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militar suficiente para subyugar al ozo. Pero para los ingleses tal dominio era innecesario. Seguin se enten- dia, los indios tenian poco con que contribuir a las metas ‘de la colonizacién inglesa; por tanto, se los consi- deraba un mero obstaculo. Una ver asi definidas, las tribus de Chesapeake no fueron motivo de una politica de asimilacin, sino de planes de segregaci6n racial que pedian la separaci6n o la eliminacién. Invirtiendo casi totalmente la politica india de los espafioles, después de 1622 los ingleses de Virginia se‘esforzaron por mante- ner separadas las dos culturas. Al igual que la politica espajiola, este plan se basaba en intereses propios bien Caleulados. Las diferencias en los recursos explotables de las colonias espafiolas e inglesas, en la densidad de ja poblacién india, en la composicién demografica de la sociedad colonizadora y la colonizada, y en los orige- nes sociales de los colonos, antes que las diferencias en el caracter nacional, las actitudes hacia los pueblos jndigenas o la politica nacional, fueron las principales causas de que en la América hispana se buscara la asimilacion y en Virginia la separacién racial. 126 NTRO DE CULTURAS EN EL NORDESTE IV, ENCUE. MuenTRas los indios de ia Confederacion Powhatan planeaban, en 1622, su ataque contra los asentamientos blancos de Virginia, los ingleses preparaban una “invasién” del territorio indio 800 kilémetros al norte. Se emplea la palabra “invasién” no tanto porque los puritanos, como otros europeos, entraran en una tierra ocupada por pueblos indigenas, sino porque la vida de Jos puritanos era en si una campafia militante contra el diablo. La ilegada inicial de los padres peregrinos a la costa occidental del Atlintico, en 1620, marca el comienzo de un movimiento de protestantes ingleses cuyas ideas, valores ¢ instituciones hicieron més por modelar los contornos de Ja sociedad colonial que los de cualquier otro grupo. Pese a ello, en sus relaciones con los pueblos de otras culturas los puritanos no se mostrazon notablemente distintos de sus conciudada- nos de otras creencias religiosas. EL PURITANISMO ‘ “El puritanismé fue, entre atras cosas, un movimiento fe reforma religiosa. Desde el reinado de Enrique VII, ~-@uiando Inglaterra giré hacia el protestantismo, las ten- Siones catdlico-protestantes habian sacudido al pais. Al Megar Isabel al trono en 1558, intenté lograr un.acuerdo teligioso. Pero los anticatélicos declarados considera- ‘ban a la Iglesia de Inglaterra que florecié en su reinado 127, como, en el mejorde los casos, una casa situadaa medio Carino entre una Iglesia corrupta y otra pura y, en el peor, apenas diferenciable de la Iglesia de Roma, const Hiturgia, vestimenta, rituales y opresiva burocracia. ‘Algunos ingleses querian mayor pureza en la iglesia, una limpieza més radical de los elementos cat6licos. Se Hamé puritanos. . aes erage el puritanismo era una respuesta politica y social a cambios de amplic alcance ocurridos en Ta sociedad inglesa. Los hombres y las mujeres de aque- los tiempos vivian en una época en que la sociedad feadal tradicional daba lugar a un orden social mas qnoderno. Inglaterra entraba a la era moderna. Esto tajo consigo e) trastorno de la Iglesia tradicional, creci- miento de las ciudades, cercamiento de las tierras, jncremento en el comercio y el surgimiento de una Sociedad capitalista en la que el individuo tenia mucha tnds autonomia. Los efectos sociales més visibles de tetas tendencias a largo plazo fueron el desarraigo de campesinos, lanzados de sus tierras, un incremento del vagabundeo y la pobreza, y atemorizantes aumentos Grimen urbano conforme la gente se apifiaba en Tas ‘udades, sobre todo en Londres, cuya poblacién Sumento de 75 000 habitantes en 1550.2 200 000 en 1600 a 325 000 en 1650. : ‘Algunos de ios cambios ocurridos en la sociedad inglesa repercutieron en los valores y la conducta indivi, dual. Segin el antiguo caracter distintivo (ethos) medieval, la gente estaba ordenado con arregloa un sis- tema de jerarquias fijo en la Iglesia, el gobierno, orga- nismos econémicos y familia. La vida en una aldea Tural inglesa reflejaba esta insistencia en los rangos y el orden. Cada individuo estaba incluido en una red de fclaciones complejas que sefialaba deberes y responsa- i i i bala pilidades a cada miembro de la comunidad. Estal jerarquia solariega, con el sefior, el mayordomo y los 128 arrendatarios; la jerarquia parroquial con el vicario, Jos administradores y los supervisores de pobres; la jerarquia de ia Igiesia establecida, con el arzobispo, los, obispos, deanes, candnigos y los visitadores; y la jerar- quia de la empresa econémica, con sociedades mércan- tiles, gremios, maestros, oficiales y aprendices. Pero en el periodo de la modernizacién los individuos se libera- ron gradualmente de la autoridad de los grupos corpo- rativos. Poco a poco se abrieroni grietas en la autoridad religiosa, que dictaba la creencia individual; en la auto- ridad politica, que gobernaba con seyeridad la con= ducta civil y definia los derechos politicos de ui modo limitado; y en la autoridad econémica, mediante la cual los gremios y los monopolios concedidos por la Corona regulaban minuciosamente precios, salarios y condiciones de trabajo. Estos “protestadores” o protes- tantes comenzaron a oponerse a Ja autoridad de la Iglesia de Roma; empresarios individuales cuestiona- ron Ia autoridad de los gremios para regular el trabajo; compaiiias individuales se opusieron 2 los monopo- lios, que exclufan a los extrafios de ciertas areas de actividad econémica; y los agricultores comenzaron a comprar granjitas ya consolidarlas en unidades agrico- las mayores, con Jo cual trastornaban a les hacendados arrendatarios. Para los puritanos, era un espectéculo espantoso ver que los