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Pan eont AP eric Cea ig Ee Este libro es gratuito, de dominio publico. Se edit6 hace mas de 100 afios y carece de derechos de autor. kkk Esta imagen de la portada esta en dominio publico, por deseo expreso del autor, que permite su uso para fines personales y comerciales, ademas de la creacion de obras adaptadas a partir de la imagen original. Origen: https://pixabay.com/es/photos/iglesia-ban co-madera-rayos-de-sol-16454 14/ kk KK Si usted, lector, propaga este libro, podra hacer mucho bien a las almas, colaborando en su salvacion y santificacién, premiandoselo Dios abundantemente. kKeKR KK Este libro debe visualizarse al 100% de zoom Puede descargar mas libros como éste aqui: https:/www.mediafire.com/folder/rax8as 9udjso8 (Nota del autor de este archivo PDF) Ruego a usted, amable lector, que pida mucho a Dios por mi. Yo también lo haré por usted. Muchas gracias. Este libro también puede imprimirse Peale eu = = a es Ss es a ke ca ke oo a ce =i ho a eo a co &- - o & & oo as a CATECISMO DEL SANTO CONCILIO DE TRENTO PARA LOS PARROCOS ORDENADO POR DISPOSICION DE SAN PIO F. TRADUCIDO EN LENGUA CASTELLANA POR EL P. Fx AGUSTIN ZORITA, RELIGIOSO DOMINICO, SEGUN LA IMPRESION QUE DE ORDEN DEL PAPA CLEMENTE XIII se hizo en Roma aio de 1761. PUBLICADO DE ORDEN DEL REY. al EN VALENCIA: POR DON BENITO MONFORT. Afio de 1782. Al Rey we cia ieiaws oe as RAI vee «Pagel Papa Clemente XIII a los clérigos ... . ¥ Prologo del traductor ++ e+e re reece reese ee ee . XI Protoco : En el qual se trata de quan necesarios son los Pastores en la Iglesia, de su autoridad , y oficio, y de las partes principales de la doctri+ na Christiana ....-++-+++ Aver Naibd aa ee ea we eas Pag. PRIMERA PARTE. CAPITULO I. Dela Fe, y del Credo ws. .eeseeee peewee eenaeee 7 CAP. IL Del primer atticulo del Credo : Creo en Dios Padre Todo-Padero- so, Criador del Cielo y de la Tierra ......-.+. eee eee ee 9 CAP. IIL. Del segundo articulo del Credo: ¥ en Jesu Carsszo sit sinico Hijo nuestro Sefior ... +++ +++ ee eee er ee 20 CAP. IV. Del rercer articulo del Credo : Que fié concebido por ¢! Espiritu Santo y nacié de Santa Maria Virgen ...-2.20+-c0eecreeenee 26 (CAP. V. Del quarto articulo del Credo: Padecid debajo del poder de Pon- cio Pilato, fud crucificada, muerto,y sepultado -+-cceecceccssaes 32 CAP.VI. Del quinto articulo del Credo: Descendid d los infiernos : al ter- cero dia resucité de entre los muertos seateesees G0 CAP. VIL. Del sexto acticulo del Credo : Subid af los Cielos ,y esta sentado @ la diestra de Dios Padre Todo-Poderoso ...--+-++- eeesenseee 7 CAP. VIII. Del séptimo articulo del Credo : De ailf ha de venir af juzgar adios vivos, y a los muertos ~.---.--+- Pee eee een eee 2 CAP. IX. Del octavo articulo del Credo: Creo en ef Espiritu Santo. 57 CAP. X. Del nono articulo del Credo: Creo la Santa Iglesia Catélica, ¥ fa Comunion de los Santos ..0. 0.0 creer enes veseerause 68 CAP.XL. Del décimo articulo del Credo : El perdon de ios pecados. 73 CAP. XIL Del undecimo articulo del Credo: La Resurreccion dela Carne. 77 CAP. Kill, Del duoddcimo articulo del Credo : ¥ /a vida perdurable. 85 PARTE SEGUNDA. Cariruto I. De fos Sacramentos en comun ... CAP.1L. Del Sacramento del Bautisam ...... ‘CAP. IIL Del Sactamento de la Confirmacion . CAP. IV. Del Sacramento de la Eucaristia CAP. V. Del Sacramento de la Penitencia ... CAP. VI. Del Sacramento de la Extrema-Uncion CAP. VIL Del Sacramento del Orden . . CAP. VU Del Sacramento del Matrimoni treet re raee OE 104 +. 139 - 138 + 168 199 205 ai8 PARTE TERCERA. CAPITULOL. De los diez Mandamientos del Decilogo -..40++s0s008 230 CAP.IL. Del primer Mandamiento del Decilogo . - ++ 234 CAP. IIL. Del segundo Mandamiento del Decalogo 346 CAP. IV. Del tercer Mandamicnto del Decalogo . . - 256 CAP. V. Del quarto Mandamiento del Deca 264 ‘CAP. VI. Del quinto Mandamienro del Deca - 272 CAP. VIL Del sexto Mandamiento del Decdlogo .. a79 CAP, VIII Del séptimo Mandamiento del Decdlago 285 ‘CAP. IX. Del octavo Mandamiento del Decdlogo .. 294 (CAP.X. Del nono y décimo Mandamiento del Decalogo --+-+0s+seee00 90% PARTE QUARTA. CAriTULOL De la Oracion, y primeramente de su necesidad .... 309 CAP. IL. Dela utilidad de la Oracion ve csc ceeeeeecee anes 31o + 303 CAP. LV. De las cosas que deben pedirse en la Oracion + 316 ‘CAP. V. Por quienes se ha de orar s+ +545: 317 CAP. VL. A.quien se debe hacer Oracion - 319 CAP. VII. De la preparacion para Orar .... 320 ‘CAP. VIL Del modo que se requiere en la Orac 333 CAP. IX. Del Proemio de la Oracion del Padre nuestro : Padre nues- tro, que estd’s em los Ctl oo. 0cceeeccee cannes seeeeamene 326 ‘CAP. X. De la primera peticion: Santificada sea el tu scale 334 ‘CAP. XI. De la segunda peticion : Venga d mos ef tu Reyna 337 'CAP.XIL. Dela tercer peticion: Fidgase tu voluntad su venerenenens * 34g ‘CAP. XII. De la quarta peticion: E/ pan muestro de cada dia dd- MOSK BOY se veces ts nee c tees ts taeeeece pene cncbeeeesed + 352 (CAP. XIV. De ‘e qudaea peticion : Prrdénanos nuestras deudas, ast co- mo nosotros perdonamos d' nuestros deudores . 0.04.00 ccece ea eae 359 ‘CAP. XV. De la sexta peticion: ¥ no nos doses caer en la tentacion. 368 CAP. XVI De la s¢ptima peticion : Mas Hbranos de mai -.+ - 376 CAP. XVII. De la iiltima palabra del Padre nuestro que es Amen. ... 381 A Traduccion del Catecis- a. mo Romano 4 nuestra len- gua, que reais el Santo Concilio de Tren- to, y que han deseado con ansia todos los 11 buenos , por mas de dos siglos; si abora ve la luz piblica , debe esta fortuna al bra- zo igualmente pio, que poderoso de V. M. que ha cortado con su soberana autoridad todos Jos estorbos , que la habian deteni- do muchos afios. Este Real Convento de San Pedro Martir de Toledo, que tuvo la dicha de emplear en tan santa Obra los talentos y aplicacion de uno de sus hijos, la consigue abora mayor, presenténdola al mas benigno y Catélico de los Reyes , al Protector de agquel Santo Concilio, que la mandé executar , al zeloso defensor de la doctrina antigua de la Iglesia, al Padre mas amante de sus vasallos: y espera que el Augusto Nombre de V. M. colocado a su frente recordara a todos estos verdade- 1 ros y apreciables atributos , que anadien- do & la Obra recomendacion , sirvan de honroso testimonio del constante deseo del Convento , y de todo el Orden de Pre- dicadores de emplearse siempre en quan- to alcance su pequenez en la ensefanza de ta doctrina pura de la Iglesia , y co- mun edificacion de los Fieles , baxo la apreciable sombra de vuestra soberana proteccion y patrocinio , y de su bumilde reconocimiento al que con este motivo se ha dignado dispensarle vuestra Real Cle- mencia. El Seftor conserve dé la Santa Igle- sia, & la Monarquia, y al Orden de Pre- dicadores ta preciosa salud de V’.M. los di- latados afios , que este Convento le pide en Vv sus sacrificios , y oraciones. Toledo 23 de Octubre de 1781. SENOR AL RR. PP. DE VM. Et Paton ¥ ta Cowuwiman pet Rear Coxvinro bE Sax PEDRO MARTIR pe Torrpo. CLEMENTE PAPA XIII, A LOS VENERABLES HERMANOS PATRIARCAS, PRIMADOS, ARZOBISPOS,Y OBISPOS, Venerables hermanos: Salud y bendicion Apostdlica. E, el campo del Seftor a cuyo cultivo presidimos por dis- posicion de la divina Providencia , cosa ninguna requiere tan diligente cuidado y continuada industria, como la guarda de Ja buena semilla que se sembrdé: que cs la doctrina Catdlica da- da por Jesu Cunrsto y sus Apéstoles, y 4 Nosotros encomen= dada: no sea que si se abandona por un perezoso descuido y una floxedad vergonzosa, durmiéndose los obreras, el enemi+ go del linage humano sobresiembre zizaita : de donde nazca que al recoger los frutos, en vez de grano para las troxes no se ha- lle sino broza para el fuego, A E verdad para conservar la fe, una vez encomendada 4 i Santos (a) vivamente nos despierta el beatisimo Pablo esctibiendo a Timoteo ; Que gudrde el buen depésito (6) por quanto amenazaban ticmpos peligrosos (c) por haber en Ia Iglesia de Dios hombres perversos (d) y engah res, de quicnes valiéndose el tentador maligno > pone todo su es fuerzo por pervertir las almas incautas con errores conerarios 4 la verdad Evangélica. Mas si como acaece muchas veces, se levantan en la Iglesia de Dios algunas sentencias depravadas, que aunque opuestas entre si, todas sin embargo conspiran 4 manchar , se- in. pueden , la pureza de la fe Cardlicas en tal caso es muy di- Felons balancear nuestra doctrina con tal peso entre uno y otro enemigos que sin dar 4 entender que volvemos 4 ninguno la es- palda, igualmente hagamos huir y rechacemos 4 entrambos ad- versatios de Christo, Y 4 veces tambien es tal el disimulo, que socolor de verdad facilmente se encubre la falsedad diabdlica con Vi mentiras paliadas , corrompiéndose la fuerza de las sentencias con alguna adicion , 6 muracion brevisima : y por esa sutil novedad la confesion que obraba la salud, viene 4 parar en la muerte. Por estas razones se ha de apartar 4 los fieles, mayormen- te A los de ingenio simple y rudo de estas veredas resbaladizas y angostas , donde apenas se puede hacer pie , 6 andar sin des- lizarse: ni deben ser guiadas las ovejas 4 los pastos por parages extraviades, ni pro onérseles tampoco clertas opiniones singu- lares, aunque scan L Doctores Cardlicos ; sino Lae aquella se- fhal certisuma de la verdad Catdlica : que es Ja universalidad , la antigiedad , y la conformidad de la doctrina. Demas de esto no pudiendo el vulgo subir al monte (a) a donde baxa la gloria del Sefior, y que si oe los limites, para pease, Ra de recer; por esto deben los Doctores sehalar en contorno estos términos al pucblo: para que no se extravien sus platicas fuera de ale cosas, que son necesarias, 6 en gran manera utiles para la salvacion: y que obedezcan los fieles al dicho del Apés- tol: Mo saber mas de aquello que conviene ; sino que Aaya en es- to medida, y templanza (6). Habiendo pucs meditado con madurez estas cosas los Roma- nos Pontifices nuestros Predecesores , aplicaron todo su desvelo, no solo 4 cortar con la espada de la excomunion los venenosos renuevos de los errores que iban brotando; sino tambien 4 ar- rancat ciertas opiniones » que se introducian, y que por la vi- ciosidad impedirian en el pueblo Christiano el mas copioso fru- to dela fe, 6 que por préximas 4 error podrian inficionar las almas de los ficles, Luego pues que el Santo Concilio de Tren- to condené las heregias que por aquellos tiempos inrentaban ofus- car la luz de la Iglesia y auyentadas las nieblas de los errores pu- so mas en claro las verdades Cardlicas , considerando los mismos Predecesores nuestros que aquella Sagrada Congregacion de to- da la Iglesia habia procedido con tan prudente acuerdo y tal mo- deracion , que se abstivo de reprobar las opiniones que estaban apoyadas con autoridades de Doctores Eclesiasticos ; determina- ron segun la mente del mismo Santo Concilio que se compu- vin siese otra obra que