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vel primer libro sobre’ jazz escrito por un autor de raza desean apre- r con conocimiento de causa y captar mejor la musica maé popular de los Estados Unidos, de origen negro (basada en los blues) pero que hoy pertenece — mundo” - Langston, Hugh: -OS GRANDES DEL JAZZ . La musica negra » en un pais blanco Primera Epicién en Esrafor, 1966 ? EDITORIAL DIANA, S. A. pe 4 2 73 Titulo original: ES PEOPLE Negro Music in White America Traductor: Nuria Parés COPYRIGHT © 1963 BY LEROI JONES EDICION ORIGINAL EN INGLES POR: WILLIAM MORROW AND COMPANY sopyricHT © 1966 BY Eprrortat Diana, S. A. México, D. F. ‘Derechos reservados conforme la ley. Pro- ariel sin, jivida Ia, reproduccién total o parcial niviGizacién por escrito de 18 casa editore. ——a Tmpreso en México Copyright © 1963 por LeRoi Jones Expreso mi ugradecimiento a: Melrose Music Corp. propietaria de los derechos de autor, for el permiso concedido para citar el “Pinetop’s Boogie” de Clarence “Pinetop” Smith, e oe Progressive Music Publishing Co., Inc, por el permiso conce- ido para citar “Marrictd Woman Blues", letra y musica de ve Turner y White Keys Jackson, copyrigth © 1948 por St. Feouis Music Corporation; y por el permiso concedido para ‘ar “Yakety Yak, letra y mitsica de Jerry Leiber y Mike Woller, copyright @ 1958 por Tiger Music, Inc. bards Muste Corporation, Nueva York, N. Yo, por el permiso Bisdido. pore citar Flow Long, How Long biter, de tone copyright @ MCMUXIX por Leeds ‘Music, Gorporanen, Wsrignt revovndo MCMLET. Todos. los, derechos necroater Par as periniso pare citar “i'm Sober: Now”. de Clarence “Pine ip Smith, copyright MCMXI por Leeds Music Corporation Bilop tos cierechoe rescreatten, Por el ‘permisa pare Gui core hes” de Perry trudjordh, copyright MCMXX. pon Pickwick Ata, He Corporation. copyright renoundo MCMXITIT wgeade a Daioh Music Corporation. ‘Todor lor derechos resetnten 4 mis padres... Jos primeros negros que conoct CONTENIDO Introducei6n ......,, El Negro Considerado no Norteamericano: Algunos Antecedentes .. El Negro Considerado Propiedad ....., Los Esclavos Africanos, Los Esclavos Norteameri- anos: su Musica .....,, La Musica y Ja Religién Agrocristianas .. Ta Esclavitud y Ja Rpoca Posterior ., Los Blues y el Jazz Primitivos .. Los Blues Clasicos ... Ln Ciudad ., EI Surgimiento de la Clase Media ...... HL Swing ....... 10% Blues Continuos ..... Ta Escena Moderna . Introduccién Por medio de analogias y de algunos ejemplos histéricos, Wtentaré Uegar en esta obra a ciertas conclusiones gene. Wales sobre un sector particular de la sociedad norteame- Hlean: Hate libro debe considerarse como un estudio tedrico de- Billo a que ninguno de los problemas que plantea ha wilado solucién definitiva. En realidad esta obra plantea tis problemas de los que aclara. Creo que los tinicos que W lectura podria inducir a solucionar ya estan adarados “fier Jas normas de vida norteamericana, Asi pues s6lo nos Fe analizar a fondo dichas normas y sacar conclusiones. WI negro como esclavo es una cosa,.El negro como ci ‘Hiding norteamericano es otra muy distinta, Pero el ca. 9 que el negro recorrié para aleanzar la ciudadania Jo que me propongo examinar aqui. Estableceré. una lola mediante la musica de estos esclavos y ciudada- sa musica que tan intimamente se relaciona con ellos: "blues y el jazz que fue una evolucién posterior aunque Wlela, Estoy convencido de que si, el negro representa Amboliza algo en el cardcter de la cultura norteamerica: Meberi revelérsenos a través de su musica caricteristica, otras palabras: creo que si la mtisica negra en los lnk Unidos, en todos sus cambios, se somete a un wlio antropolégico y musical se nos revelard algo del también del cardeter esencial del pais mismo, por 1 de la sociedad en conjunto. Wlues vavieron y tienen atin cierto peso en el siquis- qMienes los crearon, Creo que la alteracién o re- 9 10 INTRODUGCION posicién de ese peso en las mismas siques indica cambios en el negro que se manifiestan externamente. Y creo también que en el esclavo, en el individuo totalmente subyugado, cl peso de los blues difirié totalmente del que tiene en la sique de la mayorla de negros norteamericanos de hoy dia, Sabemos ciertas cosas definidas acerca de la vida de los esclayos negros y también sabemos, con més certeza, algunas cosas de Ja vida de Jos norteamericanos de color de nuestra época. Su misica es una peculiaridad relacio- nada con el cambio radical que los negros sufricron al pasar de Ia esclavitud a la “ciudadania”. Hay fases bien definidas en la transmutacién del afri- cano en norteamericano 0, al menos, hay cambios eviden- tes en las reacciones que el negro tuvo frente al nuovo continente desde el momento en que fue importado come esclavo hasta el presente, ¢ insisto en que estos cambios son mas manifiestos en su mmisica, He procurado analizar cada una de estas fases lo mds minuciosamente posible, desde un punto de vista sociolégico y antropolégico. Si tomamos el afio de 1619, doce afios después de Ia fundacién de Jamestown en 1607, como Ja fecha de la pri- mera importacién de negros en las colonias inglesas de América del Norte, trados con la intencién de que se quedaran (y no tan s6lo para realizar tareas suelias duran- te un tiempo para liquidarlos después, como sucedié a menudo), tendremos un punto de referencia nistérico. Ex primer lugar sabemos que los negros del Africa Occiden- tal, que segiin los eruditos modernos formaron el 85 por ciento de los esclavos que legaron a la América del Norte. no cantaban blues. Es indudable que ninguno de los pri- sioneros africanos rompié a cantar St. James Infirmary en el momento en que salié del barco, También sabemnos que Jos primeros esclavos africanos, si es que cantaron o bala- dearon algo al trabajar en los campos, lo hicieron en algiin dialecto africano (de la rama bantu o sudanesa, quizd con el hamita como miembro mis bajo de esa base, lo que incluiria el copto, el bereber o el cusita). Pero en esas len- guas no se han hallado trazas de cantos de doce compa- ses, con la pauta AAB 0, al menos, ninguna que pueda relacionarse directamente con Jos problemas agricolas y sociales del Sur de los Estados Unidos. No obstante indi- 1 YRODUGCION u caremos aqui lo que trataremos mds extensamente en el capitulo dedicado a africanismos: una de las caracteris- ticas mas sobresalientes de 1a mtsica africana (0 de Africa Occidental al menos) ¢s un tipo de canto en el que hay un solista y un coro; los primeros versos del canto quedan a eargo del solista y alternan con un refrén cantado por el coro. Facilmente se descubre la analogia ¢xistente entre un tipo de canto en el que hay la sencilla pauta de res pucsta A-B y cl que puede desarrollarse partiendo de él, en el que el primer verso del canto es repetido dos veces por el solista y va seguido del tercer verso a cargo del coro. Este tercer verso rima en ocasiones pero en general es disimil y siempre constituye un comentario directo de los dos primeros. Sabemos también de la existencia de esas jergas, mezcla de inglés y de africano, que se difundieron por todo el Sur y en las que al cabo de cierto empo debieron cantarse los diversos lamentos, cantos, etcétera. Pero lo que realmente me interesa es el negro norte: americano, En qué momento surgis? ¢En qué exuafios origenes cuajaron las actitudes y la herencia singulares del norteamericano de color? Supongo que técnicamente es correcto llamar negro norteamericano a todo afticano que fue traido aqui sin probabilidades de regresar, desde ¢l momento mismo en que su residencia 'y su vida cambiaron irrevocablemente, Pero es preciso darse cuenta de que los primeros esclavos né imaginaron que permanccerian en este continente para siempre. O si lo hicieron se conside- raban a si mismos como cautivos. Para ellos los Estados Unidos eran una tierra extrafia. Ellos eran extranjeros, hablaban una lengua totalmente ajena al inglés de las co- Jonias y los tinicos usos y costumbres occidentales que sa- bian era que cada mafana, a una hora dada, debfan hacer un trabajo y que les exigirlan hacerlo. Lo que quiero hacer resaltar aqui es que cito el co mienzo de los blues como el comienzo del negro norte: americano. O, para