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4, EL PARADIGMA DEL INVESTIGADOR COMO ANTIHEROE {4.1 APRENDIENDO DE-LAS TELENOVELAS Siel paradigma del investigador como héroe se inspira en la alta cultura, ya sea en su versidn enciclopédica o esencialista de lalliteratura clésica y de la poesia en particular, el paradig- ‘ma del investigador como antihéroe puede inspirarse en las, ‘expresiones de la cultura popula, tales como las telenovelas. ‘Antes de iniciar la reflexi6n, conviene aclarar que la fi- nalidad de este libro no es el rechazo de las manifestaciones de la cultura clésica, pues el paradigma propuesto no puede Ihacer consistir su identidad en una reaccién, ni los motives para cultivarlo son exclusivamente defensivos. No se trata cde una categorfa negativa en un sentido estricto, a pesar de ‘que en ocasiones, la forma en la que nos expresamos, como cuando nos referimos al antihéroe, cause esa impresién. Fl objetivo final no es criticar y tratar de desbancar una forma de produccigu ex materia de investigacin, sino lo- grar que los investigadores conciban su trabajo de forma atractiva y gratificante e incluso dar un paso adelante y su- perar la brecha que existe entre la éliteacadémica y el vulgo, dde manera que la llamada divulgacin cientifica vaya més allé de los intereses de la industria editorial o la bieninten- ‘ionada retérica de una politica educativa ilustrada, poten- ‘dando la investigacién en todos los émbitos y niveles, como 1 QUE SIGNIPCA INVESTICAR? tuna especie de juego 0 pasatiempo creativo que estimula la cutiosidad. las telenovelas gozan de gran popularidad en buena parte del globo. Sus guiones son maniqueistas. Los actores se dividen en dos bandos, los buenos y los malas, Después, la audiencia, formada por actores sociales, amplifica las his- torias narradas en base al mecanismo de la identificacion, cl cual no ests exento de contradicciones. De hecho, su exa- ‘men es el ncleo de nuestro comentario analitico, En a mayoria de los casos Ia historia tiene un final feliz Sin embargo, el telespectader debe sufrir hasta llegar al mis- ‘mo. De hecho, su gancho consiste en un continuo de bata- las que forman unas constelaciones de historias satélites secundarias alrededor de una pareja de actores principales, todo ello con resultado inceerto y dotado del componente ineludible de la sorpresa. ‘Ala hora de elaborar el gun, el escritor optaré por dos grandes tipos de esquemas predeterminados. O bien “una de cal y una de arena”, 0 bien, “una de cal por varias de arena”. En el primer caso, por cada vietoria de fos buenos se da otra de los males. En el segundo, asistimos a una escalera de triunfos del mal, una curva ascendente que se invierte en forma de precipitado tras un punto de inflexién més 0 me- ros lejano, un paréntesis temporal que dard paso a a repeti- cn del ciclo. La mayor parce de los guiones se inclinan por este segundo esquema que se rige mas por el patrdn de la teoria de las catéstrofes 0 delos sistemas no lineales que por elesquema explicativo general, normal, de causerefevto Ello se debe a que el desenlace es positivo y por tanto no guarda relacién con “el historal” del caso. Lo previsible, Io que se esperaria en la vida real, es una victoria final de las fuerzas del mal. Al suceder lo contrario podemos deducir que las historias no son reales sino fictcia. ‘Son reales, no obstan'e, sus consecuencias, en ter minos de aprendizaje social. En efecto, sabemos que el ELPARADIGMADELINVESTIGADORCOMO ANTIHEROE 161 comportamiento desviado puede aprenderse a través del rmecanismo de la imitacién, dentro de un conjunto complejo de factores que auumentan las definiiones desfavorables) La infiuencia de ls telenovelas entraria dentro de la cate- _goria de observacién indirect del comportamiento de otras personas frente ala observacién directa, como la derivada elas relaciones familiares. A su vez, os modelos indirectos pueden extraerse de varias fuentes, de entre las que desta- «an los medios de comunicacién, pudiendo distinguir entre personajes reales y fcticos. Es interesante destacar cémo en el caso de las telenove- Jas esa iltima diferencia tiende a difuminarse al concretarse en guiones que aljan el género de la fccidn del subgéne- 10 fantéstico, acercindolo todo lo posible a la realidad de los telespectadores. Para ello se sirven de un conjunto de ‘éenias de aproximacién, entre las que destacan las pro- pias situaciones(tramadas por regla general alrededor de la competencia