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Curso be Denecio Procesat Cit 159 24. Cosa JUZGADA Y EXIGIBILIDAD DEL DERECHO Con la expresién “accién de cosa juzgada” en nuestra legislacién y doctrina tradicional se alude a la exigibilidad que tiene una sentencia judicial firme para hacer cumplir lo resuelto por la jurisdiccién, si se ha pronunciado sobre el fondo reconociendo algin derecho cuya observancia se puede solicitar jurisdiccionalmente™*, De conformidad al art. 176 del CPC, “corresponde la accién de cosa juzgada a aquel a cuyo favor se ha declarado un derecho en el juicio, para el cumplimiento de lo resuelto o para la ejecucién del fallo en la forma prevenida por el titulo XIX de este Libro”. Con esta nomenclatura, nuestra ley se refiere a la proyeccién de la sentencia judicial como titulo ejecutivo (art. 434 N° 1 CPC), Por regla general, las sentencias de condena son las que permiten obtener el cumplimiento de una determinada prestacién (dar, hacer 0 no hacer alguna cosa); en el evento en que el deudor no la realice voluntariamente, se podra ejecutar conforme a las reglas generales, dependiendo de si se trata de resolu- ciones emanadas de tribunales nacionales o extranjeros(arts. 113 114COT), Si se trata de sentencias puramente declarativas o constitutivas, no se necesita de procedimientos compulsivos de cumplimiento, aunque en oca- siones algunas de ellas exigen realizar anotaciones 0 subinscripciones en registros puiblicos para que produzcan en plenitud sus efectos (por ejemplo, el reconocimiento de la filiaci6n; la anulacién del matrimonio; la inscrip- cidn de la sentencia que declara la prescripcin adquisitiva en el Registro de Propiedad, etc.)*5. Aunque en este tipo de fallos la cosa juzgada se produce cuando la sentencia deviene en estado de firme, la eficacia de la declaracién del derecho requiere una actuacién adicional como la referida. Por otro lado, el derecho a que se cumpla, aun forzadamente, la sen- tencia amparada por la cosa juzgada puede ser renunciado por el sujeto a cuyo favor se reconocié el derecho. La Corte Suprema ha resuelto sobre 5% También son ejecutables las resoluciones dela misma naturaleza que ceusan ejecutoria, ‘como hipétesis de ejecucién provisional sin titulo ejecutivo. 595 En este sentido, CS, 19 de diciembre de 1940, RDJ,t.38, sec. F,p. 525 160 Atesawono Roweno Secu. el particular: “el que obtuvo un fallo es soberano para hacerlo cumplir en todo o en parte de lo que la sentencia firme lo favorece, pero si elige esta segunda opcién, no puede més tarde alegar que el fallo que se dicte en el juicio de cumplimiento del fallo ejecutoriado ha pasado sobre éste, sino se pronuncié sobre los derechos que no se hicieron valer, no obstante haberlos, reconocido el fallo que se pide cumplir”*. A diferencia de lo que ocurre con la excepcién, la accién de cosa juzgada es prescriptible. El cumplimiento de una resoluci6n judicial debe solicitarse conforme a los procedimientos previstos por la ley para la ejecucién de sentencias. Si se opta por el cumplimiento incidental de la sentencia en el mismo proceso donde ella se dict6, el plazo es de un afio, contado desde que la ejecucién se hizo exigible (art. 233 CPC); si se utiliza la via ejecutiva ordinaria, el plazo de prescripcién de la accién ejecutiva es de tres afios, sin perjuicio de la preseripcién de cinco afios como accién ordinaria. Los sujetos legitimados activamente para impetrar el cumplimiento de la sentencia son aquellos a cuyo favor se ha declarado un derecho en el juicio (art. 176 CPC). 25, LA FUNCION POSITIVA © PREJUDICIAL DE LA COSA JUZGADA 25.1. Planteamiento general La vinculacién positiva o prejudicial de la cosa juzgada se produce cuando una resolucién, firme y ejecutoriada, debe servir de base a lo que corresponde decidir a los tribunales en procesos ulteriores, en relaciones que son dependientes de aquella que ya fue resuelta. Con la funcién positiva se consigue vincular a los tribunales, impidien- do que en un nuevo proceso se decida una determinada aceién de modo contrario a como fue fallada con anterioridad otra accién, en cuanto la primera decisién sea prejudicial de otra posterior. El principio juridico comprometido aqui es el siguiente: no permitir dos resoluciones distintas sobre un objeto procesal conexo™”. 065 C$ de junio de 1979, RDJ,t. 78, see. Pp. 60. 307 fn estas reglas, por todos, De La Ouiva, Andrés, Sobre 1a cosa juzgada... 0b. cit pp. 24, ss. (Curso ne Denscio ProcesaL Cw 161 En la funcién positiva no se presenta el problema de la iniciacién de un nuevo juicio eon objeto procesal idéntico, sino de la deduccién de una pre- tensién cuyo objeto viene determinado, en parte, por laexistencia de una sen- tencia anterior. Como hemos explicado, los objetos idénticos se vinculan al problema de eficacia negativa o excluyente; cuando se trata de la eficacia positiva de la cosa juzgada, el tema es de conexién por prejudicialidad, ya que parte del nuevo objeto procesal viene decidido por una sentencia ante- Hor. El vinculo de prejudicialidad se verifica entre el objeto procesal antes decidido y el nuevo pronunciamiento que se debe realizar sobre una nueva accién; se trata de una relacién de tipo légico-juridico, en que la primera decisién conforma un elemento constitutive de la segunda accién deducida, La funcién positiva se alega por la parte interesada en sus escritos funda- ‘mentales, en apoyo de sus acciones 0 excepciones y dentro de los limites de la preclusién procesal. También la podré traer a colacién el propio tribunal cuando ordena, por ejemplo, agregar a los autos la copia de una sentencia judicial dictada en un proceso ya terminado, decretando al efecto una me- ida para mejor resolver (art. 159 N°s. 1 y 6 CPC). En este iiltimo caso, es légico que la existencia de una determinada situacién juridica pueda ser introducida por el propio érgano jurisdiccional, cuando es un antecedente necesario pata pronunciarse sobre la accién 0 acciones que conforman el objeto del proceso. Desde otro punto de vista, como no existe técnicamente en esta situa- cidn una identidad entre la anterior decisiOn y la nueva accién deducida, la eficacia positiva se materializa en un acto procesal de alegaci6n, diverso de la oposicién de la excepeién de cosa juzgada. Por esta misma raz6n, la existencia de un proceso anterior que genere eficacia positiva no impide continuar con Ia tramitacion del juicio, salvo que proceda la suspensién que autoriza el articulo 167 del CPC. ‘Aunque en nuestra legislacidn procesal la eficacia positiva o prejudicial de la cosa juzgada no esta reconocida explicitamente como una categoria general, ella se contempla en nuestro ordenamiento en los casos que ve- remos @ continuacién. ‘También se relacionan con este tema de la eficacia positiva o prejudicial las denominadas cuestiones prejudiciales, materia que sera analizada en el capitulo siguiente. 