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a S j ISMO Y POPULISMO: FUERZA‘ SOCIALES POLITICA DESARROLLISTA EN LA FASE DE. CONSOLIDACION DEL MER‘ INTERNO istintivo del “perfodo de transicién” en Amé- fea am lo referent @ las relaciones entre fo pot clases sociales, habida cuenta Tas pecullariday | sea de ese proceso en 12s diferentes situaciones anteton | res de dependencia externa, quiz pueda ser definido | foor Ta presencia cada vez més importante y por la ps \itipacibn creciente de Tas clases medias wrbanas y de ticipacién creciente ‘ee ey las burguesias industriales y com vedo on; ‘Ja expresién econémica de esa situa social se manifiesta a través de las palisieas de conset: Gacién del mercado interno y de iindurtializaeién. Com ino es obvio, el cusso concreto de esas politieas, yao hhemos sefialado, asuié en ciertos casos —en los pases con economia exportadora controlada Por) grupos 1° cionales que lograron formar un_ sector industrial i portante antes de Ia crisis del comercio exterior = wt Carketer ms bien Tiheral, es decir, asentado sobre ¢t dinamismo de Ta empresa privada; en cambio, en le situacion originaria de enclave, el “dirigismo” esta! express cémo trataron de crear su base econémica ur banocindastrial los grupos no directamente vinculador al sistema exportador-importador. Por supuesto, de esta Gitima hipétesis la manipulacién det aparaso estatal pudo set, en ciertos patie, el instrumento. de formacién de una clase industrial, 1a que compartinia a Ta Targa con los entes fiseales las funciones empresa- Tales. Gon todo, sin embargo, hay que subrayar que esta reneiacién no fue exehiyente: ni falt6 Ta participa: ‘cién de los sectores privados en las economfas con mayé [102] \ NACIONALISMO ¥ POPULISMO 108 participacién estatal, ni el sector ptiblico estuvo ausense en Ja etapa inicial de Ja industrializacién, aun en los paises de rasgos més liberales. Por el contrario, la fase Hamada de industrializacién sustitutiva de importaciones se caracterizé por un doble movimiento convergente: la expansién del sector privado de la economia y, co seciientémente, el robustecimiénto de Ia burguesia in- dustrial y Ia creacién de Areas nuevas de inversién, concentradas alrededor de la “industria basica” y de las obras de infraestructura, en donde fue acentuada la patticipacién estatal. La caracteristica estructural que se perfila en los pat ses que empiezan a conformar Ias nuevas bases econd- micas de!" desarrollo consiste en que éstas suponen, necesarlariénte, amplias alteraciones en la divisién so- cial_del trabajo, que se expresa en seguida a través de Ia transformacién de los aspectos demogréfico-ecolégi- cos; todo ‘esto se refleja en el plano social: engendra unt proletariado ¥.se incrementa el sector popular urbane no obreto de la poblacién. Ademis, el ritmo de formacién de este fltimo suele ser mayor que Ia capacidad de absor- Gién de Jos nuevos empleos urbanos generados por la industrializacién, y esto posibilité la formacién en Amé- rica Latina de lo que dio en lamarse “sociedades urba- nas_de masas”, basadas en economias insuficientemente industrializadas. Es jtistamente la “presencia de las masas”, al lado de la formacién de los primeros y més consistentes gér- menes de una economia industrial diferenciada (es decir, no solamente de bienes de consumo inmediato), el hecho que va a caracterizar el perfodo inicial def Tamado “desarrollo hacia adentro”, que se acentvia du- ante Ia guerra y se manifiesta en su plenitud durante la década 1950-1960. Econémicamente, durante este! perfodo aparecen las amadas politicas de “industrial zacién sustitutiva”,* que en dltima instancia han consis- 1, Maria da Conceigio Tavares, “Auge y declinacién del Proceso de sustitucién de importaciones en el Brasil”, en el Boletin Econdmico de América Latina, vol. 9, nim. 1, 1964. 104 NAGIONALISMO Y POPULISMO ido en el aprovechamiento © ineremento de la base [productiva del momento anterior para atender a la ‘Hemanda interna de bienes de consumo y bienes inter- medios, debido en especial a Ia carencia de divisas ast ‘como a las dificuliades de importacién. Durante el pro~ ceso aumenta el papel del Estado y cambia su cardcter; on efecto, si en la etapa precedente, el Estado —que expresaba fundamentalmente los intereses exportadores y terratenientes— actuaba como mediador de la politica de financiamiento de inversiones extranjeras, ahora por jntermedio de él se toman las medidas necesarias para \a defensa arancelaria” de! mercado, se inicia el proceso de transferencia de rentas del sector exportador hacia ‘el sector interno y se crean los niicleos fundamentales Ide infraestructura para apoyar la industrializacion, sus ‘itativa de importaciones; de entonces son las plantas nacionales de acero, Tas refinerfas de petréleo, Tas cen- trales eléctricas, etcétera. Subrayamos en este trabajo qué"esas/medidas sélo so dieron en algunos paises porque” fueron ely resultade de las alianzas de poder alcanzadas duraite lo que aqui Se lam “fase de transicién”. Y, en consecuencia, se Isefiala ahora que Ia industrializacibn, lograda.en esos | casos no fue, en un primer momento, el resultado del ascenso, paulatino 0 revolucionario, de una burgvesta industrial tipica. |. Bsa industrializacién mas bien represent una poli- ‘tica de acuerdos, entre los més diversos sectores, cuyo problema esencial desde sus inicios consistia en hacer [compatibles 1as necesidades de formacién de un tipo de economia, que contemplara tanto la creacién de una base econémica de sustentacién de los nuevos grupos ‘(que pasaron a compartir el poder en la fase de la transicién), pero que también ofreciera oportunidades de insercién econémico-social a los grupos populares numéricamente importantes, y cuya presencia en las ciu- dadcs podia alterar el sistema de dominacién. Bste esta- Ha ahora integrado por las clascs medias ascendentes, por la burguesia urbana y por los sectores del antigue ‘NACIONALISMO Y 'POPULISMO 105 stema importador-cxportador, incluso hasta sectores'Ia~ tifundistas de baja productividad. En su expresién formal, el juego politica-social en la fase de industrializacién sustitutiva consistiré en los acuerdos y alianzas que las fuerzas sociales puedan cons- tituir, y que exprese el nuevo equilibrio de poder; en el mismo participan y disputan su hegemonia tanto los sec- tores agroexportadores y financieros como los sectores me- dios e industriales urbanos. ¥, por otra parte, aparecen como abjeto de dominacién en algunos casos, o como base de sustentacién en otros, los Hamados sectores populares, integrados por sus tres componentes tipicos: la clase obrera, la masa popular urbana y Ia masa agraria. ‘Los distintos acuerdos que alcanzaron