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Viktor Skloyski Zoo o cartas no de amor FA EDITORIAL ANAGRAMA BARCELONA Titulo de tx ec original Soo i prema ie ube Nosed, 23 Traduecn Soagutn Jord Porta: Argente y Mambet (© EDITORIAL ANAGRAMA Calle de Ia Cruz, Barcslona=17 Dep ep 8-1 Gis Doo, Zor, areas PREFACIO DEL AUTOR Este libro fue escrito de Ia manera siguiente: en un primer momento pensé hacer una serie de ensayos so- bre el Berlin ruso; Iuego me parecié interesante ligar estos ensayos a un tema comin, Tomé como tema el Serrallo (Zoo). Habla nacido el titulo del libro, pero no bastaba para unir los diversos fragmentos. Asomé Ia idea de hacer algo como una novela epistolar. ‘Una novela epistolar necesita una motivacién: el por qué las personas deben sostener una corresponden- Gia. La motivacién habitual es: ef amor y los amantes Separados. Adopté esta motivacién en un caso particu- lar Tas cartas estén escritas por un hombre enamorado fa una mujer que no quiere hacerle caso. Aqui se me hizo ecesario tun nuevo detalle: dado que el material fun- Gamental del libro no es el amor, introduje la probit tin de escribir sobre el amor. De ello salid lo que expresé con el subtitulo Cartas no de amor. ‘Llegado a este punto, el libro comenzé a escribirse por si solo; requeria una trabazin del material, 0 {ina linea litico-amorosa y una linea descriptiva. Décil fla voluntad del material, uni todo aquello mediante 7 l_parangén: todas las descripeiones resultaron, por tanto, metéforas del amor. La mujer —a quien se escriben las cartas— com 4quisté un semblante: el semblante de una persona de cultura distinta, porque no hay motivo para mandar ceartas descriptivas a una persona de idéntica cultura, Habria podido incluir en la novela una trama, la descrip: isn, por ejemplo, del destino del héroe. Pero nadie adora los fdolos que uno mismo constraye. Mi actitud hacia Ja trama de tipo banal es la misma del dentista hhacia los dientes, He basado el libro sobre el contraste de personas de dos culturas: los acontecimientos que se mencionan, en el texto se desarrollan exclusivamente como material ara metéforas. Es un procedimiento comin en las obras eréticas; cen ellas se niega el plano real y se afirma el plano me- taférice. Confrontenlo con las Fébulas éntimas ', (1) Savémie.skaski. Coleccion de fAbulas populares ruses fe contenido eedtco rounida por A. N. Alandsigy (18261671), 8 EPIGRAFE, Ex Seapatso Oh Jardin, Jardin! Donde el hierro asemeja un padre, que recuerda a los hhermanos que son hermanos, y detiene la reyerta sanguinaria. Donde los alemanes acuden a beber cervera. Y las beldades venden el cuerpo, Donde las guilas residen, parecidas a Ia eternidad, terminada el mismo dia'de hoy todavia desprovisto de crepisculo. Donde el camelio conoce el misterio del budismo y ‘cubre los melindres de la China. Donde el ciervo no es més que panico, florecide en ‘una vast piedra, Donde los vestidos de In gente son vistosos. '¥ Jos alemanes florecen en salud, Donde la negra mirada del cisne, que es idéatica al invierno —y el pico a un bosque otofial—, es un poco prudente consigo misma. Donde el bellisimo pajaro azul extiende detrés de st 9 Ja cola, parecido a Ia Siberia que se divisa desde Ja Piedra del Pavda*, cuando sobre ef oro del in- cendio y el verde def bosque se ha sumido la red azul de las nubes, y todo esti variadamente som- bbreado por Jas desigualdades del terreno. Donde las monas se enojan variadamente y muestran, Ta extremidad de la espalda. Donde los clefantes, retorciéndose, como se retuercen, ‘durante los terremotos las montatias, piden comida ‘a un nifio, empleando cl antiguo sentido en la ver- dad: jhuds quiero comer! quiero comerl, y se agachan, casi pidiendo limosna. Donde los osos saltan diestramente y miran hacia arri- ‘ba, esperando la orden del guardién. Donde Ios mureiélagos estin colgados, parecidos al coraz6n. del ruso contemporanco. Donde el pecho del haledn recuerda Tos cirros antes de la borrasca. Donde el pajaro, volando bajo, leva detrés de st el creptisculo, con todos los carbones de su incendio. Donde en Ja faz del tigre, enmarcada por una barba ‘blanca, con los ojos de un anciano musulmén, noso- tros honramos al primer mahometano y leemos Ja esencia del Islam. Donde nosotros comenzamos a pensar que las alian- zas son corrientes de las que se aplacan y cuya dis- ppersién origina las especies animales. YY que en el mundo existen tantas bestias porque ben ver a Dios de modo diverso... Donde el disparo del caién del mediodia a las égui- Tas hace mirar el cielo en espera de borrasca. Donde las Aguilas caen de los caballetes elevados, como os fdolos, durante el terremoto, de los templos y de los techos de los edificios... (1) Altura de la vertiente