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TOPOGÉNESIS

FUNDAMENTOS DE UNA
NUEVA ARQUITECTURA

JOSEP MUNTAÑOLA THORNBERG


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(Co-editors):

Universitat Politècnica de Catalunya. 18


Grup de Recerca GIRAS. UPC.
Universidad de los Andes. Head of the Series:
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Universidad Nacional del
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Josep Muntañola. Barcelona
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Rapoport, Amos; Architect, USA
ISSN: 1579-4431
Rewers, Eva; Philosopher, Poland
ISBN: 978-84- Ricoeur, Paul, Philosopher, France †
Depósito legal: B-28136-2009 Romañà, Teresa; Pedagogue, Spain
Impresión: LIGHTNING SOURCE Salmona, Rogelio; Architect, Colombia †
© 2009, ARQUITECTONICS y los autores de los textos Sanoff, Henry; Architect, USA
Scandurra, Enzo; Urban Planner, Italy
© 2009, EDICIONS UPC
Solaguren, Félix; Architect, Spain
Tagliabue & Miralles, Architects, Spain
Primera edición: mayo de 2009 Valsiner, Jaan; Psychologist, USA
Reimpresión: julio de 2009 Werner, Frank; Historian, Germany
1
Las dimensiones éticas de la topogénesis

A Lewis Mumford, “In Memoriam”.


A Pierre Pellegrino sin el cual este libro
nunca hubiera existido.
7
Introducción a esta edición: volver al lugar

Introducción a esta edición: volver al lugar

Entre 1994 y 1999 algo ha pasado con la Arquitec- 1998, y que sirven como demostración de que algo
tura como lugar (25 años después de que publicase nuevo está sucediendo en la arquitectura como
un libro con este título).1 Tal como indica E. S. lugar habitado, construido y diseñado. Estos artícu-
Casey en su excelente trabajo El destino del lugar,2 los, que retroceden hasta Platón y avanzan hasta los
publicado en 1997, existe un “retorno a la noción confines de la cosmología futurista actual, anuncian
de lugar”, retorno anunciado por Heidegger en nuevos libros, que ya he escrito, sobre la situación
1923, y por muchos otros antes que él, pero confir- de la arquitectura a las puertas del siglo XXI. Si algo
mado en las postrimerías, contemporáneas, del consiguen en relación a este libro, escrito unos años
siglo XX. antes, es enfatizar todavía más la importancia de
Esta versión en castellano de Topogénesis: sus conclusiones. La noción de “modernidad espe-
fundamentos de una arquitectura viva traduce un cífica”, y su naturaleza dialógica, tienen un futuro
texto completo aparecido en francés en París en prometedor, sobre todo si se llega a dar a un “nue-
1996, y no debe confundirse con los libros Topogé- vo” personaje, olvidado, que ha irrumpido en esce-
nesis uno, Topogénesis dos, y Topogénesis tres, que na, la importancia que se merece. Pero no quiero
siguen vivos a partir de su edición en 1980, y que avanzar acontecimientos...
seguirán siendo una base a partir de la cual he ido
construyendo, una tras otra, diferentes síntesis teó-
ricas sobre lo que es la arquitectura. Josep Muntañola
Las tres partes de esta topogénesis recogen Barcelona, enero de 1999
textos imposibles de encontrar en castellano, como
el de retórica, y otros textos nuevos como el de poé-
tica, el de ética y los estudios de epistemología del
espacio y del tiempo. Además, la presente versión 1 La arquitectura como lugar. Gustavo Gili, Barcelona,
en castellano incluye un anexo con seis artículos 1973.
aparecidos hasta hoy en diferentes idiomas (inglés, 2 Casey, E. S. The Fate of Place. University of California

ruso, francés, griego, etc.), escritos entre 1996 y Presse, 1997.


8
Topogénesis
9
Índice

Índice

Prólogo de Pierre Pellegrino a la primera edición en francés (Anthropos, París, 1996) ....... 11

Objetivos del libro ........................................................................................................................ 15

Introducción: el cuerpo, el lugar y la historia ........................................................................... 17

1 Las dimensiones estéticas de la topogénesis ............................................................................ 21


1 1.1 Estética y topogénesis: el lugar como relato ....................................................................... 21
1 1.2 Poética y topogénesis .......................................................................................................... 21
1 1.3 Retórica y arquitectura ........................................................................................................ 26
1 1.3 1.3.1 Introducción .............................................................................................................. 26
1 1.3 1.3.2 Retórica de la arquitectura: fundamentos y posibilidades ........................................ 27
1 1.3 1.3.3 Las figuras de composición ....................................................................................... 31
1 1.3 1.3.4 Las estrategias de composición como persuasión ..................................................... 33
1 1.3 1.3.5 El contenido de la retórica ........................................................................................ 49
1 1.3 1.3.6 La didáctica de la retórica en la arquitectura: algunos ejemplos .............................. 51
1 1.3 1.3.7 Epílogo ...................................................................................................................... 60
1 1.4 Conclusiones: la medida estética de los lugares ................................................................. 61

2 Las dimensiones éticas de la topogénesis ................................................................................. 65


2 2.1 Ética y topogénesis: texto y acción ..................................................................................... 65
2 2.2 El intento de Aristóteles o la moral como arquitectura ....................................................... 66
2 2.3 Breve reflexión sobre la técnica en la topogénesis ............................................................. 68
2 2.4 Conclusiones: la medida ética de la topogénesis ................................................................ 69

3 Las dimensiones lógicas de la topogénesis ............................................................................... 73


3 3.1 La lógica de los lugares ....................................................................................................... 73
3 3.2 Hacia una epistemología del diseño arquitectónico como actividad constructora del lugar 73
3 3.1 3.2.1 Hacia un modelo piagetiano del diseño arquitectónico ............................................ 74
3 3.1 3.2.2 Una interpretación arquitectural de la concepción infantil del lugar para vivir ........ 76
3 3.1 3.2.3 Hacia una epistemología del diseño arquitectural considerado como una actividad
para concebir lugares para vivir ................................................................................ 81
3 3.3 Topológica y semiótica de los lugares ................................................................................ 82
3 3.4 La naturaleza dialógica del lugar humano .......................................................................... 85
10
Topogénesis

3 3.5 De la deconstrucción a la co-construcción en la arquitectura del año 2000 ....................... 89


3 3.6 La conclusión lógica: la forma de territorio moderno como lógica de una historia
del mundo ............................................................................................................................ 92

4 La topogénesis de una modernidad específica ......................................................................... 103

Bibliografía ................................................................................................................................... 107

Anexo
Hermenéutica, semiótica y arquitectura: Timeo visitado de nuevo ................................................ 113
Arquitectura y racionalismo: espacio monológico y espacio dialógico ......................................... 131
El lugar dialógico: la arquitectura, la semiótica y las ciencias sociales ......................................... 137
El significado de la fragmentación arquitectónica ......................................................................... 153
La arquitectura de la narrativa, la narrativa de la arquitectura ....................................................... 161
La arquitectura del espacio de los hombres: las semiologías del cerebro y de la máquina
confrontadas ................................................................................................................................... 167
11
Prólogo de Pierre Pellegrino a la primera edición en francés

Prólogo de Pierre Pellegrino a la primera edición en francés1

La aparición de este libro de Josep Muntañola ha una moral, con principios éticos, se reconoce el
seguido casi inmediatamente a la obra de Alexan- “otro”, sus costumbres y sus hábitos.
dre Lagopoulos Urbanisme et semiotique, y con Muntañola encuentra su optimismo en una
ello he querido dar una orientación precisa y valio- poética de la arquitectura en la que la lógica del
sa a esta colección de libros sobre las “Formas”, proyecto no se desprende de sus dimensiones éti-
que yo dirijo. Estos dos autores han tratado, de cas. Pero él demuestra también como, viendo en la
manera original y cada uno a partir de sus propias realidad una unión entre proyecto y conocimiento,
ideas, la forma y el sentido del espacio desde una la poética de la arquitectura atraviesa el laberinto
perspectiva semiológica, abriendo camino hacia un entre imaginación y sensación, dando forma a una
análisis que en el caso de Josep Muntañola, no es estética. La deconstrucción poética presupone un
solamente un análisis lógico, sino estético y ético. saber: el saber analizado, troceado, pero la poética,
Este libro trata de la génesis de los lugares, y mediante una lectura fina de las diferencias, trabaja
de una arquitectura que no se limita a los efectos el sentido común, el lugar común de las clasifica-
superficiales, sino que diseña en profundidad una ciones y de los tipos, y bajo los efectos de una retó-
poética del habitar. Muntañola, discípulo de Lewis rica del “hacer ver”, persuade de verosimilitud de
Mumford, ha convertido el pesimismo de su maes- otra manera de ver.
tro en un optimismo de vanguardia, mostrando El análisis deconstruye y solamente deja ver
cómo con una aproximación topogenética la huma- los trozos: hay que recomponer estos trozos para que
nidad puede reencontrar el sentido profundo del logren tener sentido en un todo “arquitecturado”.
lugar y, a través de una arquitectura del territorio, Para conseguirlo, la poética de la arquitectura va
descubrir el respeto por el medio ambiente en el hasta el origen del lenguaje del espacio, y abate el
que vive. Se trata, pues, de una modernidad nueva, eje paradigmático de las clases del uso local, sobre
dialógica, porque acepta medir la alteridad de su el eje sintagmático de los argumentos arquitectóni-
proyecto con la continuidad de la tradición. cos, produciendo isotopías sorprendentes; el proyec-
Para Muntañola, subrayando de este modo la to es síntesis. El conjunto arquitectónico encuentra
base ética en la concepción del mundo, la lógica va en este abatimiento entre ejes la motivación de las
de la palabra como argumento al tipo como clase: medidas que el proyecto da al objeto, y la razón de
se trata de una palabra que atraviesa el límite entre ser de la articulación de sus partes en un todo.
el “yo” y el “otro”, no solamente desconstruyendo El conjunto arquitectónico es recibido de este
los argumentos preconcebidos y las clasificaciones modo por aquellos a los que está destinado, como
a priori, sino coconstruyendo, en el diálogo, nuevos interioridad con sentido, en especial con el sentido de
razonamientos, usando nuevas clasificaciones que
se adapten y que expresen las diferencias entre los
1 Anthropos, París, 1996
diversos sujetos de este diálogo. Inscribiéndose en
12
Topogénesis

“abrigo”. Si existe comunicación entre el que hace la Por todo ello, Muntañola se muestra contrario
obra de arquitectura y el que la recibe, la arquitectura con una arquitectura monológica, hecha gracias a la
se convierte en un proceso a través del cual los desti- ausencia del cuerpo del otro, y busca los fundamen-
natarios de la obra buscan la interioridad de un lugar, tos de una dialogía entre texto y contexto. El con-
y donde estos mismos destinatarios encuentran en los texto es para el texto el lugar de la dialogía, está
límites de esta interioridad las medidas que dan uni- formado por otros textos que contienen imágenes
dad al lugar habitado. Los destinatarios conciben de un entorno distinto y concebido desde otros
estas medidas como una cierta “atmósfera” que pue- lugares. El cuerpo del otro recibe las imágenes a
den inferir en el uso cotidiano del entorno construido, través del interior del edificio según su transparen-
hasta llegar a ser útil en la vida de cada día. cia con respecto al exterior. Estas imágenes valoran
Los intereses de unos y otros se regulan por lo que puede estar presente en el interior; la forma
ley. Sus conflictos tienen que ver con la posesión envolvente del edificio es una interfase.
del lugar y con la imagen de un entorno domestica- Pero el otro tiene, él mismo, una ausencia,
do. Se regulan por juicios, en los que se expresa la alternando con su presencia. Lugar de anclaje y
ética de cada uno. Muntañola nos recuerda que la volumen aislado, un edificio es un espacio hecho
ley articula el lenguaje como lógica interna del ser, por efectos contradictorios, con los que la presencia
como argumento de su identidad; y que ella articula nos abruma y llena, y la ausencia produce un vacío.
también el lugar como lógica externa, como rela- No se trata solamente de la clasificación de espa-
ción de alteridad inscrita en un territorio. cios y usos, sino del hecho que para ser vivo, un
Pero la poética arquitectónica va en contra de lugar necesita ser animado, pero el equilibrio diná-
ciertos usos, no se conforma con producir un recep- mico debe dar justicia al orden y a la soledad y no
táculo adecuado a los usos en curso, no desea repro- sólo al desorden y a lo ilimitado.
ducir un entorno, sino transformarlo, para que El lugar está definido por Aristóteles como la
aumente así su sentido hacia los usuarios. Por tanto, primera envolvente inmóvil, abrigando cuerpos que
se trata de proponer otra ética, al menos parcialmen- pueden desplazarse y emplazarse en él. El lugar es
te otra: a través de figuras, intenta, retóricamente, una envolvente lógica en tanto en cuanto contenga
indicar el salto entre el proyecto y lo existente. un orden racional. Es ético en cuanto debe abrigar
Existe, pues, una reinterpretación de lo exis- los usos tanto de los unos como de los otros. Y, final-
tente desde el proyecto, una necesidad de ruptura, mente, en una envoltura estética en cuanto remite a
no solamente para redescubir lo que existe, sino un más allá imaginario. Límite en acto, el lugar es
para inscribir en la realidad una nueva perspectiva distinto de su contenido; pero está, no obstante, en
de futuro. Si nada es dado y todo se construye, el resonancia con él, puesto que lo agrupa y exterioriza
futuro no nos sería dado por el presente. El espíritu la forma con que lo agrupa, todo al mismo tiempo.
que busca, necesita construir una articulación capaz El lugar edificado implica una lógica. Los
de transmitir un significado, a la vez, de comienzo objetos se ordenan en él racionalmente, de manera
y de duración, tal como sucede con el entrecruza- que el uso de un objeto no impida el uso del otro, y
miento de un plano y una traza. porque la distancia práctica entre ambos se mini-
Sin embargo la historia de un lugar y el pro- maliza. El uso de los objetos proyecta tiempo en el
yecto que lo toma como sitio, no tienen la misma espacio, y así éste se condensa o se expande según
temporalidad. Aunque acaba por inscribirse en la los ritmos de la vida, la de unos y la de otros.
historia, el proyecto es un salto adelante que se con- Lugar, o tiempo depositado en el espacio, el edifi-
fronta con un lugar que no le esperaba; al menos no cio arquitectónico se convierte en un instrumento
le esperaba bajo la forma de una creación. Hay de medida de la intensidad de ser.
pues intertextualidad entre traza y proyecto, y El lugar construido presupone una ética, por-
redescripción poética de la traza por el proyecto. que sin ella no existiría ninguna solidaridad entre lo
13
Prólogo de Pierre Pellegrino a la primera edición en francés

que envuelve y lo que está envuelto. Los valores del En la relación del cuerpo con el espacio, el
desplazamiento dislocan la solidaridad entre la edificio no es el único lugar arquitectónico. Todo el
coherencia local que se logra gracias al hábito, el contexto es arquitectura. Mediante la implantación
espacio de referencia del deseo y el espacio del obje- de un edificio como texto, su contexto se transfor-
to de la acción. Algunas reglas son necesarias a fin ma en co-texto. Si existe intertextualidad, entonces
de que los itinerarios efímeros no produzcan catás- el contexto no estará sin solución de continuidad en
trofes inesperadas y súbitas. Las modas no tienen la relación con lo que agrupa y contiene, sino que
profundidad de las costumbres, ni su duración. estará en contigüidad; el entorno de los edificios, su
La estructuración de los usos supone una éti- contexto, no se confunde con sus paredes exterio-
ca de las lógicas espaciales, porque sin principios res. Yendo del texto al contexto, se produce un pro-
integradores, la apropiación del espacio conlleva ceso de encajonamientos sucesivos.
una lógica de exclusión. Sin ninguna lógica basada ¿Cuáles son las relaciones entre el topos, o
en valores éticos las posesiones de unos se amplifi- envolventes sucesivas, y el choros, o límite al caos
can sin freno en detrimento de las posesiones de los amorfo ilimitado? El topos se implanta en un lugar
otros, que acaban por pertenecer a un sistema espa- de inclusión y de encajonamiento. Otros espacios,
cial completamente excluido. Por el contrario, por tanto, cabalgan entre este encajonamiento sin
cuando el lugar, gracias a su ética, se convierte en identificarse con él. Algunos se configuran en espa-
enlace, pone de manifiesto valores significativos cios de exclusión, en los márgenes, otros construyen
para todos; se convierte en soporte de un intercam- intersecciones entre las envolventes inmóviles. Las
bio social simbólico, mediante el cual, lo mismo en particiones de cada espacio se disocian y se superpo-
“el otro”, se respeta y se percibe, al igual que “el nen a otros espacios, marcándolos. Entre todos ellos
otro” en lo mismo. aparecen espacios relativos a escalas múltiples.
El lugar nos muestra una estética porque, Las particiones del espacio son el producto de
como instrumento de medida, es sensible a los un espacio que espacializa, de una arquitectura que,
cambios de uso, a los destellos desmesurados de los al articular lo físico y lo geométrico, construye sis-
objetos que recibe y las sacudidas de una realidad temas de referencia que escapan a cualquier límite
que desplaza los seres que lo habitan. Al dar un localmente concebido. Los lugares relativos son la
lugar a la vida, el espacio arquitectónico se interpo- envoltura inmóvil de porciones de espacio material,
ne entre los objetos y los sujetos; filtrando la casca- espacializadas por figuras arquitectónicas que ellas
da interminable de sensaciones, abre la mente a mismas forman parte de espacios espacializantes,
espacios de silencios propios de la ensoñación. La formas puras y lugares de referencia que no ocupan
figura del edifico es una máscara que deja entrever ningún cuerpo.
al ser, como una plenitud que se presiente desde el En la dialogía de las articulaciones espaciales,
pensamiento. los lugares relativos, al acoger la complejidad de
El ser entero no puede mostrarse. Existen los desplazamientos, no están ellos mismos en
reglas de uso que regulan las maneras de cómo el movimiento. Pero se abren a través de un proceso
ser puede mostrarse, porque son como emblemas de información desde una fragmentación de la glo-
del ser. Existe, pues, una ética de la estética que balidad, en la que cualquier fragmento está interre-
predetermina lo que se considera normal. El des- lacionado con los demás. Existe pues una estética
plazamiento del cuerpo, no obstante, trastoca estos de las estructuras envolventes y una retórica de la
lenguajes y estas normas. La ética de la estética da acción que las atraviesa. Cuando la persuasión
la medida a estos posibles desplazamientos. Un logra poner en duda el caparazón global que recu-
objeto encastado en su lugar, inmóvil, no tiene pro- bre los lugares, provoca una transformación, invali-
piamente lugar. Y así el lugar sin espacio es un da la clasificación de usos y adopta otro sistema de
lugar fijo entre sus propios límites. clasificación.
14
Topogénesis
15
Objetivos del libro

Objetivos del libro

Este libro, dedicado a Lewis Mumford desapareci- Las ilustraciones también traspasan cualquier
do recientemente,1 es una tentativa de síntesis de la frontera entre estética, ética y lógica, fronteras que
significación de la topogénesis, o sea del estudio de son desgraciadamente necesarias para pensar el
la construcción de lugares para vivir. lugar.
Ya hace años que analizo las teorías sobre la Antes de empezar hay que hacer unas preci-
construcción de lugares, sobre todo, desde un punto siones importantes:
de vista arquitectónico.2 El diagrama 1 contiene el Primero, desde la topogenética las distincio-
esquema de estos análisis que siguen el pensamien- nes entre arquitectura y urbanismo son muy poco
to occidental en su conjunto. útiles. Como decía Hegel, un lugar nos lleva a todos
los otros lugares posibles. Si en la planificación el
lugar no se ve afectado entonces es efectivamente
Semiótica Ética
algo alejado de la arquitectura y no-topogenética.
eje ético Pero a menudo la planificación incluye aspectos de
eje estético predeterminación del lugar, con lo que se equipara
Poética Retórica a un nivel topogenético.
eje científico
En segundo lugar, es cierto que las profesio-
nes involucradas en la topogenética son muchas, y
que la profesión de arquitectura es solamente una
Política Epistemología de ellas. Sin embargo, es la que históricamente ha
Diagrama 1 relacionado con mayor profundidad objeto, socie-
dad y territorio por lo que me oriento especialmente
hacia ella, aunque siempre desde una perspectiva
Aún cuanto he dividido mi análisis en tres abierta e interdisciplinaria. No es por casualidad
síntesis parciales sucesivas: la estética, la ética y la que cada lugar exige una interdisciplinariedad dife-
lógica, no hay que olvidar la globalidad de la topo- rente, como veremos.
génesis como expresión de la vida humana comple-
ta, en la que las barreras entre estética, ética y cien-
cia son siempre fluctuantes y están siempre sujetas 1 Conocí al ya entonces viejo profesor en el año 1963,
a una reflexión crítica. cuando yo era un estudiante. Desde entonces mantuvi-
Así el libro empieza con una reflexión filosó- mos una correspondencia regular. Espero que ahora que
ya no existe pueda yo impulsar sus ideas sobre la impor-
fica sobre el cuerpo, el lugar y la historia, y acaba tancia del espacio humano como cultura.
con una reflexión utópica proponiendo una moder- 2 Ver La arquitectura como lugar. Edicions UPC, Barce-

nidad específica, o un relato histórico preciso, bajo lona, 1996. También Topogenesis-Uno. Topogénesis-Dos.
forma de un “proyecto arquitectónico”. Topogénesis-Tres. Oikos-Tau, Barcelona, 1980.
16
Topogénesis

Finalmente, analizamos objetos para ver el


hombre a su través. Al revés del teatro, la arquitec-
tura descubre el argumento en el escenario y el len-
guaje en el objeto. La topogénesis nace y muere
con el lenguaje, pero no puede identificarse con él,
como sugiere el pasaje bíblico de la Torre de Babel.
17
Introducción: el cuerpo, el lugar y la historia

Introducción: el cuerpo, el lugar y la historia

Los últimos años del siglo nos permiten ver con zo de análisis tuvo sus frutos. La razón del lugar
mayor frialdad la razón del lugar que tan afanosa- empieza cuando nos damos cuenta de que el lugar es
mente buscó la cultura de los sesenta y, ya con lo más opuesto a la historia que puede darse, y que
mucha menor ilusión, la de los años setenta. Hasta es el sujeto humano (con su cuerpo), lo único
qué punto este enfrentamiento tuvo que ver con los que constituye el puente que enlaza historia y lugar.
fracasos de unas razones inconscientes o apresura- Sin el lugar (y lo saben bien los locos, o los perdidos
das, o hasta qué punto ha sido la crisis económica en el desierto, o en el mar, o en la nieve, o, simple-
mundial la que ha enfriado la búsqueda ilusionada mente, los emigrantes) se rompe la razón entre la
(e ilusoria) de esta razón del lugar, es algo que qui- historia y el sujeto; el lugar permite al sujeto nave-
zás no sabremos jamás. Pero, en todo caso, hoy gar por la historia y permite a la historia «situar» al
«pasamos» mucho de la búsqueda de las razones sujeto. Juntos (el sujeto, la historia y el lugar) son
del lugar y pensamos mucho más en buscar las for- capaces de multiplicase y desarrollarse. Separados,
mas de disfrutar del lugar, de sobrevivir en él, de perecen forzosamente de inanición. Descubrir las
protegernos de él. «funciones» del lugar dentro de este triángulo dia-
Una vez más, son las excelentes obras de léctico que Platón definió como razón será el objeti-
Richard Sennett1 las que nos han abierto los ojos a vo de las páginas que siguen. Si el lugar es este
una problemática social: del lugar actual, sin repetir puente entre el sujeto y la historia, su existencia no
y sin mirar fórmulas hechas, ni lugares mejores. Sin podrá depender totalmente de ninguno de los dos,
embargo, no voy a entrar aquí en su polémica,2 ni pero tampoco podrá prescindir de uno de ellos.
tampoco a intentar una vez más un análisis de la Esto es lo que ocurre en realidad. Siempre se
razón del lugar a partir de alguna manera o de algún habita el lugar desde la historia y siempre se analiza
arte particulares como ya lo he intentado en mis la historia de un sujeto “estando” en los lugares que
publicaciones previas;3 lo que voy a intentar en este ha ocupado. En ambos casos el lugar sirve de vehí-
artículo es una síntesis de lo hasta aquí vivenciado a culo y de puente entre la historia y el sujeto. Ésta es
partir de esta multiplicidad de vías de aproximación. la razón del lugar.
Forzosamente será una vivencia personal, aunque Cuando esta razón se rompe (con la locura,
aquí, en la razón del lugar (y ahí está una primera con el destierro o con la radical renuncia a la exis-
tesis), lo personal es ya siempre lo universal. tencia histórica en sus diferentes formas), e1 lugar
Empecemos por decir que los años ochenta se
equivocaron al buscar la razón del lugar... fuera del
lugar. 1 Sennett, R. The Fall of Public Man. Knopf, 1977.
La razón la tenían «como en un sueño» en el 2 Muntañola, J. Topogénesis-Dos. Oikos-Tau, Barcelona,
lugar mismo y no en complicados instrumentos de 1980
3 Muntañola, J. Topos y logos. Kairós, 1979.
análisis. Pero no seamos injustos porque este esfuer-
18
Topogénesis

se vuelve insignificante, difuso, confuso y, en el radicalmente solo no necesita lugar, no puede tener-
límite, se confunde con la muerte, la cual no atien- lo. Todas estas reflexiones parecerán “fuera de
de a razones. lugar” ya que la cultura industrial ha estado a punto
Lo que descubre mi indagación sobre el desa- de provocar una catástrofe mundial como ya predijo
rrollo conjunto de la noción de lugar y la noción de Heidegger con su famoso discurso sobre el construir,
tiempo (o sea, de historia) en el sujeto infantil (ver el habitar y el pensar.7 Hasta aquí, pues, no he hecho
artículo núm. 1 de la segunda parte de este libro), otra cosa que resumir en pocas palabras el resultado
no es más que una prueba de este nexo «racional» de mis indagaciones sobre la naturaleza del lugar
que el lugar construye (o destruye) entre el sujeto y humano; será preciso ir un poco más allá para dedu-
la historia. Otra prueba es el trabajo excelente de cir ahora la significación futura de su razón.
Simmel sobre el extranjero,4 o los certeros análisis Uno de los trabajos más sorprendentes del
del antropólogo del lugar por excelencia, Amos antropólogo Amos Rapoport8 es su estudio del
Rapoport.5 lugar de los aborígenes australianos en un estado
Lo que sugestiona y repele al mismo tiempo original, sin lugares construidos (casas, chozas,
de la arquitectura como constructora de lugares es etc.) pero con un “sentido del lugar” basado en una
justamente esta obligación que tiene el sujeto para percepción en la que el sueño y la realidad, el mito
comprender la razón del lugar, de colocarse en otro y la situación real, lo sentido y lo pensado, se mez-
lugar, es decir en el lugar del lugar que el otro ocu- clan, formando una unidad indisoluble que es la
paba al crear el lugar. Muchos arquitectos fracasan que les sirve para sobrevivir. Con ello Rapoport
al no saber colocarse en lugar de, aunque los que apoya la visión de Platón que he usado en varias
de verdad disfrutan diseñando acaban adquiriendo ocasiones: “... pero existe una tercera naturaleza, o
un gran virtuosismo en esta especie de antiteatro sea el espacio, indestructible, la cual ofrece casa a
que es la arquitectura. Antiteatro porque debes todas las criaturas creadas y es aprendida, en ausen-
colocarte en lugar del otro, cuando, ni el otro, ni el cia de todo sentido, gracias a cierta razón epicúrea
lugar, ni el espectador te ven. El arquitecto es un que es como un sueño...” (Platón, Timeo).
autor teatral que actúa en solitario, de la misma La consecuencia capital de mis propias inves-
manera que el actor de teatro no tiene propiamente tigaciones es la de que esta manera de concebir,
lugar, puesto que los teatros no tienen otra razón percibir y construir el lugar, es, hoy, como lo era
que hacer teatro. Son los lugares más anti históri- ayer y como lo será mañana, la misma. (Lo que,
cos que existen. dicho sea de paso, no es más que una manera “vul-
Y hay más: la fuerza poética y retórica del gar” de dar la razón a la filosofía de Heidegger.) Es
lenguaje verbal se origina en este poder del lugar de decir, seguiremos “conociendo” el lugar a través
ser nexo entre sujeto e historia, porque la caracte- del mito (status, estilo de vida, ideologías, etc.)
rística esencial de este nexo es la de poseer vacíos. mezclando sueños y sensaciones, realidades y idea-
El lugar es una realidad hueca, con dentro-fuera y lidades. Tal como indica Rapoport, hemos perdido
con complejidad y duplicidad formal, funcional,
etc. Ni el sujeto ni la historia tienen «huecos». Sólo
el lugar, por ello su razón es como un sueño en 4 Simmel, G. Sociología. Revista de Occidente.
boca de Platón. La imagen más clara de esta reali- 5 Rapoport, A. Aspectos humanos de la forma urbana.
dad sigue siendo la de P. Kaufmann: “El lugar Gustavo Gili, 1978.
6 Kaufmann, P. L’experience emmocionelle de l’espace.
comunica dos cuerpos que están en el mismo
lugar”,6 lo cual es físicamente imposible, por lo que Vrin, 1967.
7 Heidegger, M. Dwelling, Thinking and Building. Har-
para orientarse en el lugar (los niños lo saben bien) per, 1971.
hay que ser “dos” sujetos alguna vez, hay que tener 8 Rapoport, A. Artículo presentado en EDRA, Los Ange-

historia, comunicar con otros sujetos. Un sujeto les, 1973.


19
Introducción: el cuerpo, el lugar y la historia

“inmediatez” entre cultura y naturaleza, lo cual a tizar ningún cambio. El lugar puede desencadenar
veces nos convierte progresivamente en seres lo que de hecho ya existe entre el cuerpo y la histo-
insensibles al lugar y, por tanto, indiferentes a sus ria; es, como el lenguaje verbal, un medio impor-
razones, hasta ser capaces de vivir en medio de una tante de provocación, de denuncia, pero que, como
autopista o en un caos urbanístico, sin ninguna en un sueño, nadie ni nada nos garantiza que “fun-
capacidad de “ser soñado”, con agrado. La unidad cione”. Es como un riesgo. Riesgo que cada día es
entre sueño y el lugar, en el que el sueño, y a partir mayor en la “cultura” y menor en lo “natural”, pero
del cual sueño, (recordemos cómo los niños de tres que en su suma sigue siendo el riesgo de la supervi-
años siempre colocan a las personas durmiendo en vencia.
el lugar) ya no es tan inmediata como en los pue- Lo importante será pues, hasta qué punto el
blos “dichos” primitivos, pero sigue siendo la base sueño entre el cuerpo y la historia se explicita en un
fenomenológica y estructural de la razón del lugar. doble sentido, en el de salir del cuerpo, o sea en el
Sin lugar no podríamos soñar y, si tal como de proyectar arquitectura, y en el de leer la historia,
descubrió magistralmente Lewis Mumford en uno es decir en el de usar el lugar construido como cla-
de sus mejores capítulos9 el sueño es uno de los sín- ve de la historia. El lugar está entre el lugar soñado
tomas que diferencia al hombre de cualquier otro por el cuerpo, o proyectado, y el lugar construido
ser vivo, ese sueño está indisolublemente unido al por la historia o habitado. La “mitificación” viene
lugar, nace del vínculo entre el cuerpo y el lugar, de la falta de relación entre estos dos movimientos
que es el mismo vínculo del cual nació el mito. Y complementarios de expresión. Lo que el cuerpo
cuesta poco desde aquí dejarse llevar por la imagi- sueña y lo que la historia sueña ha de conectarse
nación y trazar paralelismos con cualquier religión para que se produzcan cambios y se eviten mitifica-
en sus orígenes... ciones. Y este mecanismo es exactamente el que se
La razón del lugar es como un sueño porque descubre en los pueblos primitivos cuando debido a
la unión entre el cuerpo y la historia, que es el una catástrofe natural y/o cultural tienen que modi-
lugar, ha de realizarse necesariamente de esta ficar el “habitar” un lugar o cambiar de lugar.
manera. Aunque hoy el “sueño” a veces se llame Alguien (un cuerpo) “sueña” lo que hay que
“ciencia”, no por ello pierde su fuerza mítica, o sea hacer, y lo “sueña” desde, hacia y en un cuerpo, y
su capacidad de animar un esfuerzo de transforma- desde y en una historia colectiva de mitos, migra-
ción y crítica del medio físico y social. Y así llega- ciones, viajes, rituales e itinerarios ancestrales.
mos al nudo gordiano de la cuestión del lugar: Entonces el cambio viene, la tribu sobrevive, el
¿cuándo un mito se “mitifica”? Esta ha sido la lugar cambia, el sueño se realiza. No es que la
cuestión esencial que ha preocupado a Lewis Mum- razón del lugar sea diferente al cambio sino que,
ford durante toda su vida y este es el aspecto que como una palabra muda, está allá quieta esperando
una y otra vez ha confundido a los que de una for- que entre el cuerpo (o cuerpos) y la historia se pro-
ma de lugar querían hacer la defensa de un sueño duzca la chispa de la cual él no es más que el mate-
que debería convertirse, así, en realidad. Y es que si rial de base, el medio expresivo, el sueño construi-
la razón del lugar es esta razón epicúrea que es do o constructible.
como un sueño la cual se ubica entre el cuerpo y la Si entre las dos corrientes de explicitación del
historia, es porque jamás el lugar en sí, construido o sueño del lugar, la que surge del cuerpo y la que
proyectado (tanto da), es garantía de cambio, de surge de la historia, existen contradicciones, el
transformación, o de revolución. Es como un sue- cambio debe llegar al lugar. La mitificación nace de
ño, síntoma de algo, representación de algo, pero la represión de dichas contradicciones, no de su
nunca puede llegar a ser más que un medio, una
mediación, un sueño, que puede desencadenar iras,
odios, violencia, pero que, él solo, no puede garan- 9 Mumford, L. El mito de la máquina. Emecé, 1967.
20
Topogénesis

existencia. Es la misma vida y la misma muerte las


que median entre el lugar que el cuerpo sueña y el
lugar que la historia construye. El lugar es siempre
lugar de transición, de iniciación, de entrada y de
salida.
Lo que el futuro debe hacer es aunar lo que el
cuerpo sueña y lo que la historia sueña. Ha de usar
el lugar como clave de interpretación de la historia
colectiva y de la vida individual, para encontrar las
fisuras y decidir qué sueños deben marcar el futuro.
Tarea para nada fácil, pero no hay otro modo de
cumplir la razón del lugar, su arquitectura. Tarea
que, una vez más, ha sido bosquejada por Jacques
Derrida en su último libro: Khôra.10

10 Derrida, J. Khôra. Galilée, París, 1993.


21
Las dimensiones estéticas de la topogénesis

1 Las dimensiones estéticas de la topogénesis

1.1 Estética y topogénesis: el lugar como lo I.4) intento también describir la estética del lugar
relato como medio ambiente vivo, como “cultura”, que se
transforma transformando la sociedad que lo “culti-
Mi análisis estético de la topogénesis se estructura va”. Cierra esta primera parte de topogénesis una
en tres dimensiones complementarias que se super- corta reflexión sobre la modernidad.2
ponen sin confundirse, a saber:
— la dimensión poética,
— la dimensión retórica, 1.2 Poética y topogénesis
— la dimensión hermenéutica.
Como eje conceptual, yo seguiré el artículo La dimensión poética es esencial en el análisis
excelente de Paul Ricoeur: “Poética, retórica y her- estético de la topogénesis, o sea de la génesis del
menéutica”,1 publicado en 1989, precisando que los lugar habitado. Gracias a la ayuda de algunos trabajos
tres aspectos del lenguaje que define Paul Ricoeur recientes sobre la poética del lugar habitado y, muy
se transforman en las tres dimensiones del lugar especialmente, gracias a la obra de B. Maj,3 haré rápi-
habitado, o topogénesis. Analizaré la poética y la damente una síntesis de mis estudios anteriores.4
retórica en los capítulos 1.2/1.3. Entre estas dos La estructura poética de la arquitectura ha
dimensiones fundamentales de la estética del lugar estado descrita por primera vez en la obra de
construido yo coloco la dimensión hermenéutica. Robert Venturi Complejidad y contradicción en la
Aquí introduzco una reflexión sobre la “invención” arquitectura.5 El punto de articulación entre la
en la estética y sobre la fenomenología de la emo- razón de ser de la poética y la estructura del “argu-
ción, según Pierre Kaufmann. Esta última reflexión mento” de la obra de arte, en este caso un edificio,
tiene por objetivo recordar que la dimensión estéti- está claramente definido por Venturi a través de las
ca, en general, de la topogénesis tiene un aspecto tres categorías poéticas, o catástrofes aristotélicas,
social e intertextual (dialógico) que va más allá del
edificio habitado como objeto. Dicho de otro modo:
la realidad estética tiene como límites la experien- 1 Paul Ricoeur. En From Metaphysics to Rhetorics. Klu-
cia interior, individual, y la experiencia universal,
ver, Londres, 1989.
colectiva, del hombre en el mundo y en la historia. 2 Ver en la bibliografía final las obras de R. Poggioli; P.
Intentaré más adelante definir las complejas rela- Burger; A. Benjamin.
3 Maj. Elementi di metaforologia aristotelica. Gabrieli
ciones entre lugar e historia, ya anunciadas en la
introducción general de este libro, pero un análisis Corbo, Ferrara, 1987.
4 Muntañola, J. Poética y arquitectura. Anagrama, Barce-
de la estética de la topogénesis debe ser consciente
lona, 1981.
desde el principio de esta raíz social del lugar. 5 Venturi, R. Complexity and Contradiction in Architectu-
Finalmente, en el capítulo de conclusiones (capítu- re. Museum of Modern Art, Nueva York, 1966.
22
Topogénesis

de la estética arquitectónica, es decir: la doble for- Doesburg, es un buen ejemplo de esta articulación
ma, la doble función y el elemento convencional. con la vida, gracias a las lecciones, en este caso, de
Spinoza.
La belleza de los lugares habitados siempre
“Teatro” (relato) “Arquitectura” (proyecto)
(De acuerdo con Aristóteles) (De acuerdo con Venturi) ha tenido, en los tratados de arquitectura, el conte-
Peripecia Doble función nido poético del entrecruzamiento entre construc-
Reconocimiento Doble forma ción y habitar. Los trabajos de Robert Venturi,
Lance poético Elemento convencional Colin Rowe y Spiro Kostof,7 lo han analizado
recientemente y, sobre todo, ha sido Andrew Benja-
Diagrama 2. Las catástrofes poéticas
min el que ha llevado al extremo las ideas, aristoté-
licas en su origen, de las relaciones entre avant-
En efecto, y siguiendo las definiciones preci- garde y mimesis. (op.cit. cap. 1.1). Efectivamente,
sas de Paul Ricoeur,6 de que mimesis poética no este autor utiliza la noción de “distancia estética”
debe jamás entenderse como “copia” o “imitación”, de Burke, distancia a partir de la cual el sufrimiento
a secas, sino como “representación”, o como “jue- adquiere un valor estético, noción claramente aná-
go simbólico” siguiendo también aquí a Jean Pia- loga a la definición aristotélica de la distancia pre-
get,7 vemos que: cisa y exacta desde la cual se puede disfrutar, com-
prender y “ver”, estéticamente, una pintura. (Por
«La “mimesis” estética es siempre represen- ejemplo, ver este concepto en op.cit. de Maj, nota
tación de una acción a través de una ficción artísti- 3.) La estrategia proyectual de Peter Eisenman de
ca correcta gracias a un argumento, o intriga, poé- “deslocalizar para localizar” (to dislocate that
ticamente bien estructurado. Análogamente, el which it locates) es también una definición exacta
objeto arquitectónico tiene un “argumento” espa- del valor estético de la metáfora, según Paul Rico-
cio-temporal, o “lugar”, que articula “construc- eur y su metàphore vive. Con estos escritos,
ción” y “habitación” (o habitar), con un diseño (o Andrew Benjamin ha enlazado la poética con la
proyecto) que precisa, mide y proporciona un obje- deconstrucción. Finalmente, con su reflexión sobre
to arquitectónico.» la obra de Malévitch como “liberación” y “emanci-
pación” del arte gracias a pintar el “acto” de pintar
En la obra citada de Maj, la obra de Aristóte- y no la realidad, Andrew Benjamin convierte en
les consigue una potencia extraordinaria. Nos positivo el espacio vacío entre los objetos, con lo
recuerda Maj que se olvida a menudo que la rela- que las “catástrofes” poéticas se internan más, si
ción entre lenguaje y vida humana es tan intensa en cabe, en la obra de arte.
Aristóteles, que no hace falta salir del lenguaje para La acción poética del lugar y de su arquitec-
alcanzar una alta intensidad existencial. La vida tura apenas si ha sido hasta hoy explorada. Pode-
cambia el lenguaje y el lenguaje cambia la vida, mos utilizar la poética como instrumento de análi-
gracias a la estructura de intercambio que consi- sis crítico de una obra, como en el caso de los
gue la “metáfora”, auténtico “micro-poema”. En ejemplos que expongo aquí de manera extremada-
la dimensión poética de la arquitectura, es el mismo mente simplificada, pero la obra de B. Maj, ya cita-
proceso profundo el que se dinamiza. El objeto da, y el trabajo inigualable, ya clásico, de Nortop
arquitectónico y su contexto vivo, físico y social,
deben de intercambiarse con el fin de permitir
recrear la poética de los lugares. Las formas y las 6 Piaget, J. La formation du symbole chez l’infant. Dela-
funciones se articulan poéticamente en la arquitec- chaux et Niestle, Neuchatel, 1959.
tura porque trabajan hombro con hombro con la 7 Kostof, S. A History of Arcchitecture: Rituals and Set-

vida misma. L’Architecture Vivante, de Theo Van tings. Oxford University Press, 1985.
23
Las dimensiones estéticas de la topogénesis

Frye, sobre la anatomía de la crítica, nos abren nue- Primer ejemplo


vos campos: los campos de los “géneros” arquitec- De la poética de la arquitectura
tónicos, el análisis de los elementos esenciales de
la arquitectura y de sus “modos” de articulación en Las ilustraciones de las páginas 95 y 96 mues-
diferentes “tipos” de edificios. Sin embargo, toda tran la sorprendente transformación de una casa,
esta apertura “dialógica” de la poética no debe modesta, de campo, en un minúsculo núcleo medie-
jamás distraernos del centro fundamental de la poé- val consolidado el siglo XVIII junto a una iglesia del
tica de la arquitectura, es decir de la composición siglo X. No es una “historia” de siglos con “mayús-
correcta de los elementos constructivos con el fin cula”, sino una historia “normal”, de artesanos y no
de constituir un espacio vivo, de tal manera, que de reyes. Sin embargo, una arquitectura de una rique-
cada elemento será capaz de soportar diferentes za ilimitada que la arquitecta catalana Magda Saura
funciones y podrá ser “leído” desde una multiplici- Carulla ha sabido aumentar y transformar, siguiendo
dad de escalas formales; y así, estos elementos un camino rechazado obstinadamente por los mejo-
adquieren un valor poético y son la garantía de este res arquitectos europeos: el entrecruzamiento poéti-
valor poético llegue al lugar que construyen (ver co entre lo nuevo y lo viejo. Las vanguardias pene-
diagrama 2). tran en la historia; ella no ha construido un mundo
También podríamos aplicar el paradigma poé- artificial, cosmético, que anula cualquier cultura.
tico, así definido, a la enseñanza de la arquitectura Por una vez, modernidad significa arquitectu-
y a una pedagogía topogenética generalizada, que ra. Nada es gratuito, nada es totalmente artificial.
considere la transmisión educativa como “produc- Artificialidad, historicidad y modernidad se articu-
ción poética” y nunca como una mera retórica, lan poéticamente en una arquitectura, modernidad
siguiendo la lectura extremadamente reductora que singular y específica, siempre viva, siempre presen-
Cicerón hizo en su día de la poética y de la retórica te. Lección que no aprenden muchos arquitectos
de Aristóteles. que persiguen la celebridad a través de una arqui-
Repito, hay mucho por hacer. Hoy podemos tectura moderna que ya nace muerta, pero ellos no
construir más rápido y más sólidamente que ayer, se enteran...
pero nada nos garantiza que la nueva poética de
nuestra arquitectura y de nuestros lugares contem-
poráneos sea mejor que lo fue ayer. Segundo ejemplo
Además, las enormes posibilidades tecnológi- De la poética de la arquitectura
cas deben articularse con una complejidad, cada día
mayor, de las exigencias culturales si de verdad Este segundo ejemplo es un ejercicio realiza-
queremos generar una cualidad poética. do en 1986 en la Escuela de Arquitectura de Berke-
El acierto de Hölderlin en su poesía sobre el ley, a partir de la Deanery House de E. L. Lutyens
“habitar” nos confirma la enorme profundidad que de 1905, y cuyos dibujos originales (del jardín)
puede llegar a tener la topogénesis como práctica están justamente en el archivo histórico de dicha
vital. La posibilidad de “construir” con la arquitec- escuela. Jean Gabriel elabora su objeto poético con
tura un verosímil vivo, como lo logra la metáfora virtuosidad ancestral, deconstruyendo un pabellón
en general, o sea un “mini-poema”, convierte la de jardín para un artista, sintetizando lo mejor de
acción de construir un lugar en una de la acciones Lutyens y lo mejor de California, es decir Bernard
más valiosas de la cultura humana. Desgraciada- Maybeck. Podría escribirse un libro sobre las catás-
mente, estamos todavía muy lejos de lograrlo... trofes poéticas de este edificio minucioso y delicio-
pero nunca debemos perder la esperanza. so que probablemente jamás será construido.
24
Topogénesis

Segundo ejemplo: Ejercicio Proyectual sobre


la “Deanery House” de E.L. Lutyens
25
Las dimensiones estéticas de la topogénesis
26
Topogénesis

1.3 Retórica y arquitectura extraer de cada tema su composición...”. Obvia-


mente, en cualquier tema la composición incluye
1.3.1 Introducción aspectos no retóricos, como la gramática, la lógica;
pero los propiamente retóricos son, sobre todo, los
Mi primera tentación al escribir un estudio que se concentran en las estrategias del convencer
sobre retórica de la arquitectura fue seguir el mis- y del persuadir. En ello se diferencia de la poética,
mo camino que el de mi análisis anterior sobre la pero no para perder interés, sino para todo lo con-
poética y la arquitectura,8 trazando en la historia las trario. Esto es lo que demuestra Perelman en su pri-
diferentes estrategias compositivas y sus ramifica- mer excelente estudio, donde defiende la inclusión
ciones dentro del movimiento moderno. Pero ello, en la retórica antigua de las estrategias de la argu-
y a pesar del esfuerzo ya hecho por Colin Rowe,9 mentación y no sólo de las figuras retóricas desa-
era algo enormemente complejo y, a la postre, algo rrolladas durante la Edad Media.13
de dudoso resultado, puesto que, al contrario de la Impedir la degeneración de la retórica es impor-
poética, la retórica ha seguido un camino mucho tante para revitalizar la poética, la lógica, la semió-
más irregular, mucho más diversificado y, por lo tica, etc., puesto que solamente a partir de recono-
tanto, mucho más difícil de valorar a través de un cer los argumentos que se necesitan para convencer
análisis historiográfico. y persuadir de algo, que no son nunca ni argumen-
Dejando, pues, para otra ocasión los trazados tos cien por cien lógicos, ni cien por cien poéticos,
históricos de una retórica de la arquitectura, aunque se descubre el valor y el contenido de cada una de
algunas referencias se pueden encontrar en este las dimensiones o categorías citadas. Este es, en
libro, he preferido ir directamente al núcleo teórico suma, el argumento esencial que hay que analizar
de la cuestión, núcleo thèorico que invisto de toda ahora con cierto detalle. El hecho de que los instru-
la importancia que Gadamer da a la noción de teo- mentos o estrategias de la retórica sean instrumen-
ría,10 precisamente para evitar una práctica degene- tos degenerados de la lógica (silogismos transfor-
rada y para perseguir la revitalización de una teoría mados en entinemas), o de la poética (las metáforas
de la acción que sea únicamente la defensa del y las demás figuras del lenguaje), o de la semiótica
oportunismo político más descarado y cínico. (los ejemplos como degeneración de los signos), ha
La thèoria es, pues, en este libro, una fiesta, una hecho caer a los comentaristas en el error de creer
celebración, tal como corresponde a su origen en la que dichos instrumentos o estrategias eran “hoja-
cultura griega y no una fuente del aburrimiento, rasca” inútil, y que sólo a partir de una lógica podía
aunque, dicho sea de paso, hay quien no se divierte superarse el academicismo de los estudios retóricos
ya con nada o con bien poco. de una escolástica formalista. Sin embargo hoy se
Sin romper el hilo continuo de una argumenta- va descubriendo que las fronteras entre la lógica, la
ción de por sí muy complicada, paso a discutir el
objetivo primordial, o sea: qué es la retórica, objeti-
vo que ya empecé a descubrir en mi libro anterior:
8 Muntañola, J. Poética y arquitectura. Anagrama, Barce-
Poética y arquitectura (1981).
lona, 1981.
De ahí, que siguiendo a Aristóteles y a su 9 Rowe, C. El Manierismo en el Movimiento Moderno y
moderno y excelente comentarista Paul Ricoeur,11 otros ensayos. Gustavo Gili, Barcelona.
la retórica no es una floritura que se coloca en cual- 10 Gadamer, H. G. La Razón en la época de la ciencia.

quier mensaje comunicativo en su aspecto más Alfa, Valencia, 1981.