en los diversos Paises las fuerzas sociales posibilitaron que —aun cuando estaba‘dada una problemAtica comin, tanto econémica como sociopolitica— aparecieran formas de industria. lizaci6n distintas y esquemas de organizacién y control {del poder singularés)para las politicas de industrialica- ccion sustitutiva de cada pais. Los factores condicionantes de esa diferenéiacién se relacionan en gran medida a Jos modos de formacién de las economias y de las socie- dades nacionales, puesto que, como ya se sefial6, las funciones del Estado y las caracteristicas de los grupos empresariales asumieron rasgos diferentes en Ta fase de transicién, segin que la situacién de origen fuera 0 no de enclave. Por otra parte, en el momento siguiente, cuando la “presencia de fas masas” adquiere importan- cia para imponer las formas de dominacién, también habré diferenciaciones en funcién de las peculiaridades del sector popular de cada pais. ‘Antes de esquematizar, en un plano ya no formal, las principales situaciones que caracterizan la consolidacién del mercado interno, conviene aludir, en el plano eco- némico general y en el de las orientaciones politicas, a los temas fundamentales de la. problemitica del desa- trallo de este perfoda, Predominan dos tipos de orientacién, las que por su parte constituyen la expresién politica del momento: 2 NACIONALISMO Y POPULISMO 106 xa, implicita en Ia presién de las masas, se expresa en la orientacién “hacia la participacién” y da origen una tendencia hacia el “distributivismo” social y eco- némico; Ia otra, coexistente con Ja anterior, manifiesta los intereses de los nuevos sectores dominantes, Ia con- \tinuidad de la expansién econémica nacional, orientada ya hacia el mercado interno, como continuacién del sistema de dominacién, Seria ésta la tendencia al “na- cionalismo”, que ademés posibilitaria Ia, “incorporacion’ {ce las masas al sistema de produccién y, en grados i variables, al sistema politico. Se establece asf una co- rexi6n que da sentido al “populismo. desarrollista”, “en rel que se expresan intereses contradictorios: consumo | ampliado-inversiones aceleradas, participacién estatal en el desarrollo-fortalecimiento del sector urbano-industrial privado, La necesidad de una ideotogia como Ia de! “populismo desarrollista”, donde coexisten articulandose metas contradictorias, expresa_ el intento_de lograr uf grado razonable de, consenso y legitimar et nuevo siste- yma de poder, que se presenta a la nlacién apoyado sobre n programa de industrializacién que-propone heneficios i todos. Pee acuerdo con tal esquema, lal chakiGn le ure mer cado interno supone: dat a] disponibilidad de capitales para’ ser’ reinvertidos dentro del pais; oe b] disponibilidad de divisas para financiar Ia indus- trializacion; | . ¢] posibilidades de redistribucién, aunque limitadas, de la renta generada para permitir algin grado de incorporacién de las masas; . d] capacidad empresarial, piiblica y privada, para andir Ia economia interna; eM] un minimo de eficiencia y de responsabilidad en tas administraciones estatales; | f] capacidad para consolidar un liderazgo politico que Jogre presentar los contradictorios intereses de los dis tintos grupos como una conciliacién en funcién de la “Nacién”. . B 107 NAGIONALISMO Y.POPULISMO Sin embargo, bisicamente la disposicién de capitales vy de divisas esta en manos del sector exportador y para obtener Ia materializacién del esquema apuntado tendrén que movilizarse en contra de sus intereses la burguesta industrial, la“burocracia estatal y los sectores obrero- Populares. El éxito de semejante movilizacién estard condicionada, por un lado, por la presencia de coyun- turas favorables de precios en el mercado internacional, que permitan politicas dé sustentacién del, valor de los productos de exportacién y, a la par, politicas que im- Pliquen alguna forma de, retenciones sobre el ‘tipo de cambio; y por otro, también estén condicionadas —~en lo que se refiere a la “alianza desarrollista” entre los sectores indhustriales y los sectores obrero-populares— por la posibilidad de mantener una ‘politica arancelaria y una politica. monetatia:que permitan, en detrimento del conjunto del sector agrario y de los grupos medios tradicionales, sostener.simultdneamente el ritmo de Jas inversions industriales y, si no asegurar un elevamiento significative de los salarios reales, por lo menos un aumento, en términos absolutes, del. nimero de indi- viduos proyenientes. de. los ‘sectores populares que se van incorporando al sistema industrial. Chora, por tanto, Jos grupos que controlaban, 0 presionaban para controlar, las fuentes de acumulacién ¥ Jos sectores sociales que influfan en: los organismos piiblicos para reorientar las politicas de precios y fiscales con el propésito de permitir la capitalizacién de las empresas privadas o piblicas, La experiencia historica determinard cémo se combi- nan concretamente estas condicionantes de la industriali- zacién y dard origen a los “modelos” politico-econémicos del desarrollo. Sin embargo, s6lo con ‘un’ sentido un tanto abusivo de la libertad expresiva, y utilizando con otro sentido conceptos ya consagrados, podemos hablar en este trabajo de “modelos de. ordenacién de variables”. Del examen precedente puede colegirse que los rasyos distintivos de las politicas de industrializacin estarfan de- terminadas segin como se acuerdan o concilian los 108 ° NACIONALISMO “¥* POPULISMO. papeles de! Estado-y: de las burguesfas industriales; en la accién del “Estado no sélo son ‘importantes. las’ fun- ciones econémicas que éste puede desempefiar, sino tam- ‘bién, y muy principalmente, la forma en que éste expresa, como instrumento de dominacién, la aceién de Jos distintos grupos que lo conforman. ‘Ademés, la presencia de las masas —hecho ya im \portante en este periodo— significa que éstas aparecen, jpor una parte, como condicién necesaria para el process ide industrializacién (y no s6lo como mano de obra, sino Jademés, como parte integrante del mercado de consu- [mo); y per otra, que las masas deben ser tomadas en cuenta por los grupos de poder, en cuanto lo afianzan © rechazan, : Respecto a las. relaciones entre Tas burguestas indus! triales y e Estado étas aparecen de manera “tipica? cen los distintos paises —sean éstos de economfa de en clave © con produccién controlade por grupos nae nales—, de la siguiente forma a] Industrializacién “liberal”; €s deciz, basada on ba conduccién de sectores empresariales privades; esto su- pone, come es obvio, la preexistencia de un sector agro-| exportador vigoroso y hegeménico, y ef que de ales modo se encuentre también vinculado al) mercado. in-| terno; b] industrializacién “nacional-populista”, es