por el éxito, un fin cultural bien definido en planteamientos sociol6gicos lésicos como el de Merton) tuso de formas de hablar especticas de distintos grupos so- ciales,o los escenarios urbanos y rurale actuales. ‘A’menudo, uno o varios personajes pierden el sentido de la realidad. No parece que el recurso a la enajenacién ‘mental pueda justificarse solamente por st aliciente en el argumento, a tenor de su uso recurrente y de su definicién reducida a sintoma de las alucinaciones. Es muy probable «que cumpla también una funcion metalitearia, destinada a ‘forza In iden bdsic de mezcar la realidad con I Sccin El objetivo iltimo consisirfa en que el telespectador logre {ntroducirse tanto en la telenovela la siga con tanta pasion, "Ronald Aker y Gary Jensen, “The Empirical Stats of Soil Lear ‘ing Theory of Crime and Deviance: The Past Present and Futur", en Francis T Calle, Joh Paul Weighty Krste R.Blevin (comps), Tang ‘Stock The Sts of Criminal Tey, London, 209, Transaction, pA 1a {,QUESIGNIFICA INVESTICAR? que llegue a olvidarse de todo lo demds, que “comparta” con los personajes sus experiencias, que integre la historia en su vida, haciendo comparaciones, hablando de ella con sus familiares y amigos. Por ese camino, puede llegar a con- fundir, en algiin grado l6gicamente relativo, la realidad con la fccién, de la misma forma que el personaje que se trans- forma enloqueciendo, imaginando escenas y conversacio- ‘nes no reales. Los “seguidores" mds fanaticos y auténticos de las telenovelas deberian experimentar las mismas meta- ‘morfosis a través de la identificacién. Al igual que sucede cen “El Quijote”, alguien podria ver tantas telenovelas que “siguiera” los pasos de sus protagonistas favoritos. El vehfoulo para lograr acerearse més 0 menos a ese cextremo es, logicamente, la identificacién. Es en este pun- to donde se sitda la parte central de nuestro comentario, el lugar de donde podemos sacar mas frutos para nuestra re- flexion general sobre la invastigacién. Si preguntamos a un telespectador con quién se identi fica, contestaré probablemente que con los buenos. Tal res- puesta es previsible pero farcial e incorrecta. Dado que la novela usa, como hemos dicho, el maniqueismo, haciendo de los personajes tipos ideales donde se concentra el bien © el mal, el actor social no puede identificarse plenamente con ninguno de los dos, sino con una mezcla. Por debajo de Ja.razén aducida, explicita, que funciona como racionaliza- cin psicolégica al servicio de idealizacién del yo, al tiempo que como excusa politicamente correcta destinada a obtener beneficios en las relaciones existe sin embargo, uns rarsn ‘oculta, implicita e inconsciente: Ia comodidad. Los perso- rnajes buenos de las telenovelas se dejan llevar por la suave corriente de la vida cotidiana que va modelando su desti- 1no. Constantemente se escuchan comentarios en os salones de los telespectadores en los que se atreven a criticar cari- fRosamente a dichos personajes calificindolos de pntilos, “tontos” por demasiado ingenuos. Y es que la ingenuidad [ELPARADIGMADEL INVESTIGADOR COMO ANTIHEROE 163 _—cépsulla en la que viene envuelto el corazén noble y ad ‘mirado del ser bueno— otorga al comportamiento del actor tuna torpeza visible. En ella flota y con ella obtiene, as, una sensacién de dulee rendicién ante el destino que le aguarda. Las actitudes ante la vida que denota son por tanto la pasi- vidad y la resignacin, las cuales conectan muy bien con la comodidad que busca y en la que esta instalado el telespec- tador en sus ratos de ocio. Por el contrario, cuesta més identificarse con los mals, ‘és alld del plano moral, en el plano intelectual, porque su actitud es mds exigente. Su curiosidad es proverbial les lleva a husmear en todos los sitios, a descontfiar de las personas, Tas cosas y las palabras. Esa actitud basica de desconfianza hace que se apliquen a un sinfin de pequefias averiguacio- nes, escudrifiando los pequefis detalles, contrastando las informaciones, siguiendo a los otros personajes como s fue- ran detectives privades. En realidad, actian como tales, como investigadores de la vida privada, Tienen madera de investigadores, desarro- Ilan las habilidades necesarias para serlo, cuentan con la ‘capacidad mds valiosa, la curiosidad, y estén dispuestos a “trabajar”, ano escatimar recursos, no tanto el dinero como cl tiempo y la imaginacin, Se nos muestran como grandes ‘maestros en el arte de imaginar cosas. Se comprende ahora [por qué en