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BOG 40h A, GO. | O° M Bel AG Ae Ret L e230 0°38
Participacion y fortalecimiento
y comunal de BogotaSAMUEL MORENO ROJAS
Alcalde Mayor de Bogota
CLARA LOPEZ OBREGON
Secretaria de Gobierno
OLGA BEATRIZ GUTIERREZ TOBAR
Directora Instituto de la Pat
Accién Comunal -IDPAC-
JORGE LONDONO
Subdirector Promocién de la Participacion
JORGE LUIS RODRIGUEZ
Gerente Escuela Distrital de Participacion y
Gestion Social
UNIVERSIDAD DISTRITAL
FRANCISCO JOSE DE CALDAS
CARLOS OSSA ESCOBAR
Rector
ORLANDO SANTAMARIA VERGARA
Vicerrector
ADRIAN SERNA DIMAS
Director IPAZUD
‘SEGUNDOS CONGRESOS LOCALES
Convenio Interadministrativo 0144 de 2007
IDPAC-IPAZUD
ADRIANA CASTILLO HERNANDEZ
Directora Proyecto
DIANA GOMEZ NAVAS
BETTY SANDOVAL GUZMAN
FREDDY EDUARDO GUERRERO
ORLANDO SILVA BRICENO
MARIA DEL PILAR MARIN RIVAS
LINA MARIA ORTIZ
CARLOS ANDRES ESCOBAR RUBIANO
DANIEL ANDRES BUITRAGO QUEMBA
Asistentes
PAOLA ANDREA VASQUEZ
Coordinadora Administrativa
GUILLERMO ROJAS RODRIGUEZ
ISRAEL MOLINA GONZALEZ
ALVARO ANDRES BALLEN
JAVIER DARIO FORERO ENCISO
ANDREA DEL PILAR GARCIA DONATO
ANGELA YAMILE MORA WILCHES
LUIS JOSE PINILLA
CARLOS ALBERTO ORTIZ CRUZ
CLAUDIA PATRICIA SANTANA
DARWIN TORRES JIMENEZ
JOSE J. CARDONA MURILLO
WILSON RODRIGUEZ DIAZ
BELISARIO VILLALBA MARTINEZ
MARCO AURELIO ROCHA GUZMAN
CARLOS ALBERTO HUERTAS
PEDRO IGNACIO SUAREZ SANCHEZ
ISMAEL CELY CORREO
MARIA ELENA ARZUZA
ANDERSON LOPEZ CARDENAS
‘ARACELY GARZON RINCON
Animadores (as)
MARIA DEL PILAR MARIN RIVAS
LUIS FERNANDO BARRETO
Coordinaci6n Editorial
FRANCISCO CASTILLO
NELSON CONTRERAS
Fotografia
CLAUDIA PINILLA
Disefio Grafico
FERNANDO BARRETO
Impresion
Bogota, D.C., 2008Contenido
Formaci6n para la participacién efectiva
La U.D. y su apuesta en Ia extension
Escuela Distrital de Participacion y Gestién Social
La concertacién: un camino para la construccién
de una ciudadania local activa
Investigacién desde el sujeto comunitario, estrategia de
fortalecimiento de las organizaciones sociales,
comunales y comunitarias
La prospectiva como esquema de pensamiento
Muchas miradas, muchas voces ...
muchos saberes en torno de la participacién local
Dinamicas de la participacién en Ia localidad de Engativa
Una mirada a la participacién de Usaquén
Sujeto comunitario y formas de participacién en San Cristobal
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54La prospectiva
como esquema
de pensamiento
Equipo ejecutor \
Segundos Congresos LocalesLa critica constante a nuestra precaria memoria
como pais no es menor a la que considera nuestra
marginal capacidad para pensar el futuro. | con-
flicto que vive Colombia indigna sobre lo primero
y mas 0 menos justifica sobre lo segundo; sin em-
bargo, entre el olvido y la desesperanza se intuye
‘como necesaria una perspectiva que si bien no re-
‘suelve lo primero, por lo menos nos coloca en un
horizonte posible desde el cual pensar el pais, las
regiones y localidades desde otro esquema que
hasta el momento imposibilita el contexto de la
guerra y la exclusién social.
Experiencias significativas se han desarrollado a
partir de procesos de planeacién en comunidades
del Pacifico y en etnias del Cauca, y de proyectos
de sostenibilidad regional en Narifio, cuyas proyec-
ciones remiten a sofiar regiones y comunidades en
‘scenarios que se preparan en el presente con un
horizonte temporal minimo de 30 afios, e incluso
con planes de vida a 500 afios. Sobre estas expe-
riencias, el proceso de Segundos Congresos Locales
vislumbré la posibilidad de trabajar tal propuesta en
una ciudad como Bogoté en la que los escenarios
de participacién se han ampliado y los lideres 1o-
‘ales poseen las capacidades necesarias para el de-
sarrollo de un nuevo horizonte ético nacido desde
las perspectivas de las propias comunidades.