182 ‘Avezaworo Romexo Seaver 25.2. La efieacia de la sentencia judicial para el juicio posterior En el inciso 2° del articulo 427 del CPC se visualiza una clara proyec~ cién de la eficacia positiva, al disponerse que “igual presuncién [de verdad] existird a favor de los hechos declarados verdaderos en otro juicio entre las mismas partes”. Este precepto regula el efecto que una sentencia firme o ejecutoriada puede tener en una nueva decisién judicial. Por ejemplo, si en un proceso anterior se reconocié la calidad de heredero, en la segunda accién deducida invocando dicha calidad (x: gr., para reivindicar una cosa), el tribunal que ‘conoce de la segunda demanda no podra desconocer ese hecho juridico, que consta en una decisién con valor de cosa juzgada’®. De igual forma, sien un juicio de cumplimiento de contrato se declaré por la sentencia su validez, la eficacia positiva o prejudicial impide que en un segundo proceso entre las mismas partes-~ se cuestione nuevamente la eficacia del contrato, cuya validez viene dada por la sentencia anterior??, Para la aplicacién de esta regla de eficacia positiva se deben considerar algunas limitaciones, En primer lugar, la tnica declaracién que puede al- canzar el valor de eficacia positiva es la sentencia definitiva o interlocutoria firme (en su parte resolutiva o en los considerandos resolutivos). A ninguna otra actuacién del proceso anterior se le puede dar tal valor, ya que la cosa juzgada es el resultado de una resolucién jurisdiccional producida en un juicio contradictorio. Se debe descartar que actuaciones anteriores, por ejemplo, de tipo pro- batorio, puedan gozar de los efectos positivos a que nos venimos refiriendo. Esta limitaci6n ya fue admitida por la sentencia de la Corte Suprema de 5 de julio de 1921, al disponer que “... el inciso 2° del articulo 429 del Co- digo de Procedimiento Civil, que se supone infringido, establece una base de presuncidn a favor de los hechos declarados verdaderos en otro juicio entre las mismas partes, por manera que es un requisito esencial para la 308 in ciertas hipotests el legisladorreconoce expresamente este efecto prejudicial 0 po- sitivo de la cosa juzgada, como se admite en los arts. 315, 316 y 1246 CC. 309 En este ejemplo, oft. Pernor, Roger, “La cosa giudicata: recenti sviluppi nel dirito francese”, en Rivista di Diritto Processuale, Padova, Cedam, 1992, vol. XXXVI, p. 13. CCunso oe Denecno Procesat Civ 163 existencia de esta presuncién que dicha declaracién esté contenida en una sentencia judicial firme, como se desprende del texto de la ley citada y de la historia fidedigna de su establecimiento...”*"°. En segundo lugar, la eficacia prejudicial s6lo la tendra la sentencia dic- tada entre las mismas partes, salvo que la sentencia anterior tenga eficacia erga omnes 0 se proyecte como un hecho juridico para ciertos terceros, conforme se examina més adelante. Esta limitacién surge de la garantia constitucional del debido proceso, puntualmente del principio de la bila- teralidad, que impide condenar a alguien sin haberlo previamente oido. Si se reconociera eficacia positiva o prejudicial a un fallo respecto de alguien que no fue parte en el proceso donde se dict6, se estaria infringiendo este limite esencial del derecho de defensa*!". En tercer lugar, la sentencia que se invoca debe estar amparada por la cosa juzgada material. Las sentencias que producen cosa juzgada formal no pueden producir un efecto prejudicial, ya que al no contener una decision inmutable es légico estimar que no puedan operar resolviendo prejudicial- ‘mente sobre algiin aspecto del objeto del nuevo proceso. La provisionalidad de lacosa juzgada formal determina que lo alli decidido no se pueda estimar como juzgado definitivamente sobre un tema. 26. La EFICACIA DE LA COSA JUZGADA FRENTE A TERCEROS Entre nosotros ha sido tradicional explicar los efectos de la cosa juzgada acudiendo a la regla elaborada por los juristas romanos y recogida en el NO geste sentido, CS, 5 de julio de 1921, RDI 1.20, see. 1, p. 495. 311 Ef Ia jurisprudencia anterior ala Constitucién de 1980 reconoce el limite sefatado la sentencia de la Corte de Apelaciones de Temuco de 23 de septiembre de 1965, al requerir la ne- cesidad de un juicio contradictorio entre las mismas partes para dar eficaia prejudicial a una sentencia judicial, En lo que interes, ali se declara:“..que de conformidad alo que dispone et aniculo 427 del Codigo de Procedimiento Civil se presumen verdaderos los hechos declarados tales en otro juicio dverso entre las mismas partes. Para tl efecto se exige entonces que el otro juicio haya sido ventilado entre las mismas partes, pues de otro modo no habria existido lanecesariacontradicci6n y que sobre los hechos en cuestion haya recaido un pronunciamiento judicial por el que se declaren verdaderos”. C. de Ap. de Temuco, 23 de septiembre de 1965, RDJ,%. 63, see. 2, p. 137. 164 Ausianono Rowsno SeauEt Digesto: res judicata tertio neque nocet neque prodest (la cosa juzgada, al tercero, ni le perjudica ni le aprovecha)!?. En nuestra jurisprudencia, la Corte Suprema ha resuelto reiterada- mente que el efecto de cosa juzgada no puede hacerse extensivo a per- sonas que no tomaron parte en la relacién procesal por no haber sido legalmente emplazadas’. Desde otro punto de vista, la defensa de los derechos de los terceros se hace tradicionalmente invocando el efecto relativo de la sentencia judicial ~consagrado en el art. 3° inc. 2° del Cédigo Civil-, debiendo admitirse su participacién en un proceso pendiente al que no han sido emplazados, con el objeto de que se puedan defender de los eventuales perjuicios que les puede acarrear el pronunciamiento de una sentencia judicial", 32 Como lo indica Attomo, el texto fundamental al respecto es el fragmento 63 de ape- Hationibus D. 42, 1 de Macro, el cual comienza de la siguiente manera: Saepe constitutum es res inter alos iudicaas ails non preceindicare. AuLoRI0, Entico, La cosa juzgada frente a terceros, Madrid: Marcial Pons, 2014, p. 45 (tr de M. A, Puuibo, La cosa giudlicatarispetto ai terzi, Milan, Gift, 1992). 313 La CS ha resuelto en decenas de sentencias que el efecto de cosa juzgada no puede hhacerse extensivo a personas que no tomaron parte en a relacién procesal por no haber sido legalmente emplazadas (CS, 24 de agosto de 1939, RDU, t. 37, sc. I", 22%; CS, 29 de mayo de 1951, RDJ, 1. 48, sec. 1, p. 139; CS, 31 de agosto de 1992, RDU; t. 89, sec. 1° p. 136) 5316 Enel iltime tiempo, reterael contenido de esta regla “Contreras con Banco de Chile” (2007}:*... De lo anterior se deriva c principio del efecto relatvo del contrato ode larelatividad desu fuerza obligatoria o también llamado efecto directo de los contratos, que significa que “tuellos slo generan derechos y obligaiones para las partes que concurren a su celebracion, sin benefcia ni perjudicar a los tereeros, a quienes, por ende, no les empecen. Tal principio thoes sino una representacion, a su vez, del principio dela autonomia de la voluntad. Este efecto Telative asignado a los contraios noes exclusivo de ells sino que también lo es alas sentencias ‘Asal respecto, el profesor René Abeliukseftala: ‘Es este un principio bésico y fundamental delderecho y constituye un axioms juridio indscutble: res inter alo acta lis neque nocere, reque prodesse potest (que podriamos verter las cosashechas por unos, no perjudican ni apro- vechana los demas)’. Y agrega ‘No es tampoco un principio limitado alos contratos, ni siquiera was convenciones, sino a todos los actos juridicos y ain a ciertos actos de autoridad como gon las sentencis (ar. 3°) El efecto de cosa juzgada se refieretnicamente alas partes que han intervenido en el pleito. Sélo la ley y otros actos de autoridad, expresamente autorizados por cl ondenamiento juridico: deceto,reglamento,et., pueden ser de efectos generales El efecto felativo del contrato consiste, pues, en que él afecta dnicamente a las partes contratantes y ‘no a aquellos que no han intervenido en su celebraci6n’ (‘Las Obligaciones'. Ediar Editores. (Curso oe Denscuo PaocesaL Civ. les Sin embargo, como se explicaba al estudiar la intervencién de terce- ros, la doctrina viene replanteando tal dogma, atendido que dicha regla clasica resulta insuficiente’!