oriental de tos Urales centrales, donde Sgbnikot estuvo en 1995 como niembre de ‘una expec idn ornito}giea. 10 = le tos dnades de la misma raza alzan un grito Donde slime pasada la breve. Iiwia, como. celebrando UnTe Deum de gracias a la divinidad — equién ibe si tiene patas y pico? — de Tos dnades. onde las pintadas de plata cenfcienta tienen el as- ecto de Tloronas. Dopde en el oso malayo me nicgo a reconocer uno de nndeatron osos nordicos y ‘descubro el mogol que Teva oculto. onde lor lobos expresan_celo y devoetén. Done, al entrar en la sofocante mansion de Tos papa- "ayes, soy atropellado por el undnime saludo «jerre- fino!» Donde la gruesa y brillante morsa, como una belleza Tcansadas la viscosa desnudez negra en. abanico ¥ fuego salta al agus, y cllando nucvamente trepa a Ta plataforma, sobre” sur cuerpo grucsoy pesado fon’ el pelo erizado y Ia frente lisa aparece la ca- beza ‘de Nietzsche. Donde la quijada de Ia blanca y noble lama de ojos negros Ydel achatado bifalo’se miueve ritmicamen- teva derecha © iaquiesda, como Ta vida de un pais con representacion popular’ y un. gobierno ‘espon- Sable Frente a ella, {paraiso anhiclado por tantos! Donde el inoceronte muestra en los ojos” blanguirro- "on una inextinguible furia de zar_destronado y, dinico entre todas las fieras, no oculta su desprecio hacia los hombres, como hacia una revuella. de exclavos, En él esté oculto Ivan el Terrible. Donde Tas gaviotas, con el largo pico y la mirada fria, ‘mul, como enmaveada por lentes, enen el aire de fegoclantes internacionales, de lo cual encontra: qos confirmacion en la destreza con que arrebatan Ta comida echada a las focas Donde, recordando que los rusos agasajan a sus més ‘hdbiles guerreros con el nombre del haleén, y re- Gordando que el ojo del cosaco y el de esa ave es u | idéntico, comenzamos a comprender quienes. fue- ron los’ maestros de los rusos en el arte militar. Donde Jos elefantes han olvidado sus alaridos de trom- pa y emiten un grito como si se quejaran de un mal ¢Quiz4, vigndose demasiado mezquinos, co- ‘mienzan a encontrar seal do buen gusto emitic sonidos mezquinos? No lo sé. Donde en las bestias parecen posibilidades espléndi- das, como el Cantar de ta ges de Igor tanserito Velemir Jiébnikow (BI Vivero de los jueces, T, 1909) (1) Sadok sude, 1a primera antologia de los futurstas rusoe. En ella Velemir Jebnikor (1885922), node los mayoree poe {8 rusos del novecientos, publicé su spocma en prosan Sveri ets (EI servo), que te resent doi Hnfuencla de. Wait 2 INTRODUCCION iCvéntas palabras prohibidast A decir verdad, todas las bellas palabras han des- fallecido, Estén probibidas las flores, la luna, los ojos y se- ries enteras de palabras que hablan de’ todo lo que es agradable ver. 'Y yo quisiera escribir como si nunca hubiese exis- ‘ido literatura. Eseribir, por ejemplo, «Estupendo es el Daieper, cuando el tiempo es sereno» *. No puedo: Ia ironia se come las palabras. La iro- nia es necesaria, es el medio més fécil para vencer Ia Ia dificultad de’ representar una cosa. Representar ridiculo el mundo es la cosa més fécil. ¥ ahora mismo una luna enorme, casi verdadera, mira hacia el interior de mi ventana, Sobre la larga carretera alemana, entre desnudos Arboles floridos, un automévil huye, ‘hacia la. profun- didad. Todas Ins cosas separadas entre si. Mi casa est lejos. () Principio de wn oélebre fragmento de Sirdshnaya priest (Una venganza terrible), de N. Gogol. B ejadme poner sentimental, La vida me coge en un pafs extranjero y hace de mf lo que hace. No tengo teléfoio para llamar a Boris Bijenbaum. ‘Tinidnov tampoco est. Roman? ya no se ocupa de pottica. Estoy solo. El soldado borracho subido al caballo se vuelve sobrio, pero el hombre solitario est irremediablemen- te borracho, Salvo Ivén Puni?, ya no tengo en Berlin a nin- gung de los nuestros. Este es el plan del libro. Un hombre escribe cartas a una mujer. Ella le prohibe escribir sobre el amor. FL se resigna y comienza hablarle de literatura ‘Para él esto es una manera de cortejarla, Pero he aguf que (entre telones) aparecen los ri vales. Son dos: 1) un inglés, 2) un individuo con aros en las orejas. ‘Las eartas comienzan a amarillear de rabia, ‘Un hombre que se comporte a la manera Tusa es ridiculo en Europa, igual que ‘un perro de lanas en los ‘tr6picos. La mujer materializa un error. El error se realiza La mujer asesta un golpe. EI dolor es real ¥ el libro es més serio que su prefacio. Pero soy locuaz en la introduccién a mi libro, como tuna mujer que habla mucho para no dejar de hablar. (2) Borls sijenbaum (18861958), Yur! Tinkinow (18951943), Roman Jakabson, Hidlogos y eseitores mlembros, como SKlovs- Js de llamada ceseuclaformallstay rus (3) Tedn Punk (18541956), pintor vaso. Después