11 Ricoeur, P. La Métaphore Vive. Seuil, París, 1975.
superficial, sino que es la que nos describe los sis- 12 Barthes, R. «L’Ancienne Rhétorique». Communica-
temas de composición de dicho mensaje. Esto es lo tion, n.º 16, París, 1970.
que indica Roland Barthes12 cuando traduciendo a 13 Perelman, Ch. «L’Empire Rhétorique». Communica-

Aristóteles nos dice que la retórica es: “el arte de tions, n.º 16, París, 1970.
27
Las dimensiones estéticas de la topogénesis

poética y la retórica no son tan claras como se No se desprecia así ni a las poéticas, ni a las retóri-
suponía, y que la inmensa cantidad de materiales cas, ni a las tipologías, sino que se intenta poten-
acumulados por la retórica, como por ejemplo la lis- ciarlas en su recíproco y dialéctico interés común
ta de figuras de estilo del diagrama 5,14 pueden ayu- por la arquitectura.15
dar al que quiera convencer de algo a alguien, aun-
que ello fuese falso, pero también pueden ayudar al
lógico, ampliando sus tipos de lógica, y al retórico 1.3.2 Retórica de la arquitectura: fundamentos y
de la poesía, que analizará lo poético con ayuda de posibilidades
las transformaciones gramaticales que consiguen los
instrumentos retóricos. Lo que ocurre es que las El diagrama 6 es la reproducción ampliada de una
figuras de estilo componen el texto del mensaje y, lista aparecida en mi libro anterior Poética y arqui-
simultáneamente, ayudan a persuadir. No se puede tectura; puede verse en él un conjunto de estrate-
separar composición y persuasión sin destruir lo gias retóricas utilizadas por los arquitectos. A tra-
más específico de cualquier proceso retórico. vés de esta lista se comprueba que la retórica arqui-
En relación directa con la arquitectura (véase el tectónica cumple una triple y simultánea función.
diagrama 1), es importante hacer notar la dialéctica,
ya anunciada en mi libro sobre la poética, a) Sirve como “andamio” del proceso de inven-
ción y de creación del proyecto arquitectónico, o
Estrategias MODO sea, como ayuda para componer y ordenar los
de persuasión SEMIÓTICO impulsos de la imaginación y de las intuiciones con
el fin de otorgar una forma explícita al edificio.
Aristóteles hablaría aquí de la estructura del propio
MODO Categorias de discurso y de la capacidad de autoconstrucción de
POÉTICO la imitación los argumentos retóricos. (Libro III de la Retórica.)
b) Sirve como estructura de “persuasión” de
cara al cliente, sea éste privado, o un grupo social, o
MODO
RETÓRICO un ente público, con el fin de demostrar una adapta-
Estructuras
del contexto ción a sus necesidades, gustos, ideas, emociones,
histórico- etc. Aristóteles hablaría aquí del mecanismo de per-
geográfico suasión. (Libro II de la Retórica.)
Diagrama 3 c) En tercer y último lugar, la retórica es un
modelo de relación entre el proyecto y su contexto
histórico-geográfico y arquitectónico previo, tanto
entre: a) las tipologías arquitectónicas más o menos del contexto inmediato, o lugar en el que está ubi-
precisas acumuladas por una historia colectiva; b) cado el edificio proyectado, como del contexto cul-
las categorías poéticas que cada edificio o cada tural y arquitectónico más amplio. (Libro I de la
conjunto de edificios contienen; c) las estrategias Retórica.)
retóricas que son las que consiguen transformar las Es justamente esta relación entre el contexto
tipologías para producir efectos poéticos nuevos y, inmediato y el contexto cultural histórico y geográ-
viceversa, transformar las poéticas para producir fico más amplio la que genera la tensión dialéctica
nuevas tipologías. Pero no todas las combinaciones que, a su vez, permite el desarrollo de estrategias
entre tipología, retórica y poética son deseables y, retóricas de persuasión.
sobre todo, no todas las combinaciones consiguen
la correlación poética entre el construir y el habitar 14 Suhamy, H. Les Figures de Style, PUF, París, 1981.
que es el único corazón posible de la arquitectura. 15 Ver Muntañola, J. op. cit, 1981.
28
Topogénesis

ARISTÓTELES BARTHES (Vestido) ARQUITECTURA


(Discurso verbal) (Systéme de la mode) (Este libro)
(El arte de la retórica)

LIBRO I Retórica del significado Tipos de referencia


El que habla, o mundo de oposicio- El mundo o la ideología de la moda. (Capítulo 1.3.5).
nes del que habla. Contexto históri- Lo “viejo” y lo “nuevo”, lo “joven” y Significado de las composiciones.
co-ideológico. lo “adulto”, etc. Causas sociales de la persuasión.

LIBRO II Retórica del signo Estrategias de composición


El proceso de persuasión La razón (ratio) del sistema (Capítulo I.3.4)
Entinemas y tópicos. de la moda. (Ver diagrama 6)

LIBRO III Retórica del significante Figuras de composición


El propio discurso. Poética de la retórica, la (Capítulo I.3.3)
Principios de orden y organización del vestido en (Ver diagrama 5)
figuras. cuanto vehículo material.

Diagrama 4. Retórica y arquitectura

Por otra parte, esta relación puede también dad del debate sobre la imitación o “mimesis” ana-
compararse con la oposición entre diacronismo y lizado en mi estudio anterior sobre la poética.
sincronismo definida por los lingüistas. Aristóteles En el diagrama 4 puede verse un ensayo del
hablaría aquí de lo que es o no es justo en arquitec- paralelismo entre la estructura de la retórica aristo-
tura, o del imperativo ético de la arquitectura. télica y los contenidos de una teoría de la arquitectu-
(Libro I de la Retórica.) ra. La estructura de la retórica aristotélica está extra-
Para cumplir su papel, y de acuerdo con lo indi- ída del libro ya citado de Roland Barthes16. Los
cado en la precedente introducción, la retórica de la aspectos más sugestivos de esta correlación son para
arquitectura consigue simultáneamente aumentar la mí los de un paralelismo entre la “óptica” de Aristó-
redundancia de su propio discurso y aumentar la teles, definida como una lista de lugares comunes
relación con su contexto histórico-geográfico. A del discurso verbal y los tipos arquitectónicos, que
este nivel, la división de Hegel entre arquitectura son evidentemente y con mucha mayor propiedad
dependiente y arquitectura independiente se oscu- lugares comunes. Las estrategias retóricas de Aris-
rece, o mejor, se reconstituye a un nivel más retóri- tóteles, o sea, los entinemas, los ejemplos, las figu-
co y menos lógico, ya que ambos tipos de arquitec- ras retóricas, etc., sirven para instrumentalizar los
tura pueden definirse a partir de diferentes estrate- distintos tópicos a lo largo del discurso retórico, sin
gias retóricas. Parte del debate del realismo en el que éste pueda identificarse nunca ni con una lógica
arte está implícito en esta distinción, aunque aquí (Aristóteles defiende su lógica en sus libros: Tópica,
nos interesará analizar los aspectos más operativos Analítica y Dialéctica, etc., o sea, en el Organon) ni
de la retórica arquitectónica y sus definiciones en el con la poética, cuyas categorías no se parecen en
campo de la teoría del arte. nada a las estrategias retóricas si exceptuamos el
En efecto, la retórica cubre lo que se ha venido papel de puente que realiza la metáfora.
llamando los “sistemas de composición”, y ya se
adivina en el diagrama 6 que la naturaleza de estos
sistemas o estrategias de composición es muy com- 16Barthes, R. op. cit., 1970. Y también Systéme de la
pleja, y que coincide esta complejidad con la sutili- mode. Seuil, París, 1967.
29
Las dimensiones estéticas de la topogénesis

En resumen, considero central en el debate lugar vacío que se abre entre la lógica y la poética.
sobre la retórica arquitectónica la ambigüedad Si separamos composición y persuasión, destrui-
detectada por Aristóteles en la retórica como puen- mos la retórica y la degeneramos en una pseudoló-
te entre la lógica y la poética; sin esta ambigüedad gica o en una pseudopoética. Por el contrario, si
los sistemas compositivos, o sea, las estrategias mantenemos la tensión entre ambas dejamos el
retóricas, no podrían cumplir la triple función con camino abierto hacia una poética y hacia una lógi-
respecto al proyecto arquitectónico que acabo de ca, aunque por itinerarios distintos. El dominio de
describir. las figuras y de los argumentos retóricos es así tanto
La habilidad del arquitecto en su uso de los sis- un dominio de la composición como un dominio de
temas compositivos, o estrategias retóricas del dise- la persuasión, aunque ello no implique, más bien
ño (desde los liniamenti de Alberti hasta el modulor dificulte, una transparencia lógica o una mímesis
de Le Corbusier, hasta los sistemas “contextualis- poética. Esto es justamente lo que ve con gran agu-
tas” de Richard Meier), permite la relación entre el deza Aristóteles en su libro III de la Retórica cuan-
valor poético del edificio y su memoria tipológica, do dice que la gente tiende a ver en lo que se parece
sin que sea posible prever con exactitud lógica el la verdad, y que por ello el retórico intenta persua-
resultado de esta relación como no sea bajo la cate- dir que una cosa es verdadera por que se parece a
goría de “probabilidad” definida por el mismo otra cosa que lo es, aunque sepa que existe una
Aristóteles en función de la capacidad de persua- diferencia y no una semblanza perfecta. Esta vero-
sión del propio discurso. similitud a la vez igual y diferente es la que produ-
Esta capacidad de “probabilidad” está enlazada ce el efecto retórico, funcionando aquí la arquitec-
con la categoría de “verosimilitud”, con la “mime- tura de un modo análogo al arte del comediante tal
sis” y con la noción de “analogía”. Todos estos con- como indiqué en una obra anterior18.
ceptos se encuentran analizados en mi libro ante- Un ejemplo de esta dialéctica es el proceso de
rior, Poética y arquitectura, aunque todos ellos se formación de la decoración, que Gadamer caracte-
ven ahora desde una perspectiva diferente si aten- riza como lo esencial de la arquitectura en el polo
demos a la retórica. opuesto a Loos, si consideramos que la decoración
Como decía, esta perspectiva la centra el propio se genera casi siempre por la transferencia hacia
Aristóteles cuando nos ofrece dos definiciones elementos construidos con diferentes materiales de
complementarias de la retórica, una, la ya citada de: los que les dio origen. Por ejemplo, las tramas de
“...el arte de extraer de cada tema su composi- mimbre de objetos primitivos se transfieren a deco-
ción...”, y la segunda, “...la retórica es la facultad de raciones en azulejos, estucos, etc. Este proceso ya
descubrir especulativamente lo que en cada caso fue analizado por Quatremére de Quincy, Semper,
pertenece al persuadir...”. La capacidad analógica etc., por lo que no es preciso aquí extenderse dema-
de la retórica se centra en la relación que hay entre siado.
las dos definiciones, o sea, entre la composición de A partir de lo indicado en el diagrama 4, la retó-
la obra artística y la persuasión que consigue. No rica de la arquitectura queda perfectamente encua-
hay duda de que existe alguna relación entre esta drada como un aspecto del conocimiento arquitec-
analogía y la ya clásica división entre abstracción y tónico, siempre que sigamos la aguda e inteligente
empatía de Worringer, aunque el propósito de Aris-
tóteles es más general17. Es evidente que esta analo-
17 He utilizado la traducción inglesa de la retórica de
gía retórica no es automática ni en su composición,
ni en su poética, ya que un mismo argumento retó- Aristóteles de la Loeb Classical Library por ofrecer
mejor garantías en su traducción. Existen diferentes tra-
rico puede convencer en su contexto cultural y no ducciones en castellano (ver bibliografía).
conseguirlo en otro. Pero siempre existe una auto- 18 Muntañola, J. Topogénesis Tres. Oikos-Tau, Barcelona,

nomía del hecho retórico, situada justamente en el 1980.


30
Topogénesis

afirmación de Vitruvio de que el conocimiento como decía en la introducción, el seguimiento his-


arquitectónico se genera simultáneamente desde la tórico y epistemológíco de algunas de las figuras y
práctica, o diseño, y desde la teoría de la arquitectu- estrategias y el estudio de su contenido con respec-
ra, o justificación de la autoridad del diseño. Sin to a las categorías retóricas de la moda en cada
esta doble naturaleza el conocimiento arquitectóni- momento, es algo para lo que todavía no estamos
co no existe; sólo existe, según el mismo autor, o preparados a pesar que desde los trabajos pioneros
bien una práctica sin autoridad, o bien una teoría de Semper, Riegl, Frankl, etc., hayan pasado ya
que sólo es una sombra sin sustancia arquitectónica. bastantes años...
El corazón de la retórica en arquitectura está así En este sentido, quizás sea el momento de hacer
formado por la combinación entre figuras de com- referencia a la obra de Cornelís Van de Ven: El
posición (libro III), estrategias de composición espacio en arquitectura (Madrid, 1981), obra inte-
(libro II) y tipología y contexto de referencias en su resante sobre todo por su análisis de las teorías ale-
aspecto más arquetípico (libro I). manas del siglo XIX y principios del XX, o sea, de
Las figuras de composición relacionan la retóri- los autores que acabo de nombrar.
ca con la poética, y sobre ellas hablaré en el capítu- A través de los estudios de Cornelis Van de Ven
lo siguiente de este libro. Las estrategias de compo- puede verse la relación entre la retórica y la lógica
sición las analizaré en el capítulo I.3.4 y conforman de la arquitectura como idea espacial. El tema de la
las maneras a través de las cuales los arquitectos lógica será objeto de estudios posteriores por mi
transforman e inventan los edificios. En el capítulo parte, pero no hay duda de que los análisis de la
I.3.5 me referiré brevemente al valor de los tipos en lógica del espacio durante los últimos doscientos
la retórica y a la función contextualizadora que las años muestran una delimitación en las posibilida-
estrategias y las figuras de composición consiguen des de unos sistemas de composición, o sea, de una
en arquitectura. Este último aspecto de la retórica retórica durante estos mismos años. Quiero decir
es el que Barthes llama retórica del significado, y que, tal como indica Aristóteles, la retórica se mue-
que Aristóteles sitúa en su primer libro cuando ve dentro de unas posibilidades lógicas e ideológi-
habla de lo que es la retórica y no de sus medios de cas que caracterizan la cultura propia de cada
persuasión o de la estructura del discurso que per- momento histórico.
suade. Aunque el autor citado no profundiza lo sufi-
Dicho de otra manera, desde un punto de vista ciente en las aportaciones de la tradición francesa,
retórico las tipologías son mitos de referencia dis- como por ejemplo la obra de Claude Perrault, da en
puestos a ser manipulados para persuadir. Mitos o cambio una visión sintética muy certera de los
modelos que pueden cambiar de naturaleza y llegar autores alemanes a partir de la obra capital de
a ser en manos de Aristóteles las oposiciones entre Adolf Hildebrand: El problema de la forma, publi-
lo justo y lo injusto, la alegría y la tristeza, etc., cado en 1883, treinta años después de la obra pio-
oposiciones que podríamos llamar arquetípicas, las nera de Gottfried Semper. Los sistemas de compo-
cuales encuentran un paralelismo adecuado en sición, en cuanto sistemas o estrategias de persua-
arquitectura en la postura de Louis Kahn cuando sión, desvelan progresivamente las características
busca siempre en sus proyectos el “qué” antes del perceptivas y funcionales del espacio arquitectóni-
“cómo”, lo que es una escuela antes del cómo ha de co. La lógica de la arquitectura, de acuerdo con
diseñarse, construirse o habitarse. Vitruvio, se transforma a través de la historia man-
Finalmente, en el capítulo 1.3.6, he transcrito teniendo siempre una relación de identidad entre
unos ejemplos de análisis retóricas, los cuales, presupuestos teóricos y resultados prácticos.
sumados a los artículos y libros citados en la biblio- La noción de tópicos, que es como veremos la
grafía, hay que considerar solamente como los pri- que enlaza la retórica con la lógica, según Aristóte-
meros pasos de una retórica de la arquitectura. Tal les, se va transformando paralelamente a esta evo-
31
Las dimensiones estéticas de la topogénesis

lución de la arquitectura como idea espacial, y los la dialéctica dinámica se produce fatalmente la
intentos de estos autores alemanes siguen siendo la inmovilidad eterna.
mejor base para entender el movimiento moderno
en arquitectura y sus consecuencias, tal como
demuestra Cornelis Van de Ven. 1.3.3 Las figuras de composicion
Desde un punto de vista retórico basta con darse
cuenta de la dialéctica entre la poética, estos presu- Tal como decíamos, las figuras de composición
puestos lógicos y las estrategias retóricas, no siendo recubren lo que podríamos llamar el puente «expre-
necesario supeditar completamente cualquiera de sivo» entre la retórica y la poética, puente que el
estas tres dimensiones de la arquitectura a las otras grupo U de Bruselas fundador de la «Nueva Retóri-
dos. ca» llama la «retórica de la poesía», aunque en el
Un buen ejemplo es la teoría de Semper sobre el caso de la arquitectura más bien lo que surge es una
espacio arquitectónico como puente entre los siste- «poética de la retórica».
mas de composición de “Beaux Arts” y los del En el diagrama 5 están recogidos múltiples
Movimiento Moderno de la Bauhaus. A través de la ejemplos de cómo los arquitectos usan las diferen-
transformación de Semper, cualquier retórica de la tes figuras compositivas de manera muy diferente,
arquitectura adquiere un nuevo mecanismo de for- según épocas, lugares y autores.
mación, que es el que caracteriza más tarde la liber- Hay que considerar estos ejemplos como los
tad de creación del arquitecto de Movimiento primeros pasos de una retórica de la arquitectura en
Moderno sea cuales fueran las estrategias retóricas espera de que futuros estudios puedan ir asentando
utilizadas: stijl, constructivismo ruso, expresionis- una disciplina más densa, más rica y más sensible
mo alemán, organicismo americano, etc. al diseño.
Como punto final de este encuadre general al Los aspectos que se refieren al significado de
problema de la retórica es importante señalar que lo una retórica poética los trataré en el capítulo cuarto.
que tradicionalmente se llama “sistema” de compo- Aquí me concentraré en el valor descriptivo y analí-
sición en arquitectura y en arte queda dividido en tico de las figuras de composición cogiendo como
cada uno de los libros de la retórica en tres dimen- pauta el excelente libro Les Figures de Style, de
siones complementarías, tal como señala el diagra- Henry Suhamy21.
ma 2. De esta manera, la postura platónica o plató- El diagrama 5 agrupa alguna de las figuras que
nico-pitagórica de querer reducir el “sistema” a se ilustran en el capítulo V. No se trata de un cuadro
una serie numérica de proporciones19 se nos con- completo de las figuras posibles y no comunes a la
vierte en una condensación lógica de la retórica, literatura y a la arquitectura, ya que ello exigiría un
intentando equiparar figuras, tipos y estrategias a trabajo enorme todavía sin empezar. Se trata aquí
una forma única e idéntica a sí misma. O, en el otro solamente de demostrar que la «búsqueda de figu-
extremo del espectro retórico, podía también con- ras comunes entre literatura y arquitectura» puede
densarse poéticamente el sistema de composición llegar a ser una manera de estimular la pereza de
buscando una regla única de belleza o “regla de los arquitectos por buscar los métodos y los siste-
oro”. En suma, platónicamente, la identidad entre mas de composición que estén siempre en el cora-
figuras, tipos y estrategias conduce a una doble zón de su profesión. Hay quien opinará que llamar
identificación entre retórica y poética, a través de la
cual quizá sí que se llegue al corazón de la compo-
19 Especialmente relevante aquí el caso del monje holan-
sición, pero a base de pagar el alto precio de oscu-
dés Van der Land.
recer definitivamente la lógica, la retórica y la poé- 20 Sobre el platonismo en arquitectura, ver Muntañola, J.
tica del objeto y del sujeto20. Como siempre ocurre Topogénesis. Oikos-Tau, Barcelona, 1979-80.
en los diálogos del propio Platón, en la cúspide de 21 H. Suhamy. Op cit. 1981.
32
Topogénesis

Figuras literarias Ejemplos arquitectónicos Figuras literarias Ejemplos arquitectónicos

Tropos Figuras de repetición

Catacresis Robert Venturi: Epizeuxo Coderch y L. Kahn.


Columna-Trompeta. Epanáfora
Glosema Tipos fuera de contexto: Polisíndeton
Aldo Rossi o elementos. Epanode Coderch y L. Kahn.
Neolocismo Igual que los glosemas. Ref ranes
Comparación quimérica Realismo mágico: Anáfora Coderch.
Aldo Rossi. Epífora Coderch.
Imagen surrealista Arte pop americano: Symploce
La Casa Ferro, etc. Anadiplosis Coderch y Le Corbusier.
Emblemas Tipologías de escuelas, etc., Diáfora
con emblema nacionalista. Antanaclasis Coderch y Le Corbusier.
Alegorías Decoraciones rituales: Epanalepsis Le Corbusier.
Bruno Reichlin. Epanadiplosis Le Corbusier.
Metáforas Obras de Alvar Aalto de Redundancia y Le Corbusier y L. Kahn.
corte expresionista. ampliación (énfasis, pa-
Metonimia L. Kahn y Le Corbusier. ráfrasis, hypozeuxo, etc.)
Perífrasis M. Graves y, en general,
el posmodernismo ecléctico. Figuras de «puesta en valor»
Tropos de función Robert Venturi y Alvar Aalto.
(metalepsis y enalaje). Hypotíposis L. Kahn.
Onomatopeyas L. Kahn.
Figuras de construcción Conglobación, Estilos monumentalistas,
prosopopeya siglo XIX, y neoclásico,
Chiasmas (ABBA) L. Kahn, Le Corbusier siglo XX.
y L. Sert. Paréntesis Le Corbusier.
Reversión... Hypérboles Le Corbusier y L. Kahn.
Antítesis L. Kahn y Le Corbusier. Hypocorismo
Antilogía/Oximoron Le Corbusier.
Anteisagoge Elipses Coderch.
Paralelismo L. Kahn y Le Corbusier
(elipses, síndeton,
Asimetría L. Kahn y Le Corbusier. anacoluto,
Hipérbaton L. Kahn y Le Corbusier. disyunción, etc.)
Anastrofe Le Corbusier. Zeugma Le Corbusier.
Hísteron-Preteron L. Kahn y Le Corbusier.
Prolepsis Le Corbusier. Figuras de pensamiento

Ironía y paradoja R. Venturi y M. Graves.

Diagrama 5. Figuras retóricas en arquitectura

«antítesis» a una cierta composición de Le Corbu- hacer» posterior y ayuda, además a un proceso de
sier es una inutilidad y que basta con describirla enseñanza. Pero es preciso no dar más importancia
como «contraposición», «equilibrio entre vacío y al instrumento que a la finalidad. Las figuras sirven
macizo», etc. Yo creo que no, ya que sin represen- para «leer con más finura las diferencias», y nada
tar de por sí una garantía de saber diseñar, la preci- más, pero tampoco nada menos.
sión retórica de un «saber decir» ayuda a un «saber- Por otra parte, el paralelismo entre literatura y
33
Las dimensiones estéticas de la topogénesis

arquitectura ya presente en la obra de Robert Ven- figuras, pero ello no invalida un análisis retórico de
turi cuando define la poética de la arquitectura pone la arquitectura.
nerviosos a muchos estudiosos. Yo quisiera ya de Como dice Paul Ricoeur, el fondo de la metáfo-
forma definitiva alejar el miedo al símbolo y al uso ra es el ser y el no ser de lo verosímil que «es» y«no
de analogías entre sistemas significativos siempre es» a la vez22.
que dichos símbolos y analogías se conviertan en En suma: existen figuras porque vivimos, y por
algo útil dentro de su propio campo de utilización. más que nos acerquemos a la muerte en busca de
Lo que es negativo es el uso fácil de la analogía, no una arquitectura sin figuras, sólo la muerte misma
la analogía en sí. Sin una «semipermeabilidad» del sujeto y del objeto pueden llevarnos a una meta
entre los diferentes sistemas significativos no final en la que lógica, estética y éticamente es fácil
hubiese existido nunca la cultura. Lo que ocurre es prever que no existan, ni tampoco los sistemas de
que los mismos que pretenden anular cualquier uso composición ni las estrategias de persuasión. La
«intersistemas» de categorías, como, por ejemplo, amenaza de muerte persuade y compone (y es una
el uso del término «figura de composición» tanto figura); la muerte en sí ya no consigue nada. La
en arquitectura como en literatura, son los que per- arquitectura y los escritos de Aldo Rossi son muy
siguen una total transparencia lógica de cualquier esclarecedores en este sentido.
sistema comunicativo, como la de las oposiciones
computables por ordenador, y no quieren aceptar
que esta total transparencia reduce el objeto a una 1.3.4 Las estrategias de composición como per-
realidad más pobre de lo necesario. Por el contra- suasión
rio, un buen uso de las analogías, en el sentido indi-
cado por Paul Ricoeur, ni oscurece el significado, Decía que en el diagrama 6 había agrupado
ni tiene que reducir tanto la realidad del objeto de una serie de estrategias de composición histórica-
estudio. mente destacables en la arquitectura, algunas de
En referencia al diagrama hay que remarcar que las cuales ya estuvieron ejemplarizadas en mi
los seis capítulos o clases de figuras de Suhamy son libro anterior Poética y arquitectura. En el capítu-
ya un instrumento muy sugestivo de trabajo. Por lo 1.3.6 pueden encontrarse también referencias
ejemplo: ¿qué tipo de figuras son las esenciales en gráficas.
un arquitecto, en una época o en un tipo de edificio, Para entrar algo más profundamente en el tema
etc.? Hay casos casi obvios, como el de la diferen- creo que lo mejor es observar las excelentes des-
cia entre el juego simétrico-asimétrico de las figu- cripciones del arquitecto español Rafael Moneo,
ras de construcción antes y después del Movimien- internacionalmente conocido23. La capacidad críti-
to Moderno, pero no existen estudios de detalle co-retórica de Rafael Moneo creo que queda más
sobre las diferentes «vanguardias» o sobre la mez- que demostrada en sus «notas de clase», escritas
cla específica en cada caso de las figuras de cons- para justificar su programa de proyectos en la
trucción y las demás figuras. Escuela de Arquitectura de Barcelona.
Está claro que todas las figuras pueden aplicar- En relación con estos escritos de Moneo es
se en mayor o menor medida a muchos edificios. Se importante darse cuenta del giro de su pensamiento
trata de un juicio constante de «valor» de tal figura y obra (o deslizamiento) expresado a través de una
en tal edificio en función del papel que juega en la
persuasión (y en sus estrategias). Ello no es más
22 El libro de Baudrillard El intercambio simbólico y la
que una prueba más de la razón que tiene Aristóte-
muerte es una brillante demostración de lo que aquí estoy
les cuando aúna en la retórica composición y per- argumentando.
suasión. En arquitectura, mucho más que en litera- 23 Moneo, R. «On Tipology» en Oppositions, n.º 13,

tura, pueden superponerse los diferentes tipos de Nueva York, 1978.


34
Topogénesis

Estrategia Ejemplos

1. Transposiciones entre sistemas constructivos, encade- Arquitecturas del ensanche de Barcelona entre 1870 y
namiento de texturas, transposiciones de materiales y de 1900.
prefabricaciones.

2. Exposición «sincera» de los materiales. Brutalismo años sesenta. Algunas tendencias de los años
setenta.
3. La decoración como ficción. Lo mismo que el punto 1, el rococó, etc.

4. La construcción como sistema estético. Racionalismo siglo XIX y ciertos aspectos del Movimiento
Moderno (dominó de Le Corbusier, por ejemplo).
5. Transposición metafísica entre naturaleza y cultura. Art Nouveau. Algunos aspectos de A. Aalto.
6. Transferencia de la máquina a la arquitectura. Movimiento Moderno y algunos aspectos modernos del
posmoderno, (por ejemplo, el Studio PER).
7. Cita de elementos fuera de contexto como estrategia: Posmodernismo y neovanguardas a partir
eclecticismo y revival. de los setenta.
Eclecticismo historicista del siglo XIX.
8. Itinerario o «ritual» entre partes del edificio. Le Corbusier, Siza Vieira, Coderch, etc. «Enfilade» neo-
clásica, Miralles.
9. Composición sobre una tipología histórica a deformar. Bruno Reichlin, Rafael Moneo, Luytens, Maybeck, Stu-
dio Per, etc.
10. Transferencias entre pintura, escultura, etc., y arqui- Movimiento Moderno, Aldo Rossi, etc.
tectura.
11. Estrategias de adaptación al contexto inmediato. Richard Meier, Alvaro Siza Vieira.
12. Estrategias geométricas de proporciones y alineacio- Toda la tradición platonista y pitagórica.
nes euclídeas.
13. Expresionismo. Expresionismo alemán de los años veinte.
14. Analogías entre ciudad y edificio: autoanalogías Variante del tipo 9, Aldo Rossi. (Tratado de Alberti, siglo
arquitectónicas. XV.) Aspectos de L. Kahn.
15. Deformaciones proyectivas. Renacimiento, algunos aspectos del pos-
modernismo inspirados en el renacimiento y en el barro-
co. (Bruno Reichlin, Studio PER, etc.)

Diagrama 6. Enumeración de estrategias retóricas

conferencia el 4-10-1982 en Sabadell (Barcelona). parte de Moneo de esta riqueza figurativa y su legi-
En su defensa por la «figuración» que exige respon- timación por fidelidad a la «nueva sensibilidad» de
der a una nueva sensibilidad de hoy en «ruptura» la sociedad de hoy sigue siendo un ejemplo de retó-
con el Movimiento Moderno ya museo. rica excelente. Puesto que no se acepta la figura por
Más que de un cambio de profundidad se trata, fidelidad subjetiva, sino, sobre todo, porque si no la
creo yo, de la aceptación de una riqueza figurativa aceptas te conviertes en un sujeto estético «anóma-
del arte actual, o sea, del arte de los ochenta, acep-
tando esta riqueza sin prejuicios. La aceptación por (sigue en pág. 47)
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Las dimensiones estéticas de la topogénesis

Estrategias Retóricas: Ejemplo I

En la siguiente selección de planchas de la clásica obra de Durand puede verse una complejidad progresiva, desde el
elemento al edificio total; de un orden, o retórica de la composición a la arquitectura en general. El interés evidente de
la obra de Durand choca con la enorme riqueza compositiva, retórica, de la arquitectura, ante la cual cualquier sistema-
tización general, con reglas geométricas fijas, se queda corta y simplifica extraordinariamente las posibilidades estéticas
de la arquitectura. Por otro lado, podría decirse que Durand construye una arquitectura como sistema retórico, o como
una de las posibles «lógicas» de la arquitectura. Desde una perspectiva aristotélica, que aquí se contempla, está bien cla-
ro que nunca podrá equipararse la lógica y la retórica.
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Topogénesis
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Las dimensiones estéticas de la topogénesis
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Topogénesis

Estrategias Retóricas: Ejemplo II

El Studio PER, de Barcelona, desarrolló a partir del año 1970 una experimentación arquitectónica de gran vigor
evocativo, simultánea con la de Mario Botta en Ticino. La Casa en la isla de Pantellería (Tusquets-Clotet) o la Casa
Agustí en Llavaecres (Bonet-Cirici) fueron ejemplos de una creatividad adormecida durante los años anteriores a pesar
de los avisos estridentes de Robert Venturi y Aldo Rossi.
La Casa en la Pantellería contiene estrategias retóricas de gran valor por su sencillez y efectividad. La contraposi-
ción geométrica con el edificio agrícola rehabilitado que sirve de «ancla» con el terreno, la teatralidad de las columnas
evocativas de una ruina inexistente, la mímesis del paisaje de terraza escalonadas que el edificio construye en perfecta
continuidad con el terreno, etc.
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Las dimensiones estéticas de la topogénesis
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Topogénesis

La Casa Agustí utiliza una estrategia de «corte» de una forma extraída de la estética de la máquina de los años trein-
ta. Este «barco-casa» -metáfora de gran tradición en la arquitectura moderna- sufre un «corte» longitudinal, estrategia
de transformación emparentada en la elipsis literaria ya usada por Miguel Angel, el cual permite deformar la asimetría
de un barco mediante dos fachadas completamente diferentes que se adaptan a las necesidades contextuales de la casa
situada frente al mar, pero colindante con unos vecinos a pocos metros en la parte opuesta.
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Las dimensiones estéticas de la topogénesis
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Topogénesis

Estrategias Retóricas: Ejemplo III

Aquí tenemos un ejemplo de Robert Venturi, que en la segunda parte de su ya clásico libro Complejidad y contra-
dicción en la arquitectura intentó en unos pocos capítulos realizar una teoría general de la composición arquitectónica,
o sea, una retórica de la arquitectura, sintetizada en el último capítulo con el análisis de la relación estética entre el deta-
lle y el todo, principio y fin de la retórica y de la estética en general.
La Brant-House, proyecto de 1975, es un claro ejemplo de las ideas venturianas y un malabarismo retórico propio
del collage posmoderno mejor conseguido. Se ve perfectamente en la planta (con trazos de su propio «trazado»), cómo
las formas se ordenan a partir de un dinamismo de simetrías-asimetrías (o figuras de construcción), de colisiones e
inclusiones o superposiciones (figuras de ampliación y condensación) y de formas curvas de articulación formal y fun-
cional, que sueldan todavía más unos edificios con otros. Todas estas estrategias retóricas componen unos edificios esti-
lísticamente miméticos de los estilos coloniales típicos de las Bahamas, sin ningún pudor purista. Pero, además, las
inversiones figurativas entre forma y función a nivel de planta y a nivel de alzado, consiguen que la funcionalidad y la
iconología de los edificios sea muy diferente que las de la época colonial. Nada sirve exactamente para lo que servía,
con lo que la ironía en el tratamiento decorativo, lleno de trucos teatrales entre escalas y dimensiones de los materiales,
se aúna con la nueva funcionalidad para conseguir ambientes cálidos, agradables, placenteros e... indiscutiblemente de
1975 y no de 1875.
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Estrategias Retóricas: Ejemplo IV

La obra del arquitecto sueco afincado en California Lars Lerup no por menos conocida es menos importante en el
panorama actual de la retórica de la arquitectura. Sus raíces son, además de la modernidad en general, el expresionismo,
el surrealismo y el dadaísmo en sus diferentes formas, y una gran versatilidad funcional que ha sido calificada por Peter
Eisenman como «neofuncionalismo».
La Love House aquí presentada es un proyecto irrealizado de una «casa-espejo» de una ya existente, a partir de la
temática psicoanalítica de construir una casa del amante que establezca con el edificio existente una relación retórica (y
poética) análoga a la que se produce entre las mentes y los sentimientos de los amantes.
Las estrategias retóricas son inacabables y muy estimulantes estéticamente. La casa nueva del amante se compone
con la sombra que arroja la casa de la amada ya existente, que también sufre transformaciones. Se trata, pues, de una
estrategia de «imagen quimérica», que tanto gusta a Aldo Rossi y a De Chirico, pero ahora aplicada, gracias a la imagi-
nación, aunque a costa de encarecer la construcción del edificio... Lars Lerup juega también con los colores, con la tea-
tralidad de los espacios y con las antítesis figurativo-conceptuales con que trata las escaleras y las chimeneas, auténticas
obras maestras de la composición como retórica, ya que se trata de descubrir en lo convencional, como siempre en Lars
Lerup, las contradicciones más evidentes, reconstituyendo luego la razón de las cosas a partir de los aconvencionalis-
mos más absolutos. En suma: Goya y Dalí disfrutarían con esta arquitectura, que es, nunca mejor aplicado a una reali-
dad, el «sueño de la razón» materializado, construido físicamente, «real-izado».
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lo» o «anacrónico». De esta manera, Moneo, a la a) Es posible en unos pocos argumentos defi-
vez que evoluciona, sigue siendo fiel a sí mismo y a nir la postura de un arquitecto, representado a
su discurso. Esto es exactamente lo que consigue el veces por una sola obra ejemplar, a través de lo
buen retórico, y recuerdo que en ello este libro no que yo llamo estrategias de composición, como,
implica ningún juicio de desprecio, sino todo lo por ejemplo: «el nuevo sentido de los ejes en Lut-
contrario. yens ... », etc. Estas estrategias son las que yo
Voy a resumir muy brevemente algunos argu- comparo a los «entinemas» y a los «ejemplos»
mentos de su artículo sobre la tipología de la arqui- que Aristóteles define como retórica argumental
tectura, o sobre la arquitectura como tipología, que en su segundo libro cuando describe las maneras
acaban de definir su postura sobre la «disciplina» de persuadir.
de la arquitectura o, mejor, sobre la arquitectura b) Estas estrategias se refieren muchas veces a
como «disciplina»24. tipos arquitectónicos históricamente definidos o,
«¿Qué será pues un tipo?»: podría definirse en incluso, a estrategias ya existentes desde hacía años
su más simple expresión como concepto que des- en el campo disciplinar del arquitecto, pero a las
cribe un grupo de objetos caracterizados por tener que el arquitecto considerado da un giro nuevo, y,
la misma estructura formal. No es ni un diagrama de esta manera, transforma los tipos anteriores o los
espacial ni la media entre una lista de una serie de deforma. Ello indica que la retórica se apoya por un
objetos. Podría decirse que un tipo significa la igual en los tipos en cuanto referentes histórico-
capacidad de pensar «en grupos». Por ejemplo, uno mítícos (como hace la poética), y en los tipos en
puede hablar de «rascacielos» en general y nombrar cuanto modelos lógicos (como hace la lógica de la
a muchos de ellos... para llegar a nombrar al final arquitectura en gran parte por desarrollar)25. O sea,
sólo uno. La idea de tipo, que en principio va en que se coloca entre la poética y la lógica sin fundir-
contra de la individualidad, al final vuelve a su ori- se ni con la una ni con la otra tal como indicábamos
gen como obra singular. anteriormente. Además, el retórico, tanto si es el
La arquitectura, sin embargo, no se describe arquitecto, como «compositor», como si es el críti-
sólo por tipos, sino que se produce a través de ellos. co (Moneo en este caso), en cuanto analista de la
El proceso de diseño es una manera de conducir los retórica compositiva de una obra o de un arquitecto,
elementos de una tipología -o sea la idea de una tiene con respecto a la historia una actitud «retóri-
estructura formal hacia el estado preciso que carac- ca» que irrita a los historiadores académicos ya
teriza cualquier obra singular concreta. que, aunque exija un conocimiento de la historia de
«Pero, ¿qué es una estructura formal? la arquitectura muy elevado, la finalidad de su tra-
Un tipo puede ser pensado como la trama den- bajo es en ambos casos la de descubrir la transfor-
tro de la cual se producen transformaciones. Desde mación de la realidad histórica para encontrar nue-
este punto de vista, un tipo, más que ser un «meca- vos efectos de persuasión estética y ética, efectos
nismo congelado» productor de arquitectura, se que van muchas veces más allá de una interpreta-
convierte en una manera de negar el pasado, así ción histórica tal como la entienden los historia-
como también de mirar hacia el futuro... ». dores.
«Dentro de este proceso de transformación, el En suma, el retórico manipula la historia para
arquitecto puede extrapolar desde el tipo, cambiar sus propios fines, juega con las ordenanzas, juega
su uso, distorsionar su escala, superponer diferentes
tipos para producir tipos nuevos, citar tipos en un
contexto diferente al original o constituirlos con 24Moneo, R. op. cit.
técnicas radicalmente nuevas, etc.». 25En un trabajo futuro intentaré analizar la lógíca de la
A la vista de estas ideas de Rafael Moneo creo arquitectura, especíalmente a partir de los trabajos de
que puede deducirse lo siguiente: Pierre Boudon y Donald Preziosi.
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Topogénesis

con los ideales de sus clientes, ironiza con las reali- sobre el derecho a votar. Esta situación hace refe-
dades históricas, tal como Aristóteles cita una y rencia al enlace con la poética a través de los
otra vez en sus ejemplos siempre extraídos de la «mitos» o «tipos» preexistentes que sirven de refe-
historia de la retórica griega. Podríamos decir que rencia a la argumentación retórica y le dan su
la postura del poeta, o del retórico, o del lógico de característica mordacidad e ingenio. En abogacía
la arquitectura, con respecto a la historia, es siem- esto es bien claro; en arquitectura Moneo creo que
pre algo «reductora»; si atendemos a un punto de ha sido uno de los comentaristas recientes que
vista histórico integral, estas diferencias se fundan mejor ha sabido hacerlo. Otros ejemplos interesan-
en una visión global o que se pretende global. Pero tes son los comentarios muy difundidos de Peter
a partir de un punto de vista retórico, es evidente Eisenman sobre Terragni, de Colin Rowe sobre
que lo importante es ver cómo en cada momento Palladio y Le Corbusier, etc.
histórico las estrategias de diseño, conscientes de Los ejemplos de estrategias retóricas en la
los juegos de significado que tiene la arquitectura arquitectura que pueden encontrarse en las págs. 52
día a día, manipulan los tipos, los sistemas y los a 57 han de leerse, pues, bajo esta perspectiva de
procesos de diseño para persuadir de la bondad de juego entre la lógica transhistórica de unos «tópi-
su oferta, tal como el desaparecido Peter Collins cos» en cuanto leyes o sistemas lógicos y la poética
quiso definir en su obra sobre Los juicios en arqui- de unos «tópicos» idealizados desde una realidad
tectura26. histórica precisa. Este vaivén entre estar fuera lógi-
c) Por último, y coherentemente con los dos camente de la historia y estar dentro poéticamente
puntos anteriores, los comentarios de Moneo ponen de la misma historia es el corazón de la retórica de
en evidencia la doble naturaleza de cada estrategia, la arquitectura o del uso de los sistemas de compo-
o «entinema» en términos aristotélicos. sición en arquitectura.
Por una parte, cada estrategia (... por ejemplo, Hay que dejar bien claro que la noción de tipo y
«el nuevo sentido de los ejes en Lutyens»... ) se de tipología en arquitectura engloba las mismas
basa en un «tópico» determinado, como es el ejem- ambigüedades y complejidades que la noción de
plo citado el del «eje» en arquitectura siempre tópico en Aristóteles. Por una parte, un tópico y un
jugando entre lo visual y la accesibilidad. Esta tipo, en cuanto lugar común de discurso, tienen que
naturaleza «tópica» puede asemejarse al tópico ver con una ciencia «tópica» que pertenece a la
como lugar común del discurso que Aristóteles lógica, dentro de la cual los ejes, los giros, las
establece entre una lógica y una retórica. Por ejem- metáfonas, etc., se clasifican como hechos repeti-
plo, la contestación usando el tópico de lo «peque- bles e identificables en diferentes momentos histó-
ño» y lo «grande» que un magistrado ateniense ricos del discurso. Por otra parte, en cuanto a refe-
hizo a los que querían que su hijo, por ser muy alto, rencias de tipos culturalmente definidos en la histo-
debería votar como un adulto aunque no tuviera la ria, los tipos y los tópicos se ejemplarizan en unos
edad reglamentaria. «Si su hijo tiene que votar mitos concretos que juegan un papel importante en
antes de la edad por estar muy desarrollado -dijo la poética. Aristóteles nunca define así a los «tópi-
este magistrado-, cualquier adulto con la edad cos», ya que su deseo por separarse de Platón se
reglamentaria pero de estatura y desarrollo inferior resiste a dar a la lógica un valor mítico; pero es evi-
al normal no debería tener derecho a votar ... ». dente que muchas veces la poética se apoya en la
Por otra parte, cada entinema o estrategia de «imitación» (mimesis) de «tipos» que son unos sis-
diseño se encuentra históricamente determinada, o temas de «tópicos» más elementales mitificados
mejor involucrada, en una situación de hecho que
da sentido al proceso de persuasión. En nuestro
caso el uso de ejes en las «Beaux Arts» antes de 26 Collins, P. Architectural Judgements. Mc. Gill, Mon-

Lutyens y las leyes atenienses en el argumento treal, 1971.


49
Las dimensiones estéticas de la topogénesis

por una cultura en símbolos complejos, que sirven comentado, situaba al libro I, el que Roland Barthes
así a su papel de «fábulas» de referencia en las define como «retórica del significado» y que Aris-
construcciones poéticas. tóteles clasifica como «retórica del habla» o «retó-
Finalmente, los tópicos y los tipos pueden ana- rica del sujeto». En el diagrama 7 se ve, asimismo,
lizarse en cuanto «sistema de transformaciones» esta dinámica entre figuras, entinemas y tópicos
(ver Moneo y las definiciones ya conocidas de Aldo que ya hemos empezado a analizar en el capítulo
Rossi), con lo que nos colocamos en el terreno que precedente. La retórica del significado o el libro
yo he definido como «retórico», en el cual se rela- primero de Aristóteles habla justamente de las cate-
cionan y se equilibran los efectos de la lógica y de gorías principales del contenido del sujeto del dis-
la poética. Para el retórico, la lógica del «tópico» es curso retórico. Como, por ejemplo, el par «justo o
sólo un instrumento que hay que usar en el momen- injusto» o, citando a Barthes y su sistema de moda,
to «poético» preciso. Fuera de este momento, este lo que en cierto momento es moda joven opuesta a
«tópico», en cuanto correlación lógica común, no moda vieja y que podemos encontrar con significa-
tiene ningún valor retórico. ción invertida en otro momento histórico. El retóri-
Creo que así se empieza a vislumbrar lo com- co, si quiere persuadir, debe conocer esta retórica
plejo de la noción de «tipo» en arquitectura y de la del contenido; de lo contrario se expone a conse-
noción «tópico» en el discurso lógico de Aristóte- guir unos efectos de persuasión completamente
les. La naturaleza de una estrategia de composición diferentes a los que pretendía, cosa a lo que los
propia de un arquitecto en un edificio determinado arquitectos están muy acostumbrados, puesto que
y en una situación histórico-geográfica determina- muchas veces desconocen el mundo del «gusto» y
da, tiene así un buen correlativo en el uso concreto de la «moda» de su cliente o de la sociedad de un
de un entinema en un momento histórico-geográfi- momento histórico-geográfico preciso. (Los aboga-
co también concreto. La doble o triple naturaleza dos no pueden cambiar un discurso una vez dicho
de la noción de tipo queda también definida, tal en el tribunal; los arquitectos pueden, en cambio,
como representa el diagrama 7. modificar a veces completamente el proyecto.)
No voy a entrar aquí a fondo en esta problemá-
Modo poético Estructuras Modo retórico tica que exigiría por sí sola otro libro, pero sí que es
de condensación del contexto de dispersión preciso ver que sin ella el mundo de la retórica que-
da incompleto. Los filósofos de la cultura, como,
Figuras Argumentos por ejemplo, en nuestro país Xavier Rubert de Ven-
tós, se han ocupado mucho de este aspecto de la
retórica y también los sociólogos del arte. Los
Tópicos arquitectos rehuyen este tipo de análisis por consi-
Estrategias Categorías
de persuasión de imitación derarlo «externo» a la propia disciplina de la arqui-
Modo lógico tectura, exagerando, en mí opinión, un purismo
de equilibrio/
desequilibrio defensivo completamente inútil. Si bien es verdad
que una retórica del significado por sí sola no pue-
Diagrama 7 de constituirse en una «disciplina» de la arquitectu-
ra: ¿de qué convencerán los arquitectos y qué per-
suasión podrán tener si desconocen los modos de
1.3.5 El contenido de la retórica significación y el contenido de una cultura? Si
observamos con detalle los escritos de Le Corbu-
En el diagrama 4 veíamos cómo junto al libro sier, de Rafael Moneo, de Aldo Rossi, etc., compro-
III y al libro II de la Retórica, figuras y estrategias, baremos inmediatamente que sí contienen una retó-
respectivamente, de persuasión que ya hemos rica del significado; es decir: unas categorías de
50
Topogénesis

referencia, ideológicas y estéticas a la vez, que habitar y el construir es algo autónomo que con-
determinan los parámetros de un mundo con un sig- vierte antes de persuadir, que sorprende antes de
nificado preciso. Con ello se descubre una breve convencer.
relación entre la poética y la retórica, esta vez del La importancia del «programa» en arquitectura
lado del contenido, que da más fuerza a todo lo que (entendido de la forma convencional) con respecto
he dicho sobre la noción del tipo. Dicho de otro a este aspecto de la retórica es evidente. El progra-
modo: para poder cumplir simultáneamente las tres ma ya es un avance de contenido que anuncia la
funciones anunciadas de estructurar el propio dis- relación con el contexto y la valoración retórica de
curso, persuadir y relacionarse con el contexto, la unas estrategias precisas. El desprecio que se ha
retórica debe conocer en qué terreno se mueve y tenido a veces al programa no es más que un hecho
qué intencionalidad defiende. Bien claro lo tenía correlativo del desprecio hacia la retórica del conte-
todo esto el Movimiento Moderno, y bien claro lo nido por parte de algunas tendencias arquitectóni-
tiene, creo yo, el arquitecto italiano Aldo Rossi. cas. Un caso contrario es justamente Robert Ventu-
Esta postura analógica de Aldo Rossi ejemplariza ri, el arquitecto que ha defendido el programa como
perfectamente la retórica del contenido a la que parte integrante esencial del hecho arquitectónica y
estamos haciendo referencia, y el proyecto de una no como un elemento superfluo e incómodo que
escuela en Fagnano Olano es un buen caso práctico. hay que eliminar del proceso de diseño.
Aunque no hablen de ello, los arquitectos siempre En la escuela de Fagnano Olano, Rossi utiliza
han sido sensibles a las transformaciones de los una figura retórica que, dentro del cuadro definido
mitos de referencia de las culturas y al agotamiento en el diagrama 5, es la de una imagen quimérica
de los mitos antiguos. coincidiendo con la pintura de un De Chirico o de
Desde un punto de vista retórico, este conoci- un Hopper.
miento implícito sirve para orientar la persuasión a También aquí el «silencio» que el arquitecto
campos de moda en los cuales el persuadir sea posi- nos anuncia tiene su explicación. En efecto,
ble. No todas las analogías tienen sentido y las que Suhamy describe así lo que es una imagen quiméri-
lo tienen no es solamente por la capacidad poética ca: «...pasar de un objeto dado como real a un
del arquitecto diseñador, sino, simultáneamente, segundo dado como irreal que el primero sólo
por su conocimiento de las «tendencias» de una sugiere...».
cultura (minoritarias o no, no cambia el argumen- En la escuela esta imagen quimérica está acom-
to), que le permiten conectar o desconectar su tra- pañada por figuras de repetición (iteración, conden-
bajo de una referencia «real». Si para el poeta estas sación), simetría-asimetría (el eje roto en la entra-
referencias míticas son fábulas a partir de las cuales da), pero, sobre todo, se argumenta a través de la
construir su «mimesis» activa, para el retórico el superposición de tipologías de referencia, desde la
conocimiento de las oposiciones significativas palestra griega (recordamos que en la Grecia clási-
semánticas fundamentales de una cultura son los ca lo fundamental era la educación física) hasta la
indicios que le permiten saber cómo ha de orientar «memoria romántica» de la chimenea industrial
su argumentación para persuadir y qué transforma- situada en el eje como ruina y como recuerdo
ciones pueden conseguir el efecto deseado y cuáles viviente y, a la vez, como forma pura, tal como des-
no lo producirán. Son dos caras de una misma cribe Eisenman en su comentario. No olvidemos
moneda que no deben identificarse. Los argumen- que es la tradición «Beaux Arts» la que resuelve la
tos retóricos que relacionan unas figuras con estos jerarquía de espacios y la organización general del
contenidos retóricos no pretenden hacer directa- edificio.
mente «poesía», sino incidir en un contexto de La quimera de lo clásico se ubica en una encru-
acuerdo con una intencionalidad determinada. En cijada entre lo «moderno» y lo «ecléctico» y lo
cambio, para el poeta, la «mimesis activa» entre el «postmoderno», gracias al «purismo» que Rossi no
51
Las dimensiones estéticas de la topogénesis

se cansa nunca de anunciar. Su ventana cuadrada nes entre arte abstracto y arte concreto, arte con-
dividida en cuatro es el mejor ejemplo de esta «ana- ceptual y arte figurativo, etc. Como nos describe
logía» que une la infancia con la ancianidad, la ino- Aristóteles, el arte persuade porque es verosímil; si
cencia de lo moderno con la sabiduría de lo clásico, fuera engaño o fuera verdad ya no persuadiría a
y no es raro que de esta ambigüedad nazca un senti- nadie ni a nada.
miento que bordea el «fascismo estético», de la La excelente definición que Rossi hace de su
misma manera que la bordea el futurismo. Aten- arquitectura como «arte del hacer ver bien», y por
ción, porque creo que Rossi escapa constantemente ello mismo, «arte imitable», nos conduce exacta-
de un «fascismo estético» gracias a que elabora cul- mente al mismo punto de un «persuadir» gracias a
tural, histórica y poéticamente sus proyectos: los un hacer ver que no es una evidencia lógica, sino
inventa. Pero está claro que muchos de sus seguido- una «verosimilitud estética», que hay que «verla»
res no pueden hacerlo, con lo que producen un aca- antes de «entenderla». Todo este juego de palabras
demicismo que puede llegar a ser extraordinaria- no es otra cosa que un esfuerzo en comprender la
mente autoritario. composición arquitectónica como una obra de arte
La utopía «rossiana» supo aprovechar un destinada a ser disfrutada, y no a ser esgrimida
momento y explotar una cantera virgen de la arqui- como herramienta genial en manos de un genio
tectura tras el Movimiento Moderno. incomprensible y todopoderoso.
De Chirico, Hopper, Bacon, etc., en pintura, ya Persuadir es hacer ver en arquitectura, como lo
habían abierto los caminos vacíos del silencio, de lo es en la retórica judicial, aunque allí se trate de un
deforme, que significan en negativo, por lo que fal- hacer ver distinto. La relación entre estos hacer y
ta más que por lo que ofrecen. ver nos abre un campo inmenso de trabajo que ya
Rossi mismo lo explica excelentemente en sus vislumbró Nietzsche...
reflexiones escritas: la arquitectura vacía, sin nadie,
me revela paradójicamente su auténtico significado
arquitectónico de estar creada para llenarse; cuando 1.3.6 La didáctica de la retórica en la arquitectu-
está llena no me doy cuenta de su capacidad de sig- ra: algunos ejemplos
nificación, que se da justamente sólo cuando está
habitada. Paradoja estética que se desvanece si la He utilizado los precedentes, teorías e ideas
miramos epistemológicamente, pero que aquí es sobre la retórica de la arquitectura, en diferentes
mejor dejar así, en la quimera del silencio, que, jus- escuelas de arquitectura. En especial en las de Bar-
tamente por ser silencio, persuade arquitectónica- celona y en la de Berkeley (USA). Los resultados
mente de que es un lugar humano. han sido muy esperanzadores dentro de los límites
Para lo que sí sirve la retórica del contenido es que cualquier experiencia universitaria impone.
para demostrar una vez más que en el arte es inútil Ello me ha impulsado a mostrar aquí algún
querer separar concepto y figura, y que, por el con- ejemplo de forma muy resumida y fraccionada para
trario, de la geometría hasta la Casa Elefante (y de que pueda verse la potencia del método retórico.
lo racionalista a lo expresionista) existe una grada- Antes de leer estos ejemplos hay que tener en
ción infinita de matices estéticos posibles, todos cuenta lo siguiente:
ellos con sus conceptos y con sus figuras. Cierto a) La cultura de los estudiantes está muy condi-
que esta gradación es siempre discontinua, a sal- cionada por su entorno cultural, político, familiar,
tos; cierto que, como indicaba Kafka, nunca se etc. De ahí ciertas peculiaridades de estos ejercicios
sabe el cuándo, el cómo y el porqué de un salto retórico-críticos de arquitectura.
estético entre figura y concepto. Pero es que, justa- b) Siempre se trata de compaginar lo escrito con
mente, la estética nace de estos saltos, se nutre de lo diseñado. Nunca sirve todo lo escrito, sólo lo
ellos y es perder ya el tiempo buscar más definicio- diseñado y lo rediseñado.
52
Topogénesis

c) Los ejemplos son análisis retórico-críticos de En la Plocek House, Graves repite muchas
arquitectura famosa elegida por el propio estudian- estrategias y figuras de diseño que ya son familiares
te como tema de su ejercicio. en sus proyectos anteriores. La base de composi-
d) Mi intención futura es la de ir ampliando y ción de su tratamiento del lugar está extraída de las
afirmando un método para afinar sus efectos didác- «Beaux Arts», con el eje mayor siguiendo la pen-
ticos y su energía crítica. diente del terreno. A este movimiento «clásico»
e) Recuerdo que las categorías, las estrategias y añade Graves una estrategia de giro en diagonal a
las figuras retóricas siempre se generan dentro de través de la contraposición entre dos tratamientos
un contexto histórico-cultural con amplias y pro- de esquina: uno suave y redondeado, otro abrupto y
fundas interdependencias entre las artes, las cien- amurallado. La figura maestra de este juego retóri-
cias y… las políticas. De esta interdependencia se co es la elipsis, o sea, la estrategia de «poner en
alimenta siempre la retórica. suspenso» (Witholding) o «extraer de un orden pre-
supuesto» elementos arquitectónicos que luego
aparecen, a veces, en otra ubicación mucho menos
Ejemplo primero. La Plocek House, de Michael esperada. Casos evidentes de elipsis (muchos de
Graves. ellos extraídos de la escuela manierista de un
Extractos del ejercicio de crítica retórica, por Miguel Angel, como veremos en el ejemplo
Thomas J. Towey (Berkeley, 1984) siguiente) son la ausencia de piedras de clave y
laterales en los pórticos o arcos de entrada principa-
La Plocek House, construida en 1977, fue pro- les; los volúmenes vacíos en forma de clave de las
yectada por Michael Graves bajo el «modo» clásico dos entradas, etc. La piedra «perdida» de la clave se
tripartito de basamento, planta noble y ático. Situa- reencuentra en planta y en alzado en el pabellón del
da en las laderas boscosas de la localidad de jardín, no en la casa propiamente dicha. De la mis-
Warren, en New Jersey, es una de las viviendas uni- ma manera, esta figura de composición nos orienta
familiares más lujosas e interesantes del famoso hacia el simbolismo que produce un paréntesis
arquitecto americano. Existen dos entradas, una en retórico, o sea, la figura que introduce un discurso
la planta noble y otra en la planta sótano que mar- dentro de otro a partir del vacío que deja una elipsis
can dos ejes de simetría en fachadas contiguas. En en el interior del primero.
el cruce de estos dos ejes, perpendiculares entre sí, Otras figuras fáciles de identificar en su afán
se encuentra una escalera circular principal que por armonizar el edificio y su contorno son la
penetra los tres niveles de la casa. amplificación o la enfatización de fachadas y plan-
La intención del arquitecto fue la de convertir el tas a base de la superposición de formas que se
paisaje y la casa en dos objetos interdependientes. apoyan las unas a las otras ampliándose mutua-
Para conseguirlo disgregó porciones del edificio a lo mente (figuras de hipérbaton, conglobación y pro-
largo del eje procesional que marca la entrada princi- sopopeya). En íntima relación con estas figuras
pal. Un pórtico que pertenece al basamento del edifi- enfatizantes surge el particular juego ecléctico del
cio se desplaza frontalmente, alejándose de la alinea- simbolismo de Graves, en este caso construido por
ción propia de la casa. Un pabellón de jardín encaja una mezcla sutil entre Luytens y Le Corbusier, a
en un hueco o socavón, que aparece en el tercer nivel trozos...
del edificio en su parte posterior. Estas estrategias de Los tropos, metáforas y metonimias, florecen y
desplazamiento (figuras de las siguientes páginas) se desarrollan con gran facilidad dentro de este ámbi-
pretenden enfatizar la estructura arquitectónica de to retórico. El estucado juega con la imitación de pie-
los ejes y preparar al lector del edificio para futuras dra y muestra su ficción en la esquina con el cambio
descomposiciones y deslizamientos entre los ele- de módulo o la escalera se convierte en columna y la
mentos arquitectónicos del edificio. columna en escalera. Las ventanas se reflejan meto-
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Las dimensiones estéticas de la topogénesis

