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126 Auziawono Roweno Scovel corriente tedrica, iniciada por juristas austriacos y alemanes, que busca ex- tender este tipico instituto de la sentencia judicial al acto administrativo”” 14, COSA JUZGADA Y JURISDICCION VOLUNTARIA En nuestro derecho la caracterizacin de la jurisdiccién voluntaria o no contenciosa se encuentra en el art. 817 CPC. Alli, siguiendo a la doctrina clisica, se declara que son actos judiciales no contenciosos aquellos que segiin la ley requieren la intervencién del juez y en que no se promueve contienda alguna entre las partes”. Tanto en el plano teérico como en el jurisprudencial, la calificacién de lajurisdiccién voluntaria como una manifestacién de la actividad adminis- trativa tiene plena aceptacién en nuestro medio. Entre otros, sintetiza esta doctrina el fallo de la Corte Suprema de 26 de octubre de 2012, al sefialar: “Cuarto: Que en el caso de los asuntos judiciales no contenciosos, por tener éstos un cardcter administrativo, donde sélo existe el interesado y un asunto a resolver, no cabe hablar de excepcién de cosa juzgada, toda vez que no eexisten propiamente partes, ni procedimiento que lleve a la resolucién de un conflicto de relevancia juridica, como sucede en los asuntos contenciosos de naturaleza jurisdiccional (...)"2) Las resoluciones pronunciadas en los actos de jurisdiccién voluntaria no producen cosa juzgada porque se generan sin un contradictor que permita luego verificar la triple identidad que demanda la excepcién de cosa juzgada y, ademés, por la circunstancia de que lo resuelto en sede no 219 Una sintesis del problema, eff, Duran Magrivez, Augusto, “Cosa uzgada administrati- ya", en Jus Publicum, Escuela de Derecho, Universidad Santo Tomas, N° 3, 1999, pp. 115-132. 220 } criterio de la ausencia de contradiccién tiene su origen en un texto de Marciano, contenido en el Digesto (D. 1.16.2 Pr. 1)-Deahi pasé a las Prtidas, sirviendo luego de inspita- Gin al legislador dl siglo XIX. Sin embargo, la doctrina no acepta pacficamente este riterio, puntualizando que también en el proceso contencioso podria dase I falta de contradiecin, Sobre el tema, entre a abundante bibliograffa, Fexnanpez ve BuxAx, Antonio, La jurisdiceién ‘voluntaria, Madrid: Civitas, 2001, pp. 57-101. 221 CS, de 26 de octubre de 2012, Rol N° 11497-11, MJ 33564, “Soto Hergutt, Sergio”. En igual orentaciin, CS, 28 de abril de 2014, Rol N* 2260/2013. VLex N°N* 78446; CS, 10 de julio de 1935, RDJ,t. 32, ee. 1, p. 427. (Curso ps Denscio Procesat. Cri 127 contenciosa es esencialmente revocable, en el mismo procedimiento o a través de acciones ordinarias. La Corte Suprema ha resuelto que no es procedente alegar la excepeién de cosa juzgada cuando ésta se funda en lo decidido en un asunto de juris- diccién voluntaria, ya que no existe identidad de objeto 0 de causa de pedir entre la cuestién materia del juicio con la que fue objeto de esa gestién?22. Solo si el asunto voluntario ha devenido en contencioso por oposicién del legitimo contradictor, lo que se resuelva en tal proceso esta amparado por el contenido negativo de la cosa juzgada”, 15. COSA JUZGADA ¥ GESTIONES PREPARATORIAS Las gestiones preparatorias se caracterizan por la realizacién de una actividad donde el juez no juzga acerca de acciones 0 excepciones, sino que se limita, a lo mds, a intervenir en una actividad previa a un juicio, de cardcter preparatoria, probatoria o cautelar. Como en ella no se emite un pronunciamiento sobre el fondo de un asunto que pueda entenderse juzgado por el tribunal no se puede predicar que produce el efecto de cosa juzgada. Como bien lo ha reconocido la Corte Suprema, en sentencia de 19 de agosto de 1933, “la confesién judicial de la deuda, asi como el reconoci- miento de firma, no es sino un medio de preparar la ejecucién que la ley confiere al acreedor que carece de titulo, en las obligaciones de dar, siendo, por lo tanto, un trémite exigido por la ley para entrar al juicio ejecutivo que, atendido el mecanismo de la ley, no puede producir cosa juzgada, al revés de lo que ocurre con Ia sentencia que se dicta en el juicio ejecutivo que lo produce para el ordinario”?24, En el caso de las medidas prejudiciales, reguladas en el Titulo IV del Libro II del CPC (arts. 273 al 289), su misma denominacién demuestra la ausencia de un juicio, que sabemos es elemento esencial para que se 222 CS, 29 de enero de 1989, RDJ,t. 86, see. 1p. 13. 23 En este sentido, C. deAp. de Santiago, 3 de noviembre de 1959, RDJ,t. 56, see. %,p. 105. 2 CS, 19 de agosto de 1933, RDY, t. 30, sec. I, p. 549. En igual orientaciOn, CS, 16 de junio de 1951, RDU, 48, sec. I, p. 193. 128 Auzzanoro Roweno Seoust produzea cosa juzgada. Lo anterior se ve reforzado si consideramos que la concesién de estas medidas no impone al futuro demandante Ia carga procesal de presentar la demanda (salvo que se trate de una medida pre- judicial precautoria). En suma, se trata de actuaciones procesales que se limitan a preparar la entrada al juicio, asegurar el resultado de una accién que se deducira, 0 bien conservar o anticipar un medio de prueba, sin que el juez juzgue sobre acciones 0 excepciones de las partes. 16, EFECTO NEGATIVO 0 EXCLUYENTE DE LA COSA JUZGADA Elefecto negativo de la cosa juzgada es la consecuencia juridica que de forma natural se atribuye a esta institucién. En principio, la cosa juzgada opera cuando en el segundo proceso se intenta una nueva accién que tiene un objeto subjetiva y objetivamente idéntico al primero. La determinacién de la cosa juzgada apunta a resolver qué extension subjetiva y objetiva tiene lo resuelto en una sentencia judicial anterior, frente aa una nueva accién que ha sido deducida en un proceso ulterior. Si en esa actividad de confrontacién se advierte una identidad entre lo resuelto y la nueva accién deducida, esta iltima no puede prosperar. Si, por el contrario, tal identidad no concurre, se puede emitir un pronunciamiento sobre el fondo de la nueva accién deducida, al no existir un impedimento juridico para ello. Cuando concurren los requisitos de la funcién negativa de la cosa juzgada, el 6rgano jurisdiccional debe evitar una nueva sentencia sobre el fondo, por estar ya resuelto jurisdiccionalmente el tema sobre el que se intenta volver a debatir, La funcién negativa de la cosa juzgada tiene una naturaleza excluyente, siendo una proyeccién de la regla basica del non bis in idem. Como ha resuelto la Corte Suprema el 19 de diciembre de 1940, “el efecto propio o natural de toda sentencia que acepta Ta excepcién de cosa |juzgada consiste precisamente en desconocer al actor el derecho de accionar ‘nuevamente sobre lo mismo que ya fue fallado antes””*, En un proceso civil de corte dispositivo, como el nuestro, este efecto opera en virtud de alegacién de la parte interesada. Esto se haré valer nor- 25 CS, 19 de diciembre de 1940, RDJ,t. 38, see. 1%, p. 525. Curso ne Denecno Procesat. Cv ‘malmente a través de la interposicién de la excepcién de cosa juzgada, sin perjuicio de otros instrumentos que pueden conseguir este efecto incluso después que se haya pronunciado la sentencia definitiva en el segundo juicio iniciado infringiendo la regla del non bis in idem. Efectivamente, la funcién excluyente puede ser promovida y declarada en segunda instancia o incluso invocada como causa del recurso de revisién™*, En ambos casos, se trata de causales de nulidad de la segunda sentencia para hacer prevalecer la decisién anterior, evitando de raiz la pretensién de ejecutar dos sentencias contradictorias, como ocurriria, por ejemplo, si una sentencia autoriza el despido de un trabajador y otra posterior ordena su reincorporacién”?’. El efecto excluyente que produce la cosa juzgada, segiin la Corte Supre- ma, inhibe que los tribunales puedan hacer uso de las facultades para anular de oficio un acto o contrato, si el punto ya habia sido discutido y resuelto por la sentencia de primer grado y la parte no apelé de ello. Ni siquie- 1a por la via del ejercicio de las facultades correctoras del procedimiento, que concede el articulo 84 del CPC, el juez puede alterar la inmutabilidad de la sentencia que se produce en virtud de la cosa juzgada, salvo lo que se sefialé sobre la cosa juzgada aparente”. El estado juridico que genera la cosa juzgada no puede ser alterado, aunque existan poderosas razones para ello; reflejan muy bien esta situa- cidn las sentencias de la Corte de Apelaciones de Santiago y de la Corte Suprema recaidas en los autos “Shirizawa con Empresa de Ferrocarriles del Estado”, pronunciadas en la década del sesenta del siglo pasado En dicho proceso, se solicité el reajuste de la renta vitalicia ordenada por una sentencia judicial anterior. Segiin la actora, el poder adquisitivo de la renta fijada habia perdido su valor inicial. Aunque el juez de primera instancia acogié la demands, tanto el tribunal de alzada como la Corte 26 La dimension negativao excluyente dela cosa juzgada puede alegarse por cualquiera de las siguientes vias procesales: como excepeidn dilatria (art. 304 con relacin al art. 303 CBC); como excepcién perentoria, al contestar la demanda (arts. 309, 464 N° 18 CPC); como excepeién mixta o anémala (art. 310 CPC); como causal del recurso de casacién en la forma {art. 768 N° 6 CPC), y como causal del recurso de revisin (art. $10 N° 4 CPC). 27 CS, 12 de septiembre de 1989, RDY, . 86, sec. 3, p. 219. 28 CS, 12 de abril de 1978, RDJ,t 75, sec. 1p. 149. 2 CS, 11 de noviembre de 1955, RDY, t. 52, ee. 1% p. 362. 