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~ hueso htimero No. 39 Setiembre 2001 . SUMARIO NATALIA MAJLUF / Convencién y descripcién: Francisco-Pancho |__ Fierro (1807-1879) y la formacidn del costumbrismo peruano 3 MARIO MONTALBETTI / Ulimas horas de F Laso en Huarochiri 45 JOSE IGNACIO LOPEZ SORIA/ Adids al discurso moderno en el Peri 47 MARIO BELLATIN / Bola negra 58 JULIO ORTEGA / Lugares de la abundancia 66 ANNE HEBERT / La tumba de los reyes 76 ISABELLE TAUZIN-CASTELLANOS / Entre literatura y compromiso: Les amigos de Elena de Fernando Cas6s (1874) 87 ‘PHILIPPE DELERM / La siesta asesinada 100 SUSANA REISZ / Indigencia y creatividad en las letras peruanas nueva crisis, nuevos actores-autores 106 CRISTINA FERNANDEZ-CUBAS / La guerra 124 ETIENNE B, NOUME, CLAUDE-JOSEPH M’BAFOU-ZETEBEG / Dos poetas del Cameriin 128 MARCEL VELASQUEZ CASTRO / Los signos de la ceniza: las primeras lecturas en el Perti del fenémeno de las vanguardias 31 EN LA MASMEDULA HERVE CORVELLEC / La contabilidad por partida doble como forma de representacién 151 FERNANDO IWASAKI CAUTI / Maldito y canalla. La linterna de Alberto Guillén 161 JOSE IGNACIO LOPEZ SORIA / Piedras de escéndalo 168 h Lipros “HELENA USANDIZAGA / La oscuridad mas plena 172 GUILLERMO ROCHABRUN / Los intelectuales y el mal del Pera 185, AMERICO FERRARI / Las constelaciones poéticas de Thomas Boberg 195 CAMILO TORRES / La temura prometida 202 VICTOR HURTADO OVIEDO / Texticulos 207 EN ESTE NUMERO 2B Taray Vistas: Jost Toa CONVENCION Y DESCRIPCION: FRANCISCO-PANCHO FIERRO (1807-1879) Y LA FORMACION DEL COSTUMBRISMO PERUANO! / Natalia Majluf Hacerosrmuy bien en recordar, cada vez que podames, a Pancho Fierro, Es tina manera sequra de no desaparecer como limenos* Héctor Velarde, 1968 N. es casual que Héctor Velarde, autor de la frase que inicia este ensayo, haya sido uno de los principales defensores de la recuperaci6n urbana de Lima. Como tantos otros autores sobre la ciudad tradicional, Velarde percibia en el proceso de destruccién de los monumentos arquitecténicos la disolucién de una originalidad local y, al igual que otros defensores de la tradicién limefia, encontré en las acuarelas de Francisco Fierro (1807-1879) una forma de establecer un vinculo con el pasado, de detener su desaparicién (fig. 1). Pero mas que vestigios histéricos, las obras de Fierro eran para él como presencias, figuras tangibles que permitian un acceso inmediato a la sociedad pervana del XIX. En la nostalgia de esta mirada hacia el pasado se encuentra también la aforanza por un caracter nacional perdido. La carga simbélica que adquieren en este contexto las acuarelas de Fierro las convierte en el instrumento que define diversos procesos " Este trabajo forma parte de un estudio aun en curso sobre el desarrollo dl costumbrismoca ‘América Latina en el siglo XIX. Agradezco a todos los participantes del seminario “Historia, del arte desde América Latina, Temas y problemas”, levado acabo en Querétaro en novier- bre de 1997. por los comentarios que hicieron a mi trabajo, Quisiera agradecer también, muy especialmente, a Luis Eduardo Wuffarden y a Carlos Rodriguez Saavedra.. Parte de la investigacion presentada en este ensayo fu posible gracias a unia beca del Banco Interame= ricano de Desarrollo Ailsa Mellon Bruce del Centro para Estudios Avanzades cn tistoria del Arte, del National Gallery of Art, Washington D.C. # Héctor Velarde, “Los Pancho Fierros de hoy”, E/Comerco, 28 de febrero de 1968, p. 2. hueso huimero 39 . dde recuperacién historica, Sus mbo. Justra obras son asf, ala vez, los de nacionalidad ciones del pasado, EI propésito de este trabajo es indagar, precisa mente, en los supuestos que otorgan a las obras de! acuarclista limeno este valor bolieo