Quisiera exponer inicialmente aspectos rele-
vantes de la propuesta, tanto en sus implicaciones
1S COMO metodolégicas, para luego mostrar
cuales son las dificultades y los retos que plantea
su ejecucién,
La planeacién prospectiva se presenta, efecti-
vamente, como metodologia participativa, entre
las muchas existentes; no obstante, esta mirada
reducida no compensa el valor de la misma. Su
inicio se remite al desmantelamiento del esquema
que parte unidireccionalmente desde la serie tipo
problemas ~ soluciones; esta consideracion es
importante pues la inercia de nuestros esquemas
mentales reduce las acciones en marcos someti-
dos a lo reactivo, a la inmediatez y a la necesidad.
Lo prospectivo, precisamente, considera una di-
reccién diferente, aunque con limitaciones como
cualquier enfoque metodolégico: visién de futuro
— situaciones iniciales ~ estrategias - planes de ac-
in; pensarse a si mismo y en el futuro de un colectivo
en un contexto de regién 0 localidad, resulta desesta-
biizador para nuestras inercias, muchas de ellas sos-
tenidas por proyectos, convenios, roles burocréticos,
cooperacién internacional u otras fuentes de fi-
nanciacién 0 condicionamientos institucionales
que imponen los tiempos de ejecucién y coloni-
Zan los ritmos del pensar y de la accién.
Asi, la iniciativa de construir una vision de fu-
turo invita a un sofiar, lo que resulta para algu-
nos una utopia casi surrealista ante la demanda
de una realidad que no da espera. Esto se consti-
tuye en una seria limitacién en los escenarios de
participacién para la construccién de visiones de
futuro; la precariedad de nuestro pensar genera
tendencias ultracriticas que més que propositivas
reproducen a través del lenguaje las distorsiones
heredadas de la reaccién, resistiéndose a favor
de la permanencia en los espacios de comodidad
tradicionales, incluso traduciendo erréneamente la
prospectiva como planeacién por escenarios u otra
técnica de planeacién similar.
33 | DI-SENTIRDISENTIR |34
Por ello, es de ratificar que la prospectiva, desde
las experiencias mencionadas anteriormente, respon-
de mas a un planteamiento ético y a una construc-
cién colectiva e integral, que a una simple propuesta
metodolégica, tecnocratica, individualizante y secto-
fial. Por ello, la visién de futuro plantea dar a los
suefios colectivos su justo lugar; pretende orientar
la razén por las imagenes posibles y, a partir de ello
y no de los problemas, sustentar la accién presente;
es asumir no la postura reactiva del bombero, sino
la conspirativa, en el buen sentido del término; es
poder consolidar una ciudadania activa que moldee
sus horizontes; mas ain, es poder generar una ciu-
dadania preactiva que oriente sus metas para alcan-
Zar sus suefios, y no exclusivamente a solucionar
problemas de cardcter coyuntural.
Hasta aqui seguramente, y respetando cualquier
consideracién critica al respecto, ya se habré puesto
en marcha el vigilante interno que cuestiona este
estilo de propuesta: éDénde esta el dato real de par-
tida? y écudl es su validez cientifica y cuantitativa?
En fin, consideraciones de muchos tipos que bien
arrojan dardos de cientificidad y que acuden a los
esquemas de pensamiento y accién conocidos para
calificar terrenos novedosos pero, desconocidos. Sin
embargo, son esas disposiciones| sobre horizontes
proyectados lo que nos diferencia de cualquier otro
ser viviente: dignidad y conciencia sustentadas por
la creatividad y la imaginacién que nos emancipa de
lo real impuesto para fundamentar nuestra accién
sobre lo real imaginado.
Pero para no quedar sometidos al panfleto de las
ilusiones, resulta conveniente anotar que a la visién
de futuro le sigue la reflexién sobre las situaciones
iniciales; obviamente el “traductor” reconocera alli
un orden de los factores que no altera el producto:
observard en las situaciones iniciales el presente que
devela la verdadera medida de nuestros propésitos,
la referencia a la formulacién del problema que apa-
rentemente nos da mds seguridad. Sin embargo,
esto no es necesariamente asf; las visiones de fu-
turo nos brindan el horizonte que caracteriza una
forma de pensar desde criterios propositivos, par-
ticipativos, colectivos y esperanzadores; de alli es de
donde se parte; cualquier reflexién sobre el presente
esté marcada por el futuro deseado; esta es otra
forma de pensar que no nos orienta al problema,
por muy tecnocraticamente elaborado que este sea,
sino al horizonte construido colectivamente, por muy
elemental que parezca. Asi, las situaciones iniciales
os permiten clarificar qué tanto nos queda sobre
‘ese suefio pensado a 10, 30 6 500 afios y qué nos
falta en ese camino,
‘A modo de ilustracién, sobre una temporalidad
prospectiva, alguien objeté sobre lo lejos que es-
tébamos de alcanzar el suefio; por supuesto, el
suefio, en tanto colectivo, también implica lo inter-
generacional, lo solidario y lo sostenible; por ello,
tuna visin en un tiempo de 10 afios es lo menos
para quienes experimentamos la herencia de la in-
certidumbre en el contexto urbano y para quienes es
un reto legar la certidumbre ética de nuestra visién
prospectiva.
