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ANTONIO BOHORQUEZ ORDUZ LOS NEGOCIOS JURIDICOS EN EL ERECHO PRIVADO COLOMBIANO E ALGUNOS CONTRATOS EN PARTICULAR Volumen IIL 2005 EDICIONES DOCTRINA Y LEY LTDA. Cariruto I EL CONTRATO DE COMPRAVENTA 1. NOCION Por el contrato de compraventa uno de los contratantes se obliga a transferir la propiedad de una cosa y a entregarla materiaimente y la otra a pagarla en dinero. En otras legislaciones se le conoce como contrato de “compra y venta” y en nuestro ordenamiento a veces se le llama “compra” y otras “venta”. De las dos, la expresién que mas se usa es “venta”, palabra que proviene del espafiol anuguo venduta y del latin vendita. Tanto el Codigo Civil como el de Comercio’ ofrecen la definicion legal de este contrato, con una terminologia que parece similar pero que, vista con cuidado, no lo es. A nuestro modo de ver ninguna de tales definiciones es satisfactonia pues enladel articulo 1849 del Codigo Civil se indica que el vendedor tiene una obliga- cion de dar y, aun cuando en efecto la obligacion es de tal naturaleza, otros nego- cios hacen surgir también obligaciones de dar para una de las partes y no por ello pueden ser identificados con la compraventa. Y en lo que respecta a la definicion del Cédigo de Comercio, que aparece en el articulo 905, de la cual se dice que es mucho mis técnica pero que en realidad no lo es, debe mirarse que para poder construir tal definicion hubo necesidad de modificar, para los efectos particulares de la compraventa, reglas generales acerca de la tradicién de los bienes. El punto no tendria nada de particular si la reforma hubiese mejorado la instituc ‘Slo que Adv que el estudio de | mercantil, pues son mas los que surjan en el desarroll 9 Privapo CoLomnia > é Dr Los Nacocios Ju }COS_ EN Jt 4 inadvertidamente, se consagré un error monumental por el prurito de pulir, mal, por supuesto, una detinicién. Parrafos mis adelante volveremos sobre el punto cuando abordemos el tema de las obligaciones que emanan de este contrato y analizaremos las controversias que suscitaba el Cédigo Civil y las que ahora suscita el Codigo de Comercio, a pesar de que la intencidn de los redactores de este tltimo se encami- naba, precisamente, a acabar con las discusiones. ede decirse ademas que constituye el con- eza y enel mundo del derecho, puesto ‘os conflictos que arriban a los estrados Del contrato de compraventa pu trato por excelencia en el trifico de la riqu que se celebra a diario y genera muchos de I judiciales. Ademas, su normativa es Uti] para solucionar numerosos problemas juri- dicos que presentan otros contratos, porremisiOn expresa cn unos casos, por ex- tensién en otros como también por analogia ante silencios del legislador. Por ello suele decirse que la compraventa es un contrato tipo. T ales posibilidades se veran en ladacion en pago, en la permuta e incluso en el arrendamiento, a pesar de serle ésta una figura antagénica? . 2. NORMATIVA APLICABLE Muy seguramente este sea uno de los contratos mas antiguos en la historia de la humanidad, quizé sélo superado en longevidad por el trueque. Por ello es uno de to, que tenemos en el derecho colombiano los negocios juridicos mas reglados. Tan’ no en el Cddigo Civil y otro enel Cédigo dos estatutos completos sobre el tema, un de Comercio. Ambas ofrecen disposiciones detalladas sobre casi todos los su- puestos de conflicto que la figura puede suscitar. Este es, entonces, uno de los contratos que tiene en nuestro ordenamiento doble reglamentaci6n. La primera estd en los articulos 1849 a 1954 del Codigo Civil. La segunda en los articulos 905 a 967 del Codigo de Comercio. Pero a las anteriores hay que afadir numerosas normas concordantes, como todas las relati- vas al tema de la tradicion de los bienes (generales en el Cédigo Civil y particulares como las de naves, acronaves y automotores) y al régimen general de las obligacio- nes, para sefalar las mas destacadas, asi como aquellas que regulan temas afines, como los relativos a facturas cambiarias de compraventa, crédito documentario. etc., que en algun momento tocan con la compraventa. —_—_—— Vale la pena advertir que en el lenguaje cotidiano las personas usan mucho jas palabras venta” © compra” para referirse a muchos otros contratos que no son compraventa y que estan lejos de serlo o de ser susceptibles de una aplicacton Snaldgica de las normas de este contrato, come ©! transporte o el seguro EL CONTRATO DE COMPRAVENTA 3 Ladicotomia de normas, en algunos casos con inutiles repeticiones, en otros con marcada diferencia de tratamiento legal frentea problemas idénticos, ha hecho clamar por la unificacién de los cédigos, principalmente en las materias alusivas a obligaciones y contratos, para seguir el ejemplo del famoso Codigo Civil Italiano de 1942, Ojalaalgin dia el legislador acometa tan titanica tarea, que mucho bien haria enpunto de claridad en el alcance de las relaciones juridicas que vinculan a muchos colombianos. Enel entretanto, es preciso determinar en cada caso particular qué naturaleza tiene el contrato, para definir la normativa que le es aplicable, sin dejar de ver que hay hipétesis en las cuales la discusi6n aflora de inmediato pues no siempre la distin- ciénes simple. Igualmente ha de agregarse al listado de normas aplicables, con Ia sefialada importancia que le corresponde, las atinentes a la proteccion del consumidor, que para el momento de escribir estas lineas son, basicamente, el Decreto 3466 de 1982 con sus modificaciones y reglamentos’ . Y, finalmente, otro grupo de normas atinentes a este contrato aludenala compraventa maritima, reglada en el Codigo de Comercio en los articulos 1688 a 1702 y otras tienen que ver con la compraventa de establecimientos de comercio (articulos 525 y siguientes). 3. CARACTERISTICAS El contrato de compraventa es un contrato tipico, puesto que ha sido regla- do por la ley, ademas, de manera profusa. Nominado, puesto que la misma ley le ha dado nombre. Bilateral, en la medida en que de él emanan obligaciones para ambas partes, Oneroso, pues para los dos contratantes hay gravamen y beneficio. Conmiutativo, pues las obligaciones a cargo de las partes se miran como equivalentes, es decir, se presume que hay armonia entre elas: el precio coincide con el valor justo del bien compravendido. gs P; Po cl En el Parlamento se tramita el proyecto de un nuevo estatuto del consumidor, que esperamos tenga mejor suerte que los anteriores. De tos foctos JURIDICOs EN EL DERECHO PRIVADO COLOMBIANG Es un contrato generador de obligaciones principales, las cuales no necesi- tan de la existencia de otras para subsistir. Es celebrado mediante declaracién, por regla general y. excepcionalmente por comportamiento (a nuestro modo de ver. las compraventas en los alma- cenes de autoservicio y en las maquinas tagamonedas se cel ebran por com- portamiento positivo, mientras que el supuesto del articulo 912, inciso se- gundo, del Codigo de Comercio es de celebracién por comportainiento negativo). Es contrato de ejecucion instantanea, pues el pago del precio y 1a entrega de la cosa son obligaciones susceptibles de ser ejecutadas en un solo acto, aun cuando ambas prestaciones pueden ser aplazadas, hipotesis en las que el contrato no se torna de ejecucién sucesiva. como con ligerezaa veces se afirma, sino en uno de ejecucién diferida. cuyas obligaciones siguen siendo instantaneas. dejadas para posterior cumplimiento. Es el tipico contrato de contraprestaciones. en el cual hay cierto antagonis- mo entre la cosa y el precio. Es contrato de forma libre. por regla general. excepcionulmente solemne, como en la venta de inmuebles, de naves, de aeronaves y de establecimien- tos de comercio* Es contrato de sujeto universal, pues todas las personas lo pueden celebrar Es definitivo. en tanto las relaciones y las situaciones juridicas que de él surgen no requieren de un nuevo contrato para consolidarse Casi siempre esta precedido de una libre discusién para las estipulaciones de las partes. pero a veces se celebra por adhesion. pues una de ellas ela- bora el contenido y la otra se adhiere. Es simple, mientras no se halle imbricado con otro negocio Tsonal, pues siempre en su celebracion aparecen dos personas remos al planteamiento segtin el cuai este contrato es solemne por regia general a! por excepcion EL CONTRATO DE COMPRAVENTA heer Oss Y es traslaticio de dominio, en tanto que se celebra con el propésito de transferir unos bienes por un precio’ . 4. INEFICACIA DEL CONTRATO DE COMPRAVENTA La inexistencia de este contrato se da por falta de los elementos esenciales, es decir, precio y cosa. Si las partes no los sefialan, no habra compraventa. Consa- gr6 el legislador, ademas, formalidades sustanciales 0 constitutivas, en la compra- venta de inmuebles (articulo 1857 del Cédigo Civil, escritura publica) y en la com- praventa de establecimientos de comercio (escrito privado o publico, articulo 526 de! Cédigo de Comercio), por lo que Ia falta de tales formalidades en esos casos se traduce en inexistencia. No hay otras posibles causas de inexistencia, amén de las resefiadas atinentes a la forma y al contenido y no hay exigencias especiales de idoneidad a los sujetos. cuya falta pudiese conducir a inexistencia, por lo cual sélo hay estas dos causales de inexistencia en la compraventa La nulidad absoluta se da por incapacidad absoluta de uno de los contra- tantes y por objeto o causa ilicitos. Ademas, la ley ha consagrado inhabilidades especiales (falta de legitimacién negocial) que implican nulidad absoluta del contra- to de compraventa cuando Ja norma protege intereses generales (cfr. articulos 1852 y siguientes del Codigo Civil y 906 del Codigo de Comercio) tema al cual nos referiremos adelante, al hablar de los sujetos negociales y las inhabilidades. No existen, para este contrato, formalidades para la validez basadas en consideracio- nes a la naturaleza del negocio, por lo cual no hay nulidades absolutas de la com- praventa por falta de formalidades. Algunas reglas especiales sefialan nulidades absolutas propias de la compra- venta, como adelante veremos al tratar el tema de Ia licitud del objeto. Son normas que prohiben la venta de ciertos bienes, contenidas en la Constitucion Politica y en la ley, Se trata unas veces de prohibiciones muy especificas, como la compraventa de narcoticos, y otras de prohibiciones mas abiertas, como la venta de cosas que no estan en el comercio humano o Ia de vender la universalidad de bienes que pertenecen a una persona. jad relativa de! contrato de compraventa se da por incapacidad La nu relativa, por vicios del consentimiento y por ausencia del consentimiento. Tambien *Unas anotaciones un poco mis detalladas de estas categorias pueden buscarse en el Capitulo Hl de segundo volumen. 