y documental. Se te 1a aproximacién inicial, que busca Gnicamen: te presentar preguntas que contribuyan a fijar una mira da nueva sobre un fendmeno relegado por la historiografia reciente. Para ello es indis pensable cuestionar el mito, evadir las formas tradiciona: al tema y buscar la confrontacién com las prcticas les a través de las cuales se constituye esta Figs Jes de aproximaci materiales e institu Jimagineria loca. El discurso que se ha ido tejiendo en torno ala obra de Fierro ha sido definido en parte por una mirada esteticista, Pero su trabajo, com puesto por cientos de acuarelas de tipos y costumbres, se forma dentro de un género que escapa las categorias tradicionales de la historia del ante. Desde México hasta Argentina, a imagen costumbristasitvi6 para reproducit un imaginario nacional bajo esquemas compartidos de reperesentacion. Al igual que en la literatura, el costumbrismo visual como un género menor, adecuado a nuevos medios de dis- tribuciGn masiva. Asf como el cuadro de costumbres literario encontré ‘en los diaros y revisias su principal medio de difusion, el costumbrismo visual circul6 a través de formas de bajo costo como la acuarela y 1a litogratia, A diferencia de la pintura de género practicada al éleo por los pintores académicos, el costumbrismo se formula en las margenes del discurso estético, insertindose de manera ambigua dentro de la tradicién de representacion visual en la regidn. Al estudiar la obra de Fierro dentro del marco establecido por la historia del arte tradicional, los escritores sobre el costumbrismo peruano ¢rearon una imagen contradictoria del pintor, asignindole un papel central y a la vez confuso en la gestacton de esta tradicién En el caso peruano, el costumbrismo ha jugado también un papel instrumental en la definicion del criolismo. Si durante la colonia Ia palaby Ke para designar al espafio! nacido en América, tras las guerras de la independencia el sirvio para definir una suerte de hispan Pert lo criollo adquitié de un discurso dicotén sinénimo de costeho ¢ incluso de limeno, en oposicidn alo indigena y 10 ‘andino. Lo criollo se constituye asi como una subcultura auténoma, que “criollo” se utiliz6 principal mnaizado, Pero en el mbién otras connotaciones. inserta dentro co sobre la nacin, la palabra se convirti en siado como problematico ‘torga a la ciudad de Lima un ly ‘en la formacion de una imagen de la nacién.? Fierro ha sido uno de los pilares que sustenia esta ideol olla, que Sebastian Salazar Bonu describi6 como la “Arcadia colonial El rillismo construyé la imagen de una ciudad étnicamente plural ya la vez arménica, que le permitié internalizar lo popular com parte de ‘4 propia imagen, Juan Bautista de Lavalle, por cjemplo, incorpors la figura de Fierro a este pasado idealizado, planteando que los tipos del ido y de la vida", estarian las distinciones y los yla fermados por el “espa republican", donde odio, legado de la Colonia entre los arsticrats de sangre a femc de medio pelo, entre el blanco y el choo, el mut ye De, Farscen babereeevddado Paras cies progress Fiera ha so también un ira que prt escatar una alterata vrdadramen te popular dent dean silo XIX que aun hoy espera camo el the raise in 198 Coma Pet "ata Mau The Canola mae finn Enea fad de Tevas.en Ausin. 1995) Franco Lan, 1825 189 tess aco (Us ‘tomate arin Pop. 98). "an outa aly Garda ”Pacho Fas, pet cS de ppp” rma Ath sent eETEN, ‘0 himero 39 inicio de Ia alienacién y la colonizacion cultural” Ambas posiciones no se contradicen en lo esencial, Autores conservadores como Lavalle y criticos progresistas como Salazar Bondy coinciden en la visién de Fierro como la manifestacién de una expresién popular, casi instintiva, que logra captar los rasgos esenciales de un aspecto significativo de la cultura nacional.” Elerillismo formula una compleja mitologia urbana a través de 1un repertorio simbilico de corte sefiorial. Conservador y nostlgico, su discurso se asienta sobre la evocacién y la afloranza.