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Gramatica de la vision Percepcion y pensamiento Gaetano Kanizsa Eee Paiddés Comunicacion Titulo original: Gramatica del vedere. ne e gestalt Publicado en italiano por Societa Edit es a lulino, Bolonia, 1980 Traduccién de Rosa Premat Revision cientffica de Lorenzo Vilches 1.8 edicion, 1986 Consejo editor: Jos¢ Manuel Pérez Tornero, Lorenzo Vilches y Enrique Folch Cubierta de Mario Eskenazi “Todos os derechos rexervados. Ninguna pate de ese libro puede ser reproducida ensmiidao aiace- aaa eprom thera icon 0 eulaoe nce ts ncopian tn perms ga re © 1980 by Societd Editrice Il Mulino, Bolonia © de todas las ediciones en castellano, Ediciones Paidés Ibérica, $. Ax Mariano Cubi, 92; 08021 Barcelona; y Editorial Paidés, SAICF;, Defensa, 599; Buenos Aires. ISBN: 84-7509-422.8 Depésito legal: B-42,193/1986 Impreso en Huro) x of 2; 08005. Barcelons t j “ED —_ E>. Fig. 12, Husién de Miller-Lyer Fic. 13. Contraccién fenoménica del espacio (Kawizsa 1975) : figura 14, que es una variante de una situacién estudiada. (OVANELLI (1967), la forma en que estan dispuestos los trian- ‘ados altera, a nivel fenoménico, la rectilineidad de gmétrica de los puntos y de las rayitas verticales. Fro. 14, Ruptura de la rectilineidad (Giovanettt 1967) “Hemos expuesto este pequeno muestrario de situaciones de apa- neia un poco paraddjica, con el fin de demostrar que la respues- 41 realismo ingenuo al problema de la relacién entre la realidad noménica y la realidad fisica, no es tan segura como puede pare- @ primera vista, Durante mucho tiempo las situaciones de este ‘han sido consideradas como «curiosidades» o «diversiones» © 0 nada tenfan que ver con los procesos de la percepci6n y normal de cada dfa. Se trata simplemente de un prejui ya que no es sensato admitir que existan «excepciones» dentro in campo cientifico que no puedan ser reincorporadas a las generales que rigen en ese campo. Las lamadas ilusiones y ‘otras situaciones de laboratorio que puedan parecer extrahas y rentes de las situaciones cotidianas, son hechos perceptivos MO todos los otros y, como tales, sometidos a sus mismas leyes. '€80, ya que csos determinados fenémenos tienen una particu- “evidencia, pueden presentar la ventaja de aislar y hacer resaltar factores que no pueden individualizarse facilmente y que no son ecesibles al estudio en condiciones ordinarias. Esos fendmenos hacen sospechar que también todas las otras situaciones coti- as m4s comunes, en las cuales la correspondencia entre la dad fisica y la realidad perceptiva parece ser completa, escon- efectivamente un problema. Esa correspondencia general puc- iO aparecernos mas como un hecho obvio, sino como un resul- ‘que debe ser explicado, Por el momento, las paraddjicas ciones que hemos examinado nos obligan a reconocer el hecho 4 i i | } 4 Se 7 “20 GRAMATICA DE LA VISION de que la existencia de una caractéristica determinada en el plano fisico (por ejemplo la forma, el tamafio o el color de un objeto), no‘es siempre una condicién suficiente para que esa caractertstica se dé también en el plano fenoménico.. Es necesaria la presencia de otras condiciones, cuya individualizacion y andlisis constituyen la tarea fundamental del estudio de la percepcion. Si ahora que hemos constatado que no se puede considerar la percepcidn como un simple tomar nota o un registro cuidadoso de los objetos que constituyen el mundo extérior, examinamos con més atencion las condiciones necesarias para que se produzca una percepcién, nos damos cuenta de que las cosas son mas bien com- plicadas. Nuestro mundo fenoménico, constituido por los objetos y por los hechos que vivimos como presentes alrededor nuestro, no es una copia directa del ambiente fisico sino el resultado de una serie de mediaciones. La actividad perceptiva nos provee de un conocimiento mediato ¢ indirecto de los objetos y hechos fisicos. Estos tiltimos representan slo el comienzo de una cadena muy compleja de procesos que en el caso de la percepcién visual, que asumimos como paradigmatica, puede ser esquematizada de esta manera: el objeto fisico (fuente de los estimulos) emite o refleja radiaciones luminosas de distinta frecuencia ¢ intensidad. Esas ra- diaciones (estimulos