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Carituto XV EL PRINCIPIO DE NO INTERVENCION 1, Concepto La intervencién es el acto por el cual un Estado pretende impedirle a otro el pleno y libre ejercicio de la soberania. Segtin Diaz Cisekos', “es la injeren- cia de un Estado en los asuntos de otro para hacer prevalecer 0 imponer la vo- luntad del primero”. Es un atentado contra la soberania e independencia de los Estados. En cuanto a la formas de intervencién, esta puede ser diplomatica 0 arma- da. La primera puede ser oficiosa, por observaciones sin publicidad; y oficial, por actos ptiblicos; pero en ambos casos debe haber imposicién de voluntad. Las intervenciones pueden ser directas ¢ indirectas 0 individuales y colectivas. La intervencién ha tenido fundamento en las siguientes causas: 1) Inter- vencién reconocida en un tratado o por ley de las naciones. Ejemplo: interven- cién de Estados Unidos en Cuba en virtud de la Enmienda Platt. 2) La existen- cia de un peligro inminente o la propia conservaci6n, 3) Intervenci6n por caus humanitaria. Ejemplo: en 1860 las potencias de Europa lo hicieron contra Tur- quia para suspender el sacrificio de vidas humanas, la persecucién y asesinato de cristianos en Monte Libano, en defensa de la dignidad de Ja persona huma- na. 4) La preservacién y defensa del equilibrio de la “balanza del poder”. Esta intervencién es de cardcter politico y fue concertada en los tratados de West lia de 1648, de Utrecht de 1713 y de Viena de 1815, como también en el Trata- do de Verona de 1822 (intervencién francesa en Espafia). Cavaré dice que la intervencién es prohibida cuando se ejerce en interes exclusivo de un Estado 0 de sus nacionales y admitida cuando Ia intervencidn se hace para la conservacién de los Estados por razones de humanidad 0 et virtud de un tratado. En la comunidad internacional actual hay normas precisas tanto en la Carta de la ONU como en la Carta de ka OA que prohiben la intervencisn y que’ pro- pugna los medios para el arreglo pacifico de las controversias internacionales. 1c ‘ enos Autres, Tipogtiticad Cian Diaz Crystaos, Derev fi internacional publica, (1, Buenos Autes, THECT Fdtora Argentina, 1966, pag, 505; Disco Urine: Vancas, Los derechos humanes ¥ eae interamericano, Madrid, Instituto de Cultura Hispanics, 1972, pag. 202; Marco GUAT | Monkey Canta, ED sistema interamericane, San José, Costa Rica, Editonal Juricent- ECPRINGIIO DE NO INTURvE NEIONL 245 2. EE PRINCI DE NO INTERVERCION EN AMERICA Faropa se ba mostrado benevola con la intervenes tiga en que se ha prohibido en forma encrgica, S potenciat eelusiva del Estado dentro de su tertite Las obligaciones internaci sohidaridad, la I contratio de Amé- sosticne en América fa eom- ri, con pleno respeto hacia nnales. América propugna tambign el principio de ka Haldad de los Estados y kt no intervencion come reconoci- micnto de La independencia y soberania de los Estados (ALIANDRO: Alvaniz). 3. Docrkiyy Mont kOF En la doctrina Monroe se pueden establecer las sig inte elapas? 1) Esta doctrina surgié para hacerle frente a la Santa Alianza formada el 26 de septiembre de 1815 por Prusia, el emperador de Austria y el ar de Rusia para proteger las monarquias y que tenfa como objetive la reconquista de Amé- rica, En efecto, en el Congreso de Verona (1822) los cuatro miembros —Pru- sia, Austria, Rusia y Francia—, con la oposicién del Reino Unido, concertaron restablecer a Fernando viren el trono de Espana. EI Reino Unido se inclinaba al reconoeimiento de las nuevas colonias ame- ricanas, como puede deducirse de kas instrucciones impartidas al duque de We- Hington, Por su parte, Canning, a nombre del Reino Unido, le manifiesta a Fran- cia que no tolerard ninguna interveneisn europea en América, Por su parte, Estados Unidos y el Reino Unido, por conducto de Canning y Rush, empiezan conversaciones para expresar kt politica de no interveneidn en América, ideas estudiadas por el presidente Monroe. El 20 de agosto de 1823 el ministro Can- ning comunica a Estados Unidos que Espaia es ineapaz de recuperar sus co- lonias; que el reconocimiento es cuestién de tiempo: que ef Reino Unido no aspira a tomar parte alguna de aquellas colonias y que tampoco “miraria con indiferencia la pretensisn de otra potencia de dominar parte alguna de aque- los territorios” (RUBEN CLARK). el mensaje de 2 de diciembre de 182 consulta a Jefferson, Madison y Adams, expresa: Nos ha parecido