse en Terapia Inten. siva, Desciendo, Siento miedo de lo que voy @ encontrar, No logro recordar eémo llegué aqui. Antes de la ambulan- cia solo hay interferencia y un zumbido apenas percept ble, como de abejorro, g Asi era esta estacién? No recuerdo «que las escalesas condujeran hacia este ttnel oscuro. Dudo. Tal vez. deberva regresar a la superficie, Miro hacia atras. as escaleras han desaparecido. Detras de mi solo hay tinie- bas. Sigo avanzando porque no queda de otra. Me hundo en la penumbra. El piso es resbaladizo. Hucle a naranjas, Los muros del tinel se estrechan, Algo brilla en ellos. Me acer- coainvestigar: son miles de esferas wanshiicidas, Dentro de cada una palpita una larva, Controlo las nauseas, corto en busca de /a Salida, evito tocar los huevos dle mariposa. Es- pero que ella no se entere de que estoy en su nido. Las mariposas no hacemos wit, Escapo de Esteban, de la mirada angustiada de Irene y de Ja mariposa en nuestro portén, Voy a buscar a Matias. Cruzo Donceles y entro a la vecindad. £1 me espera en la mesa de la esquina. Me siento a su lado. Pido una cerveza clara. EL esta tomando una oscura. Bajo la mesa, sus piemnas rozan Jas mias, —Vi tu estampa —le digo y aparto mis picrnas de las suyas. EI se acerea y nuestras piernas vuelyen a tocarse. — Te gust? —No. {Por qué? — {Emilia montando una mariposa? ¢En serio, Matias? —1Qué tiene? — Mejor ya no pongas estampas de mt en la calle. Solo puse esa. —Pues la voy a quitar. Bajo la mesa, nuestras piernas vuelven a quedar como al principio. Nos miramos. Volvemos a empezar. Ahora mis piernas persiguen las suyas. —Te fuiste demi fiesta. —Tii no querfas hablar conmigo. “Te quedaste callado. — Qué podia decir? —"Chile es horrible, nunca volveria ahi’ Chile es ineseible. Claro que volveria, Peto no abora ={Por ini? —Porque quiero hacer muchas cosas, no quiero seguir cargando con ri familia, = Ni conmigo? {Yo también quiero hacer muchas cosas! Nunca pensé que se trataba de eseoger. Pausa para tomar cerveza y reacomodar las piernas. Ahora él empieza. —Tu nunca fuiste a verme a Chile, —Nunea me invitaste. —No, tienes razon. ‘Ademas, alld tenfas novia —Y tii, un novio aca —No duramos mucho. —Ni yo. {Cémo termniné mi pie atrapado entze los suyos bajo la mesa? Por qué te corté? —le pregunto mientras intento It Derarme. No puedo. Bl sonri —Dacfa que yo estaba obsesionado con mi abuelo, — Pues silo ests. Logro liberar mi pie. i ati por qué te cortaron? —Yolo cortéaél — 2 Qué pass? 29 ‘Nada. Solo un simulacro del fin del mundo. Me acabo mi cer vera, —|No te creo! Tal ver ni siquiera me vaya de viaje. Esteban boté la investigacion. —Tal vez yo habria hecho lo mismo. zEn serio? Site amenazaran atti, si — Como te enteraste? Luisa ¢ Irene me contaron, Pues no debieron, También estén preocupadas —Todbo esta bien. No me cree, No imports. Termina la persecueién bajo la mesa, Pegamos y salimos. Fasamos frente al Divino Salvador. —Emilia. —Matias. —gTe acuerdas de cuando me besaste? —No. Tt me besaste a mi. —¢Te puedo ver maiana? —Tal vez. Un beso de despedida. Solo uno, De vuelta al departamento, me encuentro a Esteban en a cocina, Rubén, el editor de una revista de politica inter nacional, esté con él, Me miran. Estan tensos. Por lo visto el diablo estuvo de visita mientras no estaba, Pero no, no huele a naranjas. Esta detris de mi, Me siguié como yo seguia la hormiga antes de aniquilar su hormiguero, Sus alas rozan las pare des, Siseo de mariposa nocturna, Llego al fondo del tiinel. No hay salida, solo