>. La prictica revela que en muchos casos la cosa juzgada afecta directa o reflejamente a los terceros*!®, A la doctrina procesal alemana le debemos la advertencia de que, para la proteccién de los terceros, no siempre es suficiente el principio del efecto relativo de la sentencia. Concretamente, se debe a Adolf Wach haber proyectado en el Ambito procesal a tesis que para el derecho sustancial elabord Rudolf von Ihering (1818-1892) sobre Ia eficacia directa y la eficacia refleja de los actos juridicos. La eficacia directa es aquella propia de Ia sentencia segin el tipo de accién que fue objeto del proceso: de condena, constitutiva o declarativa. En cambio, la eficacia refleja (0 secundaria) alude a los efectos que un fallo judicial no pretende producir directamente, sino que derivan de la dictacién de una sentencia, en cuanto se comporta como hecho juridico procesal. Los efectos reflejos se explican, en la mayoria de los casos, por la vinculacién que pueden presentar las relaciones juridicas materiales, razén por la cual, cuando tuna sentencia condena, declara o constituye, puede influir también sobre otras relaciones juridicas conexas a las que fueron materia de la decisin®””. Pag, 114). De lo dicho resulta, en consecuencia, que la conciliacién s6lo ha podido surtirefecto ‘ere las partes que han concurrido aellay, por lo mismo no puede haberlos producido y, por ‘ende, afectar derechos y garantias constituidos a favor de terceros(...). 318 Ci el T. Il de este Curso de Derecho Procesal, pp. 186-208, 316 En esta orientacién, CS, 25 de mayo de 2011. Rol N° 8950/2009 (Casacién) Vlex [N° 21175, indicar que “(..)alexistir ms de un sujeto a quienes afecta la prtensién, laausencia 4e llamamiento de alguno de ellos a juicio, deriva en a exclusin del debate juridico del omitido, y la subsecuenteimposibiidad de imponer los efectos derivados de cualquier pronunciamiento al que no ba sido emplazado, La esencia del asunto busca eliminar el riesgo de afectar con un pronunciamiento judicial a aquellos terceros ajenos al pleito. Entonces, es menester llamar a {juicio a todos los titulares pasivos dela relaci6n, quienes puedan verse alcanzados por los efec- tos de la cosa juzgada, cuyo carter es inminentemeate relativo, e incumbe exclusivamente a las partes, y no dala ni aprovecha a terceros (res inter aliosiudicatus alifs no praefudicare)”. 317 sobre el tema, ALLoRIo, Enrico, La cosa jusgada frente aterceros, ob cit, pp. 65-108. ft. Wacss,A., Manual de Derecho Procesal Civil (tt. Banzhaf), t. 1, Ediciones Juri Europa-América, Buenos Aires, 1977, p. 32. Un estudio en profundidad de esta cuestin se cefectia por Rosenoe Vittag, Cecilia, “Efectos directs y reflejos de la sentencia”, en RCHD, vol. 28, N° 3, pp. 489-507. 166 Ausiaxono Rowsxo Secust En apretada sintesis, el problema de los efectos de la sentencia respecto de terceros surge de constatar que, una vez pronunciado un fallo, puede repercutir en la realidad juridica del tercero, generando efectos indirectos 0 secundarios. En rigor, el tercero no es alcanzado por el efecto de cosa juzgada, que se produce entre las partes, sino que le afecta la sentencia como un hecho juridico. Constituye un principio aceptado por la doctrina procesal que la sen- tencia recaida en un proceso jurisdiccional puede provocar perjuicios en la esfera juridica de los terceros que no han sido partes en él. En algunos ‘casos, es la misma ley la que dispone estos efectos directos para los terce- 10s, que se ven vinculados a la eficacia de una sentencia judicial sin haber participado como parte en el juicio donde se pronuncié, como ocurre con las que constituyen el estado civil. La discusién:dogmatica sobre los efectos reflejos o colaterales de la sentencia no ha sido paeifica ni ha estado libre de contradicciones. Un hito relevante en este tema lo marca el trabajo de Liebman, a partir del cual se acepté, de un modo generalizado, la distincién entre cosa juzgada y efi- cacia de la sentencia, aceptindose que los efectos reflejos derivaban de la sentencia y no de la cosa juzgada, Segiin este autor, la cosa juzgada no es unefecto de la sentencia, sino una cualidad consistente en la inmutabilidad de los efectos de Ia sentencia, que pueden ser declarativos, constitutivos y de condena®'® Desde otro punto de vista, el problema de la eficacia directa y refleja de la sentencia, con relacién a los terceros, pasa por precisar si acaso un fallo judicial puede hacer surgir otras consecuencias en la esfera juridica de éstos, los que se derivan, a su vez, de la interdependencia que se cons- tata entre las diversas relaciones juridicas. Por ejemplo, la sentencia que condena al deudor principal a pagar el crédito provoca un efecto directo para las partes de ese juicio y un efecto reflejo para el fiador, que podré ser perseguido con posterioridad por el crédito que caucioné. Lo comtin en materia de eficacia refleja seré que los terceros se vean afectados pot la vinculacién que se constata entre su relacién juridica y la 318 Cf, Lies, ficacia y autoridad..., ob. cit en especial p. 100. (Curso be Derecho Procesa Civ. 167 que es objeto del proceso, donde se pronuncia la sentencia que les alcanzaré indirectamente. Esta vinculacién para los terceros determina que lo resuelto en la sentencia ajena configure un presupuesto de su relacién, al punto que la decisién le aleanza o repercute en la situacién juridica del tercero. Se debe insistir en que al tervero lo que le afecta es Ia eficacia refleja de la cosa juzgada, en términos que, a pesar de no haber intervenido en el proceso, la eficacia de dicha sentencia le alcanza, al punto que tal decisién habré adquirido para él los efectos de inmutabilidad e irrevocabilidad. Sélo el fraude o la colusién de las partes del juicio donde se pronuncié la sentencia debieran atenuar esta situacién, Los supuestos de eficacia refleja se deben determinar atendiendo a la casuistica. Es précticamente imposible delimitar de un modo preliminar esta cuestién. Sin embargo, los casos més frecuentes provienen basicamente de dos situaciones: 2) Cuando la sentencia que se pronuncie en un proceso donde el tercero no es parte modifique o extinga el derecho del tercero, como ocurre, por ejemplo, con la terminacién del arrendamiento para el subarrendatario (art. 1950 N°3 CC), y +b) Enel evento en que la sentencia dictada en el proceso donde el tercero no es parte contenga algtin elemento que pueda ser vinculante con alguna situacién juridica en la que intervino dicho tercero (w. gr., si se discute la nulidad de un testamento por demencia del testador, el notario otorgante puede ser sujeto pasivo de una accién de responsabilidad aquiliana, si en definitiva se llega a declarar tal ineficacia). ©) También se debe incluir al codeudor solidario en los casos en que se beneficia del acogimiento de una excepeién material deducida en otro juicio seguido contra otro codeudor de la misma prestacién. Esto se explica |juridicamente porque en nuestro derecho se ha impuesto la tesis de la plu- ralidad de vinculos para explicar la naturaleza de este tipo de obligaciones. Entre otras, han adherido a esta doctrina los fallos de la Corte Suprema de 28 de octubre de 2011 y 8 de octubre de 2013, sefialando que “la solidaridad pasiva contiene en su unidad una diversidad de relaciones, todas las que tienen y responden a una sola finalidad, cual es servir la satisfaccién de la 168 