distales), después de un trayecto mas 0 menos largo, producen en la retina de un observador un rea de estimu- Jaciones (estimulo proximal) que corresponde a la proyeccién dpti- ca del objeto. Esa rea varia de tamano con la variaci6n de la distancia entre objeto y organismo, mientras su forma varfa con el cambio de la inclinacién del objeto respecto al observador. Del drea de estimulacién de la retina parte una cadena de procesos fisiolégicos (reacciones fotoquimicas a nivel de los receptores, de- | sencadenamiento y conduccidn de impulsos nerviosos alo largo de | las vias Gpticas aferentes), que modifican el estado fisioldgico del | Area cortical a'la cual llegan. Los ptocesos corticales resultantes constituyen el substrato fisiolégico de la experiencia perceptiva (nivel psicoffsico), E! dato perceptivo (objeto fenoménico) es una experiencia que no tiene ningan observador, ya que el organismo, de cada observador tendra un proceso cortical diferente. En este punto, si se reflexiona bien sobre la descripcién anterior y sobre lo que verdaderamente quiere decir todo lo que esta impli- cito en cada fase del proceso constituido por los hechos fisicos y biolégicos que se dan entre el objeto afisico» y el objeto «fenomé- nico», se presentan algunos problemas considerables: 3 1. El objeto fenoménico reproduce mas 0 menos fielmente al objeto fisico, lo que normalmente nos da un. conocimiento suficien- te para guiar nuestro comportamiento en el ambiente. Este es un ENIGMAS DE LA PERCEPCION a er enigma de solucién no facil. En efecto, sabemos que en los esos que median entre ambos polos (objeto fisico - objeto ménico), la unidad del objeto fisico se pierde completamente. A irgo del trayecto que va de la superficie del objeto a la retina | observador, las radiaciones son completamente independientes una de otra. La retina, a su vez, est constituida por un mosaico de elementos histolégicamente separados (conos y bastoncillos), que se excitan diversamente y que envian a los centros superiores ~ mensajes relativamente aislados. Y bien, al final de esta cadena de fases intermedias, en el curso de las cuales no queda nada del " objeto en cuanto entidad unitaria separada de otros objetos, el objeto reaparece como correlativo fenoménico de un proceso fisio- I6gico central, ~Cémo es posible esto? ,De qué manera se recons- tituye la unidad del objeto fisico a nivel fenoménico? Esta es una primera cuestion a la cual debe responder una teorfa de la percep- cidn y hacia la cual debe dirigirse la investigacién empfrica. 2. Un segundo enigma est constituido por las llamadas constan- cias perceptivas. No s6lo vemos al mundo poblado de objetos dife- " rentes uno de otro, cuando en las ra nes luminosas y en los procesos de trasmisién fisioldgica no queda ni rastro de las diferen- cias de origen, sino que tales objetos perrganecen relativamente invariables en e] tiempo en lo que se refiere a sus caracteristicas principales, tales como el tamaiio, la forma, el color. El tamano de "un objeto fenoménico pareceria tener que depender, en alguna forma, del tamafio de la zona retinica estimulada por las radiacio- _ hes que provienen del objeto fisico, por lo que debiera haber una ¢ierta correlacién entre forma percibida y forma de la proyeccion Tetinica. Ademas, la claridad y el color fenoménicos debieran cam- iar con el cambio de la intensidad_y del tipo de la estimulacién, _ Ahora bien, ninguna de estas relaciones se verifica de forma per- " fecta. A pesar de la variacidn, dentro de limites bastante amplios, de las relaciones espaciales (distancia, inclinacién) entre el objeto fisico y el observador, y de la intensidad y composicién espectral de las radiaciones provenientes de las superficies de los objetos, _ con las consecuentes variaciones, con frecuencia muy importantes, | del tamaiio y de la forma de la proyeccién o imagen retinica y del tipo de procesos que tienen lugar, los objetos fenoménicos corres- z pens normalmente no cambian en forma sensible de tamafo, forma, claridad y color, Tenemos, entonces, otro de los problemas clave de la psicologia de la percepcién. _ 3. Un tercer problema respecto al cual se ha discutido mucho. por lo menos desde los tiempos de Berkeley, es el de la percepcidn de la profundidad 0 distancia. ¢Cémo se restablece, a nivel feno- ' ménico, la widimensionalidad o corporeidad de los objetos y del y 22, GRAMATICA DE LA VISION ambiente, también perdida en la transmisién de los mensajes que parten de los objetos y a nivel retinico, donde la proyeccién dptica ¢s bidimensional ya que existe un solo estrato de receptores? 