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EL MALTRATO

ACADEMICO

EN LA UNIVERSIDAD
PERUANA
En Perú hubo un boom de universidades desde el año 2,000,
que luego del surgimiento de SUNEDU-Superintendencia
Nacional de Educación Universitaria, llego a su fin.
Y aunque ha sido un tanto injusto el proceso de
licenciamiento de las universidades, hay que observar, que
no se ha tomado demasiado en cuenta, el aspecto docente.
No basta que todos los docentes en una universidad sean
profesionales y además magister, en alguna especialidad,
sino, esencialmente, que sean personas normales.
Porque se sabe que en nuestras universidades hay
numerosas denuncias contra Catedráticos, que acosan
sexualmente a sus alumnas, golpean a sus alumnos, los
castigan de distintas formas.
Y aunque estos castigos son muy sutiles, no dejan de
provocar daños en la vida psíquica de quienes lo sufren.
En esta oportunidad vamos a ver con todo detalle, como es,
como se da el maltrato docente, usando casos de la vida real,
especialmente uno emblemático de una Docente Universitaria
Bipolar, que dicta clases en una de las Universidades más
prestigiosas de Lima.

I. Piden suspender a docente acusado de agredir a


estudiante

La Federación Universitaria del Cusco (FUC), exigió al


Consejo Universitario (CU), sancionar al catedrático y gerente
de la comuna provincial, Pavel Valer Bellota, acusado de
agredir físicamente a un grupo de estudiantes de Derecho de
la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco
(Unsaac).
El estudiante universitario José Luís Hancco Palomino, quien
habría recibido un puñetazo de Valer, aseguró que el
catedrático en una plenaria admitió que cometió la agresión y
que esto figura en un acta. "Sin embargo, en los medios lo
negó".
Esto es típico, en el Docente Maltratador, Bipolar: “el
cinismo”.
1.2. Capturan Catedrático por solicitar coimas a sus
alumnos.

Otro caso sintomático es el de un Docente Bipolar,


maltratador, Ricardo Anibal Alor Solorzano.

La Fiscalía Anticorrupción de Huaura sorprendió a Ricardo


Anibal Alor Solórzano, docente de la Universidad Nacional
José Faustino Sánchez Carrión de Huacho, por
presuntamente haber cobrado coimas a sus alumnos.

Según la denuncia, el profesor de la facultad de Ingeniería


Pesquera pedía dinero a sus estudiantes a cambio de que
sean aprobados en su curso. En un primer momento el
docente intentó negar los hechos, pero ante las evidencias no
le quedó otra opción que mostrar los billetes.

Se le encontró una agenda donde anotaba los nombres de


aquellos alumnos que tenían notas desaprobatorias y 4 mil
890 soles, mientras que 2 mil soles habían sido previamente
fotocopiados. El rector de esa casa de estudios lamentó el
hecho y felicitó a los alumnos por su decisión de denunciar.

1.3. Denuncian en universidad privada a Docente


Bipolar.
Otro caso es el de una Docente Universitaria Bipolar, que
reservaremos por ahora su nombre, que convoca para un
examen oral a numerosos alumnos y cuando llegan los bota,
diciendo que ella no convoco para ningún examen.

¿Por qué una Docente Bipolar desaprueba a todos sus


alumnos o a la mayoría de ellos, luego los cita para un
Examen Oral y cuando estos llegan, los bota de manera
malcriada? La docente denunciada ante autoridades
nacionales de Perú, dijo que ella no había llamado a nadie. Y
que no iba a tomar examen a nadie.

Si no quería tomar examen oral, ¿Por qué permitía que uno


que otro alumno, ingresara para hablar con ella y a los otros
no los dejaba pasar a una Sala de Computo, donde se
atrinchero?

¿Qué cosas hablaba en secreto con dos alumnos?

¿Es normal, que una docente se encierre a solas, con uno o


dos alumnos y les ordene, no dejar pasar a nadie? ¿Por qué
hizo esto?

Lo único que se nos ocurre pensar, es que la Docente


Universitaria bipolar, estaba recibiendo coimas, pero de
manera privada. Porque los alumnos que salían, de la Sala
de Computo, tenían una sonrisa de oreja a oreja. Mientras
que numerosos alumnos reclamaban en la puerta, atención,
una oportunidad.

1.4. Acusan a Defensor Universitario PUCP de


discriminación por identidad de género.1

1
https://wayka.pe/acusan-defensor-universitario-pucp-de-discriminacion-por-genero%EF%BB%BF/
En diciembre del año pasado, la estudiante de la facultad de
psicología y ex coordinadora de Género de la Federación de
Estudiantes de la PUCP, Mili Palacios, denunció a Wilfredo
Ardito por tener un trato discriminatorio contra ella debido a
su identidad de género.

2. La ocupación de Docente Universitario

Hasta hace relativamente poco, la de profesor universitario


era una ocupación privilegiada. No sólo gozaba de una buena
reputación entre todos los estamentos de la sociedad, sino
que esta se correspondía con una gran influencia social y una
remuneración acorde con el puesto. John Edward
Masefield, poeta inglés, escribió que “hay pocas cosas
terrenas más hermosas que la universidad: un lugar donde
los que odian la ignorancia pueden luchar por el
conocimiento, y donde quienes perciben la verdad pueden
luchar para que otros la vean”.2

No obstante, y de manera paralela al crecimiento de la


población universitaria durante la segunda mitad del siglo XX,
el profesor universitario parece estar sometido a más
estresantes que nunca. No sólo ha perdido su categoría
social, sino que también ha visto cómo su sueldo ha
disminuido de manera inversamente proporcional al del estrés
que ha de afrontar. Todo ello formando parte de una
institución cuyas estructuras apenas han evolucionado en
siglos.

“El trabajo del profesor universitario es uno de los más


tóxicos”, recuerda con contundencia el psicólogo y profesor
de Recursos Humanos de la Universidad de Alcalá Iñaki
Piñuel. “Se valora poco porque se cree que el trabajo del
sector educativo es de guante blanco, pero contrariamente a
ello, el entorno del profesor universitario produce niveles de
estrés superior a otros y quiebra la capacidad laboral de
muchos profesores a una edad más temprana”.

2.1. Docentes sufren de estrés crónico.

Hace ya una década que un estudio de la Universidad de


Murcia puso de manifiesto que el 83,6% del profesorado
sufría de estrés crónico, y aunque su autor, el profesor ya
retirado de Psicopatología de la Universidad de Murcia José
Buendía reconoce que “los datos son perecederos”, la
situación parece haber empeorado tras la implantación del
Plan Bolonia. Es una situación que se repite en otros países
vecinos, como el Reino Unido, donde recientemente una
investigación publicada por el UCU (Universitary and
College Union) ponía de manifiesto que las enfermedades
2
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2019-01-24/males-profesor-universitario-trabajos-
toxicos_156018/
mentales habían aumentado sensiblemente entre la
población académica.

El estudio sintetizaba algunos de los principales escollos para


la felicidad del profesor, entre los que se encuentran el
constante escrutinio externo, la imposibilidad de conciliar la
vida personal con la laboral y la necesidad de proporcionar
constantemente resultados positivos. Como recuerda la
profesora titular de sociología de la Universidad de La Coruña
Rosa Caramés, “se desprecia el valor del conocimiento por la
eficiencia”. Estos son los principales “jinetes del Apocalipsis”
a los que tiene que enfrentarse el profesor contemporáneo.

Como podemos ver, el Docente Universitario, calificado, está


mal pagado, sufre de permanente estrés y según hemos
visto, en el reino Unido muchos docentes, sufren de
enfermedades mentales, señalan las investigaciones que: las
enfermedades mentales habían aumentado
sensiblemente entre la población académica.

Si un docente sufre de estrés crónico, es normal que a


momentos este muy presionado.