de Ia revolie ign se establecid en Francia'y se hizo famoso con el nombre fe eJean Pougny. “4 ARTA INTRODUCTORIA Diriglda a todos, a todos, a todos, Tema de ta carta: tas Cosas rehacen al hombre Si tuviese un segundo tr al dolor. A llegar a casa, cambiarse de ropa, arreglarse, es suficiente para sentirse otro. Las mujeres usan este método varias veces al dia. Cualguier cosa que digais a una mujer, intentad obte- nner una respuesta en seguida, si no tomaré un bafio caliente, se cambiari de ropa, y habré que volver a ‘empezar desde el principl ‘Después de haberse cambiado de ropa, olvidan has- ta los gestos, Qs aconscjo insistentemente que obtengais de las mujeres una respuesta inmediata, Si no a menudo (08 tocar permanecer desconcertados ante una nueva, inesperada palabra. Ea la vida de la mujer apenas hay sintaxis. En cambio el hombre es transformado por su oficio. El instrumento no sdlo prolonga Ia mano del hom- bre, sino que hasta ése se prolonga en él Dicen que el ciego localiza el sentido del tacto en Ja extremidad de su bastén, 15 Yo no siento un particular afecto por mis zapatos, pero a pesar de ello son una prolongacién mia, som arte de mi. EI bastén cambiaba al escolar y le fue prohibido. El] mono en la rama es mis sincero, pero la rama también influye en Ia_psicologia La psicologia de la vaca lechera, que camina sobre el hielo resbaladizo, se ha hecho proverbial. ‘Més que cualquier otra cosa al hombre le cambia Ja maquina, Leon Tolstoi, en Guerra y Paz, cuenta cémo du ante el combate el timido y modesto artillero Tusin acaba hallindose en un nuevo mundo, ereado por sth artillerfa, «A consecuencia de aquel ruido espantoso, del es truendo, de la necesidad de permanecer atento y ac- tivo, Tusin no experimentaba la minima sensacion desagradable de temor... Al contrario, cada vez estar ba mis alegre... Los ensordecedores ‘ruidos que lan zaban sus cafiones por doquier, los silbidos y-las ex: Plosiones de los. proyectiles de’ los enemigos, los ser vidores que se afanaban sudados y enrojecidos en tomo a las piezas, Ia vision de In sangre de los hom- bres y de los caballos, la visién de las mubecillas de humo en el campo enemigo (a las que seguia cada vex la llegada de una bala, que daba en el suclo, en tun hombre, en un cafién ‘0 en un caballo), Ia vista de todo eso hizo que se Henase Ja cabeza de todo un mundo fantistico, que en aquel momento le propor cionaba placer... ‘Se ereia un hombre de enorme. es. tatura que con las dos manos atrojaba proyectiles sobre los franceses.» EI ametrallador y el contrabandista son Ia. prolon- fein de sus instruments. es El metro subterrineo, las grias y los automéviles, son prétesis de Ia humanidad. He Megado a pasar algunos afios entre los choferes. Low chest anfoman sgn In pti de He ed abo ghee mm ners ayes OLE ak ae eae ee pace tae on cart mis dec ae ie oie oe le, oe ete Es deta en aie i rk AG in sic et mache, e enor a vee 1 Neo ‘ ce, eames Wa a a el nena se saan So ee dart ats do ae me dl Vln shanna os eur ose vier regiment det gunn de Petropado qu se paid Irvin ebro det 7 Los realmicntos se juntaban y se detenian Pero. para entonces las pucrtas de los garaes eran derrambadas a'pedradas, y los obrevos, af mando: de ios eas, voain com is bacnas por I edad is esparcdo In revolucn pot la ciudad como Ja espuma, job! ‘automovls, IP olson “apretoel"embrague y se puso en Los ‘muclles cayeron, cayeron los guardabarros de los coches, los ‘coches’ perlian. Ia carvoceria por In ciudad, y donde habia dos pareeia que hubiera’ ocho. ‘Amo a Tos automéuiles Entonces todo el pais fue sacudido. La rovolucién paso a través co un perfodo espumeante ¥ se fue al Frente’ Tos campos Pero los coches proseguian su camino, su vida En Tos automéviles viajbon’ los que guiaben al ats, Pero tambien subian los que solo guiaban los coches. “ m Quizés por separado. Guinis saqueaban To que se presentaba y donde se presentaba. El botin no era. grande, pero "a veces Ia Yeloeidad se basta asi misma. Requisaban el alcohol Se hacia "de dos maneras, © mandaban’secretamente un comprador, y cuan- dio aparecia el sleohol ierumpian con un, fantsatico Seument jo regsaban todo veces. buscaban un comprador y le requisaban el dinero cuando lo ensefaba. vis Ast actuaban los hombres cuyas cabozas no sopor- taban la velocidad. * * TI alcool que’ vendian los choferes era especal, con bencina y tray sustancias adidas para heceto imbebible, y ton eso Tuncionabon los coches, Porque Bak quedaba fuera de nuestt aleance. 