Acesaxoao Rowsxo Secuet prestacién al acreedor, es el debitum w obligacién a Ia deuda, en que las personas que se encuentran en tal vinculacién responden por el total (C. S. ‘Causa rol N° 59-07)"3!. Aunque utilizando una base argumental distinta, habia anticipado esta explicacién Ia sentencia de la Corte Suprema de 4 de octubre de 1993, sefialando que “la solidaridad pasiva constituye una eficaz garantia personal porque ella permite al acreedor hacer efectivo el derecho de prenda general sobre tantos patrimonios cuantos sean los deu- dores solidarios (...)">. ‘Aunque nuestto Cédigo de Procedimiento Civil no desarrollé su sistema protector de los derechos de terceros, ni delimit6 las consecuencias de la cosa juzgada sobre la base de los efectos directos 0 reflejos de la sentencia judicial, la verdad es que no resulta una temiética del todo ajena, conforme se pasa a explicar. A nuestro ordenamiento procesal civil no le es indiferente la eficacia que una sentencia pronunciada en un proceso declarativo puede producir contra terceros, existiendo varias situaciones donde se aprecia el interés por vincular 0 proteger a los terceros de la eficacia directa o refleja de una sentencia judicial. 27. LA SENTENCIA JUDICIAL COMO UN HECHO SURIDICO Un tema relevante y de dificil solucién es el valor probatorio que se puede atribuir a la sentencia respecto de terceros. Para tratar de resolver los miiltiples problemas que esta situacién pro- vvoca, la doctrina procesal ha venido proponiendo que la sentencia judicial sea considerada como un hecho juridico. Como se explicaba, es basico en esta descripcién recordar las palabras de Liebman, cuando puntualizaba, en su conocido trabajo Eficacia y au- toridad de la sentencia, que la concepeién clisica de la cosa juzgada duré hasta el dia “en que se hizo el andlisis del contenido y de los efectos de 5319 CS, 28 de octubre de 2011, rol N° 8690-10 (MJ 29943). ‘Distribuidora de Cine, Te- Jevision y Especticulos e/ Cinematogrifica Selman Ltda y otras”. CS, $ de octubre de 2013. Rol N° 7260-12, MJ 36326, “Becza Gestion S.A. e/Inmobiliria Luis Carrera Uno S.A. y otro" 320 C, 4 de octubre de 1993, GJIN® 160, sent. I p.33. (Curso De Denecuo Procesat. Crt 169 Ja sentencia, descubriéndose que los mismos pueden ser de indole muy diversa segin los casos”*?!, En palabras de Carpi, la tendencia de la doctrina a extender la eficacia de la sentencia a los terceros responde a una concepcién del derecho y, en particular, del proceso, no més restringida a individualismos decimo- nénicos, sino consciente del innegable dato social, de la complejidad e intercomunicabilidad de las relaciones; en iiltimo andlisis, de la publici- zacién més acentuada del proceso, espejo de un momento histérico y de sus ideologias*?, Como lo sintetiza Rosende, la sentencia puede ser contemplada desde dos puntos de vista: como acto y como hecho juridico. La sentencia como acto se refiere ala declaracién de voluntad del juez sobre el objeto sometido a su decisién una vez alcanzada una la solucién sobre el mismo y que afecta a las partes de un modo constitutivo, declarativo o de condena, La sentencia como hecho juridico, en cambio, alude a un acaecimiento desligado de la voluntad del juzgador, especificamente a los efectos no queridos ni previstos por el juez en la resolucién, ni perseguidos directamente por las partes al promover el proceso. Son los efectos indirectos, colaterales, secundarios © reflejos, cuando van referidos a los terceros. La sentencia, como hecho juridico, precisa esta autora, se integra en el supuesto de hecho de normas de las que se derivan efectos -colaterales o reflejos~ con un contenido determinado y diverso en cada caso>, * En esta parte hemos seguido pareciamente nuestro trabajo “Ia sentencta como medio de prueba”, publicado en RCHD, 2012, vol. 39, 2 pp. 251-276. 52) Licowan, Enrico ., Eficacia y autoridad de la sentencia, ob. cit, p.22. A este autor se le debe la distincién entre cosa juzgada y eficacia de la sentencia. A partir de este aporte se hizo general la aceptacién de que los efectos refiejos derivaban de la sentencia y no de la cosa juzgada, Para LissMaw la cosa juzgada no es un efecto de la sentenci, sino una cualidad de inmutabilidad de los efectos dela sentencia (dectarativos, consituivos y de condena). La sentencia, conforme a esta doctrina, tendria una eficacia general, que deriva de su naturaleza de acto de autoridad proveniente de un érgano del Estado. 52 Caan, Federico, La eficacia “ultra partes” de Ia sentencia civil, Lima: La Palesta,t. J.J. Monroy Palacios, 2007, p. 40. %2 Rosene Vittar, Cecilia, “Efectos directosyreflejos dela sentencia", en Revista Chilena «de Derecho, vol. 28 N° 3, 2001, pp. 489-507. Cff. RosexDE (2001), pp. 493-494, 170 Ausiaxono Roweno Secve. Para el tema que nos ocupa, la contemplacién de la sentencia como un hecho juridico pone énfasis en la inmutabilidad y la certeza juridica que con ella se obtiene, concibiéndola como una realidad de variadas y muil- tiples proyecciones. Lajurisprudencia ha podido utilizar los postulados dogméticos antes expli- cados al decidir algunos conflictos, tal como lo consignan los siguientes fallos: a) Corte de Apelaciones de Santiago, de 5 de mayo de 2014, cuando puntualiza que “(...) el problema que generan los efectos de la senten- cia respecto de terceros sera apreciable al constatar que una vez pro- nunciada podrd repercutir en la realidad juridica de aquéllos, generando efectos indirectos o secundarios, puesto que, si bien el tercero no es alcanzado por el efecto de cosa juzgada que se produce entre las partes, le afecta Ia sentencia concebida como un hecho juridico”. “Efectiva- | mente, constituye un principio aceptado por la doctrina procesal que la sentencia recaida en.un proceso jurisdiccional puede provocar perjuicios en la esfera juridica a los terceros que no han sido partes en él. En al- gunos casos es la misma ley la que dispone estos efectos directos para los terceros, que se ven vinculados a la eficacia se una sentencia judi- cial sin haber participado como parte en el juicio donde se pronunci6, como ocurre con las que constituyen el estado civil. La eficacia directa es aquella propia de la sentencia segiin el tipo de accién que fue objeto del proceso: de condena, constitutiva o declarativa”. “En cambio, la eficacia refleja (0 secundaria) alude a los efectos que un fallo judicial no pretende producir directamente, sino que derivan de la dictacién de una sentencia, en cuanto se comporta como un hecho juridico procesal Los efectos reflejos se explican, en la mayoria de los casos, por la vin- culacién que pueden presentar las relaciones juridicas materiales, razén por la cual cuando una sentencia condena, declara o constituye, puede influir también sobre otras relaciones juridicas conexas a las que fueron materia de la decisién (...)”. “Al tercero le afecta la eficacia refieja de Ja cosa juzgada, por lo que, pese a no haber intervenido en el juicio, la validez de dicha sentencia le alcanza al adquirir tal decisin a su respecto los efectos de inmutabilidad e irrevocabilidad”>™*. 