Ejemplo Primero de Análisis Retórico:


La Plocek House
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Topogénesis
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Las dimensiones estéticas de la topogénesis

Ejemplo Segundo de Análisis Retórico:


La “Porta Pia”
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Topogénesis

Ejemplo Tercero de Análisis Retórico:


El Cementerio Brion-Vega
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Las dimensiones estéticas de la topogénesis
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Topogénesis

nímicamente, un trozo por la totalidad, desde el agu- jugando con las proposiciones y las escalas. El
jero en el muro de Le Corbusier hasta el panel de material, como siempre en Miguel Angel, cobra
cristal. La base maciza del edificio solamente puede plasticidad y vida propia, a medio camino entre la
atravesarse por «ojos de buey», que nos invitan a una escultura y la arquitectura; todo ello logra poner en
lectura con referencias de corte medieval. movimiento muchas estrategias retóricas de forma
Los ejes «procesionales» son siempre estrate- simultánea.
gias de composición arquitectónica muy usadas por La prosopopeya retórica, la «voz en off» está
Graves. En la planta principal, además del eje del presente en todos los niveles de la puerta bajo for-
cual ya hemos hablado, existe otro paralelo que mas figurativas directas, como es el emblema
relaciona los espacios y los abre simultáneamente papal, etc., o de forma abstracta, al producir elipsis
al jardín. Lutyens es aquí claramente la inspiración, retóricas, huecos constructivos sin rellenar que cre-
incluido el hecho de que la escalera tiene su acceso an la sensación de que algo ha de venir, algo falta o
a noventa grados con respecto al eje principal o eje que alguien entra por la puerta. Todo ello sin alejar-
«procesional»... se demasiado de la tradición de lo que es un portal
de entrada en la ciudad desde tiempos antiguos.
La habilidad de Miguel Angel como escultor y,
Ejemplo segundo. La Porta Pía, de Miguel Angel. como arquitecto, su habilidad en reinterpretar el
Extractos del ejercicio realizado en Berkeley en lenguaje clásico trabajando como manierista, se
1984 equipara con su habilidad por expresar en piedra la
complejidad retórica del lenguaje verbal y convertir
La Porta Pía fue diseñada por Miguel Angel la arquitectura en diálogo vivo con la cultura cir-
pocos años antes de su muerte y su construcción cundante en su momento.
empezó en 1562. De los diseños se desprende que Aparte del ejercicio del estudiante veamos una
Miguel Angel quiso que la puerta se leyera como si descripción verbal de Lotz de la Porta Pía, en la que
de una abertura en la muralla de la ciudad se tratara. se ve la complejidad retórica descrita por el estudian-
Para enfatizar la importancia de esta puerta Miguel te en sus dibujos de las páginas: «…el paso de la
Angel se vale de la figura de la hipérbola sucesiva- puerta es el vano central de un frente o fachada con
mente superpuesta: dobles, triples y cuátriples tres partes y se destaca, por su rudeza y gran relieve,
hipérbolas engarzadas en el eje de simetría tradicio- del fondo liso de ladrillo de los vanos laterales. El
nal. De la misma manera, tres pares superpuestos de dintel recto de este paso, con ángulos obtusos, se
columnas marcan los laterales de la puerta. En el expande gracias a una luneta aplanada que aparece a
centro de la puerta monumental Miguel Angel colo- modo de arco de descarga; la cornisa que está enci-
ca un dintel rusticado en forma de arco aplanado ma de este primer dintel está apoyada en pilastras
presidido por un tímpano ornamental. El tratamien- que marcan la puerta, y está, a su vez, coronada por
to rústico era más propio de las villas en el campo, y un frontón segmentado, el cual también está bajo
Miguel Angel asocia las dos caras de la puerta a la otro frontón triangular mucho más amplio...».
oposición o categoría retórica de lo urbano contra
lo rural, lo liso contra lo rugoso.
Un arco plano sólo es posible si un arco de des- Ejemplo tercero. El cementerio Brion-Vega, de
carga lo precede. Esto lo logra Miguel Angel Scarpa.
mediante el tímpano que simultáneamente permite Extractos del trabajo de Craíg-Tim-Wong (Berke-
la estrategia retórico-constructiva de expresar el ley, 1985)
trabajo mecánico de la puerta.
Toda la puerta está recubierta, además, por figu- El lugar del cementerio era una pequeña ciudad
ras de repetición progresivamente ampliadas, medieval italiana, las raíces culturales de la cual
59
Las dimensiones estéticas de la topogénesis

podían trazarse desde muchos siglos atrás. El cemen- Ello se consigue, en parte, gracias a las constan-
terio de Carlo Scarpa se convirtió en una parte más tes referencias a la máquina, o mejor, a los mecani-
de esta historia. cismos de la propia arquitectura como artefacto
Brion Vega dio a Scarpa todo el apoyo econó- vivo. Ejemplos de esta estrategia mecanicista tan
mico como ya no es habitual hoy en día. alejada de la figuración metafórico-maquinista de
Quizás la imagen de Venecia como puerta entre un Le Corbusier, por ejemplo, es la conexión de la
el este y el oeste está como categoría retórica fun- forma redonda con el estrecho canal de agua
damental de este edificio. Scarpa parece escoger en mediante un artefacto en forma de pivote pendular.
su composición espacial una aproximación oriental Por otro lado, la ornamentación de las vigas en
colocando objetos diversos, todos ellos en relacio- voladizo son un elemento mecánico-constructivo
nes similares a las que existen en un jardín japonés. real que absorbe tensiones de la cubierta. Una
Minicanales de agua dan al cementerio un carácter estructura de cables en tensión se contrapone dia-
mítico indiscutible. El eje del antiguo cementerio lécticamente a la estructura anterior, logrando una
se enlaza estratégicamente con una pareja de venta- estrategia retórica mecánica de gran sutilidad: un
nas circulares entrelazadas. Sirven tanto como tér- equilibrio dinámico que expresa su forma a través
mino que como portal o entrada. (Lo cual tiñe la de sus propias tensiones mecánicas sin perder por
composición de unidad retórica.) Desde este centro ello ni lo más mínimo su elegancia.
y final un estrecho estanque surge perpendicular- La estrategia retórica del ritual ante la muerte es
mente y conforma el único enlace con la tumba una protagonista privilegiada del edificio. Ya indi-
propiamente dicha. Concentrando mi descripción cábamos que el usuario puede dirigirse a la tumba
en la tumba, puede considerarse su estructura como pero no accede nunca de forma directa, encuentra
la de una isla en medio del mar. Scarpa llega a atra- siempre su camino procesional interrumpido por
er hacia su composición la imagen de la iglesia algún simbolismo que le detiene y le obliga a elevar
situada fuera de los muros del cementerio, pero su práctica hacia una mística. La misma forma de la
directamente visible sobresaliendo por encima de tumba como teatro sin actores, ya que los actores
dichos muros. La inclinación de la tumba es la mis- son los muertos en sus sarcófagos, se aúna perfecta-
ma de la iglesia y el eje tumba-capilla la refuerza, mente con este ritual interrumpido, pero siempre
no sin romper elípticamente dicho eje antes de lle- sugerido, como, por ejemplo, en el hecho de existir
gar a la tumba. gradas que permiten imaginarse la muerte como
El juego intrigante de Scarpa con la geometría espectáculo sumergido en la tierra.
es bien aparente en este proyecto. Las estrategias El valor metafórico de las formas es riquísimo.
retóricas de combinar formas curvilíneas con for- La tumba memoriza un puente por el que no puede
mas rectilíneas le sirven a Scarpa como medio para pasarse, pero que cubre la muerte, o, mejor, conecta
amplificar la importancia estética de la tumba. Es la muerte y la vida. Las referencias a formas marinas,
esencial en esta estrategia de composición la fusión de barcas, están también inmersas en la forma, y la
entre estructura y ornamentación, hasta el punto en idea de pasaje, de transición o de umbral se repite
que ambas son totalmente indisociables tras una incesante y obsesivamente. El canal, por otra parte,
retórica emparentada fuertemente con la escultura. termina en dos pozos, uno lleno de agua, el otro seco.
Las referencias figurativas de las inversiones De nuevo las referencias metafóricas paganas y bíbli-
retóricas que construyen la composición de Scarpa cas son fáciles y múltiples, y quedan a disposición de
son fáciles: Sullivan, Wright, Art Decó, etc., pero la imaginación del visitante. Todo el valor metafórico
Scarpa sabe cómo conseguir un sabor figurativo debe entenderse bajo el prisma de Venecia como
específico en sus edificios, en los que cuanto más potente foco histórico-geográfico de referencia.
abstractas son las referencias figurativas más vivas La ornamentación sigue teniendo una fuerte
permanecen las referencias histórico-formales. componente figurativa. La estructura que recuerda
60
Topogénesis

la cristalografía y la estratografía mineralógica o sido la de «persuadir» que un punto de vista retóri-


geológica se expresa en capas de calidad y pulido co sobre la arquitectura no es inútil, superficial o
diferenciado, como si simulasen el paso del tiempo, superfluo, sino todo lo contrario, esencial, estimu-
y lo mismo las grietas construidas con todo esmero lante y disciplinar.
indicando algún signo catastrófico y tectónico. Un Esencial en lo suyo, como lo era la poética en lo
edificio nuevo que se construye como expresión de suyo, pero esencial al fin y al cabo. En lugar de ver
su propia vejez, de su edad, algo inherente al propio en la composición las leyes herméticas de un saber
uso de una tumba como expresión de una edad, de hacer autónomo o la obediencia a unas leyes inmu-
una vida limitada. tables de la fisiología o de la historia de la cultura,
Scarpa, pues, invierte lo sólido y lo débil, lo he definido una posición aristotélica y antiplatónica
macizo y lo hueco, lo viejo y lo nuevo (deja crecer según la cual la composición es una forma de per-
la vegetación en lo nuevo y atrae la vieja iglesia a lo suadir y no solamente de expresar o de autoconven-
nuevo), lo pulido y lo rugoso, el uso y el desuso, lo cerse de algo. De ahí no puede deducirse malévola-
seco y, lo húmedo, etc. Todo el proyecto se apoya mente que equiparo la arquitectura a una interpreta-
en mil categorías retóricas de la arquitectura que ción psicológica o sociológica, ello sería malinter-
pone en movimiento apenas sin esfuerzo, con sim- pretarme a mí y también a Aristóteles. Lo impor-
plicidad y suavidad. tante de la retórica es que ayuda a desestructurar los
La inversión y la rotación retórico-compositiva discursos de composición, a extraer de cada tema
son, pues, las claves de todo este aparato significa- su composición. O, lo que es lo mismo, lo que en
tivo sutil. El ojo y los pies del usuario se transfor- cada caso pertenece al persuadir, como indica el
man poéticamente ante esta sucesión de imágenes mismo Aristóteles.
invertidas, superpuestas y giradas. La simetría nace No se trata de hacer un psicoanálisis al arquitec-
de las inversiones y de las rotaciones, no al revés. to, o al crítico, ni tampoco de analizar la sociología
Si un lugar arquitectónico es siempre un depósi- del objeto a base de estadística o de observaciones
to de tiempo en el espacio, esta obra de Scarpa lo directas, se trata de extraer las figuras, las estrategias
consigue y es un lugar por antonomasia, en el que y las categorías retóricas que sirven en cada edificio
su poética intenta unificarse con la propia construc- para componer una persuasión, un efecto particular
ción compositiva del edificio, hasta el punto en que que puede variar a través de la historia en cuanto a
el tiempo de la mente del usuario y el tiempo de la efecto poético, pero que contiene algo de invariable,
muerte se sincronicen en la arquitectura, en el espa- algo de argumentación feliz, de efecto retórico, de
cio medido, invertido y pivotado de la vida. Los verosimilitud, más o menos acertada, pero siempre
pasos del usuario se miden, se sincronizan, con los en busca de la persuasión. Si la poética se centraba
«pasos» o medidas, dientes, cornisas, resaltes, etc., en las leyes generales de un efecto catarsis dentro de
de la ampliación del cementerio de Scarpa. La obra una cultura, leyes que unían figuras, categorías y
es como un inmenso calendario solar, cósmico, argumentos de una misma realidad poética conden-
mecánico. El tiempo se mide de otra manera y aquí sando el efecto final, la retórica se centra en la dis-
radica la poesía arquitectónica de Scarpa. Aquí ter- persión, en el juego de espejos, que diferencia figu-
mina su retórica. ras, categorías y argumentos entre sí a través de un
análisis del instrumental en un discurso, o sea, de sus
modos y modas de componer. Ambicioso proyecto,
1.3.7 Epílogo pero que, bien hecho, da excelentes resultados.
Pero, ¡atención!: un buen retórico, tanto si es un
Este breve repaso a la retórica de la arquitectura diseñador como si es un crítico, no es automática-
ha dejado muchos más aspectos por resolver que mente un buen poeta. Entre ambos está sólo el filo
resueltos. Pero es que su única intencionalidad ha de una navaja, pero basta para formar un abismo
61
Las dimensiones estéticas de la topogénesis

infranqueable. Un poeta no persuade, un retórico enseguida, que esta capacidad de invención se


no convierte... manifiesta en tres “dominios hermenéuticos”: en el
campo de la traducción, en el campo de la “legisla-
ción” (y de la “legitimidad” entre texto y contexto)
1.4 Conclusiones: la medida estética de los y, finalmente, en el campo de la “exégesis” propia-
lugares mente dicha.
Llegados a este punto, podemos darnos cuenta
Tras esta breve ojeada poética y retórica a la de que estamos en una situación límite entre la
arquitectura, voy a intentar definir el poder y “el estética, la ética y la ciencia, y de que esta misma
lugar” de la invención dentro del campo de la esté- situación es la que reconocemos si queremos ubi-
tica de la arquitectura (hacia el año 2000). Es evi- carnos entre la poética y la retórica. Se trata de un
dente que la invención trabaja en el seno de la esté- entrecruzamiento entre espacio y tiempo en el
tica tal como Aristóteles la localiza con sagacidad. que se desarrolla la dialogía entre poética y retó-
Pero es también cierto que, como indica Cicerón, rica, y, como veremos en la tercera parte de este
existe una invención, puramente “retórica”, en la libro, es también este lugar-límite el que permite
ingeniosidad del discurso para “persuadir y compo- articular el tiempo del relato con el tiempo histó-
ner”, y que ella existe tanto en edificios pequeños rico para constituir el tiempo humano propiamen-
como en grandes ciudades. te dicho.
Admito también una invención hermenéutica Los arquitectos tienen razón cuando desconfían
más allá de la invención poética y retórica, como de una invención hermeunéutica siempre más allá
indica Paul Ricoeur. Y más aún, que existe una de la experiencia estética. Pero se equivocan sobre
“filosofía crítica” que delimita los contornos de la todo en los últimos años, al no aceptar una crítica y
hermenéutica. Veamos la argumentación, siempre una reflexión hermenéutica que entrecruce las tres
precisa, de este filósofo francés: dimensiones del diagrama 1 en busca de una verdad
“... El momento hermenéutico es el del pensa- estética cada día más diáfana entre la poética y la
miento a través del cual el mundo del texto se con- retórica. Pero esta verdad no puede nunca expresar-
fronta con lo que consideramos realidad, con el fin se totalmente en una obra de arte concreta. Las
de redescubrir esta realidad ...” obras concretas sirven de referencia provisional en
“La hermenéutica quiere ser consciente perma- un proceso cultural y espacio-temporal ilimitado,
nentemente de la relación fundamental entre el len- abierto, que solamente la muerte limita, y todavía
guaje, el trabajo y el poder ...” de manera provisional.
“La poética es el arte de construir y siempre Si es cierto que el hermeneuta no puede confun-
‘intriga’ con el fin de argumentar el imaginario de dirse con el artista, y que solamente puede aproxi-
una cultura. La retórica es el arte de argumentar marse a los límites de la estética, no es menos cier-
para persuadir una audiencia. La hermenéutica es to que el artista, él también, ha de permanecer en
el arte de interpretar textos desde un contexto dife- estos mismos límites fluctuantes, semificticios,
rente al del autor. Configurar, argumentar y redes- semireales, para desde allí poder inventar, sin llegar
cubrir, tres operaciones mayores que son totalizado- nunca (y no debe) a identificarse totalmente con la
ras, pero que la finitud de los lugares de origen de estética del objeto que inventa. El artista, como el
cada una de ellas las obliga a complementarse ...” científico o el político, debe situarse en un límite
Hasta aquí, Paul Ricoeur. estéticamente impuro para provocar el efecto estéti-
Las finalidades de la hermenéutica son, pues, co. Pero hay que ser muy prudente en este tipo de
claras según Paul Ricoeur; de la misma manera es apreciaciones, puesto que sabemos, científicamen-
la “filosofía crítica la que delimita el trabajo herme- te, muy poco de lo que ocurre en nuestro cerebro
néutico y su capacidad de invención”. Digamos, llegados a este punto.
62
Topogénesis

Esta “ojeada” hermenéutica hacia la estética coexistencia, a la vez intelectual y sensible, entre
arquitectónica nos permite ahora presentar de nue- todos y cada uno de los “cuerpos” humanos que
vo el análisis, inigualable, de la experiencia emo- habitan el espacio-tiempo, o historia. No se trata,
cional del espacio según Pierre Kaufmann. El libro en mi opinión, de la voluntad de transformar la
de Pierre Kaufmann sigue siendo un modelo feno- arquitectura en una máquina, o en un sistema mate-
menológico de la génesis —y de la topogénesis— mático, racional, que no acepta ni la emoción, ni la
de la emoción espacial. Como este tema se trata sensación, ni la sensualidad, ni la diferencia cultu-
más ampliamente en la tercera parte de este libro, ral, en sus preocupaciones27. Se trata, bien al con-
voy aquí a resumir la tensa argumentación de un trario, de transformar las máquinas, las matemáti-
trabajo que articula ciencia, arte y filosofía. cas y las culturas en mil y una “arquitecturas” posi-
El origen de la noción de “lugar” en el hombre bles. Justamente Aristóteles y Kaufmann nos han
está siempre relacionada con la “ausencia del otro”, elaborado las herramientas necesarias.
en mi propio lugar, ya que en un lugar sólo puede El lector podrá ver que, como conclusión de
estar un cuerpo en un momento dado. Esta certeza este libro, yo propongo en mi “epílogo” mi propia
científica puede parecer obvia a un adulto pero un visión sobre la estética arquitectónica, ilustrada
niño tarda cuatro años en comprender lo que aquí además con ejemplos reales de arquitectura cons-
ocurre. El uso por parte de Kaufmann de la literatu- truida, que yo mismo he definido como “moderni-
ra griega clásica y de los mitos clásicos, en clave dad específica”; se trata de una posible “relatividad
psicoanalítica, incorpora el lenguaje, de manera restringida” expresada a través de un “manifiesto
que el lugar es el “lenguaje” de la ausencia del otro, arquitectónico”, y que es también un homenaje a
y ausencia del “lenguaje” como signo de la ausen- Kaufmann y a su “sujeto estético”.
cia del otro, por lo que se convierte en objeto estéti- Volviendo a la estructura fundamental, estética,
co y establece una dialéctica entre lenguaje y lugar, de la arquitectura como lugar, hay que seguir la
y lenguaje y arquitectura, de gran interés. Además, descripción hermenéutica que realiza Paul Ricoeur,
con sus reflexiones Kaufmann plantea las relacio- para extraer luego las consecuencias teóricas y
nes entre relato y historia, en el lugar como espacio prácticas aplicables a la arquitectura.
habitado, treinta años antes de Paul Ricoeur. En el Tiempo y el relato28, Paul Ricoeur estable-
Ciertamente que Kaufmann no usa explícita- ce diferentes ocasiones en las que relato y tiempo
mente la noción de intriga; el relato es el punto de se entrecruzan. En el campo de la estética, en espe-
partida. Pero como usa como instrumento filosófico cial, define tres dominios de la hermenéutica: la tra-
la Iliada, este hecho cultural con su “intriga” entra ducción, la intertextualidad y la modernidad. Antes
a formar parte de sus argumentos implícitamente. de analizar cómo, en la arquitectura, la relación
Paul Ricoeur sitúa el relato donde Kaufmann sitúa entre lugar y historia se da en tres niveles: a) el pro-
“un relato”. (Por otro lado padre y madre de yecto; b) el objeto construido; c) la historia y uso
muchos otros relatos.) De la misma manera, donde del objeto ya construido, es preciso explicar los tres
Paul Ricoeur sitúa las leyes hermenéuticas del rela- dominios o problemáticas que analiza Paul Ricoeur.
to en general, Kaufmann sitúa la experiencia feno-
menológica, también en general. Hermenéutica y
fenomenología se desarrollan pues en paralelo, y 27 N.T. Estos argumentos están escritos antes de conocer a
llegan a complementarse sin destruirse. fondo la obra redescubierta de M. Bakhtin. Esta traduc-
Veamos ahora la estructura nuclear y funda- ción está influida por esta lectura, así como lo estarán
mental de la relación entre relato y lugar tal como, libros y artículos escritos posteriormente a 1995, ya que
este autor ruso es especialmente eficaz cuando describe las
por ejemplo, se resume en el diagrama 8 [pág. 71]. relaciones estéticas entre seres humanos, contraponiéndo-
Se trata de acercarnos a una estética de la arquitec- las a las relaciones tecnológicas, científicas, éticas, etc.
tura del año 2000 como interrelación social, como 28 Ricoeur, P. Le temps et le récit. Seuil, París, 1985.
63
Las dimensiones estéticas de la topogénesis

La problemática de la traducción es extremada- orienta en el mismo sentido cuando nos plantea la


mente importante en la arquitectura y apenas si se necesidad de una distancia óptima para ver la esté-
ha estudiado. En efecto, los arquitectos creadores tica de un objeto, distancia que no es nunca la mis-
son traductores en el sentido profundo, hermenéuti- ma que se precisa para construir, pintar, etc., el
co, en el que Walter Benjamin define la capacidad objeto artístico considerado. La redescripción se
de “traducción” de un texto cualquiera. Según este descubre en el objeto poéticamente producido, y
autor el traductor reconstruye en un nuevo lenguaje contra más poética hay, más potente es la redescrip-
el texto original, porque esto sobrepasa su propio ción de la realidad. Existe un mundo que va “por
lenguaje gracias a su poder “interlingüístico”, de delante” de la obra poética, capaz de transformar la
cierta manera universal. Esta operación de traduc- realidad circundante, capaz de producir una “nueva
ción “profunda” puede ser peligrosa para los textos, manera” de ver, de habitar, de tocar, de oler, de
para la memoria cultural y para la salud mental del escuchar, etc., la realidad. A menudo, este poder de
traductor, que puede caer en el abismo de la locura redescripción se olvida. Este olvido es especial-
en su afán perfeccionista en busca de la traducción mente peligroso cuando se acepta la modernidad de
ideal del lenguaje ideal, perfecto. Como ejemplo de una obra de arquitectura solamente como “inven-
esta situación peligrosa hay que citar a Hölderlin y ción”, como “originalidad”, sin analizar, criticar y
su incansable búsqueda de la perfecta traducción al descubrir su enorme poder de redescribir la reali-
alemán de los poetas clásicos de la antigua Grecia. dad, de interpretar nuestra cultura y nuestro paisaje.
En el mundo de la pintura Van Gogh sería un ejem- La razón primordial de este “olvido” es la per-
plo análogo y en el de la arquitectura, aunque en sistencia, en las actitudes que defienden la moder-
menos medida, Gaudí. nidad, del deseo de reprimir cualquier tipo de críti-
La traducción debe ser fiel al mensaje original y ca, para apoyar solamente un análisis de la obra
también al nuevo lenguaje. Dos fidelidades que como “texto” aislado de cualquier “contexto” y,
nunca son al cien por cien compatibles. Así, inven- todavía más, de cualquier perspectiva dialógica
ción y traducción son dos caras de la misma mone- “intertextual”. Los trabajos de Mikhail Bakhtin,
da. Y no son dos actividades totalmente opuestas, recientemente traducidos y aclamados por la críti-
ya que en ambos casos hay invención y creatividad, ca mundial como textos fundamentales de nuestra
aunque sea por caminos distintos. La dimensión modernidad (escritos sobre todo entre 1917 y
estética de la cultura debe admitir esta complejidad. 1927), han demostrado ampliamente que los obje-
Para poder relacionar las problemáticas de la tos artísticos: edificios, pinturas, partituras musi-
traducción, la intertextualidad y la exégesis entre cales, libros, etc., existen como “intertextos”
ellas, Paul Ricoeur utiliza una vez más la dimen- antropológicos, es decir como realidades signifi-
sión redescriptiva de la estética en general y de la cantes situadas más allá y por encima de cualquier
poética en particular. Ya me he referido a esta capa- sistema lingüístico preciso, con una sintaxis y una
cidad redescriptiva de la poética de la arquitectura semántica precisas. Hay que “olvidar” las arqui-
en el capítulo 1.2, pero ahora es preciso insistir en tecturas “intrínsecas” y “extrínsecas” de Eisen-
ella para entender mejor el paso desde la traducción man, que han producido una gran confusión teóri-
a la exégesis hermenéutica, y también para plan- ca en la arquitectura, y paradójicamente, una pará-
tear, muy rápidamente, un acceso hermenéutico a la lisis del estudio de la redescripción poética de la
modernidad. arquitectura contemporánea. Una “vanguardia”
El argumento esencial de Paul Ricoeur es la (avant-garde) arquitectónica, no ha sido nunca un
necesidad poética de alejarse de la vida real para sistema lingüístico “intrínseco”, sino una “inter-
volver a ella a través de la redescripción necesaria textualidad” antropológica que define con preci-
en cualquier proceso de representación (o ficción) sión una manera concreta de “re-descubrir” la rea-
artística o estética. Decíamos que Aristóteles nos lidad, y, que por tanto, tiene un poder “ex-trínse-
64
Topogénesis

co”, sale de ella misma, se relaciona con el pasado mos algunas más adelante, cuando en la segunda
y propone un futuro desde un presente concreto. parte de este libro analicemos muy someramente la
Esta manera de redescubrir poéticamente la reali- ciudad, o polis, o en la tercera parte cuando trate-
dad, es, a la vez, la aportación más innovadora de mos del paso de la deconstrucción de lugares a la
cada vanguardia y su limitación en relación a otras co-construcción de estos mismos lugares.
posibilidades de redescripción de una totalidad Aquí, finalmente, debemos insistir en que la
intercultural muy compleja. No existe redescrip- arquitectura debe siempre concebirse desde una
ción sin “poética intrínseca”, pero no hay poética hermenéutica basada en la estética co-construida
sin redescripción “extrínseca”. El equilibrio diná- en la “ausencia” del otro, como base de la distan-
mico entre el argumento poético (intrínseco) y su cia arquitectónica que se construye en cada caso.
poder de redescripción (extrínseco), es el motor de Y esta distancia estética co-construida entre “yo”
una intertextualidad poética y retórica en la inven- y “el otro”, sigue existiendo en la modernidad.
ción (o innovación), en la traducción y en la exé- Con ello llegamos al final de nuestra ojeada a la
gesis. dimensión estética de la topogénesis, o sea a la
Las implicaciones prácticas de una hermenéuti- medida estética de los lugares como “ausencia”
ca estética de la arquitectura son muchísimas. Vere- del otro.
65
Las dimensiones éticas de la topogénesis

2 Las dimensiones éticas de la topogénesis

2.1 Ética y topogénesis: texto y acción ciones y formas espaciales podrán permanecer,
sobrevivir o deberán cambiar. Como lo demostró el
La medida estética de la topogénesis no puede geógrafo norteamericano L.S. Mitchell en un libro
sobrevivir sola; necesita las medidas políticas, éti- sobre la didáctica de la geografía, muy avanzado a
cas y lógico-científicas con el fin de contener y de su tiempo, la forma de un lugar es únicamente un
proteger la vida humana. Sería insensato pensar que “umbral” entre el pasado y el futuro, un instante en
podríamos vivir solamente del arte, esencial sin el paso de millones de años de catástrofes, erosio-
embargo para poder vivir... nes, erupciones y vientos cósmicos. Poco a poco, y
De la misma manera que tenemos textos sólidos a veces instantáneamente, una montaña cambia de
sobre la poética y la retórica del espacio, también forma, y sus leyes de cambio de forma, también.
existen precedentes en el campo de la medida ética La topogénesis del lugar humano, mucho más
y política de la arquitectura. Pero la ignorancia con “consciente” que una montaña, no debe ser menos
respecto a estos trabajos es común, y, en general, los sensible a este proceso “legal” de transformación.
arquitectos se resisten a analizar las raíces éticas y Estamos en el punto justo desde el cual recordar
políticas de las decisiones y las medidas espaciales. un conocido pasaje de Lévy-Strauss que presenta
Por el contrario, como veremos, la filosofía griega un mito que le contaron dos tribus diferentes sobre
clásica, con Aristóteles, analizó cuidadosamente las la “distancia” (o medida) óptima en la que debían
relaciones entre la ética, la política y el “arte” de establecerse, o coexistir, en el lugar: “Si nos ubicá-
hacer ciudades (polis), y la lógica usada en este aná- semos más cerca de esta distancia óptima, las fies-
lisis fue mucho más realista y mucho más compleja tas, el ruido y las costumbres diferentes debidas a
que la que usamos hoy. En este libro voy a explorar nuestra cultura de cada tribu molestarían la convi-
muy sucintamente las medidas éticas del lugar habi- vencia y nos pelearíamos. Si la distancia fuese
tado con la ayuda básica del libro de Bödeus. mayor, el miedo a no saber qué hace la otra tribu, al
La hipótesis central es, en este contexto, que la no verla en absoluto, generaría también peleas y
medida ético-política de la arquitectura tiene la conflictos. Hemos de colocarnos a la distancia jus-
misma estatura que “la ley” en general. Como en el ta, única y singular que nos permite el diálogo y la
campo de la justicia, las medidas ético-políticas del supervivencia y el desarrolla sincrónico de las dos
lugar habitado parten de una “sabiduría” que “pre- culturas...”.
vee” el mejor lugar posible, o, al menos, uno de los Esta medida topogenética es la que debemos
mejores lugares posibles. De la misma manera que analizar aquí, medida que la historia (y el mito)
una ley delimita un comportamiento social y cultu- descrito por Lévy-Strauss nos muestra con toda
ral (más o menos relacionado con un pasado) la precisión.
topogénesis ético-política ha de tener una capaci- Estamos, pues, cerca del texto delicado y preci-
dad de evaluar hasta qué punto unas medidas, fun- so (y bello) de Jacques Derrida sobre la khôra de
66
Topogénesis

Platón (que él traduce como lugar). He aquí una que necesita un político ejecutivo (o un ciudadano
topogénesis transformada en “khôra-génesis y normal) usa al “arquitecto” y a su virtudsabia
“khôra-lógica”, que en el libro de Derrida tienen, “arquitectónica”. Esta sabiduría práctica y virtuosa
sobre todo, un alma política. Estética, ética y cien- del arquitecto, esta virtudsabia “arquitectónica”,
cia están de nuevo sintetizadas en una topogenética. es la clave de las relaciones entre ética y política en
Aristóteles y es también la clave de la “moral” aris-
totélica, cosa que evidentemente Santo Tomás de
2.2 El intento de Aristóteles o la moral como Aquino tuvo bien claro en su asimilación del aristo-
arquitectura telismo al cristianismo. Veamos con más detalle las
cualidades de esta virtud-sabiduria-arquitectónica.
La clave de una lectura y de una escritura moral Tanto el que legisla las leyes mejores para el
de la arquitectura hay que buscarla una vez más en futuro de la ciudad, como el maestro que enseña a
Aristóteles. En este caso, las referencias están los niños, como el arquitecto que projecta edificios,
inmersas en varios libros de aburrida lectura para el es imprescindible que literalmente y realmente
arquitecto, por lo que la extraordinaria labor de posean una sabiduría-virtud-práctica que Aristóte-
Bödeus nos es aquí doblemente preciosa. En lo que les llama “arquitectónica”. Arquitectónica porque
sigue debo muchísimo a su precisa y concisa lectu- se trata de una sabiduria-virtuosa que ordena una
ra de las relaciones entre ciudad y moral en Aristó- práctica (y una moral) sin que la persona que la
teles. ejerce actúe, de hecho. El legislador esta muerto
En primer lugar, es muy importante tener en cuando sus leyes se obedecen: legisla el futuro. El
cuenta que Aristóteles busca a lo largo de sus libros caso mítico es el de Solon, legislador modelo según
de ética, de moral, y de política, un objetivo común, Aristóteles por su saber democrático, el cual, tras
que es el de definir lo más característico de lo legislar, se fue de viaje para no estar presente
“moral”, a la vez como virtud y como sabiduría, de durante la aplicación de la legislatura y no confun-
manera que los defectos que él veía en la moral pla- dir el poder legislativo con el ejecutivo elegido. El
tónica se subsanasen. Tengamos, pero, bien en maestro de niños tampoco actúa él mismo como un
cuenta, que todo ello se realizaba bajo la sombra de niño, sino que debe transmitir la sabiduria-virtud a
Platón y, del mundo griego en general, el cual era partir de las costumbres y de las leyes; probable-
muy diferente del nuestro, aunque no tan diferente mente no exista cuando el niño actúe como adulto.
como para que las sugestivas ideas de Aristóteles El arquitecto, en fin, no construye lo que proyecta,
dejen de ser interesantes. Para Aristóteles, pues, y sino que ordena el trabajo de los demás. Sus edifi-
tal como demuestra Bödeus, la política y la ética cios, en muchos casos, le sobreviven, además. En
son dos polos de una misma realidad y necesidad todos estos casos, insiste Aristóteles, lo importante
de lo moral. El polo educativo-ético y el polo legal es que esta sabiduría-virtud moral, sea en la educa-
se unen en una moral de la ciudad, en un “civismo”. ción, en la política o en la arquitectura, exige, no
(urbanistas-polis). Es absurdo, indica Aristóteles, solamente una experiencia imprescindible de lo que
educar al margen de una constitución, o sin criticar- se quiere ordenar (la política, la enseñanza, la
la en absoluto. La ética no tiene sentido abstracto, arquitectura, etc.) sino un algo más, un sexto senti-
sólo puede valorarse si se relaciona dialécticamente do de un saber transmitir, de ser consciente de lo
con la constitución y con las leyes de la ciudad en que se es, de ser critico con respecto a lo que se
la cual se ejerce. enseña. Este “algo más” es lo que es “arquitectóni-
El segundo punto esencial es que Aristóteles, co”. Aristóteles no exige a todos este espíritu crí-
para explicar metafóricamente cuál es la naturaleza tico, pero piensa que es esencial que los arquitec-
específica de la virtud sabia que ha de usar el tos, los legisladores (no los simplemente políticos)
“legislador” en contraposición con la virtud-sabia y los profesores tengan este espíritu crítico para
67
Las dimensiones éticas de la topogénesis

prever los cambios de la historia, para adaptarse a sabe deliberar y elegir el recto camino en la
las diferencias entre las ciudades y para evitar a los acción). Todo el mundo debe adquirir esta excelen-
tiranos y a las tiranías excesivas. cia moral, tanto en su polo ético, como maestro de
De ahí, que la figura del arquitecto sea analiza- virtud, como en su polo político, como ciudadano.
da con cariño y con ironía por el filósofo, cuando Por ejemplo, los padres deben tener esta capacidad
indica agudamente que el importante arquitecto moral, a la vez virtud y sabiduría práctica. Pero los
Hipoddamus de Mileto, “el mismo que inventó el que ejercen misiones especiales en el campo moral,
arte de planificar las ciudades...”, “era un hombre como son los maestros, los arquitectos y los legisla-
extraño, que en su búsqueda por la distinción llegó dores, ellos, además de los de todos (subraya Aris-
a excentricidades en todo su comportamiento, lle- tóteles este además), han de poseer la completa
gando algunos a pensarse que era un ser afectado. sabiduría-virtud-arquitectónica, es decir la sabidu-
Tenía el cabello siempre flotando y vestía con gran ría en el cenit de la excelencia de la virtud y de la
gasto en ornamentación, sin embargo, no dejaba ni sabiduría práctica, puesto que se trata de una virtud
un momento un gastado abrigo, ni en invierno ni en y sabiduría práctica que no se aprende sólo por la
verano, el cual parecía muy cómodo a pesar de práctica de la virtud y del juicio, o en la delibera-
todo. Además, justo es reconocerlo, fue la primera ción sobre la acción, sino gracias a una capacidad
persona que sin ser un hombre de estado se dedicó de juicio que no está en las sabidurías-virtudes nor-
a investigar la mejor forma de gobierno. Sus resul- males. Esta virtud de virtudes o sabiduría práctica
tados son un tanto raros y muy marcados por una de segundo orden, se caracteriza, digámoslo una
personalidad tan estrafalaria, pero ello no le quita vez más, por proyectar el futuro, por ser capaz de
ningún mérito...”. ser justo, no ya por virtud inherente al presente,
Bödeus dedica la mitad de su libro al análisis sino por capacidad de juicio reflexivo sobre la reali-
exacto de las diferentes naturalezas de las palabras dad de la propia acción, personal en el caso del
con que Aristóteles define lo que aquí he nombrado maestro, colectivo en el caso del legislador.
siempre bajo la ambigua forma de sabiduría-vir- No es difícil ver que toda esta doctrina esta muy
tud-práctica. Por un lado, es evidente que con su relacionada con todo lo dicho en primero sobre el
sutilidad Aristóteles quería dejar bien claro que la proyecto como historia y la historia como proyecto,
sabiduría-virtud de la moral (en ética y en política) a partir, evidentemente, de la relectura que Paul
no es del saber científico o lógico en general, ni Ricoeur ha hecho de Aristóteles.
tampoco la del saber estético en particular. Esta En arquitectura, creo que ello tiene interesantes
preocupación es constante en sus libros y marca la consecuencias. En primer lugar, define un lugar a
pauta de la división de Kant entre razón práctica y las claves morales de la arquitectura que no se iden-
las otras “razones”. Pero en Aristóteles, la mezcla tifique con la connotación moral de un estilo o de
entre virtud y sabiduría es constante en su análisis una tendencia artística. En segundo lugar, diferen-
de la moral, y ello ha convertido la traducción del cia una lógica de la ciudad o del edificio, de su
griego a otros idiomas en algo extremadamente “moral”, lo cual ha sido también objeto de abusos
difícil. Como es imposible analizar y seguir en pro- inadmisibles en los últimos años.
fundidad los argumentos de Böedeus, que usa siem- La vía abierta por Aristóteles al resumir la cultu-
pre el griego como guía, solamente he extraído en ra griega de la ciudad y estructurarla con su agudo
los párrafos anteriores y en los que siguen las refle- sentido crítico es hoy todavía esencial para nuestra
xiones sintéticas más importantes. “ética del lugar”. Tal como ha analizado Braunfels,
Digamos que Aristóteles quiere conseguir defi- las ciudades europeas, en total conformidad con el
nir la naturaleza de lo moral justamente como modelo aristotélico, reflejan en su forma espacial
puente entre “virtud” (que nace de la práctica del el tipo de contracto social, o de poder, que han pade-
bien y de la belleza) y “sabiduría práctica” (que cido a través de sus 2000 años de historia.
68
Topogénesis

Tal como hemos visto, el proyecto ético de la ética de la ciudad ha perdido lo mejor de su tradi-
Aristóteles acaba con un paradigma arquitectóni- ción, y solamente hemos sabido mantener la tradi-
co: la suma virtud y sabiduría se da en un saber ción de una ciudad y un centro, una trama y un sig-
comportarse “arquitectónico”, es decir, en un nificado uniforme, etc. La dialéctica social, la
saber comportarse que es capaz de reflexionar movilidad social ha perdido así su mejor papel.
sobre el pasado y el presente y conformar un futu- Todo queda ya fijado de antemano en la forma
ro mejor para todos. Y esto es precisamente lo que omnipotente de la ciudad. La arquitectura, sus pie-
se necesita para prever el futuro de una ciudad en dras, vigilan mucho mejor que el mismo poder el
la cual todos vivan con comodidad, belleza y comportamiento colectivo. Las leyes son inmuta-
seguridad. bles, como las piedras.
Para encontrar una teoría sobre este comporta-
miento sociofísico de las ciudades previsto por
Aristóteles hemos de adelantar muchos siglos en 2.3 Breve reflexión sobre la técnica en la
nuestro calendario y llegar a Leon Battista Alberti, topogénesis
en el renacimiento italiano. Gracias a estudios
recientes, se ha comprobado documentalmente Una visión del papel de la técnica en la topogé-
cómo este humanista italiano supo aunar la tradi- nesis necesitaría varios libros. Aquí, en esta ojeada
ción clásica con la realidad de la Edad Media, sin introductoria hacia una teoría general de la génesis
perder la coherencia de una ciudad como expresión del lugar, o de los lugares, la técnica se encuentra
de un tipo concreto de convivencia social. en cualquier sitio, en el sentido de la techné griega
Este trabajo de conexión entre Grecia, Roma y ancestral, de transformación de la naturaleza y de
el Medievo no es fácil, está plagado de lecturas his- “producción” de naturaleza.
tóricas claramente partidistas. La historia permite La referencia a un autor francés excepcional,
siempre interpretaciones diversas, pero lo que ha George Simondon, me permite escribir una nueva
ocurrido con esta tradición aristotélica de la ética reflexión sobre la técnica y el hombre, tal como ya
de la ciudad supera cualquier riqueza interpretativa hice hace veinticinco años con mis primeras refe-
y cae en la peor de las distorsiones. rencias a Simondon. Este autor siempre defiende la
La distorsión ha estado en la tozuda eliminación técnica como una posibilidad de “autonomía” del
de la tradición aristotélica en defensa de un progre- hombre con su ética propia. Es inútil lamentarse de
sivo platonismo del pensamiento humanista que los “males” de la técnica o intentar eliminarla,
solamente hoy se ha empezado a poner en duda con tenerle miedo. Por el contrario, hay que conocer sus
conocimiento de causa. Para Platón, la forma de la leyes, sus límites y ser capaces de utilizarla al servi-
ciudad expresaba un equilibrio eterno, divino, entre cio de la propia supervivencia.
personajes condenados de por vida a cumplir su En consecuencia, la técnica debe de estar al ser-
papel dentro de una estricta jerarquía. Las leyes vicio de la cultura, y la cultura, si existe, es porque
poco tenían que hacer en la ciudad de Platón como el hombre tiene “conciencia” de su cultura. La téc-
no fuera condenar cualquier intento de cambio en nica, es automática independiente y “mecánica”,
las jerarquías de poder siempre unitarias, de centro justamente por lo contrario: porque no es conciente
único. Por el contrario, las ciudades aristotélicas de sí misma, ni de su “cultura”. Si una técnica lla-
pueden ser policéntricas, con varios centros, y, lo gase a ser “conciente”, aunque fuese más “libre”,
que es más importante, han de ser diferentes una a dejaría de ser “técnica” y se convertiría en “cultiva-
una, con leyes específicas hechas por sus habitantes da”. La máquina sigue inconcientemente sus pro-
respectivos en pleno proceso democrático. Al eli- pias leyes, y por ello la responsabilidad ética
minar la tradición aristotélica y su sutil relación corresponde al hombre con su “cultura” y no a la
entre virtud, sabiduría y arquitectura de la ciudad, máquina. La topogénesis debe de usar las máquinas
69
Las dimensiones éticas de la topogénesis

en el interior de esta dialéctica (y dialógica) entre 2.4 Conclusiones: la medida ética de la topo-
técnica y cultura. génesis
Tenemos, pues, necesidad de una “cultura de
la técnica”, y aquí de nuevo Simondon nos ayuda, Una obra excelente y reciente de los arquitectos
ya que esta nueva cultura abierta al futuro debe Gerhard Spangenberg y Brigitte Steinkilberg, pue-
incorporar la técnica como una liberación y no de servirnos de ejemplo privilegiado de diálogo
como un obstáculo a un desarrollo humano. Así entre objetos, lo que considero esencial en la ciu-
hemos de conseguir que todo el mundo “cultive” dad como lugar. El edificio se sitúa junto al famoso
los objetos técnicos y, sobre todo, sea conciente de Charlie Check Point del destruido muro de Berlín,
la relación de los objetos técnicos los unos con los lugar en el que prestigiosos arquitectos como Rossi
otros, que, desde la perspectiva topogenética, se o Eisenman han construido edificios. El edificio
trata de una relación dialógica y cultural (y no hace esquina y tiene a su lado un edificio de piedra
mecánica). rosa milagrosamente salvado de la guerra (ver ilus-
Por ello, Simondon escribe: “La nueva tecnolo- traciones págs. 97-98).
gía no solamente debe innovar sino también rein- Este edificio de acero y cristal ha configurado
sertar lo antiguo en lo nuevo y reactualizar el pasa- con la calle y con el edificio colindante un diálogo
do a través de un presente que asimile el futuro”. arquitectónico de mucha mayor calidad que los otros
Tenemos un camino arduo ante nosotros, y des- edificios citados. La razón no está en un estilo más
conocido. Este tipo de sabiduría técnica todavía “historicista”, o menos “moderno” que los otros edi-
está muy poco desarrollada. Paradójicamente, ficios; al contrario, su estilo es mucho más “moder-
Simondon toma como modelo la alquimia, ya que no”. La razón está en una actitud totalmente diferen-
en ella la cultura y la técnica estaban más unidas. te, no sólo estética, sino ética y lógica. Los demás
No es suficiente, hay que retornar toda la potencia arquitectos ni tan siquiera intentan el diálogo, sim-
hermenéutica del pensamiento moderno y “repen- plemente ignoran la calle y los edificios colindantes.
sar” la técnica. Análogamente hay que llegar a un Lo esencial de un edificio reside en la correla-
pensamiento “ecológico” que acepte la compleji- ción entre la coherencia interior y la coherencia
dad dialógico-social de la topogenética. exterior del edificio con la ciudad, el pueblo o el
No podemos quedarnos satisfechos con una paisaje. Esta doble coherencia es la que Gadamer
“técnica” que acepte determinismos ecológicos o a define como origen de la belleza y de la calidad
priori económicos, pero hay que agradecer a fenomenológica de la arquitectura; este origen nos
Simondon sus instrumentos de análisis y sus refle- indica una individualidad coherente con una cultura.
xiones en una sociedad que se “tecnifica” sin saber Leon Battista Alberti propone la expresión de
lo que ello significa. concinnitas como totalidad bien organizada, según
Fue Lewis Mumford el que intentó, quizás por la cual la sala de estar es al edificio lo que una plaza
primera vez, analizar la dialogía entre técnica y es a la ciudad.
cultura sin aceptar tres determinismos fundamen- La idea de cómo un lugar se transforma es
tales: el determinismo de la máquina, el determi- mucho más compleja que lo que podría suponerse a
nismo de la naturaleza y el determinismo de la primera vista. La lógica de esta transformación es
cultura. Mumford describe cómo la cultura del “dialógica”, tal como la definiremos en los próximos
espacio es el resultado de la utilización social de capítulos. La estética de este lugar en transforma-
la técnica. Además, a partir de estas reflexiones ción, como ya hemos visto, se estructura en poéticas
sabemos que el uso de la técnica exige mucha más y retóricas inmersas en la “cultura” que las crea.
cultura (y no menos como muchos insinúan) para Tal como hemos descrito, las leyes urbanísticas
llegar a construir un medio ambiente espacial más son la expresión de las medidas éticas y políticas
humano. del lugar.
70
Topogénesis