130 Auzzanoo Romeno Scour ‘Suprema estimaron procedente la excepcién de cosa juzgada, ya que el mérito de la sentencia anterior impide alterar la cuantia de obligaciones ya existentes*®. Desde otro punto de vista, el efecto negativo conlleva una sancién procesal para el litigante negligente, al que este estado procesal le impide renovar el debate en el juicio posterior, invocando nuevos hechos o nuevos elementos probatorios que no produjo en el juicio anterior. Con apoyo en citas de autoridad, el fallo de la Corte Suprema de 7 de agosto de 1961 acepta esta sancién procesal que surge de la cosa juzgada declarando que “... preciso es no confundir con la causa de una accién o excepcién las circunstancias 0 medios que puedan concurrir a establecer esta causa 0 2 justificar la existencia de ella. De aqui se desprenden, entre otras, las siguientes conclusiones: [...] Dos demandas deben ser consideradas como fundadas en una misma causa, aun cuando en apoyo de la segunda se pre~ sente un medio nuevo sacado de una disposicién legal que por negligencia no se invocé en la primera, 0 cuando se ofrezca prueba sobre hechos que antes no se propusieron. Es evidente que no se puede recomenzar un proceso con el simple pre- texto de medios nuevos, ya de hecho, ya de derecho. Esta es la doctrina de Aubry et Rau, tomada de su Curso de Derecho Civil, tomo VII, pagina 352. “Y muchos siglos antes, Neracio acepta la procedencia de la excepcién de cosa juzgada respecto ‘de alguno que habiéndose sentenciado en contra de 4], hallase nuevos documentos que justifiquen su causa’”?*" Delimita con igual exactitud el contenido de esta situacién juridica el fallo de la Corte Suprema de 30 de noviembre de 1995, cuando expresa que “la cosa juzgada es un concepto basico del derecho procesal encami- "BO C5, 23 de diciembre de 1963, C. de Ap. de Santiago, 19 de junio de 1963, RDY, t 60, see, I, pp. 407-419. El estado juridico que genera la sentencia impide discutir nuevamente acerca de la indexacién en materia de obligaciones, salvo que la ley o el acuerdo de Ins partes loadmitan, 231, 7 de agosto de 1961, RDU; t. 58, ee. 1, p. 273. Curso pe Denecio PRocesat Civ. BL nado a evitar que una cuestién ya fallada en un juicio pueda ser planteada nuevamente en otro litigio. Se trata de que lo resuelto no puede discutirse ‘més, ni en el mismo proceso ni en otro futuro, con el objeto de dar fijeza y seriedad a la administraci6n de justicia...”*. Por iltimo, si se promueve el juicio antes que se produzca la eficacia de cosa juzgada y concurre la triple identidad, el mecanismo para prevenir una nueva sentencia es la excepcién de litispendencia, que es un instrumento auxiliar o preventivo de la cosa juzgada (para evitar sentencias contradic- torias), que se determina también atendiendo a los mismos elementos de identificacién de la accién?>5, 17. Cosa JUZGADA ¥ LITISPENDENCIA La litispendencia es un concepto que alude a distintos efectos juridicos procesales. En su sentido mas genérico, se efiee al hecho de existir un pendiente entre los mismos sujetos”™. En relacién a la cosa juzgada, la manifestacién que interesa es la /i- tispendencia in specie, situacién que surge cuando una misma accién es propuesta en otro proceso diverso, concurriendo la triple identidad entre Ja nueva accién deducida y la que esté siendo conocida en un proceso anterior. En esta hipétesis, para evitar que la misma accién sea conocida nuevamente, se permite al demandado oponer la excepcién de litispen- dencia con el fin de evitar sentencias contradictorias sobre un mismo 22 CS, 30 de noviembre de 1995, RDV,t. 92, sec. It, p. 118. 23) Bl carter instrumental de la excepcién de liispendencia se ha reconocido por la CS, estableciendo que “la ley no ha definido, en forma expresa, lo que debe entenderse por lis ppendencia, ni ha seNalado los requisitos que deben tener los procesos en que seaprocedente esta texcepci6n. Sin embargo, bien puede sostenerse, como principio general, que su fundamento radica en la necesidad de evitar una duplicidad intil de fa actividad jurisdiccional; impe Ia dictacién de falls contradictorios.." (CS, 7 de julio de 1951, RDU; t. 48, ee. 1°, p. 264). Sobre las diferencias elementos comunes de la excepcién de cosajuzgada y dei sponenca, En este sentido, CS, 13 de septiembre de 2012, Rol N° 9557/2010 (Casacién), VLex N 76072; CS, 9 de agosto de 1951, RDU; t. 48, see. Ip. 405. 236 Sobre el tema, oft. el T. III de este Curso de Derecho Procesal, pp. 123-132; MALAaa Dieovee, Francisco, La litispendencia, Barcelona: Bosch, 1999, pp. 25-195. 132 Ausianoko Rowsno Secuet asunto2®5, En esta faceta la litispendencia actiia como un mecanismo pre- ventivo de la cosa juzgada, para evitar que se tramiten al mismo tiempo dos juicios con el mismo objeto. Por regla general, habré litispendencia cuando existan en juicios separados acciones en las que se verifica la triple identidad (art. 177 CPC). Si ella se acoge, se impide seguir con la tramitacién del juicio donde se constaté esta situacién”*. Como lo ha sintetizado la sentencia de la Corte Suprema de 30 de enero de 2012, “(...) la institucién de la litispendencia apunta a evitar la pendencia simultinea de més de un proceso sobre la misma cuestién. Supone invo- car la existencia de un pleito pendiente entre las mismas partes sobre el mismo objeto y con la misma causa de pedir, con el fin de evitar un nuevo pronunciamiento sobre algo que ya ha sido objeto de conocimiento por un érgano judicial” Enel mismo fallo recién aludido se indica que “se dice, en este sentido, que existe hoy litispendencia donde maiiana existiré cosa juzgada, idea que permite concebir la eficacia excluyente de la litispendencia como una especie de anticipacién de la funcién negativa de la cosa juzgada material. Como observa Vegas Torres, ‘el fundamento de las dos instituciones seria el principio general de prohibicién del non bis in idem, y la finalidad de ambas, la de evitar la pluralidad de pronunciamientos jurisdiccionales so- bre un mismo asunto, finalidad principal a la que se afiadiria la secundaria 25 En explicacign dela sentencia dela CS de 17 de mayo de 2012 (rol N° 9327-09, MI 32104), se dice “que para ‘que proceda la itspendencia es necesario que haya otro juicio, Sseguido entre las mismas partes y persiguiendo la misma causa y objeto. Cuatro son los, requisitos o presupuestos de la litspendencia: 1- que exista un juicio pendiente, sea ante cl mismo ‘tribunal o ante otro; °~ identidad legal de personas; 3° identidad de objeto; 4 identidad de causa de pedir’ (Cristién Meturana Miquel, Actuaciones judciales, noti- ficaciones, resoluciones judiciales y el jicio ordinario, Universidad de Chile, Facultad de Derecho, Departamento de Derecho Procesal, p. 90). - Para que exista un juicio pendiente ‘es necesario que se haya trabado la lits, de forma que inequivocamente se entienda que hay iin juiefo seguido entre las mismas parts, con identidad de objeto y causa de pedir” (CS, de 17 de mayo de 2012 (rol N° 9327-09, MJ 32104). 236 La regla anterior tiene algunas regulaciones especiales, como ocurre, por ejemplo, fo (art. 464 CPC N° 3). En este caso, para evitar una conducta de mala sélo se puede alegar si el juicio ha sido iniciado por el en el juicio ejecut fe del deudor, la litispenden acreedor, Curso pe Denecio Procesat Crit 133 de evitar la sustanciacién de procesos iniitiles, con beneficio evidente en términos de economia procesal’. (Vegas Torres, Jaime: “La eficacia exclu- yente de la litispendencia”, en: Revista de Derecho de la Universidad de la Rioja, p. 170)"7. 18. DE LA EXCEPCION DE COSA JUZGADA Y LA TRIPLE IDENTIDAD 18.1. Explicacién general La sentencia firme y ejecutoriada conforma una realidad juridica y mate- rial que puede servir para acreditar un hecho en un proceso posterior. Una de esas proyecciones dice relacién con la alegacién de la funcién negativa de la cosa juzgada. Como en nuestro sistema procesal esta excepcién no puede ser apreciada de oficio por el juez, la parte que la alega debe acreditar su existencia, acompafiando las sentencias donde ella consta”™*, La alegacién anterior implica hacer valer la dimensién negativa 0 ex- cluyente de la cosa juzgada, Su fuente positiva legal se encuentra en el 237 CG, 30 de enero de 2012, rol N° 2801-10, MJ 30872. También sintetiza el alcance ‘excluyente de la ltispendencia la sentencia de la CS de 13 de noviembre de 2013, al sefialar (..) ‘La ltispendencia tiene lugar cuando se promueve ante un tribunal el mismo negocio Ventilado ante él u otro y, por consiguiente, supone que hay identidad de partes, de objeto y de causa de pedir entre la primera y la segunda demands; y su propésitoes el de eviter que se dictenfallos contradictorios o incompatibles en desmedro de la buena administracién de justia, como el prevenir y resguardar Ia autoridad de la cosa juzgada’ (DJ, T. 78; see. 2% p.284), Puede decrse, entonces, que la clave dela figura procesal en comentario se encuentra ten que un mismo asunto se ventile en procesos en curso, vale decir, que no hayan terminado cen la dictacién de una sentencia defiitiva firme o algin equivalente jurisdiccional de ésta, Imultiplicdndose por esa via, de modo impropio, los esfuerzos procesales y econémicos de las partes y del sistema judicial. Su objetivo bésico es imped que, por medio del inicio de tn nuevo juicio, se intente mejorar los eventuales defectos que se hubieran producido en el que ya estuviera pendiente y, su finalidad Gltima se dirige a precaver el riesgo de que uno de esos pletos pudiera llegar a terminar de manera incompatible 0 descoordinada con otro {que se afinara primero, ercunstancia que incardina en forma directa con la autoridad de cosa Juagada, excepeién que emerge para el ltigante que por segunda vez se vea emplazado a reiz de la misma controversia ya zanjada” (CS, 13 de noviembre de 2013. Rol N° 7557-12, My 36462). 238 si Io han recuperado, entre otras, CS, 12 de enero de 1939, RDU t. 36, seo. I, p. 4665, CS, 15 de diciembre de 1970, sec. 1°, p. 588. 