decir] orientada por una voluntad politica que expresa la pus janza de fuerzas sociales, como la burguesia, los sectore medios y los populares (sindicatos), vinculados al “apa- rate” de poder, quienes junto al sector agroexportador. importador —y aun en pugna con él— comparten, eal diverso grado, la conduccién del proceso de desarrol cl industrializacién orientada por un “Estado desa| rrollista”, proceso en el cual la debilidad de un sectal capitalista exportador-importador interno capaz de pro} ducir la acumulacién de capitales y de reorientarles hacia el mercado interne, es compensada por un “pro+ grama” estatal que a través de un sistema impositiv reorionta las inversiones y sienta las bases de Ia economia EQONOMIA DE LIBRE EMPRESA, 109 industrial; este caso aparece de preferencia en las sie tuaciones ‘de enclave. Como es evidente, en cualquier caso el problema de la industrializacién consiste en saber qué grupos podran tomar Jas. decisiones de inversién y consumo y reorientar ks cauces corrientes por los que fluye la inversién hacia al mercado interno, Grave problema, ademés, es el de la “incorporacién” de los amplios sectores que tal pro- ceso de indistiializacién moviliza socialmente. Esta es la razén por Ia cual la temitica del “nacionalismo” y éel “populismo” expresan orientaciones fundamentales mm funcién de las que se han tratado de organizar las |weiedades “en vias de desarrollo”, para concertar los | intereses de grupos opuestes pero unidos entre si con dl propésito de encontrar un nuevo eje para el poder macional. r | Las diferentes situaciones histérico-estructurales en los paises que Jograron iniciar un proceso de industrializa- iin, con-sus consecuencias tanto a nivel de grupos dominantes como a aivel de masas populares, explican lis diferencias de los intentos de lograr una base indus trial a la economfa? 1! PopuLIsMo ¥ ECONOMIA DE LIBRE EMPRESA Ista, situacién se refiere tipicamente al caso de Argen- tina, donde, como vimos, tanto la fase dé desarrollo hacia afuera como el periodo de transicién expresan el inamismo de una sélida capa empresarial agroimpor- tadora hegemdnica, y que englobaba en su sistema de dominacién a los grupos que, @ nivel regional, aparecian como diferenciados. En tales condiciones, cuando tos efectos. de la ci En las p§ginas que siguen las referencias a paises toman te comsideracién preferentemente aquellos en los que el pro- (eso de industrializacion tuvo caracteristicas més marcadas 0 que por sus rasgos muestian con mayor claridad las distintas skernativas_posibles ty SE AO Sr Faye tn eee TO 110 NACIONALISMO Y POPULISMO’ del mercado internacional empiezan a hacerse sentir y cuando la segunda guerra mundial acelera las condi- ciones"favorables a la industrializacién, ya existia una burguesia industrial —vinculada al sector agroeporta- dor a través del sistema financiéro—, como asi también una clase media, incorporadai al juego politico, y capaz a su vez de movilizar, por lo menos electoralmente, sec- tores populares urbanos (radicalismo), y ademas, secto- res obreros sindicados que intentan conseguir una repre sentacién propia, principalmente a través de las cenitralés sindicales obreras y, en algunos casos, vinculados a par- | tidos tales como el socialista, em especial en los grandes centros urbanos como Buenos Aires y Rosario. . En efecto, el dinamismo y el éxito del sector expor | tador permitieron la creacién, como Ilevamos dicho, tanto de un sector industrial, de él dependiente, como de un fuerte sector financierd importador. En consecuen- ia, el desarrollo econémico seré intentado, bajo. el. con- trol de esos grupos; el problema polftico radicaba fen el aprovechamiento de las perspectivas favorables del mer- cado interno (derivadas de la coyuntura etonémica posterior a la erisis mundial y especialmente durante Ja segunda guerra), para expandir la economia bajo el control de los sectores mencionados y, al mismo tiempo, contener Ja presién obrero-sindical representada por las agreiniaciones organizadas desde comienzos de siglo; a esto se agregaba la presién de sectores radicales dé ins- piracién “yrigoyenista” de las clases medias. No son extrafios a la politica argentina de este periodo intentos de formacién de un frente popular (1944-1945) similar a los constituidos en Europa y en América Latina (caso de Chile). Tal intento, aunque no concretado, destata el contenido de clase del enfrentamiento politico que expresa la existencia de una dominacién de tipo bur- gués y su correlativa contraposicién obrera. _/ Sin embargo, el continuo predominio de la dornina- cién de clase —que desembocaba incluso en la exclusién de la oposicién—, y simultineamente el dinamismo de la economia, produjeron como consecuencia un callején_ xg ECONOMIA DE LIBRE’ EMPRESA it sin salida, debido'a la continuada movilizacién e incor poracién de nuevos contingentes a la fuerza de trabajo requerida por la expansién econémica, y a la no ineor- poracién politica de estas mismas masas, lo que por Sltimo desembocaré en la quiebra tanto de la exclue yente dominacién burguesa como de la estructura sin- dical de los antiguos sectores de la clase obrera.® Mas ain, esta estructura tampoco logra aparecer como repre. sentativa ‘de los nuevos contingentes de la masa obrera, puesto que si bien es cierto que su incorporacién am. pliaria Ja base de sustentacién de la politica obrera, por otro lado pondria en peligro algunas de las ventajas conics gremiaes ya leans. tales, problemas intenta dar solucién el populis pétonista, que trata dé’ dar continuidad a la expansion econdmica, respetando el empuje propio del sector em. Pretarial privado, pero imponiéndole cauces generales ue,aceleran lavincorporacién de las masas ya no sblo evondmica sing también social y por ende politicamente. | Se reivindica pare el Estado la condicién de Ambitro! de Ta pugna entre las clases, se le utiliza como virtual, mecanismo. de redistribuciém, tanto dentro de la. clase empresarial como hacia abajo. La canalizacién de Jos conflictos entre los distintos sectores ——principalmente entre Ia masa obrero-popular y'la’ burguesia— se planteé més bien como un enfren- tamiento formal de los sectores populares contra la ‘ligarqufa”, sin que se atribuya contenido concreto a ese enfrentamiento a nivel politico, mds alla de la reivindicacin antiextranjera, en el plano abstracto del cofrentarsiento internacional y de la reivindicacién s8- latial. 