decirlo con otras palabras: la reaccién y la relacién subsecuente de la experiencia del negro en este pais, expresadas en su inglés, marcan ei comienzo de a In consciente del negro en la escena norteame- rican: uno fuera Hevado como esclavo a Mogolia y trabajara alli durante setenta y cinco aftos sin aprender mas que unas pocas palabras del mogol, obligado a vivir RODUCCION en una casucha de la que sélo saldria para ir a taba: jar, no creo que se sintiera mogol. Unicamente cuando uno empieza a aceptar la idea de que forma parte del pais puede decirse que es un residente permanente, Quiero decir que solamente cuando uno tiene ideas suficientes acerca del nuevo pais para empezar a hacer generaliza- ciones morales duraderas sobre el mismo (y narrar su ex- periencia, en forma permanente, en la lengua de esa tie- rra, sean cuales fueren las sutilezas y desviaciones que se cometan) dejari de ser un individuo que esta de paso. No hubo relatos de la vida de los negros en los Estados Unidos expresados en una lengua africana pura, Los cucn- tos, mitos, lecciones morales, etcétera, narrados en lengua africana trataban de Africa, Guando los Estados Unidos fueron lo suficientemente importantes para estos negros los wansmitieron a los jévenes en algo que bien podriamos Hamar versiones formales en una jerga afroinglesa, Y¥ al fin, cuando un hombre se irguié en un campo cualquiera para gritar a voz en cuello: “|Oh! Sefid, etoy cansao, j@h, si...! Etoy cansao del rancho” se puede afirmar que ya era _norteamericano. El Negro Considerado no Norteamericano: Algunos Antecedentes Cuando los negros Megaron a este pais eran africanos: un pueblo extranjero. Sus costumbres, actitudes y deseos se limitaban a un lugar diferente y a un modo de vida radi- calmente distinto. jQué horrible y cruel fue el destino de e505 serest No se trataba solamente del hecho de ser vendides como esclavos, lo cual era préctica comin en las tribus del Africa Occidental y tampoco les era ajeno el sistema econémico del que formarian parte tan integral Tal como Melville Herskovits ha sefialado, “La esclavitud existié desde tiempos remotos en toda la regién (de Africa Occidental) y por Jo menos en uno de sus reinos, el Da- homey, hubo un sistema de plantaciones en el que el pro- pietario ausente, que era el monarca, exigia que su propie dad rindiera al maximo y asi creaba condiciones de tra- jo muy parecidas a las del régimen que los esclavos encontraron en el Nuevo Mundo”. Pero el aspecto mis cruel de esta esclavitud a que nos referimos fue el hecho de que aquellos seres fueron Mevados a un pais, una cul- tura y una sociedad que, para hablar en términos correla- tivos filoséficos, era Ta mas completa antitesis de su idea de lo que era vida del hombre en este mundo. El africano esclavizado por otro africano 0 el hombre blanco de Occidente esclavizado por su semejante atin pue- de funcionar como un ser humano, Quiz queda conver tido en una mera cifra econémica, siempre sujeta a in- decibles crueldades, pero ese hombre, aun convertido en el miembro de Ia sociedad més bajo y despreciado, forma 1 The Myth of the Negro Past (Boston, Beacon Press, 1941), p. 62. 18 Bios e u LEROIL JONES parte esencial y es miembro de la comunidad que lo ha esdavizado. Aun cuando un africano de Guinea es ven- dido 0 esclavizado por uno de la Costa de Oro y por cruel que sea su estado al menos subsiste la idea de que el cautivo es un hombre como el captor: otro ser huma- no, En términos estrictamente humanos, siempre hubo cierta comunicacién entre babilonios ¢ israelitas 0 entre asirios y caldeos que hizo que finalmente se aceptara la casta de esclavos como un grupo oprimide econémicamente. A los ojos de los romanos los esclavos no eran mis que pueblos conquistados que no govaban de los derechos de la ciudadania romana. Los griegos consideraron a sus es claves como gente infortunada que no habia podido cul- tivar Ja mente y el espfritu y por ello se vela reducida a aquel estado infimo pero necesario. Pero todos estos esclaves eran seres humanos, Al africano que tuvo la des- gracia de hallarse a bordo de un r4pido velero, con des- tino al Nuevo Mundo, no se le acordé categoria de ser humano. : La actriz Frances Anne Kemble observaba en su Diario de una estancia en una plantacién de Georgia: “Hasta ahora Ia tinica excepcién que he encontrado a las voces agudas de tenor que todos ellos suelen tener es la de un individuo Mamado Isaac, un bajo de tono muy profundo que sin embargo, nunca intenta producir un efecto dife rente con su registro, aventurando la segunda voz al cantar en el coro, sino que Jo hace al unisono, como los demé: un unisono perfecto de tiempo y tono. Por cierto que este individuo habla y por ello deduzco que no es un mono, un orangutin, chimpancé 0 gorila; pero. conficso que no hubiera creido posible que la existencia de soni dos articulados y la ausencia de cola pudieran constituir, externamente al menos, la tinica diferencia apreciable entre un hombre y un mono, tal como sucede en este “hermano negro”. Nunca he visto unas manos largas y delgadas tan magnificas ni parecidos pies Iargos y planos fuera de los grandes cuadripedos simios, Pero, tal como dije anterior mente, Isaac habla y ello me reconforta”.2 Enue el amo y el esclavo no habia comunicacién alguna de nivel humano sino tinicamente ese tipo de relacién que 2 Journal of a Residence on a Georgia Plantation in 1838 1839 (Nueva York, Alfred A. Knopf, 1961), p. 260. EL NEGRO CONSIDERADO NO NORTEAMERICANO 18 se tiene con un objeto de propiedad: cuando se hace girar la clavija del radiorreceptor uno espera que suene. Fue esa condicién esencial de deshumanizacién lo que ca- racterizé el sino de los esclavos africanos en el pais de su cautiverio, pais que luego, no sin ironia, se converti- ria en su propio pais. ‘Tal vez comprenderemos mejor cudn ajeno debié sen- tirse el africano en el Nuevo Mundo si consideramos que estos esclavos no sélo tenian un aspecto fisico totalmente diferente del de sus captores sino que ni siquicra habia la is lejana conexién entre los diversos dialectos que los negros hablaban y el inglés de las colonias. En Grecia hubo esclavos que ensefiaron gramatica a los hijos de sus amos, dieron clases de botinica y realizaron una serie de faenas domésticas. Los romanos emplearon a sus escla- vos en el teatro, en las luchas de gladiadores y utilizaron como instructorés a aquellos esclavos extranjeros que po- sefan un alto nivel cultural, Epicteto, Terencio y Fedro fueron esclavos. Pero en los Estados Unidos los esclavos de raza negra no tuvieron ocasién de trabajar en este tipo de labores, basadas en su capacidad o en ja eminencia que govaron en su pais de origen. En el Nuevo Mundo el co propésito que tenia que servir el africano era, en su mayor parte, el de proporciontr Ia mano de obra mis barata que podia encontrarse para realizar las faenas agri- Cualquier desviacién de este propésito fue acciden- tal o extremadamente rara, (Incluso un fenémeno tan nor- mal como los “negros domésticos” no se conocia en las haciendas pequefias; en las grandes plantaciones no habia is que uno © dos de estos servidores. A veces el esclavo \loméstico era solamente el mas viejo 0 achacoso de cuan- tos poscfa cl amo. Incluso después de la Hegada de los esclavos africanos los servidores domésticos de las grandes plantaciones fueron blancos durante bastante tiempo). Fs indudable que fue esta inconexién, asi como la re- nuencia del hombre blanco a considerar al africano como ou hombre, lo que contribuyé a determinar muy pronto el lugar que en la sociedad norteamericana ocuparia el africano y més tarde el afronorteamericano, del mismo modo que el color de su piel le mantuvo aparte del resto de Iu sociedad de manera permanente. Si era afortunado, el siervo manumiso podia aspirar a formar parte de los pel- eee 6 ROT JONES: dafios mas bajos de Ia eseala social y tal ver hallaria un” hueco en esa sociedad que le permitiria figurar como un cindadana: como un hombre. El esclavo negro manumiso_ ( hubo bastantes aun antes de la emancipacién) siempre | serfa un ex esclavo, De otro modo, zqué hacia en este pai Indiqué anteriormente qué las colonias inglesas en el Nuevo, Mundo ofrecian