individuos se liberaban de las restricciones tadicionales. Podia aplaudirse esto en la religion por- que significaba un intento de poner al individuo en relacién més directa con Dios, eliminando los interme- diarios tradicionales, en éspecial la Iglesia catdlica, Pero los puritanos Iamentaban el individualismo en otto campos de la vida porque dejaba que las personas se las arreglaran solas, con lo que pronto Hevaban a cabo las peores fantasias de la anarquia social. E] orden social, el respeto por la autoridad, 1a moral: todo pare- 190 cia derrumbarse con el nuevo orden social y econdmico. En todas partes segtin Io expresd un. critico social, “hombres ociosos y rebeldes” vagaban por la tierra. El concepto de “todo hombre por si mismo”, el indi- viduo que se mueve libremente en el tiempo y en el espacio, estd en el coraz6n de nuestro sistema moderno de creencias y conducta. Pero a los intectuales, criti- os sociales y lideres religiosos de fines del siglo Xvresto les traia a las mientes imagenes espantosas de caos. E] individualismo, como forma de conducta, amenazaba al concepto de comunidad: gente unida por obligacio nes y responsabilidades. En la concepcién anterior de Sociedad cada persona obtenfa sus derechos come tniembro participante de un grupo asociado, no como in- Gividuo. Y los derechos se conferian precisamente 4 dichas agrupaciones, fueran religiosas, politicas, eco- némicas o sociales. Con la nueva ética, el individuo y no el grupo era la unidad conceptual de pensamiento, ‘A Jos puritanos les traia esto la espantosa imagen de la anticomunidad. ‘Como movimiento social y politico, el puritanismo intentaba dedicarse a este problema del individuo en oposicién a la comunidad. Los puritanos se proponian invertir Ia marcha del desorden, maldad y “‘rebeldia” que veian florecer en la sociedad inglesa. Por medio de tun disciplina nueva los puritanos esperaban crear un ‘orden social regenerado y, con ello, recuperar el equili- brio perdido por su sociedad: Su método o plan consis- iia en prescribir una ética que acentuara el trabajo y la diligencia, de’ acuerdo con Ia yocacién individual, como un modo primordial de servir a Dios. No era necesario ocupar un puesto elevado o seguir una profe- sign; bastaba trabajar duro en cualquier posicién qué se tuviera, fuera la de abogado, la de herrero 0 la ce jornalero comin. A los ojos de Dios, toda “vocacién” ra igualmente digna y, si se la atendia con asiduidad, . 130 Hevaria al individuo a la gracia espiritual. Un lider puritano escribié: “Si eres un hombre que vive sin vocacién, aunque tengas dos mil para gastar, si no tienes vocacién que tienda al bien piblico, eres una bestia impura. Dios te envié a este mundo como a una casa de trabajo, no de placer.” En segundo lugar, los puritanos buscaban organi- zazse en congregaciones donde pudicran trabajar jun- tos hombres y mujeres, disciplinarse y actuar para la salvacién mutua. La virtud serfa fomentada por un interés en el grupo, cuando cada miembro no sélo trabajara buscando la perfeccion propia, sino que tam- bién estuviera alerta para observar en la conducta ajena signos de desvio. En tercer lugar, los puritanos crefan que, para reformar su sociedad como un todo, tendrian que asumir la responsabilidad —mayordomia moral— de todos quienes los rodeaban. En un mundo cadtico y criminal, los “elegidos” de Dios debian no s6lo salverse ellos mismos, sino aceptar la carga del gobierno civil, para reformara la sociedad en general. Otros, incapaces de encontrar la verdad del cristianismo en sus corazo- nes, pudieran tener que ser obligados y controlados, dirigidos y dominados. De esta manera, todos estarian unidos en una alianza para hacer el trabajo encomen- dado por dios. En este sentido, el puritanismo fue un instrumento de politica radical, disefiado para apode- rarse de la maquinaria del gobierno civil y conseguir la conversién de toda la sociedad. Gobernarfa el pais un movimiento masivo duefio de una visién ideolégica; * tal concepto se apartaba radicalmente del pensamiepto.. tradicional, que afirmaba que los reyes gobernabahpar” « derecho divino y delegaban su autoridad en.quienes sestaban por debajo de ellos. _! Apud Perry Miller y Thomas H. Johnson, The Puritahs: ican Book Company, Nueva York, 1988, pp. 325-326. Es una historia conocida el ascenso del puritanismo durante el reinado de Isabel, y la-persecucién posterior de los puritanos con Jacobo I, sucesot de aquélla. Dados nuestros propésitos, baste comprender que, a pesar de sus triunfos iniciales, los puritanos se veian cada ver mas acosados por Jacobo. Hacia 1620 muchos estaban convencidos de que, para reformar la sociedad inglesa, la cruzada en favor de un nuevo modo de vida deberia ser Hevada a cabo primero en otra parte del mundo, En una época en que muchos puritanos sen- tian los efectos de la depresién en Inglaterra, las opor- tunidades econdmicas también los atraian; fueron, pues, elemento importante en su decisién. Pero su com- promiso ideolégico los diferencié de los colonizadores de Virginia, Aquellos hombres y mujeres estaban infla- mados por la idea deerigir una utopia cristiana, dedica- dos a organizarse alrededor del concepto de comunidad y posefdos por la creencia de que la diligencia y la autodisciplina eran parte indispensable de la adora- cién de Dios. En contaaste, en Virginia faltaban clara- mente el espititu comunitario y la vision ideolégica: se buscaban en si y por si las ambiciones politicas antes que el verse constreftido y limitado por un conjunto de prescripciones morales.” Los puritanos no fueron, de ninguna manera, los primeros europeos en Hegar a las playas de lo que serfa la Nueva Inglaterra, hogar de varias tribus de idioma algonquino, Desde finales del siglo xvI pescadores de varias nacionalidades europeas habian estado traba: jando en los bancos