Comprendiendo el estrés crónico. El estrés se describe con


frecuencia como una sensación de agobio, preocupación y
agotamiento. El estrés puede afectar a personas de cualquier
edad, género y circunstancias personales y puede dar lugar a
problemas de salud tanto física como psicológica.

Aunque el estrés es una respuesta natural del organismo a


situaciones puntuales que suponen una novedad, un desafío
o incluso un trauma, cuando esta respuesta se mantiene de
forma prolongada en el tiempo se llega a una situación clínica
a la que se denomina estrés crónico y puede tener
importantes consecuencias para la salud física y mental de
quien lo sufre. Ejemplos de este tipo de estrés son el
síndrome del trabajador quemado, la depresión de los
parados de larga duración, el que se asocia a los problemas
económicos familiares, etc.

Las causas del estrés crónico pueden ser numerosas, pero


básicamente puede decirse que son aquellas situaciones no
resueltas que se mantienen durante semanas, meses e
incluso años sin tratar de buscar una solución al problema
que lo genera.

Lo peor, es que si no se controla, el estrés se llega alcanzar


un nivel de ansiedad patológico que ocasiona importantes
trastornos en el organismo:

 Aumento de la frecuencia cardiaca.


 Hipertensión arterial.
 Diabetes.
 Obesidad.
 Eczemas.
 Problemas menstruales.
 Alteraciones del sueño.
 Estreñimiento.
 Diarrea.
 Dolores de cabeza.
 Disfunciones sexuales.
 Irritabilidad.
 Cambios de humor.
 Fatiga.
 Sensación de debilidad.
 Dificultad para respirar.
 Problemas de memoria.
 Cansancio.
 Ataques de pánico.
 Debilitamiento del sistema inmune y, por tanto, facilidad
para contraer infecciones.
El estrés crónico, provoca cambios de humor, eso nos explica
por qué docentes bipolares, de un momento a otro de
personas amables, se transforman, en violentas, intratables.

Los alumnos que son educados por Docentes Bipolares


sufren agresiones de todo tipo de parte del maestro.
El maltrato
académico

“Las amenazas contra los alumnos”

“la intimidación del grupo para que solapen


sus atropellos e inconductas”.
3. VIOLENCIA DEL DOCENTE EN EL AULA

La violencia es hoy un elemento del diario vivir en nuestra


cotidianidad. Es un despliegue de lo que está sucediendo en
todos y cada uno de los estratos sociales, económicos y
culturales que hacen parte de la sociedad. Sin olvidar las
instituciones educativas y aulas de clase, donde durante
varios años ha sido disimulada, encubierta y callada, tanto
por educadores y directivos, que hacen parte del sistema
educativo; razón por la cual el problema ha ido aumentando
silenciosamente hasta alcanzar los altos niveles que se
presentan en la actualidad.

La violencia en las aulas de clase y en todo el escenario


educativo, se ha convertido en tema central de Facultades de
Educación, grupos de investigación, conferencistas y
docentes; incluso, los medios de comunicación masiva
encuentran en la violencia escolar una excusa para atraer
público con sus anuncios cargados de dolor y desesperanza.

Hoy en día, se siguen presentando al interior de los


establecimientos educativos, todo tipo de violencias (maltrato
físico, emocional, psicológico, abuso sexual, etc.) por parte de
docentes y autoridades educativas, desencadenando en los
alumnos una serie de humillaciones, dolores y secuelas
difíciles de borrar y afectando su aprendizaje, desarrollo y
futuro (Eljach, 2011).

Desde la práctica docente, se propicia la violencia psicológica


provocando en los estudiantes daños emocionales, llevando
a la baja autoestima y a la falta de motivación por el
aprendizaje. Como lo plantean Ceja, Cervantes & Ramírez
(2011), “este tipo de conductas suelen reflejarse en tratos
crueles, inhumanos y muchas veces degradantes, que dañan
la integridad psicológica de los alumnos y dejan huellas
muchas veces permanentes y negativas en ellos” (p.47).
La violencia hacia las/ los alumnos, aparte de lesionar,
atropellar, desmoralizar y desmotivar el proceso de
aprendizaje, también es un fenómeno que se imita y se repite,
al punto que, si no se interviene a tiempo, es el germen para
futuros agresores.

Enfrentar la problemática significa reconocerla, analizarla y


actuar sobre ella. El problema debe ser tomado sin
dramatismo, pero con firmeza y en toda su magnitud. Evitar el
miedo y la angustia que el fenómeno produce para no
minimizarla o invisibilizarla.3

3.1. FORMAS DE INTIMIDACIÓN DEL DOCENTE HACIA EL


ALUMNO
Cuando hablamos de violencia escolar, casi siempre suele
referirse a la violencia ejercida entre los pares o incluso de
estudiantes a profesores, pero pocas veces de la ejercida por
el docente a sus alumnos. Existen varios casos donde los
alumnos son sometidos a agresiones y humillaciones por
parte de los docentes. Es una preocupación que se presenta
continuamente en el aula de clase y muchas veces se
invisibiliza.
La violencia en las aulas de parte de los docentes está
referenciada en la mayoría de los casos en las relaciones de
3
Luz Ángela Gallego Daza1
Javier Acosta Orozco2
Yamiled Villalobos García3
Ángela María López Tabares4
Gloria Amparo Giraldo Zuluaga5
1Magíster en Educación. Docente Centro Educativo Granada, Manizales, Colombia. luangeda@hotmail.com
2Magíster en Educación. Docente Centro Educativo Granada, Manizales, Colombia. jacosta421@hotmail.com
3Magíster en Educación. Docente Centro Educativo Granada, Manizales, Colombia. yamivilla222@hotmail.com

4Magíster en Educación. Docente Centro Educativo Granada, Manizales, Colombia. angelamarialopez@hotmail.com

5Licenciada en Filosofía y Letras, Universidad de Caldas. Magíster en Educación, Universidad Javeriana – Universidad de

Caldas. Docente Maestría en Educación, Universidad Católica de Manizales, Manizales, Colombia.


gloriaamparogz@gmail.com
poder. Desde allí, los estudiantes sienten que se da el abuso
y se sienten maltratados por sus docentes.

En el estudio realizado se encuentra la poca confianza y falta


de credibilidad al interior del centro educativo de los/las
estudiantes y el poco compromiso para indagar y evitar
conductas agresivas que intimidan por parte del docente y
que van en contra del clima escolar.

Las razones de la intimidación o de la violencia de parte de


algunos docentes, se manifiesta en los siguientes
testimonios: “El profesor tiene sus preferidos, siempre se
interesa por los trabajos de algunos compañeros como si lo
de uno no valiera” (Mujer 14 años); “No me gusta participar,
porque si me equivoco en las respuesta me está corrigiendo
en público, ya me ha pasado” (Hombre, 15 años); “El profesor
de física es muy regañón” (Mujer, 16 años); “La profesora de
inglés me cae mal, casi siempre está de mala espina”
(Hombre 16 años).

Otras encuestas señalan esto:


“El docente falta continuamente a clases y luego nos obliga a
firmar listas de asistencia” (Mujer, 32 años), “El docente no
me entrega mi examen escrito calificado” (Hombre, 56)”La
docente se molesta si le pido los materiales educativos”
(Mujer, 26)”El docente me manda con un Delegado de Aula,
para que arregle con el mis horarios de clase”(Hombre, 42).
¿Qué significa esto? Que de parte del Docente, hay
irresponsabilidad, falta de ética profesional, falta de
consideración y que traslada las que son sus
responsabilidades a estudiantes, que detentan un cargo,
como el de Delegado de Aula.
Dentro de los aspectos que resaltan los estudiantes, está el
trato desigual y una actitud diferencial ante los demás
compañeros, las agresiones verbales y los regaños. Estas
situaciones disminuyen los niveles de participación de los
estudiantes por temor a ser ridiculizados y agredidos por sus
docentes. Todas estas actitudes de parte de los docentes son
muy delicadas en un espacio donde los jóvenes se están
formando y debería primar el respeto, la equidad y el buen
trato con los estudiantes.