134 Auzianpo Roweno SEGuEL articulo 177 del CPC, en los siguientes términos: “La excepcién de cosa juzgada puede alegarse por el litigante que haya obtenido en el juicio y por todos aquellos a quienes segtin la ley aprovecha el fallo, siempre que entre a nueva demanda y la anteriormente resuelta haya: 1° identidad legal de personas; 2° identidad de la cosa pedida, y, 3° identidad de la causa de pedir". Por influencia de la doctrina francesa, nuestro Cédigo de Procedimiento Civil siguié la doctrina de las tres identidades para determinar cudndo una resolucién tiene el mérito de impedir renovar el debate sobre un tema en el que ya existe cosa juzgada™”, La determinacién de la concurrencia de la triple identidad busca ve~ rificar si la nueva accién deducida es idéntica a la fallada en un proceso anterior, situacién que se dar cuando coincidan todos sus componentes, es decir, se trata de los mismos sujetos, causa de pedir y petitum. La diversidad en un solo elemento de identificacién excluye a existencia de la cosa juzgada. En palabras de la Corte Suprema, la triple identidad fa que se refere el legislador debe concurrir copulativamente, bastando Ja ausencia de uno solo de ellos para que la excepeién de cosa juzgada carezca de fuerza legal”. La triple identidad es una categoria susceptible de ser utilizada sdlo enel ambito del proceso civil, ya que la cosa juzgada en el proceso penal se comporta de otro modo. Efectivamente, como lo destaca la sentencia de la Corte Suprema de 30 de mayo de 1995, los dos elementos, médula de la decisiOn que el juez penal emite en la sentencia, son el hecho de que constituye el delito y la persona a la que se atribuye su ejecucién 0 se le "2? Bsa opeién se debe al hecho de que don José Bernardo Lira redacté los preceptos relativos ala osa juzgadasiguiendo en este punto a Mareadé. En una nota al pie de pina {el Prontuariode [os juicio, Lira puntaliza que “hemos seguido en lo relativo a la escepei6n ‘de cosa juzgadn el comentario de Marcadé lat. 1351 del Cédigo de Napoleén..” (Lita José Bernardo, Prontario de los juicios otatado de procedimientosjudials | administativos con aregio a la legislacion chilena, ob cit, 1, p. 288). 240 CS, 6 de enero de 2015, rol N°31931-14 (M43226), “Natez Jorquera, Luis o! Niiez Jorguera, Rally otos”; CS, 17 de noviembre de 1997, RDU; 94, sec. 3.196. ‘Curso oe Denecito Procesat Civit 135 imputa participacién en é1*". Por lo mismo, no resulta aplicable al proceso penal el concepto de triple identidad del articulo 177 del CPC. 18.2, La dificultad para su determinacién ‘Aunque en principio se podrfa pensar que constituye una operaci6n re- lativamente facil determinar la presencia de las tres identidades, la verdad €s que en su aplicacién practica surgen problemas, algunos de ellos muy dificiles de resolver™®. Se constata esta realidad explicitamente en un fallo de la Corte de Apelaciones de Valparaiso, al indicar que “cuando la ley habla de identidad, dicho término no puede tomarse en un sentido tan absoluto y restringido que importe exigir una igualdad tan completa entre ambas demandas como si fuere copiada o calcada de otra", Se da la identidad, aunque no se utilicen las mismas expresiones que en ellibelo anterior, siel demandante solicita sustancialmente el mismo alcance ya declarado. Como lo tiene establecido la Corte Suprema: la identidad ha de buscarse en el beneficio juridico y no en la materialidad de las prestacio- nes, sin que pueda pretenderse sean iguales en substancia y accidentes™ ™1 C$, 30 de mayo de 1995, RDJ, t. 92, sec. 4, pp. 70 y ss Esta sentencia contiene una completa sintesis del coneepto de cosa uzgada en el émbito del proceso penal y sus diferencias ‘con el proveso civil, En doctrina sobre l tema una completa exposicién sobre esta difere ct. Coxrés Dowinovee, Valentin, La cosa jusgada penal, Publicaciones del Real Colegio de Espafia, Bolonia, 1975, 22 La CS, en sentencia de 7 de agosto de 1961, sugiere como pauta metodolégica para le ‘determinacidn de la triple identidad la siguiente: “.. acuestin de la excepcién de cosa juzgade, ‘es materia de un estudio netamente cientiico. Por tanto, esta cuestién no puede resolverse con tun Diccionario a la vista para aprecia los términos que emplea el articulo 177 (.] de nuestro Cédigo de Procedimiento Civil; que si bien las tres identidades de que trata la disposicién legal iltimamente citada tienen su origen en expresiones usadas en el Digesto del Emperador Justiniano, Libro 44, Titulo Il, en parte alguna de este Titulo ningin jurisconsulto estatuy6 que las tres identidades debian existr copulativamente, pues toda la doctrina qued6 resumida en los textos ya citados: obsta la excepcién de cosa juzgada siempre que las mismas personas ‘yuelvan a ltigar sobre la misma cuestién que ya esté sentenciada””. CS, 7 de agosto de 1961, RDI, .58, sec. I, p. 270, “Ferrocariles de Antofagasta a Bolivia con Impuestos Internos”. 26 C, de Ap, de Valparalso, 11 de mayo de 1926, Gaceta, 2° sem, N°95, p. 427 244 Por todas, cft.CS, 11 de diciembre de 1937, RDU; t. 35, sec. I", p. 238; CS, 7 de agosto 1961, RDJ, 58, sec, 1, p. 263. 136 Auzzanono Romero Seoust Enel plano ideal, a biisqueda de la identidad juridica de lo decidido debe estar desprovista de formalismos enervantes, que se agoten en un andlisis meramente literal de las denominaciones utilizadas para individualizar las acciones. En consecuencia, se debe tratar de un acto de indagacién, que precise la sustancia tiltima de las afirmaciones y peticiones de tutela jurisdiccional, rechazando determinar la identidad de una accién s6lo por Ja denominacién que les atribuyen las partes a las acciones ejercitadas, debiendo estarse més a la finalidad que se persiga con la accién™®, Sobre el cardcter formal del acto de alegacién, la Corte Suprema no ha dejado dudas al declarar que“... cabe sefialar que las acciones como también las excepciones deben plantearse en el juicio y solicitarse un pronuncia- miento del tribunal a su respecto y no procede que se deduzcan sélo de los razonamientos que se contengan en los escritos presentados por las partes y como la excepcién de cosa juzgada de que se trata no fue alegada formal ¥ oportunamente en el juicio, como lo reconoce el propio demandante, no recayé pronunciamiento de los tribunales que han intervenido en el pleito sobre tal materia, de manera que por tal motivo y por tratarse de una cues- in nueva, no discutida ni en primera ni en segunda instancia y que por lo tanto no puede ser promovida en el recurso de casacién, corresponde el rechazo del recurso...”46, 18.3. Rasgos distintivos de la excepcién Elefecto excluyente que se genera cuando se acoge la excepcién de cosa juzgada genera un estado juridico que presenta las siguientes caracteristicas: es imprescriptible, es renunciable y tiene efecto relativo. 1°) Es imprescriptible. Esto significa que el estado juridico de cosa juzgada sobre un tema se mantiene indefinidamente en el tiempo, con tal de que se haga valer por el litigante que haya obtenido en el juicio un pronunciamiento sobre el fondo y por todos aquellos @ quienes segiin la ieren esta pauta, entre otras, las sentencias de la CS de 11 de noviembre de 1951, RDI, 1.29, sec. I*, p. 167; CS, 9 de julio de 1953, RDJ,t. 52, sec. I", p. 164. 245 CS,7 de julio de 1981, RDY, 78, sec. P, p. 138. En igual linea, CS, 15 de diciembre de 1970, RDJ,t. 67, see. 1, p. 586; CS, 23 de julio de 1956, RDJ,t. 53, see. 1p. 143. &re | ‘Curso pe Dersco PaocesaL Civ. a7 ley aprovecha el fallo la carga procesal de alegarla oportunamente™7. En principio ello acontecera cada vez que se quiera reiniciar un juicio con un objeto procesal ya resuelto con eficacia de cosa juzgada, cualquiera sea el tiempo transcurrido desde el pronunciamiento de 1a sentencia. Al formular la excepcién se deberd expresar determinadamente la sentencia en que ella se fuunda, debiendo probar su existencia con copia del fallo firme 0 ejecutoriado que sirve de base a la excepcidn. Si no se acreditan Jos supuestos de hecho con las copias de la sentencia, la excepcién debe ser desestimada’"’, 2°) Es renunciable. Conforme a este rasgo, el estado de cosa juzgada se puede dejar de hacer valer, permitiendo que el asunto idéntico sea juzgado nuevamente. Nada impide que el beneficiado con la excepcién de cosa juzgada pueda renunciar a esa situacién juridica, con tal de que la renuncia ‘mire a su interés individual (art. 12 CC). Laregla anterior no rige en el caso de ciertas sentencias constitutivas, especialmente aquellas que dan naci- miento a situaciones juridicas que no es posible revertir, aunque se quiera renunciar a la cosa juzgada; los casos més evidentes resultan de la creacién de un estado civil, cuyas sentencias ademis tienen eficacia erga omnes. 3°) Tiene un efecto relativo. Tienen derecho a oponer esta excepeién “el litigante que haya obtenido en el juicio y por todos aquellos a quienes segiin la ley aprovecha el fallo”. El alcance de esta tltima regla obliga a ‘examinar el problema de la identidad subjetiva de la cosa juzgada. 19. La IDENTIDAD SUBJETIVA EN LA COSA JUZGADA 19.1. Aleance del requisito Esta identidad dice relacién con los limites subjetivos de la cosa juz- gada, esto es, qué sujetos quedan vinculados por los efectos negativos 0 excluyentes de una sentencia judicial que produce cosa juzgada. 257 En la doctrina este efecto suele tratarse dentro de los limites temporales de la cose Juzgade, 28 En este sentido, C, de Ap. de Santiago, 17 de julio de 1998, RAY, t.95, se. 2%, pp. 50-51. Con anterioridad, CS, 11 de julio de 1927, RDU; .25, sec. It, p. 257; CS, 22 de diciembre de 1922, RDJ, t.21, see. 1% p. 1072. 138 Auzsavono Rowteno Scout Basicamente, para que opere la excepcién de cosa juzgada debe existir identidad legal de personas, es decir, que sean los mismos los que figuraron en el ltigio ya resuelto y en el nuevo y posterior proceso. Esta identidad juridica se cumpie cuando se constata la misma calidad juridica entre los sujetos del proceso anterior y del proceso ulterior, aunque en el nuevo juicio cambien de rol (que el demandado pase a actuar como demandante o viceversa)™ El principio general en este tema es el siguiente: “la eficacia de la cosa juzgada se extiende s6lo frente a las partes y a aquellos sujetos que, aten- ddiendo a la situacién juridica resuelta, pueden equipararse a las partes”, Tradicionalmente se ha entendido que tienen la calidad de parte los sujetos de la relacién juridico-procesal, esto es, quienes actian como sujetos acti- vvos y pasivos en el proceso: el demandante y el demandado. Sin embargo, nuestro Cédigo de Procedimiento, de un modo expreso, extiende los efectos de la cosa juzgada a los terceros que intervienen voluntariamente en un proceso (art. 24 CPC). También se produce la identidad subjetiva cuando alguien acttia en nombre de otto, por representaciOn. Ilustra muy bien esta situacién una sentencia de la Corte Suprema de 1966, al declarar que existe identidad sien el juicio anterior comparecié en nombre del sindicato demandante a confederacién de la cual formaba parte, ya que con dicha actuacién el sindicato adquiria la calidad de parte del proceso anterior. La eficacia de cosa juzgada, segiin esta sentencia, impide que en el nuevo juicio se pueda revisar la pretendida falta de personeria de la confederaci6n en el juicio anterior, al no haberse discutido sobre el punto en el mismo. Las exigencias sobre la identidad subjetiva han debido ser atenuadas, permitiendo que aleguen esta identidad juridica algunos sujetos que, sin haber sido técnicamente parte del proceso anterior, tengan algiin grado de 2 En este sentido, CS, 13 de septiembre de 2012. Rol N° 9557/2010 (Casacién}, VLex N 76072; CS, 8 de julio de 2010 (Casacién), VLex 23969; CS, 1° de junio de 1937, RDU t. 34, see. 1, p.277. 