cualquier momento, como sucede con los ge- rnios de lainvestigacién cientfica, pueden perder la cabeza, ‘como sefalamos hace un momento, Los maios de las telenovelas, en fn, son un buen modelo para aprender a investigar, para aflarlas garras dela inves- tigaciGn, en el plano cognoscitivo, porque son Ios tinicos que coptan por desvelar el mundo de las apariencias, de rasgar cl velo fenomenoldgico que cubre las cosas, de cuestionar el saber del sentido comiin, la realidad que se da por sentada Precisamente por darla por sentado (por dejarse llevar, ‘por estarse sentados viendo la vida pasar) constantemente, 16 QUE SIGNIFICAINVesTIGAR? es que los buenos se convierten continuamente en victimas ppotenciales del mundo que les rodea, en sufridores y malos supervivientes. sa gran diferencia es la cue hace que los malos tengan. el poder. Su poder es el poder que otorga el saber. El saber sblo se obtiene a través de Ie investigacion. La investiga- ign es mas una actitud que un método cientifico. Les malas de las telenovelas, al cuestionarse lo més trivial, se alejan de la cosa observada, logran distanciarse de ella y, por eso ‘mismo, logran controlarla. El control sobre las cosas y las personas se logra de la mismé forma: cuanto més sepamos sobre ellas, aunque sean pequefios detalles, cuanto més in- formacién esté en nuestro poder, mas podremos dominar- las, Asf podremos ir al mereaco de las relaciones a cambiar conocimiento por poder. De este planteamiento podemos deducir el prototipo de ‘actor social que abunda en cada época y en cada lugar. Los ‘grupos sociales mayoritarios slcanzardn una cierta puntua- ‘ign en una escala de mayor a menor acttud investigadora [Noes facil pronunciarse en este sentido sobre la influencia de las telenovelas en las audiencias masivas y en los tiem- ‘pos actuales, consideradas como medio de socializacién en 1 doble plano analizado. Podria incluso pensarse, como se deduce del raciona- _miento que se acaba de exponer, que sus efectos son contra- dictorios en ambos casos. Una identificacin centrada en la ddimensin moral supondria una socializacion centrada en el valor de la confiaiza. Centiada ext le dntertsigi intelee- tual, por el contrario, fomenteria orientaciones basadas en la desconfianza. Ambas funcionarfan a la manera de filtros de las creencias e ideas que conforman la opinién pablica de la comunidad y de la cual forma parte la audiencia, Tam- bbign se proyectarian en decisiones tomadas en el plano de la vida cotidiana. La opcién par uno w otro estilo obedeceria "a su vez—a factores de personalidad y a cosmovisiones ¢ ELPARADIGMADELINVESTIGADOR COMO ANTINEROE 165 {deologias de los grupos primarios a los que pertenece cada individuo, asf como de estructuras sociales més amplias en las que se ven envueltes, como la clase socal, en sus distin- tas versiones. En cualquier caso, ambas orientaciones no dejan de rovocar un conflict en la identidad y conciencia de cada telespectador que se resolverd probablemente de forma in- ‘completa en la mayor parte de los casos. E instinto de super- vivencia puede llevar alas clases populares, que conforman la mayor parte de estas audiencias, a aprender las artes de la investigacién de los personajes etiquetados social y pre- viamente como desviados por un proceso parecido al de la <ésmosis, no asumido conscientemente, pero valioso para au- :mentar en pequefias dosis el control sobre el duro mundo en el que les ha tocado vivir. Expresado en términos retsricos, de ser esto asi, las telenovelas cumplirian una funciGn social {til para el pueblo, todo lo contrario de lo que la critica in- telectual académica ha interpretado tradicionalmente, en la linea de una especie de equivalente funcional de la religi6n que en el mejor de Ios casos adormece (un opio simbslico) y cen el peor les somete a la violencia (también simbslica) de Ja aculturacién en valores extrafios, los de las clases medias. La operacion perfecta, desde el punto de vista de Ia epistemologia, consistrfa en aprender de los malas de las, telenovelas las téenicas de investigacfn, las cuales incluirian las estrategias encaminadas fundamentalmente a detectar las mentiras dichas por actores individuales y colectivos, su ‘caciones morales, junto con un desarrollo de la curiosidad intelectual como ingrediente bésico y ejercitable de la inte- ligencia. Consistirfa en aprender todo eso para ponerlo al servicio del trabajo general ydisminuir el sufrimiento inme- dito y cercano de los otros. Las