6 De Los Necocios Jurfpicos BN _EL_DERECHO Privapo COLOMBIANG se da por falta de legitimacién negocial o inhabilidad, cuando la norma protege intereses particulares, como en la compra de cosa propia (articulo | 872, Codigo Civil) y en la compraventa consigo mismos que realizan las personas que adminis- tran bienes ajenos (articulos 906 del Codigo de Comercio y 1855 y 1856 del Co- digo Civil). Y si existe la posibilidad de la nulidad relativa por falta de formalidades, pues en las ventas de bienes inmuebles de incapaces la ley ha impuesto ciertas formalidades en consideracién al estado de ese tipo de personas y, en consecuen- cia, la nulidad que se genera es relativa, de conformidad con lo previsto en el articu- lo 1741 del Cédigo Civil. La inoponibilidad se da por falta de legitimacién negocial, como cuando alguien se obliga a que un tercero, que no ratifica el contrato, vende un bien 0, abiertamente, se vende una cosa ajena. El duefio de la cosa es tercero a la compra- venta asi celebrada y estard favorecido por la inoponibilidad, pues el contrato, ce- lebrado entre otros, no le afecta. Como explicamos en el volumen 1, cuando el articulo 1871 del Cédigo Civil establece que la venta de cosa ajena es valida, quie- re decir, nada mas, ni nada menos, que no existe causal de nulidad en la venta de cosa ajena. En verdad no hay nulidad. Pero el supuesto sf trae consigo una inefica- cia de suma gravedad, que se llama inoponibilidad y que protege al verdadero duefio de la cosa. No participamos de la opinion de quienes creen que si no existie- se el articulo 1871 del Cédigo Civil la venta de cosa ajena si seria nula® , bajo el supuesto de traturse de una venta prohibida por el articulo 752, ib. En realidad, si se lee con cuidado esta ultima norma, no se halla en ella prohibicién alguna, sino ape- nas una obvia consecuencia de la inoponibilidad. Si se aceptase el citado razona- miento como correcto, habria que concluir que otros contratos, en los que se dis- pone de intereses ajenos, serian nulos, como la prestacidn de servicios ajenos, la faccidn de obra por otro, ¢ incluso el arrendamiento de cosa ajena, o la prenda de cosa ajena, cuando el vicio que aqueja a tales contratos no es otro que el de la inoponibilidad, descrito sin nombrarlo, por el viejo articulo 1507 del Cédigo Civil. La inoponibilidad de la compraventa por falta de formalidades tendientesa dar publicidad del negocio también puede darse, como cuando no se registra la enajenacion de un establecimiento de comercio (cfr. articulos 28, ordinal 6° y 32. ordinal 2°, del Cédigo de Comercio) 0 no se hace lo propio respecto de la compra- venta de inmuebles, automotores y otros bienes sujetos a registro, pues amén de no “Valencia Restrepo, Hernan. Codigo Civil. Bogota, Temis, 1999, p 663 Ex CONTRATO DE COMPRAVENTA 7 haber tradiciOn, sin el registro el vendedor continuard respondiendo ante el Estado por cargas y contribuciones fiscales, pues para el propio Estado el contrato sera inoponible, ya que también es tercero al mismo, La ineficacia automatica sobrevenida por disposicidn legal es ineficacia que, a nuestro juicio, se halla prevista por la ley para este contrato solamente en el supuesto de la compraventa de cosa futura no aleatoria, pues en tal evento si llega- da la época futura esperada y la cosa no existiere, el contrato no producira mas efectos por ministerio de la ley. En cambio, si el comprador asume el riesgo, la compraventa es pura y simple, pero aleatoria. En cuanto a la ineficacia por imposibilidad practica podria darse por la fuerza mayor 0 el caso fortuito. Si bien en tales supuestos se producen algunos efectos del contrato, no se surten los esenciales, esperados por las partes. En Jo atinente a la ineficacia por disposicién particular, recordemos que es fendmeno que puede darse mediante una clausula accidental o mediante un se- gundo negocio celebrado con el propésito de acabar la compraventa. Sélo dos de las tres clausulas que estudiamos en el aparte correspondiente del volumen uno pueden darse: por no tratarse de un contrato de tracto sucesivo, no es posible hablar de plazo pero si de la condicién suspensiva (s6lo empezara a ejecutarse cuando ocurra cierto hecho futuro e incierto) o a una condici6n resolutoria (si se produce cierto hecho futuro e incierto, el contrato dejara de producir efectos); es posible sujetar el contrato de compraventa a un modo, pues la parte vendedora podria imponer una destinacién especifica para el bien compravendido, que no puede variarse, que obliga al comprador y cuya trasgresiOn significaria la ineficacia del contrato. En cuanto a negocios posteriores para dar por extinguida la compra- venta son posibles el desistimiento 0 retracto, como negocio unipersonal de uno de los contratantes, si las partes pactaron arras 0, de alguna manera, previeron la posibilidad de que alguna de ellas, o cualquiera de ellas, pudiese echar pie atras. Y de los negocios pluripersonales que pueden usarse con el propésito de acabar el negocio original son posibles todos: Ja resiliacion (expiracion del contrato por mutuo acuerdo expreso), la transaccién (y, por supuesto, la conciliacién) para evitar 0 acabar un pleito que tenga su origen en el contrato inicial de compraventa, la novacién si las partes deciden acabar la relacion y crear una nueva y la remision, si para terminar el contrato, ademas, se condona una deuda. La ineficacia por declaraci6n jurisdiccional podria presentarse en caso de incumplimiento, bajo la denominacién de resolucién del contrato, aparejada de een _PRIVADO_ COLOMBIANG indemnizacién de perjuicios. También la disolucion, si ambos incumplicron. Lale- sién enorme, en las compraventas de inmuebles, es otra figura. de inefic laa declarar por el juez, tema del que hablaremos adelante. La simulacion, 5! el con- trato fue fingido, en todo o en parte, y la pretension de fraude pauliano sie! con- trato fue verdadero pero se realizo en detrimento de los acreedores, en las condi- ciones previstas en el articulo 2491 del Cédigo Civil son dos figuras que pueden afectar a la compraventa y a las cuales nos referimosen el capitulo IV del volumen anterior. Asi mismo la compraventa es susceptible de las demas pretensiones revocatorias que la ley tiene previstas para ser ventiladas de modo paralelo a los procesos concursales’. 5. ELEMENTOS ESTRUCTURALES 5.1. Sujetos negociales sujeto univer Este contrato es de aquellos que sefialamos como contratos de onas pueden sal al tratar el tema del sujeto negocial*, en tanto que cualesquiera pers celebrarlo, bien sea que ocupen uno u otro de los extremos en Ja relacion juridica. Las exigencias al sujeto no pasan de las generales de validez. que lalegislacion prevé para todos los contratos, es decir, lacapacidad y el consentimiento, temas ya men- cionados suficientemente, como para volver sobre ellos. Habilidad o legitimacidn negocial en la compraventa Otra exigencia importante que surge de la ley, en relacién con los sujetos y para la validez de la compraventa, tiene que ver con la legitimacién negocial que el legislador también denomina “habilidad” y, en algunas oportunidades, “capacidad especial”. El capitulo I del Titulo XXIII se Hama “De la capacidad para el contrato de venta”. Pero el primer articulo ya abandona ese lenguaje y comienza diciendo “Son habiles para el contrato de venta. .” gCual debe ser. entonces la expr més adecuada, desde e! punto de vista técnico? A nuestro modo de ver la locucion “capacidad” o “incapacidad” debe dejarse exclusivamente para referirse a la inca- pacidad negocial ode ejercicio a la cual se reficren las leyes en general, proveniente de laedad 0 de la declaracién judicial, basada en Jaausencia o en la insuficiencia de madurez en la voluntad de celebrar los contratos. De manera que las denominacio- oo cl voldmen | Capitulo LV, hemos: explicado estas figuras de ineficacia. * Ver volumen I de esta obra, capitulo HT 1, CONTRATO DE COMPRAVENTA nhabilidad” o “falta de legitimacion negocial” son mas apropiadas para referir- seal problema aquel en el que la ley ha determinado que ciertos sujctos, a pesar de ser capaces, no pueden disponer de ciertos inte: . fendmeno que también ha dado en Hama “Jegitimacion negocial” por la doctrina, denominacién que hemos acogido, segun explicamos ya en el volumen primero de esta obra. ne: Las inhabilidades que la Iey ha previsto para el contrato de compraventa, cuya presencia implica que alguno de los sujetos negociales 0 ambos no estan legi- timados para contratar, so pena de nulidad, son las siguientes a) Elpadre o madre y el hijo de familia estan inhabilitados para celebrar con- trato de compraventa entre si, conforme lo dispone el articulo 1852 del Cédigo Civil’. Esta inhabilidad aparece también en el Codigo de Comer- cio, articulo 906, numeral 1. Debe entenderse por “hijo de familia” a aquel que atin se halla sujeto a patria potestad, con lo cual es claro que el hijo mayor si puede celebrar contrato de compraventa valido con sus padres. Esta causal de nulidad del contrato de compraventa ha sido ideada por el legislador con el animo de impedir que los padres puedan transferir sus bien sus hijos menores, con el objeto de evadir a sus acreedores. De paso también se impide que los hijos transfieran bienes a sus padres, espe- cialmente muebles, con menoscabo de su patrimonio. Ninguna de las dos finalidades de la norma debe mirarse como unica y, sin duda, la primera es mas importante pues tiende a proteger a la comunidad con lo cual tutela intereses de tipo general, pues en el concepto acreedores, debe recordarse, quedan incluidos los alimentarios, las victimas de sucesos dajiosos, los em- pleados, etc. y no solamente los prestamistas, como con ligereza se suele creer. Habiamos indicado en otra oportunidad que no sefiala el Cédigo Civil. y silo hace el de Comercio, cual especie de nulidad se presenta; el punto se resuelve al observar que como la norma fue puesta por razones de interés general, la nulidad que se genera con su trasgresién es absoluta!! “Ver volumen I de esta obra, capitulo IV, Presupuesto de la legitimacion negocial “La norma preveia también la nulidad para la venta entre cGnyuges, pero la Corte Constitucional, en desafortunada sentencia (C 068 de 1999) declard inexequible la frase, sin caer en la cuenta que tal previsién habia sido puesta por el legislador en proteccién de los acreedores. Argumento el alto Tribunal que ta norma violaba el principio constitucional de la presuncidn de buena fe. Si la Corte ha de seguir razonando de ese modo. el legislador no va a poder reprimir conductas que se juzgan nocivas para la comunidad y que pueden serlo aun cuando se actue de buena fe Ver volumen uno. capitulo IV, Legitimacién negocial tou De 1a Necoctos Jurinicos un rt DeRucHo Pavano Covompiane, b) Los funcionarios piblicos se hallan inhabilitados para vender los bienes que administran, sin la autorizacion de la autoridad competente, a menos que se trate de aquellos bienes cuya enajenacidn esté comprendida dentro sus fun- ciones