propia la ocasi6n para afirmar como principio en el cual estin comprometides los dere: chos ¢ intereses de Estados Unidos, que los continentes americanos, en virtud de la condicién libre e independiente que han asumido y con servicio, no de ben considerarse en lo sucesive como campo de futura colonizacién por nin- guna potencia europea”. Toda la doctrina enunciada por el presidente Monroe descansa sobre dos premisas fundamentales: a) no intervencion de Estados Unidos y Europa en Jos asuntos internos nie xternos de las repuiblicas americas nas, y b) no colonizacion de ningiin territorio situado en el hemisferio occi- . el presidente Monroe, previa dental por parte de Europa. “Arter po WAsauig Carrizosa, Derecho internac ional publica LA, 2 ed. Bogotd, Fue ones Rosanistay, L998, pat, 235) 24g SUJL1OS DEL BL RECHO INTERNACIONAL, 2) La etapa comprendida entre 1823 y 1845 se caracteriza por las tenden- cias favorables a la doctrina Monroe para eliminar cualquier intervencién de Europa en América. Esta doctrina es acogida por el vicepresidente general Santander y por el agente diplomatico de Colombia, sefior José Marfa Salazar, en nota de 2 de julio de 1824 dirigida al secretario de Estado, sefior John Quin- ey Adams. Pero la doctrina Monroe conserva su cardcter unilateral, ya que las gestiones del sceretario de relaciones exteriores, don Pedro Gual, no tienen éxi- to, para convertir dicha doctrina en principio de derecho internacional ameri- cano, Pero stados Unidos conserv6 su cardcter neutral frente a intervenciones europeas, y que fueron las siguientes: la expedicién briténica a las islas Falkland © Malvinas frente a la costa de Argentina por parte del Reino Unido en 1833; la colonizacién inglesa en territorio de Belice adelantada contra Guatemala en 1835; las tentativas inglesas de colonizacién en la costa de Mosquitos, enton- ces de Colombia y que se extiende desde el cabo Gracias a Dios hasta el Rio Chagres en el istmo de Panamd, que terminan en 1850 con el tratado Clayton- Bulwer; el bloqueo briténico del puerto de Cartagena en 1837 como represalia por los sucesos contra la persona del c6nsul sefior Russell y las expediciones navales franco-inglesas de 1845 contra Argentina. Al efecto expresa VAzquEZ Carrizosa, a quien hemos seguido en la exposicin de esta materia: “Hasta 1845 la doctrina de Monroe tiene el cardcter descrito en los parrafos anterio- res: un principio politico de Estados Unidos que deja de aplicarse cuando desa- parece el peligro de la Santa Alianza, y una norma de conducta trazada unila- teralmente, sin compromisos especiales hacia la América Latina sobre las formas de la defensa contra la intervencién”’. 3) La etapa comprendida entre 1845 y 1928 se caracteriza por la expan- si6n territorial y hegemonfa de Estados Unidos. Sirven de punto de apoyo doctrinario el mensaje de Polk, el de Buchanan y Roosevelt. Segiin el publicista e internacionalista ALziaNDRo AtvaRéz, sus notas caracterfsticas son las siguientes: — Enunciacién, mantenimiento y aplicaci6n de la doctrina Monroe. Pre- vencién a Europa de no intervencién ni colonizacién en América. — Politica de Estados Unidos para asegurar su hegemonia en el Nuevo Mundo. Intervenciones de Estados Unidos para el establecimiento de un nue~ Vo Estado, para las vias interocednicas entre Panam y Estados Unidos y para la transferencia de colonias en América. La politica de intervencién se mani- fiesta: a) en 1895 interviene Estados. Unidos en la controversia anglovene20- 3 Idem, ibidem, pag. 146; en el mismo: sentido, César Diaz Cisneros, “La doctrina Mon- roe ante la Liga de Naciones”, en Revista Juridica y de Ciencias Sociales, Buenos Aires: 1922-2. Baez Castro, “La intervencidn en cl derecho internacional puiblico”, en Anales de la Facultad de Ciencias Juridicas y Sociales de la Universidad de la Plata, Buenos Aires. 