Los porcentajes más altos de la agresión o intimidación del


docente hacia el alumno se dan a partir de la expulsión del
aula (25,8%), seguido de los regaños (22,5%) y las
correcciones públicas (19,3%). En menor porcentaje, los
señalamientos e indirectas (7%) y las amenazas (6,4%).

Estas actuaciones del docente las toman algunos estudiantes


como manifestaciones de violencia hacia ellos, que los lleva a
sentirse excluidos y a veces, no genera ninguna reflexión en
relación a su conducta, más bien, lo asumen como una forma
de liberarse de una clase en la cual no se sienten cómodos y
les resulta poco interesante.

En la docencia muchas veces estas prácticas se dan


reiteradamente, sobre todo en el contexto del aula de clase.
Este tipo de maltrato o intimidación se presenta en algunos
casos, por situaciones que el estudiante manifiesta:
comportamiento inadecuado en el aula, como salirse del
salón, no presentar las tareas, interrumpir las clases
reiterativamente, hacer críticas negativas del tema o de la
clase en sí o porque no está a gusto con el profesor, entre
otras.
Este maltrato que ejerce el docente con sus estudiantes es
consecuencia de la hostilidad verbal, la desvalorización en
forma de crítica o amenaza constante.
3.1.2. MALTRATO PSICOLÓGICO DE DOCENTES
CONTRA ALUMNOS UNIVERSITARIOS.

En un trabajo previo definimos al acoso docente como: 4 … el


maltrato psicológico ejercido por profesores en contra de los
alumnos, ya sea directamente o por omisión… en esto último
[incurren] los profesores y las autoridades que son testigos
pasivos y que se „hacen de la vista gorda‟, a pesar de saber
que los hechos violentos están sucediendo o han sucedido…
(Peña, 2010: 94).

El acoso docente es una expresión más de maltrato


psicológico que, a la vez, es una forma de violencia debido a
su intencionalidad de hacer daño al blanco al que se le dirige
(Hirigoyen, 1999). Cuando el maltrato psicológico hacia un
mismo blanco es recurrente y prolongado en el tiempo se
puede hablar de acoso psicológico,2 con el potencial de
convertirse en mobbing si el agresor logra que se sumen a
dicho acoso varios individuos. El maltrato psicológico en
cualesquiera de sus expresiones se basa en comunicación
hostil y en la mayoría de los casos también deshonesta
porque manipula dolosamente la información, por ejemplo:
inventando mentiras, exagerando intencionalmente errores
menores cometidos por el blanco, haciendo invisibles sus
logros importantes, tergiversando la narración de hechos,
culpándolo de todo lo que salga mal, calumniándolo
abiertamente, etc. (Peña, s/f).
4
Fenómeno que, afortunadamente, ha comenzado a ser discutido en congresos y foros
(Bojórquez, 2008; Sarran, 2008; Westhues, 2004).
En contextos universitarios5 los hechos públicos, tales como
los insultos abiertos o velados; las descalificaciones
sistemáticas; el tono de voz implacable y duro al rebatir los
argumentos del blanco a denostar; el patrón de rebatirlos
sistemáticamente, prácticamente sin excepción; el lenguaje
corporal amenazante y agresivo; las intervenciones que
siempre tienen como fin boicotear sus propuestas,
oponiéndose a ellas por el simple hecho de que fue él quien
las planteó; el afectar deliberadamente sus intereses,
boicoteándolo siempre que se puede, etc., son visibles y
aprehensibles.
Resulta necesario señalar que en una gran cantidad de
ocasiones los colectivos universitarios son conscientes de
que se están llevando a cabo estas prácticas, pero
simplemente no saben qué hacer, ni cómo actuar frente a
ellas. Estos colectivos también perciben que las agresiones
son fuente de malestar generalizado y que impregnan
negativamente todas las relaciones personales, académicas y
laborales, afectando seriamente el desarrollo de los
programas, dado que en este proceso el odio se convierte en
el motor central y con tal de perjudicar al blanco se afectan o
se pierden por completo los objetivos institucionales, pero los
testigos de los hechos muchas veces tampoco encuentran
como cambiar la situación. Sin embargo, el maltrato
psicológico incluye también comunicación hostil no verbal que
es sutil y encubierta, aún más difícil de probar, de rastrear y
de oponerse a ella. Las muecas y/o miradas continuas de
desaprobación, lanzadas al blanco en privado, pero cada vez
que se le encuentra; las muestras obvias y constantes de
desagrado; los desdenes, como huir de su presencia o
ignorarlo en una conversación; las actitudes de rechazo,

5
Maltrato Psicológico de los Profesores hacia sus alumnos.
como darse la vuelta o callarse en cuanto el blanco aparece,
etc.; son casi imposibles de aprehender y, por ello, muy
difíciles de denunciar, pero no menos agresivas y lesivas para
quiénes las reciben de manera persistente (Hirigoyen,
1999)… y para los contextos en los que ocurren. Además, los
acosadores son hábiles para realizar dramatizaciones
deshonestas frente a las protestas del blanco, en su caso, por
lo que, así, los agresores terminan por aparecer como las
víctimas, proceso de inversión que en los contextos laborales
se ha denominado falso mobbing (Parés, 2005).