de Terranova, secando alli lo au capturaban en cabo Cod y en la costa de Maine. Cien tos de barcos de pesca habian visitado la costa de Nueva Inglaterra y se habia hecho contacto con los indios de la > zona antes de 1607, cuando los ingleses realizaron el primer intento por colonizar la regi6n. La tentativa de asentamiento hecha aquel afio duré poco, pues’ él 132 . pequefio mimero de hombres que desembarcé en la costa de Maine se vio acosado por escasez de comida incendios y vientos inhéspitos. Sdlo en 1620 se hizo otro intento de colonizacién, esta vez lo llevaron a cabo varios cientos de peregrinos ingleses que primero habian huido a Holanda y luego decidieron estable- cerse en el Nuevo Mundo. Lentamente, durante un decenio, otros asentamientos, dedicados al comercio de pieles y a la salaz6n de pescado, enraizaron alo largo de la costa, pero ninguno de ellos es comparable a la gran migracién puritana, que comenzé en 1630, cuando ‘once barcos y unos setecientos pasajeros partieron de Inglaterra. Fueron la vanguardia de un movimiento que, para 1640, haba trafdo ya a las playas de Nueva Inglaterra unas 12 000 personas. ELUsiva UTOPIA Guiados por John Winthrop, miembro de la hidalguia inglesa, los puritanos se dedicaron a erigir su "Ciudad de la colina”, segiin Hamaron a su experimento de crear una utopia. Su esperanza era establecer comunidades de cristianos puros que, colectivamente, juraran en un pactd con Dios que trabajarfan en favor dé sus desig- nios, sabiendo que a cambio EI los cuidarfa, Mientras trabajaran todos por el bien comin, los impulsos “individualistas que habian florecido en Inglaterra / » quedarfan bajo control. Para lograt esto los puritanos _ festavieron de acuerdo en emplear medios que hoy po- ‘driamés llamar totalitarios. En las nuevas comunidades hho podria haber diversidad de opiniones réspectoa laorio- “doxia religiosa. El gobierno estaria limitado a quienes _- &stuvieran visiblemente Henos de la gracia de Dios, cosa © que determinaban aquéllos ya en la Iglesia. Se expulsa- tia y castigar{a severamente a los transgresores, fueran 138 civiles 0 religiosos. Todo aspecto de la vida quedaria integrado a la persecuci6n de la utopia: las actividades econémica, politica, intelectual y xeligiosa. Los purita- nos intentaban integrar todos los elementos de su cul- tura en una bisqueda unificada justo cuando una gran diversidad ¢ individualismo caracterizaban a la socie-~ dad europea contemporanea. Quienes participaron en el experimento estuvieron de acuerdo, por lo menos al principio, en ceder parte de su libertad para lograr metas mayores. Se procuraba la homogeneidad, no la diversidad; la preocupacién central estaba en conseguir Tas metas de la comunidad, no en proteger los derechos de sus miembros individuales. Iba a ser una sociedad ‘consensual en si origen pero autoritaria en su funcio- namiento. En Inglaterra los puritanos habjan formu- lado una ideologia de rebelién que ahora seria empleada como una ideclogia de control. ‘AL igual que en Virginia, los primeros meses fueron dificiles. Mas de doscientos de los primeros setecientos inmigrantes murieron y cien més, sobremanera depri- midos por su primer invierno en el aborrecibe clima de Nueva Inglaterra, volvieron a Inglaterra la primavera siguiente. Pero los puritanos seguian viniendo, Comen- zaron “apifiindose” a lo largo de las costas de la bahfa Back, en Boston, a lo largo de los rfos queen ella desembocaban, hacia el sur hasta lo que seria Connecti- cut y hacia el norte por la costa de Massachusetts. Se sembrd, comenzé la pesca y en Massachusetts se logré. pronto la base econémica propicia que tan penosa- mente habia faltado en Virginia durante los primeros afios. No solo se explicaeste triunfo por ética de trabajo militante y la autodisciplina que compartfan-una mayoria de los colonos, sino también por la calidad del liderazgo ejercido por hombres como Winthrop. John Cotton, John Eliot, Richard Mather y Thomas She- pard, quienes tenfan experiencia en gobiernos locales, 134 Intensidad y determinacién seftalan la person: , n alidad de Joh Winthrop, lider de la migracién puritanaa Nueva Tene (Cortesia de la American Antiquarian Society.) 135 leyes y los usos de la exhortacién. En Virginia, al prin- cipio el dirigente tipico fue un soldado de fortuna o un aventurero Tudo, cuyos instintos eran casi por com- pleto de rapifia. En contraste, durante los primeros afios guiaron a Massachusetts ministros con educacion universitaria, miembros expertos de la hidalgufa menor inglesa y hombres determinados a cumplir lo que creian una profecia de Dios para Nueva Inglaterra, No obstante, Massachusetts sufrié disensiones y con- flictos en las primeras décadas, tanto en las propias comunidades como en su contacto con los natives dela regidn. Incluso en el viaje a través del Atkintico hubo indicios de que no siempre brillaria el, sol sobre-el experimento de los puritanos. A mitad del viaje Win- throp se vio obligado a recordarles a algunos de los miem- bros menos sumisos de la expedicién que el respeto por la autoridad iba a ser parte fundamental de la nueva empresa, Una vez en tierra firme, rodeados por exten- siones ilimitadas, result6 dificil sofocar los instintos adquisitivos o mantener a la gente unida estrechamente en comunidades sujetas por una alianza. Almas inquie- tas comenzaron a apartarse del centro de autoridad. Otros, aunque permanecian en el centro, agitaban, hacian campaiia en favor de un sistema politico de base mas amplia y una descentralizacién de Ia autoridad que diera a cada poblacién el derecho de manejar sus pr. pios asuntos. Al cabo de tan s6lo dos afios Winthrop s preguntaba silos puritanos no habian caido “del sartén a las brasas”. Trece afios después, seguia luchatido para: convencer a quienes lo rodeabani de que “si defiendes, tus corruptas libertades naturales y haces lo que'a tus: ojos es bueno, no tolerards él thenor'peso de la autor dad, sino que murmurards y te opondrés. y luchara siempre por librarte de ese yugo”’.? 