un muro de ladrillo; pego la ore} un intento de oir qué hay del otro lado, Reconozeo esa voz. Me lame. Pero aunque le grito pidiéndole que me saque de aqui, él no me escucha. Golpeo la pared. Horo. ;Estaba segura de que esta cra la salida! La parte trasera de mi cuello. se eriza. El ambiente se carga una vex més de clectrostatiy Bs tanta que mis manos brillan. Volteo. Frente a mi, gigantesea, llenando todo el espa- clo, esté la mariposa negra, Sus ojos son del tamaio de mi cabeza. Desenrolla su espiritrompa y me chupa la cara. Grito. Le doy la espalda. Me acurruco en un rinedn junto al muro de ladrillo. Necesito meterme en tu boca. Lia lleva dos semanas desaparecida, Esteban, con los ojos rojos y la barba crecida, se la pasa afuera, Y cuando regresa al departamento, se encierra en su estudio a hablar por telefono con todos sus contactos La otra noche Rubén nos conté que habia quedado de ver se con Lfa en la manana pero que ella nunca leg. No hay nadie en su casa, y en su celular se oye el mensaje de que esta fuera del area de servicio, Revisaron su computadora en la oficina, Descubrieron que Lia habia salido nueva- mente de viaje y que nunca tom6 el camién de regreso. Lamaren al hotel en el que se habia hospedado en Mo- relos, fn la recepei6n les dijeron que la madrugada del dia en que desaparecid, Lia habia despertado al encargado para darle la lave y pagar su cuenta. gEstaba sola? Si. Se veia nerviosa? No. gDijo por qué tena que irse tan tempra- no? No. Tomé un taxi para ir a la terminal de camiones? Suponen que si. Pero no les comenté nada? No. ;Recibid, alguna llamada? Ninguna. : Seguros? Bueno, solo una, la noche anterior. gFue local? Sf. zQuién era? No lo sabian éllombre o mujer? No le sabfan. ;Cémp que no sablan? Lo olyidaron. Con tantas llamadas, es dificil recordarlas todas. 2No es temporada baja? Si, ,EI hotel estaba leno? No completamente. Entonces, gcomo es que no pueden acor- darse ni siquiera de si la persona que llamo era hombre mujer? |No nos fijamos en esas cosas! gEstan seguros de que nadie mas estaba con ella cuando salid del hotel? |Que no habia nadie! jPor qué no quieren decir quién la ams? Por favor, jdeje de hacer tantas preguntas! ¢Alguien los amenaz6? |No! ;Necesitamos encontrarla! La siento, na podemos ayudarlos, Solo sabemos lo que le dijimos. Dos semanas sin Lia. Esta ciudad me parece més que munca une carcel cireu- lar, donde siempre hay alguien que te esta mirando, Esta ciudad, que se hunde diez. centimeteos cada afio, pero que este se hundié cien, Alguien saca sus llaves en el pasillo. Batalla, después de un rato logra meter una lave en la cha pa de nuestra puerta. Aunque sé que es Esteban que vuel ve de su busqueda tras una breve escala en alguna cantina del cento, siento miedo. Entra, Fingimos que no esta bo- rracho. Al final no es un héroe ni un peofeta, —jHan sabido algo? —le pregunto con angustia. —Nada. Va a aparecer, averdad? —No sé No sé, Ojald no. A estas alturas, tenemos miedo de en: contrarla, Porque aunque Esteban no lo diga, 6 que esti seguro de que ella ya no sigue viva, No del toclo. Vuelyo a pensar en el Condor y el Esmeralda, Solo que ahora es Lia Ja que estd en una camara oscura. Tres paros cardiacos. Es teban se encierra en su estudio. Me voy a mi cuarto, Me pongo mis audifonos y enciendo mi iPod. A través de la pared, lo oigo gritar. Avienta algo contra el piso, Espero que sea la ldmpara que nos hered6 Eva. Nunca me gusts, Continéan los golpes y los gritos. Parece que esta dostro- zando