El maltrato psicológico, el acoso psicológico y el mobbing en


espacios universitarios son fenómenos complejos porque se
traslapan entre sí, coexisten, se usan unos a otros,
potenciándose, e implican relaciones personales, académicas
y laborales múltiples, intrincadas y diversas que conforman un
abanico de jerarquías, afinidades, desagrados, coaliciones,
equipos de trabajo, funciones y responsabilidades. También
involucran condiciones y relaciones contractuales disímiles,
tales como contratos temporales para las autoridades en
turno; permanentes para los profesores de tiempo completo
de base; temporales y/o permanentes para los profesores de
asignatura, según su estatus; permanentes y/o temporales
para el personal administrativo de base, a contrato y de
confianza, entre muchas otras posibles modalidades.
Además, en el contexto universitario el maltrato psicológico
de cualquier tipo puede devenir en mobbing cuando las
agresiones son llevadas a cabo por grupos organizados6 y
éstas son recurrentes y prolongadas en el tiempo hacia un
mismo blanco. Pero, mobbing, en su acepción angloparlante,
6
Delegados de Aula con la consigna de no dejar firmar Listas de Asistencia, de alumnos marcados por las
autoridades universitarias.
es decir, acoso grupal, porque en estricto sentido, si se le
traduce solamente como acoso laboral, las agresiones
tendrían que ser perpetradas por y en contra de alguno o
algunos de sus trabajadores, en cualesquiera de sus
modalidades de contratación.
3.1.3. ACOSO INTITUCIONAL Y ACOSO DOCENTE
Las universidades suelen organizar el acoso de alumnos que
le parecen detestables, poco colaboradores con sus
actividades pro bolsillos, venta de CD del docente, entre
otros. Hay denuncias probadas de instituciones educativas
universitarias que les borran las notas a sus alumnos, que
los obligan a repetir cursos que ya aprobaron, que usan a los
Delegados de Aula para que no dejen que alumnos
“marcados”, blancos”, no aparezcan en las listas de
asistencia y así suspender sus estudios. Muchas
universidades, usan a los Docentes para que ataquen a sus
“blancos”.7
Así, con frecuencia, parte de las estrategias de acoso
docente es reprobarlos arbitrariamente, ponerles sin
fundamento académico calificaciones bajas o amenazarlos
con hacerlo para que pierdan las becas. Esto los afecta muy
seriamente. En el caso de los posgrados, incluso pueden
ocasionar su baja del programa y dañarlos en su futuro
profesional, por el estigma social que muchas veces significa
no haber concluido sus estudios por “incompetencia” o
“irresponsabilidad”. La constatación de que este tipo de
sucesos sí ha ocurrido en diversas licenciaturas, pero, sobre
todo, en posgrados, nos ha hecho proponer en distintos foros
7
Alumnos que hacen denuncias ante autoridades nacionales.
la necesidad de que existan defensorías de derechos
universitarios autónomas en todas las universidades.
En muchísimas universidades peruanas, la Defensoría del
Alumno es una oficina que para siempre cerrada, no tiene un
responsable visible, para que ningún alumno pueda,
reclamar, denunciar absolutamente nada.
Sin ellas, los alumnos se han encontrado inermes de cara a
profundas injusticias, a merced de verdaderos psicópatas
organizacionales (Piñuel, 2005), dado que,
desgraciadamente, las autoridades no siempre han jugado el
papel de vigilar y comprometerse con que se actúe con
justicia y probidad, ya sea por alianzas con o por miedo a los
acosadores.
MALTRATO ACADEMICO:
Maltrato académico. Son conductas inadecuadas por parte
del docente hacia el alumno, en el contexto del proceso
enseñanza-aprendizaje, que puede afectar su desempeño y
su evaluación.
Pueden ser definidas como estos actos que a continuación se
detallan, por parte del Docente Universitario:
1.- Maltrato académico (No cumplir estrictamente con los
horarios de clases, en la hora, el día, el aula señalada en los
Horarios, que la universidad proporciona a los estudiantes y
publica en sus pasillos, murales informativos).
2.- Maltrato académico (No entregar desde el primer día de
clases el mismo “Las Carpetas del Curso”, a todos sus
alumnos, para que nadie diga que “no lo recibió”). Esto es
sencillo, se puede hacer por correo electrónico, no cuesta
nada, llega en minutos a los destinatarios.
3.- Maltrato académico (Cuando un alumno reclama por una
Lectura, Separata, mandarlo a que le reclame al Delegado de
Aula, como si esta fuera una responsabilidad de un tercero y
no la de el, como docente, profesor universitario).
4.- Maltrato académico (Coordinar con los Delegados de Aula
“el solapamiento de todas sus inasistencias”, para así evadir
su responsabilidad ante las denuncias por su inasistencia a
clases y hacer quedar al justo denunciante, como “una
persona malvada”).
5.- Maltrato académico: (Dictar clases dos horas seguidas, sin
dictar una sola línea, para que los alumnos tomen notas o por
lo menos indicar las Bibliografías de las cuales, ha tomado el
tema que está desarrollando, en su clase).
6.- Maltrato académico (Procurar confundir a los alumnos,
diciendo en aula, que el examen próximo será sobre un tema
determinado y luego hacer preguntas de otros tres temas,
que no menciono serian parte del examen).
7.- Maltrato académico (Negarse el Docente a contestar las
preguntas que le hacen los alumnos respecto del tema que
trato en clase).
8.- Maltrato académico (Gritar a un grupo de alumnos,
humillándolos ante sus compañeros, diciendo: “su trabajo es
una porquería, no sirve, es una vergüenza”. Eso demuestra
que el Docente, no tiene ni idea de lo que es Pedagogía. Ni
mucho menos respeto por la dignidad humana. Es solo un
patán, pobre diablo).
9.- Maltrato académico (Buscar apabullar a los alumnos con
preguntas capciosas, para poder descalificarlos en el aula,
para que sean motivo de burlas, por sus demás
compañeros).
10.- Maltrato académico (Ponerle altas notas, a alumnos que
no lo merecen, para humillar a los alumnos que son
esforzados, mas aprovechados).
11.- Maltrato académico (Encomendar Trabajos para
Exposición, sin dar a los alumnos una Ficha Técnica, que
diga: mínimo de páginas, mínimo de capítulos, bibliografías
que pueden consultar, detalles técnicos de cómo se deberá
de presentar el trabajo).
12.- Maltrato académico (Citar a todos los alumnos, para
dictarles clase en un aula distinta, sin informar a dos o tres
alumnos, sobre estos cambios, con la finalidad de que no
puedan asistir).
13.- Maltrato académico (Obligar a los alumnos a que dejen
sus actividades laborales, para imponer la realización de un
laboratorio, práctica, perjudicando su economía y poniendo
en riesgo su estabilidad laboral).
14.- Maltrato académico (asignando tareas como castigo,
amenazado con desaprobar, experimentado competencia
desleal u otros han tomado el crédito por su trabajo)
Acoso docente en un programa de posgrado de ciencias
sociales8

Este trabajo demuestra que, por lo menos con cierta


frecuencia, el acoso docente, de forma casi imperceptible
para los alumnos que injustamente lo sufren, y de manera
altamente reprobable por poco profesional, parcial y
deshonesta, “usa” a los estudiantes como “daño colateral”
para, a manera de “carambola de tres bandas”, agredirlos
como parte de las estrategias de acoso psicológico e, incluso,
mobbing (acoso grupal) hacia sus profesores y/o directores
de tesis, que son los verdaderos blancos de las agresiones

8
Acoso docente: maltrato psicológico de profesores hacia alumnos en
contextos universitarios tóxicos Dra. Florencia Peña Saint Martin Posgrado en
Antropología Física Escuela Nacional de Antropología e Historia
perpetradas a ellos, dado que están situados, sin saberlo, “en
el lugar incorrecto, en el momento incorrecto”.

En el caso que analizaremos, el acoso docente hacia un


alumno de doctorado en un espacio universitario tóxico tenía,
entre otros, los fines expuestos líneas arriba. Fue orquestado
principalmente por la jefa del programa, quien, como se verá,
utilizó políticamente la situación del alumno para su propio
juego de poder.

Sus agresiones personales constantes hacia el alumno y su


permisividad para que otra profesora lo denostara
académicamente sin pruebas, constituían parte de su política
interna para manejar de acuerdo a sus intereses la dinámica
interna del programa.

Desgraciadamente, este afán de control por parte de ella no


giraba alrededor de instrumentar las mejores formas para la
consecución de los objetivos institucionales, como su puesto
ejercido responsablemente hubiera demandado (de hecho,
nunca se preocupó por elaborar un Plan de Desarrollo o
asegurarse del correcto llenado en línea de los indicadores
oficiales del programa). Por lo que su actuar como jefa 2004-
2006, a mediano plazo dañó muy seriamente al programa, así
como a los futuros alumnos de doctorado, ya que no pudieron
obtener becas por la evaluación negativa basada
principalmente en la falta de alumnos graduados.9

9
En el momento de la evaluación 2008 del posgrado, no había un solo alumno recibido en el
nivel doctorado. Por ello, su solicitud de ingreso al Programa Nacional de Posgrados de
Calidad (PNPC) del CONACyT fue rechazada. Los asesores, en las consultas realizadas a ellos
para una posible réplica, fueron muy claros y explícitos: “… con un solo alumno graduado
podría reconsiderarse el ingreso del doctorado en la réplica, pero no apelen, no se puede
hacer nada porque no tienen un solo titulado…” Ese titulado bien pudo haber sido el alumno
agredido, por supuesto, si se la jefa del programa hubiera apoyado el desarrollo académico de
este espacio y se hubiera tomado la molestia de escuchar sus razones, en lugar de utilizar
políticamente su situación para favorecer a sus aliados y agredir a sus enemigos.
El contexto general de la institución y del programa puede ser
consultado en Peña (2010), dado que este caso fue paralelo
al que allí se narra y perpetrado por las dos mismas “actrices
sociales” principales. Analizados en conjunto, los dos casos
de acoso docente dan cuenta muy bien del panorama de
toxicidad11, 12 existente en la institución y en el posgrado de
referencia.13 El contexto tóxico previamente existente en la
institución y en el programa, sin duda, fue funcional a las
agresiones a los alumnos y a la profesora-investigadora que
aquí y en el texto anterior se señalan (Peña, 2010), pero, a la
vez, dichas agresiones fueron también causa de mayor
toxicidad, llegando ésta a ser realmente extrema por
momentos, haciendo en muchas ocasiones el ambiente
“irrespirable” para todas.
Debido a que ambos casos se refieren al mismo contexto
educativo, para facilitar la lectura se mantienen los nombres
ficticios usados anteriormente, por tanto, la jefa en cuestión
es llamada aquí también Elsa, la directora de tesis que el
alumno eligió libremente Azucena, y la directora que le fue
asignada arbitrariamente, desde el punto de vista del alumno
y por las formas de dicha designación, Teresa (Peña, 2010).
Asimismo, aclaramos que la narración se realiza
principalmente desde la perspectiva del estudiante,
agregando sólo el doble discurso que como ritual de agresión
y exclusión existió todo el tiempo en contra de Azucena
también de forma paralela, del que él, en su momento, era
completamente ajeno.