136 ae Los problemas de Winthrop se multiplicaron, En 1633 Roger Williams Iegé a Nueva Inglaterra y los lideres establecidos se enfrentaron entonces a un hom: bre pugnaz y visionario que definia la ortodoxia reli- giosa en términos diferentes 2 los de ellos y no tenia intencién ninguna de cambiar sus puntos de vista para adaptarlos a los ya declarados ortodoxos. Williams predicaba que los puritanos no eran en verdad puros porque no proclamaban una separacién total de la Iglesia anglicana. Afirmaba que era incorrecta la inter- pretacién de la Biblia hecha por ellos. Quizds lo mas molesto era que acusaba a los colonos de entrar en tierra india y de privar ilegalmente a los nativos de sus deré- chos. Hacia 1685 Williams habia resistidoa todos los que luchaban por hacerlo renunciar a sus ideas, y desafié a los magistrados civiles a que lo juzgaran o castiga- ran a causa de sus ensefianzas. Convencidos de que Williams dividirfa a la colonia en grupos religiosos antagénicos, destruirfa la estabilidad, cohesion y auto- ridad y provocaria la desintegracién de la colonia con su perfeccionismo religioso, los magistrados de Mas- sachusetts lo desterraron de la colonia e intentaron embarcarlo de regreso a Inglaterra. Pero Williams escapé y emprendié una expedicién haciael sur, donde con sus seguidores comenzé un pequefio asentamiento, semilla de la colonia de Rhode Island. Mientras las autoridades desterraban a Williams asu Edén personal, se enfrentaban a otro predicador de inortodoxia: Anne Hutchinson. Brillante y carisma- ".‘tica, desde su Hegada, en 1634, habia probado ser valiosa para la comunidad como partera, curandera y ‘consejera espiritual. Pero, en los dos afios siguientes, resulté ser algo mas que una consejera. Reunié alrede- 2 Dynasty of New England, 1630-1717, Princeton University Press Princeton, 1962, p. 24. 137 dor de si a muchos de la comunidad en discusiones religiosas, y luego le dio por analizar los sermones del domingo anterior, planteando puntos de critica res- pecto 2 las interpretaciones teoldgicas de John Wilson, Eministro de Boston. Al poco tiempo, era centro de un. tnovimiento llamado antinomianismo, una variente en la interpretacién de Ja doctrina puritana, que subra- yaba los elementos misticos de la gracia de Dios y Ia futilidad de aplicar reglas y reglamentos para guiar el proceso por el cual cada individuo Tlegaba sun acuerdo fon su Dios. Para 1636, Boston se dividia en dos cam- pos, y Anne Hutchinson atraia a su circulo no sélo a Quienes crefan en sus ideas teoldgicas, sinoa la mayoria Je Ios descontentos de la comunidad: mercaderes gnolestos con el control de precios del gobierno, jévenes a quienes les disgustaban las rigidas reglas de sus ma- yores en la Iglesia y el gobierno, mujeres inritadas por la autoridad masculina y artesanos resentidos por eT control de salarios impuesto para frenar la tendencia inflacionaria, que ya habia comenzado. Determinados a deshacerse de esta segunda amenaza ala uniformidad de opinién, la clerecia y los magisira= dos procesaron a Anne Hutchinson en 1656. Tras dos interrogatorios largos y simbélicos,.la excomulgaron de la Iglesia de Boston y la expulsaron dela colonia por predicar ochenta y dos opiniones teolégicas errneas. La sentencia que le leyeron al final del juicio revela ei miedo que habia surgido en Boston y la determinacién |. de los magistrados de sofocar toda divisién nueva en la» 4}. comunidad. “Porque vos, sefiora Hutchinson" recit6 el juez, Z habéis pecado gravemente [...]y ofendido y perturbado ala Iglesia con vuestros errores, y habéis desviado a mucha pobres almas y sostenido vuestras revelaciones: y porque habéis caido en mentira [...] en nombre de nuestro sefior é Jesucristo [...] os expulso [...] y 0s entrego a Satan [ desde este moemtno mismo os considero una pagana y una publicana ...] y en nombre de Jesucristo y deesta Iglesia os ordeno que, como una leprosa, abandonéis la congre- gacién? Con un cierto ntimero de-sus seguidores, Anne tomé la ruta de Roger Williams a Rhode Island. Los guias de a colonia, los guardianes del suefio de una utopia cristiana, habian demostrado hasta dénde estaban dis- puestos a llegar para asegurar la homogeneidad. Pero Nueva Inglaterra no podia mantenerse homo- génea, no importaa cudntos no conformistas expulsara de su medio. Tampoco se podian sofocar eternamente Jos instintos adquisitivos que horadaban el concepto de comunidad. Aquella ética de wabajo produjo inevita- blemente gariancias materiales, y con tal éxito mun- dano los individuos cayeron en la ambicién de Hegar incluso mas alto: precisamente aquello que temian los- caudillos puritanos, destruiria el estable sistema armo- nioso que intentaban erigir. El incremento de la pobla- cién, la expansion geografica y el comercio con el mundo exterior actuaban contra Ja idea de una comu- nidad corporativa cerrada, impregnada de religiosidad. A pesar de las admoniciones de los lideres en el sentido de que “el'cuidado de lo pubblico debe imponersea todo aspecto privado”, en Massachusetts, incluso desde los primeros afios, quedé patente la dificultad, si noes que Ja imposibilidad, de llevar al Nuevo Mundo inmigran- “tes hambrientos de tierra y esperar que frenaran sus apetitos y sus ansias.individuales. Las fuerzas centrifu- gas del ambiente prevalecieron por mucho sobre las fuerzas centripetas de la ideologia religiosa. 2 Apud Emery Battis, Saints and Sectaries: Anne Hutchinson and the Antinomian Controversy in the Massachusetts Bay Colony, Uni- versity of North Carolina Press, Chapel Hill, 1962, p. 246. 