abrazase toda aquella doctrina en que los fieles deben ser instruidos, y que estuviese muy limpia de to- do error. Por esto diéron 4 luz este libro impreso con el titulo de Carcismo Romano, haciéndose en ello dignos de alabanza por dos partes: ya porque encerraron en él aquella doctrina que es comun en la Iglesia, y que esta muy lejos de todo peligro de error: y ya porque la expusiéron con palabras muy claras, para que puiblicamenre se predicase al pueblo, De este modo pao el precepto de Christo Sefior nuestro, quien man= 6 4 sus Apdstoles predicar 4 las claras, lo que les habia dicho en tinicblas , y pregonar en publico, lo que habian oido en se- creto (a). Y asf tambien obsequiaron 4 su Esposa la Iglesia cu- yas son aquellas voces: Muéstrame , donde reposas al medio dia, (6) Porque donde no fuere medio dia y tan descubierra la luz, que se conozca clara la verdad, facilmente por ella se admite la mentira por la semejanza, que con ella tiene: pues en ti- nicblas con dificultad se distingue una de otra, Sabian muy bien que hubo antes y que habria despues , quienes convidasen 4 los que pacian , y que les promeriesen pastos mas abundosos de sa- biduria y ciencia : 4 los quales seguirian muchos , por ser mas dulces las aguas bebidas a hurto, y mas sabroso el pan escon- dido (¢), Pues pata que la Iglesia no anduviese engahada , va- gueando tras los rebafos de sus compafieros, yendo ellos per- dides , como no afianzados en certidumbre alguna de verdad, siempre aprendiendo y nunca llegando la ciencia de la verdad (d) por esto propusiéron en cl Catectsmo Romano solo aquellas cosas , que son necesarias y muy utiles para la enseftanza del pue- blo Christiano explicadas con toda claridad y distincion. Pero este libro compuesto con no pequeno trabajo y estudio, aprobado por consentimiento de todos, y recibido con sumas ala- banzas , ya en estos tiempos casi le arrebaté de mano de los Pas- tores el amor de la novedad, aplaudiendo ya unos, ya otros Ca- tecismos, que en manera ninguna se deben comparar con el Romano. De aqui naciéron dos males. Uno, haberse como des. terrado la uniformidad en un mismo método de doctrinar: y vue con esto se did 4 los pequefuelos algun género de escindalo: por parecerles que no vivian ya en uerra de una lengua y de unos mismos sermonets (¢). Otro, que de estos varios y diver- sos modos de proponer las verdades catélicas , naciéron contien- das , y por la emulacion de decirse uno seguidor de Apolo, otro de Cefas, y otro de Pablo, divisiones de animos , y discordias randes : y no alcanzamos pueda haber cosa mas perjudicial , que amargura de estas disensiones, para menoscal la ploria de Dios , ni mas calamitosa para destruir los frutos , que los fie- les deben percibir de Ja doctrina Christiana. Por tanto para cor- tar alguna vez estos dos males de la Iglesia , juzgamos que de- biamos volver 4 lo mismo, de donde unos por consejo prudente, y algunos aun Ilevados de altivez , por presumir de mas sibios en la Iglesia, tenian de mucho tiempo aca aparrado al pueblo fiel : y resolvimos poner de nuevo en manos de los Curas de almas el mismo Catecismo Romano : para que del mis- mo modo con que antiguamente fué confirmada la fe Catdlica, y fortalecidas las almas de los fieles en la doctrina de la Igle- sia, que es la coluna de la verdad (¢) sean tambien ahora por la misma via apartadas , quan lejos se pudiere, de las opinio- nes nuevas, 2 Tas quale ni favorece el unanime sentir, ni la antigiicdad. Y para que este libro se pudicse lograr mas facil- mente , y_saliese mas corregido de los yerros que habia contraido por descuido de las prensas , hemos procurado, que aplicada to- da diligencia, se imprimiese de nuevo en esta Santa Ciudad se- nel exemplar, que por Decreto del Concilio Tridentino pu- Bie’ nuestro Predecesor S. Pio V. el qual traducido en lengua vulgar » ¥ dado 4 luz de dérden del mismo $. Pro V. saldra lue- go al publico, impreso asimismo por nuestro mandamientro. Esto pues , Venerables hermanos, que en tiempos tan calami~ tosos de la Republica Christiana os ofrece nuestro desvelo y dili- gencia, como remedio muy saludable para desenredar los enga- nos de las opiniones perversas , y dilatar y establecer la doctrina verdadera y sana, ¢s vuestra obligacion , hacer que se reciba por los ficles. Y por tanto este libro que los Romanos Ponti- (a) Genes. 11. (8) 1. Tim, 3. 1« fices quisi¢ron , se propusiese A los Partacos, como norma de la fe Catdlica , y de la doctrina Christiana , para que constase el consentimiento de todos en el modo de ensefiarla , os le enco- mendamos ahora , Venerables hermanos, muy en particular, y con igual encarecimiento os exhortamos en el Sehor que man deis a todos los Curas de almas que se gobiernen por él para ins- truir los pueblos en la verdad Catdlica: y quede ese modo se guarde ast la uniformidad en la ensefanza , como la caridad, y concordia de las almas: pues cargo vuestro ¢s solicitar la tran- quilidad de todos: que es en fa alt pea del Obispo: el qual por razon de su oficio debe poner la mayor vigilancia, en que ninguno llevado de soberbia por sus honores , sea cau- sa de cisma , rompiendo los lazos de la unidad. Con todo eso ninguna 6 muy corta sera la urilidad de es~ tos libros, si los que eben Proponer y exy licar su doctrina a los ficles , fueren ménos habiles para cis Importa pues mu- chisimo que para el cargo de instruir al pueblo en Ja doctrina Christiana, escojais hombres, no solo adornados con la ciencia de las cosas sagradas; sino mucho mas enardecidos en humildad yen zelo y amor de santificar las almas. Porque toda la discipli- na Christiana consiste, no en abundancia de palabras, no en as- tucia de disputas ni en apetito de alabanza y gloria; sino en hu- mildad verdadera y voluntaria. Porque es asi que hay hombres que sobresalen en la ciencia , pero esta los divide de la compahia de los demas: y quanto mas saben, tanto mas s¢ desvian de la vir- tud de la concotdia. Estos son avisados por la Sabiduria misma que es el Verbo divino , diciéndoles : Tened en vosotros sal, y te- ned paz unos con otros (a). Porque de tal manera se ha de tenet lasal de la Sabiduria , que se conserve con ella el amor del pré- ximo , y se curen sus defectos. Por lo qual si del estudio de la Sa- biduria , y del cuidado del préximo se pasan 4 las discordias , tic- nen sal sin paz: que no es don de virtud, sino argumento de con- denacion , y quanto mas saben , mas L pirate pecan: alos qua- les sin duda condena la sentencia del Apéstol Santiago por estas palabras : Si teneis envidias y hay contiendas en vuestros corazones, (2) Marc. 9. x no querais gloriaros y str mentirosos contra la verdad : porque no es esa la sabiduria que baxa de to alto; sino terrena , animal y diabdlt- ca: pues donde hay emulaciones, y porfias, allt hay inconstancia , y toda obra perversa. Mas la sabiduria que viene det Cielo, primera~ mente es casta , demas de esto es pacifica, modesta , tratable , con- descendiente en las cosas buenas, lena de misericordia y de buenos frutos, que ni juzga ni es envidiosa (a), Entretanto pues que rogando a Dios en humildad de corazon y afliccion de espiritu, derrame sobre los esfuerzos de nuestra di- ligencia ¢ industria la largueza de su benignidad y misericordia, para que Ja disension no perturbe al pueblo fiel, y que en lazo de paz y caridad de espiriru tengamos todos unos mismos senti- mientos , alabemos y glorifiquemos 4 un solo Dios nuestro Seftor Jesu Curisto, os saludamos , Wenerables hermanos , en ésculo san- to , y 4 todos vosotros, como tambien 4 todos los fieles de yues- tras Iglesias damos amantisimamente la Apostdlica bendicion. Dado en Castél-Gandolfo dia 24. de Junio de 1761. en el afio 3. de nucstro Pontificado. PROLOGO DEL TRADUCTOR. EK Catecismo Romano , que presento al Piblico , tra- ducido del Latin 2 nuestra lengua, no necesita que yo Ic acompafie con clogios ni aun pudiera darselos sin te- mor de deprimir su grande auroridad é¢ incomparable excelencia. Ordenado por el Santo Concilio General de Trento , extendido y compuesto conforme 4 la doctri- na que reconociéd y aprobé el mismo Concilio por los hombres mas sabios de aquella edad escogidos en él, publicado por S. Pro V. aclamado despucs aun mas que admitido por gran numero de Concilios Provinciales y Diocesanos, y recientemente renovada su recomendacion a toda la Iglesia por cl Papa Cremenre XIII, de santa memoria, ocioso seria y aun temerario cl empejio de afiadirle recomendaciones y alabanzas. Estas mismas razones me escusan demostrar que con- venia traducirle, mayormente constando que el Sagrado Concilio que le ordend , dexé dispuesto se traduxese 4 las lenguas vulgares, para contraponer al gran dafio que causaba la variedad de Catecismos esparcidos por auto- res de no sana doctrina ; el remedio de una autorizada suma de Religion que sirviese de segura regla para la instruccion Christiana de los Fieles : como lo executaron aquellos zelosos varones que recien salido a luz este Catecis- mo le traduxéron , y publicaron en las lenguas de aquellos paises donde era mas urgente la necesidad. Lo que juzgo si indispensable ¢s disculpar mi atre- vimiento de haber emprendido esta traduccion, La obe- xit PROLOGO diencia que por mi estado debo 4 los que venero en lu- ar de Dios, es la que me hizo tomar esta empresa. El estimulo de los Domeésticos exemplos , (habiendo cabido por divina providencia a la Familia Religiosa, de que me glorio ser miembro , ¢l alto honor de que indivi- duos suyos tubiesen gran parte en la composicion de es- ta obra, diesen el primer exemplo de traducirla a las len- guas vulgares , y hayan empleado laudables tareas (a) en defender su autoridad y promover su lectura) movid sin duda cl zelo de mis Prelados para mandarme apli- car mis debiles hombros 4 este trabajo. Conocia yo bien quan desproveido estaba del caudal necesario para desem- pefiarle ; pero cra pequefio mal cl ricsgo de mi crédito, si no acertase , respecto del grave que cometeria con mi inobediencia. Dios cuya infinita sabiduria suele servirse de instrumentos débiles para sus mayores obras, se ha dignado concederme , no solo el gusto de ver mi tra- duccion concluida , sino ademas el no esperado honor de verla preferida 4 otras que tambien se habian pre- sentado 4 la respetable censura del supremo Tribunal de la Nacion, honor que no puedo atribuir fundada- mente sino 4 la promesa hecha en las Santas Escrituras A los que obedecen con humildad y sencillez de cora- zon y a la docilidad con que he deferido 4 los varo- nes doctos que habiendo visto mi traduccion , se sir- vigron comunicarme sus reparos y quanto su instruc- (4) Fr. Antonio Reginaldo, Dominicano, que escribid fa singular obra en un Tomo en folio: De mente Concilii Tridentini circa gratiam, asi en el Prdlogo como en la Obra trac varios pasages sobre cl origen , formacion, y autoridad del Carecismo del Concilio, y despues compuso la historia se- parada del