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La casa grande en la construccién de la historia de Colombia Miguel Zapata Ferreira’ University of Arkansas Primera versién recibida: 29 de octubre de 2004: Yersidn final aceptade’ ! de abril de 200¢ (Eds,) Resumen: El presente artculo propone el estudio de La casa grande de ‘Alvare Cepeda Samudio como novela del Boom més que como navela de la violencia. El autor se apoya en el hecho de que Ia obra habla de la época de In matanza de las Bananeras (1928), periodo anterior al Tamado de 1a violencia y en que varios elementos de escritura de la novela anuncian el arribo del Boom (personajes innominados, diversos nerradores, mezela de éneros, abundancia de documentos). Tales elementos son propios del modernism” norteamericana y anglo-curopeo que el Boom adoptay/adap- ‘tnalasitunci6n histriea colombiana y a una visién mis compleja del fend- ‘meno socio-histérico-sicolégico de varias violencas, as cunls actin como, eco de Ia labor de! historiador que trate de explicar el fenémeno de Ins Bananeras, : ‘Deseriptores: Cepedia Samutio, Alvaro; La casa grande; Violencia; Ma- tanza de las Bananeras; Modernism norteamericano; Boom literario. “Abstrnct: This acl proposes to study Alvaro Cepeda Samudio's novel “a cata grande, asa prosict ofthe teary Boom instead of « Cotombin novel of violence ar tha been considered, The nove!’ historia bock- ‘ground does not strictly comprehend the so called Period of Violence but a Previous one: theme fillings at the banana plantations in 1928. Another Characteristic of this novel i its éaplay of & narative technique that ‘announces the Boom ‘when this movement adopts and adapts North ‘American and Anglo Europetn Modernism to the Colombian bistrical situstion to offer a more complex view of the social, historical and ‘oyehological phenomena of several stncesaf violence. The fragmented technique of thenovel,the varius unnamed characters th collage of egal PhD. Comporatve Literature Assistant Profesor of Spanish, Department of Fore Languages Unversity of Evansville, indiana (mz7@evansiled)-Elateulo es parte dela tess que adelante utoren el marca de ss estudios doctorsles, ula: "Boom, madris x ln novela la violoea en Colombia: voces miltpies del hstria en La casa grande de ‘ivaro Cepeda Sarnia" 208 Estudios de Literatura Colombiana ‘No. 16, enera-junio, 2005 ‘La casa grande en ta construcei6n dea historia de Colombia ‘Miguel Zapata documents, mixture of genres, all of which are possibly an echo of the work of the historian trying to aecount for the massacre atthe Bananeras. Key words: Cepeda Sarmudio, Alvaro; La casa grande; Violencia; Banana Plantation Masacre; North American Modernism; Literary Boom. Demasiado a menudo, la critica histérica acepta que los movimientos lite- rarios y las generaciones que les corresponden reclaman su puesto en la historia literaria en virtud de su propia coherencia artistica. Mis atin, es ‘una falacia creer en la existencia monolitica de movimientos literarios en un periodo determinado a exclusién de otros “movimientos literarios” que Jes sean simulténeos y que pudieran tener un vigor propio que les permiti ria en otras condiciones socio-histéricas llegar a hegemonizarse.' Seria mis acertado proponer que los movimientos literarios, las generaciones, las antologias, las publicaciones y la critica son todos actos politicos. Son todos ellos, y especialmente las antologias y la “existencia” de movimien- tos literarios, mas actos de exclusién que de inclusién, mas actos de nega- cién que de afirmacién, mas de rechazo que de aceptacién, mis de sintesis parcial que de sintesis imparcial sobre toda la actividad literaria propia de un perfodo determinado del desarrollo de una sociedad. ‘Simulténeamente, en'una sociedad hay ideas con fuerzas centtifugas y centripetas, ideologias que la apoyan y que la subvierten, Pero usualmen- te, un sélo movimiento literario se hegemoniza, y quedan marginados asi, por supuesto, otras formas que podrian llegar a cobrar una importancia igual, superior o inferior. En Colombia, segin el critico Raymond L. Williams, en su trabajo Novela y poder en Colombia 1844-1987, especificamente