una antitesis completa de la idea — que Jos africanos tenian de la existencia humana, A mi modo de ver éste es uno de los aspectos mas importantes de la eselavitud de los africanos: la Weltanschauung ra- dicalmente diferente y aun opuesta que ofrecian los co- lonos y los africanos, Cada hombre, sea cual fuere el tipo de cultura en que vive, debe tener un modo de considerar el mundo (cualquiera que sea el significado que tenga a sus ojos) y que es peculiar a su cultura particular, Es de suma importancia comprender que estas interpretacio- nes de la vida diametralmente opuestas eatrarfan en con flicto normalmente al establecerse los contactos humanos, Pero cuando un hombre que ve el mundo de cierto modo se convierte en el exclavo de otro que lo interpreta de manera totalmente opuesta, el resultado €s, a mi jui- cio, el peor tipo de esclavitud posible, Por entonces las colonias inglesas de América del Norte eran el pais del hombre nuevo posrenacentista: el mas amplio depésito de hymanismo que podia hallarse en el Nuevo Mundo. Fue testigo de la aparicién del hombre laico, La Iglesia y Ia religion pasaron a ser solamente una parce de la vida, Ya no eran la nica rain de la exis tencia, como lo fueron en los tiempos anteriores al Rena. cimiento, en el Viejo Mundo. El Renacimiento trajo un coneepto que hizo presa en Occidente: la vida no era tan sdlo una antesala de algo mds excelso o divino, La vida tenia valor por si misma y podia ser perfecta, Y si el mis- ticismo y Ia religiosidad se debilitaron en Ia Europa rena- centista, en el Nuevo Mundo casi fueron rechasdos. Si tal como dice Brooks Adams, la Inglaterra de Enrique VIIT fue el comienzo de la superioridad de la “mentalidad eco- némica”, las colonias americanas y muy especialmente las de habla inglesa demostraron sin lugar a dudas el influjo de esta nueva especie, La exaltacién del hombre laico y dé RO CONSIDERADO NO NORTEAMERICANO 17 KL. NEG la vida humana en este mundo, a la que hemos dado el nombre de humanismo, cundié en las colonias y fue el rasgo més caracteristico de la Wellanschauung de los colonos. icamente los paises catélicos conquistaron en nombre de Iglesia, lo que fue un credo de conveniencia en su mayor parte. Las colonias de América del Norte fueron empresas comerciales estrictamente, tal yer con la posible excepci6n de los Peregrinos. Antes del Renacimiento las guerras solfan tener el ca ricter de: "santas" y por ellas una fe, secta o religién de- terminadas procuraban difundir sus creencias en todas las direcciones del mundo conocido, Las Cruzadas fueron en esencia guerras “santas”, aun si se admite la hipocresia y el oportunismo de los cristianos y la prostitucién de Ta cristiandad en desastres como la toma de Constantinopl etcétera, El otro tipo de guerras que se libraron antes del Renacimiento tendian a adquirir més tierras labrantias 0 cualquier regién que a los ojos de los conquistadores, como los hunos o Gengis Khan, pareciera mis fértil. Pero con las ideas del Renacimiento y la subsecuente acumulacién de riquera en lis ciudades. las guerras se convirtieron en empresas rigurosamente comerciales, Al ascender la clase de los comerciantes la guerra no fue mas que un medio de cilitar la contabilidad 0, al menos, de conservar Ja €x- dlusividad de ciertos mercados. La gota que hizo desbor- lar el vaso y que obligé a los colonos americanos a exigir independencia de la Gran Bretafla fue un imnpuesto excesivo sobre comestibles, En lugar del grito de guerra: “\Cimplase la yoluntad de Dios!” el nuevo lema_ podi sumirse con Ia frase: “No haya impuestos sin represei tacion™. Si pongo de manifesto la sicologia socioeconémica de Jus colonias no es mis que para establecer um contraste con Ja opuesta Seltanschauung del atricano, Greo que esta Hgicla oposicion de los puntos de vista sobre el mundo ho sdlo contribuyd a la actitud que Jos norteameri blancos mostraron hacia los negros sino también al lugar Jinal que ocuparon los descendientes de aquellos africa- los en las diversas sociedades del Nucvo Mundo, Los. pueblos Hamados analfabetos (que los occidentales flenominan “primitives”), cuya lengua y por ende si his- iy sus tradiciones no estan escritas, son la antitesis del de mis conceptos particulares, desearfa insistir en el ee eee ee 18 LEROI JONES hombre de Occidente y de su civilizacién sumamente in- dustrializada, Pero el concepto del hombre “primitive” o de los “pueblos subdesarrollados” resulta absurdo cuando rechazamos el supucsto de que solamente las ideas y acti- tudes que el Occidente considera witiles 6 andlogas a com ceptos fomentados dentro de su propio sistema, tienen valor Y¥ peso. Por ejemplo, una sociedad muy organizada que predique la existencia de scres superiores, misticos y omnis cientes, que dirigen la vida y el destino de todos los humanos, parecer un tanto “primitiva" a los ojos de aqué- Ua que basa su existencia en hipévesis exactamente opues tas, Es decir: las metas 0 los “‘cdnones de satisfaccién”, tal como los Hama T. E, Hulme, de una cultura con Com- plejos conceptos de predestinacién y de subordinacién del ser humano a un complicado panteén de dioses, no serin ficilmente comprendidos por aquella cultura que declara “la felicidad del género humano” como el wnico propésito del universo, Y la crueldad de tal ignorancia se nos mues- tra_en todo su horror dentro ‘del terrible marco de 1a esclavitud. Los conceptos y creencias mis hondas de una cultura no serdn mas que absurdas fantasias a los ojos de la otra, El culto del hombre considera absurdo el culto de la divinidad, Cuando Ia actitud se expresa con la frase renacentista: “El hombre es la medida”, la idea de que “el hombre es tan sélo una prenda de los dioses” resulta desagradable cuando se considera a distancia e “infantil” cuando se trata de cerca. No hago mds que poner de manifiesto lo que Hulme y Herskovits indicaron muchas veces hace tiempo; que la referencia determina el valor. Anadiré que en una situa- cién como Ia de la esclavitud, y especialmente la de los africanos a manos de los colonos norteamericanos, este concepto es particularmente util. Los colonos ingleses He- varon a la América del Norte unos esclayos que no sélo eran ajenos por su fisico y su ambiente sino que proce. dian de un sistema filosdfico totalmente ajeno también. Uno de los puntos sobresalientes de la obra de Herskovits sefiala que la mayoria de las actitudes, costumbres y carac- teristicas culturales del negro norteamericano pueden re- montarse directa o indirectamente al Africa, Y aunque me inclino a aceptar este punto de vista, con las reser vas EL. NEGRO CONSIDERADO NO NORT AMERICANO 19 hecho de que el alricano, a causa de las violentas diferen- cias entre Io que para A cra native y lo que tuvo que ceptar en Ja esclavitud, desarrollé las mds complicadas ideas acerca del mundo que pueden imaginarse. Los afro- horteamericanos (aludo a las primeras generaciones de ne- gros nacidos en suelo americano, que atin conservaron muchos africanismos puros) y mis tarde los negros norte- icanos, heredaron toda esa complejidad aunque, como ¢s natural, con los matices individuales impuestos por las circunstancias particulares, Pero el horrendo hecho de que los africanos se vieron forzados a vivir en un mundo ajeno en donde no pudieron recurrir a ninguna de las referen- cias 0 formas culturales de cualquier actitud humana que les fuera familiar, ¢s lo que determind la clase de exis tencia que a duras penas tendrian que ganarse en este pais: no s6lo la esclavitud por si misma sino las circuns- tancias particulares en que se produjo. Las culturas. afri- canas, la conservacién de parte de ellas en el Nuevo Mundo y el peso de la cultura que tuvieron que adoptar produ. jeron el negro norteamericano. Una raza nueva. Me pro- pongo usar la misica como punto de referencia porque la evolucién y transmutacién de la mitsica africana en la de los negros norteamericanos (que es una mtsier nueva) representa a mis ojos todo este procedimiento en un mi- Herskovits indica también que la mayor parte de los “mitos” acerca del pasado de los negros surgieron de la uctitud de los nuevos amos que se negaban a comprender que los africanos no se regian por las mismas costumbres y referencias