139 PURITANOS E INDIOS Dado el ideal puritano de comunidad y su afan bésico de reformar el mundo a imagen propia, podria pen- sarse que el conflicto y la aculturacién limitada caracte+ risticos de los contactos anglo-indios en el Chesapeake serfan reemplazados en Nueva Inglaterra por una hos tilidad menor y una mayor interaccién. Pero no fue tal €l caso, : Descendientes de cazadores némadas que 10000 afios antes habian Hlegado a esa regidn, los indios de Nueva Inglaterra vivian en el margen de la zona agricola. Por tanto, su economia combinaba la caza, la pesca y la agricultura, aunque, cuando la llegada de los europeos, esta ultima era su principal medio de subsistencia Utilizaban eficientemente su ambiente, de acuerdo con Jas estaciones: se dedicaban a la caza en invierno; en la primavera, a la pesca en rios y al desmonte de campos; en verano, al cultivo ya la pesca en mar; y a la caza y la recoleccién de cosechas en el otofio. “EI paso de las estaciones —escribe Neal Salisbury— aportaba la base para un ciclo anual rudimentario pero uniformemente periédico.”* Entre las tribus algonquinas de Nueva Inglaterra era clara la divisin sexual del trabajo. Los hombres caza- ban y las mujeres se responsabilizaban de todas las fases, de la agricultura —siembra, labores de cultivo y cosecha—, asi como de la pesca y de reunir productos de Jas plantas silvestres. Como la agricultura se habia convertido en el componente més impaortante de la economia, un claro desequilibrio se habia dado en a productividad de ambos sexos. Esto no condujo, como’ «Neal E. Salisbury, Manitou and Providence: Indians, Europeans. and the Making of New England, 1500-1643, Oxford University “Press, Nueva York (en, prensa). 140 €n el caso de los iroqueses, a la adopcién de un sistema de parentesco mavilineal o a conceder a las mujeres tin cierto grado de poder politico. En Nueva Inglaterra el parentesco siguid siendo patrilineal y los hombres con- tinuaron dominando Ia vida politica y religiosa En las tribus algonquinas de Nueva Inglaterra el liderazgo politico estaba en manos de individuos, Ila- mimados sachems (caciques) en la regién meridional y Sagamores (caciques menores) en la septentrional, Era papel del sachem coordinar, en la aldea, las actividades que concernian al grupo en conjunto: la caza, el comer- cio, la administracién de justicia y la diplomacia. La autoridad del sachem dependia fuertemente de que conservara el apoyo de su pueblo; ésto, a su vez, depen- dia mucho de su habilidad para comunicarse con las fuerzas espirituales que controlaban el destino de la wribu. ‘Su autoridad es de lo més precaria —escribié un francés que vivis entre los abenakis—, si es que puede Hamérsele autoridad, pues de ninguna manera es obli- gatorio obedecerla." Los sachems y sagamoresno eran jefes 0 sefiores cuya posicién se heredara ni de aatori- dad incuestinable sino “coordinadores y representan- tes ceremoniales de su pueblo” § En el periodo anterior al primer contacto, las tribus de habla algonquina de Nueva Inglaterra tenfan una densidad de poblacién mayor que la de la regién de Chesa- peake; probablemente habia mas de 100 000 habitantes entre el rio Kennebec y el cabo Cod. Entre ellos, los abenakis, pawtuckets, massachusetts, narragansetts, Pequots y wampanoags eran los més numerosos, Todos estos grupos habian estado en contacto con los ’ * Reuben Gold Thwaites (compilador), The Jesuit Relations and Allied Documents ..) 1610-1791, The Burrows Brothers Company, Cleveland, 1895, np. 78. 4 *Salisbuty, Manilow and Providence. 7a europeos por muchas generaciones. Jos pescadores que salaban sus capnaras y se dedicaban a un comercio stenor habian proporcionado a las wibus més septen- irionales cierto conocimiemto de la cultura europea Gesde el primer cuarto del sigio XVI, y en la primera Gécada del XVII asentamientos ingleses y franceses de poca duracién les permitieron ampliar sus ideas sobre Ia gente venida del otro lado del mar. X principios del siglo xv11los ingleses realizaron uha serie de incursiones de exploracién e intentos deasenta- micnto en pequefia escala, Todos ellos hubieron de acepiar el hecho de que los franceses ya habian estable fido asentamientos permanentes y una red comercial aque iba de Nueva Escocia al cabo Cod. Estahegemonta cconémica estaba cimentada en un sistema de relacio- nes reciprocas con los nativos de la regién. Ningunode Tos primeros ensayos ingleses de asentamiento result6 atortunado, pues los ingleses adoptaron hacia los fndios und actitud mucho més militarista, tipificada en Ia formula de engafio, intimidacién y fuerza desentre- nada que John Smith recomend® tras su viajea la costa de Nueva Inglaterra en 1614. En varias ocasiones las expediciones inglesas atacaron y secuestraron a indios Ge la costa. En 1614 uno de los capitantes de Smith capturé més de veinte indios y los vendié como esclavos en Malaga, Espafia. Tal espiritu de rapifia determiné que cuando, en la década siguiente, los ingleses llega- von en néimero mayor no fueran bien recibidos como un pueblo del cual pudieran esperarse relaciones amistosas. ‘Sin embargo, no fue la fuerza bruta o la superioridad numérica lo que allané el camino a una presencia’ permanente de los ingleses en Nueva Inglaterra. Mas bien fueron las enfermedades. En 1616 se detuvieron en aquellas costas pescadores ingleses y, desataron wha “epidemia en terra virgen”: Ia implantaci6n de virus 142 en una poblacién sin defensas inmunolégicas. A lo largo de la costa de Nueva Inglaterra murierori en un solo afio decenas de miles de indios. La zona enure la bahia de Massachusetts y la de Plymouth recibid en especial golpes duros, pues fueron barridos 0 abando- nados pueblos enteros. Cinco aftos después, un inglés que pasé por la zona escribié que los indios habfan muerto a montones, mientras yacian en sus casa los vivos capaces de moverse por si solos hulan y dejaban morir a los owosty