todo. No puedo seguir ignorandolo, Entry al estu dio. Hluminado solamente por la luz gue se filtra desde la calle, él esta sentado en su sillén. Enel piso hay un eaos de adornos, papeles y muebles valteados. Debe de llevar una botella y més encima, Me siento a su lado, Cuando tenia cinco aos, Esteban me regalé un tricielo, Recuerde que di mos la vuelta por toda la calle de Coruna. Mientras peda leaba esquivando a la gente en la banqueta, con el pelo crizado por el aire y no por las mariposas, pensé que si mi papa habia podido darme un triciclo rojo, podia darmelo todo. Pero no pudo. Ni con Lia. Lo abrazo, Me abraza, Me besa en la frente, Hunde su rostro ex mi pelo, Aspira, Huele a alcohol. Se aferra a mi y Hora borracho, Lo sostengo. Lloro, Fesa demasiado. Tengo miedo de que nos caigamos, Pera lo sigo sosteniendo. El acaricia mi pelo, Toma mi rostro entre sus manos. Perdéname, Larisa. Lo empujo con furia. {Soy Emilia, Esteban! Salgo del estudio, El me lama pero no respondo. Larisa, Ahora entiendo, Tal vez en el fondo sentias que mi mama seguia contigo, Esteban, Que era Ernilia y no Larisa la que se habia ido, Con razén no fuiste tras ella. gPara qué? Pues Jo siento, papa. Ya no puedo seguir contigo. Vuelvo a sen- tirtu rostro hundiéndose en mi pelo, No. Ya no podemos seguir juntos. Voy por algo dle cenar a la eocina. Tengo ganas de morder. Enel piso, juntoa la puerta, descubro un sobre alargado, pequeao, de papel manila, Antes no estaba ahi, Tal vez el portero acaba de echarlo por la rendija del correo. Lo le vanto, Tiene mi nombre. No reconozeo la letra. Lo abro. Meto la mano, Algo cruje. Cuando oye mi grito, Esteban sale corriend del estudio, Los lentes, destrozados, sucios, se entierran cn mi mano, Aunque me lastiman, no puedo soltarlos. El armavén es de marca, a au? iniNO!! Deja que me meta. iBstas muy grande! Me hago chiquita. —Encontraron su cuerpo, Lo siento mucho, Esteban. —,Dénde? —Fn la carretera, en un coche incendiado. Junto con el de dos adolescentes. iDios! :Estés seguro? —Si, aunque tuyimos qu —iMe lleva la chingada, Emilia! ;Cuelga, carajot Cuelgo, De todos modos no hace falta seguir espiando. 'Sélo que sigue. La reconocieron por sus registios dentales. Acurrucada en mi rincén, miro hacia la pared de ladrille. £1 sigue del otro lado. Ya no intenta Hamar, Pero me que- do con el rostro recargado en el muro. No voli¢o. No quiero ver a la mariposa. Sus antenas peludas estan solo a unos centimetros de mi. Intereambiamos electrostitica, Una tor menta eléetrica en miniatura entre las antenas de una lepi- 95 doptera gigantesca y la espalda erizada de una Emilia ain momento; solo toma café, mucho café. Los audifonos se en coma, han vuelto una extensién de mi cuerpo. Cuerpo posthuma no de una Emilia en duelo. Encerrada en mi cuarto, mezclo INo me toques! las pistas de la UVB-76, genero nuevos sonidos en mi com: No te estoy tocando. puladora. [:Gnicamente, en medio de este caos empiezo a Déjame salir, por favor darme cuenta de qué es lo que quiero hacer. Siernpre estuvo Fsa es ta salida. ahi, pero tal vez habia tanto ruido afuera que no tenia Esté tapiada! tiempo de vollearlo a ver. Ahora que el cazador de maripo- Ti sabes edmo se abre. sas, reparlido en millones de ojos, patrulla las calles y la iNo sé? miano atin me duele porque siguo sintiendo encajados los Si sabes. lentes de Lia, editar audio es lo tinico que me sostiene, La Que no. Uv-76 es ini nueva cancion de cuna. Sirena de niebla contra Que sé. nubes cadiactivas invisibles. Cada