en el capitulo, “La ideologia y 1a novela en los siglos XIX y XX en Colombia” (41, 42, 43, 68, 69), las oligarqutas tradicionales, la éritica literaria que ha estado ligada a esas oligarquias, las instituciones estatales incluyendo a la iglesia y el suplemento literatio de £! Tiempo han cumplido un papel “legiti- mizador,” un papel de reguladdres de Ia produccién literaria, especialmen- te de la novela, que ellas reciben bien en su actividad critica de acuerdo con sus intereses partidistas. Williams considera que la produccién de la 1 Acste respecto resutan muy itiles dos capituls del trabajo de Raymond Williams titulado ‘Marsismo y Literatura, “La hegeronia,” (129-136) y "Dominant, residual y emergente,” (143-149). 182 Estudios de Literatura Colombiana No. 16, enero-junio de 2005 ‘Novela de la Violencia es un ejemplo clave de cémo las instituciones so- ciales han frenado o:impedido su divulgaci6n ya que ella “no se trata'del ‘ipo de literatura que la oligarquia desearfa reconocer 0 difundir” (72):La conelusién que Williams propone es que esta situacién socio-politica ha hecho ‘creer que en Colombia la novela es un.género menor (72): En este contexto, ‘se explica por qué l éxito de Cien-aiios de soledad se inicia desde afuera y no en Colombia; mientras afuera se lo aclamaba, adentro se Jo desconocie o censuraba. : Es en este mismo contexto de hegemonizacién y exclusion en el que se puede leer La casa grande:de Alvaro Cepeda Samudio: Por um lado, las instituciones como Ia iglesia, la critica oligérquica, el suiplemento literario de El Tiempo, segin Williams, rechazaban la novela de la violencia de Ja primera fase por su denuncia directa y panfletaria de los hectios hist6ricos de Ja violencia; por otro lado el modernismo faulkneriano ofreceria' una técnica para tratar una problemética de una manera indirecta. Entonces, La casa grande se convierte en una alternativa que presentade todas maneras 2. Argumento, Unos saldedoslegan aun pueblo dela Zona Bananera dela Costa Attica de Colombiacon el objetode scabar una hulga organzada os obreros-campesinos delacompania ‘Bananera para recamarreivindicecionessalsiales, de vivienda y de salud, entre oras cosas. Un solado decide escapar del cuarta improvisado para visite als prostntas del pueblo. No tiene que busear el prosibulo pues al sitar Ia parila el cuertel lege al patio de, una ease vistoertica. Al, una mujer, quien cesulta sen hermana menor de la familia, y quien Ie ‘arracerallamard La Herman, le bind si cuerpo sin plactniesistenci, cosa que el sldado no dleanza ncomprender. De regreso al ciart!,encuenira que fos obreoshian sida masaerados por el ejércto a pesar de haber estado desarmados. En ls historia discontinue padre de 1a Truchacha ha descubierto su entrega corporal, yl castgarompiéndole In car con una espucln En fos das siguientes, jnto eon una hija un tanto mayor, eli” destnetari dela nacrcién, se'da & [a tarea de acusar's lot obreros sobrevivientes de los actos de 1a huelgs,'y, presumiblement, de tener algo que ver con la pérdida de Is viginided de su hija menor. La fnteriordado posteriaridad de Ins ecusaciones del Pace en contre de fos huelguises, como, todos los hechos de la obra, no estén narradas de una manera clara En algin momento dela ‘bra, algunos hombres del pueblo sindican al Pade (75) de ser responsable de I legnds del <éicito al pueblo mediante la donunoia de los huelgusias. Es decir, es probable que el Pare tengnalgo que vercon la promulgacin del decreto (ineluido tl cual ene reato) que sindiea ‘de malhechores a los huelguistas. El hermano de la forilia que habia estado unido {deoldgicamente al pueblo obrero, se une a éte también de acc, y el pueblo asesina con instrumentos de labrenan al Padre. Et" destinataio que descaba perpetuar la tradcibn del Podre, encarga de In erianza de los hijos de In hermana menor euando esta musre, Sin tembaigo el deseo de prpctua la raicién se ve fastrado una vez mis porque una de sus sobrins al gual que si madre, sha entregadoaaln desconocdo sin tradciGn arstocrética En realidad, ete itimo acto aparece al principio de la obra, asf que todo el resto, y-que se refiere al pasado y a los hechos de las