administrativas ordinarias. En este caso el legislador protege un inte- rés general, materializado en los bienes del estado, los cuales, es evidente, pueden en dado caso enajenarse, pero bajo la aquiescencia de otra autori. dad a quien competa otorgar laautorizacién respectiva. En el caso de los gobenadores, la Asamblea Departamental seria competente para otorgar la autorizacién, en el caso de los alcaldes, lo seria el Concejo Municipal Esta inhabilidad se halla reguladaen el articulo 1853 del Codigo Civily en el 906, numeral 5, del Cédigo de Comercio. También en este caso la nulidad que se presenta es absoluta, en la medida en que el interés protegido por la norma que consagra esta inhabilidad es, sin discusién, de carcter general. c) Los funcionariosy secretarios de la Rama Judicial y, en general, los emplea- dos publicos por cuyo conducto se vendan bienes en publica subasta, se hallan inhabilitados para participar en la almoneda que ocurra como conse- cuencia del litigio. Asi reza el articulo 1854 del Cédigo Civil y, en términos similares se repite la inhabilidad en el Codigo de Comercio, numeral 6 del articulo 906, Debe entenderse que no es posible participar ni atin bajo inter- puesta persona. Las normas mencionadas no dejan de ser bastante inge- nuas, pues no resulta facil imaginar que el funcionario publico, salvo que haya dejado de serlo, participe en la subasta a la vez como funcionario y como postor, a menos que use interpuesta persona. El estatuto disciplinario de la Rama Judicial’? iba mucho mas alla de la norma civil, pues prohibia a funcionarios y secretarios participar en todo remate que se efectuaran den- tro del territorio de su jurisdiccién, sin importar qué juez iba a presidir la diligencia. Tal norma es hoy mucho mas rigida, pues el Codigo Disciplinario Unico" trae también la prohibicién, pero la extiende a todos los remates que se realicen en la “entidad donde labore” o en aquellas sobre las cuales se ejerza control jerarquico 0 funciones de vigilancia. De modo que los servidores publicos mencionados no pueden participar como postores en ningun remate, aun cuando se celebre fuera de sujurisdicci6n, Si la prohibi- cién fuese hollada, el negocio estaria afectado de nulidad absoluta, puesto que también en este caso el legislador protege un interés general. "? Decreto 1818 de 1989. articulo 7, hoy derogado. © Ley 734 de 2002, articulos 39, numeral 2. y $0. EL CONTRATO DE COMPRAVENTA Hl d) Elnumeral 7 de fa norma 906 del Codigo de Comercio, ya citada varias veces, establece que los funcionarios que ejercen jurisdiccién estén inhabilitados para adquirir bienes que se vendan a consecuencia del litigio. Como se ve, esta inhabilidad comprende mucho mis que lo circunscrito por a hipotesis del articulo 1854 del Cédigo Civil y, como con exactitud lo indica el articulo aludido, la nulidad que se genera seria absoluta, en la me- dida en que con la prohibicién se protege obviamente un interés general. Esta hipétesis se halla referida a la venta directa, pues la del remate es mas rigurosa, segtin vimos en cl literal anterior. e) Deconformidad con el mismo numeral 7 del articulo 906 del Cédigo de Comercio, también se hallan inhabilitados para adquirir los bienes que hayan sido objeto de litigio y que se vendan como consecuencia del mis- mo los abogados que hayan intervenido en el asunto. Expresamente el articulo del estatuto mercantil citado prevé que se trata de una inhabilidad que genera nulidad absoluta y la raz6n salta a Ja vista, se trata de proteger intereses generales. f) Los guardadores, y en general las personas que administran bienes ajenos por mandato legal, como los padres, se hallan inhabilitados para comprar los bienes de sus pupilos y representados, de acuerdo con los articulos 1855 del Cédigo Civil y 906, numeral 2, del Codigo de Comercio. Tal inhabilidad, de conformidad con el articulo 1855, en remision que el Codigo de Comercio no menciona pero que se sobrentiende, esta sujetaa las reglas especiales de la administracién que corresponde a los guardadores, en es- pecial al articulo 50] del Codigo Civil, que permite la celebracién de con- tratos en interés del guardador, siempre que se obtenga la autorizacion de los otros guardadores, si los hay, o del juez, pero que proscribe, de manera tajante, atin bajo autorizacién, todo contrato relativo a inmuebles del pupilo, incluido el arrendamiento. En este caso Ja nulidad que se genera seria relati- va, en tanto el interés que la norma protege es de alcance meramente parti- cular, el del representado. Asi lo entendi¢ el propio legislador en el inciso final del articulo 906 del Cédigo de Comercio, al sefialar que se trata de una nulidad relativa, también llamada anulabilidad por este Codigo. 2) Los mandatarios, sindicos (hoy contralores), albaceas, guardadores, se- cuestres y en general las personas que administran bienes ajenos, estan inhabilitados para celebrar negocios en su propio interés, respecto de los bienes que administran. Se trata del llamado “negocio consigo mismo”, que os EN EL DeRECHO PRIVADO COLOMBIANG cc V2 Dr tos Negocios Juntnics EE i fc digo Civiy . articulo 2170 del Co uy ) 6 2 ser efectuado por el mandatario ( H tainhabilidad Saainonmiat expresamente per a : ames 5 i i 855 y 1856 del Codigo Civil yO : aa Se tise de Comercio. Sila inhabilidad resulia wok ada, | conte sera nulo, de nulidad relativa, puesto que la non pros . mht rés particular. simplemente. En los demas casos, el negoc: 0 solo es posible con la autorizacion del juez. h) Hay inhabilidad en el comprador, también, cuanto soe evonme mee Asi lo dispone el articulo 1872 del C digo Civil, en inainorma are wa ede habia cado que la venta de cosa ajena era indispensable después de haber pontificado q bie dvert valida. De modo que si una persona compra a otra un Enea a L a que lehan vendido algo que yaera suyo, el vendedor no puede alegar la validez del contrato por ser venta de cosa ajena, pues el legislador ha Protegido al comprador en tal situacion, al crear esta hipstesis especial de inhabi lidad ° falta de legitimacién negocial. La nulidad que surge de alli es relativa, en tanto la norma busca proteger no un interés general sino uno particular. Ello explica porque el inciso final abre la puerta ala modificacion de lo Previsto en lanorma, por las estipulaciones de los contratantes. sin limitacion alguna, En todo caso. es Ja nulidad la figura que ha de usar quien compra cosa que ya le pertenecia. bien para evitar que le cobren el precio. bien para conse- guir que le sea devuelto el que pagd. o bien para evitar las consecuencias de lacuriosa norma contenida en cl inciso segundo del articulo en cuestion y lo pactado respecto de frutos, pues declarada la nulidad del contrato. no ha- bra tampoco clausulas accidentales que aplicar Las anteriores hipdtesis generan nulidad Aparte, también encontraremos una falta de legitimacion negocial por ausencia de titularidad sobre el derecho de dominio de la cosa vendida, que genera mopomibilidad, en la venta de cosa ajena (articulo 1871 del Codigo Civil). En este caso habra dos maneras de ar el problema: mediante ratiticacion de la venta que haga el duefio o mediante adqui sicion de la cosa que haga el vendedor que trae como consecuencia automialica latransterencia de la Propiedad a} comprador, sin necesidad de nuevo titulo. Al Punto volveremos adelante al tratar el tema de la obligacion de transferir ¢| dom! nio que tiene el vendedor EL CONTRATO DE COMPRAVENTA 13. 5.2. La forma de las compravent: tiene el inconveniente que, frente al silencio normativo sobre el punto habria que decir, al adoptar la tesis que combatimos, que el contrato es solemne, pues se seguiria la regla gees Pra pi seria la solemnidad a usar, si el _ escrito privado o la escritura comportamient6. Por ejemplo, en materia de automotores no ha faltado quién afirme que el contrato es solemne. Pero Jaausencia de norma especial impide sefialar con certeza cual es esa formalidad y habria tantas razones para decir que es un escrito privado como para decir que se trata de una escritura publica. Y de paso se contrariaria el articulo 84 de la Consti- tucién Politica. No es. pues, afortunada la proposicién del ilustre maestro. Mejor lo dejamos planizado como lo hace el legislador; el eontrato de compraventa es, por reglag nsensual pues tal es la regla general para todos los contratos. Magra ettteie ie creo que vale la pena insistir en ello aunque el punto fue tatado en el volumen cn s is Por ello se suele repetir por los docentes, con apoyo en el articulo | “Odigo Civil que “puestos de ~ acuerdo en cosa y precio ya hay compraventa sa mu 2 psi LA abs, 14 Deion Newocios Juntices px bl DEON hn ‘a por compo} HATTNVETIUG PF tivo. In el supuesto del ined 912 la ley tipifica el silencin como forma Feces tes contrato: si eFcomprador recibe la cova para pro- barlao gustarla y no da noticia de su rechazo dentro de los tres dias siguientes, ve entenderd perfeccionado el contrato. 0 di G0R exige que se celebre por everitura pO 0 = en cl caso de la compraventa de kesiniane cone oe i “omercio impone dos solemnidades a elegix por las -escritura piblicao el auténtico En estas compraventas solemnes, tampoco el registro es formalidad para la celebracion del contrato, cumplida la forma prescrita por el legislador, el contrato es ya perfecto y ¢] registro constituye al tiempo que el perfeccionamiento de la tradiciOn, que es su oficio més importante, ¢] cumplimiento de una de las obligaciones emanadas del contrato y el requisito formal para dar publicidad al contrato _ tetera ic reat -99y 100. El notario no podréautorizar una escritura sin el Ileno de tales requisitos, nd u a . y con ello el contrato sera inexistente. : nulidad, absoluta, si no se cumplen los © |contrato. al afectara uno » de sus elementosestructurales, laforma, Vale Ja pena anotar que en el articulo 1857 citado la norma hace alusidn ala “venta de derechos herencialesipy a la “venta de servidumbres” y al hacerlo usa un Jenguaje inapropiado que el mismo c6digo corrige en su oportunidad, pues tales contratos, si bien deben celebrarse porescritura publica, pues la norma lo impone, en realidad no son ventas, pues al primero el codigo Jo llama “cesidn de derechos herenciales” (articulo 1967) y al segundo “constitucién de servidumbre” (anticulo 888, ib.) anil en que as partes celebran pacte previo de Real et 4 ”~ U Civil, norma que en materia mer itutivas til es el articulo 864 del estatuto del ramo, y que permite estipular que ¢l contrato ccionado en cl momento en que se cumpla por celebrar s6lo se entenderd perf determinado rito que las propias partes indican, 5.3. El contenido 5.3.1. Elementos esenciales Ya hemos sefialado muchas veces, en especial en los ejemplos que utilizamos en el volumen primero, que los elementos esenciales en el contenido de una com- prayenta son la cosa y el precio. De estos dos elementos se pueden sefialar