vez las siento mas cerca, No, Karma. Si. Ahora yo soy la hormiga. Un paso en falso y puedo alraer la destruccidn de todos los que amo, Por eso he pre Fresiento que si sé como. Pero la opci6n no me gusta ferido encerrarme en el departamento y no ver a nadie. para nada. ;Por qué me hago esto? Solo visitas rekimpago a la cafeterfa con trene y Luisa Pero no les digo todo lo que sé. No quiero que sepan mas Adivina. de lo que necesitan, Aunque Matfas se va a enterar de tode Jo que ha pasado estas semanas y de por qué no he queri- Un funeral disereto. Por respeto y por miedo. Mi segun- do verlo. Obviamente su papa va a dectrselo, Tadeo llegé do funeral, El armaz6n esta en el MP, Se qued6 ahi cuando hace rato a visitarnos, Esteban y él llevan mas de dos horas Juimos a levantar la demanda, Ojalé sirva como evidencia, hablandd enicerradés en el estiidio, Finalmente saleti.Oig0 ‘Adin no logro desciftar del todo si nos mandaron una ame. sus vores mientras se dirigen ala entrada. naza o solo una adyertencia. Rubén dice que es un mensaje —Todo va a estar bien, no te preocupes, ordendndole a Esteban de que deje el asunto por la paz. Te debo una, Tadeo. Despuds de todo, no estén seguros de hasta déndoe lego —Lo hago con gusto. con su investigacién. Esteban, sin embargo, dice que es Tadeo se va, Pass. Esteban va al estudio. Sale. Mas pa- una provocacién. Una burla. Se peled con el portero por- sos, Toca a ini pueita, Le abto. Esteban se sienta en mi cama. que dejo pasar a un desconocido. Pero ni siquiera sabemos Me mira sin decir nada, Me siento junto a él sies realmente un mensajero anénimo. No sabemos nada. —4De qué hablaron? Estainios sitiados. —De muchas cosas Desde que regresamos del sepelio, Esteban se la ha pa —jAlucino que no me cuentes nada! ;Por qué ne con sado encerrado en su estudio, Ha dejado de beber por el fias en mi? Claro que confio en ti No. Solo me pones en una burbuja. El me mira sorprendido. Olvidé que oficialmente yo no habia escuchado esa conversacion entre Lia y él, Lo deja- mos pasar. —He estado revisando el material que tengo. Ademas del que pude reseatar de su computadora. Vamos a publi carlo, —Y quieres que me vaya. No es que quiera. Ya no es seguro que sigas aqui. ‘Aun cuando no publique nada, estos éabrones van a estar- te usando para obligarme a hacer lo que digan, — Por eso vas a sacar el articulo? No, saco el articulo porque es lo que hay que hacer. Aunque no pueda revivirla. No. No podemos. Ahora entiendo a qué se relerfa Ma- as cuando hablaba de que solo habfa encontrado a su abuelo a medias. —Bsteban... Ta también vas a venir, verdad? Después. —{Promételo! —Tedo va aestar bien, Lo abrazo. —Podria buscar a la familia de Larisa. Estén en Espaiia, jno? — Si. —Tal vez serfa lo mejor, jno crees? -No estoy seguro de que ella esté ahi, hij. —Ne importa. No quiero que me quiera. a? iNo! da? iDije que nol Pensé que ya te hablas dado cuenta. {De que? jQué tonta eres! Al menos no soy una mariposa, b) No hagas eso! Qué? No te comas los huevos! (eOus tiene? Son tuyos. uY? Deja de chuparlos? i (} Ma? iQue no! ue falta? La Manckino. Cédigo Binario. Traductor. hetps //www.convertbinary.com hep: / ww. binaryhexconverter.con/ binary-to-ascii-text-converter >> FIN DEL MUNDO 00110101 SIMULACION >> 00000010 UYB-76, UVR-76. 75-50-75:59. 39-52'53-58. 5-5-2-5. Konstan. tin 1-9-0-9-0-8-9-8- Tatiana- Oksana Anna-Glena-Pavel Schuka, Konstantin 8-4 9-7-5-5-9-Tatiana, Anna Larisa Uliyana-9 4: 1-4-44-8, (Me enceraron en.un laboratorio en. el desierto. Me hicieron prurbas. Mil agujas de uranio,) uva-76, Uvp 76. Oficial Operative de Brigada en Turno. Nadezhda Sudak-Vulkan. UW8-76, uvn-76. Oficial Operati- vo de Brigada en Tumno. 