Las dimensiones topogéneticas esenciales de la que parece ser la fortuna, y no la voluntad humana
ética y la política de los lugares son, de una parte, en uso de razón, la causante de tal disposición...”
las relaciones entre proyecto e historia y, de otra En este texto de Descartes vemos ya una defini-
parte, las relaciones entre la acción como “plan” y ción de una modernidad “monológica” que yo
la acción como “traza”. Vitrubio, Alberti, Mum- opondré a una modernidad “dialógica” a lo largo de
ford, Collins, etc., han sido autores importantes este libro.
desde una perspectiva “ética”, pero hay mucho Esta modernidad “monológica” otorga a toda la
camino por recorrer. arquitectura medieval un carácter propio de la
En efecto, para conseguir usar las nuevas tecno- “casualidad” y del “azar”. También otorga a la nue-
logías y liberarse del peso de los estilos históricos, va cultura una categoría de ser producida por suje-
hemos concebido una arquitectura “abstracta”, sin tos universales y superiores que, además, son igua-
medidas, y no una arquitectura con unas medidas les: “clónicos”. El valor de la tradición es siempre
nuevas en lo artístico, lo político y lo científico. inferior a la nueva razón universal, y es el nuevo
El diálogo entre la “traza” de un pasado y el sistema monológico y racional el que supera la irra-
“plan” de un lugar futuro, propuesto por Paul Rico- cionalidad social de las culturas precedentes.
eur, nos plantea la complejidad de una dialéctica Por el contrario, una topogénesis dialógica,
entre proyecto e historia. La acción humana no es plantea una cultura totalmente diferente; sobre todo
nunca el mero resultado de un plan o de una traza, si se da a la noción de dialogía, todo el sentido de la
sino que se desarrolla a través de la superposición palabra griega original “dia-logos, razón o palabra
entre ambos. El plan no debe ser la repetición de la que atraviesa”, que va de fuera a dentro y de dentro
traza, pero tampoco debe eliminarla; si lo hace, a afuera. Para entender su contenido hay que partir
convierte cada nuevo plan en un punto cero, como de resultados conseguidos por muchas disciplinas
si la civilización no hubiese existido, lo cual es diferentes:
imposible. a) por la dialógica de Jean Blaise Grize, Michel
La explicación y la crítica que Andrew Benja- Meyer, etc.;
min hace de la primera parte del Discurso del b) por la hermenéutica de Paul Ricoeur;
método de Descartes, es, en este sentido, ejemplar. c) por la co-construcción psicosocial de Jaan
Descartes unifica, proféticamente, el nuevo sujeto Valsiner; y, finalmente,
“universal” y el nuevo “sistema” universal del d) por la intertextualidad antropológica de Mik-
conocimiento, como si fueran dos caras de una hail Bakhtin.
misma realidad: Para llegar a hacer real esta nueva ética y esta
“... una de mis primeras reflexiones fue consta- nueva política, dialógica, de la topogénesis hay que
tar que hay menos perfección en una obra construi- poner en marcha un diálogo social múltiple y com-
da por diversos constructores que en otra realizada plejo. Ningún sujeto genial, privilegiado, y ningún
por uno solo. Así los edificios acabados por un úni- “sistema” por sí mismo podrá llegar a una moderni-
co arquitecto suelen ser los más bellos y mejor dad dialógica a la vez específica en cada lugar, y
ordenados que los que han sido el resultado de universal en el respeto universal por la diferencia.
varios arquitectos acomodando viejas murallas que Uno de los últimos escritos de Derrida: L’Autre
habían sido construidas para otras finalidades. Del Cap, es un buen ejemplo de esta política que llega a
mismo modo, las ciudades antiguas que surgieron a lo universal a través de lo particular y a lo particular
partir de pequeños pueblos, y que a través de trans- a través de lo universal, pero que coloca en un lugar
formaciones sucesivas han llegado a ser grandes privilegiado no al sujeto ni a la colectividad, sino a
ciudades, suelen estar muy mal acompasadas, con la diferencia como motor de cambio. La decons-
edificios aquí grandes allá pequeños, dispuestos a trucción y la dislocación como expresión de esta
lo largo de las calles recurvadas, hasta el punto de diferencia que debe amarse y aceptarse, y no solo
71
Las dimensiones éticas de la topogénesis

tolerarse, se utiliza como fuerza para construir y el proyecto como propuesta de lugares a construir.
para transformar el territorio: en lugar de cohabita- Tanto el texto como el proyecto, parten de acciones
ción. posibles, bien en la historia real, bien en el lugar
Aceptar la diferencia como motor de cambio es real. La topológica habrá justamente de analizar
una postura ciertamente “dialógica”, muy diferente cómo se relacionan el lugar y la historia a través del
de la postura monológica en la que cada sujeto, cuerpo humano.
cada sistema y cada lugar son centros universales,
sectoriales y monológicos, impermeables a otros (Sociedad)
sujetos y a otros sistemas. Historia
Podríamos aquí recordar los escritos poco cono-
cidos de Jean Piaget sobre la sociología. Una socie-
dad monológica produce sujetos autoritarios. Por el Relato
contrario, las sociedades descentralizadas y con
alto nivel de coordinación y de diálogo, producen
personalidades capaces de la interacción social y de Acción (pensamiento) Proyecto (diseño)
considerar las diferencias no como problema sino
como incentivos para el cambio. Estamos llegando
al final de esta reflexión sobre las dimensiones éti-
cas y políticas de la topogénesis, que en otros escri-
tos será ampliada en breve. Pero antes de entrar en Sujeto (cuerpo) Lugar (medio ambiente)
la dimensión lógica de la topogénesis, quisiera
hacer un análisis breve de la responsabilidad políti- Diagrama 8
ca y ética en la construcción del medio ambiente
moderno, que demasiadas veces es, como dijo Wal-
ter Benjamin, un espacio de tristeza y de luto. Una reflexión nos habría de permitir relacionar
La modernidad no puede desarrollarse a partir la medida “ética” del lugar con su medida “estéti-
de un fundamento de infelicidad. Hemos de conse- ca”. A pesar de las sospechas de totalitarismo,
guir un fundamento más cercano a la virtud que Heidegger relacionó magistralmente en los años
quería Aristóteles, virtud que aprecia la diferencia y veinte la relación original entre el espacio de “ser-
la utiliza como base del progreso. De esta manera en-el-mundo” y la naturaleza social de este mismo
el territorio como “texto” constituido de “estrate- lugar, o “ser-con-el-otro”. No es posible aislar
gias de acción” posibles, puede planificarse como totalmente nuestro “estar-en-el-espacio” con el
dialogía entre lugares diferentes, y no como jerar- “estar-con-el-otro”:1 “el ser en el mundo es un ser
quía monológica a partir de un sistema único. espacial”.
Recordemos la postura de Paul Ricoeur: “Un No es difícil a partir de estas ideas comprender
texto es un campo limitado de construcciones posi- que la topogénesis es, desde su origen, siempre
bles. La lógica de validación nos permite definir estética, ética y lógica. Un conocimiento sobre el
sus limites entre el dogmatismo y el escepticismo espacio debe tener siempre en cuenta esta situación
radical...”. La acción humana es también un campo tal como la describía a partir de la “distancia” topo-
de construcciones posibles: podría decirse que la genética entre dos tribus de culturas diferentes, a
argumentación relacionada con cada acción se con- partir de los escritos de Lévi-Strauss.
figura como un texto.
En el diagrama 8, finalmente, observamos cómo
la acción se encuentra en el cruce entre el relato y el 1 N.T. Una vez más, Bakhtin describió en los mismos

texto como productos de la historia, por un lado, y años textos fundamentales sobre este mismo punto.
72
Topogénesis

Sin la presencia del otro como diferencia, los Esta arquitectura construye lugares idénticos en
lugares dejarían de tener significado. En este caso, todo el territorio, vacíos de significado dialógico y
no existiría ninguna cultura, y no sería posible cui- social, lugares que ya nacen muertos.
darse de nadie, ya que dos individuos idénticos no Las culturas concretas desaparecen en un terri-
pueden cuidarse. La arquitectura monológica com- torio cosmopolita, universal, sin diferencias, en el
porta la sincronización de todas las biologías, en que la presencia o la ausencia del otro no produce
una topogénesis perfectamente... muerta. ningún cambio, puesto que el lugar monológico
La ausencia total del otro, que es idéntico a mí está concebido justamente para ser insensible hacia
mismo, sería además mi propia muerte. La vida, esta presencia o ausencia del otro.
por el contrario, se desarrolla a partir de la diferen- Por lo mismo, una deconstrucción sin límites
cia con el otro y se prolonga más allá de la muerte comporta la muerte de cualquier cultura y la pérdida
de uno u de otro. de cualquier posible significado, abriendo la puerta
Un territorio totalmente idéntico a sí mismo, a una disolución de cualquier argumentación y con
homogéneo y monológicamente habitado de suje- ella al olvido de la diferencia. Sin la aceptación de
tos idénticos, provoca la inmovilidad absoluta entre la diferencia y de la co-construcción, crearemos un
lugares iguales, clónicos. Sería el final del espacio, territorio monológico en el que la muerte social y la
del tiempo, de la cultura y del hombre. Como vere- intolerancia producirá territorios de la violencia con
mos, el lugar construido por los niños expresa esta enormes ciudades vacías como tumbas.2
misma dialéctica entre diferencia entre yo y el otro,
y la vida o la muerte en el lugar.
Pero muchos arquitectos insisten en una arqui- 2 N.T. Desgraciadamente recientes visitas a ciudades sud
tectura moderna “monológica” que vacía el espacio y norte-americanas (y rusas) me han demostrado que
de estas diferencias entre “sujetos”, o “cuerpos” tenía razón al escribir estas frases un tanto apocalípticas,
que usan el espacio desde el intercambio social. hace tres años.
73
Las dimensiones lógicas de la topogénesis

3 Las dimensiones lógicas de la topogénesis

3.1 La lógica de los lugares Para acabar, en las conclusiones, describiré,


más ampliamente, las “razones del lugar”, o topo-
Prólogo génesis, anunciadas en el capítulo introductorio de
este libro, dando así mejor fundamento filosófico a
No es una pura casualidad que el libro haya seguido la noción de lugar, y dando “la razón” a Platón,
un itinerario filosófico opuesto al de Kant. De este cuando insiste en su diálogo Timeo en que para
modo llegamos al final de nuestro camino y nos entender las razones del lugar al llegar al final hay
encontramos en el mismo sitio en el que Kant se que volver al principio...
encontraba cuando empezó a analizar la “razón
pura” del hombre moderno, ya en su famosa tesis
doctoral sobre la lógica del espacio y el tiempo 3.2 Hacia una epistemología del diseño
como nociones a priori de la mente humana. La arquitectónico como actividad constructora
lógica del sujeto es a la estética del objeto, lo que la del lugar2
lógica del objeto (o sea la lógica de los lugares) es a
la estética del sujeto. Entremedio del sujeto y el Resumen
objeto, de la lógica y la estética, se ubica la ética, o
razón práctica en Kant, que por ello se centra en Este escrito resume algunos de los descubri-
una filosofía de la acción. mientos a través de dos años de investigación
Voy a seguir, en este capítulo, una aproximación sobre el diseño arquitectónico usando las teorías
“lógica” a nuestro objetivo de llegar a definir una psicológicas del desarrollo del conocimiento de
medida “lógica” del lugar habitado. Primero, resu- Piaget.
mo mis estudios sobre la epistemología infantil de la Estos descubrimientos están explicados de la
arquitectura. En segundo lugar, trataré, brevemente, siguiente forma: ante todo, describo la concepción
sobre los sistemas semióticos de los lugares, o de que los niños de 3 a 4 años y de 8 a 9 años tienen
los lugares como sistemas semióticos, para entender
las dificultades “lógicas” de estos sistemas.
En los dos siguientes capítulos, voy a intentar 1 N.T. La obra de Bakhtin es perfecta para este propósito,
desarrollar una hermenéutica preliminar de la lógica pero como al escribir estas páginas en francés todavía
de los lugares, con el fin de llegar a una dia-lógica, con desconocía muchas de sus obras, prefiero dejar el texto
la ayuda especial de Jean Blaise Grize1. Ciertamente, cómo estaba para demostrar, justamente, cómo abordaba,
la lógica del lugar está en sus inicios, pero existen ya 80 años después una temática “dialógica” de manera
muy parecida a la de este antropólogo ruso. En libros
aportaciones teóricas, recientes, muy interesantes, futuros se verá una comparación entre ambos.
con aplicaciones posibles y directas al campo de la 2 Versión inglesa en: Behavior and Meaning in the Built

planificación del medio construido, en general. Environment. Wiley, Londres, 1980.


74
Topogénesis

sobre el lugar para vivir. Estas dos edades han sido 3.2.1 Hacia un modelo piagetiano del diseño
escogidas por diferentes razones: por un lado, he arquitectónico
observado cambios rápidos en la manipulación de
los materiales que usan los niños para construir los Christian Norberg-Shulz ha escrito sobre el
lugares para vivir y, por otro lado, he hecho algunas concepto de lugar y Christopher Alexander lo está
comparaciones homológicas entre estas dos etapas haciendo ahora, aunque ambos usan diferentes
del proceso del desarrollo mental, trazando una bases filosóficas. La reducción de la lógica del
estructura que nos permite hacer algunas deduccio- diseño arquitectónico a la lógica de la concepción
nes básicas sobre la epistemología de diseño arqui- del lugar para vivir es un hecho común hoy en día y
tectónico considerado como un proceso conforma- esto, en mi opinión, es algo importantísimo. Es
dor del lugar. Después intento establecer unas con- importante porque pienso que de este modo puede
secuencias generales de estas descripciones y de combatiese a la vez el “objetivismo” extremo, que
estas deducciones. ha reducido la arquitectura a algunas estructuras
inmanentes que sólo están presentes en los objetos
(edificios), y el “subjetivismo” extremo, que ha
Prólogo reducido la arquitectura a unas estructuras inma-
nentes que sólo están presentes en la mente del
Le concepción de una arquitectura permanente sujeto (usuario o diseñador). Pero el concepto de
y universal ha sido un viejo sueño en nuestra cultu- lugar puede igualmente mezclar absurdamente
ra desde la época griega, hace 2.500 años. Las cul- estas dos teorías erróneas si no tenemos claro lo
turas occidentales se han basado en la geometría que significa.
divina, en las proporciones divinas, en el sistema Así, mi propósito es clarificar este concepto de
lógico universal y en las esencias naturales de le lugar y, al mismo tiempo, evitar estas dos posicio-
arquitectura; todo ello para conseguir crear un valor nes equivocadas tomando en lugar de ellas el punto
eterno y permanente. Ninguno de estos “aspectos de vista interactivo, tal como ha sido desarrollado
divinos” de la arquitectura llegó a ser realmente por Jean Piaget y por otros psicólogos de todo el
cierto. Las proporciones divinas y las esencias eter- mundo. Haciendo esto, estoy reconociendo que si
nas se desvanecieron irremisiblemente a través del la arquitectura tiene algún valor humano es porque
tiempo. es capaz de concebir lugares para vivir. También
Mi propósito el hacer este análisis es, por una estoy asumiendo que el concepto de lugar es el cen-
parte, explicar por qué existe esta profundo retroce- tro del paradigma del medio ambiente del hombre.
so en la teoría de la arquitectura y, por otra, explicar Leeman y Hillier han descrito recientemente y
por qué la lógica del diseño arquitectónico parece en términos muy sencillos lo que significa un para-
ser tan difícil y compleja. digma: “...un paradigma es una estructura de ideas
Quisiera hacer esto siguiendo tras pasos sucesi- científicas o filosóficas que tomamos para investi-
vos. Primero (capítulo 3.2.1), diré por qué he redu- gar...”. Las herramientas filosóficas del paradigma
cido la lógica del diseño arquitectónico a la lógica piagetiano se podrían encontrar en Aristóteles, Hei-
de la concepción del lugar para vivir. En segundo degger, Boole y Saussure siguiendo un estudio
lugar (capítulo 3.2.2), analizaré las estructuras lógi- complejo que no puedo describir aquí. Sólo desa-
cas que están contenidas en la concepción que el rrollaré los fundamentos teóricos que son más rele-
niño tiene del lugar para vivir. Y en tercer lugar vantes para entender los diseños arquitectónicos.
(capítulo 3.2.3), haré notar brevemente las conse- De acuerdo con Piaget cualquier desarrollo
cuencias epistemológicas de este análisis del diseño mental es interactivo por naturaleza; así, siempre se
arquitectónico considerado como actividad cons- producen transformaciones mutuas entre sujetos y
tructora de lugares para vivir. objetos. Los actos inteligentes siguen dos grandes
75
Las dimensiones lógicas de la topogénesis

caminos estructurales y funcionales: uno, el con- Quiero analizar como trabajo este proceso usan-
ceptual, otro, el figurativo. El primero, se ocupa de do un paradigma piegetiano. He llamado a este
las coordinaciones entra las transformaciones paradigma “topo-simbólico-lógico”, pero se podría
mutuas de los sujetos con los objetos y alcanza ope- llamar “paradigma arquitectural”, ya que la arqui-
raciones lógicas reversibles (matemáticas, geome- tectura la consideraremos como instrumento “lógi-
tría. etc.). Estas estructuras conceptuales son capa- co-topo-simbólico” generador de lugares para vivir.
ces de predecir y de formar sistemas de predicción.
El segundo camino estructural, o sea el figurativo, Aspecto figurativo Aspecto conceptual
es mas difícil de definir. Las estructuras mentales
figurativas se ocupan de los procesos de informa- Relaciones X Estructuras lógicas Relaciones Y
(operaciones)
ción entre sujetos y objetos tanto como entre suje-
tos u objetos en ellos mismos. Si las estructuras
conceptuales llevan a la determinación y a la pre-
Símbolos Concepción constructiva Signos
dicción, las estructuras fígurativas conducen a de lugares para vivir
representaciones aproximadas de la realidad.
Como consecuencia del uso simultáneo de estas
dos clases de estructuras mentales se producen “pro- Representación Estructuras Reproducción
ductos mentales” tales como: palabras, conceptos, imitativa infralógicas lúdica (de
imágenes, operaciones, etc., que no son fáciles de juego, diversión…)
analizar, y ello por varias razones. Por una parte Diagrama 9
cada producto mental es una interrelación compleja
entre las dos clases de estructuras mentales y, por El paradigma arquitectónico trabaja simultánea-
otra parte, incluso si estos productos nos llegan mente a nivel conceptual y a nivel figurativo, como
organizados en lenguajes, estos lenguajes no pueden el diagrama 9 indica. Cada uno de estos dos niveles
ser reducidos a sistemas conceptuales o a figuras sin desarrolla, a su vez, transformaciones mutuas entro
perder la mayor parte de sus poderes comunicativos. diferentes clases de estructuras mentales en un equi-
Los lenguajes alcanzan un proceso cultural tra- librio progresivo. En la parte conceptual del para-
bajando simultáneamente a dos niveles. Primero, digma estas dos clases de transformaciones mutuas
interrelacionando fuerzas naturales y físicas con de sujeto-objeto son las actividades infralógicas (de
estructuras sociales y políticas; segundo haciendo juego) y las operaciones lógicas (relaciones Y).
cada vez más complejas las estructuras mentales en Según Piaget: “...las actividades infralógicas produ-
los dos aspectos, conceptual y figurativo. De este cen el objeto a través de sus propios elementos.
modo están dando a los sujetos una amplia movili- Alcanzan los objetos totales y nunca alcanzan ope-
dad en el sentido aristotélico (de movilidad). De raciones lógicas de orden o clasificación ...”3. Estas
acuerdo con Aristóteles, movilidad y universaliza- actividades infralógicas son las que producen nues-
ción son dos aspectos de la misma realidad. tros conceptos topológicos y elementales, y son la
¿Cuál es aquí el lugar del concepto de lugar? razón de nuestro sentido de continuidad especial y
Según la antigua definición aristotélica: “ ...lugar es temporal. Por otro lado, las actividades conceptua-
la primera envoltura (o cerco) del contenido...”. Y les lógicas propiamente dichas (relaciones Y) están
según Hegel “...lugar es tiempo colocado en el hechas de estructuras funcionales reversibles que
espacio”. Si aceptamos alguna de estas dos defini- incluyen el orden y la clasificación.
ciones, estamos diciendo que en la noción de lugar
los conceptos, las imágenes y las percepciones
(productos mentales) se mezclan, iniciando un pro- 3Piaget, J. La psychologie de l’intelligence. Colin, París,
ceso sociofísico de creación de lugares. 1947.
76
Topogénesis

En la parte figurativa del paradigma arquitectu- etapas I-A y I-B (ver diagrama II). Los productos
ras el equilibrio del desarrollo está determinado por de la concepción de lugares en la etapa I-A son
dos tipos de actividades simbólicas: una lógica, las lugares macizos, lineales o puntuales (figura 1a).
relaciones X, y otra infralógica, la imitación simbó- Los productos en la etapa I-B están formados por
lica elemental. Las estructuras mentales figurativas, unidades volumétricas, o celdas arquitecturales tri-
como las conceptuales, provienen también de un dimensionales. La gente, que son pequeñas muñe-
equilibrio entre juego a imitación. cas de madera en el experimento con los niños, se
La hipótesis principal será la siguiente: en la for- organiza en hileras con la gente “mirando hacia
mación del lugar el proceso conceptual y el proceso afuera”. Y, más adelante, en la etapa I-B, “están
figurativo están unidos a través de un paralelismo durmiendo”. ¿Cuáles son las razones de esta revo-
estructural. Este paralelismo es, además, la razón de lución en la concepción que el niño tiene del lugar
la naturaleza sociofísica de los lugares humanos. para vivir entre los 3 y los 4 años? Esto es lo que
voy a analizar.
La AA-I produce el poder para concebir luga-
3.2.2 Una interpretación arquitectural de la con- res vacíos tridimensionales, o sea las formas arqui-
cepción infantil del lugar para vivir tecturales más primitivas. Para explicar este hecho
voy a describir las estructuras conceptuales y figu-
El diagrama 10 y la figura 1 (a, b, c) muestran los rativas que son responsables de este poder de
productos y las etapas de desarrollo en las concepcio- transformación. Las estructuras principales de la
nes de los lugares para vivir desde los 3 años hasta el etapa I-A, antes del crecimiento de la AA-I, son las
principio de la etapa III, que es la etapa operacional- siguientes:
formal correspondiente a los 13-15 años de edad. a) Concepciones de tiempo: 2 acontecimientos
He realizado un análisis de la secuencia com- sucesivos no se diferencian de dos acontecimientos
pleta de las etapas en un escrito anterior4; así pues, simultáneos.
enfocaré aquí mi atención en una interpretación b) Concepciones espaciales: se construyen las
“arquitectural” del proceso. Para hacer esta inter- concepciones topológicas más sencillas pero las
pretación usar el paradigma “arquitecturas” descri- relaciones de “envoltura” y las relaciones topológi-
to someramente en el capitulo III.2.1. cas de orden aún no están diferenciadas. En térmi-
Como indica el diagrama 10, la concepción del nos generales, las relaciones X siempre están mez-
niño sobre los lugares para vivir, desde los 3 hasta cladas con relaciones Y. Por ejemplo los niños pue-
los 15 años, tiene tres momentos principales de dis- den dibujar una puerta o una ventana fuera de la
continuidad arquitecturas. Yo he llamado a estos tres clase, topológicamente hablando, sin ningún pro-
momentos “articulaciones arquitecturales” (AA-I, blema (figura 1c).
AA-II y AA-III). Un análisis cuidadoso de estas arti- c) Por lo tanto: las relaciones perceptuales
culaciones será el mejor camino para entender la simultáneas entre dos elementos del mismo lugar
estructura “topo-simbólico-lógica” del diseño arqui- no pueden ser diferenciadas de dos manipulaciones
tectural desde un punto de vista epistemológico. Sin sensorial-motores en el mismo lugar (fijación y
embargo, aquí solo analizaré las dos primeras articu- actividad perceptual no están diferenciadas).
laciones (AA-1 y AA-II ). La tercera, o sea la AA- d) Figura gráfica: la imitación simbólica gráfica
III, será analizada en un trabajo posterior. de un lugar (representación) no pueden ser diferen-

La primera articulación arquitectural (AA-I)


4 Muntañola, J. La arquitectura como lugar. Gustavo
La primera articulación arquitectural (AA-I) se Gili, Barcelona, 1974. 2.ª edición Ediciones UPC, Barce-
desarrolla en la mitad de la etapa I, o sea entre las lona, 1996.
77
Las dimensiones lógicas de la topogénesis

ciada del juego simbólico (reproducción) referido Sin embargo, en cualquier caso la gente está
el mismo lugar. Piaget apunta que en estas circuns- siempre, a la vez, dentro y fuera de los lugares. Los
tancias contenido y contenedor no se pueden dife- niños expresan este situación con la “posición de
renciar en esta etapa I-A del desarrollo mental. frontera”, a través de la cual la gente está en un
e) Los dos tipos de lugares diferentes que los lugar de tránsito, con nadie del todo dentro o fuera,
niños construyen en la etapa I-A, dan prueba de los sino “viviendo, caminando o mirando hacia afuera”
cuatro puntos precedentes. Los lugares lineales (figura la).
(trenes, calles, columnas, etc.) con gente caminan- En la etapa I-B, cuando ya existe la AA-I, las
do “en líneas” son concepciones dinámicas de luga- estructuras mentales funcionales son muy diferen-
res para vivir que están hechas de manipulaciones tes:
sensorial-motoras sucesivas. Los lugares puntuales a) Concepciones temporales: un flujo de acon-
con gente “mirando hacía afuera” son concepciones tecimientos debe diferenciarse de otro flujo de
estáticas de lugares para vivir (fijaciones) que están acontecimientos y el tiempo será diferente en
hechas de percepciones totales simultáneas (diagra- ambos incluso si son simultáneos.
ma 10 y figura la). El tiempo es funcional e irreversible y cambia

ETAPA 0. Etapa presentativa (los primeros dos años de vida).


Experiencia sensorial-motora. Aquí no hay representación o evocación de lugares para vivir.

ETAPA I-A - Concepción de lugar ritual-transductiva (de 2 a 4 años)


Productos: Lugares macizos y no vacíos.
Estructuras: La topología y la simbología se unen a través de las actividades en sí mismas. Razonamiento transductivo.

Primera articulación arquitectural (AA-I)

ETAPA I-B - Concepción de lugares funcional y preoperacional (de 4 a 7 años)


Productos: Lugares vacíos únicos y tridimensionales.
Estructuras: La topología y la simbología se unen a través de características idénticas de las cualidades perceptuales y
sensorial-motoras de los lugares.

ETAPA II-A - Operacional concreta (principio) (de 7 a 9 años)


Productos: Superposición de formas únicas vacías.
Estructuras: Estructuras complejas con coordinaciones entre identidades, encajonamientos, rotaciones, etc.

Segunda articulación arquitectural (AA- II)

ETAPA II-B - Operacional concreta (consolidada) (de 9 a 12 años)


Productos: Lugares vacíos múltiples.
Estructuras: Topología y simbología unidas a través de las transformaciones concretas del material usando experiencias
previas.

ETAPA III-A - Concepción de lugares formal-operacitiva (principio) (de 12 a 15)


Productos: Modelos formales complejos.
Estructuras: Invención simultánea de un marco social usando una interacción toposimbólica en la cual se equilibran las
experiencias pasadas con posibles situaciones sociales futuras.

Tercera articulación arquitectural (AA-III)

Diagrama 10. Etapas de desarrollo en la concepción de lugares para vivir


78
Topogénesis

Figura 1a

Figura 1b

Figura 1c
79
Las dimensiones lógicas de la topogénesis

con las cualidades espaciales. La unidad de tiempo cionales es el dominio puramente topológico. Los
es flexible y es posible cambiarla de lugar a lugar. productos en este último dominio son los conceptos
b) Concepciones especiales: el espacio es total- de continuidad, como la composición y descompo-
mente topológico por naturaleza; surgen las prime- sición de un segmento en pequeños segmentos, un
ras construcciones mentales euclidianas y proyecti- cuadrado en pequeños cuadrados, etc.
vas. Por ejemplo, los niños empiezan a usar ángu- En el aspecto figurativo del paradigma las
los, paralelismos, perpendicularidad, líneas de pro- estructuras funcionales son las mismas identidades,
yección, etc. Las relaciones X y las Y se diferen- pero ahora hay que observar el nuevo poder simbó-
cian en una base cualitativa; la cantidad depende de lico que producen.
la calidad, de la forma de la función, del tiempo del Este nuevo poder simbólico figurativo implica-
“espacio”, y del contenido. Es el principio de una do en el uso de AA-I puede ser detectado en la evo-
simbolización restringida. lución de la representación gráfica de la etapa I-A,
c) Simbolismo gráfico: aumenta su poder de visto desde la etapa siguiente, o sea la I-B. En la I-
clasificación y orden. Los productos mentales figu- A, la figura gráfica (significante) puede ser una
rativos tales como imágenes, gestos y dibujos se señal cualquiera (relación convencional entra signi-
transforman en relaciones dentro-fuera. Como con- ficado y significante). El proceso de comunicación
secuencia, la representación y la reproducción se entre los niños en esta etapa I-A se transforma en
ligan a través de estructuras funcionales idénticas a un tipo de proceso de significación inventada,
las descritas en los dos puntos precedentes. coyuntural, y sin papeles sociales fijos. El juego
d) Los lugares singulares vacíos construidos (reproducción) y la imitación (representación) se
en la etapa I-B son la síntesis de las dos clases de pueden referir a un espacio-tiempo sin limitaciones
semilugares construidos en la etapa I-A. Estos (las puertas están fuera de la casa, las cabezas están
dos semilugares, o sea los lugares puntual y line- flotando alrededor de las habitaciones, las monta-
al, son ahora el contenido de un nuevo contene- ñas son casas, etc.). En la etapa siguiente, o sea en
dor arquitecturas, o sea de un lugar vacío tridi- la I-B, la diferenciación dentro-fuera causa un pro-
mensional. ceso de contracción ya sea en la representación o en
e) Conceptos sociales: en la etapa I-A la gente la reproducción. Entonces, todas las formas cuadra-
es abstracta. Todos miran y actúan del mismo das son iguales, incluso si tienen diferentes conte-
modo. En la etapa I-0 la gente está durmiendo y, nidos en diferentes situaciones. Lo mismo ocurre al
simultáneamente, se diferencia progresivamente correlacionar juego e imitación y fijar límites a la
entre sí. simbolización.
Paso a resumir las estructuras incluidas en la Un punto interesante es analizar los vínculos
primera articulación arquitecturas que, aunque sean entre las estructuras figurativas y conceptuales,
las estructuras mentales funcionales de algo tan más que referirse a algún tipo de actos inteligentes.
simple como un lugar tridimensional (cubo, esfera, La concepción del niño sobre el lugar para vivir
etc.), son altamente complejas. indica que le interrelación entre “figuración” y
En la parte conceptual del paradigma estas “conceptualización” es sociofísica por naturaleza.
estructuras funcionales de la AA-1 son identidades La AA-1 expresa este hecho en el cambio simultá-
funcionales entre el espacio y el tiempo. Pueden ser neo de la convivencia social y de la manipulación
detectadas en tres dominios diferentes. Primero, en física. El juego interno constructivo entre imáge-
el dominio de las identificaciones euclideanas cua- nes, operaciones, signos y símbolos genera cam-
litativas: ángulos, paralelismos, perpendicularidad, bios, tanto en el conocimiento como en la comuni-
etc. El segundo dominio es el proyectivo: líneas cación social. Este hecho ha sido analizado por
rectas y puntos de vista. Finalmente, el tercer domi- Kaufmann en su estudio sobre la estructura emo-
nio donde se pueden detectar estas identidades fun- cional de los lugares.
80
Topogénesis

En otras palabras: nuestra capacidad simbólica realmente cuantitativas. Sin embargo, es importante
se desarrolla simultáneamente a un nivel físico- tener en cuenta que este nuevo modo de pensar no
lógico y a un nivel sociológico. implica un éxito automático. Por ejemplo los niños
La AA-I, o sea las formas vacías, con su conte- pueden intentar analizar el grupo espacial de trans-
nido de “dormir”, es el primer paso en este proceso formaciones de una caja de madera sujeta o rotacio-
de diferenciación física y social. Y este proceso se nes a inversiones, con éxito, pero tienen aún serias
refleja tanto desde un nivel de análisis conceptual dificultades en practicar ejercicios que dependen de
como desde un nivel figurativo. formas más complicadas, o con mayor complejidad
en las transformaciones. Con la AA-II se ofrece
La segunda articulación arquitectural (AA-2) una nueva manera de enlazar las relaciones Y con
las relaciones X, pero los experimentos prueban
Las transformaciones estructurales incluidas en que cada individuo puede seguir diferentes caminos
esta segunda articulación arquitectural son las al construir estas interrelaciones mediante la inven-
siguientes: ción de lugares para vivir.
a) Concepciones temporales: sufren un giro c) Representaciones gráficas: se alcanzan pode-
rápido y decisivo. A los 8 o 9 años de edad los res anticipativos gracias a la estructura operacional
niños pueden coordinar acontecimientos direccio- descrita en los puntos a) y b). Esto puede ser enten-
nales diferentes y generar dos estructuras funciona- dido rápidamente si vemos que en una situación
les que son la base de la reversibilidad operacional. espacio-tiempo en la que los desplazamientos del
La primera es la asimetría temporal. Si el par de cuerpo y de los objetos pueden conocerse a través
sucesos A2-B2 sigue a Al-Bl, entonces Al-Bl pre- del mismo sistema operacional abstracto de refe-
cede a A2-B2. Esto define una sucesión temporal rencia (por ejemplo, coordenadas cartesianas) cual-
que tiene como límite el caso simultáneo y que quier clase de imagen o representación obtiene una
requiere la operación mental de irreversibilidad movilidad simbólica, usando aquel sistema de refe-
cualitativa. La segunda estructura funcional tempo- rencia como “rail” para mover y para proyectar el
ral es la simetría temporal. La duración entre Al-Bl movimiento.
y A2-B2, o sea, 1-2, es idéntica al intervalo 2-1. d) El equilibrio figurativo entre imitación sim-
Cualquier ocurrencia entre 1-2 tiene lugar, necesa- bólica y juego simbólico también sufre cambios
riamente, entre 2-1. Esta duración se conoce tanto radicales. Si la formación de símbolos se vuelve
como intervalo entre dos etapas sucesivas que “movible conceptualmente”, la simbología idéntica
como ocurrencia simétrica. Necesita la operación intuitiva de una forma única obtiene la libertad per-
mental de reversibilidad cualitativa. dida en la etapa mágica funcional I-B y en II-A. En
b) Concepciones espaciales: en las concepcio- otras palabras: el juego y la imitación aumentan
nes espaciales, las tres construcciones mentales cuando el egocentrismo que se necesita en una
geométricas descritas en el último capítulo, o sea situación funcional idéntica desaparece.
las identidades euclideanas, las identidades proyec- e) Los conceptos sociales también cambian. Los
tivas y las identidades topológicas, se unen a través papeles sociales, que reforzaban papeles mágicos
de la coordinación operacional de los puntos de vis- en las etapas previas, llegan a ser papeles de coope-
ta y de las posiciones de objetos en el espacio. ración tan pronto como la formación de los cuerpos
En otras palabras, el espacio en el que los cuer- de otra gente puede proyectarse dentro de la misma
pos se mueven y el espacio en el que los objetos estructura abstracta espacio-temporal del pensa-
son movidos por manipulación de los cuerpos sobre miento.
ellos llega a ser diferenciado y coordinado en una f) Concepción de lugares: los lugares construi-
nueva vía. Esta nueva vía es operacional en el senti- dos por niños después del crecimiento de la AA-II
do en que las relaciones Y son ahora reversibles y ya no son simple superposición de formas vacías
81
Las dimensiones lógicas de la topogénesis

singulares tridimensionales. Están construidos de física requerirá un nuevo esfuerzo de equilibrio


una forma mucho más complicada, como indica la total entre el sujeto y los objetos.
figura la. La composición de Erik (9 años) es un En un sentido social, el cambio de los papeles
buen ejemplo (figura 1c). Empieza diseñando el sagrados a papeles cooperativos, no es por casuali-
marco externa del lugar. Luego dibuja la puerta del dad, simultáneamente con los cambias figurativo-
lugar diseñando la topología interna como si él mis- conceptuales. Si la AA-I implicaba los primeros
mo caminara a través del lugar que está construyen- pasos a través de un bienestar social de situaciones
do. El lugar que diseña está lleno de “áreas blan- espacio-tiempo, la AA-II es el segundo paso. Los
cas”, y debe inventar extrañas funciones para llenar cuerpos ya no están obligados a compartir las mis-
este espacio en blanco, o vacío. mas cualidades idénticas de los lugares. Ambos, los
La AA-II implica, pues, una segunda revolución conceptos sociales y los conceptos físicos, se
en la concepción de los lugares para vivir. Las encontrarán más y más diferenciados y coordinados
semejanzas entre los cambios en las concepciones entre sí a partir de la segunda articulación arquitec-
de tiempo y espacio, estructuras figurativas menta- tural, la AA-II, a los 7-8 años de edad.
les y conceptos sociales, nos guían hacia una discu-
sión condensada sobre la estructura funcional de
esta segunda articulación arquitectural. 3.2.3 Hacia una epistemología del diseño arqui-
En un sentido físico, la AA-II implica el poder tectural considerado como una actividad para
de diseño simultáneo a un itinerario de funciones y concebir lugares para vivir
a una interpenetración de formas. Es claro que una
estructura funcional idéntica no puede alcanzar Después de este breve análisis de la concepción
estos resultados porque está siempre enlazando que tiene el niño sobre el lugar para vivir quiero con-
funciones similares con formas similares, y porque tinuar con el argumento iniciado en el capítulo 3.2.1.
las imágenes y las operaciones siempre están inte- La hipótesis principal es que en la concepción
rrelacionadas en un mundo de identificaciones ego- de lugares las actividades mentales conceptual y
céntricas. figurativa se generan conjuntamente a través de una
Esta nueva vía del pensamiento puede detectar- estructura sociofísica, y de unos procesos paralelos
se mejor en la concepción lógica de espacio-tiem- en la concepción (construcción) de lugares para
po. Los conceptos de reversibilidad e irreversibili- vivir. Ya que el trabajo ha analizado la secuencia de
dad descritos en el punto a) no están en ninguna estadios mentales sólo bajo la etapa concreta-ope-
parte, y están, a la vez, en todas partes. Ahora los racional discutiré aquí únicamente la génesis ele-
niños se pueden mover de lugar a lugar sin buscar mental del paradigma sociofísico.
una similitud estructural idéntica entre los dos luga- La primera cosa que se debe tomar en cuenta es
res. Es posible unir estos lugares singulares concep- el paralelismo estructural entre AA-I y AA-II. El
tualmente, o sea a un nivel abstracto. Sin embargo, paralelismo más claro es la simultaneidad entre
como he dicho antes, esta estructura de referencia cambios profundos en la concepción constructiva
lógica puede ser desencaminada y como prueba de de lugares y cambios profundos en el conocimiento
esta posibilidad vemos cómo existen muchas regre- del cuerpo de uno mismo y del de los demás. La
siones espectaculares en los niños de 9 años en las única explicación para este hecho debe ser que le
transformaciones físicas espacio-temporales. El esencia del diseño arquitectural como actividad que
meollo de AA-II está constituido, pues, por la inter- construye lugares radica en esta coincidencia
calación dinámica entre estructuras mentales figu- estructural. Sin embargo, debemos ser muy cuida-
rativas y operacionales. La conservación del tiempo dosos: esta coincidencia no es causal. Existe una
y del espacio es una condición necesaria para esta cierta clase de implicación recíproca entre cuerpo y
interrelación, pero cada nivel de transformación lugar. En el entendimiento de esta implicación recí-
82
Topogénesis

proca reside la posibilidad de una aproximación La lógica del diseño arquitectónico parece estar
científica a las situaciones sociofísicas o paradigma situada entre lo racional y lo irracional. En este
entre el hombre y su medio ambiente. lugar (según Aristóteles) los hombres pueden vivir
La cuestión estriba en saber cómo esta implica- sintiendo el tiempo en el espacio y el espacio en el
ción recíproca forma el desafío de nuestro presente tiempo. Desde aquí, construir es comunicar y
entender, semiológico y epistemológico. Los estu- comunicar es construir.
dios de Kaufmann, Piaget y Eco me parecen contri-
buciones importantes en este campo. También el
análisis antropológico de Rapoport. Pero todavía 3.3 Topológica y semiótica de los lugares
estamos ante un “entender” muy confuso.
Desde un punto de vista genético epistemológi- Los esfuerzos por definir una “lógica” de la
co las dos articulaciones arquitecturales son ejem- arquitectura vienen de muy lejos. Ha estado siem-
plos de cómo se desarrolla en el niño esta implica- pre bien claro que la mera posibilidad de descubrir
ción recíproca sociofísica. La AA-I introduce la un “orden lógico” en el medio ambiente humano es
implicación del lugar-cuerpo en la concepción de de vital importancia para los arquitectos. Ello expli-
un lugar vacío único. Hablando en sentido estricto ca el éxito de la geometría euclídea, de la perspecti-
esta implicación no es recíproca ya que está tallada va en el renacimiento, de la astronomía y la cosmo-
en las identidades. Entonces cada cuerpo tiene su logía, de la topografía en el siglo XVI, de los méto-
propia celda y sólo cuerpos similares pueden com- dos de diseño en los años sesenta, etc.
partir las mismas celdas. Los resultados han sido más bien dudosos. La
El AA-II tiene una estructura más ambiciosa. arquitectura se resiste a una formalización lógica,
Las aplicaciones recíprocas empiezan por ligarse ya que es muy sensible a cambios tecnológicos,
lógicamente y los lugares llegan a tener un nuevo sociales, estéticos, etc. Una teoría del objeto arqui-
poder estético. Cuerpos y lugares están relaciona- tectónico o de la ciudad acaba por confundirse con
dos a través de la implicación recíproca que consi- una teoría de la cultura. Para citar solamente dos
gue un niño de 10-12 años de edad. ejemplos es evidente que los trabajos de Georg
La epistemología del diseño arquitectónico con- Simmel o de Claude Levy-Strauss sobre el orden
siderado como una actividad constructora de luga- especial en el seno de una sociedad no hablan sola-
res nos indica que en la medida en que el espacio mente de arquitectura, sino de un orden que abarca
físico se construye a través de interrelaciones entra toda una cultura y toda una manera de analizar una
imágenes y operaciones de un modo complejo, el cultura.
ambiente social se vuelve, él también, más diferen- Las teorías semióticas y semiológicas de la
ciado, y, simultáneamente, se forman algunas arquitectura y del urbanismo no han tenido mejor
estructuras de comunicación nuevas entre seres sino. Unas por demasiado obvias, complejas, más
humanos. El conocimiento constructivo del medio complejas muchas veces que el propio objeto de
físico y su significado social crecen juntos en la estudio, muy pocas han sobrevivido con cierta
concepción del lugar. Es muy importante apuntar decencia: Bill Hillier, Kevin Lynch, Pierre Boudon,
aquí que la implicación recíproca de cuerpo-lugar son algunos de los esfuerzan que merecieron la
alcanzará su desarrollo epistemológico en una pena, aunque su repercusión en la práctica no ha
invención de estructuras sociofísicas a los 14 años pasado mucho de la anécdota.
de edad. Ésta será la AA-III en la cual se desarrolla Las bases “lógicas” con más éxito en una teoría
un equilibrio mental formal e ideal. Entonces el de la arquitectura han sido las “tipológicas”. Es
pasado y el futuro de las situaciones físicas se equi- decir las que definen un orden local de la arquitec-
libran con el pasado y el futuro de las realizaciones tura tomando como base los edificios o los espacios
sociales esperadas e deseadas. urbanos más característicos de una cultura y de sus
83
Las dimensiones lógicas de la topogénesis

instituciones. Estos “tipos” arquitectónicos son, a la gan a las mismas intrigantes características de la
vez, elementos conformadores de la ciudad y “morfología” de la arquitectura y del urbanismo.
“ejemplos” singulares. Alberti vio con mucha clari- Sin conocer una cultura, el análisis visual de un
dad este orden sociofísico de la arquitectura y a edificio de una ciudad no puede conducir a ninguna
partir de él innumerables autores hasta hoy. lógica. Para descubrir la “morfología” de la arqui-
Pero no voy aquí a contemplar un panegírico de tectura o del urbanismo hay que manejar simultáne-
la lógica “tipológica”. Dentro de las claves críticas amente dos tipos de significados, el simbólico y el
estéticas morales y lógicas de la arquitectura, lo esquemático (en términos kantianos) y ello exige el
interesante es ver cuál es la especificidad de la lógi- conocimiento de una mítica, de un ritual, etc.,
ca arquitectónica enfrentada a otras lógicas. Para muchas veces no expresado a través del orden de
ello hay que repasar algunos intentos recientes: en las formas en el espacio. Dicho de otra manera:
especial los de Bill Hillier, Wolfgang Braunfels y para leer la lógica de la arquitectura hay que cono-
Pierre Boudon. cer la cultura. Hasta aquí nada es extraño, puesto
Aparentemente sus esfuerzos por definir un que esto ocurre con cualquier tipo de texto cultural,
“orden” en el espacio social no pretenden tener nin- no solamente con la arquitectura.. Lo que es más
guna relación, pero, de hecho, el resultado global extraño, son las dificultades para encontrar un sta-
de estos intentos consigue una notoria confluencia. tus comunicativo estable, o un código estable es
Todos los trabajos, independientemente de su pers- arquitectura.
pectiva, llegan a la conclusión de que la arquitectu- Los trabajos de Hillier y de Boudon son tam-
ra y el urbanismo son una expresión tridimensional bién aquí importantes justamente con los últimos
del tipo de solidaridad (y de intercambio) en el seno avances con respecto a la “lógica” de los lenguajes
de la sociedad que construye. Es decir, construc- y del aprendizaje de la escritura.
ción del espacio e intercambio social son dos caras Empezando por el final, es interesante recordar
de una misma moneda. A nivel de proyecto, el pro- aquí que la escritura se “general” cuando un “lugar
yecto como propuesta de un lugar nuevo y como de configuración” y con un “lugar de representa-
objeto de intercambio cultural, son también dos ción” se articulan a través de un aprendizaje de la
caras de una misma moneda. De esta manera se escritura de una lengua. Tal como indica Lilianne
reconocen los dos polos, el individual y el colecti- Lurçat en un trabajo excelente, en la escritura, el
vo, que anunciaba en la introducción. Y esta con- espacio que configura y controla los movimientos
fluencia se consigue, tanto a partir de obras históri- de la mano y el espacio que represente figuras imi-
cas como la de Braunfels, o de obras mas “semioló- tando formas gracias a la vista se articulan, se auto-
gicas” como el libro de Hillier sobre la lógica social matizan y se adaptan a un código, quedando la
del espacio. Por otro lado, esta conclusión general expresión propia de la caligrafía de cada persona
es consistente con todo lo dicho hasta aquí sobre la como contrapartida individual de este proceso de
moral de la arquitectura, con los resultados de mis socialización del lenguaje escrito. Pero, indica la
libros anteriores sobre la significación social de la misma autora, este proceso no parece ocurrir por
arquitectura y del urbanismo, y con los plantea- igual en el dibujo, en el que el proceso de configu-
mientos de Jürgen Habermas sobre las relaciones rar un lugar y representarlo parece generarse con
entre trabajo y comunicación en el seno de una independencia en cuanto a un código social, depen-
sociedad. diendo tan sólo de la estética individual.
Pero los problemas subsisten cuando se buscan Pasemos ahora a las aportaciones de Pierre
las reglas “lógicas” (gramaticales, tipológicas, dia- Boudon desde una semiótica del acto gráfico. Para
lécticas, semióticas, morfológicas, etc.) de esta Boudon la arquitectura como constructora de luga-
estructura sociofísica de la arquitectura y del urba- res es el caso extremo en una cadena de alfabetos
nismo. Tanto Bill Hillier como Pierre Boudon lle- que desde el ideograma llega hasta un máximo de
84
Topogénesis