20 TaockER, Nicolo, “La cosa juzgada civil y sus limites objetivos: apuntes de derecho ccomparado”, tr. Marco Villagsmez, en Estudios de derecho procesal en honor de Victor Fairén Guillén, Valencia, Trant lo Blanch, 1990, p. 568. 21 CS, 5 de julio de 1966, RDJ, 63, see. 3, p. 85. (Curso pe Denecuo Process: Civ 139 vinculacién con el que si fue parte del mismo. En otras palabras, de la cosa juzgada nace una declaracién del derecho que no pertenece sélo a las partes que fueron sujetos del proceso y que han quedado sometidas a esa decisién judicial, sino que la sentencia, como acto de autoridad amparado por el Estado, puede beneficiar a otras personas, en cuanto se les permite invocar en su beneficio la fuerza excluyente de Ia res judicata. Nuestro Cédigo de Procedimiento Civil reconoce lo anterior, permitiendo que puedan alegar la cosa juzgada no s6lo el litigante que haya obtenido en el juicio, sino que también todos aquellos a quienes segiin la ley aprovecha el fallo (art. 177 inc. 1° CPC). Se debe insistir que se trata de una identidad juridica, no fisica, ya que es posible que se trabe el nuevo juicio entre las mismas personas fisicas, pero sin existir la identidad legal que es la exigencia de la excepeién. En tal sentido, se ha resuelto que no se da la identidad legal si en el primer juicio el actor comparecié invocando su calidad de comunero de un in- mueble y en el segundo comparece como arrendatario™*. 19.2. Algunos problemas en Ia identidad subjetiva No siempre resulta ficil determinar los limites subjetivos de la cosa juzgada. Efectivamente, como lo explica Trocker, el principio basico antes deserito —la cosa juzgada sélo afecta a las partes~ sufte atenuaciones y limitaciones de todo tipo, inspiradas en la exigencia practica de conciliar elrigor de la maxima res inter alios iudicata aliis non praeiudicat (Ia cosa juzgada, al tercero, ni le perjudica ni le aprovecha] con diversas hipstesis (que, por su misma estructura y configuracién sobre el plano sustancial, se oponen a ser incluidas en el ambito de esta directiva, instando asi el reconocimiento de Ia eficacia de la cosa juzgada en una esfera més 0 menos amplia de terceros”*. En algunos casos el legislador soluciona el problema de los limites subjetivos otorgando a ciertas sentencias eficacia erga omnes, especialmente las constitutivas de estado civil (arts. 315, 316 CC). 252 CS, 10 de noviembre de 1966, RDI, t. 63, sc. 1 p. 39. 28 Cf, Taocxs, Nicolo, “Lacosa uzgada civil sus limites objetivos: apuntes de derecho comparado”, at. ct, p. 568. 140 Auavono Rowexo Secu Desde la doctrina, con mayor 0 menor intensidad, se invita a desechar una aplicacién rigida de los limites subjetivos de la cosa juzgada, pues un criterio restringido en esta materia no resulta eficaz para garantizar la eco- nomia procesal ni evitar el pronunciamiento de sentencias contradictorias, sobre todo cuando las relaciones juridicas tienen algiin grado de cone: ‘A falta de norma legal que solucione el tema, la jurisprudencia ha ido extendiendo el aleance de la expresién identidad legal de personas a sujetos {que originariamente no fueron parte, peto que, sin embargo, estan legitimados para invocar en su beneficio la fuerza negativa de la cosa juzgada, como ocurre en ciertos casos con los codeudores 0 coacreedores de obligaciones solidarias 0 indivisibles; con ciertos sucesores a titulo singular’; en las rela~ ciones de herederos con legatarios y de deudores principales con fiadores*** Elreplanteamiento del alcance de la identidad es fruto del abandono de la tradicional nocin de tercero en sentido negativo, esto es, como aquel que no tiene la calidad de parte de la relacién procesal**6. En otros términos, es posible que un “tercero”, por ser titular de una relacién juridico-material, pueda estar junto con una de las partes en algiin vinculo que le permita beneficiarse de los efectos excluyentes de una sentencia judicial anterior. Por lo mismo, no debe llamar la atencién que en ciertos casos se conceda efecto “ultra partes” ‘aun fallo judicial, dando un mayor contenido a la norma de legitimacién que ‘admite nuestro Cddigo, en orden a que puedan alegar la cosa juzgada todos aquellos que segtin la ley son beneficiados por ella (art. 177 CPC). Desde un punto negativo, se ha estimado que no existe esta identidad entre el socio y la sociedad, por tratarse de personas juridicamente distintas, resultando improcedente que el socio invoque una sentencia pronunciada a favor de la sociedad”; tampoco se da la identidad subjetiva en materia 25 Seha fallado que exist identidad legal de personas entre el cesionario de los derechos y ‘acciones sobre e predio cuyo condominio se discute(C. Ap. de Santiago, 29 de agosto de 1933, DJ, +31, see. 2%, p. 59);"Cedente y cesionari, aunque personas fiscasdistntas, representan Ia gualdad juridia que requiere a ley para que se pueda alegar la cosa juzgada (CS. 7 de julio de 1930, RDV, t.28, see. Fp. 133). 255 Entre otras, CS, 30 de abril de 1943, RDU, 31, sec. I p. 370. 286 Cf el. I de este Curso de Derecho Procesal, pp. 186-193. 257 CS, 18 de junio de 1971, RDJ,t 68, sec. 1%, p. 187. CCunso ne Derscuo Procesat. Crt a de responsabilidad civil extracontractual entre la esposa y la madre de la victima?s®, En su reconocimiento positivo se ha resuelto que “demandados en un segundo juicio los herederos de una persona que habia intervenido como parte en un juicio anterior en que se pedia la declaracién de ilegitimidad del demandante, existe la triple identidad legal de personas en ambos juicios, porque los herederos representan la persona del difunto y le suceden en todos sus derechos y obligaciones transmisibles™™*, 20. La IDENTIDAD OBIETIVA EN LA COSA JUZGADA 20.1. Explicacién general El tema de los limites objetivos apunta a resolver qué extensién se debe reconocer a lo resuelto en una sentencia judicial, que tenga fuerza de cosa juzgada. En términos més simples, el problema del limite objetivo de la cosa juzgada se dirige a precisar qué debe ser comprendido dentro de Jo decidido en la sentencia judicial que produce el efecto de cosa juzgada. En principio, el limite objetivo de la cosa juzgada opera cuando el segun- do proceso tiene un objeto idéntico al primero. Esta comprobacién se hace atendiendo a los dos elementos objetivos que componen toda accién: la causa de pedir y el petitum. En palabras del CPC, la identidad objetiva se daré cuando exista “identidad de la cosa pedida” e “identidad de la causa de pedir” (art. 17776. La identidad objetiva de la cosa juzgada se produce de ordinario en la parte resolutiva de la sentencia, esto es, la que decide el objeto del proceso. De un modo excepeional, se extenderd este efecto a ciertos considerandos que la doctrina y jurisprudencia denominan como “considerandos resolu- 258 CS, 24 de octubre de 1913, RDU. 12, sec. 1%, p90. 28 CS, 5 de noviembre de 1921, RDU. 21, set. Ip. 28. 20 No basta con considerar el solo petitum de la demanda para caracterizar a una accién; ceneste sentido, CS, 10 de enero de 1923, RDU . 22, sec. 1°, p. 54; C. de Ap. de Santiago, 24 de octubre de 1921, RDJ,t. 28, sec. 2% p. 644. 142 Attsanono RomEno Sequst tivos”, “objetivos” o “decisorios”, los que por tener un nexo directo con la parte resolutiva aleanzan también la eficacia de cosa juzgada”*!. En palabras de la Corte Suprema: “para apreciar si existe identidad de cosa pedida debe estudiarse en conjunto Ia sentencia en que se apoya la cosa juzgada, ya que los considerandos que la informan hacen un solo todo, no siendo posi- ble precisar el alcance de lo resolutivo sin tomar en cuenta el fundamento capital que determina lo dispositivo”?®. Para determinar adecuadamente la identidad objetiva se debe efectuar un andlisis comparativo entre lo resuelto en una sentencia anterior y la nueva accién deducida en un proceso ulterior”. En rigor, no es una identidad entre demandas, sino entre una sentencia anterior ~que ya juzgé el tema y una nueva accién, deducida en una demanda que pretende plantear el mis- ‘mo objeto procesal. En esta operacién debemos prescindir de los nombres que se puedan asignar a la accién o acciones en los escritos fundamentales © en la misma sentencia, debiendo buscarse siempre la sustancia de cada accién afirmada en el proceso. Lo anterior es consecuencia de que cada accién tiene una individualidad propia y no esté encerrada en formulas rigidas; hace bastante que la accién dejé de ser concebida a la luz. de la definicién de Celso, esto es, como una proyeccién o parte del derecho subjetivo material. En este sentido, la Corte Suprema ha resuelto que “lo que en derecho caracteriza toda accién 261 En nuestra doctrna procesal, defiende la existencia de ls considerandos resolves Ta- ‘vo.aky, ndicando que “para calficar un razonamiento de considerando resolutivo, debe atenerse ‘varias exigencias: a) Formalmente, debe ubicarse entre las motivaciones del allo. Su presencia, ‘en la parte resoutiva excliria, en principio, el debate y condueitiaacalificr la oraci6n como decisin, b) Sustancialmente, debe importar un anticipo efectivo de a decisién que, por ta puede ‘ono reiterase, en lo resolutivo.c) Puede contener el establecimrento de los hechos del pleto 0, ‘To menos, de aquellos cuya existencia representan el furddamento inmediato de la sentencia”. Tavocaki Ouvercs, Ral, “Limites objetivos de la cosa juzgada civil (intento de detimitar la cuestin en el derecho chileno), en El proceso en accién, Editorial Libromar, 2000, p. 216 26 CS, 16 de octubre de 1931, RDV,t. 29, se. I", p. 96. 