5:5-2-5. (Cortaron mis manos pero me salieron otras con escamias tornasoladas.} Nadezhda - Sudak - Vulkan. Cédigo Rojo. Cédigo Rojo. Manekine libre. Repetimos. Manckine Libre. Movilizar 48713 BRYaNTA 4893 6991 ORTOLAN 7463 1198 PRO. KLIZA 6910 4566 HROMATIZM 5954 0194. (Ya no pue den encerrarme, Ya no soy Manekine. Ya no. Soy verieno. Soy todo. 1.08 rayos ullravioleta me penetran, me-vuelven gigantesea.) UvI-76, 93 882 NAIMINA 74 14 35 74 oficial a cargo de comunicacién nodo debut 882. (Nadando por los rios sub terrdneos de magma, cruzo de un continente a otro. Emerjo 00 ala superficie e inundo las carreteras con Ta lava que escurce por mi pelo.) NAIMINA Hamada de control recibida OK. (Me enrosco en el Empire State. Inhalo y exhalo sobre la ciudad mi aliento radiactivo. Amanece un nuevo mundo. Mi mundo.) pyHAvgTp3Mx ye8vscUGr+92 wvuhKbeyLgQBs eQagsX 3Fcnr2xO Cédigos de lanzamiento activados, Blanco, localizado, (Lady Lazarus, Me quitaron él titero y me pusie- ron una sombrilla de playa) Ya uve-76, Ya llvi-76, Interfirid todos los canales. No sabemos como, Nos estd escuchando, 16008 BROMAL 74, 27 99 14. (Siempre los he eseuchado, Aun cuando tenia los oidos atravesados con sus sondas.) UIVB-76, UVI-76. 75-59-75-59. 9-52-5358. 5-52 5. Kons tantin 1.909089 8 Tatiana Oksana-Anna-Flena-Pavel- Schuka, Blanco sigue con vida. Nuestras armas no sirven. 9-7-5-5-9-Anna-Larisa-Uliyana-9-4-1-4-3-4-8. (Cambio de piel en esta ciudad que ustedes mismos bombardearon. Pupa. Lady Lazarus.) U1VB-76, UYB-76. Se dirige hacia ustedes. Evactien la zona, Inicien secuencia de autodestruccién de las instalaciones Konstantin §-4. 9-7-5-5-9 Tatiana, Repetimos, inicien se- cueneia de autodestruccién y salgan. (Soy la reina de los la garlos, Sime descuartizan me teplico.) 04.979 D-R-E-N-D-O.U-T. Billa esta aqui, no pudimos, No puedo. Su aliento, St piel. Nos quema. 04.979 D-K-E-N- DOUT.TRENERSKILY.. ~gMe escuchan? T-R-E-N-E-RS-CLY, Me escuchan? TRENERSKLY, Me escuchan? Me esenchan?. (Me gusta este juego. ¢Qué destruimos ahora?) >> 00000011 so. Alfabeto binario. http://www kerryr.not/pioneers/aseii2. nem LAs MARIPOSAS TIENEN ESCAMAS. Por eso se Haman lepidépteras: lepis, escama, pteron, ala. Si les aga- ras las alas, se les caen las escamas, polvo de mariposa. Cuando una escama se cae de la membrana del ala, no vuelve a crecer. Se queda en blanco, como un pixel que fa lla en el monitor de una computadora. De eseama en esca- ma, las mariposas van perdiendo su color. Ya no hay mariposas negras en nuestro edificio, pero han dejado todo cubierto de pelvo, Asma por escamas de mariposa. Hoy es mi filtimo dia en México. Manana, a estas horas, es taré cruzando el Ecuader. “Ella trae la lluvia” para una tarde nuevamente retro. Luisa insistié en hacerme una reunién de despedida. Solo nosotras (res, Degustaci6n de chocolates otra vez. Pero ahora, con mezcal minero alhumado. Va bien con Santo Domingo. —(Te voy a extranar mucho! —me dice Luisa mientras me abraza. —Pueden visitarme en Valparaiso. —No vas a volver, ;yerdad? —pregunta Irene mientras intercala su chocolate de jamaica con el mezeal. —No sé. Pero tal vez no me quede en Chile todo el tiempo, Contacté a un primo de Larisa por Facebook. Igual yvay a verlos a Madrid Irene y Luisa intereambian una mirada, Ya sé, tal ver ella no quiera verme. Pero no pierdlo