Cuando era Niño.

Por José Zumárraga

1 Corintios 13:11: Cuando yo era NIÑO, hablaba como NIÑO, pensaba como NIÑO, juzgaba
como NIÑO; más cuando ya fui hombre, dejé lo que era de NIÑO.

Hoy en la mañana encontré en una libreta una poesía que escribí cuando
tenía 13 Años. Era un día de las madres y me hizo meditar varias cosas. Se
la di a mi madre ese 10 de mayo y decía lo siguiente:

“AUN NO”

-Aun No- Dijo el niño.

No quiero dejarte

No quiero abandonar tu lado

De pequeño me dabas helado

Y me arrullabas con tus brazos

Yo te daba gentiles abrazos

Y tú me dabas tus besos maternos

Me guiabas fuera de los avernos.

Seguía tus mandatos

Caminando en los atrios

De la libertad y el amor.

-Hijo- Dijo la madre.

TIENES QUE APRENDER A SER HOMBRE

Y seguir los caminos rectos.

Y acabar, en este mundo, con lo imperfecto.

Después de 26 años de escribir esto tuve la oportunidad de leerlo. Me doy

cuenta de que esta poesía que escribí hace tanto tiempo habla acerca del
proceso de madurez que tenemos que tener los adultos.

Veía hace poco la película Toy Story 3. Me conmovió la escena cuando Andy,
ya grande, le regala sus juguetes a una niña, debido a que ya creció.

También esta semana tuve una plática con mi hija más pequeña donde me
pedía ir a la tienda, debido a que sentía que ya podía hacerlo y tenía
capacidad de ser responsable. En sus ojos vi la NECESIDAD de crecer.

Dios me ha estado hablando de los procesos de Madurez en la vida Cristiana.

¡Ser Niño es Fabuloso! Trae consigo la diversión y momentos inolvidables.
Pero no se puede ser niño toda la vida. Es necesario crecer.

Pablo Habla de tres aspectos que tuvo que dejar cuando comenzó a ser
Hombre. Estos tres aspectos son:

1) Dejar de Actuar como niño

2) Dejar de pensar como niño

3) Dejar de Juzgar como niño

Cada cosa tiene que ir de acuerdo a su tiempo. ¡Imagínense un niño de tres

años trabajando como doctor y casado! No seria adecuado. Pero imaginemos
a un doctor actuando como un niño de tres años. Seria peor.
En la vida Cristiana necesitamos Madurar en estos tres aspectos.
Necesitamos dejar de actuar como cuando éramos niños espirituales.
Abordábamos los problemas en ese tiempo de una manera, Pero Al Crecer
tenemos que abordarlos de otra. Hoy Dios me habla de una manera
diferente a la que me hablaba hace veinte años. Hoy me habla las cosas con
una madurez y directamente que me sorprende. De pequeño me daba un 70%
de abrazos y un 30 % de disciplina. Hoy en día es al revés.

No me malentienda. Dios siempre es amor y siempre nos dará su cariño. Pero

hoy me habla como un Hombre, Padre, esposo y ministro. A veces parece
rudo y seco. ¡Pero el que me hable de esa forma me muestra que el
considera que he crecido!

También es necesario dejar de pensar como cuando éramos niños

espirituales. Debemos crecer en compromiso, madurez, conocimiento y
sobre todo AMOR. Me sorprende cuantos teólogos y pastores caminan con
mentalidad de niños espirituales. Tienen conocimiento, pero madurez
personal poca. Tienen información, pero esa información no se convierte en
Vida y gloria en sus personas. Los niños tienen cierta estructura mental. Los
adultos tienen otra estructura diferente. Las prioridades de un niño son
unas, las de un adulto son otras. Es necesario crecer en nuestra estructura
mental cristiana.

Y por ultimo, es necesario dejar de Juzgar como niño. Cuando era niño todo
era o blanco o negro. No entendía que existían matices, que existen grises.
Juzgar Significa discernir que este bien y esta mal. Pero al momento de
discernir es necesario que no seamos simplistas. Pablo decía que todo le era
lícito pero no todo le convenía. Es decir, que el tenia libertad para hacer
muchas cosas, pero no todas le convenían:

1 Corintios 10:23: Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no
todo edifica.
Es decir, pablo entendía el tiempo en que podía hacer uso de su libertad y
cuando no era conveniente usarla. Era Sabio.

Muchas veces juzgamos ¡Ese no es cristiano! O ¡porque ese si va a la iglesia

es mas cristiano! ¡El cristianismo de una persona se ve por su carácter, no
por la lista de asistencia de la iglesia! (Obviamente si eres maduro te vas a
congregar, pero tu madurez no depende de que te congregues, sino de que
aproveches lo que se enseña en la congregación).
Pablo dejo de actuar, pensar y juzgar como niño para dejar paso a la
madurez. Dejo las cosas de niños espirituales. Dice la palabra para quienes
es el alimento solido:

Hebreos 5:14: pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que
por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

El deseo del corazón de Dios es que crezcamos, que alcancemos la madurez.

Cristo es el modelo de Madurez total. Y Dios quiere que actuemos, pensemos
y juzguemos como Él.

Efesios 4:13: hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de
Dios, a un varón perfecto, a la medida de la ESTATURA de la plenitud de Cristo;
Que Dios permita que en esta mañana, sigamos siendo niños en la malicia,
pero crezcamos en obra, pensamiento y juicio a la estatura de la plenitud de
Cristo.

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