que el hombre blanco y que procedian de una tierra y una cultura totalmente ajenas. Pero una de lus caracteristicas persistentes del hombre blanco ha sido siempre su fandtica y casi instintiva presuncién de que sus sistemas ¢ ideas acerca del mundo son las mejores y que aquellos que no aspiran a tenerlos 0 que no los con- jideran dignos de admiracién son salvajes 0 enemigos. A la mayoria de hombres blancos jams se les ocurre que las Ideas occidentales pueden parecer exéticas si se consideran Mele otro aspecto. Como gobernantes del mundo 0 duefios dle estos esclavos de color los nortcamericanos estaban en n de afirmar que toda idea al margen de las suyas “retrégrada” cuando menos. Sin embargo, un bizan- i eagttee ase Re tt ha! Lert | ater eB ea oN LEROL JONES tino no hubiera podido comprender la existencia de un edificio como el Empire State Building que no ha sido construido para alabar a Dios. Lo que dio al norteameri- cano la certeza de ser “superior” al africano -(aparte de la circunstancia. de que éste era su esclavo) fue el hecho de que la cultura africana le era totalmente ajena, Una certeza tan farisiaca como la de Cortés y sus conquista. dores que en nombre de su rey y de su Dios espafioles redujeron a una abyecta esclavitud a la raza “pagana” de Moctezuma y dieron fin a una de las més antiguas, ave- zadas y exaltadas tradiciones de vida en este planeta, Esto legé a constituir la obligacién principal del africano en el Nuevo Mundo: en el marco de Ja esclavitud fue la ac titud més indeseable que el esclavo extranjero y las gene- raciones nacidas en suelo americano pudieron tener. De hecho 1a sociedad norteamericana del siglo XX ve cémo muchos de los descendientes niegan cualquier conexién con esa cultura, lo que a la mayoria de los norteamericanos les parece ‘un ‘natural empefio por unirse a la tibia y segura corriente principal del. pais. Pero al margen del tema de lo que se lama “asimila- cién total”, que juzgo como un concepto ain imaginario mas que real, lo que me parece més pertinente a las ideas que deseo exponer son los argumentos de Herskovits al tratar de “cémo han podido lograrse la adaptacién € in- tegracién culturales al entrar en contacto los africanos con los europeos y los indios americanos”.® Guando un hombre de la tribu Yoruba del Dahomey, que éreia que “el universo esté regido por el hado y el destino de cada hombre sujeto a un esquema predetermi- nado”, pero que “habia medios de escapar al destino invocando la buena voluntad del dios’, fue esclavizado y empez6 a ser moldeado por una filosofia que atribuia toda la gloria a la mente humana, ¢cul fue el resultado? Guan- do el concepto de “deificacién del accidente en un uni- verso en donde la predestinacién es la regla" choca con el concepto de un mundo en el que todas las cosas pueden explicarse y son el resultado de “causas racionales”, surge algo que contiene ambas ideas. No aparece sibitamente sino poco a poco. Es absurdo suponer, tal como han hecho 8 Op. cit, p. 6 EL NEGRO CONSIDERADO NO NORTEAMERICANO 21 “muchos antropélogos y socidlogos occidentales, que todos los vestigios de Africa fueron borrados deta mente negra con el aprendizaje de la lengua inglesa, La misma carac: wr acieaeiel inglés que el negro hablé y habla todavia Mesmiente esa tcoria, La idea de que el negro tiene “un temor innato y natural” (de todo) debe enmarcarse en el medio original, tal como Herskovits deduce. La creencia Yel africano en lo sobrenatural continué en la esclavitud fen suelo americano, La respuesta a la mofa que el occi- Gental hace del “temor” que del africano siente ante lo Sobrenatural ¢s, sencillamente, que el hombre blanco vive sin pensar en los dioses, Si lo primero pudo parecer “in- fantil” al amo, lo segundo parecié sumamente peligroso a los ojos del esclavo. Y asi se consideraron mutuamente un nifio y como un necio orca exes Beg. lo que significa que viviste demasiado cerca del sol. Lo blanco es malo”. “Tu eres blanco... lo que significa que viviste demasiado lejos del sol. No tienes ior... no tienes alma”, Estos argumentos son igualmente | iégicos, El quid esté en que cuando uno es negro y cree en lo sobrenatural y procede de un determinante ecolégico que no permite extremos sicolégicos como los del purita- fismo norteamericano (que tal como ha dicho William Carlos Williams, es “algo extrafio, inhumano y poderoso como una reliquia de alguna vieja wibu de practicas re- pugnantes”) la circunstancia de ballarse sumido en une Ewltura de blancos comerciantes humanistas y seudopuri | tanos debe ser odiosa, Y si uno es esclavo de tal cultura los males seran infinitos. El Negro Considerado Como Propiedad En cualquier “estudio” de Ia historia del negro norteame fios y poco naturales fueron los contactos iniciales del af cano con la esclavitud occidental, para mostrar en qué forma el hombre de color fue dejado al margen en el Nuevo Mundo desde el comienco, Ast podremos empezar 2 comprender Ix transformacion asombrosa, aunque an. fustiost tambign, que produjo al negro niorteamericano le aquel pueblo sometido que llegé a este continence. Los socidlogos siempre hacen temerarias analogias entre las minorfas relacionadas con su adaptacién cultural en este pais (generalmente cuando confrontan las estadisticas acerca del porcentaje de crimenes cometidos en un aiio ¢ recién Megados" (0 extranjeros) muestra una. evolucién paralcla de Ia raz que tende % In norteamericanizacion final, sgrimen sus estadisticas y dicen; “"Vean ustedes como después de equis tiempo los descendientes de aque. Hos inmigrantes irlandeses tan despreciados se han tga. bign indican la disminucién de los crimenes “directamen: te imputables a individuos de origen. italiano”, cuando ha transcurrido el tiempo suficiente para que esta minoria pueda entrar a su ver en la corriente principal de la vida norteamericana. Y no hay duda de que pueden cs. tablecerse analogias entre los grupos minoritarios que des de el momento en que abandonaron sus. paises a caries dejaron atras sus vidas recluidas en ghettos para abrirse ps en este Nuevo Muntto. Pero estas analogiad no sireen oo ot caso de los afronorteamericanos, En la existencia en los Estados Unidos de estos “recién Megados” hay demasiados aepectos que eseapan a ese tipo de estadistiens NEGRO CONSIDERADO PROPIEDAD 23 “En primer lugar sabemos que de los distintos pueblos wie forman la poblacién de los Estados Unidos (masa \eterogénea y no obstante, casi totalmente homogénea) los jegros son los tiicos descendientes de unos individuos que 's¢ sintieron felices al pisar esta tierra. El africano vino 0 cautivo y asi permanecié durante mas de doscientos ‘Gincuenta ais. Pero la mayorfa de los que fueron eman- ipados cn 1865 no eran africanos sino norteamericanos. Y {tanto si optamas por Hamar “libertad” a la existencia que Jos negros Ilevaran en el pais después de la emancipacién omo si nos abstenemos de darle ese nombre, el caso es que debemos considerar que el grupo de individuos que familiarizd con los usos, actitudes, idioma y otras refe- Yencias culturales de esta tierra mientras fueron esclavos, fo puede ser andlogo a aquellos que procuraron la asi- gnilacién completa de esas mismas costumbres por gusto, ‘aunque “los natives’ también los desprecian y les Haman desdéfiosamente “extranjeros”. La situacién del esclavo afri- fano ¢s clara: esa gente extranjera vino a este pais contra gu voluntad, Pero la situacién’ de los esclaves nacidos en Jos Estados Unidos ya es mas dificil de definir. Los primeros descendientes de estos africanos que na- cieron en el Nuevo Mundo no sabian otra cosa acerca de Sfrica que las cosas que sus mayores contaban en relatos, cuentos, adivinanzas y cantos, Pero generalmente lo» nifios Sque nacieron en este pais eran separados de sus padres “africanos. Ninguna madre podia estar segura de que con- servaria a su hijo una ver destetado, Los nifios negros na- Gidos en los Estados Unidos eran muy apreciados y los amos tenian que cjercer una gran vigilancia para que Jas mujeres no los mataran con tal de salvarlos de su triste destino de esclavos (muchas madres africanas asti- Xiaban a sus hijos recién nacidos y Jos amos lo achacaban fa la falta de cuidado y de sensibilidad propia