mismo Carecismo, que se imprimié ulimameste en Napoles afio de 1765. enun Tomo octavo mayor. DEL TRADUCTOR. xur cion y prudencia les sugirio capaz de corregirla y me- jorarla. Tambien parece justo dar cuenta del método que he observado en esta traduccion. Ante todas cosas he aten- dido con el cuidado mas religioso 4 que mi version sea exacta y fiel. En el Catecismo Romano lo altisimo y divino de la materia que trata, ofrece ya muy gran. de dificultad para acertar a declararla en qualquiera len- gua. Pero fuera de esto hay dos cosas que hacen difi- cil su traduccion: una los muchos pasages y lugares de la Sagrada Escritura , Santos Padres y Escritores anti- guos de que esti entretegido : otra la hermosura , pro- piedad y cloquencia de su lenguage y estilo, En quanto a lo primero he procurado trasladar 4 nuestra lengua no solo el sentido , sino las mismas expresiones y cl ayre de ellas. Y deseoso de no desfigurar las frases propias de tan venerables Maestros y singularmente las de la Santa Escritura quando las he encontrado traducidas ya en Castellano por respetables Escritores de nuestra Nacion, mayormente por el Venerable Fray Luis de Granada he hecho gloria de imitarlos 6 mas bien de copiar sus pa- labras. En quanto 4 lo segundo que toca al estilo he pro- curado usar los modos de hablar y las voces propias de nuestra lengua sin desdefiar algunas que usaban nues- tros mejores Escritores del tiempo en que se escribié con mayor perfeccion : pues aunque hallandose fuera de uso y casi olvidadas para no pocos genios amigos de la novedad , reprobarin acaso estos mi conducta , ¢s de mucho mayor peso én mi estimacion la aprobacion que espero Ie daran los sabios , que como justos cono- xIV PROLOGO cedores de la verdadera gracia y propiedad de la len- gua, aman aun aquel olor de antiguedad que 4 los otros fastidia. Con este método y diligencia he procurado ya que no podia aspirar a la imitacion de la singular ele- gancia del texto Latino, que a lo ménos no desdixese el traslado de la dignidad del original. En todo caso me quedara el consuelo de no haber omitido la me- nor diligencia para desempefiar la obligacion en que me constituyéron mis Superiores y contribuir por mi par- te a que la intcligencia y uso de este Catccismo se ha- ga tan general como quiso y deseé el Santo Concilio Tridentino. CATECISMO PARA LOS PARROCOS COMPUESTO POR DECRETO DEL SANTO CONCILIO TRIDENTINO, ¥ PUBLICADO POR SAN PIO F. PROLOGO EN EL QUAL SE TRATA, DE QUAN NECESARIOS SON LOS PASTORES EN LA IGLESIA, DB SU AUTORIDAD, Y OFICIO, ¥ DE LAS PARTES PRINCIPALES DE LA DOCTRINA CHRISTIANA. E45 tal la condicion de la capacidad, ¢ inreligencia del “)) hombre, que aun habiendo rastreado , y descubierto » por si a fuerza de grande aplicacion, y estudio muchas de las verdades , que pertenecen al conocimiento de las cosas divinas ; con todo eso nunca pudo por sola a lumbre ue su razon conocer , 6 alcanzar la mayor parte de aquellas , por las quales se consigue la ererna salud : que es el fin ultimo, para que fud criado , y hecho 4 imagen, y semejanza de Dios. Es ast, que las cosas iwvisibles de Dios , como ensefia el Apostol , se conocer, por las que vemos obradas por é] en este mundo: por las quales se conoce tambien su eterno 2 CATECISMO ROMANO poder ,y la alteza de su Divinidad (2). Pero aquel misterio escondido des- de los siglos, y generaciones, de ral manera sobrepuja Ja inteligencia hu- mana; que si no hubiera sido manifestado a los Santos, 4 quienes quiso Dios hacer notorias por el don de la fe las riquezas de la gloria de este gran Sacramento en las gentes , que es Christo (4), ningun estudio huma- no podria aspirar 4 tan alta Sabiduria. Mas como la fe se concibe por el cido (c) , ¢s manifiesto , quin nece- saria haya sido siempre, pata conseguir la eterna salud, la industria, y ministerio fiel de Maestro legitimo. Porque escrito esti: ;Como oirdn , si no se les predica? zni como predicardn si no son enviados? (d) Por eso el clementisimo , y benignisimo Dios nunca desde el principio del mundo desamparoé 4 los suyos 3 antes bien muchas veces, y de varios modos ha- blo 4 les Padres por los Profetas (¢), y segun la condicion de los tiempos les mostré el camino seguro, y derecho para la eterna felicidad, Pero como tenia prometido , que habia de enviar al Doctor de la Jus- ticia para luz de las gentes (/), y que fuese su salud hasta los fines de la tierra (g}, ultimamente nos hablé por medio de su Hijo (4) mandando por yoz, venida del Cielo desde el Trono desu gloria (7) que todos le oye- sen, y obedeciesen 4 sus mandamientos (4). Luego el divino Hijo 4 unos hizo Apéstoles, 4 otros Profetas, a otros Pastores, y Doctores ( f}, que anunciasen la palabra de vida, para que no seamos , como nifios vacilan- tes, ninos dexemos llevar de todo viento de doctrina s sino que apoya- dos sobre el cimienro firme de la fe, fudsemos juntamdnte edificados para morada de Dios en el Espiritu Santo (mn). ¥ para que ninguno tomase de los Ministros de la Iglesia la doctrina revelada por Dios, como doctrina de hombres; sino como de Christo: pues verdaderamente lo es ; determino este mismo Salvador nuestro , se die- se tanta autoridad 4 su magisterio , que dixo: E/ gue os aye, me oye, ¥ el que os desprecia, me desprecia (m). Y¥ esto sin duda quiso se entendiese, no solo de aquellos, con quienes hablaba entdncess sino tambien de todos los que despues por sucesion legitima habian de exercer el cargo de ense- fiar : 4 todos los quales prometio , que cstaria siempre con ellos hasta el fin del mundo (0). Nunca pues debe dexarse en la Iglesia esta predicacion de Ja palabra divina. Pero en estos tiempos se debe ciertamente trabajar con el mayor desyelo y piedad , sobre que los ficles sean sustentados, y fortalecidos con la doctrina sana, ¢ incorrupta, como alimento de la vida: porque han salido al mundo , para pervertir las almas Christianas con doctrinas varias, y peregrinas aquellos Profetas falsos , de quienes dixo el Sefior : Yo no los enviaba, pero ellos corrian. No les hablaba yo, mas ellos predicaban (p). (2) Rom.r. (6) Colos.r. (c) Romo. (&) Matth.r9, (0 Ephes.4. (m) Ibid.2. (4) Ibid. @ Hebr.t. (f) Joel 2. (s) Lucero, () Matthat. (p) Je- (g) Isaigs. (8) Hebrar. @ acPeerr. remay. PROLOGO. 3 Armada aqui su malicia con todas las artes de Satands , se dilaté tan ex- tendidamente , que parece, no hay como tenerla 4 raya. De manera que sino estuvicramos afianzados con aquella promesa esclarecida de nuestro Salvador, quien afirmd: Que habia puesto en su Iglesia un fundamento tan firme , que jamas podrian las puertas del infierno prevalecer contra ella; (a) era mny de temer, que se arruinase ahora , viendose cercada por to- das partes de rantos enemigos , tenrada, y combarida con rantas miqui- nas. Porque dexando aparte Provincias nobilisimas, que en los tiempos an- tiguos rerenian piadosa , y santamente la Religion verdadera, y Cardlica, que habian recibide de sus antepasados, y que ahora extrayiados del ca- mino derecho , andan tan perdidos, que blasonan, de que profesan la ver- dadera piedad , por el mismo hecho de haberse apartado tan [¢xos de la doctrina de sus Padres; no puede haber region ran remota, 6 lugar tan seguro , ni se hallara rincon en toda la Republica Christiana, donde esta peste no haya intentado introducirse 4 escondidas. Porque aquellos que se propusi¢ron inficionar las almas de los fieles, conociendo, queen manera ninguna podian hablar en puiblico con todos, é infundir en sus oidos las venenosas voces; se valicron de otro ardid, por el qual derramaron los errores de la impiedad mucho mas facil , y dilata- damente; porque ademas de muchos abultados libros, con que procurdron trastornar la fe Catdlica (de los quales fu¢ facil precaverse , por contener heregias manifiestas) escribieron rambicn innumerables librillos al pare- cer piadosos, con los quales, es increible, quan facilmente engafaron las Animas incautas de los simples. Por esta razon deseando en gran manera los Padres del Sanro Conci- lio general de Trento, aplicar 4 este mal tan grande, y tan pernicioso al- guna saludable medicina , juzgaron , que no bastaba difinir contra las he- regias de nuestros tiempos los puntos mas graves de la doctrina Catdlica, sino que ademas de esto les parecié preciso hacer un formulario, y me- todo de instruir al pueblo Christiano en los radimentos de la fe: por el qual se deblesen arreglar todos los que exercen cn as Iglesias el cargo de legitimo Pastor, y Maestro. Es cierto que muchos con gran loor de piedad, y de doctrina se de- dicdron 4 este género de escrirura, pero con todo eso parecié 4 los Pa- dres, setia muy conveniente , que por autoridad del Santo Concilio se compusiese un libro , de donde los Parrocos, 6 todos los otros, que tie- nen el oficio de ensefiar, puedan buscar, y tomar reglas ciertas para edi- ficacion de los ficles: y para que asi como es uno el Sefior, y una la fe, (é) asi tambien sea una, y comun 4 todos la norma, y modo de instruir al pueblo Christiano en los rudimentos de la fe, y cn los demas oficios de virtud , y piedad. Siendo pues muchas las cosas pertenecientes 4 este propdsito, no sé ha (4) Marth.ré. (e) Ephes.g. 4 CATECISMO ROMANO de pensar, que fud el intenro del Santo Concilio, el que todos los dog- mas de la fe Christiana , encerrados en un libro se explicasen con delica- deza como suelen hacerlo fos que de asiento se ponen 4 trarar de Ja ins- titucion , y doctrina de toda la Religion: porque esto , claro es, que se- ria obra de casi infinito trabajo , y nada conveniente 4 nuestro asunto; sino qué como el Santo Concilio tomé por su cuenta instruir 4 los Parro- cos, y Sacerdotes, Curas de almas, em el conocimiento de aquellas co- sas, que son mas propias de su ministerio, y mas acomodadas a la capa- cidad de los fieles s solo quiso sc propusicran, las que en esta parte pu- diesen coadyuvar al piadoso estudio de aquellos Pastores, que estan menos versados en las controversias dificultosas de la Teologia. Siendo pues esto asi, antes que leguemos 4 tratar en particular de lo que se contiene en esta Suma, pide el Orden de nuestro instiruro, que se expliquen algunas cosas , que Ante todo deben considerar, y tener muy presentes los Pasto- res, pata que scpan 4 donde deben enderezar , como 4 fin , todos sus de- 7 » tabajos, y desvelos, y em que manera podran mas facilmente conseguir, y acabar lo que prerenden. Lo primero pues que los Pastores de almas han de tracr presente de continuo , es, que toda la clencia del Christiano se encierra en este Ca- pitulo, 6 por mejor decirlo con nuestro Salvador: Esta es la vida eter- na, que te conozcan d ti solo verdadero Dios, y & JEsv-Crrisro,d quien fi enviaste (a). Por esto debe ser el principal cuidado del Maestro espiritual, el que los fieles deseen de veras saber 4 Jnsu-Curisto , y 4 es- te crucificado (6), y que de cierto estén persuadidos , y crean con afec- to muy cordial, y piadoso , que no hay otro nombre debaxo del Ciclo dado 4 los hombres , en cl que podamos ser salvos (¢) , porque este Sefior cs la propiciaeion por nuestros pecados (d). Y porque en tanto sabemos, que le habemos conocido, en quanto guardamos sus mandamientos (¢) , si- guese luego , y es muy anexo 4 lo que habemos dicho , que al mismo tiem- po les declire , que no han de vivir ociosa , y descuidadamente ; sino que debemos andar , como andiive el Seftor (f), ¥ seguir con todo cuidado las obras de justicia, de piedad, de fe, de caridad, y mansedumbre : Paes se entregé d si mismo por nosotros, para redimirnos de toda maldad, y limpiar para si un pueblo agradable, seguidor de buenas obras (x). ¥ esto es lo que manda el Apdstol, que exhorten , y prediquen los Pastores, Mas habiendo nuestro Salvador , y Sefior , no solo dicho, sino ram- bien mostrado por su exemplo, que la ley, y Profetas penden de la Ca- tidad (4), y asimismo habiendo confirmado el Apéstol, que la Caridad es el fin del precepto, y cumplimiento de la ley (7), nadie puede dudar , que el principal empefio del Pastor debe ser procurar con toda diligencia, que (a) Joan.a7. (@) 2.Cor2. (c) Acta. Cg) Tita. (4) Matthas. (O sJoams. @ Ibid. (f) rJoanua, 9G) 1-Timz. PROLOGO. 