Primer maltrato perpetrado hacia el alumno


En la cohorte 2004 de alumnos de maestría y doctorado del
posgrado que nos ocupa se estrenaba el nuevo Plan de
Estudios, se recibía por primera vez en el programa a
estudiantes de doctorado y se contaba con financiamientos
extraordinarios para las actividades académicas del
posgrado, vía la figura de los cuerpos académicos que
Azucena había logrado gestionar exitosamente para la
Escuela con anterioridad, pero la negatividad prácticamente
crónica promovida por Esla y sus muchos odios hacia una
enrome cantidad de sus colegas permeaba el ambiente
interno de este programa y no hubo espacio alguno para
congratularse colectivamente por todo ello.
Parecía que allí estaba prohibido reconocer méritos ajenos,
principalmente, pero no sólo, los de Azucena, era impensable
sentirse bien, reírse, interactuar positivamente, compartir
logros, pensar proyectos colectivos, y demás. La entrevista
inicial que es parte del proceso de admisión de alumnos
conllevaba la presentación del anteproyecto de investigación,
desde allí surgió una identificación entre el estudiante al que
se refiere este trabajo y Azucena, por su concordancia con su
línea de investigación. El estudiante, desde la entrevista,
percibió la distancia que Azucena guardaba con Elsa y su
equipo, al que él asumió como grupo hegemónico.
Posteriormente, ya como alumno, también le era muy obvia la
diferencia de trato frío que la jefa prodigaba a los alumnos de
Azucena, en comparación con el cálido dado a los
estudiantes de su equipo de compañeras.

Después de terminado el proceso de inscripción de alumnos


aceptados, se hizo evidente que en la cohorte 2004 nadie se
había inscrito en la línea de Teresa. En reunión colegiada de
los profesores de tiempo completo (denominada en esta
institución Academia), Azucena, que tenía inscritos en su
línea a más de la mitad de toda la cohorte, después de una
discusión colectiva al respecto, con gusto le cedió dos a
Teresa: una estudiante de maestría (el caso analizado en
Peña, 2010) y otro de doctorado, cuyos avatares como blanco
de múltiples agresiones son motivo de esta comunicación.
Ello con el fin de sentar las bases para que el programa fuera
bien evaluado en el futuro y pudiera ser aceptado en el
Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC). Elsa,
como jefa del programa, debía haber explicado a los
involucrados respetuosamente la necesidad del cambio de
dirección de tesis y las razones académico-administrativas
del mismo, solicitando su apoyo para consolidar el programa,
pero no lo hizo, así que esta decisión apareció ante los
afectados como una arbitrariedad, una falta de respeto a su
elección libre de línea y de dirección, porque eso se les había
informado oficialmente.

A la luz de los acontecimientos posteriores y los dobles


discursos en que Elsa se mueve, hipotetizamos que
probablemente lo manejó de esta manera para dejar en mal a
Azucena con los estudiantes que la habían elegido como su
directora. Lo real es que en cierto momento del semestre que
ya se había iniciado, el estudiante recibió con sorpresa una
carta indicándole el “reacomodo” de los alumnos por asesor.
Así, sin más, fue reasignado a Teresa, cuyo tema guardaba
muy poca relación con su interés de investigación. Ante estos
acontecimientos, con justa razón, los alumnos afectados se
sintieron maltratados, lo que es innegable es que, por lo
menos, fueron tratados muy irrespetuosamente por Elsa.
Con posterioridad, Elsa jamás se acercó a ellos para
preguntarles por el contexto de sus líneas y la dinámica de
sus avances, sus dificultades o sus logros. Aún ahora, su
indiferencia hacia los alumnos es de verdadera antología,
nunca considera necesario consultarlos, da a entender que
sabe interpretarlos muy bien por sí sola (a pesar de que el
más joven de los alumnos del posgrado rebasa los 30 años)
y, por tanto, pretende siempre decidir por ellos
unilateralmente lo que les conviene o no en todos los
contextos. El Reglamento Académico de esta institución
señala que por los menos una vez al semestre la Academia
debe reunirse con los alumnos representantes de grupo, pero
no lo ha hecho una sola vez en los 16 años que lleva el
programa. Asimismo, apenas en el 2010, y a insistencia de
Azucena, que incluso diseñó el instrumento, se evaluó por
primera vez el desempeño docente por parte de los
estudiantes, ello ocurrió al finalizar el segundo semestre de
2010 (diciembre).

La nueva directora de tesis como fraude académico: una


forma más de maltrato

Teresa, escudándose en que la dinámica de su línea de


investigación era tutor al por tratarse del nivel posgrado, no
impartió clases, ni organizó un seminario o programó
asesorías periódicas y sistemáticas para “sus alumnos”,16
sino que pretendió que ellos trabajaran solos, asumiendo que
su responsabilidad era nada más revisarles sus propios
avances de investigación. Elsa, como jefa del programa, fue
cómplice de esta dinámica inédita y fuera de lugar,
discordante con el funcionamiento general del programa, en
el que se conformaban seminarios temáticos semestrales
para todos los alumnos de una misma línea, pero le convenía
no cuestionar nada de lo que hiciera Teresa para tenerla de
su lado. Sin embargo, como ya ha sido documentado para el
caso de la alumna de maestría (Peña, 2010), Teresa no
cumplió ni siquiera con la mínima obligación de revisar los
trabajos que le entregaban, nunca les hizo en tiempo y forma
comentarios oportunos, ni les dio bibliografía específica para
la consecución de los objetivos de sus proyectos (Peña,
2010).
Con su posición de tutora, según ella, quedaba exonerada de
orientarlos sobre sus investigaciones, la metodología
congruente con éste, la bibliografía a consultar, etc. Cuando
veía a los alumnos, generalmente a insistencia de ellos
mismos, les platicaba interminablemente cosas de su vida
personal; si le inquirían sobre la pregunta de investigación,
les contestaba: “… ve al campo, en el trabajo de campo es
dónde te surgirán todas las preguntas…”; y si le insistían
sobre la metodología, su respuesta era: “… lee a Edgar
Morin…”, a veces, desesperados, le insistían: “… bueno,
¿pero qué de Morin..?” a lo que ella les respondía: “… lo que
quieras, todo te será muy útil…”.