telenovelas ayudan a desarrollar las cualidades ‘que exige la investigaciGn, demuestran que todo el mundo 16 :QUESIGNIFIA INVESTIGAR? puede investiga y que ese tba puede ser concrbido fomo un esl de ida corn que garantoa mo flied {ue muchos tos, pues renconta mundo, compence el ‘bia nhtmo dels tans moderos El malentendide ero deo euros centaes en os que setae ls elenovelas Es trent ini eta re flocs sealant co el propio genre e vista de sus propisaras Tal ver lm fosna de eoger eta dee tz wlver sabe la expresionnetaforia que usamos al pa Spi pra refermos sla esta que sigue os ions bservdbamos como estos iios pareon sur eles: te “una decal y wn (o vais) de aera” Pues bios Preguntas por elsignica de ests popular se hecha Eninteret como en una epi de pretest antes de ere cues «la poblacén gener vem co le regpuestas mayotacias que apacecn en oo foros coctben serena como el ingredient noble lg sesso a "o bueno” Inca al puesto ao mao tal ez porque la cal quem ian een. Se tata sn emborgo, de peu, Hl rgen de eta frase haha haba que bisa parece, ene fit bora dela construction yen eno pasado en el quse saben tesla de ly dearenadenominada “none” En aque etonces, sn erage element eco, Por Iotanto elm vain, ra acl polo ue en muchas ocr Sines a mez tenia ms poportin de arnas Despute de cnoceros antecedents masta melffor cobra todavia ‘nls etd Las ope ngatons Lo pss del somte foicenin al doin aman Lo ome dees lever ox ins bens porque ono fas de sentido des tvestgnton zo saben interpreta mundo ni pueden por consieente * alberto Bultago, Diccionario de dhs y fines cas, Maid, Espasa, 2008, 5-165. [FL PARADIGMA DELINVESTIGADOR COMO ANTIHEROE 167 ensefiamos a conocerlo y controlar. Las buenos nos llevan (como modelo) a la autodestruccién, al desarmarnos, al ayu- ddamnos con sus actitudes pasivas yresignadas a convertirnos fen vietimas. En ese sentido profundo, os buenos representan, la cal, un material caracterizado por su capacidad para que- ‘may, para destruir, La cal, como los buenos, tira de la vida hacia la muerte, ‘empuja al mundo hacia su extincién. La arena, como las ma- los, salvaguarda el intento desesperado de la supervivencia. 4.2. Tiros IDEALES DE INVESTIGADOK: 'EXPLORADOR, DETECTIVE 0 POETA Una invitacion a la investigacién pasa por deconstruir un paradigma consolidado que en vez de invitar disuade. Siendo conscientes de los multiples prejuicios que lastran fsa aproximacién tradicional, hay que mostrar las habili- dades potenciales que todos tenemos para desarrollartra- bajos de investigacién. Puede que éstas obedezcan a un ‘mismo impulso general de curiosidad. Sin embargo, toman diferentes formas, adoptan mas © menos riesgos, expresan ‘caracteres distintos e inclinaciones éticas que pueden lle- gara ser opuestas. La siguiente clasificacin tiene un valor diddctico, més que te6rico, Pretende tinicamente imaginar figuras fcilmente identificables en el universo mitico de Jos oficios que se basarian en la capacidad intuitiva para in- vvestigar. A su vez, cada tipo admitiia doe grandee varian- tesa la hora de canalizar esa energia, cauces que coinciden gross modo con la valoracién de la responsabilidad ética el investigador. Es cierto que todo ser humano necesita orientarse, Algu- ‘nos, sin embargo, hacen 0 podrian hacer de ese impulso bé- sicoel centro de su existencia. Puede que en el fondo a todos nos guste descubrir nuevas cosas. En ese caso, habré que 16 QUESIGNIFICA INVESTICAR? ‘Tipos intuities de investigador CCumsosioan—__Canacren 1 Peegrino Explondor tranguiln—_trovertido Posts inguicta decir que a ellos les apasiona. Es fundamental comprender ue el descubrimiento es, por definicién, ambivalente, Por un lado sorprende. Por otro, clasifica el mundo que nos r0- dea. La descarga de adrenalina cede a la tranquilidad que ‘nos otorga el conocimiento del medio. El descubridor traza mapas y hace recuentos de las exis- tencias. Encuesta, El investigador exploracor tiene espfritu censal, en el sentido més amplio del término. Esté donde esté "se dar tuna vuelta” siempre que sea posible. Observaré los luga- res y hablard con las personas. Elaboraré una lista mental dde quin es quién, dénde vive y qué hace. En ocasiones, su curiosidad “tranquila’, pagada o no, le jugar una mala pasada. Recuerdo que mientras terminaba la carrera de so- cologia me puse a hacer encuestas en un barrio de clase ‘media madrrilefio. EI sobresalto que nos causaban los perros de algunos chalets, imprevisble, 1s enveité uta de las pre ‘meras lecciones de la investigacién, a saber, que la realidad se resiste a ser investigada, ‘También auf el movimiento es doble y paradgjco. La “Tlamada” saca de su rutina al habitante. El saludo del ex- plorador es bienvenido, trae noticias, ecompone el mundo, reubica las informaciones. Fero también puede molestar, “sacar de quicio”,alterarel rrundo que damos por sentado, ELPARADIGMA DELINVESTIGADOR COMO ANTIHEROE 169 El aprendiz de investigador debe saber por tanto de ante- ‘mano que, como la vida, las acciones de la investigacién re- quieren riesgos si se quiere desarrollar y enriquecer. El explorador admite dos subtipos. A diferencia del de- tective, el peregrino parte de la premisa de la bondad de los vecinos, de la hospitalidad de la raza humana, El peregrino ‘es un cosmopolita. Al proyectar su figura en los demas, to- dos los habitantes del planeta quedan convertidos magica- ‘mente en sus huéspedes. ‘A través de este artficio va forjando su identidad en el camino, en la interacciones reales o simbolicas ‘Al presentarse, se auto-representa y se auto-clasifica. Como la actividad central consisteen el viaje, no puede profundizar en las relaciones, a diferencia del poeta. Ala luz Ge la hoguera, cada tarde, la conversacién con otros peregri- nos lleva ala confesién, da la impresién de que la confianza se desborda como un rio. Obviamente, se trata de un efecto 6ptico provocado por la magia del misticismo. La realidad exige tiempo para la amistad. La “red social” del peregrino ‘rece diariamente. El nimero de “sujetos entrevistados” se ‘multiplica, ‘La moral del coleccionista parece oponerse a la del pe- regrino, Este apira a reconeiliarse con una naturaleza que ssupone prefiada de sustancia divina, que se ofrece gratui- tamente como objeto de estudio, como Otro generalizado raterializado en los compaeros del camino, de forma que genera deuda, agradecimiento. TL peregrino e altruista. Por el contrario, el coleecio. nista es egoista. En el peregrino, su lado exterior e interior coinciden bajo el dominio del primero. En el coleccionista, es al revés Su extroversin es s6lo un medio. El peregrino feliz compartiendo almuerzos en el campo. Su intimidad ‘asi no existe porque se unde con el espiritu del mundo. El eoleccionista, sin embargo, necesita disfrutar de sus trofeos en soledad. Alli somete la informacién recolectada m0 {QUESIGNIFICA INVESTIGAR? a “cruces”infinitesy secretes Los publicaré como y cuando quiera. “Todo coleccionista es enel fondo un ftichista, EIDatoes su fetche, Adora la semistica. Su pasatiempo favorito son Jos acrénimos: “pp.” (padze entrevistado en un centro pi- blicosiendo el primero de la lista). El andlisis le sieve para diseccionar y manipula las partes del objeto de estudio. Es tun taxidermista. Se intuye ya su fantasma, su lado oscuro. Primero como ritualist. Suinseguridad lelleva a ordenarlo todo constantemente. El control de las cosas es un proceso con varios pasos: detectar,impia nominar y conserva. EL ideal de maxima seguridad implicaria tener los datos “en En cuanto que los datos son extensiones de cuerpos hhumanos, la desbicion del coleccionista, desde el punto de visia de la fantasia, pero también de una hipotéticareali- dad, desembocaria en la figura del secuestrador. Como el protagonista de la novela de John Fowles, recolector de rariposas, la deriva es alestoria, como si metaforizara el ‘importante papel del factor estocéstico de los andlisis estar Alisticos, como si representa la venganza del azar frente a la pretenciosidad del centifeo: “Lo qu estoy inentando deck es que lode tener ells como hud px sucedi de repent no fa algo que yo planear |.) Tod ln idee fue repent, como un glpee ingen, cas”? Al dotective le mucve a desconfianza, Encara el ipo ‘més telenoveler. Sospecha de todo. En principio, “piensa ‘mal de todos y de todo porque cree que “las apariencias en- gaan’. La cuestion estd en a forma que da a esa fuerza, en c6mo la canaliza. Puede pensar que el mundo es un inmenso *John R. Fowles, Ecoleciss, Madd, Cede, 199, pp. 8485. "BL PARADIGMADELINVESTIGADOR COMO ANTIHEROE 171 tablero de ajedrez donde se juegan patidas constantemente En ese caso, la solcign de los problemas es una cuestion casi ica porque el distanciamiento es méximo. Por el con- traro, puede implicarse emocionalmente al maximo, iéen- tiesndose con el papel de justiciero El filtro mas probable al que se someten ls emociones sera de tipo ideol6pco. La gente ocala as cosas por interés. En Ia mayor