5 el pueblo fiel se excite 4 amar la inmensa bondad de Dios para con no- sotros, y que como abrasado con un divino ardor, s¢ arrebate 4 ese su- mo, y perfectisimo bien : puesen unirse con ¢l esta la verdadera , y s0- lida felicidad: como claramente lo conocera, el que pueda decir con el Profera: 2Que tengo yo enel Cielo? ¢d fuera de tt ,Sefior , que quise sobre la tierra (a)? Este es aquel camino mas excelente , que sefialé el mismo Apdstol, enderezando toda la suma de su doctrina, ¢ instruccion @ la Caridad , que nunca cae (5). Porque ya se proponga, lo que se debe creer, ya lo que debe esperarse , ya qualquier cosa que deba hacerses de tal manera debe siempre encomendarse la Caridad de nuestro Sefior, que Qualquiera ¢che de ver, que todas las obras de la perfecta virtud Chris- tiana ni nacen de otro principio, que de la Caridad, ni deben ordenarse a otro fin , que 4 la Caridad. Mas como en la ensefianza de qualquier faculrad importa mucho ob- servar metodo, nunca mas bien se debe guardar este , que en la instruc- cion del pueblo Christiano. Porque debe observarse la edad, ingenio , cos- tumbres, y condicion de los oyentes; para que el que exercita el ofi- cio de ensefiar, se haga todo para todos, 4 fin de ganar 4 todos para Christo, y poderse mostrar 4 si mismo, como fiel Ministro, y dispensa~ dor, y hacerse digno, como sicrvo bueno, y fiel, de ser colocado por el Sefior sobre todos sus bienes (c). Y no piensetampoco, que solo esta encomendado 4 su fidelidad un linage de hombres, y que entablado un mo- do, y forma de ensefiar, podra ast instruir igualmente 4 todos en la pie- dad Christiana; porque siendo los ficles, unos como reciennacidos, otros que ya empiezan 4 crecer en Christo, y algunos ya robustos en la vir- tud 5 es menester mirar con discrecion, quienes necesitan de leche, quic- nes de comida mas sdlida, y dar 4 cada uno aquellos alimentos de doctr'- na, que acrecienten su espiritu : Hasta que todos, coma varones perfec- tos d la medida de la grandeza de Christo, le salgamos ai encuentro en unidad de fe, y conocimienta del Hijo de Dios (@). Esto ensené el Apdstol en si mismo, para que todos lo obseryasen , quando dixo : Que el era deudor 4 Griegos, y Barbaros, sabios , ¢ ignorantes (¢), para que asi entendiesen los que son llamados a este ministerlo , que en proponer los misterios de la fe, y declarar las reglas de bien vivir, de tal manera deben acomodar la doctrina al genio, y capacidad de los oyentes s que quando dan en abundancia el pasto espiritual 4 los aprovechados, no de- xen perecer de hambre 4 los pequefuelos: los que pidiendo pan, no ha- Ilan, quien se lo-parta (/). Y ninguno debe rerardar su cuidado en Ia en- sefianza , porque 4 veces sea necesario instruir al ayente en los precep- tos de aquellas cosas, que parecen humildes , y baxas, y que no sin mo- lestia fas suelen tratar especialmenre aquellos , que estin habituados , y ts) Psalm. 72. (8) 1-Corinth. 12, (ec) Matth.ay. (a) Ephes.g. yu. () Roms. (f) Threng. 6 CATECISMO ROMANO tienen sus delicias en la contemplacion de cosas mas sublimes: porque si la misma Sabiduria del Ererno Padre baxd a la tierra, para darnos en la humildad de nuestra came los documentos de la vida celestial; 3.4 quien no estrechard la caridad de Christo, 4 hacerse pequefiuelo en medio de sus hermanos, y que como una nutriz que abriga 4 sus hijuelos, desce con tal ansia la salud de sus proximos, que como de si mismo lo afirma el Apéstol, quiera entregarles , no solo cl Evangelio de Dios, sinoaun dar la vida por ellos? Toda la Suma pues de la doctrina , que se debe proponer 4 los fie~ kes , s¢ contiene en la palabra de Dios, la qual se divide en Escritura , y Tradiciones. Y asi emplearin los Pastores dias, y noches en la meditacion de estas cosas, acordandose de aquel aviso del Apdéstol , que aunque le es- cribié 4 Timoteo, todos los Curas de almas le mirarin, como enderezado 4 ellos mismos. Dice pues de este modo: dtiende dla leccion, d la ex- hortacion, y dla doctrina. Porque toda Escrttura inspirada por Dios es stil, para ensefar , para argiir , para reprehender ,¥ para instruir en la justicia: porque sea perfecto el hombre de Dios, y esté apercibido para toda obra buena (a). Pero siendo muchas las cosas que Dios ha re- velado, y tan yarias, que ni es facil aprenderlas, ni despues de apren- didas es posible tenerlas tan de memoria, que siempre que se ofrezca la ocasion de ensefiar, este prevenida , y pronta su explicacions para esto con acuerdo grande distribuy¢ron nuestros Mayores todo este globo, y Su- ma de doctrina Christiana en quatro partes, que son el Credo, é Simbo- Jo de los Apdstoles , los Sacramentos, el Decdlogo, y la Oracion del Pa- dre nuestra. Porque todas las cosas que se deben saber en la doctrina de la fe Christiana, ya sean pertenecientes al conocimiento de Dios, ya 4 la creacion, y gobierno del mundo, ya 4 la Redencion del linage huma- no, 6 ya a los premios de los buenos, y penas de los malos, todas se encierran en la doctrina del Credo, Las que son sefiales, y como instru- Mentos, para conseguir la divina gracia , estan en la doctrina de los siete Sacramentos. Las que tocan a las leyes, cuyo fin es la Caridad , se con- tienen et el Decalogo. Y tiltimamente todo quanto les hombres pueden desear, esperar, y pedir provechosamente , se encierra en el Padre nuestro. ¥ de aqui se sigue , que declarados estos quatro , como lugares comunes de la Escritura sagrada, casi nada resta que desear para la inteligencia de las cosas , que debe saber el Christiano. Por esto ha parecido advertir 4 los Parrocos, que siempre que se oftez- ca la ocasion de explicar el Evangelio, 6 qualquier otro lugar de la divi- na Escritura, tengan enrendido , que la senrencia de ese lugar, sea el que fuere, pertenece 4 alguna de aquellas quatro partes que diximos , 4 don- de acudiran, como 4 fuente de la doctrina, que se deba explicar. Por exemplo: Si se ha de explicar el Evangelio del Domingo primero de Ad- (a) 1. Timot.4. et 2.Timot,3. PARTE I. CAP/TULO 1. 7 viento: Erant Signa in Sole, et Luna, &c. lo que conduce 4 este asun- to, esta declarado en aquel atticulo del Credo: Ha de venir d juzgar & los vivos, y & los muertos: ¥ tomandolo de alli, aun tiempo y con un trabajo ensefiari el Pastor al pucblo fiel el Credo , y el Evangelio, Por esta razon tendra de costumbre en todas sus Doctrinas » y Sermones dirigir sus discursos 4 aquellos quatro puntos principales, donde diximos , que se encerraba toda la virud, y doctrina de Ia sagrada Escritura. Pero acer- ca del érden de ¢nsefiar , observara aquel que parcciere mas acomoda- do asi al audirorio , como al tiempo. Nosotros ahora siguiendo Ia aurori- dad de los Padres, que al dedicar los hombres 4 Christo, ¢ instruirlos en su ley, empezaron por la doctrina de la fe, juzgamos necesario explicar primeramente las cosas que pertenccen 4 la fe, PRIMERA PARTE DEL CATECISMO ROMANO. CAPITULO I. DE LA FE, Y DEL CREDO. ts AS porque en las divinas Escrituras se toma de varios mo- . oy dos la significacion de esta voz Fe, aqui hablamos de ella, segun que significa una virtud, con la qual asentimos fir- ie memente 4 las cosas que Dios ha revelado. ¥ nadie puede con razon dudar , que esta Fe es necesaria para conscguir la salyacion : mayormente estando escrito : Sin fe es imposible agradar a Dios (a). Porque como el fin que se propone al hombre para su felici- dad, es mucho mas alto, que lo que puede alcanzar su inteligencia ; era necesario recibiese de Dios este conocimientos pues este conocimiento no 5 otra cosa, que la Fe: cuya virtud nos hace tener por infalible , lo que la autoridad de la Sanra Madre Iglesia propone, como dicho por Dios : pues duda ninguna puede acaecer a los fieles en las cosas que Dios dice, siendo la misma verdad. Y por aqui entendemos la diferencia que hay entre la fe, que damos 4 Dios, y la que damos 4 los Escritores de jas historias humanas. Pero aunque la fe se extienda mucho, y sea diferente asi en la grandeza , como en Ia dignidad ( puesen las Sagradas letras leemos: ¢ Hombre de poca fe, por que dudaste (b)? Y : Grande es tu fe (c). Tambien : Auméntanos la fe (a). em : La fe sin obras estd muerta (©). Mas: La fe que obra por la caridad (f). Sin embargo ella es una (2) Hebr.rr. (6) Matth.r4. () Lucrz7. (2) Jacob. (©) Tbid.rs. (Uf) Galaty. 