524 €, de Ap. de Santiago, S de mayo de 2014. Rol N° 7774-13, MJ 37496. En similares términos, la misma Corte de Apelaciones de Santiago, en sentencia de 31 de julio de 2014, (Curso pe Denso Procesat Civ. m b) También acepta la distincién indicada el voto de minoria redactado por el Ministro Sergio Mufioz, en el fallo de 18 de noviembre de 2013, seffalando que “(...) en la doctrina procesal suele hablarse de una doble eficacia de la sentencia: ‘de eficacia directa y de eficacia refleja’. La primera, explicada de una manera simple, es la vinculacién de su parte dispositiva en otro proceso. La segunda, se produce cuando se coneibe a la sentencia como un hecho juridico. A este respecto, es ilustrativo citar el siguiente pasaje: “Asi, por ejemplo, como nos indica Morén, resulta que si una sentencia anula un contrato principal, se produciré un efecto directo e inmediato sobre el acreedor y el deudor, partes del proceso, y ademas un efecto in- directo, que descansa en el propio mecanismo de la norma aplicada por el juzgador, que incide inevitablemente en la esfera juridica del fiador’ (..) “Los efectos reflejos de la sentencia son consecueneia primordialmente del entrecruce de las relaciones juridicas materiales. Las relaciones juridicas habia resuelto que “...) en el escenario en que nos sitian las declaraciones efectuadas y de- cisiones adoptadas en elresefado flo aparece pertinente recordar que desde hace bastante tiempo, frente a la comprobacién empirica de que en muchos casos el efecto de cosa juzgada de una sentencia afecta directa o reflejamente a terceros, a doctrina viene replanteado los términos absolutos con que tradicionalmente se ha esgrimido la regla del Digesto: res judicata Jercio neque nocet neque prodest, para explicar los efectos de dicha institucién procesal” “Asi el problema que generan los efectos de la sentenciarespecto de terceros seréaprecable al constatar que una vez pronunciada pode repercutiren la realidad juridica de aquellos, ‘generando efectos indirectos o secundarios, puesto que si bien el tercero no es aleanzado por el efecto de cosa juzgada que se produce entre la partes, le afecta Ia sentencia concebida ‘como un hecho jurdico. “Efectivamente, consttuye un principfo aceptado por la doctrina procesal que la sentencia reeaida en un proceso jursdicefonal puede provocarperjucios en Ia esfera juridica alos terceros que no han sido partes en él. En algunos casos es Ia misma ley Ia que dispone estos efectos drectos para los terceros, que se ven vinculados ala eficacia ‘se una sentencia judicial sin haber participado como parte en el juicio donde se pronuncié, como ocurre con las que constituyen el estado civil. La eficacia directa es aquella propia de la sentencia segin el tipo de accién que fue objeto del proceso: de condena, consttutiva © declarative”. “En cambio, la eficacia refieja (0 secundaria) alude alos efectos que un fallo Judicial no pretende producir directamente, sino que derivan de a dictacin de una sentencia, ‘en cuanto se comporta como un hecho juridico procesal. Los efectos reflejos se explican, fen la mayoria de los casos, por la vinculacién que pueden presentar las relaciones jurdicas materiales, raz6n por la cual cuando una sentencia condena, declara 0 constituye, puede in- flur también sobre otras relaciones juridicas eonexas a las que fueron materia dela decision (...)".“Al tercero le afecta Ia eficacia refleja de la cosa juzgada, por lo que pese @ no haber intervenido en el juicio, la validez de dicha sentencia le alcanza al adquirr tal decisi6n a su respecto los efectos de inmutabilidad e irrevocabilidad” (C. de Ap. de Santiago 31 de julio de 2014. Rol N® 6483-13, MI 38332). m ‘Avezavno Rowexo Seaver no viven aisladas, sino entrecruzadas en la realidad, dispuestas y combi- nadas de tal modo que la una reacciona de diversas formas sobre la otra. Por ello, la sentencia, en cuanto declara la certeza, condena a una presta- cién, 0 constituye, resuelve 0 modifica una relacién juridica, puede influir, como hecho juridico, sobre otras relaciones’ (Aportaciones del Profesor Eduardo Font Serra a la doctrina juridica, Imprenta Nacional del Boletin Oficial del Estado, p. 22)" 28. ALOUNAS SENTENCIAS QUE ACTUAN COMO UN HECHO IURIDICO Nuestro derecho positivo no es ajeno a la temética de la sentencia cuya cficacia es invocada en un proceso ulterior por terceros. Segiin el caso, éstos pueden invocar la eficacia refieja o el efecto “ultra partes” de la sentencia. civil. Como se explicard, se trata de hipétesis incorporadas por el legislador 0 que se coligen por la existencia de relaciones jurfdicamente dependientes © conexas, que reclaman este tratamiento juridico. En definicin de Carpi, “Ios efectos reflejos consisten en la transmision a los terceros de la cosa juzgada y no son queridos por la ley ni previstos por el juez; ellos se verifican como consecuencia de una concomitante situa- cidn de derecho sustancial, en el sentido de que la sentencia influye sobre Ja relacién juridica del tercero, a través de la regulacién dada a la relacion entre las partes”226, Por su lado, la eficacia “ultra partes”, como se verd, se vincula a situa- ciones juridicas en las que hay varios sujetos legitimados o colegitimados y cuya actuacién puede producir una sentencia judicial cuyos efectos se ‘extienden a terceros que se encuentran en su misma posicién. 28.1. En materia de libre competencia La proteccién de la libre competencia cuenta con un proceso civil espe- cial, regulado en el D.L. N° 211 de 1973 (modificado por la ley N° 20.945, publicada el 19 de agosto de 2016). En este ambito el Fiscal Nacional 525 CS, 18 de noviembre de 2013, Rol N° 377-12, MI 36388. 26 Cann, Federico, La eficacia “ultra partes” de la sentencia civil, ob. cit p. 61. (Curso ve Denso Procesat Civ. 13 Econémico tiene legitimacién para actuar en la defensa del interés general de la colectividad, ello sin perjuicio de las acciones que puedan deducir los particulares por el mismo tema", Por su parte, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia debe resol- ver el asunto contencioso materia del proceso, absolviendo 0 condenando al sujeto pasivo a quien se imputa alguna conducta que califique como un ilfeito que afecte el regular funcionamiento del mercado. Ahora, en el evento, que alli se pronuncie una sentencia de condena, ésta puede ordenar la correccién, prohibicién o represién de conductas an- ticompetitivas debidamente acreditadas en la causa y también la adopcién de medidas preventivas, junto con la aplicacién de una multa (arts. 1° y 26 del D.L. N® 211). Para tal efecto, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia podré pronunciarse sobre acciones indemnizatorias en ulterior proceso seguido ante ese mismo tribunal, en el que puede surgir una hipétesis de eficacia refieja de la sentencia, Para lo que aqui interesa, el art. 30 del D.L. N° 211 dispone: “la accién de indemnizacién de perjuicios a que haya lugar con motivo de la dictacién por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia de una sentencia definitiva ejecutoriada, se interpondré ante ese mismo Tri- bunal y se tramitard de acuerdo al procedimiento sumario establecido en €l Titulo XI del Libro Tercero del Cédigo de Procedimiento Civil (...)” El mismo precepto anterior puntualiza que “al resolver sobre la accién de indemnizacién de perjuicios, el Tribunal de Defensa de la Libre Com- petencia fundara su fallo en los hechos establecidos en su sentencia que sirvan de antecedente a la demands (..)”