unos requisitos, aunque no exista norma que de manera precisa los especifique. Veamos: La cosa Este elemento cs el nticleo de! contrato, pues es la especie sobre la cual gira y recae la compraventa. Es el objeto del derecho o de la prestacion a cargo del vendedor. Las personas saben, aunque no sean versadas en derecho, que la com- praventa es un contrato que sirve al propésito de obligarse a la enajenacién de cosas. No obstante, debe aclararsc que se refiere a cosas corporales o materiales, pues para la enajenacién de derechos inmateriales ha de usarse otro contrato que se llama cesion de derechos 0 de créditos. Requisitos de la cosa: a) Debe existir 0, al menos, esperarse que exista El tema se halla regulado de modo distinto por los dos codigos. A nuestro modo de ver, es mas técnico el Civil que el de Comercio, pues al paso que éste estima que la venta de cosa futura no es contrato (articulo 917, ib., salvo pacto en contrario) sino apenas un pacto precontractual, ya que slo reconoce laexistencia del contrato a partir del momento en que la cosa exista, el Civil lo considera contra- to desde el comienzo, sin ambages, aunque bajo una formula condicional para una de las hipotesis. Tanto el articulo 1869 del Cédigo Civil como el 917 del Codigo de Comer- cio prevén dos hipétesis frente a la compraventa de cosa futura: en la primera, las partes esperan que la cosa existird Ilegado ese momento en el futuro, pero la cosa Privacny COLOMMANE 16 Dr tos Necoctos Juidpicos ex t_ Dexscno. Paivaoe , no llega aexistir Para el Codigo de Comercio el contrato es inenisienie Forde pontifica que sdlo se entendera perfecto en el momento en que la cosa legue a existir Para el Cédigo Civil, en cambio, es un contrato de compraventa suyeto a una condicion resolutoria impuesta por la ley, determinada en un hecho futuro ¢ incierto sobreviniente"* a la celebracidn del contrato y que consiste pre isamente en que la cosa no llegare a existir En la segunda hipotesis, contemplada por las dos normas de modo idéntico y con las mismas consecuencias, ¢l contrato se perfecciona desde elcomienzo, de tal suerte que la relacién juridica que de él surge incondicional: cuando el compra- dor asume el riesgo de que la cosa no Ilegarea existir. En tal evento, obviamente, el comprador esté obligado a pagar el precio en el momento pactado, aunque lacosa no Ilegare a existir, puesto que se ha vinculado en un contrato alcatorio, sujeto a un factor de suerte En relacion con la venta de cosa futura hizo el Codigo de Comercio una previsiOn que al Civil se le escapo: en el evento en que la cosa esperada para el futuro Ilepare a tener s6lo existencia parcial, el comprador estar facultado para desistir del contrato 0 perseverar en él con derecho aque se le rebaje el precio"® [a ausencia de norma similar en cl Codigo Civil autoriza la aplicacion de la norma mercantil en los contratos de aquella naturaleza, a nuestro juicio, pues no se trata de una sanci6n sino de solucionar un vacio de estipulacion de las part habra cabida para la analogia. 's, con lo cual I:n torno de la existencia de la cosa la ley contempla dos hipotesis mas, en los articulos 1870 del Codigo Civil y 918 del Codigo de Comercio: que las par- tes, al momento de la celebraci6n del contrato, hayan partido del supuesto de que Ja cosa existia, pero no era asi, pues en un caso no existia y, en el otro, sdlo existia parcialmente Si la cosa que se supone existe es inexistente en su totalidad, el contrato sera, asu vez, inexistente, pucs asi lo indica la expresion “no produciré efecto alguno” que usa el legislador en ambos estatutos. $i la cosa existe en parte, el derecho reconoce que cl contrato si nacié a la vida juridica y, en tal caso, otorga al compra- dor las alternati vas de desistir del contrato (ineficacia por disposiciOn particular!” ) 0 unente nos jamos ante una ineficucia automatica sobreven "Otro caso de actio quanti minoris 4 por disposicion lepal "Yer volumen |, capitulo IV, Ineficacia por disposicidn particular _ ay HL CONTRARY Db COMMRAVIEN LA rse ere contralto con el derecho a pedir rebaja del precio (acto quanti mantene mpimorin) pare tasar el eal cl juez deberd valerse de peritos, Sule verse en esta nora, por los comMENLATISEAS ¥ profesores, una impropiedad técnica que, a nuestro Ja norma debid hablar de “resolucion modo de ver nose da. Se dice que en realidad I del contrato”” que es la figura uplicable cuando de incumplimiento del misrno slador, simplemente, dio al con- (rata, sin pereatarse estos ntérpretes de que el legi ante las dos opciones, pues podra pedir resolucion por incumplimiento, como tir del contrato, si es su deseo. La escogencia de una u otra figura deter- culo de prestaciones mutuas, pucs en un caso laextincién de omento en que el juez declara la resolucidn y, en elotro,enel podni dests a figura se da en el m omento en que la otra parte recibe la comunicacidn del retracto. En un caso las nin calculadas por el juez con dependencia de si hay 0 no mala fe, a mi prestaciones partir del contrato o de la contestacién de la demanda. En el otro, a partir de la recepeidn del retracto. Pero es al contratante a quien ‘ce corresponde clegir. Entre las dos normas mencionadas, civil y mercantil, hay otras dos sutiles diferencias, consistentes en dos agregados mas que hizo el legislador comercial y que sin duda mejoran la proposicién normativa: de un lado, la mercantil alude a la compraventa de cuerpo cierto, mientras lacivilno lo hace. Tal distincion tiene su razon de ser en el postulado segun el cual las obligaciones de género no perecen, Itos de maiz, debe esa cantidad del mismo género, sin importar si 6 el contrato los tenia o no, y sin que importe si luego los pierda caso fortuito, pues como el género no perece, no habra exone- laalegacion de tales circunstancias, a menos, como vere- dividualizado. De otra parte, la norma mercantil prevé la bre una cosa presente pero cuya existencia se quien debe diez bul para cuando celebr por fuerza mayor 0 racion, ni siquiera bajo mos, que la cosa se haya in posibilidad de celebrar un contrato so! ignore y se tome como unalea. Es interesante anotar que tanto en la norma mercantil como en la civil se prevé responsabilidad por el daiio inferido al comprador en caso de que el vende- dor celebre el contrato a sabiendas de la inexistencia de la cosa, en todo o en parte. En el planteamiento de la norma hay una curiosidad, que debe ser cuidadosamente observada en el trance de redactar las pretensiones de una eventual demanda: si la cosa no existia, la responsabilidad civil sera extracontractual, pues el contrato es arcialmente, como en tal caso el derecho si inexistente; pero si la cosa existia p reconoce que se celebré un contrato, la responsabilidad sera contractual. nucito PaIvabo COLOMBANG, Dr Loy Nec vs Juntpicos en HL De 5) Debe ser determinada o, al menos, determinable Sila cosa es uno de los elementos esenciales, es obvio que en el moment de celebracion del contrato no puede faltar, lo que equivale a decir que en el clausulado debe quedar identificada de manera precisa, pues si se dice que se vende un bien, Pero no se sabe cual bien es, no habra compraventa, de] mismo modo que si se dice que se vende cierta especie de bien (arroz, por ejemplo) pero no se spec! fica la cantidad, tampoco hay compraventa. De ahi que el legislador determunase la prohi- bicion de vender todos los bienes presentes y futuros de una persona, bajo penade nulidad absoluta del contrato, seguin dispone el articulo 1867 del Codigo Civil. Una Prescripcién mis consecuente con la esencialidad del elemento habria sido Ja inexis- tencia, puesto que el defecto del contrato es la indeterminaci6n del objeto de la compraventa; pero como el legislador dispuso la nulidad, ésta sera la ineficacia aplicable y, por consiguiente, requiere declaracién judicial, asi sea oficiosa. La determinacién de la cosa ha de precisarse de acuerdo con la clase de bien objeto de la compraventa, Si se trata de una obligacién de cuerpo cierto, la cosa debe individualizarse, de tal suerte que no se confunda con otra, ni siquiera con las de su misma especie. En el caso de los inmuebles, la identificacién del bien corre por cuenta de la descripcién de linderos, la nomenclatura o situacién del bien y el numero de matricula inmobiliaria. Este Ultimo dato puede omitirse cuando el inmue- ble vendido se segrega de uno de mayor extensi6n, pues en tal caso la asignacion de matricula inmobiliaria es un acto administrativo posterior de la Oficina de Registro de Instrumentos Publicos. En la venta decuerpo cierto, aunque no sea muy usual, también es posible que el bien sea determinable. Asi, en la hipotesis del terreno que se separa de otro, es posible que el bien sea determinable, puesto que si se ha de sacar de uno mayor, en vez de identificarlo plenamente, las partes pueden dar las bases para hacerlo, mediante el uso de medidas, puntos cardinales, etc. De igual manera puede ocurrir con otros cuerpos ciertos, de los que no se conocen todas sus caracteristicas. como para individualizarlo plenamente, pero si s que permitan detgrminarlo luego. dan algunas Si se trata de obligaciones de género, comprador y vendedor han de preci- sar el género y la cantidad debida o las bases para precisarla. La calidad también cs importante, s6lo que si no se pacta, se entiende que se debe la cantidad indica Et CONTRATO DE COMPRAVENTA 19 s, de mediana calidad (articulos 1566 del Codigo Civil y 914 del oo de Comercio). La norma mercanti] agrega que deben ser cosas sanas. | comprador quiere adquirir un bien en bue- da de Codig pues, desde luego, se presume que é nas condiciones'* {Como pueden las partes indicar en el contrato las bases para precisar la cantidad debida por el vendedor de una cosa? Mediante formulas matemiaticas, con indicacién de los factores que inciden en la determinacién, los cuales, a su vez, pueden depender de otros factores conocidos 0 por conocer. Por ejemplo, se pue- de pactar que se venderdn el nimero de kilos que quepan en un recipiente; 0 los que sea capaz de transportar un vehiculo. Si se trata de la venta de una cuota proindiviso que una persona tiene en un bien y que la ley permite vender por separado y sin el consentimiento de los demas conduefios, articula 1868 del Cédigo Civil, deberd identificarse la cosa y precisarse la parte que se tiene en ella, bien mediante el porcentaje correspondiente, bien mediante la expresién decimal que lo represente. c) Debe ser licita Al denominar este tercer requisito hemos preferido esta expresi6n para decir que la cosa objeto del contrato de compraventa ha de ser una de licita enajenacion. Se suele decir, en este requisito, que debe tratarse de cosas que “estén en el comer- cio”, pero ocurre que tal expresi6n se refiere apenas a una de las categorias de cosas cuya enajenacién es ilicita. Alabordar el tema de las cosas de prohibido comercio afloran numerosas normas