EL MARCO ALDEANO
‘Los buurgos santandereanos, existentes casi en su totalidad desde
Ja época de ta dominacién espafiola, conservan atin la estampa ge-
nneral de los caserios de aquella época. Las construcciones de tapia
pisida y teja, como rezan las escrituras antiguas, estin enjalbe-
fadas con 1a sencilla cal blanca, o con otros tintes de simples tie-
ras amarillas, azules o rojas, Las calles tiradas a cordel, en cuanto
) permiten las condiciones y niveles del terreno, forman manzanas
“Guiadiradas de 80 0 100 varas de lado, que se agrupan en torno al
espacio libre de Ia plaza principal.
En el marco de la plaza se encuentra en primer Iugar, la iglesia,
‘de gruesos paredones de piedra tosca y tapia, y en su flanco una
torte cuadrada que termina en picamide o en cono. No es raro en-
‘contrar en alguna esquina de Ia misma plaza, la primera isles
‘eontempordnea de la fundacién del poblado, por lo general de es-
ppadatia, y que sirve en los das de semana santa como estacidn del
santo sepulcro.
La casi conststorial, por lo regular de dos pisos, se encuentra en
otro de los lados de la plaza; no se distingue de las demés casas de
baleén volado, sino por el escudo nacional, 0 pot los consabidos
letreros: Alcaldia Municipal... Juzgado Municipal... Telégra-
fos... Algunos de estos edificios oficiales tenian en otro tiempo bien
Imarcado su estilo antiguo; pero al empuje de alealdes progresistas
sido reemplazados, por Jo menos las fachadas, por construcsil
de sitico, elegantes hasta cierto punto, pero que perjudican
golpe de vista del conjunto, y rompen la armonia de la general
itectura, Los calabozos, que antes tenian ventanilla hacia la
‘por la cual los presos recibian consuelo de sus familiares y
Y se distrafan mirando al mundo exterior, han sido reempla-