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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO Facultad de Ciencias Econémicas |LA CRISIS DE LOS VALORES| EN EL PENSAMIENTO DE JEAN-PAUL SARTRE Carlos Diego Martinez Cinca Jefe de Trabajos Practicos Fundamentos de Filosofia SERIE CUADERNOS 1998 HUMAWISTICR La crisis de los valores en el pensamiento de Jean-Paul Sartre. Carlos Diego Martinez Cinca Jefe de Trabajos Practicos Fundamentos de Filosofia Universidad Nacional de Cuyo Facultad de Ciencias Econémicas Mendoza - Argentina 1998 LA CRISIS DE LOS VALORES EN EL PENSAMIENTO DE JEAN-PAUL SARTRE. Por Carlos Diego Martinez Cinca J.T.P. de “Fundamentos de Filosofia’ Facultad de Ciencias Econémicas -U.N.C. 1, INTRODUCCION Quizas sea la incorrecta comprensién y uso de la libertad uno de los aspectos que mejor refleja la crisis espiritual del hombre contemporaneo. Ya Ortega y Gasset decia en «La rebelion de las masas» que la expansién de los deseos vitales ha hecho que el hombre de nuestro tiempo se sienta potencialmente capacitado para realizar todo, pero sin saber qué realizar. La pérdida de una instancia verdaderamente superior al hombre, de una instancia trascendente, ha hecho que el hombre se sienta duefio de una libertad ilimitada, Eso conlleva la angustia de no encontrar un parametro de conducta valido por si mismo, terminando por arrojar al hombre en el vacio existencial donde sélo é/ es Ja medida de todas las cosas. Con el trabajo que presentamos a continuacién pretendemos delinear brevemente la evolucién de! concepto de libertad que algunos pensadores han esbozado en los ultimos siglos. Esto nos permitira comprender mejor la particularidad de nuestro tiempo, caracterizado por muchos como una época de una grave desorientacién filoséfica y politica: la época de la “posmodemidad». Partiremos desde el siglo XVIII en el que cuajan -en el caso de Francia, revolucionariamente- los ideales libertarios de Ia “llustracion” para llegar al existencialismo contemporéneo de Jean-Paul Sartre (1905-1976), en el que nos detendremos especialmente. En el pensamiento de Sartre es donde mejor podremos ver la pérdida de una instancia superior a la propia subjetividad debido a una comprensién equivocada de lo que la libertad humana verdaderamente es. En todo caso el existencialismo de Sartre no es mas que un fie! reflejo de las consecuencias a las que el hombre se ve arrojado por la pérdida de valores trascendentes, consecuencias que todavia pesan en el mundo de hoy. 2. BREVE PERSPECTIVA HISTORICA La libertad puede entenderse de muchas maneras, prueba de lo cual son las numerosas definiciones que de ella se han hecho a lo largo de toda la historia de la filosofia. Admitamos en primer lugar que libertad significa en general exencion de trabas, de determinaciones procedentes del exterior, y junto con ello una cierta facultad del hombre para autodeterminarse espontaneamente: se es libre cuando se carece de trabas para autodeterminarse por algo. Pero las trabas pueden ser de diversa indole, con lo cual podemos hablar de diferentes tipos de libertades. Por ejemplo: libertad de accién o fisica (cuando al obrar no se oponen estorbos materiales externos), libertad psicolégica o de la voluntad (cuando no existen ataduras psiquicas previas al acto de la decision tales que “exijan” o “necesiten" univocamente la voluntad en un solo y determinado sentido), libertad moral (cuando en un sentido estricto no existen ob-ligaciones contrarias, como las que prescriben las leyes civiles, 0 la ley de la conciencia interna), etc. Puede resultar interesante revisar los distintos enfoques desde los cuales se ha intentado caracterizar a la libertad 1 humana. En este sentido se puede afirmar que la libertad comenzé a ser un verdadero problema con el advenimiento de ese fenémeno cultural denominado comunmente Mustracién, fenomeno que llega en el siglo XVIII a su mejor expresién con el pensamiento de Kant, y que contaba entre sus principales objetivos el de emancipar al hombre de toda dominacion dogmatica (humana o divina), es decir, no fundada en la Razén universal Carlos Luis de Secondat, barén de Montesquieu (1689-1755), notable inspirador de los ideales de la Revolucion Francesa, se abocé a la tarea de encontrar un sistema que asegurara la igualdad y libertad de todos los ciudadanos, ya que entendia la libertad en un sentido eminentemente politico. En su obra «El espiritu de las leyes» resalta las condiciones que garantizan la libertad politica de los ciudadanos, y sostiene en general que «la