3 CATECISMO ROMANO misma en cl genero, y a diversos grados de fe conviene una misma esen- cia, y difinicion. De quan fructnosa cs, y que utilidades percibimos de ella, se tratara en Ja explicacion de los Articulos, Lo primero pues que debe creer, y tener el Christiano, son aque- llas cosas que los Santos Apdsroles, Caudillos , y Docrores de la fe, ins- pirados por el Espiritu Santo, pusicron con distincion en los doce Arti- culos del Credo. Porque habi¢ndoles mandado el Schor , que como Le- gados suyos fuesen por todo el mundo, y predicasen el Evangelio a to- da criarura (a) , jazgaron necesario componer una formula de la fe Chris- tiana, para que todos sintiesen, y dixesen una misma cosa, y no hu- biera cisma , ni division alguna entre Jos que Lamaban 4 la unidad de la fe; sino que todos fuesen perfectos en un mismo sentir, y en una misma creencia. A esta profesion de la fe, y esperanza Christiana, que compusi¢cron los Apéstoles , la amairon Simbole : 6 porque fu¢e compuesta de varias sentencias, que cada uno de ellos puso en el Comun , 6 porque se valian de ella, como de una sefial, 6 divisa, por la qual pudicran distinguir facilmente 4 los desertores, 4 los intrusos y falsos Christianos , que adul- teraban el Evangelio, de aquellos que fielmente se alisraban en ta mili- cia de Christo. Siendo muchas las cosas, que en la Religion Christiana se proponen 4 los fieles, de las quales deben tener fe cierta, y firme, 6 en particu- lar, 6 en comun; lo que primera, y nécesariamente deben todos creer, es, lo que como fundamento, y suma de la verdad nos ensefid el mis- mo Dios acerca de la unidad dela divina Esencia , de la distincion de las tres Personas, y de las acciones, que se atribuyen 4 cada una de ellas por alguna razon particular. Ensefiara pues el Parroco, que la doctrina de tan alto misterio esta brevemente comprehendida en el Simbolo de los Apéstoles. Porque segun observaron nuestros Mayores, que con toda pie- dad, y diligencia tratiron este punto , de tal manera se ve distribuido en tres partes el Credo; que en la primera se describe la primera Per- sona de la naturaleza divina, y la obra maravillosa de la Creacion : En la segunda Ja segunda Persona, y el misterio inefable de la Redencion humana: Y en la tercera la tercera Persona, origen, y fuente de nues- tra santidad con sentencias diversas, y muy acomodadas. A estas Senter clas lamamos .drticu/os por cierta semejanza, de la que nuestros Padres usaron con frecuencia. Porque asi como Jos miembros del cuerpo se dis- tinguen por los Arriculos ; asi rambicn en esta confesion de la fe con to- da rectitud , y propiedad Iamamos Articulo todo lo que debemos creer con claridad, y separacion. (4) Marth, 2. PARTE Il CAPITULO IL 9 CAPITULO II, DEL PRIMER ARTICULO DEL CREDO, Creo en Dios Padre Todo-Poderoso , Criador del Ciclo, y dela Tierra. Ess palabras hacen este sentido: Creo clertamente y sin duda ningu- na confieso 4 Dios Padre ; es 4 saber 4 la primera Persona de Ia Trini- dad, la qual con su virrud omnipotente crid de la nada el Cielo, y la Tierra, y todas las cosas, que Cielo, y Tierra abrazan en su ambito: y que despues de criadas las mantiene , y gobierna. Y no solamente le creo con el corazon, y le confieso con la boca , mas tambien an- helo a ¢l con sumo afecto , y piedad, como 4 sumo , y perfectisimo bien. Esta es uha breve explicacion de este primer articulo. Mas por estar en- cerrados grandes misterios en casi cada una de sus palabras , debe exami- narlas con diligencia el Parroco, para que en quanto el Sefior lo conce- diere , Iegue el pueblo fiel con temor, y temblor 4 contemplar la gloria de su Magestad. Esta palabra creer no significa aqui lo mismo, que pensar , sentir, u opinar : sino que como ensefian las letras sagradas , tiene fuerza de un asenso certisimo, con el qual el entendimiento juzga firme, y constante- mente , ser verdad infalible lo que dice el Sefior , que le descubre sus mis- terios. Y por tanto aquel cree (segun que pertenece a la declaracion de es- te lugar) que sin duda alguna tiene una cosa por cierta, y verdadera, ¥ no debe nadie pensar que es menos cierta la noticia de la fe, por no verse las cosas que nos propone, para que las creamos. Porque la luz di- vina con que las percibimos , aunque no de por si claridad 4 las cosas; no por cso nos dexa dudar de ellas: pues el Sefior que hizo salir la luz de las tinieblas (a) ¢l mismo ilumin6 nuestros corazones, para que su Evan- gelio no esté encublerto 4 nosotros, como lo esta para los que se pler- den (6). De lo dicho se sigue que aquel que esti adornado con este conoct- miento celestial de la fe, queda libre de la curiosidad de inquirir. Por- que Dios quando nos manda creer , no nos proponre sus divinos juicios pa- ra escudrifiarlos , 6 que averigitemos la razon, 6 causa de ellos; sino que demanda una fe inmutable, la qual hace, que s¢ aquiete el alma en la noticia de la verdad eterna. Y por cierto afirmando e] Apdstol : Que Dios es veraz, y todo hombre mentiroso (c), si seria arrogancia, y aun des- vergiienza, no dar crédito 4 un hombre grave , y docto, que afirmaba una cosa, sino estrecharle tambien 4 probar con razones, y testigos lo (s) 2.Cor4. (6) Ibid. {c) Roms. 10 CATECISMO ROMANO que decia 5 ; que arrojo, y que locura no sera, oir las voces de Dios, y pedirle razones de su celestial, y saludable doctrina? Se ha de tener pues la fe no solo desechando toda duda, sino tambien todo deseo de que se prucbe, lo que se nos dice. Pero 4 mas de esto debe ensefiar el Parroco, que el que dice creo, aunque en esto declare el asenso intimo de su entendimiento (que es el acto interior de la fe} debe manifestar con publica profesion de la fe , lo mismo que tiene encerrado en su alma, confesarlo 4 las claras, y predi- carlo con suma prontitud. Porque deben los fieles tener aquel espititu , con el qual decia confiado el Profera: Cref, y por esto he bablado (a). De- ben imitar a los Apéstoles , los que respondicron 4 los Principes del pue- blo: Wo podemos dexar de predicar , lo que vimos, y oimas (5). Deben alentarse con aquella esclarecida you del Apdstol: No meavergwenzo del Evangelio, porque es virtud de Dios para salud de todos los creyentes (c), y lo que dice tambien, que en gran manera confirma la verdad de esta sentencia: Com ef corazon se cree para la justicia, mas com la boca se hace la confesion para la salvacion (d). En Dios. Por aqui se va ya descubriendo la dignidad, y excelencia de la sabidu- tia Christiana, y lo mucho que por ella debemos ala bondad de Dios, quicn nos ha concedido subir con prontirud por estas como gradas de la fe al conocimiento de la cosa mas sublime, y digna de ser con ansia deseada. En esto se diferencian muchisimo entre si la Filosofia Christiana , y la Sabiduria de este siglo. Porque esta procediendo poco a poco con sola Ja guia de Ja luz natural por los efectos, y por aquellas cosas que per- ciben los sentidos apenas Ilega por ultimo, y no sin grandes trabajos, a contemplar las cosas Invisibles de Dios, y 4 conocer, y entender 4 la pri- mera causa, y Criador de todo. Pero la Filosofia Christiana de tal modo adelgaza la virtud del entendimiento humano , que sin trabajo ninguno pue- de penetrar los Cielos, y esclarecido con la divina luz, mirar, y con- templar primeramente la misma eterna fuente de las luces, y despues las cosas que hay debaxode ella. De manera que como dice el Principe de los Apéstoles, experimentemos con sumo gozo del alma, que somos flamados de las tinieblas 4 su admirable luz, y creyendo, nos regocijemos con una alegria inexplicable (¢). Con mucha razon pues confiesan ante todo los fieles , que creen en Dios, cuya Magestad decimos con Geremias , que es incomprehensible (f'), porque como dice el Apdstol: habitaen una Inz inaccesible, 4 quien ningun hombre vid , ni puede ver (g), pues como dl dixo hablando 4 Moyses: No me verd el hombre , y vivird (h). Porque () Psalmasy. (8) Acta. (©) rPeteacetr. (fF) Jeremya. (© Romr. (dé) Ibidro. (eg) «Time. (6) Exod.ay. PARTE 1. CAPITULO II. Ir nuestra alma, para Ilegar a Dios ( que no hay cosa mas alta) es necesa- lo que enteramente se aparte de los sentidos, lo qual no podemos natu- ralmente hacer en esta vida. Pero aunque esto es asi, no dexd el Seftor, como dice el Apdstol, de dar testimonio de si mismo, haciendo benefi- cios desde el Cielo, dando luvias, y tiempos abundosos, y Uenando de sustenta, y alegtia los corazones de los hombres (a), Esta fue la razon, que movié 4 los Fildsofos, 4 no pensar cosa baxa de Dios, y 4 apartar muy lejos de ¢l todo lo que es corporeo, compuesto, y mezclado : como tam- bien 4 atribuirle perfecta virtud, y abundancia de todos los bienes: de suerte que dimanen de ¢l, como de una perpetua , ¢ inagotable fuente de bondad , y benignidad todos los bienes perfectos sobre todas las cosas cria~ das. Llamdronle tambien Sabio, Autor, y amador de la verdad, Justo, liberalisimo , y otros tales nombres, por los quales se da 4 entender su su- ma, y absoluta perfeccion: de cuya inmensa , ¢ infinita virtud, dixeron, que Ilenaba todo lugar, y que se extendia por todas las cosas. Pero mucho mas alta, y esclarecidamente ensefian esto las divinas letras: como en aquel lugar : Dios es espiritu (6). ¥ en otro: Sed vosotros perfectos , co- mo Jo e§ wuestro Padre celestial (c). Item: Todas las cosas estan desru- das, y descubiertas ante sus ojos (d). Mas : jo alteza de las riquezas de la sabiduria, y ciencia de Dios (e)! Mas: Dios es veraz (f). Mas: Fo soy camino , verdad, y vida (g). Mas: Tu diestra estd liena de jus- ticia (4). Mas: Abres tid tu mano, y Ilenas de bendicion d todo ani- mal (i). Finalmente : ¢ Donde me esconderé de tu espiritu , y d donde huiré de tu presencia? Si subiere al Cielo, alli esta’s tu, y si baxdre al in- Jierno, te hallas alii presente. Y si tomdre mis alas por la mafiana, y fuere d parar al cabo del mar, &rc.(k) Ys ¢ Por ventura m tino yo los Cielos, y la Tierra, dice el Sefior (1)? Grandes pues y excelentes son las cosas, que los Fildsofos alcanzaron de la naturaleza de Dios, confor- mes a la autoridad de los Sagrados libros, y consiguientes ala averigua- cion de sus obras. Pero aun en esto mismo se echa de ver la necesidad de la doctrina del Cielo, si advertimos, que la fe no solo sirve , como s¢ dixo arriba , para que los hombres rudos, y sin letras conozcan luego facil, y prontamente , lo que los Sabios solos legaron 4 conseguir despues de un largo, y porfiado estudio ; sino que aprovecha tambien , para que ja noricia de las cosas, que se alcanza por la doctrina de la fe, se im- prima en nuestras almas mucho mas cierta, y mas limpia de todo error, que si entendi¢semos esas mismas cosas por las razones de la ciencia hu- mana. ;Pero quanto mas alto debe juzgarse aquel conocimicnto de Dios, para el que nos abre la puerta, no la contemplacion de las criaruras , que ¢s comun a todos; sino la lumbre de la fe , que es propia de los creyen- (a) Acta. (6) Joann.4. Cg) Joannr4. (6) Bsalm.g7. () Marth.s. (4) Hebr.g. (i) Psalm.tg4. (hk) Psalmay 8. (@) Roma. (f) Romy. C1) Jerem.a3. 