. “La indemnizacién de perjuicios comprendera todos los dafios causados durante el periodo en que se haya extendido la infraccién”. La declaracién de ilicitud contenida en este fallo permite que tanto la parte vencedora como un tercero que no actué en esa relacién proce- 527 El requerimiento es el nombre tfenico que rece el escrito que contene la acién jer- «ida por el FNE para la defensa del “interés general”. También puede ser iniciado mediante una , Desde otro punto de vista, no reconocer al tercero 1a posibilidad de utilizar la sentencia del TDLC levaria a que tenga que repetir el juicio fundado en los mismos hechos que ya fueron juzgados. En nuestra opinién, tal situacién no se justifica, atendido que infringiria el principio del non bis in idem (no dos veces lo mismo). Tema distinto es que el tercero deba acreditar las otras exigencias del ilicito civil cuya indemnizacién reclama, en especial la relacién de causalidad entre el hecho fijado en la sentencia como contrario a la libre competencia y el dafio que demanda>”. 28.2. En las acciones de repeticién contra terceros Otra manifestacién de la sentencia como un hecho juridico se puede dar con ocasién de acciones que se pueden deducir contra terceros, por haber operado algiin supuesto previsto en la ley, que permite ejercer el derecho de repeticién o de reintegro en su contra En el Cédigo del Comercio esta situacién se contempla en el art. 534, como un efecto vinculado al pago de la indemnizacién que se produce en el contrato de seguro, conforme a la reforma introducida por la ley N° 20.667 de 9 de mayo de 2013. En la sentencia de la Corte Suprema de 25 de agosto de 2015 se ha sefialado que “(...) a subrogacién legal que acontece por el hecho del pago del siniestro opera por el solo ministerio de 1a ley a beneficio del asegurador, el cual se subroga al asegurado en los derechos y acciones 3 Mancuaca Ouvaees, Tomas, “Libre competencia y competencia desieal en ta ley 1N*20.169, existe contradiccién entre amb disciplinas?”, en Competencia Desleal, Facultad de Derecho Universidad de los Andes, CEJ N° 14, 2007, p. 38, 380 Banos Bourt, Enrique, Tratado de responsabilidad extracontractua, Santiago: Edi- torial Juridica de Chile, 2007 reimp., pp. 1042-1047. 176 Auzianoto Roweno Secu que éste tenga contra terceros en raz6n de la pérdida, toda vez que la subrogaciOn es una ficcién legal en cuya virtud una obligacién que de- bia considerarse extinguida por el pago hecho por un tercero, queda sin ‘embargo vigente en poder de éste, el cual obra como si fuese la misma persona del acreedor (...)”3!. La Compaiiia de Seguro al pagar la indemnizacién se subroga legal- mente en las acciones que tiene el asegurado en contra de los terceros civilmente responsables, al tenor del articulo 534 del Cédigo de Comercio (exarticulo 553 del Cédigo de Comercio). Como sostiene Contreras, “esta especie de derecho de subrogacién del asegurador, que es, entonces, el que reconoce la ley chilena se caracteriza porque es una subrogacién legal y no convencional, y porque su naturaleza y aleances, sus vicisitudes y las secciones a que esté expuesta son en todo exactamente las mismas que las que le corresponde al derecho que tenga el asegurado para perseguir a los terceros responsables del siniestro”*. En igual orientacién, Nasser enfatiza que “frente a una subrogacién legal, como la contemplada en el articulo 534 del Cédigo de Comercio, se producen importantes mo- dificaciones en las reglas de legitimacién, tanto activa como pasiva, sin necesidad de notificaciones, revisiones, aceptaciones ni convenciones de ninguna clase (...). El consentimiento del deudor no se requiere ni aun técitamente (...). Una norma particular que asegure subrogacién legal (0 convencional) es siempre necesaria para dar operatividad al negocio del seguro y evitar conflictos innecesarios de legitimacién o titularidad”>?> Es el hecho de pago lo que produce esta hipétesis de excepcién a las reglas generales*™*, 531 C5, 25 de agosto de 2015. Rol N° 3293-15, M142361. “Compatia de Seguros Generales (Penta Security 8.4.) ¢/ Su-Bus Chile” 532 Covrgenas Srrauct, Osvaldo, Derecho de Seguros, Andliss sistematico de la nueva ley chilena sobre el Contrato de Seguros, Santiago, LegalPblishing, 2014, p.361, 535 Nasser Otea, Marcelo, Contrato de Seguro, Comentarios al Titulo VIII, Libro Il de Csigo de Comercio, Roberto Rios Ossa (director), Carolina Scere Mansur (editor), Santiago, LegalPublishing, 2015, pp. 390-392. 33 La C, de Ap. de Copiapé, en sentencia de 26 de mayo de 2014, resotvié que: 19) Que una vez pagada la indemnizacién, la aseguradora se subroga legal y autométicamen teen todos los derechos y acciones que el asegurado tenga en contra de tereeros aquellos ‘Cassantes del siniestro, 0 que civilmente deban responder del mismo-, por aplicacion del Curso 0¢ Denecuo Procesat Ci, 7 29. La EFICACIA “ULTRA PARTES” DE LA SENTENCIA La eficacia “ultra partes” se vincula con situaciones juridicas en las que hay varios sujetos legitimados o colegitimados, y cuya actuacién puede producir que los efectos de una sentencia judicial se extiendan a terceros que se encuentran en su misma posicién juridica™™s, Como se podré apreciar, se trata de una excepcidn a la regla general, que sabemos limita los efectos de las sentencias a las partes, conforme a lo previsto en el art. 3° inc. 2° del Cédigo Civil. 29.1. La accién derivativa del art. 133 bis de la LSA Una manifestacién de sentencia “ultra partes” se recoge en la denomi- nada accién derivativa, prevista en el articulo 133 bis de la LSA. Se trata de una hipétesis de legitimacién extraordinaria que permite a un accionista, ‘© un grupo de los mismos (con una participacién a lo menos del 5% de las acciones emitidas) o también a un director, demandar en nombre y be- neficio de la sociedad, para el solo efecto de pedir una indemnizacién de perjuicios. El efecto normal de esta accién es la obtencién de una restitucién patrimonial para la sociedad, si prospera. Ahora, la ley no indica el alcance que tiene el efecto de cosa juzga- da en el ejercicio de esta accién, pero la situacién juridica que resulta de esta sentencia invita a considerarla dentro del efecto “ultra partes”. En efecto, no obstante que la sociedad anénima no es parte del juicio en que se deduce la accién derivativa, es ella la que en definitiva termina por beneficiarse de la sentencia, si los demandantes obtienen la indem- nizacién de los perjuicios, Lo anterior significa que dicha sentencia es principio general que consagra en su inciso 1° el articulo 553 del Cédigo de Comercio, segtin texto vigente a la época de los hechos. Juridicamente, esta subrogacién implica la susttucién del asegurado para el ejrcicio de las sefialadas acciones finde recuperar ~iaaseguradora— hasta la cantidad pagada en virtud de la poliza” C. de Ap. de Copiapd, 26 de mayo de 2014, rol N® 469-13, MJ 37631, “Aseguradora Magallanes S.A con Franulic Alcayaga”” 255 una exposicin lata en Cam, Federico, La eicacia “ultra partes” dela sentencia civil, ob. cit, pp. 15-125. 178 ‘Auesaxono Romero SeoveL oponible a la sociedad y los otros sujetos legitimados para ejercer la accién derivativa®*. 