banancrs, es contado como evecncién, 183 La casa grande en ta construcei6n de la historia de Colombia ‘Miguel Zapata cierta critica social sin ser maniqueista, incluyendo distintas voces del con- flicto histérico sin que la voz autorial tome partido explicitamente en Ia presentacién de los hechos histéticos, No se olvide que el asunto narrativo de la obra se nutre del recuerdo de los personajes, recuerdos contados a la manera de la tradicién oral, y que ésta diltima discrepa dela historia oficial. En términos bajtinianos, en esto radicaria la heteroglosia de esta novela. En un ambiente altamente represivo, esta obra encuentra una alternativa, para su divulgacién y para mediar en la critica social... Pero no: debe olvidarse que el triunfo de Cepeda ha sido parcial. Des- pués de aproximadamente cuatro décadas, sigue siendo reconocido sélo por unos cuantos. Es de resaltar aqui que la labor de los eriticos ha servido. para darle al autor parte de ese reconocimiento que bien merece al lado de los grandes. En concreto, la labor de Lucila Inés Mena desde los Estados Unidos ha sido un ejemplo importante, Su trabajo, “Bibliografia anotada sobre el ciclo de la violencia en Ia literatura colombiana”, publicado por la universidad de Indiana cn 1978, se propone estudiar una larga lista de obras de la violencia, en lacual se encuentra La casa grande, Esto se hace retros- pectivamente después del éxito de Cien arios de soledad, y por ello uno de los fines de su trabajo es demostrar que la obra de Garefa Marquez no es un feriémeno aislado sino la culminacién de un proceso. Al lado de la critica colombiana,? la labor de la Asociacién de Colombianistas ha recaido en Cepeda y'en el Grupo de Barranquilla. En’ 1989, el quinto congreso de colombianistas presidido por Raymond L. Williams rinde homenaje a Ce- peda Samudio con una serie de articulos. Lo anterior no quiere decir que no ha habido ninguna labor critica co- lombiana en reconocimiento de Cepeda Samudio. Tampoco quiere decir ‘que s6lo la labor de la critica extranjera ha propiciado el poco reconoci- miento que existe sobre Cepeda Samudio. Lo que si quiere decir es que puede haber una relacién entre la critica oligarquica a la que Williams se refiere y la falta de trascendencia de Cepeda, El reconocimiento de Garcia Mérquez se ha iniciado desde afuera y su fama ha sido tan arrasadora que en Colombia se lo imita y la critica ha tenido que ocuparse de él. La fama de Garcfa Marquez ha iniciado un interés retrospectivo hacia otros autores 3. ,Deésta el eitco Raymond L. Williams, en: Los antecedentes: dlvaro Cepeda Samudioy la ‘radisidn de la novela caste, resalta la labor de Genin Vargas, De la extranjera resaita a Lucila Inés Mena, Seymour Menton y Jacques Gilard (43). 184 Estudios de Literatura Colombiana No.16, enero-junio de 2005 costefios. En “‘Los antecedentes" (43) Raymond Williams afirma que ‘con el Nobel de Garcia Marquez y el auge del Grupo de Barranquilla en Co- Jombia, 1 reconocimiento de,novelistas.costetios contemporéneos y los trabajos criticos sobre ellos han sido abundantes”, También es de:resaltar que si bien’un episodio de.Cien avios trata la Matanza de las Bananeras (193, 254-67), este hecho no es sino uno més de los episodios de la obra. En contraste, La casa grande le presta al hecho una atencién casi central. Ello quiere decir que: una critica oligérquica, ‘como la lama Williams, podria aceptar més facilmente a Cien afias que a ‘La casa grande, haciendo otra vez la salvedad que a esa critica no le quedé ‘mas remedio que aceptar,a Garcia Marquez, después de su triunfo interna- cional, En resumen, la falta de recepcién para Cepeda Samudio obedece a factores complejos entre los que se puede contar su dificultad técnica y su tratamiento de hechos élgidos de la historia colombiana. Hay que aclarar, sin embargo, que.en’este trabajo no se cree en un concepto de historia como determinante de: todos Jos hechos sociales 0 culturales, No se cree en una historia impuesta desde arriba, aunque a decir verdad la fase hist6rica que sirye de:trasfondo a la novela —la de, las Bananeras— y el contexto en el que se escribe —el del Frente Nacional- no se caracterizaron