parte de los ‘as08 —-incuidos lo asuntos amorosos— ese interés tiene {raduccin material aunque no Sea directa. ¥en ls pooos tens que nose encuentra ese ast, la asa de justia pond la ropa de su prima hermana, i werd. Respect al poeta su sentimiento-guia esa compasion. Es mas confiado que desconfiado, lo que lo acerca al explo~ radot Pero a diferencia de éte, prefiee pocss relaciones ero mas inensas, es dec, que se nlina mas por as técni- Es cualitativas que porlas cuansitaivas. Dentro de éias fenemos dos posibilidades clisicas: los grupos de discusién,asociados alos ages, y la entrevista fn profundidad individual, que podia convertirse en una Iistoria de vida, y que se asoeara aa relacon de pareja. En el primer caso tenemos el ejemplo de los asta, ese peque- fo grupo de famosos roménticos inglesesreunidos alee dor dela region de los lagos. La canalizacin de l energia de la amistad repartetambign entre varios ls resgos de perversidn del amor en odio. Enel no por uno sin embargo, més visible enlarelacion amorosa, Ia identificacén con el “objeto” puede desembo- aren unioncsiicitaro mal vistas El ioge del investiga poeta, en esa vertente, es In de todo amante en el sentido zn eticto de la palabra Est tipo de investigador es més reservado, dotado de una gran eapacidad de conexon, de empata. Le resutaré ‘muy dif no proyectar, no imputardistanciarse en suma del objeto de esto, a diferencia det detective sjdrecista Sila figura del secustrador es la pesadila en el sentido de m {QUE SIGNEICA INVESTIGAR? alter ego malvado involurtario) del investigador coleccio- nista la infidelidad y el incest serdn los fantasmas ontricos is temidos del investigador-poeta, 443 UN apricuto aga #1 Datty PLANET: PEATONES QUE CRUZAN EN ROJO ‘Imagina que eres un periodista recién graduado (0 a punto de) y te pones a trabajar o a hacer précticas en un diario ‘cualquiera, El director o dectora te encomienda un articulo breve sobre peatones que auzan el seméforo en rojo Es posible que salgas un poco decepcionado de su ofici- na, Tal vez te gustarfa investigar algo mas interesante, como ciertafitracién que implicara al alcalde en un caso de co- srupeién. De todas formas no te queda més remedio que poner manos ala obra. :Por dénde empiezas? Por sentarte en tu escritorio y armar un breve esquema con pasos ldgicos. En primer lugar, abres el ordenador y es- cribes en un buseador “cruzar seméforos en rojo”. Tras ase~ gurarte de que se trate de peatones: ‘+ primero, buscas la nomnativa juridica que trate el tema, + segundo, lees algunas opiniones sobre el tema distin- gulendo entre “expertos” (basicamente los tipicos profesores universitrios y los gestores encargados de la politica vial) y foros, y 1 terco, tomas nota, por sé Hones tempo de revizar en la biblioteca publica més completa y cercana algunas referencias bibliograticas que se repiten o parecen cla- ves a simple vista, y que a su vez puedes dividir en dos grupos: )estudios, informes, realizados por instituciones: blicas © por empresas o fundaciones privadas, y 2) libros 0 articulos. ELPARADIGMADELINVESTIGADORCOMOANTIHEROE 173 Es posible (y un buen sintoma), que no te sientassatisfe- cho con ese primer bafto de informacién. Te gustaria ahora abordar el tema fuera del despacho, en la realidad. Se trata de una segunda parte, una segunda mirada complementa- ria, un acercamiento empitico al problema, {Cémo podrias investigarlo en la. préctica? Piensa, imagina. Se te ocurre colocarte en tn cruce de calles y observar a los peatones. Deberias tener un minimo cuidado a la hora de elegir el cruce, Convenciria, por ejemplo (te dice el sent- do comin, un punto con cera compleidad, con varias in- tersecciones, donde a pesar de que el semaforo est en 100, Jos coches estin parados por tramos, hay buena visibilidad yy dudas y comportamientos diferentes entre los peatones Puede que recuendes por experiencia que ati mismo te pone nervioso ese semaforo y que cai siempre vste gente atre- vigndose a cruzar Supongamos entonces que te plantas al tun rato (puede ser sentado en una cafeteria desde la que se visumbra claramente el paso) y anotas en tu “cuaderno de campo" (site gustan las nuevas teenologias, compruebe si ‘existe una aplicacién —app— para antropdlogos urban) el perfil de quienes cruzan en roj, con el verde intermitente y Imirando ms 0 menos a os lados. En el peor de los casos, no encontrards ningin patrén. Ental caso puedes hacer dos cosas: A.decidir invertir mas tiempo y armarte de