18 En aguel tiempo en Rusia sélo habia una pena: a de muerte, La pena de muerte formaba parte de la vida co- Lamaban a las pistolas. spalery. Del argot spaler, que en hebreo'significa eescupidor>. En una casa donde se despachaba vodka, habia colgado un cartel en la pared: econfeccidn y ventar. EL duefio Hlevaba un delaptal de tela. Para él la pena de muerte era una norma: su ac simud hacia ella era Ta de un alemén hacia Ia moulta, Entre tanto el pais se cristalizaba. Las velocidades ‘se contenfan unas a otras, Aparecieron el bono y el salvoconducto. Los amantes de la velocidad mas fuertes estaban en el frente. ¥ Ia velocidad qued6 justificada. Pero en la negra Moscii, en la ‘negra Moscd roja, donde las calles se petrificaron, enrollindose en tor- no al Kremlin, como se enrolla Ia masa en torno al rodillo, se iba'a pie. La ciudad era de peatones. Pero aparecié una banda. Grandes coches negros avanzaban a lo largo de las aceras, silenciosos y juntos. Elegian, Elegida’ una mujer, la agarraban, Ja arrastraban hasta el coche y se la levaban con ta velocidad que slo puede proporcionar el automévil, cuando esti loco. Conducian a las mujeres fuera de la ciudad y las violaban, Moseti siguié asi durante algunos dias. Violaron a una mujer. Mas tarde, durante el pro- ‘ees0, contaba: Estoy de pie y tiemblo, con el at cen la mano, igo de pleles 19 El chéfer dice: —Péngase el abrigo, setiorita. Era una seiorita, Me lo vais a quitar igual No somos ladrones, Pero los hombres que poseian Ia velocidad e ron a la banda. Fueron procesados, admitieron todo y a Ia pregun- ta: —gPor qué lo hicisteis? — respondicron —: Nos aburriamos. Los mataron, No conozco sus nombres y no les defenderé. Pero yo, que conocia la velocidad y no conocia su finalidad, quiero decir algo. No es un discurso finebre Estos hombres, ciudadanos, no eran peores que Ios demas, Eran mecénicos, que sabian reparar los coches y sabian lo frio que es el hierro con el hielo, La velocidad del motor y el sonido de trompeta de Ia bocina les han hecho salirse del camino, En medio de un Mosci de peatones, el. motor arrastré al chéfer al delito, El arma hace al hombre més valiente. EI caballo lo cambia en jinete, Las cosas hacen con el hombre lo que él hace de cllas. La velocidad exige una finalidad, Las cosas crecen en torno a nosotros, ahora hay diez 0 cien veces més que doscientos aos antes, La humanidad las domina, un hombre solo no. Es necesario poscer personalmente el secteto de los coches, es necesario tm nuevo romanticismo, para que éstos en las curvas no arrojen a los hombres fue- ma de la vida. Yo ahora estoy desconcertado, porque este asfal- to arafiado por los neumsticos de los automéviles, la 2 publicidad luminosa y las mujeres elegantes, todo esto mme_transform: " ‘Yo aqui no soy Jo que era, y a lo mejor aqut soy malo, a ARTA SEGUNDA Sobre el fro, sobre Ia talcion de Pedro, sobre_Velemir Miebnikoy ‘yeu fen. La inserlpelén sobre su cruz Se haba! “el amor de Siigonikow, dea erueldad de Tos que no aman, ‘de for caves, del cat de toda la cultura humana, cons ftuida sabre el exonine hacia eh amor No eseribiré sobre el amor, eseribiré sobre el tiempo. Hoy en Berlin el tiempo es hermoso. Ciclo azul y sol més allo que las casas. El sol mira de frente a la habitacién de Aijenvald, en la pensién ‘Marzan'. ‘Yo vivo en Ia otra parte del apartamento. Fuera esti bien y hace fresco. Este aiio casi no ha habido nieve en Berlin. Hoy es el 5 de febrero... Nada sobre el amor. Paseo en abrigo de entretiempo, pero si llegase el hielo tendria que llamarlo de invierno. No me gusta el hielo y tampoco ei frio. A causa del frio, Pedro repudié a Cristo, La noche fra fresca, y él se acered a una hoguera y junto a la hhoguera estaba a opinidn publica; los criados pre- guntaron a Pedro por Cristo, y Pedro lo repudié.. Canté el gallo. (1). Yull I. Aijnvald (18721928), erftico uso de tendencia cntelleista, Se exo en 122. 2B Los frfos en Palestina no son rigurosos. Debe ha ‘cer més calor que en Berlin, Si aguella noche hubiese sido célida, Pedro habria permanecido en Ia oscuridad, el gallo habria cantado Intlmente, como todos los gallos, y en el Evangel. no existiria Ia ironia. Esti bien que Cristo no haya sido crucificado en Rusia, nuestro clima es continental, con el hielo ¢o- mienzan las borrascas de nieve; los discipulos de Crise to se habrian amontonado en las plazas junto a las hhogueras y habrian hecho’ cola para repudiarlo, Disctilpame, Velemir Jligbnikov, si me caliento en fl fuego de redacciones que no son nuestras. Si pue Bico un Moro mio y/ no uno tayo. Nuestro clima, maestro, es continental Los zorros tienen sus madrigueras, al detenido se Je da un camastro, el cuchillo pasa la noche en Ja funda, y t4 no has tenido dénde’apoyar Ia cabeza, En la utopia que ti escribiste para la revista . Toda Is arta indecente y espero que no sea enviada, Ti tienes razén, He cometido una estupidez con aquel inglés. Pero yo me veo desde fuera, temo mi destino, Destino literario, Iré a parar a un libro. La literatura usa tiene una mala tradicion. 