29.2. En materia de responsabilidad civil por dao al medio ambiente tra situacién donde se contempla una hipétesis de varios colegitimados es en materia de responsabilidad civil por dafio al medio ambiente. El art. 54 inc. 1° de la Ley N° 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente, dispone que “son titulares de la accién ambiental sefalada en el articulo anterior, y con el solo objeto de obtener la reparacién del medio ambiente dafiado, las personas naturales o juridicas, piblicas o privadas, que hayan suftido el daio o perjuicio, las municipalidades, por los hechos acaecidos en sus respectivas comunas, y el Estado, por intermedio del Consejo de Defensa del Estado. Deducida demanda por alguno de los titulares sefia~ lados, no podran interponerla los restantes, lo que no obsta a su derecho a intervenir como tercero. Para los efectos del articulo 23 del Cédigo de Procedimiento Civil, se presume que las municipalidades y el Estado tienen interés actual en los resultados del juicio”. La eficacia “ultra partes” en este tema se da por el hecho de que el legi- timado que no demand6 originalmente se verd alcanzado por la sentencia judicial, al ser titular del mismo derecho que es objeto de la discusién*”, 29.3. En la proteccién a los consumidores ‘También en la regulacién de la proteccién de derechos de los consumi- dores se da una hip6tesis en la que la eficacia de la sentencia puede alcanzar a terceros que, sin haber sido parte en un determinado proceso, puedan hacer valer en su beneficio un fallo judicial. Esta situacién se encuentra reconocida en la ley N° 19.496 (reformada el 14 de julio de 2004 por la ley "36 Roweno Seoutt, Alejandro; Diaz VintaLoses, José Ignacio, “La accién de response- ilidad civil del at, 133 bis de la Ley de Sociedades Andnimas”, RDJ, T. XCIX, pp. 51-65: 537 Si tiene interés en patticipar de este proceso, lo podré hacer mientras en juicio esté pendiente, yen calidad de intervinienteIitisconsorial,ingresandoal proceso como un autntica litisconsorte que ejecita el derecho de accién, ‘Curso pe Deascuo Procesat Civ 19 N? 19.955), a propésito del mecanismo de proteccién juridica introducido en las acciones para tutelar el interés colectivo y difuso™8, El art. 53 de la LPC dispone que, “una vez ejecutoriada la resolucién que declaré admisible la accién, el tribunal ordenaré al demandante que, dentro de décimo dia, mediante publicacién de al menos dos avisos en un medio de circulacién nacional, informe a los consumidores que se consideren afectados, para que se hagan parte, si lo estiman procedente”. Es mencién esencial del aviso que confecciona el secretario del tribunal contener: “) El llamado a los afectados por los mismos hechos a hacerse parte en el juicio, expresando que los resultados del juicio empeceran también a aquellos afectados que no se hicieran parte en él”. Por su parte, el art. 54 de la LPC dispone que “a sentencia ejecutoriada que declare la responsabilidad del o los demandados produciré efecto erga ‘omnes, con excepci6n de aquellos procesos que no hayan podido acumu- larse conforme al niimero 2) del inciso final del art. 53, y de los casos en que se efectie la reserva de derechos que admite el mismo articulo”®, 30. Juicio EIECUTIVO ¥ Cosa sUzGADA La eficacia de cosa juzgada en el juicio ejecutivo ha promovido tradi- cionalmente una interrogante: si acaso existe la posibilidad de examinar con posterioridad, a través de una accién ordinaria, la juridicidad de los actos que Ilevaron a la ejecucién, especificamente cuando el derecho 298 Sobre el ema, AdviakezanaL. GROsTem, Maite, “Capacidad para ser parte y capacidad de los grupos de consumidores afectados: su tratamiento en laley de proteccién de consumidores y «enel anteproyecto del CSdigo Procesal Civil" en La reforma Procesal Civil en Chile,(VV.AA.), U. de los Andes, Cuadernos de Extensidn N° 16, 2009, pp. 119-136; “Algunas precisiones en tomo alos intereses supraindividuales (colectives y difusos)”, en Revista Chilena de Derecho, ‘volumen 2006, N° 1, pp. 69-91; “El procedimiento para la defensa de intereses colectivos y difusos de consumidores y usudrios en la ley N° 19.946", Cuadernos de Extensién Juridica, Universidad de los Andes, 2006, pp. 143-173. 5 Sobre el alcance de esta sentencia, AGuiRREZABAL. GrONsTEI, Maite, “La extension de Jos efectos de Ia sentencia dictada en procesos promovides para la defensa de los intereses colectivos y difusos de les consumidores y usuarios: régimen en la ley chilena de proteccién al consumidor”, en lus et Praxis, N* 1, 2010, pp. 99-124. 180 ‘Attianono Romero Seouet de defensa del ejecutado fue practicamente suprimido 0 restringido por el legislador®*”. La opeién del CPC, al permitir en el art. 464 que el ejecutado oponga ‘una amplia gama de excepciones, llevé a reconocer eficacia de cosa juzgada ‘material a la sentencia sobre el fondo en el juicio ejecutivo. Lo anterior significa que lo que alli se decida no puede ser revisado en un juicio pos- terior por impedirlo la dimensién negativa de la res judicata, que se alega ‘mediante la excepcién de cosa juzgada (art. 478 CPC). El esquema anterior reconoce salvedades en las que se altera el principio o regla general sobre la eficacia de cosa juzgada sustancial. Ellas dicen relacién con dos instituciones a través de las cuales la sentencia dictada en el juicio ejecutivo s6lo alcanza la cosa juzgada formal, cuales son la renovaci6n de la accién ejecutiva, o bien alguna de las hipétesis de reserva de acciones 0 de las excepciones para el juicio ordinario posterior. La renovacién de la accién ejecutiva esta reglamentada en el art. 477 del CPC. Tanto la doctrina como nuestra jurisprudencia han coincidido en sefialar que la enumeracién del art. 477 CPC no es taxativa, incluyendo otras cuestiones dentro de la genérica expresién “falta de oportunidad en la ejecucién”, la que apuntarfa tanto a cuestiones relativas a excepciones procesales como a los demés requisitos del titulo que puedan ser legalmente subsanados (por ejemplo, que se cumpla el plazo o la condicién que no hacia exigible la obligacién, que se subsane el problema de capacidad 0 representacién, etc.). Es obvio que al haberse acogido alguna excepcién “40 _Este probleme fue advertido por nuestro legislado, tal como se apresia de la lectura del Mensaje del Codigo de Procedimiento Civil, al puntualizar que “ha sido materia de dudes el valor de cosa juzgada que corresponde a las sentencias de fos juicios ejecutivos con relacién ala acci6n ordinaria en que se ventlen los mismos derechos, y ha parecido tportuno coasignarreslas precisas que resuelvan aquella duda”. Sin embargo, la previsién del Mensaje no constituye una respuesta general, puesto que se refiere sd al procedimiento tjecutivo del Libro Il del CPC, dejando abierta la interrogant para los otros procedimien- tos de ejecucion que coexisten en nuestro ordenamiento. Como se explicaré oportunamente, es posible consttar la existencia de tes tips de jucios: la ejecucion en sentido estricto, el juico ejecutivo sumaro y el julio ejecutvo declarativo o con fase de cognicin. En cada uno de esos procedimientos la eficecia de cosajuzgada se comport ( se deberia comprar) de un modo diferente (Curso pe Desscuo Procesat Cv Is que no falle el fondo del asunto, se pueda renovar la accién ejecutiva, ya que esa es una caracteristica de las sentencias meramente procesales, que no produzean cosa juzgada sustancial. Por su parte, lareserva de acciones y excepeiones para el juicio ordinario posterior es una situacién que se da cuando el ejecutante o el ejecutado, con el objeto de evitar que la sentencia impida reabrir nuevamente el de- bate sobre el derecho materia de la ejecucién, optan por pedir al juez.de la causa que se les autorice para promover una nueva discusién en un juicio posterior. En tal hipétesis, la sentencia que se dicte en el juicio ejecutivo no produce cosa juzgada sustancial, sino meramente formal, ya que la accién o la situacién juridica que se contenia en la excepcién podrin ser examinadas en el juicio ordinario de lato conocimiento. La reserva de acciones del ejecutante se regula en el art. 467 CPC. Esta institucién es distinta del desistimiento de la accién, que como sabe- mos produce cosa juzgada sustancial (art. 148 CPC). En el caso del