2Por qué aparece, entonces, como si fuera el dato sociedad tradicional a la sociedad de masas, Bu i i: 12 NAGIONALISMO Y POPULISMO fundamental de lz reorientacién politica, un enfrenta- miento oligarquia-pueblo? Desde luego, en un proceso de desarrollo en el cual se forma un sector agroimportador dindmico, la hege- monfa de ese grupo se ejerce, como vimos, en alianza con sectores rurales a él subordinados; éstos basicamente son de dos tipos: los grupos latifundistas no directamen- te vinculados al sector exportador y los sectores rurales ligados al mismo, pero que no lo controlan. En el caso argentino el primer sector es residual, dado el grado de capitalizacién en el agro, pero el segundo es significa- tivo; aqui se incluyen los agricultores del mercado in- terno, la “burguesia rural” tipica, es decir, no vinculada al sector agroexportador y, en la medida en que se diversificaba la economia exportadora, el sector criacor de vacunos, pero no invernador, ademés de los sectores cexealeros desvinculados de los grupos comercializaciores. Por otra parte, el grupo hegeménico est4 constituido precisamente por los sectores locales, yinculados.al esque~ ma exportador-importador; este fltima os! bisieamente extranjero y, cada vez mis, mosiepolista. El grupo hegeménico del sector agroexpottador ex- presa, tanto en téminos ccondimicos como, cn términos de dominacién politica, usa doble vinculacién: por tna parte, por sus inversiones en el mervatlo interno se cons tituye en sector dindmico y desarrollista; por otra, por su vinculacién externa constituye el nexo de la depen- dencia, A partir de tal situacién, la nueva “coyrntura de poder” que representa el peronisime serd efectiva en Ja medida en que pueda con intereses dela Jos i acumulacién del sector econémicamente dominante con los intereses de la “participacién” creciente de las ma- sas. Tal posibilidad se dio como consecuencia de la situacién favorable originada por la guerra, cuando fue posible, merced a los saldos acumulados, mejorar los salarios y las condiciones sociales del sector obrero po- pular y de grupos de empleados de clase media, e incre- Tentar la inversién industrial sin dafiar mas alla de un minimo tolerable, el sector econémicamente hegemé- ECONOMIA DE LIBRE EMPRESA LB. nico de Ja etapa anterior. Lo cual en modo alguno significa que no hayan sido afectados los intereses de los restantes sectores subordinados al néicleo econémicamen- te hegeménico, tanto del agro, como de la “clase media tradicional” urbana. Los sectores que en el lenguaje politico seran denominados “Ja oligarquia”, no sélo | pagarian en forma creciente los costos de la nueva “co- ; yuntura de poder”, y esto a medida que se iban ago- tando los saldos favorables de’ la economia exportadora, sino que también soportarfan el peso de la critica poli- tica a un sistema de poder acusado de reaccionario, y del cual, en realidad, en el pasado, habian participado apenas como subordinados. Esa coyuntura de poder, expresada por el peronismo, iba a imponer caracteristicas peculiares al” proceso de desarrollo, tanto en lo que se refiere a las decisiones de inversién como a las formas de consumo. Bn efecto, por lo que se refiere a las primeras, cabe subrayar que la industrializacién se hacia en funcién de dos corrientes complementarias; por un lado, el sector exportador-importador y financiero trataria de regular él impulso de la industrializacién de tal forma que le hiciese soportable Ja transformacién industrial, actitucl que frenaria obviamente una répida y amplia politica, de sustitucién de importaciones, por lo menos en aque- llos productos cuya importacién estaba controlada por, los intereses del sector hegeménico en su faz importa-, dora, Por otro lade, el antiguo sector industrial no | vineulado al grupo agroimportador tratarfa de expandir : susbase econdmica, ampliando el area de Ja industr lizacién sustitutiva’ y creando sus propios mecanismosi de financiacién, punto tradicionalmente endeble del’ grupo. Para ambos el Estado constitula una institucién vital, pero visto desdé Angulos distintos; en el primer caso, porque por su intermedio todavia se controlaba el mecanismo cambiario y el sistema arancelario, ins- trumentos fundamentales de una politica “equilibrada” de intereses industriales © intereses agroimportadores; en el segundo caso, no sélo porque la politica arance- u it NACIONALISMO Y POPULISMO laria también era importante, sino porque el Estado representaba el gran instrumento de crédito y de répida formacién de capitales. . Sin embargo, en ese modelo de desarrollo Jas distin- tas {uerzas sociales no presionan lo suficiente como para que el Estado se transformara de un instrumento’ de regulacién econémica en otro de accion productiva di- recta: la base econdmica anterior permitia ‘a los sectores privados llevar adelante la diferenciacién econémica interna sin que se tornara indispensable Ia formacién de un sector piblico en el sistema productive. Es decir, para crear una ecoriomia industrial Ia acumulacién pri- vada requeria solamente una redistribucién de la renta, a través del Estado, hacia sus propios cariales de inver- sién; y el dinamismo de esos sectores Greaba las oportiz nidades de empleo para la masa urbana con un ritmo jente para incorporarla al sistema mis 0 meqos econémico.} , Bn realidad ese modelo de desarrollo, ef@lpasible 0 sdlo porque habia recursos suficientes’ para sostener Ia industrializacién, sino también porque:la ccohomia tuo el dinamismo suficiente para transformar en asalariado al trabajador agricola y luego, al provocarse la roigra- cién hacia ta ciudad, logré una éxpansién que permitié en escala considerable Ia incorporacién de los migrantes. Por supuesto, este dltimo proceso trajo aparejada una fuerte presién sociopolitica, pero sin que esa presién apuntara hacia reivindicaciones de control del sistema de decisiones econémicas, a través de la creacién de una base productiva estatal, Y aun cuando la presién por Ja reciistribucién Hevé a una accién econémica directa del Estado, ésta terminé por robustecer el sector privado dada Ia‘ vinculacién corporativa de la burguesia con Jas nuevas empresas estatales. | La presencia de las masas se hacia sentir como la | presign de quien aspira a ser promovide como un nuevo " socio que reconoce la validez de las reglas del juego del sistema anterior respecto a cémo Ilevar adelante el pro- ‘ ceso de industrializacion, aunque por cierto exige sus + BPUROS distintos. Pues el hecho mine Gren intereses de j actiian precisamente com como participantes del mismo juego dee so nae siado las rentas de losd i Salient, “de” los sectores” monopolist i es 116 NACIONALISMO Y POPULISMO 1 agptamiento relative, del proceso de, sustitucién cil de i i fin del pop facil de importaciones y el fin de sustentacion del peder dentro dew conde o de ec" neraia “liberal”, destacan aqui, sus nexos Te La polémica “estamo 0 gan empress caer nto rar las siraples para transfore oe ee en ia encrucijada