12 CATECISMO ROMANO tes? Pues esta es la que se contiene en los Articulos del Credo, los quales nos descubren Ja unidad de la divina esencia , la distincion de las eres Per- sonas, y que el mismo Dios es el ultimo fin del hombre , de quien ha de esperar la posesion de la celestial, y eterna bienaventuranza : pues sabemos de San Pablo, que Dios es Remunerador de los que le buscan (a). Quan grandes sean estas cosas, y si son, G mo de aquella calidad de bienes, 4 que pueda aspirar el conocimiento humano, mucho antes que el mismo Apéstol lo mastré cl Profeta Isaias por estas palabras : Jamas se oyd tal co- sa, ni lo percibiéron oidos ningunos. No vidron , Sefior , los ojos sin ti, lo que tienes preparado para los que esperan en ti (6). Por lo que habemos dicho se debe confesar tambien , que hay un so- lo Dios, y no muchos Dioses ; porque como atribuimos 4 Dios suma perfeccion, y bondad, es imposible que se halle en muchos , lo que es sumamente cabal, y perfecto: porque si falta 4 uno alguna cosa para lo sumo , ya por eso mismo es imperfecto, y no puede convenitle la na- turaleza de Dios. Y¥ esto se comprucba con muchos lugares de la da Escrituras porque escrito esta: Oye Israel , Dios nuestro Seftor es uno sola (t). A mas de esto es mandamiento del Seftor : No tendrds Dioses agenos delante de mi (d). Tambien por cl Profeta previene muchas veces: Yo soy el primero, y el siltimo , y fuera de mi no hay Dios (¢). Asimis- mo el Apdstol afirma claramente : Un Seftor, una fe ,un Bantismo (f). Y no nos haga dificultad, que algunas veces las sagradas letras dan 4 las criaturas el nombre de Dios ; porque el haber Wamado Dioses 4 los Profetas y Jueces (g), no fue en el sentido de los gentiles, que necia, y malyadamente se fingicron muchos Dioses; sino que en el comun mo- do de hablar, quisicron dar 4 entender alguna sefialada virrud, 6 minis- terlo, que les fud concedido por gracia de Dios. Cree pues , y conficsa la fe Christiana 4 Dios, uno en [a naturaleza, en la sustancia, y en la esencia : como sc dixo, para confirmar la verdad en el Simbolo del Con- cilio Nicene. Pero subiendo todavia mas alto, de tal manera le entien- de uno, que venera la umidad en la Trinidad, y la Trinidad en la uni- dad. Del qual misterio vamos ahora a tarar : porque en el Credo se sigue Padre. Como este nombre de Padre no le conviene 4 Dios por una razon sola, primeramente debe declararse que significacion sea la mas propia de este lugar. Aun algunos que no fucron ilustrados con la luz de la fe, Wegaron 4 entender, que Dios era uma sustancia eterna , de la qual ha- bian procedido todas las cosas, y cuya providencia las regia, y conser- yaba en su érden, y estado. Por esta razon vali¢ndose del simil de las cosas humanas, asi como Iamaban Padre 4 aque! de quien desciende una (a) Hebrrr. (6) Isai.eg. r-Cor.2. () Isalga. et 48. Apoc.r. et 22. () Deus. (@) Exod.20. Cf) Ephesa. (g) Exod.ea, PARTE L CAPITULO IL. 13 familia, y la goblerna con su direccion , ¢ imperio; asi tambien por es- ta misma causa quisicron que Dios fuese llamado Padre, a quien recono- clan por Criador, y Gobernador de todas las cosas, De este mismo nom- bre se sirvidron tambien las Escriruras sagradas , quando hablando de Dios dan 4 entender, que debe atribuirsele la creacion, el poderio , y la ma- rabillosa providencia de todo el Universo. Porque leemos: 2 Acaso no es este tu Padre, quien fe poseyd, te hiza, y te crid (a)? ¥ en otra parte: {Por ventura no es uno el Padre de todos nosotros? ; No nos crié un mismo Dios ()? Pero con mucha mas freqiiencia, y por tér- minos mas particulares mayormente en los libros del Testamento nuevo se dice Diss, Padre de los Christianos : los quales no recibicron el espi- rita de temor como siervos, sino el espiritu de adopcion de hijos de Dios, con el qual claman, Padre, Padre (c}. Porque tal caridad nos did es- te Padre , que nos llamemos hijos de Dios, y que lo seamos (4). ¥ si somos hijos , somos herederos tambien. Si por cierto, herederos de Dios, y coherederos de Christo, que es el Primogenito entre muchos herma- nos (¢) sin avergonzarse de llamarnos hermanos (/°), Sea pues porla razon. comun de la cteacion, y providencia, 6 sea por la particular de la es- pititual adopcion , justisimamente confiesan los ficles que creen en Dios Pero ademas de Jas significaciones que hemos explicado, ensefiara el Parroco , que al oir la voz Padre se ha de levantar el alma 4 misterios mas altos, Porque lo que hay mas secreto, y escondido en aquella luz inaccesible donde mora Dios, y que la razon, ¢ inteligencia humana ni puede conseguirlo , ni aun imaginarlo; esto nos empiezan 4 descubrir los Oraculos divinos por ¢l nombre de Padre. Dicenos pues este nombre, que en una sola esencia de la Divinidad se debe creer, no una Persona sola, sino distincion de Personas. Porque tres son las Personas en Dios, Ja del Padre, que de ninguno procede , la del Hijo, que Ante todos los siglos es engendrado por el Padre, y la del Espiritu Santo , que asimis- mo procede ab aeterno del Padre, y del Hijo. Es pucs el Padre en una misma esencia de la Divinidad Ja primera Persona, quien con su Unige- nito Hijo, y elEspiritu Sanro es un Dios, y un Sefior, no en la singu- laridad de una Persona , sino en la Trinidad de una sustancia. Pero estas tres divinas Personas (siendo maldad horrenda pensar en ellas cosa dese- mejante , 6 desigual ) solo se entienden distinctas por sus propiedadess porque el Padre es no engendrado, el Hijo engendrade por el Padre, y el Espiritu Santo procede de uno, y de otro. ¥ asi de tal manera con- fesamos una misma esencia, y una misma sustancia de todas tres Perso- nas, que en la confesion de Ja verdadera , y eterna Deidad creemos de- be ser adorada piadosa, y santamente la propiedad en las Personas, la G) Deutys (6) Malach, 2. (4 x.Joans. (2) Roma, &) Rom,9. (Cf) Hebraa. 14 CATECISMO ROMANO unidad en Ia esencia, y la igualdaden Ja Trinidad. Porque quando de- cimos, que el Padre es la primera Persona , no se ha de entender esto de tal suerte, que pensemos haber en la Trinidad cosa alguna prime- ra, © postrera ,mayor , 6 menor. ;No permita Dios tal impiedad en las almas de sus fieles ! quando predica la Religion Christiana una misma eternidad , y una misma Magestad de gloria en todas tres Personas, Si- no que en tanto afirmamos verdadera, ¢ indubirablemente, que el Pa- dre cs la primera Persona , en quanto es principio sin principio. La qual Persona asi como es distinta por la propiedad de Padre , asi 4 so- la ella determinadamente conviene haber engendrado ab aeterno al Hi- jo. ¥ siempre que en esta confesion pronunciamos juntos los nombres de Padre, y Dios, se debe enender que siempre fue juntamente Dios, y Padre. Mas porque no podemes andar con mas peligro, 6 errar mas gravemente en la declaracion , 6 explicacion de otra cosa ninguna fuera de esta, que es la mas encumbrada, y dificil de todas; ensche el Par- roco que deben retenerse con gran veneracion los nombres propios de Esencia , y Persona, con los quales se significa este misterio: y tengan entendido los ficles, que hay unidad en la esencia , pero distincion en las Personas. Mas estas cosas no se han de examinar con sutileza, acor- dindonos de aquel dicho: El! escudrifiador de la Magestad serd opri- mido de la gloria (a). Porque debe parecernos bastante, lo que tenemos de cierto, y averiguado por la fe: que de esa manera somos ensefia- dos de Dios : y que es la tiltima locura , y miseria no creer sus divi- nas palabras, Ensefiad, dice, & todas las gentes, bautizdndolas en el nombre del Padre,» del Hijo, y del Espiritu Santo (b). ¥ cn otra par- te: Tres son los que dan testimonio en ef Cielo, el Padre, ef Verbo, y el Espiritu Santo: y estos tres son una misma cosa (c). Sin embargo aquel que por beneficio de Dios cree estos misterios , pida sin cesar, y suplique 4 Dios, y al Padre , que crid de la nada rodas las cosas, y las gobierna con suavidad, y que tambien nos did poder , para que fuc~ semos hechos hijos de Dios , y descubrid 4 los hombres el misterio de la Trinidad, pida, repito , sin intermision, que siendo recibido alguna vez en las moradas eternas, sea digno de ver, quan grande es la fecundidad de Dios Padre: pues vicndose, y contemplindose 4 si mismo, engendra al Hijo, igual, y semejante 4 ¢l: y en que manera 6 de que modo un mismo en todo, ¢ igual amor de Caridad de los dos, que es el Espiri- tu Santo, quien procede del Padre, y del Hijo, une, y junta entre si con un etemo, ¢€ indisoluble lazo al que engendra, y al que es engen- drado: y que asi seauna la csencia de la Trinidad, y perfecta la dis tincion de las tres Personas. G@) Provas. (6) Matth.2&. @ x,Joans. PARTE L CAPITULO IL. 15 Todo-Poderoso, dD. varios modos suelen explicar las Escriruras sagradas el sumo poder, y la Magestad inmensa de Dios, para hacernos entender con quanto ren- dimiento , y veneracion debe ser adorada su Deidad Santisima. Pero en primer lugar ha de ensefiar el Parroco, que se le atribuye con mucha freqiiencia la virrud de Todo-Poderoso , porque el mismo Sefior dice de si: Fo soy ef Seftor Todo-Poderoso (a). ¥ Jacob enviando sus hijos 4 Jo- seph , hizo oracion por ellos de este modo: Mi Dios Todo-Poderaso os le haga aplacado (6). Y cnel Apocalipsis se escribe: Ei Sefior , Dios gue es, y que era, y que ha de venir Todo-Poderoso (c). Y en otra parte se llama: E/ dia grande de Dios Tode-Poderose (a), Sucle tam- bien significarse lo mismo con muchas palabras; como quando dice : No habrd cosa imposible para Dios (e). ¥ en otra parte: 2 Por ventura estd enflaquecida la mano del Sefior ? (f') ¥ en otra : Toda lo puedes, quando es tu voluntad (gz) con otras expresiones semejantes. Y de estas varias formas de decir , percibimos, lo que es claro, que se abrevia por la tnica voz de Todo-Poderoso. Entendemos pues por este nombre, que ni hay ni se puede pensar cosa ninguna, que Dios no pueda hacer. Por- que no solo ticne poder para aquellas cosas, que aunque muy grandes, todavia se ofrecen en alguna manera al pensamiento , como aniquilarlo todo, y criar de repente muchos mundos; sino que tambien se contie- nen en su virtud otras mucho mayores, que ni imaginarlas puede el en- tendimiento humano. Pero aunque puede Dios todas las cosas, no se sigue de ahi, que pueda mentir, engafiar, 6 scr enganado, pecar, fenecer, 6 ignorar al- guna cosa: porque estos defectos unicamente s¢ pueden hallar en aquella naturaleza, cuyas acciones son imperfectas. Pero Dios cuya accion es sicmpre perfectisima , en tanto se dice que no puede estas cosas, en quanto tal poder nace de enfermedad, 6 de flaqueza; no de suma, ¢€ infinita virtud detodo , qual es la que tiene Dios. Y asi de tal manera creemos que Dios es Todo-Poderoso, que juntamente entendemos estar muy I¢jos de su Magestad todas aquellas cosas que no sean muy con- formes, y correspondientes a la perfeccion de su esencia. Ensehe rambien cl Parroco , que con grande acuerdo , y sabiduria se disptiso, el que omitidos otros nombres que se apropian 4 Dios, solo se propusiese en el Credo el de Todo-Poderoso s porque una vez que confesa- mos 4 Dias Tado-Poderoso , es necesarlo confesar tambien que tiene clen- cia de todas las cosas, y que todas ellas estan sujetas 4 su sefiorio ¢ im- petio. ¥ no dudando que lo puede todo , legitimamente se sigue tener (2) Genes.17. @) Genes.4s. @ Luc. (7) Numa ( Apoc.s. (@) Ibid.se. (g) Sapa. 16 CATECISMO ROMANO por muy ciertas todas las demas perfecciones que si le faltéran, en ma- nera ninguna podriamos entender como scria Todo-Poderoso. Demas de esto cosa ninguna ¢s tan ¢ficaz para confirmar nuestra fe, y esperanza, como el estar muy fixos en que no hay cosa alguna que Dios no pucda hacer: porque todo Jo demas que despucs deba creerse, por grande, y marabillose que sea, y aunque sobrepuje el drden , y modo de las co- sas, luego lo cree sin la menor duda el que sabe que Dios es TodoPo- deroso. Antes bien quanto mayores son las cosas , que ensefian las divi- nas Escrituras , tanto de mejor gana juzga, que se les ha de dar fe. ¥ si tiene rambien que esperar alguna cosa buena, no desfallece el animo por Ia grandeza de lo que pretende ; antes se alienta y se conforta 4 si mismo, pensande