libertad es el derecho de hacer lo que permiten las eyes». Si un ciudadano pudiera hacer lo que ellas prohiben, ya no tendriamos libertad, puesto que los demds tendrian también ese mismo poder, con lo que el Estado, Unico garante de la misma, desapareceria Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) sostenia por su parte que el hombre no puede enajenar su libertad y sujetarse a otro hombre, porque renunciar a la libertad es renunciar a la cualidad de hombre, a los derechos de la humanidad, incluso a sus deberes' La primera ley y el primer deber del hombre es velar por su propia conservacion, pero si los obstaculos que le amenazan son superiores a las fuerzas de cada individuo, entonces es necesaria su agrupacion en sociedad. Para ello los hombres hacen un pacto que implica una enajenacién de los derechos individuales en favor de toda la comunidad, y asi, déndose cada uno todo entero, la condicién es igual para todos, y déndose cada uno @ todos, no se da a nadie en particular’ Gracias a este pacto el individuo pasa del estado natural al civil y sus actos comienzan entonces a ser morales; la justicia sucede al instinto, el derecho al apetito, la faz6n al capricho. Es cierto que el individuo pierde su libertad natural, pero gana su libertad civil; © Sea, pierde un derecho vago e ilimitado en todo, pero gana el derecho de propiedad ‘sobre todo lo que posee. Con la libertad moral el hombre se hace duefio verdaderamente de si mismo, pues la esciavitud es la sujecién al impulso de los apetitos, mientras que la libertad es la obediencia a la ley prescrita. Es decir que s6lo cuando la voz del deber sucade al impulso, el hombre, que hasta entonces no habia mirado mas que a si mismo, se ve obligado a obrar con arreglo a otros principios. Este trénsito del estado de la naturaleza al estado civil produce en e! hombre un cambio muy importante, sustituyendo en su conducta el instinto por la justicia y dando a sus acciones el carécter moral que antes le faltaba... Lo que el hombre pierde por el contrato Social es su libertad natural y un derecho ilimitado a todo lo que le tienta y puede alcanzar, lo que gana es Ia libertad civil y la propiedad de todo lo que pose... Ademés, se podria afiadir a la adquisicién del estado civil la libertad moral, unica que hace al: hombre verdaderamente duefio de si mismo; pues el impulso del simple apetito es esclavitud, y la obediencia a la ley prescrita es la libertad’ {Jean-Jacques Rousseau. Contrato Social. Ed. Aguilar, Bs. As., "1965, | 4 2 JJ Rousseau, Op. ok |, 6. > JJ. Rousseau. Op. cit, 1, 8 Este célebre pasaje de! Contrato inspiraré luego a Kant (1724-1804) para la formulacién de su principio moral (obra de tal modo que la maxima de tu voluntad pueda valer siempre y al mismo tiempo como principio de una legislacién universal). En efecto, Kant entiende el principio moral como fa auto-nomia de la “voluntad general” interiorizada En el siglo XIX, una vez consolidados los modernos estados nacionales, la mayoria de los filésofos se preocupa por el destino historico y colectivo de la humanidad. La creencia ciega en el poder de la razén y el mito del progreso indefinido de la humanidad dan cuenta de lo impensable que resultaba para los hombres del siglo pasado la posibilidad de una verdadera catastrofe provocada por el hombre, como fueron las dos Guerras Mundiales. En el pindculo de aquel idealismo encontramos a G. F. W. Hegel (1769 -1831), para quien toda la realidad, todo lo que existe, es producto de un Espiritu Absolute, cuya esencia precisamente es la libertad. Este Espiritu -en el que muchos han creido ver erréneamente al Dios cristiano- s6lo deviene consciente de su ser libre a través de la historia. La historia de la humanidad es el camino que recorre ese Espiritu en busca de su plena realizacién como libertad, en busca del autoconocimiento o saber de si en tanto que libre. En la marcha del Espiritu por el mundo, los hombres individuals son meros instrumentos. En el proceso de autoconocimiento y autoliberacién, el Espiritu se encarna sucesivamente en determinados pueblos, cada uno de los cuales representa la més alta expresion cultural y politica para un momento histérico determinado. Ese Espiritu es un sujeto universal y absoluto que se despliega en la historia adoptando formas particulares: los espiritus de los pueblos que en cada momento histérico representan la forma mas alta de desarrollo de! Espiritu (Oriente, Grecia, Roma, Alemania, etc.). Cada espiritu de un pueblo es un eslabén en la cadena del desenvolvimiento del