pacien- ‘ia. Vuelves al mismo lugar en diverses horarios, 0 comparando dias laborales y dias festivos. También puedes cambiar el punto de observacién y comparar diferentes barrios. B. cambiar de procedimiento, Puedes colocarte al prin- erado de entre los escombros, ‘mostrando parte al menos de su esplendor en esta exposi- cidn. Con que un solo aprendiz de investigador se sintera aliviado al leerla, me daria por satisfecho. EPftoco EL INVESTIGADOR COMO HUMANISTA E INTELECTUAL CRITICO ‘A veces, en nombre de la ecuanimidad, se traspasa la linea {que separa la imparcialidad de la connivencia. Demasiadas ‘veces el analista cae en la tentacién de rizar el rizo, entresa- cando los aspectos lamativos y excepcionales que matizan la tendencia general de desigualdad, apagando de esa for- ‘ma el brillo de la denuncia, sobredimensionando la excep- cin hasta hacerla digna de tanta atencién como la que se prestaalaregla. Pero ocurre que aquella linea no es esttica, sino que cambia en funcién de las cizcunstancias que se ci tanen un lugar y espacio determinados. Si lo que se quiere es que los trabajos de investigacién sirvan para mejorar la vida de las personas, y en especial la de quienes se encuentran en riesgo de exclusién social, entonces sus autores deben asumir cierto deber moral. En palabras de Todorox, el intelectual —y el investigador es fl eplinme dal trabsjador inteloctual-— debe encontrar su Papel més alé de trasnochados mesianismos pero también ‘mis acd del pesimismo cémado y conservador que dice no 2 todo esfuerzo que aspire al cambio social: “La diferencia ene a actitud eric y Inde os negadores consis: te en que esta tikima xe vale dl porvenir dl pasado para conde rare presente, mientas que Ia primera s rere alos princpos 1 186 QUE SIGNIFICAINVESTICAR? ‘onatitutivos de In sociedad presente, en ete caso Tos principe ‘emocitics, par citar su malizaién imperfecta en a vida de cada dia"! La figura del investigader se adapta bien al quchacer humanists, afin a la democracia, Todorov compara esa la- bor con la de jardinero intuido por Montaigne, cuyo traba- jo siempre quedara imperfeco, 0 con el destino de Sisifo, cl cual no expresarfa una maldicion sino simplemente la condicién humana, “que no conoce ni lo definitive ni Io perfecto” * Nosotros somos partidarios del primer ejemplo, coherentemente con las objeciones hechas en la primera parte de este trabajo al modelo de investigador basado en l sufrimiento. Resulta dificil si uno se pone en el lugar de Sisifo, ver Ia vida, y el trabajo la accién que ella contiene, ‘como aventura. En la metéfora del jardinero, sin embargo, ‘cada fruto que alumbra la tiera es verciaderamente nuevo, diferente, aunque sea de la misma especie. El propio sur gimiento del ser desde las profundidades se anuncia yaa ‘nuestros ojos como sorprendente. ‘Algo parecido a lo que sucede con la labor de costura (en este sentido, es preferible la identificaci6n con Penélo- pe que con Sisifo). Ningtin tejido hecho a mano puede ser {gual a otto. Cada investigador tee su propia obra hilando citas, es decir, ideas, elegidas entre cientos de miles. Los ‘materiales elegidos y la forma de combinarlas, su estilo particular, le pueden propoccionar el placer bruto de la {reacién, 2innimo al de la aventura. Su responsabilidad tica, enmarcada en su compromiso humanista, puede aia- dirle un plus de satisfaccin al permitirle rebasar la pers- ppectiva individual. Se cumplen asf las condiciones bésicas ‘Tavetan Todorov Las moras letra, Barcelona, Pads 208, . 288. 2 Tavetan Tero jd perfen Lacs y somes dl pense ha mont, Barcelona Pais, 1998, p29. EriLOGo co de la moral humanista de libertad de eleccién y de eleva- ign del ser humano distinto al yo al objetivo ditimo de mi accién. Al placer Iidico que se obtiene al enmarcar el azar de todo problema investigado en un universo de sentido, se une la satisfaccién de haber luchado y logrado en una equeta parte siquiera, el bienestar de los dems, De todas formas, conviene aclarar que el sentido de la investigacién como aventura supera ya en sf mismo el plano de lo frivolo. Basta, para entenderlo, con remitirse al andlisis de Simmel. Mis bien implica una especie de tercera via o camino inter- medio, en todo caso un profundo equilibrio, aparentemen- te logrado de forma esponténea, entre el determinismo y la libertad; “pues sempre entndemos por aventura uns terers cosa mi ll tanto del mero episodio abrupt, cuyo sentido noe rela del todo ext, pus vino de fuera, como del