muchas veces que nada hay imposible para un Dios, que es Todo-Poderoso. Por esto conviene mucho estar muy fortalecidos con esta fe sefidladamente, 6 quando nos vemos en la precision de hacer at gunas obras extraordinarias para bien, y utilidad de los préximos , 6 quando deseamos alcanzar alguna cosa de Dios con nuestras oraciones; porque lo primero lo ensefid el mismo Christo, quando reprehendiendo la incredulidad de sus Apdstoles, les dixo: Si tubjeredeis fe, como un gra- no de mostaza , direis d este monte: pdsate de aqui aculld , y pasar- se hd: y nada imposible habrd para vosotros (a). ¥ sobte lo segundo dixo asi el Apdstol Santiago: Pida con fe sin duda alguna , porque ef que duda es semejante d la ola delmar, que es movida, y Nevada «l viento de una parte d otra. No piense pues tal hombre recibir del Se- flor cosa ninguna (6). Oras muchas utilidades y provechos nos acarrea esta fe. Primeramente nos dispone para toda modestia , y humildad de animo: pues dice asi el Principe de los Apdéstoles: Humilldos debaxo de la mano poderosa de Dios (c). Enscfianos tambien , que no debe temerse donde no hay por que, y que solamente se ha de remer 4 Dios , en cuya potestad estamos pucstos con todas nuestras cosas: porque dice nucs- tro Salvador: Fo os mostrard d quien habeis de temer. Temed df aguel, que despues de muerto el cuerpo, tiene poder para echar el alma en el inferno (@). Asimismo nos valemos de esta fe, para reconocer y celebrar los inmensos beneficios de Dios hacia nosotros; porque el que contempla 4 Dios Todo-Poderoso , no puede ser de corazon tan ingrato, que dexe de exclamar muchas veces ; Cosas grandes hizo en mi, ef que es Po- derosa (e) I Pero de que en este articulo llamemos al Padre Todo-Poderoso , na- die debe caer en el error de pensar, que de tal manera se le atribuya este nombre, que no sea tambien comun al Hijo , y al Espiritu Sanco: porque asi como decimos Dios Padre, Dios Hijo , y Dios Espiritu Santo, y sin embargo no decimos haber tres Dioses, sino un Dios ; asi tambien (2) Matthey () Jacob.r. @ Luci. () 1-Pew.s. © Lacs, PARTE I. CAPITULO IL. 17 confesamos igualmente Todo-Poderoso al Padre, al Hijo , y al Espiricu Santo; mas no decimos que hay tres Todo-Poderosos , sino solo uno. Lla- mamos empero Todo-Podsroso al Padre por la razon particular de que es la fuente de todo origen: asi como al Hijo que es la Palabra eterna del Padre , atribuimos la sabiduria , y la bondad al Espirira Santo, que es el amor del Padre, y del Hijo : aunque estos , y otros semejantes nom- bres se digan comunmente de todas tres Personas segun la regla de la fe Cardlica. Criador del Cielo, y de la Tierra. Le muy necesario que ha sido instruir 4 Ios fieles de antemano en el co- nocimiento de Dios Todo-Poderoso se puede ver por las cosas, que aho- ra se deben explicar acerca de la creacion del Universo; porque el mila- gro de una obra tan grande facilmente se cree, quando no hay duda al- guna del inmenso poder del Criador. Porque no fabricd Dios el mundo de materia alguna, sino que le crid de la nada, ni hizo esto forzado de al- guna violencia, 6 necesidad , sino de su libre , y mera voluntad. No hu- bo otra causa que le induxese a esta obrade la creacion, que el comu- nicar su bondad 4 las cosas que hiciese. Porque la naturaleza de Dios siendo por si misma infiniramente bienaventurada, de nada necesita, co- mo dice David: Dire al Seftor: td eres mi Dios , porque no necesitas de mis bienes (a). ¥ al modo que movido de su bondad hizo quanto qui- so; asi tambien al criar todas las cosas, no sc guid por algun exemplar, 6 modelo que escuviese puesto fuera de si mismo; sino que por contener- se en su inteligencia divina ¢l exemplar de todas ellas , vicndole en si mismo ¢l Supremo Artifice , y como imitandole, crié en el principio toda esta maquina del Universo con aquella suma sabiduria , ¢ infinita virtud que le es propia. Porgue él dixo, y las cosas fudron hechas : 4 mand, y luego fudron criadas (6). Mas por el nombre de Ciclo, y Tierra se ha de entender , quanto Cielo y Tierra abrazan en si; porque ademas de los Ciclos , que llamd el Profeta obras de sus dedos (c), afiadio tambien Ja claridad del Sol, y el adorno de Ia Luna, y de los demas astros. ¥ para que sirviesen de sefiales, y distinguiesen los riempos, los dias, y los aflos , concerté los orbes de los Cielos con un curso tan cierto, y permanente, que ni pue- da verse cosa mas movible , que su perpetua revolucion , ni otra mas ciet- ta, que su movimiento, Demas de esto crid Dios de la nada la naturaleza espirimal , y An- geles innomerables, que le sirviesen y asistiesen ,4 los quales luego en- riquecid y adornd con el don marabilloso de su gracia y poderio ; porque diciendo la Sagrada Escritura : que el diablo no estuvo firme en la ver- ( Palmss, @) Psalm a2. et 148. (Psalm. 8. 18 CATECISMO ROMANO dad (a) ¢s manifiesto, que dl, y todos los demas Angeles desertores fud- ron adornadas con la gracia desde ¢l principio de su creacion. Accrca de Jo qual dice asi San Agustin: Crié Dios fos angeles com buena volun- tad, esto es, con el amor casto, con que se wnencon él: formando em ellos la naturaleza, y al mismo tiempo ddndoles la gracia (b). Y asi se ha de creer, que los Angeles buenos nunca estuvicron sin buena yolun- tad, 6 sin amor de Dios. Por lo que mira 4 la ciencia hay aquel testi- monio de las Letras Sagradas : Td , Selor, mi Rey, eres sdbio, ast co- mo tiene Sabiduria un Angel de Dios: de modo que entiendes todas las cosas sobre ja tierra (¢), ¥ en fin porlo que hace al poder se le atri- buye el divino David por aquellas palabras: Poderosas en vvirtud, y que hacen sus mandamientos (a). Y por esta razon se Maman muchas ve- ces en las Sagradas Letras Virtudes , » Exércitos del Seftor. Pero aun- que todos ellos fucron dotados de celestiales dones, sin embargo muchi- simas que desertaron de Dios su Padre, y Criador, fueron derribados de aquellas altisimas sillas , y encerrados en una caverna obscutisima de la tierta, donde pagan las penas cternas de su soberbia: de los quales es- cribe de este modo el Principe de los Apdstoles: No perdond Dios a los Angeles que pecdron , mas antes amarrados con las cadenas del infierno, los entregé d sus tormentos , reservdndolos para el Juicio (c). Ala Tierra tambien fundada sobre su firmeza mandé Dios por su palabra , que se mantuviesc firme en la parte que esté en medio del mun- do, ¢hizo que se empinasen los montes, y se baxasen los campos al lugar que les scfialé (ff), y para que no la anegase la fuerza de las aguas, las puso coto, que no traspasarin, ni se encresparan, para cubrir la Tierra, Despues no solamente la vistid y hermosed con toda variedad de arboles, yerbas , y flores; sino que la poblé tambien de innumerables especies de animales al modo que antes habia ya poblado las aguas, y el ayre. Ultimamente formé Dios al hombre del Jodo de la tierra, dispuesto y concertado en quanro al cuerpo de tal modo, que fuese inmortal, ¢ impasible , no por virtud de su naturaleza , sino por beneficio divino. Por lo que toca al alma le formé 4 su imigen y semejanza, y Ie did libre al bedrio, y con tal harmonia templé en ¢l todos los movimientos, y ape- titos del anima, que nunca dexasen de obedecer al imperio de la razon. Sobre esto le afiadié el don marabilloso de la Justicia original, y quiso tambien que presidiese 4 los demas animales. Mas esto facilmente podran saber los Parrocos para instruccion de los ficles por Ia sagrada historia del Genesis, Estas son las cosas que sobre la creacion del Universo se han de en- tender por las palabras dei Ciclo, y de la Tierra, ¥ todo esto lo com- pendid el Profeta brevemente en estos términos: Tuyos son los Cielos, y @) Joan 8. (Lib, r2.de Civit. (d) Psalmroa. (¢) aPetna. Dei cap. # (6) a-Reg.r4. Cf) Psilmroy. PARTE I. CAPITULO IL 19 tuya es Ia Tierra, la redondez de ella con todas las cosas de que estd poblada ,tii la fundaste (a), Pero aun mucho mas breve lo significdron los Padres del Concilio Niceno en aquellas dos palabras, que afiadicron al Simbolo: Visibles , ¢ imvisibless porque todas las cosas que hay en el universo, y que confesamos haber sido criadas por Dios, 6 pueden per- cibirlas los sentidos, y estas son las Visibles : 6 solo las podemos perci- bir con el entendimiento, que son las que se Laman Invisibles, Mas no se ha de creer que Dios es Criador , y Hacedor de todo en tal manera que juzguemos , que despues de acabada , y cumplida la obra, puedan las cosas que hizo mantenerse en adelante sin su infinira virrud; porque asi como hizo el sumo poder, Sabiduria, y bondad del Cria- dor, que tubicran ser, asi luego al punto se reducirian 4 la nada, si su providencia perpetua no estuviera presente , conservandolas con la misma virtud con que las crio al principio. Asi lo declara la Sagrada Escritura, quando dice: ; Come podria nada permanecer, si td no quisieras, 6 se conservaria lo que tr no lamases (6)? Y no solamente conserva el Sefior y administra con su providencia todas las cosasque hay, sino que tambien 4 las que se mucven, y ha- cen algo, las impele con intima virtud al movimiento , y accion de tal modo , que aunque no impida, previene sin embargo la eficiencia de las causas segundas; porque su ocultisima virtud se extiende 4 cada una de las cosas en particular, y como afirma el Sabio: Toca fuertemente de jin d fin, y dispone suavemente todas las cosas (c), Por esto el Apostol anun- ciindo 4 los Atenienses aquel Dios, que adoraban ignorindole , dixo: No estd léjas de cada uno de nosotros porque en él vivimas, nos mo- vemos, y somos (d). Baste lo dicho para a explicacion de este primer articulo. Pero adver- timos, que la obra de la creacion es comun 4 todas las Personas de la Santisima, ¢ individua Trinidad; porque en este lugar segun la doctri- na de los Apdstoles confesamos al Padre , Criador del Cielo, y de la tierra, En las Escrituras Sagradas leemos del Hijo: Todas las cosas fiué- ron keckas por él(e). ¥ del Espiritu Santo: El Espiritu del Seftor an- daba sobre las aguas (f). ¥ en otra parte : Por Ja palabra del Sefior Juéron establecidos los Cielos , y por el Espiritu de su boca fué hecha to- da la virtud de ellos (g ). ds) Psalm.ta. (6) Sapera. (2) Joaner. (7) Genes.r. © Sap.) Actar7. (g) | Psalm.32. 