1. erature rasa std consagrada aa deserncén de los fracasos amorosos. En Ia novela francesa, el héroe es también el po- seedor. Desde el punto de vista de hombre, nuestra litera tura es un continuo libro de reclamaciones. Pobre Oneguin. ‘Tatiana se entrega a otro. Pobre Pechorin sin Vera. En Ledn Tolstoi, escritor poco enfermizo, existe el mo dolor. Qué cosa se puede ‘Andriéi Bolkonsky? Prudente, valeroso, habla como Tolstoi, bien edu- cado, incluso desdefiaba a las mujeres. Pero el héroe de los franceses no habria sido él, sino Anatol Kuragin. wentar més encantadora que 6 Hombre guapo y tonto, Le toca Natasha, y también Marie habria sido suya. Andriéi Bolkonsky se encuentra en una situaci6n estiipida como todos los héroes de la Historia de la intelligentsia» rasa Chaplin deofa que el hombre es mds eémico cuan- do finge no darse cuenta que esti en una situacion inverosimil. Es eémico, por ejemplo, el hombre que, colgado cabeza abajo, intente ajustarse Ia corbata, Todos nosotros vivimos ajustindonos la corbata. Pero mi corbata (la que ti me has regalado) toda. via no se ka acostumbrado a mi cuello, Y yo, cafdo en una situactén literaria, no sé que Parece que Ia costumbre es bromear y tomarse pequefias libertades con las palabras. ‘Bueno. Cuando Mevan los caballos a Ia remonta —es muy indecente, pero sin ésto no habrian eaballos— fre- cuentemente la yegua se pone nervioss, ene un re flejo de defensa (probablemente me equivoco) y no se somete. Puede incluso dar coces al garaiién EL garaién de cria (Anatol Kuragin) no esta pre- estinado a los fracasos amorosos, Su camino est sembrado de rosas, y sélo un ago- tamiento puede interrumpir sus romances. Cogen entonces un garafén de pequefia estatura —su animo puede ser ‘el més noble— y lo dejan ‘aproximarse a la. yegua, (D Istiria risskoy intiettigndntstt, conocida obra del isto riador y teirico lterario Dmitry N. Ovslaniko Kulihovskl 3S. 1920), que-a través de los mayores monummentos lierarios Gone: tuys tm dibujo. dal dearofo psicoloyco e ldcolegico dela inteligentsia rasa ochocentsta, 1 Flirtean entre sf, pero apenas comienzan a poner: se de acuerdo (no en el sentido directo de esta. pala bra), estiran al pobre garaiién por el cogote y hacen acercarse a Ia hembra al reproductor. Al primer garafién le aman «exploradors En Ja literatura rusa, después de esto, todavia esta sti obligado a decir nobles. palabras. El oficio de explorador es duro, y dicen que a veces lleva a la locura y el suicidio, Es el destino de Ia intelligentsia rusa, EL héroe de la novela rusa es un explorador. Queria dar el nombre de tun héroe concrete, Pero no puedo, parece un insulto, En la revolucién hemos hecho el papel de explo- adores. Este es el destino de Ios grupos intermedios. Los emigrados rusos no son ands que una orf zacion de exploradores politicos, privados de conciem cia de clase. De otra manera no se podria ir por las calles. {Qué angustia! Pero no escribiré sobre el amor. ‘Ya ves, escribo siempre de literatura | I Hi ARTA DECIMOQUINTA, Imprevista_y, en mi opinién, completamente initil, Su con tenido, evideatemente, ha huido de otro” libro del mlsmo stor, pero, quizis, esta carta ha pareeide necesara al cot Diladoe del bro augue no sen mas que para camblan, Recientemente me hallé en el teatro «Varietés, Ha- bia diversos mimeros: un acrébata daba volteretas sobre un asta colocada en la espalda de otro acroba- ta, dos gimnastas rodaban sobre trapecios tan velo- ‘ees que desde abajo parecian transformarse en vasos verdes, pero sus sombras que caian sobre el telén, segufan siendo humanas. Un programa tan amplio no puede ser contenido en una frase. Hasta habla un hombre de aspecto repugnante, que primero hacia ejercicios gimnésticos de circo ‘con un peso de dos pud entre Jos dientes, después con los dientes levan- ‘taba del suelo, cogiéndolas por un respaldo, tres 0 cuatro pesadas’sillas atadas entre si ‘A mi, que tengo los dientes muy mal, no me gust6. Lo més divertido de todo era mira a los ciclis- tas: daban vueltas por el escenario, con las bicicle- tas apoyadas en la rueda posterior, y al final se me- tieron entre bastidores, sentados sobre aros, se fueron sin prisas y, por si fuera poco, tocando todos la trompeta, ‘A Tom Sawyer le habria gustado mucho. p Después salieron los que tocaban la balalaika, Bailaron actores rusos. ‘Un pintor dibujaba allt mismo diversas caricatu das, Pintaba un estraperlista y después le ponia enci mauna Teja, ‘Me sorprendié la absoluta fragmentariedad de este programa, Existen dos posturas frente al arte. La primera se caracteriza por el hecho de que la obra es considerada una ventana al mundo. Con las palabras, con las imagenes, se desea ex: presar Io que