de los “sal- Vajes"). También estos nifios se vieron obligados a apren- der 10 que cra la esclavitud pero no tenfan que olvidar una tradicion cultural de muchos siglos ni suprimir cos: tumbres mantenidas desde siempre. El tinico modo de yida que conocian era el propio de la execrable condicion i en que nacieron. Si consideramos 1a importacién de africanos en ¢l Nuevo Mundo en conjunto y no tan slo en los Estados Uni- Ba a LEROL JONES dos, veremos que la diferencia mas notable es que en el resto del continente americano los africanos tardaron mu- cho més tiempo en occidentalizarse y adaptarse cultural- mente. En cl Nuevo Mundo hay todavia ejemplos de wadiciones africanas puras que han sobrevivido a trescien- tos afios de esclavitud y a cuatro sigles desde que fueron desarraigadas de su pais de origen, Los “africanismos” atin forman parte de la vida de los negros en este continente y en diversos grados cn lugares como Haiti, Brasil, Cuba. ha Guayana, Naturalmente, las actitudes y costumbres de los africanos se perdieron 0 adoptaron otras formas evidentes pero atin asi es asombrosa la cantidad de afri- los fa canismos puros que quedan todavia, Sin embargo, en Estados Unidos los africanismos no pueden discernirse cilmente en Jos negros norteamericanos aunque existen dudablemente. Unicamente en los Estados Unidos Jos ex clavos, después de pocas generaciones, no pudieron conser var ninguna de las tradiciones africanas mds notables. Y las que pudieron conservar quedaron sumergidas, por lo general, en otras manifestaciones menos reconocibles, aun- que su influencia fuera muy grande, Asi, en los Estados Unidos, en cl tanscurso de muy pocas generaciones pudo nacer un individuo totalmente diferente al que justamente se Mama negro norteame Herskovits dice acerca de este fendmeno: “Comparado con el de las Indias Occidentales y la América del Sur, el contacto entre negros y blancos en los Estados Unidos ‘ex- plica la incidencia relativamente mayor de afticanismos en el Caribe. En los primeros tiempos el numero de es- claves era muy pequefio en relacién con ei de los amos y aunque a medida que avanzé el tiempo miles y decenas de miles de esclavos fueron traidos para satisfacer las de- mandas de las plantaciones surefias, los negros vivieron en constante asociacién con Ios blancos hasta’ un punto que ho se conocié en ninguna otra parte del Nuevo Mundo. El hecho de que en las islas de la costa de Carolina y de Georgia se observe la mas notable retencién de africanis mos en los Estados Unidos es el reflejo del aislamiento en que vivieron esos negros en comparacién con los del con- tinente”. Op. cits p. 120, provi GRO CONSIDERADO — Gyan parte de esa “constante asociacién™ que hubo en fede explicarse al comparar las cireunstancias del trabajo Jos negros en la América del Norve con el que realiza- en el resto del continente americano, Cnicamente en Estados Unidos los esclavos fueron empleados en las jendas mis pequefias, El fendmeno del “blanco po: fue rigurosamente norteamericano, Nuevamente citar Herskovits a este respeeto: “En las islas del Caribe y en ‘América del Sur las cosas eran muy distintas, Alli le lesproporcion de mdmero entre las ravas fue mucho ma: or; las propiedades en que una sola familia gobernaba a Gcenas y aun cientos de esclayos eran cosa comin y “Mblanco pobre” algo tan ins6lito que sélo se_mencona Por ello eran raros Jos blancos que solamente fenfan unos pocos exclavos' . ‘pero en la América del Norce Ja utopia del hombre de del pequefio hacendado, era la regla 1a excepcidn y x08 propietarios solamente podian itirse un mimero de esclwvos muy reducido Perens haciondas poquenas el contacto entre ol amo y fel exclavo er inevitable (mencionaré aqui solamente los Teontictos sexuales que algunas esclavay se velan lorzadas 4g tener con sus amos). 1863 Frederick Olmstead obser- ‘Vaba: “El upo de vivienda mas comin de los blancos es ‘de troncos o de tablas sueltas, con una chimenea de 1a Grillos que se alra en una esquina: generalmente los nifiog plancos y megrosyacen jumtos en promiscuidad, sobre el “suelo y junto # las puertas, Me asombra 1a promiscuidad He blancos y negros: las negras evan en. bravos nifios hegros y blancos al mismo tiempo y nifios de ambas razas juegan juntos, aunque no asisten juntos a la escuela: ro {tos blancos y negros asoman constantemente por las puer r pa tren”. Naturalmente uno de los fas para ver pasar el tren pn de: Hes Fesultados de esta intimidad entre el amo de pocos re sus esclavos fue otro tipo de afroamericano: ¢ lursos i Bais... Pero sin duda el resultado mas importamte fue “fa rapida adaptacién del africano a la cultura de este 2 Ibid. p. 124 AA foubiey th the Seabord S pie lave States (Nueva York, 1863). 26 LEROI JONES pais. Al carecer de referencias nativas o de tribus, excepto quiz los relatos de sus mayores y la ejecucién de danzas ¥ cantos no religiosos, el esclavo nacido en los Estados Unidos no tuvo mis que las costumbres y usos del amo blanco a la vista, Africa se convirié en una tierra extra fia y ninguno de los esclavos que nacieron en este pais podia esperar verla algun dia. Podria dibujarse una gréfica que demostraria exactamen- te auiles fueron los aspects de la cultura africana que su- frieron mas y fueron mis velormente, suprimidos median- te el contacto directo con la cultura curopeo-norteameri- cana. Es indudablemente evidente que todas las formas de ideas politicas y econémicas, que contaban entre las mas profundamente elaboradas de la cultura africana, fueron suprimidas inmediatamente, Los sistemas politicos, sociales y econémicos del Africa Occidental, sumamente intrinca- dos, quedaron eliminados, como es natural, en sus mani- festaciones normales, El tan alabado “genio juridico” que Produjo uno de los sistemas legislativos mas rigurosos y elaborados, no podia funcionar en los plantios de algodén de las colonias americanas. La tecnologia de’ los africa. nos, la herreria, Ia talla en madera, la obra de telar, etcéte- ta, se extinguis rapidamente en los Estados Unidos, Casi todos los aspectos materiales de la cultura africana toma- ron una forma menos evidente o fucron climinados, (Las famosas esculturas de madera de los Yoruba no. pudieron caer en un medio menos propicio para su belleza que las colonias inglesas en América), Ese arte, lo mismo que otra manifestaciones materiales de la cultura africana, se ex tinguié. Causa asombro que incluso en el dominio de la Hamada cultura elevada, Ios intelectuales occidentales hayan tenido que esperar hasta este siglo para empezar a consi- derar como arte y no como arqueologia a las manifestacio- hes artisticas africanas, precolombinas y egipcias, asi como al arte de otras culturas de pueblos analfabetos o “prim, tivos”, Naturalmente, en la actualidad todo occidental que se precie de conocedor de arte incluye en su coleccién alguna pieza africana, egipcia 0 precolombina. Solamente la religién (y la magia) y las artes no que- daron totalmente sumergidas por los conceptos europeo- rorteamericanos, La muisica, la danza y la religién. no Producen artefactos como la escultura, por ejemplo, y por “EL NEGRO CONSIDERADO PROPIEDAD a7 sasi i adicar estos lo pudieron salvarse, Casi fue imposible err: Bisco: no materiales de la cultura africana. Y ellos son él legado mas cvidente del pasado africano, aun en e "negro norteamericano moderno. Pero indicwr tan sdlo que ién del nego a la religién s blues, el jazz y la adaptacién < a on eiaiane se basan en la cultura africana no. constivuye nine guna idea original, Lo que importa es saber cémo estas actividades derivaron de dicha cultura. 