Esta dinámica ocasionó que el estudiante por año y medio


sobrellevara a una directora que él no había elegido, que
sentía que le había sido impuesta arbitrariamente y que
realmente ni lo asesoraba, ni lo atendía. Pero también todo el
tiempo percibió que había grupos antagónicos entre los
profesores del posgrado y que el grupo liderado por Elsa
protegía a Teresa, por lo que nunca encontró el contexto, la
instancia o la persona con la cual pudiera tratar de resolver
esta situación sin generar conflictos adicionales. Se trataba
de un caso claro de fraude académico que, de hecho, se
constituyó en una nueva forma de maltrato psicológico hacia
él, dado que vivía angustiado y desesperado porque estaba
consciente de que el tiempo pasaba y él no avanzaba en su
tesis, sin que al posgrado le importara este hecho o le
ofreciera salida alguna a una situación en la que él “había
sido puesto”, ni siquiera se encontraba allí por elección
propia.17 Sin embargo, Teresa, portándose políticamente
como incondicional de Elsa como jefa, se sentía protegida en
todas sus omisiones e irresponsabilidades académicas para
con los alumnos (lo estaba). En realidad se había formado
una alianza estratégica entre ambas, Elsa la apoyaba en todo
para tenerla de su lado y contar con ella para acosar a
Azucena, cosa que hacía siempre que le era posible, Teresa
no tenía sino que cumplir con ese papel, con secundarla era
suficiente, sus responsabilidades académicas eran
completamente secundarias.

4. PSICOPATAS ORGANIZACIONALES.

4.1. PSICOPATAS ORGANIZACIONALES


¿Qué es un psicópata organizacional?
Pues, se trata de un profesional que es magister, pero que es
un completo incompetente. Tiene un alto cargo, pero ni los
porteros de la institución le obedecen.
Todo lo que es de su responsabilidad, se lo traslada a sus
Delegados de Aula, planifica horarios de clases, que jamás se
cumplen, ve los problemas de cientos de alumnos, pero los
evade, no contesta las decenas de FUTS de reclamos de los
estudiantes. Se lava las manos y es muy hábil, para hacerse
“el idiota”, cuando le reclaman por sus responsabilidades.
Lo único que le importa es mantenerse en el cargo, por el
mayor tiempo posible y si la institución se cae a pedazos, ni le
importa.
Pregona la ética, pero adolece de ella.
Casi siempre el psicópata organizacional, es alto, medio
tonto, sinvergüenza, palabreador, pero no ata, ni desata en la
institución.
4.2. PERFIL DEL PSICOPATA ORGANIZACIONAL
Gente encantadora y seductora con imagen inmejorable ante
los demás con una capacidad notable de llevar a las
personas como a las organizaciones al sufrimiento y al
desastre. Un problema de difícil solución salvo con la
detección precoz. Utilizan las organizaciones más
importantes para su satisfacción de sus propias ansias de
poder, y constituyen auténticos depredadores sociales. Se
camuflan de buenos directivos y poseen insaciable ambición.
Fríos y manipuladores, los psicópatas confunden y seducen a
quienes tienen responsabilidad y capacidad de
promocionarlos. El psicópata nace y se hace. Es decir, se
convierte al mal. Para combatir no basta la ética personal es
preciso un rediseño organizativo inteligente que dificulte estos
mecanismos.

1- suelen producir una gran primera impresión, hasta que su


lado oscuro empieza a emerger. Tienen una gran capacidad
de manipular a los demás lo que suele confundirse con tener
capacidad directiva. Disimulan, parecen modélicos pero
carecen de empatía con sus víctimas. Dicen a cada uno lo
que quiere escuchar y trepan pronto a puestos de poder. Las
terapias no los curan sino que funcionan en ellos al revés que
en los individuos normales. No tienen curación según Hare.

4.3. CARACTERÍSTICAS DEL PSICÓPATA


ORGANIZACIONAL: encanto personal, notable inteligencia,
egocentrismo patológico, mentiras e insinceridad, falta de
sentimientos de culpa, irresponsabilidad en las relaciones
personales,… incapacidad de amar a otros y de experimentar
sentimientos de culpa.

No es un loco. Carece de crisis de ansiedad ni conflictos


internos de los neuróticos. Se aprovecha de la visión común
de que la gente es buena.
No sienten miedo ni a su conducta ni al castigo que pueda
originar. Con déficit del funcionamiento del sistema de
inhibición de la conducta (Gray).

El prohibido prohibir propio de padres e instituciones


educativas dimisionarios genera personalidades psicopáticas.
Problemas de convivencia.

4.4. CÓMO RECONOCER AL PSICÓPATA


ORGANIZACIONAL.

Tienen capacidad de seducción, manipulación y coacción. Se


perfeccionan con el tiempo y la práctica o experiencia.
Amenazan o compran. Apariencia de éxito y eficacia.
Manipulación y propaganda. Falta de conocimiento de esta
patología entre los demás. Padrinos que otorgan patente de
corso. Síndrome de negación o de reconocer que han sido
manipulados. Promoción de cordadas de escalada.
Indiferencia de los testigos. Camuflaje de lo patológico bajo
supuestas habilidades directivas.

Por eso hay que analizar bien de modo detallado y


concienzudo sus actuaciones reales y concretas. Buscar la
falta de lógica profunda de sus narraciones autobiográficas.
Detectar la impostura. Estilo de vida parasitario, de
explotación de sus esclavos y servidores. Capacidad de
autobombo y autopromoción. Capacidad de conectar con el
poder. Excelencia en el mentir, implacabilidad sin
remordimientos. Manipulación. Frialdad de ánimo y de
empatía.

El psicópata organizacional, según Beck:

Se auto justifica

Se identifica con la verdad absoluta.


Se considera infalible

Lo que siente es lo real.

Provoca la impotencia de los demás

Consecuencias de bajo impacto de su conducta para sí


mismo.

Se defiende con:

La agresión instrumental,

La culpabilización,

El control y dominación,

La cobardía,

La megalomanía,

La incapacidad de fiarse de los demás,

La traición,

Las mentiras.

Los psicópatas organizacionales reconocen y actúan sobre la


debilidad de los demás. Contra los buenistas o (poliánicos) no
confrontativos: Acoso para que sientan vergüenza.

Tal como están los tiempos resulta cada vez más conveniente
identificar los tiros, especialmente los procedentes del fuego
amigo. El libro de Iñaki Pinuel es muy recomendable para
tratar de reconocer a nuestros psicópatas más próximos.10

10
http://alfonsodelavega.com/?p=17394
4.5. LAS VICTIMAS O BLANCOS PREFERIDOS DE LOS
PSICÓPATAS ORGANIZACIONALES.
Las personas que un Psicópata Organizacional detesta y a
las que ataca usando todo lo que tiene a su alcance, en una
universidad, son las siguientes:

INDEPENDIENTES

Los que no quieren o desean pertenecer a grupos o clanes,


facciones o sistemas clientelares de apadrinamiento interno.
De este modo son inasequibles a la compra o la promesa del
psicópata. Estos profesionales independientes son
observados como especialmente vulnerables por no
pertenecer a ningún grupo de poder formal o informal dentro
de la organización. El fracaso en el intento de apadrinar
mafiosamente a estos profesionales por parte del psicópata
los termina convirtiendo en objetivos a batir. Igualmente lo
son aquellos alumnos que no se dejan “domesticar”.

JUSTOS

Denuncian las situaciones indignas o injustas para otros.


Suelen resultar molestas conciencias críticas de las
actuaciones del psicópata. En especial cuando el psicópata
abusa verbal o psicológicamente de otros trabajadores,
estudiantes universitarios o vive de manera parasitaria del
trabajo de sus “esclavos laborales”, le resulta muy molesto
encontrar en frente a quien denuncie esas prácticas.

RADICALES LIBRES

Los que disienten de la opinión oficial o el pensamiento único


que lleva a ocultar algunos hechos o a camuflarlos mediante
la distorsión de la comunicación. Suelen ser objetivos
inmediatos del psicópata pues obstaculizan la manipulación
de la comunicación que éste practica de manera sistemática.
La neolengua propia del psicópata y la creación de universos
de significado paralelos a la realidad se encuentra enfrente
con estos trabajadores “resistentes” a que se distorsione el
sentido de los hechos y de la realidad.