nada. Ni siquiera es seguro que realmente me anime a buscar a Larisa, pero en estos dias prefiero hablar de ir en busea de la indiferente de mi madre: me parece mejor opeién que hablar de lo demas. Esteban le enitregé hoy todo el ma- terial a Rubén. Van a sacar una edicién especial. Los padres de Lia decidicion mudaise; hace quince dias entraron a robar a su casa, No se llevaron mucho y no rompieron cosas, de- masiado erden para un robo. Hace una semana nosotros Comenzamos a recibir lamadas anénimas; ya no respon demos cl teléfono, Esieban solo sonrie y dice que todo va a estar bien. Si no sonriera, tal ver le creerfa, Me tranquilizaba mas cuando no intentaba acultar su miedo. Irene pone su lista de reproduccién, "Riders on the Storm’, ahora si se le subié. Se mece con los ojos cerrados, Tomo un chocolate y dejo que se derritaen ii boca, gtiene relleno de rosas? Luisa y sus fantasias, Pongo atencién ala letra. Traduzco simultaneamente: hay tn asesino en el ca mino, (Un trago de mezcal para acompanar.) Su cerebro se retuerce como sapo. (Me hace toser, me pierdo una lines.) Doja-a tus nifios jugar. (Luisa se rfe,| Si le das a este hon. bre un aventon... (S¢ lo dije, para mies veneno) La dulce familia morir —jQuita eso! Me precipito sobre las bocinas. No mas retro por hoy. Irene y Luisa me miran asustadas. Me siento de nuevo en el piso, me recargo en los cojines, bebo, La mano me tiembla — ¢Estas bien? —me pregunta Irene sentandose a mi lado. Me abraza. —St Pero empiezo a llorar. Trato de no escuchar la vor de Jim Morrison en mi mente, ‘Riders on the storm, Riders on the Storm... Volteo a vor a Luisa, sonria y me seco la cara. — ¢Tienes nds chocolates de mole? Si. Luisa va ala cocina. [rene me mira sacada de onda. —{No quieres que hablemo: Estoy hasta la madre de hablar de cosas setias. Solo quiero comer chocolate y tomar mezcal con ustedes. Y oir miisica, —Todo menos los Doors —dive Luisa poniendo frente 4 nosotras una nueva bandeja de chocolates. Sonreiinos —;{Ni aunque sea el propio rey de los lagartos? — pre gunta Irene, —Ni aunque sea el mismisimo Rey Lagarto — digo yo. Brindamos y me acabo otro caballito. Porque no son los venenes conocidos los que matan, sino los que no se dejan ver. —4Y Matias? —me pregunta Luisa mientras busco algo de Sasajima en mi celular Hablando del rey de los lagartos.. KD callejero am pa @Sputnik_2012 gjiipiter? sputnik_2012 im EJ @allejero jupiter. Once de la noche, Nos vemos junto ales tinacos. Como cuan- do nos conocimas, Mi tiltima noche en la ciudad, Busca mos por todas partes, pero no encontramos el radio con el que captamos las senales electromagnéticas del planeta gi- gante. De seguro lo olvidamos en la azotea esa noche & que nos besamos. Lo deben de haber tirado, ni modo. Esta yer nos conformaremos con el telescopio que trajo Matias, éEntonees vas a estudiar cine? —le pregumto mien tras intento capturar a Jupiter con el lente. Es mas difici de lo que parece. —Si. Acuérdate de que para mover el telescopio a la iz- quierda tienes que girar la perilla ala derecha, —(No lo encuentro! —Deja que lo haga yo. ~Yo quiero aprender, Matias, ara qué? {Vas a comprarte un telescopio? —Si. Tu papa dice que el desierio de Atacama es ¢l mejor lugar para ver las estrellas. ‘Matias me aparta, intenta encontrar a [tipiter. —Atacama no esté cerea de Santiago. —Puedo ir de todos modos. (Déjame! Lo estas haciendo al revés. Vuelvo a apoderarme del telescopio. Me cuesta concen trarme en capturar un planeta cuando siento el cuerpo