abandonaban los cadaveres por el suelo. sin darles sepultura. [...] Los huesos y los craneos dispersos pot los diferentes lugares de sus habitaciones ofrecian tal opeaten wl j que en mi viaje por aquel bosque cercanoa Ja tribu de los} massachusetts cié haber (ae dees me parecid haber hallado un Es probable que hayan sucumbido a la enfermedad tres cuartas-partes 0 més de los habitantes nativos de la Nueva Inglaterra meridional. Cuando los padres peregrinos Hegaron en 1620, des semibarcaron en.una zona que unos Cuantos afios antes habia sufrido pérdidas de poblacién catastroficas. Esto fue determinante no sélo porque les franqued el pasoa las tierras, sino también porque mind sobremanera Ia capacidad indigena de resistir a Jos intrusos. La buena fortuna de los ingleses no paré ahi: hallaron a Squanto, un wampanoag que habia sido secuestrado en 1614 por, al capitan de una nave inglesa. Squanto habia sido vendido por'su secuestrador en Espafia, pero dealguna . manera se las arreglé para Ilegar.a Inglaterra, donde se é, 7 THlomas Morton, “New English Canaan”, en Peter Force pilador), Tracts and Other Popers Relating Principally to the Ort. gin, Settlement and Progress of the Colonies in North America, < Washington, D.C, 1836, 1 No. 5, p. 19: 143 unié a un capitan inglés con el que hizo varios viajes a ja costa de Nuéva Inglaterra. En el segundo de estos viajes Squanto descubrié que la peste habia matado a gran parte de su tribu, pero se quedé en lazona del cabo Cod, donde atin estaba cuando’ desembarcaron los padres peregrinos. Gracias a la amistad de Squanto, los, peregrinos recibieron una ayuda importante en los pri- meros afios. 7 Una década después del asentamiento inicial, William Bradford, dirigente de la colonia de los peregrinos, escribié que los ingleses llegaron anticipando un “peli- gro continuo por parte de los salvajes, que son crueles, barbaros y sumamente traicioneros”, caracteristicas que “revuelven el estémago de los hombres y hacen estremecerse y temblar a los débiles".* Pero dado el historial de secuestros y confianza traicionada que los ingleses habian acumulado en sus visitas periédicas a la costa antes de 1620, dichas caracteristicas se adapta- ban mejor a ellos que a las tribus locales. Es’probable que los indios estuvieran muy recelosos respecto a los peregrinos, pero no se dio en Plymouth ningun inci- dente violento hasta que los recién Hegados, al descu- brir los silos en que los nativos almacenaban maiz para el invierno, robaron tanto cuanto pudieron Hevarse. Incluso entonces los indios prefirieron reducir al minimo su contacto con los colonos, aunque‘en la primavera de 1621 las muertes habian disminuido Ja colonia de Plymouth a unas cincuenta personas, y la vulnerabilidad de los ingleses invitaba a un ataque indio . La necesidad que tenian los wampanoags de un aliado militar que los ayudara en su lucha contra los . * William Bradford, Of Plymouth Planation, 1620-1647 (edicién, al cuidado de Samuel Eliot Morison), Alfred A. Knopf, Inc., Nueva York, 1966, p. 26. 144 vecinos narragansetis explica probablemente por qué toleraron los abusos de los:ingleses ¢ incluso firmaron con élios un tratado en 1621, que fue base para cl comercio y la ayuda mutua con los precariamente asen- tados ingleses. Se revelé la légica de la diplomacia wampanoag cuando Miles Standish y otros peregrinos los ayudaron, en 1621, en sus disputas con los enemi- gos. Los wampanoags consideraban el tratado como una alianza entre iguales; pero los ingleses, que se crefan culturalmente superiores, lo vieron como una sumision de los indios al dominio inglés Sin embargo, esa superficial amistad duré tan slo un afio. En 1622 la Hegada a la colonia de unos sesenta nuevos elementos no peregrinos pradujo serias friccio- nes. Los colonos nuevos se asentaron en Wessagusset, a cierta distancia de la colonia de los peregrinos, robaron maiz de los massachusetts vecinos, y planearon ataques contra ellos cuando se negaron a comerciar con los necesitados pero arrogantes recién Hegados. So capa del cuento de que los indios conspiraban contra las dos comunidades blancas. Standish, quien por largo tiempo habia guardado rencor a varios massachusetts qué lo ofendieron, condujo una ofensiva contra los amistosos indios; mataron a ocho y empalaron la cabeza del sachem Wivuwamet en la parte mas alta del fuerte de Plymouth como simbolo del poder blanco. Al enterarse del deterioro de las relaciones, John Robinson, quien habia, sido” ministro de los peregrinos en Holanda, ceribié constemado al gobernador Bradford, pregun~ tandole por qué los ingleses se permitian tal violencia innecesaria. Qué sucedfa con los “civilizados” en tie- nia salvaje?, preguntaba Robinson, ¢Comenzaban a actuar como “salvajes", olvidando que debian repre- senttar el orden y la piedad? Robinson hizo hincapié en Miles Standish, capitan de la milicia en Plymouth, qitien habia adoptado la férmula de John Smith: inspi- 145 yar miedo y sumisién antes que buscar respeto mutuo y relaciones armoniosas. “Es [...] cosa mas bien gloriosaa ojos de los humanos que placentera a los de Dios 0 conveniente a los cristianos aterrorizar a un pobre pue- blo barbaro. Y en verdad temo que, a causa de tales situaciones, otros se vean empujados a mostrar [este tipo de conducta] en el mundo,”® En cuanto a los indios, no “‘podian imaginar de donde venfan los hom- pres aquellos —escribié Thomas Morton, amigo de Tos indios—, 0 con qué fin, viéndolos ejecutar actos tan jnesperados”. De aquel momento en adelante se Haraé « 2 los colonos ingleses “Wotowquenange, lo que en su lengua significa apufialadores 0 degolladores”.2° ‘Cuando en 1630 comenzé Ja migracién puritana, los nativos de Nueva Inglaterra tenian mis de una geneva- cién de experiencia con el modo de ser inglés. Pocode Jo que habian descubierto daba motivo para que fueran optimistas respecto a las relaciones futuras; aunque las hostilidades entre las tibus hacian que los colonos siguieran siendo aliados potencialmente valiosos, y persistia ademas el deseo de intercambiar bienes. En Cuanto a los puritanos, en lo publico estaban compro- metidos con la armonfa interracial, pero en privado se preparaban para Jo peor. La carta de privilegio de Ta Massachusetts Bay Compariy (Compaiiia de la bahia de Massachusetts) mencionaba el compromiso de conver tir a los indios al cristianismo. El “fin primordial de la plantacién —afirmaba— cra ganarse a los nativos del pais para moverlos a que tengan noticia del tinico y Yerdadero Dios y Salvador de la humanidad, le obedez- » Bbid., p. 575. 