practica del denis e ie iti rie ant de sustentacién politica del periodo sermeen rapidamente, y ahora surgen ¢P remplavo de a aparente polarizacion clgargla pus auc ene bria la “alianza desarrollista”, un ee vee nese. jento donde algunos valores..dé si a ctalizador de Ja conducta, Pope % Sane fia ol bincapié nacional en l amie fective i Sh ato cmpresariales, que $© eT yy tratan de reorganize el Estado. eee a i no sélo sus interes 0 0 conte ye de los setores populares, sind ¥ ™ ® clamente sus particulares interesesyeconéinicoss se_aten! 2, POPULISMO Y DESARROLLO NAGIONAT odelo de desarrolto” ce Brasil, donde én hacia afwera no consolid6 un se i nico suficientemente fuerte y mo tor empresarial hegemonico s tor empomo para neutralizar el poder de os sectores mucho menos para unificar los sec- om ° agrotradicionales, y if ‘rurales y urbanos, to pps 7 wa ee Ueansicién®, a partis del cual empieza 1a indus siggn austtutiva, Ia situacién de poder engloba tanto 7a pes “tradicionales-lighrquicos” ——expresién, ts: al pa deena gna nas Ho lel sector exportador y . f dios que tienen acceso Spon como a grupos medios que tienen 29 al control del Estado y la burguesia in ye me i as, En sa conjunto, los sectores lomina s ce aeroncian de Tos de aquellos, paises que sigweron una pauta “jberal” de industrializacién por el Distinto fue el “am Ja etapa de expansi yulismo como forma | | mente en una endeble estructura + POPULISMO Y DESARROLLO NACIONAL 17 de que el Estado surge como un instrument no sélo de} (— regulacién del sistema industrial, sino también como | __ instrumento directo ‘de’ su constitucién, a través de la! creacién de empresas piblicas, aut&rquicas o paraesta- | “tales. Y, a nivel de Ja situacién de masas, se diferencia! del caso argentino antésaesctito ‘porque al peso del sector obrero, necesariamente menor, se agrega un am plio sector de masas urbanas no obreras (masas mar- ginales). La diferencia se agudiza més todavia por la presencia de un amplio sector de masas rurales, las que , viven una situacién radicalmente distinta de la que corresponde a los sectores populares urbanos. En, Brasil, cf populisnio aparece como el. estuhén gracias al cual se vineiilan Ins masne whanas moviliza- das por la industriatizacién’ —o expulsadas del. sector | agrarlo como consecucricia de sus transformaciones © de su deterioro— al nuevo esquema de poder; y se | seqconvertiraencla, politica de masas que trataré de im- pulsar el mantenimiento de un esquema de participa- || cién politica relativamente limitada y basada principal- indical que no afecté a las masas rurales ni al conjunto del sector popular | 0° urbane. ~ La inexisteni¢ia misma de un sector agroimportador que hubiese dado origen a una economia industrial sub- sidiaria de importancia y la imposibilidad del sistema de poder anterior para seguir controlando el Estado, después de la crisis de la economia exportadora, sefi * Jaron el comienzo de la industrializacién sustitutiva, Esta industrializacién, de cardcter sustitutivo, se alcanzé, por una parte, a través de la accién directa del Estado, | y por la otra, impulsada por una “burguesia industrial” \ en gran medida no vinculada al sector agroimportador. } Y lo que es todavia mis notable, no solamente Jas ramas tradicionales de las industrias basicas fueron fomentadas ¢ incluso creadas por el poder piiblico, sino hasta indus- | trias de bienes de consumo duradero, como la automotriz \y las industrias de bienes intermedios, encontraron en \@ ‘el Estado, durante las fases iniciales de la instalacién oe U8 NAGIONALISMO Y_POPULISMO esos ramos industriales, su propulsor directo. Ademés, “Yas politicas de industrializaci6n obedecieron en este ‘caso y durante esta fase, a una linea de orientacién de \ each lis mico”.4 . «ae fandasnentos estructurales posibilitaron tal tipo Ge orientacién en una “situacién de poder” en la coal com vim, I alianza politica bésica abatcaba sectores tan distintos —algunos de ells de cancer, tradicio- ral" comp grupos terateniente, sectors populates urbanos, clases medias y_grupos empresarales industria y del comercio? ; : waves stteate, én exe cat, instr sobre ft auiencia ée grupos privados de expreson nacional internacional capaces de sevir de intrumentos de captallzacion para €l desarrollo industrial, puesto que estos grupos ja exis fan, La diferencia en. comparacion con la situacién ‘argentina no esté dada por su inexistencia, sino Por 4 satnor gravitaién econdmica y, prinipalmente, Boy imposidad de imponer wma pies de inci zacién liberal. Y esa imposibitdad, como ae vio eno “lugar correspondiente, debiése al hecho de Gide piss dustin adguete impo oped ves ae tadores pierden el control del apara l, iocgrupta tue él enen aceay no eae ne que puedan satisfacorse mediante un desarrollo beral. Tee jerto sentido, las influencias politicas prevalecie- Jon sabe la seonbmnieat en Ta, defniién del [proses | de industrializacin por parte de os grupos que Hegaeon ‘al poder después de 1990. La preocupacién or fonnar ‘jum mercado intemo capar de estimular ef desarrollo y ‘de conducirlos posteriormente hacia una expansi nm wo nustentada no sugié ni se transforms en politen efec- fiva a partir de los sectores empresariales; s6lo en un {segundo momento. los grupos empresariales —cuat \ 4 riencias de politica eco- 4, Véase Carlos Lessa, “Dos exper -eolisica econ i il-Chil de confrontaci6n)”, So ee Ta a tO POPULISMO Y DESARROLLO NACIONAL 19 | J el impulso industrialista estaba dado— volcaron sus “intereses hacia ese’ tipo de politica. : La explicacién, a nivel politico, de ta gravitacién gu. bernamental sobre el: surgimiento: del sector. induste a Consiste en que Ta existencia de masas tiiovilizadas sn ia cfectiva contrapartida de un régimen de empleos que {as incorporase, creaba real o virtualmente una situaciin fuida y peligrosa para quienes detentaban el poder y, en cierto sentido, para ls sectores politicamente ong, nizados de la nacién. La dimensién nacional del deca. rollo, es decir, Ia reivindicada en nombre ‘de los inte. Feses de todo el pueblo, y la concuiccién elara del Bstado| hacta una situacién de prosperidad 'éra un imperativo| Para un pais que se urbanizaba, que tenia st economis agraria anterior deteriorada y no disponia de un sector caPitalista que hubiese acumulado lo suficiente para rex Ponder répidamente “alos requerimicntos masives de empleo. El esquema de poder que Hevaria adelante esa nueva’ Politica estatfa basado en ‘un sistema de allanaa ‘ue ‘en wa comienzo inéorporaria a los igfupos terrate. ‘lentes mds “atrasades, los’ agricultores que producian Para el mereado interno, Ta clase media urbana, sectores inclustriales ya existentes y Ta masa urbana, sin que pare Ceiparan de. él ni los grupos agroexpartadores. hegernds ito Gel sistema anterior a ta revohiciéin del 30 (led Gutetaleres), ni fa masa rural en su conjunto. Después de dicha revolucion quedan excluidos de la coyunture de Poder os sectores agraexportadores, aunque slo en wn Primer momento, y los seetores campesinos a lot ce Se excluye permanentemente de la “liana desarrollis ‘También en Brasil el sostén politico del desarrollo interno lo integraban grupos con intereses contradicien los; se necesita una alianza politica con los ‘sectors nds atrasados de Ta estructura’ proctuctiva bratlefa. (lor latifundistas no exportadores), para dar’ paso a une politica de creacién de sectores econdmicos moderos! 