complejidad figurativa en los planos y forma espa- lectura de leyes, literatura, cine etc. Nuestra tenden-
cial de los lugares, y que desde el cuerpo humano cia a comparar cualquier lógica con la lógica “ver-
llega hasta el lugar pasando por la escultura y el bal” nos impide ver que en este caso nos encontra-
teatro. Según Boudon, el lugar construido consigue mos con una “lógica” muy particular. Bill Hillier ha
un máximo en la complejidad en ambos casos. El puesto el dedo en la llaga cuando ha detectado la
campo de los alfabetos se estructura en dos direc- correlación entro las reglas “morfogenéticas” de
ciones simultáneas: la que va de los diagramas a los crecimiento de un lugar arquitectónico, y las reglas
alfabetos, definida como dirección “relacional” “sociogenéticas” de relación social, comportamien-
figurativa, y la que va desde los iconos a los ideo- tos, papeles sociales entre sexos, etc., tanto a nivel
gramas, definida como “parcialmente” figurativa. sincrónico como diacrónico. Se trata de una sincro-
Por confusas que parezcan estas aproximaciones a nía entre la forma física y el comportamiento social
un hecho tan complejo como es el “hecho gráfico”, mucho más fácil de analizar en las culturas “esta-
se trata de campos esenciales para poder establecer bles” que en las culturas en transformación profun-
una lógica de la arquitectura y del urbanismo. La da pero que existe, evidentemente, y que puede des-
arquitectura resulta poder ser representada parcial- cubrirse a partir de diferentes disciplinas científi-
mente por todas las “gramatextualidades”: Desde cas: fisiología, antropología o historia.
los diagramas, hasta los ideogramas, desde los geo- La duda persiste, pero sobre su cualidad semió-
metrías hasta los dibujos más impresionistas y tica y sus reglas lógicas. Todos los estudios citados
menos “relacionales”. nos describen un “lenguaje” difuso que cambia de
Veamos qué resulta de todo ello. En primer significado a veces con gran rapidez, a veces son
lugar, resulta que la arquitectura y el urbanismo tie- gran suavidad, muy lentamente. En suma un “len-
nen una lógica estructurada exactamente al revés guaje” irregular, imprevisible, polisémico y polisin-
que la lógica verbal, la cual, a su vez, expresa las táctico. Algo extraordinariamente difícil de siste-
posibles organizaciones lógicas entre las mentes matizar y de clasificar.
humanas. El lugar de la configuración y el lugar de Un ejemplo de esta movilidad es el funciona-
la representación se distinguen en el medio sociofí- miento de la relación entre analogía (o paradigma)
sico justamente a través de la arquitectura. Y ello es y relación sintagmática, o entre lengua y palabra,
cierto ya desde el menhir o el tótem primitivo. Él categorías esenciales en muchas “semióticas”.
solo es capaz de estructurar todo en lugar sociofísi- Según Bill Hillier y Pierre Boudon en la arquitectu-
co, evidentemente para el que lo “vea”. Porque el ra y el urbanismo estas categorías se superponen y
lugar de la configuración y el de la representación se encadenan de tal manera que no es posible dife-
al articularse dentro de la mente humana permiten renciar un sistema paradigmático de un lado y un
“ver” el objeto arquitectónico y “actuar” en conse- sistema sintagmático del otro lado. Según Bill
cuencia. Por otro lado hemos dicho ya que expre- Hillier y Pierre Boudon el lugar puede cambiar de
san, en su articulación urbana antropológica e his- estructura significativa en pocos instantes, y lo que
tórica, el tipo de intercambio social propio de la era paradigmático se convierte en sintagmático, y al
sociedad que construye esta articulación. Estamos revés. Es decir, es un lenguaje invertible en el tiem-
pues cerca de comprender las dificultades de una po y en el espacio, no tiene la unidireccionalidad de
“lógica” del lugar arquitectónico. Se trata de una muchos otros sistemas de comunicación.
“lógica” que, de existir, relaciona “lógicamente” el Esta capacidad de inversión es la que se coordina
espacio de representación captado a través de la con la asimetría entre los cuerpos sociales, sus pape-
vista, el tacto, el oído, etc. y el espacio o lugar de la les sexuales, etc. Y vemos así cuáles son las conse-
configuración de los movimientos del cuerpo en el cuencias de un sistema de comunicación en el cual
espacio, la cualificación legal y estética de los cua- vivimos. Al revés del lenguaje verbal que está dentro
les se aprenden por imitación, pero también por de nosotros, el sistema semiótico del lugar está fuera
85
Las dimensiones lógicas de la topogénesis

de nosotros, somos nosotros que estamos dentro de lógica real interna es como buscar una palabra que
él. Correlativamente, la falta de presencia, externa actúe simultáneamente y determinantemente en el
del lenguaje verbal, se compensa aquí por una comportamiento exterior, una palabra profética,
ausencia interna de lógica del lugar. Se trata de una todopoderosa.
lógica del vacío progresivo, de la ausencia del poder Existe en pero un punto de confluencia. Se trata
llenarse. Algo de ello intuye Lukacs cuando indica de la ley. La ley es palabra que determina el com-
que la arquitectura no tiene dialéctica “negativa”, portamiento exterior o, al menos, lo circunscribe. La
existe o no, pero no existe su contrario. También el arquitectura, tal como parece que por fin han descu-
fino análisis de Pierre Kaufmann sobre el lugar llega bierto los historiadores de la arquitectura y del urba-
al mismo resultado cuando anuncia que desde el nismo, es también una ley, y en cuanto ley, también
mismo lugar dos personas no pueden comunicarse puede relacionar lo interno con lo externo, salvar la
verbalmente, de la misma manera que desde lugares incomunicación. Pero, ¿cuál es la lógica de la ley?
distintos la arquitectura es incomunicable. No es la lógica del lenguaje, sino un uso de la per-
Dicho de otro modo, la lógica de la arquitectu- manencia significativa del lenguaje. Y ello es muy
ra, desde el menhir hasta la forma urbana más importante. La arquitectura como ley, como conve-
compleja, es la lógica de un lenguaje que sólo tiene nio de intercambio y de vivir en el mismo lugar, se
existencia real externa, de manera análoga a como apoya así mismo en la permanencia externa signifi-
el lenguaje verbal es una propuesta, obligación, cativa propia de la arquitectura. Si seguimos la ley
etc., de acción o de forma exterior, pero sin nunca en la arquitectura veremos cuáles son sus aspectos
serlo. Si esta “idealidad” externa del lenguaje ver- mas canónicos en profundidad y no solamente en
bal, su arbitrariedad, le permite su gran compleji- estilo. De ahí el interés de una hermenéutica de los
dad interna y su gran papel en el pensamiento, la lugares que analizaré en el capítulo 3.4.
imaginación, etc., la “idealidad” interna del lugar En fin, y creo que está claro de todo lo preceden-
como sistema lógico, su arbitrariedad específica, le te, para mí la lógica del lugar arquitectónico y urba-
niega toda posibilidad de autonomía en el exterior. nístico tiene que pasar por el análisis de lo social en
Para obtener una arbitrariedad semiótica externa sus diferentes formas, necesita una semiología.
estamos intentando bien descubrir la imposible
idealidad o arbitrariedad de unos enormes objetos
reales, que determinan de un modo bien real y en 3.4 La naturaleza dialógica del lugar humano
nada arbitrario nuestra vida, bien romper toda rela-
ción significativa entre arquitectura y pensamiento, Todos los análisis precedentes convergen en un
cayendo en la esquizofrenia que evidentemente es solo punto: la naturaleza sociofísica del lugar
completamente arbitraria, bien instaurar una lógica humano, y la posibilidad de que las medidas estéti-
interna de la arquitectura parecida a la verbal, a la cas, éticas y lógicas de la arquitectura definan
matemática, etc., sin darnos cuenta de que mien- (midan) las auténticas “razones del lugar”. Este es
tras estemos “dentro” de este lugar, y como decía el desafío del año 2000 y también de una “moderni-
Churchill, al determinar esta lógica nos estamos dad co-constructiva de los lugares habitados”. Ya
determinando a nosotros mismos en nuestro com- hemos descrito los “instrumentos” y los “materia-
portamiento social real externo, de la misma mane- les” para responder a este desafío, y ha llegado el
ra que las matemáticas y el lenguaje verbal no momento de ensayar una nueva síntesis, con ayuda
determinan nuestro comportamiento real exterior, de Paul Ricoeur y de Jean Blaise Grize5.
pero sí nuestro comportamiento interno, real, del
pensar, del imaginar, etc. En ambos casos es un
proceso necesario y natural. Lo insano es la inver- 5 Una vez más se utiliza el Timeo de Platón como referen-

sión del proceso, es decir una arquitectura con cia metodológica.


86
Topogénesis

Paul Ricoeur ha definido con precisión dos ide- rán por su poder de refiguración en relación a la
as hermenéuticas que ahora pueden ayudarnos; la totalidad de los lugares construidos. Bastaría sola-
primera idea es que el tiempo humano (y yo añado mente un solo lugar antiguo para juzgar todos los
el lugar humano como depósito del tiempo en el nuevos por numerosos que fueran. Como indica
espacio) es el resultado del entrecruzamiento entre Hegel, cualquier lugar es ya todos los lugares pasa-
el relato de ficción y la historia (en inglés en- dos, presentes y futuros. En el lugar, lo singular es
tre story y history), puesto que existe una articula- universal y lo universal, singular.
ción profunda entre el uso del relato de ficción Las consecuencias de estas dos reflexiones de
(story) en la historia (history) y el uso de la “posi- Paul Ricoeur, ya presentes implícitamente en la
bilidad histórica” (history) en los relatos de ficción filosofía de Aristóteles, tienen gran importancia
(stories). para una correcta comprensión del funcionamiento
Si consideramos el proyecto de arquitectura topogenético en temas como: las relaciones cultura-
como relato de ficción (story) y el medio construi- les entre naturaleza y técnica, las relaciones entre
do como historia (history), no es difícil deducir que arquitectura monológica y arquitectura dialógica,
el “lugar humano” propiamente dicho se desarrolla las relaciones en el lugar habitado, entre realidad y
justamente a partir del entrecruzamiento topogené- virtualidad, entre deconstrucción y co-construc-
tico entre estas dos aproximaciones (lugar como ción, etc.
historia y lugar como relato) que se contraponen y Pero si abordamos ahora esta misma temática a
se entrecruzan, día tras día, en el uso y la percep- partir de una perspectiva estrictamente “lógica”,
ción del espacio construido. Incluso pienso aquí veremos cómo el debate sigue interesante. Tome-
sobre la importancia del entrecruzamiento entre el mos como punto de partida la lógica natural, o
proyecto de arquitectura como lectura inédita y ori- “dia-lógica”, que presentaron Grize, Meyer y
ginal de la historia del lugar construido, y el lugar Apostel, en trabajos magníficos, desgraciadamente
histórico ya construido como experiencia inédita y un poco olvidados. Como ya indicaba en el capítulo
nueva de lugar habitado, en su tiempo. El proyecto 3.3, la lógica de los lugares es “dia-lógica” en el
representa historia y la historia representa proyecto sentido definido por Grize, ya que:
(story). Todo el secreto de esta postura hermenéuti- “En el discurso de una lógica matemática for-
ca de Paul Ricoeur reside en la comprensión de la mal (y monológica) las diferencias entre los parti-
naturaleza y de la estructura de este entrecruza- cipantes en un mismo discurso no solamente se
miento dinámico entre dos “refiguraciones” genéti- anulan, sino que han de anularse por necesidades
camente (topogenéticamente) complementarias. de su propia lógica”.
La segunda idea de Paul Ricoeur a la que yo me “El discurso formal y el discurso no-formal son
refería, y que se articula totalmente con la primera, totalmente distintos. En efecto, el primero es mono-
es el poder de “re-figuración” y de “re-descrip- lógico y el segundo dialógico”.
ción” del relato. La significación de un relato no “Formalmente, las conclusiones lógicas de un
puede descubrirse más que a través de su poder de discurso monológico no pueden contener nada que
“re-descripción” del mundo. Nada escapa a esta no esté ya presente en las premisas del discurso. La
lógica inexorable. Las teorías sobre la autonomía situación es contraria en los discursos no-forma-
de la arquitectura han olvidado a menudo esta ley les: las conclusiones son únicamente válidas si van
esencial6. más allá de las premisas lógicas de partida, si ellas
Podemos construir lugares nuevos con proyec- inventan algo nuevo”.
tos revolucionarios, pero aunque cambiemos radi-
calmente el lugar con “re-descripciones” inéditas,
los nuevos lugares se entrecruzarán, tarde o tempra- 6 También en este punto la obra de Bakhtin es insustitui-

no, con la memoria de la humanidad, y se analiza- ble y hasta profética.


87
Las dimensiones lógicas de la topogénesis

“Tenemos en los argumentos de un discurso no- arquitectura como texto) están articulados por un
formal (dia-lógico) una lógica que responde, de proyecto arquitectónico que se concibe a medio
manera muy clara, al proceso de “consolidación” camino entre el lenguaje y el territorio construido.
de un discurso no-formal tal como lo define Apostel El psicólogo americano de origen ruso Jaan Valsi-
en cuatro presupuestos lógicos: ner entre las teorías funcionalistas de Jean Piaget y
1) A lo largo del proceso todo el texto está siem- las teorías “de campo” de Kurt Lewin, Mikhail
pre en juego. Basov, etc., con un pie puesto en Vigotsky, es signi-
2) No existe proceso más que en cuanto el dis- ficativa para nuestros propósitos. Tal como indica
curso se transforma. este autor8.
3) La actividad argumentativa tiene un punto “La trama teórica que estoy construyendo debe
final. equilibrar la relación entre el contexto social y físi-
4) La actividad persigue su autoconstrucción y camente organizado, y la acción individual. El
su propia razón de ser. individuo participa en la construcción de este con-
Yo defino este tipo de lógica (no-formal), como texto, y de esta manera llaga a un desarrollo cultu-
la lógica de un espacio discursivo fibrado”. ralmente aceptado”.
Las consecuencias de estas aportaciones de “Es un sistema teórico que quiere ser “estruc-
Paul Ricoeur y de Jean Blaise Grize a la topogéne- tural”. Asimila tanto la noción de campo dinámi-
sis son muy importantes. He aquí una descripción co de Basov como los conceptos piagetianos de
condensada: desarrollo personal como transformación estruc-
1) Si los lugares son el puente entre el cuerpo y tural”.
la historia, debemos estudiar con detalle la historia Estas ideas de Valsiner no definen un collage,
del medio ambiente cultural y social. Excelentes sino un intento por dar a la psicología ambiental un
trabajos han analizado la topogénesis, desde este nuevo impulso dialógico y científico. El “contexto”
perspectiva, en los últimos años, y ello debe de rea- no es para Valsiner un a priori contra o a favor del
lizarse tanto desde la topogenética, como desde la cual actúa el individuo considerándolo como un
psycogenética y la sociogenética7 (el diagrama 11 “estimulo”. Hay que volver a definir un modelo
define estas tres perspectivas y sus respectivas interactivo entre el desarrollo del niño y la transfor-
“muertes” culturales). mación de su contexto social y físico, que sea sensi-
2) Hay que insistir en que cada una de las pers- ble a la dialogía significativa que se va generando
pectivas de diagrama 11 interacciona con las otras año tras año, tanto a escala microsocial, local,
dos pero, a la vez, es interactiva en si misma. La como a escala social global. Por lo tanto, el medio
realidad física se analiza como dialogía, tal como construido y su conocimiento es siempre “social”.
acabo de sugerir. La realidad social es intercultural Sólo existe territorio si existe alguien que los consi-
y se estructura análogamente a una historia de la dera, dice Valsiner.
cultura en general, y no solamente de la cultura de Las matemáticas, que según Valsiner definen
los papas o de los emperadores. Por último, la pers- mejor su modelo científico, se parecen sospechosa-
pectiva psicológica se estructura interactivamente mente a las que Grize, Meyer o Apostel seleccionan
dentro de la escuela piagetiana más reciente. Voy a como “primeros pasos” de una lógica del discurso
referirme brevemente a esta última. “no-formal”.
Si consideramos un “texto” como una red de
acciones posibles, con Paul Ricoeur, en un territo-
7 Este fue también mi trabajo en los libros previos sobre
rio un “plan de posibles actuaciones” está siempre
la topogénesis hace casi ya veinte años: Topogénesis
presente, tal como Kevin Lynch intentó siempre Uno, Topogénesis Dos y Topogénesis Tres. Oikos Tau.,
defender. Por ello, el mundo del lenguaje (y su tex- 1980.
to) y el mundo definido por un territorio (o su 8 Ver bibliografía final.
88
Topogénesis

Estrés/Esquizofrenia Comunicación
(texto)
Realidad
Realidad física sociológica

Co-construcción Deconstrucción
(acción) (proyecto)

Contaminación
Guerra/violencia (Equilibrio ecológico)
Construcción
(medio ambiente)
Realidad psicológica

Diagrama 11 Diagrama 12

Estamos, pues, ante una perspectiva epistemo- evolucionan lentamente en este contexto en el que
lógica de la topogénesis con los atributos y propie- se entrecruzan el desarrollo del niño, con la vida
dades siguientes: social con los adultos y con el medio ambiente
a) El conocimiento humano, en general, se desa- construido, o territorio.
rrolla siempre a través de una interacción entre tres: el e) El arquitecto prefigura en sus proyectos los
individuo, la sociedad y medio ambiente. Las trans- cambios en las necesidades sociales, en el territorio
formaciones sociales, individuales y medioambienta- y en la construcción de edificios, articulando en una
les se combinan de una manera específica en cada misma arquitectura uso, forma y estructura cons-
cultura, aunque sean generalizables parcialmente. tructiva. El arquitecto no puede establecer un
b) El territorio cambia, pues, como siempre, en modelo definitivo y universal, sino un proceso dia-
función de la situación de cada individuo (niño o lógico, una generalización que ha de permitir varia-
anciano) en la sociedad y de la interpretación social ciones. El “proyecto”, como el “relato”, no puede
a partir de las normas y de las costumbres de cada precisar una acción única, pero puede predecir
cultura. posibles invariantes.
c) Tenemos pues “relatos” y “proyectos” que f) Desde nuestra perspectiva, un proyecto puede
relacionan microgenéticamente, el individuo, su “hacer bascular” una situación compleja, de tal
territorio y la sociedad, a través de una lógica muy manera que un nuevo relato se articule con un nue-
compleja. vo territorio.
d) En el caso de los “proyectos” tenemos una g) La ciudad como proyecto construido es a la
situación complementaria de la presentada por Jaan sociedad que la habita, lo que la ley es en relación a
Valsiner. Este autor, en efecto, como ya hemos des- esta misma sociedad. Así se comprende como Val-
crito, nos describe cómo el niño se desarrolla a par- siner resuelve el tiempo de desarrollo del cuerpo
tir de “campos de acción posibles” que se articulan humano a partir de “campos espaciales de acciones
entre ellos a partir del lugar y la sociedad dentro de posibles”, mientras que el arquitecto proyecta luga-
la cual el niño se desarrolla, aprende a usar las cos- res, espacios, a partir de “tiempos posibles”, o
tumbres y las normas, etc., en un medio ambiente “estrategias de acciones posibles”, entrecruzando
“co-construido” dialógicamente entre el niño y sus transformaciones físicas de los objetos con trans-
padres, maestros, etc. La historia y la arquitectura formaciones sociales de los sujetos.
89
Las dimensiones lógicas de la topogénesis

3.5 De la deconstrucción a la co-construc- debate no es totalmente nuevo, puesto que muchos


ción en la arquitectura del año 2000 arquitectos de las vanguardias de la modernidad ya
habían estructurado unas estrategias de proyecto
La complejidad hermenéutica de la topogénesis basadas en una “deconstrucción constructiva”. No
del medio construido por el hombre empieza a vis- obstante el alcance filosófico actual es importante
lumbrarse. Asistimos a un proceso dinámico de sobre todo gracias a los trabajos de Jacques Derri-
equilibrio, en un mismo individuo, entre las dos da. Los articulos de Wigley, Benjamin y Norris
dimensiones históricas y “de ficción” de la realidad representan las mejores explicaciones de este deba-
social, equilibrio del cual depende la vida misma de te, muy a menudo confuso y hermético. La confu-
este individuo. De esta manera, la topogénesis del sión se ha originado por razón de un uso equivoca-
medio construido juega un papel de mediadora do de los argumentos de Derrida, hasta llegar a una
entre el estado histórico, actual y real de este medio “deconstrucción” elemental y arbitraria del medio
construido, y las posibilidades técnicas y sociales ambiente de las arquitecturas históricas como base
de transformaciones de este mismo medio a través de un “proyecto” siempre de baja calidad.
de “proyectos”. Es esta complejidad vital la que Tanto la imposición de un estilo internacional
bosqueja el diagrama 12. cosmopolita e insensible a la diferencia cultural y
Una situación “pasiva” y rutinaria de esta topo- social, como la proliferación de collages posmoder-
génesis, tanto a nivel psicogenético, o de desarrollo nos, han llevado nuestras ciudades y territorios
de la consciencia, como sociogenético, a nivel de la “modernizados” y “urbanizados” a lugares inútiles,
historia colectiva, no es por tanto algo casual, insig- sin significado y sin ningún interés topogenético.
nificante, sino el síntoma, de acuerdo con Piaget, de Todos los profesionales que han participado en este
una falta de correlación dinámica entre asimilación desastre topogenético no son conscientes de las
y acomodación del sujeto, o de la sociedad, con su graves dimensiones patológicas que sus actuacio-
medio construido, correlación de la cual depende nes transmiten a la salud mental y física de indivi-
tanto la inteligencia individual como la cultura duos y colectividades, para no hablar de “sostenibi-
social. lidad” ecológica.
La cultura y la vida humanas se desarrollan en Paradójicamente, un análisis delicado de las
el punto de encuentro entre los “lenguajes” del aportaciones de las vanguardias artísticas, del estilo
cuerpo humano, los “proyectos” de un medio internacional y del movimiento posmoderno, y de
ambiente para este cuerpo y los “relatos” de la su posterior deconstrucción, habría evitado el
sociedad. Sabemos muy bien que esta cultura llega desastre, pero los arquitectos no han hecho en
a veces a ser agresiva contra los “cuerpos” (contra general este esfuerzo de análisis. En efecto:
la salud física y mental), contra el medio construido a) En primer lugar las vanguardias del movi-
(o sea la destrucción de la ecología y la vida) o, miento moderno son una memoria excelente para
finalmente, contra la sociedad (la guerra). La espe- evitar caer de nuevo en las trampas del academicis-
cie humana ha sobrevivido hasta hoy a esta agresi- mo en arquitectura. Pero, atención, cada vanguardia
vidad, aunque por el camino han desaparecido gru- es un “todo” cultural, en el que hay que ver, com-
pos sociales y culturas específicas e irrepetibles. prender y leer. Hay que ver los edificios, compren-
Las reflexiones de este capítulo quieren respon- der su razón de ser científica y social, y leer los tex-
der a estas situaciones de agresividad, con el objeti- tos escritos en la época que los acompañan. Sin este
vo de aumentar nuestras posibilidades de supervi- esfuerzo no se aprende nada de los edificios del
vencia. movimiento moderno inmersos en una revolución
En los últimos años se ha ido difundiendo en los estética, política y científica que cambió la arqui-
círculos interesados por la arquitectura un debate tectura, pero también el teatro, la pintura y la
interesante sobre la deconstrucción. De hecho, este “vida” social en sí misma. No puede analizarse la
90
Topogénesis

arquitectura moderna com un fenómeno aislado ya de entrada, que una mezcla entre vanguardias, el
que debe estudiarse en un laboratorio. estilo internacional y las estrategias deconstructi-
b) El movimiento posmoderno puede ser útil vas, es un cocktail venenoso que está hoy en día
como herramienta de defensa del “monologismo”, o destrozando nuestro globo terráqueo, como si fuera
exceso de homogeneización y de globalización, del una plaga bíblica.
movimiento del estilo internacional, y, en ningún Para los jóvenes arquitectos de finales del siglo
caso, como anulación de las vanguardias de princi- XX, la deconstrucción ha sido una bendición, una
pios de siglo. Nuestras ciudades han sido casi siem- nueva ilusión. Lo mismo en los años sesenta con el
pre un collage histórico fruto de las transformacio- libro de Robert Venturi con los “jóvenes de la épo-
nes de la ciudad, no es necesario hacerlo de forma ca”, hoy ya en los sesenta años que estaban atrapa-
artificial, de la misma manera que no se puede dos en un funcionalismo rígido de la modernidad.
“simular” el crecimiento de la arquitectura vernacu- La deconstrucción, al menos en teoría, permite
lar. Pero hay aportaciones muy importantes del la personalización de la labor del arquitecto y la
movimiento posmoderno como ya he descrito en búsqueda de una manera específica de construir la
muchos libros anteriores sobre Robert Venturi. modernidad en cada lugar y en cada momento his-
Como, por ejemplo, la constatación de que la signi- tórico. Permite, pues, una singularización dentro
ficación del espacio nace de la complejidad y con- de la potente universalización actual. El collage
tradicción entre “arquitecturas” monológicas distin- histórico solamente es posible si se conoce el sig-
tas, y no de formas visuales encerradas en sí mis- nificado de cada parte para deconstruir correcta-
mas. No se trata de confeccionar contradicciones mente la superposición de formas y figuras. Sin
con diccionarios de formas como en el academicis- este conocimiento no se deconstruye sino que se
mo del siglo XIX, sino de conocer las arquitecturas destruye.
vivas y el pluralismo cultural de nuestra sociedad en Con el equilibrio entre asimilación conceptual y
cualquier lugar del mundo, evitando buscar una cul- acomodación histórica, cada obra arquitectónica se
tura “superior” a las otras que debe imponerse y convierte en una experiencia espacio-temporal úni-
anular las “diferencias” entre culturas o identidades. ca, pero históricamente significativa, que se cons-
Dicho de otra manera, el movimiento posmoderno truye mental, física y socialmente mediante dislo-
nos ayuda a entender que las “diferencias” cultura- caciones, relocaciones y distorsiones, y que acerca
les no son un problema, sino, al contrario, la única el proyecto a las vanguardias, pero también a toda
posibilidad de dinamizar e innovar las culturas de la historia de la arquitectura.
una sociedad cualquiera. Las culturas aisladas y Esta “maquinaria” deconstructiva, que Derrida
homogéneas que se creen “superiores” están, de ha descrito como nadie, muy compleja, puede tam-
hecho, abocadas a la esclerosis y a la parálisis total. bién ser muy destructiva y provocar enormes desas-
Por todo ello, en lugar de dinamizar el movi- tres. Para deconstruir hay que saber construir, y,
miento moderno como pretendió Robert Venturi, el además, saber dislocar, distorsionar, dividir. Exige
“posmodernismo” ha caído de nuevo en el acade- un nivel muy alto de conocimientos y una gran
micismo internacional de un pastische arbitrario de humildad: ¡dos cosas que los arquitectos no posee-
gusto del estilo “superior”, “único”, de “élite”. En mos ciertamente en la mayoría de los casos!
lugar de explorar la interculturalidad, han caído en En potencia, la deconstrucción posee unas cua-
la indiferencia de “todo vale”. lidades culturales muy positivas desde la perspecti-
c) Finalmente la reacción deconstructiva tam- va topogenética:
bién ha aportado elementos positivos y negativos. a) Desde un punto de vista “lógico”, los “cos-
Hay que definir con cuidado en qué conclusiones es tes” que provoca la deconstrucción, sus “disloca-
un movimiento práctica y teóricamente útil para el ciones”, responden a una lógica compleja extrema-
arquitecto contemporáneo, sin embargo, avisemos damente “dialógica”, y hasta “natural”, según las
91
Las dimensiones lógicas de la topogénesis

definiciones ya explicadas de Grize. Los “espacios antes de “cortarlo”, “transformarlo” o construirlo.


fibrados” que se plantean estas lógicas encuentran Pero la analogía se acaba aquí, porque no existe una
en las obras desconstructivistas (Gheary, Miralles, “anatomía universal” de la arquitectura como existe
etc.) una plasmación viva y real de un diálogo entre en el cuerpo humano, que tiene la misma universal-
espacios, funciones y formas dinámicamente con- mente. El conocimiento de un lugar estético, lógico
trapuestos, pero, a la vez, extrañamente “familia- y ético, puede ayudar a conocer otro lugar, de ahí el
res” unos con otros. interés de la topogenética, pero cada lugar necesita
b) Desde una perspectiva “estética” la posibili- tiempo para ser conocido y para ser cuidado. No se
dad de interrelación entre la historia del territorio puede proyectar tras una rápida visita y un todavía
como relato de ficción y la ficción del territorio más rápido reportaje fotográfico: hay que depositar
como historia, se acrecienta con esta lógica dialógi- tiempo y espacio. Hoy como ayer, la improvisación
ca y natural que puede sintetizar las formas históri- es aquí causa inequívoca del desastre.
cas con las tecnologías actuales sin solución de La “genética” del proyecto en cada caso sigue
continuidad. La mejor deconstrucción contemporá- siendo un tema poco estudiado y de gran trascen-
nea puede interpretar nuestra historia sin dejar de dencia.
ser una propuesta específica, de futuro, de nuestro El equilibrio, anunciado por Jaan Valsiner, entre
espacio-tiempo. generalidad y variación, está aquí en pleno funcio-
c) Desde un punto de vista ético y político, la namiento. Formas concretas, como por ejemplo la
deconstrucción puede descubrir en nuestro territo- forma de una ala de avión, pueden utilizarse en
rio trazas y “canales” estructurales que, sin agre- situaciones muy diferentes y con materiales distin-
sión ecológica, marquen e impulsen transformacio- tos. También las distribuciones en redes geométri-
nes sociológicas y culturales específicas. Esto quie- cas a gran escala pueden utilizarse correctamente
re decir que existen pocas formas nuevas que pue- de forma diferente en distintos lugares, sin dejar de
dan implantarse correctamente en un tejido antiguo ser geométricamente iguales.
y complejo. Hay que descubrir las “grietas” en este Sin embargo, como ya he sugerido, todo este
tejido complejo e introducir la modernidad social y esfuerzo de las vanguardias, de la posmodernidad y
cultural a su través. Al igual que en tiempos prehis- de la deconstrucción, puede ser topogenéticamente
tóricos en los que bastaba un solo “dolmen” para inútil, si la construcción no llega a producir lugares
transformar un inmenso lugar “salvaje”, bastan hoy habitables física y socialmente hablando. A través
unos pocos objetos nuevos para cambiar el compor- de este proceso complejo entre un academicismo
tamiento y la forma de una ciudad o de un territo- rígido hasta una “virtualidad desconstructiva”,
rio, con la condición de que estén muy bien coloca- hemos abierto la puerta a “liberación” del espacio y
dos. de la vida en este espacio cibernético y tecnológica-
Pero todo este optimismo que respira una buena mente muy desarrollado. Pero las posibilidades de
deconstrucción desaparece ante el arquitecto “pres- destrucción siguen presentes y este proceso de
tigioso” e “intuitivo” que coloca los objetos de “liberación” no es un proceso automático, sino
marketing de cualquier manera en cualquier sitio. político y cultural.
Esto no es desconstruir, sino destruir. Hay, pues, que desarrollar con enorme rapidez
Una comparación con el cirujano es aquí escla- una toponecrosis, o una ciencia capaz de prever las
recedora. De la misma manera que un cirujano que razones de una salud topogenética y de una enfer-
cortase el cuerpo sin un conocimiento previo sería medad topogenética. Salud, que como he indicado,
la muerte segura, un arquitecto necesita, para evitar es mental, ecológica y social por un igual.
la muerte del lugar, la toponecrosis, un buen equipo En las últimas páginas de este libro intento dar
de asesores, un buen instrumental técnico y una ejemplos positivos de una topogénesis co-construc-
buena información de la historia de su territorio, tiva, que ayuda a vivir e impulsa la vida cultural y
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93
Las dimensiones lógicas de la topogénesis

exclusivos. Tal como Derrida ha sugerido, no existe no existe para quedarse vacío como una tumba,
dibujo o palabra original, sino distinción original sino para llenarse, para ser habitado, como ciudad
entre dibujo y palabra. Es a partir de esta distinción o como casa. Habitar y construir dialogan para
que se desarrolla la historia de los sujetos y de los poder ser “vivibles”. Diseñar (proyectar) y hablar
objetos, y, de la misma manera, aquí se desarrolla la (relato) se entrecruzan de la misma manera para
cultura en el entrecruzamiento entre historia y terri- cambiar el territorio de los objetos y el comporta-
torio (palabra y dibujo). miento de los sujetos de forma solidaria, como
También deberíamos constatar que si bien a tra- indicaba Jaan Valsiner. Por tanto “hay que hablar
vés de todo el discurso topogenético he tratado en los corredores. Hay que hacer resonar la voz
solamente de la “medida”, justa, tanto estética, dentro de los lugares...”, tal como indicaba Derrida
como ética, como científica, (verosímil, virtuosa y hace 30 años.
verídica), todo el discurso podría extenderse análo- Nuestra modernidad es la forma de nuestra his-
gamente a las nociones de escala, proporción, lími- toria, su “lógica”, pequeña o grande, qué importa,
te, envolvente, etc., así como a la noción de “distan- de la manera que la queremos contar y diseñar. El
cia” medida por Levy-Strauss en el mito ya citado proyecto y el relato, no son más que las dos caras
sobre el asentamiento de dos tribus diferentes en un de una misma moneda: nuestra vida. La “distan-
mismo territorio. También la noción de lugar en cia” y la “diferencia” entre la voz y el fenómeno
Aristóteles como envolvente interna del lugar, en el definen nuestra cultura. Es inútil que pretendamos
que coincide la forma del lugar con el perímetro o huir de esta distancia peculiar entre virtualidad y
envolvente exterior de lo que ocupa el interior del realidad. Más allá de esta distancia, fuera de ella,
lugar, puede servir de “medida” dialógica compleja sólo existe la muerte del sujeto y lugares vacíos
de la topogenética. Si recordamos los lugares cons- como tumbas.
truidos por los niños en el capítulo III.2, encontra- Por el contrario, entre la cuna y la tumba, nues-
remos allí ejemplos de este cruce entre objetos y tras ciudades y nuestros paisajes del año 2000 nos
sujetos que se “mide” a la vez estética, ética y cien- esperan en un universo día a día más global en su
tíficamente gracias a la superposición, o entrecru- tecnicidad y, simultáneamente, más específico en
zamiento entre cuerpo e historia en el lugar cons- cada lugar por su cultura y su simbolismo.
truido. Es responsabilidad nuestra, y de cada genera-
“Por tanto, llegamos a la conclusión fundamen- ción, definir la topogénesis del mejor territorio para
tal de esta ojeada a la topogénesis humana, y la las nuevas generaciones. Entre el pasado y el futu-
epistemología de los lugares se nos presenta con ro, ellas dejarán oír su voz en los lugares por noso-
toda su complejidad infantil y adulta: el hombre tros construidos y nos dirán desde un presente
entrecruza en los lugares que construye el habitar indestructible si hemos fracasado o no.
(de los sujetos) y el construir (de los objetos) a par-
tir de un encajonamiento progresivo entre tiempo y
espacio, capaz, de una sola vez, de hacer hablar a
los sujetos (el lenguaje verbal o relato) y de pro-
yectar los objetos (dibujo o proyecto). Los lugares 9 N.T. Esta conclusión, hecha antes de conocer la obra de
(topos) se generan a partir de este entrecruzamien- Mikhail Bakhtin, sigue con gran proximidad la visión
to entre relatar y dibujar, es decir en la articulación “arquitectónica” y “dialógica” (constructivista y pragmá-
(encajonamiento) entre espacio y tiempo”9. tica) de este inmenso antropólogo ruso. La relación fun-
Así, hablar de la topogenética como historia no damental y topogenética, entre la “arquitectónica” de los
objetos y la “dialógica” de los sujetos estará en la base de
es solamente un hablar “metalingüístico” y/o esté- libros ya en preparación. Ver también la tesis doctoral de
tico. Como los describió Derrida, proféticamente, Blanca Sala Llompart: Antropología y arquitectura,
en su primer trabajo La voz y el fenómeno, el lugar UPC, Barcelona, 1999.
94
Topogénesis

Ejemplo I. Casa de campo en Arenys d’Empordà mente estos dos edificios tan diferentes, y, a la vez,
tan dialógicamente solidarios estética, ética y lógi-
Esta rehabilitación de vivienda en un núcleo camente.
rural en el norte de Catalunya, realizado por la
arquitecta Magda Saura entre 1976 y 1981, es un
ejemplo excepcional de modernidad específica, Ejemplo III. El Palau de la Música Catalana trans-
gracias a la capacidad dialógica física y social con formado por Oscar Tusquets (et al.)
una arquitectura tradicional que pasa desapercibida
por casi todos los arquitectos actuales. Este edificio de gran importancia histórica para
Una vez más las estrategias dialógicas aplicadas Cataluña fue transformado y rehabilitado por Oscar
a objetos de pequeño tamaño podrían aplicarse a Tusquets y su equipo de forma, a la vez, respetuosa
conjuntos de objetos hasta llegar a territorios de y sencilla.
gran tamaño. Las transparencias conseguidas no han rebajado
Además, la calidad poética del espacio produci- el valor del edificio original, sino, todo lo contrario,
do, es una prueba viviente de la hipótesis de Paul sin hablar del enorme esfuerzo en su transformación
Ricoeur sobre el cruce entre ficción y realidad constructiva ante graves problemas de seguridad. Un
como base de cualquier poética: lo antiguo y lo ejercicio muy difícil de dialogía física y social.
nuevo se interpenetran poéticamente multiplicando
los efectos hasta una complejidad arquitectónica
muy alta, sin ninguna necesidad de silenciar la pre- Ejemplo IV. El territorio como proyecto: un paseo
sencia de arquitecturas anteriores con excesos for- en la playa de la ciudad griega de Empúries
males y tecnológicos.
Colocar sólo lo necesario para producir el efec- Este paseo delicado y efímero fue el escenario
to de una modernidad específica, pero no más, es de la llegada de la llama olímpica a Catalunya en
en este caso una realidad modélica. Lugar y proyec- las Olimpíadas de Barcelona, en 1992.
to se cruzan poéticamente como si se hubiesen En un territorio complejísimo tanto ecológica-
conocido desde siempre. mente como históricamente, el proyecto intentó
evitar la destrucción sistemática de la costa españo-
la ante el turismo de masas. Todas las administra-
Ejemplo II. Edificio de oficinas en Berlín (1990) ciones estatales, autonómicas regionales y locales
estuvieron implicadas, y también estuvo presente la
Edificio construido simultáneamente a edificios arqueología, en un paseo que se desliza entre el
de los prestigiosos arquitectos del IBA de Berlín de mar, las dunas y los restos de la ciudad de Empú-
principios de los años 1990, por dos jóvenes arqui- ries, la más occidental de la colonización griega.
tectos: B. Steinkilberg, G. Spangenberg. Se construyó muy deprisa y con poco dinero, y
Destaca por su voluntad de coconstruir la calle ahora precisa ya de una reconstrucción, pero la
con el edificio contiguo que resistió milagrosamen- estrategia, dialógica, en la construcción de una
te la segunda guerra mundial. arquitectura del paisaje que evite la presencia
Las reglas del diálogo mudo entre los dos edifi- aplastante del tráfico sigue válida, así como el tra-
cios no son nunca la copia, y sin embargo cohabitan zado sensible a la complejidad del lugar, no sola-
con toda naturalidad hasta el punto de que podría mente “ecológica”, sino, a la vez, histórica y social,
suponerse que el más antiguo es un edificio “pos- ya que el supuesto paisaje “natural”, es el resultado
moderno”. de una acertada política de reforestación del gobier-
El lector puede entretenerse en captar las estra- no de la Mancomunitat de Catalunya, hace ya más
tegias retóricas y poéticas que estructuran sólida- de ochenta años.
95
Las dimensiones lógicas de la topogénesis

Ejemplo I de Modernidad Específica


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Topogénesis
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Las dimensiones lógicas de la topogénesis

Ejemplo II de
Modernidad
Específica
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Topogénesis
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Las dimensiones lógicas de la topogénesis

Ejemplo III de Modernidad Específica


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Topogénesis

Ejemplo IV de Modernidad Específica


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Las dimensiones lógicas de la topogénesis
102
Topogénesis
103
La topogénesis de una modernidad específica

4 La topogénesis de una modernidad específica

El año 2000 debería abrir una nueva etapa para la es inútil que intentemos fotografiarlo, puesto que es
humanidad y su territorio. La topogénesis no podrá siempre igual, clónico. Tampoco una topogénesis
salvar a una sociedad que quiera autodestruirse,
pero puede ayudar a esta sociedad a conocer sus
1 N.T. Es sugestivo volver a comparar este resultado con
problemas y a reflexionar sobre los impactos positi-
vos y/o negativos de la transformación acelerada la estructura dialógica de Bakhtin, para ver la estrecha
analogía y, a la vez, el contraste “dialógico” entre una
del territorio que estamos realizando hoy en día. visión originada en una topogénesis del objeto arquitec-
La superposición de las tres medidas topogené- tónico y una dialogía cultural de un antropólogo. En
ticas en cada lugar podría ayudar a conseguir un efecto, ambos colocamos a la intersubjetividad “cogniti-
nuevo equilibrio dinámico entre naturaleza y cultu- va” y científica como función monológica, esencial, pero
ra dentro del mundo moderno. Pero hay que actuar incapaz de pasar de una relación para la cual las diferen-
cias entre “yo” y “el otro” no existen. Así desde una pers-
con rapidez y precisión. pectiva topogenética, la reciprocidad lógico-cognitiva
Si la estética, como hemos visto, se abre hacia la entre “yo” y “el otro” es esencial, pero, al mismo tiempo
medida en la ausencia del “otro”, la ética y la polí- fuente de abusos si no se completa con una cultura estéti-
tica miden su presencia ineludible y, muchas veces, ca y política. Desde las dimensiones éticas y estéticas la
múltiple. Será la “medida” lógica, dia-lógica, la comparación es todavía más interesante. Desde la topo-
genética la “ausencia” del otro en la intersubjetividad
que impulsará un lugar co-construido en el que se estética y la “presencia” del otro, ineludible, en la ética,
equilibren, coordinen y articulen dinámicamente los se complementan entre ellas y, a la vez, completan la
objetos con los sujetos, el construir con el habitar, a insuficiencia dialógica de la intersubjetividad cognitiva
través de una inversión espacio-temporal, material plural (la razón pura en Kant). En Bakhtin, lo importante
y mental, entre las medidas estéticas y las éticas1. es cualificar el “yo”, no “el otro, por lo que la estética se
basa en un exceso de “presencia” (de vista por ejemplo)
Insistamos en que jamás llegaremos a la co- en el sujeto, el cual es capaz de ver en el otro cosas que
construcción sin una implicación de las tres dimen- “el otro” no puede ver (por ejemplo su exterioridad). En
siones (o medidas) intersubjetivas de la topogenéti- la intersubjetividad “ética”, Bakhtin define, magistral-
ca. Tenemos suficientes ejemplos de lo que ocurre mente, la incapacidad del sujeto a “no decidir”, ya que su
cuando una o dos de estas dimensiones toman el diferencia radical con “el otro” le impide totalmente que
“el otro” decida por él. No es difícil ver que la suma de
control global de la arquitectura. Inútil insistir más las dimensiones topogenéticas y de las dialógicas bos-
en los desastres de una topogenética estética pura quejan una “arquitectónica” y una “dialógica” indisolu-
que convierte el territorio en un monumento puro, bles, tal como en este libro y en los escritos de Bakhtin
visualista, totalmente inhabitable, que solamente se repite una y otra vez. Además, se vislumbra ya un jue-
sirve para ser fotografiado. O aquel territorio que go de interacciones entre sujetos y objetos en el que las
relaciones entre el interior y el exterior del cuerpo huma-
quiere responder solamente a una medida topoge- no, de la arquitectura y de la sociedad (mente, territorio y
nética “científica”, que prolonga permanentemente sociedad) se dinamizan mutuamente caracterizando los
el urbanismo monológico del estilo internacional, impulsos más propios del ser humano en general.
104
Topogénesis

política pura nos salva del desastre con su territorio paisaje tradicionales: ni ignorarlo, ni copiarlo, sino
totalmente basado en el oportunismo de un pragma- interpretarlo con su “cubismo”, para conseguir una
tismo desaforado, o en la tiranía de una oligarquía nueva visión más moderna, más abstracta, pero
que impone una cultura para satisfacer sus propios estrictamente respetuosa con lo más específico y
intereses. valioso de la obra de las generaciones precedentes.
Estas tres dimensiones dialógicas e intersubjeti- Veamos pues algunas dimensiones de esta
vas de una “arquitectónica” del territorio construido arquitectura de una modernidad específica, que es
nunca se superponen de la misma manera en dos totalmente compatible con las definiciones hechas
lugares diferentes, ni en el mismo lugar en dos hasta aquí de una “arquitectónica” definida desde
momentos diferentes. Se trata de la contrapartida una dialógica social co-constructiva:
exacta a la irreductibilidad del tiempo predicha por 1) La arquitectura moderna nació como reac-
Paul Ricoeur que indica: ción en contra de los academicismos, o sea en con-
“...es en la manera con la que la narratividad tra de las posturas que “congelan” la arquitectura
(en el relato) llega a sus propios límites donde resi- en unas formas fijas controladas por grupos profe-
de el secreto de la réplica a la inescrutabilidad del sionales o políticos cerrados al progreso y al cam-
tiempo...” bio social y cultural.
La modernidad que construimos hoy olvida a 2) Gracias a esta modernidad se pretendía unifi-
menudo esta verdad. Preferimos “parar el tiempo” car ciencia, arte y política en un solo proceso de
para pre-fabricar una superposición entre las tres “formalización”, el cual, lejos de apuntar a cual-
dimensiones intersubjetivas fija: el estándar. El quier tipo de “formalismo”, convirtiera cada pro-
lugar no puede ser estándar. Arquitecturas estánda- yecto de arquitectura en una aventura irrepetible,
res se repiten en lugares y momentos históricos creativa y útil.
diferentes con indiferencia total ante las diferencias 3) El desarrollo posterior del estilo internacio-
de clima, de sociedad y de situación histórico-cul- nal y de la idea de arquitectura estándar fue una
tural. Los arquitectos hemos confundido de este reacción ante esta modernidad apenas naciente. En
modo la autonomía de un concepto con la autono- lugar de seguir sus presupuestos, el estilo interna-
mía de una casa, una ciudad o un pueblo. cional empezó a producir una confusión mental
La autonomía del pensamiento moderno que entre práctica y teoría en la arquitectura contempo-
hace posible la fabricación y el uso de máquinas y ránea. Todavía padecemos sus secuelas.
de conceptos revolucionarios en el arte, la ciencia y 4) Los movimientos llamados “posmodernos”
la política actuales, no debe equipararse a la especi- son una crítica a este estilo internacional y a cual-
ficidad de un objeto construido para un lugar preci- quier filtración de la idea de estándar dentro de la
so con una situación histórico y geográfica precisa. arquitectura moderna. Algunas tendencias “posmo-
Los aspectos no conceptualizables del objeto son dernas” han degenerado en grupos de defensa de
esenciales desde una visión dialógico-social del unos estilos determinados o en unas arquitecturas
contexto físico y social dentro del cual este objeto arbitrarias, mezcla de estilos históricos antiguos y
está ubicado. modernos, sin contenido ni interés estético. Sin
Lo que defino como modernidad específica embargo, en su origen, la reacción “posmoderna”
contiene una actitud ante la arquitectura que se no fue nunca un ataque al impulso “formalizador”
opone tanto a aceptar una historia y una tradición de la modernidad, sino una crítica a los formalis-
sin modernidad, como a una modernidad sin histo- mos del estilo internacional y a los pseudofuncio-
ria. Por el contrario es estrictamente necesario valo- nalismos de la posguerra. Los estándares pseudoes-
rar la historia desde nuestra modernidad más inno- téticos, pseudocientíficos o pseudoéticos son la
vadora, más reciente y más nueva. Esto es lo que causa de la reacción posmoderna, no las vanguar-
hacían Picasso, Dalí o Miró con la arquitectura y el dias de los años veinte.
105
La topogénesis de una modernidad específica

5) En la situación actual, los arquitectos mez- vo impulso en la “formulación” moderna. En resu-


clamos constantemente aspectos arquitectónicos, men, la deconstrucción es una puerta abierta al
objetivos e ideas que provienen indistintamente de cambio, pero debería estar al servicio de las inte-
estas tres situaciones de la arquitectura en nuestro racciones sociales más necesitadas de ayuda y evi-
siglo: situación de modernidad, situación de estilo tar los defectos de un estilo internacional descons-
internacional y situación de posmodernidad. El tructivo, o sea una forma estándar de deconstruir
resultado podría ser una confusión de objetivos, ciega ante las diferencias culturales y ante las nece-
medios y resultados en una arquitectura sin inten- sidades de cada lugar cultural específico. Cada for-
cionalidades culturales claras, con teorías sin prác- ma arquitectónica, cada cultura, tiene maneras
ticas, o con prácticas sin ningún conocimiento de específicas de desconstruirse.
las consecuencias de sus acciones. 7) Por lo tanto, cada lugar tiene su propia moder-
6) La situación de deconstrucción es un ejemplo nidad esperando ser descubierta, desvelada y creada.
de esta mezcla de actitudes. Si la deconstrucción La modernidad no puede exportarse sin más, como
fuese capaz de equilibrar su capacidad de decons- un producto cualquiera, ya que está íntimamente rela-
trucción formal y funcional, con un impulso de cionada con la interacción social que le da sentido. A
“construcción” cultural, produciendo una arquitec- la postre, la modernidad no es otra cosa que una “for-
tura realmente “viva”, en el sentido del Stijl holan- mulación” de relaciones entre tecnología y sociedad:
dés, aumentaría la habitabilidad y generaría un nue- una “formalización” de intenciones.
106
Topogénesis
107
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111
La topogénesis de una modernidad específica

Anexos
112
Topogénesis
113
Hermenéutica, semiótica y arquitectura: Timeo visitado de nuevo

Hermenéutica, semiótica y arquitectura: Timeo visitado de nuevo*

Resumen 1 La epistemología del espacio y del tiempo:


astronomía, ciencias sociales y arquitectura

1 La epistemología del espacio y del tiempo: La epistemología del espacio y del tiempo debe-
astronomía, ciencias sociales y arquitectura ría haber tenido un papel mucho más importante en
el desarrollo de las teorías de la arquitectura en los
Este artículo intenta analizar la situación episte- últimos años. Desde los primeros estudios de Jean
mológica de la arquitectura mediante la física teóri- Piaget (Piaget y otros, 1964) sobre la psicogénesis
ca y las ciencias sociales. Esta situación será com- del espacio en los niños, se han publicado varios tra-
parada con el estado epistemológico de la astrono- bajos relevantes: Pinxten (1983), Philippe Boudon
mía, de la psicología epistemológica y de la semió- (1991), Pierre Boudon (1981), (1992), Muntañola
tica. (1976a), (1987a), y Pellegrino (1992). Merece la
pena recordar las conclusiones principales de la
investigación de Jean Piaget para ver la relación con
2 La semiótica del trazo estos últimos trabajos. Según este psicólogo suizo,
las concepciones de la epistemología del espacio en
Los recientes desarrollos de la hermenéutica la niñez presentan dos peculiaridades: primero, com-
serán utilizados para enfocar los puntos clave de la binan los conceptos lógicos abstractos con la expe-
semiótica de la arquitectura. El trabajo de Paul riencia física empírica, prelógica en la terminología
Ricoeur será especialmente relevante en este análi- de Jean Piaget, y segundo, mezclan intuición y lógi-
sis, así como las diferentes características herme- ca con unas diferencias interindividuales más impor-
néuticas de la narrativa, la imagen, la comunicación tantes que en otros campos cognitivos. Como inten-
y los lugares. taré discutir, estas peculiaridades fueron detectadas
por Platón casi tres mil años antes de Piaget.1