* No es casual entonces gue en la recuperacién imaginaria del pasado urbano que domi la literatura periodistica peruana desde fines del XIX, la obra de Ferro haya jugado un papel fundamental. De hecho, las imigenes costumbristas del XIX parecen exigis, ‘como parte misma de su funcidn, una exégesis. Las liminas sirven de recurso mneménico, de catalizadores de una memoria inventada. Los textos mas extensos sobre Fierro no nos hablan sobre las obras en si sino sobre 105 tipos y costumbres supuestamente representados en ellas. A comienzos de siglo Teofilo Castillo redactaria, a traves de su ensayo sobre la coleccién Palma, una extensa evocacién de la “Lima de antafio”. Seria seguido por autores como Pablo Pattén, quien ilustra su Lima anrigua con litografias de Evaristo San Cristoval heehas en base de imagenes de Fierro. José Sabogal también recurriria al nombre del acuarelista para formular una sociologfa de la costa peruana: su libro sobre Fierro no es mas que una extensa evocacién de la geografia de Ja costa y del caricter de la Lima criolla.” Es significativo ademés que * Pablo Mace “Pancho Py a magen clyde Liman Doers itr ho kt es Lina Eiri Ua Bate 198) wok Vp. 33-5 Esclienorde muchas dels tmpeanas dncsonc sobre Ft. Ve pa efempl, Tea ‘cl, “Dea nacona Pancho Fe" ds NN 64 (dc de 91 * dana meskes Ue Lia del 90 (a: Centro de Estas para el Desartlloy1t Fars, rspecamen api" Mascara popu” * Pablo Ptr, Lim aru. atop de Evaro San Cristina Lima: Liberia ements Gil 1935: Joe Sabogal Pi Fr, Cokin Mar Dec (cn Ales: No 43) DE eval manera. lostabpes sobre Fiero de Manel Cones Sinheey ene Fle Lane faan deepest ane dela con ca Lima de XX ——, card Palma y José Antonio de Laval, entre los primeros coleccionts tasde la obra de Fierro, hayan sido ala ver los primeros narradores en el sgénero de la “tradicion’ En este ensayo quisicta resistira la supuesta transparencia del ‘género, a su propensidad para evocar narraciones. Por esa no intentaré escribir los sujetos representados en las acuarelas, Recurrir a la imagen costumbrista como documento o ilustracion historica es inser tarse dentro del marco qu el costumbrismo mismo propone, ¢ intentar hhablar det género sin describir aquello que las imagenes representan es transgredir inmediatamente uno de los topicos mas difundidos en la literatura critica sobre el tema, Propongo mds bien estudiar la figura de Fierro tal y como se va construyendo en el diseurso criollo,intentando enfrentar la leyenda del artista con los datos que la propia historia nos ofrece, Pero es necesario aclarar que éste no es s6lo un trabajo historiogréfico, orientado al anilisis de los textos que se han escrito sobre Fierro; parte central de mi tesis es que la imagen de "Pancho Fierro y el crollismo que su obra convalida se van forjando en paralelo, dentro de un mismo proceso de “invencidn” de una tradicién. La imagen del autor, como ee central de la constitucién del costumbrismo peruano, se convierte en el clemento principal para analizar las formas de funcionamiento del género, su marco discursivo. Francisco vs. Pancho Fiero “es appelé Bapeho (Francisco) Eiern”, es la frase com la que el ‘Cénsul y dibujante francés Léonce Angrand anotaba un éibum de acu relas de Fierro que habia compilado antes de su regresodefinitivoa Fran cia.a fines de la década de 1840." Ya en ésta, una de las referencias mds antiguas que se conacen sobre el pintor, el sobrenombre antecede al nombre de pila, que solamente es incluido entre paréntesis, a modo de * nian