INSOBORNABLES

No se dejan comprometer con prebendas, dinero, puestos,


ascensos, a cambio de “ser un buen chico y callar”. Son estos
trabajadores los que le resultan más duros al psicópata pues
a diferencia de otros muchos que “tienen su precio”, no se
pueden corromper mediante dinero, ni cargos o promociones.
Estudiantes universitarios que no se dejan coimear, que no
aceptan presiones, para dar coimas.

DENUNCIANTES DE IRREGULARIDADES

Denuncian la corrupción, el desvío, la malversación de


caudales de sus destinos legales o justos, materias en las
que los psicópatas destacan espectacularmente. Son
frecuentes objetivos de los psicópatas los profesionales que
pertenecen a los organismos de control interno de las
organizaciones que no tardan en dar conocer las actividades
fraudulentas del psicópata. Así inspectores, auditores,
técnicos de recursos humanos, de calidad, financieros,
universitarios que de todo se quejan, etc… engrosan las
listas de objetivos del psicópata.

SOLIDARIOS

Defienden a las víctimas de los abusos, las injusticias, y el


maltrato en la organización y se solidarizan con ellas. La
solidaridad rompe el juego social básico del psicópata basado
en el “dividir para vencer”. Que alguien se solidarice con una
de sus víctimas es siempre muy peligroso por la posible
reacción mimética que pudiera suscitar en otros trabajadores
en contra del psicópata. Los solidarios, a los que no se puede
“adquirir” a precio, deben ser eliminados por éste cuanto
antes.

POLITICAMENTE INCORRECTOS

No son “políticamente correctos” respecto a aquellos temas,


valores, o situaciones que son “tabú” en la organización.

SINCEROS

Buscan la verdad de los hechos y no el compromiso viable de


las versiones oficiales. Siendo el psicópata un especialista en
la mentira, odia a aquellos que no transigen con ella. La
mendacidad es su máxima capacidad y quebrar a aquellos
que dicen sistemáticamente la verdad es esencial.

BRILLANTES

Presentan niveles elevados de capacitación o desempeño


que ponen en peligro y amenazan el estilo basado en la
apariencia y en la propaganda interna de la que vive
profesionalmente el psicópata. Es para éste mucho más difícil
la simulación y el aparentar ser un buen profesional teniendo
al lado un modelo real de “buen hacer” con el que se les
puede comparar.

LÍDERES

Generan en los demás (clientes, alumnos, pacientes, otros


compañeros) de manera espontánea el aprecio y el
reconocimiento de una autoridad personal o profesional que
no tienen los psicópatas, acostumbrados a reinar mediante la
mentira, el engaño, el fraude, la coacción, la amenaza, la
culpabilización y el caos social que genera en sus propios
equipos. El psicópata tiende a presentarse como el líder-
salvador de una situación caótica que él mismo ha sabido
generar.11

En este intrincado panorama de relaciones personales,


académicas y laborales, el maltrato psicológico, el acoso
psicológico y el mobbing (todos, formas de violencia que usan
la comunicación como “arma”), pueden darse aislados y
combinados, de los alumnos hacia los profesores, de los
profesores hacia los alumnos (aquí denominado acoso
docente), entre alumnos,6 hacia las autoridades, de éstas a
alumnos y „subalternos‟, incluso puede ocurrir entre
autoridades, entre pares del personal administrativo, de éste
hacia las autoridades, alumnos y/o profesores, etc.
DENUNCIAS CONTRA DOCENTES UNIVERSITARIOS POR
MALTRATO ACADEMICO EN PERU.
Psicópatas Organizacionales y Docentes Bipolares, suelen
someter a sus alumnos a maltratos psicológicos morales,
académicos, para buscar cuasi enloquecer a los alumnos que
consideran “blancos”, porque malean sus negocios, los
perjudican, estropean sus proyectos abyectos, ilegales,
ruines, como por ejemplo organizar curso que nunca se van a
cumplir.

11
http://acosopsicologico.com/victimas-mobbing/
QUE CARACTERIZA AL BUEN DOCENTE
UNIVERSITARIO

Un buen docente universitario forma estudiantes


abocados a la excelencia profesional, inteligencia
emocional y valores. Conozca el trabajo a realizar más
allá de clase.12

Docencia universitaria, gestión educativa y mercado


laboral:

Volvamos un poco al pasado. Recordemos el primer trabajo


que obtuvimos una vez concluida la universidad. ¿Estábamos
realmente preparados para afrontar las exigencias que
12
https://www.postgradoutp.edu.pe/blog/a/10-caracteristicas-de-un-buen-docente-universitario/
demandaba nuestra empresa? ¿Era acaso lo aprendido en
aula lo suficiente como para augurarnos un buen desempeño
profesional?

La discrepancia entre la exigencia de las empresas y las


competencias del estudiante universitario recién graduado
puede responder tales interrogantes: un estudio del Instituto
Peruano de logística Avanzada (Inlog) indicó que el 70% de
los egresados de universidades e institutos técnicos necesita
hasta nueves meses para ser productivo en la empresa a la
que acaba de ingresar.

Cubrir ese déficit, entonces, dependerá del plan estratégico


articulado entre el docente y la gestión educativa universitaria
para que, desde las aulas, desarrollen espacios de
aprendizaje significativo que comprenda tanto competencias
laborales como habilidades emocionales necesarias para
formar profesionales altamente competitivos.

¿Qué debe caracterizar a un buen docente universitario?

Analizar esta problemática desde la perspectiva académica-


metodológica de una especialización en docencia
universitaria y gestión educativa, ofrecerá mayores luces al
respecto. Conozca, a continuación, las diez características
que un buen docente universitario requiere para formar
estudiantes inspirados en la competitividad, empatía, valores
y altas expectativas de desarrollo profesional.

1. Involucra teoría y práctica con dinámicas reales del


mercado laboral:
Como se mencionó, existe una gran disparidad entre las
competencias laborales de los egresados y las expectativas
que las empresas tienen sobre ellos. En ese sentido, la
enseñanza debe inspirarse no solo en la producción y
ejercicio intelectual fundados en la teoría de los libros; sino
también, en la experiencia y dinámicas que el docente ha
conocido por su propia actividad laboral.

Recomienda al respecto, una investigación de la Universidad


de Murcia, el uso de instrumentos tecnológicos, técnicas
experimentales relacionas con la investigación, diseño de
planes de investigación, procedimientos para representar
datos, habilidades de comunicación para presentar
resultados, entre otros.

2. Las TICs en la educación son parte de su día a día:

Puede que la fórmula del docente como única fuente de


conocimiento, impartiendo clases desde el interior de un gran
hemiciclo, funcione para dinámicas de cursos universitarios
específicos de formación. Para los cursos de especialización,
en cambio, las exigencias son más complejas.

Descentralizar ese método de enseñanza y sembrar la


autonomía en el uso de diversas herramientas y fuentes de
conocimiento, dependerá de la capacitación, práctica y uso
de TICs en la educación en las que el docente se encuentre
inmerso y sea capaz de fomentar.

3. Incentiva la investigación como principio académico


y profesional:
En un escenario donde Corea del Sur invierte el 4.3 % de su
PBI en investigación y desarrollo, versus el 0.8% que destina
Perú al mismo fin, apremia incentivar la investigación
académica desde las aulas universitarias.

Un docente o institución educativa superior que no promueva


la excelencia en las investigaciones , ni las publique o
financie, no sustenta ni transmite a sus estudiantes la
importancia de la exploración científica como fuente
alternativa de desarrollo, reflexión y crecimiento económico.

4. Domina estrategias didácticas para ofrecer una clase


magistral:

Una clase con los objetivos claramente delimitados (qué es lo


que se va a enseñar y qué actividades se van a llevar a cabo
para concretar ese aprendizaje), envuelve prácticas
didácticas correctamente establecidas desde la planificación
de la sesión de clase hasta cómo el estudiante asimila los
conocimientos que esta ofrece.