de Matias tan cerca de mi. —xlrias sola? —Si. O con alguien. —Ya veo, ‘Yat —j2Que?! —No, menso. Ya lo encontré! Japiter, Un punto rojizo con una mancha. En realidad no ¢s una mancha, sino una tormenta colosal que ha durado siglos, No se ve mucho, pero no importa, solo pensar que o estamos viendo en tiempo real es alucinante. En un par- padeo desaparece de la lente. iSe fue! — Tienes que girar la perilla para compensar el movi- miento! —Ya lo sé, Matias, —No sabes. Le sonrio. Le cedo el turno, 106 —oye. Que? —No me molestarfa acompanartea Atacama, Aj Suelia el telescopio. Acerca su cara a la mia —Lo digo en secio. Ya me aprendi de memoria cudntos ladrillos tiene este muro. Los he visto durante tanto tiempo que comienzo a imaginar que en conjunto forman una vista aérea del Dis- trito Federal. Los surcos de cemento entre cada tabique son sus avenidas, Sentada en mi esquina, recorro calles imaginarias con el dedo, Emilia atorada en una pared de ladrillo, El muro tiene pores y bultos. No es tan liso como pensaba Andale. No quiero. Noes tan malo, uBn serio no hay otra forma? td Ella también esté cansada. Piensa que seguimos aqui por mi culpa, Ne entiende, Simplemente no puedo dejarla meterse en mi boca. Aunque esa sea la salida, Vuelvo a pe- gar mi oido en la pared para escuchar lo que él dice del otro lado, La tentaeton es muy grande, Pero no. No creo que pueda tragarte, gTienes tu pasaporte? Si, Esteban. Toma mi maleta y baja las esealeras. Miro el departa- mento desde la puerta, mi casa, voy a extraarla pero tam- 0? bién me alivia irme. Aleanzo a Esteban en la calle. —No tienes que llevarme. Puedo irme en taxi Mete la maleta en la cajuela y la cierra — Yo quiero acompaiarte. —Pero si vas a aleanzarme alla, :verdad? —Si, En cuanto termine aqui me voy contigo a Santiago, Nos miramos. Me cuesta subir al auto. —jEmilia! Irene sale corriendo del edificio y me abraza, La abrazo tambien, [Te yoy a extraiar mucho! —Y yoali, — Tienes que ir a visitarme. {Claro que si! Te veo por Skype, —7Va! Nos despedimos. Esteban y yo subimos al auto, Me aca ricia el pelo. Sonrie, A pesar de todo, nuestro pacto sigue en pie, Enciende el motor y avanzamos por las calles ale jandonos del centro, Nos divigimes hacia el Viaducto. No sé por qué damos tanta vuelta. Tal vez él quiere alargar el viaje, Hablar de lo tinico que falta — Esteban, qué pasé con Larisa? Nos toca mucho triifico, Hace calor. Bl toca el claxon. Un ako. Vuelvo a insistir, -;Por qué nos abandons? —No lo sé. Entramos a Viaducto. El tréfico sigue, Vamos a vuelta de rueda. —cEn serio no sabes? —No. Pero no importa. 2Qué no importa? ¢Que mi mamé no me quiera? —Yo te amo. —No seas cursi, Esteban, — Td preguntaste. EL embotellamiento empeora. De plano tenemos que de tenernos. ,Qué est4 pasando? Comienzo a desesperarme. Abro la ventana, miro al conductor a mi lado, Gon el radio a todo volumen, canta como si estuviera en la regadera Sontrio, Atrds de nosotros, cumba una motocicleta. Este ban mira por el retrovisor y se me echa encima antes de que pueda voltear. Quedo atrapada entre su cuerpo y el asiento. Las balas perforan los vidrios. UVB -76, UVB-76. 75 59-75-59: 3952-5358. 