ee anctasén eta por Angas dun corpo ce Mel nts Sincea Pomc aryl Lins dS, pogo de. M. Upate Eksp (Li bye 1975)228 yo srufeng waren hhueso htimero 39 ‘aclaracién. En realidad, Fierro seré “Francisco” s6lo ante las exigencis de las formulas burocriticas en los registros oficiales y, ocasionalment + como recurso ignico en algin texto lteraio, “Pancho Fierro” ha llega do a ser la designacién “oficial” para identificar al pintor, al extrem, {que en un importante diccionario biografico Fierro no es listado bajo s apellido, sino que se encuentran la “P*, bajo “Pancho”, entre “Pallaréy "Pando". Y si bien el importante ensayo de Acisclo Villarén, publicy ddo en vida del pintor, leva como titulo “Francisco Fierro, artisia de Perit a la aguada”, en el texto el autor se reflere siempre en térming. familiares a “Pancho”, muchas veces sin mencionar su apellido. Incluso el sentido y respetueso obituario publicado en el diario E Comercio de 1879 llevaba el sencillo encabezado, “Paricho Fierro”. Asi, en el modo mismo de designar al autor se encuentran ys tos elementos centres de la problematica construccién de la imager del pintor. El sobrenombre, que evoca el habla coloquial. implica us clemento de familiaridad que identifica a los escritores del ctiollism. aristocritico con el artista plebeyo. Utilizado con cierta condescenden. dando Eel, Indic ston: La expec de Jan Tata aa Rel Aira (de Quito (1799-1808) la Fra huyaguiov en Fora Manag ffs Madi ‘Ministero de Agneta ess y Almentacn, 1988) exe Tomb cl ecu de Ihuyo9 de 1815 sExpediene cn cl dicamen dela Junta Super de Media arog de Espana eal Cul para sereciique ks istitcenesy pn deena Escta Ae Mossad San Feraedode Linas Una toca desiemanasro dela Unive (de San Mayos se encucrza em iota Nacional de Ls, BNL 012930, bl raven even hueso hiimero 39 ‘enscfianza del dibujo y Uevd a cabo importantes comisiones eclesidsticas, intentando establecer una carrera tradicional como pintor. Ambos artistas parecen haber marcado una divisi6n clara entre su actividad para las expediciones cientificas y sa trabajo como pintores profesional. La participacién de Cortés en proyectos cientificos, que le {facilt6 el contacto con medios intelectuales, también le permitio servir de puente entre la tradicidn ilustrada de descripcion visual de fines del XVII y el costumbrismo decimonénico. Desde San Fernando, Cortés dda continuidad a la tradicion descriptiva del XVII, que populariz6 el uso de Ia acuarela como medio para la representacion del entorno inmediato y cuyo antecedente mas significativo es sin duda la coleccién deacuarelas comisionada ydirigida por el obispo Baltasar Jaime Martinez ‘de Comparion durante la visita eclesidstica realizada a la didcesis. de “Trujillo entze 1780 y 1785.” Este gran proyecto de descripcion territorial hha sido comparado con frecuencia con la obra de Fierro." Sin embargo, las afinidades visuales simplemente recuerdan que ambos proyectos fueron definidos por fuentes similares y que estuvieron enmarcados dentro de esquemas limitedos de representacién. Las figuras aisladas, representadas sobre el fondo abstracto del papel, recuerdan, sin duda, a las Léminas de historia natural como también a las figuras de los libros de trajes y pregones. Pero la obra de Martinez de Companin se inscribe dentro de un proyecto descriptivo totalizante, donde la arquitectura, la miisico, la flora y la fauna tienen tanta importancia como las costumbres sociale. El caso de las ldmminas producidas por Cortés para Robinson y ddemés tripulantes de] Ontario revela precisamente cémo la tradicién de- rivada de la historia najural va insertindose en otras narrativas descriptivas, A diferencia de la mayoria de los residentes norteamerica- ros en América Latina durante