5. Véase, Fernando H. Cardoso, Empresirio Industrial ¢ desenvolvimento econémico no Bras, op. cit. - poe 120 ve NAGIONALISMO Y POPULISMO | que permitan plante a Tas masas, y por of \ aida de son a posibilidad de incorporacton a parte Ja, vishilidad de a Pal m1 livisidn entee ti wrecisamente de una divisi « ie Pa rarer xmas wana US whee del incorpor I. Ja rural que no es i a ee Zeque ef sistema de acumulacion y de : oan én econéimica —dada su tasa reatvamente Te Takada de erecimiento— 70 seportaria Ia preston sol i i ie merc st Ja incorporacién al ac Peres eecdnes mas favorables de anplos sectors a i se intentara la int rurales, ast como porque si se in ncororin * campesinos estallarian los marcos | Geatiofe” eque abareaba a les hacendadow— poe ta fuerza politica de los sectores. terra Paar i | en cl mantenimiento de una situaciin que excays. 8 1 masa rural de los beneficios .de Ta .particip: i ica y social. - TP eimente Tos sectoresyexcluidles dos su - operién muy desigual pagatin Tor covts Te He Senn pe Sereno me de Ta fuerss de ory de ia posbiided de mantener a eee ye Pease marginal, rural y urbana A ase Sproiee tn proceso de ferensacén de gape ot se . es pasan a participar - we Team dr, venentan ss canals be Gia la produceién para el mercado interno, Pee toi Yas masae rales sicuen asladas de los benefiios de) esarollo se constituyen en uno de les Kites etrue- arales de su posbilidad politica; las tentatvas de osm tara en aes grupos, de fa “alianza sari” ee tien la deshacen, ¥ a porate, cvande Jo sntenta, 53 iit le leg ie a A ld ee eA tancién también de las alana aut fantamentan las potiticas de desarzollo, el eatine ey “hacionalismo asumen coc Un eat smo varguista se presenta ¢ eviniene FPO me, Toago de incorporacién a Ta nacién, De POPULISMO Y DESARROLLO NAGIONAI. qt sin las implicaciones de mayor orpanizacién sindival y mayor presién por ta elevacién de los salarios, como en el caso peronista. Mas que una cierta forma de defini. in econémica de los derechos de los trabajadores (con Sus supuestos de participacién politica), es un movimien, to politico en favor de los “humildes” y donde los valores de las masas, con sus supuestos de beneficios econémi. cos, tendrin preponderancia sobre los de clase; la debi. lidad social de Ja clase obrera emergente la diluye en el conjunto de la masa urbana. Dentro de ese panorama, Ja contradicci6n entre la necesidad de acumulacién de capitales y la presién redistributiva parece menos fuerte durante la etapa de Ia industrializacién sustitutiva. El liderasgo populista puede ser también un lideraego de tipo empresarial, y en consecuencia, el Estado aparece no sélo como patrén, sino que, visto desde Ia perspectiva de las'masas, hasta como un buen patrén; las reivin- Gicaciones populares son relativamente débiles a nivel ecor’émico, por lo que pueden ser atendidas, y a. ni- vel politico eoinciden con Ios intereses de los grupos que Hegaron al poder sin una sélida base econémica propia, factor que también los hace favorecer un desarrollo de signo éstatista, Si bien es cierto que esa alianza favorece al nacio- nalismo yal estatismo, ello en modo alguno exclaye 'a participacién del sector privado, el que invierte cada vex més en el sector interno, cuando el Estado a través de su actividad consolida el mercado. También en este caso, para alcanzar dicho objetivo es preciso utilizar el Estado como instrumento de distribucién de créditos y de redistribucién del ingreso. A medida que se amplia Ja base econémica del sector industrial y que el mismo x vincula al sector exportador a través del sistema ban. carlo y ademés a capitales extranjeros, van siendo cada vez mas fuertes las presiones contra la “‘ineficacia” del Estado como empresario y contra el populismo como politica de desarrollo. Exe esquema de presiones puede Ser contrarrestado por Jos sectores urbanos de clase me- tla, por los sectores empresariales que temen la compe- xO 122 NACIONALISMO Y POPULISMO tencia derivada de Ia eficiencia monopolista privada ¥ por los sectores populares organizados alrededor del Estado hasta que se perfilan claramente las alternativas: festatismo? o “gran empresa” para controlar los sectores de produccién de bienes intermedios, bienes de capital y la industria pesada. A partir de ese momento, la fragilidad del esquema populista para contrarrestar los deseos hegeménicos de los grupos privados se hace ma- nifiesta y se agudiza, y esto cn la medida que: el fagotamiento del proceso de facil sustitucién de Tas im- portaciones exige mejores téenicas, mayor acumulacién } mis eficiencia, Con esto tocamos el limite de la etapa Figuiente, cuando el populismo y et nacionalismo dan paso a otros tipos de fuerza social y de otientacién pol tica del desarrollo. Cabe destacar que, en el caso dé Brasil, el populisino, sin embargo, pudo volver a constituirse en ta Tinea poli- tica del Estado —cierto que en forma efimera—, despuiés de Ia consolidacién en el mercadd intemo del “desarro- llismo”, basado éte en el predomifito de laesipresa pri vada, nacional y extranjera. En esta sitwacién; Ta polt Hea de masas del gobierno de Goulart consistié en pretender, para mantenerse, ampliar st base de'sostén, tratando de incorporar y organizar. sectoves campesinos y aumentar Ja participacién ¥ los berielicios econdmicos para el sector popular urbano. Bs de suyo evidente que tal esfuerzo s6lo puso de manifiesto la imposibilidad de conciliar intereses ya claramente contradictorios; no s6lo se escindid asi la ctispide de la alianza nacional-desarro- Tlista, 0 sea los sectores burgueses y terratenientes toda- via comprometidos, 0 por lo menos neutralizados, den- a de dominacién de clase en contra del 1i6 también tro del esquem: movimiento de masas, sino que se comprome la _acumulacién, principalmente en el sector pitblico, pues los costos sociales de tal politica rebasaron Jas po- ‘lidades ccandmi¢as de redistribucién dentro dew apitalists, Se aleanzaron asi, en esta etapa, los 1 populisma como forma de movilizacién de 1 desarrollo. limites. de las masas y como posibilidad de propiciar ol | EL ESTADO DESARROLLISTA 123 3. 