se halla tras las palabras y las imége- nes, Los atisias de este tipo merecen el nombre de traductores, EL otro tipo de postura frente al arte consiste en considerarlo como un mundo de cosas que existe de ‘modo auténomo. Las palabras, las relaciones entre las palabras, las ideas, Ia ironfa’ de Jas ideas, su. no-oincidencia son precisamente el contenido del arte, Si el arte puede compararse a una ventana, seré tinicamente a una ventana dibujada, Las obras de arte complejas son generalmente el resultado de combinaciones y de interaciones de obras cexistentes anteriormente, més sencillas y, en parte, de ‘menor dimension. Ta novela se constituye de partes: los cuentos. La obra dramitica se constituye de palabras, de ‘gestos, de movimientos, de combinaciones de movi- mientos y palabras, de situaciones escénicas. Para Shakespeare, la fellz argucia del actor es un fin en si mismo, no un medio para delinear el Ta personalidad del héroe en la novela primitiva era un medio para unir las partes. En el proceso de transformacién de la obra de arte el interés se trans. fiere a las partes conexivas. La motivacién psicolégica, la verosimilitud del 8 cambio de situacién, empiezan a interesar més que fl logro de los momentos conexos. Aparece Ia novela y el drama psicolégico, y Ia percepeién psicoldgica @e os viejos dramas y novelas. Esto se explica, probablemente, por el hecho de que los momentos» lazzi ya se han deteriorado. El estadio sucesivo del arte es el deteriorarse por a motivacién psicolégica. Hay que transformarlo, «extrafiarlo»* Es curiosa al respecto la novela de Stendhal, El rojo y el negro, en la que el héroe acta, haciéndose violesicia, casi por despecho consigo mismo; la moti- vacién psicoldgica de su accién se halla contrapuesta a la accién. EI héroe acta sogin un esquema roméntico-aven- turero, pero piensa a su manera, En’ Leda Tolstol, los héroes otorgan la psicologia a la accién, Dostoievski contrapone 1a. psicolog nnajes a su significacion moral y soci ‘La novela se desarrolla a un ritmo policiacocri minal, y Ia psicologia es ofrecida a escala filoséfica. Finalmente, todas las contraposiciones se agotan, Entonces slo queda una cosa, pasar a los «momen- tos», desmenuzar las conjunciones, convertidas en te- Jide cicatrizable. Lo més vivo del arte contemporiineo son las co Iecciones de articulos y el teatro «Varieté», derivado del interés por los momentos particulares, 'y no por fel momento de Ta conjuncién. Algo parecido se nota ba en los mimeros intercalados del vaudeville. de sus perso- (1) En italiano, en el tex. @) Ostranit is" wo" de los conceptos claves del_penst risnto Iterario, de ‘Sklovski= el procedimientor (prim) eapk {al del arte reside en convert en extraio, inslto, el objeto conocido familar, para mantener ¥ prolongar Ja percepeion, ‘rancdndota de su automatism, at Pero en los teatros de este tipo se vislumbra ya lun nuevo momento, el momento de la conjuncién de las partes. EL conferencier resulta el héroe, cuyo destino une las singulares partes de la obra. En un teatro checo de este tipo de divertissement tuve ocasion de ver ‘otro procedimiento, aplicado desde hacia tiempo en los circos. Un clown, al final del programa, hace todos Jos nimeros, parodidndolos y " desenmascarandolos. Por ejemplo, os juegos de manos los realiza de es- paldas al piblico, que ve donde va a parar la carta desaparecida, TLos teatros alemanes se encuentran, en este aspec- to, en un grado de desarrollo bastante bajo. Un caso mis interesante es el libro que estoy es cribiendo ahora. Se llama Zoo, 0 cartas no de amor; fen él, los momentos singulares se conjugan por el hhecho’ de que el todo esté ligado a la historia del amor de un hombre por una mujer. Este libro es una tentativa para salir de los limites de In novela co- rriente. Escribo este libro para ti y escribirlo me provoca un dolor fisico. CARTA DECIMOSEXTA, No alegre, y en ello no se distingue de tas otras. En ella ‘© habla, de Ios alemanes que saben morir de las mujeres ‘que perdemos, de Mare Chagall, del arte do sostener el te- ‘or deo iportnca Gt rovnlnisto I ial arte TA te sientes ligada al mundo de la cultura, A cul, Alla? Hay muchos, Cada pais tiene su propia cultura, y un extran- Jero_no puede aferrarla. ‘Me ducle el corazin por Petroburgo, pienso en sus adoquines, pero ti no puedes volver a Rusia, ta amas Francia, pero no morirés de nostalgia por ella. Ta eres una persona de cultura demasiado pancu- ropea. Si el automévil no pesase nada, no podria correr, ‘1 peso da el apoyo a sus ruedas. No te escribiria esto, si no amase, No me atormentes diciendo que no tengo ningtin eso para ti, el mundo en torno a Alia no tiene peso. En el apartamento vecino a Bogativiov, una fami lia alemana se ha envenenado con el gas. La madre hha dejado una nota: «En el mundo no hay sitio para un obrero alemans. iAlemanes, me avergiienzo de no poderos ayudar! Sols un gran pueblo que no olvida Ia patria, Al mo- rir, moris como alemanes. 