3 Relatos, cuerpos, palabras y lugares: la arqui-


* Versión completa en inglés y en ruso en The Semiotics of
tectura, un camino hacia el Khôra Space, en Arkitecton. Ekaterinburg (Rusia), 1999. Resu-
men en inglés en Semiotics Around the World (Raunch,
Este último capítulo intentará definir las carac- Carr, eds.) Monton de Gruyter. Berlin. 1997. Presentado en
terísticas estructurales de la arquitectura como un Berkeley en 1994, en el Congreso Internacional de Estu-
dios Semióticos. Versión en polaco en STUDIA KULTU-
modelo cultural del espacio y del tiempo, y, de
ROZNAWCZE. (traducción E. Rewers) Poznan´. 1999.
este modo, analizar la naturaleza específica del 1 El libro de Platón, Timeo, ha sido el libro más influyen-
enlace semiótico entre forma y contenido en te sobre la cosmología en la historia occidental. El reco-
arquitectura. nocido filósofo francés Derrida ha escrito recientemente
114
Topogénesis

A pesar de su escaso impacto en la práctica pro- exactamente el paralelismo, con la perspectiva


fesional de la arquitectura real, estos análisis episte- mental evolucionista, que Hawking sugiere en los
mológicos son extremadamente importantes para modelos científicos cósmicos. Además, tal como he
comprender las cualidades específicas, epistemoló- descrito en otros trabajos (1993), las dimensiones
gicas y semióticas, de la arquitectura y de la planifi- culturales del lugar, a la luz de la arquitectura
cación urbana. Tenemos ejemplos de esta relación “construida” por niños en modelos y dibujos,
en campos familiarizados con problemas cognitivos “representan” el tipo de interacción social y cir-
espaciales y temporales como en la astronomía y en cunstancias culturales que los niños experimentan y
los modelos cósmicos sobre el origen del mundo. aprenden en el colegio. Así, la epistemología del
Los libros, y el pensamiento, de Stephen Hawking, lugar juega un papel importante, simultáneamente,
por ejemplo, apuntan directamente al núcleo de la a un nivel físico-cósmico y a un nivel social-históri-
discusión: co. Para ser más exacto, el lugar es la conexión
“...mi concepto del tiempo imaginario ha sido entre la realidad cósmica y la histórica. En un libro
un concepto difícil de aceptar... ¿Cómo puede ser reciente (Philippe Boudon (ed.) 1991), Prost plan-
relevante en el universo real? Pienso que algunos tea agudamente el mismo punto de vista:
filósofos no han aprendido de la historia... Durante “...la relación entre el espacio y la sociedad tie-
un largo período de tiempo consideramos evidente ne dos órdenes temporales:
que la tierra era plana...” – El tiempo cronométrico, basado en cuantifi-
“...un sistema (de partículas) en el espacio y en cations de uso y economía.
el tiempo no tiene una historia única, como supon- – El tiempo histórico, basado en los valores y
dría una teoría clásica, tiene cualquier historia los símbolos culturales y cualitativos sociales.”
posible (una suma de historias)...” (La idea de adi- A estas alturas, haré un primer sumario de la
ción está tomada de Richard Feynman)2 complejidad de la epistemología de la arquitectura,
(Stephen W. Hawking, 1991. a saber:
Conferencia en Tokyo) 1) Las concepciones de la epistemología del
Esta interrelación epistemológica entre espacio lugar, como ha analizado muy recientemente Derri-
“real” y “virtual”, y tiempo “real” y “virtual”, es da en un texto extremadamente rico sobre Timeo,
una de las mejores contribuciones de Hawking expresa el análisis epistemológico tanto en la com-
para entender la relación entre ciencia, realidad y prensión científica de la génesis de la tierra, de
cognición en general. Podemos inmediatamente orden cósmico, como en la historia política y cultu-
considerar las similitudes con otras perspectivas ral de este mismo lugar. El Khôra, que es el lugar
epistemológicas, como la perspectiva psicológica humano, siempre es cronológico y histórico de
epistemológica o la perspectiva hermenéutica his- alguna extraño manera, ya que va más allá de los
tórica de Paul Ricoeur. Analizaré esta última en el dos. La astronomía y la historia humana están uni-
próximo capítulo de forma que consideraremos das forzosamente a través de la concepción del
muy brevemente la primera, es decir, la perspectiva lugar, gracias a el Khôra. Como dice Derrida
psicogénetica. (1993):
En mis propios trabajos sobre las concepciones “....Khôra, lugar para la política, política del
del niño de los lugares para vivir (1980a), he lugar,....”
demostrado la necesidad en el niño de un paralelis-
mo mental, o una afiliación estructural según Jean
Piaget, entre el desarrollo del concepto de tiempo y
un comentario corto y bello sobre Timeo: Khôra. Utiliza-
el desarrollo del concepto de espacio, siendo la ré este libro por Derrida como un guía para deconstruir la
concepción del lugar uno de los resultados o “pro- complejidad y la inagotabilidad del Timeo.
ductos” estructurales de este paralelismo. Este es 2 Ver también los libros de Mink (1987).
115
Hermenéutica, semiótica y arquitectura: Timeo visitado de nuevo

2) Esta correlación entre historia social e histo- taminación mutua. Tuvimos un presentimiento de
ria física a través del Khôra es, sin embargo, difícil este fenómeno en nuestra discusión de las tres
de analizar. Derrida aconseja una y otra vez, usando mayores características de “estar-dentro-del-tiem-
el Timeo como un precedente, que lugar e historia po”: databilidad, y su carácter público. Recuerden
nunca encajan completamente. El lugar nunca es un que ya sugerí allá la idea de una “interrelación”
único “relato”. La historia existe en un lugar, de lo existencial y lo empírico. La traza está consti-
casualmente, pero nunca es sólo este lugar. La dife- tuido por esta interrelación”.
rencia entre “relato” y “lugar” está en el nacimiento “.... Esencialmente, se debe a él (a Levinas) la
de nuestra cultura, y la reescritura de un relato y la idea de que la traza se caracteriza entre todos los
reconstrucción de un lugar, en difinitiva, son los signos porque desarregla un “orden”....”
únicos caminos para llegar al Khôra. (Muntañola, J. “.... La traza es este desarreglo expresado en
1987a). símismo....”
3) Para analizar la naturaleza específica de la “De este modo la traza es uno de los instrumen-
epistemología del espacio y las relaciones con el tos más enigmáticos mediante el cual la narrativa
tiempo del lugar seguiré ahora un camino herme- histórica “refigura” el tiempo. Refigura el tiempo
néutico, abierto recientemente por Paul Ricoeur con construyendo el cruce producido por la interrela-
el concepto de “traza”. Después del análisis del acto ción de lo existencial y lo empírico en el significa-
de “trazar”, volveré a la teoría de la arquitectura en do del trazo...”
el tercero y último capítulo de esta comunicación. (Paul Ricoeur, Time and Narrative,
volumen III)
(los destacados no pertenecen al texto)
2 La semiótica del traza
Yo pienso que estos pasajes del libro sobre la
Ante todo, consideremos cuidadosamente la narrativa y el tiempo de Paul Ricoeur representan
descripción semiótica y hermenéutica de “traza” unas de las contribuciones más asombrosas de la
hecha por Paul Ricoeur (Ricoeur, 1983-1985): filosofía moderna. Definen un nuevo contexto teóri-
“.... De modo que la traza combina una rela- co no solamente del concepto de “traza” (de latín
ción de significado, mejor asociada a la idea de tractus: dibujo) sino del mundo entero del diseño.
vestigio, y una relación de causalidad, incluida en No puedo aquí repetir las largas argumentaciones de
la cosa, parecido a la marca. La traza es un “efec- Ricoeur, pero es muy importante indicar las conse-
to-signo” o un “signo-efecto”. Estos dos sistemas cuencias principales de estos análisis sobre la com-
de relaciones están entrelazados. Por un lado, prensión de la semiótica del espacio y del tiempo. Si
seguir una traza es razonar por medios de causali- una traza, dibujo o diseño es fundamentalmente un
dad sobre la cadena de operaciones constitutivas “des-orden”, un “des-arreglo”, podemos ver inme-
de la acción de pasar de largo. Por otro lado, para diatamente la conexión de este fenómeno con el dis-
devolver la marca a la cosa que la hizo, se debe curso de Derrida sobre la escritura, y sobre la “dife-
aislar entre todas las cadenas posibles, las que rencia” como des-orden que permite el descubri-
también llevan al significado perteneciendo a la miento de nuevas ideas en el texto. Olvidemos por
relación de vestigio al hecho de pasar...”. “Esta un momento la trivialización y abusos de los de-
doble lealtad de la traza, lejos de traicionar una constructivistas, y consideremos la semiótica de la
ambigüedad, constituye la conexión entre dos áreas arquitectura como un des-arreglo, o des-colocación,
de pensamiento y, por implicación, entre dos pers- que afecta simultáneamente e igualmente a sujetos y
pectivas del tiempo....” objetos, y hace imposible la adaptación perfecta del
“La traza ilustra la forma invertida de inter- lugar (Khôra) a la historia (relato) tanto virtualmen-
cambio entre dos figuras de tiempo, la de una con- te como realmente.
116
Topogénesis

Siempre según Ricoeur, podemos concebir una nológica y histórica. Como dice Ricoeur: las trazas
“traza” (y yo añado, un “dibujo” o un “diseño”) y los calendarios son la misma cosa.4
como una interrelación de lo existencial y del sentido Es oportuno ahora introducir muy brevemente
empírico del “estar-en-el-tiempo”, una expresión una referencia al comportamiento de los niños, que
tomada de Heidegger por Ricoeur. Porque no debe- he encontrado una y otra vez en mi investigación
mos olvidar que todo este discurso está pretendiendo sobre la concepción de los niños de los lugares para
superar algunas limitaciones en la posición de Hei- vivir (1974). Me refiero al papel principal de los
degger. Es conveniente, por ejemplo, recordar la procedimientos del “escondite” en la primera infan-
noción básica por Heidegger de Dasein como “des- cia, cuando el niño pretende descubrir el significado
colocación”, diferente de conceptos previos sobre la de los lugares, los cuerpos y los dibujos. Los niños
espacialidad existencial humana (Heidegger, 1957). juegan con objetos y sujetos de una manera paralela
Además, podemos ver que la interrelación del a la manera que juegan con las palabras, burlarse de
“estar-en-el-tiempo” existencial y empírico toma una “luna” que es una “manzana” o una “pelota”. Si
una estructura “histórica” en el acto de “la lectura con las palabras pueden jugar con significados
del trazo”, un valor “novelesco” en un “diseño” o metafóricos para comunicar su habilidad a los adul-
“proyecto”, y sitúa el acto de un “dibujo” en una tos, con objetos, cuerpos y trazos pueden usar el
posición “neutral” sugestiva similar a la posición de procedimiento del “escondite”. Cuanto más analizo
la “acción”. Esta dialéctica entre historia y ficción el comportamiento de niños a través del camino
es uno de los principales argumentos del trabajo de epistemológico psicológico abierto por Jean Piaget
Ricoeur como veremos más adelante. y seguidores, más descubro que este comportamien-
Este análisis del “acto de trazar” es una respues- to nunca es insignificante, gratuito o estúpido. Los
ta “moderna” a la posición de Platón en el Timeo niños se dirigen a los principios básicos. Volvere-
cuando afirmó: mos ahora a nuestro análisis hermenéutico.
“.... y hay una tercera naturaleza, la cual es el La semiótica de la arquitectura debería tener en
lugar (Khôra) y es eterna, y no admite ninguna des- cuenta esta especificidad, este procedimiento del
trucción y da un hogar a todas las cosas creadas, y “escondite” de comunicación propia del “trazar” o
es percibida, cuando todo sentido es ausente, por del “diseño”. Representa la precisa contrapartida,
una especie de falsa razón, y es apenas real, que en arquitectura, del “ser-o-no-ser”, identificado por
contemplamos como en un sueño, es decir de toda Paul Ricoeur en el meollo del valor metafórico del
existencia que por necesidad ha de estar en algún texto (Ricoeur, 1975).
lugar (Khôra) y ocupar un espacio...” (Timeo, 52b) En algún sentido profundo, podemos decir que
“Trazando” el argumento de Ricoeur compren- la arquitectura es un sistema de “trazas” (o “dise-
demos inmediatamente el significado del concepto ño”). La arquitectura es interrelación, umbral o des-
de Levinas del significar mediante “estar escondi- arreglo, y constituye la frontera o limite, entre
do”, puesto que esta “interrelación”, que es la “tra- construcción empírica y vivencia existencial. En
za”, se entiende justamente gracias a la “interrela-
ción” que produce el “estar escondido”. Este proce-
so de “escondite” de comunicación llega en Levi- 3 No puedo en esta comunicación describir las dimensio-
nas hasta Dios, y en otros estudios fenomenológi- nes sociales y fenomenológicas del sentido de lugar. Uti-
cos hasta la manera que estamos “separados de” la lizando el excelente libro de Pierre Kaufmann (1967) he
experiencia de “ser distinto”, a través de la arqui- analizado el tema en: Muntañola (1974), (1994).
4 Desde un punto de vista epistemológico y psicológico
tectura.3 (ver Kaufmann, 1967). Según Ricoeur este
esta interrelación de trazos y calendarios estuvo demostra-
procedimiento de “escondite” es específico de “tra- da ya por Piaget. Ver en Muntañola (1987a) la correlación
zos” o “de los signos-efecto”, que es el único tipo complementaria entre la historia del espacio, el tiempo y
de signos que “entrelaza” una realidad humana cro- las invenciones de reloj.
117
Hermenéutica, semiótica y arquitectura: Timeo visitado de nuevo

Virtualidad
(pensamiento)

MITOS
Relato Proyecto
(ficción)

Sociedad

TIEMPO Lenguaje LOGOS TOPOS Lugar ESPACIO


Entorno

Historia GENOS/POLIS Construcción


(interacciones
sociales)

(actuación)
Realidad

Diagrama 1 Las cuatro caras de Khôra: logos, topos, genos, mitos

cualquier dirección que avanzamos en el discurso leyes sociales urbanas son conexiones necesarias
encontramos la misma especificidad anunciada. entre trazas y palabras. Como ha sugerido Derrida
Una “traza” existe porque se esconde, y se esconde desde uno de sus primeros libros en 1972, los pala-
porque significa. También, esta aproximación bras llenan los agujeros dejados por el trazado, y
informa sobre la distinción entre arquitectura y len- las trazas son transiciones entre palabras y textos
guaje, ambiente y texto. Una “traza” y una “pala- (Derrida, 1972). Una buena cultura sabe como
bra”, están las dos muy cerca uno del otro y muy entrelazar diseño y texto, espacio y tiempo, hacien-
lejos, como indica Platón en el Timeo una y otra do la interrelación un rico diálogo de creatividad
vez. La cultura surge de esta distinción, e implica social humana y de calidad ambiental. Una mala
diferencias entre “lugar” e “historia”. Sin embargo, cultura destruye el diseño con textos, y el texto con
si nuestro cuerpo no puede hacer conexiones entre diseño (está basada en leyes de destrucción y no de
historia y lugar, se muere (Muntañola, 1994). Las construcción). Platón en el Timeo expone la analo-
118
Topogénesis

gía excelente, recordada por Derrida en Khôra, tiempo, como lo ha sido siempre. Sólo una última
sobre esta interrelación compleja cuando explica la imagen.
historia de Atenas empezando con la costumbre Un político prominente del Ayuntamiento en
cultural egipcia de escribir en las paredes de los Barcelona me preguntó recientemente acerca de la
edificios, o de llenar los edificios principales con actitud de “la gente”, en general, sobre los nuevos
leyes escritas. Esto era la manera, decía Platón, que edificios y espacios públicos en Barcelona, porque
los niños podieran guardar la memoria de la huma- conocía mis estudios sobre ese tema. Mi respuesta
nidad. probablemente no le pareció suficientemente entu-
El diagrama 1 representa la complejidad de siasta, porque en seguida me dijo: “¿Muntañola,
Khôra como una interrelación entre cosmología y está usted de acuerdo conmigo que la gente de Bar-
historia, lenguaje y entorno, o como define cuida- celona crece mentalmente y culturalmente mucho
dosamente Derrida, como una correlación abierta más lentamente que lo hace la arquitectura?” Ahora
entre: logos, mitos, genos y topos, los cuatro lados ya podemos volver otra vez al Timeo.
del cuadro central. Las últimas frases del Timeo registrado por
Derrida en su libro Khôra, son un presentimiento
de lo que la arquitectura debería ser:
3 Lugares, relatos, palabras, y cuerpos: la “Ver entonces que hemos ahora preparado
arquitectura, un camino hacia el Khôra para nuestro uso las diversas clases de causas que
son el material por el cual el resto de nuestro dis-
Hemos experimentado, aquí, en España, el uso curso tiene que ser tejido, justamente como la
y abuso político de la idea de la modernidad junto madera es el material del carpintero... Volvamos en
a una nueva y joven democracia. El entorno unas pocas palabras a nuestro comienzo, y vaya-
moderno deconstruido ha sido un modelo, político mos de prisa al punto del que partimos. Podremos
y social, fuerte, para la transformación del entorno entonces llegar al fin de nuestro relato con una
español, empujando este modelo cada vez más en cabeza que podemos coronar como conclusión”....
una dirección única. (Timeo 69a)
El “nuevo” significado moderno del entorno Así es que, en algún modo extraño, los lugares
democrático español funciona como se describe a tienen cabeza y pies, como los relatos tienen un
continuación: los políticos insisten en el papel clave comienzo y un fin. La analogía anatómica es una
de la arquitectura moderna en el desarrollo econó- interrelación de la estructura del cuerpo, el lugar y
mico de la sociedad española. Invierten una gran la estructura narrativa, exactamente en la misma
cantidad de dinero en nuevos edificios con un signi- manera que los niños conciben la arquitectura
ficado público fuerte, de modo que estos edificios cuando tienen tres años de edad5 (Muntañola, 1974,
llegan a ser la articulación, tanto del significado 1974 a). El Timeo parece ser consciente de los
simbólico como del virtual de la democracia, y se
convierten en los lugares donde las principales
decisiones políticas y financieras se toman real- 5 A esta edad, los niños dibujan edificios con piernas y
mente. Entonces, una ópera, puede no ser solamen- personas con tejado. Los profesores intentan interpretar
te una ópera, si no también el lugar donde se toman estos dibujos como “equivocaciones”. No tienen razón.
decisiones políticas. Un ayuntamiento puede igual- Estas “interrrelaciones” de cuerpos y lugares expresan
mente ser un centro financiero, que promueve tanto, la calidad semiótica del diseño, en general, como
negocios a través de una gran cantidad de socieda- la necesidad existencial de la representación de la reali-
dad y la virtualidad en su conjunto. No es un error, es un
des de marketing y de decisiones políticas, medio ejercicio mental muy inteligente. No estoy, en este
privadas, medio públicas, etc. Así la arquitectura contexto, tratando con la anormalidad (ver Muntañola,
llega a ser un modelo político del espacio y del 1980).
119
Hermenéutica, semiótica y arquitectura: Timeo visitado de nuevo

hallazgos psicológicos epistemológicos de Jean deberíamos hacer resaltar su naturaleza “dialógica”


Piaget 2500 años antes, o, al contrario, Jean Piaget (Ricoeur, 1983-1985).7
parece que descubre 2.500 años después una estruc- Según estas consideraciones, cada “arquitectura”
tura mental y cultural ya existente. A pesar de las es un modo peculiar y específico de hacer una identi-
diferencias profundas entre Freud y Piaget en rela- ficación, o juego del escondite, entre lo físico y lo
ción a la epistemología del espacio y tiempo, hay social, o sea su coordinación. Esta peculiaridad se
muchas similitudes también, que no puedo descri- puede analizar a través de los principios de identidad
bir ahora. específicos relacionados con cada cultura, que expre-
Como he sugerido antes, según Paul Ricoeur, la san tanto la singularidad de cada lugar como su sig-
interrelación entre la ficción (el relato) y la realidad nificación pública. (Gadamer, 1960, Ricoeur, 1983 y
(la historia) constituye el “tiempo” humano, y, tam- 1985). Si interconectáramos varias “arquitecturas”
bién, el acto de “trazar” y la lectura de un “trazo” en un modo dialógico, construiríamos un mundo cul-
constituyen los mejores ejemplos semióticos de tural y intertextual, y un modelo cósmico y histórico.
esta interrelación, “materializada” en nuestro entor- Probablemente la mejor descripción de esta comple-
no. Este “acto de trazar” (o diseñar) construye la jidad cultural es la teoría dialógica y antropológica
frontera, o el umbral, entre el mundo empírico y el de Bahktin, que ha sido rescatada recientemente del
mundo existencial, del “estar-dentro-del-tiempo”, olvido (Todorov, 1988) (Muntañola, 1994). Los
y, más importante aún, indica que los principios de mejores sistemas semióticos de la arquitectura debe-
la identidad narrativa son la clave para descubrir rían mantener tanto la identidad cultural de cada
tanto los valores personales y poéticos de un texto, lugar como los valores universales del Khôra (Mun-
como la evaluación pública cultural de ellos. Rico- tañola, 1987a). Estos sistemas semióticos tienen
eur concluye el libro sobre el tiempo y la narrativa unas similitudes evidentes con algunos aspectos
con la siguiente declaración: semióticos de los alfabetos y de la escritura, como
“.... la reafirmación de la conciencia histórica señalaba Platón en el Timeo. Sin embargo, nosotros
dentro de los límites de su validez requiere a su vez vivimos físicamente dentro de la arquitectura y no
la búsqueda, por personas y comunidades a las
cuales pertenecen, de sus respectivas identidades
narrativas. Aquí está el meollo de toda nuestra 6 He clasificado algunos de estos sistemas semióticos
investigación, ya que es solamente dentro de esta según sus cualidades sociofísicas. Unos son más “mitoló-
búsqueda que lo aporético del tiempo y la poética gicos”, otros más “topológicos”, etc. Los trabajos de Pie-
de la narrativa se corresponde uno con la otra de rre Boudon y Philippe Boudon (quien dice siempre que
un modo suficiente”. no es un hombre de semiótica), de nombre igual pero de
muy diferentes enfoques, son muy sugestivos, quizás
Quiero finalizar esta contribución a una teoría porque abren más puertas a la mente que lo que hacen
de semiótica de la arquitectura con el estudio de la otras teorías. Por ejemplo, el concepto de “escala” de
relevancia de estos principios de identidad cultural Philippe Boudon está muy cerca en algunos aspectos del
en el diseño arquitectónico. Ya tenemos algunos concepto del “sistema de trazos” como yo lo describo. El
trabajos por Bill Hillier (1984), Donald Preziosi templum “dialógico” de Pierre Boudon es una construc-
ción mental utilizada por muchos arquitectos. El trabajo
(1979), Irena Sakellaridou (1994), y Pierre Boudon de Irena Sakellaridou sobre Mario Botta debería estimu-
(1981)6 entre otros, que pueden ser útiles. lar trabajos similares con otros arquitectos.
Todos estos trabajos describen los límites de la 7 Paul Ricoeur explica cuidadosamente las diferencias

narrativa en la definición del lugar, o Khôra, y entre la hermenéutica dialógica y la hermenéutica mono-
construyen principios de identidad en el modo que lógica en el capítulo 6, volumen III del libro sobre el
tiempo y la narrativa. Este capítulo analiza la posición
sugiere Paul Ricoeur. Para evitar un malentendido hegeliana descrita como monológica. También son muy
fácil en la interpretación de estas “estructuras de importantes los trabajos de Grize (ver Muntañola, 1994,
identidad”, tanto en narrativa como en arquitectura, 1994a).
120
Topogénesis

dentro de un alfabeto. En uno de sus libros más tem- explicó el Timeo. Esta es la significación profunda
pranos, y en su último libro hasta hoy, Derrida anali- del “Z-ementerio” Miralles, un lugar (“pla.Z.e”)
za esta profunda interrelación, como cité antes hecho por “tra.Z.os”, en forma de “Z”, a través de
(Derrida, 1972, 1993) (ver diagrama 1). cual cosmología y historia se pertenecen una a otra
Un cementerio inacabado en Igualada, cerca de de un modo único y universal, que es, Khôra, por-
Barcelona, del arquitecto catalán Enric Miralles que se han pertenecido siempre y se pertenecerán
(ver figuras 1 a 6), es un bueno ejemplo real de todo para siempre. Platón describió así esta extraña natu-
lo que he dicho en esta comunicación. Este cemen- raleza del lugar humano y de su arquitectura:
terio es un sistema de trazas que podemos “leer” “.... de éste (Khôra), y de otras cosas de la mis-
como un “arquite-x-to”. Es un complejo “efecto- ma clase, relacionadas con la realidad verdadera y
signo” según la definición por Paul Ricoeur. Su despierta de la naturaleza, tenemos solamente este
comportamiento semiótico no es muy diferente al sentido como de sueño, y somos incapaces de des-
comportamiento de un dolmen prehistórico. Pode- prendernos de todo del hecho de dormir y determi-
mos analizar el edificio utilizando cada lado del nar la verdad acerca de ellas. Porque una imagen,
cuadrado hermenéutico central del diagrama 1. Así, como la realidad de la cual está modelada no le
primero podemos hacer un análisis iconológico pertenece y existe como la sombra flotante de algún
(mitos), segundo, un estudio social interactivo otro, tiene que estar en otro sitio (eso es, en el
(genos), con sus implicaciones legales, tercero, un espacio, Khôra) alcanzando existencia de alguna
estudio lingüístico (logos) utilizando la narrativa forma u otra, o no podría ser en ninguna forma.
verbal escrita por Miralles mismo, o cualquier otra Pero la razón verdadera y exacta, vindicando la
narrativa; y, finalmente, podemos analizar el topos, naturaleza del ser verdadero, mantiene que mien-
o el modo con el que proyecto define un cementerio tras dos cosas (eso es, imagen y Khôra) sean dife-
para siempre, el meollo poético que ata este objeto rentes, no puedan existir una de ellas en la otra y
arquitectónico, y lo convierte en un único “efecto- así ser una y también dos al mismo tiempo”.
signo”, entrelazando la realidad y la virtualidad, la (Timeo 52, c)
manera de “estar-dentro-del-tiempo” a la vez exis- Toda la discusión puede ahora ser repetida
tencial y empírica. (como hizo Platón en el Timeo varias veces)
Este cementerio es entonces, según el Timeo, teniendo en cuenta el hecho de la escala de las tra-
más viejo que el relato más viejo, y podemos jugar zas en arquitectura, o sus aspectos por dentro y por
al “escondite” dentro de este alfabeto gigantesco fuera que impliquen una estructura tridimensional
durante horas, días, años... de las trazas, o sea una arquitectura o articulación
O podemos imaginar la muerte y la vida entre lo empírico y lo existencial. Pero nuestra
haciendo lo mismo con los cadáveres durmiendo conclusión principal debería preocuparse del
eternamente cubiertos por los trazos sólidos de las hecho de que topos es solamente una de las cuatro
tumbas. No por casualidad, “cementerio” en griego caras de Khôra, y que, por tanto, debería ser anali-
viene etimologicamente de “koimeterion”, lugar zado en conexión con el resto de estas cuatro caras.
para dormir. De modo que podemos considerar la Porque un análisis visual de topos distorsionaría la
arquitectura de este cementerio como si hubiera significación principal de la arquitectura, si confia-
estado allí siempre, y el sitio “natural” que lo rodea ra solamente en relaciones geométricas entre par-
como un lugar artificial construido justamente tes urbanas o constructivas del entorno, como es
ayer. frecuentemente el caso. Por el contrario, si topos
Khôra, y arquitectura como un camino a Khôra, está tenido en cuenta como un sistema de trazos
puede hacer esto y mucho más, pero solamente a considerados de acuerdo a nuestras ideas de “estar-
través de un camino muy largo de consolidación, en-el-tiempo”, nuestros ojos verán Khôra a través
escribiendo paredes y re-escribiéndolas, como de ellos.
121
Hermenéutica, semiótica y arquitectura: Timeo visitado de nuevo

A lo mejor, en vez de clasificar los niños en cen, y condenarlos a vivir en los lugares que pro-
buenos y malos, como hizo el Timeo, poniendo los yecten y construyan, hasta que produzcan lugares
malos en la escala social inferior y los buenos en mejores (o peores), etc. ¡¡Esta podría ser la mejor
las clases sociales superiores, esperando el progre- contribución de la semiótica y la hermenéutica para
so de los últimos para sustituir a los primeros en su la mejora de nuestro entorno!!
Khôra, (Timeo 19a) deberíamos ahora clasificar los
arquitectos según la cualidad del Khôra que produ- Barcelona, abril 1994
122
Topogénesis

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Anexos
131
Arquitectura y racionalismo: espacio monológico y espacio dialógico

Arquitectura y racionalismo:
espacio monológico y espacio dialógico*

Resumen sabe porque tiene miedo a la iglesia, porque nos


quiere hacer ver que sabe más de lo que sabe o por-
La conmemoración del pensamiento de Descartes que es más poderoso de lo que dice ser y nos
es una buena ocasión para reflexionar sobre el ori- envuelve en su política. De ahí que, al menos hasta
gen, tal vez por incomprensión, de algunas inter- Kant, la lógica y la ética del espacio siguieran muy
pretaciones del espacio en la arquitectura contem- confusas, y que el fantasma de un espacio monoló-
poránea, en especial de aquellas que tienen como gico persiga todavía hoy a muchos de los defenso-
modelos a las planificaciones del siglo XIX a gran res de la modernidad.
escala, como el ensanche de Barcelona. Descartes deja bien claro este punto crucial y
Mi comunicación analizará algunos textos de Des- polémico de su pensamiento en diversos momentos
cartes en los que se plantean por primera vez de forma de su vida, y muy especialmente en su Discurso del
explícita las relaciones entre los esquemas espaciales método, en el que podemos leer:
geométricamente homogéneos y el pensamiento de un “Uno de mis primeros pensamientos fue el que
solo hombre, otorgando a este tipo de pensamiento un me sugirió considerar que no hay tanta perfección
nivel superior al que resulta del pensamiento de varios en las obras compuestas por varias piezas y hechas
seres pensantes en el mismo lugar. Tanto este tipo de por varios maestros (de obras) que en las que un
planteamientos como la base ética que los rodea tuvie- solo maestro ha trabajado. Así las obras que un
ron gran influencia en la defensa de un espacio homo- solo arquitecto ha trabajado y acabado son mejo-
géneo internacional como base necesaria para una res y más ordenadas que las que varios han inten-
modernización de nuestro espacio físico y social. tado reacomodar haciendo servir viejas murallas
Mi reflexión acaba con una definición de arqui- para algo para lo que no estaban previstas”.
tectura dialógica, en la que, de acuerdo con el pen- “En las ciudades antiguas... a partir de la
sador suizo Grize, no existe coincidencia universal manera en que están ordenadas, aquí algo grande,
entre trama espacial y pensamiento individual, más allá algo pequeño, y con las calles tortuosas y dife-
que en tanto en cuanto el espacio y el cerebro se rentes, más parece la fortuna que la razón de los
digitalicen mutuamente a través de una arquitectura hombres, la que las ha dirigido...”.
monológica, lo cual da su “razón” a Descartes. Nada que objetar, al contrario, sobre el aspecto
lógico de un pensamiento individual que se desa-

1 Descartes y el planteamiento del espacio


monológico moderno
* Presentado en la Conferencia Internacional sobre Descar-
tes en Barcelona en 1997. Publicado en ENRAHONAR,
Descartes es un filósofo complejo y algo enga- Quaderns de Filosofia, Universitat Autònoma de Barce-
ñoso, que nunca deja claro si no nos dice lo que lona, n.º extraordinari 1999. (Victor Gómez Pin (ed.)).
132
Topogénesis

rrolla universalmente de lo más elemental a lo más que el espacio humano debe construir. Todo ello
complejo. Nuestro mundo digitalizado, en el que dentro de una visión monológica de la intersubjeti-
cada individuo intenta “navegar libremente” será vidad en la que todos han de participar de la misma
una prueba siglos después. Mucho menos todavía, red espacio-temporal para construir un pensamiento
debería objetarse el deseo de “refundar” constante- singular universal. Como intentaré definir en la
mente la existencia propia sobre el pensamiento segunda parte de esta reflexión, desde el siglo XIX
propio, evitando en lo posible los a prioris de un hay muchas teorías y prácticas de la arquitectura y
legado histórico con un “pensamiento” distorsiona- del urbanismo que han aceptado estas premisas.
do, anticuado. Dicho de manera muy simple, diríamos que si por
Pienso, sin embargo, que en los textos citados un lado la transparencia lógica es la mejor garantía
asoma ya el problema, o el drama, que se esconde de que no se manipula la sociedad con la planifica-
tras esta refundamentación lógica que, desde Des- ción del espacio, por otro lado, esta misma transpa-
cartes hasta hoy, no deja de preocuparnos, pasando rencia produce una indiferencia hacia la historia,
a través de Kant, Hegel, Husserl, o, más reciente- hacia cualquier diferencia física o social, hacia cual-
mente de Paul Ricoeur. Me refiero a las relaciones quier cambio exterior al “sistema de la transparen-
entre historia y pensamiento, que quedan bien cia”, y encamina la sociedad al totalitarismo.
patentes en los distintas concepciones de lo que es No es Descartes el primero en plantear la arqui-
la intersubjetividad, y que, en el terreno de la arqui- tectura y el espacio como ejemplo privilegiado de
tectura, se manifiestan bajo la alternativa entre su filosofía. Aristóteles ya planteaba mucho antes,
monología y dialogía sociofísicas, tema clave de que la “virtud-sabia” del arquitecto era la clave para
cualquier aproximación teórica contemporánea al entender sus libros de ética, y, con esta inteligente
espacio humano. estrategia, resolvía de paso el problema de la forma
Paul Ricoeur ha sido, quizás, el filósofo que en regular o irregular del lugar construido. Simple-
los últimos años ha puesto más claramente de mani- mente lo regular o lo irregular correspondía a for-
fiesto la importancia de este punto preciso de la filo- mas diferentes de “virtuosismo-sabio” para proveer
sofía moderna, analizando las sutiles relaciones entre formas de vida, “historias”, diferentes, en lugares y
Descartes, Kant, Husserl y Hegel, para concluir, con situaciones temporales distintas, y con “constitu-
Husserl y Gadamer sobre todo, que no hay “media- ciones políticas” propias. De este modo, las relacio-
ción total entre historia y verdad”, por lo que una nes entre forma, del lugar, historia y pensamiento,
explicación monológica de la historia es algo que tanto en lo lógico, lo ético o lo estético, se resolvían
hay que abandonar, e, indica Paul Ricoeur, abando- en un problema de relativa adecuación entre socie-
nar no porque sea o no falsa, sino porque si se acepta dad, historia y lugar, sin precisar si lo singular indi-
obliga a pensar y a existir en una colectividad en la vidual o lo singular colectivo eran o no incompati-
que cada individuo piensa y existe presuponiendo bles. Eran “figuras” urbanísticas que dialogaban
que los demás piensan y existen de la misma manera. entre lo local y lo universal.
Se nota pues que Ricoeur quiere controlar al diablo En uno de sus últimos libros, Derrida replantea
que anda suelto, al menos, desde Descartes. este tema desconstruyendo el texto de Platón, Timeo,
Visto desde la arquitectura, y tal como lo plantea con gran inteligencia1. Por esta vez, la deconstruc-
Descartes, el espacio nos ofrece un ejemplo exce- ción re-construye un texto muy difícil de entender
lente de este drama: de un lado, cada arquitecto hoy. Sus conclusiones, a mi entender, se acercan
construye “su” mundo, la suma de estos mundos, mucho a la postura aristotélica de que lugar y histo-
según Descartes, es imperfecta; de otro lado, una ria no pueden nunca identificarse, y de que la rela-
ciudad hecha por un arquitecto único ha de ser supe-
rior por existir una singularidad histórica universal
que asegura el puente entre lógica, ética y estética 1 Derrida, J. Khora. Galilée, París, 1994.
133
Arquitectura y racionalismo: espacio monológico y espacio dialógico

ción entre un lugar y su contenido es extremadamen- virtudes y los vicios de este espacio “monológico”
te compleja, implicando necesariamente la política. que Descartes dejó suelto bajo forma de diablo
Descartes ve inmediatamente los problemas que peligroso y ambiguo. Me refiero al ensanche de
plantea el diablo monológico que deja suelto al Barcelona de Ildefons Cerdà. El ejemplo es excep-
indicar que “éticamente” hay que ser fiel a la histo- cional, no solo por su tamaño (más de 1000 manza-
ria, al menos, “provisionalmente”, lo cual no hace nas con más de 2.000 habitantes potenciales cada
más que agravar el dilema anunciado, y abrir toda- una, algo así como todos los pueblos de Catalunya
vía más las puertas a un totalitarismo que, como los juntos), sino por que en los últimos años se ha con-
españoles sabemos bien, se apoya siempre en “éti- vertido en uno de los fraudes históricos mejor cons-
cas” y en “leyes” “provisionales” y “de excepción”. truidos. Incluso se ha llegado a afirmar que bien se
Volviendo a la arquitectura, en un libro reciente sigue ensanchando la trama Cerdà tal como es, o
he precisado la significación profunda de esta oposi- bien cualquier otra solución sería peor. El diablo
ción entre monología y dialogía a partir de diversas convertido en Fausto condenado a crecer monológi-
fuentes científicas, algunas muy innovadoras2. camente, análogo a sí mismo, por toda una eterni-
Siguiendo a Paul Ricoeur, quizás deberíamos pensar dad...
que “no podemos” apoyar a Descartes en su defensa Son demasiadas la coincidencias entre Cerdà y
por un pensamiento monológico, superior a los el pensamiento “monológico” de Descartes, o de
demás, singular universal y, a la vez, defender la “un” Descartes, para ser casualidad. Tanto uno
tolerancia y la paz. No “podemos” no solamente por como el otro se dedicaron a la “ingeniería”. Des-
ética y por estética, sino, como indica valientemente cartes se negó a ejercer de ingeniero, aunque tuvo
este filósofo, porque epistemológicamente no puede muchas ocasiones para ello, en esto fue más listo
admitirse: “si un hombre o un grupo de hombres, o que Cerdà. Si Cerdà no hubiese hecho el ensanche,
un partido político (o estado) se otorga el derecho hubiera pasado a la historia como el padre (teóri-
del monopolio del saber hacer práctico, se otorgará co) del urbanismo moderno sin caer en las trampas
también el derecho de definir el bien independiente- prácticas del diablo “monológico”, tal como preve-
mente de lo que el bien es para los afectados”. Nun- yó Descartes. Ambos defienden la superioridad de
ca la razón práctica puede pretender llegar a ser una la regularidad geométrica sobre los “caprichos” de
teoría de la práxis, ya que, como advierte Aristóte- la historia antigua. Cerdà, en la práctica, desoye
les, “solamente existe saber de las cosas necesa- los consejos de Descartes del respeto “ético” por la
rias”. La pretensión de unir un saber y una ética, que historia a pesar de defender la trama “lógica” uni-
es el diablo que Descartes deja totalmente suelto, versal para desmitificar: el ensanche arrasa todo lo
produce su mutua destrucción. Como veremos, que encuentra y si no le hubiesen “parado los
algunos planificadores capitalistas del siglo XIX pies”, el diablo-trama se hubiese comido todo el
vieron aquí un futuro esplendoroso y moderno. Por parque de la Ciutadella y entrado a saco en la ciu-
ello renunciar a Descartes sería quizás el mejor dad antigua, como, de hecho, lo está haciendo hoy,
homenaje que su genio se merece y la forma más ya que, en parte, la zona de derribos actual coinci-
racional de serle fieles, imitando su astucia. de con los planteamientos de Cerdà de atravesar
con la trama toda Barcelona hasta el mar, caiga lo
que caiga.
2 Breves notas sobre Ildefons Cerdà y las
manipulaciones entre verdad e historia en la
Barcelona moderna 2 Op. cit., n.º 1 y en “Hermeneutics, Semiotics and Archi-
tecture”. Semiotica 1996. Presentado en el Congreso
No resisto la tentación de describir muy breve- Mundial de Linguística, en Berkeley, (USA) 1994. (Ver
mente un ejemplo excepcional que demuestra las la versión en español en este libro).
134
Topogénesis

El tratamiento de los espacios públicos y de los decidir entre ficción e historia, no cuando se “con-
espacios verdes es un modelo de confusión mono- funden” del todo o se separan del todo. Otros ejem-
lógica. Cerdà no puede romper la pureza teórico- plos de estas paradojas filosóficas esenciales son la
práctica de sus “alineaciones” diciendo que aquí retórica (nadie convence en un juicio si dice la ver-
había un espacio verde o allá una iglesia. Se niega dad empírica a palo seco, hay que usar verosímiles
en redondo una y otra vez a ubicar espacios socia- tanto para condenar como para librar de una conde-
les; el libre intercambio ya lo resolverá y el ayunta- na) y la poética: el mundo poético se separa del real
miento es un cliente como los demás. Total, no hay solamente para verlo mucho más a fondo, no para
espacios sociales, todo se vende a manos privadas, crear una radical irrealidad, o un duplicado de la
incluso el nuevo solar público de las murallas (ven- realidad, lo cual no tendría, en ningún caso, sentido
ta pactada antes de la aprobación del plan), y en los “poético”, etc.
planos campea un color violeta en las manzanas (no En este caso, por ejemplo, el fraude es tan claro,
verde) que legalmente es, para mí, la expresión más que en los debates públicos sobre el interior “ver-
clara del diablo monológico: un espacio privado, de” y la tesis de Cerdà de espacios “verdes”, se
legalmente, en el cual, en teoría, no hay nada de vuelve en contra de sus autores, y, como pasa en los
nada, pero que, en la práctica, se convierte en plan- actos forenses, estos “traspiés” se pagan con la pér-
ta baja privada-comercial completamente separada dida del juicio. El juicio se instala, pues, entre ver-
del único espacio público, la calle, hecha para el dad e historia. Allá lo coloca Kant y Ricoeur, y allá
tráfico rodado. El peatón, ese ser molesto de los debe estar colocado.
espacios monológicos, se queda sin espacios públi- El espacio monológico, nuestro diablo que anda
cos exclusivos3. Para colmo de confusión, y deso- suelto, tiene además la virtud de confundir las
yendo todos los estudios sobre el ensanche por par- cosas, de hacer imposible saber si algo será públi-
te de autoridades de prestigio mundial como Pierre co, privado, verde o construido, y este ha sido siem-
Lavedan a principios de siglo o Norma Evenson pre el paraíso del especulador. ¡También en el col-
hace pocos años, al ayuntamiento democrático de mo del fraude se da la culpa del exceso de construc-
Barcelona se le ocurre convertir a Cerdà en símbolo ción a la burguesía! Burguesía a la que nunca gustó
de la democracia y del progresismo en el urbanis- Cerdà. Desde Garriga i Roca hasta Puig i Cada-
mo mundial, y en víctima de la burguesía especula- falch, pasando por cantidades de arquitectos y
dora que impidió que Barcelona fuese la ciudad familias “burguesas”, la ridicularización de Cerdà
más “verde” del mundo y, a la vez, la más moderna. fue patente y es patente en las arquitecturas de edi-
Se ha llegado a presentar en todas las escuelas de ficios, parcelas, etc., lo que, justamente, crea el
Barcelona un vídeo “histórico” -de hecho “fic- encanto “extraño” y nada moderno de un ensanche
ción”- de cómo hubiese sido el ensanche si se ecléctico opuesto ferozmente a lo monológico.
hubiese seguido a Cerdà: es decir, con todos los Gaudí fue el que más duramente luchó en contra
centros de manzana públicos. Es uno de los ejem- hasta lograr la avenida Gaudí para que pudiera ver-
plos más diáfanos de la imposibilidad anunciada se la Sagrada Familia desde lejos, proyectando una
por Paul Ricoeur de mediatizar totalmente verdad e gran estrella asimétrica que, quizás, algún día pue-
historia, y, por otra parte, uno de los fraudes históri- da construirse, pero sería a costa de romper la
cos más sonados que demuestra, de paso, que histo- monología, de “dialogizarla”, y ello, todavía hoy,
ria y ficción siempre tienen que entrecruzarse. Lo
que ocurre es que, tal como el propio Ricoeur
intenta demostrar una y otra vez siguiendo a Aristó- 3Ver la monografía de Magda Saura en la Escuela de
teles, la ficción no presupone el fraude, sino, al Arquitectura de Barcelona, de 1982, con todos los docu-
revés, la garantía de libertad entre verdad y historia. mentos originales transcritos: Història de l’Eixample:
La libertad se da, justamente, cuando se puede una metodologia de disseny. Edicions UPC, 1997.
135
Arquitectura y racionalismo: espacio monológico y espacio dialógico

chocaría con muchos arquitectos “modernos” des espaciales y culturales “diferentes” se puede
actuales que siguen creyendo que fue la trama aumentar mediante las tramas, monológicas, homo-
homogénea la que nos trajo la prosperidad, la cultu- genizantes, siempre que éstas no anulen las diferen-
ra y la fama. Luego, desde esta perspectiva se indi- cias, sino, al revés, las desarrollen. Se trata, en
ca que algunos burgueses excéntricos quisieron suma, de convertir a los dos diablos, que son huma-
impedir el progreso y el progresismo pero no lo nos, el monológico universal y el “local integrista”,
consiguieron, triunfó la burguesía del progreso, de en ángeles en potencia, impulsando un cruce dialó-
la modernidad, y así se dejó al diablo suelto. gico entre lo local y lo global, o como yo intento en
Podríamos seguir mucho más, hasta llegar a mis escritos: desarrollando en cada lugar “local”
cientos de páginas sobre el ensanche. Aquí sola- aquella universalidad que solamente este lugar pue-
mente quería dejar claro las complejidades prácti- de hacer posible, lo cual sería otra manera de expre-
cas del juego monológico, complejidades a los que sar las opiniones de Bakhtin sobre la antropología
Descartes, ya viejo, se negó siempre. Prefirió ser cultural, o de Walter Benjamin sobre la esencia de la
pobre antes que perderse en lo que veía demasiado traducción5. Benjamin asombró al decir que la posi-
peligroso. Cerdà tuvo menos suerte, o mayor ambi- bilidad de traducción en todas las lenguas ya está en
ción, y murió totalmente marginado, víctima de su la lengua originaria que debe traducirse, y si no está
propio diablo monológico. Probablemente nunca ya en el texto originario no hay traducción posible.
sabremos hasta qué punto fue víctima o verdugo. Esta confianza en que la clave de lo universal
(interlenguas) está en lo local, y que al destruir lo
local (aquel pueblo medieval, aquella planta, aquel
3 Las salidas del laberinto: dialogías y mo- animal), se pierde posibilidad de universalidad, es
nologías en la arquitectura contemporánea la vía que, a la vez, paradójicamente, da y no da la
razón a Descartes. Se la da porque otorga a lo indi-
Ya finalizando, debemos confirmar que, tras vidual un valor universal que no es intercambiable,
este ejemplo polémico, habrán muchos otros, como no se la da, porque no acepta (aunque nunca sabre-
la cohesión entre intersubjetividad y espacio que mos si Descartes, Hegel o Cerdà lo creyeron, lo
tanto gustaba a Heidegger. hicieron ver o no se dieron ni cuenta) la existencia
De hecho, no ha sido hasta hace poco que una de una individualidad singular que media entre ver-
explosión dialógica ha producido centenares de nue- dad e historia, estado y individuos, lógica y ética,
vos planteamientos en distintas perspectivas cientí- economía y sociedad, o, finalmente espacio mono-
ficas: Hawking en astronomía, Grize y Apostel en la lógico y cultura. Lo individual sólo es universal en
lógica matemática, la reciente heterocronología bio- cuanto es diferente, [este “derecho a la diferencia”
lógica o Jean Piaget en epistemología genética etc. de un J. Derrida por una vez co-constructivo más
En filosofía, el libro de Derrida L´Autre Cap, de que deconstructivo], y es sobre esta diferencia que
dificilísima traducción, es un planteamiento dialógi- se construye la trama monológica no destructiva.
co. Por último, el éxito de Bakhtin4 con su antropo- La teoría de Saussure fue un primer intento, pero
logía “dialógica”, no se comprendería sin esta situa- hoy, en lingüística, proliferan las dialógicas univer-
ción favorable hacia una dialéctica entre una cultura
“mundial” uniforme y una cultura “local” diferen-
ciada. La identidad total, mundial, monológica, en
4 Todas las obras están comentadas en la op. cit., nota 1, y
la que el individuo “navega” pero no dialoga, y la
identidad “local” que “dialoga” con otras identida- sobre Bakhtine es muy útil consultar el texto y las notas
del libro de Todorov: Le principe dialogique: M. Bakhti-
des “locales”, son dos mundos que se atraen y, a la ne. Sobre la heterocronología, ver Mckinney, M. L. Hete-
vez, se repelen. En teoría no tendría por qué existir rochrony: the evolution of ontogeny. Plenum Press, 1991.
dificultad en afirmar que el diálogo entre localida- 5 Op. cit., nota 1.
136
Topogénesis

sales que simultanean, sin salirse de la lógica, el mejor de Descartes, su desafío a lo establecido, a la
respeto a la diferencia a través de una proliferación rutina, a la pereza mental de mediocridades estable-
de “figuras” y “conceptos” nuevos, para lo que hay cidas. Pero “suelto” quiere decir “suelto”, y no
que desarrollar una gran imaginación lógica, ética y establecido. Por ello Descartes no quiso ejercer de
estética. La imaginación -también aquí Ricoeur es ingeniero a pesar de la seguridad material aparente
importante- es la que lo consigue: “solo podemos que ello conllevaba. Y si hay algo “establecido”,
ser expuestos a los efectos de la historia si podemos eso es el espacio monológico construido que arrasa
aumentar nuestra capacidad de ser afectados por lo natural, lo cultural y cualquier diferencia con la
ella. La imaginación es el secreto de esta compe- fuerza de una gigantesca apisonadora. Aquí, si es
tencia”. Además, sin imaginación -ni ficción- yo no preciso, hay que abandonar a quien sea: a Descar-
puedo dialogar con otro que es diferente, ni cons- tes, a Hegel, a Cerdà, etc., si es que a estos indivi-
truir en un lugar y desde un lugar diferente. El duos y a sus obras se les otorga la desgracia de
arquitecto monológico construye siempre el mismo defender tan estúpidas actitudes y tan inútiles
lugar en cualquier sitio, por lo que una trama “figuras” urbanísticas, que son, además, totalmente
homogénea es su lugar ideal, el que justifica la “irracionales”. Además, hay que dejar “suelto”
identidad entre sus edificios, puesto que la trama también al diablo local, pero, ojo, tampoco aquí
monológica es indiferente, a la vez, al lugar y a la “establecido” en un caciquismo encerrado en sí
historia; así no necesita imaginación. Supongo que mismo que prefiere la impermeabilidad al progreso,
queda claro que no me refiero a la regularidad en sí la pobreza al cambio. Cuando los dos diablos dialo-
de la trama como instrumento de planificación, sino guen entre ellos, algún ángel, como el de Wenders,
a su uso, y a la identificación entre una trama relacionará el espacio y el tiempo para generar cul-
homogénea y un pensamiento superior que se supo- tura. En este momento cualquier individuo será
ne -erróneamente- detrás de una trama irregular. capaz de ver las diferencias espaciales de un pueblo
Por lo tanto, hay que ensanchar sobre todo las medieval como hechos tan positivos como las dife-
“figuras” políticas, urbanísticas, de dialogo6 que rencias entre tramas homogéneas distintas. Pero
pongan en marcha una dialogía universal en la cual para ello habrán de dialogar muchos diablos dife-
las monologías tengan su papel, pero solamente su rentes: ¡Y no solamente a través de Internet!
papel. La tolerancia tanto de lo universal como de
lo local será condición necesaria para que estas Barcelona, enero de 1996
“figuras” prosperen. Y pienso, por ejemplo, en la
difícil “figura” espacio-temporal del futuro de
Yugoslavia. 6 Sobre las bases antropológicas de la dialogía, además
¿Hay que encerrar estos diablos monológicos? de las indicadas, consultar la segunda edición de Munta-
No lo creo, hay que dejarlos sueltos, porque son ñola, La arquitectura como lugar. Edicions UPC, Barce-
lona, 1996, con un índice temático informatizado. (Edi-
unos provocadores culturales y sociales profesiona- ción primera en 1974, también en Barcelona.) También:
les excelentes que obligan a definir lo individual, lo Arquitectura española de los años ochenta. Colegio de
local. Ya decía al principio que esto es para mí lo Arquitectos de Andalucía Oriental, 1990.
137
El lugar dialógico: la arquitectura, la semiótica y las ciencias sociales