1 ‘Thomas Morton, “New England Canaan", p. 76, apud Neal E, Salisbury, “Conquest of the ‘Savage’: Puritans Missionaries, and Indians, 1620-1680” (tesis doctoral), University of California. Los Ageles, 1972, p. 86. 146 can, y acepten la fe cristiana”."" Pero las instrucciones de la Compafifa a John Winthrop revelaban con mayor exactitud lo que se esperaba. De acuerdo con dichas 6rdenes, habria de adiestrarse a todos los hombres en el uso de armas de fuego; se prohibiria a los indios entrar en los pueblos de los puritanos, y se deportaria a Ingla- terra, donde seria castigado severamente, a cualquier colono lo bastante temerario para vender armas a los indios o instmuirlos en su uso. Aunque se insistia en dar trato justo a los indios, la compaiifa reflejaba la menta- lidad de guarnicidn que los colonos, ya desembarcados y establecidos, manifestarian incluso con mayor fuerza. Por trece afios no se iniciaria actividad misional aiguna. Durante Ios primeros afios de asentamiento los indios hicieron poco que despertara la ira de los purita- nos. Sus sachems tuvieron gestos de amistas, dieron a los colonos mafz durante el dificil primer invierno, y comenzé un comercio menor. Con asombro, un jefe puritano relaté que, durante el primer invierno, cuan- do los puritanos apenas tenfan casas donde cobijarse, y ninguna puerta que impidiera a los indios Hegar a lo en ellas guardado [...} donde todo su sustento, débiles esposas y pequefios estaban expucstos al pillaje [...J; mas no disminuyé la comida ni fottos materiales, ni las esposas o los nifios sufrieron dafio alguno, aunque los indios solian visitarlos a la sazon, con mucha hambre en el est6mago (segtin lo expresaban) y en un niéieto y con una fuerza muy superiores a los de los ingle- ses. 4 Nathaniel B, Shurtleff, Records of the Governor and Compan: of the Massachusetts Bay in Neve England (0 vole), W White Bos, ton, 1853-1854, 1p. 17. peeeeee eee ™ Edward Johnson, bury, “Wonder-Working Providence”, apud Sali ‘Conquest of the “Savage”, pp. 63-64. 147 Esta situacién de cocxistencia sdio duré unos afios En 1685 y 1634 la virueld asolé a las bandas del este de Massachusetts, matando miles de indios tan al norte como Maing, y tan al sur como el valle de Connecticut. Para los colonos, fue prueba de que Dios habia interve- nido en favor de los puritanos en el momento en que los impulsos expansionistas de los colonizadores comenza- ban a causar fricciones respecto al derecho a fa tierra. Por ejemplo, los archivos municipales de Charlestown afirman que, ‘sin este golpe notable y terrible de Dios contza los nativos, con mucha mayor dificultad habria- mos conseguido espacio, y habria sido mucho més caro obtener y comprar tierras”.'8 Al igual que en Virginia, fue lanecesidad de tierra lo que aporté el incentivo para abstenerse de buscar relaciones justas entre las dos sociedades. EI que en la Nueva Inglaterra puritana se produjera muy pronto el crecimiento de la poblacién tan s6lo apresuré el impulso de considerar a los indios objetos por eliminar en vez de stibditos a quienes se debia asimilar. LA CUESTION DE LA TIERRA Las tcorias puritanas sobre posesién de la tierra ayudan. a aclararesta tendenciaclasiticara los indiosde modo tal que sdlo podia darse violencia, y no asimilacién 0° coexistencia. Al igual que otros europeos, los puritano: reclamaban la tierra que invadian por derecho de des: cubrimiento. Esta teorfa derivaba de una antigua afit: 7 | macién: los cristianos’ estaban autorizados, cualquier parte, a despojar de la tierra a los no crist » Apud Alden T. Vaughan, Indians, 1620-1675, Little, Brown and Company, Boston, 1965, 104. _ 2 148 nos. Una segunda teoria legal europea, Hamada del vacuum domicilium o “propiedad desocupada”, apo- yaba las pretensiones puritanas de que las tierras no “ocupadas” 0 “asentadas” pasaban por pérdida de derechos a manos de quienes se vincularan a ellas de un modo “civilizado”. Antes de poner pie en el Nuevo Mundo, John Winthrop escribié: En cuanto a los nativos de Nueva Inglaterra, no cercan Uerras, ni tienen tampoco residencia lija ni ganado domes ticado alguno que mejore el suelo; por tanto, un derecho natural a aquellos territories, de suerte que s! les dejamos io suficiente para su uso, legalmente podrem tomar lo demas, pues hay més que bastante para ellos nosotros.!