263 “Es inaceptable la causal de cosa juzgada no alegada expresa y oport pleitoy que:no se funda en decisiones que arranquen de una sentencia defntivaointerlocuto- Fia, sino de apreciaciones o motivos que se invocaron en disints litigias” (CS, 6 de julio de 1942, RDJ,t. 41, sec. I, p. 40). 2 Ciel T. de este Curso de Derecho Procesal, pp. 7-13, tanamente en el (Curso 0¢ Denecio Paocesat Cit M3 es la concurrencia de tres requisitos, a saber: que la accién se dirija contra una persona determinada, que se precise la cosa demandada y que se sefiale la causa de pedir que le sirve de fundamento”™* De un modo més concreto, una antigua sentencia de la Corte Suprema, de 3 de abril de 1914, establece: “la causa de pedir es la que particularmente determina la condicién juridica de las acciones o excepeiones alegadas y que, por consiguiente, aceptar 6 desechar una excepcién por una causa de pedir distinta de Ia invocada importaba resolver una excepcién diversa a la sometida a juicio por las partes..."266, 20.2. La causa de pedir en cada tipo de accién Para facilitar la determinacién de la identidad objetiva se ha hecho pauta ‘comin en la doctrina que en la fijacién del componente causal de la accién, necesariamente, se debe distinguir entre acciones de condena, declarativas y constitutivas. Este modo de proceder se justifica desde el minuto en que la causa de pedir varia segtin las diversas categorias de derechos y acciones”*?. 20.2.1. La causa de pedir en la accién de condena Si la accién de condena busca la proteccidn de un derecho absoluto, la causa de pedir queda configurada con tal de que la pretensién afirme el derecho a que se refiera, siendo por tanto innecesario mencionar el hecho constitutivo de tal derecho. Como lo tiene declarado la Corte Suprema, “en Jas demandas de reivindicacién de bienes corporales, el derecho reclamado eel dominio. En consecuencia, existe identidad de cosa pedida o beneficio juridico entre ellas, desde que las respectivas acciones reivindicatorias se refieran sustancialmente a un mismo bien corporal”?*, 255 CS, 21 de marzo de 1960, RDJ, 57, sec. *,p. 38. 265 CS,3 de abril de 1914, RDJ,t. 12, sec. If, p. 195. 257 Asi, entre otros, Lieawan, Enrico T., Manual de Derecho Procesal Civil, tS. Sentis ‘Melendo (de la 4 ed. italiana), Buenos Aires: E.1E.A., 1980, p. 143; Rocco, Ugo, Tratado de Derecho Procesal Civil, t, 8. Sentis Melendo y Marino Ayerra, Buenos Aires, Depalma, 1, 1976, p. 375; Rosexsero, Leo, Tratado de Derecho Procesal Civil, tt. de la S* ed. alemana: Angela Romera, Buenos Aires: E.JE.A., 1955, tI, pp. 5-6. 258 CS, 27 de abril de 1948, RDJ,t.45, sec. 1", p.515, as Auezanono Rowsno SEGuEL Por su parte, la sentencia de la Corte Suprema de 8 de octubre de 1964 recoge plenamente esta tesis sobre la configuracién de la causa de pedir. ‘Allise desestimé un recurso de casacién en el fondo, declarando que existia Ja triple identidad de la cosa juzgada entre dos juicios reivindicatorios, ya que en ambos juicios se daba “el mismo fundamento legal del beneficio juridico que se ha obtenido, el hecho generador de él y en virtud del cual se demanda su reconocimiento™™®. ‘También aplica la misma regla la sentencia de la Corte Suprema, de 13 de noviembre de 2007, sefialando “que en lo que respecta a la causa de pedir, sia ha sido definida por el legislador como ‘el fundamento inmediato del derecho deducido en juicio’, pudiendo agregar que es el antecedente juridico o material en que se sustenta el derecho que se reclama, el cual los magistrados del fondo determinaron era el derecho de dominio sobre la parcela en disputa, circunstancia que se acredit6 por laparte que obtuvo en el primer juicio, esto ‘es los demandantes en ese procedimiento, actuales demandados en el presen te. No resultan atendibles las argumentaciones del recurso en cuanto pretende explicar que ‘en el primer juicio, la controversia se centré en el dominio y prevalencia entre uno y otro modo de adquirir, sucesién por causa de muerte de la sucesién demandante y tradicién por parte de la demandada’ y que en “el presente juicio la causa de pedir es tinicamente la posesién’, puesto que esta iltima circunstancia no guarda del todo correspondencia con la demanda, en la que se solicita de declare que ‘adquirid por prescripcién adquisitiva, ‘el dominio del inmueble’, es asi como resulta efectivo lo coneluido por los jueces del grado en que sostiene que la causa de pedir se radica en el derecho ‘de dominio, el que se discutié en ambos juicios(...)"”. En cambio, si la accién de condena busca la tutela en un derecho per- sonal o de crédito, la causa de pedir se debe configurar indicando el hecho ‘constitutive a partir del cual se pretende deducir la existencia de la relacién juridica a que se refiere la accién™”. 2? 5, 8 de octubre de 1964, RJ, t. 61, se, It, p. 306. En igual sentido, CS, 25 de jlo de 1911, RDJ, 1.9, see. 1, p. 444 270 CS, 13 de noviembre de 2007. Rol N? 1078-06, Mi 16047, “Agricola ¢ Inmobiliaria ‘Montolin S.A. con Pérez, Edith y otros” 271 Entre otros, eft. Lieawan, Enrico T., Manual de derecho procesal civil, ob. cit. p. 143; Ramos Menoe2, Francisco, Derecho procesal civil, ob. cit, tl, 1, p- 405. Curso oe Denecwo PRocesaL. Cit 14s En esta situacién la identidad objetiva se dard si la nueva pretensién des ccansa en los mismos hechos o acaecimientos histéricos, aunque se modifiquen ‘cuestiones accidentales. Como se puede apreciar, en este punto cobra especial interés la determinacién historica de los hechos, ya que puede ocurrir que se trate de los mismos hechos causales de una determinada consecuencia juridica, pero ocurridos en tiempos distintos. En nuestra jurisprudencia, se ‘acepta con claridad esta distincin en la sentencia de la Corte Suprema de 14 de enero de 1915, que desestimé la excepcién de cosa juzgada, sosteniendo que el hecho causal que originaba los perjuicios acaecié con posterioridad a un juicio que por el mismo tema se habria resuelto con anterioridad?””. Por su parte, si se trata de una obligacién periédica y sucesiva es per- fectamente posible separar el contenido de la prestacién, distinguiendo los diversos perfodos del tracto que pueden resultar incumplidos para fijar la existencia de la identidad objetiva. Se aprecia este criterio en la sentencia de la Corte Suprema de 13 de noviembre de 1995, al establecer que la declaracién de suficiencia que hace el tribunal en la gestion de pago por consignacién sélo ha podido producir efectos de cosa juzgada respecto de las cantidades de energia y de dinero a que ella se refirié y no respecto de toda la deuda que la demandante pretendia, ya que ella era de una entidad mayor. En consecuencia, se estimé procedente acoger la excepcién de cosa juzgada opuesta en un juicio posterior s6lo respecto del monto pagado por la consignacién, que no cubria el saldo pendiente””. 20.2.2. La causa de pedir en la accién declarativa Esta forma de tutela jurisdiccional se consigue mediante el ejercicio de la accién declarativa, también conocida como mero-declarativa. La tutela jurisdiccional a que tienden las acciones se encamina a la “constatacién judicial” de la existencia o inexistencia de una relacién juridica, para poner fin a un estado de incertidumbre juridica, y no a la condena de un deman- dado a realizar una prestacién’”*, 272 C, 15 de enero de 1915, RDV,t. 12, see. I, p. 565. CS, 13 de noviembre de 1995, RDI, t.92, sec. 1%, p. IIL 274 Entre otros as lo entiende Esnsceaus, Ludwig, Derecho civil (parte general), t. Blas Pérez y José Alguer (de la 3% ed. alemana), Barcelona, Bosch, 1944, t. I, 2", pp. 468-469. 146 Averaxono Rowexo Secu, En la jurisprudencia se reconoce que este tipo de proteccién queda amparada por el efecto de cosa juzgada. Asi lo proclama expresamente la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, de 4 de junio de 1987, cuando sefiala que uno de los fines que tiene el actor para deducir este tipo de acciones es lograr Ia cosa juzgada, es decir, “Ia indiscutibilidad y Ja claridad meridiana de la situacién juridica, la imposibilidad de que la seguridad juridica pueda volver a ser puesta en duda por aquellos en cuyo perjuicio se ha declarado la existencia o la inexistencia de la misma (Prieto Castro, La accién declarativa, p. 107)". En cuanto a la determinacién de la causa de pedir en las acciones de- clarativas (y también en las constitutivas), se presenta la dificultad de no cexistir propiamente un derecho subjetivo a la declaracién o a la constitucién. Tncluso més, este tipo de tutela judicial no esta regulada en el CPC, aunque nadie niega su existencia en nuestro sistema procesal. Dicho de otra forma, tanto la accién declarativa como la accién constitutiva se presentan como verdaderos “poderes juridicos” (derechos potestativos para algunos), en los que la accién procesal muestra su plena autonomia del derecho material ‘Al decir de Chiovenda“... la accién de declaracién de certeza se caracteriza no por un derecho del cual tenga la causa, sino por la especial naturaleza de tutela juridica a la que tiende”””6, 275 C, de Ap. de Santiago, RDY, t. 84, sec. 2%, p. 84. Con anterioridad se habian dictado otras sentencias declrativas, como es el caso del fallo del Segundo Juzgado Civil de Santiago, ide 21 de octubre de 1953, recaido en el juicio “Mayer con Neumann’. Alli se declaré la exis- tencia de un matrimonio eelebrado en Checoslovaquia en 1939, ante Ia imposibilidad de los contrayentes de poder conseguir el documento piblico en el pais de origen (RD, t. 50, see. 2% . 