1965: I: Stott, "La théorie et la pratique de lintervention”, en Recueil des Cours, 1932. eur 10 DE NO INTERVENCION 2a7 Jana sobre limites de la Guayana; b) en 1902 y 1903 interviene Estados Unidos contra la accién coactiva del Reino Unido, Italia y Alemania. La politica de hegemonfa practicada en Cuba y Panamd fue desurrollada por Theodore Roosevelt, quien dijo que disponia de los poderes inherentes a una “autoridad de policfa internacional”. En la Sexta Conferencia Panameri- cana de La Habana de 1928 se reafirmé el principio de la no intervencién por las naciones americanas. Pero Estados Unidos, por medio del secretario de Es- tado, sefior Charles Evans Hughes enuncié el principio de la “interposicin de cardcter temporal” con objeto de proteger las vidas y bienes de sus nacionales 4) La tiltima etapa se caracteriza por la politica de buena vecindad y soli- daridad continental iniciada en 1929 con el presidente Herbert Hoover. Pero la politica de acercamiento fue propugnada por Franklin D. Roosevelt en 1933. quien le dio el nombre de politica de “buena vecindad”. Su expresién era el he- cho de que Estados Unidos renunciaba a cualquier intervencién y se compro- metfa a no auspiciar ninguna forma de intervencién armada. En la Convencién de Montevideo de 1933, sobre derechos y deberes de los Estados, se enuncié en el articulo 8° el principio de que “Ningtin Estado tiene derecho de intervenir en los asuntos internos 0 externos de otro”. 4. Doctrina Catvo, Tanto la doctrina Calvo como la doctrina Drago tienden a evitar la inter- vencién europea en América motivada por el cobro compulsivo de las deudas piblicas. CaLvo expone su tesis en el libro ut de su obra sobre Le droit interna~ tional théorique et pratique, y al hablar de las intervenciones anglofrancesas en Rio de la Plata lo mismo que de la ocupacién francesa de México (1838- 1843-1861), para aseverar que “Seguin el derecho internacional estricto, el co- bro de créditos y la gestion de reclamaciones privadas no justifican de plano la intervencién armada de los gobiernos, y como los Estados europeos siguen in- variablemente esta regla en sus relaciones recfprocas, no hay raz6n para que no la impongan también en sus relaciones con los Estados del Nuevo Mundo”. De esta doctrina surge la “cléusula Calvo”. Que es “una estipulacién llevada a los contratos en que pacta el Estado con individuos 0 corporaciones de otro pais y por la cual estos renuncian a la proteccién del mismo pais y se obligan a sujetarse al dictamen de las autoridades judiciales nacionales” (lex loci con- tractus). §, Doctrina Draco. La formuls el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina con motivo de las reclamaciones hechas a Venezuela en 1902 por el Reino Unido, Italia y Alemania. Rechazaba el cobro compulsive de las deudas y expresaba que “el 248 SUJE TOS DEL DEBE CHG HATE MACIONAL cobro compulsivo ¢ inmediato, en un momento dado, por medio de la fuerza, no traerd otra cosa que Ja ruina de las naciones mas débiles y la absorcién de sy gobierno con todas las facultades que le son inherentes por los fuertes de la tierra”. Esta doctrina se discutié cn la Tercera Conferencia de Rio de Janeiro de 1906 y se propuso en la Segunda Conferencia de la Paz, de La Haya, de 1907, en que se aprobé la convencidn sobre limitacién del empleo de la fuerza enel cobro de deudas contractuales, cuyo articulo 1° estipulaba: “Las potencias contratantes convienen en no recurrir a la fuerza armada para cl cobro de las deudas contractuales reclamadas al gobierno de un pais por cl gobierno de otro pafs como debido a sus nacionales. Esta estipulacién, sin embargo, no se apli- card cuando el Estado deudor rehtise o deje sin respuesta una oferta de arbitra- je, 0, en caso de aceptacin, haga imposible el compromiso, 0, después del arbitraje, no cumpla la sentencia pronunciada”. Es importante dar relieve a la intervencién econémica que se ejerce por medio de las relaciones comerciales con las medidas sobre tarifas, la imposicién de embargo y la imposicién de boicoteo. Con arreglo a la Carta de laONUya la Carta de Bogota, la intervencién econdmica presenta dos aspectos: el prime- ro cs cl de una sancién aplicada para hacer cumplir una decisién de la Organi- zaci6n, y el segundo es el de una ayuda a los Estados que cooperan para resistir una agresién. En cuanto a la intervenci6n colectiva, se observa que en la Carta de Bogo- td se enuncié y se logré una soluci6n satisfactoria. Segtin el Tratado de Asis- tencia Reciproca, firmado en Rio de Janciro en 1947, las repdblicas americanas se obligaban a tomar medidas colectivas en los casos de ataques armados y que perturben la paz de las Américas. Las medidas que pueden ser tomadas colec~ tivamente como sanciones contra el agresor, tienen la forma de medidas diplo- miticas, econdmicas 0 el uso de la fuerza. Pero, desde luego, en el articulo 19 se observé que las medidas adoptadas no constituyen violacién del principio de no intervencién.

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