20 CATECISMO ROMANO CAPITULO III, DEL SEGUNDO ARTICULO DEL CREDO. Y en Jesu-Christo su unico Hijo nuestro Sefior. L. muy marabillosa y muy copiosa que es la utilidad que redundé en beneficio del nage humano por la fe , y confesion de este articulo Io muestra aquel testimonio de San Juan: Qualguiera que confesdre, que Jesu-Crristo es Hijo de Dios, Dios estd en él, y él en Dios (a). ¥ Jo declara tambien el elogio de bienaventurado , que did Christo Se- fior nuestro al Principe de los Apdstoles: Bienaventurado eres, Simon hijo de Jona: porque mo te revelo eso la carne, ni la sangre, sino mi Padre que estd en los Cielos (6), Porque este es el fundamento firmisi- mo de nuestra salud, y redencion. Masparque el froto de esta marabillosa utilidad se conoce mucho me- jor por la ruina de aquel estado felicisimo, en que Dios habia coloca- do 4 los primeros hombres , pondran los Parrocos particular cuidado so- bre que conozcan los fieles Ia causa de las comunes miserias , y cala- midades: porque habidndose apartado Adin de la obediencia de Dios , y quebrartado aquel mandamiento: De todo drbol que hay en el Paraiso comerds, mas del drbol de ia ciencia del bien, y del mal no comas: por- que en quaiquier dia que comieres de él , morirds (©) Cayé en aquella suma calamidad de perder la santidad , y justicia con que habia sido criado,, y de quedar sujeto 4 los demas males, que copiosamente decla- x6 el Santo Concilio de Trento (@). Y advertiran tambien 4 los ficles, que asi el pecado, como su pena no se quedé en solo Adan , sino que de el, como de semilla, y causa se deriva justamente 4 toda su poste- ridad. Habiendo pues caido nuestro linage del altisimo grado de su dignidad, no podia levantarse de alli, ni ser restituido en manera ninguna asu lu- gar antigiio por fuerzas de hombres, 6de Angeles. Por tanto solo resta- ba para remedio de la ruina, y de los males, que la infinita Virtud del Hijo de Dios, tomando la flaqueza de nuestra came, quitase la grave- dad infinira del pecado, y nos reconciliase con Dios por medio de su si ee gre fe, y la confesion de esta redencion es necesaria 4 los hombres para conseguir la salud, y siempre lo fud: y Dios la manifestd desde el principio del mundos porque en aquella condenacion del linage humano, que inmediatamente se siguic 4 Ja culpa, mostré tambien el Sefior la ¢s- peranza de la redencion por aquellas palabras con que intimé al demonio ) rJoang. (6) Matthies. (6) Gena. (@) Ser.g. cap.reets. PARTE I. CAPITULO IIL. ar el dafio , que le habia de venir por cl rescate de los hombres. Yo pondr?, dixo Dios , enemistades entre ti, y la muger, y entre tu simiente, y la suya, Esta te quebrard la cabeza,y td andards siempre acechando & sus calcafiares (a). Y despues confirmo muchas veces esta misma prome- sa, y did mayores muestras de su consejo divino, mayormente a aque- Ilos con quienes quiso usar de singular benevolencia. Y entre otros ha- biendo insinuado muchas veces este misterio al Parriarca Abrahan, entén- ces se la declaré mas al descubierto , quando obedeciendo ¢l al manda- micnto de Dios, quiso sacrificarle su unico hijo Isaac ; pues le dixo: Por quanto hiciste tal accion, y no perdonaste d tu dnico hijo por amor de mi, te bendeciré , y multiplicaré tu descendencia como fas estrellas del Cielo, y como la arena que estd df la ribera del mar, y tus hijos posee- rdn las puertas de tus enemigos, y serdn benditas en tu linage todas las gentes de la tierra: porque fuiste obediente ¢ mi vox (b). De las quales palabras facilmente podia colegirse , que habia de ser descendien- te de Abrahan , el que traxese la salud al mundo , libertindole de la crue- lisima tirania de Satanis. Y este no podia ser, sino cl Hijo de Dios na- cido de Abrahin segun la carne. Poco despues para que se conservase la memoria de la misma promesa , establecié el Sefior cl mismo pacto con Jacob nieto de Abrahan. Porque viendo cl en suefios una escalera, que Ilegaba de la tierra al Cielo, ya los Angeles de Dios que subian, y ba- xaban por ella, como afirma Ja Escritura, oyd tambien al Sefior, que reclinado en la Escala, le decia: Fo soy ef Seftor Dios de Abrahan, tu Padre, y Dios de Isaac: La tierra en que duermes, daria he & ti, y d tus hijos, y tu descendencia serd como el polvo de la tierra. Serds dilatado por el Oriente, ¥ Occidente , Septentrion , y Mediodia, y serdn benditos en th, » en te linage todos los tribus de la tierra (6). Ni despues desistié su Magestad de renovar esta memoria de su prome- sa, y de avivar la esperanza del Salvador, asi en los descendiemtes de Abrahdn , como en otros muchos. Porque establecida la Repitblica , y religion de los Judios ¢mpezd 4 hacerse mas notoria 4 su pucblo: pucs aun fas cosas mudas la dicron 4 entender, y los hombres profetizaron, quales, y quan grandes bienes nos habia de taer aquel Salvador , y Redemtor nuestro Jesu-Cumisto. Y ciertamente los Profetas , cuyo enten- dimiento fue ilustrado con lumbre del Ciclo , anuncidron al pueblo el na- cimiento del Hijo de Dios, las obras marabillosas que hizo nacido hom- bre, su doctrina, costumbres, traro, muerte, resurreccion , y los de- mas misterios de ¢l, ensefiando todas estas cosas tan 4 las claras , como si enténces sucedi¢ran: de suerte que quitada la diferencia entre el riem- po pasado, y venidero, no vemos que intervenga otra alguna entre los vaticinios de los Proferas, y la predicacion de los Apdstoles , ni entre (a) Genes.3. @) Genes.22. (© Genenak. 22 CATECISMO ROMANO la fe de los Patriarcas antiguos, y la nuestra. Mas ya parece que se de- be tratar de cada una de las partes de este articulo, JESUS que quiere decir Salvador , es nombre propio de aquel , que es Dios y hombre, y se le impuso no ‘casualmente, 6 por dictamen, y vo- Juntad de hombres » sino por consejo y mandaro de Dios: pues el Angel anuncid asi 4 Matia Santisima: He agid concebirds en tu vientre , x parirds un Hijo, al qual Namards Jesus (a). ¥ despues 4 Joseph , Es- poso de la Virgen, no solo mandd que llamase al Nifio con este nom- bre 3 sino tambien Ie declaro, porque habia de ser llamado asi; pues le dixo: Joseph, hijo de David, no temas la compattia de Maria tu Es- psa, porque lo que ha nacido ensus entrahias , es del Espiritu San- to: y parira’ un Hijo, y ponerle has por nombre JEsws : porque él ka- rd salvo d su pueblo de sus pecados (b). Cierra es que otros muchos tubicron este nombre segun las letras di- vinas. Porque le tubo el hijo de Nave succesor de Moyses, quien intro- duxo en la tierra de promision al pueblo, que Moyses sacé de la escla- vitud de Egipto, lo que 4 este habia sido negado. Y con el mismo nom- bre fu¢ Mamado el hijo del Sacerdote Josedec. ; Pero con quanta mas ver- dad entenderemos, que nuestro Salvador debe ser llamado con este nom- bre? pues cl traxo la luz, la libertad, y la salud eterna no a un solo pueblo, sino 4 todos los hombres de todos los siglos, y no oprimidos del hambre , 6 esclavitud de Egipto 6 Babilonia, sino asentados en rinie- blas, y sombra de muerte , y amarrados con las cadenas durisimas del pecado, y del demonio, y adquiricndoles el derecho, y la herencia del Reyno celestial , los reconcilia con Dios Padre. En aquellos vemos figu- rado 4 Christo Sefior nuestro, por quien fue enriquecido el linage huma- no con todos los bienes que habemos dicho. Y 4 mas de esto todos los nombres que segun estaba profetizado , se habian de imponer por dispo- sicion divina al Hijo de Dios, se reducen a solo este nombre de JESUS. Porque tocando los otros solo en parte la salud, que habia de comuni- carnos, este abrazo en si todo el concierto , orden , y economia de la sa~ lud de los hombres. Al nombre de JESUS se afiadié el de Christo : que quiere decir Une gido, es nombre de honor, y de oficio, y no es propio de uno solo, sino comun 4 muchos. Porque aquellos nuestros Padres antiguos llamaban Christos 4 los Sacerdotes y Reyes , los quales tenia mandado Dios, que fuesen ungidos por la dignidad de su cargo: pues los Sacerdotes son los que encomiendan el pueblo 4 Dios con oraciones continuas, los que ofte- cen sacrificios, y ruegan por el bien de la Reptiblica. ¥ 4 los Reyes esta cometida la gobernacion de los pueblos , y a ellos pertenece muy en par- ticular mantener la autoridad de las leyes, defender la vida de los inno- centes, y reprimir la osadia de los malhechores, Y como cada uno de @) Lacs.) Macther. PARTE L CAPITULO IIL 23 estos empleos representa en la tierra la Magestad de Dios ; por eso los que eran escogidos para exercer el oficio Real 6 Sacerdoral , eran ungi- dos con oleo. Tambien fue costumbre ungir 4 los Proferas , los quales co= mo Intérpretes, y Embaxadores de Dios nos descubricron los Secretos ce+ lestiales , y con saludables preceptos , y anuncios de las cosas venideras exhorraron 4 los pueblos 4 enmendar las cosrumbres, Pero viniendo al mundo nuestro Salvador Jesu Curisro tomo sobre si los empleos, y oficios de todas mes personas, de Profera, de Sacerdore, y de Rey: y por estas causas fud Ilamado Christo, y fue Ungido , para cumplirlos, no por obra de algun hombre mortal ; sino por virtud del Padre celestial , ni con ungiicn- to terreno , sino con oleo espiritual: como que se derramé sobre su alma santisima la plenitud del Espiriru Santo, la gracila, y la copia de todos jos dones en abundancia mucho mayor, que lo que pudiera recibir qual- quier otra naruraleza criada. Asi lo mostrd claramente el Profeta quando dixo, hablando al mismo Redentor ; Amaste ja justicia, y aborreciste da maldad: por tanto te ungié Dios tu Dios con oleo de goza mas que a quantos participdron de él (a). Lo mismo tambien, y mucho mas abier- tamenté demostrd Isaias por estas palabras. E/ Espiritu del Seftor estd en mi: porque A me ungié com si gracia , y me envid a predicar d los man- sos (6). ¥ asi fuc Jeso Cumsto sumo Profeta, y Maestro que nos emse- fié la voluntad de Dios, y por cuya doctrina recibid el mundo el cono- cimiento del Padre celestial: y Je conviene este nombre ranto mas escla- recida, y excelentemente , quanto todos los otros que fucron ennoblecidos con el nombre de Profera, fucron discipulos suyos, y determinadamente enviados, para que anunciasen 4 este Profeta que habia de venir a salvar 4 todos. Tambien fu¢ Christo Sacerdote, no de aquel érden del que lo fiu¢- ron en la ley antigua los Sacerdores del Tribu de Levi; sino del que can- té el Profeta David: Tif eres Sacerdote para siempre segun el drden de Melquisedec (c), argumento que cuidadosamente prosiguid cl Apostol es- cribiendo 4 los Hebreos (d). Asimismo reconocemos a Christo por Rey no solo en quanto Dios , sino aun en quanto hombre, y en quanto es participante de nuestra naruraleza. Acerca de lo qual dixo el Angel : Rey- nard en Ja casa de Jacob para siempre, y su reyno no tendrd fin (e). ¥ este reyno de Christo, que es espiritual y eterno, se empieza en la tler- ra, y S perficiona en el Cielo, ¥Y en efecto cumple en su Iglesia con providencia marabillosa los oficios de Rey. Porque ¢l mismo la gobierna, dl la defiende de los impetus y asechanzas de los enemigos , él la esta- blece leyes, y el Ia da no solamente santidad y justicia 5 sino tambien virtud , y fuerzas para perseverar. Y aunque en los limites de este rey- no s¢ contienen asi buenos , como malos ,y por lo mismo todos los hom- bres pertenecen de justicia 4 ¢l ; con todo eso los que experimentan se- @) Palmas. ©) laier. (@) Hebry. () Psalm.ros, () Lue. a4 CATECISMO ROMANO fialadamente la bondad, y largueza de nuestro Rey, son los que hacen vida innocente y limpia segun sus mandamientos. Y no recayo en

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