103). En descripcin de la Corte de Apelaciones de Puerto Monty, “...) las acciones de- Elaratvas de mera certeza,reconocidas més bien por la doctrina y alguna jurisprudencia, son laquellas en que el actor pretend terminar con una situacién de incertidumbre que gira alrededor del derecho que le sirve de fundamento ala accidn. De esta manera, de acuerdo con lo pedido, 1 Gcgano jurisdicefonal requerido no puede sino limitasealreconocimiento oficial del derecho de que se trata, en la forma reclamada por el demandante, Es decir, estas acciones consisten “en hacer cierto el derecho’, y no en exigir del demandado una prestacién determinada” (C. de [Ap. de Puerto Mont, 4 de marzo de 2014, Rol N* 45-13, MJ 37266 “Vera Villega eon Fisco deCChile y otro") 275 Cyrovenoa, José, “La accion en el sistema de los derechos", en Ensayos de derecho pro- cesal civil t, Santiago Sentis Melendo, Buenos Aires, Ediciones Juridicas Europa-América, tl pp. 127-128; yen la “Accién de declaracién de mera certeza", en la misma obra, pp. 191-192. ‘Curso of Denso Procesat Crit Ww Para determinar la forma de delimitar la causa de pedir, la doctrina distingue dos tipos de acciones declarativas, a saber: acciones declarati- vvas positivas y acciones declarativas negativas. En las acciones declarativas positivas, para fijar el componente causal a su vez se distingue entre acciones declarativas relativas a derechos absolutos y acciones declarativas relativas a derechos personales, aplicandose las mismas pautas anteriormente expli- cadas para las acciones de condena. En el caso de las acciones declarativas positivas relativas a derechos absolutos, la doctrina mantiene la tesis de que la causa de pedir queda singularizada mediante la peticién de declaracién del derecho absoluto de que se trata, sin necesidad de narrar cual es el hecho constitutivo que ha dado vida al derecho o las circunstancias que han impedido su origen””’, Por lo anterior, si el actor solicita en un nuevo juicio que se le declare due- fio de un predio, invocando en su demanda dos o més titulos relativos a la adquisicién de ese derecho de dominio, que no adujo en el juicio anterior, ello no puede significar una diversidad del elemento objetivo de la cosa juzgada, puesto que el derecho de dominio sigue siendo el mismo y tnico. Por otra parte, en el caso en que la solicitud de declaracién positiva persiga la proteccién jurisdiccional de los derechos personales, la fijaci6n de la causa de pedir requiere el seftalamiento de la relacién juridica cuya constatacién o afirmacién se solicita jurisdiccionalmente, esto es, que se narren los acaecimientos que han dado origen a la peticién. Por ejemplo, si el actor no sabe o es incierto el contenido de una relacién juridica que Je une con otra persona, deberd narrar toda la base factica 0 hecho cons- titutivo del vinculo cuya declaracién jurisdiccional le interesa para poner fin al estado de incertidumbre juridica que pretende. Las reglas anteriores sufren una alteracién en el caso de las acciones declarativas negativas. En efecto, la fijacién de la causa petendi en este tipo de acciones de declaracién negativa viene dada por la siguiente circuns- Sobre este tipo de acciones, ft: Lanrnanci, Lucio, Contributo all studio dellazione di mero accertamento, Mili, Giur, 1969. 27 Asi lo entienden, entre oto, Licsuax, Enrico T, Manual de Derecho Procesal Civil, ab. cit, p, 143; Berzosa Faancos, Maria Victoria, Demanda, “eausa de pedir* y objeto del proceso, C&xdoba, El Almendro, 1984, p. 38, 148 Ausianoxo Roweno eave. tancia: en el petitum lo que se solicita es una declaracién de inexistencia, esto es, en general, que el demandado no tiene un bien o no est gozando de un derecho determinado. Como nadie puede solicitar la inexistencia de ‘un derecho invocando una situacién y luego otra, es indiferente si ella esta fundada en un determinado conjunto de hechos o en otro distinto. Una proyeccién jurisprudencial de lo anterior se encuentra en la sen- tencia de la Corte de Apelaciones de Santiago de 4 de noviembre de 1963, que aborda directamente el problema de la identidad objetiva en materia de accién declarativa, Alli se estimé que era improcedente discutir sobre la declaracién de pertenencia exclusiva de un bien raiz, con el fin de excluirlo de la particién. Segin la Corte, existia cosa juzgada sobre el particular, pues en el nuevo juicio se persigue otra vez el objeto 0 beneficio juridico planteado en el primer proceso, cuando se formulé oposicién a designar fArbitro que dividiese el mismo bien raiz. Agrega la sentencia que la peti- cién de exclusién del bien y el reconocimiento del dominio “fue rechazado implicitamente cuando se desestimé la referida oposicién, puesto que Io decidido por los jueces se fundamenté en el condominio, que es incompa- tible con la propiedad exclusiva y el cual fluye 0 emana de lo declarado en relacién con sus motivos. Y como, ademas, el nuevo juicio se pretende ventilarlo entre las mismas partes o personas y se invoca incuestionable- ‘mente la misma causa de pedir, debe prosperar la excepcién de cosa juzeada deducida como dilatoria””. Otro hito jurisprudencial sobre la determinaci6n de la identidad objetiva en materia de acciones de declaracién se contiene en los autos “Ferrocarriles de Antofagasta con Impuestos Internos”, de 1961. La relevancia de este caso radica en su reconocimiento de la existencia de la identidad objetiva, pues en el juicio anterior (ya fallado) se habia declarado que no existia la renta en una diferencia cambiaria que reclamaba nuevamente el Fisco en un proceso ulterior, aunque liquidando el tributo respecto de un periodo tributario distinto al que fue materia del primer proceso donde se realiz6 la declaracién acerca del contenido del derecho”. 78 C. de Ap. de Santiago, 4 de noviembre de 1963, RV, t. 60, sec. 2%, p. 153 29 Se estimé procedente la excepcién de cosa juzgada argumentando, entre otras razones, que la identidad de la causa de pedir “no admite que ella sea desconocida introduciéndose en Ta renovacién de una controversia, ya fallada por sentencia firme, nuevos elementos con el Curso be Denecuo Procesat Cit 49 20.2.3. La causa de pedir en la accién constitutiva Las acciones constitutivas persiguen una sentencia que extinga o modi- fique un estado juridico existente, o bien que cree un estado nuevo. Bajo el género de acciones constitutivas se comprenden distintas cuestiones que, miradas en su conjunto, se relacionan directamente con el derecho a obtener un “cambio juridico” a través de la intervencién de la jurisdiccién. Las dificultades para determinar la existencia de la identidad objetiva de la cosa juzgada provienen de la ardua tarea que significa determinar si en este tipo de proteccién jurisdiccional la causa de pedir debe ser identi- ficada con referencia al cambio solicitado o, por el contrario, con relacién al singular hecho constitutivo que genera este poder de modificacién y que esta prefijado por el legislador en la respectiva norma que autoriza a solicitar el cambio. Para determinar Ia identidad objetiva de la cosa juzgada se debe tomar partido por alguna de las explicaciones que han tratado de precisar qué es Jo que constituye la causa de pedir dentro del heterogéneo contenido que comprenden las acciones constitutivas. Veamos a continuacién, a grandes rasgos, estas tendencias?®”: i) Para un importante sector de la doctrina, en esta singular forma de tutela jurisdiecional la causa de pedir esté integrada por el conjunto de he- pretexto de medios nuevos ya de hecho ya de derecho, que por negligencia no se invocaron en Ta anterior controversia”. Segin la Corte Suprema, el cambio en cuestiones accidentales que aducia el Fisco “esthdesconociendo la verdaderay dnica materalidad de la controversia, al introduc un elemento que no fue objeto de ella (el monto y extensién de las contribuciones de lo aos tibutarios 1949 a 1952 y 1953 a 1955),y se incure, ademés, en el erorcientifico de identificar la cosa pedida con la materalidad del petitorio de la demanda o requerimiento para el pago del impuesto” (CS, 7 de agosto de 1961, RDJ,t. 58, see. I*, pp. 272-273). 280 Sobre este punto, eft. enni, Corrado, Profil dell'acertamento consttutivo, Padua, Cedam, 1970, pp. 83 y 117-119; Proro Ptsant, Andrea, “Appunti sulla tute cd, constitutiva (e sulle tecniche di producione degli effet sostanziali)", en Rivista di Diriuo Processuale, 1991, pp. 60-100; Araro, Aldo, “In tema di limiti oggettvi della cosa giudicata" en Rivista Trimestrale di Dirt e Procedure Processuale, 1990, N° 2, pp. 475-539; ZarRA VALVERDE, José, Sentencia consttutiva y sentencia dispositiva, Madrid, Rialp, 1962, especialmente pp. 144-152, 150 Auzzanoro Roweno Seovet chos al que legalmente se vincula el efecto constitutivo?*!. Esto significa que “en principio, cada conjunto de hechos coneretos, sustentador de cada una de las diferentes causas legales determinantes de la nulidad, resolucién, rescisién, revocacién, etc., de un mismo negocio, relacién o estado juridico, pueden considerarse como integrantes de una diferente causa de pedir". En similares términos, se entiende que los requisitos de Ia accién cons- titutiva ~y su consiguiente sentencia~ son la existencia de hechos mate- riales o procesales de los que la ley hace depender el cambio, en términos tales que el juez, al conceder este tipo de tutela jurisdiccional, no difiere de la que lleva a cabo cuando se han ejercido las otras clases de acciones (de condena y declarativa), limiténdose a averiguar los hechos que son el presupuesto contemplado en la norma, apliciindola al caso conereto™ ii) En el otro lado estén los que, para delimitar el contenido causal de la accién constitutiva, sustentan que la causa perendi no esti compuesta solamente por los hechos, sino que tiene ademas un componente juridico. En este sentido, la causa de pedir -en las acciones constitutivas— hay que encontrarla no tanto en los hechos en si, sino en la causa legal que autori- za el cambio juridico. Es decir, la causa de pedir no se debe hallar, como ocurria en las acciones personales, en los concretos hechos aducidos en la demanda, sino que mas bien radica en los hechos abstracts reflejados en Ja causa legal en la que se funda’. Por su lado, las pautas anteriores ceden frente a algunas especialidades que se verifican dentro del ejercicio de la accién constitutiva de nulidad, cuyos problemas se reducen a determinar la interrelacién que se puede pre~ sentar entre muchos de los hechos con base en los cuales puede invocarse ‘esa ineficacia juridica (v. gr, la peticién de nulidad de un contrato por un Vieio del consentimiento fundado en error, fuerza o dolo [art. 1451 CC). 