que en nuestro ordenamiento proscriben la venta de especies, contenidas no sélo en laley sino en la Constitucién misma. En efecto, en los articulos 63, 72 y 75 de la Ley de leyes aparecen bienes inalienables, imprescriptibles e inembargables respecto de los cuales es claro que, de celebrarse algun contrato que implique la enajenacion del bien, estaria afectado por objeto ilicito. De acuerdo con la Constitucion Politica seria ilicita la compraventa de: - Bienes de uso puiblico (articulo 63); * Las controversias sobre la calidad o la sanidad de la cosa, asi como sobre si es 0 no de la especie rocedimiento Civil, articulo 435, convenida, se deciden por proceso verbal sumario (Cédigo de Pt paragrafo 1°, numeral 8) nivALXs COLOMBIANG uy kN HL RRB ! Jus 20 Di bay Nune Parnes, vatuirales (artioula 64), Pierras commmates de grupo etnies (ar ticulo 03), Heras de resguardo (artioulo 63); EL patrmonto arqueoldgico (articulos 63 y 72): PL patamonio cultural (articulo 72), Elespectro electromagnetico (articulo 75); Las armas quimicas, biologicas y nucleares (articulo 8I)Y Los residuos nucleares y desechos toxicos (articulo 81). De otra parte, la legislacion colombiana cuenta con numerosas normas que han prohibido la compraventa de ciertos ar ‘culos tales como, obviamente, los nar- coticos, los precursores de los mismos, etc. En todos estos eventos, sise celebra un ecto de tales bienes, estard afectado por objeto ilicito, Pero ademis de tales normas especiales, en el Codigo Civil encontramos enajenacién de ciertos bienes, como los indicados por el articulo s! de ellos, a las cuales nos queremos referir contrato que es ilicita la 1521 que contempla tres categoria: con detenimiento, pues ameritan algunos comentarios adicionales. Las cosas que no estan en el comercio Esta expresin del numeral I del articulo 1521 que vamos a glosar suele tomarse como sinonimo de bienes embargados, debido a la muy reiterada ensefian- za de algunos profesores de derecho procesal civil que indican que la principal consecuencia del embargo es la de sacar los bienes del comercio. Tal planteamien- to, aunque muy difundido, en realidad no es muy preciso, como yeremos al tratar la tercera de las hipotesis contempladas por la norma citada, De acuerdo con el ordinal primero del articulo 1521 del Codigo Civil, hay objeto ilicito en la enajenacion de cosas que estan fuera del comercio humano, es decir, de aquellas que por su naturaleza no son susceptibles de ser comerciadas, como los derechos politicos, o el derecho a usar la via publica, o un titulo profesio- {La cuarta aludiaa los derechos litigiosos y fue derogada por el actual Cédigo de Procedimiento Civil BL CONTRATO DE COMPRAVENTA 1 nat como el de abogado” que no se pueden comprar y, 1a ver, adquiriden, nev pueden ceder, Tales el problemaial cual se refiere la nora, que se halla en concer dancia con el articulo 2518 del mismo Cédigo, que proseribe la posibilidad de adquinir por preseripeton los bienes que no estén en cl comercio humane 1A ervaye- nacion de tales bienes es ticity, por consiguiente, tampovo son suiceptibles de usucapir. La Corte Suprema de Justicia tuyo ocasién de precisar el convepto de bienes fuera del comercio en la célebre sentencia acabada de citar en pie de pagina en la que negé la posibilidad de adquirir, por prescripcidn, el titulo de abogado a quien levaba cerea de treinta afios ejerciendo la profesion Los derechos o privilegios que no pueden transferirse a otra persona La ley ha creado ciertos derechos de prohibida enajenaciOn, es decir que solo pueden ser usados y gozados por su titular y por nadie mas, que ni siquiera se extienden a sus herederos. Su enajenacién serd ilicita y, por consiguiente, lo sera también el contrato en el que una de las partes se comprometa a enajenarlos. Asi ocurre con los derechos de uso y de habitacién, o también con el derecho a percibir alimentos. El contrato adolecera, por tanto, de nulidad absoluta, dado que el pro- blema es de objeto ilicito. Las cosas embargadas Las cosas que se hallan bajo medida de embargo no estan fuera del comercio humano pues, en realidad, por su naturaleza, son susceptibles de ser comerciadas. Pero una vez se hallan bajo embargo. su comercio se torna enormemente restringi- do, ya que tales bienes solo pueden ser vendidos con la autorizacion del acreedor. ocon la del juez, la cual va implicita en un negocio forzado. Una vez registrada la medida cautelar de embargo, si se trata de bienes sujetos a registro, 0 una vez perfeccionado el secuestro, en los demas, los bienes afectados por la medida salen de la potestad autonormativa del deudor reclamado. Este es el efecto fundamental de la cautela, para que, a partir de su perfeccionamiento, queden los bienes afectos al pago del crédito, como que el propésito del proceso ejecutivo no es otro que el de lograr que el juez ordene el remate de los bienes embargados para satisfaccion de ladeuda. Notese que el mismo articulo 1521 distingue entre bienes embargados y bienes fuera del comercio; si una de las categorias estuviese comprendida dentro "En sentencia de octubre 28 de 1949 a Corte dirimié un pleito curtoso: cl de un ciudadano conira la Nacién que alegaba haber adquirido cl titulo de abogado por usucapion, ya que al ponerse vigencia cl estatuto del abogado de 1945, le fue truncado su oticio de letrado en representacion de que Hevaba 29 aitos en él (LXVE, 866) lerecros. a pes gIVADO_COLOMBIANO, 22 De wos Necocies Junioroos ox a. Dextre P de la otra, no se veria raz6n para que el legislador les asignara arena Pero, a pesar de ello, muchos de nuestros escritores, de reconoc Jacautela coloca campo del derecho procesal colombiano, coinciden en decir que acta, los bienes «fuera del comercion. La expresion asi usada no es muy omaes . receaih io humano, sdlo Los bienes embargados, en realidad, si estan en el comercio que su comercio esté restringido y de manera rigurosa; pero no on eee de la categoria de los bienes que estan fuera del comercio pues, cnr (comer. embargo s6lo los saca de la orbita dispositiva del duefio y SU enajenacion Z cio) queda limitada a los siguientes eventos: al negocio forzado (remate), eat PIM: plano; al negocio autorizado por el juez.o los acreedores; y a la ge diata de cosas fungibles que debe hacer el secuestre (articulo 683, inciso 2, “OdIgO de Procedimiento Civil), sin que en éste tiltimo caso se necesite autorizacion judi- cial, pues ya la ley la dio, en raz6n de lo urgente de la operacién. El negocio cele- brado sobre cosa embargada fuera de estos eventos adolece de nulidad absoluta por ilicitud en el objeto. Que la expresi6n “fuera del comercio” noes coincidente con la de bienes cmbargados se demuestra con el articulo 2518 del Codigo Civil que utiliza una expresin mucho mas precisa, “que estan en el comercio humano”, para indicar cuales bienes son susceptibles de adquirirse por usucapion. Pues bien, en varias ocasiones ha sefialado la Corte que los bienes embargados si son susceptibles de adquirirse por ese modo, pucs la medida cautelar no interrumpe la posesion, es decir, no los saca del comercio humano. Es ilicita la enajenacién, o lo es la compraventa? El problema ha sido resuelto por la Corte en ambos sentidos. Para decir que Io ilicito es la enajenacién se apelaa la literalidad de la ley” : Ja palabra enajenacion noes otra cosa que la transferencia del dominio. Tal proposicién jurisprudencial fue sostenida por la Corte Suprema de Justicia entre los afios 1968 a 1976. Antes y después de esa época, la Corte ha ensefiado que la predicada nulidad absoluta vicia también el contrato de compraventa. En la sentencia mas Tepresentativa, la tencia de enero 22 de 1971 dijo la Corte: “En tratandose di hablarse de que exista “enajenacién”, si cl contrato o titulo no estuvo seguido del registro o tradici6n, La locucisn “enajenacién” es de contenid ifico difiere del contrato de compraventa, porque al paso que la primera constituye la transferencia derecho de una persona a otra, el segundo apenas crea la oblipacio > al a obli : ue rapidamente abandonada por la propia Corte leacién de transferir.”. La tesis fue de bienes inmucbles no puede que contiene la voluntad de disposicién EL. CONTRATO DE COMPRAVENTA. 23 que corrigié la efimera doctrina” , la Corte explicé que aunque compraventa y ena- jenacidn son dos actos distintos, no se pueden escindir uno del otro, especialmente en lo atinente al problema de la nulidad, pues mientras el articulo 1502 del Codigo Civil, en armoniacon el 1741, ib. consagran la nulidad del contrato cuando recae sobre objeto ilicito, el 1866, ib. pregona que pueden venderse los bienes “cuya enajenacién no esté prohibida”. Y si el articulo 1521, ib. prohibe laenajenacin de bienes que no estan en el comercio, la de derechos personales intransferibles y lade los bienes embargados, no hay duda de que la ilicitud del objeto vicia tanto al contrato como a la enajenacidn. Al contrato, porque no se pueden vender bienes cuya enajenaci6n esté prohibida; y ala enajenacion misma porque, al estar prohibi- da adolece de objeto ilicito . A pesar de la claridad de la ensefianza jurisprudencial sobre el punto, una visin insular y literal del articulo 1521 suele mover a algunos juristas a plantear que el contrato es valido, mas no la enajenacién, planteamiento a todas luces equivoca- do, pues equivaldria a decir que un contrato valido puede generar obligaciones nulas, lo cual es un despropésito. Se arguye, no obstante, que en la practica es usual que, al vender un bien embargado, una vez levantada la cautela, la escritura se registra sin que el Registra- dor ponga objecién, a pesar de que sea claro que para la época en la qual fue otorgado el instrumento, el bien se hallaba embargado. Tal situacién, en verdad frecuente, no es mds que el producto de un principio muy conocido aplicable a la nulidad, atina la absoluta: los contratos son validos, mientras el juezno declare su nulidad. Como el Registrador no es juez, ningun obstaculo legal puede oponer a la inscripcidn de la escritura. Enconclusién, la nulidad absoluta afecta al contrato mismo, como lo sefiala la jurisprudencia y, por contera, a la tradicion, como es obvio. El precio Es el valor de la cosa objeto de la compraventa, expresado en dinero. Tam- bién podria decirse que es la contraprestaci6n a cargo del comprador, determinada en una cantidad de dinero que las partes han sefialado como valor de la cosa ven- dida. Se suele decir también que el precio es la suma de dinero que el comprador se ® Sentencia de diciembre 14 de 1976 24 {AOMBIANO oo Pavano Detox Nacooos Jusiuics ae Dawes bats aenectos juridicos ¥ los obliga a dar a cambio de la cosa, nocién que toca los aspectos JUF , economicos de La prestacion - elas — ecio y de ellas Diversas normas se han ocupado del elemento Namado preci de manera pueden deducirse los requisitos del mismo, aunque no haya una que especifica los enliste. Veamos: Debe consistir en dinero ~ Dice el articulo 1849 del Cédigo Civil que el comprador de una ies Be obliga a pagarla en dinero. Y el 905 del Codigo de Comercio repite lau val dinero no es mas que un objeto, al cual se le ha dado un signo convencional de valor = in| Para e y que se expresa en cada pais con la denominacién de su moneda oficial. Para el caso colombiano es el peso. Pero en realidad no es este un requisito absoluto del contrato de compraven- ta. En ocasiones el precio puede hacerse consistir en titulos sucedaneos del dinero, como los CDT y en general los titulos valores de contenido crediticio, es decir, representativos de dinero, de acuerdo con lo dispuesto en los articulos 882 y 905, inciso tercero, del Codigo de Comercio. También es posible que cl precio se espe- cifique en unidades de cuenta distintas de dinero, como ocurria con el desaparecido UPAC y ahora con la UVR. Sin objecién legal, nos parece, las Corporaciones y entidades financieras al vender sus bienes, pueden expresar el precio en UVR. Por ese camino también es viable, desde el punto de vista juridico, que al pactar determinado precio para una compraventa, si el pago del mismo se va a diferir en el tiempo, las partes establezcan expresamente alguna formula para calcu- Jar la indexacidn del dinero, es decir, para traducir a valores de la época del pago la cifra sefialada como precio en la época de celebracin del contrato, sin olvidar, por supuesto, que la correccién monetaria es, ala luz del articulo 64 de la Ley 45 de 1990, se computa como si fuese una tasa de interés y, por tanto, si ademas se pactan intereses, la tasa multiple esta sujeta a los limites legales propios de este concepto, en especial el atinente ala usura. Aparte de las posibilidades anteriores, en las que el precio puede pactarse en términos de referencia distintos del dinero nominal, es posible también que en algu- nos casos el precio esté constituido en parte por una cosa. En efecto, como se desprende de las normas gemelas, civil y mercantil, que trazan la distincion entre la compraventa y la permuta, el comprador puede pactar que cubrira su contraprestacion en parte con dinero y en parte con una cosa, siempre que la cosa valga igual o EL CONTRATO DE COMPRAVENTA 25 menos que el dinero. Si la cosa vale mas que el dinero, ¢l contrato no es de venta sino de permuta”* Debe ser determinado o determinable Como elemento esencial que es, el precio debe quedar precisado en el con- trato. Asi lo exigen los articulos 1864 del Cédigo Civil y 920 del Cédigo de Co- mercio. Las personas no pueden pactar que se vende cierto bien, un camion, diga- mos, sin indicar el precio, pues en tal caso el derecho no reconoce que ese pacto sea una compraventa. Ni siquiera es posible pactar que el precio sera fijado por las partes con posterioridad, pues de acuerdo con el articulo 1865 del Codigo Civil, no es posible dejar Ja fijacidn del precio al arbitrio de una sola de las partes. |Nide ambas!, hay que agregar al unisono con la doctrina francesa y la de nuestra Corte Suprema de Justicia’ . Mientras el precio no haya sido precisado, la compraventa no se ha perfeccionado (articulo 1857, ib), asi las partes estén de acuerdo en que, con posterioridad lo fijaran. Cuando Jo hagan, 0 cuando determinen los elementos para calcularlo, habr contrato. Mientras tanto no hay ni siquiera oferta, puesto que la oferta exige que quien ofrece determine los elementos esenciales del contrato ofrecido. El evento no pasara de ser un acercamiento preliminar. Varias opciones ha previsto el legislador para que las partes, silojuzgan acorde con sus necesidades, dejen el precio determinable. En resumen, son las siguientes: a) De acuerdo con el articulo 1864 del Cédigo Civil, las partes pueden incluir ensucontrato una estipulacién mediante la cual indiquen cual serd el método preci- so para determinar el precio. De manera que pueden indicar férmulas matematicas, asi sean de simple aritm¢tica, una multiplicaci6n, por ejemplo (a tanto elkilo),como formulas algebraicas, en casos de mucha complejidad, como cuando se venden insumos quimicos cuyo precio depende de diversos factores, tales como la densi- dad, el grado de pureza, la humedad, etc. Se ?* La distincién no tiene mas que un permuta, tanto en lo civil como en nutatis mutandi, las regias de 1a compraventa sta norma se halla en concordancia con elarticulo 1535, ib. que proseribe lac srencia deben hacer parte del contrato de tal suerte que Ia ty ad futura de los contratantes 0 de uno solo de ellos...” interés técnico, pues la norma mas importante de las que rigen la Jo mercantil, es aquella que reza que a este contrato se aplicarn, ‘ondicion potestativa cid del precio entencia de u Los elementos de sea independiente de la volunt junio 5 de 1977) SC 10s NeGocts Juntoicos tv tL Dee) EE 2 Ho Privado Cotc 26 De tos Necocios Jurioicos en tt Dente MBA b) Ena venta de cosas fungibles (ib., inciso tervero), las partes — Pac- tar que se vende al precio corriente de plaza, con lo cual se catenders que el precio Sera el que tenga la cosa en la plaza, el dia de la entrega, salvo que a musmas partes an referencia a un dia diferente de aquél. A pesar del texto lega tindied Rada impide para que se aplique por analogia la mismanorma, ante estipulacion similar teferidaa bienes no fungibles. ¢) Si lamisma estipulacién anterior consagran las partes (0 dicen que el Pre- cio serd el que la cosa tenga en ferias, mercados publicos de valores y estableci. mientos andlogos), en relacién no sdlo con bienes fungibles sino con cualquier clase de bienes y el contrato es mercantil, el precio serdel que la cosa tenga en tales sitios 0 plazas, en la fecha de la celebracion del contrato Como puede verse, entre los dos estatutos hay una sutil diferencia para la misma hipotesis, el civil toma el dia de la entrega, mientras el de comercio toma el dela celebracion del contrato. Las partes podrian, nada se opone, sefialar otra fecha como referencia. d) El Cédigo de Comercio, articulo 920, contempla un muy importante su- Puesto de precio determinable, consagrado ademas como mecanismo de salvacién del negocio, segiin vimos ya** . Si las partes no han fijado el precio (inexistencia inminente) pero el comprador recibe la cosa, se presumira que pactaron el precio medio que ella tenia en el dia y en el lugar de la entrega. €) Por tiltimo, en ocasiones, tanto en materia civil como mereantil, la funcién de determinar el precio puede ser delegada por las partes en un tercero (articulo 1865 del Cédigo Civil), caso en el cual se suele acudir al concepto de expertos, bien porque las partes no lograron un acuerdo sobre el Precio, bien porque ellas mismas ignoran el verdadero valor de la cosa. Si el tercero no lo fijare, podran las partes sefialar otro perito. Sino logran ponerse de acuerdo en determinar esa otra persona, 0 no logran que el tercero fij eel precio, sencillamente “no habra venta” dice el articulo en la frase final del inciso primero, lo que claramente indica inexisten- cia, por falta de un elemento esencial. Debe ser verdadero — En este requisito nos referimos a que el precio no debe ser fingido. Desde luego que las consecuencias de la fa! ta del requisito no van mas alld de las que * Ver volumen I, capitulo IV, principio de Preservacion del negocio juridico. EL CONTRATO DE COMPRAVENTA, 27 sefialamos para la Hamada simulacién parcial o de clausula”’ que, en un momento dado, podria implicar riesgos para los contratantes 0 ciertas consecuencias nocivas en caso de declaratoria de alguna otra ineficacia, amén de los riesgos de cardcter fiscal si con ello evadieron cargas a favor del Estado. Pero el hecho no conduce, en modo alguno, a invalidez del contrato. Debe ser serio En este requisito el Codigo de Comercio introdujo un concepto que el Cédi- go Civil no menciona: la seriedad de las prestaciones contractuales y, su contrario, la irrisoriedad de las prestaciones. Para la compraventa el punto esta contemplado enel inciso segundo del articulo 920, con unaescueta oracién: “el, precio irrisorio se tendra por no pactado”. Si el precio en tales condiciones se tiene por no pactado, la compraventa del caso carecerd de precio y serd, por contera, inexistente, por falta de un clemento esencial” Lanorma glosada es norma especial de la compraventa en relacion con ladel articulo 872 del mismo Codigo, norma general pero menos afortunada en su redac- cién. Seguin el texto literal de esta norma, “cuando la prestacion de una de las partes sca irrisoria, no habré contrato conmutativo”. Al decir “no habra contrato conmutativo, no faltard quien replique que entonces lo habré aleatorio. Sin embar- go, la tcleologia de la norma, sin duda, cra la de combatir la conducta de quienes, para aparentar una situacidn 0 una relacion juridica, la crean, pero con prestaciones completamente desproporcionadas en relacion con cl valor que verdaderamente deberia tener. Asi, arriendan una finca cn cien pesos, que cobren ono, la diferencia noes relevante, De manera que si las prestaciones son irrisorias (de una o de ambas partes) no habré contrato, a menos que Se trate de contrato aleatorio, ése, a nuestro modo de ver, es cl sentido de la norma que, por defecto de redaccion, no qued6 plasmado claramente en clarticulo citado. El deseo del Iegislador apuntaa combatir cse tipo de contratos en los que Jas partes, para ocultar la verdadera relacion juridi- ca, colocan prestaciones Irrisoras. Ver voluinen 1, capitulo IV, Ineficacta por declara “Dy con el principio de conversi chol sireana los elemento € dehe deducirse de a jurisdiccional Jn del negocio juridico, podria degencrar senciales, como cl de la gratunidad, que de luego que, de acuerdo » como ta donacidn, deb eu ina de lay estipulaciones EL CONTRATO DE COMPRAVENTA 27 ye ipl “ Mamada simulacién parcial o de clausula” que, en un momento on cone none feces car: ee para los contratantes o ciertas consecuencias nocivas encas aratoria de alguna otra ineficacia, amén de los riesgos de caracter fiscal si con ello evadieron car; i ‘gas a favor del Estado. Pero el hecho no condi modo alguno, a invalidez del contrato. ue Debe ser serio En este requisito el Cédigo de Comercio introdujo un concepto que el Cadi- go Civil no menciona: la seriedad de las prestaciones contractuales y, su contrario, la irrisoriedad de las prestaciones. Para la compraventa el punto esta contemplado enel inciso segundo del articulo 920, con una escueta oracién: “el precio irrisorio se tendra por no pactado”. Si el precio en tales condiciones se tiene por no pactado, la compraventa del caso carecera de precio y sera, por contera, inexistente, por falta de un elemento esencial”* . Lanorma glosada es norma especial de la compraventa en relacién con la del articulo 872 del mismo Cédigo, norma general pero menos afortunada en su redac- cion. Seguin el texto literal de esta norma, “cuando la prestacion de una de las partes sea