5-525. Konstantin -1-9-0-9-08-9-8 Tatiana-Oksana-Anna-Flena-Payel-Schuka. Konstantin 8-4. -9-7-5-5-9-Vatiana. Anna Larisa Uliyana-g-4-1-4-3-4-8. Bs cu- tigso, las cosas que piensa uno en esos momenios. Llueven vidrios. Gritos, Al fondo una sirena, Siento un alfiler atrave sando mi cadera. Volteo a ver a Esteban. Lo miro a las ojos. Ahi fue. Si. jPapa! buré una milésima de segundo. O menos. Pero pude contemplar ese instante. No queria verlo realmente. Pero tampoco queria matar a las hormigas y lo hice, Alguien abre la puerta. Grito, La torreta de la ambulancia ilumina el rostro de un paramédico. Blanco. Rojo. Blanco. No en- tiendo qué me dice. Atrés de él, entre las patrullas y la am- bulancia, veo a Eva y al padre Ignacio transmutados en jinetes del Apocalipsis. Cubiertos de lentejuelas y plamas, cabalgan en la espalda de un clefante de circo. Eva sonrie y me saluda. Sonrfo, pero na puedo saludarla, No puedo mo- verme, Me ponen en la camilla, UVB-76, UYE-76. 75-59-75 59. 39525358. 5-5-2-5, ;Papa! ,Dénde lo pusieron? Dieen que pierdo mucha sangre. No saben edio es que estoy viva. No estoy muerta? Mi cuerpo esté atravesado camo un alfiletero. Me ponen una mascarilla de oxigeno, ¢O es Aer? Tal vez van a colgarme en un muestrario. Junto alas mariposas de mi prima, © tal vez me tiren a la basura, 109 como @ las polillas. Los pasillos de! hospital cambian de co- lor. Roja. Blanco, Piirpura. Blanco neén. Morado fluores- cente. Azul tornasol. Verde iridiscente. Grito, Hago estallar las limparas del quirdfano. La luz se riega. Fotones que chocan como canicas. Huele a naranjas. Asciendo. 3 Al guien esid tocando El Jago de los cisnes? Aséllegamos aqui? Volteo a ver a la mariposa, Est acurnucada junto a mi. Si ‘Te tardaste en recordario, Yano importa. Me cubro la cabeza con los brazos, Lloro sentada junto al muro. 2A qué regreso? Pienso en mi cuerpo en el hospital 4Cudnto tiempo podré dejarlo ahi antes de que muera? Cien anos, Pues que se quede mil! mi cuerpo se momifique en una camilla y se disuelva con el aite, Tal vez hasta me pongan en un museo. Me acu- rruco junto ala mariposa y me duermo. Un milenio pasa pronto, sno? Ernilia. ..E... mi... lia. jEMILIAI,.. {Quer Eso no fue todo... ... No. «Nolo fue. 0 He visto tes simulacros del fin del mundo, El primero fue cuando los elefantes del circo dejaron de hablarme. Fl se gundo fue cuande las sabanas del euarto de motel se con- Virtieron en cascarones. El tercero... El tercero no fue cuando el Mar Rojo broté de la boca de Esteban e inundé todo el Viaducto. El tereer simulacre del fin del mundo fue un dia antes. Cuando Matias y yo escuchamos a fiipiter sin Ja necesidad de un radio, Once de la noche, baja sni falda, “Good Night (Hiroki Sasajirna Remix)", de Pleg, y su mano, exorcizanda a la del padre Ignacio. Su boca, Su olor a pla- yay a otra cosa... Nos olvidames del telescopio... Con nues tro pelo erizado y rodeados por el halo azul neon de una lamnpara, nos transformamos en antenas receptoras. Nos cargamos de electrostaticz. Intereambio de relampagos.. Un eataclismo contenido en el estallido de una superneva de azotea. El este let otro indo. Yao sé. a iY qué? fo) (4) fod ( Site dejo meterte en mi boca, gme dolerd mucho? No, jEn serio puedes encogerte? No te vas a escapar? No, La mariposa se sacudle, reduce su tamaiio, Ahora cabe en la palma de mi mano. Aun asi me parece gigantesca ‘Trago con dificultad. a Ge Vaca funciona, gverdad? / Si. Pero no me muerdas. No,

Me acuesto en el piso. Mis brazos y piernas se parali- zan. Ella se para en mi pecho, Espera. eSegura, mariposa? >> 00000010 wiQUE Sit! Abro la boca. Pero sigo dudando de que sea una buena

idea.

>>> METAMORFOSIS SIMULACRO 4

>> oooo0011

112 1 FED sputnik_2015 Isec @callejero aqui no hay mariposas. Las extrafio. #Antartica tna

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