281 si, OnreLs Ramos, Manuel (con MonteRo ARoca, Juan; Gomez. Cotomer, Juan-Luls), Derecho Jurisdiccional, ob. cit Il, 1°, p. 101. 28 qpidem, p. 102. 25 En este sentido, eff, Patero-CastRo, Leonardo, Tratado de Derecho Procesal Civil, ob. cit, 1 p. 455, 284 ff Sena Doninourz, Manuel, Comentarios al Cédigo Civil y compilaciones forales (obre 1a cosa juzgada), XVI vo. 2, art, 1252, Madiid, Revista de Derecho Privado,p. 741. (Curso be Denecio ProcesaL Ct 1st Hasta la fecha, en nuestra doctrina y jurisprudencia se ha utilizado para delimitar la causa de pedir en las acciones de nulidad, sin mayor cuestio- namiento, un antiguo criterio heredado de los juristas franceses Marcadé, Toullier, Bonnier y Griolet, que distinguen entre causa proxima y remota, causa tinica y la exclusividad del vicio?®>, Amodo de sintesis, la cosa juzgada debe garantizar que sentencia cons- titutiva que crea o modifica una determinada realidad debe ser garantizada enlo sucesivo (por ejemplo, al haber declarado la disolucién de la sociedad, la nulidad del acto 0 contrato o el reconocimiento de un estado civil, etc.) 21. IDENTIDAD OBJETIVA Y FUNDAMENTACION JURIDICA, Una cuestién directamente vinculada ala fijacién de la identidad objetiva es la que se refiere a la fundamentacién juridica de las acciones. El problema de incluir o excluir al componente juridico dentro de la causa de pedir esté condicionado por la mayor o menor latitud que asignan unos y otros al principio del iura novit curiae, esto es, cudl es el radio de accién que tiene el érgano jurisdiccional en la aplicacién del derecho: si goza de plena autonomia o tiene limitaciones en dicha funcién**®, El tema se debe solucionar segiin la opcién tedrica que se siga. Como se sabe, los defensores de Ia idea de que la causa de pedir esta conformada s6lo por el elemento fictico otorgan una mayor amplitud al juzgador a la hora de aplicar el derecho, desechando de principio la calificaci6n juridica que el actor asigne a esos hechos (la causa de pedir)**7. En el tema que nos 285 Sobre el tema, entre otros, eft. PARDO BELLO, Carlo, La identificacién de las acciones, Santiago, Editorial Universitaria, 1963, pp. 105-108; Heareka LatenAs, Eduardo, Dela excep cin de cosa juzgada, Memoria de Prueba, U. de Chile, Valparalso, Imprenta Gutenberg, 1930, pp. 1-72; VaLpexava Caxtos, Ramén, La cosa jurgada, Memoria de Prueba, U. de Chile, Concepcisn, 1945, pp. 88-97. En la jurisprudencia, entre otras, CS, 31 de dieiembre de 1927, RDI,t.25, 806. Bp. 579 285 Huyrer Aupueno,Ivén, La aplicacién judicial del derecho en el proceso civil ob. cit, en especial, pp. 131-155, 287 La C. de Ap. de Santiago, en sentencia de 27 de diciembre de 1996, ha resuelto “que 5 un punto aceptado por 1a doctrina y jurisprudencia mayoritaria que un mismo hecho no 132 ‘Auezavono Rowexo Szovel cocupa se produce la identidad de la cosa juzgada, aunque la nueva demanda venga fundada en una diversa motivacién juridiea. Por ejemplo, si en un primer proceso indemnizatorio los hechos fueron resueltos razonando ju- tidicamente sobre la base de la responsabilidad contractual, en un segundo intento, fandado en los mismos hechos, pero invocando el actor ahora la normativa de la responsabilidad aquiliana o algiin régimen juridico especial, ‘estaria cubierto por la anterior decisién, siendo plenamente admisible la excepcién de cosa juzgada. En cambio, para la tesis que sustenta que el elemento juridico es un componente més de la causa petendi, conjuntamente con los hechos, no habra identidad para reclamar la cosa juzgada si en la nueva demanda se modifica el elemento juridico. En nuestra jurisprudencia predomina la idea que la fundamentacién ju- rica propuesta por las partes, en sus pretensions, excepciones o defensas no son vinculantés para el juez, conforme a una aplicacién extensiva al principio iura novit curiae (el juez sabe el derecho), con lo cual las distintas talificaciones juridicas frente a una misma causa de pedir no darian origen auna accién diversa. 22. LA COSA JUZGADA “CUBRE LO DEDUCIDO ¥ LO DEDUCTIBLE” Como se explicaba, determinar los limites objetivos de una controversia ha sido siempre una materia compleja, entre otras razones por la dificultad que existe para delimitar el concepto de causa de pedir. El nudo gordiano cn esia materia surge por el completo desacuerdo que existe, desde hace mas de un siglo, para definir Ios elementos que configuran este componente de la accion: si s6lo un conjunto de hechos o si, junto a los hechos, debe ademés considerarse el elemento juridico fundante de la accién. usd, respecte dela misma persona o vctma, dar gar a responsabilidad contracts rs vomssildadextracontractal. Lo anterior no significa que el incumplimient dun const Pemés de ocesionar un pejuico al cocontratate, (..] pueda también ocasionar dafos 2 un fereeo entrao ala relacién contractual". C. de Ap. de Santiago, 27 de diciembre de 1996, TRDULt 93, seo... 142. En or ocasion se ha resuelt que “noes preciso que en la demands Se fie ls deposiciones legates que le sirven de fundamento, sino tan 360 los principios, te azn juridca de la accién” (pt todos, CS, 14 de enero de 1947, RD, t. 44, sec, 1s. 450). (Curso be Denso ProcesaL Cw 153 Por su parte, en la doctrina procesal hay acuerdo en tomo a que la iden- tidad objetiva no puede obtenerse de una simple comparacién literal entre lo fallado con anterioridad y la causa de pedir, y el petitum de la nueva demanda. Dentro de las pautas que se han desarrollado para aplicar tan compleja operacién, se ha propuesto la regla que proclama que “la cosa juzgada cubre lo deducido y lo deducible”, o bien que hay cosa juzgada si, de admitirse una nueva resolucién sobre el tema, se impide el cumplimiento de lo anteriormente resuelto**®, ‘Como lo explica De la Oliva, “por imperativo légico, la cosa juzgada com- prende lo que esté implicita pero necesariamente negado por una afirmacién contenida en la parte dispositiva de la sentencia y lo que esté implicita pero necesaria ¢ inescindiblemente afirmado por la negacién que aquélla pueda contener”™®, Utilizando otros términos, se proclama que la cosa juzgada cubre lo deducido y lo deducible. La doctrina italiana formula la misma propuesta sosteniendo que “il giudicato copre il dedotto e il deducible”™. Aplicando esa pauta se entiende que este efecto extintivo cubre hechos alegados y también todos aquellos no alegados, pero que debieran haberse alegado por formar parte de la misma relacién juridica. Como lo explica Tapia Fernéndez, “hist6ricamente se ha admitido sin discusién que la cosa juzgada cubre no sélo lo efectivamente deducido en el primer proceso, sino también lo que pudo deducirse”™". Luego agrega Ja misma autora que “esta maxima refleja la Iogica consecuencia de la naturaleza juridica de la cosa juzgada como concreta determinacién de 26 En este sentido, CS, 4 de enero de 1945, RDJ.t 44, see. Ip. 16; CS, 13 de enero de 1939, RDJ, 36, sec. *, p.478; CS, 7 de enero de 1938, RDI, t. 35, sec. Ip. 340; C. de Ap. de Santiago, 29 de agosto de 1933, RDU, t 31, see. 2, p. 595 CS, 14 de enero de 1915, RDU, 1.12, see. Fp. $61 3 Dea Ouva, Andrés, Sobre a casa juzgada, ab. cit, p. 56; El objeto del proceso y cosa _jucgada en el proceso civil, Madrid: Thomson, 2005, pp. 93-110. 2° Por todos, con una sintesis de la doctrina italiana, Paoro savy, Andrea, “Appunti sul sgiudicato civile€ soui limiti oggettivi”, en Rivisia di Dirito Processuale, Padova, Cedam, 1990, vol. XLY, pp. 389 y ss. Hay traduccién, “Apuntes sobre la cosa juzgada civil y sobre sus limites objtivos" tC. Ochoa, Revista Peruana de Derecho Procesal, VII, 2004, pp. 634-636, 291 Taria FemnAnorz, Isabel, / gbjeto del proceso. Alegaciones. Sentencia. Cosa uzgada, 0b. cit, pp, 155-156, 154 Auzianoxo Rowsxo Secust las reciprocas situaciones juridicas de las partes en contienda, y no como ‘una mera operacién cognoscitiva sobre los argumentos 0 razones 0 sobre el valor persuasivo 0 no de las pruebas; de tal modo que, establecida en la sentencia la concreta relacién juridica entre las partes, es irrelevante que a tal resultado se haya llegado acogiendo o rechazando tal argumentacién 0 tal prueba. Todas las razones que se alegaron o se pudieron alegar quedan cubiertas por la cosa juzgada”?*2, No se debe olvidar que el fundamento de la cosa juzgada material se encuentra en la necesidad de evitar la reproduccién indefinida de los litigios y de conseguir la estabilidad y seguridad juridica. Por ello, resulta impro- ‘cedente permitir a una parte que omiti6 alguna referencia de hecho 0 que no aport6 pruebas suficientes que reproduzca nuevamente su accién, salvo {que efectivamente la nueva pretensi6n esté amparada en una causa de pedir distinta de la anteriormente fallada. En tal orientacién, la Corte Suprema ha establecido que no debe confundirse la causa de pedir con los medios que se emplean para demostrarla, razn por la cual, aunque se acompafien nuevos medios de prueba en un proceso posterior, ello no puede significar que se esté frente a una nueva causa de pedir™”. En consecuencia, sila sentencia anterior (que contiene la res judicata) resulta de una amplitud suficiente como para entender que juridicamen- te comprende Io que de facto se alega en un nuevo proceso ulterior, se debe entender que concurre la identidad objetiva de la cosa juzgada. Sélo de esa forma se evitard la multiplicidad de procesos, que pretendan, bajo la presentacién de pequefias alteraciones ficticas, eternizar la discusién sobre Jas mismas materias u objetos. La pauta referida ~en su proyeccién préctica- determina, por ejemplo, que, si en una sentencia anterior se fallé que no existe la obligacién de pagarel capital, dicha declaracién debe comprender dentro de lojuzgado el intento de la demanda posterior que intente cobrar una determinada suma por concepto de intereses respecto de esa misma obligacion. 