las guerras de la independencia, las taco Jame Martner Compatin y Bujanda, Til dl Reenel gl XV Yvas. Madst: Insta Rronnerano de Gna, 1979). © Nostueo, sn enbarp ncarsctuacon dest deren hechapor Hany Sastry et ‘eanka inane dcloboy una manfesacndl-persamien ds mediceo vere” Yo Pero aura yu degra salidesde elescLastsnn en Past ps0 [cimoncne’in "Pancho Faro yelimunde repablican” Og M4 de abl de (980. oy /\6 motivaciones de Robinson no eran exclusivamer Se trataba de un viajero incansabl ente comerciales : - aficionado cientifieo, que habia recorrdo Africa y Europa antes de partir hacia Sudamérica, Tal como lo habia hecho durante su estancia en Chile, al Hegar a Lima Robinson, inicié relaciones con Los principales intelectuales locales, Su interés por establecer tn intercambio centifico parta del encargo que habia recibido del Liceo de Ciencias Naturales de Nueva York.” Gracias en gran parte al empefio de Tavara, Robinson obtuvo para las co de exa institucion especimenes de historia natural, biliogra cay otros materiales documentales cient. Robinson se vineulé también con Hipélito Unanue (1755-1833), uno de los mas importantes centificos peruanos dela ilustracién, maestro de Tivara y coega de C tando, Es significativo entonces ‘el hecho de que en la tasacion de los bienes de Unanue, realizada en 1833, se mencione un volumen de “Costumbres y trajes del Perth de ahora 40 afios.”” La referencia es decididamente ambigua, y no legamos a saber si se trata de obras dibujadas hace cuarenta afios, 0 de tipos que representan trajes costumbres det pasado. Aunque esta breve referencia impide sacar conclusiones precisas lo mis probable es que se trate de tipos dibujados por e) propio Cort ‘sen San Fer ‘Tadavia en el caso de las Léminas comisionadas por Robinson y ene] slbum de Unanue encontramos que el interés por las imagenes de tipos y trajes se vincula con tna aficién cientifica, Pero estas referencias {empranas también nos revelan la importancia de la Escuela de San Fernando en Ja gestacién del costumbrismo, Este contexto ilusttado indica que, lejos del supuesto origen popular del género, éste se inserta mas bien en el contexto cientifico en toro det cual s€ fu ‘ohesionando las aspiraciones de renovacidn social y la consciencia de ‘ambio que motivaron a la independencta. seron Nester Sas, Jena Rite op * Mpsito Unanue.“Invenariny tsa ua ects ck peur del Scho MSO} ‘ha emexsue de 183) en las Ht none CoE vol. 7-8 Lama: Comasxas Nac dl Segue Fea 1074 woh... iapaticia dea cay ia eet Uren ‘eageanay see Peat ated bl ove erteioN hueso hiimero 39 | Hasta aqui las referencias documentales. Pero dcudles son ,,ghrascomisionadas por Robinson, se trata de descripcioneshechas primer costumbismo? Flproblema sie en que moexiste egidoy definidas por las demandas de'un mercado inners ‘obra alguna frmaua por Cortés que nos penta identifier el ipo de kt aadas de un proyecto clenilco coherente, las acuaelas adver encs que crc0. Si carecemos de obras que nos den a conocer ‘hy funcion distina, egida mis por una lgia comercial que por ae su trabajo, no existen en cambio documentos que nos permitan “4 acines de la investigacin clentifica < ‘ontextualizar la serie ms antigua de tipos peruanos que se conoce hasta hoy e trata de una coleccién de ocho Pequefias gouaches sobre papel que representan tipos limenos (fig. 3) Las inscripciones en inglés, hechas con toda seguridad por Barbet el pro- Pietario de los laminas, nos permiten fechar la sere a os aos 1825-1826 Fo sabemnos quién las dibujo, pero no sera improbable pensar que forman parte del tipo de obras costumbrisas readas por Cortés. La precisiOn| Estos antecedentes cuestionan la tradicin critica que describe Aéenica de estos gouache, asf come | g pero como artista