# no tienen s Asi pues, a ojos de los puritanos, el posesionarse de la tierra de Nueva Inglaterra no exigia sino la afirmacion de que, como su modo de vida no se adaptaba a Ine normas europeas, los indias habian perdido el derecho. a esa tierra por Ia-que “vagaban” pero en la cual no. “residian”. Seguin definicién europea; la tierra era un vacusem domicilium: estaba desocupada. A este concepto de una tierra desocupada habia contribnide muchi. simo la terrible epidemia de 1616-1618 En virtud del fragil peder de las tribus costeras de ta bahia de Massachusetts, asoladas por la enfermedad, y ‘los principios legales invocados por el concepto de vacuum domitilium, los puritanos estaban en una “situacién ideal para establecer una cabera de playa en “ @ Nuevo Mundo. Los sobrevivientes de Jos antes popu- Josos pueblos massachuset y pawtucket no estaban en Stacién de resistir, y de hecho consintieron volunta. é: et 46“"Generall Considerations for the Plantation in New England..." {1829 n Allyn B. Forbes (compilador), Whinihrop papers Vols), Massachusetts Historical Society, Boston, 1999-194), 118, 149 riamente al asentamiento en sus tierras tanto de la vanguardia puritana que en 1629 habitaba Naumkeag (llamado luego Salem) como de los 8 000 colonos que Negaron en los cuatro afios siguientes. A cambio de tierra, de Ja cual ahora tenjan un enorme sobrante, los indios obtuvieron 1a proteccién de los ingleses contra los micmacs, sus enemigos del norte. De aqui que los puritanos adquirieran pronto la idea de que era propio Considerar a los indios de la zona como subditos domes- ticados, que vivian en aldeas separadas pero estaban obligados a responder a los conceptos puritanos de gobierno y ley. : No obstante, hacia 1634 la cuestién de la tierra comenzaba a tener un lugar prioritario en las relacio- nes puritano-indias. En 1683, otra epidemia habia gol- peado a muchos habitantes natives en unaamplia zona que iba del rio San Lorenzo a Long Island. Una vez més, los ingleses pensaron que la mano divina interve- nia en su favor y que los indios temblaban anteel poder del Dios inglés, Tal vez esto haya disminuido temporal- mente la sensacion que tenian los iridios de verse acorra- lados por el flujo continuo de colonos ingleses a la, zona, Pero rapidamente aumentaba la presi6n sobre los recursos de tierra disponibles. La cuestién de la tierra adquirié cardcter critico asi- mismo porque en 1683 un separatista radical. Roger Williams de Salem, cuestion6 la afirmacién de los diri- gentes de la bahia de Massachusetts en el sentidode que Ta cédula real los autorizaba a ocupar tierras indias sin primero comprarlas de los nativos. Williams sededicd ala cultura india poco después de haber Ilegedo, en 1681 (fue uno de los pocos ingleses en hacerlo), yal afio. siguiente estaba absorto en aprender Ia lengua de los | indios. Williams argiifa que los puritanos habian arre- batado ilegal y pecaminosamente la tierra a los indios, y habrian de responder por esto ante Dios y ante'las 150 autoridades inglesas. También afirmaba que los nati- vos de la regién usaban la tierra de modo racional y sistemdtico, con lo cual ponfa en entredicho directa. mente el uso fortuito de la tierra dado por hecho en el concepto legal de vacuum domiciliunt, Los magistra- dos de Massachusetts rechazaron indignados tales ideas, quemaron en una ceremonia el folleto en que Williams asentaba sus argumentos y, al poco tiempo, lo desterraron de la colonia. Camino de Rohde Island con algunos de sus seguidores, Williams recibié una oferta de tierra por parte de un sachem narragansett y enconuré “entre los salvajes", segiin escribid, un. lugar donde él y sus seguidotes podian adorar a Dios en pay, de acuerdo con sus conciencias. La respuesta de Winth. rop al argumento de Williams fue que “si no tenemos derecho a esta tierra, nuestro Dios sf lo tiene; y si le place dérnosla (toméndola de un pueblo que por tanto tiempo se la ha ursupado a El, abusando de sus criaturas), aquién habré de lamar a capitulo a Dios o censurar sue decisiones?”.5 Al afirmar que Dios dirigia la politica de todos los puritanos, Winthrop acusaba de oponerse no s6lo a la politica puritana, sino a Dios mismo, a quien murmurara disconformidades. No obstante, la prdctica de comprar tierras'indias avanzd Jentamente mientras continuaba la coloniza- cién. Pero solian hacerse las compras para conseguir una posicién favorable cuando la situacién era que grupos de colonos rivales codiciaban el mismo trozode ‘terra. En tales casos, una escritura de la tierra en _disputa, dada por el indio que vendfa, eral mejor modo _de convencer a una corte del derecho propio. Inclusoen ‘pauellos casos en que la rivalidad entre europcos obli- gaba a comprar Ia tierra de los indios, podia lograrse la venta por medio de diversas estratagemas ideadas para ™ Tbid,, p. 584n, 151 reducir el costo que habia de pagarel colono blanco. El soltar ganado durante cierto tiempo en los. campos cultivados de los indios'era un modo efectivo de con- vencer a éstos de que su tierra perdia valor. Con fre- cuencia se recurria al licor para disminuir en el indio vendedor su capacidad de negociacién. Otro método consistia en comprar tierras a precios ridiculos de uni Sachem o jefe indio que, falsamente, se decia duefio de ellas, y luego-llevar a juicio a cualquier sachém que se declayara su propietario. El indio rara vez ganaba-el caso en los tribunales ingleses, donde abogados, jueces y jurados eran blancos. Quiz4s lo mas efectivo de todo tra multar al indio por faltas leves a las leyes inglesas ~por ejemplo, caminar durante el descanso dominical © entrar ilegalmente en un pueblo—, y. luego “resca- tarlo” de la deuda que era incapaz de pagar cancelan- dole la multa a cambio de un trozo de tierra. Ninguna Ge estas tacticas funcionaba donde Jas tribus eran fuer- tes y estaban unidas. pero entre las diezmadas y dividi- das tribus del sur de Nueva Inglaterra resultaron may - efectivas. LA GUERRA PEQUOT En Nueva Inglaterra se dieron todos los factores queen Virginia produjeron friccién entre las dos sociedades: hambre de tierra en los ingleses, una opinion reprobato- ria respecto de la cultura nativa y hostilidad entre las tribus. Los aumentaba tremendamente un factor ausente en Chesapeake: el sentido misional de los puritanos. Para personas con una intencién moral tan elevada, 3] que vivian diariamente con la ansiedad de fallar en Jo que consideraban la ultima oportunidad de salvar al corrupto protestantismo occidental, los indios eran un desafio directo a la “‘misiOn en el desierto”, Era deber

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