El lugar dialógico:
la arquitectura, la semiótica y las ciencias sociales1

1 La arquitectura, la semiótica y las ciencias intentan analizar cómo esta estructura social del
sociales: un punto de vista personal signo espacial a través del tiempo se desarrolla en
el lugar. Desde Platón a Derrida, y desde Aristóte-
Mi interés por la semiótica y la arquitectura surgió les a Paul Ricoeur, he detectado o descubierto la
hace muchos años cuando realizé una investigación misma estructura básica social de los signos espa-
sobre la epistemología de la arquitectura desde un ciales, o de la “espacialidad”. La naturaleza social y
punto de vista piagetiano. Este estudio ha sido dialógica del lugar se hizo realidad porque esta
publicado recientemente por la editorial de la Uni- orientación del espacio a través del tiempo es un
versidad Politécnica de Barcelona en una segunda proceso cultural (Muntañola, 1994, 1995, 1996).
edición revisada (Muntañola, 1996). Otros estudios En estos veinticinco años la semiótica del espa-
fueron: el prefacio para la primera edición en espa- cio se ha desarrollado en diferentes campos y la
ñol del libro de Giedion: Arquitectura y el fenóme- resistencia de unos autores durante años y años ha
no de la transición; un número especial de Commu- resultado fructífera. Los arquitectos han luchado
nications sobre la semiótica del espacio (Muntaño- tercamente contra la permeabilidad entre las teorías
la, 1977) editado por Pierre Boudon; un artículo en y la crítica de la Arquitectura y las ciencias sociales
el número de Espaces et Societées sobre la semióti- de forma que muchas implementaciones de la
ca del espacio (Muntañola, 1985); y un artículo en semiótica del espacio desarrollados durante 25 años
Semiotics (Muntañola 1990). permanecen ausentes. Pero el trabajo está hecho y
Sin embargo, veinte años más tarde sigo pen- nuevas generaciones de arquitectos lo usarán en el
sando que el primer estudio era perfectamente acer- futuro. Yo recuerdo ahora un argumento que Lewis
tado. Discutía sobre el espacio como un signo poli- Mumford me escribió unos años antes de su muer-
sémico, desarrollando el conocido esquema semió- te, sobre el optimismo que él sintió por la positiva
tico por Hjemlslev en todas las direcciones posibles reacción ecológica de las generaciones jóvenes por
(diagrama 1). En ésta forma el espacio aparecía sus libros: ¡40 años después de que fueron escritos!
como anacrónico y atemporal, eterno, según la con- (Muntañola, 1996).
ceptualización de Christopher Alexander. También Ésta ha sido una situación triste porque ni las
este punto de vista era apoyado por mis estudios de teorías de la arquitectura tradicionales ni las teorías
los trabajos de Hegel sobre el espacio y el tiempo nuevas de la arquitectura y la práctica modernas
(diagrama 2). El significado del lugar, es decir, el han sido contradictorias con los enfoques sociales,
tiempo puesto sobre el espacio, abrió la puerta a la
estructura social de este signo polisémico y polise-
miótico espacial, que descubrí mucho más tarde. 1 Publicado en inglés en: Arquitectura, semiòtica i cièn-
Mis tres últimos artículos relacionados con la cies socials. Topogènesi. Edicions UPC, 1996, Barcelona
semiótica y la epistemología de la arquitectura (Web site: www.edicionsupc.es).
138
Topogénesis

lingüísticos y históricos de las relaciones espaciales turbados, y deberían estar encerrados en hospitales
sociales. Al contrario, la arquitectura siempre ha psiquiátricos. El arquitecto monológico no dialoga.
intentado establecer una conexión entre las ciencias Él sólo ejerce el arte del monólogo: se escucha a él
sociales y la física, como ha demostrado Pierre mismo. Y sus edificios también consiguen hacer
Pellegrino (Pellegrino, 1996). Sólo en los últimos esto. Se miran eternamente. Desdeñan y ignoran
cincuenta años los arquitectos han concebido todo todo lo que les rodean, sea cómo sea y sea por
tipo de estrategias para evitar diálogos culturales y quién sea.
científicos sobre el espacio, la sociedad y el desa- Para un espacio dialógico y un arquitecto dialó-
rrollo de puntos de vista. El discurso arquitectónico gico, en cambio, la organización del territorio y de
ha llegado a ser un discurso “autónomo” y yo diría, las ciudades es el resultado de un diálogo y de la
muchas veces un discurso insignificante sobre la actitud del arquitecto hacia la situación histórico-
arquitectura para la arquitectura. Si estas estrategias social. Un diálogo tiene un comienzo y un fin, y
son negativas para todas las profesiones, son preci- corresponde a los objetivos de encontrar soluciones
samente perversas para la arquitectura y para todos para algo, con el fin de clarificar o iluminar algo,
los enfoques ambientales. Unos arquitectos, claro comunicar algo. Es un contrato.
está, se libran de esta opinión: Robert Venturi, Aldo En un diálogo positivo, la construcción y la
Rossi, Charles Moore, Leonardo Benevolo, y otros, comunicación están íntimamente unidas en el mis-
pero en los últimos veinte años la actitud negativa mo proceso, y una arquitectura dialógica emerge a
ha llegado a ser mucho más agresiva (Muntañola través del diálogo específico que es construido y
1990). comunicado por el propio espacio. Esta naturaleza
Todo lo que se ha dicho sobre la actitud “autó- “dialógica” de la cultura está de hecho presente en
noma” referente al espacio está resumido en un todos los campos científicos. Grice en la lógica,
“monólogo” por el cual todos los hombres y todos Mckinney en la “heterocrónica”, donde todas las
los lugares son iguales. Por lo cual tenemos aquí el viejas teorías de Platón están puestas a prueba de
paraíso del especulador del suelo que considera el nuevo, Hawking en la astrofísica, Buber y Bakhtin
espacio como una simple mercancía. Está claro que en la antropología, etc. (Muntañola, 1996). Tam-
para una persona así el paraíso espacial es una red bién un caso extraordinario de “dialógica” es la
de comercio mundial de terrenos donde todo es evolución de la escritura en la vieja Babilonia desde
posible y la única ley es el “mercado”. De este una escritura iconográfica a un alfabeto “abstracto”
modo todas las culturas son igualmente manipula- moderno. Escribir no es ya, como ha dicho Derrida
bles, igualmente explotables, y igualmente propen- una y otra vez, un después del lenguaje verbal, y
sas a la “contaminación”. además aún sabemos muy poco sobre el diálogo
Todas las ventajas de una lógica matemática entre el hablar y el escribir. Donald Preziosi con-
monológica (su universalidad, su claridad, etc.) se cluyó, en 1979, en su avanzado trabajo sobre la lin-
vuelven negativas en una cultura universal fácil- güística, el espacio y la antropología lo siguiente
mente comercializable. Cuando todos los lugares (Preziosi, 1979):
son iguales, todo es posible en cualquier lugar, y el “…Conceptualmente, los códigos arquitectóni-
dinero puede o bien ser concentrado en un pequeño cos y lingüísticos apropian el mundo en su totali-
espacio o ser dispersado. El precio manda. La polí- dad. Y, de una manera mutuamente comprometedo-
tica territorial llega a ser un esclavo de la especula- ra, incorporan el uno al otro topológicamente. En
ción, que se ha de obedecer para mantener las opor- sus orígenes, estructura funcional y comportamien-
tunidades para inversiones internacionales. Para el tos operantes son inseparables estereoscópicamen-
arquitecto monológico, todo el mundo necesaria- te. Cualquier imagen de los orígenes humanos cog-
mente ha de pensar como él. Los disidentes necesa- nitivos y simbólicos que excluya el uno o el otro, y
riamente han de ser mentalmente retardados o per- que separe los dos orígenes de los dos complejos
139
El lugar dialógico: la arquitectura, la semiótica y las ciencias sociales

sistemas de comportamiento socioculturales, en los cualidad cultural y mental más alta era representa-
cuales están necesariamente arraigados, es una da por la ciudad regular, inventada por una única
ficción académica”. mente. Algunos arquitectos “modernos” fundados
en esta autonomía de la arquitectura, todavía sue-
Estas afirmaciones son verdaderas hoy como lo ñan con estas ciudades regulares monológicas ide-
eran en 1973. adas por un arquitecto en solitario… ¿ o debería-
mos decir por un arquitecto en soliloquio? (Munta-
ñola, 1996)
2 Dialógica, hermenéutica y el lugar Poggioli fue quizás el primero que concebió la
naturaleza dialógica de la modernidad cuando en su
El desarrollo de un modelo dialógico de la libro “clásico” decía (Poggioli, 1962):
arquitectura es, pues, no sólo un enfoque positivo “No sólo la matemática y la física están en el
para los humanos en general, sino la única manera centro de la modernidad, también lo están la psico-
de prevenir la muerte de la misma arquitectura. logía y la biología. Precisamente la influencia de
Como arquitecto, he experimentado la naturaleza estas disciplinas lleva el avant-garde desde la cate-
dialógica extraordinaria de la arquitectura cada vez goría del espacio y el tiempo einsteinana, donde lo
que diseño un proyecto o coordino la construcción absoluto llega a ser relativo, a las categorías berg-
de un edificio o un trozo de entorno. El proyecto se sonianas de elan vital y durée, donde lo relativo se
vuelve enseguida un “lugar” de confrontación de vuelve una vez más absoluto humanamente. Sólo en
opiniones, de opiniones sociofísicas, es decir, de el plano donde estas dos líneas filosóficas y cientí-
opiniones que unen aspectos físicos y sociales de ficas diversas se cruzan (los dos romanticismos de
la cultura. El espacio y el tiempo llegan a ser orga- la razón y de la pasión) el principio cubista de abs-
nizados de una manera nueva a través del proyecto tracción mental y el principio futurista de automa-
también. De modo que la gente siente una preocu- tización mecánica concuerdan con los principios
pación verdadera por esta novedad, y la arquitectu- surrealistas y expresionistas de automatización psi-
ra llega a ser una nueva frontera entre conceptos cológica y empatía física…”.
y figuras, experiencia y expectaciones, lo “visto” y También, en unos estudios recientes sobre la
lo “no visto”, como el filósofo, recientemen- educación, la naturaleza dialógica del desarrollo
te muerto, Emmanuel Levinas solía decir. Por humano se manifiesta con fuerza, sea en relación
supuesto, y esto es un punto que los sistemas con la arquitectura o en relación con el juego. La
semiológicos tendrían que analizar, la gente que no pedagogía interactiva es un entorno importante
siente o que no está de acuerdo con el nuevo obje- para explorar. El diagrama 3 muestra la estructura
to-signo, intenta con todos sus fuerzas cambiar el dialógica del lugar explorada por mí en un libro
objeto para coger el control sobre la realidad. Si reciente, gracias, entre otros autores, a los trabajos
son poderosos, esta gente puede deformar el objeto relevantes por el lógico suizo J.B. Grize. Este bri-
sin conocimiento del nuevo objeto que están exi- llante científico define la lógica de un diálogo
giendo. Un proceso de alienación está en camino. como una “dialógica” porque, en oposición a la
El arquitecto que rechaza la naturaleza dialógica matemática normal, los temas de un diálogo no
de la arquitectura es la causa principal de la aliena- comparten los mismos significados o opiniones
ción. A estas alturas hay que hacer una referencia sobre los temas de que se hablan. No saben cuál
necesaria al entorno monológico descrito por Des- será el fin del diálogo. No obstante, pueden comu-
cartes al principio de su iluminación religiosa y nicar, dialogar, y, finalmente, llegan a un acuerdo
filosófica. Descartes consideraba las ciudades común, al final del diálogo. Un tipo específico de
medievales como un ejemplo inferior de cualidad lógica está en camino, y se pueden detectar unas
mental y de progreso. En la situación contraria, la estrategias de argumentación: estrategias de “con-
140
Topogénesis

solidación” (o construcción de un espacio común dimensiones de las virtudes. De una manera simi-
de diálogo) que deberían ser desarrolladas a través lar, la realidad “virtual” moderna, comparte las tres
del proceso de comunicación. dimensiones también: virtual en el sentido científi-
Jean Piaget y Jacques Derrida han descrito con co, en el sentido ético y en el sentido estético (fic-
mucho detalle esta estructura dialógica del lugar. ción). Debates recientes sobre moralidad y política
Piaget escribió en 1967 un libro preciso sobre psi- en Internet, demuestra que es cierto. Por otra parte,
cosociología desconocido por muchos científicos a he explorado recientemente la naturaleza arquitec-
pesar de esta precisión (Piaget, 1967). Derrida, en tónica de la “virtuosidad” hablando éticamente, en
un libro reciente, Khôra, define claramente el status los escritos de Aristóteles, de modo que la argu-
epistemológico profundo y complejo del concepto mentación no es nueva (Muntañola, 1996).
de lugar (Derrida, 1994). Ambas perspectivas, que La naturaleza dialógica de la arquitectura y del
parecen muy lejanas la una de la otra, se refieren a proyecto arquitectónico tienen esta complejidad
la misma estructura dialógica de la cultura: la “virtual”, y los procesos semióticos involucrados en
estructura que une la epistemología y la historia en esta arquitectura dialógica deberían ayudar a descu-
Piaget, y la interpretación cosmológica y la historia brirla. El templa de Pierre Boudon, la estructura
social de la ciudad en Platón y en Derrida. Un generativa de la arquitectura, descrito por Albert
ejemplo extraordinario sobre esta dialógica es el Levy, o las categorías semióticas definidas por Luis
libro por Pierre Kaufmann sobre la emoción y el Prieto o Pierre Pellegrino, son instrumentos dialó-
espacio (Kaufmann, 1967). gicos para conceptualizar el significado de la arqui-
Esta estructura dialógica de Khôra (el lugar), tectura y de la planificación urbana en nuestra
deja a descubierto en la arquitectura una gran res- sociedad (Muntañola, 1996).
ponsabilidad cultural, tanto en las dimensiones esté- Como consecuencia de la estructura semiótica
ticas y políticas como científicas. Los arquitectos no indicada en el diagrama I, el núcleo de todos estos
pueden negar esta responsabilidad sin destruirse. Al instrumentos estratégicos para producir significa-
contrario, si aceptan dialogar, van a relevar dentro dos espaciales en la arquitectura, formas urbanas,
de la arquitectura una dialéctica rica entre reversibi- etc., siempre es igual, es decir, la capacidad dialó-
lidad y localización, primeramente formalizada por gica del lugar (Khôra en Platón) resulta de la arti-
Platón. Entonces, desde ahí, muy lejos del principio culación entre una representación cosmológica del
de nuestro universo, pueden ver el fin de nuestra mundo físico y la representación histórica de las
historia, es decir, la vida y la muerte, tumba y cuna, relaciones sociales humanas. El paradigma de esta
llegan a coexistir en el lugar, y pudiendo ser libres articulación es el cuerpo humano, tanto la conse-
para dialogar y para contar “relatos” a “la historia” a cuencia de un desarrollo cosmológico y biológico
través del Khôra (el lugar). como el objeto básico de la historia. Y es impor-
La semiótica (y las ciencias sociales o de la Tie- tante notar que esta articulación entre funciones y
rra espacial) tienen un papel importante en este formas físicas y sociales producen opiniones sólo
punto. por la reversibilidad del tiempo y del espacio, tal
como sugirió Vitruvio y como se ha analizado en
estudios epistemológicos recientes (Muntañola,
3 Dialógica, semiótica y lugar 1985).
También esto es una consecuencia directa de la
No hay diálogo sin virtualidad, virtuosidad y definición dialógica del lugar, ya que un diálogo
verosimilitud, es decir, sin las tres dimensiones siempre es un proceso de reciprocidad entre los
kantianas básicas de la modernidad: la estética, la sujetos y los objetos implicados en este proceso.
ética y la lógica (diagrama 4). Aristóteles era cons- Por esta razón, he sugerido que una de las mejores
ciente de las interrelaciones sutiles entre las tres metáforas para el lugar dialógico es el juego del
141
El lugar dialógico: la arquitectura, la semiótica y las ciencias sociales

escondite, tan popular entre niños antes de que teoría arquitectónica de Philippe Boudon. Es muy
desarrollen la comprensión conceptual de espacios interesante notar que esta teoría está en la frontera
geométricos. Este juego está basado en relaciones entre los estudios monológicos y matemáticos del
dialógicas entre objetos y sujetos, entre papeles en espacio y los enfoques dialógicos semióticos, por-
el juego, lo visto y lo no visto, etc. Es un ensayo que opera con “medidas”. En contra de algún ata-
universal de relaciones arquitectónicas. Las tres que injustificado que ha sufrido este arquitecto
articulaciones básicas del lugar que se definió en francés recientemente, este enfoque no es ni nuevo
1973 eran básicamente una descripción de la pro- ni insignificante. Al contrario, la problemática de
ducción del juego del escondite de opiniones (Mun- conmensurabilidad espacial está lejos de ser simple
tañola, 1996). y lejos de ser un callejón sin salida, está en el cen-
Si analizamos, por ejemplo, a través de esta tro de los estudios epistemológicos espaciales, y
perspectiva, el “proceso generativo de los proyec- puede ofrecer muchas sorpresas para los arquitec-
tos arquitectónicos” definido por Albert Levy que tos. Sólo podemos pensar en el fenómeno “fractal”
amplia las primeras ideas de Greimas sobre el en muchas ciencias para llegar a ser más prudentes
tema, podemos ver el alcance de este instrumento y menos arrogantes en la crítica.
semiótico y teórico concreto (Levy, 1994). Éste Un segundo nivel de abstracción puede ser
domina la totalidad del diagrama I: el plano de representado por el templa descubierto por Pierre
contenido y el plano de la expresión. En ambos Boudon en la arquitectura de Palladio. El templa es
casos describen un signo polisémico y polimórfi- el primer nivel de la articulación espacial, tanto
co. El proceso generativo se desarrolla simultánea- paradigmático como sintagmático, que se puede
mente en ambos planos para producir sentido. La adjuntar a otros templa a través de una gramática de
principal cuestión abierta es la conceptualización categorías arquitectónicas. Este instrumento semió-
de las estructuras dialógicas que articula estos dos tico no está lejos de la definición kantiana de
planos de teoría principales. Irena Sakellaridou y “monograma imaginativo” (o schemata en otros
Pierre Boudon describen unos instrumentos semió- autores), una unidad entre figurativa y conceptual.
ticos de este diálogo fundamental: el templa, por Tiene desde el principio una definición espacial. Y
Pierre Boudon, y la reversibilidad entre fachadas es relevante lingüísticamente porque une las cuali-
en los estudios de Sakellarediou sobre el dialogo dades locales de un edificio concreto (texto y taxo-
vertical-horizontal en las primeras casas de Botta. nomía) con las cualidades globales de las relacio-
Quiero acabar mi artículo con algunas considera- nes con-textuales del texto. Según Boudon, la com-
ciones sobre estos “instrumentos dialógicos semió- plementaridad (que yo llamaré proceso dialógico
ticos centrales” de generación del significado en semiótico) pertenece a la noción lingüística de per-
la Arquitectura. (Boudon, 1992; Sakellarediou, tinencia. Un aspecto positivo de los instrumentos
1994). definidos por Pierre Boudon es que pueden “nave-
Primero de todo, como indica Albert Levy, gar” desde un espacio escenográfico a un análisis
ambos planos semióticos pueden ser analizados a semántico del entorno, y desde la fenomenología al
niveles diferentes de abstracción o de conceptuali- estructuralismo. Creo que el templum es un instru-
zación. Tenemos el primer “nivel lógico” definido mento hermenéutico-semiótico. Como también
por Philippe Boudon y su concepto de echelle y los pasó en la lingüística, él insiste en la no autentici-
tres tipos de significados semióticos según Pierce dad histórica del análisis, sin embargo, sería impo-
(Ph. Boudon, 1996). Este nivel de conceptualiza- sible escribir una línea de sus libros sin un conoci-
ción es válido para todos los proyectos y edificios y miento completo de la historia de la arquitectura y
contiene una versión “moderna” de la vieja teoría sus teorías estéticas. La arquitectura y la antropolo-
de las proporciones, que ahora es un caso particular gía del espacio están analizadas simultáneamente
dentro del conocimiento general definido por la por las agrupaciones del templa. Véanse las agrupa-
142
Topogénesis

ciones finales de templa para conocer mis argumen- tos. Estoy pensando, además del trabajo de Derrida,
tos (diagrama 5). en los libros de Andrew Benjamin, Nelson Good-
Ahora podríamos seguir la descripción de otros man y Gerard Genette. El status y las teorías sobre
instrumentos semióticos: las estrategias por Botta la abstracción en el “arte”, se iluminan con estos
definidas por Irena Sakellaridou, las estructuras de trabajos, y la arquitectura tiene un “lugar” impor-
composición (retóricas) en algunos libros por Colin tante en estos nuevos progresos teóricos. No obs-
Rowe, etc. Son más “locales” pero mantienen su tante, el punto clave epistemológico sigue abierto:
naturaleza dialógica. No puedo seguir aquí, y debe- es decir, la construcción del significado a través de
ría recomendar otros trabajos (Pellegrino ed., la reversibilidad social y física del lugar en la arqui-
1992). Sin embargo, y para comprender el signifi- tectura. Es, en este sentido, muy interesante el aná-
cado del diagrama 6, quiero recordar el instrumento lisis de las estructuras narrativas de la mente reali-
poético catastrófico y dialógico definido por Aris- zado por Nelson Goodman, donde insiste en las
tóteles, que he usado en diferentes estudios (Mun- relaciones entre la “historia” y el “relato” aunque
tañola, 1980, 1996). Tenemos aquí una estrategia no vincula sus análisis con la naturaleza metafórica
dialógica universal excelente de la producción del del arte como lo hizo Paul Ricoeur, a pesar de las
significado en el núcleo de cualquier producción explicaciones de Nelson Goodman sobre el papel
poética. La simetría en relación con la “escala clave de las estrategias metafóricas en el Arte
arquitectónica-lógica” es exacta. El concepto de (Ricoeur, 1989). Ahora podemos discutir sobre la
clutching (embrague) entre “escalas” es en Aristó- dialógica entre la arquitectura, la semiótica y las
teles la “trama” o el “argumento” producidos por la ciencias sociales, que yo he llamado “Khôra” (o
realización artística, y el elemento específico no es topogenética), siguiendo los pensamientos básicos
ya la medida, sino la localización correcta en el de Platón y Derrida. Ambos descubren el camino
objeto de las catástrofes del significado o los estrecho que podemos seguir para avanzar en la
“nudos” de la trama, que son puntos clave en los comprensión teórica de las “técnicas mentales”
productos del arte porque, como sugería el arqui- arquitectónicas, es decir, los “instrumentos” semió-
tecto Robert Venturi quizás por primera vez en la ticos o, las “reglas” sociológicas del espacio y las
historia, contienen la máxima complejidad en el “estructuras” o “procesos” arquitectónicos espacia-
mínimo de espacio y tiempo. Generan la reversibi- les que pertenecen a los mismos objetos sociofísi-
lidad cuando es necesario por la trama o por el cos del entorno. Como indican los diagramas 6 y 7,
argumento. Si en Philippe Boudon todo significado estos objetos producen significados nuevos gracias
se disuelve en una forma dialógica espacial, Aristó- a las reversibilidades metafóricas (poéticas), las
teles disuelve todas las formas en una idea dialógi- deformaciones en los trabajos de Goodman. Son
ca espacial. Dos caminos hacia el lugar dialógico, cambios de órdenes o cambios de proposiciones (en
no tan lejanos como podemos comprender. Como el sentido de Philippe Boudon). Estos cambios fun-
insiste el mismo Aristóteles: la composición y la cionan en todas las direcciones posibles, tal como
persuasión son, finalmente, la misma cosa (diagra- se indica en el diagrama I, por tanto la semiótica
ma 7). espacial contiene muchos sistemas semióticos dife-
rentes como ya he descrito. Todos estos sistemas se
muestran de clave “dialógica” (cultural, cultural
4 La arquitectura como un vínculo dialógico transversal, histórica, etc.) en movimiento.
“virtual” entre las ciencias sociales y la física Por esta naturaleza dialógica de la arquitectura,
los estudios sobre las ciencias sociales espaciales
Se han publicado recientemente unos libros (antropológicos o históricos), los estudios de la
sobre el significado del arte moderno, que merecen semiótica del espacio y los estudios de las dimen-
nuestro interés como semióticos y como arquitec- siones teóricas de la arquitectura deberían “dialo-
143
El lugar dialógico: la arquitectura, la semiótica y las ciencias sociales

gar”. Se explican los unos con los otros, tal como para la teoría nueva) vale la pena considerarla tam-
han insistido una y otra vez Paul Ricoeur o Donald bién en arquitectura.
Preziosi. Nuevas teorías para “puentes” nuevos entre “la
¿Necesitamos un nuevo marco epistemológico historia y el cosmos” (es decir arquitecturas nue-
universal general para permitir que este dialogo vas) habrían de incluir puentes viejos (es decir
tenga éxito? Sí y no, y la estrategia mental en la arquitecturas viejas) como algunas soluciones para
física de Einstein puede servir como un buen ejem- nuevas teorías (o filosofías). Podemos encontrar
plo. Einstein resolvió sus famosas ecuaciones mate- algunos ensayos tentativos sobre los primeros
máticas de relatividad general gracias a, entre otras manifiestos avant-garde donde la arquitectura ver-
cosas, la consideración de la teoría de Newton y su nácula y vieja era considerada como una “etapa-
propio modelo de “relatividad especial” con grave- cero” en un nuevo proceso moderno de concepción
dad cero, como dos soluciones para las ecuaciones arquitectónica. Lamentablemente, esta actitud
que estaba buscando. moderna “dialógica” se perdió muy pronto. El
Tanto Nelson Goodman como Jacques Derrida “meollo” de la topogenética (Khôra) se ha descu-
y Paul Ricoeur, filósofos extremadamente diferen- bierto: la arquitectura, la semiótica y las ciencias
tes, han desarrollado nuevas consideraciones epis- sociales tendrían que dialogar, tanto sincrónica
temológicas sobre un mundo moderno abierto a como diacrónicamente, para poder analizar los
muchas “versiones” diferentes, aunque no total- enlaces básicos existentes de la arquitectura que
mente desconectadas. Las ideas de Einstein y las “construye”, entre las dimensiones sociales y físi-
consideraciones filosóficas de Paul Ricoeur, es cas de la historia y la sociedad.
decir, la percepción de un profundo enlace entre la Tradición y objetos arquitectónicos históricos
ficción y la realidad (el relato y la historia) por un son soluciones claves para comprender la compleji-
lado, y la posibilidad de “versiones diferentes” dad de un mundo moderno posible y “virtual” nue-
hecha por Goodman o “mundos”, por el otro lado. vo, donde la tecnología y la cultura dialogan para el
En otras palabras, la ficción necesita varias “ver- progreso. Proyectos interdisciplinarios y de investi-
siones” de la realidad para existir. Y esto no sola- gación a largo plazo son urgentemente necesarios si
mente es cierto en la física, con la teoría general la arquitectura ha de sobrevivir en este nuevo mun-
de la relatividad, sino también en el arte y en la do. Instrumentos semióticos clave, indicadores
política. La verdad no es un a priori, es un “cons- sociales clave y “constructos” (constructs) arquitec-
tructo” (construct). Ahora podemos volver a la tónicos claves se deberían condensar (dialógica-
arquitectura. mente) en descripciones y regulaciones claras de
El análisis dialógico de la arquitectura permite transformación del entorno tanto a escalas grandes o
descubrirla como un puente entre las ciencias pequeñas de las dimensiones espaciales y tempora-
sociales y las ciencias físicas, o la historia social les. Y, finalmente, deberíamos irnos al principio de
(la historia) y la historia de la Tierra (la cosmolo- este escrito cuando consideramos la “virtualidad”.
gía). Este puente no puede ser insensible a la nece- Si la virtualidad arquitectónica es tridimensio-
sidad humana y la supervivencia humana. Este nal (diagrama 4), los análisis científicos, artísticos
puente no sólo puede seguir las dimensiones físi- y éticos, semióticos, de la arquitectura deberían
cas de las teorías de Einstein: gravedad, espacio, contener las tres dimensiones virtuales también. El
tiempo y materia energética. Debería incluir nece- análisis topogenético del Khôra debería explorar
sidades sociales para la supervivencia: paz, belle- estas dimensiones una por una, y en su conjunto,
za, vida, salud, etc. El dialogo físico no es sufi- como una unidad dialógica (Muntañola, 1996). El
ciente, también necesitamos el dialogo social. Sin “puente” que acabamos de describir entre las cien-
embargo, la actitud de Einstein frente a las teorías cias sociales y de la Tierra debería ser representado
viejas (son solución cero de las nuevas ecuaciones por modelos tridimensionales también virtuales.
144
Topogénesis

Esto no es ciencia ficción, esto es lo que ocurre Las ciencias sociales y las ciencias de la Tierra
en la actualidad con nuestro entorno virtual infor- son igualmente importantes para preparar y para
matizado, en una red topogenética también sensiti- criticar tanto las soluciones de la semiótica como
vo a los valores culturales de la tierra y de los bene- las teorías arquitectónicas. Sin ellas, la arquitectura
ficios de una cultura transversal. Esto sería un buen y la semiótica del espacio se desarrollarán fuera del
regalo para nuestros hijos. “espacio” de la vida humana.
Finalmente deberíamos analizar otra vez la
naturaleza semiótica de la arquitectura. Según el
5 La topogénetica y la semiótica: algunas congreso en Barcelona en junio de 1996, los estu-
conclusiones buscando la cualidad ambien- dios semióticos sobre el espacio, la Arquitectura y
tal del Khôra el entorno son diversos y preliminares. Representan
un esfuerzo para superar una semiótica del espacio
Unas últimas declaraciones deberían tener en demasiada similar a la lingüística tradicional. No
cuenta la complejidad epistemológica extraordina- obstante, los resultados son extremadamente com-
ria descrita por Platón y Derrida en relación con el plejos y abiertos. Se necesitan nuevas consideracio-
Khôra y con la arquitectura. La metáfora sobre la nes teóricas si la semiótica del espacio se quiere
interrelación de la historia y el cosmos, representa- considerar como una disciplina científica útil. Mis
da por el fin y el comienzo del lugar y por la cabeza sugerencias en este sentido son las siguientes:
y los pies del cuerpo, es una excelente metáfora de 1) Continuar el dialogo interdisciplinario entre
la arquitectura y de lo que es la metáfora en sí tam- la arquitectura, las ciencias sociales (antropología y
bién. psicología), las ciencias de la Tierra y la semiótica.
Los diagramas 1 a 7 apuntan a esta complejidad 2) Tomar en consideración los desarrollos lógi-
desde diferentes perspectivas, pero repiten una y cos relacionados con la teoría de formas desde pun-
otra vez el mismo núcleo de la espacialidad, es tos de vista matemáticos o filosóficos (fractales, R.
decir el inmenso poder del lugar, indicado por Aris- Thom), etc.
tóteles, a través de la articulación de la historia 3) Profundizar las dimensiones “virtuales” de la
social (cultural) y la física (natural), gracias a las Arquitectura, relacionando el análisis poético del
tres dimensiones básicas de la virtualidad: virtuali- proceso de diseño con los sistemas semióticos de la
dad lógica, virtualidad poética y virtualidad ética. comunicación, y las estrategias retóricas y dialógi-
Cada edificio y cada ciudad son la “memoria cas del leer.
técnica” en una larga historia del desarrollo topoge- 4) Investigar transformaciones locales durante
nético. Cada proyecto es una propuesta tridimen- mucho tiempo, buscando estructuras semióticas de
sional virtual, un “relato” para ser edificado, un comunicación social, y significados dialógicos.
“relato” para vivir: una prefiguración de “memo- Asimismo, buscando transformaciones arquitectó-
rias” para ser configuradas y refiguradas. nicas modernas y excepcionales para ser reproduci-
El papel de la poética, la semiótica y la retórica das parcialmente en otros lugares.
es muy significante con relación a este desarrollo 5) Finalmente, la semiótica de la arquitectura
topogenético que resume el diagrama 6. Las teorías como una actividad de “construcción del lugar”
arquitectónicas no pueden olvidar ninguno de estos debería considerar las tres dimensiones hermenéu-
tres campos diferentes de estudio sobre la comuni- ticas de la cultura: a) pre-figuativo con el material
cación humana. También la estructura filosófica poético, la estructura excepcional de cada lugar y
entera del diagrama 6 debería ser considerada, cada objeto; b) la dimensión configurativa con los
como he sugerido anteriormente, puesto que la sistemas semióticos para la construcción y la
arquitectura no sólo es una ciencia, sino también un deconstrucción de lugares, para permitir la apari-
arte y un tema “político”. ción de significados sociales; c) la dimensión re-
145
El lugar dialógico: la arquitectura, la semiótica y las ciencias sociales

figurativa, con las estructuras dialógicas de uso, escrita llega a ser una delimitación de la interacción
lectura y memoria con relación a la habitación del sociofísica y ordena comportamientos, opiniones,
entorno. poderes y energías.
Pues, cada vez que diseñamos, construimos o Cuarto, el significado de un lugar deriva de este
usamos una forma arquitectónica, ponemos en poder crítico de la Arquitectura que puede ser
movimiento esta máquina hermenéutica: materiali- impedido por lo que Pierre Pellegrino llamó el dis-
zamos nuestro calendario. De modo que llegamos al curso religioso arquitectónico, o se puede exponer a
final y, como nos dijo Platón casi hace 3.000 años, través de muchos “discursos” y “teorías”, que,
estamos al principio de los hechos y las teorías según Vitruvios “legalizan” la arquitectura que
arquitectónicas también, cuando y donde edificios construimos. La discusión sobre “filtros”, “conte-
eran calendarios que orientaban los hombres con nedores”, “terrain-vague”, “series”, etc., no es una
relación al sol, al mar y a las ciudades habitadas. descripción inocente de nuestro entorno. Para
6) Tomando en consideración las cinco conclu- muchos arquitectos son el “relato”, la “teoría”, y el
siones precedentes, nos podemos hacer una primera “significado” excepcionales que tienen los edificios
idea de lo que se puede definir como las fundacio- en la actualidad.
nes teóricas nuevas para una semiótica de la arqui-
tectura.
Primero, una buena metáfora de conclusión 6 Un caso de estudio: la génesis del significa-
puede ser ahora el ligazón del laberinto del “juego do desde la planificación urbana del pueblo
de escondite” con el “cuerpo-relato-lugar” definido medieval de Sant Morí
por Platón. El entorno es hoy un “laberinto” donde
cada persona y cada grupo social deberían buscar Las figuras 1 y 2 son información documental
sus “relatos”, para vivir, usar y invertir en él un sobre dos procesos de planificación diferentes en
“significado”. Esta interrelación entre el laberinto y el mismo pueblo de Sant Morí. La figura 1 es la
el “relato”, es medio virtual y medio real, como planificación efectiva legal y el proceso arquitectó-
dijo Paul Ricoeur. nico de Sant Morí aprobado por el ayuntamiento y
Segundo, cada línea y cada forma en un plano o la Generalidad. La figura 2 pertenece a un proceso
proyecto urbano representan una parte de este de planificación elaborado por un estudiante de
entorno, y tienen exactamente la misma estructura arquitectura hace unos años. Cada plano “produce”
semiótica que hemos descrito anteriormente, es significados a través de la información semiótica
decir, el tipo de puente entre la naturaleza y la cul- gráfica del mismo objeto real. No obstante, la dife-
tura que queremos, el grado de libertad que decidi- renciación semántica, la sistematización sintáctica
mos, la relación simbólica precisa que selecciona- y la comprensión pragmática del pueblo son total-
mos, la estructura singular entre “accesibilidad” y mente diferentes en cada caso. Esta diversidad es
“asentamiento” que nos sugiere. real o a un nivel conceptual abstracto de represen-
Tercero, podemos “hablar” con este entorno tación, o a un nivel de valor figurativo y simbólico
semiótico dialógico, o lo podemos ignorar. Nos del lugar, y finalmente a un nivel poético de auto-
podemos volver silenciosos, sin embargo, la línea referencia arraigado en cada dibujo (diagrama 7).
singular, la forma, el plano o el proyecto permane- La representación urbana y arquitectónica está
cen mientras alguien lo usa, lo construye o habla motivada por un significado preciso del lugar. Este
sobre ello. El poder semiótico del lugar es muy mismo significado “afilia” uso y forma en una
diferente cuando es construido o no, como también semiótica arquitectónica y urbana compleja del
ocurre con una ley escrita que se reduce sólo a una lugar. Si intentamos evitar esta diversidad de signi-
posibilidad hasta que sea aprobada. Entonces, de ficados apelando a la historia o a la utopía, no
repente, como un plano cuando es construido, la ley escaparemos de ella. Al contrario, o la historia o la
146
Topogénesis

utopía mostrarán la misma diversidad de interpre- relaciones con la semiótica, la antropología y otras
taciones. ciencias sociales o de la Tierra.
Entonces, y concluyo, la semiótica de la arqui- Luego, se desarrolla una concepción dialógica
tectura, y del espacio en general, deberían describir, del lugar, a través de la cual las interrelaciones
como lo hace Pierre Boudon, Albert Levy o Irena mutuas entre la arquitectura, la semiótica y la
Sakellaridou, la variedad de sistemas semióticos antropología son descubiertas, a un nivel o científi-
que usa la arquitectura para generar significado en co, o ético o estético.
los lugares. Para finalizar, el artículo presenta unos ejem-
plos de estos lugares dialógicos, reales y ideales, y
Resumen concluye con unos argumentos sobre las precondi-
ciones culturales que necesitamos para construir
El artículo describe, primero de todo, lo más tales lugares dialógicos, con virtuosismo virtual y
novedoso en las teorías arquitectónicas y de sus virtualidad virtuosa.
147
El lugar dialógico: la arquitectura, la semiótica y las ciencias sociales

Figura 1
148
Topogénesis

Figura 2
149
El lugar dialógico: la arquitectura, la semiótica y las ciencias sociales

Sed Scd Lugar


(Place)

Fed Fcd

Tiempo Materia Espacio


Cc-1 Cc-2 5 Cc-3 Cc-4 (Time) (Matter) (Space)

Fed Fcd

Movimiento
(Motion)
Sed Scd

Diagrama 1 Diagrama 2

Virtualidad
(pensamiento)

MITOS
Relato Proyecto
(ficción)

Sociedad

TIEMPO Lenguaje LOGOS TOPOS Lugar ESPACIO


Entorno

Historia GENOS/POLIS Construcción


(interacciones
sociales)

(actuación)
Realidad

Diagrama 3
150
Topogénesis

GENOS LA POÉTICA COMO


VEROSIMILITUD INTERPRETACIÓN
ESTÉTICA MYTHOS LOGOS SOCIOFÍSICA
VIRTUAL CATASTRÓFICA
(Bello-feo) (Medidas)
TOPOS

TOPOS
VEROSIMILITUD SISTEMAS
CIENTÍFICA GENOS MYTHOS SEMIÓTICOS
VIRTUAL LÓGICOS
(Verdad-falso) (Medidas)
LOGOS

MYTHOS
VEROSIMILITUD
ÉTICA GENOS LOGOS LEYES Y VALORES
VIRTUAL ÉTICAS POLÍTICOS
(Bueno-malo)
TOPOS

Diagrama 4

Materiales

Construcción
Destrucción

(escalera)
Fijo Tipos de
Móbil Conexiones (teatralidad)
Funcionales

(espacios sociales) Edificación (ensamblaje de formas)

Centro Interno
Periferia Externo

Itinerarios

Estado Salvaje
Viajes
Estado Doméstico

Cielo
Tierra
Agua

Medio ambiente

Diagrama 5 Ejemplo de “Templum”, según Pierre Boudou


151
El lugar dialógico: la arquitectura, la semiótica y las ciencias sociales

LA POÉTICA PRE- CON- RE- LA RETÓRICA EJE ESTÉTICO


LA EPISTEMOLOGÍA PRE- CON- RE- LA SEMIÓTICA EJE CIENTÍFICO
LA ÉTICA PRE- CON- RE- LA POLÍTICA EJE MORAL

Dimensión Leyes Dimensión


prefigurativa configurativas refiguración
hermenéutica Códigos, hermenéutica
individual medidas colectiva

Diagrama 6 Las tres verosimilitudes del lugar y sus dimensiones figurativas

SEMIÓTICA

POÉTICA ÉTICA

Reversibilidad
y previsión lógicas

Reversibilidad Previsión
moral de reversibilidad
(leyes) estética
POLÍTICA RETÓRICA

EPISTEMOLOGÍA

Diagrama 7 Las tres reversibilidades (previsión) del lugar


152
Anexos
153
El significado de la fragmentación arquitectónica

El significado de la fragmentación arquitectónica1


(Una discusión semiológica con un sabor aristotélico)

Resumen concepto dialogía. He consagrado un libro y algu-


nos artículos a ese concepto de dialogía aplicado a
Alrededor del mundo, el espacio y el tiempo pade- la arquitectura e intentaré en este artículo argumen-
cen de un complejo proceso de fragmentación cul- tar acerca de la conexión entre fragmentación y dia-
tural, implicando una inclinación humana a la glo- logía aplicados a la arquitectura.
balización al mismo tiempo que una fuerte tenden- El concepto de fragmentación ha sido usado
cia hacia la identidad cultural y la autodefensa. La con relación al espacio y la arquitectura en contex-
arquitectura es uno de los campos donde dichos tos muy diferentes. En mi opinión, la mejor manera
procesos de fragmentación pueden ser más fácil- de ver la profunda estructura universal de dicho
mente detectados, tanto a nivel universal como fenómeno es desde el punto de vista socioeconómi-
local. co. Una excelente introducción a esta perspectiva es
Mi contribución trata de analizar las cualidades el libro editado por Mlinar, Globalization and
epistemológicas y semiológicas de tal “fragmenta- Territorial ldentity. Este libro ilustra que la globali-
ción”. Éste es un tema que Aristóteles, seguro, zación, lejos de ser un proceso de homogeneización
hubiera disfrutado, al menos con el fin de discutir de culturas e identidades, produce mundialmente
las confusiones sembradas por Descartes quince un complejo proceso de nuevas diferenciaciones
siglos después. También es agradable discutir en el territoriales y culturales. Mientras la homogeneidad
mismo lugar, la ciudad de Thessaloniki, donde Aris- no es más que el fenómeno superficial, la diferen-
tóteles vivió por tantos años. (Él hubiera encontrado ciación cultural es el fenómeno profundo donde-
demasiadas dificultades para reconocerla.) quiera. Las identidades tradicionales (ambas terri-
Concluyo diciendo que cada fragmentación torial y culturales) se encuentran en una situación
arquitectónica particular conduce a específicas res- difícil, y su destino depende del modo en que las
tricciones para nuestra vida, e inclusive esa frag- nuevas identidades son construidas, pero, de todas
mentación parece ser una contraparte de nuestra maneras, diferenciación y complejidad están pro-
destrucción sistemática de lo que se hace llamar gresando, y la pluralidad se incrementa, al ser todos
procesos culturales “naturales y tradicionales” y los lugares cada vez más fragmentados, cultural y
ello acarrea, a cambio, muchas culturas “naturales” territorialmente, y “diferentes” en una nueva mane-
nuevas y mundos “salvajes” con reinos de espa- ra que no es semejante a la forma tradicional de ser
cio–tiempo virtuales. diferente. El filósofo francés Jacques Derrida es
En los últimos 20 años, un concepto primordial
ha sido involucrado en teorías de arquitectura y en
paradigmas ambientales. Me estoy refiriendo al 1Presentado en el Congreso Internacional de Semiótica
concepto de fragmentación. Otro concepto utiliza- de Tesalónica en 1997. Actas en proceso de publicación
do con éxito por muchas disciplinas diferentes es el con el texto en inglés.
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Topogénesis

probablemente el filósofo que primero definió tal tectónica, pero con relación al objetivo de analizar
“diferencia” entre diferencias. (Derrida, 1994). el significado de la fragmentación arquitectónica
Estamos, entonces, en un proceso de construc- moderna, el mensaje del diagrama 1 es suficiente si
ción de “nuevas culturas” y este es el fenómeno pensamos cuidadosamente en él.
profundo que debemos analizar detrás de la frag- El concepto de dialogía, que se desarrolló,
mentación arquitectónica. Lamentablemente, los como ya lo he mencionado, de muchas maneras
arquitectos han utilizado los últimos 30 años para diferentes en distintas disciplinas, puede sernos
jugar alrededor del concepto de fragmentación, útil. Es un concepto intercultural. Puede ser aplica-
como una pérdida de estética del tiempo, buscando: do, no sólo a una cultura, sino también a las relacio-
“fragmentación, terreno incierto, flujos, contenedo- nes entre diferentes culturas, grupos sociales, frag-
res, y tanto más”. Podemos ver las discusiones en el mentos u objetos arquitectónicos, etc. Por otra par-
último congreso en Barcelona de la Unión Interna- te, implica la correlación entre la estética, la políti-
cional de Arquitectos, en julio de 1996, como una ca y las dimensiones científicas o fragmentación
prueba de ello. Muy poca atención se le ha dedica- arquitectónica, sin la necesidad de un modelo para-
do a la interacción cultural entre estética, política y digmático de interacción. Como Paul Ricoeur ha
ciencia, que es lo que esa fragmentación verdadera- mostrado, esta hermenéutica dialógica implica olvi-
mente significa. dar el deseo de Hegel acerca de una razón histórica
Antes de analizar esa “interacción cultural”, o única o explicación fenomenológica única. Sola-
“dialogía”, valdría la pena ver lo que los niños con- mente una explicación dialógica y la interpretación
ciben acerca de esa fragmentación a los 3 años de de la historia son deseables, porque la explicación
edad (Muntañola, 1980). monológica de Hegel implica que todos deben pen-
En el diagrama 1, podemos ver lo que los niños sar, construir y utilizar edificios de la misma mane-
producen como estructuras principales para articu- ra. Ello implica una homogeneidad cultural mun-
lar la fragmentación arquitectónica, tanto en térmi- dial. Sabemos que esta clase de concordancia –o
nos sociales como en físicos. acuerdo– conduce al fascismo internacional y a
Ellos usan dos estructuras: una basada en la regímenes totalitarios (Ricoeur, 1985).
accesibilidad y la otra en el anclaje (diagrama 1). Como ya he desarrollado en otra parte las con-
Estas dos estructuras son, por supuesto, la correla- secuencias de este modo dialógico en arquitectura
ción mental de las civilizaciones nómadas y seden- (Muntañola, 1997), concluiré con algunas conside-
tarias, como Lewis Mumford explicó. Ellas son las raciones acerca del significado de la fragmentación
dos formas de llegar a un nuevo nivel cultural y arquitectónica presente en ciudades y territorios.
mental, con nuevos significados locales y globales. Primero, debemos decir que esta fragmentación
Es muy importante pensar inmediatamente que con necesita una nueva respuesta cultural ya sea estéti-
el fin de producir estas nuevas culturas es necesario ca, ética o desde un punto de vista científico, con el
soñar al respecto. Como Lewis Mumford lo señaló fin de producir un proceso dialógico humano de
también, sólo los seres humanos son capaces de co–construcción, y no un proceso de co–destruc-
soñar y de estar alerta al significado de estos sue- ción. Debemos saber en cuál de los fragmentos se
ños. (Mumford, 1966). Entonces, ahí se encuentran produce guerra o paz, dicho metafóricamente. Paul
buenas razones para soñar acerca de la fragmenta- Ricoeur escribe acerca de la necesidad de “expan-
ción arquitectónica hoy, como los arquitectos lo dir narrativas para que sean útiles en nuevas situa-
hacen. No obstante, olvidan que soñamos por razo- ciones”. Necesitamos soñar primero acerca de estas
nes políticas y científicas, y no solamente por razo- narrativas, pero debemos inmediatamente ser rea-
nes estéticas. listas acerca de estos sueños, y construir una identi-
Podríamos dar más ejemplos epistemológicos dad social real, como lo hacen los niños, al obser-
de este origen genético de la fragmentación arqui- var los papeles sociales, clasificación de funciones,
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El significado de la fragmentación arquitectónica

etc. Los modelos de realidad virtual pueden ser úti- yectos o nuevas narrativas. Por supuesto como
les en esta fase; no es por casualidad que sean tan hemos mencionado estos proyectos son necesarios,
populares hoy en día: como sea, ellos presentan pero con el fin de construir la totalidad del ciclo
solo una primera etapa en el proceso de una frag- hermeneútico, necesitan análisis dialógicos y con-
mentación arquitectónica significativa y dialógica. frontación crítico-social.
Un punto clave, tal como Derrrida señaló En otras palabras, considerando las nuevas cul-
recientemente (1994) es la superposición de, por un turas envueltas dentro de la nueva situación inter-
lado, la intersección de accesibilidad y anclaje cultural universal “global-a-local”, la historia cam-
como han sido definidos en el diagrama I, y, por bia sus papeles también. No existe ya el tradicional
otra parte, el concreto diálogo apegado a ella. En pasado corregido para ser obedecido, (¡si es que ha
otras palabras, los nuevos lugares prefigurados y existido tal cosa tiempo atrás!) sino que la cultura
configurados (o construidos) deben admitir la refi- es el resultado de la construcción social o co-cons-
guración o apropiación intersubjetiva y social, con trucción. Con relación a dicha construcción social
el fin de llegar a un ciclo dialógico completo. Cuan- de nuevas relaciones intersubjetivas, la historia
do he definido co–construcción frente a co–des- pasada y la futura son importantes, con relación al
trucción, me estaba refiriendo a este ciclo herme- sueño que queremos construir. Tanto la antigua his-
néutico. Como Derrida dijo, esta dimensión de la toria como los nuevos modelos virtuales a-históri-
arquitectura está fuertemente relacionada con la cos modernos pueden ser destructivos. La supervi-
política, y Derrida extrae la misma opinión filosófi- vencia de la humanidad ha de estar segura de nues-
ca del Timeo de Platón (Derrida, 1994). tros conocimientos para evitar ambas destruccio-
Como consecuencia de esa superposición, la nes, buscando las dimensiones positivas y vivas
relación entre la historia y la fragmentación arqui- (dialógicas) de la historia y la ficción, unificando
tectónica se pone en evidencia. El problema no es si ambos poderes dentro de una nueva narrativa cultu-
las identidades históricas (territoriales o no) son ral capaz de producir una nueva arquitectura a par-
transformadas o conservadas. La clave es si las nue- tir de la fragmentación presente. El vínculo dialógi-
vas identidades aparecidas desde las nuevas narrati- co presente entre identidades pasadas y futuras
vas aplicadas a la fragmentación arquitectónica comunica la calidad del ser humano y de una rela-
califican el diálogo social y la vida, o, por el contra- ción intersubjetiva que será capaz de desarrollarse
rio, producen relaciones sociales monológicas y dentro las nuevas formas arquitectónicas. Ni la his-
muertas, dirigidas a una desconexión completa toria pasada, ni la ficción, solas, pueden predecir la
entre la fragmentación física y social, eso es, de calidad dialógica, o la vida.
nuevo, hacia la muerte. La fragmentación arquitectónica es algo más
El papel crucial de los sueños, o realidades vir- que la manipulación física o estética de ciudades o
tuales, y no debemos olvidar que para Platón los territorios. Es una forma de manipular la memoria,
lugares arquitectónicos son “como sueños”, se y como sabemos, una manera de manipular las rela-
encuentra entonces aclarado. Son necesarios para ciones sociales intersubjetivas. Probablemente el
pensar acerca de nuevas culturas, pero mezclados reto principal de nuestras democracias, junto al pro-
con otros totalmente imposibles. Es una gran res- blema armamentista, es la necesidad de construir
ponsabilidad seleccionar qué sueños representan el una nueva arquitectura sobre las actuales ruinas
futuro y deben ser construidos, y cuáles son inútiles fragmentadas del pasado y del futuro. Ambas rui-
y no deben ser construidos, como Paul Ricoeur nas han probado no ser suficientes para nuevas
señaló con relación al sueño de Hegel: “Olvídalo”. identidades. Pensemos a través de una manera dia-
Los arquitectos adquieren una enorme responsabili- lógica para hacer un mejor trabajo.
dad cuando construyen sueños sin ese chequeo dia- En el diagrama 2 podemos ver algunos instru-
lógico, porque están ansiosos por construir los pro- mentos que pueden ayudarnos a hacer un mejor tra-
156
Topogénesis

bajo en nuestro ambiente. Aristóteles nos dio el nado, simultáneamente, con lo intersubjetivo, o sea
paradigma poético, una herramienta poderosa para la comprensión histórica y contextual de esos signi-
analizar si hemos sido capaces de correlacionar la ficados. En otras palabras, la semántica acontex-
accesibilidad y el anclaje en un nivel profundo. tual, era acorde con Bakthine, un error. Entonces, la
También él desarrolló la retórica, una segunda organización estructural del diagrama III trata con
herramienta útil para la estética. Sin embargo, en ese aspecto dialógico de la fragmentación como he
un nivel científico y político tenemos también argumentado en otros artículos recientemente
herramientas para construir una buena arquitectura (Muntañola, 1997).
con las dos “ruinas” que hemos construido las vie- Finalmente, es importante tomar en considera-
jas y las nuevas ruinas “modernas”. Sobretodo, en ción el paradigma de Luis Prieto (1976), quien
el diagrama 2 tenemos el pensamiento dialógico o explicó hace mucho tiempo, el vínculo semiológico
reglas de un diálogo sociofísico con éxito: un pro- y fundamental entre significados denotativos y con-
ceso abierto que produce arquitectura consolidada. notativos. La fragmentación arquitectónica es, en
un espacio “fibroso” y una organización territorial mi opinión, un buen ejemplo de un paradigma, don-
temporal, eso es, un cielo hermenéutico entre prefi- de, la connotación, no es un significado confuso y
guración y refiguración. No es mucho, pero es más “débil”; por el contrario, es una condición funda-
de lo que muchos arquitectos y políticos están mental para que el significado denotativo exista. El
implicando en sus propuestas o proyectos. conocimiento sistemático y la comunicación inter-
La “traducción” de toda esa modelización de la subjetiva son las dos caras de la moneda: la vida
fragmentación arquitectónica dentro de la semiolo- humana depende de ambas. Ambos significados,
gía está sintetizada en el diagrama 3. La semiótica tanto la interacción imaginativa intersubjetiva como
del espacio y la arquitectura ha sido analizada por la estructura sistemática denotativa, son igualmente
mí en algunos artículos de años pasados (Muntaño- necesarios igualmente confusos o apreciados,
la, 1985), por ello pienso que no es necesario exten- igualmente significados de primera clase. Es
der demasiado mi argumento. Sin embargo, es Umberto Eco, muy útil en otros dominios, quien ha
necesario recordar que la discusión dialógica empe- sido negativo con relación a la semiología de los
zó justo cuando Bakthin, y sus seguidores, a finales fragmentos arquitectónicos, ya que Eco insiste, en
de los años veinte, criticaron el acercamiento lin- sus libros, en la naturaleza poco clara de la conno-
güístico, si, y sólo si, el acercamiento sistemático tación y de la significación de iconos y signos simi-
de los significados lingüísticos no está correlacio- lares. Y me detengo aquí.
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El significado de la fragmentación arquitectónica

Bibliografía Semiotics, Architecture and Social Sciences.