autodidactay gencradaresponténeo de cotum delcadcza de su taz0, nos recuerdan| smo, Es enteramente posible, ¢ incluso probable, que el acuarelista el obsesivo detalismo que caraceriza| aya tendo comtacto directo con Cortés o, al menos, cont trabajo de la wadicin de lustracién lentifica | yesracion, Habria que pensar incluso en 1a posbilidad de que Fierro Pgs la que Cortés se habia formado, haya participado en los cursos libres que Cortés dicté hasta fines de la Estas obras forman el eslabén perdido del costumbrismo pe- | dada de 1830 en la Escuela Nacional de Dibujo, institucién republica ruano. En ellas vemos consoidarse por primera ver un repertrio de | Qbe se desaroll6 sobre la base dela citedra de dibujo ieniio en tipos similar y comparable al que ser desarrollado en las acuarelas de [a Escuela de San Fernando. En todo caso, estas obras y referencias Fierro, Obras emparentadas con estas imagenes en otras colecciones | €Mpranas nos permiten comprobar que Ia tradicin antecede por nos hacen pensar que ya en esta temprana manifestacién del costum| mucho ala aparicién de Fierro como figura representativa dl género. brismo los tipos se repten con ceria frecuencia.” Como en caso de lasobras de La serie Barber de 1825 demuestra claramente que para ca fecha estaban plenamente definidos los temas y esquemas de represemtaci6n que identifican la obra de Fierro. Ineluso es evidente (que varias de las figuras consideradas tipicas del acuarelista se encuen tran previamente definidas en las Liminas que componen esta serie {emprana. Si tomamos en cuenta las diferencias impuestas por la técnica del gouache en la serie Barber y por la acuarela en las obras de Fro, y consideramos la variacién entre distntas formulas estlisticas, resulta evidente que Fierro utilizé figuras y tipos de la serie Barber sin imponer cambios sustanciales sobre sus modelos. rnencsi ei aes en cen Ral Aesop wecncuenian Ihoyen taco rads bch. Unade ella ainscrn Baier Daly 12S" Aleve. cul supra ind el mmbe de proper og. * Loss ips, dibs emia et paceman red 7 ings ob papel dear enl sparc Sry Arca Noe rs A2892-A2}48), como amen frase de 1 bas spc pape ar dea cokesn Fk ecu Abuqucrque, co México Laseidencas cans elas nen heh brstrainente ols, oxen aslo ort prasin paialoan pare de uname? Losprimeros arios de Francisco Fierro. ‘lou dela Barra Fierro aparece en el escenario del costumbrisme peruano ‘einen la década de 1830. precsamente el momenta wee eo Fetece consolidarse, En este sentido, el dibum de José Miguel de la 9) mare é z F i a —————— ee 2 Fg Barra, de la Biblioteca Nacional de Santiago de Chile, que contien¢ tuna serie de acuarclas atribuibles @ Fierro, es uno de los documentos fundamentales para la comprensién de esta etapa formativa de} Gallagher de Parks, “La farnla rl del pcosieems” 223. sencia y 8 lnmediater, que sustenta su valor documenta 1a reread que el po! INCopoR ests eas ad mica de Su a abcando & mano, une y oa er, lo smo is las Y pas imagenes. Su estilo tan caracteristico no seria entonces la expre- a i vin natu’, sino un eect biseado conscentement o de que Fierro haya podido mantener su actividad a lo largo de casi be ancl ner ino de cet aia ae an mang) itelgente de su cateea profesional. Y sk aceptamos aun ramos entonces Que acta Cambie a fonda de pensar se feeomo un autor consciente en la claborai6e desu propio mito usemscions 1 francico Foro. hori Nia tind, Sea ini, dca 8 187, Acuarela sobre orl ccdeceiin Max Jacoby: Coleen prada Lima, [Dopostv} 2. audioCouret Hos, Raa de Pence Faro. DNada de 1870, [apse 1. tabnsse. Aipuanne da Pio. Grabogo amined. Tomado de Jacques Grasset de Sain. Saveur Pnoeapee desnage, Pars, 5179p}. 4 Heo Bonnar hij, nse rs,

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