83 Alia, perdéname mi amor no alegre: di en qué Tengua ‘dirs la iltima palabra, muiendo, * Yo te hago diversos ‘discursos, te comparo con to dos. Dicen que la gente llega a la psicosis consciente- mente, como al monasterio. Es més féeil imaginarse perro que vivir de hombre. Quiero hacer pedazos y desparramar por Ia ciudad Jo que amo. No soy capar. Hace algiin tiempo nos reunimos en un estudio de la Kiciststrasse. Eramos petroburgueses y mosco- vitas, Alguno hablé de visados. Cuentan que antes, hace tuno 6 dos afios, Jos rusos hablaban entre sf de’ pasa pportes con tanta complacencia como una mujer ca- sada del parto, Bien o mal, también Ia conversaeién arrancé aque- aver, La mayoria de los hombres estén sin pasa- porte, viven porque se han aclimatado, Pero las mujeres! Francesas, suizas, albanesas (palabra de honor), italianas, checas, y todas en serio y Fijas. Es una pena para los hombres ‘malgastar las pro- pias mujeres. Imagino lo que habré sucedido en Constanti- noplal Es horrible ver destinos que se asemejan. Nuestro amor, nuestros matrimonfos, las fugas son s6lo moti- Nos perdemos a nosotros mismos, nos convert mos en tejido conjuntivo Pero en el arte es necesario lo que es local, vivo, iferenciado (;Vaya palabra para una cartal). Nosotros perderemos nuestro valor como perde- ‘mos. nuestras mujeres. Ti te sientes ligada a Ta cultura, sabes tener buen oy ‘gusto, pero yo prefiero cosas de un gusto distinto. A mf me gusta Mare Chagall thagall en Petroburgo. Asemeja, a mi ‘me parece, aN, N. Yevriéinov', era igual que un peluquero hebreo de pueblo, Botones de madreperla y chaleco de colores. Es un hombre de malos modales, hasta cl ridiculo, Los colores de su ropa y su romanticismo hebreo de pueblo los transfiere a los cuadros. En los cuadros no es europeo, es de Vitebsk. ‘Mare Chagall no pertenece al’ mundo civilizado, Ha nacido en Vitebsk, pequeia ciudad de pro- Mas tarde, durante Ia revolucién, Vitebsk se Men6, era una gran escuela de arte. En’ aquellos tiempos, frecuentemente una u otra ciudad se ilenaban: ahora Kiev, ahora Ficedésia, ahora Tiflis, una vez una al- dea sobre el Volea, Markstadt, se llené con una aca demia de filosofia. Por lo tanto, todos los nifios de Vitebsk dibujan como Chagall y, dicho sea en su clogio, él supo estar en Paris y en Pitier como un vitebskino. Esté bien saber sostener el tenedor, pese a que fen Europa esto lo sepa hacer hasta la sefiorita del Nachtlokal. Todavia esti mejor saber qué zapatos evar con el smoking y qué gemelos poner en Ia ca- misa de seda, Para mf, estos conocimientos son poco aplicables. Pero yo recuerdo que en Europa todos son euro- eos, por derecho de nacimiento. Pero en el arte es preciso tener un olor propio, y solamente el francés huele del olor francés. Una idea y una nacién de peluqueros no son peo- res en el arte que otros. (1) Nikola! N. Yevriginoy (18191953), dramaturg, director, telco historlador teatral 55 Aqui, con Ia idea de Ia salvacién del mundo, 1 no sirves para nada Es util 1a introduccién del provinciatismo, su cru: ce con el arte tradicional. Los. sonadores de balalai- kka, «El tiovivo», «El pajaro azul», etc, todo ello est ‘mal porque remeda el provincial Esto confunde a Ia gente. Dificulta el trabajo fu turo, Los cuadros, las novelas. Y escribir bien es dificil, esto me Jo dectan siem- pre los amigos. Vivir en serio es doloroso. En esto ti me ayudas. (@) Cabarete rusos en el Berlin de la epoca, 86 ‘CARTA DECIMOSEPTIMA Sobre el japonés Tarsnukl y sobre su amor por Masha Sobre el doloroso parecido entre tos hombres de todos los Solores Sobre el Fajigama. Al final de la carta un reproche. Soy muy sentimental, Alia. Me pasa porque vivo en serfo. ‘Quizés todo el mundo es sentimental. Aquel mundo, cuya direecién conozco. Que no baila’ el foxtrot. En Rusia, en 1913, tenfa un diseipulo, un j ‘Su apellido era Tarazuki. Trabajaba como secret YY en Ja casa donde vivia estaba también la cama- rera Masha, de la ciudad de Solchi. De Masha se enamoraban todos, porteros, inquili- nos, carteros, soldados. Pero ella no necesitaba nada. En Solchi ya tenia tuna hija de seis aiios, que Hamaba eestipida» a la madre. En la habitacisa de Tarazuki hacia calor. Muchas veces yo me sentaba a su lado y Te lela Tolstoi. Siempre lefa demasiado deprisa. onés, en Ia embajada japo- 87 La cara de Tarazuki y la mfa se reflejaban en el ‘espejo colgado en Ia. pared. Mi cara cambiaba continuamente, Ia sya estaba inmévil, como si estuviese cubierta por una méscara fen ver de piel Me parecia’ que de los dos sélo uno