4. También la percepcién del movimiento origina una cantidad de problemas. Cuando un objeto sé mueve, la estimulacién que producen las proyecciones dpticas de sus radiaciones luminosas se desplaza sobre la retina, pero cuando nosotros mismos nos move- mos en el ambiente, o cuando giramos la cabeza o los ojos, las pro- yecciones de los objetos se desplazan sobre la retina en las formas mas variadas. Sin embargo, mientras en el primer caso vemos habitualmente un objeto en movimiento, en e! segundo caso nor- malmente se percibe el ambiente en quietud. Otros problemas complejos estan representados por los distintos tipos de movimien- ice eparentes y por la direccién y velocidad de los movimientos reales, 5. Ademis de tener un cierto tamafio, una forma, un color, una posicién en el espacio y determinadas propiedades cinéticas, los objetos perceptivos, especialmente aquellos particulares objetos que son las otras personas, tienen un gran ndmero de cualidades terciarias y de valencias: son atrayentes 0 repugnantes, serenos 0 amenazadores, inquictos, perentorios, y se podria continuar. Estas cualidades son, o por lo menos parecen formar parte de la natura- leza misma de los objetos, vividas en forma inmediata como sus caracteristicas constitutivas. ,En qué forma esas cualidades son transportadas del bjeto fisico o de las personas al observador? En otras palabras, ,cs posible determinar una relacién de correlacién constante entre las condiciones de estimulacion y la percepcién de las valencias, de los sentimientos, de las relaciones causales? 6. Y por fin, gde qué manera y hasta qué punto la experiencia pasada del observador, sus necesidades, sus molivaciones, sus acti- tudes, en una palabra, su personalidad, influyen en sus percepci nes? La evidencia experimental a este respecto es todavia exigua y contradictoria, también porque el campo de investigacién es extre- madamente dificil. Sin embargo, se trata de un tema del maximo interés, que actualmente se observa con gran atencién y que sc analiza a fondo. Estos son los problemas mds importantes que debe afrontar una psicologfa de la percepcién. Trataremos de darles una respuesta en las préximas paginas, exponiendo los resultados de las investigacio- nes metodolégicamente mas rigurosas y por lo tanto mas atendi- bles, y que nos parecen de la mayor importancia desde un punto de vista tedrico. La constitucién de los objetos fenoménicos Es el problema de cémo el campo visual se articula en unidades ‘separadas. Como hemos visto, esto se puede formular preguntan- “dose: «Si en los mensajes que vienen del ambiente bajo forma de tadiaciones y en los eventos que se desaryollan en el interior de uestro organismo bajo la forma de procesos ret{nicos y de impul- nerviosos, se pierde la unidad de los objetos fisicos de origen, “si entonces la masa de informacion que nos llega del ambiente esta iY ae por una cantidad innumerable de elementos aislados ¢ “independientes uno del otro, gpor qué nuestra experiencia concre- ta no esta constituida por una mirfada de sensaciones, que corres- “ponde al mosaico de estimulaciones retinicas, y en cambio est4 representada por un niimero, tal vez grande, pero siempre finito de “dbjetos?» En otras palabras, cuando abrimos los ojos nos encontramos ‘frente a nuestro mundo habitual, formado por casas, Arboles, au- “tomdviles. Es decir que vemos objetos y no quedan rastros de liaciones, procesos retinicos, impulsos nerviosos, sensaciones ele- entales. Tanto es as{, que para la mayor parte de las personas no lay ningdn problema a este respecto, no hay nada que explicar: ra esas personas, si vemos esas cosas alrededor nuestro es por- esas cosas estén alrededor nuestro y basta. Han sido propuestas jas soluciones a este problema en el terreno cientifico. Segiin las lineas psicolégicas de posicion prevalentemente ato- mistica y asociaciontstica, cada impulso proveniente de un receptor