Espiritu; tiene, por lo tanto, un surgimiento, un auge y una decadencia. Los espiritus de los pueblos, en tanto formas particulares que adopta el Espiritu en la historia, perecen, pero éste en si mismo no perece jamas. Hegel dice que el remedio a la infelicidad de los hombres radica en un acto de la raz6n: en su reconciliacién con lo real, Es decir, consiste en la comprension de que lo que es (lo real), debe ser (tiene que ser necesariamente asi y no de otro modo). Asi, la conciencia de lo que debe ser (lo racional) es en definitiva una comprensién de que “todo lo real es racional”. Para Hegel, el momento culminante de la historia -previo a su consumacién- es la formacién del Estado Nacional, en tanto fin del desarrollo de una nacién. Este Estado abarca todo lo que una nacién produce moral y materialmente significative para la civilizacién; representa un nivel de desarrollo histOrico superior a la sociedad civil -como la habian entendido los filésofos del siglo anterior- en el que es posible la plena realizacion personal de los ciudadanos y el ejercicio efectivo de la verdadera libertad. Pero la libertad no es para Hegel un atributo del individuo, sino una condicién que el individuo recibe de las instituciones legales y éticas del Estado. La libertad no es e! capricho individual, sino el ajuste de Ia inclinacién y capacidad individuales a la realizaci6n de una labor socialmente significativa. En el Estado, los individuos realizan plenamente su libertad porque se ven obligados a dejar de lado sus intereses particulares y a identificarse con los objetos racionales y universales que el Estado encama. La conciencia individual, al sacrificar sus intereses particulares al Estado, e incluso su propia vida en la guerra, se eleva a un universal superior a la sociedad civil y progresa en la realizacién de! Espiritu. En conclusién, para Hegel, ser libre es estar determinado por reglas racionales. EI hombre de Ia calle piensa que es libre si se le permite actuar tal como le place, pero su propia arbitrariedad implica que no es libre. Cuando deseo lo que es racional, entonoes estoy actuando no como ui individuo particular, sino de acuerdo con el concepto de la ética en general’. El pensamiento hegeliano acerca del Estado y de /a libertad como atributo esencial del Espiritu que se encama en un pueblo, influira considerablemente en el nacional- socialismo y en el fascismo, dos ideologias totalitaristas de nuestro siglo que soslayaron la libertad de! hombre particular de manera semejante. Sin embargo la humanidad, y con ella la filosofia, sufriria un vuelco fundamental en su direccién después de la Primera Gran Guerra. El impacto que seméjante barbarie produjo en el alma de los hombres dejé un sentimiento de angustia y abandono ante la «nada» y el absurdo de su existencia. Asi fue que en febrero de 1946 aparecia publicada una controvertida obra de Jean-Paul Sartre con el titulo de "L’ existencialisme est un humanisme". Se trataba de una conferencia dada por el autor, con el objeto de defender su pensamiento de una serie de reproches que desde distintos angulos de la filosofia le habian formulado. En esta obra aparecian expresadas las ideas fundamentales de Sartre acerca del hombre y su libertad. Analizaremos brevemente los aspectos més relevantes de su pensamiento, 3. EL PENSAMIENTO DE SARTRE. En la evolucion del pensamiento sartreano se pueden distinguir dos etapas. En la primera de ellas, llamada existencialista, su reflexién sobre el ser y la nada parte de un analisis fenomenolgico de la apariencia y la conciencia, La apariencia, “lo que se manifiesta’, nos revela la esencia o ser de las cosas. A esta esencia Sartre la llama el “ser- en-si” inmutable. Pero al reflexionar, también se nos revela una conciencia que es precisamente la que describe y “sabe” esas cosas. Sin embargo, esta conciencia no es como el resto de las cosas un “en-si”. Por el contrario, la conciencia es la negacion del “en- si’: es el ‘para-si” (la Nada). Esto se debe a que la conciencia, al estar necesariamente volcada hacia afuera, ‘arrojada’ de si misma, esté proyecténdose continuamente, aun cuando intenta captarse a si misma, porque al proyectarse, por m4s que vueiva sobre si, esta siendo algo que antes no era. La conciencia, es decir el hombre, permanentemente niega lo que hasta hace un instante «era», y asi nunca «es» algo: el hombre es la Nada. Condenado a ser libre (por no estar atado a nada), el “para-si’, la “existencia humana” no @s nunca definitivamente, y de ahi que su “existencia” proceda