irrisoria, no habra contrato conmutativo”. Al decir “no habra contrato conmutativo, no faltara quien replique que entonces lo habra aleatorio. Sin embar- go, la teleologia de la norma, sin duda, era la de combatir la conducta de quienes, para aparentar una situacién o una relaci6n juridica, la crean, pero con prestaciones completamente desproporcionadas en relacion con el valor que verdaderamente deberia tener. Asi, arriendan una finca en cien pesos, que cobren o no, la diferencia no es relevante. De manera que si las prestaciones son irrisorias (de una o de ambas partes) no habra contrato, a menos que se trate de contrato aleatorio; ése, a nuestro modo de ver, es el sentido de la norma que, por defecto de redaccion, no qued6é plasmado claramente en el articulo citado. El deseo del legislador apunta acombatir ese tipo de contratos en los que las partes, para ocultar la verdadera relaci6n juridi- ca, colocan prestaciones irrisorias ”” Ver volumen 1, capitulo IV, Ineficacia por declaracion jurisdiccional * Desde luego que, de acuerdo con el principio ce conversion del negocio juridico, podria degenerar cnotro. como la donacién, del cual si reéna los elementos esenciales, como el de la gratuidad, que lebe deducirse de alguna de las estipulaciones 28 tos Necoctos Jurioicos EN &t_ DERECHO Privavo COLoMBiANO Pero ni en la norma general ni en la especial fijé el legislador algiin criterio para determinar cuando el precio puede considerarse irisorio. No hay un umbral definido, ni un porcentaje, como en la lesion enorme, ni herramienta alguna para definir el punto, El problema, por lo quese ve, ha quedado al arbitrio del juez.quien determinara, movido por su propio bagaje cultural y juridico, si existeuna manifies- ta desproporcién entre el precio y el jusio valor de !a cosa. hasta tal punto que deba considerarse como no pactado. Debe ser justo Entre el precio estipulado por las partes en el contrato y el verdadero valor del bien ha de haber cierta correspondencia 0 armonia Como el contrato de com- praventa es un contrato conmutativo, bien podria decirse cl contrato conmutativo por excelencia, aunque no haya norma que lo pregone, que el] derecho presume que el dinero que las partes fijan como precio es ¢! verdadero valor de la cosa. La lesion enorme No obstante lo anterior, el legislador. siguiendo un antguo criteno. discutible, por supuesto, cred un mecanismo de control de la justeza del precio aplicable uni- camente al caso de la compraventa de los bienes inmucbles, conocido como resci- sion por lesién enorme. Como habiamos visto en el volumen primero de esta obra. la lesion enorme es una de las categorias de ineficacia por declaracion jurisdiccional, cuya aplicacion es muy limitada” , que se comporta como una especie de sancion cuando las partes violan el control fijado por la ley parael contenido de este negocio, atinente a uno de los elementos esenciales de! contrato: el precio Rezael articulo 1947 del Codigo Civil que hay lesion enorme para el vende- dor cuando vende un inmueble por menos de la mitad del justo precio; y que hay lesion enorme para el comprador cuando compra esta clase de bien por mas del doble del justo precio Elarticulo 1946 de la obra civil consagra, como remedio a la vulneracion de la limitaci6n legal referida, la rescision por lesion enorme. |. pretension, en reali- ——— * En puridad, solo hay dos hipétesis de lesion enorme: en la compraventa de inmuebles y en la particin, cualquiera sea la naturaleza de los bienes. Las demas casos de lesidin enorme que alguno doctrinantes se¢fialan no son hipdtesis de esta ineticacia, pues no hay rescision, sino mas bich s¢ trata de casos adicionales de la llamada actio quanti minoris 0 de reductibilidad de prestaciones 29 CONTRATO DE COMPRAVEN, dad, en una demanda, puede formularse de varias maneras, como que el contrato se rescinda por lesién enorme, o simplemente que se declare la lesién enorme, o que se declare su ineficacia por lesion enorme. Como se sabe, la doctrina procesal pregona que en cl derecho modemo no hay formulas sacramentales para exigir ante el poder jurisdiccional del estado el reconocimiento de un derecho. Lo importante es la precision y la certeza en lo que se pide. Ello significa, de paso, que la redaccion de la pretensién es equivocada cuando apunta a la nulidad, por supuesto vicio del consentimiento, figura de ineficacia de los negocios bien distinta, pero que por gracia de una doctrina muy respetable pero equivocada, ha dado en hacer carrera en nuestro medio, En el Cédigo de Comercio la figura no se menciona. El Cédigo de Comercio Terrestre, que rigié hasta el 31 de diciembre de 1971, lo hacia para determinar que no habia lesién enorme en las compraventas mercantiles” . Solian los comentaristas justificar la norma diciendo que en los negocios mercantiles predominaba el énimo de lucro, con lo cual, en esa rama del derecho no podria tener cabida una figura que hacia caso omiso de tal caracteristica propia de la actividad de los comerciantes. Hoy no falta quien afirme, con el mismo argumento, que el fendmeno sigue siendo inaplicable en materia mercantil, Nuestra tesis sobre cl particular apunta en otro sentido. Expresamos en el punto nuestro acuerdo con el maestro Bonivento" , pue: consideramos que si cl legislador abrogo la norma citada, muy seguramente queria enrumbar el derecho por otros derroteros, en cuanto al tema. Ademas, de manera expresa el legislador mercanti! ere6 una norma puente, ¢! articulo 822 del Codigo de Comercio, que permite aplicar Ja leyislacion civil en varios temas, siempre que la mercantil no lo haga, t omo [a formacién de los contratos, los efectos, la extin- cién, la rescision, ete. Recuérdese que la lesion enorme se menciona en el Codigo Civil como una forma de rescisién del contrato, que. en todo caso, es una forma de ‘nse aplica a la com- extinguirlo. Luego. a nuestro parecer, la lesion enorme tambi praventa mercanuil de inmucbles. Bueno es recordar en este punto algo ya dicho: la lesion cnorme no es un vicio del consentimiento, a pesar de que connotados tratadistas lo hayan expresado asi’. El tratamiento legal al fendmeno de Ia lesion enorme ¢s puramente objetivo aritmético. Para verificar si hubo o no lesion enorme, al juez de la causa le basta una * Articulo 218 det der sles Contratos Civiles y su paralelo con los ofesional, 1991, p 83 José Alejandro Bom comerciales, novena edi nos al desapa Valencia Zea La critica a su tesis ta hicimos en cl men 1, capitulo IV. lesién 30 Sola prueba: un dictamen pericial que, de conformidad ee ‘0 SeBundy 4 articulo 1947, le indique cual era el justo precio delacase a ita z Para la Poca : la cual se celebré el contrato. Con esta probanza el juez se limita a hacer yp cot entre las dos cifras y con ello determina si hubo o no lesion enorme. Las citcunsia” Cias externas que moti varon a la persona a contratar, en una U ie tra posicién, Seein el caso, son irrelevantes en el proceso, no se necesita alegarlas ni mucho Menos Pprobarlas. De manera que, como ya lo dijimos ene] volumen primero”, la lesign enor. me no esun vicio del consentimiento y, por consiguiente, el fenomeno que al contra, to aqueja en este caso no es otra hipdtesis de nulidad relativa. Que en ambas figuras la ley hable de rescisién (rompimiento, etimolégicamente) no es mas que un aq del lenguaje. Y que en ambos casos el término de prescripcion sea de cuatro afiog no es mas que una coincidencia, la cual no se da en materia mercanti] donde el termino de prescripcién de la nulidad relativa es apenas de dos afios Derecho irrenunciable El derecho consagrado en el articulo 1946 del Codigo Civil ha sido Puesto alli con el caracter de irrenunciable, segun se desprende de lo dispuesto Por e| articulo 1950, ib. que. palabras mas, palabras menos, prohibe la estipulacion de Tenuncia, cualquiera sea la forma que para ella se adopte: renuncia, donacién, ete Y, sin lugar a dudas, la prohibicion comptende no solo la clausula accidental queal contrato podria agregarse. sino también toda otra estipulacién que las Partes ajustaren con el mismo propésito, asi se haga en documento separado y con posterioridad a la fecha de celebracién del contrato. No se puede ignorar el contenido de orden publico que el legislador le quiso imprimira la norma De manera que, en la practica, a pesar de que se haya incluido la clausula, 0 de que en un documento separado se haya pactado la renuncia, sea ¢ste concomi- tante 0 no con el contrato, cl contratante afectado por la lesion enorme podria tener éxito en su pretension rescisoria, si la formula. Nuestra insistencia en el punto va encaminada a advertir que constituye una mala practica profesional el caso del abogado que aconseja a sus clientes elaborar un documento en el que el otro contratante renuncie al derecho de demandar !a lesion enorme, cuando, como es usual, en el estudio de un crédito la entidad finan- ciera descubre que el bien que se le Propone en garantia hipotecaria tiene en su ” Capitulo 1V, incficacia por declaracién jurisdiccional, tes 10n enorme EL CONTRATO DE COMPRAVENTA, 31 historia reciente una compraventa afectada por lesion enorme. El banco niega el crédito pues no quiere asumir el riesgo de que se demande la lesion enorme y, en razon de lo dispuesto por el articulo 2457 del Codigo Civil, se le vincule por el demandante al proceso y la justicia le declare extinguida la hipoteca, dejandole en la posicion del acreedor simplemente quirografario. Si con el documento que critica- mos el banco aprueba el crédito, corre exactamente el mismo riesgo, pues el dere- cho en cuestién, insistimos, es irrenunciable. La tesis contraria hace caso omiso del articulo 1950 y est montada sobre un error doctrinal al cual ya nos referimos: creer que la lesidn enorme es un vicio del consentimiento y que, como tal, es subsanable por convalidacién una vez han cesa- do las circunstancias que dieron lugar a que el contrato se celebrara™ . Ya dijimos que tales circunstancias son irrelevantes en la lesion enorme Prestaciones mutuas La declaratoria de lesién enorme implica una declaratoria de ineficacia del contrato. De modo similar a como pasa en otras figuras de ineficacia, también en la lesion enorme se predican consecuencias de su declaratoria y el juez debe proveer los elementos indispensables para que ocurran tales prestaciones. Este es el tema del inciso segundo del articulo 1948 del Cédigo Civil, s6lo que la norma se qued6 corta en sus previsiones sobre el problema, pues sdlo atina a regular lo relativo a tres puntos: a frutos (que se deben desde la fecha de la demanda, lo cual indica que al demandado se le considera poseedor de buena fe), intereses sobre las sumas dinerarias entregadas (desde el mismo momento) y expensas 0 gastos contractua- les. Nada dice en relacién con mejoras, por lo que en ese aspecto deberan seguirse las reglas generales. Tampoco, mucho menos, la norma regula la materia