81, ESTADO DESARROLLISTA Donde el desarrollo | mercado externo se ad con la fase de expansién del xa estero se dia dentro de los cauces de ina eco oma de enclave, como ya vimos, la transicign impun Por um lado, Ik necesidad de reonganizar el Estade con sin nds apis Partiipacin politica de los grupos de ergata: por ao oe scores populares contin Bn ese sentido tata fos nucvor wens seems mR res industri: il aces pels sterol cen min del Estado, © por To menos con su concurs, E songelones, hc fndutalaetn a impubal “Estado (ode Peri ls sectors qu lo contolannecesitaban CORR mesanismo de acumalacion répida de capita Agee fmbien porte dichos sctoresestaban consi orn allanza ene stores populares y grupos By eee ee gela entre eos times Ia burr aly Js gemienes de Ta nueva burguesi. La. alfanan Frade Manes pnecsitaba crear 0 expandir las post Hidades de bends “cupactén para incorporar als Ble uate ae. presenta ef México’ y Chile simico usa forage en fa hae ee ee mic ma ¢ anterior y en condi. Si de hacer un inlet fara conor el cease Mma, couture favorable para revianane, aiemés, 0, también los sectores po} eanducen al desarrollo. En sos en el gee et Re 4 rollo. En suma, en el ca i Mane en una situacién de conflcto 0 de alana : fiesta siempre su card “politica” de rita deter de “politica’ de A continuacién se hace un e en cada una de dichas situacionen we “inti ned , Se instituyeron ae slianaas y enfrentamie tr incoxgsantentamnientos para consoldar sn pelea A 124 NACIONALISMO Y POPULISMO a] El proceso de industrializacién en México La Revolucién que habfa consolidado un nuevo poder politico mostraba, sin embargo, en lo econémico, ele- mentos que Ie conferfan una extrema debilidad; los sec- tores fundamentales de la economia, transportes, mine- EL ESTADO DESARROLLISTA 135, on quién hacerlo era un punto controvertido. La rela~ tiva unidad nacional creada por el proceso revolucio~ nario corria el riesgo de malograrse; por ultimo, se prefirié una formula de desarrollo industrial que recibia con beneplécito la inversién extranjera dentro de un cierto margen de control estatal (politica iniciada por Avila Camacho y continuada por Aleman). Con la 4 a, etc, seguian en manos de fuertes | Avila Camach ; xia, petréleo, energia, sul | industrializacién, y el desarrollo econémico que éta compaiifas extranjeras que por su poder imponfan li- Initaciones al gobierno mexicano. El mismo gobierno tenfa dificultades para encontrar firmes bases politicas que le brindaran estabilidad; el hecho de haber des thuido la anterior estructura agraria de poder cre6 una Gierta atomizacién del campesinado, que aun cuando | cra fervoroso defensor de la Revolucién dificilmente constituia una base econémica sélida a partir de la cual tl proceso revolucionario podria continuar desarrollin- | dose, Ademés, el sector obrero tampoco tenia demasiads | consistencia; 10 prueba el hecho de:gue-la existencia de organizaciones sindicales paralelas permitfa alas com padias extranjeras imponer sus condiciones) aprovechan- Go precisamente esa fragmentacién. La debilidad del Sstema se reflejaba, pues, en la carencia. de estructurs: ign de su apoyo politico popular —campesinos y obre- | ror, y en su debilidad frente a 1a gravitaciéa interna de la economia controlada desde el exterior. El Ginico recurso viable que tuvo el gobierno para po der imponer mejores condiciones en su relacién con les compafias extranjeras era estructurar y organizar la uni- Gad del movimiento obrero y campesino: y éa fue a politica de Cardenas. Una vez. lograda la unidad de biros grupos pudo enfrentarse a las compafias extranje tas; el conflicto, como es sabido, estall6 en el sector del petr6leo y tuvo como resultado su nacionalizacién, El Estado, con apoyo popular, iniciaba la industria Tizacién en México; pero su orientacién socializante alarmaba no sélo a los inversores extranjeros sino tam- bign a vastos sectores econémicos nacionales. En alguna medida era necesario optar; la idea de Ia necesidad de industrialzar era por todos compartida, pero cémo implicaba, se pretendia dar rapida solucién a las rei- vindicaciones populares. Asi, gran parte de la industria instalada fue industria subsidiaria de la estadounidense, que hizo inversiones en México beneficidndose de las garantias y facilidades que el mismo Estado otorgaba. lias inversiones extranjeras no s6lo se volcaron a la in- ddusttia sino también al sector financiero y de comer- cializacion; el Estado se encargaba de que el nuevo mercado fuera favorable y, sin proponérselo, contribuia 4 crear condiciones para operar en términos mono- polistas, “Bl Estado continuaba desarrollando Ia estructura bé- sia y asegurandoslas mejores condiciones de mercado; slo pedia a los inversores industriales que produjeran evel pais, La industria de montaje adquirié verdadera significacién; pero no) s6lo la actividad industrial fue parcialmente controlada por Ja inversién extranjera, sino que un proceso similar se inicié en la agricultura, Si bien es cierto que la reforma agraria, y los ejidos en particular, proporcionaron apoyo politico a la Re- vwolucién también era necesario integrar el agro dentro de una politica econémica. El Estado inicié inversiones que permitirian mejorar la productividad agricola, pero apremiado por la constitucién de una répida base agrico- la empez6 a favorecer los sectores més capitalistas del agro; el ejemplo tipico es el de la economia algodonera, que mediante su forma capitalista empezd a subordinar al resto de los productores. E] mecanismo para lograr la nueva estructura de Ja explotacién fuc la comercializa- in, €n sui mayor parte controlada por los grupos més desarrollados. Al igual que en Ja industria, las inversio- én L 126 NACIONALISMO Y POPULISMO nes extranjeras fueron alentades para obtener una répida mejora. Se hizo muy estrecho el entrelazamiento ente quienes controlaban polidcamente el Estado y les nus. vos sectores econémicos, de este modo Ta suerte de le Primeros comenz6 a estar detersinada por 1a eapacida Aindinica de los modemos, grupos econémcos, privados y piblics. Sin embargo, debe destacarse, no quedaron al margen Tos sectores populares wxbanos, aunque eabe pensar en las distorsones que el preciso signifies para Ja economia nacional. Quizd To que levamos dicho ex: plica en parte la persistencia de una compleja al entre los més distintos sectores sociales. b] El caso chileno : La exssdefinitva det str en 1929 alter el equilibre de Ins fuerzas socials en relacién al pads y dio origen a nuevas formas de interrelacién entre los distintos g1 Pop die ta anteior base conte Re ee una politica de defensa del empleo sete bases de subvenciones estatales, pues las compaiiias ae inician el desmantelamiento de sts plantas: (No olvice, ‘mos que al salitre lo estaba remplazando el salitre i tifa en el mereado mundial) Se wectitaba rear una aueva estructura econémica capa de soatenes el equ brio cuyo resablecimiento se intentaba. “Obligades pues, por Ja cris, los gobiernos de Ia época tomaron algunas incitivas que positron une zelatva expan sién —o creacién en algunos casos— del sector indus- wil, Las medidas econdmicas imaginadas con ese pro Pasito dstaban de ser muy elaboradas, pero produjron efectos importantes. Quizd la politica de mayor alcance fue la del control de divisas, la que tuvo como conse cuencia obliga, de algin modo, a Jos antiguos sector importadores a invertic lot eapitales disponibles en Ambito nacional y crear de esta forma algunas indus trias que les permitiera sustituir sus anteriores impor- taciones. 