siempre a la “esencia’, En esto radica el nucleo del existencialismo sartreano, expuesto en forma de “divulgacion” en la conferencia pronunciada en 1946 con el titulo «L' existencialisme est un humanismep. EI objetivo de la conferencia -segin nos lo dice Sartre- es defender el existencialismo de una serie de reproches que se le han formulado desde distintos angulos de la filosofia. Ellos han sido principalmente tres: a) El de los comunistas, que acusan al existencialismo de sumergir al hombre en el quietismo de! abandono y la desesperanza, lo cual conduce finalmente a una filosofia contemplativa, lujo de los burgueses. ) El de los marxistas, que acusan al existencialismo de considerar al hombre como aislado porque parte de la subjetividad pura del je pense cartesiano. De esta manera hace imposible la solidaridad humana * GF. Hegel, Filosofia de! Derecho, seccién 270 (citado por George Sabine, en Historia de le Teorfa Poltica, México, Fondo de Cultura Econémica, 1990, pag. 481). c) El de los catélicos, que lo acusan de negar la seriedad de las empresas humanas, porque al suprimir los valores inscritos en la eternidad, no queda mas que la estricta gratuidad, pudiendo asi hacer cada uno lo que quiera: ef étant incapable de son point de vue de condamner les points de vue et les actes des autres...° Para ello se propone demostrar que el existencialismo es un humanismo, pues Sartre entiende por existencialismo: “une doctrine qui rend la vie humaine possible et qui, par ailleurs, déclare que toute vérité et toute action impliquent un milieu et une subjectivité humaine. 3.1. La concepcién de hombre. Después de criticar el intelectualismo de Descartes (1569-1650), en cuya concepcién del hombre la voluntad aparece siempre siguiendo a la inteligencia, como asi también la concepcion ilustrada de la naturaleza humana -Voltaire (1694-1778), Kant (1724- 1804)-, expresa Sartre que la concepcién de hombre del existencialismo ateo que él representa es mas coherente: el hombre existe en primer lugar, se encuentra, surge en el mundo y se define después. Coincide al respecto con la otra escuela existencialista vigente por entonces, de raices cristianas, representada por Jaspers (1883-1969) y Gabriel Marcel, (1889-1973) dado que las dos sostienen en comun que la existencia precede a la esencia. Para Sartre, si el hombre no se puede definir de antemano, es porque primeramente no es nada. "homme n’est rien d'autre que ce quil se fait”. No hay una naturaleza humana porque no hay un Dios que la conciba, lo que constituye el primer principio del existencialismo ateo. Asi el hombre es primeramente algo que se arroja a un devenir, a un acontecer, y es consciente de ese arrojarse en el acaecer. Es un proyecto que se vive subjetivamente. Esto implica que el hombre es responsable de Io que es. Por lo tanto, él primer paso que da el existencialismo es poner a todo hombre en plena posesion de lo que él es, y de hacer reposar sobre él todo el peso, la responsabilidad total de su existencia. En esto consiste el segundo principio del existencialismo, de orden practico como se ve Pero subjetivismo, en el mas auténtico sentido que le da el existencialismo, es la imposibilidad que tiene el hombre de trascender la subjetividad humana. Al elegirse el hombre, elige a todos los hombres. Al crear el hombre que queremos ser, estamos al mismo tiempo creando una imagen del hombre como estimamos que deberia ser. "nous ne pouvons jamais choisir le mal; ce que nous choisissons, c'est toujours le bien, et rien ne peut étre bon pour nous sans 'étre pour tous. De este modo, nuestra responsabilidad es mucho mas grande de lo que podriamos suponer, puesto que nuestra decisin compromete a la humanidad entera. Y en esta total y profunda responsabilidad se funda la angustia existencialista, en la responsabilidad de tener que elegir a la humanidad entera, Sin embargo, esta angustia no lleva a la inaccién, dado que es la condicion misma del obrar: al entrever una pluralidad de posibilidades, cuando se 'Y siendo incapaz, desde su punto de vista, de -ondenar los puntos de vista y los actos de los demés». Jean-Paul Sartre, L existentialisme est un humanis#@. Les écitions Nagel, Paris, 1946, pag. 11 ° “Una doctrina que hace posible la vida hurana y que, por otra parte, declara que toda verdad y toda accién Implican un entorno'y una subjetivided hum"@>. J-P. Sartre, Op. of, pag. 12 7 «EJ hombre no es nada més que ie qe 6! se hace». J-P. Sartre. Op. cit., pag. 22. ® Gdemés podemos elegir el mat lo que elegimos siempre es e! bien, y nada puede ser bueno pare nosotros sin serio para todos ..» Jean-Paxi Sartre. Op. cit. pég. 25. 