por un didlogo abierto sino al contrario, por la impo: cidn de las ideas politicas mediante las balas. Se cree més bien en una historia en la que hay una autonomia relativa del arte y la cultura en gene- ral. Ms que dependencia de la cultura al contexto sociopolitico, se cree en ‘unarelacion entre los dos. Asi que no se puede negar que existe un espacio para la produccién de ciertas obras ain en contra de las instituciones domi- nantes. Como se dijo.arriba,-la.produccién cultural de una época es bien diversa aunque una de sus formas llegue a hegemonizarse. tro elemento a considerar en la recepeién de Cepeda Samudio es el de la audiencia. A pesar de que su aceptacién ha sido muy poca y. que ella.es cada vez, mayor a medida que cambian las condiciones histéricas y cultu- rales, no se puede negar que tuvo alguna en los.afios inmediatamente pos- teriores a la publicacién de La casa grande. Entonces, zeémo:se explica ‘que aunque poca, haya tenido alguna aceptacién? Una posible respuesta, y aunque parezca contradictorio, esta en su-complejidad técnica, El grupo social afectado directamente por la violencia ba sido el gran campesinado y-el proletariado. No es ficil concebir que ese gran grupo tuviera en la ‘dgcada de 1960, las hecramientas literarias para hacer una lecturacritica de 185 La‘casa grande en la construecién dela historia de Colombia ‘Miguel Zapata la obra. Es mis fucil postular que la audiencia de Cepeda es la clase media. Asi que aunque haya instituciones del poder central interesadas en que no se difunda cierto tipo de obras, de todas maneras La casa grande no brinda gran peligro para esa oligarquia, no porque no sea critica de la problemati- ca social, sino porque la dificultad técnica de Ia obra no la haria-popular entre la clase directamente afectada, El cuestionamiento es que si un artis- ta decidiera comunicarse directamente con el eampesinado y proletariado colombianos, grupos que sufien la violencia, la obra posiblemente deberia escribirse sin su complejidad narrativa. por el contrario, las sutilezas narrativas parecen no estar encaminadas a esa gran masa que no posee el ‘entrenamiento literario para leer criticamente la obra. Es decir que el viejo concepto de “decorum” segiin el cital el Lenguaje y su forma deben apro- piarse al tema y ala audiencia esperada, funcionaria de dos maneras distin- tas: para la novela testimonial de 1a violencia, es decir, la de la primera fase, se podria sugerir un tipo de audiencia de clase social més baja, mien- tras que para la novela modemista de la violencia, la de 1a segunda fase, habria que proporier una aiidiencia de la clase media. O en otras palabras, siLa‘casa grande utilizara una técnica directa y testimonial como lade la novela de la primera fase, es posible que estuviera perdida entre ese gran grupo y que su recepcidn fuera mucho menor y decreciente. El caso de la novela de la violencia colombiana, en el que una de sus formas no trasciende mientras que la otra se acepta cada vez mas, a lo mejor no es sui generis, sino que quiz se podria teorizar el mismo princi- pio de mediacién institucional para la produccién artistica de cualquier sociedad en un periodo de su desarrollo histérico. Seguin este principio el surgimiento de movimientos literarios responde no sélo a las caracteristi- cas ideolégicas de una sociedad, sino también a la complicidad de las ins- tituciones de’esa sociedad con la produccién artistica (Williams, 1991). Asi, la sociedad tiene instituciones que favorecen un cierto tipo de ideolo- gia presente en ciertas obras, y rechaza otras ideologias presentes en otras obras porque le resultan quiz peligrosas. Las condiciones de produccién, la obra literaria, su publicacién y su estudio interesado tienen un efecto en la hegemonizacién de los movimientos literarios y en el rechazo de otros. Si hoy se mira al Boom/Modemism como un telos, quizé ello no indica. que éste sca cl tinico movimiento que haya tenido la fuerza para inscribirse en la historia literaria retrospectivamente, haciendo pre-boom y pre- modemismo anglo-europeo (Martin, 1989) lo que le antecediera, sino mas 186

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