Barcelona, Edicions UPC, 1997. (Ver aquí texto
Derrida J. Khôra. Galilée, París, 1994. en español)
Mlinar, Z. (ed.). Globalisation and Territorial lden- Muntañola, J. “Developmental Architectural Cog-
tity. Avebury, Aldershot, 1996. nition and the Semiotics of Place”, Espaces et
Mumford, L. The Myth of the Machine. Warburg, Sociétés, n.º 47, 1985.
London, 1966. Muntañola, J. “Objet, Form and Use: An Homage
Muntañola, J. “Towards an Epistemological Analy- to Luis Prieto’s lntentionality of Signs”, Se-
sis of Architectural Design as a Place-Making miotics, 1998 (Special issue Devoted to
Activity” en Meaning and Behaviour in the Prieto)
Build Environment. Llorens. Broadbent and Prieto, L. Pertinence et Practique. Minuit, París,
Bunt Eds. Wiley and Sons London, 1980. 1976.
(Publicado en español en este libro) Ricoeur, P. Le Temps et le Récit. Seuil, París, 1985.
Muntañola, J. (ed.). Architecture, semiotics and Todorov, S. M. Bakhine: Dialogical Principie.
social sciences. International Congress on Univ. Minnesota Press, 1988.
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Topogénesis

Diagrama 1
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El significado de la fragmentación arquitectónica

Eje estético

Sociológico
(Refigurativo)
Retórica
Eje científico

Semiótica

Eje político Política

Fragmento arquitectónico
(Configurativo)

Ética

Eje político
Epistemología

Eje científico Psico-lógico


(Prefigurativo)

Poética

Eje estético

Diagrama 2 Dimensiones dialógicas de la arquitectura como lugar: topogenética


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Topogénesis

ESPACIO Bill Hillier


ESPACIO
CONSTRUIDO HABITABLE

IMAGINACIÓN

CREATIVIDAD
Donal Christopher
Preziosi Alexander

IMAGINACIÓN

REPRODUCCIÓN

TRANSESPACIO Pierre Boudon TRANSESPACIO


CONSTRUIDO HABITABLE

Diagrama 3 Cuatro intenciones semióticas relacionadas con el entorno construido


161
La arquitectura de la narrativa, la narrativa de la arquitectura

La arquitectura de la narrativa, la narrativa de la arquitectura

Introducción mas artísticas específicas de la literatura, la arqui-


tectura, el teatro, etc., y a un equilibrio comunicati-
Mi comunicación intenta analizar frontalmente las vo y constructivo que obliga a sacrificar parte de la
consecuencias, en la práctica y en la teoría de la complejidad de cada forma para conseguir el con-
arquitectura como forma artística, de las teorías trol total. La pasión del control y el control de la
actuales sobre la narrativa en arte y en historia, pasión marcan los límites de una narrativa humana
sobre todo, a partir de las obras de Louis O. Mink y sin la cual no podemos vivir.
Paul Ricoeur. La distinción misma entre ficción e
historia, entra en una nueva concepción que puede
tener consecuencias importantes en la teoría y en la 1 Breve reflexión sobre los fundamentos teó-
práctica de la arquitectura. ricos de una hermenéutica dialógica de la
De hecho, la arquitectura ya ha actuado en los arquitectura
últimos decenios dentro de esta cultura hermenéuti-
co-textual, aunque los arquitectos lo hayan negado Nada impide reflexionar sobre una teoría de la
reiteradamente en aras de una independencia disci- arquitectura tal como Vitruvio o Alberti hicieron
plinar y una originalidad artística, específicas de la hace cientos de años1. Nosotros lo haremos desde
arquitectura, que todavía están por demostrar. nuestra situación cultural de la misma manera que
Trazando mis últimos libros describiré las dife- ellos desarrollaron sus teorías a partir de las suyas.
rencias esenciales entre lugar y relato, ya analiza- Existe, sin embargo, una postura en los arquitectos
das por Platón, para ver la sutil unidad dialéctica de hoy que pretende evitar cualquier difusión de
que se teje y se desteje entre, de una parte, el arte teorías de la arquitectura que pueda servir de base a
del relato y el arte del lugar construido, y de otra una crítica de la práctica de la arquitectura o a un
parte, la poética del relato y la poética del espacio. cambio de la práctica. Desconfío de esta postura
Así, si con Paul Ricoeur, el cruce y la distinción por inmovilista y por defensora de grupos -mafias-
entre historia y ficción es, de hecho, el tiempo de profesionales en defensa de su poder económico
humano como proceso de autoconstrucción, y auto- y político, pero también desconfío de teorías de la
destrucción, de la propia humanidad, todo ello en el arquitectura que no son arquitectura, o son arqui-
relato, el cruce entre el proyecto de arquitectura y la tectura mucho peor que la que ya de por sí es defi-
forma histórica del medio construido, será propia- ciente en la práctica profesional.
mente el lugar: el espacio humano que nos cons-
truimos y en el que vivimos. 1 Ver la tesis doctoral de Magda Saura Carulla De Re
La maquinaria de la manipulación a través de la Aedificatoria: L.B. Alberti an the Urban Life. University
forma narrativa no deja, a la vez, de responder a un of California Berkeley y Universitat Autònoma de Barce-
deseo totalitario de poder que transciende las for- lona, 1988.
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Topogénesis

Mi postura teórica actual, que defino aquí como tura. Sin necesidad de ir a la arquitectura, basta con
hermenéutico-dialógica, está ampliamente escrita analizar las miles de páginas inútiles sobre la postu-
en mis numerosos libros y artículos2. Voy a resumir ra abstracta, empeñadas en encontrar un mensaje
muy brevemente su contenido en relación al objeti- perceptivo directo entre pintura y ojo sin encontrar
vo de esta comunicación. absolutamente nada, sobre todo por falta de conoci-
En primer lugar, se trata de una postura herme- miento sobre lo que es la pintura abstracta en gene-
néutica, porque pretende utilizar lo mejor del estruc- ral, y el cuadro concreto que se analiza, en particu-
turalismo, de la fenomenología y, finalmente, de la lar, su “diferencia” específica7. En la arquitectura,
hermenéutica propiamente dicha, en especial la her- sin un conocimiento profundo de su poética, su
menéutica de Paul Ricoeur, con algunos aspectos de retórica, su ética, su política, su lógica, su historia,
Hans-George Gadamer y del mejor Heidegger, hoy etc.: ¿cómo pueden usarse teorías vengan de donde
algo caído en desgracia3. Enseguida diré que el vengan, sean semióticas o no?8. Solamente podrán
impacto de la epistemología genética de Jean Piaget ser útiles estas teorías en arquitectura, por ejemplo:
y colaboradores, o seguidores, Leo Apostel, Jean a) si se avanzase en la dialéctica entre ficción y rea-
Blaise Grize, Jonas Langer, así como de la obra más lidad que impregna el fenómeno creativo y pasio-
reciente de Jaan Valsiner, no debe extrañar a nadie si nal, podría usarse la categoría de redescripción de
se conoce mi interés por la educación y por el desa- Paul Ricoeur, o la de “fiesta-juego-símbolo” de
rrollo cognitivo, paralelo al desarrollo de la capaci- Hans-George Gadamer; b) si se dejase de una vez
dad de proyectar y construir arquitectura. por todas claro que “mimesis” no es copia, ni poéti-
Por ello, el debate de la utilidad de las teorías ca pura “producción de objetos”, sino que “repre-
narrativas en la teoría de la arquitectura, las dificul- sentar” (mimesis), requiere a la vez, una “distan-
tades de una autonomía de la arquitectura en acep- cia” entre representación y lo representado, y una
tar dichas teorías, el debate de-constructivo de “redescripción” específica de una “realidad” para
Derrida, etc., me ha interesado enormemente, y poder “reconocer” el mensaje cultural que uno es
sigue interesándome, tanto en cuanto debate teórico capaz de captar. Estamos de acuerdo pues, con la
como en relación a su impacto en la práctica de la definición de Gadamer de “símbolo” como “cons-
arquitectura4. Ciñiéndome más a los límites de este trucción”, que hay que “reconocer” como algo, en
artículo decía que la posibilidad de un uso común general, humano, y en específico, portador de una
de teorías narrativas entre literatura, arquitectura, “cultura” específica9; c) por último, habría que
pintura, etc., algo que no es nuevo5, vale lo que vale
la postura teórica que haya detrás de este uso
2 Ver, por ejemplo, Topogénesis (tres volúmenes). Oikos
común. Estando de acuerdo con las hipótesis de
Tau, Barcelona, 1980.
inter-textualidad de un texto literario o de un edifi- 3 Ver La topogénèse, Anthropos, París, 1996.
cio, cada uno por su lado, que ha defendido eficaz- 4 Ver op. cit. nota 3.

mente Mikhail Bakhtin6, no creo, por otra parte, 5 Ver referencias en Vitruvio, o incluso hasta en Aristóte-

que este uso común de teorías narrativas sea útil ni les.


6 Ver referencias en op. cit. nota 3.
teórica, ni prácticamente, en la arquitectura, o en la 7 Ver los últimos libros de Derrida, especialmente: Khô-
literatura, sin un conocimiento profundo de las ra. Galilée, París, 1993.
diferencias entre una y otra, justamente para encon- 8 Ver: “Une Analyse Sémiologique de l’Architecture

trar en el seno de estas “diferencias” los significa- comme Modernité” de Muntañola, en Figures architectu-
dos comunes, yendo a lo más profundo de la pro- rales et formes urbaines. Bibliotheque des Formes, Anth-
puesta derridiana tal como yo la quiero entender, o ropos, París, 1993.
9 Ver la definición de modernidad específica, en Munta-
sea como camino de profundizar en la especificad ñola “Arquitectura española de los años ochenta”, en
de los significados culturales a partir del respeto a Documentos de arquitectura n. 12, Colegio de Arquitec-
la “diferencia”, tanto en la escritura como en la lec- tos de Almería, 1990.
163
La arquitectura de la narrativa, la narrativa de la arquitectura

reclamar un dialogo interdisciplinar, intertextual e go, lo que es importante es ver la filiación cultural
intercultural, que ayudase a entender el significado profunda que existe entre ambos procesos que
del arte en general, y de la arquitectura en particu- deben diferenciarse para permitir la vida social, o
lar, sin la obsesión por sistemas “monológicos” que mejor, que producen con su diferencia la vida
impiden o hacen, por definición, inútil, toda aplica- social y corporal, individual. La arquitectura infan-
ción de teorías a procesos creativos y a objetos cul- til es una prueba evidente de esta génesis de lugar y
turales. La postura monológica, poco a poco, ha relato que acaba en nuestro medio ambiente actual
obligado a equiparar la arquitectura a la economía, y sus leyes (relatos), pero que requiere largos años
el arte a su precio, la sociedad al sistema de libre de aprendizaje cultural12. Dicho de otra manera, la
mercado10. compleja flexibilidad cultural y el juego de autono-
mías entre relato, lugar, música, pintura, etc., per-
mite la vida social, el intercambio social, la vida
2 Relato y lugar humana, y, a la vez, las define. Se trata de un proce-
so de autodefinición, pero no arbitrario, caótico
La narrativa del relato ya está suficientemente (Kaos) sino armónico, coral (Khôra). A la poste, las
estructurada por Paul Ricoeur y otros teóricos de la teorías narrativas no son más que teorías de una
literatura; en cambio, el lugar tiene muy pocos teó- armonía profunda, de una Khôra, que permite dis-
ricos, y, sin lugar, no hay arquitectura. Es Aristóte- tinguir del Kaos la huella que “reconocemos” como
les el que nos indica muy agudamente la profunda específicamente “humana”, “nuestra”, de algún
filiación hermenéutica entre relato, lugar, cuerpo e modo. Por este camino, no hay inconveniente en
historia; por un lado, a partir de Platón, al que analizar la arquitectura como una modulación espe-
Derrida dedica un precioso texto muy reciente cífica del “espacio-tiempo” físico, de los objetos,
sobre el Khôra, y, por otro lado, a partir de su defi- de tal manera que se corresponde con una manera
nición de categoría poética como “catástrofe”, no de habitar y de construir ordenada al servicio de
solo del “relato”, sino del “lugar”, en el teatro, y una cultura precisa, justamente porque solamente
que yo he aprovechado como base de una poética ha estado definido el orden desde la arquitectura.
de la arquitectura siguiendo los pasos del arquitecto De una manera análoga, la potencia de la literatura,
americano Robert Venturi11. y de su narrativa, depende de que sólo es un relato
La básica diferencia entre “relato” y “lugar” es escrito, y solamente este relato marca la cultura
obvia: el “lugar” parte de las diferencias entre humana que contiene, dejándole una enorme liber-
“objetos” en el “espacio-tiempo”, para de allí defi- tad.
nir diferencias entre “sujetos” en este mismo “espa- Por ejemplo, las “voces” de la narrativa han
cio-tiempo”. El relato parte de diferencias entre demostrado ser un buen instrumento narrativo de
“sujetos” y, de ahí, define “objetos”. Atendiendo a crítica literaria. Una novela en primera persona no
la raíz fenomenológica de ambos procesos, relato o es lo mismo que en segunda persona, un solo perso-
lugar, el punto de llegada es el mismo: se llega al naje no es lo mismo que dos. La poética de una
lugar a través del relato y al relato a través del novela ha de ser sensible a las “voces” de una
lugar, ya que en ambos casos se trata de una inte- narrativa, etc. Un buen crítico, un buen profesor y
racción o diálogo social y cultural básico que pro-
duce la cultura, la vida humana, el significado del
relato del lugar. Pero su diferencia radical está en la
12 Ver op. cit. nota 1.
base de cualquier racionalidad, y si se anula produ- 11 Ver Muntañola, Poetica y arquitectura. Anagrama,
ce la locura. El relato ha de simular el lugar para Barcelona, 1980.
poder tener su autonomía cultural, el lugar ha de 12 Ver Muntañola, La arquitectura como lugar. Edicions

simular el relato para obtener lo mismo. Sin embar- UPC, Barcelona, 1996.
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Topogénesis

un buen escritor, pueden sacar provecho de este poética que auna, construcción, urbanismo, percep-
“instrumento” de la teoría narrativa13. ción, escultura y liturgia, para conseguir lugares, o
Vamos al lugar. entradas a lugares, únicos, armónicos, con una
En la arquitectura los objetos escalera, colum- Khôra de gran calidad. Los catástrofes aristotélicas
na, puerta, ventana, etc., son los “personajes”. de la “peripecia”, el “reconocimiento”, etc., sirven
Tener una puerta o dos, una principal o dos iguales, por un igual a la narrativa literaria y al lugar o la
etc., es “narrar” con “voces” diferentes. Los arqui- arquitectura para comprobar el grado de “precisión
tectos han de ser expertos retóricamente con estos poética”. No en vano, tanto el relato como el lugar
objetos, de la misma manera que los escritores han empiezan, y acaban, en el nacimiento y en la muer-
de ser sensibles a cómo mueven sus personajes, te, hechos que ocurren en el seno materno o en la
cómo piensan y hablan en su novela. tumba, origen y fin de cualquier diferencia entre
Igualmente, esta “habilidad retórica” (técnica lugar y relato. Es bien curioso conocer cómo los
dirían algunos) ha de servir a una “poética” del niños saben la importancia de estos lugares para el
relato o del lugar. Si la finalidad de la novela o del relato y para la arquitectura, así como su relación
edificio es “puramente comercial”, ya sabemos que con el sueño. Pero esto nos llevaría a un discurso
esta poética estará definida desde la publicidad y epistemológico demasiado extenso, que Platón sin-
desde la ley del mercado, o sea vender novelas con tetizó genialmente en su definición del Khôra en
el mínimo riesgo y abrir el mercado profesional al unas pocas frases. Pero yo no soy Platón.
máximo, asegurándose un máximo de política
publicitaria y de prestigio en la política cultural de
un momento social e histórico preciso. Todo ello no 3 Conclusión en forma narrativa: ficción y
se mueve, apenas, de la retórica. realidad
La poética interesante empieza donde acaba la
seguridad política y la seguridad económica del La obra de Mink es un modelo de fidelidad
escritor o del arquitecto (no de la sociedad). Se tra- hacia una problemática crucial en el terreno que
ta de comprobar en la novela y en el edificio si la nos movemos14. En efecto, todo este debate sobre
precisión en el uso de la “técnica narrativa y cons- narrativa y arte se oscurece si no se ve claro la com-
tructiva” está al servicio de algo más que la publici- pleja relación entre ficción e historia que construye
dad. Se trata de conseguir una representación preci- cualquier cultura.
sa de algo humano que sólo existirá a través de la La arquitectura y la literatura de cualquier cul-
novela o del edificio. Sin Shakespeare o sin Gaudí, tura son interesantes porque definen la mezcla
la humanidad hubiese perdido algo irremplazable específica entre ficción y realidad que ha consegui-
que con los siglos gana en interés, en especificidad, do dicha cultura. Su “tiempo” es el tiempo cultural
en capacidad de inspiración poética nueva. Toda la que resulta de entrecruzar historia y ficción, tal
habilidad narrativa está en estos casos de “alta poé- como ellos hicieron. Digamos pues que reconocer
tica” al servicio de la representación precisa de una es siempre entrecruzar realidad y ficción.
redescripción de la realidad original y única. Sin embargo, este cruce, tal como indican Mink,
Si la colocación de la puerta o los dos puertas Ricoeur o Gadamer, no puede confundir realidad e
está en ambos casos en el lugar preciso, con la for- historia. ¡No podemos ir de fiesta todo el día, ni
ma precisa, a cualquier distancia que se observe el
edificio, la poética se mantiene. La relación entre el
13 Ver Paul Ricoeur, El tiempo y el relato. Seuil, París,
entrar y el ver está coordinada en la puerta, como lo
1988.
está por ejemplo en los portales románicos o rena- 14 Mink, L.O. Historical understanding (Fay, Golob,
cenistas de calidad. No es porque sí, por “técnica”, Vann, eds.). Cornell University Press, Ithaca-Londres,
que estos portales existen, sino por una elaborada 1987.
165
La arquitectura de la narrativa, la narrativa de la arquitectura

tampoco trabajar 24 horas diarias! Pero tampoco Cada cultura tiene pues su “distancia”, que es a
podemos aislar del todo arte de ciencia, fiesta de tra- la vez su historia y su ficción de forma indisoluble:
bajo, novela de realidad. De hecho la “distancia” basta entrar en esta cultura para entender la razón y
poética que ha ido definiendo es justamente esta el Khôra, de esta distancia, que no es confusión, de
“distancia” cultural justa y especifica que construi- la misma manera que hay que habitar el lugar para
mos los hombres entre realidad y ficción, historia y entender su poética.
ficción, etc., gracias, entre otras cosas, a que somos La “distancia” entre dos “distancias” puede ser
capaces de reconocer la diferencia entre ambos y, a otra “distancia” específica, pero hay que construir-
la vez, sus similitudes. El lugar mismo es ya “la dis- la. La saben bien los pintores abstractos para los
tancia” físicamente real (en cierto sentido) pero cuales cada cuadro es una cultura con su distancia,
socialmente ficticia, porque su valor arquitectónico un ensayo de culturas posibles, de poéticas posi-
depende de la construcción y el habitar socialmente bles. Lo saben los buenos arquitectos también, y
producidos, y no de una captación directa, mágica o sus lugares.
“técnica”, de la distancia física ideal, abstracta, uni- Lo que ya no sé es si la humanidad puede vivir
versal. Igualmente, el mejor relato ficticio es el que con tantas culturas, o si acabará ganando la cultura
parece tan real, familiar incluso, profundamente y monológica del precio universal, a través de la cual,
universalmente humano, justamente porque está no sabremos nunca si el mejor artista es el más
magistralmente situado en un juego de personajes caro, o el más caro es el mejor artista, o, dicho de
preciso y precisos, que puede repetirse una y otra otra manera, si para el dinero da lo mismo lo prime-
vez sin perder ni un ápice de su vigor poético. ro que lo segundo.
166
Anexos
167
La arquitectura del espacio de los hombres: las semiologías del cerebro y de la máquina confrontadas

La arquitectura del espacio de los hombres: las semiologías del cerebro


y de la máquina confrontadas1

Resumen de una cultura, nuestra cultura, más tecnológica que


en ningún otro tiempo histórico y casi no conciente
Desde que la máquina ha incrementado el poder de de ello, con sólo unos pocos estudios sobre lo que
las representaciones virtuales espaciales, fenóme- significa la tecnología realmente. La misma adver-
nos extraños están sucediendo en nuestro cerebro. tencia ha sido recientemente formulada por el exce-
Ahora, las representaciones hechas por la máquina lente filosofo italiano Carlo Sini (1994).
de los significados y arquitecturas espaciales de los No obstante, la explosión de un nuevo campo
hombres son más “reales” que los entornos sociales epistemológico, el campo de las “ciencias cogniti-
y físicos “reales”. Probablemente esto más o menos vas”, inicia una nueva perspectiva y en mi opinión,
siempre ha ocurrido, sin embargo, podemos ser, en muy importante, ya que la investigación transdisci-
la actualidad, la primera generación humana que es plinar entre la biología, las matemáticas, la filosofía
más consciente de ello de lo que éramos antes. y la psicología, es una realidad, puesto que las com-
El artículo explorará las diferencias radicales entre putadoras pueden ayudar a realizar tareas muy
el cerebro y la máquina para encontrar significados complicadas en muy poco tiempo.
relacionados con formas y funciones espaciales La arquitectura es especialmente sensible a
humanas. Luego, intentará expresar estas diferen- estas nuevas condiciones, y, como experto en la
cias en términos semiológicos, partiendo de unas teoría de esta disciplina, estoy profundamente preo-
definiciones básicas de Luis Prieto. cupado por este tema.
Como el tema implicaría un libro entero por su
complejidad, intentaré señalar los aspectos princi-
Introducción pales, solamente como un primer paso analítico.

Mi artículo intenta analizar uno de los proble-


mas principales en relación con el espacio humano 1 Espacio, filosofía y la confrontación entre
en la actualidad: el papel de las máquinas en la cerebro y máquina
representación del espacio y las mejores condicio-
nes para usarlas para el futuro de la organización Probablemente es el filosofo Searle quien repre-
del entorno humano. senta el mejor análisis crítico sobre la confronta-
Como veremos, la discusión sobre las relaciones
entre el cerebro y la máquina no es nueva. He anali-
zado el significado de estas en varios trabajos en el 1Texto en inglés presentado en el Seminario Internacio-
pasado (Muntañola, 1996, 1996). En todos estos nal sobre Semiótica de la Arquitectura de Urbino, en
trabajos señalé los libros de George Simondon 1998 de inminente publicación por el “Instituto Inter-
(1958) como pionero en este campo, y lo paradójico nacional de Lingüística de Urbino”, en sus Cahiers.
168
Topogénesis

ción entre el cerebro y la máquina. Ha trabajado sente comunicación quisiera centrar mi atención en
durante años sobre esta crítica. Un ejemplo exce- las condiciones espaciales cognitivas del cerebro y
lente es uno de sus últimos libros: El misterio de la de la máquina.
conciencia. (Searle, 1997). Quiero empezar con La estructura bio-psico-lógica del cerebro es
una breve descripción de los principales argumen- capaz de relacionar semánticamente las diferentes
tos de este libro. dimensiones del espacio, y parece que esta posibili-
El punto clave en las discusiones de Searle es la dad está arraigada en la conciencia del body-image
distinción entre la hipótesis débil y la hipótesis fuer- y en los procesos de feed-back del mapping produ-
te en relación con la confrontación entre el cerebro y cidos en el cerebro. En ambos casos, estas conclu-
la máquina. La hipótesis fuerte dice que la simula- siones son totalmente coherentes con las concep-
ción del cerebro por las máquinas, como la inteli- ciones de las cualidades cognitivas del espacio y
gencia artificial, depende del progreso en el tiempo, del lugar en los niños y con las definiciones antro-
y que no tiene limitaciones. La hipótesis débil, que pológicas del lugar de Kant en el siglo XVIII
es la posición que defiende Searle, dice que la simu- (Casey, 1997). La máquina no puede, al menos por
lación tiene límites y que nunca podemos construir ahora, ser consciente de esta consciencia semánti-
una máquina que funcione exactamente de la misma ca. Si Searle ofrece un ejemplo de la lingüística en
manera que el cerebro. Sin embargo, al mismo tiem- la “caja china”, es sugestivo describir otro ejemplo
po, Searle argumenta sobre la estructura física del de la arquitectura y la cognición espacial. En
cerebro como el tema principal que ha de ser anali- muchos países la máquina sustituye el cerebro en
zado en términos científicos. Su posición no es idea- muchas representaciones planimétricas del entorno,
lista ni basada en la religión, pero insiste en la exis- y porque la máquina es semánticamente “ciega” (en
tencia de diferencias filosóficas y científicas crucia- el sentido definido arriba) los mapas tienen muchas
les entre el cerebro y la máquina. Searle analiza faltas y nadie parece reconocerlas. La máquina con-
estos argumentos en relación con los libros de vertida en un “cerebro” espacial ha convertido el
Crick, Edelman, Chalmers y Rosenfield. mapa ideal y virtual en real, y la realidad se ignora
El núcleo de la discusión es la manera diferente cuando está ignorada por la máquina. Claro que los
en que el cerebro y la máquina proceden semántica- mapas siempre han sido “ideales”, pero la confu-
mente. Para probar esta diferencia, Searle ha inven- sión “científica” con la realidad aumenta, actual-
tado la “caja china”, lugar donde nadie puede mente, tanto como la máquina sustituye el cerebro
aprender el chino aunque se confronte con miles de sin ser consciente de las consecuencias de esta sus-
palabras y expresiones chinas. titución. Como indicó Cassirer hace algún tiempo,
La evidencia física y bioquímica que apoyan los mitos han sido transformados en ciencia, pero
estos hechos es aún débil, siempre según Searle. El las distorsiones entre la realidad y la virtualidad
Reentry Mapping de Edelman y los Body-Images permanecen, y la forma simbólica es más real que
de Rosenfield son algunas de las nuevas ideas cien- la cosa misma que representa.
tíficas con alguna evidencia física, pero aún hace Esta distorsión en relación a la cognición espa-
falta mucha investigación. cial y las dificultades semánticas lingüísticas de la
Toda esta discusión es extremadamente intere- máquina, son fenómenos relacionados. El cerebro y
sante para las personas que están familiarizado con la máquina construyen esta conexión a través de
las conclusiones epistemológicas de Jean Piaget, y vías paralelas diferentes, y, si entendí a Searle
con los aspectos cognitivos de la noción del lugar correctamente, un diálogo entre ellos es posible si
de la filosofía occidental (Casey, 1997). En ambos consideramos esta diferencia que nunca seremos
casos la similitud es llamativa y el diálogo Timeo de capaces de eliminar, y que no debemos eliminar.
Platón no está lejos de esta discusión (Muntañola, Otro campo científico donde podemos llegar a
1992). No obstante, dentro de los límites de la pre- conclusiones similares es en el análisis epistemoló-
169
La arquitectura del espacio de los hombres: las semiologías del cerebro y de la máquina confrontadas

gico del niño y del mono de entre uno y tres años de general del libro Pertinencia y práctica implica los
edad. La capacidad del mono para reconocer mejor mismos principios semiológicos básicos.
que el niño, durante unos meses, trabajos, órdenes, La tarea enorme hecha por Bakhtin, que aún
etc. está rápidamente superada por la imaginación está en el proceso de ser traducido desde el manus-
semántica del niño y por la riqueza metafórica del crito en ruso, es una teoría “inter-textual” “dialógi-
cerebro del niño en relación con el cerebro del ca” de la cultura, donde cualquier expresión o
mono. La capacidad dialógica y la imaginación manifestación, o texto, se analiza en relación a
semántica parecen ser dos caras de la misma cabe- todas las otras manifestaciones, textos o expresio-
za, o dos caras de la misma moneda, ambas con nes, en un tipo de “traducción” cultural transversal
relación al comportamiento lingüístico o espacial. mundial. Tal trabajo replantea, en términos moder-
nos, las dimensiones poéticas y retóricas de la cul-
tura humana y, haciendo esto, Bakhtin es conscien-
2 Las semiologías del cerebro y de la máqui- te de que trabaja del todo fuera de los límites de la
na confrontadas lingüística y de la lógica. No obstante, esta genera-
lización extrema puede ser muy útil para los análi-
Dos autores han desarrollado teorías semiológi- sis espaciales, ya que una de las características
cas útiles para nuestro tema: principales del espacio y del lugar es justamente
Prieto y su semiología general y Bakhtin y su esta posibilidad de transferencia interminable del
dialogía general (Muntañola, 1996). Haremos un significado de una situación a otra. ¡Aristóteles sí
breve comentario sobre cada uno de los dos. que era consciente de ello!
La semiología general de Prieto fue escrita en Podemos ahora intentar a comprender las prin-
1975 y contiene muchas nociones epistemológicas cipales diferencias entre el cerebro y la máquina
clave para crear una semiología general que aún no con relación a la cognición espacial. Por el momen-
se ha construido. Dos de ellas son ahora especial- to, la conciencia del cerebro le hace posible cons-
mente sugestivas. Primero, el principio general de truir significados semánticos y dialógicos (y poéti-
toda comunicación entre seres humanos, con rela- cos) que relaciona con fenómenos profundos como
ción a la producción de significado, según el cual: body-image, interacción social y feed-backs infor-
“...el significado es concebido en el acto sémico mativos y procesos de reentring mapping. Ignora-
(acte sémique) dos veces. En estas dos veces el sig- mos hasta qué punto las máquinas serán capaces de
nificado se refiere no a objetos diferentes, o refe- realizar un proceso así; sin embargo, pensamos
rencias, sino que se ocupa de dos vías diferentes de que, de todas formas, los ordenadores, por ejemplo,
la significación del mismo acto sémico: primero la nunca serán conscientes de sus propios prestacio-
vía denotativa que viene del sistema intersubjetivo nes de la misma manera que lo es un cuerpo. La
de comunicación, y, segundo, la vía connotativa de reproducción perfecta de un cuerpo, es decir el
comunicación que viene del reconocimiento del cuerpo clónico, es un límite objeto de fuerte discu-
significado (sens en francés), como un miembro del sión en la actualidad, pero no es ya una máquina,
significado del signo”. Segundo, la articulación en sino solamente otro cerebro.
la semiología general de sistemas codificados de No obstante, la interacción dialógica entre el
comunicación (sistemas semióticos o no semióti- cerebro y la máquina es un tema muy importante
cos) y los sistemas de uso de herramientas, máqui- para llevar a cabo más análisis científicos en varios
nas, etc. Los mismos sistemas lógicos de pensa- campos estrechamente relacionados de trabajo inter-
miento se usan en ambos casos, y esto abre la vía a disciplinario. El primer campo es el tipo exacto de
un análisis científico nuevo del espacio como arti- análisis en que insiste Searle una y otra vez, es decir,
culación entre uso y forma, de manera que se acer- la identificación de cómo los cerebros causan con-
ca a las ideas formuladas por Simondon. El título ciencia. La ciencia cognitiva está trabajando dura-
170
Topogénesis

mente en ello. El segundo campo es la epistemolo- expresado en todo el texto. El segundo paso es ins-
gía del espacio y del lugar. La lingüística cognitiva pirador también. Discuten sobre el “contexto como
es un campo prometedor y la semiótica del espacio significado” comenzando con un un análisis de
en general ofrece muchas teorías para ser examina- inter-textualidad (o Bakhtin diria: “dialógica”) y
das. La genética sociopsicológica es otro camino describen lo que llaman una: teoría general de la
para el mismo fin. Y el tercer campo, finalmente, es modalidad. La buena dimensión de esta teoría es su
el análisis de la dialógica entre el cerebro y la acuerdo exacto con la definición de herramienta y
máquina en la arquitectura, en la planificación, etc. signo en la semiología hecho por Prieto. La modali-
Enfocaré mi atención a este tercer aspecto de la dad, según Hodges y Kress, tiene la misma estruc-
interacción entre el cerebro y la máquina en la cog- tura con dos caras definida por Prieto. La estrategia
nición espacial; no obstante, quiero primero hacer es diferente, pero la solución es la misma, y la lógi-
unos comentarios sobre dos campos muy relaciona- ca de “modalidad” es la misma también. Si articu-
dos entre sí: la poética cognitiva y la semiótica lamos ambas estrategias tendremos una modalidad
social. tanto de trabajos como de herramientas, y tendre-
Con respecto al primer campo, el libro de Tsur mos una “arquitectura”. Intentaré acabar mi artícu-
es una base excelente, a pesar del hecho de que usa lo justamente a través de este último tema.
la hipótesis principal de la distorsión cognitiva
como el origen de la producción poética, en vez de
la hipótesis mucho más fructífera de la singularidad 3 El cerebro y la máquina conectados dialó-
o catástrofe cognitiva, usado por Ricoeur siguiendo gicamente
las conocidas ideas de Aristóteles.
Tsur tiene capítulos importantes sobre el papel El tercer campo de trabajo que acabo de definir
del espacio en la poética literaria, y otra vez, el más arriba sobre el cerebro y la máquina y trabajos
espacio sostiene mejor unos significados específi- y herramientas, en la cognición espacial, es una
cos que otras vías de comunicación. Además hace mezcla de los dos precedentes: las estructuras cog-
articulaciones cruciales entre la semiótica, la cogni- nitivas del cerebro y los sistemas semióticos del
ción y las funciones del cerebro. Es, en este contex- espacio. Hay muchas situaciones donde esta con-
to, muy significativo mencionar dos funciones prin- frontación dialógica entre el cerebro y la máquina
cipales en la cognición espacial, donde los signifi- se pueden hacer. Pero primero me he de referir a un
cados lingüísticos y no lingüísticos están conecta- excelente artículo del filosofo italiano Carlo Sini
dos, como ya predecía Piaget con las dos dimensio- sobre pensamiento, escritura y ordenadores. En una
nes del desarrollo espacial en niños: la operativa, y afirmación muy poético-filosófica, Sini vincula la
la infralógica o intuitiva. También Tsur articula este carta de Platón “Yendo a Siracusa”, donde el filoso-
hecho con la memoria de corto y largo plazo, dando fo clásico discute sobre el peligro de escribir en
una base empírica a la poética de una manera, qui- relación con el pensamiento, con el uso presente
zás, más importante de lo que él se da cuenta. uso de ordenadores que transforman la escritura de
La semiótica social es en esto aún más impor- una manera similar a la que la escritura transforma
tante, y el clásico libro de Hodge y Kress no ha sido el habla. El viaje poético y filosófico a través de
superado. El libro está lleno de ideas significativas tres mil años posee una idea excepcional: la tecno-
para nuestro tema. Escogeré sólo unas pocas. logía, desde las palabras a la información digital
La discusión sobre la distinción entre la “escue- incrementa nuestro grado de comunicación y glo-
la de Saussure” y el trabajo de Bakhtin y Voloshi- balización, pero es una invitación para evitar pensa-
nov (Hodges y Kress no entran en el tema de auto- mientos íntimos y, como era consciente Platón,
ría entre ambos) organiza todo el libro en la direc- puede conducirnos a un uso mecanicista del cere-
ción correcta y el significado social está claramente bro. Sini insiste en una idea para prevenir que esto
171
La arquitectura del espacio de los hombres: las semiologías del cerebro y de la máquina confrontadas

ocurra, es decir, el uso subjetivo del cerebro para vés de la confrontación de la manera que el cerebro
ser consciente, o mejor, “super-consciente”, de los y la máquina usan estas organizaciones espaciales o
sistemas prácticos, o sistemas de acciones relacio- estructuras. Hemos visto cómo esta confrontación
nados con nuestro mundo global. En otras palabras, conduce la ciencia a exploraciones interdisciplina-
y como indicó Platón, para escribir y para usar rias complejas. Las conclusiones deberían ser muy
ordenadores deberíamos pensar mejor y más que generales ya que el espacio articula conocimiento
antes, no menos y peor que antes (Sini, 1995). psicológico y sensibilidad, la interacción social en
Esta explicación filosófica y metafórica de el espacio y en el tiempo, la perspectiva histórica, y
nuestra cultura abre el campo científico dialógico la sostenibilidad territorial física. Para producir esta
entre el cerebro y la máquina, como dije antes. El articulación, los hombres construyen enlaces
primer tipo de investigación es el análisis compara- semióticos culturales entre el espacio y el tiempo
tivo del mismo diseño con o sin el uso del ordena- en los lugares. Como indica Heidegger, a partir de
dor, las diferencias son sutiles pero significativas. ahora, los lugares organizan el espacio y no al revés
El tema debería ser ampliado con el análisis com- (Casey, 1997). Entonces el calendario de aconteci-
parativo de procedimientos de planificación, donde mientos dará significado a los lugares y, luego,
las diferencias son más grandes y extremadamente ortorgará significado a los espacios.
importantes. Si nos movemos desde una situación Como hemos visto, los cerebros usan la organi-
prefigurativa hacia una situación configurativa dia- zación del espacio para articular el cuerpo, con el
lógica entre el cerebro y la máquina, descubriremos lugar y con el significado histórico social. Las
una teoría tecnológica nueva sobre el tamaño de la máquinas desempeñan un papel importante en esta
máquina en relación a la calidad del entorno, sobre articulación espacial como extensión del cuerpo (o
la escala de las herramientas con relación al cuerpo, diseño), extensión de transformación territorial (o
etc. En la arquitectura apenas trabajamos en esto. construcción) y globalización de información y
Los trabajos de Philippe Boudon sobre “Arquitec- comunicación (o vivienda). No obstante, como
turología” son una excepción (1991). En un tercer indica Prieto, las dos realizaciones no deberían ser
tipo de investigación analizaremos el significado totalmente independientes, ya que ambas siguen el
refigurativo social del espacio, y como señala Prie- mismo desarrollo semiológico. La cualidad
to minuciosamente: “¿Porqué la gente rechaza len- “modal” de la semiótica social, la función “semán-
guas extranjeras y acepta máquinas extranjeras, tica” de nuestros cerebros y la “organización com-
cuando, en el fondo, ambas expresan el mismo pro- pleja” de nuestro territorio, siguen la misma “topo-
ceso de “colonización”? Pues, las máquinas cam- logía” espacial cultural de los seres humanos, como
bian la interacción social, y esto se puede analizar acostumbra decir Heidegger.
en las escuelas primarias donde el uso de las Pero las máquinas no son conscientes de este
máquinas y el uso de acontecimientos sociales desarrollo topogenético. Tienden a la globalización,
como el teatro, la música, etc. hacen grandes las a la homogeneización a grandes o pequeños escalas
diferencias entre las escuelas de una misma ciudad y tamaños, y a redes espaciales ilimitadas. A los
(Muntañola, 1992). tres niveles que acabamos de describir: cuerpo,
territorio y historia social, incrementan el poder del
cerebro, del cuerpo y de la comunicación social sin
4 Conclusiones dirigidas a la investigación: consciencia. Así pues llegamos al punto clave que
cerebro y máquina trabajando juntos para Searle subrayó: la consciencia diferente de la
el lugar máquina en relación con el cerebro.
Esta representación teórica sobre el cerebro y la
La intención de mi artículo era iluminar el papel máquina, es relevante en una reunión sobre el espa-
de las organizaciones espaciales en el hombre a tra- cio en la arquitectura, el texto y el arte, porque,
172
Topogénesis

aunque la máquina está de hecho presente en todas ximo libro (Muntañola, 1999). El cerebro y la
las artes, como insistía Platón, puede prevenir el máquina intentarán juntos unir el cuerpo, la socie-
uso correcto del cerebro si nos olvidamos de pen- dad y el territorio en un lugar arquitectónico, o
sar. La Arquitectura es el arte excepcional en el que Khôra, como insistía Platón. Este Khôra, articula el
los tres poderes del lugar anunciados por Aristote- logos, el topos, el mythos y el genos (Muntañola,
les, con este triple uso simultáneo de la máquina, 1992).
son gigantescos. La articulación de estos tres nive- El espacio, según la interpretación que indica
les, cerebro, mass-media social y construcción Casey sobre la posición filosófica de Heidegger,
territorial, adquiere así también un poder inmenso. viene del lugar, y el lugar viene de una topología de
El poder del lugar con este triple uso simultáneo de seres que definen territorios para vivir. Cuando
la máquina, es gigantesco. podemos articular la historia social, los textos
La epistemología genética, una vez más, prede- (palabras o imágenes) y el territorio (arquitectura
cía estos encuentros a través del análisis de las con- de trazos físicos), nos acercamos tanto a la realidad
cepciones del niño de lugares para vivir (Muntañola, como a la virtualidad. Sin embargo, cuando las
1996): cuando los niños relacionan el “tren” con el patologías destruyen el cuerpo (estrés), la sociedad
lugar muy pronto en las etapas de desarrollo, cuan- (guerra) o el territorio (catástrofes ecológicas), la
do escriben letras en el lugar señalando las interac- arquitectura entre la virtualidad y la realidad, y
ciones sociales claves, cuando ponen piernas en los entre el cuerpo, el texto y el territorio se destruye
lugares y chimeneas en las cabezas, cuando apare- también, y el lugar ya no es el soporte de la vida
cen lugares vacíos con usuarios dormidos, y final- humana.
mente, cuando cuerpos semienterrados en la tierra Las nociones de la modalidad en la semiótica
son el contrapeso de los “trenes”. Deberíamos hacer social, de una epistemología y una poética espacial
mucha más investigación en este comportamiento complejas con relación al cerebro, y de sistemas
aparentemente simple, para comprender lo que esta- complejos en la organización del territorio, como
mos buscando. Y descubriremos que el estudio de la sistemas fractales, deberían conectarse para anali-
consciencia en el cerebro, la investigación territorial zar los lugares humanos. Signos y herramientas tie-
sobre relaciones entre grandes infraestructuras y la nen una modalidad analógica en la misma arquitec-
calidad de la forma urbana, y los análisis sobre sis- tura. Al mismo tiempo, esta arquitectura une el
temas semiológicos complejos de interacción social cuerpo, la sociedad y el territorio gracias a la mis-
y comunicación en el mundo moderno, responden a ma organización modal del lugar.
la misma topología arquitectónica cultural. No es Finalmente, deberíamos comprender que la
por casualidad que en relación con estas tres dimen- confrontación dialógica entre el cerebro y la máqui-
siones básicas del espacio, la noción de la arquitec- na, estimula el pensamiento y la escritura, y la
tura siempre se usa cuando hay que comprender conexión intertextual entre diseño, edificio, vivien-
todo el significado: la “arquitectura” del cerebro, la da, es decir, entre las dimensiones principales de la
“arquitectura” del territorio, la “arquitectura” de la arquitectura. Entonces la diferencia entre la máqui-
interacción social, son homológicas en toda afilia- na y el cerebro, lejos de ser una inconveniencia
ción espacial y temporal. Como señaló Platón en el para el desarrollo, es la condición de éste. Pero
Timeo (Muntañola, 1992): la historia, el cuerpo y el nosotros, los cerebros, deberíamos darnos cuenta
texto están unidos metafóricamente en el espacio. del poder inmenso de la máquina como lugar cuan-
La máquina acelera esta unión, pero sólo los cere- do las tres dimensiones de la Arquitectura del lugar
bros pueden conscientemente conducir esta acelera- están entrelazadas (diagrama 2).
ción o de-aceleración hacia la vida o la muerte. En este diagrama podemos descubrir el poder
El diagrama 1 resume estas tres dimensiones de de las ideas hermenéuticas de Ricoeur, con la defi-
la espacialización humana, que analizaré en un pró- nición de “traza” como una interrelación de virtua-
173
La arquitectura del espacio de los hombres: las semiologías del cerebro y de la máquina confrontadas

lidad y realidad, de evidencia empírica y idealiza- y la primera pieza arquitectónica producida por los
ción existencial. Esta noción de traza, estrechamen- niños da lugar también a una nueva luz. Platón, otra
te relacionada a la noción de calendario por el vez, es reivindicado cuando dice que el espacio es
autor, ilumina repentinamente las características como un sueño, ni real ni totalmente irreal. Trazas y
semióticas del espacio. Todas las nociones que he calendarios organizan nuestra vida y fijan las reglas
descrito hasta ahora se pueden resumir en la idea de la interacción social como “en un sueño”. El
principal del espacio humano como un “límite” poder para la máquina implica un “trazo”, un “lími-
entre la virtualidad y la realidad, entre las dimen- te” muy diferente del significado para el cerebro de
siones sociales y físicas del entorno y entre las esta “traza” o “máscara”. Nuestros sueños en los
caras del signo y de la herramienta, los significados espacios que ahora construimos, se transformarán,
sintagmáticos y paradigmáticos de las palabras y quizás, en pesadillas...
las herramientas. El modelo, la modalidad, etc.,
expresan la misma noción de límite o interrelación, Barcelona, marzo de 1998
174
Topogénesis

PREFIGURATIVA: DISEÑO CIENCIAS COGNITIVAS


(CUERPO)

Construcción y
LA ARQUITECTURA CONFIGUTATIVA: EDIFICIO representación del
(TERRITORIO) entorno

MASS-MEDIA
REFIGURATIVA: VIVIENDA
(SOCIEDAD)
EDUCACIÓN/POLÍTICA

La arquitectura del lugar: Trazos y calendarios

REAL

SIGNO

PALABRAS LA ARQUITECTURA COMO LÍMITE HERRAMIENTAS


(Topo-logía de seres)
(MODALIDAD)

VIRTUAL

(DISEÑO) Máquina y cerebro


El poder de la
máquina a través de
globalización (EDIFICIO) Máquina y entorno
arquitectural
(VIVIENDA) Máquina y sociedad (Mass-media)

TERRITORIO

LÍMITE ESPACIAL-RF LÍMITE ESPACIAL-PF

CUERPO LÍMITE ESPACIAL-CF SOCIEDAD

Diagrama 1 Cerebro y máquina: tres dimensiones dialógicas


175
La arquitectura del espacio de los hombres: las semiologías del cerebro y de la máquina confrontadas

Virtualidad
(pensamiento)

MITOS
Relato Proyecto
(ficción)

Sociedad

TIEMPO Lenguaje LOGOS TOPOS Lugar ESPACIO


Entorno

Historia GENOS/POLIS Construcción


(interacciones
sociales)

(actuación)
Realidad

Diagrama 2 Las cuatro caras de Khôra: logos, topos, genos, mitos


176
Topogénesis

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