Formular la estrategia, tercer aspecto relevante
en la planeacién prospectiva, implica considerar la
raz6n, estratégica por supuesto; es hacerse las pre-
INSTITUTO DISTRITAL DE LA PARTICIPACION Y ACCION COMUNAL.‘guntas de! tomador de decisiones. La planeacion
prospectiva, participativa para los casos citados,
invita a pensar sobre los mejores modos de alcan-
zar esas metas y a considerar el mejor grupo de
acciones que permita un dptimo uso de los tiempos:
¥ de los recursos para hacer efectivo y econémico
el transcurrir por el camino trazado hacia la vision
de futuro. Desarrollada esta perspectiva, la vision
de futuro deja de ser la utopia criticada, y pre-~
tende configurar una mirada prospectiva y estraté-
gica que se concreta en una planeacién material,
resultado inicial y no final de una nueva forma de
pensar y de actuar.
Pero no todo es un jardin de rosas; varias limi-
taciones, ademés de las ya sefialadas, hacen que
propuestas de este estilo se maticen en tiempos
y lugares diferentes. La experiencia en el Distrito
Capital en el marco de los Segundos Congresos
Locales no es la excepcién: la construccién colec-
tiva de las “agendas locales’, en las que dentro de
su configuracién se desarrollan la formacién y la
aplicaci6n de una visién prospectiva y estratégica,
plantea varios interrogantes fundamentales rela-
Gionados con el tiempo de formacién, la cultura
politica y el impacto de estos procesos.
Es cierto, los procesos de formacién requieren
espacios mas amplios para la comprensién y la in-
teriorizacién de visiones que pretenden transformar
radicalmente los habitos malogrados de la ya larga
tradici6n de los esquemas cortoplacistas. Por ello,
es valida la alusién constante al tiempo limitado de
formacién de animadores locales, gestores socia-
les y comunidades de las localidades sobre temati-
‘cas que requieren mayor aprehensién. Por ello, las
limitaciones del tiempo y la continuidad de los pro-
cesos exigen que las agendas locales tengan una
sostenibilidad que trascienda varias formalidades:
los limites contractuales de los convenios que dan
origen a estas iniciativas, y la apropiacién de lideres
y comunidades de las agendas locales, como medio
no como fin de un futuro posible que hay que
ajustar y seguir construyendo en el pensamiento y
en a accién.
En relacién con la cultura politica podrian dis-
gregarse aspectos centrales: la cultura misma mas
alld de su restriccién a lo politico; las formas de
participacién desarrolladas hasta.el momento y la
emergencia sutil de un proceso de construccién de
visi6n de ciudad en el marco de los intereses de
la institucionalidad. Como ya se ha mencionado,
en un pais conflictivo y excluyente el esquema
de accion se fundamenta en el sobrevivir del dia
a dia; por ello, la exposicién a nuevas formas de
considerar un horizonte de ciudad posible, desde
la mirada de un ciudadano activo (0 preactivo),
se restringe a practicas eminentemente asisten-
cialistas que reproducen al ciudadano pasivo, oa
la desconfianza aprendida en torno de las insti-
tuciones que demandan de la ciudadania su voz
en periodos electorales o limitada a los liderazgos
tradicionales que, aunque positives, en muchas
‘ocasiones se muestran institucionalizados €n sus
perspectivas y posiciones (ya sea desde la afinidad
la critica). De esta manera, la apertura a nuevas
formas democraticas implica consideraciones rela-
cionadas con las visiones de ciudad configuradas
desde la pluralidad de intereses: participacién con
efectos directos en las decisiones sobre tematicas
y presupuestos, y reposicionamiento de tematicas
formativas de este cardcter, desde orientaciones
centrales de la administracién distrital, cuyo valor
simbélico genere legitimidad, fuerza y confianza
en ciudadanos que sienten que su participacién es
efectiva y no marginal.
Ademés, un efecto contundente de los pro-
ccesos de formacién que permita no subestimar sus
resultados y oriente su produccién en la toma de
decisiones concretas. La participacién comienza a
ser un tema desgastado por el “abuso” en su uso
formal y por la dilatada concrecién de resultados,
arriesgando a convertir los escenarios disponibles
en lugares vacios ante la pérdida de expecta
35 | DI-SENTIConvenio Interadministrativo No. 0144/2007
Suscrito entre el IDPAC y la Universidad Distrital Francisco José de Caldas - IPAZUD
LUvensinaD Disrnea
BOG
BoGoTaé Escuela Distritalserarticinacion y gestion social
Positiva
/ALCALDIA MAYOR
‘GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BOGOTA D.C.
fst
Participacién y
Accién Comunal