23 EL ESTADO DESARROLLISTA 127 Sin embargo, el efecto de la crisis fue de tal magni- tud que no cabfa esperar se pudiese resolver la desu, Paci6n existente por reacciones limitadas al sector em. Presarial; por tanto, se imponfan medidas que, aunque transitorias, encarasen la grave situacién, el Estado de, bié comenzar 2 promover obras piiblicas y otras activin dades con el fin de proporcionar ocupacién. Come con. Secuencia de Ia crisis del 29 plantedbanse, pues, dos elementos de importancia: Ia creacién de una industria dle sustitucién y la necesidad de que el Estado, de alg. na manera, interviniera de un modo directo en el en. caminamiento de la economia, Otro rasgo de interés lo constituye el hecho de que, Guizi @ causa de Ia debilidad misma del poder, que slo empezaba a buscar nuevas bases econémicas ‘de sostén, la politica asumiera un earécter que mds tenia de-enfrentamiento que de alfanza. Los sectores populates estaban organizados, tenfan re- presentaciin politica y ademds eran elementos decisives para |eualquicr nuevo acuerdo. Los sectores medios, en especial los’ que de alguna forma dependian at Estado, también estaban organizados y aspiraban lograr tina alianea que les permitiera participar en el porter Bi Frente, Popular (1987) sellé esa posible alianza; se Suiiaron por otro lado a los sectores medios y popula. es algunos grupos econémicos y sociales mas fucrics que esperaban mejorar su posicién con el nuevo orde, namiento, Con el poder politico en sus manos, el Frente Popular inicié una deliberada tarea de planificacién de 'a economia nacional a través de la Corporaciin de Fo. mento a la Produccién (corto) (1939), con cuya labor ¢l Estado pasaba a desempefiar un papel active, Un factor externo, Ja segunda guerra mundial, faverecia Ja nueva politica y, en clerta medida, la hacia indi. pensable y, por consiguiente, también surgia la neces dad de sustituir impostaciones. Sin embargo, aunque la intencién fue planificar la economfa en gran escala, |a Tabor se orienté mas hacia la creacién de nuevay actividades (desarrollo industrial, energia, industrias ba. 128 NAGIONALISMO Y POPULISMO sicas, etc), que a modificar las existentes; y en lo que se refiere al agro en especial, se propuso una politica de divensificacién de Jos cultivos, con el propésito de ex- portas, sin que esa politica pudiese implicar un cambio en la estructura de Ia propiedad y, por ende, del orden social que sustentaba. Por Jo que respecta a la industria misma esa politica se propuso contribuir a formar una “burguesia indus- trial” a través del mecanismo de los créditos y présta- mos, Muchas industrias, aun las de origen extranjero, pudieron instalarse y operar gracias a las facilidades y garantias otorgadas por la politica estatal. Lo dicho dio renovado vigor a ciertos sectores de la burguesia existente, los que pasaron a) invertir sus capitales en Ja industria y fortalecieron también el sector comercial. Frente a la continua presién de los sectores populares, Jos sectores medios, que en gran medida ma- nejaban el aparato del Estado, encontraron en la revie talizada burguesia un aliado que les/permitia resistir Ja presién popular y obrera, El programa de desarrollo impulmdo por esta alianza se basaba.en la ldisposicién del Estado para otorgar al nuevo grupo créditos y con- diciones favorables para operar en él mercado; Por otra parte advertiase también una recuperacion del sector extemo: el cobre remplazaba al desaparecide salitre y el Estado podfa confiar en las entradas que el sector generaba. Sin embargo, esta recuperacién signi- fie una paralizacién del desarrollo industrial; la tasa de crecimiento sectorial decayd sensiblemente y en ese sentido podia hablarse de un franco estancamiento. El cambio de aliado no ocurrié sin graves conflictos politices; desplazar al ex aliado popular significé direc- tamente represin, y en especial, la quiebra de sus ex- presiones mejor organizadas (1948, Ley de Defensa de la Democracia) ; ef viraje de los sectores medios dejaba también a éstos en una situacién de extrema debilidad frente a sus recientes aliados. Se intenta wn mevo es- fuerzo para reconstituir la alianza, pero ahora estaban ausentes las organizaciones politicas que, en el caso EL ESTADO DESARROLLISTA 129 anterior, actuaron como representantes en el acuerdo de los distintos sectores sociales, la forma que adopts la alianza fue un “populismo” de organizacién totalmente amorfa, Este “populismo” (primera fase del segundo gobierno de Ibatiez) tuvo corta duracién, practicamente el primer aiio de gobierno (1952-1953) ; su principal es- collo fue la dificultad para encontrar una salida econd- mica al agudo proceso de inflacién, Su politica intenté reouperar la estabilidad y para ello aplicé las medidas mis ortodoxas disponibles inspiradas por Ia Misién Klein Sack (por otra parte cabe mencionar que ef crédito ex- temo estaba condicionado a su aplicacién), y esta salida significé la pérdida del apoyo popular inicial. EL manifiesto caos del “populismo” tuvo como ines- perada consecuencia la reestructuracién de las organi- zaciones politicas que representaban a los distintos sce- tores en pugna. Por eso, desaparecide el “populismo”, el nuevo gobierno tomé una clara definicién politico. Social; 108. seotores ‘industriales, financieros y agrarios orientaron sus esfueryos para asegurarse el control del mercado interno, no yaa través del Estado sino incluso devolviendo al capital privado actividades econémicas antes estatales.Desde'un punto de vista politico-social (bajo Alessandri) el rasgo més notable estaba dado por una cierta polarizacién que politicamente expresaba el corte, en términos de poder, entre los distintos sectores sociales. 2k

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