5 elige una; se hace patente que ella no tiene ningun valor mas que porque se la ha elegido. Angustia y abandono (“délaissement") van de la mano. El existencialismo considera, por otra parte, de una gran “generatividad” que Dios no exista, porque entonces no puede haber mas un Bien a priori, dado que no existe una conciencia infinita y perfecta para poder pensarlo. De aqui parte el existencialismo para afirmar que ‘homme est condamné a étre libre"®. Condenado porque no se ha creado a si mismo, y sin embargo libre, porque una vez arrojado al mundo, es responsable de todo lo que hace, Sino existen los valores a priori, solamente resta guiamos por nuestros instintos, por Nuestros sentimientos. zPero como determinar el valor de un sentimiento?. Los sentimientos se construyen por los actos. No existe una moral general. Consecuencia de esto es que el hombre se compromete con su vida, destina su existencia, y fuera de ella no queda nada. Mafiana, después de su muerte, dado que los hombres son libres, ellos decidiran lo que el hombre sea, Se pregunta Sartre: *.. la collectivisation, en tant que telle, arrivera-t-elle? Je n’en sais rien, je sais ‘seulement que tout ce qui sera en mon pouvoir pour la faire arriver, je le feral; en dehors de cela, je ne puis compter sur rien..."°. Por eso el hombre no es otra cosa que su proyecto, no existe ms que en la medida en que se realiza; no es mas que el conjunto de sus actos, nada mas que su vida 3.2. La intersubjetividad. Citamos a continuacién un interesante pasaje de la conferencia en el que Sartre introduce la cuestién de los lazos que vinculan a los hombres entre si: ‘Nuestro punto de partida es en efecto a subjetividad del individuo, y esto por razones estrictamente filosoficas, no porque seamos burgueses, sino porque quéremos una doctrina basada en la verdad. No puede haber otra verdad, otro punto de partida que éste: pienso, luego existo; es la verdad absoluta de fa conciencia alcanzéndose ella misma... Fuera de este cogito cartesiano, todos los objetos son solamente probables, y una doctrina de probabilidades que no esté basada en una verdad se difunde en la nada... Nuestra verdad es simple, facil de alcanzar, al alcance de todo el mundo: ella consiste en aprehenderse sin intermediarios... Pero nuestra subjetividad no es rigurosamente individual, pues ya hemos demostrado que en el cogito no se descubria solamente uno mismo, sino también los otros... Contrariamente a Descartes y a Kant, nos alcanzamos a nosotros mismos cara a cara con el otro, y el otro es tan cierto para nosotros como nosotros mismos... El otro se descubre como condicién de mi existencia: para obtener una verdad cualquiera sobre mi es necesario que pase por el otro... Asi es que descubrimos un mundo que llamaremos: la intersubjetividad""' Ciertamente no es muy claro el fundamento de las relaciones humanas intersubjetivas que Sartre hace derivar de la evidencia cartesiana del propio yo. Aparentemente la conciencia no se alcanza a si misma mas que a partir de la conciencia del otro. Sin embargo eso supone un ir mas alld del yo pienso tal como Descartes lo formulara. ® “«E/hombre esté condenado a ser libre». J-P. Sate. Op. Cit, pag. 37 '° «..Ja colectvizacién en cuanto tal, legaré algin dia? Noo 86 en absolute. Solamente sé que heré todo lo {que esté on mi poder para hacerta legar; més alé de esto no puedo conter con neda». Jean-Paul Sartre. Op. Cit, pag. 54 " Jean-Paul Sartre. Op. Cit, pag. 65. Mas adelante, cerrando el tema de la intersubjetividad humana, agrega que dada la imposibilidad de hallar en cada hombre una esencia universal -como seria la naturaleza humana-, existe sin embargo una “universalidad humana de condicién, por condicién entendiendo el conjunto de limites a priori que esbozan la situaci6n fundamental de! hombre en el universo...