fuese un hombre. Su mundo para mi carecla de direccién. Tarazuki se enamoré de Masha, Ella se refa como una loca, al contarlo. El la acompafaba, cuando ella paseaba con un pe- rite blanco, Tarazuki la amd durante 1914, 1915, 1916, 1917 y 1918. Cinco ais. Una ver fue a ver a Masha y Ie dijo: —1Oye, Mashal Tengo wna sbucla, vive sobre cl gran monte Fajiyama, en un jardin, ‘ts muy noble y me quiere, y en aguel jordin gorten también un iono Bios, amado con Pred ‘Wo te asombres del estilo de Tarazuki, yo le he ensefindo ch ris). Hace poco tiempo el mono blanco sbandond a Ia abucla Pie lo ha escrito la sbuela , ‘muy caro, pero serio, que tiene una marcha insélita- mente elistica. En todos estos coches la construccién de la carroceria revela la estructura del motor y de 96 ta transmisién y, ademés, esté calculada para ofrecer TRenos resistencia al aire, Los coches de carreras tie Ror" generalmente un morro’ largo, elevado por _ de Inmet" esto se explica por Te hecho ‘de que precisa: Mente tna forma asi, a gran velocidad, ofrece’ la m- mma ressenca fe hae dado cuenta, “Alla, qe el jaro. wuela llevando por delante 20 ia aguda cola, Fino el ancho pecho? La Tongitud’ del caps del motor se explic, cierta nents, por el nimero de ilindros del motor (cuatro- Rie fafa ver ochodoce), y por st didmetro. EL pte filo ‘esta acostumbrado.a Tos. coches de morro largo. El'sHispanoSuizae es un coche de carreras largo, es Geir, ene hay una gran. distancia entre el. punto fiuetto superior y el inferior. Es un coche de un gran TTumero de revoluciones, tun coche forzado, que, Por Gecilo ast, hucle a cocaina, Su motor es allo yes echo, Esto es cosa suya. Pero el capo. del coche es largo. Por consiguicnte, el sllispano Suiza» se. esconde tras su apd, entre’ el radiador y el motor hay casi tn arshin’ de distancia. Este arshin de ment, pues: {o all para los snobs, este arshin de. violacion de Is Teglas constructivas’ me_pone furioso Si lego ‘s odiarte, si un dia puedo Tegar @ cantar: Desapareced calles por las que he pasado! cotonces mandaré tu reoverde, no al diablo, sino a ho lugar vacio. del «Hispano-Suiza» ‘Tu «Hispano-Suiza» es caro, tontita mia. A ent do se ponch carrocrias con ientos que se tumbaa imersipente: por el lado de la. portezcla, Debe gus far a los mantenidos. (1) Antigua medida de longitud russ que equivale a 0711 me 97 Su volante tiene una inclinacién indocente y, si fuese un hombre, Ilevaria aros en las orejas. Tu «iis panoSuizas no lieva el radiador en el lugar adecuado, leva putios postizos pegados. Nunca te amari. Todo esto es, mas interesante para m{ que el destino de los emigrados rusos. ‘Ademés, el «HispanoSuiza» tiene su récord, sobre gran distancia y terreno montafioso. CARTA VIGESIMA Sobre el principio de Ia yelatvidad y sobre un alemén con fos en las orejas, Se aiade Ta fabula-del raton transfor ado en muchachs. ePuede ser exético un hombre que Ileva aros en. las orejas? Sélo en Tas mascaradas, hay que decir. ¥ los pantalones de lechuguino, «pero demasiado anchos para un hombre que se respeter. Y por la calle un gorro de castor. 1¥ ti tiendes hacia él de pies a cabezal Qué hacer Alia, de ti aprendo el principi relatividad. Para acabar, abt va una fabula. ‘Un eremita habia transformado un ratn, que él amaba —extrafio amor, pero qué no se hace en Ber im con Ja soledad—, en una muchacha. La muchacha no amaba al eremita, El estaba co ah, vaya amor el tuyo—. La muchacha Yo quiero la libertad antes que nada. Es mejor que La muchacha dijo: —Todavia no estoy vestida. EL eremita dijo: ~Te esperaré. Vamos, te acom- pafiaré de compras. Ta muchacha fue de compras. Tuego el eremita la llev6 fuera de la ciudad, a Vansee. El sol todavia estaba en el cielo, Pese a que hubiera muchas tiendas. El le dijo: —Ouieres ser la mujer del sol? En aguel momento sobre el sol se cruzé una nube, La muchacha dijo: —La nube es més poderosa. EI eremita era de fécll trate, especialmente con a muchacha, El le dijo: —gQuieres por marido la nube? En aguel momento el viento expulsé Ia nube. La muchacha dijo: —El viento es més poderoso. El eremita comensé a enfadarse. EL telefono le habia estropeado los nervios. Grité: —jTe casaré con el viento! La. muchacha respondié ofendida: —No necesito el viento, hace calor y no sopla. Este monte me pro: tege del viento, El monte es mas poderoso. EL eremita comprendié que las mujeres en las tiendas tardan siempre mucho en elegir, y que la muchacha creia que estaba en una tienda, Respondié pacientemente, como un dependient {Usted mismal Entonces el rostro de Ia muchacha se iluminé. Se puso muy contenta. ‘Al eremita casi le parecié que era feliz Ella le sefialé con el dedo Ia parte inferior del monte y dijo:

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