22 Ibidem, p. 156 23 Entre otras, CS, 17 de agosto de 1910, RDJ,t. 8, sec. I", p. 459; CS, 8 de julio de 1941, RDU,t.39, se. 1, p.41; CS, 24 de agosto 1948, RDI, t. 45, se. 1%, p. 721 ‘Curso ne Denecno Procesat Civ. 15 En nuestra jurisprudencia, la aplicacién de este principio para la de- terminacién de la extensién objetiva de la cosa juzgada se ha aceptado nitidamente. Asi, en materia de derecho de propiedad, la Corte Suprema, en sentencia de 27 de abril de 1948, declaré que existe identidad de cosa pedida entre el juicio en que se rechaz6 la demanda reivindicatoria por todo el terreno en litigio y aquel en que se pretende reivindicar una parte del mismo, invocéndose como titulo una escritura de compraventa hecha valer también en el primero™*, También la Corte Suprema, en sentencia de 28 de agosto de 1942, determind que “existe identidad de cosa pedida entre el juicio en que se declarara que una de las partes es duefia de la cosa y el juicio en que la otra pide se declare que le pertenece una cuota en dicha ‘cosa, porque el dominio sobre la totalidad de la cosa reconocido en el primer juicio exeluye el dominio de una cuota que pretende el actor en el segundo pleito. En consecuencia, concurriendo ademés la identidad de personas y de causa de pedir, procede acoger la cosa juzgada’™5, En igual orientacién, también aplica esta pauta la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago de 21 de septiembre de 1950, cuando en el caso de acciones de condena vinculadas a un derecho absoluto declaré: “4°) Que la opinién de los autores, y basta para ese objeto citar a Sa- vigny y Laurent, entre los antiguos, y a Chiovenda entre los modemos, es uniforme en el sentido de considerar la cosa pedida como el beneficio juri- dico que se reclama, o sea, la materia del pleito, la cuestién que se discute. Segtin Alsina, ella se compone de dos elementos: el objeto material a que se refiere la accién y el derecho que sobre el objeto se reclama; 5°) Que de lo expuesto resulta que, no obstante tratarse de acciones di- versas, puede resultar cosa juzgada si el nuevo juicio versa sobre la misma materia que el anterior, sien él se persigue idéntico objeto, como ocurre en los casos en que si bien la demanda contiene una peticién distinta, porque se persigue un derecho diferente, ésta tiene por base el mismo fundamento Juridico que ya fue denegado en el juicio anterior [..}; 2 CS, 27 de abil de 1948, ROU, t. 45, se. 1p. $15. 25 CS, 28 de agosto de 1942, RD, t 40, sec. 1% p. 148. 136 Ausianoro Roweno Secu, 6°) Que la reproduccién de! litigio sobre un mismo asunto o materia hace que se considere idéntico el objeto de ambos juicios y procede aceptar la excepeién de cosa juzgada, aunque no haya identidad perfecta entre lo actualmente pedido y lo resuelto con anterioridad, porque las aparentes diferencias no excluyen la cosa juzgada, si de aceptarse la nueva peticién en la sentencia resulta ésta incompatible con el fallo precedente; 7°) Que esta institucién de Ia cosa juzgada, establecida en las legislaciones de todos los tiempos, obedece a una finalidad social indiscutible, cual es la de conseguir la estabilidad de los derechos que las partes pueden discutir, ¥yesa finalidad no se cumplira si fuera posible renovar indefinidamente los. pleitos, permitiéndose invocar en nuevas demandas derechos que sirven de necesario presupuesto a pretensiones ya rechazadas irrevocablemente, ¥ 8°) Que es esto Io que ha ocurrido precisamente en el caso de autos: don Clodomiro Jiménez entablé demanda en contra de don Luis Cancino, ‘una mal llamada accién de terminacién de comodato precario, porque el propio actor sostuvo que el demandado ocupaba los terrenos cuestionados sin contrato alguno, y por mera ignorancia de su parte, para obtener la restitucién de esos terrenos. El demandante, diciéndose duefio del inmueble, invocé ese dominio ‘como fundamento de su accién. El demandado, por su parte, alegé igual dominio, Esa cuestién de dominio fue alegada en el juicio y resuelta en sentencia ejecutoriada que negé lugar a la demanda. En consecuencia, no es posible en derecho renovar la misma controver- sia, pidiendo igualmente la restitucién del mismo objeto, aunque se haya cuidado por el solicitante de variar la calificaciOn de su aceién, al titularla como reivindicatoria”?™, La aplicacién de esta regla también puede contribuir a hacer prevalecer a buena fe procesal, cuando se intenta desconocer los efectos juridicos de cequivalentes jutisdiccionales que han puesto fin a una controversia entre partes. Lo anterior ha surgido en el caso de conciliaciones producidas en procesos laborales, en las que, no obstante haberse otorgado entre las partes 236 C. de Ap. de Santiago, 21 de septiembre de 1950, RDU, t. 47, sec. 2%, pp. 57-59. | | (Curso ne Denzcuo Procesat Civ 157 el més amplio, completo y reciproco finiquito, por ejemplo, respecto de actuaciones de gerentes, se intenta luego en un juicio civil imputables dolo © culpa civil por los mismos hechos que ya fueron objeto del finiquito. 23. Cosa JUZGADA Y CONCURSOS DE ACCIONES El tema de los concursos de acciones parte del supuesto que una misma situacién de hecho pueda estar amparada por una diversidad de acciones, que concurren a satisfacer el mismo interés del actor”, En su esencia, se trata de acciones con causa de pedir diversa, aunque busquen el mismo fin juridico o el mismo fin econémico. El punto de partida de esta situacién queda bien expuesto en la doctrina de la Corte Suprema, al declarar “que un mismo hecho, acto juridico, convencién o contrato puede dar lugar a més de una accién, las que tienen vida independiente una de la otra”. ara el tema que nos ocupa, Ia interrogante principal dice relacién con la posibilidad de oponer la excepcién de cosa juzgada cuando una de es- tas acciones concurrentes ya fue juzgada con anterioridad””. Como en el 297 Cf el. de este Curso de Derecho Pracesal, pp. 128-133. 298 CS, 18 de abril de 1988, RDJ, 1 83, ec. 1, p. 35. En igual orientacién, CS, 25 de abril de 1996, RDJ, 1.93, 500. 1, p. 50. 2 Enel derecho histérico, la solucin a este problema era més fcil de aleanzar, Mientras perduraron ls efectos de la is conestaro romana, cuando se daba un concurso de aeciones cl actor tenia que elegi entre las acciones incompatibles, quedando extinguidas las restan- tes. Dicho de otra forma, cuando a ltis contestatio producia efecto extintivo, la solucién provenia de aplicar la siguiente formula, que se recoge en los clsicos:electa wna via per ‘partem ad aliam non potest venire (Deco, regula 301.6), esto es, elegida uns via procesal por una parte no se admite acudir ala otra, Sin embargo al trasladarse el efecto extintivo de Tas acciones ala eficacia de cosa juzgada ala sentencia pronunciada sobre el fondo del tema debatido surge el problema de si es posible oponer esta excepcién en el caso de acciones en relacién de concurso, Una sintesis del problema, eft Lieavan, Enrico T., “Aeciones conct rrentes", en Eficacia y autoridad dela sentenci, tt. Santiago Sentis Melendo, Buenos Aires, EDLAR,, 1946, pp. 243-270; Ci. Fumeseca, Pablo, Derecho Privado Romano, Madt Imprenta Sanchez, 1978, . 72. Recordemos queen el derecho romano clésico, al producirse Ia itis contestatio, se generaban una serie de consecuencias. Para una mejor explicacion se ha propuesto distinguir entre los efectos extintvos, creadores o novatorias y fijatoris sobre Ia elacion procesal. Como lo puntualiea Murga Gener, en virtud del efecto extintivo, cuando tuna relacién litgiosa haba sido levada a juicio resultaba imposible volvera a plantar otra ‘ez, ello porque el Iitigio, ma concretamente la itis conestaio, extingua a relacinjuridica 158 ‘Acesaxono Rowexo Secure proceso civil moderno la eficacia de cosa juzgada es la que determina la extincién de la accién, y no el acto de su interposicién, el tema no es fécil de solucionar™ “Aunque por su complejidad el tema excede los fines de esta exposicién, sentemos a modo de referencia algunas pautas basicas para solucionar esta cuestiOn: 1°) La unidad de fin econémico que puedan tener las acciones no deter- mina necesariamente que el pronunciamiento de una sentencia sobre una de las acciones permita alegar la cosa juzgada, si s¢ intenta otra accién ‘concurrente en un juicio posterior, como puede acontecer entre las acciones {que emanan de un pagaré o las que provienen del mutuo, para satisfacer un mismo interés pecuniario**', Se ha resuelto que no se produce cosa juzgada entre las acciones cambiarias y las del mutuo™™ 25) No pueden coexist dos sentencias sobre un mismo objeto procesal, ya que su ejecucin es imposible de obtener, por trtarse de mandatos que se contradicen reciprocamente™, ‘ontrovetida (ef. Muro Gener, José Luis, Derecho romano cldsico Il: El proceso, Univer- Sidad de Zaragoza, 3 ed., 1989, p. 287, 291-292; en igual sentido, off. Gonzatez, Amparo, Una vision unitara (contractual yprocesal) de as obligacionessolidaras en Derecho romano clasco, Madri, Universidad Aut6noma, 1983, p. 50; Dowinco, Rafacl, Reglasjuidieas y ‘aforismos, Pamplona, Aranzadi, 2000, p. 48. 310 En nuestra juriprudencia la superaién de cualquier efecto consumativo en el caso d= saciones concurrentes se aprecia en varias declaraciones que recogen nitidamente [a auton wer dels aceiOn respect del derecho material. Una buena prusba de ello se encuentra © la sr sna dela CS de 24 de septiembre de 1924, al expresar que “a ley no prohibe enabler setiones incompattbles en juicios sucesivos y aun simultneos, sin perjuicio, naturalments, seen eaxo, de que el demandado pueda pedi Ia acumlacién de autos u opone Ie texcepcién de ltspendencia”. RDU, t. 24 sec. 1, p- 716. 201 En tal sentido, CS, 13 de septiembre de 2006. Rol N° 4416/2004 (Casacién), Vex N°23191 3 C$, 27 de agosto de 2013 Rol N* 6946-12, MI36011, “BBVA Chile con Zamora Mati ‘enanioy otros” con anteriridadacepta ese critrolasentencia de la CS dee diiembre de 1933, RD t. 31, se. 1% p. 131. 20> entre otras, en este sentido cf. CS, 3 de diciembre de 1917, RDJ,t. 19, see. Isp. 1025 CS, 124e enero de 1920, RDI, t.20, see *,p. 226; CS, 19 dejulio de 1995, RDU t.92 566.1%. 53.

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