* 3.3. Moral existencialista y libertad. Podemos comparar la eleccién moral con la construccién de una obra de arte, nos dice Sartre. Se da la misma situacién creadora, no habiendo ni valores estéticos a priori para el artista, como tampoco valores morales a priori para cualquier hombre. Creacion e invencién son'comunes al arte y a la moral. No podemos decidir a priori lo que hay que hacer, porque él hombre se hace, no esté hecho de antemano. Y no se hace mas que eligiendo su moral; no puede no elegir una. Se puede juzgar en primer lugar -y esto no sea quizas un juicio de valor, sino un juicio l6gico, dice Sartre- que ciertas elecciones se fundan sobre el error, y otras sobre la verdad. Cuando declaramos que la libertad, en cada circunstancia concreta, no puede tener otro fin que el de quererse ella misma, habiendo reconocido el hombre que es él quien pone los valores, debemos admitir entonces que el hombre no puede querer mas que una cosa: la libertad como fundamento de todos los valores. Por eso, "certs, Ia liberté comme définition de homme, ne dépend pas dautrui, mais dés quil y a engagement, je suis obligé de vouloir en méme temps que ma liberté la liberté des autres, je ne puis prendre ma lberté pour but, que si je prends également celle des autres pour but... La pregunta que se impone es si dos morales que sean opuestas pueden coexistir. Sartre nos responde con un ejemplo. En la obra "Le moulin sur la Floss" vemos cémo una joven, que encama el valor de la pasién, se ha enamorado de un hombre ya comprometido. Esta joven, en lugar de buscar la realizacién de su propia felicidad, elige en nombre de la solidaridad humana sacrificarse ella misma y renunciar al hombre que ama. Por el contrario, la Sanseverina de la "Chartreusse de Parma’, estimando que la pasion hace el verdadero valor del hombre, declaraba que un gran amor merecia grandes sacrificios, y que ella, en el lugar de aquella joven, hubiera elegido sacrificar a la prometida de su enamorado, despreciando los lazos anteriores, {Qué decir a esto?. Sartre nos dice que las dos morales, estrictamente opuestas, son equivalentes, ya que se ha puesto en los dos casos como fin la libertad En cuanto a los valores, si se lo ha suprimido a Dios, es necesario alguien para inventarlos. Y decir que nosotros inventamos los valores no significa otra cosa que esto: "la vie n'a pas de sens prion. Avant que vous ne viviez, elle, n'est rien, mais c'est a vous de lui donner un sens, et la valeur n'est pas autre chose que ce sens que vous choisissez..."* © Jean-Paul Sartre, Op. Cit, pag. 67. «Por cierto, la libertad como definicién del hombre no depende de otro, pero en cuanto que hay compromiso, yo estoy obligado a querer, a! mismo tiempo que my libertad, fa libertad de los demas, n0 puedo iene ot tat ee ‘més que tomando igualmente la de los dems por fin...». Jean-Paul Sartre, Op. Cit, 9. 83. ™ ¢La vide no tine ningin sentido @ priori. Antes de que usted viviese, ella no era nada, pero esté en usted darie un sentido, y e! valor no es otra cose que ese sentido que usted elige...». Jean-Paul Sartre, Op. Cit. pag 89, Sartre concluye con la pregunta de si el existencialismo es un humanismo. El término humanismo tiene dos sentidos muy diferentes. Se puede entender como una teoria que toma al hombre como fin y como valor superior, por un lado; y éste seria el humanismo clasico, que supone que podriamos dar un valor al hombre de acuerdo a los actos mas nobles de algunos hombres. Pero esto es absurdo para Sartre, porque el existencialismo no puede formular un juicio sobre el hombre, dado que jamas lo toma como fin, ya que él es siempre algo por hacerse. Pero hay otro sentido del humanismo, que significa esto en el fondo: el hombre esta constantemente fuera de si mismo, y es proyectandose y perdiéndose fuera de si mismo como logra hacer existir al hombre; es persiguiendo fines “trascendentes” (..?). que puede existir. Este es el sentido genuino del humanismo, que obviamente Sartre aplica a su existencialismo. “.. Cette liaison de la trascendence, comme consitutive de homme -non pas au sens oi Dieu est trascendant, mais au sens de dépasserment- et de la subjectivité, au sens ou homme n'est pas enfermé en Iui-méme mais présent toujours dans un univers humain, c'est ce que nous appelons I'humanisme existentialiste...'"° 4. LAS CONSECUENCIAS DE UNA "POSICION ATEA COHERENTE". Sartre ha intentado responder a los tres reproches formulados a su filosofia: el olvido de Ia solidaridad humana, el abandono y la desesperanza en que deja al hombre, y la carencia de verdaderos valores trascendentes. Se le ha criticado pues su concepcién del hombre, de la intersubjetividad y el problema de la moral relacionado con la libertad. Estos tres aspectos presentan una serie de dificultades no resueltas en el pensamiento de Sartre que conviene, pues, aclarar. 