de la co- rreccién monetaria. Esta se habra de calcular sobre el precio pagado, o la parte del mismo, que el vendedor deba devolver al comprador. en caso de que opere plena- mente la rescision y las cosas vuelvan al estado que tenian al tiempo de la celebra- cién del contrato. El articulo 1952 del Cédigo Civil precisa otra regla atinente a prestacioncs mutuas: como poseedor de buena fe, el comprador no estara obligado a pagar los deterioros que haya sufrido la cosa, salvo cuando hubiese sacado provecho de *Ronivento, op Cit. p 84 Resulta sorprendente que este macstro, luego de discutir con cl ilustrado Valencia Zea la naturaleza juridica de la lesion enorme y concluir que no €s un vicio del consenti- mento, en este punto asuma cst on, derivada de Ja que antes rechazi 32_ Ds Las Neaacigs Juans tt Denecrig Panabe CoLomnuany ellos, como en el evento en que hace de la casa un objeto de exploticion econdn). €2.y, por tal razon, aprovecha un basque u Of TECUTSO similar, resultado de lo cual, el bien sufte menoscabos susceptibles de valoracion La devolucion del bien no solo comporta La de sus accesories (lis Mejoras, por ejemplo), sino que ademas implica, por mandato de lo dispuesto en el articulo, 1953, la purga de los gravatmenes u otras derechos reales constituidos sobre el bien. Este es un punto bastante problematico en la pricuca, pues fet CON derechos de tervemos. La norma impone, sin duda, que el comprador debe purgar la hipoteca antes de devolver el bien, lo cual se logra obviamente, con ¢l pago de la deuda principal. Pero purgare! bien de otro tipo de derechos reales, como las servidum, bres, el uso, la habitacion, cl usufructo, no es facil, puesto que se trata de derechos a favor de terceras personas que no van a dar su consentimiento para extinguirlos, pues los peruicios compensatonios que podrian reclamar serain cuanuosos. depen- diendo de cada caso en particular. Y a sentencia de rescision, en realidad, no los extingue, como si podria hacerlo con la hipoteca en razon de lo dispuesto por e! articulo 2457 del mismo eddigo™ Las prestaciones aludidas en los parrafos antenores son propias de la resci- siOn, que en estos casos constituye una primera parte de la sentencia. La segunda se trata a continuacion. La preservacién del contrato En una segunda parte de la sentencia que declara la lesion enorme, el juez debe tambien determinar, en beneficio de la parte demandada, las condiciones en que esta podri mantener la eficacia del contrato, alternativa que le otorga a este contratante el articulo 1948, ib. Lanorma, para conceder este derecho, utiliza una expresion no muy técnica, pues las partes no pueden “consentir” o no en las resultas de un pleito. Las sentencias se imponen por la fuerza del Estado que eyerce su poder de jurisdiccion. No obstante, para este caso, como parte del fallo impuesto, el juez determina que el demandado tendra la altenativa de continuar con el nego- cio. La ley no consagra ¢l mismo derecho para el demandante pues éste ya opto por la ineficacia, precisamente cuando entabi6 la demanda. ™ En esta eventualidad, para que el juez pueda declarar , acreedor haya sido citado at proceso, naturalmente #42 8 hipoteca es indispensable que EL. CONTRATO DE COMPRAVENTA, 33 Si el demandado opta por la preservacién del contrato, el articulo 1948. ib. consagra la regla para calcular la suma de dinero que éste debe cubrir y evitar asi la rescision. Asi, si el vendedor sufrio Ja lesion, e] demandado sera el comprador quien, entonces, debera pagar lo que faltaba para completar el justo precio, menos una décima parte del mismo. Si quien sufrid la lesion fue el comprador, el demanda- do serd el vendedor quien, por consiguiente, deberd devolver el dinero recibido en exceso sobre el justo precio, aumentado en una décima parte sobre el justo precio. La norma no es un dechado de claridad, ciertamente, pero a nuestro modo de ver la anterior es la forma més precisa de entenderla, porque, a pesar de que cuando dice “décima parte” no indica con claridad de qué, este modificante gramatical se halla mas cerca del predicado “justo precio” y, por consiguiente, debe entenderse que se refiere a é]. Notese también que la norma consagra la misma sancién en las dos hipotesis de lesion enorme y, en los dos eventos, el sancionado es el vendedor, sin importar que, en uno de ellos, sufriera la lesion. {Por qué cl legislador sanciona en los dos eventos al comprador? Sélo se nos ocurre que el legislador le propina la sancién debido a que, en ambos casos, como duefio del bien, es, de las partes, quien esta en posicion inmejorable para saber cuanto vale en realidad De manera que el demandado tendra la opcién de pagar, o devolver, en su caso, el dinero que sea preciso para que el bien resulte vendido en el 90% de su verdadero valor. El restante 10% debe perderlo el vendedor, a titulo de sancién, sin importar si es demandante 0 demandado. Para pagar este dinero y evitar la rescisién, ei demandado contara con el término que le sefiale el juez, puesto que la ley no indica término. En la sentencia misma debe el fallador definir ese lapso que, generalmente, suele ser muy breve: entre diez dias y un mes, sin que haya norma que indique nt siquiera unos limites para determinarlo. Nos referimos, tan solo, a lo que usualmente vemos en las sentencias. Este complemento del precio o la devolucion del exceso deben cubrirse con la correspondiente correccién monetana. En otras épocas® la Corte tenia dicho que el reconocimiento de la correccién monetana sobre estas sumas implicaria una violacion de la ley, pues la resolucién judicial en tal sentido alteraria lo previsto en la norma respecto de las prestaciones mutuas. Ademas, la sancién definida por el legislador para esta conducta, que asciende a un diez por ciento de! precio justo y “ Corte Suprema de Justicia, sentencia de julio 22 de 1987 que debe perder el vendedor, se desdibujaria por completo, con lo cual tambig, la norma resultaria vulnerada. A tal argumento suele agregarse también que, en Hos casos en los cuales la ley se ha ocupado de precisar una sancién por la in cidn aun contrato, no puede el juez condenar de modo di SUiNtO, Pues Se Violarig a Principio de la taxatividad de la sancién. Tal doctrina ha sido modificada Porla misma Corte” , en sentencias recientes en las cuales se reconoce la Correccign Monetaria respecto del precio, sea que el contrato se rescinda como que e] deman. dado persistaen él y se allane a completar el precio 0 devolver lasuma recibida en exceso. Se considera, en la jurisprudencia de la actualidad, que la correccién mo, netaria no es sancién sino, apenas, el ajuste de valor del dinero. Hay unas aristas de} problema, nos parece, que la nueva doctrina no soluciona: de un lado, la Corte orden6 la correccién de la suma dineraria a partir dela demanda; de otro, No dijo como calcular la sancién prevista en la norma. A nuestro juicio, en relacion con el primer punto tienen raz6n los honorables magistrados que aclararon su voto, Pues la correccién debe calcularse desde la fecha del contrato. El segundo problema podria solucionarse con una operacién muy sencilla: traer todos los guarismos de dinero a valor presente, de tal manera que las restituciones se hagan actualizadas y lasancion se aplique como el diez por ciento de una suma actualizada. De lo contra- rio, la falta de actualizacién de la moneda cn tales casos puede conducir a solucio- nes verdaderamente inicuas (si se aplica a unos rubros y aotros no), especialmente Si se recuerda que el temido paso del tiempo ocurre por culpa del Estado colombia- no que no ha tenido la voluntad politica para solucionar el grave problema dela demora infinita de los fallos judiciales. Improcedencia de la declaratoria de lesién enorme La figura no se abre paso en las siguientes hipotesis: a) En la venta de bienes muebles (articulo 1949, ib.). Aunque en la vida modema es posible demostrar que hay numerosas especies de bienes muebles mucho mas valiosos que los inmuebles, el legislador no ha variado su criterio preferencial por los inmuebles. Ya habiamos dicho que la lesion enorme es un fendmeno¢e aplicacién muy restringida y este es el mas descollante de todos los casos. b) En las que se realizan por ministerio de la Justicia (articulo 1949, ib.). Ea este punto el legislador tenia que ser coherente ci ‘on las disposiciones procesales "7 Sentencias de junio 8 de 1999 y marzo 1° de 2001 Ex CONTRATO Dt COMPRAVENTA 55, que, en materia de remates, preven una base de postura del 70% del valor Ge bien. determinado pericialmente y, ademas, que si el remate resulta desierto por falta de postores, dicha base se reduciré hasta alcanzar e] 40% del avaluo. En consecuen- cia, mal podia darse via a Ja lesion enorme en las compraventas forzadas. ¢) Siel bien se ha perdido en poder del comprador (articulo 1951, ib.). Sila lesion enorme s6lo se aplica en materia de bienes inmuebles, resulta muy remota, aunque no improbable, la pérdida fisica de] bien en manos del comprador. Un de- sastre natural podria desaparecer un inmueble y entonces la lesién enorme que pudo haber aquejado al contrato de compraventa se torna improcedente. Pero también puede aplicarse esta excepcidn al caso de que e] comprador pierda el bien, por razones juridicas que no le sean atribuibles al vendedor, verbi gratia. una ex- propiacion, una extincidn de dominio, etc. La Corte admitié las dos hipétesis como pérdida del bien*. d) Si el comprador ha enajenado Ja cosa. En este evento, si quien sufrié la lesion enorme fue el vendedor, ain le quedaria un derecho por reclamar y es el de reembolso 0 restitucién del exceso, consagrado en el inciso segundo del articulo 195]. Para calcularlo, se toma el precio de la venta (si es superior al justo precio, slo se toma éste) que a su vez celebré el comprador con el tercero y se le resta el precio de la venta inicial, con lo cual hallamos el exceso, que es la suma que debe restituir el comprador, previo descuento de la décima parte del justo precio, a titulo de sancin legal, también en contra del vendedor. Pero si quien sufrio la lesion fue el comprador y vende la cosa, ningin dere- cho le queda por reclamar. No es que el legislador suponga una renuncia tacita del derecho a pretender la lesion enorme, sino que si vende la cosa, la pretension de rescision no podria abrirse paso frente a la imposibilidad de devolver el bien en el que el propio contratante se ha colocado, en raz6n de su negocio con un tercero. Prescripcién E] derecho a reclamar la lesi6n enorme en la compraventa prescribe en cua- tro afios (articulo 1954 del Cédigo Civil). No es una renuncia tacita del derecho, aunque lo parezca, sino una sancién que impone el legislador, como en todos los casos de prescripcién, para el titular del derecho que se abstiene de ejercerlo du- rante el mencionado término. ntencia de abril $ de 1978

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