3 » Los Esclavos Africanos. Los Esclavos Norteamericanos: su Musica Es relativamente corto el period histérico wanscurrido desde la Epoca en que Richard Francis Burton decia que la misica de los africanos “es mondtona hasta cierto grado y no ebstante a ellos les complace”, 0 cuando H, FE. Kreh- biel preguntaba en 1914: “zPor qué suponer que los sal vajes, que nunca han desarrollado la miisica oF cualquier owe arte, tienen una sensibilidad estética mis refinada que los pueblos que han cultivado la mtisica durante si- gloss Esto ex algo que sobrepasa mi pobre entendimien- to...""1 hasta el momento (1920) en que una gran mayoria de norteamericanos de raza blanca bailé una danza ances. tral del Africa Occidental (ashanti) conocida con el nom- bre de “Charleston” Generalmente se cree que el jaz: emperé al finatizar el siglo, pero la mtsica de la que deriva es mucho mis antigua. Los blues son parientes de todo jazz legitimo y es imposible decir con exactitud la edad de los b/wes. aunque es indudable que no se remontan mas alla de la Hegada de los negros a este continente, Es una miisica nacida en los Estados Unidos. el producto del hombre de raza negra en este pais: 0 para decir con mds exactitud mi. criterio personal: creo que los tives no hubieran existide si los cautivos africanos no se hubieran convertide en cautivos norteamericanos, Los predecesores inmediatos de los blues fueron los can- tos de trabajo gue cantaron los negros africanos y afro- norteamericanos, los cuales tuvieron origen en el Africa 1H. E, Krehbiel, Afro-American Kolksongs (Nueva Yor! Schirmer, 1914). p. 73. = ae G aR AVOS: SU MUSICA Occidental. También’ la misica religiosa negra tiene su origen en la misma misica africana. Sin embargo, aunque “bien puede decirse que la evolucién. histérica general de “Ia musica laica y religiosa de los negros es paralela (si- fuen las mismas tendencias generales y en las formas ulte- fiores son el resultado de los mismos procesos de adapta- Gon cultural la mosica religiosa negra se desarrollé mis tarde que lay formas laicas. El canto de trabajo afronorte- americano pudo surgir mas ripidamente en la esclavitud “que cualquier otro tipo de cancién puesto que a pesar | de que el individuo que lo camtaba ya no laboraba para Si mismo, el impetu Tisico sugerido por tales cantos sub- “Gistia aun, No obstante, Ios africanos no eran cristianos y por ello su muisica religiosa y aquella con la que celebra- ban diversos cultos y ritos tuvicron que sufriy una trans: “ferencia total y distinta, El africano tuvo en los Estados Unidos muy pocas opor- tunidades para el sincretismo religioso (la identificacion de dogmas 0 ritos religiosos con otros parecidos de una reli- gidn que les era extraiia). En las culturas esencialmente ¢a- “(licas del Nuevo Mundo las multitudes de santos susti- tuyeron ficilmente a los miltiples loa o deidades de las diversas religiones del Africa Occidental. Pero en la Amé- rica protestante esto no fue posible. “Ast pues la muisica que formaba el eslabén entre la mo- Sica africana pura y la que se desarrollé después de que el esclavo africano quedé expuesto hasta cierto punto a la cultura europeo-norteamericana fue precisamente In que contenia un mayor mimero de africanismos y sin embargo, era ajena al Africa, Y sta fue la miisica de la segunda generacién de esclavos, sus cantos de trabajo. El esclavo africano habia cantado cantos y letanias africanas en los campos norteamericanos. Sus hijos y sus nietos comen- varon a referirse a los Estados Unidos. 'AGn en el siglo XIX podian escucharse cantos africanos puros y ver bailar danzas africanas en la regién del sur fe los Estados Unidos, En la plaza Congo de Nueva Orleans todas las noches resonaban los grandes tambores de los africanos recién Hegados, En lugares como Haiti © la Guayana estos tambores atin recuerdan a Occidente que el hombre de color vino del Africa y no de la uni- Versidad Howard, Pero en los Estados Unidos las fuentes 30. LEROL JONES africanas puras fueron extinguiéndose en poco tiempo re- lativamente después de la importacién en masa de escla- vos que tuvo lugar durante el siglo XVIIL En los Estados Unidos el canto de uabajo adquirié sus calidades peculiares por distintas razones, En primer lugar, aunque la costumbre de cantar para acompafiar Ia faena era bastante comin en el Africa Occidental, es evidente que resulta muy distinto wabajar el propio campo en la propia ticrra que verse obligado a hacerlo en un_ pais extraiio, Y aunque Ja insistencia fisica necesaria para su. gerir el canto de trabajo todavia se hacia sentir, las refe- Fencias que acompafiaban a Ja labor cambiaron radical mente, La mayoria de los africanos occidentales eran la- bradores y estoy seguro de que estos cantos agricolas hubie. ran podido cantarse en el Nuevo Mundo lo mismo que en el Viejo. Pero la letra de una cancién que decia: “Después de plantar, si los dioses traen Muvia, mi familia y mis antepasados serén ricos asi como son belios", ya no podia aplicarse en Ja horrenda situacion de la esclavieud. segundo lugar, las referencias a los dioses o a las re- ligiones de Africa fueron suprimidas por los amos blancos en cuanto se dieron cuenta de lo que eran, no slo porque creyeron naturalmente que todas las costumbres africanas eran “bérbaras” sino porque aprendieron enseguida que la costanite evocacién de los dioses africanos significaba que aquellos negros pensaban huir de la plantacién en cuanto tuvicran la menor oportunidad. También se pro- hibis el uso de los tambores africanos pues los blancos se pereataron de que podian emplearse para incitar a la rebelién lo mismo que para acompanar las danzas, Asi pues el canto de trabajo, tal como empezé a tomar forma en la América del Norte, tuvo que despojarse_pri- mero de todo ritual africano y luego hallar en el Nuevo Mundo alguna referencia cultural. Pero esto era muy di ficil de realizar en Jos cantos que se entonaban en lengua africana, Las diversas faenas del africano, que constituye- ron la fuente de inspiracién de este tipo de canciones, se habian encauzado subitamente en una sola labor: el cul- tivo de los campos del hombre blanco. Los cantos de caza, de pesca, los que acompaiiaban las labores de telar, etcétera, habian perdido pertinencia, Pero tales cambios no fueron inmediatos, Fueron Jas circunstancias de la vida 8 ESCLAVOS: SU MUSICA a1 | hombre de las que tuvo conciencia después de haber edado expuesto sulicientemente a su fuente de origen y talizador: la esclavitud. Y est constituyé la diferencia basica entre los primeros selavos y sus descendientes. El esclavo africano siguié en- nando sus cantos tradicionales mientras trabajaba, aun- jue esuuvieran prohibidos 0 hubieran perdido su sentido riginal. Pero el hecho de estar prohibidos hizo que tales intos adquiriesen otras formas, con el transcurso del tiem- 0; formas que no estaban prohibidas y en un contexto mtemporaneo. Es posible que el esclavo africano se di enta de que perdia algo, de que dia tas dia se le des- sjaba de sus costumbres y del recuerdo de su tierra, Pero win asi habia cierta lenidad, Nadie puede decretar que In hombre cambie de manera de pensar. Pero los pri- eros norteamericanos de color no tenian mas referencias Gulturales que las propias de la esclavitud, Una cancién ‘le pesca carece de sentido para aquel que nunca ha ido a yescar y que tabaja diariamente en un campo de algo- én. El contexto de la vida del africano habia cambiado pero el esclavo nacido en América nunca supo exactamente Jo que constituyé el cambio. Es imposible saber con precision cudmto iempo pasaron Jos esclavos en este continente hasta que sus cantos de tra- bajo originales comenzaron a tener referencias extraafri canas. Légicamente primero hubo simples adiciones de pa- abras extranjeras: francesas, espafiolas o inglesas en su ‘mayoria, una ver que los colonos ingleses se afianzaron en lo que serfan Jos Estados Unidos, Krehbiel menciona un canto “creole” transcrito por Lafeadio Hearn, que con- tiene palabras de patois francés y otras africanas (que in- dicamos en letra sursiva): Quendé, owendé, macaya! Mo pas barrasse, macaya! Ouendé, ouendé, macayat Mo bois bon divin, macaya! Ouendé, onendé, macayat Mo mange bon poulet, macayal Ouendé, owendé, macayat Macaya! 