¿Cómo hacer una clase magistral? Explica otro artículo de la


Universidad de Murcia que, en cada sesión, los estudiantes
deben identificar las ideas básicas de la lección, que estas se
relacionen con sus intereses, se identifiquen adecuadamente
los conocimientos previos necesarios para asimilar la lección,
los esquemas conceptuales sean claros y que
constantemente las ideas y dinámicas de la iniciación,
desarrollo y conclusión de la clase se entrelacen unas a otras
para generar conocimiento.

5. Maneja satisfactoriamente el “tono” de la


comunicación:
Refiere el mismo documento que más allá del rigor
académico que lleve al docente universitario a estructurar una
correcta clase magistral, el control de la exposición en cuanto
a cómo se expresa el mensaje, influye en la retención y
motivación de los estudiantes.

Esta debe implicar de por medio un ritmo al hablar, seguridad


y dominio en los contenidos, una dicción clara y cultivada,
fluidez en las ideas, una apropiada expresión corporal, y la
apertura a un diálogo ameno donde no solo él sea quien erija
su voz y sostenga la participación de los estudiantes.

6. Fomenta el trabajo en equipo:

Un estudio de Combo Employer Marketing indica que no


existe una reticencia sustancial entre millennials, centennials
y baby boomers respecto al trabajo en equipo: el 63.9% de
los encuestados indicó que prefiere trabajar con gente
diversa, por lo que sería conveniente y estratégico que desde
las aulas universitarias se integren bases de trabajo
universitario en equipo, en primera instancia, basadas en el
respeto y la apertura a diversas opiniones.

7. Estimular la práctica del liderazgo:

En segunda instancia, el liderazgo ejercido bajo dinámicas de


trabajos grupales en la universidad difiere del que se
despliega en el trabajo. Para ello es importante que el
docente acople las dinámicas laborales a las que estuvo
sujeto en su etapa de formación laboral con los trabajos
universitarios que pueda implementar a manera de laboratorio
y, en base a ello, sepa cómo introducir al estudiante en el
liderazgo. El fin radica en tomar decisiones con la empatía e
inteligencia emocional que exige el futuro rubro laboral del
estudiante y los conocimientos académicos obtenidos en
clase.

8. Favorece entre los alumnos un clima de motivación


para los estudios.

Un estudiante motivado logra superar sus expectativas de


rendimiento con la sostenibilidad positiva de sus notas,
aprendizaje y las ganas de seguir creciendo profesionalmente
porque conoce la retribución que van a ofrecerle sus buenos
resultados. La lectura de ese contexto sugiere a un buen
docente mantener tal estado emocional con estrategias de
coaching y diseño de metas, autoconcepto (capitalizar sus
capacidades para superar cualquier obstáculo) y el diseño de
tareas de aprendizaje (trabajos universitarios inspirados en
las dinámicas de trabajo comunes a la especialización que
desarrollan).

9. Motiva a crecer profesionalmente:

Quizá la cosmovisión de profesionales de la generación Z,


millennials y generación X sea distinta, pero la perspectiva de
éxito en el ámbito laboral no los distingue demasiado: entre el
68 % y 84 % coinciden en que aún no han conseguido su
trabajo ideal, de acuerdo con Combo Employer Branding.

Si afirma la encuesta, además, que tal motivo obedece a que


requieren constantemente ascensos o mayores retos, un
docente de amplia experiencia laboral debe reforzar los
mecanismos emocionales que lleven a sus estudiantes a
lidiar con los retos, la frustración y el miedo al éxito.
10. Basar su trabajo en un código de ética
profesional.

Conforme a un estudio de la Universidad Autónoma


Metropolitana de México (UAM), una labor tan importante
como la docencia universitaria debe ceñirse a tres campos de
acción orientados sobre la ética y el deber:

 La excelencia en el trabajo académico: que abarca


desde mantenerse actualizado en estrategias didácticas
y el rumbo de especialidad, hasta cumplir con la
planificación rigurosa de clases y las exigencias
administrativas universitarias.
 La relación con sus estudiantes: basada en la
tolerancia y el respeto a la diversidad de ideas tanto
como convertirse en una figura de ayuda y soporte que
sostenga el óptimo desempeño académico.
 La expectativa por desarrollar bien su labor: concebir
su trabajo no solo como el de transmisor de información
sino como un agente de cambio, creativo e innovador,
con capacidad de plasmar tales actitudes no solo en sus
estudiantes sino en el entorno social y profesional al que
pertenece.

Un docente que maneje los conceptos más modernos de la


materia a su cargo o que cuente con una experiencia
relevante en el medio que se formó profesionalmente, sabe
que el conocimiento a transmitir no impactará
adecuadamente en el estudiante si no sabe cómo
transmitirlos o hacerlos interesantes y productivos a los ojos
del estudiante.
CONCLUSIONES:
1.- El Maltrato Docente en la Universidad peruana se da, en
diferentes maneras contra alumnos, buscando perjudicar, a
alumnos molestos, con distintas estrategias, que van desde:
cambiar el horario y aula de clases, para desorientar a un
grupo de alumnos que son “blancos” 13
2.- Es Maltrato Docente no proporcionar a los alumnos los
materiales de estudio de la asignatura dese el inicio de
clases.
3.- Es Maltrato Docente, encargar trabajos de investigación,
para su exposición en clases, sin proporcionar una Ficha
Técnica, sobre como deberá ser presentada dicha tarea.
4.- Es Maltrato Docente, humillar a un grupo de alumnos
diciendo “que su trabajo es una porquería, una vergüenza,
eso atenta contra la dignidad de las personas, es una
muestra de patanería, del Docente, entre comillas.
5.- Es Maltrato Docente, no cumplir con los horarios, en las
fechas, en las aulas, que están asignados por la Institución.
6.- Es Maltrato Docente, conseguir falsas pruebas, para
justificar inasistencias, al dictado de clases, para hacer creer
a las autoridades, que el quejoso, miente o denuncia, por
pura mala fe, cuando no es así.

13
Señalados para ser desaprobados de cualquier forma que sea posible.
La Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el
Siglo XXI de la UNESCO establece los desafíos que tiene el
docente:

 Creación y adaptación permanente de programas de


formación de profesionales en respuesta a las
necesidades presentes y futuras.
 Funcionamiento de un espacio o sistema para el
aprendizaje permanente con flexibilidad en los tiempos y
rutas de formación profesional y post profesional.
 Evaluación constante de la pertinencia social de los
programas y actividades formativas.
 Funcionamiento de programas y oportunidades para el
aprendizaje en el trabajo o compatibles con la actividad
laboral, así como mecanismos de evaluación y
reconocimiento de conocimientos adquiridos en el
trabajo.
 Servicios de apoyo al estudiante, considerado como el
centro de las actividades docentes.
 Renovación curricular, didáctica y de métodos y medios
para el aprendizaje en base al desarrollo de la
pedagogía.
 Elaboración de materiales didácticos consistentes con
los nuevos enfoques didácticos.
 Funcionamiento de un sistema de evaluación de los
aprendizajes.14

14
https://www.eumed.net/rev/atlante/2018/06/competencias-docente-universitario.html
AUTOR: PEDRO ALEJANDRO REYES RAMOS
ESTUDIANTE DE DERECHO:
UNIVERSIDAD JOSE CARLOS MARIATEGUI-
DECIMO SEGUNDO CICLO- FACULTAD DE DERECHO-
OCUPACION: DIRECTOR GENERAL
CENTRO DE CONCILIACION EXTRAJUDICIAL
HANS KENSEL

RESOLUCION DIRECTORAL No 1879-2011-JUS


Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de
Perú

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