ejecutado, la reserva de excepciones se reglamenta en los articulos 473 y 474 del CPC. La otra posibilidad de reserva de acciones o de excepciones se reconoce en el art. 478 inc. 2° del CPC. En la jurisprudencia se ha sintetizado lo antes explicado la sentencia de la Corte Suprema de 3 de noviembre de 2015%! A la situacién anterior se debe agregar una situacién excepcional que surge cuando el ejecutado no opone excepciones en el juicio ejecutivo con fase declarativa o de cognicién, que hace surgir lo que la doctrina ha denominado —erréneamente, a nuestro entender- como “sentencia ficta’” Su origen se encuentra en la ley N° 7.760 de 1944, que modificé el pre~ cepto original del CPC, introduciendo esta peculiar situacién en la que la omisién del deudor permite dar paso a una actividad de pura ejecucién sin que exista sentencia. Antes de la referida reforma de 1944, el juez tenia MICS, 3 de noviembre de 2015. Rol N* 8097-15, MI 42845, “Market Negocios S.A. c/ Iustre Municipalidad de Cerro Nava” 182 Auzianono Rowsxo Seavet siempre la obligacién de dictar sentencia definitiva de pago o de remate, aunque no se opusieran excepciones**?. La solucién anterior da paso a una especial forma de ejecucién que no esta amparada por la cosa juzgada sustancial. En efecto, al haberse supri- ido en 1944 la obligacién de dictar sentencia, a la ficcién que recoge el articulo 472 no le es aplicable lo dispuesto en el articulo 478 del mismo cuerpo legal, que dispone que “la sentencia recaida en el juicio ejecutivo produce cosa juzgada en el juicio ordinario, tanto respecto del ejecutante como del ejecutado”. En abono a nuestra tesis se suman algunos pronunciamientos judicia- les que han venido reconociendo expresamente que la ficcién legal que analizamos no produce cosa juzgada. En tal sentido, una sentencia de la Corte Suprema, de 9 de octubre de 1997, rechaz6 un recurso de casacién en la forma—que denunciaba como infringida la cosa juzgada-, esgrimien- do expresamente que “el articulo 472 permite atribuir al mandamiento el cardcter de sentencia pero sélo para los efectos de la realizacién de los bienes embargados y el pago de la deuda respectiva, sin que resulte procedente extender tal efecto a situaciones como las que propone el recurso, pues en tal caso se requiere de la existencia de una sentencia propiamente tal (..)"8, 31. EL RECURSO DE PROTECCION Y LA COSA JUZGADA FORMAL En materia de la accién constitucional de proteccién, las sentencias que se pronuncian sobre el fondo producen el efecto de cosa juzgada for- mal“, Las razones de esta solucién se explican fundamentalmente por la 342 E] antiguo articulo 493 (actual 472) disponia que “si el ejecutado no dedujere oposicién legal, se pronunciard también, a peticin de pare, sentencia de pago 0 remate”. Lo anterior determinaba que el ejecutado no perdia la posibilidad de obtener una sentencia absolutoria, ode recurrr si ella le era desfavorable.Incluso, en la jurisprudencia de principios del siglo pasado se discutia si en el evento de no oponerse excepciones el tribunal podia absolver al ejecutado, cexistiendo opiniones discrepantes. 3 C5, 9 de octubre de 1997, RDU; t. 94, see. Ip. 107 54 Sobre el tema, con algunos matices sobre la eficacia del fallo, Soro Koss, Eduardo, jentes trabajos: El recurso de proteccién, Santiago: Editorial Juridica de Chile, ‘Curso pe Denso ProcesaL Civ. 183 naturaleza de esta accién y el cardcter sumarisimo del procedimiento que se utiliza para este debate. En la jurisprudencia explicitamente se ha reconocido a la sentencia de proteccién un valor de cosa juzgada formal, admitiendo que ella es revisa- ble con posterioridad ante otros érganos competentes, sin que lo decidido como medida de proteccién adquiera el cardcter de inmutable. La Corte Suprema ha reconocido expresamente esta realidad, entre otras, en la sentencia de 19 de enero de 2005, al sefialar que “(...) el recurso de proteccién persigue la adopcién inmediata de medidas de resguardo frente a acciones u omisiones ilegales o arbitrarias que afecten, amaguen © amenacen alguna de las garantias mencionadas en el articulo 20 de la Carta Fundamental de la Reptblica y la sentencia que en él recaiga también acarrea, a su turno, tinicamente cosa juzgada formal”, Este rasgo de la cosa juzgada se explica porque la doctrina cientifica y jurisprudencial ha calificado al recurso de proteccién como una accién cau- telar, para denotar que la sentencia de proteccién no puede ser considerada como una declaracién jurisdiccional del derecho de un modo definitivo, sino que més bien obedece a una medida de cardcter cautelar, provisional, .un mero paliativo frente a las amenazas o perturbaciones de las garantias constitucionales tasadas por la Carta Fundamental, El cardcter provisional de la cosa juzgada formal determina que en un juicio posterior es juridicamente admisible modificar el criterio de solucién sentado en sede de proteccién. Sintetiza todo lo anterior, entre otros, el fallo de la Corte Suprema de 4 de octubre de 2001, al sefialar: “5°) Que el articulo 20 de 1a Constitucién Politica de la Republica consagra el denominado Recurso de Proteccién de Garantias Constitucionales, al establecer que el que por causa de actos u omisiones arbitrarios o ilegales sufta privacién, perturbacién o amenaza en 1982, pp. 284-300; “Cosa juzgada y recurso de proteccién”, en Gaceta Juridica N° 50, 1984, pp. 3-14; “1976-1986, Diez aos de recurso de proteccién. Una revolucion silenciosa”, en RDJ, 1. LXXXILL, N° 3, 1986, pp. 157-160. 5 CS, 19 de enero de 2005, MI 15531 184 Avzzawono Rowexo Secuet el leg{timo ejercicio de los derechos y garantias establecidos en el articulo 19, que se detallan. El mismo articulo previene que la Corte de Apelaciones respectiva adoptaré de inmediato las providencias que juzgue necesarias para restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida proteccién del afectado, sin perjuicio de los demés derechos que pueda hacer valer ante la autoridad o los tribunales correspondientes”. “Esto es, admite ex- ppresamente la posibilidad de plantear el mismo asunto ante los tribunales correspondientes, lo que se compadece con su calidad de accién cautelar, por lo que es efectivo, que tinicamente produce lo que se denomina cosa juzgada formal”™6, “46 C5, 4 de octubre de 2001, MJ 7381. Con anterioridad, en la misma orientacion, ene otras, CS, 28 de marzo de 2007 (ol N° 1563-06, MJ 9569), al sefialar: “no obstante y en re~ lacidn al fondo de este recurso, resulta procedente recoger como fundamento para su rechazo aquel en que la Corte basa dicha decisign, esto es, el contenido de la norma del articulo 20 de la Consttucibn Politica de la Repiblica, en cuanto establece que el recurso de proteccién deja salvo los dems derechos que el recurente pueda hacer valer ante la autoridad adminis- trativao los tribunales correspondientes, de lo que se desprende claramente que el recurso de proteccién slo produce cosa juzgada formal y no material como se pretende, ello en atencién su propia naturaleza cautelar, y a las circunstancias procesales en que se desenvuelve, que ro da oportunidades para fa produecién y critica de la prueba, no permitiendo una sentencia debidamente informada, lo cual hace improcedente la antes aludida causal de nulidad formal (.J"CS, de 26 de junio de 1995, RDJ,t. 92, see. 5%, p. 110; CS, 27 de abril de 1995, REV, .92, seo, 5 p.73-C. de Ap. de Punta Arenas, de 16 de agosto de 2012, rol N° 56-12 (MJ 330794).

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