4.1, La concepcién sartreana del hombre. En primer lugar nos dice Sartre que no existe una naturaleza humana, sino que el hombre es lo que “él se hace", dado que primeramente no es nada. El hombre es sdlo un proyecto que se vive subjetivamente, un arrojarse al devenir, al acontecer, de lo cual es conciente. Pero, .qué debemos entender por esa nada que es el hombre?. Evidentemente se trata de una nada "dialéctica’, no absoluta. Si fuera una nada absoluta, nunca podria ser algo", dado que de la nada, nada puede provenir. Pero si se trata de una nada dialéctica, una pura indeterminacién, se apoya cuanto menos en el ser... Y esto lo admite al parecer Sartre cuando dice que la existencia del hombre precede a la esencia. Si Sartre concibe el ser como lo "inmediato indeterminado", al modo hegeliano y no al modo de Tomas de Aquino -para quien el ser era la més pura de todas las perfecciones- deberia seftalar entonces un término a ese devenir, al cabo del cual se pudiera hablar de algo ya completo, cerrado, acabado, 0 de lo contrario el hombre -y con él la humanidad- seria sélo un cadtico devenir infinito. Al rechazar una esencia en el hombre -ya se entienda por ésta el fin 0 modelo hacia el cual tienda en su realizacion, ya el sustrato que permanece idéntico en ese devenir continuo- resulta que el hombre es el tinico ser que, aunque él mismo dotado de raz6n, no puede ser conceptualizado: repugna a su razén misma. El hombre es entonces el “absurd”, una “pasién inuti’ '° '«..este enlace de la trascendencia -no en ei sentido en que Dios es trascendente, sino en el sentido de ‘superacién- como constitutive del hombre y de la subjetividad, en e! sentido en que el hombre no esté encerrado en si mismo sino presente siempre en un universo humano, es fo que llamamos el humanismo existencialista...» Jean-Paul Sartre. Op. Ci, pag, 93. Sartre parece advertir la contradiccién y recurre al concepto de condicién humana. ‘si es imposible encontrar en cada hombre una esencia universal como seria la naturaleza humana, existe sin embargo una universalidad humana de condicién, por condicién entendiendo el conjunto de limites a priori que esbozan su situacién fundamental enel universo...""* Pero esto no soluciona, sino que agudiza la contradiccion: la esencia es precisamente lo que delimita, lo que define el acto de ser. Si existe algtin limite a priori, quiere decir que la existencia esta ya de antemano delimitada, determinada, "esenciada” por decirlo mas correctamente, y mucho mas cuando esas condiciones constituyen la universalidad humana. En la posicion de Sartre, de acuerdo a lo que acabamos de mencionar, resulta coherente afirmar entonces que el individuo es quien destina su propia existencia y que fuera de ella no hay nada, porque el hombre no es mas que su vida. Pero por lo mismo resulta un absurdo el querer escapar a semejante individualismo por medio de "Yengagement’, del compromiso que asume todo hombre al "destinarse” con una eleccién que repercute sobre toda la humanidad. Porque, gqué lazos vinculan al individuo con el resto de los hombres, sino existe una naturaleza comun a todos los hombres?. "Al elegirse el hombre, elige a todos los hombres... al crear el hombre que queremos ser, estamos creando al mismo tiempo una imagen del hombre como estimamos que deberia ser... no podemos elegir jamas el mal; lo que elegimos es siempre el bien, y nada puede ser bueno para nosotros sin serio para todos...” ‘Aparece aqui una nueva contradiccion, ya que esta afirmacion de Sartre supone dos cosas: que hay una naturaleza que es la misma para todos, y que esa naturaleza esta orientada siempre hacia ¢! bien. Quizés Sartre pensara que ese vinculo en cuestion radicara en la presentacién de un modelo de hombre que debia ser asumido libremente por todos, pero veremos enseguida que su particular concepcién de Ia libertad se opone a esto, ya que ella es un fin en si mismo, absoluto, que desconoce valores preconstituidos, siendo ella misma el fundamento de todos los valores. Y un modelo de hombre seria un valor ya construido por los actos de toda una existencia -si es que los valores se construyen por los actos como Sartre afirma- con lo que no podria aspirar legitimamente a convertirse en un modelo para los demas. Ese modelo s6lo tendria un valor subjetivo, en tanto que ha sido elegido, sin mas, por un individuo. En suma, la objecién planteada desde el marxismo acerca del quietismo en que el existencialismo sartreano sumerge al hombre, merced a la desesperanza y al abandono, permanece en pie. Al no poder admitir ni fundamentar un destino histérico y colectivo de la humanidad, no quedan més que individuos aislados, con su sola existencia en las manos, existencia por otra parte desprovista de valores que justifiquen su realizacion en la historia y en la cultura. ‘© J.P. Sartre. Op. Ci, pag. 67 © J.P. Sarte. Op. Git, pag. 25 4.2. La concepcién de la libertad como infinita. Hemos visto ya que para Sartre no existen los valores costituidos de antemano. Es el hombre quien los construye al elegirlos libremente. ZA qué tipo de libertad se refiere Sartre? ¢Libertad natural, psiquica, moral 0 politica?. Parece que todas sus reflexiones apuntan a la libertad como condicién de la accién del hombre en general, afirmando en algunos pasajes que solamente hay libertad en la decisién, y puesto que el hombre siempre est decidiendo (ya que aun cuando no decida nada en apariencia, ha decidido por lo menos “no decidir") resulta que no hay trabas ni determinaciones algunas para el hombre. No existe nada que comprometa su libertad. Por otro lado, a decisién se funda en la angustia del hombre, que en su abandono (si es que vive en la autenticidad de su ser) ha reconocido que no existen valores a prior "... entreviendo una pluralidad de posibilidades, cuando se elige una, se hace patente que ella no tiene ningun valor mas que porque se la ha elegido”. Siendo el hombre quien por su libertad crea, inventa de la nada, construye los valores, la libertad resulta “un hacer que realiza un ser’. De ahi concluye Sarte que la libertad “es la definicién del hombre, y asi el hombre no puede querer mas que una cosa: Ia libertad como fundamento de todos los valores..." Sin embargo hay algo que Sartre parece no tener en cuenta: de-cisién, como la misma etimologia del término nos Io indica, implica necesariamente un “separar’, un “cortar de", 0 sea, optar por una cosa y no por otra. Cuando optamos, queremos algo, indudablemente Io elegimos porque lo estimamos un bien. Sartre mismo admite que no podemos elegir jamas el mal, sino siempre el bien. Pero estimar es algo que pertenece en cuanto tal a la facultad cognitiva del hombre; es la razén la que estima, considera, delibera, qué es lo bueno para mi, y luego la voluntad apetece ese bien presentado por la razon. Entendiéndolo bien, la voluntad es "ciega" en el sentido en que no puede apetecer o querer algo desconocido. Por consiguiente la libertad entra en consideracion solo donde se "aprehende" un valor como real, pero dotado de limites desde el momento en que va unido a un no-valor, que lo es tal desde otro punto de vista. En esto se funda la posibilidad misma de la decisién. Son los valores los que "motivan" el querer, y no hay un querer sin motivos. Pero en la postura de Sartre no hay valores que motiven a obrar: todo esta precedido del signo positivo con tal que se haya puesto uno por fin la libertad, de lo que resulta que la libertad del hombre es ilimitada, infinita. Como consecuencia de esto, Sartre se ve obligado a admitir como equivalentes dos morales que son contradictorias (la del egoismo y la de la solidaridad, por ejemplo), lo cual es a todas luces un absurdo. Digamos finalmente que [a limitacién de la libertad humana que Sartre no puede admitir, se funda en el hecho de que el hombre es un ser finito, racional y social, que encuentra tanto en su espiritu como en el mundo de la vida y de la cultura en que vive, valores ya constituidos, que hacen al bien comin de toda la humanidad. Pero admitir esto hubiera significado para Sartre admitir también un hombre que no se funda a si mismo, desde el momento‘en que viene al mundo con una naturaleza dada. Sartre debi6 ser coherente con su posicién atea hasta las tltimas consecuencias. Pero mas coherente fue cuando, en la "Critica de la Raz6n Dialéctica’, uno de sus tltimos escritos, admitio que su existencialismo era una ideologia y no una filosofia. En efecto, en la segunda etapa de su produccién filoséfica se acercd al marxismo, para asumirlo criticamente y vivificarlo en el campo teérico. En la "Critica de la Raz6n Dialéctica” tiende ya a considerar el existencialismo como «una ideologia pardsita» que puede fecundar el Saber de nuestra época, liberandolo de su “abstraccién” y devolviéndole la “realidad concreta” que es la praxis humana individual. 10 En lo que respecta a nuestro objetivo, el existencialismo sartreano nos ha servido para ilustrar uno de los aspectos mas criticos que aquejan al hombre contempordneo: la pérdida de los valores y del sentido de su libertad Lie. Carlos Diego Martinez Cinca "1 Este trabajo se termind de imprimir en los talleres grficos de la Direccién de: Publicaciones de la Facultad de Ciencias Econémicas de la Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza (Repiblica Argentina), en octubre de 1998.

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