32 LEROI JONES He aqui la traduccién de Hearn: jHala! jHala! jcome enormemente! No me da vergilenza — jcome desaforadamente! ‘Hala! ;Hala! jcome atrozmente! jBebo buen vino! — come vorazmente! jHala! ;Hala! jcome incesantemente! iComo buen pollo! — jme harto! jHala! ;Hala! eteétera. Es interesante observar lo que tal ve es algo mas que imple coincidencia: que las partes del canto que se re. feren a exceso estan en lengua africana, que la mayori de los blancos no podian comprender, mientras que las que se refieren a una buena vida, sin duda imaginativa, se expresan en la lengua de los amos. Pero Megaria un tiempo en que los hombres negros tampoco comprenderian ya las palabras africanas y aquellas alusiones a excesos, 0 cualquier otra cosa que el hombre de color quisiera. guar- dar para si mismo, las expresaria en la lengua de sus amos o bien pasarian a ser para él también sonidos caren- tes de sentido aunque ritmicos. Aparte de la transferencia 0 de Ia supervivencia de las palabras africanas en los cantos y el habla de los priv meros esclaves, hubo también cierta clase de transferen- cia sinvictica y ritmica ya que los esclavos africanos y sus descendientes tendieron a hablar las lenguas, que eran nuevas para ellos, del mismo modo que hablaban sus dia- lectos africanos, Lo que ahora se lama “acento sureno” o “habla negra” fue originalmente el acento de un extran. jero que procuraba hablar una lengua nueva y descono- cida, aunque los amos blancos atribuyeron la “incapaci- dad” de los esclavos para hablar un. inglés perfecto al mismo tipo de “infantilisme” con el que solian explicarse la creencia del negro en lo sobrenatural. Cuando los amos se dignaban prestarles aiencién no dejaban de asombrarse de que incluso los cantos de los esclavos nacidos en este continente fueran “incomprensibles" © “ininteligibles". Pero tal como Herskovits sefiala a propésito del modo de hablar de los primeros afronorteamericano: “...puesto que la gramdtica y Ja indole de una lengua ey lo tiltimo que se aprende, los negros que Hegaron. al ESGLAVOS: SU MUSICA 38 evo Mundo adquirieron tanto vocabulario de sus amos omo necesitaron al principio 0 como les ensefaron des- miés y pronunciaron estas palabras lo mejor que pudieron Inque organizindolas scgtin la pauta idiomAtica abori yen. De este modo surgieron en el Nuevo Mundo las di- yersas formas negras de hablar el inglés, el francés, el es jafiol y el portugués, cuyas “peculiaridades” se debieron hecho de que si bien comprendian palabras europeas aban vertidas en moldes gramaticales africanos. Pero ello no implica categéricamente que estos dialectos carezean de mitica 0 que indique una incapacidad para dominar in idioma extranjero, tal como se ha dicho a menudo"? ininteligibles" no luctores” ocasiona- 8. Por cjemplo, Krehbiel cita como incomprensibles dos ‘eantos del mair", es decir: aquellos que solian cantarse lrante €1 trabajo en las tierras destinadas al cultivo del hock along, John Me. parece. inerefble que Krehbiel no se haya dado cuenta de que Ja palabra shock es una deformacién de shuck que en inglés significa des- eascarar, es decir: despojar a la mazorca de su vaina, que es precisamente lo que hacian los esclavos. “Kive can’t ketch me and ten can’t hold me— Ho, round the corn, Sally Here's your iggle-quarter and here's your countaquils— Ho, round the corn, Sally! 1 can bank,’ginny bank. ginny bank the we Ho, round the corn, Sally! En esta letra todo es inteligible, a mi juicio, excepto Jos yersos tercero y quimto, Pero Ia palabra iggle es sin duda una deformacion de cagle (aguila) y, por lo tanto, un cuarto de dguila significa moneda norteamericana. En la frase “your count-aquils” la palabra count debe referirse “a contar ¢sa moneda o bien la mercancia cosechada, que “en este caso seria el maiz, La palabra aquil puede ser una “deformacién de la palabra espafiola agui o bien de hilo. Oua cancién menos “oscura” y que seguramente perte: nece a un perioco anterior dil 2 Op. cit. po BO. 34 LEROI JONES “Arter you lub, you lub know boss. You can’t broke lub, Man can't broke Jub. Lub stan’ —he ain't gwine broke — Man heb to be very smart for broke Jub, Lub is a ting stan’ just like tar, arter he stick, hé stick, he ain't gwine move. He can’t move less dan you burn him. Hab to kill all two arter he lub fo’ you broke lub”. Aunque esta cancién puede considerarse norteamericana conserva atin muchas caracteristicas africanas que dificul tan su comprensién. Sin embargo, creo que sus referencias son bastante norteamericanas. Pero ‘al decir africanas no me reficro a palabras que hayan podido conservarse sino al acento y a Ia sintaxis propias de algunos dialectos del Africa Occidental, Es bastante facil ver la relacién entre Ja simtaxis de esta cancién y Ja traduccién literal de algu- as frases africanas, Por ejemplo, Ia de una ffase ashanti en dialecto twi) que indica “calmar a una persona” y aqui creo que la palabra frio debe considerarse minucio- MET habia, is coanundives“y in: mite: afsiomnas taniBincon con la experiencia en suclo americano y adquiricron una forma norteamericana, Pero, equé era ia mmisica africana pura? zHubo similitud entre la musica africana y Ia curo- pea antes de la importacién de los esclavos? :Qué cambios musicales ocurrieron que transformaron la musica africana en norteamericana? ¢Cémo sucedid esto? Durante muchos aiios se interpreté equivocadamente el papel que la musica africana desempené en la creacién de Ia misica afronorteamericana, Y el error mis obvio fue de un tipo que solamente un occidental pudo cometer y consistiéd en pensar que la mtsica africana “...aunque esté basada en los mismos principios que la europea ca- rece de su capacidad técnica en la manufactura de sus burdos instrumentos. De ahf derivan la calidad extrafia y disonante de muchas de las notas que emiten”. Los mu- logos de los siglos XVIII y XIX e incluso algunos de nuestro propio siglo han hablado de la “aberracin” de la 2 De Maud Cuney-Hare, Negro Musicians and Their Musie (Washington, D. C., Associated Publishers, 1980), p. 27. ESGLAVOS: SU MUSICA 85 lt diaténica en la misica afticana. Un hombre como Fehbiel ha Megado a decir: “Hay un significado que no desentranar en el hecho de que los tonos que pare. Ni refractarios (el subrayado €s mio) al sentido de adecua- nde los intervalos que tiene el negro son los de cuarta ‘éptima de la escala mayor diaténica y los de cuarta, kta y séptima de la escala menor”.4 gPor qué no se Ie rid pensar que tal vez Jo que sucedia era que los icanos no empleaban la escala diaténica sino una escala feana que tal ver pareceria ridicula si se analizara segin métodos normales de la musicologia occidental? Incluso jest, Borneman dice: “Actualmente parece probable que origen comin de la musica europea y del Africa Oc ental fue un sistema pentatonico simple, sin semitonos. inque en Africa se han conservado y desarrollado va: intes indigenas de la escala diaténica, los africanos oc. ientales modernos que no estén familiarizados con la sica europea suelen titubear cuando se les pide que inten en una escala ajustada, Esto resulta especialmente vidente cuando los intervalos de tercera y séptima de la ala diaténica estin aproximados, Entonces el cantante, i _invariablemente, procura rozar estos intervalos con fraduaciones, ligaduras o vibratos tan amplios que se acer- n/a valores numéricos”.5 En Ja musica afronorteamericana a estos efectos de gra- aciones y ligaduras, que son la calidad “aberrante” ba ica de una escala de blues, se les llama “bluear” las notas. or qué no Mamarla “valor numérico"? A mi juicio se fa de una escala diferente. Sidney Finkelstein en Jazz: A People’s. Music, dice: s.estas desviaciones del tono familiar a la musica de oncierto no son, como es natural, el resultado de una incapacidad para cantar 0 tocar a tono. Significan que los blues no son una musica diaténica. Muchos libros que tratan del jazz... suelen describir los blues como una encia de acordes como ténica, subdominante y séptima dominante. Sin embargo, esta definicién equivale a poner carro delante del caballo. Hay pautas bien definidas de 4 Ibid. p. 73. (“The Roots of Jazz”, Nat Hentoff y Albert J. McCarthy, Jazz (Nueva York, Rinehart, 1959), p. 15. LEROIL JONES 36 acordes que han sido desarrolladas para apoyar los blues pero que no los definen; los blues pueden existir como melodia perfectamente distinguible aunque carezcan de tales acordes, Los blues tampoco son sencillamente el. em- pleo de la escala mayor con la tercera y la séptima ligera- mente abatidas o “blueadas”, El caso es que tanto esta explicacién como la de los acordes no son més que in tentos de explicar un sistema musical basdndose en otro: no diaténica con términos diats- describir una misica nicos”. En la misica afronorteamericana [os ritmos