laria lugar, a nivel de los centros corticales, a otras tantas «sensa- es elementales», con una correspondencia punto a punto entre MAIER UP NTS Supe tPZe eee 24 . GRAMATICA DE LA VISION «estimulos proximales» y sensaciones, De modo que se postula la existencia de una primera faz psiqui¢a de nivel «inferior», la de las «sensaciones elementales». Sobre éstas intervendrian luego faculta- des o instancias psfquicas llamadas «superiores», es decir, la memo- tia, el juicio, el razonamiento, las cuales, a través de juicios o inferencias en gran parte J454 het PADS daa tard >? J jst5tr tl TAY > JU ST TTT AAD Fic 37, Orientacion contra semejanza (Beck 1966) 2.5, Cierre En la figura 38a los reagrupamientos fenoménicamente natura~ Jes se realizan segtin los principios de la proximidad y de la seme- janza: parejas de tridngulos alternadas con parejas de rectingulos. c En la figura 38b, en la cual los elementos negros pueden com- | plementarse detrés de las superficies rectangulares, la unificacion que se impone ya no esta determinada por la proximidad y por la semejanza: esté favorecida la formacion de dos hexégonos parcial: RT ene ed DOP ooK pede payee 38 ; GRAMATICA DE LA VISION 4 ref 4 Al Fig, 38. El cierre prevatece sobre In proximidad (Kaviesa y Grnoivo 1982) mente cubiertos. Es el resultado de la accién de un nuevo factor: el cierre, El mismo principio esté ilustrado de forma eficaz en la figura 39, En la figura 39a se impone la segmentacidn en pequefas colum- has formadas por pares de segmentos prdximos; en la figura 39 no queda nada de esa unidad de figura: su lugar es el «espacio HATE | INOooo Fic. 39, Cierre contra proximidad SONSTITUCION DE LOS OBJETOS FENOMENICOS 39 » entre las nuevas figuras representadas por los cuadrados, es. -, por las zonas cerradas. es ctor se debe, probablemente, la aparicidn del triéngulo figura 1, con la consiguiente formacién de m4rgenes cuasiperceptivos, a los cuales no corresponde ningtin «salto» o falta de homogeneidad en Ia estimulacion. Es la tendencia de las tres Iineas en angulo a «cerrarse» en un tridngulo, y de los tres sectores angulares a completarse en tres discos, lo que hace necesaria la formacién del triangulo blanco, detrds del cual las complementacio- nes se pueden operar en forma «amodal». i Fic. 40. Cierre contra buena direccion "La importancia del factor cietre la podemos constatar en la ' situacién de la figura 40, donde han sido complementadas las dos ~ curvas de la figura 35, en forma tal que la tendencia a la forma cerrada prevalece netamente sobre la continuidad de direccién. Lo mismo se puede decir dela figura 41, donde la misma ten- dencia se impone sobre el factor proximidad. A pesar de las in- a a ARP a) 4 BC OC Fic. 41. Cierre contra proximidad } ' i esate 40 ; GRAMATICA DE LA VISION terrupciones, las formas que tienden a cerrarse prevalecen sobre las formas en x constituidas por las partes mas proximas. Aqui acta también otro factor que ya conocemos: la tendencia a con- vertirse en figura que tiene el area con mdrgenes convexos. Vol- viendo por un momento a la figura 7, se puede ver que el cierre se impone sobre la familiaridad, dado que logra hacer «invisibler una palabra bien conocida, para Ja que pareciera haber condiciones de una legibilidad normal. 2.6. Coherencia estructural y pregnancia Con la enunciacin del principio de la pregnancia, llamado tam- bién de la . En la figura 48 se hacen «figura» esponténeamente las lineas paralelas entre sf, que se unen para dar lugar a los marcos cuadra~ dos, mientras es muy ificil que se vea como marco (es decir como, figura) la zona comprendida entre el cuadrado externo y el segun- do cuadrado. En la figura 49 preferentemente resaltan como #hgt= tas» las bandas blancas, entre cuyos: margenes media fenoménica- mente siempre la misma distancia, mientras las zonas negras tienen funciones de «fondo». Si sucediese lo contrario tendriamos una serie de figuras negras, de forma més bien irregular, sobre fondo blanco. : En teorfa tendrfan que ser posibles ambas alternativas, no hay razones «objetivas» que puedan explicar o hacer prever un rendi- miento perceptivo en lugar del otro. Si a pesar de eso nuestro sistema perceptivo

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