encidenaminte omegéneo ea vida, en el que cada eslabn complet lotro para confer un sentido global. La aventura noes una amalgams de ambos, sino uns ‘iveneia de toaidad incomparable que slo cabs interpreter como un envalviniento pealar de a acienta-xteroe po lo necssio- introe’ “Ahora bien, para acercarse a esa situacién de equilibrio Ideal hay que “tomar postura”, lo cual no equivale simple- mente a declararse ertico 0 a desear serlo.Significa, lteral- ‘mente, posicionarse lo que exige encontrar previamente la pposicion, y ahi reside la difcultad, La posicion deberia asociarse no a un acto de voluntad ‘aun esfuerzo constante por sintonizar, cada dia, vina frecuencia que cambia constantemente en el dial. Cam- bia porque las circunstancias de la desigualdad trabajan 2b, pars * Georg Simmel, Sobre ln ventura, Barcelona, Peninsula, 988, p15. 188 QUESIGNIFICA IVESTICAR? coordinadamente y sin descanso para ocultarse. Ayer con- seguimos localizailas en este punto, y apenas comenzamos ‘a preparar las estrategias para desmontar sus acciones te- rroristas, cuando desaparecieron del mapa. No sélo es que hoy se encuentran ya en otto lugar sino que se mostrarén seguramente bajo otra forma o disfraz. De ahi que muchos Intelectuales acaben tirando la toalla, tarde o temprano, eso si, legitimamente, es decir, mostrando pablicamente un cer- tificado vélido segiin los cénones de Ia cultura académica para causar baja. La funcién critica del (verdadero) intelectual es la pa- cencia y el compromiso de trabajo diario por dar con la posicin de los enemigos més o menos camutflados del hu- ‘manismo y la democracia con la finalidad de neutralizarlos ‘ona pluma y la palabra, armas tanto o més afiladas que la ‘espada, como se ha clemostradoa lo largo de la historia. En ‘esa biisqueda, la utilidad de los mapas es relativa porque Ta “naturaleza’” de lo social es un terreno extremadamente volatil Con todo, algo ayudan. Ast, en coyunturas de crisis ‘econdmica, la posiciOn del intelectual debe ser més radical aque en épocas ce bonanza, porque las consecuencias de una postura de connivencia inconscionte serfan més graves. EI radicalismo afecta al trakajo de investigacién en to- dos los aspectos. Uno no puede permitirse demasiadas con- templaciones en los procedimientos metodolégicos porque perderia un tiempo vital que les enemigos de la igualdad aprovecharian para huir. De igual manera, uno tampoco puede perder el tiempo en partes farragosos con un lenguaje ebuscado y rimbombante, inventando conceptos y viéndo- se obligado consecuentemente aaclaratlos cada dos por tres. No puede, moralmente, porque debe tener presente que “st situacién” es desesperada, y lo es porque parte de la pre- risa de que “su situacién” es la misma que la de aquellos a los que pretende “salvar”, es decir, aquellos que en esos ‘momentos estin sufriendo y demandan ayuda urgente. EPILOco 18 Conello, el intelectual no recupera ninguna funcién me- lénica porque no es un déspota. Demasiado sabe, en una poca en la que la violencia simbdlica toma el relevo de la violencia fisica en muchas dimensiones de la vida social, que el despotismo es despotismo, aunque sea ilustrado, Bastante hace con localizar la posicin de las trampas y se- falarlas, Puede después quedarse 0 no a ayudar a los que se lo pidan a evitarlas. Con su sefalizacin, que equivale a ladenuncia pablica, posibilitada por los medios de comuni- ‘acin y de publicidad masivos, cumple con su deber como ‘iudadano que aspira a mejorar la vida de sus convecinos, que en un mundo global deben ser identificados como to- dos los habitantes del planeta, a sofistcacién de las trampas guarda relacién con la coyuntura econémica y social, aunque ésta tiltima depende ‘menos del pasado reciente de lo que se suele pensar. Niel riimero de afios de una poblacién ni el de sus normas de derecho positivo garantizan Ta igualdad. La sociedad del conocimiento y de las leyes puede caer en un ciclo de exclu- sidn social que tiene aspecto de agujero negro imprevisible. En ese caso, la degeneracién puede ser tan répida que las ‘rampas pueden parecer incluso primitivas. De ahi que no requieran instrumentos heuristicos muy especializados por parte de los investigadores exploradores. Y no obstante se da un suceso extraordinari: es tan visible y zafia la tram- ‘pa que muchos investigadores pasan de largo... atin viendo rastros de cadveres, por tanto a sabiendas de que la gente sigue cayendo,

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