son los ves tigios mis aparentes de la miisica africana; no sélo el acento en el ritmo mds que en la melodia o en la armo- nia, que es propio de la musica africana, sino también el empleo de efectos ritmicos polifénicos o contrapuntisticos. X causa de este aparente descuido de la armonia y de la melodia los occidentales creyeron que esta miisica era “pri- mitiva”, No pensaron que los africanos pudieron desdefiar una miisica de ritmo tan soso como la occidental. Indudablemente el notable desarrollo de las calidades ritmicas de la musica africana, puede imputarse al hecho de que los africanos también emplearon los tambores para comunicarse entre si y no como se creyé en un tiempo para lograr una especie de Morse primitive sino para re- producir fonéticamente las propias palabras. Esto dio por resultado que los africanos desarrollaron un sentido del ritmo muy aguzado y complejo y se hicieron muy sensi- bles a las graduaciones de timbre. Ademés, el complejo sistema arménico desarrollado en el uso de los instrumen- tos de percusién; por ejemplo: el empleo de tambores u otros instrumentos de percusién con timbres diferentes para producir contrastes arindnicos, no fue captado enseguida por el vido de los occidentales, Estos, acostumbrados a otros recursos musicales menos sutiles, tampoco distinguie- ron facilmente el empleo de dos y tres pautas ritmicas diferentes para acompafiar la misma melodia. En la musica africana Ja diversidad melédica no s6lo era patente en la disposicién de las notas (hablando en términos occidentales) sino en la interpretacién vocal de Jos cantantes. Las “técnicas vocales tensas, ligeramente 4s © Jaze: A People’s Music (Nueva York, Citadel, 1948), p. 68. 37 el acento, Fil6logos Maman “tono significative” a esa “combina: Mm de tono y timbre” que se emplea para ia Wido. de las” palabras, Esto ‘era bisico!en’ a hebla Umiisica de los africanos occidentales y perduté er: log os del Nuevo Mundo. Otro aspecto imporunte de la musica africana que se Aeuentra muy pronto en la de los negros nortearerica, €s la técnica del canto antifonal, Un solista canta el y el coro le responde. Por lo general la respuesta es comentario al tema cantado por el solista o comenta “Fespuesta misma en versos improvisados. La cantidad de Iprovisacin depende del tiempo que el coro desea, pro. ir, Otro rasgo importante de la miisica africand 6 dudablemente uno de los que arraigaron y perduraron | la musica negra norteamericana, ¢3 el de la. impro- lacién. El propio cardcter de los primeros cantos de wa. tjo indica que eran improvisados en. su mayor parte, Y, ralmente, también la estructura del jaz consta de una fa melédica con un numero arbitrario de respuestas [griaciones al tema inical como algunas costumbres africanas 1oy re. iz en cl Nuevo Mundo, ocuitas bajo un iigees. Bennie opco-norteamericano, asi los cantos, danzas ¢ instrumen. africanos puros se manifestaron en este lado de los 8, Sin embargo, al hablar de la musica me parece importante que rasgos tales como los elementos ba. os ritmicos, melédicos y arménicos fueran trasplantas los casi intactos que no el hecho de que pudieran’ sobre. ir cantos, danzas o instrumentos aislados, El mismo cardcter de la esclavitud en los Estados Uni- § dicté la forma en que la cultura africana podia adap. se, Asi, una ceremonia que en Dahomey se tcalizaba en honor de un dios fluvial no tenia probabilidades de sobse. fr en este pais sino se incorporaba a algdn rito and. @ presente en la nueva cultura: y e650 es lo que sucedio cisamente, Los cristianos del Nuevo Mundo tenian el Asi también Jos cantos africanos de recrimina- 38 LEROI JONES cién sobreviven como un juego de competencia con. ¢l nombre de “docenas”; (cualquier muchacho de la barriada de Harlem de Nueva York sabe que si alguien le dice “Tu padre tiene una mujer” debe replicar, como minimo: ‘A tu madre le gusta”), En musica, al quedar prohibido el uso de los tambores africanos hubo que encontrar otros instrumentos de percusién, como las latas de petréleo va- cias que dieron origen a las orquestas de las Indias Oc: dentales. O las palanganas para lavar, yueltas boca abajo y flotando sobre otras, que al ser golpeadas producian un sonido parecido a Jos tambores africanos hechos con tron: cos huecos, En esta parte del mundo el negro tuvo que adaptar y reinterpretar, El banjo (palabra africana) es un instrumento del Africa y el xil6fono, que hoy emplean todas las orquestas de concierto del Occidente, también procede del continente negro. Pero la supervivencia del sistema de misiea africana es mucho mis importante que la existencia de algunos rasgos aislados y superfluos. El hecho notable es que en los Estados Unidos la unica mi- sica Hamada popular que tiene verdadero valor es de origen africano. Otro aspecto importante de la musica africana fue cl uso de cuentos populares en letras de canciones, acertijos, proverbios, etcétera, que aun cuando no se acompafiaban de musica fueron ‘el principal sistema educative de los africanos, la manera en que los conocimientos de los mayores se cransmitfan a los jévenes. El empleo de estos relatos y leyendas en los cantos de los negros norteameri- canos fue muy comin si bien no tanto como la proporcién de material noreamericano 0 “norteamericanizado” que usaron, No obstante hay vestigios claros no s6lo en los cuentos de animales, que han acabado por formar parte de la tadicién de este pais (por ejemplo los cuentos del conejo del tio Remus), sino también en la lea de los cantos de trabajo y mds tarde en la forma de los blues. Y asi como la letra de los cantos africanos solia ser tan importante 0 mds que la musica, la letra de los cantos de trabajo y de los blues ulteriores fue igualmente impor- tante para el concepto que el negro tenia de la musica. De hecho los “baladros” y las “voces del campo” apenas si eran algo mds que palabras con ritmo, Incluso la mu- sica puramente instrumental del negro norteamericano con- HSCLAVOS: SU MUSICA 39 referencias constantes a la mnisica vocal. La interpre- in instrumental de un blues es la més certera imita- de la voz humana que puede escucharse; los efectos en que siempre se han complacido los miisicos de desde Bunk Johnson hasta Ornette Coleman, son pruc- de este aserto, (Y creo acertado concluir que la escala eana y la de los blues derivan de este mismo concepto -muisica vocal que logra ciertas notas cuya reproduccién posible en la escala fija occidental bien tem ada, pero que sin embargo, pueden ejecurarse en ins- imentos occidentales), consideramos la misica africana en sus intenciones mos que dificre de la occidental en que cra una misica trictamente utilitaria. Borneman enumera algunos tipos icos de cantos comunes a las culturas del Africa Occi- tal; cantos usados por los jévenes para lamar la aten- én de las muchachas (de cortejo, de desafio, de burla); tos de faena, que facilitaban el trabajo; cantos que ancianos cantaban para preparar a los adolescentes Ja vida adulta y muchos mis, La muisica occidental mal”, con excepcién de la musica religiosa primitiva, sido siempre un “arte”. A nadie se le ocurriria que ma sinfonia de Haydn pudiera tener una funcién que iplir, aparte de “cultivar el espiritu”, La “musica for I", término que solamente en Occidente puede tener sentido extrarreligioso, nunca ha formado parte inte- I de la vida occidental; ni tampoco ningtin otro arte espués del Renacimiento. Naturalmente, antes del Re- pacimiento el arte pudo abrirse paso en la vida de casi odo el mundo porque casi todas sus formas procedian de Ja iglesia y esta era el centro de Ia vida del hombre occi- ental, Pero al descartar Ia actitud religiosa y sustituirla por los conceptos “ilustrados” del Renacimiento surgié el gisma entre lo que era arte y lo que era vida, En la Itura africana era y atin es inconcebible establecer una separacién entre la musica, Ia danza, el canto, el artificio y la vida dei hombre 0 su culto-a los dioses, La expresidn derivaba de la vida y era belleza. Pero en Occidente el “triunfo del espiritu econémico sobre el imaginativo”. tal fomo dijo Brooks Adams, hizo posible esta tremenda se- Paracién entre el arte y la vida, Por ello la miisica, que

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